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24 abril 2022

La industria soviética bajo ocupación alemana en la segunda guerra mundial


Caricatura de Vladimir Galba, "El Ejército soviético nunca dejó a los no deseados invitados sin atención". 1945


por Schwerpunkt 

Foro IIGM

Título original: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS.

* Todo el material gráfico y sus notas a pie de foto corresponden al editor de este blog.


El estado de la industria capturada

Veamos con unos cuantos ejemplos cual era el estado de las instalaciones industriales y mineras capturadas por los alemanes en la Unión Soviética, el intento de ponerlas nuevamente en operación y los resultados obtenidos.

Yacimientos de hierro de Krivoj Rog:

Estos eran unos yacimientos de mineral de hierro de importancia situados cerca de Nikopol, donde se encontraban los segundos yacimientos de manganeso más importantes de Europa. Antes de guerra se producían 19 millones de toneladas anuales. En la preparación económica bélica de Barbarroja el manganeso recibió una atención especial debido a su importancia, el manganeso es vital para la fabricación de aceros y aleaciones, sin él es imposible la fabricación de aceros especiales, por tanto la capacidad bélica alemana hubiera quedado anulada.

Cuando los alemanes conquistaron la zona los yacimientos de mineral de hierro de Krivoj Rog estaban devastados, la extracción del hierro no tenía sentido si no se aseguraba la producción del manganeso, los alemanes decidieron concentrarse en Nikopol. A esto se añadía la limitada disponibilidad de maquinaria, energía eléctrica, carbón y medios de transporte. 

En Nikopol (Ucrania) y Chiatura (Georgia) se encuentran los únicos yacimientos en Europa. Estos centros producían el manganeso soviético que bastaba para mantener toda la industria siderúrgica europea. Alemania sometida al bloqueo británico recibía las entregas de manganeso soviético durante la vigencia del pacto Ribbentrop-Molotov. 




Arriba: Cartel propagandístico soviético de la región de Irkutsk, de la publicación conocida como "Agitokna"; abajo: "Quien a nosotros con la espada entrará. Por la espada morirá"

Los informes alemanes señalaban la casi total destrucción de las instalaciones o la evacuación de todos los trabajadores, de todo el utillaje y maquinaria útil (1.950 motores eléctricos de 2.000), no había prácticamente energía eléctrica para trabajar, numerosas voladuras de torres, instalaciones y construcciones destruidas o quemadas. A pesar de ello la corriente eléctrica no había desaparecido del todo y la destrucción no había sido tan completa como en la zona del Donets. Ante la imposibilidad de reconstruir las instalaciones y la explotación en un plazo medio de tiempo el comando alemán encargado dirige el desmontaje de piezas útiles para ser empleadas en los yacimientos de manganeso de Nikopol.

Se transportó más de 1.3 millones de toneladas del mineral al Reich y Rumanía, a partir de julio de 1942 debido a la escasez de transportes, la producción satisfacía las necesidades alemanas lo cual permitió acumular stocks, en su mayoría stocks capturados y parte de la explotación que permitieron a la industria siderúrgica alemana continuar la producción durante gran parte o toda la guerra. Además, se replanteó la producción local de mineral de hierro en Krivoj Rog y el carbón del Donets para fabricar acero creando una industria siderúrgica completa que permitiría gracias a las cuantiosas reservas existentes encarar el futuro con optimismo, las operaciones iniciaron a principios de 1943 y el sueño terminaría en octubre de 1943 al convertirse la región en zona de combate. En febrero de 1944 los alemanes volaron las instalaciones en Nikopol y la zona cayó nuevamente en manos soviéticas con varios miles de toneladas de mineral y concentrado capturados. (Resumen de informes alemanes detallados en “Aufbau einer Kriegsindustrie im eroberten Teil der Sowjetunion”. Extractos de los informes más importantes del sector industrial. Otra consulta es Vasilii V. Strishkov & Richard Levine: The Manganese Industry in the USSR (pág. 21-22) Bureau of Mines, United States Department of the Interior 1986).


Izquierda: "Hacia el Este - Hacia el Oeste", serie "Lápiz de Lucha", 1941; Derecha: "Matar al reptil", 1942, de la revista "Kokrodil"

Yacimientos de carbón de la cuenca del Donets:

La industria de la época estaba basada en el suministro abundante y continuo de carbón. Sin carbón no se podía operar una industria siderúrgica, no se podían operar los ferrocarriles a plena capacidad y no se podía generar electricidad para multitud de procesos industriales (galvanizado, producción de aluminio, etc). Los alemanes se encontraron con una pesadilla a todos los niveles, destrucción de la infraestructura productora de carbón, destrucción de la infraestructura encargada de transportarla y destrucción de cualquier otra fuente alternativa de electricidad como las presas hidroeléctricas.

Los informes alemanes reportan destrucciones muy importantes tanto en superficie como en el interior de las minas de todo tipo de instalaciones. Destrucción casi total de los ferrocarriles que sirven a las minas e inundaciones en numerosas de ellas. Falta total de energía eléctrica lo que hace casi imposible bombear las minas inundadas. Prácticamente todos los trabajadores han sido evacuados. Se capturaron 1.3 millones de toneladas de carbón que, como señala el informe, apenas bastan para las necesidades inmediatas de las tropas, los ferrocarriles y generación de energía eléctrica.

El comando alemán determina ante la devastación el concentrarse en las pocas instalaciones menos dañadas e intentar conseguir en unos meses un 5-10% de la producción de preguerra. Se reclutan miles de trabajadores soviéticos para la limpieza y trabajos preliminares. Traer numerosas maquinaria, bombas, generadores y material minero, en general, de Polonia, Francia y el Benelux.


Cartel soviético de M.M. Shcheglov, "En la fábrica, en el taller, el ritmo debería ser así, con cada nueva tonelada de carga aplastamos el vientre de los alemanes"  


A pesar de aumentar la producción, claramente estaba por debajo de las necesidades de los ocupantes. Además de maquinaria hay que importar carbón del Reich para poder operar los ferrocarriles. Otro problema y no menor es la falta de mano de obra especializada, las deportaciones realizadas por Sauckel hacia el Reich junto a las evacuaciones realizadas en los primeros meses de la guerra hacen que falte mano de obra en general y especializada en particular. Se intenta suplir con el empleo de prisioneros de guerra, sin que se logre atender las necesidades.

Se reconstruyó la gran presa hidroeléctrica de Zaporozhe (volada en la retirada rusa). Se tuvieron que enviar desde Alemania numerosos suministros de cemento, acero, turbinas, maquinaria y material eléctrico. Finalmente en enero de 1943 se puso de nuevo en funcionamiento y proporcionó energía eléctrica de manera continua... (por poco tiempo). El plan contemplaba aumentar la explotación para conseguiría cubrir las necesidades bélicas, de los ferrocarriles y de la economía regional que poco a poco iba recuperándose y liberar el material rodante dedicado a traer carbón del Reich. Tras la gran ofensiva soviética de Stalingrado la zona se convirtió en campo de batalla y se perdieron varias minas lo que causó una gran caída de producción. Hubo una nueva contraofensiva alemana en marzo de 1943 que retomó la zona y la producción de carbón se reanudó alcanzando la mayor cifra durante la ocupación (julio 1943: 456.000 toneladas). En agosto de 1943 comenzaron las operaciones soviéticas de reconquista en la zona y el colapso de los transportes acabó con las operaciones por completo.

En general, el balance de la explotación carbonífera alemana en las zonas ocupadas fue negativo, las cifras conseguidas fueron ridículas, se necesitaron grandes cantidades de carbón del Reich para conseguir un mínimo de operatividad industrial y sobre todo para operar los ferrocarriles. (2.380.000 toneladas enviadas desde el Reich para la economía del Wi Stab Ost; 2.100.000 t. para el consumo de las tropas; 15.000.000 t. para los ferrocarriles).

Claramente era un negocio ruinoso, por cada tonelada soviética extraída se tuvieron que aportar casi tres desde el Reich con el agravante de que el precio de esa tonelada transportada hasta Rusia era elevada.


"Disputa laboral por vencer a los fascistas!", (autor no determinado). Museo del Arte del Lejano Oriente.

La explotación del petróleo soviético: el mayor de los fiascos

Hemos visto el cúmulo de distorsiones alemanas antes del gran ataque a Rusia sobre las posibilidades de explotación económica de los territorios ocupados. El del petróleo fue uno de los más notorios.

