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03 noviembre 2020

De Pétain a Macron. La falsa purga de "Los Colaboracionistas" 1944-1945




Título original en inglés

From Pétain to Macron, from the Resistance to the Yellow Vests…: 1944-1945, France’s Fake Purge of “The Collaborators”

Por  Dr. Jacques R. Pauwels / Global Research


Nota previa del editor del blog: 

Solo la milagrosa crisis sanitaria nacida del Covid-19 ha permitido frenar la larga, imparable y continua marcha de los "Chalecos Amarillos" en Francia. Decretos de Emergencia, toques de queda, el cierre de un país, han salvado una vez más a las corruptas élites del poder; a ello debemos sumar la afortunada "crisis terrorista" en suelo francés que de vez en cuando -pero en el preciso momento- aparece para distraer la atención de la plebe, llamando a la "unidad" nacional para afrontar el terrorismo internacional que busca desestabilizar la civilización cristiana y humanista que representa el estado francés. 

De Pétain a Macron. La falsa purga de "Los Colaboracionistas", Francia 1944-1945 a la Resistencia de los Chalecos Amarillos es un recuerdo histórico de lo que es la Francia de posguerra hasta nuestros días. El Dr. Jacques Pauwels, reconocido historiador y politólogo, de quien hemos publicado muchos ensayos, nos presenta sus puntos de vista tras estudiar un nuevo libro de Annie Lacroix-Riz (historiadora de quien también hemos publicado anteriormente sus reflexiones). 

Todas las gráficas y notas a pie de foto son añadidas por el editor de este blog.

***  


Comentando el nuevo libro de la historiadora Annie Lacroix-Riz, "La Non-épuration en France de 1943 aux années 1950" (Armand Colin, París, 2019) ("La no purga de Francia desde 1943 hasta la década de 1950"), la autora desafía una visión de la Liberación del país en 1944-1945 y sus secuelas, que han tenido tendencia recientemente en una historiografía cada vez más dominada por el ala derecha del espectro político ("droitisée"), esa visión es muy crítica de la resistencia y, por el contrario, bastante indulgente con respecto a la colaboración. Se afirma, por ejemplo, que la Resistencia fue generalmente ineficaz, por lo que Francia debió su liberación casi exclusivamente a los esfuerzos de los estadounidenses y otros aliados occidentales, este último secundado por las fuerzas "libres francesas" de De Gaulle, que desembarcaron en Normandía en junio ​​de 1944.

Además, se nos dice que la Resistencia aprovechó la oportunidad presentada por la liberación para cometer todo tipo de atrocidades, incluido el asesinato y el afeitado público de las cabezas de mujeres jóvenes inocentes que habían cometido "colaboración horizontal", es decir, tuvieron relaciones amorosas con soldados alemanes. Esta "purga salvaje" (épuration sauvage) de los colaboradores supuestamente equivalía a un "terreur communiste", orquestado por comunistas, reales o falsos de la Resistencia, en un intento por lograr objetivos revolucionarios siniestros.


"Inocentes" carteles de la propaganda del gobierno títere de Vichy denunciando a la Resistencia Francesa como asesinos (arriba); llamando a colaborar con los alemanes (en el medio) y denunciando a los Aliados como portadores de la barbarie (abajo). Naturalmente toda la propaganda de Vicky, generalmente liderada por simpatizantes fascistas al estilo Pierre Laval, tenía que pasar por la censura de las autoridades de ocupación en París.
 

A excepción de los casos más descarados, la "historiografía dominante" presenta a los colaboradores como ciudadanos decentes, respetables, bien intencionados y respetuosos (gens très bien, una expresión tomada del título de una novela de Alexandre Jardin), víctimas de la coerción de los alemanes, "subordinados" (subalternes) impotentes y por lo tanto inocentes, atrapados indefensamente entre la Escila nazi y los Caribdis de la Resistencia, y a menudo involucrados en actos secretos de resistencia. (Nota del editor del blogEscila y Caribdis son dos monstruos marinos de la mitología griega situados en orillas opuestas de un estrecho canal de agua, tan cerca que los marineros intentando evitar a Caribdis terminarían por pasar muy cerca de Escila y viceversa. La frase «entre Escila y Caribdis» ha llegado a significar el estado donde uno está entre dos peligros y alejarse de uno te haría estar en peligro por el otro, y se cree que es la progenitora de la frase «entre la espada y la pared». Mientras que Escila vivía en los acantilados y devoraba a quien osara acercarse, Caribdis tragaba una gran cantidad de agua tres veces al día para devolverla otras tantas veces, formando un peligroso remolino que absorbía todo cuanto estaba a su alcance. Ninguno de los destinos era más atractivo ya que ambos eran difíciles de superar).

Algunos colaboradores eran fanáticos, por supuesto, y cometieron crímenes, pero en su mayoría eran villanos de clase baja, mejor ejemplificados por miembros de la infame organización paramilitar del régimen de Vichy, Milice.


Carteles de la ultraderechista "Milice Francaise", más conocida como "la Milice", organización político - paramilitar fascista formada el 30 de enero 1943 por el régimen de Vichy con el objetivo de combatir a  la "Resistencia Francesa". Orgánicamente su jefe era el primer ministro Pierre Laval. La Milice participó en ejecuciones sumarias y asesinatos, así como era responsable de reunir a judíos y enemigos políticos en Francia para su deportación. La Milice no fue la única organización paramilitar fascista que colaboró con la ocupación alemana.
 


En 1944-1945, el gobierno provisional francés, liderado por el general de Gaulle, finalmente logró restaurar la "ley y el orden". Esto, supuestamente, es así en Francia, después de años de problemas económicos y políticos, derrota militar, ocupación alemana, nació de la agitación de la Liberación un estado respetuoso de la ley, un Estado gaullista de derecho. Aun así, se produjo una purga inevitable de colaboradores reales e imaginarios, que causó muchas víctimas inocentes, especialmente en los rangos superiores de la burocracia estatal, la crème de la crème de los negocios y la élite de la nación en general.

