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15 abril 2022

Razones por las que no se debe "añorar" a Benito Mussolini




Tito Andino

Compendio de diversas fuentes. 

 

La historia no contada


Una visión desde otra óptica del fascismo italiano que no concuerda con el aún popular mito de la "benevolencia" del Duce Mussolini. Italia con su moderna historiografía va desvelando una mentira extendida a nivel mundial, otra más!, como aquella que sigue vigente y que dice que Benito acabó con la mafia, la realidad es que él no terminó con los capi mafiosi, él fue parte de un entramado mafioso denominado fascismo y publicitó con éxito su inexistente "triunfo" sobre los Signori della Onorata SocietáBien, ese tema ya lo abordamos en otra ponencia (Mussolini y el mito del triunfo contra la mafia).


Tres cuartos de siglo después de su muerte, en Italia y otras regiones del orbe, hay muchos que siguen convencidos que el líder del fascismo fue "un dictador bueno, que amaba a su pueblo".

Este tema -imperiosamente- va a ser algo extendido (tomará una entrada adicional), iniciaremos con el desmontaje del mito de su "Vuecencia", del "Signor Capitano", el "gran" dictador que "quería" a su pueblo sobre todas las cosas. ¿Cómo podemos interpretar esa tergiversación de la historia?, valiéndonos de los estudios de historiadores italianos, ¿quiénes mejor para descifrar esa negra etapa del Reino de Italia? Fueron dos décadas de intensa y enajenada propaganda que sigue pasando factura en muchos italianos del presente. De allí la necesidad de comprender.



En 1935 a un grupo de profesores de Derecho de la Universidad de Giessen (Alemania) se les ocurrió proponer como candidato al Premio Nobel de la Paz a Benito Mussolini. Bueno, proponer no es lo mismo que nominar, así que el Comité encargado de seleccionar a los candidatos simplemente respondió: NO. 

El escritor italiano Antonio Scurati ganó con "M. El Hijo del siglo" (novela histórica) el prestigioso premio literario "Strega 2019". Cuestiona que se siga considerando a Mussolini como "El" hijo del siglo XX, no fue más que "un producto de esa época". En sus páginas resalta "la mezcla de oportunismo, inteligencia, cinismo, energía -sexual y política- y falta de escrúpulos que caracterizó al Duce". Es uno de los preferidos porque "a través de él, el siglo pasado mostró de manera poderosa su vocación, que acabará en una gran tragedia política". No es casualidad que el fascismo sea de las últimas invenciones políticas que perduran en el mundo con otra etiqueta


Scurati señala que si Mussolini es el "hijo del siglo XX", su madre metafórica es la violencia y la guerra su expresión más extrema. "Yo defino la forma de violencia del fascismo como hiperviolencia, que tiene sus raíces en las trincheras de la Primera Guerra Mundial".

  

El ex periodista Mussolini contó con dos armas para lograr sus objetivos. El "Popolo d'Italia" (el diario que dirigía como propaganda) y los profesionales de la violencia, las bandas fascistas (Camisas Negras, nombre oficial "La Milicia Voluntaria para la Seguridad Nacional") cuya experiencia fue adquirida en la Gran Guerra. El fascismo es el primer movimiento político que se vale de una milicia paramilitar y que asume el poder.



"Parade of Mighty Warriors" (1942). Desfile de poderosos guerreros. Segmento de la obra de Arthur Szky, están representados como aliados de la muerte (Goering, Mussolini, Franco)


En ese tiempo, el miedo a la "revolución mundial" soviética, provoca temor hasta en el pequeño empresario y en el simple funcionario, "pequeños burgueses que no son violentos" que creen que una revolución socialista les privará de sus posesiones. De allí surge la violencia fascista como "posible solución a sus problemas" bajo el mando del primer ministro Mussolini, el "César" moderno (por sus ambiciones imperiales), que es nombrado por el rey Víctor Manuel III para prevenir una posible revolución comunista

¿Y por qué atrae eso en la actualidad? El populismo, Mussolini es el prototipo del líder populista del último siglo, hasta hoy. Scurati diferencia entre el fascismo y los partidos populistas del presente. Los fascistas utilizaron la violencia sistemática en política. Hoy, los partidos populistas, en general, no son violentos, su violencia es verbal y se acoplan al sistema democrático. Sin embargo, persiste el arquetipo del líder populista que consigue "guiar" a las masas que, al igual que el caudillo político, sienten: rabia, miedo, rencor, resentimientos. Refiriéndose a sus compatriotas, afirma Scurati: "somos los últimos en haber sido educados intelectualmente y educados cívicamente en los ideales del antifascismo y del mito de la resistencia contra el nazi-fascismo". ("Mussolini es el arquetipo de líderes populistas como Bolsonaro, Trump y Salvini": entrevista al escritor italiano Antonio Scurati. BBC, septiembre 2020)

Recordemos que desde 1922 Mussolini perpetró actos reñidos con la ley, un golpe de estado encubierto le garantizó que el rey Víctor Manuel III le concediera el manejo del gobierno italiano. Luego el "Duce" tomó como pasatiempo ordenar el asesinato de todo atrevido político rival que osara denunciar la violencia electoral de los esbirros fascistas. También su poder le garantizó promulgar las "leyes fascistísimas", decretos ley que volvieron a instaurar la pena de muerte y coartar la libertad de expresión. 


Caricatura sobre MUSSOLINI y la guerra de Etiopía. Ilustración de SAIDA para una postal española de aquella época.

Entre otras cosas, en 1932 Mussolini expresó que "sólo la guerra eleva a su máxima tensión todas las energías humanas, y pone el sello de nobleza sobre los pueblos que tienen el coraje de enfrentarla". Pues nada, el "Duce" uso armas químicas contra los abisinios. Culminó una alianza no militar con la Alemania nazi en octubre de 1936, el Eje Roma-Berlín. Una alianza total con Alemania se concretó tras la firma del Pacto de Acero en 1939 y la Alianza del Eje se establece con la firma del Pacto Tripartito entre Alemania, Italia y Japón en 1940.

Otro historiador italiano, Francesco Filippi, titula irónicamente su libro "Mussolini ha fatto anche cose buone. Le idiozie che continuano a circolare sul fascismo ("Mussolini hizo también cosas buenas. Las tonterías que siguen circulando sobre el fascismo"; editorial Bollati Boringhieri 2019), Filippi explica cómo se genera las "fake news del fascismo" y por qué se mantienen casi intactas en la actualidad en redes sociales y discursos públicos. "La gran mentira sobre Mussolini es que fue un dictador bueno que quería a su pueblo, como si hubiese sido un padre para toda la nación, fue él quien mató a más italianos en la historia del país", aclara Filippi.


"Si 75 años después de la muerte de Mussolini todavía hace falta un manual como este para arrojar luz sobre el régimen más sanguinario de la historia de Italia, quiere decir que todavía tenemos problemas con la memoria pública sobre el fascismo". 

 

Foto colorizada de la ficha policial del joven Benito Mussolini detenido en Berna - Suiza, el 19 de junio de 1903 a donde había huido para eludir el servicio militar obligatorio en Italia (1902). En julio de 1902 ya había sido arrestado por primera vez (por vagancia). En ese tiempo ya mostraba sus cualidades de agitador, fue detenido al sospecharse que incitaba a los trabajadores italianos a la huelga y al disturbio. El Ministerio Público de la Confederación informó a las policías cantonales que era conveniente no perder de vista a este "anarquista". Se ordenó su deportación, pero la orden de expulsión era válida sólo en el cantón de Berna, Mussolini retornó pronto a Suiza y se queda en Bellinzona (Tesino).


En una entrevista para BBC, "Benito Mussolini, a 75 años de su muerte", (abril 2020) el historiador Francesco Filippi desmitifica al Duce, a más de haber, con sus decisiones, causado la muerte de millares de italianos, "provocó una guerra en la que murieron centenares de miles de personas, que causó daños irreparables al patrimonio cultural, social y económico de este país".