Los expertos habían avisado que sería muy dudoso conseguir petróleo del Cáucaso y que en cualquier caso no se podrían cubrir las necesidades alemanas por no decir europeas. Las cifras de petróleo soviético exportado en realidad no habían dejado de caer desde el año 1932 cuando se exportaron 6.1 millones de toneladas, el récord alcanzado para financiar el gran programa de industrialización estalinista. A partir de ahí no dejaron de caer y en 1938, el último año de preguerra tan solo se exportaron 1.4 millones de toneladas. Como sabemos durante el año y medio que estuvo en vigor el pacto germano-soviético la URSS apenas exportó 0,94 millones de toneladas a pesar de las presiones alemanas.

Las razones para estas cifras tan bajas de exportación y excedentes estriban en que la URSS cada vez consumía más petróleo debido a su crecimiento industrial e incipiente motorización mientras que su producción no aumentaba al mismo ritmo. Ya en el año 1938 quedó la producción estancada alrededor de 30 millones de toneladas y no fue posible incrementarla ante la falta de tecnología. El descubrimiento en 1929 de un importantísimo yacimiento entre el Volga y los Urales llamado el “Segundo Bakú” apenas tuvo resultados tangibles ante la falta de equipo de perforación para explotarlo. (Marshall Goldman: Oilopoly: Putin, Power and Rise of the New Russia (pág. 6 y pág. 29-31) Oneworld Publications 2008).


Cartel de propaganda soviético, "Tecnología - ¡a las masas! ¡Dominar la técnica es una misión de combate!"

Además, de las casi insuperables dificultades de transporte se añadía la falta de capacidad de refinado. Europa en 1939 solo podía refinar 17 millones de toneladas a pesar de que consumía unas 25-30 millones de toneladas. El petróleo soviético tendría no solo que alimentar a las fuerzas armadas y economía alemanas sino a la francesa, belga, holandesa, italiana, etc. para que pudieran funcionar a su capacidad teórica y aportar de manera significativa al Grosswirtschaftsraum. Otro tremendo cuello de botella productivo imposible de salvar en el corto plazo. (Peter R. Odell: An Economic Geography of Oil (Routledge Revivals)

Los mismos expertos informaban que la industria petrolífera soviética estaba obsoleta al sufrir el embargo tecnológico por parte de EE.UU. tras la guerra contra Finlandia y, en general, al no recibir tecnología y material avanzado de extracción en los últimos años. Baja productividad y era de esperar encontrarse con destrucciones y sabotajes que obligaría a despachar gran cantidad de material de perforación, extracción, oleoductos, compresores, etc.

La más importante producción petrolífera soviética de preguerra  estaba en el Cáucaso que producía el 86% (Bakú, Groznii y Maikop). Pequeños yacimientos en Galicia, Ucrania Occidental, en la antigua Polonia que rendían unas 370.000 toneladas anuales antes de la guerra. Debido a la rapidez del avance en los primeros días de Barbarroja los alemanes capturaron los yacimientos relativamente intactos, en 1942 lograron extraer 250.000 t. y en 1943 390.000 t. Otra zona menor de explotación era Estonia con la extracción de petróleo a partir de la destilación de esquistos bituminosos (Rolf-Dieter Müller: Die Deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941-1943 (pág. 249) Harald Boldt Verlag 1991).

El petróleo del Cáucaso era el que, según Hitler, daría la independencia económica al nuevo imperio alemán. Pero a pesar de los impresionantes avances alemanes, Bakú, la principal región petrolífera, se encontraba a unos buenos 1.300 km de Rostov al Don, el extremo oriental del avance alemán en 1941 y a nada menos que 3.500 km de Berlín.


"Canibal Hitler arroja a millones de personas al crisol de la masacre mundial", autor Nalivaiko Ivan Ivanovich; y, Cartel de promoción del segundo empréstito militar de la URSS "¡Que fastidie al reptil alemán mi rublo armado con proyectil!", 1943

Los esfuerzos alemanes iban a dirigirse a la conquista y explotación del petróleo caucasiano. Gran parte del petróleo extraído era refinado en otras regiones, a veces a gran distancia del origen. Las instalaciones alemanas de refinado y craqueo se encontraban a distancias aún mayores. Y una parte de este petróleo después de recorrer distancias superiores a los 3.000 km sería a su vez reexpedido para su consumo por la Wehrmacht y Luftwaffe en la propia Rusia. Claramente el flete marítimo era con diferencia el más eficiente para solventar el problema pero mientras no se dominara por completo el Mar Negro esto no era factible ante la amenaza de la marina soviética y, por si fuera poco, no se disponía de suficientes buques tanque para transportarlo. Entretanto habría que intentar funcionar con el escaso flete ferroviario disponible en las zonas ocupadas. Desde un punto de vista objetivo con la infraestructura y los recursos disponibles como el material rodante en 1941-42 las operaciones a gran escala eran absolutamente imposibles.

Dentro de los comandos del Wi Stab Ost, el dedicado al petróleo, conocido como la Technische Brigade Mineralöl (TBM) tendría una especial importancia. Sería un comando de gran tamaño y dotado de muchos medios encargado de la explotación de los pozos petrolíferos conquistados. El TBM había sido formado en 1941 pero el fracaso a finales del año en derrotar a la Unión Soviética había impedido la que tenía que ser su principal misión, la explotación del Cáucaso. Las destrucción sufrida por la industria y comunicaciones a manos de los rusos en retirada no permitían aventurar mucho optimismo. El general Thomas, al recibir informes de la destrucción de los yacimientos petrolíferos, anotaba en su diario a finales de octubre “que de Maikop no podemos esperar nada…” Y entretanto los líderes de Konti Öl, la corporación encargada de la explotación del petróleo en el Este, esbozaban grandiosos planes como un oleoducto de Maikop a Bucarest que siendo sobreoptimistas estaría terminado en dos años. Se preparaban planes para fabricar numerosos vagones tanque. En cualquier caso la reconquista a primeros de diciembre de Rostov y el parón sufrido por la ofensiva alemana en diciembre de 1941 obliga a aparcar todos estos planes. (Dietrich Eichholtz: Geschichte der deutschen Kriegswirtschaft 1939-1945 (pág. 482) volumen I. K. G. Saur Verlag GmbH 2003).


"¡Cada golpe de tu martillo golpea al enemigo!", Viktor Deni,1941


En el corto plazo las dificultades simplemente para transportar el material de extracción, maquinaria a los yacimientos capturados eran tremendas. Nominalmente las vías férreas habían sido cambiadas al ancho europeo hasta Rostov, había que efectuar múltiples transbordos para cruzar los puentes destruidos del Dnieper y el Don, su reconstrucción se demorará bastantes meses. A finales de 1942 todavía se estaban reparando los puentes deshechos del Dnieper por no hablar de los del Don y otros ríos.

Aunque el petróleo fuera el “Leitmotiv” de toda la campaña para conquistar el Cáucaso, había otros recursos de gran interés en la zona. La primera gran mina de manganeso de Europa se encontraba en Chiatura, Georgia, y superaba incluso la producción de Nikopol. Sin esa producción la producción siderúrgica soviética ya no era posible. Además, en 1940 se habían encontrado yacimientos de molibdeno y tungsteno en las cercanías del monte Elbrus. La producción agraria y de cereales del Cáucaso norte eran de importancia lo que subrayaba el carácter estratégico económico de la región. Al no contar la región con ninguna industria de mención, era claramente una región productora de materias primas.

Tan solo una zona productiva caerá en poder de los alemanes, Maykop en agosto de 1942. Groznii quedará a poca distancia del máximo avance alemán y Bakú quedará a unos buenos 600 km de la vanguardia alemana. Paradójicamente la fuerte caída sufrida por la producción petrolífera soviética tiene más que ver con los sabotajes realizados y la distorsión creada en la red logística por el ataque alemán que por la posesión física de los yacimientos. Los yacimientos de Groznii son prácticamente abandonados ante el avance alemán y en los de Bakú se sellan cientos de pozos y se evacúa parte del utillaje. La casi conquista de Stalingrado estrangula el tráfico fluvial por el Volga por el que circula nada menos que el 30-40% de todo el petróleo soviético.


