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05 abril 2022

Administración nazi en los territorios ocupados del Este


"La Pandilla Loca". Caricatura antinazi del ilustrador checo Walter Trier, cuadro también conocido como "Grupo familiar". 1944


por Schwerpunkt 

Foro IIGM

Título original: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS.

* Todo el material gráfico y sus notas a pie de foto corresponden al editor de este blog.


El caos organizado


El estilo de gobernar de Adolf Hitler dejaría su impronta en el gobierno y administración de las regiones ocupadas. Sorprende que para la administración de lo que se suponía iba a ser el futuro económico del Reich Alemán las personalidades escogidas fueran tan mediocres y la estructura tan caótica al formarse estructuras administrativas enfrentadas con el empeño de que sus virreyes no tuvieran demasiado poder y estuvieran perpetuamente enfrentados entre sí. Poca delineación de responsabilidades y el recurso de tomar decisiones sobre la marcha. 


"De gira desde Alemania `Circo Hitler and Company´", Kukryniksy. Ventana TASS No. 468, 1942. Texto: Hitler el maestro de ceremonias y su colección de cohortes. 1. El súbdito fascista Jockey Dr. Ley / Toma su pedido, cobra su paga. / Como un jockey, parece estar cabalgando duro sobre Alemania. / 2. Malabarista Himmler / Himmler el asesino / Hacha en el aire / Hace malabarismos con habilidad / pero sin cuidado. /  3. El entrenado cerdo Goering, / el codicioso cerdo devorador de hombres, / come hasta saciarse y pide más, / aumentando su circunferencia con un gruñido de cerdo / para exhibir las medallas en su frente. / 4. El mago Goebbels / Goebbels el escritor, un espectáculo secundario / Garabatea con las manos, la cola y los pies / Alza la voz en un grito desesperado / Gritando que todos los Goebbels mienten. / La tinta que fluye de su pluma despiadada / es suficiente para ahogar a una división de hombres. / 5. Hitler Campeón de ladrones / Tambalear sobre una esvástica es muy, muy tonto, / especialmente porque Hitler / no tiene equilibrio. / 6. Perro Antonescu, / Antonescu, con astuta picardía / Vendió a sus compatriotas como esclavos. / No le importa un bledo la pérdida de Rumania / mientras mueve la cola ante su jefe alemán. / 7. Jinete Mussolini / Sin nada que ganar / Y sin cola que mover, / Mussolini simplemente galopa / Como un rocín aterrorizado. / 8. Mannerheim - Sword Swallower, / solo un mendigo hambriento, / reflexiona sobre tus pecados / Engulle esta simpática espada larga / Está llena de vitaminas. / 9. El Payaso en la historia, / Laval pasa a la historia / como un tonto payaso sucio.


Los nazis habían bosquejado diversos mecanismos de administración de los países ocupados. El estilo de Hitler era nombrar comisarios todopoderosos provenientes del partido. Su completa desconfianza de los funcionarios de carrera así como su desprecio por la organización administrativa y burocrática llevaron a que, en general, cada país tuviera un régimen administrativo diferente, el estilo variaba enormemente de un territorio al otro. En pocas palabras la Europa ocupada por los alemanes era un mosaico de satrapías. Así, en Francia la administración militar alemana mantuvo a todo el aparato burocrático francés y su policía. Francia administrada por franceses bajo una supervisión alemana relativamente laxa y sorprendentemente con muy pocos funcionarios alemanes (alrededor de 1.200). El contraste con Polonia no podía ser más marcado, donde se había destruido por completo las estructuras estatales para imponer un control y terror total. Los alemanes necesitaron a finales de 1939 nada menos que 80.000 funcionarios para gobernar un territorio mucho más pequeño y menos poblado.

 

A la izquierda, Joachim von Ribbentrop y la política exterior de la Alemania nazi, artista desconocido (posiblemente data de 1939); derecha; "Intercambio de experiencias. Los nazis nos prepararon varios reyes en caso de victoria". Se entiende que los alemanes prepararon algunos zares para Rusia, cartel satírico soviético de Ventanas TASS.


Izquierda, "Nuestro Alfabeto: G. Gorilas vagan por Alemania: Hess, Hitler, Goering y compañía". TASS No. 659 (1943), de Petr Ashotovich Sarkisian. Derecha, "Dos pares de botas" / O, "Dos de un tipo", cartel soviético (de Ucrania) que hace referencia a los colaboracionistas ucranianos de la UPA y de Stepan Bandera.


Claramente el estilo descentralizado y apoyado en los aparatos burocráticos locales era mucho más “barato” y efectivo. El intento de administrar territorios sin apoyarse en la población local era muy complicado y además requería de una gran masa de personal alemán en momentos en que los recursos humanos estaban estirados al máximo. A pesar de que este estilo de gobernar era propugnado por funcionarios alemanes y de algunos altos oficiales del partido como Werner Best e incluso militares como Otto von Stülpnagel en Francia, la decisión había sido tomada por Hitler y su camarilla más íntima como Himmler. Se aniquilaría por completo el aparato burocrático soviético y a las élites locales y se administraría por completo los nuevos territorios con alemanes pues no se quería la menor colaboración con la población soviética en contraposición a otros territorios donde, en diversos grados, se toleraba una cierta participación (Mark Mazower: Hitler´s Empire: How the Nazis ruled Europe (pág. 226-248) Penguin Books 2008).

La organización que regiría la economía de los territorios ocupados sería el Wirtschaftsstab Ost o Estado Mayor Económico del Este creado en marzo de 1941. Este era un ente bajo la batuta de Hermann Goering con el concurso de Georg Thomas, jefe de la Oficina de Armamentos, Paul Körner, mano derecha de Goering, Herbert Backe, representante del Ministerio de Alimentación y Agricultura y otros representantes ministeriales. El mando nominal lo tendría un militar de marcado carácter político, Wilhelm Schubert, aunque no tendría apenas mando ejecutivo.

Bajo este paraguas administrativo habría numerosos departamentos que por no hacer interminable la descripción, resumiremos en cinco inspectorías económicas (Wirtschaftsinspektionen), 23 grupos de trabajo (Wirtschaftskommandos) y otras instituciones. Alrededor de esta organización matriz orbitaban sociedades creadas por Goering un año antes para dominar la explotación petrolífera europea (Kontinentale Öl AG), el trust industrial IG Farben, la corporación agrícola (Zentralhandelsgesellschaft Ost für landwirtschaftlichen Absatz und Bedarf GmbH) creada a las pocas semanas de la invasión. Estas empresas aunque teóricamente dependían del Wirtschaftsstab Ost tenían sus propios consejos de administración. Como podemos ver Goering a la par que contemplaba la explotación de los recursos económicos de la URSS para el Reich no perdía de vista el engrandecimiento de su imperio económico personal (Dietrich Eichholtz: Geschichte der deutschen Kriegswirtschaft 1939-1945 (pág. 233-237) volumen I. K. G. Saur Verlag GmbH 2003).


Alfred Rosenberg - Paul Körner - Herbert Backe. Fuente: Bundesarchiv.


La administración militar de las zonas contiguas al frente de guerra era vista como coyuntural ya que se pensaba en una rápida victoria sobre la URSS. La administración de los Territorios Ocupados del Este estarían bajo el mando de comisarios nazis y liderazgo nominal de Alfred Rosenberg, un alemán oriundo del Báltico y con conocimientos de Rusia pero de escaso peso político en el partido. Rosenberg preconizaba la creación de estados marioneta en las naciones bálticas y Ucrania, aprovechando esas fuerzas para desintegrar el imperio bolchevique; el resto de los territorios del este serían administrados y colonizados por alemanes. Dentro de los planes figuraba como objetivo de primer orden la represión y destrucción de cualquier atisbo de resistencia rusa. La Rusia soviética sería desmembrada y destruida como estado y sus restos serían explotados por los alemanes.