Lacroix-Riz demuele esta interpretación revisionista en su nueva obra, que está completamente investigada y documentada y también llena de nombres de personalidades oscuras e importantes, por lo que es una lectura un tanto desafiante para aquellos que no están familiarizados con la historia de Francia en el Segunda Guerra Mundial. En sus libros anteriores, como Le choix de la défaiteDe Munich à Vichy, explicó por primera vez cómo, en la primavera de 1940, la élite política, militar y económica de Francia había entregado el país a los nazis para poder instalar un régimen fascistaSe esperaba que un sistema de gobierno tan autoritario fuera más sensible a sus necesidades y deseos que el sistema anterior a la guerra de la "Tercera República", considerado excesivamente indulgente hacia la clase trabajadora, especialmente bajo el gobierno del "Frente Popular" de 1936-1937


La forma en que la élite política-militar y económica francesa, colaboracionista de la ocupación nazi, demostró lo que era explotando a la clase trabajadora y a los ciudadanos franceses en general a quienes ofreció un trabajo "próspero" en Alemania. Las élites se enriquecieron con la barata y casi esclava mano de obra francesa. Estos carteles de reclutamiento para el trabajo en Alemania son el más claro ejemplo de la colaboración de la élite francesa, temían más a los trabajadores y fuerzas populares que al propio nazi ocupante de su nación


La autora siguió con otros estudios meticulosamente investigados "Industriels et banquiers français sous l'Occupation" y "Les élites françaises, 1940-1944. De la collaboration avec l'Allemagne à l'alliance américaine", que muestran cómo esa élite había prosperado bajo los auspicios del régimen de Vichy del mariscal Pétain, colaboró ​​con entusiasmo con los alemanes y luchó con uñas y dientes contra una resistencia que era principalmente de clase trabajadora, dominada por los comunistas y empeñada en introducir radicales, incluso revolucionarios cambios después de la guerra.

 

La autora demuestra que la Liberación no fue acompañada por una purga exhaustiva de los colaboradores, sino que, al contrario, los "gens très bien" de la élite del estado y las empresas de Francia lograron evitar la expiación de sus pecados colaboracionistas, y que gran parte del sistema de Vichy al que habían servido tan bien desde 1940 hasta 1944 permaneció en funcionamiento, posiblemente hasta la actualidad.


Comencemos con la llamada "purga salvaje", la presunta victimización de personas inocentes por parte de partidarios comunistas, o comunistas que se hacen pasar por partisanos, presumiblemente en un intento de eliminar a los opositores y rivales en preparación para un golpe de estado revolucionario. Lacroix-Rix demuestra que se produjeron asesinatos y ejecuciones sumarias, pero principalmente en el contexto de la amarga lucha que ya estalló antes de los desembarcos en Normandía y la liberación de París. Contrariamente a la teoría de su ineficiencia militar, la Resistencia interrumpió los preparativos del enemigo para una defensa contra los desembarcos aliados que vendrían en Normandía, y causó muchas bajas, como admitieron las propias autoridades alemanas.

 

Un clásico entre los carteles de la segunda guerra mundial. "Les Franc-tireurs et Partisans Francais" (Los Francotiradores y Partisanos Franceses (FTPF) o Francotiradores y Partisanos (FTP), organización de resistencia armada creada por el Partido Comunista Francés durante la IIGM. Inicialmente fueron tres grupos (miembros del partido, jóvenes comunistas y trabajadores extranjeros). En 1942 se fusionaron para formar el FTP especialista en sabotajes y asesinatos selectivos de la ocupación. El FTP fue el más organizado y eficaz de los grupos de la Resistencia FrancesaEn teoría, antes de la invasión Aliada a Normandía el FTP se fusionó con los otros grupos de la Resistencia (marzo 1944); en la práctica, fue independiente hasta el final de la guerra.

La mayoría de las atrocidades perpetradas en el contexto de esa forma de  guerra no fueron obra de los partisanos, sino de los nazis y de los colaboracionistas, especialmente los Milice, por ejemplo, la ejecución de rehenes y la infame masacre en Oradour-sur-Glane. Los combatientes de la Resistencia, por otro lado, no atacaron a víctimas inocentes sino que persiguieron a soldados alemanes y colaboradores particularmente odiosos, a menudo hombres cuyo castigo (incluida la ejecución) había sido repetidamente solicitado en transmisiones de radio por la Francia Libre de De Gaulle en Inglaterra. En cuanto a las mujeres cuyas cabezas estaban afeitadas, muchas, si no la mayoría, eran culpables de actividades más atroces que la mera "colaboración horizontal", por ejemplo, la traición de miembros de la Resistencia.


No hubo una purga salvaje  antes o durante la Liberación, y la supuesta purga mayor que iba a seguir a la Liberación misma resultó ser una farsa. Tanto la élite del estado francés como el sector privado se habían beneficiado generosamente de la colaboración tenían buenas razones para temer un advenimiento al poder de sus enemigos en la Resistencia.
 

La  Resistencia francesa estaba conformada por diversos movimientos de resistencia frente a la ocupación nazi de Francia y oposición al gobierno colaboracionista de Vichy. Hubo una Resistencia exterior organizada en torno al general De Gaulle, desde el 18 junio 1940 que engloba a las Fuerzas Francesas Libres (Forces françaises libres) y los movimientos de Resistencia interior, mejor conocida como la Resistencia (Résistance), que surge durante la ocupación alemana y que irán uniéndose con el tiempo. La Francia Libre de De Gaulle y el conjunto de la Resistencia Interior Francesa se unen en 1942 para conformar la Francia Combatiente (France Combattante o Forces Françaises Combattantes), término que a partir de ese momento sustituye oficialmente al de Francia Libre. En 1943, se adhieren al Comité Francés de Liberación Nacional instalado en Argel, para formar el Ejército Francés de Liberación que combatirá al lado de los Aliados hasta la liberación de todo el territorio francés. La mayoría de los miembros de la Resistencia Interior eran miembros o simpatizantes del Partido Comunista Francés, (Wiki)


Pero a raíz de la Liberación, los radicales de la Resistencia no llegaron al poder; la élite recibió poco o ningún castigo por sus pecados colaboracionistas; su preciado orden socioeconómico capitalista permaneció intacto (a pesar de algunas reformas); y la élite misma retuvo la mayor parte de su poder y privilegios. Por esta inmerecida bendición, tuvieron que agradecer a los libertadores estadounidenses de la una vez grande nación, así como a Charles de Gaulle, el general que aspiraba a hacer grande a Francia nuevamente.



De Gaulle era un verdadero patriota, pero un hombre conservador, muy dedicado al orden social y económico establecido en Francia. En cuanto a los estadounidenses, destinados a suceder a los alemanes como amos de Europa, o al menos de la mitad occidental del continente, estaban decididos a hacer triunfar la "libre empresa" en toda Europa y llevar el continente al mundo político y económico de la órbita del Tío Sam. 

