Bienvenido a este Blog. Detectives de Guerra le brinda los mejores análisis de los conflictos internacionales de actualidad
Mostrando entradas con la etiqueta drogas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta drogas. Mostrar todas las entradas

03 julio 2019

Pakistán y Afganistán - epicentros de la intriga geopolítica





Chris Kanthan


La política exterior estadounidense se parece cada vez más a la escena final de la película Scarface. Después de Corea del Norte, Rusia, China, Venezuela, Birmania, Siria, Hezbolá, Palestina e Irán, el último país que ha estado en la mira de los globalistas es Pakistán. Sin embargo, como siempre, en la historia hay más de lo que nos hacen saber a través de la propaganda. La verdadera razón no expresada detrás de este drama es la estrategia estadounidense contra China, pero analicemos el panorama general. 

La narrativa oficial de EEUU usa a Pakistán como el chivo expiatorio del terrorismo en Afganistán. El mantra repetido es que los talibanes y la red de terroristas Haqqani se escabullen desde Pakistán y atacan a las tropas estadounidenses en Afganistán. Aunque hay algo de verdad en esto, los expertos ignoran que el 40% de Afganistán está ahora bajo control talibán.



Talibanes en Afganistán - Los combatientes y las tierras que ellos controlan.


Luego de 17 años de presencia estadounidense, 2.300 muertos y 20.000 soldados americanos heridos, además de 800.000 millones de dólares... los talibanes son tan poderosos como nunca antes lo han sido. 


Sólo en 2017, los talibanes mataron a más de 10.000 soldados y policías afganos. En un país donde el 70% de los adultos son analfabetos y más de un tercio de la población vive en la pobreza extrema (viviendo con menos de $2 dólares al día) no es difícil reclutar combatientes y terroristas suicidas

Otro hecho que se pasó por alto: 


La producción de opio de Afganistán se ha cuadruplicado desde la invasión de Estados Unidos en 2002. 

En 2017, Afganistán produjo una cantidad récord de 500 toneladas de heroína de calidad para exportación, equivalente al 90% de la oferta del mercado mundial. Los cultivadores de amapola y los talibanes afganos ganaron alrededor de 1.500 millones de dólares, aunque el precio de venta al público de esa heroína en Occidente equivale a más de 100.000 millones de dólares


Hay muchas potencias mundiales que se benefician de este comercio de heroína, por lo que nadie se queja de ello.


Producción de amapolas de opio en Afganistán.


¿Cómo encaja Pakistán en el panorama? En primer lugar, Pakistán participa en el tráfico de drogas como principal intermediario (los grupos de Turkmenistán e Irán son otros facilitadores). 

En cuanto al fundamentalismo islámico y el terrorismo, es Estados Unidos quien creó a los monstruos de Frankenstein tanto en Pakistán como en Afganistán durante la década de 1980. Incluso la red de Haqqani, ahora demonizada, fue creada, entrenada y armada por la CIA en la década de 1980

La CIA necesitaba combatientes fanáticos y baratos para su guerra subsidiaria contra la URSS. Pakistán se convirtió en el centro logístico y en el caldo de cultivo de los terroristas. Se crearon escuelas islámicas financiadas por Arabia Saudí (las llamadas "madrassas") en todo Pakistán y la CIA incluso publicó libros de texto infantiles que estaban vilmente llenos de violencia y odio. 


Libros de texto para niños de 1er grado afganos publicado por EEUU y financiados por la CIA, en la década de 1980.



Cuando terminó la guerra, Estados Unidos abandonó abruptamente la región y detuvo su ayuda a Pakistán, que también recibió millones de refugiados afganos. 


Los locos guerreros subsidiarios estadounidenses, los mujahidines, se transformaron en talibanes (guerreros locales) y Al Qaeda (guerreros globales).

La inteligencia de Pakistán, ISI, también encontró que el terrorismo era una herramienta útil contra la India en Cachemira. Pronto, incluso los políticos pakistaníes honestos descubrieron que no podían ser elegidos sin el apoyo de los extremistas. 

Sin embargo, si Pakistán está jugando de manera ambigua, también lo hace Estados Unidos. Primero, considerando la historia del narcotráfico de la CIA, no es descabellado sospechar que los "globalistas" estén usando la heroína afgana para financiar proyectos extraoficiales

En segundo lugar, muchas personas, entre ellas Hamid Karzai (el ex presidente afgano de 2011 a 2014) han afirmado que Estados Unidos está transportando a los combatientes del Estado Islámico (EI) a Afganistán y armándolos. El EI podría ser una herramienta del Estado Profundo para luchar contra los talibanes y desbaratar la Ruta de la Seda de China en Asia Central. La verdad sobre el EI se revela en mi libro: "Syria - War of Deception" ("Siria - Guerra de Engaño")

En tercer lugar, lo más importante es que Estados Unidos quiere quedarse en Afganistán por razones geopolíticas: para tener una presencia contra China, Rusia e Irán. Por lo tanto, a Estados Unidos no le interesa que Afganistán sea un país pacífico y estable. Mientras haya caos en Afganistán, hay una justificación para las bases militares estadounidenses. Es el clásico paradigma Problema - Reacción - Solución de problemas

Ahora llegamos a la verdadera razón detrás de la última disputa entre Estados Unidos y Pakistán: la rápida entrada de Pakistán en la órbita china. Bajo el CPEC (Corredor Económico China-Pakistán) China planea gastar 60 mil millones de dólares en varios proyectos de infraestructura en Pakistán. Ya ha construido centrales eléctricas y muchas carreteras, un aeropuerto y un puerto marítimo están en construcción en la ciudad de Gwadar para transformar la ciudad dormida en un vibrante centro comercial. Pakistán también acordó recientemente utilizar el yuan chino en lugar del dólar estadounidense en el comercio bilateral. 


Proyectos del CPEC en Gwadar, Pakistán.


Los "globalistas" occidentales consideran que todo esto es desagradable, pero el hecho que cruza la línea roja es que Pakistán proporcione a China acceso al Océano Índico. Como ven, Estados Unidos planeaba contener a China controlando el Mar del Sur de China y el punto forzoso de paso (el Estrecho de Malaca) a través del cual viajan la mayoría de las importaciones y exportaciones chinas. En el caso de un conflicto entre Estados Unidos y China, Estados Unidos puede fácilmente interrumpir la economía china bloqueando su ruta marítima. De hecho, hace sólo unos años, Estados Unidos y Australia realizaron ejercicios militares que simularon bloquear esos estrechos. 





Sin embargo, China está trabajando en dos rutas de escape: Pakistán y Birmania. Con oleoductos, autopistas, ferrocarriles y puertos marítimos, las importaciones y exportaciones chinas hacia/desde Europa y Medio Oriente pueden pronto evitar el temido estrecho. Estos atajos también reducirán significativamente el tiempo de envío.



Pakistán y Birmania - Rutas de escape para la ruta de la seda china.