Debían crearse cinco Comisariados del Reich (Ostland, Ucrania, Moscovia, Cáucaso y Turquestán) dependientes del Ministerio del Reich para los Territorios Ocupados del Este (Roseberg). Debido a las vicisitudes de la campaña militar solo los dos primeros fueron establecidos y al Ministerio se le privaría de autoridad y contenido dentro de la política de reinos de taifas hitleriana. Los comisarios del Reich serían en el caso de Ostland, Hinrich Lohse, gauleiter de Schlewig-Holstein y el brutal Erich Koch, gauleiter de Prusia Oriental para Ucrania.

Alfred Rosenberg era un pésimo organizador, su autoridad que ya era bastante nebulosa sufrió una gran dentellada cuando Hermann Goering quiso expandir su imperio personal y se hizo con el control de los asuntos económicos. En la práctica Rosenberg y su Ministerio sería una entidad aislada y desprovista de poder real ya que Hitler no quería crear estados satélites en el Este, diluyó la autoridad del Ministerio hasta hacerlo inoperante. Los comisariados no dependerían de Rosenberg mas que de una manera superficial e inefectiva. El propio Hitler lo dejó muy claro en el otoño de 1941 a Rosenberg por sus disputas con Koch al instruirle a “no inmiscuirse en la administración de los comisariados del Reich y a concentrarse en directivas generales previamente acordadas con el propio Hitler”.

Hitler estaba convencido que no haría falta el concurso de las nacionalidades no rusas para derribar a la Unión Soviética y que las fuerzas alemanas bastarían. Esto tuvo un efecto tremendo en la política alemana regional que en la práctica apartó cualquier pensamiento de colaboración y cooperación con las poblaciones locales. (Alex J. Kay: Exploitation, Resettlement, Mass Murder: Political and Economic Planning for German Ocupation Policy in the Soviet Union 1940-1941. (Pág. 87) Berghahn Books 2006).


"Lo que Hitler promete a los eslavos...", de F. I. Maryasov, agosto 1941

El rostro del Fuhrer

¿Y qué hay de la administración militar que era otro de los actores en este juegoLas autoridades militares estaban en general más inclinadas a colaborar con la población local y a conseguir réditos de las rivalidades entre rusos y otras nacionalidades. A ello contribuía el hecho de que algunos de los oficiales más antiguos las habían explotado durante la breve ocupación alemana en 1917-1918. También había oficiales de la línea dura nacionalsocialista que chocarían con los primeros y que causaron desavenencias importantes. No obstante la autoridad militar sería relevante mientras la zona estuviera situada en la retaguardia de la línea de combate y en principio se veía como una autoridad interina. (Mark Mazower: Hitler´s Empire: How the Nazis ruled Europe (pág. 144-157) Penguin Books 2008).

El papel de los industriales alemanes es más complejo y complicado de discernir. Por un lado, estaban favorablemente dispuestos a hacerse con oportunidades nuevas de negocio e instalaciones productivas; pero, por otro lado, veían con profunda desconfianza la situación en la Unión Soviética a la que juzgaban muy retrasada y su población poco de fiar. En realidad compartían la ignorancia sufrida por gran parte del liderazgo nazi, pero, con carácter pragmático no querían verse involucrados en una serie de adquisiciones que les forzarían a una serie de costosas inversiones. En general había mucho más interés por las recientes adquisiciones en Europa Occidental que por hipotéticas inversiones en el Este y preferían esperar a que la situación política y militar se aclarara antes de comprometerse. Al estado de indecisión de los grandes industriales no ayudaba la falta de definición sobre la propiedad de las nuevas instalaciones ni de cómo se haría la transferencia de propiedad. Desde el punto de vista práctico esta situación no ayudaría a poner en marcha las instalaciones productivas una vez fueran conquistadas. Recordemos que en el ideario de Hitler no había espacio para la utilización de la capacidad industrial, si no una mera explotación de materias primas y productos agrícolas. El uso de la industria capturada sería una racionalización posterior ante la prolongación de la guerra. (Rolf-Dieter Müller & Gerd Ueberschär: Hitler's War in the East, 1941-1945: A Critical Assessment (pág. 300-304) Berghahn Books 2002).

A pesar de la brutalidad de las opiniones políticas de Alfred Rosenberg, esté preconizó el reparto de las granjas colectivas entre los campesinos rusos, el restablecimiento de granjas de pequeños propietarios así como instituir un sistema político clientelar en el este, eso impulsaría a gran parte del campesinado soviético contra el sistema soviético y en favor de los alemanes. Esas intenciones fueron abortadas de raíz por Hitler, Goering y los comisarios del Reich. (Goering retuvo las unidades de producción bajo su mando por puro interés económico personal; Hitler y los comisarios del Reich por causas de índole ideológica). 

Izquierda: Vladimir Vasilevich Lebedev. "Un retiro criminal", TASS No. 696, 1943. Texto: La radio de Berlín ha anunciado: "Durante su retirada de Viazma, las tropas alemanas retiraron de la ciudad todos los objetos de valor histórico”. Pero el ladrón no tiene por costumbre decir toda la verdad. De hecho, los bandidos fascistas robaron no solo objetos de valor histórico, sino que también vaciaron literalmente todos los apartamentos civiles. (De los diarios) Poema: El ladrón alemán, en un arrebato de honestidad, / Inmodestamente transmitió por la radio / Que dejando a Viazma, escondido en su abrigo, /  Se llevó tesoros históricos. / Que los tesoros han sido robados / No lo discutimos; los ladrones fascistas se los llevaron. / Pero, ¿qué tipo de tesoros históricos / son las cucharas de plata y la ropa de cama? Medio: Vladimir Vasilevich Lebedev. "Saqueo total", TASS No. 768, 1943. Uno de los métodos extremos empleados por el ejército de Hitler son las campañas de recogida de ropa y calzado de la población en general. (De los periódicos). Poema: Los emisarios de Hitler aparecieron / Y los despertaron de su sueño. / Le dejaron solo su ropa interior / A ella le dejaron solo una cortina de ventana. / La pobre pareja no dejó escapar un chillido / y los dos jóvenes y apuestos soldados de asalto / gritaron alegremente: "¡Heil Hitler!" / Y salieron corriendo con dos sacos. / Se fueron. Robaron todo, / desde sedas hasta ropa de cama. / ¿Quiénes eran: nuestras propias tropas o merodeadores? / Preguntó la esposa en un susurro. / "¿Quieres terminar en la Gestapo?" / Respondió el esposo en un susurro. / "Son tanto nuestros como merodeadores... / ¡Como bien sabes, amiga mía!". Derecha: Vladimir Vasilevich Lebedev. "La Fuerza del Hábito", TASS No. 1132, 1945. Poema: "Fritz ha regresado del extranjero / a su familia nativa. / Le ha robado a su padre y a sus hermanas, / también le ha robado a su madre. / El soldado de asalto alemán no /puede ser más que un ladrón. / Él dice: "En el extranjero me acostumbré". / “¡Mi Fritz!” - dice su padre / "¡Mi Fritz!" - suspira su mamá. / “¡Qué chico tan talentoso eres! / ¡Incluso puedes robar!” / El padre dice: “¡Qué saqueo, / es un robo a plena luz del día! / ¡Te has parecido al Führer, / a tu madre y a mí! (Donación de la Sociedad de Relaciones Culturales con Países Extranjeros de la URSS, 2010.123)


Apoyados por Hitler la planificación económica tenía una visión a corto plazo, lanzarse al pillaje y requisa de todo cuanto tuviera valor monetario, independiente de las consecuencias políticas y la alienación de la población ocupada. Hitler, con la pésima situación militar en 1943 seguía rechazando cualquier posibilidad de colaborar y otorgar limitadas concesiones de autogobierno a la población local, todo por no hipotecar la futura explotación y colonización alemana.