 Póster "¡Más metal, más armas!". N.M. Avakumov 1941


En enero de 1942 comienza la planificación para constituir la TBM (Technische Brigade Mineralöl) encabezada por Günther Schlicht, miembro del consejo de administración de Ost-Öl GmbH, una de las sociedades creadas por Goering para la explotación de los recursos petrolíferos en la Europa ocupada. Se contaba con que los soviéticos evacuarían gran parte del material de perforación, sondeo, refino, bombas, oleoductos y lo que no pudiera ser evacuado sería destruido a gran escala en los campos petrolíferos del Cáucaso. Según la estimación del propio Schlicht se necesitarían unas 600 instalaciones de perforación que debido a la mejor productividad podrían suplir a las 836 instalaciones soviéticas. No obstante se contemplaban dificultades casi insalvables, de las cuales las principales se resumen en tres:

1) No se disponía de equipo suficiente para reemplazar a los equipos de perforación y sondeo soviéticos que presumiblemente serían destruidos o evacuados; 2) Dificultades de transporte, no se podía llevar equipos de perforación y refinado necesarios para poner en funcionamiento los yacimientos; 3) No se disponía de técnicos suficientes para las tareas de reconstrucción y perforación. (Vasilii V. Strishkov & Richard Levine: The Manganese Industry in the USSR (pág. 21-22) Bureau of Mines, United States Department of the Interior 1986).

La industria alemana en 1942 solo podía proporcionar 75 instalaciones de perforación de las 600 necesarias, algunas más podía conseguirse mediante el desmantelamiento de instalaciones en países ocupados. Se hubiese necesitado años para conseguir esa cantidad y unos 4 años para producir las 1.000 instalaciones juzgadas necesarias para explotar en condiciones los yacimientos del Cáucaso, por ello, debían concentrarse hasta finales de 1942 en los yacimientos de Maikop, a mediados de 1943 podría comenzarse con los de Groznii y posteriormente los de Bakú (la mayor de las tres).

 

Arriba: "¡Acero fundido por las gargantas de los fascistas!", Mikhail Matveevich Baliasnyi, 1941; y, "El voto de los trabajadores metalúrgicos", TASS No. 485, 1942. "Damos nuestra promesa al pueblo y al ejército: ¡Vamos a verter metal en las gargantas de los fascistas!", Pavel Petrovich Sokolov-Skalia. Abajo: "Ural - Al frente!"; y, cartel soviético dedicado al papel de la metalurgia en la victoria sobre la Alemania nazi y sus aliados en la Gran Guerra Patriótica "Los metalúrgicos de Kuznetsk contribuyeron a la Gran Victoria".


En el otoño de 1941 los soviéticos habían efectuado trabajos de sabotaje y destrucción ante la posibilidad de un avance alemán, y en el verano al penetrar los alemanes en la región, se pone en marcha un plan sistemático de destrucción. Prácticamente todos los 755 pozos de la zona, los 13 compresores y el oleoducto fueron destruidos así como los tanques de almacenamiento de los que los alemanes solo recobraron una ínfima fracción. De los cientos de torres petrolíferas destruidas lograron reconstruirse tres o cuatro a partir de restos. La falta de energía complicó extraordinariamente las operaciones para extraer el crudo. Cuando llegaron algunos compresores se logró comenzar a bombear petróleo si bien a una fracción microscópica de la cantidad normal. (David R. Higgins: Behind Soviet Lines: Hitler´s Brandenburgers capture the Maikop oilfields 1942 (pág. 64). Osprey Publishing 2014).

Una reunión tuvo lugar en Berchtesgaden, el 21 de noviembre de 1942, entre Goering y los técnicos de la TBM para examinar la falta de resultados conseguidos por la TBM. Los técnicos de ésta se defendieron vehementemente de los reproches de Goering, que como de costumbre no entendía la complejidad técnica de la explotación ni las repercusiones de los daños sufridos en la zona y las dificultades logísticas. Como anécdota sobre la ignorancia técnica de Goering al ser informado que los rusos han bloqueado los pozos inyectando hormigón y otros obstáculos, preguntó si no se podrían extraer con unos grandes sacacorchos…

Los técnicos aseguraban que a finales de 1943 se podría conseguir resultados apreciables gracias, en parte, "al desmantelamiento sin ningún miramiento de las refinerías francesas" que estaba en marcha y "que permitiría hacia mediados el refino de unas 65.000 toneladas mensuales", en la refinería en construcción de Jerson, en Ucrania, siempre y cuando la situación catastrófica de los transportes mejorara, lo que no estaba claro. Incluso si se hubiera reparado los yacimientos menos dañados, es dudoso que los alemanes hubieran podido transportar el crudo extraído al Reich o Rumanía para refinarlo, por una simple cuestión logística. Para transportar varios millones de toneladas se hubieran necesitado decenas de miles de trenes.


Izq. Póster "Trabajar en el frente como en la retaguardia. Cada tonelada de pan, petróleo, carbón, acero es un golpe para el enemigo" (Lápiz de Lucha); medio: "Cada kilogramo suministrado golpea al enemigo"; Derecha: Afiche “Entreguemos el hierro, el cobre, el plomo. ¡Aceleremos el fin de Hitler!", Lyubimov A.A. 1941


Los alemanes disponían de la mísera cantidad de unas 300 locomotoras, que a duras penas abastecían a las fuerzas alemanas situadas en el frente. En el mejor de los casos (y con suerte) no hubiera podido transportarse más de 10.000 toneladas mensuales, además, los puentes sobre el Don estaban todavía destruidos y había que transbordar los trenes en los ríos. En el propio Reich se fantaseó con la construcción de un gigantesco ferrocarril de vía muy ancha para aumentar la cantidad que los convoyes podían transportar. Estos proyectos no pasan de la ciencia ficción en momentos en los que los ferrocarriles normales no podían siquiera abastecer a un pequeño grupo de ejércitos situado en el Cáucaso. De hecho una de las razones del retraso en la ofensiva de verano alemana había sido la imposibilidad de los ferrocarriles para acumular el combustible, munición y suministros necesarios para el gran ataque a tiempo.

La aventura alemana termina en enero de 1943 cuando la ofensiva soviética fuerza a un precipitado repliegue y a la voladura y destrucción de todo el material por falta de medios de transporte. Tras un tremendo esfuerzo, los alemanes han logrado extraer unas 1.000 toneladas, una cantidad absolutamente ridícula. (Dietrich Eichholtz: Krieg um Öl: Ein Erdölimperium als deutsches Kriegsziel (1938-1943) Leipziger Universitätsverlag GmbH 2006).


Arriba: Las dos primeras es una variante del artista Nikolai Andreevich Dolgorukov "¡El enemigo no se salvará!", 1941; y, "El fascismo será aplastado", de I.A. Volkov, 1941. Abajo: Izq. artista desconocido. "Esto es para Hitler" (boceto para el cartel de Windows TASS No. 2), 1941; medio: Dolgorukov N. A. Póster "¡Barramos a los bárbaros fascistas de la faz de la tierra", 1941; y, derecha: "El escucha melodías amenazantes". Dolgorukov, 1945.


El programa “Iwan” de 1942-43: Municiones y aluminio

El programa “Iwan”, inició en mayo de 1942, era un plan a cuatro años para utilizar la industria pesada de Ucrania Oriental en la fabricación de munición de artillería. El plan inicialmente contemplaba la producción de 2.6 millones de proyectiles. El plan sufrirá múltiples vaivenes y revisiones a la baja debido a problemas de toda índole como falta de maquinaria, personal, carbón y quizás el mayor de todos la falta de suministro de energía eléctrica. En el invierno de 1943 la ofensiva soviética en la zona de Kharkov causó problemas al invadir zonas donde se estaba implementando el programa. (Rolf-Dieter Müller: Die Deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941-1943 (pág. 243) Harald Boldt Verlag 1991).

La reconstrucción y entrada en operación de la presa de Zaporozhe permitió contar con un suministro continuo de energía por fin en enero de 1943.  La producción de electricidad tenía otra razón de peso, en las cercanías de Zaporozhe se encontraba una gran factoría de aluminio soviética que los alemanes querían poner en operación. Para ello se necesitaba maquinaria y por supuesto abundante energía eléctrica (La gran presa hidroeléctrica de Zaporozhe detuvo el suministro continuo de energía a principios de septiembre 1943 por el avance soviético que interrumpe las operaciones). La gestión del combinado de producción de aluminio estaría en manos de la Vereignigte Aluminium-Werke AG (VAW) que en 1941 fabricaba el 15% de todo el aluminio mundial. Con la victoria alemana sobre Francia en junio de 1940 había adquirido otras instalaciones. No parece que hubiera demasiado interés en las instalaciones soviéticas que, además, estaban muy destrozadas pero una combinación de presión política así como la expectativa de ganancias y nuevo patrimonio empresarial “ayudaron” a que la VAW se pusiera manos a la obra. En mayo de 1942 se fija un objetivo de producción de 20.000 toneladas anuales, cantidad considerable, más o menos el 7% de la producción alemana pero un 38% de la producción soviética en 1942. En septiembre de 1943 los soviéticos penetran en la zona provocando la evacuación de la región y el desmantelamiento del programa. (Peter Josef Belli: Das Lautawerk der Vereinigte Aluminium-Werke AG (VAW) von 1917 bis 1948: ein (pág. 289-306) Lit Verlag 2012).


