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20 agosto 2020

El oro de Yamashita, "Lis de Oro", "Lila Dorada". ¿Leyenda o verdad? (II)




Breve nota de introducción

En la entrega anterior hemos recalcado que la búsqueda del supuesto tesoro de Yamashita deberá mantenerse como leyenda, en el mejor de los casos, como una hipótesis. 
Existe mucha gente "experta" en esas teorías; y otras, por supuesto, que no conocen nada de estos "misterios" sin resolver. Es necesario -debido al interés por el tema- revisar como un hecho real se convirtió en leyenda. La página web "COL2.COM" tiene una destacada reseña sobre ello, ayuda con los antecedentes y la creación del presente "misterio", a pesar de que también es víctima (engaño) de los clásicos bulos. 

En las siguientes entregas abordaremos otras dos posiciones distintas, llenas de polémica (y algunas falsedades descubiertas), sobre todo, se analizará más cuestiones de carácter histórico que leyendas urbanas, así como las correspondientes notas explicativas sobre algunos datos falsos que han sido divulgados, ya sea por sensacionalismo o por bulos que tomaron desprevenidos a más de un serio investigador, siendo necesario señalarlo. 

Hecha la aclaración, me decanto por reproducir el siguiente artículo que viene acompañado de material fotográfico y mapas de calidad, un buen resumen de la siempre emocionante trama sobre el "Lirio Dorado", "Flor de Lis", "Lila Dorada", en japonés se identifica como "Kin No Yuri", que no solo sería una misión especial durante la guerra, sino también una supuesta organización, algunos hablan de una "sociedad secreta" japonesa originada en la misma casa imperial.... El  tema ha trascendido hasta al presente, de ahí su interés. 

t.a.


EL ORO DE YAMASHITA Y LA SOCIEDAD SECRETA DEL LIRIO DORADO

Nota del editor del blog: Si el lector se percata y recuerda el artículo anterior, la siguiente entrega presenta esta fotografía como portada. Sí, se trata de la portada de la increíble historia del tesoro de "Lila Dorada", titulado "Gold Warriors" de Sterling y Peggy Seagrave. Dado que el autor no enuncia las fuentes de consulta, tampoco es difícil intuir que la portada obedece a la fuente básica de casi toda la literatura existente sobre el tema. 


por Col2

El botín de guerra expoliado por Japón durante la Segunda Guerra Mundial, podría seguir oculto en Filipinas

Al igual que el Reich alemán hizo en Europa, durante la segunda guerra mundial, las fuerzas imperiales japonesas se dedicaron a expoliar todo el oro, metales, piedras preciosas, obras de arte y otros objetos de valor que pudieron encontrar en los territorios ocupados.

Todo este botín de guerra robado, desapareció misteriosamente en 1943, momento en el que se le pierde la pista. Una de las teorías sobre su ubicación final, se conoce como la leyenda del “oro de Yamashita”, en referencia al general japonés Tomoyuki Yamashita, “El Tigre de Malasia”, quien asumió el mando de las fuerzas de ocupación japonesas en Filipinas en 1944.

Según esta teoría, todo el material incautado en el sudeste asiático, fue llevado a Filipinas en 1944 y enterrado o escondido en galerías subterráneas construidas por el general Yamashita, tras recibir la orden de una organización secreta llamada el “Lirio Dorado”, que se dedicó a organizar y dirigir el expolio.

El “oro de Yamashita” atrae todos los años a una gran cantidad de buscadores de tesoros a Filipinas, tantos que se ha generado toda una industria paralela. Ahora bien ¿qué tiene de cierto esta legenda?

¿De cuánta cantidad de oro estamos hablando?

Si la cifra oficial de las reservas mundiales de oro a la fecha de este artículo son 190.200 toneladas métricas de oro (2019), se estima que el metal expoliado por los japoneses podría alcanzar las 280.000 toneladas.

Para comprender la cantidad de material incautado, hay que tener en cuenta que el conflicto en el Pacífico se había iniciado una década antes de la segunda guerra mundial.

Japón había invadido la Manchuria China en 1931, prosiguiendo con la ocupación en la 2ª Guerra Sino-Japonesa en 1937. El ataque a Pearl Harbor en diciembre de 1941 marcaba la fecha oficial en la que estallaba lo que se llama la Guerra del Pacífico.


Área de máxima extensión del Imperio Japonés. Todo lo que queda dentro del círculo rojo, fue expoliado sistemáticamente. Por ejemplo, en Nanking se produjo la masacre de 1937, en la que se asesinaron 300.000 civiles pero también se produjo un intensivo saqueo en el que los japoneses se llevaron todo; oro, comida, materias primas, vaciaron todas las tiendas y todo lo que tuviese valor en viviendas particulares.

Para 1943, el imperio japonés había ocupado todo el norte de China hasta la frontera con la Unión Soviética y Mongolia, toda la costa este china, Corea, Taiwan, todo el sureste asiático hasta la frontera con India, incluyendo la Indochina francesa, Tailandia, Birmania, todas las islas que hay debajo hasta Australia, Filipinas, Malasia y las Indias Orientales Neerlandesas, Nueva Guinea, junto a otras islas estratégicas al este de Japón.

Para sufragar el esfuerzo de guerra, toda esta vasta extensión territorial fue expoliada sistemáticamente por las fuerzas imperiales bajo la dirección de una organización secreta llamada “Kin no yuri – El Lirio Dorado”, creada por órdenes del emperador Hirohito, quien nombró a su hermano pequeño, el príncipe Yasuhito Chichibu, como director de operaciones.


A la izquierda, el príncipe Yasuhito Chichibu, hermano pequeño del emperador Hirohito, supuesto fundador de la organización secreta “Kin no yuri – El Lirio Dorado” por encargo de su hermano. A la derecha, el príncipe Tsuneyoshi Takeda, primo de Hirohito, sería el director ejecutivo de la organización. Durante la segunda guerra mundial, Takeda visitó personalmente casi todos los países que fueron expoliados; China, Hong Kong, Vietnam, Laos, Camboya, Birmania, Malasia, Singapur, Sumatra, Java, Borneo y Filipinas.

En lo referente al botín de guerra extraído del sudeste asiático, se sabe que la mayor concentración se produjo en el puerto de Singapur en 1943 pero en este año se le pierde la pista.


La leyenda del oro de Yamashita

Una de las teorías es que todo el botín de guerra del sudeste asiático fue transportado por vía marítima para ser ocultado en Filipinas, ya que en 1943, el imperio nipón no barajaba la posibilidad de que estas islas fueran recuperadas por el bando aliado.

El 10 de octubre de 1944, el general Tomoyuki Yamashita asumió el mando de las fuerzas de ocupación japonesas en Filipinas, con un total de 262.000 efectivos.


El general Tomoyuki Yamashita llega a Filipinas en 1944 para tomar el mando de las fuerzas de ocupación japonesas.

Yamashita tomó posiciones defensivas con la mayor parte de este ejército, 152.000 soldados, en Luzón, una zona muy montañosa en el norte de las islas. Diez días después, el 20 de octubre, el general MacArthur desembarcaba junto al 6º ejército estadounidense, en Palo, Leyte, en la costa este, en la zona central de las islas. Los desembarcos en Luzón comenzaron el 15 de diciembre.