Esto significaba evitar todos los cambios políticos y socioeconómicos puramente cosméticos, independientemente de los deseos y aspiraciones de quienes se habían resistido a los nazis y otros fascistas, y de la gente en general. También significaba perdón, protección y apoyo para los colaboradores con credenciales anticomunistas, que eran exactamente los que habían sido los miembros de la élite en Francia. De hecho, las autoridades estadounidenses no tenían nada en contra del régimen de Vichy e inicialmente esperaban verlo subsistir después de que los alemanes fueran expulsados ​​de Francia, ya sea bajo Pétain o alguna otra personalidad de Vichy, como Weygand o Darlan, si era necesario después de una purga de sus pro más rabiosos, elementos afines a los alemanes y la aplicación de una chapa de barniz democrático.

Después de todo, el sistema de Vichy había funcionado esencialmente como la superestructura política del sistema socioeconómico capitalista de Francia, un sistema que Washington pretendía salvar de las garras de sus enemigos de izquierda en la Resistencia. Por el contrario, después de los reveses alemanes en el Frente Oriental, y particularmente después de la Batalla de Stalingrado, innumerables colaboradores de Vichy vieron la escritura en la pared y esperaban la salvación en forma de un "futuro estadounidense" para Francia, como le gusta decir a Lacroix-Riz, cambiando de un "tutor" alemán a uno estadounidense. Tras una liberación de los estadounidenses, podían esperar que sus pecados colaboracionistas e incluso sus crímenes fueran perdonados y olvidados, mientras que las aspiraciones revolucionarias o incluso simplemente progresistas de la Resistencia estarían condenadas a seguir siendo una quimera. 


La Legión de Voluntarios Franceses Contra el Bolchevismo (Légion Volontaires Francais) LVF fue uno de las organizaciones impulsadas por la Alemania nazi en su guerra de propaganda y ganar adeptos en Europa para luchar contra el peligro que representa el bolchevismo (según su propaganda), logró reclutar alrededor de 7000 voluntarios de la extrema derecha francesa y otros extranjeros, EL LFV fue una unidad de combate que luchó en el Frente Oriental bajo uniforme alemán, disuelta en septiembre de 1944, los restos de la unidad y otra brigada de voluntarios (Sturmbrigade francesa) se convirtirían en febrero de 1945 en la División SS de Granaderos Voluntarios Charlemagne que combatieron en la Batalla de Berlín (en teoría era una división, en la práctica sus efectivos apenas sobrepasaban los efectivos de una brigada)


Los líderes en Washington no tenían uso para De Gaulle; al igual que los vichitas, lo consideraban un frente contra los comunistas, alguien que, si llegaba al poder evitaría allanar el camino para una toma de posesión "bolchevique" (ya que Kerensky había precedido a Lenin durante la Revolución Rusa de 1917). Poco a poco se dieron cuenta, como ya había hecho Churchill antes que ellos, de que sería imposible imponer una personalidad asociada con Vichy al pueblo francés, y que un gobierno dirigido por De Gaulle resultaba ser la única alternativa a uno establecido por la Resistencia dominada por los comunistas, radicalmente reformistas. Necesitaban que el general neutralizara a los comunistas al final de las hostilidades. El propio De Gaulle logró apaciguar a Washington prometiendo respetar el status quo socioeconómico; y para garantizar su compromiso, innumerables colaboradores de Vichy que disfrutaron de los favores de los estadounidenses se integraron en su movimiento Francia Libre e incluso se les brindó puestos de liderazgo. De Gaulle se transformó así en "un líder de derecha", aceptable tanto para la élite francesa como para los estadounidenses, a punto de suceder a los alemanes como "protectores" de los intereses de esa élite. Este es el contexto en el que De Gaulle fue trasladado a París en el momento de la liberación de la ciudad a fines de agosto de 1944. La idea era evitar que la Resistencia dominada por los comunistas intentara establecer un gobierno provisional en la capital.


Carteles de la Resistencia Francesa


Los estadounidenses hicieron arreglos para que De Gaulle pavoneara en los Campos Elíseos como el salvador que la patriótica Francia había estado esperando durante cuatro largos años. Y el 23 de octubre de 1944, Washington finalmente lo oficializó y lo reconoció como líder del gobierno provisional de la Francia liberada.


Bajo los auspicios de De Gaulle, Francia reemplazó el sistema de Vichy con una nueva superestructura política democrática, la "Cuarta República". (Ese sistema debía ser reemplazado por un sistema presidencial más autoritario, de estilo estadounidense, la "Quinta República" en 1958.) Y la clase trabajadora, que había sufrido tanto bajo el régimen de Vichy, recibió un paquete de beneficios que incluía salarios más altos, vacaciones pagadas, seguro médico y de desempleo, planes de pensiones generosos y otros servicios sociales; en resumen, una modesta especie de “estado de bienestar”. 

 

Todas estas medidas se benefició de un amplio apoyo de los plebeyos asalariados, pero se resentía por los patricios de la élite, especialmente por los empleadores, el Patronat. Pero la élite agradeció que estas reformas aplacaran a la clase trabajadora, lo que quitó el aliento a las velas revolucionarias de los comunistas, a pesar de que estos se encontraban a la altura de su prestigio debido a su papel de liderazgo dentro de la Resistencia y su asociación con la Unión Soviética. Unión, entonces todavía ampliamente acreditada en Francia como el vencedor de la Alemania nazi.

Las mujeres y los hombres de la Resistencia fueron elevados oficialmente al estatus de héroes, con monumentos erigidos y calles nombradas en su honor. Por el contrario, los colaboradores fueron oficialmente "purgados" y sus representantes más infames fueron castigados; algunos de ellos, por ejemplo el siniestro Pierre Laval, recibieron la pena de muerte, y los principales colaboradores económicos, como el fabricante de automóviles Renault, fueron nacionalizados. Pero con su gobierno provisional lleno de Vichyites reciclados y el Tío Sam mirando por encima del hombro, de Gaulle se aseguró de que solo los peces gordos de más alto perfil del régimen de Vichy fueran castigados o purgados. Muchos, si no la mayoría de los bancos y corporaciones colaboracionistas deben su salvación a una conexión estadounidense, por ejemplo, la filial francesa de Ford. Las sentencias de muerte fueron conmutadas frecuentemente, y los funcionarios de ocupación nazis (como Klaus Barbie) y colaboradores que habían cometido graves crímenes fueron expulsados ​​del país a una nueva vida en el sur o incluso en Norteamérica por los nuevos señores estadounidenses de Francia, quienes apreciaron el celo anticomunista de estos hombres. Innumerables colaboradores se salieron del apuro porque lograron producir falsos "certificados de resistencia" o desarrollaron de repente enfermedades que provocaron que sus juicios fueran pospuestos y finalmente abandonados. Los funcionarios locales culpables de trabajar con y para los alemanes escaparon de las represalias al ser transferidos a una ciudad donde se desconocía su pasado colaboracionista, por ejemplo, de Burdeos a Dijon. Y la mayoría de los que fueron declarados culpables recibieron solo un castigo muy leve, una simple palmada en la mano. Todo esto fue posible porque el gobierno de De Gaulle, y su Ministerio de Justicia en particular, repleto de antiguos vichitas no arrepentidos, como era de esperar, eran lo que Lacroix-Riz llama "un club de oponentes apasionados de una purga" (un club d'anti-épurateurs passionnés ).