La administración militar fue en sus objetivos una mezcla de ambas: Los altos mandos preconizaban la requisa para sostener a las tropas en campaña ante las dificultades en los suministros pero por otra parte se intentó utilizar las estructuras productivas en provecho de las necesidades militares inmediatas. Para ello había que asegurar la colaboración de la población local. Sin embargo, en cuanto el frente se desplazaba al este y la administración militar era reemplazada por la civil, ocurría lo opuesto.


Diversos artistas soviéticos de la época reflejaron la "administración" alemana de los Territorios Ocupados del Este.


Por si no fuera bastante caótica esta estructura había otros actores en todo este entramado: Himmler y su imperio personal de las SS. Por un lado ya había divisiones enteras de las Waffen SS combatiendo en el frente ruso y unidades policiales y de limpieza étnica ocupadas en el asesinato de judíos. Las tareas policiales chocaban con algunas de las supuestas atribuciones de Rosenberg que al verse privado de la administración económica y policial se vio privado de cualquier pretensión de poder real. Himmler se veía a si mismo como el encargado de conformar el nuevo espacio vital en el Este para el nuevo imperio colonial alemán diezmando a la población eslava, realizando experimentos de repoblación y expulsión racial. 

Todas estas estructuras administrativas nazis libraban entre sí una guerra casi tan vigorosa como la sostenida contra los soviéticos, lo que se plasmó en el tremendo caos administrativo creado ante la miríada de departamentos, feudos políticos con áreas de responsabilidad mal definidas, ambiciones de los diversos gerifaltes nacionalsocialistas. En un intento de socavar la autoridad de los comisarios del Reich, Rosenberg intentó una alianza con Himmler pero lo único que logró fue disminuir todavía más su cada vez más limitado poder al ceder algunas áreas de responsabilidad a cambio de nada.



Esa era la política hitleriana, dividir el poder entre sus acólitos, el precio fue la inoperancia administrativa y el caos organizativo. En la URSS ocupada, Hitler seguiría su política de impedir un gobierno y administración único al igual que en el resto de su imperio. La diferencia fundamental con el Reich y los territorios ocupados es que se iba a realizar un experimento social basado en el delirante ideario racial nazi que desafiaba por su alcance lo nunca visto.

Una limitación de importancia para las diversas agencias administrativas alemanas era la falta de personal. Para administrar vastos territorios con más de 60 millones de personas los alemanes no disponían de más que de unos pocos millares de administradores y con el inconveniente fatal de no contar con ninguna estructura local en que apoyarse. Tengamos en cuenta que el territorio era en extensión unas dos veces el Reich. Se disponía de muy poco personal que hablara ruso y que tuviera el menor conocimiento del territorio que iban a gobernar. Para desgracia alemana gran parte de los individuos llegados al Este eran aventureros en busca de promoción o embrutecidos militantes nazis sin la formación necesaria para tan gran reto. (Rolf-Dieter Müller: Die deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941–1943 (pág. 2) Harald Boldt Verlag 1991).



La administración alemana en el Este debía constituir tres zonas:

- Zona de combate dependiente del comandante militar del sector: raramente tenía una profundidad de más de 20 km.

- Zona de administración militar y que agrupaba la zona de retaguardia de los Grupos de ejércitos. Era una zona de varios cientos de kilómetros. En la práctica dado el estancamiento de las operaciones militares casi la mitad del territorio ocupado de la URSS estaría bajo administración militar toda la guerra.

- Zona de administración civil (Comisariados del Reich) (Alex J. Kay: Exploitation, Resettlement, Mass Murder: Political and Economic Planning for German Ocupation Policy in the Soviet Union 1940-1941. (Pág. 1-2) Berghahn Books 2006).

Los comisariados del Reich tendrían varios comisarios generales (Generalkommissar) dependientes, varios de los cuales eran también antiguos gauleiters y en cualquier caso hombres de confianza del partido. Ostland contaría con cuatro y Ucrania con seis. (Alex J. Kay: Exploitation, Resettlement, Mass Murder: Political and Economic Planning for German Ocupation Policy in the Soviet Union 1940-1941. (Pág. 83) Berghahn Books 2006).

Varios de los personajes designados para los más altos cargos como el comisario del Reich Erich Koch para Ucrania eran fanáticos nazis, pésimos e incompetentes gestores. La política de Koch se resumía en un odio terrible hacia los ucranianos y eslavos en general y la decisión de destruir la industria y desurbanizar las ciudades según propia declaración. Gran parte del escaso tiempo dedicado a su nuevo dominio fue dedicado a reprimir cualquier asomo de nacionalismo ucraniano y la persecución de supuestos opositores políticos. Su ideario se basaba en una famosa afirmación: “Si hay algún ucraniano digno de sentarse a mi mesa tengo que hacerlo fusilar”. (Karel C. Berkhoff: Harvest of Despair: Life and Death in Ukraine under Nazi Rule. (pág. 35-36) Harvard University Press 2004).


Erich Koch                          Hinrich Lohse

Hinrich Lohse parece haberse comportado por cuestiones de pragmatismo económico a la par que ideológicas. Cuestionó, por ejemplo, el genocidio judío en Ostland en el otoño de 1941 ante las repercusiones económicas que tendría y parece ser que tuvo algunos enfrentamientos con los mandos encargados del asesinato masivo de judíos. Al ser informado que se practicaría la “solución al problema judío” independientemente de las consecuencias económicas volvió a alinearse ideológica y administrativamente con el régimen. (Escrito de Otto Bräutigam a Hinrich Lohse de 18 de diciembre de 1941. Publicación del Gedenk- und Bildungsstätte "Haus der Wannsee-Konferenz")

La política de desurbanización forzada y destrucción de ciudades (Leningrado, Moscú o diezmar Kiev, Kharkov) serían practicadas mediante el sencillo expediente de no suministrarlas alimentos. Cientos de miles de personas se lanzarían al campo a intentar buscar comida. También se subrayó la necesidad de la explotación económica entendida como saqueo puro y duro. Esto se decidió en la reunión del 16 de julio de 1941 en la Guarida del Lobo entre Hitler, Rosenberg, el mariscal Keitel como representante militar, Goering como plenipotenciario económico, Lammers y Bormann en representación del partido. El consenso general era que la Unión Soviética estaba acabada y que en cuestión de semanas se podría contar con la victoria final. A la reunión no acudió Himmler, pero se fijaron las líneas maestras de la explotación y colonización. Solamente a finales de 1942 y principios de 1943 se asistiría a una regresión parcial sobre esta política. Himmler, nada más comenzada la guerra volcaría toda su actividad al exterminio de los judíos y sus delirantes experimentos de colonización con alemanes étnicos en tierras de las que sus moradores fueron expulsados. (Alex J. Kay, Ob. Cit.,pág. 179-186)


Petr Ashotovich Sarkisian en "Hindenburg y Hitler", TASS No. 1178, 1945. En enero de 1933, Hindenburg otorgó a Hitler “todo el poder”. En enero de 1945, Hitler envió apresuradamente los restos del Hindenburg fuera de Prusia Oriental. Texto inferior: El general le dijo al bandido: / “¡Ponte manos a la obra, bitte! / Estás fresco y yo estoy cansado. / Estoy vencido, y tú aún no estás vencido”. / Pero increíble 1945 / Vence incluso a este viejo matón. / Y el golpeado lleva al otro golpeado /del basurero, a una fosa común. (Donación de la Sociedad de Relaciones Culturales con el Extranjero de la URSS, 2010)

Modificaciones administrativas al prolongarse la guerra.