Según la leyenda del oro, el Lirio Dorado ordenaría al general Yamashita esconder el botín de guerra en las montañas de Luzón ya que a finales de 1944 había dejado de ser seguro intentar transportarlo por vía marítima hasta Japón a causa de los ataques enemigos.

El general MacArthur desembarcaba junto al 6º ejército estadounidense, en Palo, Leyte, el 20 de octubre de 1944, a las 13:30. Minutos después anunciaría en su discurso de regreso; “People of the Philippines, I’m back! – Pueblo de Filipinas, he vuelto!”.

Al parecer Yamashita cumplió la orden, excavando una red de túneles y fosos empleando prisioneros de guerra, en los cuales ocultó el oro.

Los días 6 y 9 de agosto de 1945, se lanzaron las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, provocando que el emperador Hirohito anunciase por radio la rendición de Japón y llamase al alto el fuego de todo el ejército imperial el 15 de agosto.

Sin embargo, el fin de la guerra del Pacífico no fue tan simple. No todas las tropas japonesas quisieron o pudieron rendirse.


El general Tomoyuki Yamashita observando la situación del frente, desde las montañas de Luzón.

Uno de los que tardaron en entregar las armas fue el General Yamashita en Luzón. Junto a los efectivos que quedaban, unos 50.000, se apostó en los túneles que había creado en las montañas de Kiangan, empleando tácticas de guerrilla para ralentizar el control total del norte de Filipinas por parte del 6º ejército estadounidense.

Se ha especulado que durante este tiempo, Yamashita estuvo finalizando las operaciones de ocultación del botín de guerra expoliado en un total de 175 túneles, protegidos con todo tipo de trampas, tanto explosivas, como de gas o sistemas de inundación.

Cuando concluyó las tareas, ordenó eliminar a todos los testigos, volar las entradas de los túneles y emergió de las montañas el 2 de septiembre para entregarse, justo el mismo día que el ministro de exteriores Mamoru Shigemitsu firmaba la rendición oficial de Japón a bordo del acorazado USS Missouri.


El general Tomoyuki Yamashita emerge de la montaña el 2 de septiembre de 1944 para entregarse, en un punto del mapa que se supone estaría alejado de los túneles donde escondió el botín de guerra. Cuando corrió la noticia de su rendición, la población filipina intentó lincharlo.

Yamashita fue juzgado y sentenciado el 7 de diciembre de 1945 como responsable último de los crímenes de guerra y atrocidades cometidas durante la campaña de Filipinas. El 23 de febrero de 1946 fue ahorcado en una prisión al sur de Manila.

El oro nunca llegó ha aparecer aunque ha sido objeto de alguna constante búsqueda por parte de cazadores de tesoros desde prácticamente la conclusión de la segunda guerra mundial.

La historia del oro de Yamashita tiene unas cuantas pegas.
Toda esta historia tiene numerosas pegas que le restan credibilidad. Para empezar, no hay pruebas de la existencia del "Lirio Dorado", ni que el botín de guerra expoliado en el sudeste asiático llegase nunca a Filipinas.

Desde un punto de vista puramente logístico, no tendría sentido trasladar oro que estuviese ubicado en Asia continental hasta las Filipinas, dado que en 1943 y 1944, el mar del sur de China registraba ya demasiada actividad enemiga como para arriesgar que un buque cargado de metales preciosos hasta la bandera, fuese hundido.


Mapa del trayecto que habría seguido el botín de guerra robado por los japoneses hasta Filipinas. La gran pega es que en 1943 y 1944, esas rutas marítimas ya no eran seguras para los barcos nipones.

La ruta más resguardada para llevarlo a Japón, hubiera sido por la costa este de China, ya fuese por tierra o mar, protegiéndose en puertos ocupados como Macao, Hong Kong, Shanghai, hasta llegar a Corea o Taiwán.

La red de túneles, aunque no se han encontrado, es posible que exista ya que los japoneses emplearon esta estrategia para defender otras islas como Iwo Jima. Hubo testigos que vieron como los nipones subían a la montaña con prisioneros y como requisaban material de construcción en los pueblos cercanos.

Otra de las grandes pegas es que en más de medio siglo de intensa búsqueda, no se ha logrado encontrar más que una ínfima parte del supuesto tesoro, insuficiente como para probar que el grueso del botín de guerra esté realmente en Filipinas.

El Buda de Oro de Rogelio Roxas
El único oro que se ha logrado recuperar, de forma "confirmada", fue encontrado por el buscador de tesoros filipino Rogelio Roxas, en un rocambolesco episodio demasiado bueno como para no ser parte de una película.

En 1961, Rogelio Roxas trabajaba en una cerrajería en la ciudad de Baguio, al oeste de Luzón. Según relató, un turista japonés que pasaba por delante de la tienda, se empezó a encontrar mal, Roxas salió a ver qué pasaba y lo llevó al hospital de Baguio.

Aquel hombre resultó ser el hijo de un soldado japonés que había estado desplegado en Filipinas. En agradecimiento a Roxas, le dibujó un mapa para encontrar el oro o parte del tesoro de Yamashita.


A la derecha, Rogelio Roxas fotografiado con el buda de oro que acababa de recuperar en 1971. A la izquierda, el matrimonio de Ferdinand e lImelda Marcos, cuya riqueza se basaba en apropiarse del hallazgo de Roxas (NdelE. Ninguna de las dos afirmaciones han sido comprobadas)

Buscando ayuda para interpretar el mapa, se entrevistó con un segundo individuo, que decía haber sido el intérprete de Yamashita durante la ocupación de Filipinas. Este hombre le indicó la ubicación de un sótano en terrenos del hospital general de Baguio, donde el ejército nipón había almacenado un buda de oro y lingotes de metales preciosos.

En enero de 1971, Roxas, tras haber formado un grupo de búsqueda y trabajar siete meses excavando, logró localizar un túnel, donde dijo haber encontrado el esqueleto de un soldado imperial nipón uniformado, katanas, bayonetas y radios.

En una sala anexa que estaba sellada, encontró un buda de oro de un metro de altura, hueco, relleno con diamantes sin cortar y numerosas cajas rellenas de lingotes de oro. Tras el descubrimiento, Roxas se llevó el buda y una de las cajas con 24 lingotes, sellando de nuevo el sótano por seguridad (NdelE. Otras versiones afirman que solo se llevó el Buda, que actuó solo y que el túnel se derrumbó).

Mientras buscaba compradores para el buda, tras haber vendido siete lingotes de oro, llamó demasiado la atención. La policía secreta del dictador Ferdinand Marcos se presentó en su casa, incautó el buda y los lingotes restantes, arrestaron a Roxas, lo encarcelaron y torturaron durante un año para que revelase la localización de la sala.


Un buda de oro y lingotes (NdelE. fotografías solo como ilustración) como los que habrían expoliado en masa el ejército imperial japonés. Intentar colocar una pieza semajante en el mercado, como intentó Roxas, llamaría mucho la atención.

Roxas no habló pero un miembro de su equipo, Olimpio Magbanua, al que torturaron arrancándole los dientes con unos alicates, confesó y se cree que los secuaces de Marcos lograrían recuperar 10.000 lingotes durante el siguiente año.

Hoy en día se diría que a esta historia le faltan aliens pero algo tiene de cierto ya que después de que Roxas muriera en 1993 – en extrañas circunstancias – sus herederos montaron una sociedad para demandar al matrimonio de Ferdinand e Imelda Marcos por el robo del buda.