Típica propaganda alemana en francés en contra del General Charles De Gaulle, haciendo uso del fraude literario de la gran conspiración mundial judeo-masónica-comunista. A través de falsas premisas se convocó a la "Cruzada contra el Bolchevismo", aunque tuvo poco eco en la Europa ocupada, debido a que el reclutamiento de voluntarios en las naciones ocupadas no fue trascendental, fue vendido al mundo como el símbolo de la "unidad" europea contra el comunismo, bajo la protección del Imperio Alemán...


Si bien la élite de Francia tuvo que aguantar nuevamente, como antes de 1940, con los inconvenientes de un sistema parlamentario democrático, en el que a los plebeyos se les permitía brindar su aporte, logró mantener el control de los centros de poder no electos del estado francés de la posguerra como el ejército, el poder judicial y los altos rangos de la burocracia y la policía, centros que siempre había monopolizado. Los generales de Vichy, por ejemplo, en su mayoría conocidos por haber sido enemigos de la Resistencia que se habían convertido convenientemente al gaullismo, conservaron el control sobre las fuerzas armadas, e innumerables funcionarios que habían sido servidores diligentes de Pétain o las autoridades de ocupación alemanas permanecieron en el cargo y pudieron perseguir carreras prestigiosas y beneficiarse de promociones y honores. 

Annie Lacroix-Riz concluye que el supuesto "estado respetuoso de la ley" de De Gaulle "saboteó la purga de los funcionarios de alto rango (colaboracionistas), por lo tanto... permitiendo la supervivencia de una hegemonía de Vichy sobre el sistema judicial francés"- y, uno podría agregar, la supervivencia de un sistema de estilo Vichy en general.




En 1944-1945, la élite francesa no expió sus pecados colaboracionistas, y tuvo suerte de que la amenaza revolucionaria a su orden socio-económico capitalista, encarnado por la Resistencia, pudiera ser exorcizada mediante la introducción de un sistema de seguridad social. 


El amargo conflicto de clase en tiempos de guerra entre los patricios y los plebeyos de Francia, reflejado en la dicotomía de la resistencia - colaboración, no se terminó realmente, sino que simplemente produjo una tregua. Y esa tregua fue esencialmente "gaullista", ya que se concluyó bajo los auspicios de una personalidad que fue lo suficientemente conservadora como para el gusto de la élite francesa y sus nuevos "tutores" estadounidenses, pero cuyo excelente patriotismo lo atrajo hacia la Resistencia y su circunscripción.


Propaganda de posguerra del Partido Comunista Francés, oponiéndose a las imposiciones estadounidenses.

El Presente

La Resistencia de los "Chalecos Amarillos"

Sin embargo, con el colapso de la Unión Soviética y la desaparición de la amenaza comunista, la élite francesa dejó de ver la necesidad de mantener el sistema de servicios sociales que solo había adoptado a regañadientes. La tarea de desmantelar el "estado de bienestar" francés, emprendido bajo los auspicios de presidentes proamericanos como Sarkozy y ahora Macron, fue facilitada por la adopción de facto  por parte de la Unión Europea del neoliberalismo, una ideología que aboga por un retorno al laissez-faire (dejar hacer) sin restricciones.  Capitalismo à la Américaine

Así se reinició la guerra de clases que enfrentó el Colaboracionismo contra la Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Es en este contexto que la historiografía francesa está cada vez más dominada por un "revisionismo" que critica la resistencia y es indulgente con respecto a la colaboración e incluso al fascismo mismo. El libro de Annie Lacroix-Riz proporciona un antídoto muy necesario para esta falsificación de la historia

Esperemos que otros historiadores sigan su ejemplo e investiguen hasta qué punto los fascistas y colaboradores han sido rehabilitados y la Resistencia antifascista ha sido denigrada, por la historiografía "revisionista" - y por los políticos de derecha - en otros países europeos como Italia y Bélgica, por ejemplo.

Una observación final está en orden. Macron busca destruir un estado de bienestar que se introdujo a raíz de la Liberación para evitar los cambios revolucionarios propuestos por la Resistencia liderada por los comunistas. Él está jugando con fuego. De hecho, al intentar liquidar los servicios sociales que limitan, pero no impiden, la acumulación de capital y, por lo tanto, son esencialmente una molestia para el orden socioeconómico establecido, está eliminando un obstáculo importante para la revolución, una verdadera amenaza existencial para ese orden. Su ofensiva ha desencadenado una resistencia masiva, la de los "chalecos amarillos". Este equipo heterogéneo no está dirigido por una vanguardia comunista como la resistencia en tiempos de guerra, pero ciertamente parece tener un potencial revolucionario. El conflicto entre un presidente que representa a la élite francesa y sus tutores estadounidenses que es, en muchos sentidos, el heredero de Pétain y los gilets  jaunes (chalecos amarillos) que representan el descontento, inquietas masas plebeyas anhelando el cambio, herederos de los partisanos del tiempo de guerra, puede que todavía lleve a experimentar en Francia algo que escapó en el momento de la Liberación: una revolución - y una verdadera, en lugar de una falsa depuración, épuration.


Jacques Pauwels

Copyright © Dr. Jacques R. Pauwels, Investigación Global, 2020

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02 mayo 2020

IIGM: "Alianzas diabólicas" y rusofobía


    Caricatura original de Sputnik


por Tito Andino U.


Introducción

Estamos celebrando 75 años de la derrota del nazi-fascismo y eso es lo que importa a pesar de las controversias del presente.

La historia de la guerra no es tan simple como pretender calificar a unos de "buenos" y a otros de "malos", pero en ocasiones si que existieron causas justas para detener la maldad humana, en ese sentido el nazismo fue intrínsecamente malvado ya que pretendió crear un nuevo orden basado en la supremacía racial y a costa de los "subhombres" (untermensch); y, en eso se diferencia con el totalitarismo soviético de Stalin, al que se denomina estalinismo, cuya ideología política también pretendió, a sangre y fuego, imponer una supuesta igualdad social, cosa que nunca se consiguió. El comunismo, en ese sentido, fue un rotundo fracaso social.