Tras fracasar en el empeño de derrotar a la URSS, aunque desde el punto de vista formal no cambió apenas la estructura administrativa, se comenzó un lento proceso de cambiar algunas políticas a partir de 1942. Estos cambios fueron lentos y sutiles y a niveles inferiores, el liderazgo político supremo, Hitler, seguía sin cambiar de opinión.

Muchos de los altos cargos "comenzaban" a darse cuenta de que la política emprendida en el Este de represión, asesinato a gran escala y esclavización de la población local no era conveniente para los intereses alemanes a medida que se eternizaba la campaña militar. Ganarse a la población local era un requisito indispensable para la victoria final. Para Hitler cualquier mención a la colaboración con eslavos era poco menos que alta traición. El general Richard Gehlen, jefe de la Inteligencia, en noviembre de 1942 advertía que sería imposible mantener la capacidad de combate del Ostheer sin una masiva inyección de auxiliares rusos. Aunque sobre el terreno los responsables militares y económicos tomaran decisiones prácticas que dulcificaran las durísimas condiciones de la población ocupada, la gran estrategia política no cambió en lo esencial. (Germany and the Second World War: Organization and Mobilization in the German Sphere of Power: War Administration, Economy and Manpower Resources 1942-1944/45 (pág. 69-75) Oxford University Press 2003).

La administración militar que se preveía provisional en realidad permanecería en casi la mitad del territorio ocupado soviético hasta finales de 1943. La administración militar en general tendió a aprovisionarse sobre el terreno y a no comprometerse en proyectos económicos que no tuvieran un rendimiento inmediato. Se realizó una reconstrucción bastante grande de las comunicaciones sobre todo ferroviarias e incluso se ejecutaron trabajos de tendido de líneas ferroviarias de campaña. Aunque estos trabajos beneficiaran a la explotación económica de esos territorios y en menor grado a la población, tuvieron una dimensión puramente militar en función de las necesidades logísticas militares.


Izquierda, Mikhail Mikhailovich Soloviev. "Nuestro Alfabeto: P", TASS No. 656, 1943. Un "pogrom" es una forma abreviada para el programa del "Nuevo Orden". Derecha: Petr Ashotovich Sarkisian. "Mirgorod", TASS No. 837, 1943. Poema: En la época de Gogol, aquí había un charco. / Y en el charco, / Yacía un cerdo. / Los médicos soviéticos / estaban interesados ​​en el charco. / Hicieron un análisis: / El agua es medicinal. /Construyeron un sanatorio. / Pero bajo los bandidos fascistas: / Mira, Así como estaba antes: / Es un charco otra vez. / Y en el charco hay un hocico de cerdo. / ¡Pero qué tal! / Limpiemos las ciudades soviéticas / De todo tipo de escoria / De una vez por todas.

La prolongación de la guerra tuvo otro efecto sobre la política industrial: además de la explotación en el corto plazo de los recursos mineros, se convino en explotar en la medida de lo posible los recursos industriales sobre el terreno. Dado el nivel de destrucción que había sufrido la industria en la zona y la escasez de recursos alemanes se decidieron una serie de prioridades. Para explotar y administrar esos recursos hacía falta personal, comunicaciones, carbón, energía eléctrica por lo que se abandonó, al menos de momento, las directivas más radicales para intentar aprovechar esos recursos.

Con los reveses militares se retomó algún plan de devolver al campesinado al menos parte de las propiedades de los koljoses que los planificadores económicos habían rechazado en 1941. Estos planes se publicitaron con gran fanfarria pero debido a que solo se iniciaron en 1943 y las propiedades se fueron otorgando con gran lentitud, en la práctica el avance soviético paralizó estos tímidos y tardíos intentos de ganarse al campesinado y a la población ocupada.

A pesar de todo el resultado fue una casi total desafección de la población ocupada. Aunque hubiera segmentos considerables de población dispuestos a colaborar, obviamente muchos lo hacían por cuestiones elementales de supervivencia. Tardíos y, evidentemente, falaces intentos propagandísticos de aunar apoyo entre los ocupados, así como de explotar el nacionalismo báltico o ucraniano, pero la política alemana en lo esencial no cambió. La oposición de Hitler y los partidarios de la línea dura como Himmler o Koch a cualquier esfuerzo de colaboración minó y condenó de raíz esos tardíos, débiles y descoordinados esfuerzos para ganarse el apoyo de la población ocupada. Para el grueso de la población ocupada era evidente el desprecio por las vidas y destinos por parte de los nuevos señores y las proclamas de convertir las tierras del este en colonias no dejaron de oírse ni siquiera durante la retirada alemana (Karel C. Berkhoff, Ob. Cit., pág. 305-310)


Izquierda, Cartel-periódico Bandera bolchevique, edición No. 6. "El rostro del enemigo" de P. P. Bunakov, 1941. Derecha, M.G. Kozell. "Los años cambian al bastardo". 1944, Museo de Arte del Lejano Oriente. 


Los estados bálticos (Lituania, Letonia y Estonia)

Los países bálticos eran un caso particular en las nuevas zonas ocupadas del Este. Letonia y Estonia eran países con una larguísima dependencia y relación con las ciudades hanseáticas (N.delE. La Liga Hanseática o Hansa fue el motor económico del norte de la Europa medieval. Exitosa alianza comercial que dominó el mar Báltico y el mar del Norte. Inició como asociación entre mercaderes germanos en el extranjero y llegó a extenderse desde el este de Inglaterra hasta el corazón de Rusia. Objetivo: apoyarse mutuamente en aspectos económicos y procurarse una mejor defensa de sus personas e intereses), con la burguesía alemana y contaban con una población que tras los excesos de la ocupación soviética de 1940-41 estaba dispuesta a colaborar con los alemanes. Lituania era un caso especial, un país económicamente atrasado y paradójicamente con más parecidos a Polonia que al resto de estado bálticos.

Con la excepción de Estonia que hasta agosto no fue conquistada por los alemanes estos países cayeron en manos alemanas en las dos primeras semanas de Barbarroja entre la alegría de las poblaciones locales tras la pesadilla de la ocupación soviética. Esto permitió comenzar la gestión política y económica desde los primeros días en contraposición a Ucrania que hasta finales de octubre no habría de ser conquistada. Nada más presentes los alemanes instituyeron servicios de reclutamiento de trabajadores, inicialmente voluntarios, pero, a medida que pasaba el tiempo los alemanes fueron apretando las tuercas. Las iniciales promesas de reprivatización de propiedades y empresas nacionalizadas o confiscadas por los soviéticos fueron retrasadas al máximo. Tan solo algunas de muy poca importancia fueron devueltas a sus dueños tras un laborioso proceso que incluía juramentos de fidelidad al poder alemán. Se fijaron tipos de cambio artificiales beneficiosos para los alemanes y se instituyó un sistema de cuotas en las granjas demasiado parecido al sistema soviético. Todas estas decepciones, promesas incumplidas y constatación del saqueo alemán de productos provocaron un cambio de ánimo en la población.