Es por eso que tanto Birmania como Pakistán se han visto súbitamente bajo el fuego de Occidente. La crisis de los Rohingya tiene muchos vínculos con Arabia Saudí y el Estado Islámico. En cuanto a Pakistán, los globalistas occidentales han estado hablando abiertamente durante una década sobre la creación de un nuevo país llamado Baluchistán que también se apoderaría de tierras de Irán. Se sospecha que la India y Estados Unidos apoyan activamente a los separatistas de Baluchistán. Y no es una coincidencia que Baluchistán incluya a Gwadar, ¡el puerto marítimo estratégico en el que China está trabajando!





Las alianzas se consolidan ahora en el sur de Asia: EEUU + la India contra Pakistán + China. El divorcio entre EEUU y Pakistán se acelerará si China y Pakistán logran incluir a Afganistán en el CPEC. Con el tiempo, cuatro países (Rusia, China, Pakistán e Irán) intentarán expulsar a los militares estadounidenses de Afganistán

Lo único que los afganos han experimentado al alinearse con EEUU fue la guerra, la destrucción, las drogas y el caos. Durante la guerra soviética, 1,5 millones de afganos murieron y 5 millones se convirtieron en refugiados. Entre 1970 y 1978, la exportación de opio y heroína prácticamente no existía en Afganistán. Sin embargo, en 1984, la mitad de toda la heroína de Estados Unidos provenía de Afganistán. 

Otra droga perniciosa (de tipo espiritual) es el wahabismo que EEUU y Arabia Saudí introdujeron en la década de 1980 para reemplazar al Islam sufí moderado de Afganistán. 


Islam sufí moderado en Afganistán antes de 1979.



Cuando terminó la guerra, Estados Unidos abandonó abruptamente Afganistán, lo que llevó a que estalle una guerra civil en la nación. Estados Unidos solamente apareció en el país otra vez con la operación "fuego y furia", después del 11 de septiembre. Desde 2001, Estados Unidos sólo ha traído más inestabilidad y miseria. Afganistán es ahora tan inseguro que cuando funcionarios estadounidenses como Mattis y Tillerson visitan el país, ellos llegan sin previo aviso, vuelan de noche y se van rápidamente. 

Estados Unidos afirma haber gastado más de 100.000 millones de dólares en la reconstrucción de Afganistán, pero la mitad de la población no tiene acceso al agua potable y 1 de cada 5 niños afganos muere antes de cumplir los dos años. Occidente le dio un premio Nobel falso a Malala, mientras que el 80% de las niñas afganas son analfabetas. (Aquí hay un artículo excelente sobre cómo los contratistas militares privados han convertido a Afganistán en un pozo negro de sobornos y corrupción). 

Compare esto con los años 60, cuando la Unión Soviética construyó presas (como ésta y ésta), carreteras (como la autopista Salang Highway, una obra maestra de ingeniería), universidades, apartamentos y hospitales en Afganistán; y cuando los médicos, enfermeras y maestros rusos estaban ayudando a los afganos en zonas rurales remotas. 


No había talibanes ni haqqani, ni terrorismo islámico ni opio; y Kabul era conocido como el París de Asia Central

De manera similar, Pakistán solía ser un país seguro y moderado que visitaron los presidentes de Estados Unidos Eisenhower y Nixon, así como la primera dama Jackie Kennedy, hasta que Estados Unidos interfirió


Presidente Eisenhower y Jackie Kennedy en Pakistán.


Pakistán y Afganistán pueden revertir los errores de los últimos cuarenta años y esforzarse por crear un nuevo futuro de cooperación, paz y prosperidad. Ambos países necesitan abrazar la Ruta de la Seda de China y erradicar gradualmente el wahabismo (y recuperar su tradición de sufismo tolerante). Si Afganistán es inteligente, también expulsará educadamente las bases militares estadounidenses y adoptará una política exterior neutral y no alineada. En cuanto a EEUU, éste necesita abandonar su obsesión maquiavélica para gobernar todos los rincones del mundo y centrarse en la influencia a través de la prosperidad y el crecimiento compartidos.


Chris Kanthan
Sott.net.  marzo 2018


Artículos relacionados en este blog:

El opio, la CIA y la administración Karzai
Las extrañas finanzas de los “rebeldes sirios” (1)
Petróleo, origen de las guerras en el mundo... y la droga qué?
Nuevos informes revelan vínculos del Estado Islámico con el tráfico de drogas.

18 marzo 2019

La anfetamina mágica ya no es solo del yihadismo


La anfetamina conocida como captagon


Nota previa del editor del blog

Hace cuatro años, publicamos un esclarecedor reportaje que explicaba de donde provenía la tremenda valentía del combatiente yihadista en Siria, una anfetamina muy de moda de los países de Próximo Oriente conocida como Captagon. La anfetamina mágica del yihadismo

Haciendo un poco de historia comentabamos que durante largo tiempo el uso de drogas fue uno de los  mejores secretos guardados por los ejércitos en guerra, diversas variedades de drogas sintéticas se distribuían entre la tropa para frenar el hambre y las penurias, así como mantenerlos alertas y despiertos para el combate. En el mundo se van desclasificando miles de archivos por lo que ya no es extraño documentarnos como la Wehrmacht alemana entregaba por diversos métodos, como las raciones de chocolate mezclado con anfetaminas a sus soldados, algo que desconocían las tropas. No solo fueron los alemanes, los otros bandos también escondían su "secreto" para aumentar la moral de las tropas.

Ha transcurrido mucho tiempo desde aquel artículo; sin embargo, la situación parece no haber cambiado en nada en cuanto al uso de narcóticos y sustancias psicotrópicas para "motivar" a los combatientes. Siria e Irak son la mejor evidencia de su uso. 

Solamente recordarles que las milicias kurdas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el pasado (y siempre) se financiaron ampliamente con el tráfico de la heroína. La droga, en este caso, extraída de la planta de la amapola constituye el único recurso para financiar movimientos armados a lo largo y ancho de Eurasia.  Otros conocidos traficantes de drogas fueron (o siguen siendo) los albano kosavares del Ejército de Liberación de Kosovo (UÇK), hoy en el poder.

Se debe poner énfasis en estas dos organizaciones nombradas que, supuestamente, reivindican la lucha popular para alcanzar la independencia de un país o región separatista. Los grupos terroristas en Próximo Oriente, absolutamente todos, se financian a través de la heroína. En contra o no de la moral y de los valores que dicen defender, constituye la única forma de financiar la adquisición de armas y sostener otras actividades (a no ser que cuenten, además, con la suerte de contar con mecenas extranjeros, como en el caso de los múltiples grupos extremistas en Siria). 

De dónde sale el dinero para comprar la heroína, a dónde va esa droga? El dinero generalmente proviene de Europa y los Estados Unidos que son los principales consumidores, por tanto, lugar del destino final del estupefaciente. Incluso, desde hace un buen tiempo la heroína tiene como destino Rusia (donde el consumo de drogas ha crecido alarmantemente). En fin, el dinero sale de naciones con poder adquisitivo.