Pero, no estamos aquí para hablar de ideologías, sino de las consecuencias de la política europea en los albores de la segunda guerra mundial. Hablar de "buenos" y de "malos" sigue siendo relativo, ya que tal calificativo proviene de la propaganda de los bandos en disputa. 

La única verdad es que la segunda guerra mundial fue la continuación de la Gran Guerra Imperialista de 1914-1918, en una tregua que forjó el surgimiento de terribles corrientes ideológicas (fascismo y comunismo).  Tomando en cuenta que las guerras son un gran negocio, desagradable eso sí, que deja mucho, mucho dinero, lo mismo podemos decir de la política.

La función del historiador es simple, no está para realizar proselitismo, a ningún bando, se basa en la ciencia de la historia, a través de sus innumerables recursos como la historiografía, única que permite desvelar la verdad, o al menos parte de ella.

En el presente, por cuestiones de pura estretegia, se implementan aspectos ideológicos del pasado. La globalización es meramente un aspecto económico, bajo cobijo ideológico, claro está. Hoy vivimos un "estado de guerra económico" entre grandes superpotencias: Estados Unidos, China y Rusia. 

En esas circunstancias, para la mentalidad de Occidente, dominada por los Estados Unidos y la OTAN, hoy tenemos al gran "enemigo" reencarnado en Rusia, para desgracia de quienes siguen viendo comunistas hasta en la sopa, no lo es; al contrario la Rusia moderna de Putin es tan capitalista que se enfrenta en esa "guerra" económica con los Estados Unidos por abrirse camino en los mercados internacionales, lo mismo sucede con el, "formalmente" estado comunista de la República Popular de China, que de "comunista" solo tiene al Partido (que controla el estado), siendo quizá en este preciso momento la mayor potencia económica capitalista, industrial y financiera del mundo, con el perdón de sus detractores estadounidenses.


Dos caricaturas. la primera, propaganda alemana en la IIGM con el clásico tema del bolchevismo acechando el mundo. La segunda data de 2019, es un intento de copia de la anterior, fue publicada por el medio británico The Guardian, como se aprecia es una caricatura en contra de Putin y de Rusia.


Hasta hace no mucho era muy popular el "revisionismo", supuestamente "histórico" de la segunda guerra mundial,  demostrado quedó que esa "revisión" no era más que propaganda del neonazismo y de círculos de la extrema derecha mundial. Ahora tenemos un nuevo tipo de "revisionismo" al frente del gobierno de los Estados Unidos, que intenta reescribir la historia de la contienda con una nueva versión 'oficial' para la población occidental. Una reciente demostración de hipocresía política ha sido, bajo influencia de la OTAN, la declaración del Parlamento Europeo (septiembre 2019) calificando el Pacto de No Agresión germano- soviético de 1939 como el camino que allanó el estallido de la guerra. En otras palabras, la tácita acusación de que la Alemania Nazi se alió a la Unión Soviética  para provocarla. 

Esto no tiene nada que ver con la historia, sino con la política internacional superditada a los mercados de dominación económica. Es decir, cuestiones para nada fundamentadas bajo parámetros históricos. 

Esta investigación no es apología soviética, ni rusa, ni es una posición anti-estadounidense, es historia documentada y objetiva. Algunos siguen calificando de "idiotas útiles", por intentar "blanquear" a Stalin, a quienes se basan en la ciencia de la historia para refutar tesis de reciente aparición. Me parece que "tontos útiles" han sido siempre aquellos que, sin tener donde caerse muertos (literalmente), aplauden el totalitarismo de ultraderecha, inclinándose ante quienes les roban y explotan en su cara.  

Por sentado, los soviéticos tampoco fueron los "buenos" de la película. Claro que no, en aquellos tiempos rondaba el espectro de la política internacionalista de Lenin, "La Revolución Bolchevique" o una "revolución mundial" que, en teoría, debía llevarse a toda Europa, conforme la doctrina de la Internacional Comunista o Komintern (El 4 de marzo de 1919 se fundó la Tercera Internacional para propiciar la "revolución mundial"). Sin embargo, Stalin suprimió esa doctrina cuando la URSS fue invadida por los nazis, el Komintern fue abolido, el dictador declaró abiertamente que se renunciaba a cualquier intento de socavar el orden de las democracias occidentales, a partir de ese momento los obreros y partidos comunistas en Europa debían valerse por sí mismos y mediante el sistema de la democracia participativa para acceder al poder. 


Pacto de no Agresión Germano-Soviético (1939)




El daño histórico de la URSS quedará marcado por siempre, a pesar de las explicaciones y los motivos que le llevaron a pactar con Hitler. No se puede desconocer que la URSS ocupó una parte de Polonia tras la invasión alemana, encontrándose en la famosa línea Brest-Litovsk. Tampoco hay razones para "ocultar" que los soviéticos invadieron Finlandia y se anexaron los estados bálticos a partir del pacto con los nazis. 

No obstante, conociendo la mentalidad del dictador Stalin, no cabe duda que esa era su intención mucho antes de pactar con Alemania, al fin y al cabo aquellos territorios habían sido parte del Imperio Ruso en continua disputa y/o compartidos con el Imperio Alemán. Los planes soviéticos comtemplarían esa expansión, incluso, sin que mediara alguna alianza o pacto de seguridad con Occidente. Tanto Lenin como Stalin demostrarían que no estaban para políticas de apaciguamiento en los territorios que históricamente consideraban parte de Rusia y del naciente imperio soviético

Stalin no era solo un dictador, era sanguinario, calificado de monstruo mucho antes de que Hitler irrumpiera en la escena política de Europa advirtiendo que llevaría a cabo el "Lebensraum". Hitler quería la guerra y su objetivo eran los territorios del Este y la única forma de lograrlo era contando con la pasividad o neutralidad de Occidente. 

Técnicamente, iniciada la guerra en 1939, británicos y franceses bien pudieron haber fulminado a Alemania sin necesidad de abrir un frente oriental. Y, existe otro razonamiento, ya abordado en otras ponencias. ¿Recuerdan quiénes financiaron a Hitler para la toma del poder en Alemania o les viene a la memoria quiénes financiaron la guerra de Hitler

Aún explicado el caso (por ejemplo, en 80 años atrás ... Mito y realidad del pacto Hitler-Stalin), el hermetismo característico de la era del comunismo soviético no ayudó en nada. Tuvimos que esperar el año 1989 para que la actual Federación Rusa reconociera la existencia del protocolo secreto firmado con los nazis sobre las zonas de influencia en Europa Oriental, es decir, un acto por el cual quedó marcado el destino de Polonia, Lituania, Letonia, Estonia y Finlandia.




