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19 abril 2022

La Guerra Fría en las caricaturas soviéticas (I)


Este diseño de presentación se basa en cuatro carteles diferentes, a saber: Arriba, de izquierda a derecha. M. Ishmamedov en "Vándalos del siglo 20" (1965); los dos siguientes corresponden a M. Kirilov en "La sonrisa siniestra del Pentágono" (1970) y "El rostro de la América imperialista" (1970). Abajo: N. Dolgorukov en "Pasos lejanos-Cabeza rota" (1961)


La Guerra Fría, conflicto geopolítico entre los EE.UU y la URSS. Dividió el mundo en bloques de aliados liderados por esas superpotencias que profesaban una ideología  de polos opuestos dirigidos a la sociedad, la política, la economía, la ciencia, la cultura, el deporte, etc. Cada bando consideró que sus intereses eran incompatibles con las acciones del otro. Un conflicto nuclear estuvo entre las posibilidades para dilucidar quien era el "mejor".


por Tito Andino

Recopilación de ilustraciones 

Este artículo es continuación de La Guerra de los Carteles


Las finanzas y la carrera armamentística en los carteles soviéticos.


V. Briskin, "Diplomáticos estadounidenses". 1953


Son miles los carteles de posguerra, mejor dicho de la era de la "Guerra Fría" emitidos por el régimen soviético a lo largo de décadas de confrontación con Occidente. El material es tan grande que lo he clasificado por años. Realizar este post ha sido un verdadero dolor de cabeza -en cuanto a seleccionar las ilustraciones-, por esa razón se me ha ocurrido la idea de dividirlos en dos aspectos que fueron fundamentales en esos tiempos: 

1) La carrera armamentística, que requería una gran demanda de recursos financieros; y, 

2) Las armas nucleares. 

Por eso mismo, también será necesario recurrir a dos entregas que cubran estos aspectos. Dado que estos posts se dedican a la ilustración gráfica, hemos prescindido de explicaciones sobre política e ideología. Los cortos textos que acompañamos son en gran parte datos anecdóticos sobre las caricaturas que probablemente desconoce el lector.


Arriba: E. Maloletkov, "Preocupaciones estadounidenses sobre las armas" (1957); abajo, dos carteles de M. Abramov, "La caja fuerte del Pentágono" (1978) y "Terrorismo" (1984). Haga click sobre las imágenes para verlas a mayor resolución.


Dos caricaturas de Yuliy Ganf (nacido en Ucrania) para la revista soviética Krokodil. "En Estados Unidos en este restaurante solo se sirve a una persona" (1953) y "Última tecnología de Wall Street" (1952). "Lanzapulgas mejorado de seis cañones con un remolque de dos cañones de refutación". Un soldado estadounidense lanza "plaga, tifus, cólera" al cielo mientras Dean Acheson (secretario de Estado de EE. UU.) y Trygve Lie (primer secretario general de la ONU) cantan a dúo: "EE. UU. no tiene armas biológicas". Haga click sobre las imágenes para verlas a mayor resolución. 


El arte del cartel político soviético estuvo catalogado como parte de la Academia de Bellas Artes. La razón es obvia, gran parte de ese material son verdaderas obras de arte, a pesar de que también trasmiten un mensaje ideológicoNo obstante, la originalidad justifica aquella simbiosis del cartel soviético: arte y mensaje político. Por eso no debe extrañar que siga manteniendo su popularidad en el siglo XXI.

 

Cuatro bonitas representaciones del artista Boris Ivanov. Arriba: "Una visita de amistad", (1982) y, "El estropea nuestra publicidad" (1970s); Abajo: "Una visita de amistad", (1982) y, "Estamos protegidos Joe!" (1970s). Haga click sobre las imágenes para verlas a mayor resolución.