Cuando la dictadura filipina terminó, la pareja se trasladó a Hawai. En 1996, un tribunal de Honolulu aceptó la demanda a trámite y condenó a Imelda Marcos (Ferdinand había muerto en 1989) a pagar una indemnización de 22 billones de dólares por el robo del buda y los lingotes.

El Tribunal Superior de Hawai ratificó en la sentencia que había pruebas fehacientes de la existencia del buda y los lingotes pero no se investigó si tenía relación con el llamado “oro de Yamashita”.

NOTA DEL EDITOR: Respecto a estos dos últimos párrafos, nos encontramos con una notable desinformación, un bulo, como suele decirse. Probablemente el autor de estas líneas las habrá tomado de la obra de referencia que aparece como portada de su artículo. Veamos las explicaciones.
- No solo los herederos de Roxas entablaron demandas contra los Marcos. Fue la República de Filipinas a través de tribunales anticorrupción, la Comisión Presidencial del Buen Gobierno, fiscales y otras unidades judiciales, así como asociaciones de víctimas, las que reclamaron la inmensa fortuna de los Marcos obtenida por un programa sistemático de robo y desvio de fondos públicos creando diferentes empresas fantasma y cuentas en el exterior. Se calcula en 10.000.000.000 de dólares el monto del monumental atraco.
- Es falso que un tribunal de Honolulu - Hawai (jurisdicción de los Estados Unidos de América) condenara a Imelda Marcos (su marido había fallecido en 1989) a pagar una indemnización de "22 billones de dólares" por el robo del buda y los lingotes y también es falso que el Tribunal Superior de Hawai ratificara esa sentencia ya "que había pruebas fehacientes de la existencia del buda y los lingotes pero no se investigó si tenía relación con el llamado oro de Yamashita”, tal como reza en el artículo, esa "información" es FALSA.
- He aquí la explicación
El Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Hawai, en febrero de 1995, falló a favor  de 9.539 víctimas de la "Ley Marcial", una demanda colectiva en la que se pedía a los Marcos una indemnización por daños o reparaciones por violaciones a los derechos humanos. El tribunal ordenó que debía pagarse $ 1.960 millones a los demandantes. La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de EE. UU, en 1996, respaldó la decisión de la corte de Hawai.
Sin embargo, en casa, el fallo de Hawai no se cumplió. En 1998, un tribunal de primera instancia de Makati desestimó inicialmente el fallo por no haber pagado los peticionarios la tasa de presentación correcta. La Corte Suprema en 2005 anuló el fallo y reinstaló el caso. El tribunal de Makati desestimó el caso por segunda vez en 2013, señalando que el tribunal de Hawai  "no tenía jurisdicción sobre el reclamo".
Los demandantes plantearon su caso al Tribunal de Apelaciones (CA), pero también perdieron allí en julio de 2017 cuando el CA confirmó la decisión del tribunal de Makati. El CA estima que el fallo de la corte de Hawai "no es vinculante" para Filipinas y que no cumple con los estándares filipinos de un juicio válido. El CA reiteró su fallo  en enero de 2018 (Las víctimas de la Ley Marcial siguen buscando la aplicación del fallo de Hawai a través de la Corte Suprema reclamando los casi dos mil millones en indemnizaciones).
- ¿Qué tiene de importante estos datos? De forma contundente se desenmascara parte de la leyenda del "oro de Yamashita", la historia de Roxas y otros. El fallo del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Hawai NO trata de indemnizaciones a los Roxas, ni tiene nada que ver con el supuesto "oro de Lila Dorada", no se trató del "robo de buda", ni de ningún lingote de oro. El caso judicial se planteó contra la LEY MARCIAL dictada por Ferdinand Marcos, los demandantes fueron las víctimas de violaciones a los derechos humanos (y esto es de dominio público por lo que no haré más aclaraciones, solo advertir que hasta estas fechas se siguen los procesos contra Imelda Marcos, la última decisión fue del actual presidente filipino Rodrigo Duterte para que el gobierno subaste 704 millones de dólares en joyas de la ex primera dama).


No obstante, la propia Imelda Marcos se jactaba, en 1992, que el grueso de la fortuna de su marido Ferdinand procedía del oro escondido por Yamashita. No quedó claro si se refería al buda y los lingotes que supuestamente robaron a Roxas o a otra parte del botín de guerra.

Teorías de la Conspiración

El oro de Yamashita no está exento de unas cuantas teorías de la conspiración. La que más sentido puede tener, apunta a que tras la rendición incondicional, Japón y Estados Unidos negociasen repartirse el botín de guerra expoliado.

Según el libro “Gold Warriors" (Guerreros del oro) de Sterling y Peggy Seagrave, dos de los grandes defensores de la existencia del tesoro filipino, los estadounidenses encontraron el oro después de que un capitán de inteligencia de la OSS -Office of Strategic Services-, Edward Lansdale, aplicase el tercer grado al chofer personal de Yamashita, el mayor (comandante) Kojima Kashii.


El general Tomoyuki Yamashita es recibido por su personal al arribar a Filipinas en 1944.

Este les condujo hasta 12 localizaciones al norte de Manila, repletas de metales y piedras preciosas. Cuando el presidente Harry Truman fue informado, ordenó mantener el hallazgo en secreto.

Al finalizar la segunda guerra mundial, empezó la guerra fría. El principal enemigo de los aliados pasaba a ser la URRS. En China comenzó la revolución comunista (1946-1948), se produjo la división de Corea (1948), la guerra de Indochina (1946-1954) y el efecto dominó del comunismo por el sudeste asiático.

Ocultando el oro expoliado, se evitaba financiar a todos estos países que hubieran tenido derecho a reparaciones de guerra con cargo al botín robado. Japón fue condenado a pagar indemnizaciones a los países que invadió según el tratado de paz firmado en 1951 pero el futuro secretario de estado de Eisenhower, John Foster Dulles, introdujo una cláusula que dejaba al país nipón exentó de indemnizar a las víctimas por crímenes de guerra, al encontrarse “en quiebra”.


Imágenes de la "Batalla de Manila" (3 febrero – 3 marzo 1945). La ciudad quedó devastada y los japoneses mataron a 100.000 civiles.

Una oscura teoría apunta a que la OSS, precursora de la CIA y la misma CIA, financiaron sus operaciones durante la guerra fría, usando parte del oro recuperado en Filipinas, blanqueado a través de varios trusts internacionales como el “Black Eagle Trust”, el “M-Fund” o el “Yotsuya fund”.

El “Black Eagle Trust” se crearía con el oro de Yamashita y el oro incautado al III Reich, de quien tomaría el nombre “Black Eagle”, ya que los lingotes alemanes estaban estampados con el símbolo del águila negra nazi.

Tal vez el reparto del oro con los estadounidenses, fuese el motivo por el cual la casa real japonesa no fuese juzgada por crímenes de guerra y se permitiera a Hirohito seguir en el trono. El propio gobierno japonés al rendirse barajaba una regencia.


Una calle de Manila al finalizar la batalla por la ciudad.

Hubo muchos mandos militares que también se libraron incomprensiblemente de ser juzgados por las atrocidades que habían cometido. Por ejemplo, el Teniente General Shirō Ishii, el Menguele japonés responsable de la Unidad 731 o Nobusuke Kishi, que llegó a ser primer ministro de Japón en la década de 1950. Otros, aun siendo condenados, no recibieron penas capitales.