En la foto de arriba, los tanques soviéticos llegan al punto convenido que ya ha sido tomado por los alemanes (Brest Litovsk); abajo, las tropas de los dos ejércitos intercambian saludos (22 sep. 1939)

La ocupación soviética de Polonia tuvo lugar desde el 17 de septiembre de 1939, (y hablamos de ocupación porque una invasión propiamente no tuvo lugar, dada la escasa resistencia polaca). El 22 de septiembre, alemanes y soviéticos coincidieron en la famosa línea Brest-Litovsk, en ese tiempo territorio polaco denominado Brześć Litewski (actual Bielorrusia). Es altamente recomendable que el lector repasara el Tratado de Brest-Litovsk (oficialmente Paz de Brest-Litovsk), del 3 de marzo de 1918, entre el Imperio alemán, Bulgaria, el Imperio Austro-Húngaro, el Imperio Otomano y la Rusia soviética. Por el Tratado Rusia renunciaba a su soberanía territorial en suelos que luego serían parte de Finlandia, Polonia, Estonia, Letonia, Curlandia, Lituania, Ucrania y Besarabia, tras su firma pasaron a ser controlados y explotados económicamente por los Imperios Centrales. La Gran Guerra continuaba en ese momento en el Frente Occidental​.

¿Puede existir un argumento jurídico internacional para que el Tratado de Brest-Litovsk quedara anulado tras la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial? Legalmente es factible, toda anexión territorial mediante el uso de la fuerza o guerra de agresión, al menos en teoría, está sancionada (prohibida) por el Derecho Internacional. Brest-Litovsk fue producto de la imposición de la fuerza militar alemana que ocupaba esas regiones y que en el fondo pretendía establecer un estado amortiguador (colchón) entre Alemania y Rusia. Esa presunta legalidad dejó de tener vigencia legal al finalizar la contienda con la derrota y abdicación del Kaiser alemán. Citemos un ejemplo, Bielorussia fue ocupada por el Imperio Alemán por las armas entre 1917 y 1918, como efecto de la rendición germana se proclamó la República Popular Bielorrusa, al poco llegarían los soviets... y los polacos... En el caso de Bielorussia, en 1939 fue integramente ocupada por la URSS tras su entrada en Polonia (septiembre 1939) y la expulsión de las fuerzas polacas de esos territorios. 

Sería interminable hablar de todas las repúblicas bálticas, de Finlandia, etc,. La derrota alemana de 1918 dejó sin efecto el Tratado de Brest-Litovsk, dando paso al Tratado de Versalles de 1919. Todas las pérdidas territoriales de Rusia en la Gran Guerra serían recuperadas en 1940, a excepción de los territorios que conservaron Finlandia y la sucesora del Imperio Otomano, Turquía. Polonia no existía como estado independiente hasta luego del proceso de paz (Tratado de Versalles) que puso fin a la primera guerra mundial y "reordenó" el territorio de Europa. Durante la Gran Guerra, el territorio polaco estaba dividido entre las potencias imperiales de la época: Imperio Austro-Húngaro, Imperio Alemán e Imperio Ruso.


 



El general alemán Heinz Guderian y el general ruso Semyon Krivoshein observan el desfile en Brest-Litovsk 

Volvamos a lo principal. El Pacto de No Agresión Germano-Soviético, Molotov-Ribbentrop, Pacto Stalin-Hitler o nazi-soviético, de agosto de 1939, como gusten denominarlo, se cumplió, los actores se pusieron en marcha con la invasión de Polonia, facilitó que alemanes y soviéticos se encontraran en la línea Brest-Litovsk, el 22 de septiembre de 1939. El general Heinz Guderian y el general ruso Semyon Krivoshein brindaron juntos, el ruso invitó a los alemanes a visitar Moscú, les deseó una rápida victoria sobre la Inglaterra capitalista, incluso alemanes y soviéticos realizaron un desfile en Brest celebrando el acontecimiento. Salvo algún "comunista" moderno, nadie niega aquello.

Pero, ¿fue una celebración de la victoria sobre los polacos?, el asunto es discutible. Más que evidente, se cumplió el pacto con la demarcación de la zona de influencia de esas potencias, con desfile incluido, organizado por los alemanes y presidido por Guderian, observándose la participación de  tropas soviéticas junto a los alemanes. Utilizar el término "complicidad" entre las dos potencias totalitaristas de la época es discutible al momento de analizar las circunstancias históricas y legales de los tratados, como el de Brest-Litovsk, en que Rusia hizo concesiones territoriales a las Potencias Centrales para retirarse del conflicto, un tiempo en que, recalcamos, Polonia no existía como entidad soberana y territorial. 

La historia nos demuestra que la "complicidad" no fue exclusiva de soviéticos y nazis. Existen probados antecedentes del por qué se llegó a esa aberración ideológica entre nazis (ultraderechistas y anti-soviéticos) y los odiados bolcheviques que tanto aterraba a las potencias occidentales (británicos, franceses y al lejano Estados Unidos). 

Las potencias occidentales anhelaban (y apoyaban secretamente) que los alemanes destruyeran a los soviéticos militarmente y éstos últimos consiguieron ganar tiempo para prepararse del inminente ataque. Desde esta perspectiva -con irrefutables e innumerables recursos historiográficos- debemos analizar, con sana crítica y sin apasionamientos el tristemente célebre pacto. Eso es, "Pacto", no significó una alianza militar, ni un tratado de paz entre nazis y comunistas, era lo que dice su título "Pacto de No Agresión", como quedó explicado en anteriores ponencias (referencias a pie de página).

Es tiempo que apreciemos la otra cara de la moneda. Ya que el mundo está "horrorizado" con el pacto Molotov-Ribbentrop de 1939 (y en cierto sentido es entendible); ¿qué pasa con los Acuerdos entre Aliados, es decir, de los Estados Unidos y Reino Unido con la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial y mediata postguerra? Citemos ejemplos: La Conferencia de Moscú 1942, Conferencia de Casablanca enero 1943 (los soviéticos fueron invitados pero no asistieron), Conferencia de Teherán 1943, la Conferencia de Yalta (febrero 1945) que entre otras cosas divide y cede el control de la tercera parte de Alemania a la URSS; y, la Conferencia de Potsdam en julio-agosto 1945. Todas esenciales para acabar con el nazismo. ¿Deberían ser contempladas como complicidad con el "enemigo"? Si nos ceñimos a la "lógica política" actual de Occidente, haberse aliado con los soviéticos debe ser considerado una aberración mayúscula