Foto de archivo: Gulfnews. Policía saudí descubre un cargamento de captagon dentro de rollos de  alambre metálico.


Cómo llega el dinero a los terroristas o grupos separatistas? No siempre es dinero en efectivo, existe el intercambio de droga por armas, o mediante sofisticados procesos de tráfico de armas en los que se hallan involucrados servicios secretos de las potencias occidentales que conocen los pormenores del canje. Tenemos las mafias internacionales y hasta grandes empresarios, a la final, el comercio de la droga es un NEGOCIO muy rentable, aunque ilegal. Ya decía nuestro amigo, Daniel Estulin, las "Drogas S.A." son el motor de la economía global que sostiene al sistema capitalista.

Demos lectura al muy interesante artículo publicado en el diario español "Público" (10 marzo 2019). El siguiente reportaje inicia hablando sobre los kurdos pero termina abarcando amplios sectores  y zonas del conflicto.


*****

Foto de archivo: Gulfnews. Policía saudí descubre millones de pastillas de la anfetamina captagon dentro de cilindros de aluminio.


Las drogas que han ayudado a los milicianos a combatir contra los yonquis del ISIS


Ferran Barber
"Público"


Los yihadistas del Estado Islámico no han sido los únicos que se han servido de drogas para hacer frente al miedo y la fatiga en Irak y Siria. También muchos milicianos que han combatido contra el Daesh se han servido de ellas con frecuencia. La más común es un opiáceo conocido como Tramadol, pero existen otras muy populares como la ketamina o una variante de benzodiazepina llamada coloquialmente Zulam.



Un miembro de las SDF se burla del DAESH en Raqqa simulando a un yihadista tomando drogas. 


Son usualmente conocidas como "las drogas de los yihadistas", haciendo especial referencia a una variante de la metanfetamina comercializada como "Captagón" porque los líderes del Estado Islámico se sirven masivamente de ellas para infundir moral a sus combatientes o, llegado el caso, ayudarles a embarcarse en alguna de las acciones suicidas por las que son proverbialmente conocidos.

Lo que se ha ocultado hasta la fecha es que el uso de tranquilizantes y sicofármacos se ha extendido a todos los bandos que intervienen en los conflictos que hoy se libran tanto en Oriente Medio como en buena parte del planeta. 

Es un secreto a voces que también las fuerzas kurdas o árabes que combatieron en Irak y Siria se han servido y se sirven de opiáceos, estimulantes o benzodiazepinas sin fines terapéuticos para hacer frente a la peor de las dolencias que afectan al soldado: el temor a la muerte y el dolor. Los nazis tenían el Pervitin.

La más popular de las drogas a las que han recurrido, entre otros, el Ejército Libre de Siria (FSA), las diferentes unidades de las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF, según sus siglas inglesas), algunas milicias chiítas de Al Hashd Al Sha-Abi (Fuerzas de movilización Popular) o los Peshmerga de Barzani es una variante en píldora del Tramadol procesada en la India, claro que existen más.

video 



Estas son las drogas que han ayudado a combatir contra el Daesh   

"Benzos" del Tercer Mundo

El uso del Tramadol -popularmente conocido como Trama- u otros opiáceos entre quienes combatían al Estado Islámico o el Ejército Árabe Sirio de Bashar Al Assad no es completamente generalizado, pero sí muy común; demasiado común, de hecho, como para pasar por alto que son muchos los soldados que han regresado del frente enganchados a alguna variedad de opiáceos o de tranquilizantes.

Alguien se ha hecho de oro traficando con las llamadas "pastillas amarillas"

A falta de otras herramientas terapéuticas y en ausencia de verdaderos médicos, en los hospitales de sangre y las enfermerías de los frentes se dispensan a menudo descontroladamente estas drogas farmacéuticas. Y el consumo ocasional ha devenido con frecuencia en adicción. Como consecuencia de ello, los conflictos sirios e iraquíes han enfrentando a menudo a toxicómanos contra toxicómanos; milicianos exaltados por estimulantes o serenados por benzodiazepinas y derivados farmacológicos del opio fabricados en el Tercer Mundo con vistas, esencialmente, a su venta ilegal. Alguien se ha hecho de oro traficando con las llamadas "pastillas amarillas", pese a que su precio en el mercado negro de Oriente suele ser irrisorio, de acuerdo a los criterios europeos (menos de un euro por una tableta de hasta diez píldoras).

El asunto se ha ocultado con frecuencia para no ensuciar la imagen de las milicias que combaten al DAESH. En su descargo hay que decir que el alcance y la extensión de la adicción y las prescripciones no terapéuticas es variable y en ningún caso comparable al de los yonquis del Estado Islámico, junto a cuyos cadáveres se halla con frecuencia, además del cinturón explosivo, un reguero de pastillas de Captagón o Tramadol. De hecho, no pocas de las drogas de origen farmacológico utilizadas en los frentes donde se ha luchado contra los "yihadis" del ISIS u otras milicias islamistas como los mercenarios turcos de Afrin procedían de los alijos incautados al enemigo. A todos los efectos, estos sí pueden ser descritos como una horda de drogadictos.


En todos los bandos

Ni uno sólo de los bandos en el conflicto de Oriente Medio ha impedido su uso. "¿Que si sigo tomando Tramadol?", nos dice esbozando una sonrisa un ex miliciano de las FSA (Ejército Libre de Siria, de acuerdo a sus siglas inglesas), Mohammad A.M., a quien hallamos caminando por el barrio barcelonés del Raval, en compañía de otras dos sintecho catalanas. "Me recetaron las pastillas cuando caí herido en Daraa por una ráfaga de ametralladora, pero después no conseguí dejarlo completamente. Hace que te sientas bien y te da fuerza".

El sirio -oriundo de una población cercana a Kamisli- vive ahora en un squat de Barcelona, mientras busca a algún médico que le extraiga la última bala que todavía alberga entre el corazón y los pulmones. Con el fin de ayudarle a aliviar el dolor intenso que le provocan sus secuelas, ha conseguido que los médicos españoles le sigan prescribiendo Tramadol.

Variedad inyectable del Tramadol utilizada en los hospitales de Siria y Sinyar. Foto por Ferran Barber


"Me suelo tomar tres o cuatro diarias de 50 milígramos", dice mientras hace ademán de abrir la mochila para mostrarnos las pastillas. Pero luego se detiene en seco, como si de pronto sospechara que quizá no sea tan buena idea dejarse fotografiar sosteniendo una tableta. "Las de Siria son mejores, de 200 milígramos. Y me tomaba a veces tres o cuatro al día. Las de aquí, como mucho, son de cien", añade. Cierto.


