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26 febrero 2018

La batalla de Damasco y de la Ghouta Oriental



Soldados del Ejército Árabe Sirio en los alrededores de Damasco.


Breve prólogo del editor del blog

Más que los bombardeos sirios y rusos sobre las concentraciones terroristas y yihadistas en Damasco Campo - Ghouta Oriental (el cinturón agrícola que rodea Damasco capital), existe un bombardeo mediático de los medios de embrutecimiento masivo a nivel internacional. El solo hecho que la prensa atlantista denomine "rebeldes" a miles de fanáticos terroristas adoctrinados en el yihadismo es cinismo y señal que no existe imparcialidad en la información o, en el mejor de los casos, se deja de exponer las razones por las cuales las fuerzas aéreas de Siria y su aliado ruso atacan posiciones "rebeldes" en zonas pobladas.

Hoy se habla, nuevamente, por parte de los Estados Unidos, de Francia y Gran Bretaña de hacer uso de la fuerza para terminar con la sangría de los civiles, pero nadie informa, salvo como nota marginal, los cueles bombardeos de la coalición estadounidense que mata decenas de civiles sirios en Deir Ezzor, Raqqa y otras regiones sirias y de Irak. Para colmo, los aliados del yihadismo en Occidente se niegan a sepultar una clásica falsa bandera para provocar su intervención armada, la muy conocida "utilización de armas químicas por el régimen de Assad contra los civiles"... ese bulo es un cuento de nunca acabar, sin embargo, sirve de permanente provocación para que el gobierno sirio y los rusos cedan ante las pretensiones de actores foráneos.

Parar la guerra! gritan los desesperados auspiciantes del yihadismo. Lo mismo hicieron ante la inminente liberación de Alepo. No debería extrañarles que también pidan "AUTONOMÍA" para los "martirizados rebeldes" de la Ghouta Oriental, quienes no cesan de lanzar misiles en contra de la ciudad de Damasco. 

De qué va servir la última resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas si los "rebeldes moderados" no van a respetar el alto al fuego? 

Civiles rehenes 'moviles' del yihadismo. Estas imágenes son comunes de observar en diferentes ciudades sirias que están siendo liberadas por el Ejército Árabe Sirio. 

Estimado lector solo pregúntese una cosa, luego concluya quién miente: Por qué los "rebeldes" no permiten que los civiles abandonen la zona de batalla?. Sin duda, las consecuencias de la guerra lo sufren los civiles, aquellos rehenes de los terroristas en la Ghouta Oriental que caen en los bombardeos de las fuerzas gubernamentales porque, básicamente, son escudos humanos de las bandas terroristas; y, por qué nos olvidados -la prensa atlantista- de los civiles de Damasco que soportan a diario el lanzamiento de artefactos explosivos provenientes de la Ghouta Oriental?.

Debemos preguntar a esa prensa, si existe alguna diferencia, selectividad o discriminación, para "informar" entre los lamentables descensos de civiles en Damasco y de la Ghouta Oriental.

Un interesante artículo en inglés expresa lo siguiente: "Contrariamente a la narrativa de "gente vs. poder" que numerosos apologistas del primer mundo han estado presionando para la intervención extranjera occidental, los salafistas culpan ante todo a la apostasía del pueblo por dar origen a la herejía secular del gobierno socialista de Siria. Esto es porque para los salafistas, la religión comienza y termina con las personas, en términos del individuo.

No existe una dimensión sociológica en su razonamiento, invierten la lógica o la vuelven contra él: la ideología del pueblo se convierte en la ideología de los gobernantes. Un apóstata no puede gobernar sobre los justos. La falta de lealtad al Islam es culpa de la gente; los gobiernos solo reflejan esto. Es por eso que hemos visto los innumerables miles de decapitaciones y exterminios de pueblos y ciudades enteras. Esto estuvo lejos de estar limitado a 'fuerzas gubernamentales' o 'políticos pro-Assad'. (Exposing media fraud on East Ghouta: Why aren't civilians leaving the battle zone?)

Panfletos informativos lanzados desde helicópteros a la población civil de la Ghouta Oriental, indicando la forma de salir del asedio yihadista.

Por qué la prensa atlantista no informa que el gobierno sirio (lo hace siempre como en Alepo y otras ciudades) lanza panfletos en la Ghouta Oriental indicando a los civiles cómo escapar de la zona de lucha a un corredor humanitario donde la alimentación, refugio y medicamentos está garantizado. Por qué los yihadistas en la zona atacan deliberadamente áreas civiles matando a niños y civiles que pretenden huir de la batalla. Repito, esto no está pasando hoy, a sucedido siempre en todos los centros urbanos capturados por los yihadistas, los civiles son rehenes y carne de cañón. 

Solo existen dos posibilidades: O los "rebeldes" se oponen por la fuerza a permitir la salida de civiles o, existen muchos combatientes "rebeldes" que tienen familia junto a ellos, negándose aceptar su evacuación (o las dos cosas a la vez).

Quiénes son los "rebeldes moderados" de la Ghouta Oriental, lo sabremos en el reportaje a continuación.

Tito Andino



*****

La batalla de Damasco y de la Ghouta Oriental

Combatientes yihadistas de al Qaeda.


por Serge Marchand / Red Voltaire


La capital siria, Damasco, y el espacio rural al este de esa ciudad, la Ghouta Oriental, son teatro de cruentos combates entre los yihadistas de al-Qaeda –respaldados por el Reino Unido y Francia– y las fuerzas de la República Árabe Siria. Esta última está tratando de liberar a la población de 7 años de ocupación y de imposición de la sharia. Pero las potencias coloniales se oponen a esos esfuerzos.