La Conferencia de Potsdam, firmado en la inmediata posguerra, 3 de agosto de 1945  entre Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética, ratificó el reparto de Alemania, la ocupación militar, nuevas fronteras en territorios alemanes del este, desmilitarización de Alemania, reparaciones de guerra, juzgamiento a los criminales de guerra. Ese Acuerdo no fue un Tratado de Paz, conforme el Derecho internacional y curiosamente Francia fue marginada de Potsdam.​







Previamente, el 25 de abril de 1945 en el Río Elba, fuerzas estadounidenses se dieron la mano, se abrazaron, festejaron, desfilaron, bebieron junto a sus "camaradas" soviéticos en las cercanías de Torgau (Alemania). Ese episodio histórico es conocido como el "Día del Elba". El encuentro no fue casual, en las últimas ofensivas del frente occidental hacia las orillas del río Elba estaba previsto el encuentro con el Ejército Rojo. Eso nos recordará que también, conforme otro pacto, nazis y soviéticos se encontraron en la antigua línea Brest Litovsk. No es lo mismo, ya que una supuestamente era para desatar la guerra y la otra para poner fin a la guerra, las actitudes son las mismas. Todas esas operaciones de los Aliados en los dos frentes fueron coordinadas conforme las Conferencias previas entre Roosevelt, Churchill y Stalin y se denominó Liberación de Europa.

Las famosas fotos fueron publicadas y recorrieron el mundo. En Moscú se celebró como un fatídico día para la Alemania nazi, hasta hubo salvas de artillería, en New York las celebraciones se realizaron en Times Square con motivos oficiales, ya que las fuerzas nazis dejaron de ser operativas, "Estados Unidos y la Unión Soviética juntos pusieron el último clavo en el ataúd del Tercer Reich". El llamado "espíritu del Elba" es recordado siempre en Rusia cada 25 de abril como símbolo de cooperación entre Estados Unidos y la URSS

En el conocido Cementerio Nacional de Arlington, alrededor de Washington D.C. podemos encontrar el monumento denominado "El espíritu del Elba", cada año hay ceremonias conmemorativas, participan veteranos de EEUU y de la extinta URSS (incluso solían asistir diplomáticos de Rusia). Esos actos deberían llamar a la reflexión, hubo un tiempo en que los dos países fueron aliados y que las "lágrima de cocodrilo" actuales no son otra cosa que hipócritas cuestionamientos político-ideológicos de los Estados Unidos y sus aliados (OTAN) por tratar de imponer su predominio económico.


CRONOLOGÍA

Si el lector mantiene dudas, presentamos una cronología de hechos que concluyeron con el "Pacto Germano Soviético de No Agresión" de 1939.

- Los nazis asumen el poder (1933) e inician la violación del Tratado de Rapallo en 1922 suscrito por Alemania y la Rusia Soviética, se desata una campaña contra los representantes diplomáticos de la URSS y periódicos ataques a legaciones soviéticas en Alemania.
- Previamente, Hitler "avisó" desde 1925 (Mein Kampf) a los diplomáticos de Moscú el destino que les espera a los eslavos "untermenschen" (sub-humanos): esclavitud o muerte. Las tierras del Este hasta los Montes Urales deben ser tierras alemanas (Lebensraum).


- En 1933, la URSS plantea en secreto a las potencias occidentales la posibilidad de restablecer la entente antialemana de la Primera Guerra Mundial, así  da inicio la famosa política de contención e incluso de preparación para la nueva guerra (de fracasar la primera opción).
- A fines de 1933, la URSS anuncia oficialmente la nueva política de seguridad colectiva y asistencia mutua contra la Alemania nazi. Ese mismo año  Maxim Litvinov, Comisario del Pueblo para Asuntos Exteriores de la Unión Soviética, visita Estados Unidos para el reconocimiento diplomático de su estado, se reúne con Franklin D. Roosevelt, se plantea el tema de la seguridad colectiva contra los nazis y el Imperio japonés, en 1934 las conversaciones se enfrian.
- La diplomacia soviética en París, plantea la seguridad colectiva ante los ministros de Asuntos Exteriores francés, Joseph Paul-Boncour y Louis Barthou. Las relaciones con la URSS se normalizaron ya que ambas naciones sentían la amenaza del nazismo. Pero, al igual que en los EEUU fueron saboteadas por el sucesor del asesinado Barthou, Pierre Laval
- Pierre Laval, anticomunista extremo prefería el acercamiento a la Alemania nazi en lugar de la seguridad colectiva propuesta por la URSS. No obstante el Tratado de Asistencia Mutua Franco-Soviético se firma en mayo de 1935. Tras la caída de Francia en 1940, Laval se convierte en colaboracionista de la potencia ocupante alemana, sería pasado por las armas por alta traición tras la liberación en 1945.
- Gran Bretaña tampoco es ajena a la diplomacia soviética, seguridad colectiva contra la Alemania nazi, pero el Acuerdo Naval anglo-alemán de 1935, es decir, el rearme de la armada alemana obstaculiza las conversaciones con los soviets. Los franceses consideran ese acuerdo con los alemanes como traición. En 1936, Anthony Eden, nombrado Secretario de Asuntos Exteriores británico cancela las conversaciones con la URSS.
- Los grandes Imperios coloniales del mundo en esa momento, Francia y la Gran Bretaña, a la que se suma Estados Unidos, deciden terminar unilaterlamente las conversaciones de seguridad colectiva y asistencia mutua con la URSS. El anticomunismo latente en las élites aristocráticas y financieras temen más a la fuerza de los trabajadores que a los radicales nazis, los alemanes son más útiles para sus planes.
- Nadie desconoce que las élites financieras, industriales y políticas simpatizan con Hitler. Por algo se había montado el show en defensa del capitalismo. El fascismo deberá hacer frente a la expansión de los movimientos obreros comunistas en Europa (respaldados por la URSS).

El embajador alemán en Londres, Joachim von Ribbentrop, durante las negociaciones de 1935 para el Acuerdo Naval Anglo-alemán. En la práctica, a pesar que la Kriegsmarine será más pequeña que la flota británica, lo que resalta del acuerdo es que se permite el rearme de la marina de guerra alemana.

