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12 febrero 2022

La huella militar global de Gran Bretaña


Mapa del mundo que muestra la extensión del Imperio Británico en 1886, de Walter Crane. Los territorios del Imperio están marcados en rojo. El mapa fue incluido como un suplemento en la edición del 24 de julio de 1886 del periódico británico ilustrado The Graphic. El inserto pequeño muestra en rojo la extensión de los territorios británicos en 1786


Primera Parte: 

Notas previas del editor del blog


La enigmática isla de Albión a través de los tiempos es muy rica en historia y leyendas. Ha construido y destruido imperios en los últimos siglos; ha creado naciones de la nada con un objetivo: dividir a pueblos hermanos; ha diseñado y rediseñado mapas geográficos con el mismo propósito: divide y reinarás. 


El Imperio Británico ha prevalecido sobre todos, a pesar de la dura rivalidad con otros imperios y naciones. Ese reinado sobre gran parte del orbe duró hasta después de la Gran Guerra (comúnmente denominada Primera Guerra Mundial). Antes del estallido de la segunda conflagración mundial junto a Francia seguían siendo los mayores imperios coloniales del globo. La Gran Bretaña seguía siendo la mayor potencia económica, su moneda era la referencia del comercio internacional (como lo es hoy el dólar).

A raíz de que el Imperio Alemán desatara la guerra en Europa en 1939 su colega imperial, la Gran Bretaña, se vio obligada a bajarse del pedestal cediendo ese privilegio a una nueva, poderosa e infranqueable potencia económica e industrial, los Estados Unidos de América que desde fines del siglo XIX venía haciendo presencia en el contexto mundial.


Mapa del Imperio Británico bajo la Reina Victoria, finales del siglo XIX. Los dominios se refieren a todos los territorios pertenecientes a la Corona.


Si bien es cierto que Gran Bretaña perdió mucho más de lo que ganó producto de la victoria contra el nazismo, hay quienes afirman que el poder económico global sigue siendo controlado desde la City de Londres, compartiendo ese privilegio con Wall Street en New York. 

¿Qué tan cierto es esto? Es algo que se discute con frecuencia. El hecho de que los imperios económicos anglo-estadounidense estén en dura disputa con la emergente potencia que es China y la poderosa Rusia no significa que veamos un cambio trascendental en el equilibrio internacional, al menos a mediano plazo. La astucia y estrategia occidental parece seguirse imponiendo (coercitivamente) ante sus rivales.

Tener muy claro, siempre, que las guerras -todas- son disputas por intereses económicos, lo demás es un saludo a la bandera y falso patriotismo de los señores de la guerra secundados por fanáticos belicistas. ¿Quién gana en una guerra, aún perdiendo el  conflicto? Los industriales y banqueros, si no pregúntenle a los banqueros e industriales nazis que ayudaron a reconstruir Europa luego de la gran matanza que fomentaron.

Esta claro que la especialidad de este blog no es la economía, pero no deja de relacionarse con la geopolítica y los conflictos mundiales. La City de Londres, entre otros territorios británicos sigue siendo un paraíso fiscal. Londres se divide en dos: la ciudad de Londres, propiamente dicha, administrada por su Alcalde  (Mayor of London), y la City de Londres, con su propio alcalde (Lord Mayor of London), en la práctica éste último es el representante y defensor financiero de todo el Reino Unido con amplia facultad para decidir y apoyar los negocios y cuestiones financieras.

Una guerra no se gana en el campo de batalla, una guerra solo puede ser ganada con el sustento de un poder económico combinado con la producción industrial, los seres humanos son solo carne de cañón en esa terrible competencia por apoderarse de los mercados desde tiempos anteriores a la época colonial y con mayor razón durante la primera y segunda guerra mundial. Pasando por todos los conflictos del siglo XX y los que se han desatado en estas dos décadas de lo que va el siglo XXI, no hay un solo conflicto en que los intereses económicos y la explotación de los recursos naturales de las naciones atacadas haya estado presente


Arthur Mees, "Banderas de un Imperio libre", 1910. Cornell CUL PJM 1167 01


En lo económico, lo que muchos denominan hoy "conspiración del sionismo internacional", o lo heredado de los "filósofos" nazis que sigue teniendo rabiosa acogida en la extrema derecha europea, con la tristemente célebre "conspiración judeo-masónica-comunista", quieren ver en los Soros, los Rothschild, entre otros, la evidencia "irrefutable" de tal teoría conspiranoica. 

Los mencionados personajes, a través de grandes corporaciones, son apenas la punta visible de una enorme red secreta de intereses financieros privados, controlados por las principales familias aristocráticas y reales de Europa, centrada en la Casa Británica de WINDSOR. Muy poco se habla del Club de las Islas, edificado sobre los restos del Imperio Británico tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, su sede es Londres, precisamente en la City. Soros y los intereses de los Rothschild prefieren mantener sus vínculos a la sombra, esconden muy bien a sus amigos en la City de Londres, en el Ministerio de Asuntos Exteriores británico, en los círculos financieros estadounidenses y, claro, también en Israel.

La existencia de este círculo fue desenmascarado en 1964 tras la aparición de un polémico libro, "Treason in America" (Traición en América) de Anton Chaitkin. En muchos sentidos, el Club de las Islas mantenía el modelo de la Compañía anglo-holandesa de las Indias Orientales del siglo XVII. Los Rothschild, los Soros y otros son de aquellos que en la Edad Media se denominaban Hofjuden, “judíos de la Corte”, que gozaban de la protección de las familias reales y aristocráticas, ya que el préstamo de dinero era prohibido por la iglesia y los judíos tenían "licencia divina" para negociar. Los más importantes de tales judíos que para nada son judíos, son los Rothschild, familia que impulsó la carrera de Soros. Todos son criados de la Familia Real Británica. (En el caso de George Soros, su identidad judía solo tiene un valor utilitario para él, en lugar de ser una fuente de valores morales, es una persona cínica y ambiciosa, reclutado por la red de inteligencia británica de posguerra).