VIDEO


La capital siria, Damasco, está siendo constantemente bombardeada, desde hace 6 años, por los elementos armados de al-Qaeda atrincherados en la Ghouta Oriental, en el cinturón verde de la ciudad. Estas imágenes muestran los estragos causados por un obús disparado desde la Ghouta Oriental. El proyectil cayó sobre una vivienda del barrio damasceno de Ruk el-Dinh, el 23 de febrero de 2018, donde mató a 3 personas y dejó 15 heridos.


Durante los 6 últimos años, el Ministerio Sirio de la Reconciliación ha firmado más de 1.000 acuerdos de pacificación a lo largo y ancho del país y decenas de miles de elementos armados se han acogido a las numerosas amnistías decretadas a su favor. Esas personas se han reincorporado a la sociedad siria, incluso convirtiéndose a veces en miembros de sus cuerpos armados. Los elementos armados que combatían en la Ghouta Occidental aceptaron los acuerdos y se acogieron a la amnistía, posibilidad que siguen rechazando los de la Ghouta Oriental.

En esa parte del cinturón verde de Damasco, bastante extensa, vivían antes de la guerra más de 400.000 personas. Según la ONU, hoy quedarían allí unas 367. 000. Según el gobierno sirio, la cifra es mucho menor y no pasan de 250.000 personas.

La principal ciudad de esa región, Duma, con una reputación bastante negativa, era conocida antes de la guerra por sus burdeles y su alta concentración de delincuentes y criminales.

El hecho es que esa zona se encuentra hoy bajo control de al-Qaeda, representada allí por el grupo armado que se hace llamar Yesh al-Islam, o sea «Ejército del Islam», y que recibe orientaciones de miembros de las SAS (fuerzas especiales británicas) y de oficiales de la DGSE francesa (inteligencia para el exterior) desplegados en la zona bajo la fachada de la ONG Médicos Sin Fronteras. A la cabeza de Yesh al-Islam está la familia conocida como Alloush o Allouche, poseedora de importantes bienes en Londres.

Zahran Alloush

Desde julio de 2012 hasta su muerte, a finales de 2015, Zahran Alloush anunciaba varias veces por semana que iba a tomar Damasco y que cuando lo hiciera ejecutaría –sin juicio– a todos los «infieles», que son, a su modo de ver, todas las personas que no sean sunnitas. Este individuo impuso la sharia a todos los habitantes de la zona bajo su control, en aplicación de los principios enunciados por el predicador wahabita Abd al-Aziz ibn Baz. Encerró en jaulas a los que cuestionaban su autoridad, ejecutó a gran cantidad de personas, como mi vecino –un simple agente inmobiliario que vivía en el apartamento situado directamente debajo del mío– quien fue degollado en público porque se negó a decir que «Assad es un perro».

Zahran Alloush, quien hasta su muerte fue el jefe de Yesh al-Islam –la franquicia local de al-Qaeda, recordémoslo nuevamente–, recibía armamento de Arabia Saudita a través de Jordania. Con ese armamento llegó a organizar un desfile militar –con tanques y todo–, montado y filmado por el MI6 británico [1].

Cuando el Ejército Árabe Sirio –el ejército regular de la República Árabe Siria– emplazó artillería en el monte Qassium, la montaña que domina la capital, y comenzó a bombardear desde allí las posiciones de Yesh al-Islam, Zahran Alloush puso prisioneros en los techos, utilizándolos como escudos humanos.

Después de la muerte de este individuo, su primo Mohamed Alloush tomó el mando de Yesh al-Islam, a principios de 2016. Este otro miembro de la familia Alloush ya se había hecho célebre lanzando homosexuales desde los techos. No está de más resaltar que Siria protege a los homosexuales, siendo por ello una excepción entre los países musulmanes actuales e incluso en relación con lo que aún sucedía, hace sólo 30 años, en los países occidentales [2].

Sin embargo, Mohamed Alloush fue entronizado como jefe de la delegación de la oposición en las negociaciones de Ginebra, donde exigió –y obtuvo– que los cuadros y esculturas que decoraban el hotel donde se alojó fuesen recubiertos con velos. En medio de aquellas conversaciones, desde la sala de negociaciones, envío por Twitter varios mensajes orientando a sus secuaces que se prepararan para matar a los soldados del «puerco».


Hace sólo unos meses que el Ejército Árabe Sirio “selló” completamente la Ghouta Oriental. Hasta entonces sus habitantes tuvieron la posibilidad de huir. La ONU y la Media Luna Roja tienen libre acceso al lado bajo control de la República. Pero no tienen acceso al otro lado, de donde los yihadistas permiten la salida sólo a sus seguidores para recibir atención médica. Si el Ejército Árabe Sirio registra minuciosamente los camiones cargados de víveres antes de permitir su entrada en la Ghouta es porque en múltiples ocasiones los convoyes de la ONU fueron utilizados para introducir allí armas destinadas a los yihadistas. Los convoyes no pasan sólo si la ONU se niega a permitir que sean verificados.