Izquierda: "Padre amable" envía objetos robados a casa. Kukryniksy, TASS No. 434; Medio, Viktor Pavlovich Sokolov, "Monstruos", TASS No. 764, 1943. Texto: El sinvergüenza fascista que tenemos delante en la imagen / Adjuntó una mina al juguete del niño. / El resultado de esta villanía es un niño inválido, / que tocó el "juguete" con su manita. / Vengarnos de este enemigo es nuestro deber sagrado / Para que no abandone la tierra soviética con vida. Derecha: Vladimir Alekseevich Milashevskii "Trabajadores Temporales" (Servidores del tiempo), TASS No. 868, 1943. Las atrocidades alemanas hablan de la debilidad de los invasores fascistas, porque solo los servidores del tiempo actúan así, sin creer en su propia victoria. Y cuanto más desesperada se vuelve la situación de los nazis, más se enfurecen con los saqueos y las atrocidades. (Discurso de Stalin, 6 nov 1943). Poema: Incendiario nazi, salvaje rabioso, / Su feo rostro deformado por el miedo. / No hay criatura en la tierra más repugnante / que esta sórdida criatura. / Hasta que lo matan / es venenoso hasta la muerte. / Deja en su estela criminal: páramo, sangre y ceniza, / Lágrimas de viudas, huérfanos privados de pan y techo. / ¡Soldado, que tu mano sea firme! / ¡Y que la venganza sobre los que malgastan el trabajo del pueblo / sea ​​como una sentencia de muerte, despiadadamente severa!


Dado que eran países sin recursos minerales, la industria, excepto en Letonia, tenía muy poca importancia, la explotación alemana se dirigió a la agricultura y captación de mano de obra ya fuera in situ o de preferencia hacia Alemania. El voluntariado no llenaba las cuotas de mano de obra establecidas ni de lejos, los alemanes se dedicaron al secuestro y deportación de manera cada vez más descarada. Miles de letones y estonios se encuadraron en unidades militares alemanas. Lituania, la más retrasada de los tres, sin industria y con una agricultura de pequeños propietarios de subsistencia, no tenía ninguna simpatía por los alemanes lo que acarreó movimientos de resistencia activa y pasiva.

En general, poco aprovechamiento de los recursos incluidos el reclutamiento de voluntarios para el Ostheer o mano de obra. La mano de obra desplazada al Reich en grandes cantidades a principios de 1943 fue forzada, casi sin excepción.(Romuald J. Misiunas, Rein Taagepera: The Baltic States, Years of Dependence, 1940-1980 (pág. 54-58) University of California Press 1983. / Rudolf Hillbrecht: Litauen im Reichskommisariat Ostland 1941-1943/44. Paralellen und Kontraste im übrigen Baltikum, vornehmlich Estland. / Romuald J. Misiunas, Rein Taagepera: The Baltic States, Years of Dependence, 1940-1980 (pág. 53-54) University of California Press 1983).


Próxima entrega: La industria soviética bajo ocupación alemana en la segunda guerra mundial 

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*Este artículo es continuación de: El gran fiasco de la explotación económica alemana de la URSS

Fuente para el presente artículo: 

Foro IIGM 

28 marzo 2022

El gran fiasco de la explotación económica alemana de la URSS


Incomparable obra de los Kukryniksy


por Schwerpunkt 

Foro Segunda Guerra Mundial 

Título original: 

El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS.

* Todo el material gráfico y sus notas a pie de foto corresponden al editor de este blog.


Introducción 

La invasión y conquista de la Unión Soviética tenía dos dimensiones complementarias en la mente de Hitler. Por un lado, la política con la destrucción del archi-enemigo ideológico y, por otro lado, la económica. La ocupación alemana de vastos territorios para su colonización entra en esa dimensión económica a largo plazo. 


Cartel propagandístico soviético de la región de Irkutsk, de la publicación conocida como "Agitokna".


Nos centraremos en la dimensión económica de la ocupación de la URSS que era la que, según Hitler y varios ideólogos nacionalsocialistas, iba a acabar con la dependencia económica alemana y por extensión europea de las materias primas del exterior. Esa explotación económica convertiría a la Europa ocupada en autosuficiente y por tanto inmune al bloqueo británico evitando un colapso similar al de la Primera Guerra Mundial. De nuevo en la mente de Hitler, este objetivo tenía dos dimensiones a corto plazo, la económica de autosuficiencia para Alemania y la política de sentar al Reino Unido a la mesa de negociaciones. A largo plazo las tierras del Este proporcionarían un colosal imperio colonial alemán que no tendría nada que envidiar al británico o francés.

Sabido es que Alemania incluso después de la ocupación de Centroeuropa y Europa occidental seguía teniendo una gran dependencia de materias primas. El Grosswirtschaftsraum o zona económica de Europa controlada por Alemania en vísperas del ataque a la URSS presentaba escasez en diversas materias primas. Esa dependencia era especialmente acuciante en el caso del petróleo, pero había otras materias primas en las que la producción europea era insuficiente o casi inexistente: cobre y metales para aleaciones especiales como manganeso, níquel, cromo, manganeso, molibdeno, vanadio. El Grossraum o zona europea controlada por el III Reich solo producía productos agrarios en un 90% como cereales, grasas vegetales (semillas oleaginosas) y piensos animales.


Tres caricaturas de Ventanas TASS. Izquierda: "Aritmética fascista" (nombre del autor ilegible); medio: "Krivorozhky el pan mineral", de Petr Ashotovich Sarkisian; y, derecha: "Lágrimas combustibles". Inscrito en la lata: Combustible. Texto: Con la pérdida de Ploesti / Los alemanes tienen poco combustible / En este caso, los tanques / tendrán que ser alimentados con lágrimas. Mark Aleksandrovich Abramov - MOA)

La Unión Soviética tenía una producción petrolífera considerable, localizada sobre todo en el Cáucaso. Era una gran productora de manganeso, principal cuello de botella en la producción de aceros especiales, producía algo de níquel, bastante cromo y aunque de cobre, vanadio y molibdeno casi nada, sus yacimientos aseguraban en principio la producción siderometalúrgica europea. Finalmente contaba con la producción agraria de Ucrania que hasta 1914 había sido el granero de Europa.

La ocupación de la URSS y su explotación económica era (en teoría) lo que permitiría la autosuficiencia económica del Reich Alemán y sus zonas ocupadas. Las vastas tierras del este permitirían la colonización alemana y la emigración de vastos contingentes de campesinos y ganaderos alemanes. Se terminaría con la espada de Damocles suspendida sobre Alemania para siempre.


Objetivo económico del Reich Alemán con la conquista de la URSS

Los objetivos eran a largo plazo, la autosuficiencia económica y de materias primas para el Reich y por extensión de Europa, así como la creación de un vasto imperio colonial en el Este. Para ello el suministro de petróleo era absolutamente prioritario. 

En el corto plazo y de una manera más inmediata lo que se buscaba era acabar con los déficits en varios campos: En la agricultura se buscaba la aportación inmediata de cereales y oleaginosas que evitara el derrumbe del frente interior ante el bloqueo británico, a imitación de 1914-1918. Alemania había recabado una reserva de cereales antes de la guerra que ya había sido consumido en buena parte. La ocupación de Europa occidental impuso otra carga adicional a las escasas reservas alemanas, algunos países ocupados como Noruega, Países Bajos eran todavía más dependientes de las importaciones agrarias.

Había que mantener, además, la alimentación de todas las fuerzas militares alemanas lanzadas contra la URSS, los suministros para más de tres millones de soldados era de suma importancia, el consumo de abundantes raciones iba mermando las escasas reservas de cereales creadas con bastante esfuerzo por el gobierno alemán a medida que avanzaban las operaciones militares. (Karl Brandt & Otto Schiller & Franz Ahlgrimm: Management of Agriculture and Food in the German-occupied and Other Areas of Fortress Europe. (pág. 56-57) Stanford University Press 1981).


"Vistas de Crimea", Vladimir Galba, 1944, Serie "Lápices de Lucha", N43


Distorsiones e ideas preconcebidas en el liderazgo alemán

Sin duda la mayor distorsión que sufrieron los líderes alemanes fue la presunta duración de la guerra. Los dirigentes alemanes con Hitler a la cabeza no pensaban que la Unión Soviética pudiera resistir más de ocho semanas* (*Nota corregida por el editor del blog).