Tarjeta postal. "Regalos de año nuevo que Papá Noel entrega al enemigo, los hará sentir calientes en el frío y fríos en el calor" 1941-1942

A finales del verano de 1943 las instalaciones están casi listas para comenzar la producción de munición de artillería con cifras inferiores a las planeadas que hubiesen permitido a las fuerzas alemanas disponer de un suministro considerable de munición de artillería a escasa distancia del frente. La ironía es que en agosto los soviéticos rompen el frente y en septiembre se ordena paralizar todo el programa, la evacuación de todas las instalaciones posibles y la voladura de todo lo que no pudiera ser evacuado. (Kim Christian Priemel: Flick. (pág. 465-467) Wallstein Verlag 2013).

Paul Pleiger (Director de Berg-und Hüttenwerksgesellschaft Ost, una de las sociedades siderúrgicas de los Hermann Göring Werke en el este y Comisionado del Reich para la Producción del Carbón) había anunciado el casi nulo interés de la industria pesada alemana en las inversiones en el Este. La industria alemana estaba mucho más interesada en sus adquisiciones en Checoslovaquia, Francia y el Benelux, así como atender los compromisos de pedidos bélicos que en una intervención en Rusia. Pleiger subrayó “el deber nacional como padrinos de gestionar las empresas ucranianas y hacerlas útiles para la industria bélica alemana”. Pleiger junto al dubitativo Alfred Krupp visitó “fábricas escogidas” (aparentemente asignadas a las empresas de Krupp en Mariupol). No había derechos de propiedad, responsabilidad en la reconstrucción técnica cuyos gastos se facturarán al estado, el compromiso suponía una especial consideración en el futuro reparto de industrias cuando llegue la paz.


"Barreremos a los bárbaros fascistas", N. Dolgorukov. 1941

En la explotación de minerales, los alemanes ocupan las minas de molibdeno y volframio de Nizhni Baksan. Se trata de uno de los poquísimos yacimientos de estos metales en Europa y lógicamente de gran importancia estratégica. Los rusos volaron las instalaciones, galerías y el comando alemán dedicará varios meses a limpiar las minas de escombros pero sin poder extraer mineral. La contraofensiva soviética de enero de 1943 pone fin a la aventura. (George A. Ravchevsky: The Tungsten Industry in the USSR (pág. 4) Bureau of Mines, United States Department of Interior 1988).

El Mayor General Nagel, comandante del Wirtschafsstab Ost desde finales de 1943, tras la guerra declaró: “Lo que fue destruido por las tropas alemanas en retirada no ha llegado ni con mucho al grado de destrucción conseguida por los rusos en su retirada".


Cartel "Destruyamos el estado de Hitler e inspirémonos"

Respecto a la industria ligera y de bienes de consumo inicialmente no hubo interés alguno por los alemanes, fuera del saqueo de existencias. A medida que se prolongó la guerra decidieron utilizar la capacidad productiva existente. Como era el caso, esta había quedado afectada por la evacuación y sabotaje soviético, así como por las requisas alemanas. Las necesidades del primer invierno bélico se tradujeron en necesidad de calzado, ropa de abrigo y suministros para las tropas alemanas. Se realizó una reconversión acelerada de los talleres e industrias, por ejemplo, los talleres de calzado para proveer a toda prisa a las tropas alemanas, aunque no para los civiles soviéticos. (Hein A.M. Klemann, Sergei Kudryashov: Occupied Economies: An Economic History of Nazi-Occupied Europe, 1939-1945 (pág. 335-347) Berg Pub. 2012)


"Novedades en equipamiento militar". Cartel-periódico de Bandera Bolchevique, eEdición No. 21, autor P.P. Bunakov, 1941


La industria en los estados bálticos (Lituania, Letonia y Estonia)

En Letonia, la banca y la industria habían sido propiedad de comerciantes alemanes y además de explotaciones ganaderas que en los años veinte y treinta exportaban productos lácteos y madera. Contaba con una industria ligera de interés y una gran fábrica de vagones de ferrocarril en Riga. Esta fábrica suscitó el interés de los industriales alemanes que con el apoyo de Speer decidieron transformarla en una fábrica de camiones. Opel AG que tenía problemas en su fábrica de Brandenburg por falta de materias primas y personal decidió ampliar su producción en dicha fábrica, con el apoyo de las autoridades pasaría a su propiedad sin coste. (Paul Erker & Toni Pierenkemper y otros: Deutsche Unternehmer zwischen Kriegswirtschaft und Wiederaufbau: Studien zur zur Erfahrungsbildung von Industrie-Eliten (pág. 29) Oldenbourg Wissenchaftsverlag 1999).

Aunque estos planes no dieron fruto alguno, indica a las claras la disposición de los industriales alemanes a hacerse con instalaciones y oportunidades de negocio en los nuevos territorios


Cartel de M.A. Gordon "¡Destruyamos el odiado 'nuevo orden en Europa' y castiguemos a sus constructores!", 1943

La fábrica de vagones en Riga, Vairogs, que antes de la guerra había sido una empresa alemana –Tochtergesellschaft Phoenix, había vendido las instalaciones al estado de Letonia, recibió numerosos encargos,  la confusa gestión alemana del negocio así como la excesiva diversificación en la producción hizo que apenas llegara a la mitad de los pedidos. (Kim Christian Priemel: Flick. Eine Konzerngeschichte vom Kaiserreich bis zur Bundesrepublik (pág. 455-458) Wallstein Verlag 2013).

Los alemanes habían prometido reprivatizar las empresas confiscadas por los soviéticos, el proceso fue tan lento que en junio de 1942 tan solo 700 pequeñas empresas habían sido devueltas a sus dueños. Claramente los alemanes querían mantener las porciones principales de la tarta en sus manos. Como de costumbre Goering con su Wirtschaftsführungsstab Ost (WiF Stab Ost) controlaría la industria y la agricultura entrando en conflicto con la Wehrmacht que lo que quería era confiscar alimentos y recursos para el Ostheer. Para hacer las cosas más complicadas, Alfred Rosenberg, administrador civil de los Territorios Ocupados deseaba un cierto desarrollo de las sociedades bálticas chocando con los deseos de mera explotación económica de las otras agencias. (Valdis O. Lumans: Latvia in World War II. (pág. 187-193) Fordham University Press 2006).


Cartel "Los kilogramos de Voroshilov", Viktor Nikolaevich Denisov (Deni)

Dentro de la industria ligera había algunas empresas de cierto interés como la fábrica de bombillas eléctricas Osram en Riga, varias fábricas de bicicletas y algunas empresas de material eléctrico. (Rolf-Dieter Müller: Die Deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941-1943 (pág. 245-246) Harald Boldt Verlag 1991).

Letonia tenía activos industriales interesantes, pero la agricultura y ganadería fue el área de interés para los alemanes, así como la explotación maderera. Estonia era el único estado báltico dotado de recursos minerales de cierto interés. Los esquistos bituminosos cuya explotación databa de años recientes y cuya destilación producía hidrocarburos fueron explotados durante toda la ocupación alemana. El fuel oil destilado fue muy útil para la Kriegsmarine. Había algunos yacimientos bastante pobres de fosfatos que ante la carencia casi total en el Grossraum fueron explotados. La casi ausencia de industria forzaba una vez más a centrarse en la agricultura.


Boris Efimov y N.A. Dolgorukov, póster "Anular la superioridad de los tanques alemanes", 1941.

La extracción de hidrocarburos de los esquistos sufrió extensos daños a manos de los soviéticos en retirada. Los alemanes se limitaron a incorporar la industria nacionalizada por los soviéticos a una empresa del grupo Kontinentale Öl que controlaba todos los intereses petrolíferos alemanes en los territorios ocupados (Baltisches Öl GmbH) y ponerlas en operación. (Rurik Holmberg: Survival of the Unfit: Path Dependence and the Estonian Oil Shale Industry (pág. 128-131) Linköping University 2008).

