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03 abril 2024

Yugoslavia: Infamia y tragedia en tres actos

 

Graffiti en Belgrado dice: "Never in Nato"


Parte I

Visión general

por Tito Andino


No, la agresión y bombardeo de la OTAN contra la República Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) en 1999 NO estaba justificada. La justificación se basa en la legitimidad, y la legitimidad es la unión de la legalidad y la moralidad. La legalidad estaba del lado de los serbios. Kosovo es una provincia de Serbia, Yugoslavia era su país, siendo Serbia el Estado sucesor de Yugoslavia. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no dio luz verde a la OTAN para bombardear a los serbios en 1999La OTAN violó el derecho internacional al atacar a la República Federal de Yugoslavia, como ya lo hizo antes al ayudar a los terroristas a desestabilizar Kosovo de muchas maneras desde 1998. La moralidad también estaba del lado de los serbios. Los albaneses, según su propia admisión, desencadenaron la Guerra de Kosovo, y según la propia admisión del terrorista convicto del ELK alemán Roland Bartetzko, jugaron a la guerrilla no para ganar, sino para provocar represalias por su cuenta, hacer una publicidad de ello y atraer a los extranjeros para ganar la guerra que empezaron.

Cartel y texto tomado de QuoraWas the NATO bombing of Serbia justified?


Hace un cuarto de siglo, el 24 de marzo de 1999, Estados Unidos / OTAN durante 78 días seguidos lanzaron ataques aéreos contra Yugoslavia, 20.000 toneladas de bombas mataron a miles de inocentes ciudadanos, tras una "intervención humanitaria" para detener la preocupante violencia o supuesta "crisis humanitaria de los albaneses en Kosovo"... al menos eso nos dijeron y que pidieron que creyéramos ciegamente. 

Para nadie debería ser novedad conocer quienes y cómo planearon la desintegración de Yugoslavia, la operación militar culminó con su provocada disolución como estado federal tras casi una década de conflictos internos. La OTAN mató más civiles que soldados devastando la infraestructura civil de Serbia.

El estilo de guerra aérea estadounidense es ya un clásico desde la segunda guerra mundial que se repite en Corea, Vietnam, Irak, Yugoslavia y en menor proporción en otras naciones: El bombardeo indiscriminado sin diferenciar objetivos militares y áreas civiles. Nada justifica atacar ciudades serbias durante más de dos meses consecutivos, arrojando no solo misiles de crucero, bombas explosivas, proyectiles con uranio empobrecido, además de miles de toneladas de productos químicos altamente tóxicos y cancerígenos sobre el agua, aire y tierra que mató no solo a miles de serbios, sino también a albaneses, romaníes, entre otros.

 

       Foto archivo 
 

El General Wesley Clark (EEUU) era el comandante de la OTAN, no tuvo vergüenza en afirmar públicamente que el objetivo de la guerra aérea era "demoler, destruir, devastar, degradar y, en última instancia, eliminar la infraestructura esencial" de Yugoslavia, es decir, bombardeo aéreo para destruir presas, puentes, ciudades, centrales eléctricas, industrias, todas las torres de televisión y telecomunicaciones, áreas residenciales, hospitales, escuelas, iglesias, monumentos históricos y arquitectónicos (cerca de 40.000 viviendas fueron completamente destruidas o dañadas), colapsando los medios de subsistencia y el capital productivo de toda la nación. La OTAN cumplió su misión, obligó a Yugoslavia a una rendición incondicional para controlar su futura economía ya que el daño causado a la infraestructura provocó la contracción de la economía, una caída del PIB cercana al 50% que dejó a Yugoslavia como uno de los países más pobres de Europa. 


      Serbia bajo ataque, 1999

Otra consecuencia, Kosovo separado a la fuerza de Serbia con ayuda de la OTAN resultó ser un engendro no reconocido por muchos estados, desde antes de su "independencia" era un territorio de libre tránsito para el narcotráfico internacional a través de su ejército de "liberación" comandado por el terrorista y traficante de drogas Hashim Thaci a quien los EEUU/OTAN lo bendijeron como el "faro de la libertad", primer ministro y luego presidente del nuevo "estado kosovar" y actualmente criminal de guerra convicto en La Haya. Kosovo también es una zona de reclutamiento para grupos yihadistas y de división étnica en los Balcanes.  (VER: De "faro de la libertad" a reo genocida, Tashim Thaci y el ELK)

En retrospectiva, ya no suele recordarse otro clásico fraude de los USA/OTAN, la participación búlgara (Servicio Nacional de Inteligencia de Bulgaria) "alertando" al BDN (Servicio Federal de Inteligencia de Alemania) sobre un supuesto plan secreto del yugoslavo para expulsar a toda la población albanesa de Kosovo para abril de 1999; y, por arte de magia, a petición alemana inmediatamente se ordenó una intervención militar en Yugoslavia por las fuerzas de la OTAN, "Operación Fuerza Aliada", es decir, un descomunal bombardeo sobre Yugoslavia desde el 24 de marzo de 1999, la orden fue emitida por el Secretario General de la OTAN, Javier Solana, al comandante de las tropas de la OTAN en Europa, General Wesley Clark.

Aclarando que fuerzas de la OTAN estaban ya presentes en Kosovo como garantes del cese del fuego en la región con 30.000 efectivos desplegados y que tenían derecho de paso sin trabas en territorio yugoslavo, a más de inmunidad de la OTAN ante la legislación yugoslava. Por lo mismo, la OTAN era consciente de las reales posiciones del ejército yugoslavo en Kosovo, resultando ser una humillación al sentido común afirmar, como pretexto para el bombardeo aéreo, que la "información confirmada" provenía de los servicios de inteligencia de Bulgaria y que los soldados serbios estaban masacrado a mujeres y niños en Račak (Kosovo). No podemos dejar de mencionar que ese pretexto para atacar Yugoslavia tuvo que ser excluido del acta de acusación en el Tribunal de La Haya ("masacre en Račak") contra Slobodan Milosevic, sencillamente no existía evidencias. (VER: El Tribunal Penal Internacional de La Haya declaró INOCENTE a Slobodan Milosevic)


Hombres serbios sostienen un cartel con fotografías de las víctimas de la campaña aérea de la OTAN de 1999 contra Serbia y Montenegro en la ciudad de Nis. Foto AFP

La  misión -según la OTAN- no sería mayor a dos o tres días para "poner fin al genocidio de la población albanesa de Kosovo" atacando las instalaciones militares yugoslavas al sur del paralelo 44. Supuestamente, "si los líderes del país continúan resistiendo, entonces los ataques contra objetivos al sur del paralelo 44 se ampliarían y durarían hasta una semana. Si Belgrado todavía se negaba a hacer concesiones, entonces todo el país sería el objetivo, incluida la capital". La REALIDAD nos demuestra que toda Yugoslavia, incluidos Belgrado, Novi Sad, Podgorica, Pristina, Kragujevac, Pančevo, Niš y otras fueron sometidas a los ataques aéreos y misiles de crucero Tomahawk.