Matando moscas a cañonazos

La legislación europea prohíbe la comercialización de pastillas de Tramadol con un contenido superior a 100 milígramos. Normalmente, se prescriben como analgésicos para casos de dolor agudo como el de Mohamed que no responden a otros antiinflamatorios. Se sabe que en España se están incrementando de manera muy notable los casos de adicción al Tramadol, pero el problema no reviste la magnitud de una pandemia, tal y como sí está a punto de ocurrir, por ejemplo, en las sociedades de Egipto, Ghana, Afganistán o la propia Siria, donde el consumo se ha extendido a la población civil, y ello incluye a mujeres y niños. En este caso, la gente se prescribe y automedica para sanar del dolor de la indigencia y de la estela de los traumas que suelen dejar atrás las guerras. También en Yugoslavia u otros países devastados por conflictos se dispararon en su día las tasas de adicciones.

A esas razones, más antropológicas y profundas, se suman las grandes campañas de descriminalización de los opiáceos que hace más de una década apadrinaron grandes compañías farmacéuticas como Big Pharma. Si llegara a extenderse el uso de fármacos como el Fentanilo -el asesino de Tom Petty y Prince-, los muertos se contarían por millares.

"Con mis propios ojos vi varias veces como los suboficiales peshmerga repartían entre la tropa Tramadol antes de llevar a cabo alguna acción durante la ofensiva de Mosul", nos confirma otro de los militares españoles que combatieron en la reconquista de esa ciudad. Se da la circunstancia de que tanto en la zona controlada por el Gobierno de Bagdad como en el Kurdistán iraquí se penaliza duramente no sólo la venta, sino el consumo de drogas


Es decir, de una parte los gobiernos castigan el uso y el tráfico de sustancias por parte de la población civil y de otra, se proporciona extraoficialmente drogas a los soldados para incrementar su rendimiento en el combate, algo que, por otra parte, nadie está dispuesto a reconocer.

Basora es el gran centro neurálgico del tráfico de drogas iraquí y la metanfetamina y el Tramadol, por ese mismo orden, las dos sustancias más populares consumidas por la población árabe con fines lúdico-recreativos. En la ciudad kurda de Suleimania, la Asayish (policía kurda) incautó el pasado año varios miles de pastillas de metanfetamina y Tramadol.

No existen datos oficiales del alcance del consumo de drogas en la Federación Democrática del Norte de Siria -conocida popularmente como Rojava-, pero tal y como afirma uno de los voluntarios españoles que se encuentran combatiendo en ese área, "algo debe estar pasando cuando han organizado una campaña en contra del consumo de sustancias y han llenado la zona de carteles". Se sabe igualmente con certeza que en las prisiones de Derik (Rojava) y Erbil (Kurdistán iraquí) hay un número significativo de traficantes de drogas entre los presos políticos y comunes. Recientemente, los kurdos de Siria despenalizaron el consumo.

Entre los árabes, y cuando están en marcha operaciones militares, suele distribuirse un fármaco estimulante conocido como 'Corticol'.

Al igual que otros guerrilleros españoles, el mencionado voluntario de las YPG está dispuesto a hablar de su experiencia personal en las milicias kurdas y yazidíes de las Fuerzas Democráticas de Siria a condición de no revelar su identidad. 


"Creo que entenderás por qué. Admitir que el consumo de drogas es más que significativo y habitual ensucia la imagen de mi unidad, de modo que mantén mi nombre al margen", nos pide, al tiempo que nos aclara: "No es, digamos, masivo si por tal se entiende su distribución sistemática entre la totalidad de la tropa, pero de acuerdo a mi experiencia, lo normal es que en un tabur o unidad de veinte milicianos, al menos cuatro o cinco estén enganchados al Tramadol. Entre los árabes, y cuando están en marcha operaciones militares, suele distribuirse un fármaco estimulante conocido como 'Corticol'. Esto sí se hace de un modo generalizado, y el reparto incluye a los voluntarios extranjeros. Yo nunca lo he tomado, pero tengo entendido que mejora el ánimo y sobre todo, la resistencia de una forma muy significativa".

Corticol y Zulam

El fármaco al que se refiere este miliciano -nos precisa otro de los voluntarios españoles que trabaja en labores civiles, dentro de una unidad militar- es la "corticoliberina", una hormona esteroidea cuya secreción se incrementa de forma natural con el estrés. Ingerido como droga, combate la fatiga y permite resistir al combatiente incluso durante largas marchas nocturnas, aun cuando portan consigo grandes pesos. "Que no salga de mi boca, pero el uso del Trama es muy habitual aquí, desde los mandos a soldados. Todo el mundo te lo pide cuando saben que has de visitar la enfermería", apostilla este miliciano, integrante de una de las unidades afiliadas a las SDF. No cabe ni la menor duda de que, en contra de lo que se venía sosteniendo, las drogas han sido consumidas descontroladamente en todos los bandos que intervienen en los conflictos de Mesopotamia.


Variedad inyectable del Zulam, fotografiada en un centro sanitario de Sinyar. Foto por Ferran Barber

¿Se utilizó también masivamente el Tramadol u otras sustancias entre las fuerzas aliadas kurdo-árabes que combatieron al DAESH en frentes como Raqqa, Serekaniye, Deir ez Zorr o Afrin? Definitivamente, sí. 

"El uso de fármacos potentes está en Siria a la orden del día. Los médicos son lo que son; los facultativos buenos se van a Europa y los que quedan hacen lo que pueden. De hecho, a menudo, ni siquiera son médicos", nos aclara otro de los voluntarios españoles que lucharon en Raqqa y la ribera del Jabur.

Una semana antes de la caída de la ciudad, visitamos la enfermería de Raqqa -otrora capital del califato-, y el personal sanitario -un par de voluntarios árabes pertrechados de buenas intenciones y algunos conocimientos médicos- nos confesaron que el Tramadol es, a menudo, todo cuanto tienen, si no para sanar a los soldados, sí para aliviar su dolor o aplacar sus temores. En los estantes del hospital de sangre ocupaba un lugar especial una variante india de ese fármaco que, en los peores casos, y cuando en verdad se precisa de manera legítima con fines analgésicos, acostumbra a administrarse en su forma inyectable.

"Yo soy el responsable de los servicios sanitarios de esta zona de Irak -nos cuenta otro militar español- y tengo el Trama bajo llave. Sólo puedo autorizar el consumo de los inyectables en casos extremos, aunque es verdad que mucha gente se ha hecho adicta a las pastillas amarillas", la variedad en píldora del derivado opiáceo. "Están tan enganchados a ellas como al tabaco, y piensa que la posesión de una sola pastilla está penada en el Kurdistán con seis meses de cárcel. Que estén dispuestos a correr el riesgo te dará la medida de su dependencia. Además -nos aclara-, suelen echar mano de otras sustancias como la ketamina o una benzodiazapina llamada Midazulam. Los kurdos y los árabes suelen referirse a ella por su abreviatura: Zulam.