Cartel antisemita de 1941 creado para la exposición antimasónica celebrada desde agosto de 1941 hasta enero de 1942 en Belgrado, Serbia bajo ocupación de la Alemania nazi. Patrocinada por el Tercer Reich, fue organizada por ex miembros de Zbor (el Movimiento Nacional Yugoslavo, también conocido como Organización del Trabajo Militante Unido) y posicionada como Anti-Masónico. La exposición tenía la intención de deshumanizar e intensificar el odio a los judíos, debido a la presunta Conspiración Judeo / masónica / comunista de dominación mundial,  judíos maniobrando a la masonería, la democracia y el capitalismo. Los diseñadores de estos carteles permanecieron en el anonimato. El cartel de ejemplo presenta una caricatura de un hombre judío que actúa como titiritero con Joseph Stalin y Winston Churchill como marionetas, con una calavera sobre la cabeza del titiritero y varios símbolos en las cortinas: estrella de David, masonería: llave, sol y luna, con una leyenda en serbio que se traduce como "El judío sostiene los hilos en su mano, ¿de quién y cómo? - Encontrarás respuestas en la exposición anti-masónica".


En fin, otros detalles de la City y los banqueros puede revisarse en La City de Londres, Wall Street y la reconquista de Estados Unidos en la era del capitalismo financiero

Es momento de repasar un artículo del Dr. Binoy Kampmark, de quien hemos tomado el título de esta entrada. 


Segunda Parte

Mantener el imperio en funcionamiento

Dr. Binoy Kampmark

Ex becario de la Commonwealth en Selwyn College, Cambridge, profesor en la Universidad RMIT de Melbourne. Sus artículos se publican en Global Research y Asia-Pacific Research.


Algunos tipos nostálgicos todavía creen que la Union Jack continúa revoloteando entre suspiros y reverencias sobre los puestos de avanzada del mundo, desde los trópicos hasta el desierto. Tendrían razón, aunque sólo fuera hasta cierto punto. 

 



Resulta que Gran Bretaña tiene un alcance global bastante expansivo cuando se trata de bases, instalaciones militares y sitios de prueba. Si bien no tiene el peso obeso y la fuerza pesada de los Estados Unidos, lo hace bien. A nivel mundial, el ejército del Reino Unido tiene presencia en 145 sitios en 42 países. Tales cifras concuerdan con la espinosa observación de Ian Cobain en The History Thieves: que los británicos eran las únicas personas "perpetuamente en guerra".

La rica descripción general de Phil Miller sobre la huella militar de Gran Bretaña para Declassified UK muestra que es pesada. “El tamaño de la presencia militar mundial es mucho mayor de lo que se pensaba anteriormente y es probable que signifique que el Reino Unido tiene la segunda red militar más grande del mundo, después de Estados Unidos”. El ejército del Reino Unido, por ejemplo, tiene presencia en cinco países de Asia-Pacífico: instalaciones navales en Singapur; guarniciones en Brunei, instalaciones de prueba de drones en Australia; tres instalaciones en Nepal; una fuerza de reacción rápida en Afganistán. Chipre sigue siendo uno de los favoritos con 17 instalaciones militares. En África, el personal británico se puede encontrar en Kenia, Somalia, Yibuti, Malawi, Sierra Leona, Nigeria y Malí. Luego vienen los lazos siempre dudosos con las monarquías árabes. 

La naturaleza de tener tales bases es ser amable con tu anfitrión, no importa que sea teocrático, loco charlatán o un déspota anticuado con fetiches. A pesar de las declaraciones a menudo tontas de los políticos británicos de que están en desacuerdo con los autoritarios, abundan las excepciones. El Reino Unido nunca ha tenido problemas con los autoritarios con los que puede trabajar o los déspotas a los que puede mimar. Una mirada más cercana a tales relaciones suele revelar los mismos ingredientes: capital, comercio, percepciones de necesidad militar. El acercamiento a Omán, un estado marcado por el gobierno absoluto, es un buen ejemplo.  

Desde 1798, Gran Bretaña ha contribuido a garantizar el éxito y la supervivencia de la Casa de Al Said. El 12 de septiembre, el secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, anunció que otros 23,8 millones de libras esterlinas se destinarían a mejorar la Base de Apoyo Logístico Conjunto Británico en el puerto de Duqm, triplicando así “el tamaño de la base británica existente y ayudando a facilitar los despliegues de la Marina Real en el Océano Índico”. El Ministerio de Defensa también llegó a describir una “renovación” de una “relación enormemente valiosa”, a pesar de la firma de un nuevo Acuerdo de Defensa Conjunta en febrero de 2019.    

El acuerdo había sido uno de los actos del canto del cisne del enfermizo sultán Qaboos bin Said, cuyo fallecimiento este año fue lamentado genuinamente en los círculos políticos británicos. El primer ministro Boris Johnson lo llamó “un líder excepcionalmente sabio y respetado al que extrañaremos enormemente”. Papers of Record escribió en alabanza de un reformador y desarrollador. “El gobernante árabe que más tiempo ha servido”, observó una columna aduladora en The Guardian, “Qaboos era un monarca absoluto, aunque relativamente benévolo y popular”.    

El mismo sultán, debe decirse, tenía poca afición por la libertad de expresión, reunión y asociación, alentó los arrestos y el acoso de los críticos del gobierno y toleraba la discriminación sexual. Pero él era de la etiqueta de "uno de nosotros": entrenado en la Royal Military Academy Sandhurst, un anglófilo inquebrantable, instalado en el trono por Gran Bretaña en el golpe de palacio de 1970 durante la casi olvidada Rebelión de Dhofar. “Estratégicamente”, nos recuerda Cobain, “la guerra Dhofar era uno de los más importantes conflictos del siglo XX, ya que los vencedores podían esperar controlar el estrecho de Ormuz y el flujo de petróleo”. Los británicos se aseguraron de que su hombre ganara.


Posesiones británicas ultramarinas


Se pueden encontrar menciones públicas de una mayor participación militar británica en teatros extranjeros, aunque rara vez aparecen en las portadas. El negocio de proyectar tal poder, especialmente en el modelo británico, debe ser cuidadoso, considerado, incluso gnómico. Gran Bretaña, por ejemplo, se está uniendo al llamamiento liderado por Estados Unidos para contener el Peligro Amarillo en Asia Pacífico, un buen recordatorio para Beijing de que las viejas fechorías imperiales nunca deberían ser un impedimento para la repetición

El jefe del ejército británico, el general Sir Mark Carleton-Smith, habló en septiembre sobre la existencia de “un mercado para una presencia más persistente del ejército británico (en Asia). Es un área que vio una presencia del Ejército mucho más constante en los años ochenta, pero con el 11 de septiembre, naturalmente, retrocedimos”. Ha llegado el momento de “corregir ese desequilibrio”.