El botín de guerra oculto puede ser la explicación de la recuperación económica y reconstrucción tan rápida de Japón tras la guerra. En la década de 1960 parecía como si el país nunca hubiese participado en la SGM y en la década de 1970 era una potencia exportadora mundial basada en tecnología punta. En 1976, realizaba el último pago por indemnizaciones de guerra.


Hiroshima en 1958. Hacía 8 años, este mismo sitio estaba completamente escombrado. ¿Tuvo algo que ver el botín de guerra oculto en la recuperación tan rápida de  Japón tras la guerra?

Otra teoría conspiratoria, es que el tesoro de Yamashita, donde quiera que esté, nunca va a aflorar, al menos de golpe, porque la inflación que causaría sobre el precio del oro, arruinaría a muchos inversores, entre los que hay intereses muy poderosos. Estaríamos hablando de una cantidad que casi duplica las reservas mundiales conocidas.

Según esta teoría, que no está nada desencaminada, las caídas del precio del oro son movimientos controlados que se realizan sacando al mercado mucho metal precioso de golpe, lo que puede provocar un caos financiero.

LA X MARCA EL LUGAR
Junto a teorías de la conspiración, el oro de Yamashita está acompañado de un folclore bastante inusual en el mundo de los caza-tesoros.

Una regla entre los buscadores, que incluso el propio Indiana Jones enseñaba en sus clases, es que nunca hay una “X” marcando el lugar donde hay un tesoro enterrado.


Supuestos códigos empleados por el General Yamashita para marcar la ubicación de tesoros ocultos, túneles y trampas. Como está muestra, se puede descargar un libro de 49 páginas en la web de la Asociación de Cazadores de Tesoros de Filipinas, eatc.com.

En el caso del oro de Yamashita es todo lo contrario. Los caza-tesoros que acuden a Filipinas, creen que la entrada a los túneles secretos y al oro enterrado, está señalizado con unos marcadores grabados sobre las piedras de las montañas de Luzón.

Estos marcadores siguen varios códigos secretos: el de la organización del Lirio Dorado, el del ejército imperial o el del general Yamashita.

En la web de la Asociación de Cazadores de Tesoros de Filipinas, eatc.com, se pueden descargar PDF con los códigos, que afirman ser copias de documentos originales japoneses. 

Folclore Filipino
En Filipinas, las leyendas sobre fabulosos tesoros enterrados y piedras marcadas con señales, son parte del folclore tradicional.

- Al principio de la era colonial española (1521-1898), se buscaba el tesoro perdido de Limahong, un pirata chino del siglo XVI, del que se contaba que había enterrado sus riquezas robadas en Pangasinan.

- Después se buscaba el tesoro y las reliquias robadas por Francisco Dagohoy durante la rebelión Dagohoy (1744-1828).

- Luego, los depósitos de dólares de plata que se perdieron durante la guerra filipino-estadounidense (1899-1902).

- Tras la SGM, fue el oro de Yamashita. Si preguntas a cualquier filipino, siempre vas a encontrar a alguien que conoce a alguien, o tiene un primo que sabe dónde hay una “X” marcando la situación de algún tesoro enterrado.

La búsqueda del oro de Yamashita trae tal cantidad de caza-tesoros, que se ha generado una industria paralela para darles servicio. El gobierno vende licencias para buscar tesoros, en las tiendas se venden detectores de metales, todo tipo de material de excavación, se ofrece mano de obra, maquinaría, guías, incluso especialistas en desactivar bombas, buceadores profesionales…


Texto original                              Ir a la parte III
Col2

17 agosto 2020

El oro de Yamashita, "Lis de Oro", "Lila Dorada". ¿Leyenda o verdad? (I)




por Tito Andino U.


Desenmarañando el misterio

Aclaración: Esta es la primera entrega de un múltiple reportaje. No es una nueva historia, al contrario, el "secreto" que aquí se revelará es de conocimiento mundial desde varias décadas atrás. Lo que se pretende es separar el mito de la realidad. Por esa razón vamos a iniciar con la hipótesis central del tema. El oro de Yamashita, "Lila Dorada", "Lis de Oro", "El Lirio Dorado" o como queramos denominarlo, es una mezcla de hechos históricos y fábulas urbanas que siguen atrayendo al público en el presente, en especial a los caza-tesoros de todo el mundo.

Luego de repasar uno de los capítulos de la serie documental de "History Channel", "El oro pérdido de la Segunda Guerra Mundial", sobre el oro de Yamashita en Filipinas, tuve la intención de escribir una breve reseña de ese raro episodio de la historia. Como en otras ocasiones, a veces, no es conveniente redundar sobre algo que se ha escrito mucho, aunque sobreabunda los relatos fantasiosos con poco detalle histórico, debido a la escasez de fuentes historiográficas. En búsqueda de esas fuentes nos hemos encontrado con buenos análisis (en inglés), algunos no solo son aceptables resúmenes de los hechos, suelen, y eso es lo importante, dejar establecido que toda esta historia del oro de Yamashita es, en buena parte, una LEYENDA.

Iniciemos, a manera de explicación. 

Es necesario señalar que la historia de "Lila Dorada" la conocí por primera vez por referencias del investigador Daniel Estulin en su antigua página web, luego la presentaría a manera de novela. En "Conspiración Octopus", el referido autor nos brinda una trama novelesca, combinando datos históricos y reseñas míticas del oro expoliado por las tropas japonesas. El autor jura que no es leyenda sino realidad, que ha desarrollado el tema a manera de novela para evitarse problemas legales y por su propia seguridad.

Según Estulin (y la mayoría de autores), de los relatos sobre “Lila Dorada”, tendríamos que deducir que los alemanes que sustrajeron el oro y otras reservas de los bancos centrales de los países ocupados en la segunda guerra mundial (a la que debemos sumar el expolio de la riqueza privada), a pesar de su dimensión, no podría compararse con la magnitud del presunto monto al que ascendería el saqueo japonés. No existe evidencia histórica alguna que solo en Filipinas haya existido más de un millón de toneladas métricas de oro escondidos por los japoneses. Sigue siendo inconcebible hablar de ello, a pesar que se comenta que este supuesto "secreto mundial" se halla desvelado en muchísimas obras literarias, investigaciones, documentales, artículos, etc., siempre bajo la presunción basada en "pruebas documentales", que nunca han sido expuestas o que han sido notoriamente falseadas. Inventarse documentos es más común de lo que se cree, así como truncar fotografías, lamentablemente muchos aspirantes a historiadores las utilizan en algunas obras sensacionalistas y nada históricas.


Foto de carácter ilustrativo


Preguntémonos: ¿Qué valor tendría el oro físico existente, cuando nos dicen que hay muchísimo más oro en el mundo que las cifras de las reservas internacionales? - ¿y el oro que aún queda por explotar?-. Consecuencia lógica sería que el oro, que respalda en muchos lugares la expedición de papel moneda, causaría un colapso financiero global, evidente. Según la novela "Octopus" de Estulin, para ocultar esa "verdad" se le ha dado carácter de “leyenda” al caso “Lila Dorada”.... Conforme la hipótesis, el destino final de esa incalculable riqueza estaría en manos de los verdaderos "señores en las sombras" que controlan el mundo a su antojo.