- ¿Cómo la figura del hombre fuerte, del padre autoritario, atrae a las sociedades cuando atraviesan períodos de crisis?. "Hay períodos en los que las personas necesitan respuestas sencillas a problemas complejos. Es lo que yo llamo "infantilismo social": así como los niños, delante de determinados problemas, no quieren entender de soluciones difíciles, algunas sociedades, en determinados momentos, esperan que un adulto les resuelva los problemas con una varita mágica. En el momento en que personajes históricos como Mussolini consiguen encarnar ese papel de solucionador de problemas, a la gente ya no le importa si eso es verdad o no, porque se siente tranquilizada".

- ¿Por qué son tan fuertes algunos mensajes de Mussolini como para ser considerados actuales? "Si hay algo que el fascismo hizo muy bien fue hablar de sí mismo. La propaganda fascista fue muy eficaz porque era primitiva, sencilla y directa. La retórica del "Duce" fue una revolución mundial, y por eso sus mensajes y su lenguaje siguen circulando con fuerza hasta hoy". Mussolini fue pionero en entender la importancia de los medios de comunicación y del contacto directo con las masas, por ello Hitler le declaró su admiración. 

- ¿Qué representa hoy en día la imagen del "Duce" colgado de los pies delante de la población italiana enfurecida que se ensañaba con su cuerpo? "Fue el último acto de la parábola retórica del fascismo, de la relación corpórea entre el dictador y la muchedumbre. Esa misma muchedumbre que lo había apoyado se siente ahora traicionada y humillada pero también huérfana, y se rebela contra ese padre y se ensaña con su cuerpo. Fue el fascismo que se devoraba a sí mismo".


El cómo ayudó Mussolini a los nazis para destruir Austria (Anschluss) *

 

Una portada de la revista mexicana "Hoy" del tiempo de la segunda guerra mundial 

Tras la Gran Guerra la dinastía de los Habsburgo fue depuesta y exiliada, su imperio, Austria-Hungría, en la ruina. Poca gente es consciente que los Habsburgo, a través del Archiduque Otto, estuvieron a punto de ser restaurados en el trono austríaco justo antes de desatarse la segunda guerra mundial. Había un pacto, solamente el cuándo, era el kit del asunto. 

¿Qué lo impidió? La causa vino del último rincón del mundo, un hecho aparentemente inesperado: Etiopía

No nos precipitemos, todo tiene un antecedente. Culminada la Gran Guerra, Austria es reducido a un pequeño estado aislado en Europa. No debería sorprender el por qué muchos austriacos pidieron una unión con Alemania, los aliados se negaron, por temor a fortalecer a los alemanes. Al igual que en muchos lugares de Europa, Austria tuvo conflictos civiles y agitación. El orden fue restablecido por Engelbert Dollfuss, líder del Frente de la Patria, un partido fascistoide (pro-italiano), el "austrofascismo". En 1932 Dollfuss estaba en tratos con los monárquicos.

El pequeño Dollfus mantenía armonía y amistad con Benito Mussolini. Era el tiempo en que éstos dos personajes no sentían simpatía por los nazis. ¿Contradictorio? No. Desde que los Camisas Negras marcharon sobre Roma, el "héroe" de Hitler era Mussolini, pero el italiano no devolvía iguales sentimientos. "A Mussolini inicialmente no le gustaba Hitler e incluso después de que Hitler llegó al poder y los dos se encontraron cara a cara, Mussolini encontró algo desagradable sobre él". 

Los nazis deseaban Austria más que a nada, Italia era el único obstáculo importante y apoyaba la independencia de Austria como un estado amortiguador entre Italia y Alemania. En 1934, Dollfuss fue asesinado por nazis en un intento de golpe de estado. Mussolini enfureció y llevó a las tropas italianas a la frontera, obligó a Hitler a retroceder y denunció a los nazis austriacos que habían cometido el crimen. Los alemanes todavía eran débiles militarmente. ¿Y qué pasó? Nadie en Europa secundó a Mussolini en esa crisis europea, Gran Bretaña y Francia guardaron silencio, el dictador italiano actuó solo. 

Kurt von Schuschnigg sucedió a Dollfuss como canciller y su objetivo era preservar una Austria independiente y fuera del alcance de Hitler. Restaurar la monarquía era un plan factible que podía llegar a buen término. Habría quien se oponga en Europa, pero "en última instancia solo importaban dos hombres: El mismo archiduque Otto y el garante de la independencia austriaca Benito Mussolini".

Las leyes que prohibían a los Habsburgo fueron derogadas y se les restituyó sus propiedades. Los monárquicos estaban de júbilo, los nazis se indignaron y Schuschnigg consultó a Mussolini. ¿Apoyaría Italia o se opondría a la restauración de la monarquía de los Habsburgo en Austria

"En ese momento, Mussolini había estado cerca de pelearse con los Aliados, pero todavía no sentía amor por Hitler ni quería ver a los alemanes en su frontera anexándose Austria. Sorprendentemente, dados sus antecedentes, Mussolini informó a Schuschnigg que no se opondría a la restauración de la monarquía. Incluso dio un paso más y sugirió que los lazos italo-austríacos podrían ser cimentados por un matrimonio de los Habsburgo con un miembro de la Casa Italiana de Saboya (algo para lo cual había muchos precedentes históricos). Schuschnigg organizó una reunión secreta con el archiduque Otto para informarle que el camino había sido despejado para la restauración de la monarquía. Se acordó todo y Schuschnigg declaró que todo debería estar listo para que la restauración se lleve a cabo el año siguiente".

Una restauración no es una cosa rápida, las negociaciones entre Schuschnigg y el Archiduque Otto prosiguieron en 1935. Y llegó lo inesperado.... Soldados etíopes habían atacado un puesto de avanzada italiano en la disputada frontera entre Etiopía y Eritrea. Gran oportunidad para que Mussolini invada Etiopía. La opinión pública mundial criticó a Italia, Gran Bretaña y Francia la denunciaron en la Liga de las Naciones. Vinieron las sanciones a Italia, nada disuadió al Duce de su guerra. Y aquí que aparece Hitler a nombre de Alemania, no se une a las sanciones contra Italia y le extiende una mano amistosa. Abisinia (Etiopía) fue conquistada por las tropas italianas en siete meses y "Mussolini se volvió contra los Aliados de manera firme e irremediable".

Los Aliados habían ofendido, tocado el ego del Duce, éste no les perdonó y prefirió echarse en brazos del caudillo alemán. "A partir de ese momento, Austria ya no podía contar con la protección italiana contra una intervención nazi y Hitler inmediatamente comenzó a planear la anexión de Austria y hacerlo antes que el Archiduque Otto pudiera ser instaurado en el trono. Apropiadamente, el plan nazi para la invasión de Austria recibió el nombre en clave de Operación Otto. (*The House of Hapsburg in World War II)

La restauración monárquica no sucedió. Schuschnigg convocó a un referéndum sobre la independencia de Austria y Hitler decidió actuar antes que pudiera llevarse a cabo. El único que pudo haberlo detenido era Mussolini y éste no se interpuso en el camino de su nuevo amigo. Cuando la noticia llegó a Hitler, el dictador nazi estaba extasiado, Hitler renunció para siempre a cualquier reclamo del Tirol del Sur (un área poblada alemana cedida a Italia después de la primera guerra mundial). El príncipe Felipe de Hesse telefoneó a Hitler desde Roma, le comunicó que Mussolini mantendría sus tropas en casa. Hitler gritó emocionado al teléfono: 


"Por favor, dile a Mussolini que nunca olvidaré esto ... ¡Nunca, nunca, nunca! ¡Vamos lo que sea! ... Y escucha, firma cualquier acuerdo que quiera ... Puedes decirle otra vez. Le agradezco de todo corazón. ¡Nunca lo olvidaré! ... Siempre que deba estar en necesidad o en peligro, puede estar seguro de que me quedaré con él, llueva o truene...". Hitler cumpliría su palabra, al menos en lo que respecta a Mussolini, no lo abandonó a pesar del lastre de aliado que consiguió.