El Jefe del Estado Mayor de la Defensa del Reino Unido, el General Sir Nick Carter, prefiere ser más enigmático sobre el “futuro de la Gran Bretaña Global”. Para hacer frente a un “contexto estratégico cada vez más complejo y dinámico”, sugiere el “Concepto Operativo Integrado”. Gran Bretaña tiene que "competir por debajo del umbral de la guerra para disuadir la guerra y evitar que los adversarios de uno logren sus objetivos en estrategias de hechos consumados". 


Mapa del Imperio Colonial Británico 

Atrás quedaron los viejos matones imperiales de arrebatar y agarrar (snatch and grab); son evidentes las cuestiones de flexibilidad en términos de competencia. “Competir implica una postura de campaña que incluye operar continuamente en nuestros términos y en los lugares que elijamos”. Esto implica un proceso de pensamiento que involucra "varias dimensiones para escalar y desescalar arriba y abajo de múltiples escaleras, como si fuera una telaraña". El general intenta ilustrar este galimatías con el siguiente ejemplo: "Uno podría restringir activamente el dominio cibernético para proteger la infraestructura nacional crítica en el Dominio marítimo".

En 2017, Johnson, entonces secretario de Relaciones Exteriores, y el secretario de Defensa, Michael Fallon, ya habían murmurado algo más que una mayor presencia británica en Asia-Pacífico. Fallon estaba ansioso por enfatizar las razones de una participación más profunda, enumerándolas a un grupo de periodistas australianos. “Las tensiones han aumentado en la región, no solo por las pruebas de Corea del Norte, sino también por la escalada de tensión en el Mar de China Meridional con el programa de construcción que se ha llevado a cabo en las islas y la necesidad de mantener abiertas esas rutas”.

Con tal charla sobre la amenaza de China, se le podría perdonar por creer que la presencia británica en Asia-Pacífico fue mínima. Pero eso ignoraría, por ejemplo, la base de logística naval en Sembawang Wharf de Singapur, que cuenta con personal militar permanente británico con la vista puesta en el concurrido Estrecho de Malaca. También se puede encontrar una presencia más sustancial en el Sultanato de Brunei, que comprende un batallón de infantería de Gurkhas y una sección del Cuerpo Aéreo del Ejército con helicópteros Bell 212. El Ministerio de Defensa está particularmente interesado en los alrededores, ya que ofrecen "clima y terreno tropicales... muy adecuados para el entrenamiento en la jungla". 

Durante los próximos cuatro años, el ejército del Reino Unido puede esperar obtener 16.500 millones de libras esterlinas adicionales, un aumento del 10 % en la financiación y un cariñoso saludo a los militaristas. “He decidido que la era de recortar nuestro presupuesto de defensa debe terminar, y termina ahora”, declaró Johnson. “Nuestros planes salvaguardarán cientos de miles de puestos de trabajo en la industria de la defensa, protegiendo los medios de subsistencia en todo el Reino Unido y manteniendo a salvo a los británicos”. 

El primer ministro esperaba hacer ese anuncio acompañado de la "Revisión integrada de defensa y seguridad" defendida durante mucho tiempo por su asesor especial principal, ahora fallecido, Dominic Cummings. Cummings podría haber sido expulsado de la arena de gladiadores de la política de Downing Street, pero es poco probable que las ideas de la Revisión vayan en contra de las viejas tendencias imperiales. Como mínimo, habrá una promesa de más bases militares para reflejar una postura que el general Carter describe de manera bastante oscura como "comprometida y desplegada hacia adelante".



Gran Bretaña sigue conservando vínculos con sus antiguas colonias a través de la Mancomunidad de Naciones, Commonwealth, sus miembros representan casi un tercio de la población mundial (2.500 millones de personas), aglutina a 54 países independientes y semi-independientes que guardan lazos históricos con Londres y en la actualidad su membresía es voluntaria, no obliga sumisión a la monarquía británica.


Todo el material gráfico y sus notas a pie son interpuestos por el editor de este blog.

17 junio 2021

Mata a todos los británicos que chupan sangre india. Propaganda japonesa en la IIGM


Una mujer, tal vez la encarnación de la Madre India, sostiene un cuerpo moribundo junto a un mar de cuerpos en la masacre de Jallianwalah Bagh de 1919. El texto en hindi y bengalí dice: "Cualquier indio cuya sangre no hierva en el recuerdo de la masacre de Amritsar no puede ser llamado indio. Esta es la oportunidad de oro para la venganza", | Cortesía: National Army Museum, Londres. En el fondo de la pintura se puede ver a una gran cantidad de indios sosteniendo hoces y otras armas, una tiranga revoloteando con el chakra de Gandhi emergiendo de dentro de la multitud, persiguiendo a hombres uniformados que llevaban rifles. El texto en hindi y bengalí dice: "Cualquier indio cuya sangre no hierva en el recuerdo de la masacre de Amritsar no puede ser llamado indio. Esta es la oportunidad de oro para la venganza". Puede ser visto como un recordatorio inquietante de Jallianwala Bagh, particularmente yuxtapuesto contra el hecho de que los soldados, que lucharon en la Primera Guerra Mundial para los británicos solo habrían regresado a casa para ser recibidos por las noticias de la masacre. La gran consideración por los detalles y matices de la historia en el cartel es realmente notable.

 

por Aanchal Malhotra

original inglés: 

‘Kill all the British sucking Indian blood’:

The canny poster propaganda used by Japan in WWII


Los japoneses evocaron astutamente momentos de miseria bajo el Raj para exhortar a los indios a levantarse contra los británicos.


Sobre un fondo salpicado de sangre, se muestra a un hombre moreno con turbante con su dedo índice extendido, señalando airadamente, casi fuera del cartel y al espectador. Tras un examen más detenido, el fondo rojo sangriento revela montones de cráneos y cuerpos masacrados. El texto, que aparece en secciones a lo largo de la página en hindi y bengalí, recuerda momentos cruciales en la historia del subcontinente: la masacre de 1765 en Dhaka, la primera guerra de independencia india en 1857, la masacre de Amritsar de 1919 y los sacrificios de la Primera Guerra Mundial en 1918. Lo singular que todos estos momentos cruciales tienen en común son las fallas y el conflicto causado por los británicos en la India, y como si abordara eso, el texto final en el centro del cartel dice: "Los ingleses afirman entender y cuidar a los indios. Pero los 300 años de explotación..."