No fueron los dos o tres días señalados para contener las críticas, los ataques aéreos continuaron durante dos meses y medio.

El 4 de junio de 1999, el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic aceptó un acuerdo de paz. El 12 de junio, las fuerzas de la OTAN entraron en Kosovo desde Macedonia. El 20 de junio, el 52º Cuerpo de Pristina del Ejército Yugoslavo tuvo que retirarse de Kosovo.


Parte II

Bombardeo de la OTAN sobre Serbia: Tragedia en tres actos

 

Monumento a los niños muertos durante el bombardeo de la OTAN sobre Yugoslavia en 1999, Belgrado, Serbia
 

por Scott Ritter

24 marzo 2022 

Scott Ritter, ex oficial de Inteligencia del Cuerpo de Marines de EEUU, autor de 'SCORPION KING: America's Suicidal Embrace of Nuclear Weapons from FDR to Trump'. Delegado en la URSS como inspector del Tratado INF, fue parte del personal del general Schwarzkopf en la Guerra del Golfo, y de 1991 a 1998 trabajó como Inspector Jefe de armas de la ONU en Irak. Scott Ritter es hoy analista internacional sobre seguridad, asuntos militares de Oriente Medio y Rusia. 


Es una parodia de la justicia internacional que el bombardeo de 1999 siga sin ser reconocido por los perpetradores y se mantenga impune.


El edificio de Radio Televisión de Serbia (Belgrado) destruido por los bombardeos de la OTAN en 1999, © Pierre Crom / Getty Images


Hace veinticuatro años la OTAN bombardeó Serbia. Este acto fue la ronda de apertura de lo que se convertiría en una guerra ilegal de agresión de 78 días, cuyas repercusiones persiguen al mundo hasta el día de hoy.


Primer acto: El encuentro 

Fue un encuentro casual: dos hombres que se habían cruzado en Irak dos años atrás, ahora se encuentran en un tramo de carretera que conecta Kosovo con Macedonia. La fecha era el 20 de marzo de 1999. Los supervisores asignados a la Misión de Verificación de Kosovo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) estaban en proceso de ser retirados de sus zonas de responsabilidad asignadas en la ciudad de Ohrid, Macedonia, debido al fracaso de las conversaciones diplomáticas con Serbia sobre la evolución de la situación en la provincia autónoma serbia de Kosovo, donde los separatistas albaneses estaban involucrados en una guerra cuasi civil con las autoridades serbias.

El contingente británico de la KVM fue detenido en la frontera entre Kosovo y Macedonia, a la espera de la autorización final para cruzar la frontera. Entre los observadores británicos se encontraba un ex oficial de la Marina Real que había servido previamente con la Comisión Especial de las Naciones Unidas (UNSCOM) en Irak, ayudando a supervisar el desmantelamiento de los programas iraquíes de armas de destrucción masiva. Nota del editor: Las armas de destrucción masiva de Irak fue un fraude inventado por la OTAN y la diplomacia occidental, pretexto para la invasión) Mientras él y sus compañeros observadores esperaban, observó cómo otros vehículos conducidos por miembros del contingente de observadores estadounidenses conducían en la dirección opuesta: hacia Kosovo. Al volante de uno de estos vehículos había una cara familiar, un hombre conocido como 'Kurtz'.

Kurtz era un hombre de tremenda experiencia que fue traído a la UNSCOM a mediados de 1997 con el propósito de proporcionar planificación operativa y liderazgo. 'Kurtz', por supuesto, no era su nombre real, sino más bien un apodo derivado del hecho de que con su cabeza afeitada, bigote de morsa y cara curtida, parecía una combinación del coronel Kilgore de Robert Duvall y el coronel Kurtz de Marlon Brando en la película 'Apocalypse Now'. Kurtz fue elegido para este trabajo en parte debido a sus antecedentes, que estaban incrustados en el mundo de las operaciones especiales encubiertas.

Su tarea más reciente antes de incorporarse a la UNSCOM fue preparar a los diplomáticos para E&E - escape y evasión - de situaciones hostiles. Habida cuenta de lo delicado de algunas de las operaciones de la UNSCOM que tenían lugar en Iraq en ese momento, se pensó que esa capacitación podría ser ideal para las situaciones en que pudieran encontrarse los inspectores.

Pero los antecedentes de Kurtz habían sido su perdición. Era, por así decirlo, demasiado "gris", o encubierto, por su propio bien. A pesar de que estaba desempeñándose maravillosamente en Irak, sus jefes en Washington comenzaron a entrar en pánico cuando la situación en Bagdad comenzó a deteriorarse en octubre de 1997. Se tomó la decisión de sacar a Kurtz de Irak. Era una amarga ironía: el único hombre que estaba mejor equipado para hacer frente a una situación de rehenes, para mantener vivo y sano no solo a sí mismo sino a otro personal menos entrenado, estaba siendo retirado apresuradamente por temor a ser tomado como rehén.


Yugoslavos se protegen mientras su país en una guerra civil es atacado por los Estados Unidos y la UE

Una vez que Kurtz fue asignado a la UNSCOM, técnicamente era propiedad de la ONU durante la duración de la asignación, y Estados Unidos no podía simplemente chasquear los dedos y traerlo a casa. Pero lo hicieron, con el embajador de Estados Unidos, Bill Richardson, convocando al diplomático australiano que encabezó la UNSCOM, Richard Butler, a la Misión de Estados Unidos en Nueva York para una reunión. "Uno de los miembros del personal que se le proporcionó (Kurtz)", dijo Richardson, "está demasiado expuesto por la situación actual, y creemos que sería mejor para todos nosotros si fuera retirado en este momento".

Supervisé el equipo en Irak al que Kurtz y el oficial británico fueron asignados. Butler me llamó a su oficina después de su reunión con Richardson. "Al hombre de la CIA", me dijo, "los estadounidenses lo quieren fuera". Ahora, cuando la Misión de Observación de Kosovo partía de Kosovo, Kurtz estaba de vuelta en acción. Los estadounidenses, al parecer, querían a este hombre con la impresionante habilidad de operaciones encubiertas de nuevo.

El papel desempeñado por la CIA en el KVM de la OSCE es bastante controvertido: en un momento en que Estados Unidos y la OTAN acusaban al gobierno serbio de cometer atrocidades, la CIA estaba utilizando la cobertura proporcionada por la misión de observadores de la OSCE para coordinar con los combatientes del Ejército de Liberación de Kosovo que estaban involucrados en una guerra de guerrillas con el ejército serbio. Las operaciones serbias en respuesta a los ataques del ELK dirigidos por la CIA estaban siendo caracterizadas por Occidente como "genocidio", y utilizadas para justificar un bombardeo aéreo planeado por la OTAN de Serbia.