El 12 de marzo de 1938, las tropas del ejército alemán ingresaron a Austria, el Anschluss. Los Aliados siguieron en silencio hasta que estalló la segunda guerra mundial en Europa


¿Por qué fracasó ruidosamente Mussolini en la IIGM? 

 


Una caricatura inédita sobre Mussolini de los Kukryniksy, pertenece a una colección privada de la familia Mamontov de Moscú y exhibida en su Galería de Arte del mismo nombre en 2015, la obra data de 1943.

"En sus más de dos décadas en el poder, uno de los errores fatales de Mussolini fue la incapacidad de reconocer que la composición psicológica italiana carecía de las virtudes militares necesarias para luchar en grandes conflictos, a diferencia de los alemanes que habían emprendido numerosas y significativas batallas en las generaciones pasadas".


En el mundo de ensoñación guerrera en que vivía, el "Duce" del siglo XX se veía como un antiguo caudillo militar romano y declaró la guerra, "pero Mussolini pensó que podía contar con las legiones romanas. Había olvidado que, al final, las legiones romanas estaban formadas por bárbaros, y que la Roma de la antigüedad, de la época de Julio César, ya no existía. Los italianos eran un pueblo pacífico, con otra cultura, otra mentalidad; ya no tenían esas tradiciones militaristas que siempre tuvieron los romanos, mientras que los alemanes las habían mantenido, por lo que Italia entró en la guerra y ya sabes lo que sucedió: derrota tras derrota". Esta cita ni más, ni menos, pertenece a un cubano llamado Fidel Castro.



A la izquierda, póster de propaganda de la marina de guerra italiana de 1941 emulando a las temibles Legiones Romanas. A la derecha, una portada del semanario "La Domenica del Corriere", el semanario más popular en Italia durante la primera mitad del siglo XX. Mussolini el fundador del Imperio (junto a su silueta como legionario de la antigua Roma) 

Shane Quinn explica magistralmente este episodio histórico. Las siguientes líneas resumen su análisis.

Librar guerras puede requerir una devoción ciega y sangrienta y el soldado italiano común traicionó una naturaleza más insubordinada e indisciplinada que su equivalente alemán. Cuando la lucha se volvió agria, los hombres de Mussolini a menudo se fundieron en el paisaje, requiriendo un apoyo nazi crucial en Grecia y África durante la década de 1940.

La ambición impulsora de Mussolini era engalanarse en el mundo como un nuevo Julio César, el dictador y general romano que, casi 2.000 años antes, se convirtió en el primer líder de Roma en cruzar tanto el Canal de la Mancha como el Rin.

A mediados de 1933, y ahora más de una década en el poder, Mussolini planeó lanzar ataques contra Yugoslavia primero, y luego contra Francia nada menos. Cualquier empresa de este tipo probablemente habría estado condenada al fracaso. Italia se vio aún más obstaculizada por ser un país pobre en recursos, que carecía de las materias primas esenciales para llevar a cabo guerras duraderas. Mussolini solo canceló las invasiones después de enterarse de que la inteligencia francesa había descifrado algunos de sus códigos militares.

Tras la insípida actuación de las tropas italianas durante su invasión de Etiopía en 1935, habría sido prudente reconocer la realidad de su situación. Dentro del ejército etíope de escasos recursos, algunos soldados estaban equipados simplemente con espadas y lanzas, otros con equipo militar del siglo XIX. Sin embargo, los etíopes obtuvieron éxitos contra su enemigo italiano, como durante la Ofensiva de Navidad de diciembre de 1935.

Mussolini podía haberse opuesto firmemente a unirse a la guerra del lado de Hitler en junio de 1940, ofreciendo un mero apoyo tácito como cuatro meses después, en octubre de 1940, su homólogo fascista, el general Franco, resistió las propuestas de Hitler de aliarse con España detrás del esfuerzo de guerra nazi. Fue una decisión que aseguró en gran medida que Franco permanecería en el poder durante tres décadas después de la guerra. Sin embargo, Mussolini no poseía la astucia de Franco.


Dos elocuentes caricaturas sobre Mussolini. Arriba: Hitler obliga a un Mussolini poco dispuesto a que colabore militarmente en 1940 (arte soviético). Abajo: "Il Duce..." (1942). Ilustración de Arthur Szyk para Esquire The Magazine for Men, junio de 1942.

En 1945, con la lucha en Europa llegando a su fin, era en muchos sentidos apropiado que Mussolini fuera capturado vistiendo un uniforme alemán. Durante los cuatro años anteriores, Hitler y sus hombres habían acudido al rescate de los italianos en repetidas ocasiones. Recuerden, el Führer no abandonó nunca al Duce, durante el último año y medio de guerra, Mussolini fue apoyado completamente por la fuerza militar alemana en el norte de Italia, fue poco más que un instrumento nazi, de eso era demasiado consciente. El arresto de Mussolini por la guerrilla italiana fue una humillación adicional. Lo peor estaba por venir.

Continuará...

03 marzo 2022

La masacre de Addis Abeba: 'la vergüenza nacional de Italia'



I

Introducción por el editor del blog

Daremos algunas puntualizaciones históricas sobre la masacre en Addis Ababa (1937); la segunda parte ocupa la reseña del libro "The Addis Ababa Massacre: Italy's National Shame", de Ian Campbell presentada por Adeyinka Makinde. Este es otro espeluznante episodio en la historia de la "civilización europea occidental". Los italianos parecen querer olvidar su aún reciente pasado bajo el régimen fascista, se pone a la defensiva y ciertos círculos añoran al Duce.

Italia invade Abisinia el 3 de octubre del año 1935 ante la condena de la Sociedad de Naciones que estableció un embargo sobre el comercio exterior de Italia, que no sirvió para nada. 

5 de mayo de 1936, tropas italianas al mando del general Pietro Badoglio entran en Adís Abeba, capital de Abisinia (Etiopía) y terminan con el reinado del emperador Haile Selassie. Tras la toma de Adís Abeba, 11 junio 1936, Rodolfo Graziani  es designado virrey del Africa Orientale Italiana (AOI): Eritrea y Somalia ya ocupadas por Roma, junto a la recién conquistada Abisinia conforman el virreinato.

Los historiadores coinciden que Mussolini pretendió emular el esplendor clásico de la Antigua Roma, quiso instaurar un Imperio Romano Fascista en nombre del rey Víctor Manuel III, en otras palabras el "Duce" solo era un siervo del rey, Mussolini y el fascismo dirigían el gobierno cumpliendo los designios de la Realeza y la Gran Empresa. 

Mussolini proclamó el Imperio ante la multitud en la plaza Venezia de Roma el 9 de mayo de 1936:


"Italia tiene, finalmente, su imperio, un imperio fascista, porque lleva los signos indestructibles de la voluntad y de la potencia del lictor romano, porque esta es la meta hacia la que se empeñaron las energías embravecidas y disciplinadas de las jóvenes y vigorosas generaciones italianas durante catorce años, un imperio de paz porque Italia quiere la paz para sí misma y para todos y decide ir a la guerra solo cuando se ve obligada por las imperiosas e incoercibles necesidades de la vida, un imperio de civilización y de humanidad para todos los pueblos de Etiopía". (Proclamazione dell’Impero).

 


Por si las "moscas", el 8 de julio de 1936 Mussolini se dirige a Graziani: "Autorizo ​​nuevamente a Vuestra Excelencia a iniciar y ejecutar una política de terror y exterminio contra las poblaciones rebeldes y cómplices". De esa manera se dieron sucesivos asesinatos de etíopes por condenar el colonialismo, la invasión y los crímenes que agudizaron la resistencia, incluso Graziani instigó la rivalidad entre cristianos y musulmanes.

El 19 de febrero de 1937, el virrey Graziani, en un acto propagandístico de repartir comida entre los mendigos de Adís Abeba en la sede del gobierno es atacado por dos jóvenes eritreos infiltrados en la multitud de necesitados, lanzaron 10 granadas y huyeron en medio del caos. Graziani sobrevivió a pesar de sus heridas. 