Este cartel recuerda momentos cruciales en la historia del subcontinente y destaca las fallas de los británicos en la India, lanzado en Assam por los japoneses en 1944, invoca inquietantemente a otros de la historia. El cartel es un ejemplo cristalino de la publicidad psicológica y los intentos de conversión empleados por las potencias del Eje en el subcontinente indio durante la Segunda Guerra Mundial. Tiene la misma franqueza del Ministro de Guerra Lord Kitchener "BRITONS (Kitchener) Wants You!", que fue publicado en 1914 como un llamado a unirse a la Primera Guerra Mundial e inspiró el infame "I want YOU for U.S. Army" del Tío Sam. Tiene la misma urgencia. 



"Durante la Segunda Guerra Mundial, los gobiernos británico y japonés libraron una feroz guerra de propaganda en el sur de Asia para influir en la opinión de las masas a su favor", dijo Parthasarathi Bhaumik, profesor asistente de literatura comparada en la Universidad de Jadavpur y becario Chevening de la Biblioteca Británica. "Explotaron todos los medios disponibles: actuaciones inalámbricas, cinematográficas, impresas y en vivo... El objetivo era desacreditar al oponente y proyectar su propio bando como el verdadero amigo de los pueblos del sur de Asia".


India arrastrada

El 3 de septiembre de 1939, a las 8:30 pm, la voz del Virrey Lord Lithlingow sonó a través de las frecuencias de All India Radio, anunciando que el Gobierno de Su Majestad estaba en guerra con Alemania, y como colonia de ese gobierno, también lo estaba la India. "Confío", dijo, "en que la India hará su contribución al lado de la libertad humana y no en contra, del lado del imperio de la fuerza".


Este anuncio provocó en los líderes del Congreso Nacional Indio rabia y frenesí. La participación de la India en la Segunda Guerra Mundial había comenzado, aunque el Virrey no había consultado a sus asesores ni a la Asamblea Legislativa ni a los líderes indios. Los líderes del Congreso estaban desgarrados. Por un lado estaba la hostilidad hacia la opresión nazi y el deseo de ponerle fin, y por el otro estaba la pura necesidad de no cooperar con el Imperio Británico a menos que tomaran medidas concretas hacia el auto gobierno en la India. ¿Cómo se podía esperar que los soldados de la India murieran por la libertad de una nación que les negó el mismo derecho?

Décadas antes, durante la Gran Guerra, 1.302.394 soldados indios habían viajado a través de aguas negras para luchar por el Rey y el País en tierras desconocidas. En su mayor parte, el reclutamiento era voluntario, ya que esta era una época en la que había una creencia en el gobierno del Rey y las nociones de izzat, u honor. Pero la Segunda Guerra Mundial, puesta en marcha con el telón de fondo de la lucha por la independencia en la India, no fue lo mismo. Aunque casi 2,5 millones de soldados indios en total participaron en la guerra, los británicos fueron atormentados por los acontecimientos en el frente interno, como el Movimiento Quit India en 1942 y la Gran Hambruna de Bengala en 1943. Lo que también les estaba molestando era el surgimiento de la Liga de la Independencia India, una organización política que estaba encabezada por líderes como Subash Chandra Bose y Rash Behari Bose, que colaboraban con las potencias del Eje.


Cinco hombres asiáticos, incluido un soldado japonés, brindan juntos, lo que sugiere que todos los asiáticos pueden vivir en armonía. El texto en el cartel dice: "Esta es una ocasión adecuada para expulsar a los ingleses de Asia" Una figura herida (con la bandera británica) está cayendo del mundo. 


La India es de interés para todos. Su ubicación estratégica, su abundancia de recursos naturales y financieros y el poder armado habían demostrado ser un territorio atractivo en el teatro de guerra del sur de Asia, tanto para las potencias aliadas para retener, así como las potencias del Eje para ganar.

Un folio en la Biblioteca Británica, titulado Japanese Policy in Regard to India since the outbreak of the War of Greater East Asia hasta finales de mayo de 1942,tiene notas detalladas y cronológicas proporcionadas a los oficiales británicos sobre las actividades de Japón, incluida su ocupación de Malaya (1941) y Birmania (1942). Los japoneses estaban en el umbral mismo de la India, amenazando el dominio del Imperio. Hay registros de soldados sij capturados en estas guerras a los que se les dio la opción de unirse a la Liga de Independencia de la India bajo Bose, o enfrentarse a la persecución, el encarcelamiento o la ejecución. "Japón mostró abiertamente su interés en la India", dice el documento, "y el Primer Ministro General Tojo anunció públicamente que los indios deberían aprovechar esta oportunidad y rebelarse para expulsar a los británicos de la India, ganando así para sí mismos su independencia".

Este interés en la India llevó a los japoneses a iniciar un fascinante esfuerzo propagandístico para convertir, como si fuera en beneficio de la propia India, a los soldados y civiles indios al lado de las potencias del Eje. En Farthest Field: An Indian Story of the Second World War, el periodista y escritor Raghu Karnad describe cómo después de la caída de la ciudad de Rangún para los japoneses, el aire se llenó de "miles de folletos revoloteando". Eran caricaturas propagandísticas representando a indios hambrientos bajo los talones de gordos imperialistas siendo expulsados de los camiones de evacuación por Tommies de pelo rubio".


Armería psicológica

El Museo Nacional del Ejército en Londres tiene las copias originales de varios de estos folletos de propaganda, conocidos como Dentan en japonés, impresos en papel japonés duradero y tejido durante mucho tiempo. Estos se pueden dividir obviamente en lotes basados en el estilo de las imágenes y la técnica de impresión, pero está claro que dentro de cada lote, el escriba y el artista se han mantenido consistentes. Los carteles pro-japoneses y antibritánicos detallan la discriminación, el racismo, la xenofobia y la desigualdad propagados por el Imperio, y se centran en "Asia para los asiáticos" o la idea de la agrupación racial.  