Como bien se señalará a lo largo de estas líneas. Hay MUCHA GENTE que conoce los "secretos". Sin embargo, la evidencia histórica pone en tela de duda la mayoría de esos relatos. No se niega el expolio japonés a los bienes nacionales de los países invadidos, es lo mismo que hicieron los nazis, que en el fondo viene siendo la misma historia de las guerras a lo largo de los milenios de nuestra humanidad. La LEYENDA es tan interesante que, con periódica frecuencia aparece más literatura sobre "Lila Dorada" y el oro de Yamashita (como los documentales de History Channel, que vienen presentándose desde 2019). 

¿Verdad o mentira? Intentaremos ubicar los hechos en su contexto histórico a través de las investigaciones realizadas. Por lo mismo, sigue siendo una HIPÓTESIS. Para los filipinos esta leyenda es una gran historia que atrae el turismo al país, gracias al arribo de caza-tesoros que mueven no solo la economía local sino que manejan otro tipo de intereses económicos. Me ha gustado una frase que será analizada en otro capítulo: "Todos los años sale alguna novela sobre el oro de Yamashita, se graba un documental, una serie, incluso reality-shows con caza-tesoros".

Una de las razones por la que el "secreto" mejor guardado del mundo sigue siendo "alto secreto", es la increíble historia del tesoro de "Lila Dorada" expuesta en el libro de Sterling y Peggy Seagrave "Gold Warriors'. America´s secret recovery of Yamashita´s gold" (Guerreros del Oro. La recuperación secreta de Estados Unidos del oro de Yamashita) un genial argumento para una grandiosa producción cinematográfica, a las que nos acostumbró Hollywood; y, claro, el popular e-book descargable en internet de David Guyatt "The Secret Gold Treaty". (El Tratado del Oro Secreto), en algunas webs con el subtítulo "The Truth Bihind WWII. Gold, Nazi Plunder & Elite Plans To control our financial future".




¿El "lirio dorado", "lis de oro", o "lila dorada", es una leyenda?

Ya que aquí solo se plantea hipótesis, el subtítulo es el apropiado a manera de pregunta. Debemos comenzar con más preguntas y, lamentablemente, con menos respuestas. 

- ¿Puede ser creíble que inmensas cantidades de oro hayan permanecido desconocidas durante tanto tiempo? 
- ¿Sería una "incompetencia" total de las potencias imperialistas europeas que mantuvieron bajo el régimen colonial, casi esclavista, a gran parte del sudeste asiático, el hecho de que no hayan hallado indicios de la existencia de centenares de miles de toneladas de oro?
- ¿Cuánta realidad hay en la historia del oro de Yamashita y dónde se encuentra el resto de la riqueza saqueada por Japón?
- ¿Existió de verdad "Lila Dorada" tanto como tesoro y como una "sociedad secreta" creada por el emperador japonés?
- ¿Podrían realmente los japoneses transportar tanto oro a las Filipinas en medio de un conflicto mundial en que el mar era el escenario del teatro de operaciones?
- ¿Y, por qué no mejor trasportar todo el tesoro al propio Japón?. A pesar de la guerra y los bombardeos, el territorio japonés fue intocable aún después de su final apocalíptico (el mar seguía, relativamente, siendo seguro para el Imperio en 1942).
- ¿Cayó en manos del gobierno estadounidense el mayor tesoro del mundo tras la segunda guerra mundial?
- ¿Es posible que ese tesoro en manos de los Estados Unidos haya servido como un inmenso fondo para presupuestos negros a lo largo y ancho del mundo?
- ¿Está aún parte de esa riqueza enterrada en Filipinas?
- O se ha vendido al mundo una gigantesca patraña, siendo uno más de los tantos mitos y leyendas que surguen periódicamente? 

Confirmado. La Inteligencia estadounidense estaba al corriente del saqueo japonés, la imagen del expolio sistemático de las tropas japonesas en el sudeste asiático mucho antes de entrar en conflicto con los Estados Unidos ya fue observado y serían reportados en varios informes de los Aliados. La lucha por capturar ese tesoro, aparentemente, era "un juego limpio", al igual que el oro robado por los nazis en Europa. 

Es lógico. El oro asiático rara vez se había contabilizado en las finanzas internacionales. La guerra "anticomunista" era una motivación para encontrar el botín, había que evitar que cayera bajo control de fuerzas comunistas. La idea de utilizar ese botín de guerra para financiar operaciones secretas anti-comunistas en la posguerra habría sido discutido por el gobierno de los Estados Unidos, a más tardar en 1944. 


Teniente General del Ejército Imperial Japonés, Tomoyuki Yamashita.


El Teniente General japonés, Tomoyuki Yamashita, fue juzgado por crímenes de guerra con excesiva prisa. Se ha puesto en duda que haya sido torturado (al menos en el tiempo que duró su procesamiento), observadores internacionales y la prensa lo habrían notado; obtener información sobre lugares de enterramiento del oro sería imposible. No obstante la OSS y otros "especialistas" si que se ensañaron con los allegados del capturado general, incluido su conductor personal. Corre otra versión de que los militares estadounidenses torturaron a Yamashita hasta casi matarlo, aun así se llevó el secreto a la tumba al ser ejecutado en febrero de 1946. Otros afirman que el general si delató la ubicación del secreto de los tesoros y que algunos generales estadounidenses de alto rango, supuestamente, se llevaron los tesoros en secreto para sus propios propósitos de guerra (contra el "comunismo"). 

No se duda que bajo tortura algunos japoneses revelaran varias ubicaciones de bóvedas construidas en áreas circundantes a Manila, en especial en la zona norte. Se habla de al menos 12 lugares, se dice que al menos en una de ellas se encontró filas de lingotes de oro, una gran cantidad de platino, cerámicas llenas de joyas y diamantes, budas de oro macizo y obras de arte invaluables.

Por tanto, los estadounidenses pudieron haber rescatado (¿robado?) parte o todo el oro que los japoneses escondieron en las Filipinas y que pertenecían a varias naciones, sin devolverlo a sus reales propietarios. 



El General Yamashita, luego de haber escuchado el veredicto final, sentencia: pena de muerte. Diciembre 1945.


Bien. Desde aquí, los datos comienzan a ser difícilmente contrastados. Se dice que los atónitos estadounidenses informaron del hallazgo al general MacArthur y viajaron a Washington para informar al presidente Truman. Se habría tomado la decisión trascendental de que el botín tendría que permanecer en secreto, ya que repatriarlo tenía sus riesgos y, sobre todo, varios países en los que había sido robado estaban controlados ese momento por movimientos comunistas.

- Vale recordar que el oro y las riquezas robadas por los nazis en Europa, en su gran mayoría, fueron repatriados y devueltos a los bancos centrales de los países europeos. Está por demás señalar que otra cantidad de oro se perdió irreparablemente, ya sea por robo directo de las tropas, sean alemanas y aliadas; o, hasta podría haber casos de botines escondidos y no encontrados (también en suelo europeo existen historias de tesoros de los nazis).

- Un factor económico también pudo haber jugado su rol, para no revelar la presunta existencia de grandes cantidades de metales preciosos. El precio del oro bien pudiera haber caido en picada, las monedas del mundo vinculadas al patrón oro colapsarían. Se dice que Truman temió un colapso económico global.