La Ghouta es una zona agrícola que rodea la capital siria. Cuando la ONU envía productos que no se cultivan allí, su distribución a la población queda en manos de los yihadistas y son ellos quienes imponen precios considerablemente más elevados que los de la capital –a veces 4 veces más altos. Sólo los pobladores que juran lealtad a los yihadistas reciben de estos el dinero que les permite comprar esos productos [enviados por la ONU]. Los pobladores de la Ghouta que se mantienen leales a Damasco están condenados al hambre, impuesta a ellos por los yihadistas.

Durante 6 años, los yihadistas han estado atacando constantemente Damasco desde la Ghouta. Son muy numerosos los damascenos que han muerto desde entonces bajo los cohetes y obuses disparados desde la Ghouta, sin que la comunidad internacional se dignara a expresar ningún tipo de condena. Poco a poco, localidades ocupadas por los yihadistas en la periferia de Damasco han sido liberadas, Daraya, Muadamiyeh al-Cham, Qudsaya y al-Hameh, en agosto de 2016, y después Yobar, Barzeh, Qabun y Tichrin, en febrero de 2017. Los acuerdos firmados entonces estipulaban que los elementos armados que no quisieran acogerse a la amnistía se trasladaran –en medios de transporte facilitados por el gobierno sirio– a Idlib, en el noroeste del país [3]. La única condición era que liberaran a los pobladores.

Una foto de archivo (2017) de un grupo de yihadistas de Ahrar al Sham en las inmediaciones de Damasco. Las características típicas de algunos de esos hombres y algunas vestimentas los delatan como combatientes extranjeros.

La República Árabe Siria acaba de decidir ahora liberar de los yihadistas la Ghouta Oriental. La artillería y la aviación bombardean las posiciones de los yihadistas, tratando de eliminarlos con la menor cantidad de víctimas posible entre los civiles. Durante esa campaña, la circulación de convoyes humanitarios es imposible.

Por su parte, los yihadistas de al-Qaeda siguen disparando obuses hacia la capital. Antes del inicio de la ofensiva bombardeaban principalmente la embajada de Irán, en el barrio residencial de Mezzeh; las sedes de la televisión nacional y del ministerio de Defensa, en la céntrica Plaza de los Omeyas; el Centro Cultural ruso, en pleno centro de la ciudad, y la embajada de Rusia. Ahora los obuses y cohetes de los yihadistas caen en cualquier lugar. Los damascenos y los millones de sirios que rechazan la imposición de la sharia y que han buscado por eso refugio en la capital, bajo la protección del gobierno de la República Árabe Siria, tratan nuevamente de sobrevivir. Más de la tercera parte de los habitantes de Damasco prefieren mantenerse encerrados en sus casas por temor a morir alcanzados en plena calle por el bombardeo de los yihadistas. La cuarta parte de los comercios se mantienen cerrados y los servicios públicos y administraciones estatales han tenido que reducir sus actividades.

Las inevitables víctimas civiles de los bombardeos. Aunque existen bajas entre la población, sumamente lamentable, también es típico encontrarse con videos y fotografías escenificadas por los "rebeldes" para justificar acciones bélicas de las potencias extranjeras que apoyan a los terroristas de al Qaeda en la zona rural de Damasco. Ya hemos visto en múltiples ocasiones a los "cascos blancos" en sus grotescos montajes.

En esta fotografía, aunque no existe evidencia de que sea montaje, es común encontrar un patrón con otras fotografías, niños aparentemente asustados, pero en buen estado y con la cara llena de polvo, mientras sus rescatadores lucen su ropa y rostro limpio.

El Reino Unido y Francia tratan de imponer un cese de las hostilidades de 30 días en la Ghouta. Esos dos países no esconden su respaldo a la familia Alloush ni su hostilidad a la República Árabe Siria en general y a su presidente, Bashar al-Assad, en particular. El Reino Unido y Francia se negaron a asistir a la conferencia de paz de Sochi, donde estuvo representado más del 90% de los sirios –sin la familia Allush [4].

Como medio de solución de un conflicto, la guerra simplifica primeramente los problemas de forma extrema y divide a los hombres en dos bandos –nunca en tres–, contrariamente a lo que pretenden hacer creer los representantes del Reino Unido y Francia. Por desgracia, una guerra se hace matando la mayor cantidad posible de enemigos y tratando a la vez de matar la menor cantidad de partidarios propios, en la medida de lo posible. En todas las guerras, los contrincantes se ven obligados a sacrificar cierto número de sus propios seguidores, sin eso no sería una guerra sino una simple operación de policía.

Cuando la coalición occidental bombardeó la ciudad iraquí de Mosul, el año pasado, para liquidar a unos miles de yihadistas que allí quedaban, mató muchos más civiles que combatientes –entre  9.000 y 11.000 civiles, según las fuentes. Los medios de prensa occidentales saludaron con entusiasmo aquella victoria. Hoy, esos mismos medios occidentales difunden incansablemente las imágenes de dos niñas de la Ghouta en medio de los bombardeos. Ninguno se pregunta quiénes son los familiares de esas dos niñas, ni cómo aprendieron inglés. Ninguno piensa en los demás niños que mueren en Damasco bajo los obuses de los yihadistas. Todos imploran que cese la masacre.

                                          soldados sirios

La proclamación de un alto al fuego no tendría ninguna consecuencia práctica. Porque al-Qaeda estaría excluido de ese cese de hostilidades, además de que lo rechazaría. Y la Ghouta Oriental está únicamente bajo control de al-Qaeda.