Con el Primer Ministro Winston Churchill cortando las manos de un tejedor malmul, un cartel muestra cómo los británicos "desindustrializaron la India"

Estos carteles hacen hincapié en la intensa conversión psicológica, y se distribuyeron a las tropas y los civiles, especialmente a lo largo de las regiones fronterizas. También revolotearon desde aviones que circulaban por los campos de batalla de Europa, el norte de África y Birmania, con la esperanza de convertir al soldado indio. En The Raj at War: A People's History of India's Second World War, la historiadora Yasmin Khan escribe: "Aunque (las tropas) habían sido entrenadas para ignorar la propaganda del Eje, parte de ella llegando a las tropas indias fue extremadamente desconcertante ... estaba dirigido a los puntos más débiles del arsenal psicológico de los viryes. Jugó con su nostalgia, las ansiedades sobre el hambre y el hogar y con su deseo de que la guerra terminara".


Gran Bretaña casi destruyó la industria algodonera causando estragos en la vida de los trabajadores malmul.

Cada cartel evoca un momento de miseria bajo el Imperio, y algunos incluso intentan dar resultados alternativos, en caso de que la India se libere de los grilletes del Raj. El acercamiento a las figuras del sur de Asia es extraño y sardónico, de una manera arrolladora y excesivamente generalizada: hombres y mujeres tan oscuros y escasos, con ojos que sobresalen y una barbilla punzante. El enfoque altamente estilizado es evocador de dibujos animados, incluso manga, en algunos lugares. Los colores, todavía notablemente bien conservados, a menudo son chillones o silenciados en tonos, dependiendo de las técnicas de impresión de litografía u offset.

Entre ellos se encuentran la caricatura rotunda y cruda de Winston Churchill –retratado como el embajador del Imperio– y la figura de un indio oscuro, escasamente vestido y de aspecto furioso, que a menudo sostiene un arma sobre el Primer Ministro británico. Esta figura oscura y con turbante, que aparece una y otra vez, puede ser vista como una metáfora del auto-empoderamiento contra el Imperio.


Con Churchill en el centro de una tela de araña rodeado de lugareños amantes de la paz, un cartel llama a los indios "... despierta, levántate y destruye los grilletes ingleses"Churchill en el centro de una telaraña, con la cabeza colocada sobre el cuerpo de una araña ha hecho girar una telaraña de sumisión. En sus manos hay una bolsa de monedas de oro –riquezas del subcontinente– y a su alrededor hay figuras sumisas de indios en posiciones suplicantes o de oración. Están vestidos como ascetas, y sus manos se muestran dobladas en devoción, retratando la naturaleza amante de la paz de los lugareños. El pie de foto, cuando se traduce, dice: "Se presenta una oportunidad sin precedentes para ganar la libertad. Despierta, levántate y destruye los grilletes ingleses".


El cartel muestra a Churchill sentado en una mesa comiendo carne tallada en la forma de la India – alegórica del puro consumo del subcontinente por el Imperio – mientras un oficial británico talla la forma de una Union Jack en la espalda de un indio que se desgarra, cuyas manos y pies están atados con cadenas. Detrás de Churchill la figura oscura de turbante, sosteniendo un palo y acercándose a él con ira. El texto dice: "Vencer al diablo con palos y salvar a la India".


Este cartel evoca la tragedia de la Gran Hambruna de Bengala, representando a una pareja británica, posiblemente basada en Churchill y su esposa, disfrutando de una lujosa comida de suculenta carne y vino, mientras debajo de la mesa yacen indios hambrientos. El texto dice: "Matad a todos los británicos que están chupando sangre india".


Hay otra imagen que muestra los pulgares de los trabajadores mulmul siendo cortados en Dhaka y sus telares destruidos para que ya no puedan tejer localmente la tela histórica. El folleto hacía referencia a la "desindustrialización de la India", donde Gran Bretaña casi destruyó la industria algodonera imponiendo aranceles de exportación y obligando a la población a comprar algodón británico importado. Una imagen similar (más arriba) muestra al propio Churchill cortando las manos de un tejedor. Hay otro que describe cuáles son las condiciones de vida bajo el dominio británico –muerte, enfermedad y hambruna– y cuáles podrían ser, en caso de que la India obtuviera la independencia –paz y prosperidad–.

Hay un único cartel que representa una bandera japonesa ondeando junto con sus grandes ejércitos – ocupando más de la mitad de la página, una señal de la inmensidad del apoyo y el poder – y las banderas de Gran Bretaña y Estados Unidos en otro rincón – mucho más pequeño en comparación. 


En primer plano, se puede ver a Churchill tratando a los indios encadenados como esclavos, y tal vez por primera vez en este cartel, se puede ver una diferencia en los tipos de rasgos faciales de los indios, que representan, podemos suponer, diferentes comunidades. Detrás de Churchill, como siempre, está la figura del hombre oscuro de turbante.


El cartel compara lo miserable que es la vida bajo el dominio británico y lo que podría ser, si la India obtuviera la independencia. 

Lo que llama la atención es el uso combinado del lenguaje y las imágenes históricas en estos carteles, que sirvieron para un doble propósito: atraer al hombre común con la perspectiva de una vida mejor libre del Imperio y, en segundo lugar, intentar convertir a los sepoys al lado de las potencias del Eje. La propaganda dirigida a los civiles parece estar principalmente en hindi, bengalí o birmano y evoca dificultades y conflictos. En contraste, la propaganda dirigida hacia los aparillas –razas marciales– parece estar en urdu, el idioma más comúnmente leído en todo el cinturón de combate del Punjab indiviso.

En esta línea de propaganda, la historiadora Yasmin Khan discute un cartel con la figura omnipresente de la esposa del polipeo. Hay un niño gordito en sus brazos y uno de los subtítulos urdu en la página dice: "Después de despedirnos de ti, seguimos buscándote en el horizonte". El cartel lleva la etiqueta Milap, o reunión. No hay texto en gurmukhi o nepalí, por lo que se puede suponer que las potencias del Eje sabían que sería casi imposible convertir a los soldados sijs y gurkhas, que desde la revuelta de 1857, habían permanecido leales al ejército británico.


Un llamamiento a los indios para que se unan a la lucha por la independencia

Entonces, ¿quién estaba ayudando a crear estas imágenes? Una serie de carteles lleva la firma de la "Liga Azad Hindostan". En su mayoría se basan en textos, apelando a sus compatriotas indios en varios idiomas (urdu, bengalí, birmano, inglés) para que se unan a su causa de independencia y ayuden a Japón a expulsar al diablo –Inglaterra– de la India. La escritura a mano parece amateur para un local y en algunos lugares, que recuerda a la delicadeza de la caligrafía japonesa, particularmente en las líneas más pequeñas de texto. Hay varios casos de separación por sílabas, saltos de línea o combinación de palabras en lugares inusuales. A la luz de estas rarezas, podría ser justo concluir entonces que incluso si los miembros de la Liga Azad Hindostan fueron consultados en la creación de estos carteles, fue la mano japonesa la que los representó.