La venganza fue la consecuencia. Ese  mismo día el Fascio local acordó ejecutar un brutal pogromo contra la población local nativos. Guido Cortese, alto funcionario del Partido Nacional Fascista llamó a la purga:

 

"Camarada, hoy es el día en que debemos mostrar nuestra devoción a nuestro virrey reaccionando y destruyendo a los etíopes durante tres días. Os doy carta blanca durante tres días para destruir, matar y hacer lo que queráis de los etíopes"... 


Un gran número de civiles italianos residentes en Adís Abeba "salieron a las calles armados con porras y barras de metal golpeando y matando a los etíopes que se encontraban a su paso. A última hora de la tarde, después de haber recibido la autorización de la Casa del Fascio, equipos compuestos por camisas negras, chóferes, ascari líbicos, soldados armados y civiles se precipitaron a los barrios pobres y comenzaron lo que Antonio Dordoni denominó una frenética caza al moro" (1). 

Los relatos del pogromo son narrados en varias fuentes, una en mención es la del historiador británico Ian Campbell, "The Addis Ababa Massacre: Italy's National Shame" (Il massacro di Addis Abeba. Una vergogna italiana). Como ejemplo cita al médico húngaro Ladislas Shashka, autor del más completo y explícito testimonio de la matanza sobre lo acontecido en aquellos días: "Por primera vez en mi vida temo que alguien pueda decir que estoy mintiendo. Es por eso que deseo recurrir a testimonios para probar lo que he dicho, que es, cierto, verdaderamente increíble. Quisiera que muchas personas pudieran mirar la fotografía que un Camisa negra con un puñal en la mano se ha hecho hacer por un camarada. Es una perfecta representación de la civilización italiana. Un Camisa negra con un puñal en la mano rodeado por una familia de abisinios muertos, padre, madre y tres niños. Otro Camisa negra consideró necesario transmitir su imagen a la posteridad mientras sostenía en la mano la cabeza cortada de un abisinio".

Monjes cristianos coptos acusados -sin pruebas- de colaborar con la resistencia son conducidos a un barranco donde son aniquilados. Graziani escribió jactándose de “haber hecho temblar las entrañas de todo el clero..." La resistencia, a pesar de todo, continuó. A las masacres siguieron la promulgación de las primeras leyes racistas.


Postal diseñada por Enrico de Seta durante la campaña etíope. “Armamento. Aquí está el arma más adecuada”. Fuente La Storia Tutta

Abisinia permaneció bajo ocupación fascista hasta mayo de 1941. Selassie retornó ese año tras la derrota italiana ante los Aliados europeos (británicos, franceses, belgas, a los que se sumaron la resistencia abisinia y partisanos comunistas italianos).

En septiembre de 1945, los etíopes presentaron un memorándum ante el reunido Consejo de ministros de Asuntos Exteriores, establecían en unos 30.000 el número de asesinatos durante los años de guerra y la ocupación, la prensa francesa y americana los redujo a entre 1.400 y 6.000. La investigación de Ian Campbell arroja la cifra de 19.000.

T. Andino


 II

La masacre etíope de Italia finalmente sale a la luz 


Por Adeyinka Makinde

Reseña del libro "The Addis Ababa Massacre: Italy's National Shame", autor Ian Campbell. New African Magazine, Vol. 6, No. 584 Junio (2018). Adeyinka Makinde es un escritor y profesor de derecho con sede en Londres, Inglaterra y analista geopolítico e historiador. 


El siglo 20 es a menudo señalado por los historiadores como uno de los períodos más tumultuosos en la historia humana. Algunos llegarían a afirmar que fue el siglo más violento de los tiempos modernos. Ciertamente, los avances en la tecnología aseguraron que la vida humana pudiera ser destruida en un número mucho mayor y con más rapidez. Y en una era de imperios en guerra, represión colonial y la llegada al poder de regímenes adheridos a las ideologías despiadadas del totalitarismo, los episodios de asesinatos en masa de civiles inocentes son abundantes.

La pérdida de vidas durante la masacre de Nanking y el bombardeo de Guernica, por ejemplo, son tragedias que son emblemáticas de los tiempos difíciles que condujeron a la Segunda Guerra Mundial, al igual que los nombres de los campos de exterminio y las unidades móviles de exterminio asociadas con la Alemania nazi durante ese conflicto.

Menos conocida, si es que no se conoce en absoluto, es la masacre que fue iniciada por la Italia fascista en la ciudad etíope de Addis Abeba en febrero de 1937. Este salvaje evento, escenificado como una medida retributiva, después de un intento de asesinato del mariscal Rodolfo Graziani, virrey de Benito Mussolini en el África Oriental Italiana, es esencialmente uno episodio olvidado.

El hecho de que una atrocidad de esta magnitud no haya sido completamente documentada, diseccionada y conmemorada hasta tiempos recientes puede parecer algo sorprendente para el observador.


Caricatura británica de la época. "En Roma la gente vive como siempre".

Esta amnesia persistió tanto con respecto al perpetrador como a la víctima. No hubo investigación de crímenes de guerra y se le dio poca erudición. Las razones de esto son múltiples y son reveladas por Ian Campbell en su libro "The Addis Ababa Massacre: Italy's National Shame", el fruto de dos décadas de investigación.

La tarea de establecer la cronología de los eventos mientras se esforzaba por mantener la precisión, así como llegar a conclusiones empíricamente válidas relacionadas con el controvertido asunto de un recuento general de muertes era onerosa.

Por ejemplo, el autor tuvo que lidiar con la destrucción a gran escala de pruebas. Esto se refiere tanto a la destrucción de los registros oficiales como a la eliminación física de los testigos etíopes. Por lo tanto, necesitaba encontrar alternativas al uso de documentos de archivo como fuentes historiológicas.

En particular, esto implicó rastrear y entrevistar minuciosamente a testigos oculares durante un período considerable de tiempo, registrar sus recuerdos y luego embarcarse en un laborioso proceso de verificación cruzada y referencias cruzadas. El libro captura al mundo en el precipicio de una enorme conflagración y sirve para recordar al lector que el estallido de la Segunda Guerra Mundial tuvo varios preludios.

También reunió y reprodujo una amplia gama de evidencia fotográfica. Muchas de las tomas fueron publicadas originalmente en la revista antifascista New Times y Ethiopia News de Sylvia Pankhurst, mientras que otras inéditas fueron tomadas por diplomáticos extranjeros, residentes de Addis Abeba, camisas negras y soldados italianos.

Mientras que el preludio asiático se compone tanto de la invasión japonesa de Manchuria de 1931 como de la guerra sino-japonesa de 1937 (con el preludio europeo ocurriendo en 1939 cuando Alemania invadió Polonia), para África, el amanecer de ese conflicto estuvo marcado por la invasión de Etiopía por Italia en 1935.


Abba Jobbir, sultán de Gimma (Etiopía) invitado por Mussolini. Saludan a las tropas que desfilan en Roma, abril de 1938

La cuestión del apaciguamiento ocupa un lugar importante en el contexto africano, al igual que en el ámbito europeo. Se puede hacer una analogía entre el sacrificio de Checoslovaquia en la conferencia de 1938 en Munich, que podría decirse que envalentonó a Adolf Hitler para perseguir su objetivo de una mayor adquisición territorial, y el fracaso del sistema de seguridad colectiva prometido por la Sociedad de Naciones para restringir las ambiciones expansionistas de Mussolini en África Oriental. El trabajo de Campbell también puede recordar al lector el grado en que los acontecimientos anteriores en el continente africano prefiguraron las políticas seguidas por las potencias totalitarias antes y durante la guerra.

Por ejemplo, los experimentos raciales realizados por Joseph Mengele en Auschwitz fueron presagiados por los llevados a cabo por el mentor de Mengele, Eugen Fischer, sobre la población indígena del África sudoccidental alemana (Namibia).