En esas condiciones, lo que cabe preguntarse es por qué el Reino Unido y Francia promueven la idea de un alto al fuego irrealizable. ¿Por qué Londres y París se empeñan en dar un respiro a al-Qaeda, en detrimento de los civiles a los que oprime?


Serge Marchand


¿Y dónde están los «400 000 rebeldes moderados» que había en la Ghouta?
Los «rebeldes moderados» de la Ghouta
La batalla de Damasco y de la Ghouta Oriental
Exposing media fraud on East Ghouta: Why aren't civilians leaving the battle zone?
"Llevamos años armándolos": ¿Qué ocultan las medias verdades sobre Guta Oriental?
Lo que los medios occidentales no cuentan de Guta Oriental


NOTAS:
[1] «El Reino Unido promociona a los yihadistas», Red Voltaire, 16 de mayo de 2016.
[2] «Daesh y los homosexuales», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 20 de junio de 2016.
[3] Arreglos similares ya se han aplicado anteriormente y han sido rigurosamente respetados por el gobierno sirio. Nota de la Redacción.
[4] «Consenso entre sirios en Sochi», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 6 de febrero de 2018.

06 octubre 2017

El islam político contra China

























EL PENTÁGONO ESTÁ PREPARANDO UNA NUEVA GUERRA        EN EL SUDESTE ASIÁTICO


por Thierry Meyssan


Usted ha notado probablemente que la información que posee sobre lo que se trama alrededor de Myanmar es muy incompleta y es posible que ni siquiera haya oído hablar de la coalición militar que se prepara para atacar ese país. Lo cierto es que, como Thierry Meyssan revela en este trabajo, los acontecimientos actuales venían siendo organizados por Riad y Washington desde 2013. No tome posición sin haber leído antes este artículo y haber analizado la información que aquí se expone.




Según el estado mayor estadounidense, Birmania está en la zona del mundo cuyos Estados deben ser destruidos, como puede verse en este mapa, publicado por Thomas P. M. Barnett en 2003.


En la continuación de su Gran Estrategia de Extensión del Ámbito de la Guerra [1], el Pentágono venía preparando simultáneamente la utilización de los kurdos en el Medio Oriente ampliado, una guerra civil en Venezuela y una guerra de desgaste en Filipinas. Pero esos conflictos van a tener que esperar porque se ha dado la prioridad a un cuarto teatro de operaciones: Birmania, a las puertas de China.


28 de septiembre de 2017. El estadounidense Jeffrey Feltman (segundo de derecha a izquierda), número 2 en la jerarquía de la ONU, asiste a los debates del Consejo de Seguridad junto al secretario general Antonio Guterres. Luego de haber supervisado personalmente la agresión contra Siria, Feltman pretende organizar la agresión contra Birmania. Como funcionario estadounidense, Feltman fue secretario de Estado adjunto, en tiempos de Hillary Clinton.


En la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU realizada el 28 de septiembre, la embajadora de Estados Unidos y varios de sus aliados acusaron de «genocidio» al gobierno de coalición de Myanmar [2].

La sola mención del término «genocidio», que en derecho europeo designa una masacre masiva pero que el derecho estadounidense aplica a un método de asesinato –aunque el criminal tenga en su haber una sola víctima–, es suficiente para que Washington considere que se justifica una guerra, con respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU o sin él, como ya pudo verse en el caso de Yugoslavia [3]. La reunión del Consejo de Seguridad de la ONU se convocó a pedido de la Organización para la Cooperación Islámica (OIC, la antigua Organización de la Conferencia Islámica).



Desde 2013, los medios de difusión occidentales vienen presentando el budismo bajo una imagen sectaria. En esta portada de la revista Time, aparece el monje Ashin Wirathu. Condenado en 2003 a 25 años de cárcel debido a su prédica antimusulmana, estuvo entre los beneficiarios de la amnistía general decretada en 2012. El hecho es que hay fanáticos en todas las religiones.


Para hacer que los hechos concuerden con su narración particular, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, que durante la «revolución azafrán», en 2007, tanto celebraron la resistencia no violenta de Aung San Suu Kyi y los monjes budistas frente a la dictadura del SLORC (State Law an Order Restoration Council) [4], simplemente metieron en un mismo paquete al ejército birmano, a la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi [5] y a todos los budistas del país [6] y los clasificaron, a todos juntos, como “los malos”.


Desde los tiempos de la dominación extranjera –primeramente británica y más tarde japonesa [7]– nunca hubo en Birmania un periodo de paz civil y desestabilizar ese país se hizo mucho más fácil desde que la junta militar del SLORC aceptó compartir el poder con la Liga Nacional por la Democracia (LND) y que ambas comenzaron a tratar de resolver juntas los numerosos conflictos internos del país.




Indispensable para la economía china, el oleoducto de Yunnan desemboca en la ribera del Pacífico, en el Estado birmano de Rakhine (antiguamente llamado Arakan).


Por un azar de la geografía, el oleoducto que vincula la región china de Yunnan con el Golfo de Bengala pasa por Birmania, país que además alberga varias estaciones chinas de vigilancia electrónica de las rutas navales que pasan frente a sus costas. Llevar la guerra a Birmania resulta por tanto más importante para el Pentágono que bloquear las dos «rutas de la seda» en el Medio Oriente y Ucrania.