Los planes para conseguir en 1945 una producción mayor de petróleo fueron abortados ante el avance soviético. Durante la guerra hasta la reconquista soviética, octubre de 1944, miles de trabajadores incluidos alemanes, un gran número de prisioneros de guerra rusos y judíos lograron que todas las instalaciones produjeran 3.307.000 toneladas de esquisto que rindieron 241.000 toneladas de hidrocarburos tipo fuel oil naval de gran calidad y que serían consumidos en gran medida por la Kriegsmarine. (Rolf-Dieter Müller: Die Deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941-1943 (pág. 224-226) Harald Boldt Verlag 1991).


Cartel de T.I. KSENOFONTOV ¡CAMARADA! AL RECONSTRUIR TU FÁBRICA, TU EMPRESA, AYUDAS AL EJÉRCITO ROJO A APLASTAR AL ENEMIGO, ¡ACERCAS LA VICTORIA.


Próxima entrega: La explotación laboral alemana en los territorios ocupados de la URSS.

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*Este artículo es continuación de: Administración nazi en los territorios ocupados del Este

Fuente para el presente artículo: 

Foro IIGM 

05 abril 2022

Administración nazi en los territorios ocupados del Este


"La Pandilla Loca". Caricatura antinazi del ilustrador checo Walter Trier, cuadro también conocido como "Grupo familiar". 1944


por Schwerpunkt 

Foro IIGM

Título original: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS.

* Todo el material gráfico y sus notas a pie de foto corresponden al editor de este blog.


El caos organizado


El estilo de gobernar de Adolf Hitler dejaría su impronta en el gobierno y administración de las regiones ocupadas. Sorprende que para la administración de lo que se suponía iba a ser el futuro económico del Reich Alemán las personalidades escogidas fueran tan mediocres y la estructura tan caótica al formarse estructuras administrativas enfrentadas con el empeño de que sus virreyes no tuvieran demasiado poder y estuvieran perpetuamente enfrentados entre sí. Poca delineación de responsabilidades y el recurso de tomar decisiones sobre la marcha. 


"De gira desde Alemania `Circo Hitler and Company´", Kukryniksy. Ventana TASS No. 468, 1942. Texto: Hitler el maestro de ceremonias y su colección de cohortes. 1. El súbdito fascista Jockey Dr. Ley / Toma su pedido, cobra su paga. / Como un jockey, parece estar cabalgando duro sobre Alemania. / 2. Malabarista Himmler / Himmler el asesino / Hacha en el aire / Hace malabarismos con habilidad / pero sin cuidado. /  3. El entrenado cerdo Goering, / el codicioso cerdo devorador de hombres, / come hasta saciarse y pide más, / aumentando su circunferencia con un gruñido de cerdo / para exhibir las medallas en su frente. / 4. El mago Goebbels / Goebbels el escritor, un espectáculo secundario / Garabatea con las manos, la cola y los pies / Alza la voz en un grito desesperado / Gritando que todos los Goebbels mienten. / La tinta que fluye de su pluma despiadada / es suficiente para ahogar a una división de hombres. / 5. Hitler Campeón de ladrones / Tambalear sobre una esvástica es muy, muy tonto, / especialmente porque Hitler / no tiene equilibrio. / 6. Perro Antonescu, / Antonescu, con astuta picardía / Vendió a sus compatriotas como esclavos. / No le importa un bledo la pérdida de Rumania / mientras mueve la cola ante su jefe alemán. / 7. Jinete Mussolini / Sin nada que ganar / Y sin cola que mover, / Mussolini simplemente galopa / Como un rocín aterrorizado. / 8. Mannerheim - Sword Swallower, / solo un mendigo hambriento, / reflexiona sobre tus pecados / Engulle esta simpática espada larga / Está llena de vitaminas. / 9. El Payaso en la historia, / Laval pasa a la historia / como un tonto payaso sucio.


Los nazis habían bosquejado diversos mecanismos de administración de los países ocupados. El estilo de Hitler era nombrar comisarios todopoderosos provenientes del partido. Su completa desconfianza de los funcionarios de carrera así como su desprecio por la organización administrativa y burocrática llevaron a que, en general, cada país tuviera un régimen administrativo diferente, el estilo variaba enormemente de un territorio al otro. En pocas palabras la Europa ocupada por los alemanes era un mosaico de satrapías. Así, en Francia la administración militar alemana mantuvo a todo el aparato burocrático francés y su policía. Francia administrada por franceses bajo una supervisión alemana relativamente laxa y sorprendentemente con muy pocos funcionarios alemanes (alrededor de 1.200). El contraste con Polonia no podía ser más marcado, donde se había destruido por completo las estructuras estatales para imponer un control y terror total. Los alemanes necesitaron a finales de 1939 nada menos que 80.000 funcionarios para gobernar un territorio mucho más pequeño y menos poblado.

 

A la izquierda, Joachim von Ribbentrop y la política exterior de la Alemania nazi, artista desconocido (posiblemente data de 1939); derecha; "Intercambio de experiencias. Los nazis nos prepararon varios reyes en caso de victoria". Se entiende que los alemanes prepararon algunos zares para Rusia, cartel satírico soviético de Ventanas TASS.


Izquierda, "Nuestro Alfabeto: G. Gorilas vagan por Alemania: Hess, Hitler, Goering y compañía". TASS No. 659 (1943), de Petr Ashotovich Sarkisian. Derecha, "Dos pares de botas" / O, "Dos de un tipo", cartel soviético (de Ucrania) que hace referencia a los colaboracionistas ucranianos de la UPA y de Stepan Bandera.


Claramente el estilo descentralizado y apoyado en los aparatos burocráticos locales era mucho más “barato” y efectivo. El intento de administrar territorios sin apoyarse en la población local era muy complicado y además requería de una gran masa de personal alemán en momentos en que los recursos humanos estaban estirados al máximo. A pesar de que este estilo de gobernar era propugnado por funcionarios alemanes y de algunos altos oficiales del partido como Werner Best e incluso militares como Otto von Stülpnagel en Francia, la decisión había sido tomada por Hitler y su camarilla más íntima como Himmler. Se aniquilaría por completo el aparato burocrático soviético y a las élites locales y se administraría por completo los nuevos territorios con alemanes pues no se quería la menor colaboración con la población soviética en contraposición a otros territorios donde, en diversos grados, se toleraba una cierta participación (Mark Mazower: Hitler´s Empire: How the Nazis ruled Europe (pág. 226-248) Penguin Books 2008).

La organización que regiría la economía de los territorios ocupados sería el Wirtschaftsstab Ost o Estado Mayor Económico del Este creado en marzo de 1941. Este era un ente bajo la batuta de Hermann Goering con el concurso de Georg Thomas, jefe de la Oficina de Armamentos, Paul Körner, mano derecha de Goering, Herbert Backe, representante del Ministerio de Alimentación y Agricultura y otros representantes ministeriales. El mando nominal lo tendría un militar de marcado carácter político, Wilhelm Schubert, aunque no tendría apenas mando ejecutivo.

Bajo este paraguas administrativo habría numerosos departamentos que por no hacer interminable la descripción, resumiremos en cinco inspectorías económicas (Wirtschaftsinspektionen), 23 grupos de trabajo (Wirtschaftskommandos) y otras instituciones. Alrededor de esta organización matriz orbitaban sociedades creadas por Goering un año antes para dominar la explotación petrolífera europea (Kontinentale Öl AG), el trust industrial IG Farben, la corporación agrícola (Zentralhandelsgesellschaft Ost für landwirtschaftlichen Absatz und Bedarf GmbH) creada a las pocas semanas de la invasión. Estas empresas aunque teóricamente dependían del Wirtschaftsstab Ost tenían sus propios consejos de administración. Como podemos ver Goering a la par que contemplaba la explotación de los recursos económicos de la URSS para el Reich no perdía de vista el engrandecimiento de su imperio económico personal (Dietrich Eichholtz: Geschichte der deutschen Kriegswirtschaft 1939-1945 (pág. 233-237) volumen I. K. G. Saur Verlag GmbH 2003).


Alfred Rosenberg - Paul Körner - Herbert Backe. Fuente: Bundesarchiv.


La administración militar de las zonas contiguas al frente de guerra era vista como coyuntural ya que se pensaba en una rápida victoria sobre la URSS. La administración de los Territorios Ocupados del Este estarían bajo el mando de comisarios nazis y liderazgo nominal de Alfred Rosenberg, un alemán oriundo del Báltico y con conocimientos de Rusia pero de escaso peso político en el partido. Rosenberg preconizaba la creación de estados marioneta en las naciones bálticas y Ucrania, aprovechando esas fuerzas para desintegrar el imperio bolchevique; el resto de los territorios del este serían administrados y colonizados por alemanes. Dentro de los planes figuraba como objetivo de primer orden la represión y destrucción de cualquier atisbo de resistencia rusa. La Rusia soviética sería desmembrada y destruida como estado y sus restos serían explotados por los alemanes.