Además, el sistema de campos de concentración establecido durante los conflictos coloniales anteriores a la guerra mundial por los italianos en Libia, Eritrea y Somalilandia se extendió, durante la guerra, a Yugoslavia y a la propia Italia.

Los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas italianas durante la Guerra Civil Española, y durante la Segunda Guerra Mundial en Grecia y Yugoslavia, fueron un continuo de la brutalidad exhibida durante el período de colonización italiana del territorio de África Oriental.


"La elefante blanca. Ella sigue su camino imperial..." (derecha); y, "Sillas musicales en Ginebra. Mussolini: 'Está bien de eso,  cierra la tapa. ¡No tocaré más!" caricaturas británicas de la época.

"Otro trabajo para Hércules" y "REY DE REYES", Rey Víctor Manuel: Supongo, maestro, que hay lugar para otro". Estas cuatro caricaturas de la época fascista italiana fueron publicadas en la famosa revista británica "Punch" Magazine, entre 1933-1936

El libro de Campbell proporciona una confirmación clara e ineluctable de la tendencia inherente del fascismo hacia la brutalidad y la violencia. El asesinato de etíopes comenzó durante la tarde del viernes 19 de febrero, casi inmediatamente después de que Graziani resultara herido por un ataque con granadas perpetrado por dos eritreos, Moges Asgedom y Abriha Deboch.

Poco después siguió una declaración oficial promulgando tres días de venganza y el autor construye, con detalles desgarradores, la metodología de la venganza. Pistolas, cuchillos, picos y porras fueron entregados a "escuadrones de represión" formados por milicias de camisa negra y civiles italianos, quienes, trabajando en concierto con soldados armados y carabinieri, atacaron a africanos indefensos.

Las víctimas fueron apuñaladas, golpeadas e incineradas. Se utilizaron lanzallamas para incendiar cabañas repartidas por Addis Abeba en las que miles de inocentes -niños, mujeres y ancianos indefensos- fueron inmolados. Campbell estima que entre 18.000 y 19.000 personas murieron en Addis Abeba de una población de 100.000.

La naturaleza despiadada e implacable de la violencia se ve subrayada por el hecho de que el pogromo continuó incluso después de que Mussolini enviara el mensaje para que los asesinatos cesaran el día en que Graziani se despertó de su coma.

Graziani ordenó a Guido Cortese, el líder local de los Camisas Negras, que detuviera la masacre. Pero Cortese había prometido a sus subordinados tres días, por lo que los asesinatos, centrados ahora en los suburbios periféricos donde no eran tan visibles para la dirección del partido, continuaron hasta el domingo por la noche. Esto marcó la primera fase del genocidio. 




Las autoridades italianas atacaron entonces a los "nobles y notables" de Etiopía. Las "Caravanas de la Muerte" itinerantes, que consistían en horcas portátiles, se usaban para colgar a miembros influyentes de la comunidad, incluidos los de la clase aristocrática. El autor aporta pruebas comprobadas en los archivos nacionales de Roma de que no se trataba de una política improvisada, sino que de hecho se había planificado de antemano. Había habido una política declarada de los fascistas para decapitar a los líderes intelectuales de Etiopía, un cuadro de personas específicamente seleccionadas por Haile Selassie para ser educadas en instituciones europeas y norteamericanas.

La redada y ejecución sumaria de muchos de esta élite a los que se hacía referencia como los "Jóvenes Etíopes" cumplió una orden dada por Mussolini el 3 de mayo de 1936.

Una vez más, vale la pena recordar que las formas despiadadas de violencia homicida empleadas por los italianos y sus razones concomitantes presagiaban su implementación por parte de los fascistas y nazis en la inminente guerra en el teatro europeo.

La destrucción de la élite social -los "jóvenes etíopes"- con el objetivo de dejar a una población ocupada sin timón y más maleable a la subyugación, reflejó la Intelligenzaktion empleada por los nazis en Polonia que atacó a maestros, sacerdotes y médicos polacos.

Además, la retribución despiadada se empleó no solo en Addis Abeba, sino que se extendió a la destrucción cobarde de los sacerdotes del monasterio de Debre Libanos bajo sospecha de haber albergado a los asaltantes de Graziani.

Y, por supuesto, la invasión inicial de Etiopía, que contó con el despiadado bombardeo aéreo de ciudades y pueblos, fue anterior a los notorios bombardeos de la Luftwaffe de enclaves republicanos en la Guerra Civil Española, durante la cual la Aviazione Legionaria de la Fuerza Aérea Italiana fue responsable de los ataques deliberados contra civiles en Barcelona.


"La torta del rey de reyes". Caricatura de 1936 en Le-Pelerin sobre la ocupación italiana de Etiopía tras la campaña de 1935-1936. A la derecha, Arthur Szyk en el "León de Judá".

Campbell llama la atención del lector sobre las razones del silencio y la inacción occidentales en el momento de la masacre de Addis Abeba. La evidencia que proporciona muestra que la información recopilada por diplomáticos y periodistas extranjeros en relación con la atrocidad fue suprimida activamente con la inútil esperanza de evitar que Mussolini entrara en un pacto militar con Hitler.

También aborda la cuestión de por qué figuras como Graziani y Cortese, que no fueron sometidas a juicios por crímenes de guerra, no enfrentaron el mismo castigo que el general Hideki Tojo y el SS-Obergruppenführer Karl Hermann Frank. La respuesta es simplemente que el amanecer de la Guerra Fría y el temor de que Italia pudiera caer en manos de los comunistas significaba que las figuras asociadas con el fascismo necesitaban ser preservadas.

Una prueba de guerra en África Oriental en la línea de las de Nuremberg y Tokio se habría considerado impolítica, dado que en esencia habría presentado una situación en la que los africanos negros estaban procesando a los europeos blancos, una afrenta a las sensibilidades de la época en que la mayor parte del mundo negro y marrón todavía estaba bajo el dominio colonial europeo. Por consiguiente, se denegó a Etiopía la pertenencia a la Comisión de Crímenes de Guerra de las Naciones Unidas.

El ostensible acto de magnanimidad de Selassie al prohibir las represalias y pedir la reconciliación puede entenderse como una respuesta pragmática a la presión británica que consistió en la amenaza de no apoyar a Etiopía en sus reclamaciones sobre Eritrea y la región de Ogaden si insiste en presionar su reclamo de un juicio por crímenes de guerra. También estaba dispuesto a reiniciar su programa de modernización, con respecto al cual necesitaría la ayuda occidental.

El libro logra mucho. Al superar los formidables obstáculos relacionados con la destrucción de las fuentes originales de información y el paso del tiempo, Campbell desmiente la idea de que Italia se ha gobernado a sí misma y a otros a través de una forma de fascismo "benigno".

La descripción de Silvio Berlusconi de los campos de internamiento del régimen fascista "como campos de vacaciones" no refleja las brutales circunstancias en funcionamiento en los campos de concentración a los que los etíopes fueron enviados durante el período de ocupación italiana: Danane en la región de Ogaden y Nokra en el archipiélago de Dahlak.

El libro ofrece la confirmación del apoyo de alto nivel del Vaticano a la conquista italiana que muchos sacerdotes consideraban una "santa misión".


El 18 de diciembre de 1935 se celebró la Giornata della Fede, instituida por el régimen en respuesta a las sanciones de la Sociedad de Naciones. Las parejas de Italia fueron llamadas a sostener el esfuerzo bélico donando “oro a la patria”, contribuyendo a los gastos de guerra con sus anillos nupciales. El acto se celebró en Roma y en innumerables partes de Italia. Solo en la capital, más de cien mil alianzas de oro fueron depositadas en el Altar de la Patria por parte de mujeres entre ellas la reina Elena y Rachele Mussolini, esposa del Duce. La Iglesia Católica colaboró activamente en la recogida. "Con letras pastorales, homilías y hojas diocesanas, gran parte del clero se apropió de los eslóganes publicitarios del régimen".