Herencia de la colonización británica, entre las poblaciones discriminadas en Birmania se cuentan los 1,1 millones de descendientes de los obreros bengalíes que Londres desplazó para utilizarlos en Birmania [8]. Pero resulta que esta minoría nacional –que no es una minoría étnica– es de confesión musulmana mientras que la gran mayoría de los birmanos son budistas. Y resulta también que, durante la Segunda Guerra Mundial, los rohingyas colaboraron con el Imperio británico en contra de los nacionalistas birmanos.



Perfectamente equipado, el Movimiento por la Fe o Ejército de Salvación Rohingya de Arakan fue entrenado por los británicos en Arabia Saudita y Bangladesh. Antes del inicio de los recientes acontecimientos, contaba al menos 5 000 soldados.


En 2013, en momentos en que el Pentágono y la CIA habían desplegado hordas de yihadistas en Siria, donde libraban una guerra de posiciones, Arabia Saudita creó en La Meca una enésima organización terrorista: el Movimiento por la Fe (Harakah al-Yaqin). Ese grupo, que dice reunir a combatientes rohingyas, está en realidad bajo las órdenes del pakistaní Ata Ullah, quien luchó contra los soviéticos en Afganistán [9]. El reino saudita albergaba la más importante comunidad masculina de rohingyas, después de Birmania y antes de Bangladesh, con 300 000 trabajadores, todos hombres sin sus familias.

Según un informe de los servicios de inteligencia bengalíes, redactado antes de la actual crisis, el Movimiento por la Fe actúa desde hace un año con una escisión de la organización bengalí Jamat-ul-Mujahideen bajo el eslogan «La Yihad de Bengala a Bagdad». Ese grupúsculo juró fidelidad al Califa del Emirato Islámico (Daesh), Abu Bakr al-Baghdadi, y ha reunido en el seno de una coalición a grupos como los Mudjahiden indios, Al-Jihad, Al-Ouma, el Movimiento de Estudiantes Islámicos de la India (SIMI), el Lashkar-e-Toiba (LeT) y el Harkat-ul Jihad-al Islami (HuJI) pakistaní. Todo ese conjunto de grupos recibe financiamiento de la fundación Revival of Islamic Heritage Society (RIHS) con sede en Kuwait.

Hace menos de año y medio, en marzo de 2016, cuando el SLORC aceptó compartir el poder con el partido de Aung San Suu Kyi, Estados Unidos trató de utilizar a la Premio Nobel de la Paz en contra de los intereses chinos. Al mismo tiempo, sabiendo que no iba a ser fácil manipular a la hija del padre de la independencia birmana –el comunista Aung San–, y fiel a su eterna estrategia de apostar simultáneamente a dos caballos, Estados Unidos también estimuló el Movimiento por la Fe.



En septiembre de 2016, Aung San Suu Kyi explica ante la Asamblea General de la ONU sus esfuerzos a favor de los rohingyas. Al igual que su padre Aung San –quien creyó en su momento en la ayuda de los japoneses para liberar Birmania de la colonización británica–, la Premio Nobel de la Paz creyó ingenuamente en la simpatía de los anglosajones para resolver los problemas internos de Myanmar.


En septiembre de 2016, Aung San Suu Kyi representó a su país en la Asamblea General de la ONU [10]. Muy ingenuamente, explicó los problemas de su pueblo y a través de ella estaba tratando de resolverlos paulatinamente, comenzando por la cuestión de los rohingyas. Ya de regreso en su país, se dio cuenta de que sus antiguos respaldos estadounidenses eran en realidad enemigos de su patria. El Movimiento por la Fe emprendió una serie de ataques terroristas, como el perpetrado contra el puesto de la policía fronteriza de Maungdaw, donde 400 terroristas robaron el arsenal y mataron 13 aduaneros y soldados.

Aung San Suu Kyi prosiguió tenazmente la instalación de una comisión de consulta encargada de analizar la cuestión de los rohingyas y de proponer un plan concreto para poner fin a los actos de discriminación contra ellos. Esa comisión se componía de 6 birmanos y 3 extranjeros –la embajadora de los Países Bajos Laetitia van den Assum; el ex ministro libanés de Exteriores Ghassan Salamé, que en realidad representa a Francia; y el ex secretario general de la ONU Kofi Annan, como presidente de la comisión.



La Comisión de Consulta sobre los rohingyas alrededor de su presidente, Kofi Annan. Entre los seis miembros birmanos hay personalidades históricas de la lucha por los derechos humanos –como U Win Mra y U Khin Maung Lay– así como Al Haj U Aye Lwin, guía espiritual de una orden musulmana sufista.


Los nueve miembros de esa comisión iniciaron un trabajo de singular calidad, a pesar de todos los obstáculos birmanos. Varios partidos políticos fracasaron en su empeño por lograr que la Asamblea Nacional disolviera la comisión, pero lograron que se adoptara contra ella una moción de desconfianza en la Asamblea local del antiguo Arakan (el Estado donde viven los rohingyas). En definitiva, la comisión entregó su informe el 25 de agosto de 2017 con una serie de posibles recomendaciones que podrían aplicarse –sin ningún tipo de trampas– para mejorar las condiciones de vida de todos [11].

Ese mismo día, los servicios de inteligencia de Arabia Saudita y Estados Unidos emitieron la señal para desatar la respuesta: el Movimiento por la Fe, rebautizado por los británicos como Ejército de Salvación Rohingya de Arakan, dividido en 24 comandos, atacó varios cuarteles del ejército y puestos de la policía, dejando un saldo de 71 muertos. Durante una semana, las tropas birmanas realizaron una operación antiterrorista contra los yihadistas. Unos 400 familiares de estos últimos huyeron hacia Bangladesh.