Estos hechos, sin embargo, iban en contra de la narrativa de una campaña de limpieza étnica iniciada por los serbios que los EE.UU y la OTAN estaban tejiendo. Los observadores británicos de la OSCE eran muy conscientes de la compleja realidad de lo que estaba ocurriendo dentro de Kosovo, donde las legitimas operaciones militares serbias contra las fuerzas del ELK estaban siendo descritas como "masacres de civiles inocentes" por los medios de comunicación occidentales. La verdad, sin embargo, era a menudo inconveniente, por lo que en ese momento, el 20 de marzo de 1999, el contingente de observadores británicos se encontró saliendo de Kosovo al mismo tiempo que Kurtz y sus compañeros oficiales de la CIA estaban entrando.


Segundo acto: La llamada telefónica 


Las protestas contra la campaña de bombardeos de la OTAN tuvieron lugar en todo el mundo, incluida esta manifestación en Boston.

24 de marzo de 1999, 9:20 am. En la Sala de Situación de la Casa Blanca, un asistente hace una llamada telefónica al Kremlin, donde el presidente ruso Boris Yeltsin está esperando. La llamada se realiza y el asistente le entrega el teléfono a Bill Clinton, el 42º presidente de los Estados Unidos. La conversación comenzó con una notificación sombría: los líderes de la OTAN, incluido él mismo, dijo Clinton, "han decidido que tenemos que lanzar ataques aéreos contra objetivos militares en Serbia pronto".

El problema, señaló Clinton, era el líder serbio, Slobodan Milosevic. "Ha desplazado a 30.000 personas más desde el viernes pasado". "Está matando a personas inocentes. Tenemos informes de ejecuciones sumarias". No se habló del papel desempeñado por Kurtz y sus compañeros agentes de la CIA en la creación de las condiciones para tales acciones. Clinton continuó. "Él (Milosevic) básicamente le ha dicho a los negociadores rusos, de la UE y estadounidenses que no le importa lo que ninguno de nosotros piense".

Clinton se estaba poniendo nervioso por las consecuencias que había desencadenado al desatar a la CIA en Kosovo. "Dios mío, ellos (los europeos) tienen pesadillas de que (los serbios) repetirán Bosnia y toda la inestabilidad y todos los problemas, y se extenderá de Kosovo a Macedonia a Albania y engullirá todo su flanco sur. Están muy, muy preocupados por eso. Tienen razón en preocuparse por eso".

Una vez más, no se dijo el hecho de que el mismo escenario que estaba dando pesadillas a los europeos había sido cuidadosamente elaborado por la CIA, bajo la dirección de Bill Clinton.

Yeltsin no estaba comprando nada de eso. "Es fácil lanzar bombas", dijo, descartando la caracterización de Clinton del problema y la solución ofrecida. "Es intolerable debido a los cientos de miles de personas que sufrirán y morirán". 

Las consecuencias de cualquier ataque de la OTAN, advirtió Yeltsin a Clinton, eran nefastas: 


"En nombre de nuestro futuro, en nombre de usted y de mí, en nombre del futuro de nuestros países, en nombre de la seguridad en Europa, les pido que renuncien a ese ataque, y sugiero que nos reunamos en algún lugar y desarrollemos una línea táctica de lucha contra Milosevic, contra él personalmente. Somos más sabios, tenemos más experiencia y podemos encontrar una solución. Eso debe hacerse por el bien de nuestra relación. Eso debería hacerse por el bien de la paz en Europa".


Las súplicas del líder ruso cayeron en oídos sordos. "Bueno, Boris", respondió Clinton:


"Quiero trabajar con ustedes para intentar poner fin a esto, pero no creo que haya ninguna manera de suspender la primera ronda de ataques porque Milosevic continúa desplazando a miles de personas todos los días... No quiero que esto sea una gran fuente de una división entre Rusia y Europa y Rusia y los Estados Unidos. Hemos trabajado demasiado. Hay demasiadas cosas económicas y políticas para hacer juntos, y lo lamento más de lo que puedo decir".


El presidente estadounidense estaba mintiendo abiertamente a su homólogo ruso: los acontecimientos en Kosovo se estaban desarrollando siguiendo las líneas de un plan de juego cuidadosamente escrito que había estado en marcha durante algún tiempo. La guerra era inevitable porque Estados Unidos, a través de la CIA, había dado forma a la narrativa para que así fuera. Peor aún, el presidente de los Estados Unidos estaba dispuesto a sacrificar las relaciones entre los Estados Unidos y Rusia en la búsqueda de este objetivo de la OTAN. Este hecho fue llevado a casa por Yeltsin en sus comentarios finales.


"Su gente", se lamentó Yeltsin, "ciertamente de ahora en adelante tendrá una mala actitud con respecto a Estados Unidos y la OTAN. Recuerdo lo difícil que fue para mí tratar de dirigir las cabezas de nuestro pueblo, las cabezas de los políticos hacia Occidente, hacia los Estados Unidos, pero lo logré, y ahora perder todo eso. Bueno, como no logré convencer al Presidente, eso significa que nos espera un camino de contactos muy difícil, difícil, si resulta ser posible. Adiós".


Tercer acto: La bomba


La OTAN lanzó una campaña aérea en Serbia, denominada Operación Fuerza Aliada, el 24 de marzo de 1999. Duró 78 noches. En estas fotos el Departamento del Interior serbio en llamas.

En la noche del 24 de marzo de 1999, el secretario general de la OTAN, Javier Solana, un diplomático español, autorizó a los aviones que operaban bajo los auspicios de la OTAN comenzar a bombardear objetivos en Serbia. No fue casualidad que los primeros aviones en lanzar bombas sobre Serbia fueran F/A-18 pertenecientes al Ejército del Aire Español.

Al examinar la legitimidad del uso de la fuerza por parte de España contra Serbia en marzo de 1999, sobresalen varios hechos. La primera es que España, como Miembro de las Naciones Unidas, está obligada por su compromiso con la Carta de esa organización. Cuando se trata del uso de la fuerza, la Carta de las Naciones Unidas es bastante clara: solo hay dos condiciones aceptables bajo las cuales dicha fuerza puede ser empleada legítimamente por un Estado miembro. Una es una medida coercitiva para mantener la paz y la seguridad internacionales, llevada a cabo bajo la autoridad de una resolución aprobada por el Consejo de Seguridad en virtud del Capítulo VII de la Carta. El otro es el derecho inmanente de legítima defensa individual y colectiva, consagrado en el artículo 51 de la Carta.

Cuando las bombas españolas cayeron en suelo serbio, dos cosas estaban bastante claras: no existía ninguna resolución sobre el Capítulo VII que autorizara una acción coercitiva contra Serbia, y Serbia no había cometido ningún acto de agresión contra España o sus aliados de la OTAN que justificara cualquier reclamo de autodefensa al explicar el asalto militar español (y de la OTAN) contra SerbiaEn resumen, al lanzar bombas sobre Serbia, la Fuerza Aérea Española estaba iniciando una guerra ilegal de agresión.

"Iniciar una guerra de agresión", declararon los jueces que integraban el Tribunal Militar Internacional reunido en Nuremberg para juzgar los crímenes de la Alemania nazi, "no es solo un crimen internacional; es el crimen internacional supremo que solo difiere de otros crímenes de guerra en que contiene en sí mismo el mal acumulativo del todo".