Porque mientras que las razones para la colonización de Etiopía abarcaban la doctrina racial de subyugar a un pueblo considerado como de una raza inferior, así como servir como venganza por la derrota italiana sufrida en 1897 en la Batalla de Adowa, algunos dentro de los niveles más altos de la Iglesia Católica Romana consideraban a la Iglesia Ortodoxa Cristiana Etíope como una institución herética.

Esta investigación también expone un capítulo de la historia italiana que ha sido prácticamente borrado. La verdad no expurgada sobre el legado de Italia de violento dominio colonial en África Oriental, así como sus aventuras militares en los Balcanes, nunca ha sido objeto de debate público.

En cambio, una combinación de las instituciones del Estado, los medios de comunicación y la academia ha propagado el mito de que Italia ha sido únicamente víctima del fascismo. Una indicación temprana de la sensibilidad sobre estos asuntos se produjo en la década de 1950 cuando los creadores de una película que representaba la invasión italiana de Grecia fueron arrestados y encarcelados.

Además, una película financiada por Libia en 1981 titulada "El león del desierto", que representaba la pacificación de Libia por Graziani, fue prohibida en los cines italianos. La investigación académica sobre las políticas coloniales de Italia es aparentemente prohibida. Historiadores como Angelo Del Boca, que han examinado los crímenes coloniales de Italia, han sido objeto de obloquia. Italia ha seguido siendo, en efecto, una nación en negación. El libro pone firmemente en el dominio público una obra innovadora de la historia que se sumará a la comprensión general de cómo la guerra impactó en África, que en su mayor parte está dominada por interpretaciones de batallas británicas con ejércitos italianos y alemanes en el desierto del norte de África.


Dos  caricaturas del maestro polaco-estadounidense Arthur Szyk sobre "El Duce"

"La masacre de Addis Abeba: la vergüenza nacional de Italia" es una obra magistral que merece la atención de una amplia audiencia, ya que proporciona una narrativa sobria pero fascinante de una de las mayores profanaciones de la humanidad de la época. Si bien algunos pueden optar por acusar al autor de ser abiertamente procesal, sería más preciso describirlo como un proyecto que deja las cosas claras. Señala con el dedo y es acusatorio, pero de ninguna manera es difamatorio.

Que la masacre de Addis Abeba no esté tan firmemente impresa en la conciencia de la historia a la par con las masacres de Katyn, Babi-Yar y Nanking es una injusticia, y con este libro, Ian Campbell ha desempeñado un papel en la corrección de este descuido.


Adeyinka Makinde

(1) La masacre de Adís Abeba (1937)

15 noviembre 2019

Bolivia: El retorno de "Los Novios de la Muerte".




Por Tito Andino U.


Golpe de estado contra Evo Morales. Algo nada "anormal" en el otrora primer narco estado de la historia. Cuando parecía que la democracia, la estabilidad y sobre todo una relativa prosperidad político-económica había sentado las bases del estado boliviano, se produce una inusual ola de violencia que sobrepasó el límite de tolerancia de las denominadas "protestas espontáneas". Es evidente que no solo querían desalojar del poder a Morales, hay presunciones que conducen a creer que lo querían eliminar físicamente.

Recordemos que los orígenes políticos del líder aymara boliviano, Evo Morales, surge alrededor de 1980, en esa lucha contra el narcotráfico internacional de cocaína, como sindicalista y activista de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y dirigente de la Federación Especial del Trópico, una especie de sindicato de campesinos e indígenas productores de la hoja de coca en la región del Chapare-Cochapamba. Luego fundaría el partido político MAS (Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), conocido también  como "Movimiento al Socialismo", fundado en 1987, como Movimiento al Socialismo-Unzaguista.

He titulado este artículo como el "retorno de los novios de la muerte" debido a que el golpe de estado fraguado en contra de Evo Morales tiene los mismos componentes de una extinta organización paramilitar boliviana ligada al tráfico de drogas y neonazis europeos asentados en el país. No solo me refiero a la forma en que se organizó el golpe, han sido años de notorio hostigamiento, se ha recurrido al ataque violento y alevoso contra la propiedad de los miembros del gobierno, creciente inseguridad pública reflejado en el vandalismo y pillaje planificado en las principales ciudades, insubordinación de la fuerza pública, amenazas de muerte a las principales autoridades del país, torturas y agresiones físicas a funcionarios y ciudadanos, respaldo de las clases oligárquicas de la región más rica de Bolivia, Santa Cruz de la Sierra, intromisión secreta de los Estados Unidos, vía agencias de seguridad nacional. Una fusión de fuerzas externas con un liderazgo étnico descendiente de extranjeros, y, probablemente -en la sombra- ocultos intereses del narcotráfico. Esa conjunción es la directa responsable del golpe y dimisión de Morales.



"Los Novios de la Muerte" organización paramilitar entrenada y fundada por Klaus Barbie en Bolivia, al servicio del narcotráfico.


En honor a la verdad, debemos expresar que en las últimas elecciones Evo Morales se declaró vencedor demasiado pronto, en unos, quizá, no tan transparentes comicios, hay indicios de algunos actos viciados que pudieron o no afectar el resultado; así como también causa extrañeza la inmediata declaración de la Organización de Estados Americanos (OEA) pidiendo anular y convocar nuevas elecciones. Lo dicho no avala una ya planificada acción golpista, a la espera del escrutinio final. Morales no debía declararse ganador cuando, posiblemente, ameritaba una segunda vuelta electoral si quería demostrar transparencia democrática. Es cierto que muchos bolivianos ya no querían a Evo dirigiendo el país (algo normal en democracia), pero éste brindó el pretexto para que los planes de la oposición golpista se pusieran en marcha con el objetivo de derrocarlo. Evo se equivocó de estrategia, tampoco asumió que el poder desgasta, no reconoció que su etapa estaba en la recta final. Morales tenía que salir por la puerta grande, como todo lo que hizo por Bolivia a lo largo de más de una década.

En esas circunstancias Evo Morales provocó a un gigante al acecho. Más bien, es sumamente sorprendente que haya perdurado tanto tiempo en el poder con enemigos tan poderosos, comenzando por los Estados Unidos. Morales una vez electo presidente en 2005 ya fue amenazado por el embajador estadounidense (su posesión fue el 22 de enero de 2006). 

Los enemigos de Evo Morales

Los enemigos de Morales han sido siempre: 

Los Estados Unidos, el narcotráfico internacional, la oligarquía descendiente de una minoría de extranjeros que se asentaron en Bolivia y que lucraron por mucho tiempo de la producción de droga y que han controlado el poder político del estado. ¿Alguien duda que Estados Unidos se mantuvo alejado en la caída de Morales?

La supepotencia mundial soportó durante 13 años ser humillada públicamente por el líder boliviano quien se atrevió a expulsar a la Drug Enforcement Administration (DEA) (Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos) del territorio nacional, acusando a la agencia de tolerar el narcotráfico desde territorio boliviano, Morales no tuvo problemas en señalar que los agentes del DEA conocen cuáles son los narcotraficantes en Bolivia, encubren su movilización, conocen sus rutas de envío de la droga y no comparten información con las autoridades bolivianas. En un discurso del 1 noviembre 2008 el presidente Morales anunció la decisión de expulsar al DEA de Bolivia, también acusada de auspiciar el intento de "golpe de estado civil" de la derecha boliviana en su contra (septiembre 2008), en esa intentona murieron 19 personas. ¿Extraño?... Para nada.

Los Estados Unidos se hartaron de la política de Evo Morales sobre el control y siembra de la planta de la coca. Para nadie es novedad que Washington utiliza la política antidrogas como medio de control geopolítico, es decir, su imposición de normas a cambio del respaldo al gobierno respectivo. Según Morales, Estados Unidos fue en el pasado el "dueño de Bolivia" y su embajador era quien decidía a quien nombrar dentro de los aparatos de seguridad del país.