- La mayoría de investigadores se decantan por la tesis de que esas enormes sumas de dinero que generaría el tesoro de "Lila Dorada" otorgaron a los Estados Unidos un increíble poder en la "Guerra Fría". Habría un fondo encubierto e ilimitado con el cual pueden manipular gobiernos en el mundo, comprar elecciones, financiar operaciones ilegales, todo con un solo objetivo: Evitar el comunismo ! (la obsesión anti-comunista rayaba en la paranoia en los años de la guerra fría).

- Se especula que el legendario tesoro de "Lila Dorada" sirvió para la operatividad de los llamados "presupuestos negros", es decir, el gasto no pagado con impuestos o ingresos gubernamentales normales. Algunas fuentes como Wikileaks estiman en 52 mil millones de dólares anuales el 'presupuesto negro' de los organismos de seguridad y servicios secretos de los Estados Unidos. Una cifra que casi triplica el presupuesto de la NASA de 2014 (18 mil millones de dólares). A ello sumemos los gastos de las fuerzas armadas estadounidense en investigación de tecnología ultrasecreta con presupuestos negros; algunos entendidos señalan la existencia de más de 150 programas secretos del Pentágono, desconocidos por la Casa Blanca, sin que se pueda determinar cuál es la fuente de ese gasto en manos de contratistas privados. 

- Entonces, puede ser probable que en la inmediata posguerra, los estadounidenses se esforzaran para recuperar cientos de millones de dólares en tesoros de los túneles de Filipinas, mismos que habrían sido depositados bajo el mayor secreto en más de 170 bancos alrededor del mundo, si hemos de creer a ciertos autores. Las cifras del oro recuperado siguen siendo especulativas, esa es la parte de la leyenda, así como que podrían existir otros tesoros enterrados de valor desconocido.



Esta extraña fotografía suele ser considerada como la prueba del hallazgo del oro de Yamashita en Filipinas. Es raro que dada su trascendencia haya tenido poca difusión, tampoco existe otro material gráfico disponible (salvo burdas falsificaciones); al contrario sobre el oro nazi recuperado en Europa existen centenares de fotografías disponibles. Se dice que la foto de arriba fue tomada en Manila, otras escasas fuentes le atribuyen a Indonesia. En fin, es difícil identificar a los hombres uniformados.

- Se dice que estos presuntos fondos negros que habrían originado el tesoro de "Lila Dorada" se han administrado desde entonces de diferentes formas. Suele hablarse de: El Fondo M, el Fondo Yotsuya y el Fondo Black Eagle Trust, que se utilizarían para sobornar, subvertir y manipular a los gobiernos en favor de los intereses estadounidenses.

- Pero, ello habría requerido complicidades y encubrimiento de los mismos japoneses. La riqueza saqueada, presuntivamente, ya en manos de los estadounidenses, desaparecería sin dejar rastro, se habrían comprometido para que Japón no tuviera que pagar ninguna reparación de guerra a los países saqueados.

Sobre esta última hipótesis observemos algunos detalles:

- Los estadounidenses asumieron después de la guerra el manejo de la reconstrucción de Japón, una nación arruinada física y económicamente.

- El contraste, entre el Japón y Alemania de la posguerra es visible. Los Aliados se empeñaron en una campaña de desnazificación en Alemania, desclasificaron los registros que detallaban los crímenes de guerra nazis. Los gobiernos alemanes reconocieron su responsabilidad por los crímenes del nazismo y han debido pagar desde entonces algo más de 45 mil millones de dólares en reparaciones a las víctimas; los pagos siguen vigentes hasta el día de hoy.

- En Japón la historia es muy diferente. Los gobiernos de posguerra tan solo han pagado tres mil millones a las víctimas de las atrocidades japonesas. Revelador es que esa cifra queda eclipsada por la cifra que Japón ha pagado como compensación a los responsables de los crímenes. El ocupado Japón de posguerra apenas condenó a un puñado de grotescos criminales. Asombrosamente otros se reintegraron a sus funciones como administradores del país (desde 1951 sucedió lo mismo en Alemania, los asesinos de despacho recobraron su libertad y se conviertieron en administradores de la nueva Alemania). Si hemos de creer la historia del oro saqueado por "Lila Dorada", la familia real japonesa, debe ser considerada como la patrocinadora del expolio, sin embargo, aparece como una víctima.

- Fueron los Estados Unidos quienes negaron la posibilidad de que se entablen reparaciones de guerra contra Japón (aduciendo que la nación estaba en quiebra). Un Tratado de 1951, volvía a colocar una cláusula eximiendo a Japón y sus corporaciones asumir el pago de indemnizaciones a las víctimas de sus atrocidades. La famosa cláusula sigue vigente en nuestros días para negar a las víctimas que siguen buscando justicia. Entonces, ¿dónde queda el boom económico que gozó Japón en el período de la posguerra, transformándose en una de las mayores economías del mundo?, ¿Sólo con el trabajo de su gente? Las preguntas son plenamente válidas, las respuestas no suelen ser satisfactorias.



Fotografía de carácter ilustrativo


La X no siempre marca el sitio del tesoro

Este es un subtítulo con el que me encuentro muy a menudo en la investigación, por lo que todo parece derivar de una sola fuente madre (generalmente los libros arriba señalados). Así que también nos "apropiamos" del subtítulo.

Veamos. De una u otra forma, todas las versiones del tesoro han cumplido una finalidad. En lo histórico, cuando los británico-estadounidenses avanzaron en el Pacífico, los japoneses habrán dejado de transportar cargamentos de oro al Japón, no tendrían otra opción. Al igual que hicieron los nazis, esconderían el botín en túneles subterráneos naturales o bóvedas especiales construidas para tal propósito. Para 1943 Filipinas era ya un escenario de guerra activo y el US Navy volvía a controlar los mares. Como estrategia sería poco probable que los planificadores nipones de la guerra eligieran Filipinas para esconder los tesoros del "lirio dorado" en ese tiempo (1943-1944), salvo que no tuvieran otra opción. Diversas historias (muchas no confirmadas) afirman que así pasó, que el mando japonés decidió llevar a un área extremadamente expuesta (Filipinas) enormes cantidades de oro cuando las probabilidades de que cayeran en manos del enemigo eran tan altas. Algo, aparentemente, irracional si se "disponía de países mucho más seguros como Corea y Taiwán" (en esos momentos).

Otras versiones estiman -y en parte es lógico- que mucha de esa fortuna desaparecería en las profundidades del Pacífico entre 1943-44, fechas en que se intentaría evacuar los botines de guerra japoneses. Barcos hundidos era la tónica cotidiana, razón por la que se suspendiera la evacuación de los tesoros por mar. La pregunta del millón sigue siendo por qué esperaron a esa etapa cuando pudieron llevar directamente el oro saqueado al Japón al menos durante 1942? (Campaña de Filipinas 1941-42).