Llamamiento a los indios para que se unan a Japón para ayudar a expulsar al diablo –Inglaterra– de la India


Aunque esta guerra de papel es fascinante y un notable intento de conversión de lealtades, no produjo el efecto deseado que había pretendido. En represalia, los británicos se embarcaron en su propio esfuerzo, imprimiendo y distribuyendo volantes pro-británicos, anti-japoneses y anti-alemanes dentro de la India y Birmania, con la esperanza de mantener la lealtad de su colonia más preciada.

El folio de la Biblioteca Británica, cerca de la conclusión, dice: "Japón hasta ahora ha calculado mal... esta ilusión la llevó a creer que la ocupación de la India sería un asunto simple y fácil, pero... Japón se ha visto obligado a detener temporalmente sus planes". Sin embargo, en última instancia, la Segunda Guerra Mundial arrasó el Raj, dejando a Inglaterra como un vencedor en el frente de guerra, pero debilitado en casi todas partes. Las estructuras desmoronadas del gobierno imperial –sin duda, debilitadas por todas las formas de rebelión, incluida la propaganda perpetua de las potencias del Eje– allanaron el camino para un eventual Gobierno Autónomo en 1947.




* Imágenes cortesía del Museo Nacional del Ejército de Londres y el curador del Museo Jasdeep Singh. Traducciones del bengalí al inglés por Sujaan Mukherjee.


Nota adicional del editor del blog

La propaganda japonesa no distaba mucho de la alemana nazi, en realidad, no dista mucho de cualquier tipo de propaganda elaborada por cualquier potencia mundial en guerra. El objetivo siempre será el mismo para todos, desprestigiar y/o ridiculizar al enemigo. Los nazis y japoneses pusieron énfasis en un tipo de propaganda, ya que generalmente actuaban como potencias de ocupación en Europa y el sudeste asiático.

Solo como ejemplos adicionales las siguientes secuencias del como representaban los japoneses a las fuerzas Aliadas en su teatro de operaciones, intentando perturbar los sentimientos personales de los soldados.


Japón y Gran Bretaña luchan por Australia. La propaganda japonesa profetizó que si luchan contra ellos el malvado Estados Unidos se apoderará de Australia.


"Australia Screams": un folleto de propaganda japonesa lanzado sobre las tropas australianas en 1941 que muestra a las tropas australianas muriendo por sus "dueños" americanos que se están divirtiendo con las chicas australianas como se ve en la imagen.









La propaganda japonesa se ensañó con este tipo de publicaciones, el engaño de la esposa al soldado en el campo de batalla.


11 enero 2021

Planes británicos en la segunda guerra mundial



Never Was Magazine


Nota previa del editor del blog

Nick Ottens y su página web Never Was nos volverá, como siempre, a entretener con amenos temas reconstruyendo la historia de algunas máquinas que en su tiempo se transformaron en eficientes medios de guerra como el ferrocarril, del que daremos un corto repaso al final; así como un dispositivo que debería funcionar como complemento de los acorazados de guerra; y, en esta primera entrega un utópico proyecto que, sin embargo, quedó esbosado en la mesa de sus diseñadores, nunca tomó vida, al menos en el formato que se había planificado -el portaaviones sobre hielo-. Curiosamente estas tres "armas" fueron ingenio de mentes británicas, nos enfocamos en la segunda guerra mundial (excepto el ferrocarril). 

Estos cortos relatos son retro, el cómo se idearon para convertirles en artelugios de guerra, salvo el uso del ferrocarril, que ya existía, no llegaron a ser realidad. 

Algunos proyectos fueron demasiado fantasiosos para volverse realidad, hubiesen sido colosales máquinas sin sentido práctico desde su misma idealización, tal es el caso del dirigible que, ante la aparición y desarrollo del avión y su implementación en el área militar, no tenía razón de ser para dedicar ingentes recursos en la construcción de monstruosas y lentas máquinas voladoras (excepto su utilización como apoyo logístico). El tema del dirigible lo abordaremos en siguientes entregas.

No es necesario demostrar como han evolucionado en nuestros días los tanques de guerra ni los portaaviones de propulsión nuclear. Es lastimoso que el avance tecnológico y el desarrollo científico desde inicios del siglo XX haya priorizado el programa armamentístico de las grandes potencias coloniales y hoy mundiales. El avance en el campo militar, pese a las comodidas tecnológicas del presente, sigue relegando a segundo plano el progreso en beneficio de la humanidad. Es lo que somos y es lo que tenemos. 

La siguiente es una amena lectura, permanecen en el tiempo como anécdotas de la historia, atractivas para el género literario de la fantasía y ficción, salvo el ferrocarril utilizado en su tiempo como arma de guerra y transporte militar. Esta es una primera entrega de tres, Never Was Magazine -como siempre- es la fuente de las referidas consultas.

t. andino

 

Un insumergible portaaviones británico — ¡Sobre hielo!

 

El proyecto Habakkuk


En 1942, la Guerra en el Atlántico no iba bien para los Aliados. Los submarinos alemanes, que operaban en "manada de lobos" al margen de los aviones, destrozaban las estratégicas líneas de suministro aliadas. En la primera mitad del año, los Aliados lograron hundir solo un submarino por cada cuarenta barcos mercantes perdidos. A ese ritmo, Gran Bretaña pronto se quedaría sin material para sostener la guerra.


Mapa de la situación militar en el Atlántico a mediados de 1941, de la revista Life (21 de julio de 1941)

 

Lord Louis Mountbatten, como jefe de Operaciones Combinadas, fue responsable de llegar a una solución. Animó a su departamento a explorar todas las posibilidades, sin importar lo extravagante que fueran. Una de las ideas, se originó con el inventor Geoffrey Pyke, fue construir un portaaviones de hielo, lo que permitiría a los Aliados atacar submarinos alemanes sin importar lo lejos que navegaran de la costa. La razón por la que Pyke se fijó en el hielo fue que el aluminio y el acero eran tan escasos.

Mountbatten y el Primer Ministro Winston Churchill estaban entusiasmados. El proyecto se llamaba Habakkuk. Pidió la construcción de pistas de madera en icebergs huecos, alimentados por motores a ambos lados.