Debían crearse cinco Comisariados del Reich (Ostland, Ucrania, Moscovia, Cáucaso y Turquestán) dependientes del Ministerio del Reich para los Territorios Ocupados del Este (Roseberg). Debido a las vicisitudes de la campaña militar solo los dos primeros fueron establecidos y al Ministerio se le privaría de autoridad y contenido dentro de la política de reinos de taifas hitleriana. Los comisarios del Reich serían en el caso de Ostland, Hinrich Lohse, gauleiter de Schlewig-Holstein y el brutal Erich Koch, gauleiter de Prusia Oriental para Ucrania.

Alfred Rosenberg era un pésimo organizador, su autoridad que ya era bastante nebulosa sufrió una gran dentellada cuando Hermann Goering quiso expandir su imperio personal y se hizo con el control de los asuntos económicos. En la práctica Rosenberg y su Ministerio sería una entidad aislada y desprovista de poder real ya que Hitler no quería crear estados satélites en el Este, diluyó la autoridad del Ministerio hasta hacerlo inoperante. Los comisariados no dependerían de Rosenberg mas que de una manera superficial e inefectiva. El propio Hitler lo dejó muy claro en el otoño de 1941 a Rosenberg por sus disputas con Koch al instruirle a “no inmiscuirse en la administración de los comisariados del Reich y a concentrarse en directivas generales previamente acordadas con el propio Hitler”.

Hitler estaba convencido que no haría falta el concurso de las nacionalidades no rusas para derribar a la Unión Soviética y que las fuerzas alemanas bastarían. Esto tuvo un efecto tremendo en la política alemana regional que en la práctica apartó cualquier pensamiento de colaboración y cooperación con las poblaciones locales. (Alex J. Kay: Exploitation, Resettlement, Mass Murder: Political and Economic Planning for German Ocupation Policy in the Soviet Union 1940-1941. (Pág. 87) Berghahn Books 2006).


"Lo que Hitler promete a los eslavos...", de F. I. Maryasov, agosto 1941

El rostro del Fuhrer

¿Y qué hay de la administración militar que era otro de los actores en este juegoLas autoridades militares estaban en general más inclinadas a colaborar con la población local y a conseguir réditos de las rivalidades entre rusos y otras nacionalidades. A ello contribuía el hecho de que algunos de los oficiales más antiguos las habían explotado durante la breve ocupación alemana en 1917-1918. También había oficiales de la línea dura nacionalsocialista que chocarían con los primeros y que causaron desavenencias importantes. No obstante la autoridad militar sería relevante mientras la zona estuviera situada en la retaguardia de la línea de combate y en principio se veía como una autoridad interina. (Mark Mazower: Hitler´s Empire: How the Nazis ruled Europe (pág. 144-157) Penguin Books 2008).

El papel de los industriales alemanes es más complejo y complicado de discernir. Por un lado, estaban favorablemente dispuestos a hacerse con oportunidades nuevas de negocio e instalaciones productivas; pero, por otro lado, veían con profunda desconfianza la situación en la Unión Soviética a la que juzgaban muy retrasada y su población poco de fiar. En realidad compartían la ignorancia sufrida por gran parte del liderazgo nazi, pero, con carácter pragmático no querían verse involucrados en una serie de adquisiciones que les forzarían a una serie de costosas inversiones. En general había mucho más interés por las recientes adquisiciones en Europa Occidental que por hipotéticas inversiones en el Este y preferían esperar a que la situación política y militar se aclarara antes de comprometerse. Al estado de indecisión de los grandes industriales no ayudaba la falta de definición sobre la propiedad de las nuevas instalaciones ni de cómo se haría la transferencia de propiedad. Desde el punto de vista práctico esta situación no ayudaría a poner en marcha las instalaciones productivas una vez fueran conquistadas. Recordemos que en el ideario de Hitler no había espacio para la utilización de la capacidad industrial, si no una mera explotación de materias primas y productos agrícolas. El uso de la industria capturada sería una racionalización posterior ante la prolongación de la guerra. (Rolf-Dieter Müller & Gerd Ueberschär: Hitler's War in the East, 1941-1945: A Critical Assessment (pág. 300-304) Berghahn Books 2002).

A pesar de la brutalidad de las opiniones políticas de Alfred Rosenberg, esté preconizó el reparto de las granjas colectivas entre los campesinos rusos, el restablecimiento de granjas de pequeños propietarios así como instituir un sistema político clientelar en el este, eso impulsaría a gran parte del campesinado soviético contra el sistema soviético y en favor de los alemanes. Esas intenciones fueron abortadas de raíz por Hitler, Goering y los comisarios del Reich. (Goering retuvo las unidades de producción bajo su mando por puro interés económico personal; Hitler y los comisarios del Reich por causas de índole ideológica). 

Izquierda: Vladimir Vasilevich Lebedev. "Un retiro criminal", TASS No. 696, 1943. Texto: La radio de Berlín ha anunciado: "Durante su retirada de Viazma, las tropas alemanas retiraron de la ciudad todos los objetos de valor histórico”. Pero el ladrón no tiene por costumbre decir toda la verdad. De hecho, los bandidos fascistas robaron no solo objetos de valor histórico, sino que también vaciaron literalmente todos los apartamentos civiles. (De los diarios) Poema: El ladrón alemán, en un arrebato de honestidad, / Inmodestamente transmitió por la radio / Que dejando a Viazma, escondido en su abrigo, /  Se llevó tesoros históricos. / Que los tesoros han sido robados / No lo discutimos; los ladrones fascistas se los llevaron. / Pero, ¿qué tipo de tesoros históricos / son las cucharas de plata y la ropa de cama? Medio: Vladimir Vasilevich Lebedev. "Saqueo total", TASS No. 768, 1943. Uno de los métodos extremos empleados por el ejército de Hitler son las campañas de recogida de ropa y calzado de la población en general. (De los periódicos). Poema: Los emisarios de Hitler aparecieron / Y los despertaron de su sueño. / Le dejaron solo su ropa interior / A ella le dejaron solo una cortina de ventana. / La pobre pareja no dejó escapar un chillido / y los dos jóvenes y apuestos soldados de asalto / gritaron alegremente: "¡Heil Hitler!" / Y salieron corriendo con dos sacos. / Se fueron. Robaron todo, / desde sedas hasta ropa de cama. / ¿Quiénes eran: nuestras propias tropas o merodeadores? / Preguntó la esposa en un susurro. / "¿Quieres terminar en la Gestapo?" / Respondió el esposo en un susurro. / "Son tanto nuestros como merodeadores... / ¡Como bien sabes, amiga mía!". Derecha: Vladimir Vasilevich Lebedev. "La Fuerza del Hábito", TASS No. 1132, 1945. Poema: "Fritz ha regresado del extranjero / a su familia nativa. / Le ha robado a su padre y a sus hermanas, / también le ha robado a su madre. / El soldado de asalto alemán no /puede ser más que un ladrón. / Él dice: "En el extranjero me acostumbré". / “¡Mi Fritz!” - dice su padre / "¡Mi Fritz!" - suspira su mamá. / “¡Qué chico tan talentoso eres! / ¡Incluso puedes robar!” / El padre dice: “¡Qué saqueo, / es un robo a plena luz del día! / ¡Te has parecido al Führer, / a tu madre y a mí! (Donación de la Sociedad de Relaciones Culturales con Países Extranjeros de la URSS, 2010.123)


Apoyados por Hitler la planificación económica tenía una visión a corto plazo, lanzarse al pillaje y requisa de todo cuanto tuviera valor monetario, independiente de las consecuencias políticas y la alienación de la población ocupada. Hitler, con la pésima situación militar en 1943 seguía rechazando cualquier posibilidad de colaborar y otorgar limitadas concesiones de autogobierno a la población local, todo por no hipotecar la futura explotación y colonización alemana.

La administración militar fue en sus objetivos una mezcla de ambas: Los altos mandos preconizaban la requisa para sostener a las tropas en campaña ante las dificultades en los suministros pero por otra parte se intentó utilizar las estructuras productivas en provecho de las necesidades militares inmediatas. Para ello había que asegurar la colaboración de la población local. Sin embargo, en cuanto el frente se desplazaba al este y la administración militar era reemplazada por la civil, ocurría lo opuesto.


Diversos artistas soviéticos de la época reflejaron la "administración" alemana de los Territorios Ocupados del Este.