En la actualidad. Investigadores, buscadores de tesoros y hasta autoridades oficiales se confunden en un solo objetivo, intentar (y lo consiguen) convencerse a sí mismos y de buen grado en los mitos que ellos mismos han ido moldeando. Están convencidos que Yamashita saqueó grandes cantidades de oro en la guerra, por lo mismo, forzosamente debió esconder esas riquezas a ser recuperadas en el futuro. Como es habitual ante este escenario de caza-tesoros, la realidad y la ficción van formando una maraña de intrigas, fantasías y... algo de historia

Repetiremos. Los japoneses confiscaron todo lo que fue posible y eso, en algunos casos, incluyó el saqueo de templos budistas. Singapur fue un punto de recogida temporal de la riqueza saqueada desde Manchuria hasta las Indias Orientales Holandesas, se estableció una red de administración, contabilidad y evaluación del botín de guerra. Parte de esos bienes expoliados terminarían en algún momento en Filipinas, otro centro de acogida temporal donde, cuenta la leyenda, se habría acumulado toneladas de oro, obras de arte y otras riquezas provenientes del sudeste asiático.



El Emperador Hirohito

Esto tendría una razón de ser. Al  igual que lo que hacían los nazis en Europa, El emperador necesitaba dinero para financiar su guerra de conquista, las riquezas saqueadas no eran sencillamente un peso muerto, una buena parte terminó convertida en dinero destinado a financiar los ejércitos imperiales, adquirir materias primas, construir armamento, barcos, submarinos, portaaviones, caza-bombarderos, adquirir alimentos, etc. En esa tarea, al igual que en el caso alemán, los banqueros suizos cumplieron su función -no solo los suizos, también los portugueses y hasta banqueros de países sudamericanos como Argentina y Chile colaboraron con los japoneses para blanquear oro convertido en dinero, mismo que se utilizaría en financiar al Imperio del Japón en guerra. 




La hipótesis de que los estadounidenses al "rescatar"  los tesoros de "Lila Dorada" en 1945, de incalculable valor, habrían sido depositados en Fondos para presupuestos negros con el único fin de destinarlos para tareas tan "loables" como la lucha contra el comunismo por todo el mundo resulta fascinante. ¿Quién sabe, hasta podría ser cierta?. 

Como evidencia en contra de la leyenda, algunos estudios
remarcan en un hecho por demás lógico. En más de medio siglo, no solo en Filipinas, millares de caza-tesoros provenientes de los más reconditos lugares del globo han buscado desesperadamente el oro... Nadie ha hallado un gramo del tesoro. Quizá, los hechos no contrastados, afirmados por Roger Roxas, sea la única excepción. No obstante, lo de Roxas es una historia muy dudosa.

Ponernos a escribir sobre la historia de Roxas da para un libro, de hecho ya existe y se repite en absolutamente todos los libros, artículos y documentales sobre el tema. Esa historia emergió en los 80 del siglo pasado, curiosamente en los Estados Unidos a través de los medios que dedicaron buen tiempo y espacio para hacer conocer la noticia de Roger Roxas. A él pertenece el "histórico" hallazgo de una estatua de Buda en oro y piedras preciosas. Según Roxas excavó en las montañas cerca de la última residencia de Yamashita y calculó su valor en 6,5 millones de dólares en el juicio que presentaron contra Ferdinand Marcos y su esposa Imelda, los Roxas afirmaron que los Marcos le arrebataron el Buda


Roger o Rogelio Roxas junto al presunto Buda de oro, según él hallado en 1971 y que le habría sido arrebatado por Ferdinand Marcos. A la derecha, José Roxas sostiene el buda de "oro", mientras Henry Roxas, hijo de Roger, lo observa en un juzgado de Manila tras su devolución por orden judicial. Evidentemente el buda de "oro" no es de oro. En 1975, dos testigos afirmaron haber visto al Buda en uno de los palacios de verano de Marcos. Ferdinand Marcos fue presidente y dictador virtual de Filipinas de 1965 a 1986, murió en Hawai en 1989. Roger Roxas falleció el 25 de mayo de 1993, el día en que debía testificar ante el tribunal sobre su reclamo. El caso se tramitó desde fines de enero de 1993 contra la herencia de Ferdinand Marcos. 


En su tiempo Roxas sostuvo que la estatua era parte del tesoro de Yamashita, dice que realmente la había descubierto en 1971 tras haber recibido algún tipo de mapa de antiguos soldados japoneses. Ese mapa le condujo al túnel donde se escondían los tesoros saqueados por los japoneses en la guerra. Increíblemente nuestro "héroe" logró, él solo, levantar la estatua que pesaba aproximadamente una tonelada (según su versión, otras versiones hablan del equipo de Roxas), después el túnel colapsó... (como en las películas). La intriga va al punto de que, la estatua de Roxas fue confiscada por las autoridades filipinas -desapareció del mapa-. En las audiencias judiciales, la supuesta estatua de oro fue reemplazada por una de cobre, misma que fue devuelta a sus familiares. Concluye el Washington Post que Roger nunca logró nada. 

Datos sospechosos de esta historia:

Un coherente análisis señala que si Roxas, al haber encontrado una de las bóvedas secretas, lo que menos pudo haber hecho es tomar un Buda de oro macizo para venderlo y pagar camiones y equipos para recuperar el resto del tesoro, como afirmó Roxas. Para meditar: Si hemos de creerlo, el Buda pesaba casi una tonelada, extraerlo debió ser una esfuerzo titánico, considerando que estaba enterrado dentro del complejo de un túnel. "Rescatar a Buda" no garantizaba para nada la discreción, si Roxas pretendía venderlo, sin llamar la atención, demuestra que lo que más le faltaba era un poco de sentido común. Roxas no se quedó allí en su relato, al mismo tiempo de rescatar a Buda afirmó haber hallado cientos de pequeñas barras de oro. La lógica, para quien quiere pasar desaparcibido, nos dice que la historia sería más creíble si Roxas ocultaba el Buda y sacaba discretamente solo parte de las pequeñas barras de oro, con ellas podría haber pagado muchos más camiones de los que necesitaba, a parte de los equipos. Y como la noticia llegó al presidente Marcos, la felicidad de Roxas terminó síbitamente. 

Y la historia de Marcos es otro monumental relato que pretende encubrir la corrupción y el abuso del poder generalizado en su larga carrera delictiva, perdón... presidencial (y dictatorial). Cuando Marcos huyó de Filipinas, el nuevo gobierno de Aquino rastreó e intentó recuperar la mayor cantidad de dinero obtenido ilegalmente y depositado en la banca suiza e inversiones en Estados Unidos (entre otras), un Comité especial estimó que el total saqueado a las arcas fiscales de Filipinas por Marcos ascendería a unos diez mil millones de dólares (10.000.000.000). Marcos utilizó una gran red de empresas que obstaculizaron obtener pruebas directas. Los suizos congelaron inicialmente las cuentas, parecidas medidas se llevaron a cabo en los Estados Unidos. Cuando Marcos murió en 1989, Imelda Marcos negó las acusaciones de corrupción y saqueo de los fondos filipinos, algo se recuperó. De antología fue la declaración de Imelda: "la fortuna de los Marcos provenía del oro de Yamashita..."