Otras distorsiones de la realidad en la explotación económica de la URSS se plasmaba como posibilidad teórica sobre el papel. Hitler y su séquito sufrían una ignorancia casi total sobre el país que iban a invadir. Por un lado, se sufría una acuciante falta de información de primera mano sobre el desarrollo y características de la economía soviética. No solo era falta de información como la ausencia casi total de estadísticas veraces debido al secretismo del régimen estalinista, sino la falta de un análisis objetivo sobre el potencial y limitaciones de la misma. Gran parte del análisis del liderazgo alemán se componía de afirmaciones no contrastadas sobre el retraso intrínseco de los eslavos y postulados racistas sobre la superioridad técnica alemana para poner en funcionamiento las empresas agrícolas e industriales una vez hubieran caído en su poder. 


"Rosquillas y moretones", dos variantes de Kukryniksy, TASS No. 850, 1943 y la segunda de 1944-45. La tercera caricatura corresponde a S. Boim. Explicación: Al entrar en la guerra, los miembros del bloque alemán contaban con una rápida victoria. Dividieron el botín por adelantado: quién recibiría los pasteles y las rosquillas, y quién recibiría los golpes y magulladuras. Comprensiblemente, los moretones y los golpes estaban destinados a sus enemigos, y los pasteles y rosquillas para ellos mismos. "Algunos tendrán tortas y pasteles, otros golpes y magulladuras", Stalin 1943 (discurso de Stalin, 6 noviembre 1943). Las rosquillas de la imagen izquierda están inscritas: El Cáucaso; África; Transilvania; el Kubán; Moscú. Pero ahora está claro que Alemania y sus lacayos no obtendrán los pasteles y rosquillas; en cambio, tendrán que repartirse los golpes y los moretones entre ellos.


Se partía de supuestos falsos como asumir que Ucrania era el granero de Europa, que el petróleo del Cáucaso fluiría al Reich en cuanto cayera en manos alemanas y que las instalaciones industriales y comunicaciones caerían sin demasiados daños. No había una comprensión cabal de la economía soviética ni de los problemas que se encontrarían en el supuesto que todo ese potencial cayera en manos alemanas. No era un problema únicamente de Hitler, cuyo conocimiento superficial sobre Rusia no pasaba de las distorsiones y afirmaciones propagadas por los pangermanistas de la época de Ludendorff sino también de gran parte de la casta militar alemana.

Los informes de los expertos alemanes en industria petrolífera fueron sencillamente ignorados o despreciados por “derrotismo”. Así por ejemplo los memorándums de Alfred Bentz, plenipotenciario en extracción petrolífera de Goering del 24.07.1940 titulado “Confiscación de la demanda petrolífera europea” o el “Abastecimiento de Europa con petróleo tras la guerra, sumario del consumo de posguerra y aseguramiento del suministro”, por Ernst R. Fischer, septiembre de 1940, ordenados por Goering establecían las siguientes ominosas conclusiones para los grandiosos planes hitlerianos:

- Los rendimientos de los campos petrolíferos rumanos no harían sino disminuir, la máxima producción ya se había alcanzado en 1936.

- Escepticismo ante la posibilidad de asegurar el suministro de petróleo de Rusia debido a lo obsoleto de las instalaciones y a las dificultades logísticas. De hecho la URSS tenía problemas en cumplir con las cantidades pactadas con el Reich.

- Imposibilidad de asegurar el suministro a la Europa ocupada (Grosswirtschaftsraum) con solo petróleo soviético. Era necesario, también, asegurar el suministro de Oriente. (Dietrich Eichholtz: Krieg um Öl: Ein Erdölimperium als deutsches Kriegsziel (1938-1943) (pág. 47-48) Leipziger Universitätsverlag 2006).

Los informes de expertos sobre la verdadera situación de la agricultura soviética y las dificultades para explotarla por parte de una potencia exterior fueron despreciados en beneficio de personajes del partido con un conocimiento en el mejor de los casos sesgado, la información debía adecuarse en favor de las tesis de Hitler, distorsionando los informes de la inteligencia alemana. (se analizará más adelante).

Aunque se hubiera obviado la falta de información veraz sobre la economía soviética, es sorprendente la poca atención que se prestó a la planificación y al funcionamiento de esos recursos una vez hubieran caído en manos alemanas. Un descuido que al igual que la miopía sobre los ferrocarriles y comunicaciones soviéticas se pagaría con creces una vez comenzara la campaña. 

También sorprende que no se hubieran extraído lecciones de la breve ocupación de las Potencias Centrales en 1917-1918 de Ucrania, países bálticos y otras zonas de Rusia durante el derrumbe del imperio zarista sobre la factibilidad de la explotación económica. Ya entonces los imperios austrohúngaro y alemán extrajeron muy pocos beneficios de esa ocupación pese a los esfuerzos para apropiarse de cereales y otros productos agrícolas para las hambrientas poblaciones alemana y austrohúngara (aún así Ludendorff pudo sostener a sus ejércitos. Nota del editor del blog).


"Coro de vasallos totales", caricatura de 1941


Geografía económica de la URSS

Es importante comprender la geografía económica de la Unión Soviética en los momentos previos a la invasión alemana. Esta geografía estaba condicionada no solo por la localización geográfica de los yacimientos minerales, centros urbanos, la industria y agricultura sino por las redes de transporte y sus correspondientes flujos de mercancías, insumos y materias primas. Debido en parte a los años de aislamiento y enfrentamiento político con Occidente había poca conexión entre la red ferroviaria soviética y las occidentales. Además debido a que los países bálticos y Polonia adoptaron el ancho de vía europeo, la anexión de estos países en 1940 supuso un problema añadido al tener que efectuar innumerables transbordos entre la antigua red ferroviaria soviética y las de los países de Europa Oriental.

Los intercambios comerciales con el exterior que requerían volúmenes importantes como el petróleo, cereales, minerales se efectuaban vía marítima por el Mar Báltico y el Mar Negro. Los puertos en el Extremo Oriente soviético eran en general pequeños, cerrados muchos meses por el hielo, demasiado lejos de las zonas productoras como para manejar fletes importantes. No obstante los puertos como Leningrado, Odessa u otras ciudades eran puertos de reexpedición de bienes producidos muchas veces a miles de kilómetros, lo que requería una buena logística entre las zonas productoras y de expedición. Los volúmenes exportados en los años treinta por la URSS no habían sido en cualquier caso notables y se concentraban en unas pocas materias primas básicas como petróleo, algunos minerales, algo de madera y cereales. En cualquier caso eran cifras reducidas comparadas con las importaciones que manejaban puertos como Amberes, Rotterdam o Hamburgo en Europa Occidental. Eran exportaciones que habían sido realizadas por el gobierno soviético para conseguir las ansiadas divisas, maquinaria y tecnología para industrializarse en los años treinta. Con las convulsiones políticas de finales de los treinta empezaron a perder importancia hasta convertirse en cifras de muy poca cuantía. La URSS era a todos los efectos a finales de los años treinta un país casi autárquico y este carácter iba a agudizarse tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial.


Dos diseños de Windows TASS, No. 1036 y 1181, reparación y transporte de armamentos en las vías ferroviarias.