Ketamina y Diazepan

La ketamina es un anestésico bien conocido en Europa, donde es ampliamente consumido con fines recreativos. Es comercializado con nombres como ketolar y distribuido por varias firmas farmacéuticas menores. En dosis muy inferiores a las que producen anestesia, proporciona experiencias sicodélicas de gran intensidad. Tanto la ketamina como el Midazulam y las distintas variantes comerciales con las que se distribuye el Tramadol suelen ser introducidos en los frentes a través de países como Libia, a donde a su vez han sido enviados desde la India vía Europa. En junio de 2016, se descubrió un alijo de Tramadol en Barcelona con la ayuda de la DEA, la agencia norteamericana de lucha contra los estupefacientes. Tenía como destino el puerto libio de Tobruk.

El Midazulam viene a ser el equivalente de lo que en España es mencionado con la denominación comercial de Diazepam. Asimismo, es infaustamente conocido porque es uno de los tres fármacos utilizados en el cóctel con el que se quitó la vida al reo estadounidense Clayton D. Lockett. Hace unos pocos años, las farmacéuticas se negaron con diversos subterfugios a proporcionar el Pentotal a los estados norteamericanos que aún mantienen la pena máxima en su legislación, y este fue reemplazado por Zulam, lo que dio lugar a patéticos episodios como la mencionada ejecución del estado de Oklahoma. Treinta minutos después de que se le administrara la inyección letal a Lockett, el condenado aún se convulsionaba y murmuraba. Tal fue el desastre de esta ejecución que reavivó el debate sobre la pena de muerte en Norteamérica, y proporcionó poderosos argumentos a quienes se oponen a ella.

En los frentes de Siria e Irak, el Midazulam suele prescribirse como tranquilizante para hacer frente al estrés que provocan las acciones bélicas, lo que también ha franqueado el paso que conduce de una ingesta justificada a miles de casos de adicciones. Ni siquiera el propio personal sanitario de Oriente Medio ha logrado mantenerse al margen de la droga dependencia. 


Cuanto más sencillo es el acceso, más tentador el consumo de sustancias estimulantes, sicotrópicas o tranquilizantes. Las drogas y los conflictos bélicos han caminado de la mano desde el principio de los tiempos gracias al monopolio que ejercen los estados sobre la definición de "legítimo", "oportuno", "legal" o "moral".

18 diciembre 2018

El Chapo, a juicio: el mito del narco y la narrativa de seguridad nacional



I

El verdadero negocio de la droga


por Tito Andino U.

La toma de decisiones para solucionar el tráfico mundial de drogas no está en Kabul o en las selvas colombianas, sino en Washington, puesto que el poder de los narco dólares surge cuando combinamos el tráfico de drogas con la bolsa de valores.

De todas las noticias y análisis que he leído sobre uno de los líderes del Cartel de Sinaloa, no hay otro enfoque más realista que el artículo escrito por el mexicano Oswaldo Zavala, periodista y profesor de literatura y cultura latinoamericana en la City University of New York (CUNY). Su libro más reciente "Los cárteles no existen. Narcotráfico y cultura en México" (Malpaso 2018) nos dirige a algo más parecido con la realidad que a las fábulas y mitos urbanos con que nos agobian cada día decenas de publicaciones de la prensa comercial. El artículo del señor Zavala apareció hace unos días originalmente en un rotativo español. Publicar un artículo de esta índole tiene una particularidad, se atreve a decir algo muy diferente a la versión oficial emanada de las autoridades policiales y gubernamentales, que incluye a las nada creíbles y desprestigiadas fuerzas del orden mexicanas y de la doble moral -típica herencia del puritanismo de los pioneros estadounidenses- con que se manejan las administraciones que se suceden indistintamente en la Casa Blanca.

Los siguientes detalles guardan completa armonía con lo expresado por Oswaldo Zavala, y no se refieren al "Chapo" Guzmán, se trata de cómo se maneja el MEJOR NEGOCIO DEL MUNDO bajo las sombras y nada público, ya que sigue siendo una actividad ilícita; no obstante, los beneficios para la economía global es de tal magnitud que no cabe duda que el NARCOTRÁFICO S.A. mueve los destinos del CAPITALISMO. Veamos algunos puntos rápidamente.

Un ejemplo es Afganistán, para muchos sinónimo de los talibán, en aquel remoto país la ley se edifica en base a la costumbre islámica tradicional, se grava con un tributo la cosecha de la amapola. Los talibán u otros grupos locales, a quienes en Occidente se les tilda de "Señores de la Guerra", no son la amenaza, pero son la cara visible, apenas se nutren de una pequeña porción del pastel, que no es poca cosa.

Hasta el 2001 los talibán prohibieron la siembra descontrolada de los campos de amapola, la reducción para ese año y anteriores fue drástica, se calcula que bajó el comercio alrededor del 60%. Algo sumamente grave para la economía en alguna parte del mundo. Acto seguido llegó la "lucha contra el terror", la ocupación militar U.S.A. y Compañía, según informes de la Oficina de Naciones Unidas contra el Crimen y la Droga (UNODC) la producción de opio  creció un 49% hasta finales del 2013, para 2014 el incremento fue, en promedio, el 55%. Las proyecciones en alza de la producción para 2015 eran del 65%. 


Campesinos afganos, cultivadores de la amapola, protegidos por tropas estadounidenses. 

La prensa internacional, alineada a intereses ocultos, pretende vendernos el cuento que un grupo de analfabetos y mal nutridos campesinos afganos controlan el flujo de cientos de toneladas de heroína y manejan las multimillonarias finanzas de ese ilegal negocio. ¿Se puede creer semejante disparate?. ¿Se imagina a un barbudo guerrero talibán, bajado de las montañas, gestionando las altas finanzas en Wall Street o, efectuando sofisticadas transacciones financieras en los grandes trusts bancarios de Europa y Asia?; ¿o, finiquitando complejos negocios con los verdaderos “señores de la guerra” en la compra de armamento a cambio de drogas?

¿Quiénes se benefician de ese torrente incontenible de dinero?

La supuesta guerra contra la droga es una vieja historia de intervencionismo de los imperios coloniales, hoy transformados en potencias capitalistas buscando globalizar los mercados.

Protegidas e intocables sociedades internacionales mueven el negocio, en ocasiones bajo complicidad o aliados con los servicios secretos. Por descontado, no existen pruebas que el dinero de la droga haya alimentado las cuentas bancarias de la CIA (ni las podremos obtener), pero existe una estrecha relación con ese ilegal comercio y las guerras auspiciadas por los EEUU en Medio Oriente y otras regiones del mundo. 

En cuanto al sistema y modalidad del lavado de activos no ha cambiado en nada, solamente los protagonistas. Las personas se van, renuncian, se mueren por causas naturales o son asesinadas, pero las políticas criminales para controlar la riqueza que genera el narcotráfico perdura. Sobre las ganancias, Wall Street es una de las encargadas de legalizar y hacer más rentable esos activos. Según el investigador Daniel Estulin:


La droga es el motor de la economía mundial, sin la participación de Wall Street en este proceso la economía mundial tambalearía.