Ferdinand Marcos e Imelda en una visita a New York (septiembre 1982) al más puro estilo del Jet Set Internacional. En el tribunal anti-corrupción de Sandiganbayan, se presentaron un total de 28 casos penales y 43 casos civiles y de decomiso contra Imelda Marcos de 1986 a 1995. En noviembre de 2018, se fallaron los últimos casos penales en su contra, casi tres décadas después. Imelda Marcos fue declarada culpable de 7 cargos de corrupción, de los 10 cargos que involucran a organizaciones privadas con sede en Suiza que creó mientras estaba en el cargo. Fue absuelta de los otros 3 cargos relacionados con corporaciones con sede en Filipinas. Otros 10 cargos se archivaron entre 1991 y 1995. El Tribunal de Sandiganbayan la condenó a penas que van desde un mes a 11 años (condenas por cada caso). La Corte Suprema anuló algunos veredictos. En cuanto a los casos civiles para decomiso de bienes fueron presentados por la Comisión Presidencial de Buen Gobierno (PCGG). Hasta 2019 se desestimaron 24 casos civiles y de decomiso contra Imelda, al menos 18 siguen pendientes y uno está archivado en el tribunal antirrobo. Generalmente se han desetimado los casos por "falta de pruebas". También los Marcos se sometieron a la confiscación de fondos y activos tanto en Suiza como Filipinas, incluso Estados Unidos, Singapur. Como ejemplo el Tribunal Supremo Federal de Suiza, congeló todas las cuentas bancarias de Marcos en bancos suizos, en diciembre de 1990 falló a favor de la transferencia de estos activos por valor de unos 356 millones de dólares a Filipinas. En 1997, el tribunal suizo determinó que los fondos en las cuentas suizas eran de "procedencia criminal". La Corte Suprema de Filipinas en 2003  otorgó al gobierno los fondos suizos, que en ese momento crecieron a $ 658 millones y anuló la resolución de 2002 de Sandiganbayan que favorecía a los Marcos que apelaron la decisión de 2000 de la corte anti-sobornos en su contra. El PCGG luego remitió los fondos por valor de 35 mil millones de pesos  al Tesoro Nacional  en 2004.


Como en el mundo del Derecho, estamos ante un caso circunstancial.

Revisemos otra vez. Es verdad que del sudeste asiático los japoneses expoliaron una gran cantidad de oro, generalmente en lingotes, además de obras de arte, joyas y otros metales preciosos. También es verdad que gran parte de ese botín nunca llegó al Japón. Es verdad que parte de ese botín nadie lo ha podido encontrar, ni "arqueólogos" aficionados o entusiastas caza-tesoros del "becerro de oro", incluso a costa de su vida (accidentes sobre el terreno), ni grupos de búsqueda oficiales organizados por las autoridades filipinas o comisiones internacionales. Los rumores abundan.



Oro, fotografía de carácter ilustrativo


En 2017, las autoridades filipinas organizaron un grupo para buscar tesoros míticos... cerca del Centro de Convenciones de Baguio, ciudad a 250 kilómetros de Manila, otorgaron permisos para perforar un pozo en busqueda del legendario tesoro. Mucho ruido y nada de nueces, con la muchedumbre espectando en vivo el accionar de los excavadores. Decepción total, todos, incluidos los curiosos  se fueron con las manos vacías. Pero, eso no desalienta, viene más grupos de caza-tesoros, la búsqueda continúa ...

Es evidente que algo se encontró al final de la guerra, eso no se discute. A lo largo de las décadas contados y pequeños hallazgos habrán quedado repartidos en manos privadas. Muchos historiadores concuerdan que buscar el oro de Yamashita es inútil, de existir podría haberse escondido en cualquiera de las 7.100 islas de la región. ¡Vaya usted y encuéntrelo!

Al igual que muchos hechos históricos, en este caso particular, la verdad, a medias, se mezcla con típicas e inconfundibles leyendas urbanas. Muchos autores en busca de fama plantearon tesis demagógicas atractivas para llamar la atención de un lector ávido por lo oculto; sin duda, han hecho más "rico" el folklore popular de algunas regiones, tal es el caso de Filipinas. 

La existencia de cierta evidencia circunstancial, al ser examinada en conjunto, no logra dilucidar lo principal, no puede llegarse a una conclusión de algo que, a pesar de ser noticia, sigue manteniendo esa condición de "desconocido", ya que no existe pruebas válidas que convaliden tanta literatura y documentales de televisión. 

Seguro que no ha quedado claro, insistamos con la evidencia circunstancial.  Esta historia ha ido forjándose en base a... pruebas circunstanciales (perdón la redundancia). Expliquemos con un ejemplo: En el mundo del Derecho, no se puede comprobar, conforme a la ley, la existencia de una determinada conducta delictiva si la "evidencia circunstancial" o las "evidencias circunstanciales" no satisfacen las dudas, es decir, que no conducen a inferir una conclusión de hecho. Significa que no tenemos pruebas directas, claras y convincentes. Siguiendo la tónica de los ejemplos, en nuestro caso, la cantidad de oro involucrado, varía de relator a relator, desde miles a cientos de miles de toneladas de oro, cifras que dejan en rídiculo los cálculos científicos sobre la cantidad total de oro extraído en la historia de la humanidad. Salvo contadísimas excepciones (contadas con los dedos de una mano y sobran dedos)  jamás se ha encontrado el tesoro; o, nadie ha demostrado -salvo con papeles inventados para la "exclusiva de algún libro que pretendía ser un bestseller"- que los estadounidenses se llevaron el oro, etc.

La historia del "oro de Yamashita" carece de pruebas verificables. Podría ser que el "secreto mejor guardado del mundo", por ser eso, un "secreto", a voces, que mueve millones de dólares al año, no en tesoros desenterrados, sino a través del turismo de aventura, caza-tesoros, documentales de televisión, libros, etc, por su naturaleza "secreta" no habrá guardado ningún registro documentado de la época, característico de algo que no puede revelarse jamás. O bien, es un enorme fraude convertido en leyenda.


ANEXO

Un verdadero tesoro rescatado en Filipinas

En el transcurso de la "Campaña de Filipinas" (ofensiva japonesa diciembre 1941 - junio 1942), las fuerzas filipinas intentaron ocultar grandes cantidades de plata arrojándolas en la Bahía de Manila (Bahía Caballo), cerca de la Isla Corregidor, en 1942. Los japoneses se percataron de esa maniobra y obligaron a los prisioneros de guerra de la armada estadounidense a rescatar parte de ese tesoro, por supuesto no existe registros gráficos de aquello, pero si del posterior rescate de la plata por buzos del US Navy en noviembre de 1945. Aquí algunas fotos:





Estas fotografías provienen de algunas fuentes, pueden ser revisadas en la publicación que recopila la información "Corregidor Treasures", datan de noviembre de 1945.

Y, lo más importante, el US Navy tenía su base en la Isla Corregidor (Fort Mills) desde donde las unidades navales evacuaron el oro que mantenían los Estados Unidos en reserva (y seguramente del estado filipino). Aquí algunas fotografías:




El USS Trout (SS-202) se acerca al USS Detroit (CL-8) en Pearl Harbor a principios de marzo de 1942, para descargar un cargamento de oro que había evacuado de Filipinas. El oro se había cargado a bordo del Trout en la Isla Corregidor el 4 de febrero de 1942. Está y otras fotografías en la publicación que las recopila "Corregidor Treasures" corresponden a los Archivos Nacionales Departamento de Marina - Comando de Historia y Patrimonio Naval.

Debido a que algunos lectores prefieren la leyenda, disponemos de bonitas historias para satisfacer todos los gustos, las publicaremos en las siguientes entregas, acompañadas de datos históricos de trascendental valor. De antemano buena lectura.
Fuentes:

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