Por si no fuera bastante caótica esta estructura había otros actores en todo este entramado: Himmler y su imperio personal de las SS. Por un lado ya había divisiones enteras de las Waffen SS combatiendo en el frente ruso y unidades policiales y de limpieza étnica ocupadas en el asesinato de judíos. Las tareas policiales chocaban con algunas de las supuestas atribuciones de Rosenberg que al verse privado de la administración económica y policial se vio privado de cualquier pretensión de poder real. Himmler se veía a si mismo como el encargado de conformar el nuevo espacio vital en el Este para el nuevo imperio colonial alemán diezmando a la población eslava, realizando experimentos de repoblación y expulsión racial. 

Todas estas estructuras administrativas nazis libraban entre sí una guerra casi tan vigorosa como la sostenida contra los soviéticos, lo que se plasmó en el tremendo caos administrativo creado ante la miríada de departamentos, feudos políticos con áreas de responsabilidad mal definidas, ambiciones de los diversos gerifaltes nacionalsocialistas. En un intento de socavar la autoridad de los comisarios del Reich, Rosenberg intentó una alianza con Himmler pero lo único que logró fue disminuir todavía más su cada vez más limitado poder al ceder algunas áreas de responsabilidad a cambio de nada.



Esa era la política hitleriana, dividir el poder entre sus acólitos, el precio fue la inoperancia administrativa y el caos organizativo. En la URSS ocupada, Hitler seguiría su política de impedir un gobierno y administración único al igual que en el resto de su imperio. La diferencia fundamental con el Reich y los territorios ocupados es que se iba a realizar un experimento social basado en el delirante ideario racial nazi que desafiaba por su alcance lo nunca visto.

Una limitación de importancia para las diversas agencias administrativas alemanas era la falta de personal. Para administrar vastos territorios con más de 60 millones de personas los alemanes no disponían de más que de unos pocos millares de administradores y con el inconveniente fatal de no contar con ninguna estructura local en que apoyarse. Tengamos en cuenta que el territorio era en extensión unas dos veces el Reich. Se disponía de muy poco personal que hablara ruso y que tuviera el menor conocimiento del territorio que iban a gobernar. Para desgracia alemana gran parte de los individuos llegados al Este eran aventureros en busca de promoción o embrutecidos militantes nazis sin la formación necesaria para tan gran reto. (Rolf-Dieter Müller: Die deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941–1943 (pág. 2) Harald Boldt Verlag 1991).



La administración alemana en el Este debía constituir tres zonas:

- Zona de combate dependiente del comandante militar del sector: raramente tenía una profundidad de más de 20 km.

- Zona de administración militar y que agrupaba la zona de retaguardia de los Grupos de ejércitos. Era una zona de varios cientos de kilómetros. En la práctica dado el estancamiento de las operaciones militares casi la mitad del territorio ocupado de la URSS estaría bajo administración militar toda la guerra.

- Zona de administración civil (Comisariados del Reich) (Alex J. Kay: Exploitation, Resettlement, Mass Murder: Political and Economic Planning for German Ocupation Policy in the Soviet Union 1940-1941. (Pág. 1-2) Berghahn Books 2006).

Los comisariados del Reich tendrían varios comisarios generales (Generalkommissar) dependientes, varios de los cuales eran también antiguos gauleiters y en cualquier caso hombres de confianza del partido. Ostland contaría con cuatro y Ucrania con seis. (Alex J. Kay: Exploitation, Resettlement, Mass Murder: Political and Economic Planning for German Ocupation Policy in the Soviet Union 1940-1941. (Pág. 83) Berghahn Books 2006).

Varios de los personajes designados para los más altos cargos como el comisario del Reich Erich Koch para Ucrania eran fanáticos nazis, pésimos e incompetentes gestores. La política de Koch se resumía en un odio terrible hacia los ucranianos y eslavos en general y la decisión de destruir la industria y desurbanizar las ciudades según propia declaración. Gran parte del escaso tiempo dedicado a su nuevo dominio fue dedicado a reprimir cualquier asomo de nacionalismo ucraniano y la persecución de supuestos opositores políticos. Su ideario se basaba en una famosa afirmación: “Si hay algún ucraniano digno de sentarse a mi mesa tengo que hacerlo fusilar”. (Karel C. Berkhoff: Harvest of Despair: Life and Death in Ukraine under Nazi Rule. (pág. 35-36) Harvard University Press 2004).


Erich Koch                          Hinrich Lohse

Hinrich Lohse parece haberse comportado por cuestiones de pragmatismo económico a la par que ideológicas. Cuestionó, por ejemplo, el genocidio judío en Ostland en el otoño de 1941 ante las repercusiones económicas que tendría y parece ser que tuvo algunos enfrentamientos con los mandos encargados del asesinato masivo de judíos. Al ser informado que se practicaría la “solución al problema judío” independientemente de las consecuencias económicas volvió a alinearse ideológica y administrativamente con el régimen. (Escrito de Otto Bräutigam a Hinrich Lohse de 18 de diciembre de 1941. Publicación del Gedenk- und Bildungsstätte "Haus der Wannsee-Konferenz")

La política de desurbanización forzada y destrucción de ciudades (Leningrado, Moscú o diezmar Kiev, Kharkov) serían practicadas mediante el sencillo expediente de no suministrarlas alimentos. Cientos de miles de personas se lanzarían al campo a intentar buscar comida. También se subrayó la necesidad de la explotación económica entendida como saqueo puro y duro. Esto se decidió en la reunión del 16 de julio de 1941 en la Guarida del Lobo entre Hitler, Rosenberg, el mariscal Keitel como representante militar, Goering como plenipotenciario económico, Lammers y Bormann en representación del partido. El consenso general era que la Unión Soviética estaba acabada y que en cuestión de semanas se podría contar con la victoria final. A la reunión no acudió Himmler, pero se fijaron las líneas maestras de la explotación y colonización. Solamente a finales de 1942 y principios de 1943 se asistiría a una regresión parcial sobre esta política. Himmler, nada más comenzada la guerra volcaría toda su actividad al exterminio de los judíos y sus delirantes experimentos de colonización con alemanes étnicos en tierras de las que sus moradores fueron expulsados. (Alex J. Kay, Ob. Cit.,pág. 179-186)


Petr Ashotovich Sarkisian en "Hindenburg y Hitler", TASS No. 1178, 1945. En enero de 1933, Hindenburg otorgó a Hitler “todo el poder”. En enero de 1945, Hitler envió apresuradamente los restos del Hindenburg fuera de Prusia Oriental. Texto inferior: El general le dijo al bandido: / “¡Ponte manos a la obra, bitte! / Estás fresco y yo estoy cansado. / Estoy vencido, y tú aún no estás vencido”. / Pero increíble 1945 / Vence incluso a este viejo matón. / Y el golpeado lleva al otro golpeado /del basurero, a una fosa común. (Donación de la Sociedad de Relaciones Culturales con el Extranjero de la URSS, 2010)

Modificaciones administrativas al prolongarse la guerra.

Tras fracasar en el empeño de derrotar a la URSS, aunque desde el punto de vista formal no cambió apenas la estructura administrativa, se comenzó un lento proceso de cambiar algunas políticas a partir de 1942. Estos cambios fueron lentos y sutiles y a niveles inferiores, el liderazgo político supremo, Hitler, seguía sin cambiar de opinión.

Muchos de los altos cargos "comenzaban" a darse cuenta de que la política emprendida en el Este de represión, asesinato a gran escala y esclavización de la población local no era conveniente para los intereses alemanes a medida que se eternizaba la campaña militar. Ganarse a la población local era un requisito indispensable para la victoria final. Para Hitler cualquier mención a la colaboración con eslavos era poco menos que alta traición. El general Richard Gehlen, jefe de la Inteligencia, en noviembre de 1942 advertía que sería imposible mantener la capacidad de combate del Ostheer sin una masiva inyección de auxiliares rusos. Aunque sobre el terreno los responsables militares y económicos tomaran decisiones prácticas que dulcificaran las durísimas condiciones de la población ocupada, la gran estrategia política no cambió en lo esencial. (Germany and the Second World War: Organization and Mobilization in the German Sphere of Power: War Administration, Economy and Manpower Resources 1942-1944/45 (pág. 69-75) Oxford University Press 2003).