OTAN, la alianza más poderosa del mundo, inició sus ataques aéreos contra Serbia el 24 de marzo de 1999 con la "Operación Fuerza Aliada" que no se limitó a objetivos militares, también se centró en las líneas de comunicación y en las instalaciones industriales (fábricas, refinerías de petróleo, centrales eléctricas, industria química, con los consiguientes riesgos para el medio ambiente).


España no estaba sola esa noche; aviones de las fuerzas aéreas de los Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia y otros miembros de la OTAN participaron en este "crimen internacional supremo". Visto individualmente, no hay duda de que cada nación involucrada en el ataque contra Serbia violó la Carta de la ONU y, como tal, es culpable del crimen de iniciar una guerra ilegal de agresión.

¡No tan rápido! La OTAN, al parecer, había elaborado un novedoso argumento legal construido en torno a la noción de que tenía derecho a la autodefensa colectiva anticipada en virtud del Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, y que este derecho se ejercía adecuadamente bajo "expectativas normativas que permiten acciones anticipadas de autodefensa colectiva por parte de organizaciones regionales de seguridad o autodefensa donde la organización no está completamente dominada por un solo miembro". La OTAN, ignorando la realidad obvia de que está, de hecho, dominada por los Estados Unidos, postula que es, de hecho, una organización de este tipo, compuesta como está de "varios estados poderosos, tres de los cuales son miembros permanentes del Consejo de Seguridad".

La credibilidad de la afirmación de la OTAN de "autodefensa colectiva anticipatoria", sin embargo, surge de su caracterización de la crisis de Kosovo como un desastre humanitario infundido con elementos de genocidio que creó no solo una justificación moral para la intervención, sino una necesidad moral.


La OTAN hizo pública una broma privada sobre su nueva sede en Bruselas.

Díganselo a Kurtz, el hombre que, junto con sus compañeros agentes de la CIA, actuaban bajo la autoridad que les dio el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, trabajó para crear condiciones sobre el terreno dentro de Kosovo que luego podrían usarse para fabricar la narrativa misma de una crisis humanitaria suficiente en alcance y escala para permitir que la OTAN elabore su novedosa justificación legal para atacar a Serbia.

El problema para la OTAN es que su justificación legal se construyó sobre una base de mentiras. La ficción de que la OTAN es una organización no totalmente dominada por los Estados Unidos se evapora en el momento en que uno comprende el papel desempeñado por la CIA en la preparación del guion utilizado por la OTAN para justificar sus acciones. El hecho de que este guion promulgara fabricaciones directas de presuntos crímenes perpetrados por Serbia para justificar la intervención militar de la OTAN solo subraya la naturaleza criminal de toda la empresa de la OTAN.

No se puede escapar al hecho de que cuando la primera bomba lanzada por la Fuerza Aérea Española sobre Serbia esa noche hace 23 años hasta la fecha impactó en el suelo, España y todos los demás miembros de la OTAN habían cometido el "crimen supremo".

Que este crimen permanezca impune es una parodia de la justicia internacional. El hecho de que este crimen no sea reconocido por quienes lo perpetraron es un testimonio de la hipocresía de las naciones. Que este crimen haya puesto en marcha los acontecimientos que han llevado a la situación actual entre los Estados Unidos y la OTAN, por un lado, y Rusia, por el otro, es una tragedia global.

Scott Ritter

28 marzo 2024

El "retorno" de Napoleón (Macron) al decadente imperio francés




Resumen y recopilación del editor del blog de diversos artículos de prensa internacional. 


Francia busca por todos los medios y formas seguir presentándose como una gran potencia que ejerce liderazgo en el mundo, pero la otrora gran potencia imperial -que nunca dejó de ser un Imperio- a pesar de denominarse República, palidece irreversiblemente en el concierto mundial, siendo rechazada hasta por sus ex colonias africanas. 


No puede ser otra cosa que su líder Enmanuel Macron quiere un poco de protagonismo en Europa, busca emular aquellos tiempos napoleónicos y sus delirios imperiales de intentar someter a Rusia por medio de las armas. 

¿Quiere Macron advertirnos que la política foránea francesa no dejará de erigirse a través de engaños y violencia armada?. Muchos pensábamos que la actual Francia se reflejaba más en los valores de la cultura occidental, lo que no es cierto, su vieja política neocolonial sigue manteniéndose de milagro cuando ha tenido que abandonar con el rabo entre las piernas regiones como el Sahel y el África central.


El Macron napoleónico 

El presidente Macron ha venido cambiado de posición hacia Rusia, lanzó un llamado para que otros países se unan a él como avanzada de una nueva cruzada europea -de las tantas que registra la historia-, "cruzada" contra Rusia, evidentemente. 

Francia, en realidad, es protagonista de segundo orden a pesar de ser una potencia nuclear y solo en lo que va del siglo se ha dedicado a la injerencia y desestabilización de sus ex colonias africanas con sus famosas "fuerzas de paz", para "luchar" contra el terrorismo, el pretexto para mantener su presencia militar en la región. Pero los propios africanos ya no se intimidan, las amenazas francesas han obligado a varias naciones africanas a buscar otros medios de integración en lo económico y defensa, buscando estabilidad con el comercio e inversiones con China y Rusia, obligando a los franceses a retirar sus contingentes armados (caso reciente de Mali y Burkina Faso). No obstante, pudimos ser testigos del rol fundamental francés en la agresión contra Libia y el asesinato de Muhamar Gadafi; también pudimos apreciar su mano genocida en la invasión terrorista a Siria en 2011-2012, y otros casos.

Francia impone sus intereses económicos y políticos en África garantizando que la OTAN se beneficie como el ente controlador hegemónico de Occidente. En ese sentido la moneda francesa es vital para el soporte financiero de Mali, Burkina Faso, Niger y otras ex colonias, lo que lleva a la dependencia política que, a su vez, garantizó la explotación de uranio de Mali a bajo costo para las plantas productoras de energía. 

La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) instrumento de control colonial ha visto la partida de Mali, Burkina Faso, República Centroafricana y Níger, otros esperan el momento propicio porque a parte de los factores expuestos, el concepto de democracia Occidental está en bancarrota y ya no es creíble en el continente africano.


Caricatura publicada por primera vez en POLITICO.eu, Bélgica, 24 de junio de 2017, por Rytis Daukantas

Ahora bien, ¿debemos considerar como estrategia francesa la pretensión de intervenir con tropas en Ucrania cuando demostró su incapacidad para controlar sus ex colonias africanas? 

De hecho se estima en algunos cientos los mercenarios franceses que ya están combatiendo desde hace tiempo en suelo ucraniano, muchos en realidad son militares activos del ejército francés. Para gente con conocimiento de causa, la apreciación lógica es que el objetivo de Macro es "estrictamente utilitario y mercantil" porque el flujo de dinero en la industria militar francesa es inmenso, "ayudar" a Ucrania representa suculentas ganancias para los partidarios de la guerra.