El 1º de septiembre de 2017, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, en su calidad de presidente de la Organización para la Cooperación Islámica, abre en Estambul la campaña mediática sobre los rohingyas.


Tres días después, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan comenzaba a comunicarse telefónicamente con todos los jefes de Estado de países musulmanes para alertarlos sobre «el genocidio contra los rohingyas». El 1º de septiembre, o sea el día del Aid al-Adha, la fiesta más importante del mundo musulmán, el propio Erdogan llamaba, en un vibrante discurso pronunciado en Estambul en su calidad de presidente en funciones de la Organización para la Cooperación Islámica, a salvar a los rohingyas y apoyar su Ejército de Salvación [12].

Sin embargo, lo cierto es que esos yihadistas nunca defendieron a los rohingyas sino que intervinieron sistemáticamente para hacer fracasar todos los intentos por mejorar sus condiciones de vida y poner fin a la discriminación contra ellos.



El general Mohsen Rezaei fue el comandante de los Guardianes de la Revolución que lucharon junto a la OTAN y Arabia Saudita contra Serbia, en la guerra de Bosnia-Herzegovina.


El 5 de septiembre, el presidente del Consejo de Discernimiento de Irán, Mohsen Rezaei, proponía unir las fuerzas de todos los Estados musulmanes y crear un ejército islámico para salvar a los «hermanos rohingyas» [13]. La importancia de esa declaración reside principalmente en el hecho que el general Rezaei fue comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución.

A pesar de que el ejército birmano había cesado toda acción contra los terroristas, seguían los incendios de aldeas rohingyas mientras que la población rakhin de la región de Arakan linchaba musulmanes, por considerar que estaban todos vinculados a los terroristas. Según los rohingyas, los soldados del ejército birmano estaban quemando sus aldeas, pero según el ejército birmano eran los yihadistas quienes cometían esos hechos. Poco a poco, todos los rohingyas del norte de la región de Arakan se marchaban para buscar refugio en Bangladesh, cosa que curiosamente no hicieron los rohingyas que viven en el sur de la misma región.



El 6 de septiembre, una delegación oficial turca viajaba a Bangladesh para distribuir víveres entre los refugiados. Encabezaban esa delegación el ministro turco de Exteriores Mevlut Cavusoglu, así como la esposa y uno de los hijos del presidente Erdogan.


La campaña de movilización en marcha en los países musulmanes recurre a elementos visuales especialmente fuertes, como esta fotografía, divulgada por el gobierno turco, que supuestamente muestra cuerpos de musulmanes asesinados por los monjes budistas en Birmania. En realidad es una foto antigua de una ceremonia fúnebre donde se ven víctimas de un terremoto en China.


En los países musulmanes, una amplia campaña de desinformación aseguraba, recurriendo a la presentación de fotos como prueba, que los budistas estaban perpetrando grandes masacres contra los musulmanes. Pero ninguna de las fotos utilizadas había sido tomada en Birmania y esas noticias falsas acabaron siendo desenmascaradas una tras otra. Sin embargo, en los países donde el nivel de educación de la población es bajo esas fotos convencieron a la gente y los desmentidos fueron inaudibles. Sólo Bangladesh emitía reservas en cuanto al papel de los yihadistas y garantizaba a Myanmar que podía contar con su cooperacion contra los terroristas [14].

El 11 de septiembre, el presidente en funciones de la Organización para la Cooperación Islámica, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, intervenía ante la comisión científica de la organización, reunida en Astaná (Kazajstán), comisión que no tiene nada que ver con el asunto, para reclamar «salvar a los rohingyas».


El ayatola Alí Khamenei estima que implicar militarmente a su país en Birmania, junto a la OTAN y Arabia Saudita, sería una catástrofe, sobre todo teniendo en cuenta la milenaria historia de cooperación entre Irán y China.


Al día siguiente, 12 de septiembre, el Guía de la Revolución iraní, el ayatola Alí Khamenei tomaba posición. Muy inquieto ante la proposición del general Rezaei, Khamenei deslegitimó la guerra de religión que actualmente se prepara, el «choque de civilizaciones», aunque criticando la presencia de una mujer a la cabeza de un Estado. El Guía se empeñó principalmente en cerrar la puerta a toda implicación militar de los Guardianes de la Revolución, declarando: «Es muy posible que el fanatismo religioso haya desempeñado un papel en esos acontecimientos, pero se trata de una cuestión totalmente política ya que el responsable es el gobierno de Myanmar. Y a la cabeza de ese gobierno está una mujer cruel, laureada con el Premio Nobel de la Paz. En realidad, esos acontecimientos han firmado el acta de defunción del Premio Nobel de la Paz.» [15].

Inmediatamente, también en Teherán, el presidente-jeque Hassan Rohani recurría al ejército regular para participar en el conflicto en ciernes. El 17 de septiembre, los jefes de los estados mayores de los ejércitos de Irán y de Pakistán se ponían en contacto para unir sus fuerzas en el marco de la crisis [16]. Se trata de la primera iniciativa militar, pero quien participa no es el cuerpo de Guardianes de la Revolución –que están luchando junto a los sirios contra los yihadistas– sino el ejército iraní –que ya trabaja con los ejércitos de Turquía y Pakistán para defender Qatar. Irán también está enviando grandes cantidades de ayuda a los refugiados.