Ilustración del Proyecto Habakkuk, 


Un pequeño prototipo fue construido en Canadá, con un peso de 1.000 toneladas congelado y con un motor de un caballo de fuerza. Churchill ordenó la construcción de un barco completo, que los canadienses prometieron entregar en 1944.

Pero entonces varios problemas comenzaron a sumarse. El alcance esperado de la nave se amplió a 7.000 millas (11.000 kilómetros). El Almirantazgo exigió que la nave fuera a prueba de torpedos y capaz de soportar las olas más grandes registradas. Eso requería un casco más grueso. El Mando Aéreo decidió que los bombarderos pesados deberían poder despegar del portaaviones, lo que significaba que la cubierta tenía que ser extendida.


Proyecto Habakkuk (diseño)


A medida que el Habakkuk avanzaba, se analizó la posibilidad de que comenzara a derretirse. Para entonces, los portugueses habían permitido a los Aliados el uso de aeródromos en las Azores. Un nuevo bombardero estadounidense, el B-24 Liberator, era capaz de cerrar la brecha del Atlántico medio. Los tanques de combustible de mayor alcance también dieron a los aviones británicos tiempo adicional de patrulla sobre el Atlántico. En el Reino Unido se había roto el último código alemán Enigma, lo que significaba que sabían dónde encontrar a los submarinos enemigos. Y Mountbatten, el iniciador del proyecto, se trasladó al sudeste asiático. Habakkuk fue cancelado en 1943.

Algunos datos explicativos adicionales

El Habukkuk  no iba a ser un ON ice (sobre hielo), iba a ser construido en grandes bloques de un compuesto de hielo / fibra de madera llamado "Pykrete" un notable invento. El tema es tratado en una excelente biografía de 2015 "CHurchill´s Iceman: The true story og George Pike: Genius, fugitive, spy". El Habakkuk se habría enfrentado con aislamiento por dentro y por fuera y, por lo tanto, tan liso y con forma regular como cualquier barco de acero, como se muestra en las imágenes más pequeñas y antiguas.

Se puede decir que por otras imágenes que el plan no era construir una pista sobre un iceberg. La imagen de portada tiene algunas características que no formaban parte del diseño real de Habbakuk: cubierta de hangar, torretas de cañón grande, etc. la velocidad máxima del diseño original era de siete nudos. Podría ser que el artista (de la portada) se basó en una imagen del portaaviones USS Shangri-La, que tenía en el caso el número "38" en la parte delantera de la cubierta de vuelo. Algunas fotografías del Shangri-La, más o menos del mismo ángulo, coinciden en algunos detalles y otros no con el dibujo de portada. En fin, es probable que el artista escuchó: "portaaviones sobre hielo" y se le ocurrió hacer ese diseño que no es una representación exacta de Habbakuk.


¡Scatter! El arma secreta del tanque de Gran Bretaña

 

CDL (Canal Defense Light)


De una estrecha hendidura en la gruesa piel de acero del tanque británico estalló una luz. La luz cegadora de 13 millones de velas atravesó la oscuridad cuando, un momento después, el haz sólido de luz cambió con la orden de "Scatter!" (¡Dispersión!).

Alcanzando la oscuridad de la noche, el rayo de luz comenzó a parpadear. Deslumbró y desorientó al enemigo que imprudentemente intentó apuntar a su brillante rayo parpadeante. Con el adversario iluminado y confundido, el tanque rodó por el campo listo para acabar con su enemigo.


El CDL- una luz de defensa del canal Grant probando su rayo en el castillo de Lowther, Inglaterra (Enciclopedia de tanques)


Ese escenario fue lo que imaginaron los inventores del secreto Canal Defense Light (CDL) cuando montaron la lámpara de arco en el interior de un tanque Matilda en el verano de 1940.

Unas 300 torretas estaban equipadas con la unidad de lámparas que podían iluminar 350 yardas a una distancia tres veces mayor. Los tanques equipados con el CDL debían usarse junto con otros tanques y la infantería en primera línea, ya sea iluminando a los objetivos o deslumbrando (cegando) al enemigo que intentara atacar al vehículo blindado.

En una prueba del CDL, un tanque británico dejó el rayo constantemente encendido y parpadeando con filtros de diferentes colores mientras zigzagueaba bajo el fuego y la observación. Cuando el tanque se detuvo, se pidió a los observadores que informaran qué camino tomó el tanque. Para un hombre, su conclusión era la misma y errónea, una línea recta.

Se creía que si el rayo brillante oscilaba a la frecuencia correcta, abrumaría el ojo de los observadores causando ceguera temporal. Este parpadeo también confundió a los observadores a la hora de estimar el alcance o si el tanque se estaba moviendo. La prueba lo demostró.


Una torreta con el CDL (Canal Defense Light) instalado en un tanque M3 Grant (IWM)


Envuelto en secreto y considerado tan valioso, el CDL fue retenido por los británicos para una operación de mayor impacto. Aunque estaban reservados para el norte de África nunca se usaron. Los tanques equipados con el CDL tampoco se emplearon para el Día D, su propio secreto fue en contra de su adecuado uso. Como era poco conocido fuera de los selectos círculos británicos, los planificadores aliados no incluyeron el CDL en sus planes de batalla.

Estados Unidos quedó prendado de la tecnología CDL, la montó en 355 tanques obsoletos; sin embargo, sus capacidades únicas se utilizaron nada más como un foco de alta potencia durante las operaciones nocturnas.

El único uso registrado del CDL contra las tropas alemanas se produjo cuando las fuerzas aliadas cruzaron el Rin. Una noche, mientras en el río se juntaban tanques, camiones y tropas para cruzarlo, tres nadadores de combate alemanes quedaron atrapados en el rayo cegador de un tanque equipado con el CDL. Según los informes, la luz intensa congeló a los nadadores, deteniendo su intento de sabotear el avance aliado.