Se dice que la primera estrofa de la Marsellesa, el “allons enfant de la patrie” (Marchemos, hijos de la Patria) concede la facultad de luchar "contra cualquier pueblo del mundo y olvidando la derrota de Napoleón a las puertas de Moscú en 1812, Macron pretende escalar la participación francesa en Ucrania. 

Vale destacar que Napoleón que sí era un gran estratega, no un banquero mediocre como Macron tratando de jugar a la guerra, fracasó estrepitosamente en su intento de someter a Rusia. Macron no es el único soñador incapaz en Francia. Para satisfacer a su cabecilla, el jefe del Estado Mayor de las fuerzas terrestres del país, general Pierre Schill, afirmó que “el ejército francés está listo para luchar contra Rusia”. Para esa misión cuentan con quince mil hombres aunque podrían llegar a concentrar veinte mil". (Macron: Tragando sapos en África y deshojando la margarita en Ucrania, Sergio Rodríguez Gelfenstein, 21 marzo 2024, Al Mayadeen)


"Macron y mayo. Entente Cordial". 19 de enero de 2018, Autor: Peter Brookes


Los cálculos inverosímiles (idioteces) de los galos es que ni ellos ni los rusos querrán enfrentarse directamente, los rusos deberán detenerse si no quieren recibir fuego francés, incluso el no convencional. Según "expertos" franceses "Rusia no considerará el hecho mismo del despliegue de tropas francesas como una provocación, pero se verá obligada a negociar en las condiciones de Francia". No vamos a ponernos quisquillosos enumerado la enorme distancia que separa a Francia de Rusia en el potencial bélico no convencional y en el otro también... Señala la fuente que "se podría comprender el desánimo de Macron por su derrota en África, pero es difícil entender su disposición a hacer desaparecer su país en menos de tres minutos solo para ser famoso sirviendo a los intereses de Estados Unidos". 

¿Pues qué? con sus ofrecimientos Macron intenta demostrar que es un buen vasallo de los Estados Unidos, enviando tropas augura ganarse el espaldarazo de Biden

Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia cree que Macron busca complacer a Estados Unidos, "no se trata de una 'autonomía estratégica' sino de caerle bien a EEUU y, de paso, provocar a aliados en el seno de la OTAN... Se ha postrado por completo ante EEUU, ha perdido toda autonomía", afirmó Lavrov. 

La mayoría de la OTAN y la oposición en Francia aprecian absurda la posición de Macron a quien se le  tildó de "el señor de la guerra" (el 76% de los franceses está en contra del envío de tropas a Ucrania); para salvar las apariencias Macron calificó de "crimen de guerra" el planteamiento israelí de trasladar forzosamente a la población de Rafah (Franja de Gaza). 


Caricatura aparecida en los medios franceses en 2023. ¿UN BONAPARTISTA O UN COMEDIANTE?

En nuestro tema, Macron Bonaparte confía poder recrear una nueva "cruzada" europea contra el "Imperio del Mal" en el Este. "No debería haber límites", señaló Napoleón... perdón, Macron al enviar su mensaje a Europa instándolos a enviar tropas a Kiev y a no ser "cobardes". 

En la Unión Europea, destaquemos que Alemania, Polonia, República Checa, España, entre otros no contemplan tal acción, más bien causó turbación entre los socios. Solo los bálticos parecen abiertos a discutir el tema con el nuevo Bonaparte.

"El 'pequeño Napoleón' Macron se obsesiona con la seguridad personal en medio del conflicto ucraniano", afirma RT. Se dice que el líder francés está "totalmente asustado por los rusos" en medio de sus propios esfuerzos por antagonizar con Moscú. "La situación se ha deteriorado aún más como resultado de la determinación de Macron de presentarse como un halcón en el conflicto entre Moscú y Kiev. El equipo de seguridad del presidente ha estado trabajando en modo "rojo" desde al menos el verano pasado", dijo la cadena Rusia Today citando a una reconocida revista francesa: "Últimamente provoca tanto que tiene miedo", ¿tal vez sea porque Putin se negó a considerar su absurda propuesta de negociaciones sobre Ucrania?. Macron dijo: "Putin es un líder fuerte, nunca debemos ser débiles con él", instando a Putin a "volver a la mesa" mientras suministra más armas a Ucrania.

Solo resta esperar a que el Gran Padrino (EEUU) ponga orden en el gallinero (OTAN). Se dice tras bastidores que el gobierno estadounidense está enfadado con Macron tras su inoportuna "invitación" militar a la OTAN para impedir la victoria rusa en Ucrania. Macron -tontamente- podría desencadenar un enfrentamiento con Moscú.


*****

Nota: En una próxima entrada destacaremos la ambigua participación francesa en la creación de Israel y su posición política con sus socios occidentales, mundo árabe e Israel. 

31 octubre 2023

Revolución alemana de noviembre de 1918: cuando los soviets "tocaron" Europa



German November 1918 Revolution: when the soviets “touched” Europe

Nihat Halepli

Ξεκίνημα


El artículo principal (segunda parte) que daremos lectura proviene de una publicación de un medio alternativo de Grecia: ξεκινημα (Primeros Pasos), que se define como una organización socialista internacional. El texto original en griego fue traducido a la versión en inglesa, cuyo texto es usado para esta presentación en castellano.


Parte I

Antecedentes 

por Tito Andino U.


La "Revolución Alemana" de 1918 o "Revolución de Noviembre" fue en la práctica quien derrocó a la monarquía del Imperio Alemán. 


Los trabajadores alemanes, emulando a la revolución rusa  disputaron el poder y el derecho a dirigir la sociedad ante la clase dominante, pero los Consejos de Obreros y Soldados no lograron consolidar sus victorias. Varios factores obraron en su contra, quizá el más importante fue la traición a la revolución de los dirigentes del SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania) que decía velar por las ilusiones democráticas de la población. Al mismo tiempo, los militares monárquicos se prepararon para aplastar a los obreros revolucionarios entre los que destacaba la Liga Espartaquista (marxistas) dirigida por Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht y Leo Jogiches, que se transformaría en el Partido Comunista de Alemania (KPD).

El frente conformado por la burguesía, militares y la socialdemocracia alemana tuvieron que recurrir a la violencia extrema contra la clase obrera, los asesinatos eran parte del plan, eliminando a Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht (luego a Leo Jogiches), crímenes perpetrados por los Freikorps y bandas monárquicas marcaron la derrota del levantamiento obrero de Berlín en enero de 1919. La tarea se completó con una guerra civil que duró varios meses, se liquidaron los Consejos y miles de comunistas fueron asesinados. Sobre esta base, nada que ver con una supuesta legalidad democrática, nació la República de Weimar

Es interesante resaltar que fue la "Revolución Alemana" de 1918 o "Revolución de Noviembre" la que derrocó a la monarquía del Imperio Alemán tras el amotinamiento de los marineros de Kiel. Fue durante la "Revolución Alemana" cuando se proclamó la República, 9 de noviembre de 1918, junto a la renuncia del Kaiser Guillermo II. El Imperio Alemán pasó de ser una monarquía constitucional a una democracia parlamentaria conservando el nombre oficial de "Deutsches Reich" en la Constitución de Weimar, 14 de agosto de 1919, ese acto marcó el fin de la revolución.