En lo económico, si nos ceñimos a la política imperial de dominar los mercados, producir cocaína es más rentable que cualquier otro tipo de inversión, incluso, en ciertos casos, es más rentable que explotar los yacimientos hidrocarburíferos. Así que la otrora primera "potencia" mundial en la producción de cocaína -la Bolivia de los narco gobiernos militares, paramilitarismo y oligarquía- vio derrumbado el pingüe negocio con la llegada de la democracia a Bolivia en 1982.

Los grupos paramilitares comenzaron a ser desmantelados y con ellos la protección al narcotráfico. El primer narco-estado del mundo cambió de rumbo sin dejar de conservar la tradición cultural indígena respecto a la hoja de coca, costumbre que fue respaldada por Evo Morales como dirigente cocalero. Y, por supuesto, eso no significó que el narcotráfico en Bolivia llegara a su fin. 

Organizaciones criminales siguen operando en Bolivia y en la región. Es habitual escuchar acusaciones al gobierno de Morales de aliarse con venezolanos y cubanos exclusivamente para exportar cocaína. Por sentado que se han destapado casos de corrupción en Bolivia, Venezuela y en cualquier parte del mundo respecto a individuos pertenecientes a sus gobiernos que abusan de sus cargos para negociar con el narcotráfico internacional, lo mismo sucede en los Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, etc, etc.



Lo que sí es criticable son las muchas notas de prensa (alineadas con el gobierno de los Estados Unidos) que describen -sin fundamento- al periodo de Evo Morales como "narco-estado". La prueba más notoria es el vil montaje fotográfico que está dando vueltas al mundo a través de los medios. Aparecen juntos (en este orden) El "Chapo" Guzmán, Evo Morales y Pablo Escobar... Dado el grado de ingenuidad de mucha gente, influenciada por las corporaciones globales de noticias, no cabe duda que algunos habrán "comido el cuento chino". No vale la pena describir a quienes están detrás del burdo fotomontaje.

En el mundo real, no hace mucho -marzo 2019- Morales, estuvo presente en la reunión de Viena organizada por las Naciones Unidas para analizar la política antidrogas en América Latina y el Caribe, con la participación de la Unión Europea. Evo Morales declaró que "la realidad nos demuestra que la guerra contra las drogas ha fracasado", explicó el modelo boliviano en la lucha antinarcóticos tras la expulsión del DEA precisamente hace diez años. Ese esquema se basa en el control social y pactado de los cultivos, muy diferente a la fórmula de erradicación forzada, sin respeto a los derechos humanos. Morales planteó siempre que cada estado debe adaptar el combate al narcotráfico a su propia realidad. 

Pese a sus detractores internacionales, su modelo antidrogas ha dado resultados positivos, dijo en la citada reunión que hace 13 años la coca cultivada en Bolivia representaba el 20% del total en la región andina, en el presente representa el 10%. Su posición es: "No puede existir el libre cultivo de coca, pero tampoco políticas de coca cero". 

Desde otro punto de vista la cosa es simple: Existe narcotráfico porque existe demanda de cocaína y porque es uno de los mejores negocios del mundo, al punto que la cocaína y heroína han llegado a ser parte fundamental de la economía capitalista global. Según propios datos de las Naciones Unidas en la última década aumentó el cultivo, producción y consumo de drogas en el mundo. El ejemplo está a la vista, Estados Unidos conserva el "privilegio" de ser el primer consumidor mundial de cocaína.

Quién puede negar que Bolivia en el periodo de Morales ha calificado como uno de los países con mayor crecimiento económico en Sudamérica y que ha controlado la siembra de la coca a niveles tolerablesMorales destaca siempre el trascendental valor cultural de la coca en la evolución de Bolivia, es partícipe que la Organización Mundial de la Salud estudie más a fondo los posibles beneficios de la planta para la salud. Masticar la hoja de coca es una ancestral costumbre medicinal de los pueblos indígenas de Bolivia, otra cosa muy diferente es la producción de cocaína usando como base un proceso químico para extraer el alcaloide de la hoja de coca. 


Como referencia histórica, muchos académicos e historiadores señalan que fueron gracias a los militares durante la dictadura de Hugo Banzer Suárez (1971-1978) y a la "Falange Boliviana" que éstos fueron adueñándose de las tierras orientales de Bolivia para dedicarlas al narcotráfico en alianza con los flamantes terratenientes de Santa Cruz de la Sierra.

El paramilitarismo al servicio del narcotráfico aparece con fuerza luego del golpe de estado militar de 1980 del General Luis García Meza, conocido como "el golpe de la cocaína", el grupo paramilitar era conocido como "Los Novios de la Muerte", organización adiestrada por un ex nazi, Klaus Barbie, como brazo ejecutor de la CIA, de allí surgió la conexión boliviano-colombiana del narcotráfico, también conocida como la "General Motors de la Cocaína". Ese grupo paramilitar también era conocido como las "Águilas Negras". Casi todos sus integrantes eran europeos o descendientes de europeos, provenían en su mayoría de la Alemania nazi, habían fascistas italianos y de otros países de la orbita del Eje en la segunda guerra mundial. Su tarea principal era limpiar las huellas de las operaciones de los narcotraficantes. 




En aquellos "años dorados" de inicios de los 80, éstos paramilitares controlaban la seguridad de todas las operaciones de narcotráfico en Santa Cruz y Beni, pero Klaus Barbie no era su jefe, el Jefe era el "Rey de la Cocaína", Roberto Suárez Gómez, Barbie fungía de asesor de inteligencia, enlace con el gobierno y quien realizaba los contactos internacionales para el negocio.

El golpe contra Evo Morales

La oposición y protestas callejeras está al mando del líder de ultra derecha Luis Fernando Camacho, "El Macho", de familia acaudalada de la región más rica de Bolivia, Santa Cruz de la Sierra, lugar que ha controlado por generaciones el poder político y económico del país y donde los Estados Unidos alienta el separatismo. La millonaria familia de Camacho integra el Grupo de Inversiones Nacional Vida S.A. constituida por empresas de seguros, gas y otros servicios. 

Camacho es también miembro de la poderosa Logia Masónica "Los Caballeros del Oriente". El "predicador bíblico" está involucrado en el caso de los "Panama Papers", por medio de entidades fachada (offshore) cuyo objetivo era lavar dinero, ocultar fortunas y la clásica evasión de impuestos (denunciadas ante el Congreso boliviano en 2017).




Camacho está al frente del separatista "Comité Cívico Pro Santa Cruz", organización denunciada en 2008 por la Federación Internacional de Derechos Humanos, siendo uno de sus principales aliados el croata-boliviano Branko Marinkovic, acusado de ser "actor y promotor del racismo y la violencia en Bolivia", comprometido con los complots para asesinar a Evo Morales y miembros del MAS (2008-2009), así como convocar a la desobediencia de las fuerzas del orden. Por descontado, ésta y otras organizaciones, denominadas "Comités" gozan del respaldo irrestricto de los Estados Unidos. 

El "Macho" Camacho en su juventud lideró una organización separatista abiertamente fascista denominada "Unión Juvenil Cruceñista" (UJC). Esa organización, así como los "Comités Cívicos" son grupos con formaciones paramilitares y clara tendencia a la ideología fascista, como lo han sido siempre los devotos ultra católicos del mundo, "El Macho", no es la excepción en ese liderazgo observado durante el golpe a Evo Morales. 

Sobre la "Unión Juvenil Cruceñista", o "Unión Juvenil de Santa Cruz" (UJC), también pesan anteriores acusaciones de complots para asesinar a Evo Morales. La UJC dice "luchar" por la "libertad" (?) y en defensa de su cultura (?) y que usará la fuerza de ser necesario. Es famosa por agredir a indígenas con crueles métodos como el azote, atacar a periodistas, arrojar piedras a los estudiantes y simpatizantes de izquierda, asaltar sedes de movimientos sociales, etc. Está organización paramilitar jamás han ocultado su concepción racista anti indígena. La UJC arenga a sus simpatizantes, desde los días que Morales asumió el gobierno, al separatismo aduciendo haber sido revasados por una masa satánica de indígenas. 