Los ferrocarriles y la guerra


Tren acorazado del imperio austro-húngaro


Nota del editor: Aclarando que  el título de esta entrada habla sobre proyectos británicos que no fueron realidad durante la segunda guerra mundial, como apéndice y curiosidad histórica hemos incluido al ferrocarril, un invento británico que en sus primeros años fue transformado -según las necesidades- en un eficiente medio de guerra. Lo hemos incluido aquí por ser un ingenio que nació en Inglaterra y muy popular en el subgénero literario del steampunk que en principio vio luz en la ciencia ficción especulativa aparecida en la década de 1980 al poseer una estética retrofuturista, volviendo a la época victoriana (siglo XIX), en la cual la tecnología no evoluciona por el desarrollo de la ingeniería eléctrica sino a través de la máquina de vapor, dando lugar a toda clase de artilugios e inventos fantásticos y utópicos, como analizaremos en siguientes entradas sobre la temática. El género steampunk está influenciado por el romanticismo, el positivismo y el modernismo. Se inspira básicamente en las cosas imaginarias que hallamos en los libros de Julio Verne y H. G. Wells.

***

Probablemente no hay nada más steampunk que la locomotora, además de la aeronave, por supuesto. Los ferrocarriles siempre han representado el movimiento, la libertad, el genio humano, pero después de su introducción pronto se infectaron por el germen de la guerra y comenzaron a servir a propósitos destructivos.


Este parece ser el triste destino de todos los inventos humanos, desde los antiguos carros hasta los aviones modernos. 


Reemplazando a los animales

1825, generalmente se considera el comienzo de la era del ferrocarril  cuando se abrió la línea entre Stockton y Darlington (Inglaterra). En décadas, todas las grandes potencias tenían ferrocarriles funcionando para servir a sus florecientes bases industriales. Solo tomó unos pocos años más antes de que las naciones reconocieran las posibilidades estratégicas del tren.

Desde los albores del hombre, los animales llevaban armas y alimentos al campo de batalla, pero los animales también tenían que comer. Se ha calculado que la comida necesaria para los animales en un ejército podría representar más de la mitad de la comida total transportada.

Además, todas las estrategias de guerra dependían de la velocidad de movimiento de las tropas. Los ferrocarriles cambiaron el patrón antiguo. Las tropas y los suministros se podían entregar en poco tiempo y en mayor cantidad cuando fuera necesario, proporcionando una ventaja sobre el enemigo, que tenía que depender de sus animales.

Además, si eran derrotados tenían mejores oportunidades de abandonar el campo de batalla y reorganizarse en otro lugar.


Plan alemán


Helmuth von Moltke


Alemania fue la primera nación que planificó un extenso y estratégico sistema de transporte ferroviario diseñado para mover tropas desde los centros militares hacia las fronteras. El plan, propuesto en 1842 por el general Helmuth von Moltke, cubría todo el territorio alemán y prusiano, con ramificaciones que llegaban a Turquía y al suroeste de África, los próximos objetivos planificados del colonialismo alemán.

En los siguientes años, en el lado europeo el sistema ferroviario se modernizó con alojamientos, depósitos y otras infraestructuras necesarias para apoyar a un ejército en movimiento, sin embargo, Alemania había perdido las ramas asiática y africana en las guerras coloniales.

El sistema ferroviario alemán ayudó a Prusia a ganar dos guerras en el siglo XIX: la Guerra Austro-Prusiana (1866) y la Guerra Franco-Prusiana (1870-71). Ni Francia ni Austria estaban preparadas para mover muchas tropas y suministros a lo largo de sus sistemas ferroviarios: las tropas se acumulaban en la cabeza de los ferrocarriles, se reunían sin suministros ni alimentos, además de otros problemas similares derivados de la escasa coordinación entre las compañías ferroviarias y los ejércitos, hizo que ambas naciones no estuvieran listas cuando comenzaron las guerras.


Guerra civil americana


Tren de vapor Firefly o locomotora Firefly cruza sobre un caballete del Ferrocarril de Orange y Alexandria, 1 de enero de 1863 (NARA)


Sin embargo, la primera guerra en la que el ferrocarril tuvo un papel decisivo fue en la Guerra Civil estadounidense (1861-65).

De hecho, se considera la primera guerra moderna por el nivel de tecnología utilizada tanto en armamento (artillería mejorada, barcos de hierro, submarinos) como en logística (incluido el uso táctico de ferrocarriles).

En 1860, había vías férreas de 30.000 millas, dos tercios de las cuales en los estados del norte. El sur tenía un sistema ferroviario mal conectado y no podía reparar o reconstruir vías o locomotoras dañadas con tanta eficiencia como el norte. El poder industrial de los estados de la Unión, de los cuales los ferrocarriles fueron probablemente el signo más notable, es generalmente aceptado como un factor importante de su victoria.


Primera Guerra Mundial


Arriba: Tropas checas en un tren blindado en Irkutsk - Siberia (Rusia) 1918. Abajo: Un tren alemán transporta tanques británicos capturados lejos del frente occidental, 1917 (Bundesarchiv)


Durante la Primera Guerra Mundial, los trenes se utilizaron regularmente para transportar hombres y suministros al campo de batalla, pero hubo paridad por primera vez entre las partes combatientes. Cuando comenzó la guerra, todas las tropas estaban en posiciones, listas para la masacre.

La guerra de trincheras fue una guerra estática que consumió grandes cantidades de recursos. Para abastecer el frente, se desarrollaron ferrocarriles de trinchera, fáciles de construir y fáciles de operar. Las vías fueron prefabricadas y ensambladas en el sitio. Las locomotoras eran ligeras y de vapor, aunque se utilizaron locomotoras de gasolina en el rango visual del frente, ya que el vapor y el humo las convertían en objetivos visibles para la artillería enemiga.

Al ser relevantes para las operaciones militares, los ferrocarriles se convirtieron naturalmente en objeto de ataques durante las guerras.

Esta estrategia fue utilizada por primera vez durante la Guerra Civil estadounidense por ambos lados, pero probablemente durante la Primera Guerra Mundial podamos encontrar el ejemplo más interesante en Lawrence de Arabia impulsando a las tribus árabes a una guerra contra los turcos en el Levante. Como las tribus seguramente habrían perdido una batalla real, Lawrence planificó atacar el Ferrocarril de Hejaz, la única línea que conectaba Arabia y Turquía.

Atacando estaciones de ferrocarril y dañando las vías en lugares críticos como los puentes, limitaron los movimientos de tropas turcas, impidiéndoles, por ejemplo, reunir tropas contra el ejército británico en Egipto o abastecer puestos de avanzada sitiados que terminaban rindiéndose a los árabes.

 

Fuente original en inglés:

Railways and War

Scatter! Britain’s Secret Tank Weapon

Unsinkable British Aircraft Carrier — On Ice!

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