La irrupción de los marineros de Kiel, a principios de noviembre de 1918, fue la señal para un movimiento revolucionario incendiario en toda Alemania. Los obreros y los soldados insurrectos conquistaron ciudad tras ciudad, abrieron cárceles y liberaron a los prisioneros políticos, izaron la bandera roja en calles, fábricas y cuarteles y formaron los Consejos de Obreros y Soldados. El káiser fue barrido de la escena. La clase trabajadora demostró ser mucho más potente para acabar con el Imperio alemán que los obuses enemigos y, en cuestión de días, llevó a cabo las tareas de la llamada revolución democrática, proclamó la república y abrió el camino para la transformación socialista de Alemania. (Texto de píe de foto de la página web Izquierda Revolucionaria)


El primer jefe de estado electo (Presidente del Reich) fue el socialdemócrata Friedrich Ebert quien falleció en 1925, Paul von Hindenburg se convirtió en su sucesor. La crisis económica mundial supuso la ruptura de una coalición que mantuvo el "orden" constitucional hasta el nombramiento de Adolf Hitler como canciller el 30 de enero de 1933. Se puede decir que la historia de la República de Weimar terminó tácitamente con la llegada de la dictadura nazi al poder, a pesar que la Constitución de Weimar formalmente no fue abolida por los nazis.

El ideal revolucionario no había terminado, resurgió en 1920 tras el conocido "Putsch de Kapp" en 1920, trama auspiciada por una parte del Reichswehr, monárquicos y facciones nacionalistas. El golpe es conocido también como "Putsch Kapp – Lüttwitz". Sus líderes Wolfgang Kapp, político derechista; el general Walther von Lüttwitz, Comandante Supremo de todas las fuerzas militares del Reich en caso de emergencia o guerra, que dirigiera la represión contra los espartaquistas (enero 1919) utilizando los Freikorps; y, el general Erich Ludendorff. El golpe de estado tuvo lugar en Berlín desde el 13 al 17 de marzo de 1920, su objetivo central era acabar con la herencia de la "Revolución Alemana" de 1918-1919 y derrocar a la República de Weimar para establecer un gobierno autocrático en su lugar.  

El putsch tuvo un éxito inicial, los golpistas asumieron el poder en Berlín, llegó victorioso a Baviera donde los militares destituyeron al presidente y nombraron a Gustav von Kahr (político conservador). Los industriales también jugaron su rol en el golpe financiando a los Freikorps. Era evidente el temor de la industria ante el avance político de la "Revolución Alemana" (movimientos de izquierda: socialismo, comunismo, anarquismo).

Pero el golpe de Kapp fracasó por la resistencia de los sindicatos convocados a una huelga general por el depuesto gobierno y la convocatoria a la lucha armada por el Partido Comunista, se destaca sus victorias en la región del Ruhr. Los golpistas no contemplaron la pasividad de la burocracia ministerial en Berlín ante el llamado del gobierno legítimo a paralizar las actividades. En menos de una semana, el Putsch de Kapp de altos mandos militares, freikorps y la extrema derecha fue sofocado. La Asamblea Nacional de Weimar se disolvió, convocándose nuevas elecciones para el 6 de junio de 1920.

Reflexión: Algunos nombres se repiten en dos episodios o tentativas de golpe de estado derechistas. ¿Qué les dice la presencia en 1920, apoyando un golpe de estado contra la República de Weimar de personajes como el General Ludendorff, Gustav von Kahr y otros, junto a las influyentes chequeras de los industriales y banqueros alemanes?. Ludendorff, von Kahr y otros aparecerán nuevamente en escena en 1923 esta vez junto a Hitler y a los mismos apoyos financieros de 1920.


Es innegable que si la revolución socialista hubiese triunfado en Alemania, el destino de la humanidad habría sido diferente, quizá el cabo bohemio (como despectivamente llamaba Hindenburg a Hitler) hubiese intentado nuevamente ser artista... 


Si está interesado en profundizar el tema, pase revista al siguiente artículo: Cuando la extrema derecha se alzó contra la República de Weimar. 100 años del Putsch de Kapp 


Parte II

Cuando los soviets "tocaron" Europa


Cartel de Karl Jakob Hirsch. "Vota a Espartaco". Litografía en color. Impresión de la comisión del KPD, 1920


La revolución de noviembre de 1918 en Alemania tiene un lugar importante en la historia de la lucha mundial de la clase obrera. Comenzó con el levantamiento de los marineros en Kiel y marca la primera fase del proceso de la Revolución alemana, que comenzó en noviembre de 1918 y continuó hasta 1923.


El proceso de industrialización comenzó bastante tarde en Alemania, a finales del siglo XVIII, en relación con países como Inglaterra y Francia. El proceso se aceleró a finales del siglo XIX, y provocó un rápido aumento en el número de la clase obrera alemana. A principios del siglo XX, los trabajadores industriales representaban un tercio de la población general.

El crecimiento del proletariado se reflejó en las luchas de la clase obrera, como la lucha por salarios más altos y el derecho a trabajar ocho horas al día. Esas victorias allanaron el camino para el desarrollo de las organizaciones de la clase trabajadora. Desde finales de la década de 1870 hasta 1913, el número de trabajadores sindicalizados se había quintuplicado, llegando a alrededor de 2,5 millones.

A pesar de las "Leyes Socialistas" de Bismarck (votadas con el objetivo de asestar un golpe a los socialistas), la represión no pudo evitar que el SPD (Partido Socialdemócrata) ganara influencia entre los trabajadores. Después de que la ley fue derogada, el SPD creció y se convirtió en el mayor partido de los trabajadores. El SPD también fue muy influyente dentro de los movimientos de mujeres y jóvenes. En 1913 el SPD se había convertido en el partido más fuerte en el Reichstag (Parlamento) con un millón de miembros.

Por otro lado, crecer significó que comenzó a formarse un cuadro de liderazgo dentro del partido, cuyos salarios y, por lo tanto, niveles de vida eran más altos que los de la clase trabajadora. El diario del partido tenía alrededor de un millón y medio de suscriptores. Se creó una escuela del partido para que los cuadros fueran entrenados. El partido poseía instituciones con un total de tres a cuatro mil empleados. El salario de un secretario profesional del partido era igual al doble del salario de un trabajador calificado. El salario de los administradores sindicales podría ser cinco o seis veces mayor.

Tres corrientes 

El programa adoptado en el congreso del SPD en Erfurt en 1891, siguiendo la Ley Socialista, fue importante para transformar el partido en un partido de masas. Sin embargo, un problema político importante todavía estaba presente en el programa y en el enfoque de Kautsky (uno de los autores); un enfoque que apuntaba en la dirección de un colapso "inminente" y "natural" del sistema capitalista debido a sus contradicciones. Este fue un enfoque lineal que predijo que la clase obrera en algún momento tomaría automáticamente el poder. Condujo a un abandono efectivo de la actividad revolucionaria, limitando el partido a demandas a corto plazo y esperando el momento en que el capitalismo cayera como una fruta madura.