La toma de decisiones para solucionar el tráfico mundial de drogas no está en Kabul o en las selvas colombianas, sino en Washington. La clase política no se atreverá pedir más explicaciones a las decenas de famosos procesados a quienes fuera del ámbito judicial se les ofrece acuerdos para reducir condenas a cambio de guardar silencio en lo que tiene que ver con el destino final de los beneficiarios del rédito económico de su "producto", manteniendo vigente el selecto club que en el argot popular se denomina el "cartel de los sapos". Tales son los hechos que en el juicio contra el "Chapo" Guzmán están desfilando una serie de ex narcotraficantes condenados a largas penas de prisión -incluida la cadena perpetua-. Eso opera de forma sencilla, rebajas sustanciales en sus condenas a cambio de declarar en contra de sus ex socios y delatar a otros; nunca, pero nunca, se menciona a quienes manejan las redes financieras y políticas.

La guerra contra la droga es un inmenso fraude. El Narcotráfico S.A., sin la protección de órganos estatales de alto nivel y de grupos financieros ligados a la banca internacional no prosperaría. Grandes bancos, incluso políticos con poder alimentan y fomentan la codicia de la delincuencia organizada, en ese sentido esa es la verdadera MAFIA. 



El mejor ejemplo de la asociación entre financieros, políticos y criminales es el siguiente caso:

Richard Grasso, ex presidente de la Bolsa de Valores de New York desde 1995 a septiembre del 2003. En la foto de arriba, Grasso junto al difunto Comandante de las FARC, alias Raúl Reyes en junio de 1999, en La Machaca, San Vicente del Caguán, departamento del Caquetá, Colombia. A la reunión Grasso se acompañó del vicepresidente de la Bolsa de Nueva York,  Alain Murban y el asesor James Esposito. El ex ministro de Hacienda de Colombia, Juan Camilo Restrepo, ejerció de traductor del encuentro. Grasso cursó una invitación a los líderes de las FARC, considerada en ese entonces 'organización terrorista'. "Invito a los miembros de las FARC a visitar la Bolsa de Nueva York, para que puedan conocer el mercado personalmente.. Espero de verdad que ellos pueden hacer esto". Medios locales afirmaron que Grasso había pedido reunirse con un representante del alto mando de las FARC para discutir también sobre la inversión extranjera y el futuro papel de las empresas estadounidenses en Colombia, El jefe de Wall Street, en rueda de prensa, tras su visita a la guerrilla colombiana  no tuvo empacho en indicar que había venido a traer un mensaje de cooperación de los círculos financieros estadounidenses (FUENTE de este dato: Reuters Limited, 26 junio 1999: NYSE Chief Meets Top Colombia Rebel Leader). 

Los Estados Unidos se jactan de invertir millones de dólares anuales en luchar contra el narcotráfico, no obstante, por la puerta trasera ganan miles de millones de dólares anuales filtrados a través de Wall Street; otras bolsas europeas hacen lo mismo con el producto del lavado del dinero proveniente de la droga. Por qué no se combate eficazmente el lavado de dinero en territorio norteamericano? Por qué los peces gordos americanos siempre están impunes, quién o quiénes les protegen? Y, no hablamos de mafiosos italiano-americanos, hablamos de la gran industria y de la banca... 

John A. Gotti, hijo del célebre mafioso John Gotti, aunque no es una fuente de confianza para las autoridades, en una ocasión fue preguntado por la prensa si la familia Gotti de Nueva York estaba traficando narcóticos, respondió: “¿Quién va a competir con el gobierno?”.

Wall Street, gobiernos, corporaciones bancarias internacionales, terrorismo internacional, DEA, CIA, ONI, Imperio Británico, servicios secretos franceses suelen estar en lucha por las rutas y el control de los mercados de la droga. Norteamérica y la City de Londres parecen haber ganado la batalla en cuando a los dividendos que produce el narcotráfico con una impronunciable cifra de ganancias.

El poder de los narco dólares viene cuando combinas el tráfico de drogas con la bolsa de valores. El Departamento de Justicia de los EEUU afirmaba a inicios del siglo XXI que lavamos (los Estados Unidos) entre $500 mil millones - $1 trillón de dólares anuales. Para quien no conoce de finanzas es algo complejo, se debe multiplicar eso por un porcentaje del margen de ganancias resultante de la circulación de efectivo, debiendo calcularse cuánto de esos “ingresos” pasa por la declaración de ingresos de bancos y de compañías que se cotizan en la bolsa de valores, entonces, se debe multiplicar ese número por el múltiplo del ingreso al que se comercian las acciones. Complejo, verdad? 


Catherine Austin Fitts, asesora en inversiones, especialista en el estudio de los narcodólares y su impacto en la economía estadounidense expresa que "una  técnica de estimado rápido y sucio es tomar la cifra del Departamento de Justicia de $500 mil millones – $1 trillón y dividirlo por 281 millones de norteamericanos para llegar a un estimado de la participación en el mercado del lavado de dinero 'por cada americano'. Ahora multiplica esa cifra por el número de personas en tu área. Ahora divídelo por el número de bancos locales. ¿Qué es lo que te dicen esos números?"

La mencionada autora, entre otras publicaciones de "Narcodólares para principiantes" (aquí publicada), afirma que según el Inspector General de la CIA, el gobierno facilitó el tráfico de drogas. La CIA y el Departamento de Justicia (DOJ) crearon un memorando de entendimiento que permitía a la CIA ayudar a sus aliados y a sus agentes traficar drogas sin tener que reportarlo. 

"Lo único más peligroso que puede sucederte como no sea que te agarren en un negocio de crimen organizado, es no poder controlar la reinversión del fluido de efectivo que se deriva de él. Es por lo que los monarcas se entendían muy bien por debajo de la mesa con los piratas durante los tiempos isabelinos y sin duda es exactamente lo que han estado haciendo desde entonces".
"Después de los impuestos, el crimen organizado es la forma que tiene una sociedad de reunir muchas reservas de capital de bajo costo. El crimen organizado es una empresa bancaria y de capital de inversión siempre en busca de oportunidades. Así que la realidad es que si quieres controlar la circulación del efectivo y del capital que controla el mundo “derecho”, tienes que controlar la circulación del efectivo generado por el mundo del hampa. De no existir, tienes que prohibir algunas cosas para generarlo".

En una presentación en Filadelfia, la referida autora, habló sobre “Cómo funciona el dinero en relación al crimen organizado”, sobre los negocios legales y el negocio de las drogas y sus porcentajes (flacos y gordos) al entrar en la bolsa de valores. Preguntó qué sucedería al mercado de valores si descriminalizamos o legalizamos las drogas. El mercado de valores tronaría, respondieron. "¿Qué le sucedería al financiamiento del déficit del gobierno si hiciéramos cumplir todas las leyes en contra del lavado de dinero? En vista de que todas las transferencias bursátiles pasan y son registradas por medio del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, esto no debería ser algo demasiado difícil, ¿no es así?". Lo que sucedería es que podrían incrementarse sus impuestos, contestaron; peor aún, sus cheques del gobierno podrían dejar de llegar. 