"La UJC es el equivalente boliviano de la Falange de España, el RSS supremacista hindú de la India y el batallón neonazi Azov de Ucrania. Su símbolo es una cruz verde que tiene fuertes similitudes con logotipos de movimientos fascistas en todo Occidente. Se sabe que sus miembros lanzan saludos de Sieg Heil al estilo nazi. Incluso la embajada de los Estados Unidos en Bolivia describió a los miembros de la UJC como "racistas" y "militantes", y señalando que "han atacado con frecuencia a personas e instalaciones del movimiento MAS y entes gubernamentales"afirman en un esclarecedor reportaje los conocidos periodistas e investigadores estadounidenses, Max Blumenthal y Ben Norton, editores del medio "The Grayzone"


El "Macho" Camacho como miembro de la "Unión Juvenil Cruceñista" o "Unión Juvenil de Santa Cruz" (UJC)


Los medios ocultan las conexiones profundas de Camacho con ese paramilitarismo extremista y cristiano, reconocidos por la violencia racista y mensajes escritos. Es en ese ambiente separatista de Santa Cruz y en las formaciones paramilitares de corte fascista donde surge la política de Camacho que define el contorno ideológico del golpe. 

Camacho es el típico populista que juega con la fe del pueblo, biblia en mano dice luchar con la fe y no con las armas, "Dios Volverá Al Palacio" es su lema. "Pachamama nunca volverá al Palacio", dijo, refiriéndose a la doctrina indígena del espíritu de la Madre Tierra, "Bolivia le pertenece a Cristo".  Tras la toma del Palacio presidencial, las huestes encapuchadas de Camacho procedieron a quemar las banderas de Wiphala, el símbolo de la población indígena del país y de la visión plurinacional de Morales. Está claro que Camacho y los suyos son contrarios al reconocimiento que Bolivia constituye un estado plurinacional



Los principales medios y agencias internacionales de noticias se han alineado con el "hombre de la biblia", un "macho" que derriba gobiernos "solo" con la biblia en la mano. La prensa apenas reconoce sus relaciones con los ultraderechistas Iván Duque (Colombia) o Bolsonero (Brasil) que lo apoyan para cambiar el gobierno en Bolivia. Influyentes diarios como el New York Times o  la agencia Reuters ungieron a Camacho como el "líder" de la oposición boliviana, sin que haya participado nunca en elecciones. El candidato opositor que participó en las elecciones fue Carlos Mesa con el aval de los Estados Unidos por simpatizar con la privatización de los bienes públicos nacionales. El nombre de Carlos Mesa apareció en los cables de Washington publicados por WikiLeaks como aliado en la desestabilización del gobierno de Evo Morales. Según Primera Linea, la familia Camacho utilizó el "Comité Pro-Santa Cruz" como arma política para instalar a Carlos Mesa en el poder y garantizar la restauración de su imperio comercial. 

Evidente es que Camacho y las élites de Santa Cruz fueron afectadas por las políticas de nacionalización del gas boliviano que ha beneficiado a las masas (y ese no fue un acto demagógico) en detrimento de la economía familiar de estos grupos de poder.

La "resistencia" de las élites tradicionales bolivianas nunca han sido pacíficas, en todo el tiempo que gobernó Evo Morales se crearon grupos armados para desestabilizar y dividir el país. Se organizaron en los típicos "Comités Cívicos" dirigidos por la clase alta del país que desprecia al "cholo" boliviano. Esos grupos no son nuevos, tienen décadas de existencia, desde que reinaban el país a través de los narco militares o emitiendo leyes que facilitaron el enriquecimiento ilegal de su élite, solo mudan de nombre cada tiempo.

Estos "Comités Cívicos" conforman alianzas en los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. La denominada 'Media Luna' (o Medialuna). Todo indica que su modus operandi es el mismo del añorado grupo, de las élites corruptas, de los viejos paramilitares y organizaciones de narcotraficantes, los "Novios de la Muerte".


La Policía Boliviana se revela contra Morales y se pone a órdenes del "Macho" Camacho.


Según otros medios internacionales (citamos como ejemplo RT), el mismo Camacho demuestra cual es su estilo de confrontación, citando al narcotraficante colombiano Pablo Escobar dijo: "Tenemos que hacer —salvando las diferencias— sacar la agenda como lo hacía Pablo Escobar, pero solo para anotar los nombres de los traicioneros de este pueblo" (declaración del 30 de octubre en Santa Cruz).  

A través de las redes sociales Camacho pide a sus seguidores que denuncien y anoten nombre por nombre a sus enemigos políticos (a lo Pablo Escobar). Que denuncien toda publicación en su contra y la del movimiento que lidera con el propósito de encarcelar a los "traidores del pueblo", llama a sus bases para que los localicen rastreando su ubicación del móvil.

 


Camacho ha ganado la batalla para aquellos que son la encarnación de todos los males de los bolivianos. Camacho solo cumple la agenda. Exige protagonismo, fama y poder, con la misma exigencia que pidió la cabeza de Morales como trofeo. Según su lista (a lo Escobar) también quiere humillar públicamente a las autoridades y personas cercanas al depuesto presidente; ahora quiere que todos los parlamentarios afínes a Morales terminen en la cárcel. 

Camacho -"El Macho"- impone sus deseos, controla a la policía, ¿cómo lo hizo?. Repetimos, no es él, son las élites descendientes de los "Novios de la Muerte", son la oligarquía santacruciana y el narcotráfico, auspiciados por la Embajada. Camacho "El Macho" quiere emular a Héctor -el auténtico "Macho" Camacho- para poner en KO técnico a Bolivia. Anhela recrear un modelo "democrático" al estilo de sus cercanos antepasados del paramilitarismo mafioso. El auténtico "Macho" Camacho (Héctor) lanzaba golpes de puño dentro de la deportividad; el falso "macho" boliviano lanza golpes de estado escudado en la biblia y en la "libertad". Sus golpes -a diferencia del auténtico "Macho"- mata a los indígenas bolivianos a quienes desprecia. Como buen fascista se cree superior, ¿será que el "macho" boliviano tiene sangre "aria" o será un mestizo normal y corriente como son la inmensidad de latinoamericanos?.



Las cosas están escritas -salvo un alzamiento indígena en respaldo de Morales, lo que desataría una guerra civil-. Un gobierno marioneta de transición será quien elija al futuro gobernante, quién sabe, sea el premio para el "Macho" Camacho boliviano, que no será otra cosa que el títere de las élites descritas. 

La senadora Jeanine Áñez se ha proclamado presidenta de Bolivia, ha sido reconocida por los otros poderes del estado; y, emulando al "Macho" arribó a la Casa del Gobierno con biblia en mano, promete pacificar el país. Si en realidad quiere hacerlo, entonces, tendrá que frenar al "Macho" Camacho, porque él y los suyos son los únicos que ha desatado la violencia. 

No creo haberme equivocado al titular este artículo "El retorno de los Novios de la Muerte", cuando los líderes derechistas, con biblia y libreta en mano, ordenan incendiar las casas y propiedad de funcionarios y autoridades de la administración de Evo Morales, actos que se extienden a otros dirigentes políticos ajenos al gobierno; cuando grupos organizados transitan por las calles creando el caos mediante la violencia, saqueando la propiedad privada y privando de los servicios básicos a la población. Han recreando el ambiente de odio entre bolivianos por su condición social, laboral y hasta racial. Desean la confrontación dividiendo al boliviano desde el núcleo familiar, vecinal y comunitario. 

Si en pleno siglo XXI existen por el mundo estados controlados por Estados Unidos cuyo producto principal de exportación es la droga (Afganistán, Colombia), no sería nada raro retroceder a Bolivia a su época más negra, el narco-estado paramilitar; o, por lo menos, a los tiempos en que Bolivia era saqueada al capricho del dictador de turno.

Este artículo habrá arruinado mis vacaciones en Bolivia, con seguridad "El Macho" boliviano sacó su libreta y anotó el nombre del autor. Ya no necesitará una libreta, tendrá que pedir un libro.


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