Me cuento entre los coleccionistas del cartel de la era soviética... en la medida de mis posibilidades (mantengo un archivo digital categorizado de miles de carteles, pero existen verdaderos coleccionistas de este arte que poseen cientos de obras originales y que ocasionalmente exhiben en galerías públicas y privadas). Hay que mencionar, además, el cuidado que brinda el estado ruso a estos trabajos artísticos en museos y archivos nacionales.


Arriba: J. Efimovsky, "Doy limosna" (1972); V. Zhelobinsky, "Presupuesto de EE.UU." (1981); y, A. Bondar, "Rama de palma del estilo de Varsovia" (1984). Abajo: B. Yanin, "Diplomacia en Estados Unidos" (1986); y, M. Abramov, "La OTAN hacia la distensión" (1978). 


Arriba: "Encontraron un lenguaje común" (autor y fecha ilegible) - M. Abramov, "Estados Unidos – El Imperio del Mal" (1983); Abajo: "Me huele a petróleo" (1977, autor ilegible) y, M. Abramov, "Fariseísmo" (1984). Haga click sobre las imágenes para verlas a mayor resolución. 


Diversas editoriales rusas han hecho un gran negocio con el comercio lucrativo del cartel soviético convirtiéndose en un producto de valor, la mayoría de piezas originales terminan en manos de coleccionistas rusos. Como se ha visto, las colecciones (y coleccionistas) se han incrementado debido al interés alcanzado en lo que va del siglo XXI (en especial las piezas de la Segunda Guerra Mundial), esto ha provocado que la oferta del mercado de los carteles se haya agotado, aunque puede encontrarse a la venta por internet dispersas piezas sin especificar la serie a la que pertenecen. Expertos señalan que hoy es sumamente difícil encontrar obras de calidad y en buen estado de conservación.


V. Glivenko, "OTAN" (1963) - L. Samoilov, "Garantías de paz" (1966)


M. Abramov, "Campo de entrenamiento de EE. UU." (1964) - M. Abramov, "La brújula imperialista" (1978)


M. Abramov, "Placas y parches" (1973)


Existe grandes tipos de carteles, por ejemplo, el estaliniano y el constructivista, que representan la tipología soviética y que cubren dos períodos extensos pero no únicos. Ciertamente son los que menos interés despierta en el editor de este blog. Mi pasión es la sátira política, mi preferencia son dos periodos concretos: La Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. No me gusta Stalin, para nada, sin embargo, es IMPOSIBLE pretender disociar a Stalin de lo que los rusos denominan "La Gran Guerra Patriótica"; es probable que un escenario mundial sin el líder georgiano dirigiendo la URSS hubiese tenido otro desenlace... incluidos los crímenes del estalinismo. Para los alemanes, grandes perdedores de la guerra, resulta muy fácil disociarse de Hitler, eso es lógico; pero eso no es posible en el caso ruso, las razones son más que evidentes (ha quedado explicado en otras entradas, aquí nos dedicamos al arte en la Guerra Fría).

F. Nelubin, "ESTADOS UNIDOS" (1970) - E. Osipov, "No veo ningún camino para el desarme" (1987)


"Pentágono" (autor y año ilegibles) 


M. Abramov, "Inflando el presupuesto militar", (1976)


Dos carteles de M. Abramov: "Los monopolistas calientan las manos" (1978) y "Pintura del Pentágono de la tierra que sale del sol" (1981)


Los carteles de propaganda política soviética surgieron  desde la Revolución bolchevique de 1917 hasta la caída de la Unión Soviética en 1991, (los bolcheviques no inventaron el cartel político pero innovaron su utilización y magnitud). Son casi ocho décadas con decenas de miles de ejemplares (algunos expertos hablan de millones). Ante tal caudal de producción artística, ¿qué les hace tan populares?: "Su fuerza de atracción, la captura del público y su poder de persuasión. Así de sorprendente es el interés que este medio de propaganda despertó y que, por cuya naturaleza ambigua, incita a la prudencia o bien a la desconfianza; a pesar de que levante las pasiones de historiadores, coleccionistas y estetas".