- Un posible acuerdo de seguridad colectiva llega a su final, volviéndose más imposible con el inicio de la guerra civil española en 1936, las potencias coloniales se ven obligadas a elegir: derecha o izquierda.
- Otros países europeos afrontan igual dilema. Rumania y Checoslovaquia, como ejemplo, desean un acuerdo de seguridad colectiva contra la amenaza nazi. El presidente checoslovaco, Benes, en 1935, firma un Pacto de Asistencia Mutua con la URSS; igual que en Francia, es desconocido por los políticos checos que confían más en Gran Bretaña y Francia que en la URSS. A pesar de ello, los checos mantienen buenas relaciones con los soviéticos.
- Polonia. La URSS intenta armonizar con los polacos quienes se decatan por los nazis. "Los rusos son bárbaros", dicen, "los alemanes, un pueblo civilizado". Polonia firma un Pacto de no Agresión con la Alemania nazi en enero de 1934. En 1938 los polacos serán cómplices del desmembramiento de Checoslovaquia, craso error, serán los siguientes conforme la hoja de ruta nazi.
La seguridad colectiva y asistencia mutua propuesta por la URSS contra la Alemania nazi no prospera, para 1936 los soviets están casi aislados. Sus propuestas, al inicio escuchadas son luego rechazadas. Nadie quiere escuchar las advertencias del peligro nazi y prefieren negociar con mister Hitler, solo desean alejar al lobo lejos de sus puertas. Todos, incluso la luego traicionada Checoslovaquia, tienen una falsa visión, "la idea, tanto declarada como no declarada, es cambiar las ambiciones de Hitler hacia el este contra la URSS", como lo ha escrito el líder nazi desde la década de 1920.

Conferencia de Munich, 1938 


- La URSS insiste en un acuerdo de seguridad colectiva. En abril de 1939 se da otro impulso formal para intentar el pacto anglo-franco-soviético de asistencia mutua contra la Alemania nazi, las conversaciones se prolongan hasta el verano de 1939. En Gran Bretaña y Francia la opinión pública es favorable a un acuerdo con la URSS, tras la ocupación de toda Checoslovaquia (1939). Hitler reclama Memel (en Lituania), Danzig (Polonia). Pero el diálogo no prospera.
- Molotov reemplaza a Litvinov en Asuntos Exteriores en mayo de 1939 e intenta una vez más con Varsovia, los soviéticos garantizan el apoyo militar a Polonia si son agredidos por los nazis, los polacos con desdén no demoran en rechazar la propuesta.
- La URSS, intenta hasta el final buscar el acuerdo anglo-franco-soviético. En pleno verano de 1939, las partes mantienen el diálogo. Sin embargo, los británicos negocian en secreto con Hitler, mientras se envían delegaciones militares británicas y franceses hacía Moscú para finiquitar la alianza, la noticia se filtra a fines de julio, a través de la prensa se desata el escándalo.
- La mencionada misión militar franco-británica viaja en un fletado y lento barco comercial, (¿por qué no en una rápida nave de guerra?) rumbo a la URSS. La misión demora cinco días en llegar a la cita, lo que suscita la duda soviética. Es evidente que las negociaciones buscan ser retardadas y entorpecidas.
- El principal negociador británico, almirante Sir Reginald Drax, no tiene poderes escritos para firmar un acuerdo con la parte soviética. El general francés, Joseph Doumenc, lleva una vaga carta de autoridad del presidente del consejo de Francia, puede negociar pero no firmar un acuerdo... Nada tienen que ofrecer, mientras el Comisario de Guerra soviético, tiene plenos poderes plenipotenciarios.
- ¿Qué demonios? "No son serios", concluyó Stalin. Los gobiernos francés y británico pensaron que podían jugar con él. 
- Los soviéticos comprenden que no habrá un acuerdo de seguridad colectiva... Entonces, fue cuando Molotov se anima a escuchar las propuestas alemanas... (son los alemanes quienes inician el acercamiento).
- La pregunta del millón, ¿Occidente conspiró contra la URSS por temor al comunismo o porque eran simplemente rusos?
- La dirigencia soviética calcula que los occidentales van a dejarla sola en caso de guerra con Alemania, mientras que franceses y británicos se sentarán a contemplar el conflicto. Eso es exactamente lo que hicieron cuando Alemania invadió Polonia, pura retórica: "declaración de guerra". Si no ayudaron a Polonia abriendo el frente occidental, cómo ayudarían a la URSS?
- Los británicos podían enviar varias divisiones a Francia al comienzo de la invasión a Polonia, el Ejército Rojo pudo movilizar de inmediato cien divisiones; las fuerzas soviéticas venían de golpear a los japoneses en la frontera de Manchuria.
- El pacto Molotov-Ribbentrop es el resultado de largos años de fracasado intento soviético por concretar un tratado de seguridad colectiva, en forma de una alianza antinazi con las potencias occidentales. Aceptar las propuestas de los nazis sorprende al mundo, Stalin accede a la oferta que marcará de polémica la historia de la segunda guerra mundial.
- El pacto gemano-soviético establece cláusulas secretas sobre las "zonas de influencia" en Europa del Este en caso de guerra (como era lo previsible). Es un acto reprochable pero no dista mucho de otra aberración firmada en Munich por las mayores potencias coloniales de la época, el sacrificio de Checoslovaquia por parte de británicos y franceses en aras de la seguridad colectiva, sin pedir la opinión de la URSS... ni de los checoeslovacos.

El primer ministro británico Neville Chamberlain en una de sus varias vistas a Alemania para dialogar con el líder nazi. 

- Gran Bretaña y Francia se ponen en pie de guerra solo cuando sus cálculos no resultan, es decir, esperan que Alemania lleve la guerra lejos de Occidente. Los nazis les deparan una sorpresa seduciendo a Stalin.
- Stalin es un verdadero rufián, políticamente habilidoso, al aceptar el pacto gana tiempo y evita una guerra inmediata con Alemania, pero cometerá el gran error de no aceptar las advertencias de sus mandos militares. Hitler continúa con su plan de invadir la URSS, Stalin duda que Hitler vaya a emprender una campaña en su contra al estar enfrascado en una guerra en el frente occidental. 

Finalmente, Gran Bretaña y Estados Unidos se unen a la URSS contra el nazismo, en una calculada alianza. No se debe olvidar que los ingleses luchan con valentía por defender Francia y su propia isla, pero la URSS se enfrentará sola a los nazis en Europa hasta septiembre de 1943 cuando los Estados Unidos ponen pie en Italia, donde quedarán estancados (a pesar de los avances) hasta el final de la guerra. Solo a mediados de 1944 los Aliados occidentales entran en acción en Europa continental propiamente dicha. Para ese momento la Wehrmacht ya no es una gran armada, ha quedado severamente golpeada y debilitada ante el embate soviético en el frente oriental. 


La seguridad colectiva y asistencia mutua con la URSS no prosperó porque todos los países europeos confiaban en la Gran Bretaña, si ellos decían que sí a los soviéticos todos los demás se alinearían, pero eso no sucedió.



Referencias en este blog:





Nota: La cronología se basa en un reportaje del profesor Michael Jabara Carley, de la Universidad de Montreal.  

A History Lesson For Westerners Parrotting The Lie That Stalin 'Colluded With Hitler to Start WW2'

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