Aung San Suu Kyi llama la opinión pública internacional a tener en cuenta los esfuerzos de Myanmar por resolver la cuestión de los rohingyas y denuncia el terrorismo yihadista. Pero no ha recibido más crédito que Muammar el-Kadhafi, cuando este último denunció los ataques de al-Qaeda contra Libia (Naypyidaw, 19 de septiembre de 2017).


El 19 de septiembre, ignorando las explicaciones de Aung San Suu Kyi [17] y aprovechando la ocasión que le ofrecía la apertura del periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, Erdogan reunió el grupo de contacto de la OCI para solicitar a todos los Estados miembros que suspendan toda forma de comercio con Myanmar y pedir al Consejo de Seguridad a que se pronuncie [18].



Arabia Saudita protege y maneja, desde 2013, el Ejército de Salvación Rohingya de Arakan. El rey Salman asignó 15 millones de dólares a los refugiados rohingyas en Bangladesh, donde se encuentran los campos de entrenamiento de ese grupo yihadista.


Saliendo por fin de la sombra, Arabia Saudita afirmó entonces que ha venido apoyando discretamente a los rohingyas desde hace 70 años y que les ha aportado 50 millones de dólares en todo ese tiempo. El rey Salman agregó a esa suma una donación de 15 millones de dólares [19]. El embajador de Arabia Saudita ante los órganos de la ONU en Ginebra, Abdulaziz ben Mohammed Al-Wassil, movilizó allí al Consejo de los Derechos Humanos.

Olvidando las guerras que los enfrentan entre sí en Irak, Siria y Yemen, Turquía, Irán y Arabia Saudita, las tres principales potencias militares musulmanas, se congregaron nuevamente, por simple reflejo comunitario [20] y tomaron posición a favor de los rohingyas, designando además como enemigo común al gobierno de coalición del ejército birmano y Aung San Suu Kyi.

Ese cambio radical de situación en el Medio Oriente tiene como precedente las guerras de Yugoslavia. En Bosnia-Herzegovina (de 1992 a 1995) y en Kosovo (de 1998 a 1999), los países musulmanes y la OTAN lucharon juntos contra los cristianos ortodoxos vinculados a Rusia.


En 1995, Osama ben Laden hace desfilar su Legión Árabe ante el presidente bosnio Alija Izetbegovic, en Zenica. Eran ex muyahidines que habían luchado contra los soviéticos en Afganistán. Posteriormente pasarían a ser designados como al-Qaeda. Durante aquella guerra, los servicios de inteligencia rusos lograron introducirse en el cuartel general de la Legión Árabe y comprobaron que sus documentos no estaban redactados en árabe sino en inglés.


En Bosnia-Herzegovina, el presidente bosnio Alija Izetbegovic tuvo como consejero diplomático al estadounidense Richard Perle, quien incluso dirigió la delegación bosnia que participó en la adopción de los acuerdos de Dayton. Como consejero mediático tuvo al francés Bernard-Henri Lévy, según ha afirmado este mismo personaje, lo cual nunca ha sido desmentido. Finalmente, en el plano militar, el presidente Izetbegovic tuvo como consejero a un tal… Osama ben Laden, quien organizó para él la Legión Árabe y recibió incluso un pasaporte diplomático bosnio. Durante el conflicto, respaldado por la OTAN por debajo de la mesa, Izetbegovic recibió públicamente apoyo de Turquía, Irán y Arabia Saudita [21].


Después de haber sido testigo impotente del éxodo de miles de civiles, la opinión pública occidental aceptó sin discusión la decisión de violar la Carta de las Naciones Unidas.


El conflicto kosovar comenzó con una campaña terrorista del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) contra el gobierno de Belgrado. Los combatientes fueron entrenados por las fuerzas especiales de Alemania en una base de la OTAN en Turquía [22]. El hoy jefe de los servicios secretos de Turquía, Hakan Fidan, fungió como oficial de enlace con los terroristas en el estado mayor de la OTAN. Fidan, dirige actualmente el MIT, los servicios secretos turcos y es incluso el número 2 en la jerarquía del régimen de Erdogan. Al principio de la guerra, 290 000 kosovares huyeron de Serbia en sólo 3 días para refugiarse en Macedonia. Las televisoras occidentales divulgaron ampliamente las imágenes de aquella larga procesión de fugitivos. Según los varios millones de macedonios que los acogieron, nada justificaba aquella ola migratoria, ampliamente estimulada por la OTAN, pero ese desplazamiento de población fue ampliamente explotado para acusar al presidente Slobodan Milosevic de haber reprimido de manera desproporcionada la campaña terrorista contra su país y la OTAN le declaró la guerra sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU.

El trabajo sucio que hoy se prepara extiende el teatro de operaciones hacia el este. El Pentágono no tiene posibilidades de imponer una alianza turco-irano-saudita, pero tampoco lo necesita. En Yugoslavia, cuando esos tres países no tenían contactos directos entre sí, fue la OTAN quien los coordinó. Sin embargo, para luchar juntos en Birmania tendrán que llegar a arreglos en Irak, Siria y Yemen, e incluso en Libia. Teniendo en cuenta el estado actual de devastación del Medio Oriente y la perseverancia de los pueblos que siguen resistiendo, el Pentágono puede decidirse a dejar que esta región restañe sus heridas durante una década, sin temor a ver surgir allí la menor capacidad de oposición a su política.