La URSS al igual que los países de Europa Occidental y EE.UU. compartían varios parecidos en su infraestructura de comunicaciones pero con características propias. Más de un tercio del flete total ferroviario estaba dedicado al transporte de carbón desde las cuencas mineras para su distribución por todo el territorio. Las distancias a recorrer eran mucho mayores. En Europa no era habitual que el carbón viajara más de 500 km desde bocamina hasta las industrias o ciudades donde era consumido. En la cuenca minera del Donbass (o cuenca del Donets) que proveía del 56% del carbón soviético tenía que viajar a los centros industriales de Moscú o Leningrado distancias de 1.000-1.700 km, incluso más cuando eran zonas más alejadas. El petróleo que era extraído en un 86% en el Cáucaso tenía que viajar hasta Moscú, Kiev o Leningrado distancias de unos 2.200-3.000 km y distancias superiores a otros centros industriales. En esa época no había casi oleoductos y el gas se quemaba en el propio yacimiento, la mayor parte del petróleo era transportado en gabarras por el Caspio y el Volga para su posterior procesado en refinerías del Volga Medio o los centros industriales de Moscú y otros sectores. Otra parte, por oleoducto o ferrocarril a los puertos del Mar Negro y a Ucrania. En cualquier caso la logística para transportar a gran escala a Europa Occidental era completamente insuficiente por falta de oleoductos, terminales de gran capacidad, buques tanque, etc.

A pesar de las dificultades, la URSS administraba su sistema de transportes de forma eficiente en un vasto territorio pero con escasa conexión al exterior (el servicio de transporte de pasajeros era malo, escaso y lento). Las operaciones ferroviarias eran capaces de mantener la industria suministrada con todo tipo de materias primas. Esto era el resultado de la inversión en material rodante y construcción de líneas durante los años treinta en la Unión Soviética, justo al contrario que lo ocurrido en el Reich donde el Deutsche Reichsbahn (DRB) había sido arrinconado ante las prioridades del rearme impuestas por Hitler. 

Paradójicamente la URSS entró en la II Guerra Mundial con un material rodante bastante moderno y una infraestructura que pese a sus limitaciones se reveló, a su manera, eficaz en el gran esfuerzo industrializador (el sistema ferroviario soviético tenía 102.000 km de trazado, 28.000 locomotoras y 800.000 vagones, más que Alemania, en todo).

Una cuestión que los alemanes no fueron capaces de percibir, al igual que muchos observadores occidentales, es que el sistema ferroviario alemán con miles de kilómetros trazados, miles de locomotoras y decenas de miles de vagones, era más denso al sistema soviético, pero éste último era capaz de lograr un transporte de mercancías similar a los EE.UU. Los ferrocarriles soviéticos no disfrutaban de la avanzada tecnología del material americano, pero sus grandes trenes con un gran número de vagones a una velocidad menor que los trenes alemanes eran capaces de manejar tonelajes muy superiores, así como una concentración en el tráfico de mercancías y una asignación de recursos al tráfico de pasajeros mucho menor. (Walter Scott Dunn: The Soviet Economy and the Red Army, 1930-1945 (pág. 194-200) ‪Greenwood Publishing Group, 1995)‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬

Los trenes soviéticos de mercancías marchaban a la moderada velocidad media de 23 km/h ante los 40 km/h a la que iban los trenes alemanes en 1940. Cuando Alemania invadió la URSS zonas ferroviarias de Polonia, Ucrania, países bálticos eran zonas todavía bastante desconectadas con el resto de la URSS. De hecho los alemanes tuvieron que reconstruir toda la red en una profundidad de 600 km hasta que llegaron a una red más densa y con más capacidad en Kiev, Krivoj Rog y Ucrania oriental. (Axis Forum: German Railways in the East)

Otra cuestión insuficientemente estudiada por los alemanes es que esos ferrocarriles consumían una enorme cantidad de carbón, carbón que lógicamente habría que suministrar para poder operar los ferrocarriles soviéticos, fuera quién fuera el gestor de los mismos. Así en 1940 en la industria del transporte, 90% era el ferrocarril que consumía 49,5 millones de toneladas de carbón, es decir, el 30% de la producción total soviética. (Ernest W. Williams Jr.: Freight Transportation in the Soviet Union: A comparison with the United States. Princeton University Press 1959).

En cualquier caso, la nueva zona fronteriza en realidad planteó muchos más problemas de comunicaciones e impedía el transporte de grandes volúmenes de mercancías, al menos en el corto plazo, para suministrar materias primas en cantidades suficientes a la Europa ocupada. En 1949, un estudio de la USAAF sobre la capacidad ferroviaria en Europa oriental señalaba que el transporte militar de grandes contingentes desde Moscú hasta Alemania Oriental tenía un cuello de botella al este del Vístula, exactamente como lo encontraron los alemanes en 1941.


"El camino de la muerte esta limpio". Windows TASS-Kirtag, No. 34


Inicio de la campaña militar y conquista

El 22 de junio de 1941 comienza la gigantesca campaña militar de conquista de la URSS. Lógicamente las regiones conquistadas difieren económicamente unas de otras lo que conllevará diferencias en su administración económica. Además dentro de esas conquistas hay territorios recientemente absorbidos por la URSS o bien zonas con población no rusa y por tanto más contrarias a la administración soviética. El avance inicial fue fulgurante en los países bálticos, Rusia Blanca y Ucrania Occidental, pero pronto se estancó a finales de julio. La conquista de Ucrania Oriental, el principal área carbonífera e industrial no se consiguió hasta octubre-noviembre de 1941 y algunos distritos no serían conquistados hasta el año siguiente. La deseada penetración en el Cáucaso no tuvo lugar como consecuencia de los reveses alemanes a finales del otoño de 1941 y los soviéticos tuvieron tiempo para evacuar a gran parte de la industria debido a este retraso en el calendario operativo alemán.

A finales de 1941 los alemanes habían conquistado una zona que proveía a la URSS de preguerra de un buen porcentaje de cereales, carbón, acero, manganeso, aluminio y poco petróleo (Rolf-Dieter Müller: Die Deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941-1943, pág. 38. Las cifras totales de producción de cereales en 1940 consta en: ‪Paul R. Gregory‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‪, Robert C. Stuart‬: Soviet Economic Structure and Performance: Harper & Row 1981. Las otras cifras de Rolf-Dieter Müller‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬)

Se pensaba que la Unión Soviética sería incapaz de continuar la guerra a gran escala debido a la pérdida de toda esta capacidad industrial y agrícola. Para esas fechas se había conquistado un 30% de la red ferroviaria soviética si bien apenas se había capturado material rodante (para convertirlo al ancho europeo) que no podía atender la demanda de un territorio tan vasto (Hans Potgiesser: Die Deutsche Bahn im Ostfeldzug (pág. 33-48) Scharnhorst Buchkameradschaft. Neckargemünd 1960).

Casi todo el litoral báltico había sido conquistado, la resistencia de Leningrado y el minado del mar dificultaban el transporte marítimo en la región. En el mar Negro la mayor parte de los puertos continuaban en manos soviéticas (Odessa caería en octubre y Sebastopol más tarde). Desde el punto de vista económico solo el ferrocarril era una alternativa viable.



Caricaturas de arriba y medio, de la Serie "Lápices de Lucha" No. 59 y 60, tienen el mismo título: "La odiada cárcel de los pueblos del `Nuevo Orden" de Hitler. Sobre estas líneas "Historia de una cultura física" (Lápices de Lucha No. 26) y,  "Epidemia en el ejército alemán". B.I. Prorokov, de la Serie "El Reflector" No. 1 (23 febrero 1942)

En el verano de 1942 los alemanes lanzan su segunda ofensiva en el sur de la URSS en búsqueda del petróleo del Cáucaso. Se efectuaría una penetración profunda hasta Stalingrado en el Volga. A finales de 1942 se había conquistado un 40% de la red ferroviaria soviética. Los territorios conquistados en la ofensiva de verano no contaban con industrias de importancia si exceptuamos algún centro industrial como Stalingrado, las estepas del Don y del Cáucaso norte se componían de una zona agrícola de bastante calado.