Pidió se imaginaran un botón rojo y pulsarlo si querían descriminalizar el tráfico de drogas y detener todo el lavado de dinero en los Estados Unidos. ¿Quién apretaría el botón?. Del auditorio, solamente una persona estaba dispuesta a empujar el botón. Después de haberlo pensado un poco, el resto no lo habrían hecho. Preguntó ¿por qué?. "Dijeron que si empujaban el botón, sus fondos mutuos bajarían y sus cheques del gobierno podrían parar. Les comenté que lo que ellos proponían era que toda una infraestructura de gente continuara vendiéndole drogas a nuestros hijos y nietos con tal de asegurarles que sus fondos mutuos y sus pensiones se mantuvieran a un nivel superior. Dijeron, sí, así es… "

Concluye la autora, los Estados Unidos "no está tan adicto a las drogas como lo está a los narco dólares".


Volvamos a los populares bandidos, que vemos a diario en televisión y la prensa comercial. Para buen entendedor, los grandes traficantes apenas son un eslabón en la cadena del negocio, los grandes traficantes -como el hombre de actualidad, el "Chapo" Guzmán- ganaba muchos, pero muchos millones por la venta de su producto. Sin embargo, son muy pocos los que han logrado cotizar en las grandes Bolsas, no tienen otra alternativa que enterrar el dinero; mientras, por otro lado, es el capital que genera la distribución y venta de la mercancía en los mercados norteamericano y europeos la que mueve un escalofriante número de ceros y esos beneficios ya no son del traficante, ni siquiera del "distribuidor"

La historia se repite una y otra vez, esto viene de siglos atrás con la “Guerra del opio”, las modalidades varían, el fenómeno persiste. Algunos modernos imperios continúan siendo los más grandes traficantes de droga de la historia y dado que es imposible esconder por siempre los negocios sucios se hace inevitable contar con un buen número de “villanos" a quienes responsabilizar. Es parte del juego, algún momento deberá, irremediablemente, sacrificarse a los peones del negocio, los talibán, el Estado Islámico, las FARC, los conocidos "barones" de la droga Pablo Escobar o el "Chapo" Guzmán y millares de narcotraficantes por el mundo, ellos son solo algunas piezas del escalafón... y de las bajas.


Los protagonistas, es decir, los "malos", son mano de obra desechable, pueden ser sustituidos en cualquier momento, lo que indica que la "guerra contra la droga" también es un buen NEGOCIO. 

La consigna “derrotar a los narcoterroristas”, pretende dibujar un panorama ficticio a la opinión pública. Tenemos héroes que luchan contra la plaga del narcotráfico, destruyendo plantaciones, capturando delincuentes y comisando bienes... loable. Acto seguido aparecerán nuevas organizaciones y novedosos procesos de refinación y ocultamiento de la mercancía. Las centenas de miles de muertos en Colombia, México, Afganistán, etc, no cuentan, mucho menos las víctimas colaterales (desplazados, narcodependientes). El flujo de cientos y cientos de miles de millones de dólares rumbo a Wall Street y otros mercados es lo que verdaderamente importa. 

El negocio de la droga compite a nivel mundial con lo que genera la industria armamentista y los negocios petroleros, por lo que no es ninguna exageración la afirmación que sin droga la economía mundial se vendría abajo, como ha explicado infinidad de ocasiones el conocido analista Daniel Estulin, “la DROGA S.A. es el lubricante de la economía mundial con más de 900 mil millones de dólares en dinero efectivo anuales”. Continúa: “según la leyenda popular, Wall Street es el corazón y el alma de la economía estadounidense, un hogar de hombres “sabios” que demuestran como amasar inmensas fortunas. Sin embargo, Wall Street es una grotesca atracción de feria que debería estar prohibida a los menores de 18 años. Las actividades financieras que se realizan aquí no tienen nada que ver con una economía adecuada”.

Los países sudamericanos ancestrales productores de la hoja de coca son los narcotraficantes y los campesinos afganos que cosechan la amapola… los terroristas. Así se forja el mito de los "buenos" y los "malos".


II
El Chapo, a juicio: el mito del narco y la narrativa de seguridad nacional

El Chapo, durante el juicio que se celebra en Estados Unidos. Ilustración de Jane Rosenberg


por Oswaldo Zavala
9 dic. 2018

La fantasía que nos presenta al mayor traficante en la historia responde a una hegemonía discursiva, un relato que explica falsamente la violenta realidad en la que vivimos.

Menos que un proceso para determinar su culpabilidad en la comisión de delitos graves, el juicio contra Joaquín "El Chapo" Guzmán es el espacio donde se debaten dos percepciones radicalmente opuestas:

- Por un lado, México aparece como un país asediado por traficantes que amenazan la "seguridad nacional", un Estado potencialmente fallido, donde la corrupción oficial y el asesinato conducen la vida diaria del gobierno y la sociedad civil;
- Por el otro, las autoridades de México y Estados Unidos, lejos de combatir el fenómeno del narcotráfico, parecen explotarlo, manipularlo, hasta finalmente convertirlo en objeto de una compleja red de intereses geopolíticos.

Lo que está en juego es afirmar o negar el tamaño y relevancia de los llamados "cárteles de la droga" y su capacidad para intervenir en la estructura política y económica de México. Desde luego que el objetivo del juicio es determinar la culpabilidad de Guzmán, pero para hacerlo, tanto la fiscalía como la defensa han tenido que recurrir a narrativas, en apariencia divergentes, en torno al espectacular submundo criminal donde los "narcos" mexicanos son capaces de controlar el mercado mundial de la cocaína, pero donde también deben sobornar a los más altos funcionarios de la clase gobernante en México para sobrevivir, todo mientras conducen una vasta red de tráfico en estados como Texas, Arizona, Nueva York, Illinois y Nueva Jersey y se las arreglan para secuestrar, torturar y asesinar a miles de sus rivales y competidores.

En la acusación formal, a Guzmán se le imputan 17 cargos, entre los más importantes el de dirigir una empresa criminal que, bajo su supervisión y la de Ismael "El Mayo" Zambada, introdujo más de 200 toneladas métricas de cocaína a Estados Unidos entre 1999 y 2014. Según la fiscalía, Guzmán es culpable de haber conspirado para traficar drogas desde 1989, generando ganancias personales de más de 14.000 millones de dólares. Según un comunicado de prensa del Departamento de Justicia estadounidense del 20 de enero de 2017, esa exorbitante cantidad de dinero habría sido "lavada" y transportada en efectivo desde Estados Unidos a México. Y aunque no se incluye en los cargos, también se acusa a El Chapo de ordenar personalmente el asesinato de miles de "competidores traficantes de droga" en la frontera entre los dos países "aproximadamente" entre 2007 y 2011.


Esta fotografía data de 2014 cuando Guzmán fue capturado con la colaboración del DEA.