La administración militar que se preveía provisional en realidad permanecería en casi la mitad del territorio ocupado soviético hasta finales de 1943. La administración militar en general tendió a aprovisionarse sobre el terreno y a no comprometerse en proyectos económicos que no tuvieran un rendimiento inmediato. Se realizó una reconstrucción bastante grande de las comunicaciones sobre todo ferroviarias e incluso se ejecutaron trabajos de tendido de líneas ferroviarias de campaña. Aunque estos trabajos beneficiaran a la explotación económica de esos territorios y en menor grado a la población, tuvieron una dimensión puramente militar en función de las necesidades logísticas militares.


Izquierda, Mikhail Mikhailovich Soloviev. "Nuestro Alfabeto: P", TASS No. 656, 1943. Un "pogrom" es una forma abreviada para el programa del "Nuevo Orden". Derecha: Petr Ashotovich Sarkisian. "Mirgorod", TASS No. 837, 1943. Poema: En la época de Gogol, aquí había un charco. / Y en el charco, / Yacía un cerdo. / Los médicos soviéticos / estaban interesados ​​en el charco. / Hicieron un análisis: / El agua es medicinal. /Construyeron un sanatorio. / Pero bajo los bandidos fascistas: / Mira, Así como estaba antes: / Es un charco otra vez. / Y en el charco hay un hocico de cerdo. / ¡Pero qué tal! / Limpiemos las ciudades soviéticas / De todo tipo de escoria / De una vez por todas.

La prolongación de la guerra tuvo otro efecto sobre la política industrial: además de la explotación en el corto plazo de los recursos mineros, se convino en explotar en la medida de lo posible los recursos industriales sobre el terreno. Dado el nivel de destrucción que había sufrido la industria en la zona y la escasez de recursos alemanes se decidieron una serie de prioridades. Para explotar y administrar esos recursos hacía falta personal, comunicaciones, carbón, energía eléctrica por lo que se abandonó, al menos de momento, las directivas más radicales para intentar aprovechar esos recursos.

Con los reveses militares se retomó algún plan de devolver al campesinado al menos parte de las propiedades de los koljoses que los planificadores económicos habían rechazado en 1941. Estos planes se publicitaron con gran fanfarria pero debido a que solo se iniciaron en 1943 y las propiedades se fueron otorgando con gran lentitud, en la práctica el avance soviético paralizó estos tímidos y tardíos intentos de ganarse al campesinado y a la población ocupada.

A pesar de todo el resultado fue una casi total desafección de la población ocupada. Aunque hubiera segmentos considerables de población dispuestos a colaborar, obviamente muchos lo hacían por cuestiones elementales de supervivencia. Tardíos y, evidentemente, falaces intentos propagandísticos de aunar apoyo entre los ocupados, así como de explotar el nacionalismo báltico o ucraniano, pero la política alemana en lo esencial no cambió. La oposición de Hitler y los partidarios de la línea dura como Himmler o Koch a cualquier esfuerzo de colaboración minó y condenó de raíz esos tardíos, débiles y descoordinados esfuerzos para ganarse el apoyo de la población ocupada. Para el grueso de la población ocupada era evidente el desprecio por las vidas y destinos por parte de los nuevos señores y las proclamas de convertir las tierras del este en colonias no dejaron de oírse ni siquiera durante la retirada alemana (Karel C. Berkhoff, Ob. Cit., pág. 305-310)


Izquierda, Cartel-periódico Bandera bolchevique, edición No. 6. "El rostro del enemigo" de P. P. Bunakov, 1941. Derecha, M.G. Kozell. "Los años cambian al bastardo". 1944, Museo de Arte del Lejano Oriente. 


Los estados bálticos (Lituania, Letonia y Estonia)

Los países bálticos eran un caso particular en las nuevas zonas ocupadas del Este. Letonia y Estonia eran países con una larguísima dependencia y relación con las ciudades hanseáticas (N.delE. La Liga Hanseática o Hansa fue el motor económico del norte de la Europa medieval. Exitosa alianza comercial que dominó el mar Báltico y el mar del Norte. Inició como asociación entre mercaderes germanos en el extranjero y llegó a extenderse desde el este de Inglaterra hasta el corazón de Rusia. Objetivo: apoyarse mutuamente en aspectos económicos y procurarse una mejor defensa de sus personas e intereses), con la burguesía alemana y contaban con una población que tras los excesos de la ocupación soviética de 1940-41 estaba dispuesta a colaborar con los alemanes. Lituania era un caso especial, un país económicamente atrasado y paradójicamente con más parecidos a Polonia que al resto de estado bálticos.

Con la excepción de Estonia que hasta agosto no fue conquistada por los alemanes estos países cayeron en manos alemanas en las dos primeras semanas de Barbarroja entre la alegría de las poblaciones locales tras la pesadilla de la ocupación soviética. Esto permitió comenzar la gestión política y económica desde los primeros días en contraposición a Ucrania que hasta finales de octubre no habría de ser conquistada. Nada más presentes los alemanes instituyeron servicios de reclutamiento de trabajadores, inicialmente voluntarios, pero, a medida que pasaba el tiempo los alemanes fueron apretando las tuercas. Las iniciales promesas de reprivatización de propiedades y empresas nacionalizadas o confiscadas por los soviéticos fueron retrasadas al máximo. Tan solo algunas de muy poca importancia fueron devueltas a sus dueños tras un laborioso proceso que incluía juramentos de fidelidad al poder alemán. Se fijaron tipos de cambio artificiales beneficiosos para los alemanes y se instituyó un sistema de cuotas en las granjas demasiado parecido al sistema soviético. Todas estas decepciones, promesas incumplidas y constatación del saqueo alemán de productos provocaron un cambio de ánimo en la población.


Izquierda: "Padre amable" envía objetos robados a casa. Kukryniksy, TASS No. 434; Medio, Viktor Pavlovich Sokolov, "Monstruos", TASS No. 764, 1943. Texto: El sinvergüenza fascista que tenemos delante en la imagen / Adjuntó una mina al juguete del niño. / El resultado de esta villanía es un niño inválido, / que tocó el "juguete" con su manita. / Vengarnos de este enemigo es nuestro deber sagrado / Para que no abandone la tierra soviética con vida. Derecha: Vladimir Alekseevich Milashevskii "Trabajadores Temporales" (Servidores del tiempo), TASS No. 868, 1943. Las atrocidades alemanas hablan de la debilidad de los invasores fascistas, porque solo los servidores del tiempo actúan así, sin creer en su propia victoria. Y cuanto más desesperada se vuelve la situación de los nazis, más se enfurecen con los saqueos y las atrocidades. (Discurso de Stalin, 6 nov 1943). Poema: Incendiario nazi, salvaje rabioso, / Su feo rostro deformado por el miedo. / No hay criatura en la tierra más repugnante / que esta sórdida criatura. / Hasta que lo matan / es venenoso hasta la muerte. / Deja en su estela criminal: páramo, sangre y ceniza, / Lágrimas de viudas, huérfanos privados de pan y techo. / ¡Soldado, que tu mano sea firme! / ¡Y que la venganza sobre los que malgastan el trabajo del pueblo / sea ​​como una sentencia de muerte, despiadadamente severa!


Dado que eran países sin recursos minerales, la industria, excepto en Letonia, tenía muy poca importancia, la explotación alemana se dirigió a la agricultura y captación de mano de obra ya fuera in situ o de preferencia hacia Alemania. El voluntariado no llenaba las cuotas de mano de obra establecidas ni de lejos, los alemanes se dedicaron al secuestro y deportación de manera cada vez más descarada. Miles de letones y estonios se encuadraron en unidades militares alemanas. Lituania, la más retrasada de los tres, sin industria y con una agricultura de pequeños propietarios de subsistencia, no tenía ninguna simpatía por los alemanes lo que acarreó movimientos de resistencia activa y pasiva.

En general, poco aprovechamiento de los recursos incluidos el reclutamiento de voluntarios para el Ostheer o mano de obra. La mano de obra desplazada al Reich en grandes cantidades a principios de 1943 fue forzada, casi sin excepción.(Romuald J. Misiunas, Rein Taagepera: The Baltic States, Years of Dependence, 1940-1980 (pág. 54-58) University of California Press 1983. / Rudolf Hillbrecht: Litauen im Reichskommisariat Ostland 1941-1943/44. Paralellen und Kontraste im übrigen Baltikum, vornehmlich Estland. / Romuald J. Misiunas, Rein Taagepera: The Baltic States, Years of Dependence, 1940-1980 (pág. 53-54) University of California Press 1983).


Próxima entrega: La industria soviética bajo ocupación alemana en la segunda guerra mundial 

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*Este artículo es continuación de: El gran fiasco de la explotación económica alemana de la URSS

Fuente para el presente artículo: 

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