Carteles de propaganda de la SPD, Izquierda, 1919 llamando a las mujeres para las elecciones de la Asamblea Constituyente; en el medio, un cartel que dice: "La demanda de la época Socialismo Democrático Conviértete en miembro de la SPD; derecha, cartel de 1920 que llama a proteger la casa contra la reacción, por la República y la libertad. 

Fue Eduard Bernstein quien, basándose en este enfoque, creó posteriormente una teoría, que ahora se conoce como "reformismo" (o "revisionismo"); dado que el capitalismo puede mejorar el nivel de vida de las grandes masas desarrollándose constantemente, la lucha de clases ya no es necesaria y, por lo tanto, el marxismo es en esencia obsoleto. La lucha estaba confinada dentro de los límites del sistema, y el socialismo fue empujado como un objetivo teórico para el futuro lejano.

Por otro lado, se formó un ala izquierda, liderada por Rosa Luxemburgo, dentro del partido. Fueron llamados la "izquierda radical" y defendieron la necesidad de la lucha de clases y el análisis marxista, abogando por que el partido debería dirigir la revolución cuando estallaran las huelgas de masas. Aparte de eso, el ala del "Centro Marxista" de Kautsky argumentó que las huelgas de masas solo eran útiles para presionar al parlamento.


Aprobación de créditos de guerra

Ya a principios del siglo XX, la economía alemana comenzó a estancarse. En este contexto, las grandes empresas que tenían una influencia efectiva sobre el Estado estaban propagando el nacionalismo, el colonialismo y, por lo tanto, la guerra y el militarismo. El capitalismo, como analizó Lenin, estaba tomando cada vez más un carácter imperialista.

El SPD había adoptado inicialmente una línea contra la guerra, que era evidente en sus publicaciones y en las manifestaciones que organizaba. Cientos de miles se movilizaron contra la próxima Gran Guerra hasta julio de 1914. Pero un mes después, la dirección del SPD unió fuerzas con la burguesía y sus representantes apoyaron el esfuerzo de guerra. Como resultado, ADGB, la confederación sindical, puso fin a todas las acciones sindicales y huelgas en curso dentro del marco "Burgfrieden" (en alemán, burgfrieden significa una tregua entre grupos en conflicto dentro de un fuerte).

Espartaco

August Bebel era el líder del grupo parlamentario del SPD, tratando de mantener un equilibrio entre las diferentes alas. Después de su muerte, Friedrich Ebert lo reemplazó. Fue entonces cuando el grupo parlamentario votó a favor de la moción sobre los créditos de guerra, el 4 de agosto de 1914. Incluso los 13 diputados del SPD que estaban en contra de la moción, votaron a favor debido a la regla de disciplina del partido / grupo. Sólo Karl Liebknecht se abstuvo. Sin embargo, en una segunda votación en diciembre, Karl Liebknecht fue el único diputado que votó en contra de los créditos de guerra. En otra votación en marzo, Otto Rühle del ala "centro" también se unió a Liebknecht.


Un llamativo cartel que insta a los ciudadanos a votar por el Partido Comunista.1928. "Traicionado por el SPD !Vota a los Comunistas!

En 1916, el ala izquierda del SPD incluía revolucionarios como Rosa Luxemburgo y Franz Mehring, y era conocido como el "grupo internacional", llamado así por su revista, de la que solo lograron publicar un número. En ese momento, comenzaron a producir publicaciones ilegales bajo el nombre de "Espartaco" y a partir de entonces, fueron conocidos como la Liga Espartaquista.

USPD

La guerra significó el deterioro de las condiciones económicas, altos costos de vida, hambruna y miseria para la población. Por lo tanto, el "patriotismo" de la clase obrera y la emoción de la guerra finalmente se desvanecieron, dando espacio a una creciente oposición a la guerra. Hubo 141 huelgas en 1915, pero 240 al año siguiente.

Esta creciente oposición a la guerra creó presión dentro del SPD, lo que resultó en la formación del Grupo de Trabajo Socialdemócrata (Sozialdemokratische Arbeitsgemeinschaft), que organizó a unos 18 diputados del SPD que se pronunciaron en contra de la guerra. Cuando estos fueron expulsados del SPD en 1917, crearon el USPD, el "SPD Independiente"; a partir de entonces, el SPD también se denominaría informalmente MSPD, Mayoría (Mehrheit)-SPD.

El USPD incluyó representantes de las tres alas del MSPD; Bernstein también se unió al USPD ya que había adoptado una postura contra la guerra, al igual que la Liga Espartaquista. El USPD se convirtió rápidamente en un partido de masas. Los espartaquistas participaban en el partido, mientras mantenían abiertamente sus propias publicaciones y estructuras independientes.

El USPD era un partido de masas de izquierda sin un programa marxista claro, tácticas o estrategias revolucionarias. Sin embargo, estaba fuertemente vinculado a la clase obrera, porque era capaz de trabajar abiertamente, pero también porque representaba una escisión masiva del SPD. Estos fueron factores decisivos para que la Liga Espartaquista se uniera al partido, para no aislarse de las masas radicalizadas y de la clase obrera.

Revolución

Después de la revolución de 1849, Alemania había adoptado el régimen de monarquía parlamentaria, ya que la burguesía acordaba términos con la monarquía. La autoridad principal pertenecía al Kaiser (el emperador), a pesar de la existencia del parlamento. El gobierno era responsable ante él, y no ante el parlamento.


Manifestaciones en Berlín, noviembre 1918. Se aprecia que la pancarta dice: "Larga vida a la Internacional REVOLUCION MUNDIAL!"

La revolución en 1918 estaba a las puertas de Alemania y los gobernantes comenzaron a entrar en pánico. Trataron de reducir la presión con algunas concesiones, por temor a la influencia de la revolución bolchevique, que había tenido lugar en Rusia en 1917. Así, se formó un gobierno bajo el príncipe Max von Baden como canciller; este gobierno era responsable ante el parlamento y, por primera vez, dos miembros del SPD, Scheidemann y Bauer, participaron en él. Pero esa maniobra pronto resultó ser insuficiente.

Una rebelión comenzó entre los marineros, a pesar de que estaba claro que la batalla se iba a perder. Los marineros habían desobedecido la orden del alto mando de la flota naval alemana de participar en una batalla naval con los británicos. 47 marineros, considerados como los líderes de la revuelta, fueron arrestados y llevados a Kiel. Las manifestaciones que exigían la liberación de los arrestados, organizadas por los marineros y trabajadores que acudieron en su apoyo el 3 de noviembre, se convirtieron en enfrentamientos: fue el comienzo de la revolución.