La evidencia hasta ahora se basa principalmente en los dichos de otros traficantes que a cambio reciben reducciones a sus sentencias carcelarias. Recientemente se mostró al jurado un pesado costal con "ladrillos" de cocaína que, según se dijo, provienen de esas 200.000 toneladas traficadas por El Chapo pero destruidas por las autoridades estadounidenses durante 15 años de decomisos. Entre las 300.000 páginas de documentos, 117.000 grabaciones de audio y miles de fotos y video, la fiscalía destaca el video de un decomiso de 7.3 toneladas de cocaína escondidas en cientos de latas de chiles jalapeños. También está otro en el que Guzmán mismo interroga a un supuesto traficante rival.

Notemos, sin embargo, que más allá de esa narrativa y el efectismo de la droga como utilería teatralizada, la fiscalía está lejos de probar que el sinaloense de 61 años sea un traficante que "ha aterrorizado a comunidades de todo el mundo", según afirma el Departamento de Justicia en el comunicado antes citado. Algo similar ocurre con los 14.000 millones de dólares que la acusación formal atribuye al botín de El Chapo si recordamos que la revista Forbes especulaba que su fortuna no rebasaba los mil millones de dólares cuando lo incluía en su lista de multimillonarios entre 2009 y 2012.

Resulta inverosímil que miles de kilogramos de cocaína puedan llegar hasta la nariz de los abogados o empresarios que la consumen en Nueva York, Chicago o Los Ángeles, sin mediación de traficantes estadounidenses o de autoridades locales corruptas, como también es ridículo imaginar los miles de camiones de carga que se necesitarían para transportar 14.000 millones de dólares en efectivo desde Estados Unidos a México y que hasta el último dólar llegara a las manos de El Chapo en la serranía del triángulo dorado. (En una ocasión, como periodista en Ciudad Juárez, me tocó reportar un camión de carga que se volteó en una curva a la salida de un puente internacional con 6 millones de dólares en efectivo. Pero ese camión ya había cruzado la frontera a Estados Unidos, donde el lavado de dinero es un negocio más normalizado gracias a las leyes que protegen el secreto bancario, además de la endémica corrupción del sistema financiero global que no necesito detallar).

Llama también la atención que, pese a miles de denuncias documentadas de atrocidades cometidas por las fuerzas armadas mexicanas durante la supuesta "guerra contra las drogas" en contra de civiles inocentes en lugares como Ciudad Juárez, Tijuana y Monterrey, la fiscalía en Nueva York no tenga mayores reparos en señalar a El Chapo como el responsable directo de miles de asesinatos y únicamente de "traficantes rivales". Con esta narrativa se busca persuadir al jurado de que este es el jefe de la misma organización que tardó semanas en traducir del inglés las preguntas del actor estadounidense Sean Penn después de aquella famosa entrevista en Rolling Stone, y el mismo capo que se obsesionó con una actriz de telenovelas al punto de invitarla a su escondite probablemente a costa de su captura. ¿Cómo reconciliar en la misma persona al CEO de una organización multimillonaria que amedrenta ciudades de todo el mundo, pero que sólo cuenta con personal logístico monolingüe? ¿O aquel que literalmente tuvo que dar miles de órdenes homicidas en viva voce, pero que arriesga su vida para conocer a la "reina del sur" que ha visto en la televisión?

Menos vistosa, la estrategia del equipo de defensa ha consistido hasta ahora en mostrar a Guzmán como un traficante de segunda fila, y todavía más lejos, como un mito manufacturado por las autoridades mexicanas y estadounidenses. Según el abogado Jeffrey Lichtman, el verdadero jefe del "Cártel de Sinaloa" es "El Mayo" Zambada, quien se habría mantenido en libertad ofreciendo millones de dólares incluso a algunos ex presidentes de México como Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón. Estos pagos, más que sobornos para facilitar sus acciones criminales, parecieran producto de una extorsión del gobierno federal que explota a los traficantes a cambio de retrasar su inminente caída. Pero las explosivas declaraciones de los abogados de El Chapo no sólo fueron desestimadas por el juez Brian M. Cogan, sino que buena parte de la información del juicio se ha llevado desde entonces en secreto. ¿Qué más queda oculto en esta dialéctica censurada?


La última captura del Chapo, enero 2016

Sin duda la fiscalía podrá demostrar que Guzmán ha traficado con droga y que acaso ordenó varios asesinatos, con lo que probablemente consiga enviarlo a prisión de por vida. Pero ¿cómo probar que Guzmán protagonizó un conflicto armado parecido a una guerra de exterminio —que arrojó un saldo de 121.000 homicidios y más de 30.000 desapariciones forzadas— durante los mismos años en que supuestamente lideraba una organización que por sí sola produjo una fortuna digna de los principales magantes del planeta? ¿Por qué, en la era de la vigilancia masiva en que la National Security Agency probablemente me espía a través de mi computadora mientras escribo, no se ha podido localizar los 14.000 millones de dólares que se atribuyen a El Chapo?

Las contradicciones en la narrativa oficial deberían desacreditar el proceso por sí mismas. Pero lo grave es que ocurrirá lo contrario. La fantasía que nos presenta al mayor traficante en la historia de la tierra se sostendrá porque responde a una hegemonía discursiva, es decir, un relato que todos hemos aprendido para intentar explicarnos la violenta realidad en la que vivimos y que complacientemente separa el mundo entre "narcos" malos y policías y gobernantes buenos, sobre todo si son policías y gobernantes estadounidenses. Esta narrativa genera un consenso que exculpa a las fuerzas armadas mexicanas de sus crímenes de lesa humanidad y legitima la estrategia de militarización. También supone la rectitud de las autoridades estadounidenses y que la cocaína llega hasta ese país allí por el sofisticado ingenio de los traficantes mexicanos que burlaron a la DEA, la CIA, el FBI, corporaciones policiacas, pandillas y hasta al dealer más pedestre que, aunque sea un muchacho blanco y no hable español, de algún modo trabaja para el "Cártel de Sinaloa".

Advierto otra narrativa que se deriva del juicio y que comienza a trastocar las relaciones de poder entre México y Estados Unidos: el narcotraficante como un delincuente creado por el prohibicionismo estadounidense, utilizado por el estado mexicano y luego manipulado por un esperpéntico proceso judicial para sustentar la fantasía del combate a las drogas. En esta narrativa el "jefe" del "Cártel de Sinaloa" es un subalterno del poder oficial estadounidense y mexicano, traicionado y enjuiciado por ellos mismos. Y cuando el proceso termine, prevalecerá ante todo un estado de excepción que continúa imponiendo su monopolio de la violencia "legítima", su insensata política prohibicionista, y la fuerza bruta de sus asesinos aparatos de "seguridad nacional". Ojalá un día sean ellos los enjuiciados.



Este blog ha publicado varios artículos respecto a las  DROGAS S.A. que pueden ser consultadas en las siguientes notas a pie de página:

AddToAny