En vísperas de la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que sentó las bases de la futura guerra contra Birmania, el Departamento de Estado anunció a Massud Barzani, que Estados Unidos no apoyará la independencia del Kurdistán iraquí. El problema es que el Pentágono no puede movilizar a Turquía e Irán en el sudeste asiático si les crea problemas con los kurdos en sus propias fronteras. Así que, después de haberse comprometido a fondo con el tema del referendo de independencia del Kurdistán en Irak, Massud Barzani pronto se verá obligado a retirarse de la vida política, tanto más cuanto que las exhibiciones de banderas israelíes en Erbil –ciudad sede del gobierno regional kurdo iraquí– fueron masivamente difundidas por los canales de televisión árabes, persas y turcos, debido a lo cual todos los vecinos de Barzani le han dado la espalda.

Si el Pentágono sigue adelante con su guión, la guerra contra Siria podría extinguirse por falta de combatientes, ya enviados a otras latitudes, para servir al «Imperio Estadounidense» en un nuevo teatro de operaciones.


Thierry Meyssan



NOTAS:

[1] Fuente: The Pentagon’s New Map, Thomas P. M. Barnett, Putnam Publishing Group, 2004. Análisis: «El proyecto militar de Estados Unidos para el mundo», por Thierry Meyssan, Haïti Liberté (Haití), Red Voltaire, 22 de agosto de 2017.
[2] «Myanmar: le Secrétaire général demande “une action rapide” pour mettre fin au “cauchemar” des Rohingya dans l’État de Rakhine», Compte-rendu du Conseil de sécurité, ONU, 28 de septiembre de 2017. Referencia: CS/13012.
[3] El Reino Unido y Estados Unidos habían redactado el acta de acusación contra Myanmar por adelantado, antes de que se produjeran los actuales acontecimientos: Countdown to Annihilation: Genocide in Myanmar, Penny Green, Thomas MacManus y Alicia de La Cour Venning, Queen Mary University of London, 2016. Persecution of the Rohingya Muslims; Is Genocide Occurring in Myanmar’s Rakhine State; a Legal Analysis, Allard Lowenstein, Yale University, 2016.
[4] «Birmania: Estados Unidos se muestra interesadamente solícito», por Thierry Meyssan, Abiad & Aswad (Siria), Red Voltaire, 2 de noviembre de 2007.
[5] The Burma Spring: Aung San Suu Kyi and the New Struggle for the Soul of a Nation, Rena Pederson, Prefacio de Laura Bush, Pegasus, 2015.
[6] Neither Saffron Nor Revolution: A Commentated and Documented Chronology of the Monks’ Demonstrations in Myanmar in 2007 and Their Background, Hans-Bernd Zöllner, Humboldt-University, 2009.
[7] Burma/Myanmar: What Everyone Needs to Know, David Steinberg, Oxford University Press, 2013.
[8] Para ser más exacto, hay que señalar que, aunque hubo inmigrantes bengalíes en Birmania incluso antes de la dominación británica, la inmensa mayoría de los rohingyas descienden de los trabajadores que los colonos desplazaron para utilizarlos como mano de obra barata. Nota del Autor.
[9] “Myanmar’s Rohingya insurgency has links to Saudi, Pakistan”, Simon Lewis, Reuters, 16 de diciembre de 2016.
[10] “Speech by Aung San Suu Kyi at 71st UN General Assembly”, por Aung San Suu Kyi, Voltaire Network, 21 de septiembre de 2016.
[11] Towards a peaceful, fair and prosperous future for the people of Rakhine, Advisory Commission on Rakhine State, agosto de 2017.
[12] “We won’t Leave Rohingya Muslims Alone”, Presidency of the Republic of Turkey, 1º de septiembre de 2017.
[13] “Rezaei urges Muslim states to defend Rohingya Muslims”, Mehr Agency, 6 de septiembre de 2017.
[14] “Bangladesh offers Myanmar army aid against Rohingya rebels”, AFP, 29 de agosto de 2017.
[15] «Myanmar : le Guide critique les défenseurs des droits de l’homme », Leader.ir, 12 de septiembre de 2017.
[16] “Iranian, Pakistani Top Military Commanders Stress Need for Ending Myanmar Muslims’ Plights”, Fars News, 17 de septiembre de 2017.
[17] “Aung San Suu Kyi speech on National Reconciliation and Peace”, por Aung San Suu Kyi, Voltaire Network, 19 de septiembre de 2017.
[18] «OIC Contact Group on Rohingya calls for UN Resolution on Myanmar», Organisation of Islamic Cooperation, 19 de septiembre de 2017.
[19] «Le Serviteur des Deux Saintes Mosquées accorde un don de 15 millions de dollars aux réfugiés Rohingyas», Saudi Press Agency, 19 de septiembre de 2017.
[20] The Rohingyas: Inside Myanmar’s Hidden Genocide, Azeem Ibrahim, Hurst, 2016.
[21] Comment le Djihad est arrivé en Europe, Jürgen Elsässer, prefacio de Jean-Pierre Chevènement, ediciones Xenia, 2006.
[22] «L’UÇK, une armée kosovare sous encadrement allemand », por Thierry Meyssan, Notes d’information du Réseau Voltaire, 15 de abril de 1999.

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