Poco después, los trabajadores y soldados establecieron sus consejos autónomos y tomaron el control de la ciudad. La revolución se extendió rápidamente desde Kiel, ubicada en el extremo norte del país, a otras ciudades del norte como Lübeck, Bremen y Hamburgo al día siguiente. Un día después, estaba llegando a Leipzig en el este, Colonia en el oeste y Múnich en el sur. Se establecieron consejos de obreros y soldados en todas partes.

Una huelga general fue convocada el 9 de noviembre en Berlín, exigiendo el fin de la dictadura militar y el gobierno. En realidad trajo el fin de la monarquía. Ese día, cientos de miles de trabajadores en Berlín gritando consignas como "Unidad", "Ley y libertad" y "¡Hermanos, no disparen!" inundaron el centro de la ciudad con pancartas y carteles. Los soldados se unieron a las protestas o permanecieron neutrales. Tres trabajadores perdieron la vida cuando los oficiales ordenaron un tiroteo masivo. Pero Berlín pronto estuvo bajo el control de obreros y soldados revolucionarios.

La desesperación dominaba el campo opuesto. El príncipe Max von Baden nombró canciller al líder del MSPD Ebert, sin siquiera esperar la respuesta del Kaiser. El Kaiser estaba en realidad en algún lugar de Bélgica en ese momento. El principal temor de Ebert y de los capitalistas era que se estuviera produciendo una revolución socialista. Ebert trató de convencer al Kaiser para que se retirara, y sus palabras exactas expresan este temor: "Si el Kaiser no abdica, la revolución social es inevitable. Pero no lo quiero, de hecho lo odio como un pecado".


Soldados y civiles probablemente espartaquistas en las calles de Berlín, noviembre 1918

En la misma fecha de la huelga, el 9 de noviembre, Scheidemann proclamó espontáneamente la República, mientras se dirigía a las masas protestantes desde el balcón del edificio del parlamento. Unas horas más tarde, Karl Liebknecht proclamó la República Socialista Libre de Alemania, declarando explícitamente que la tarea aún no se había cumplido y que era necesario formar un gobierno de trabajadores y soldados.

Doble poder

De hecho, la revolución aún no estaba completa; El país se encontraba en una situación de doble poder, donde tanto la vieja máquina estatal como los cuerpos de poder de los trabajadores funcionaban en paralelo.

Como resultado, el poder de los trabajadores no era estable. Las fuerzas burguesas estaban trabajando duro para evitar que las fuerzas de la clase obrera pudieran gobernar. Intentaron socavar los consejos y establecer un sistema parlamentario burgués. Al mismo tiempo, Ebert elaboró un acuerdo secreto con el Comando Supremo del Ejército para la acción conjunta contra los revolucionarios. Se conoció como el Pacto Eber-Groener.

Durante las semanas de doble poder, la autoridad de los consejos obrero-soldado fue socavada. El movimiento decisivo de Ebert fue en el primer Congreso General de Consejos (Richsraetekongreß) del 16 al 24 de diciembre. De los 492 delegados en este importante Congreso, solo 179 eran trabajadores; El resto eran intelectuales, trabajadores por cuenta propia, dirigentes sindicales y de partidos. El 75% de los delegados eran miembros o aliados del MSPD; del 25% restante de los delegados del USPD, solo 10 eran espartaquistas.

La cuestión principal a decidir por el Congreso era si el nuevo estado sería una democracia soviética (consejo) o parlamentaria. La propuesta del USPD para una democracia de consejo fue rechazada por 344 votos contra 98. Los delegados también transfirieron sus poderes al Consejo de Diputados del Pueblo, de manera que los consejos obrero-soldados concedieron su propio poder a este Consejo.


KPD y el levantamiento de enero

Debido a la postura indecisa del USPD en el congreso, los espartaquistas abandonaron el partido. El 1 de enero de 1919, fundaron el Partido Comunista de Alemania, KPD, junto con el IKD (Internationale Kommunisten Deutschland)


Por otro lado, las fuerzas burguesas lanzaron campañas de odio contra líderes revolucionarios como Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. El gobierno estaba buscando una oportunidad para eliminar a Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, y así aplastar la revolución.

El 4 de enero de 1919, el gobierno despidió al miembro del USPD Emil Eichhorn, que era el jefe de policía de Berlín. Esto desencadenó automáticamente disturbios y estalló una segunda ola de revoluciones. Las protestas se convirtieron en un levantamiento armado.

Gustav Noske, del MSPD, que fue nombrado comandante en jefe el 6 de enero, trajo a Berlín a los Freikorps: estos eran grupos armados voluntarios, en su mayoría soldados reaccionarios desmovilizados del antiguo régimen, muchos de los cuales se unieron a los nazis más tarde. Habían sido asignados para mantener la seguridad y el orden desde diciembre. El Levantamiento de enero fue ahogado en sangre por los Freikorps. Se informó que 156 personas perdieron la vida, pero el número en realidad fue mayor.

El 15 de enero, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht fueron secuestrados por soldados y llevados a la habitación del capitán Waldemar Pabst en el Hotel Eden, que se había convertido en un centro de operaciones. Poco después, los dos líderes revolucionarios fueron asesinados, después de haber sido torturados. Pabst más tarde se jactó de que había cometido los asesinatos con la aprobación de Noske, aparentemente Ebert estaba en el fondo.


Un grupo de revolucionarios armados en la calle. Berlín, 1918-1919. Colección de fotos Imperial War Museums, Reino Unido

En las semanas siguientes, todos los consejos obrero-soldados revolucionarios en otras ciudades fueron desmantelados por los Freikorps. El último en caer fue la República del Consejo de Múnich en mayo de 1919. El líder comunista Eugen Leviné fue ejecutado. Sin embargo, el acto final de la primera fase de la Revolución alemana fueron los asesinatos de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. Una segunda parte de la revolución alemana seguiría en 1920.


Conclusión

La Revolución Alemana de Noviembre fue un episodio decisivo para la revolución mundial. Fue apoyado por los trabajadores y soldados de la base del SPD, el partido más grande de la clase obrera, pero fue reprimido por la traición de la dirección del SPD.


La represión de la Revolución Alemana en realidad significó que la última esperanza para que la revolución rusa escapara de su aislamiento se perdió. Como resultado, la República Soviética se quedó sola, lo que a su vez creó las condiciones que dieron origen al estalinismo. Teniendo en cuenta el papel negativo decisivo que el estalinismo jugó para la revolución mundial, especialmente en la década de 1930 y más tarde, se puede considerar que la derrota de la Revolución alemana determinó el curso de la historia. Los siguientes episodios de este curso fueron el ascenso del fascismo y el mayor desastre de la historia, la Segunda Guerra Mundial.

Un factor importante para la derrota de la Revolución alemana fue la traición de los líderes del Partido Socialdemócrata. Lo que parecían problemas políticos "menores" dentro del movimiento de izquierda, llevaron a la aceptación de la forma capitalista de hacer política, lo que a su vez condujo al aplastamiento de la revolución. Esto, combinado con la ausencia de un partido con una organización apretada y una estrategia y un programa claros, similares a los bolcheviques en la revolución rusa, condujo al desastre. 

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