¿Cuál será el futuro para mí?, 1944


El encontronazo con la realidad: Política de Tierra Quemada

Desde los primeros días de la invasión alemana se nombró un Consejo de Evacuación, liderado por Stalin. El 4 de julio se encargó a Vozneseskii, director del Plan Quinquenal, organizar la evacuación de la industria y sus trabajadores. Numerosas fábricas sacrificaron producción, cerraron y fueron evacuadas en agosto. Los trenes empleados para movilizar al Ejército Rojo se movían para evacuar la industria hacia el este. Cientos de miles de vagones se utilizaron para evacuar la industria hacia regiones como los Urales, Siberia Occidental, Asia Central, Kazajistán, Volga Medio, Extremo Oriente soviético. Se dio especial prioridad a la evacuación de la industria pesada, de ingeniería y metalúrgica aunque ningún sector quedó exento.

La evacuación de la industria pesada y de ingeniería vino acompañada por la reconversión de la producción a armamento cesando la producción de vehículos civiles. Las fábricas de tractores fueron reconvertidas en fábricas de carros de combate y las fábricas de vehículos fabricaron camiones y tanques ligeros. La producción de material ferroviario cesó en favor de la fabricación de material bélico (Walter Scott Dunn: The Soviet Economy and the Red Army, 1930-1945 (pág. 196-200) Praeger Pub. 1995).

Los soviéticos practicaron desde el principio una política de tierra quemada generalizada de todas las instalaciones industriales, almacenes y, en general, de cualquier bien o instalación que fuera de utilidad al invasor, destruyéndolas por completo o inutilizándola en la medida de lo posible si la evacuación no podía hacerse. La voladura de puentes de todo tipo, de presas hidroeléctricas y en general de cualquier infraestructura de comunicaciones, generación de electricidad e instalaciones fabriles y mineras. Estas órdenes se cumplieron escrupulosamente desde los primeros días de la invasión. Los alemanes no solo tenían que reconstruir a toda prisa la infraestructura ferroviaria, material rodante, depósitos, puentes, sino que se encontraron con una destrucción casi total del resto de instalaciones fabriles y mineras. Además, se evacuaron a nada menos que 16,5 millones de personas con especial atención a los trabajadores especializados.

A pesar del impresionante avance alemán, la política de tierra quemada soviética y la propia intensidad de la lucha limitó la captura de material rodante soviético que hubiera podido aminorar los problemas logísticos alemanes. La cifra de material rodante capturado por los alemanes fue insignificante. El informe del Ejército del 1 de noviembre de 1941 establecía la cifra en 231 locomotoras y 2.237 vagones capturados, una cifra irrisoria. A finales de 1941 se había capturado un tercio de toda la red ferroviaria soviética pero la cantidad de vagones para atender las necesidades militares y económicas eran insuficientes. Si no se podía atender la demanda militar es evidente que no había prácticamente flete ferroviario para las necesidades económicas. 


"Fritz's Caftan", TASS No. 747 (23 junio1943), Kukryniksy. Texto: "Las tropas de asalto van al frente, / así que el alemán se baja para arreglar la barandilla. / En el hierro clava un clavo. / Pero de repente, ¡una explosión, fuego y polvo! / Una fuente de metralla y fuego: ¡los partisanos han volado la línea! / Sin tomarse tiempo para tomar aire, / el alemán vuelve a reparar los rieles. / En el hierro clava más clavos. / Pero de repente, ¡una columna de tierra vuela! / Sus oídos zumban, / Sus ojos pican. / ¡Los partisanos han volado la línea! / ¡Qué puedes hacer! A pesar del dolor / El trabajo debe comenzar de nuevo. / Con el martillo, el alemán golpea el hierro, / pero luego hay un golpe final. / Los escombros vuelan como una bandada de pájaros. / Y hacia arriba, con ellos, vuela Fritz. / La tropa de partisanos soviéticos / ha logrado el plan a la perfección.


Durante el invierno de 1941-1942 alrededor del 70% de las locomotoras alemanas en la región se encontraban inutilizadas o en reparación debido a los rigores invernales, al estado de destrucción de la red ferroviaria y la desarticulación de las comunicaciones. Prácticamente todos los puentes que atravesaban los grandes ríos como el Dnieper, Desná y otros habían sido destruidos lo que obligaba al transbordo de los convoyes ferroviarios en barcazas hasta que los puentes hubieran sido reconstruidos. (Hans Potgiesser: Die Deutsche Bahn im Ostfeldzug. pág. 140-141;37-47. Scharnhorst Buchkameradschaft. Neckargemünd 1960).

Las granjas colectivas evacuaron todos los alimentos y almacenes que pudieron y destruyeron el resto. Obviamente la población local que quedaba atrás no veía esto con buenos ojos que destruía sus medios de vida y les condenaba al hambre.

A pesar de la desorganización causada en las comunicaciones por los ataques de los partisanos no fueron de las principales razones del fracaso alemán inicial en la explotación económica. Hay varias razones que lo explican:

- La mayor parte de los contingentes partisanos se encontraban en las zonas boscosas de las retaguardias de los Grupos de Ejército Norte y Centro. Ucrania al carecer de esas masas boscosas no podía albergar grupos guerrilleros importantes. Esas eran precisamente las zonas agrícolas deficitarias.

- Hasta el otoño de 1942 la mayoría de grupos partisanos libró una difícil existencia con escasez de armas, suministros, radios, entrenamiento, etc, de manera que gran parte de los esfuerzos fueron de mera supervivencia en especial durante los duros meses de invierno.

A partir del invierno 1942-43 es cuando la multiplicación de los grupos guerrilleros y su mayor efectividad táctica comienza a convertirse en un verdadero quebradero de cabeza, más por la interferencia de las comunicaciones que por la distorsión de las instalaciones productivas. A pesar de eso la mayor parte de problemas se da en los sectores anteriormente citados con Ucrania más afectada.


Carteles de Ventanas TASS que hacen referencia a la lucha de los partisanos. La primera a la izquierda dice: "¡Gloria a nuestros partisanos y partisanas!",_P. Alyakrinsky

El calendario de la conquista alemana influyó en la evacuación y destrucción de material, infraestructura, así como personal de las empresas agrícolas. El rápido avance alemán se produjo en Bielorrusia o Ucrania occidental, regiones relativamente pobres mientras que se estancó en el Dnieper y no fue hasta el otoño de 1941 cuando se penetró finalmente en las tierras más ricas, lo que dio tiempo a la administración soviética a evacuar todo lo que se pudo. Algunas de las zonas agrícolas como la estepa del Don o el Cáucaso norte no cayeron en manos alemanas hasta el verano de 1942.

Los yacimientos petrolíferos fueron saboteados a conciencia, algunos como Maikop en fechas tan tempranas como el otoño de 1941 a pesar de que los alemanes se encontraban a más de 400 km. En el verano de 1942 ante el avance alemán en el Cáucaso se volvió a terminar de destruir estas instalaciones. Los otros yacimientos de importancia como Grozny o el mayor como Bakú sufrirían todo tipo de sabotajes a pesar de que los alemanes nunca llegaron allí. (William Moskoff: The Bread of Affliction: The Food Supply in the USSR During World War II (pág. 72) Cambridge University Press 1990. Y, Leonid D. Grenkevich, David M. Glantz: The Soviet Partisan Movement, 1941-1944: A Critical Historiographical Analysis. Frank Cass Pub. 1999). 


Próxima entrega: La administración de los territorios ocupados...

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*Este artículo es continuación de:Barbarroja. Colonialismo y expolio nazi en la Unión Soviética

Fuente para el presente artículo:

Foro IIGM

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