Kukryniksy, "Depredador Negro" (Libia) (1986)


B. Efímov, "Charco" (Irangate) (1987)


M. Abramov, "Moderno Puerto griego" (1972)


Z. Lvova, "Sobre la guerra en Vietnam" (1971) - A. Krylov, "Buitre de Saigón" (1973)


Polonski (1925), lo describe con exactitud: “Es el Arte que ha bajado a las calles!”. El arte que hasta ese momento estaba reservado a los estratos ricos de la sociedad zarista se dirige al pueblo. El mundo artístico se compromete con el combate político, confiere a los carteles una dimensión y una reputación internacional duradera. 

(Las citas en comillas son tomadas de "El cartel político soviético, una especificidad", de Jacques Le Bourgeois, Santiago de Chile, un extracto de su tesis de doctorado en Historia con el mismo título. Revista Chilena de Diseño, Universidad de Chile 2017).


Dos carteles de J. Efimovsky: "Apoyo" (1971) y "Crianza" (1984)


Otros carteles de J. Efimovsky: "Superganancias" (1976) y "Reducción de armamentos" (1976)



Más carteles soviéticos sobre finanzas y armamento


F. Nelubin, "Portaaviones" (1981)



J. Efimovsky, "Ejército de los Estados Unidos" (1971)



J. Efimovsky: "Visita de cortesía" (1969) y, "Solo con fines pacíficos" (1986)



F. Nelubin, "Neoglobolista" (1987)



F. Nelubin, "Matón hábil" (1981)



"Rabioso" (autor y año ilegible)



V. Koretsky, "La sonrisa del diablo" (1978) - E. Gelms, "Dólar" (1953)



J. Efimovsky, "Desembolso" (1976)



J. Efimovsky, "Mercado Común" (1969)



V. Zhelobinsky: "Estamos a favor de la profundización de la distensión" (1979); y, "Armamento" (1981) 



F. Nelubin, Untitled (intitulado)  (1972)



N. Bayev, "Organización de las Naciones Unidas" (1973) - V. Kyunnap, "Complejo Militar-Industrial" (1977)



M. Abramov, "Punto de deseo" (1976)



M. Abramov, "La política de violencia"  (1972)



Y. Trunev, "Fronteras de Israel" (1982)



F. Nelubin, "Producto de la imaginación" (1985)



N. Bayev, "Mostrando su carácter de serpiente" (1982)



M. Mazrucho, "Hoy está claro en todo el planeta" (1970)



M. Abramov, "La amenaza soviética" (1974)



V. Zhelobinski, "La amenaza soviética" (1980)



M. Mazrucho, "Impuestos" (1974)

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01 abril 2022

La Guerra Fría en los carteles de Occidente



por Tito Andino
Recopilación de textos y gráficos.

 

La Guerra Fría fue un conflicto geopolítico entre la Unión Soviética y los Estados Unidos que dio forma al pensamiento antagónico sobre un mundo dividido en bloques de aliados liderados por estas superpotencias. Cada nación profesaba su ideología sosteniendo un plan para la sociedad, la política, la economía, la ciencia, la cultura, el deporte, etc., que representaban polos opuestos. 

 

A pesar de las frías relaciones oficiales antes de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos y la Unión Soviética forjaron una alianza contra la Alemania nazi que acabó al final de la guerra en 1945. Cada bando consideró que sus intereses eran incompatibles con las acciones del otro, eso hizo que un nuevo conflicto mundial fuera altamente posible.

 

Arriba: Una clara muestra de la actual imitación de la propaganda nazi alemana anti bolchevique (arriba a la izquierda) para comparar al presidente Putin con los malignos tentáculos de la araña soviética apoderándose del mundo (arriba derecha) corresponde a la revista conservadora estadounidense "National Review" y, las de abajo son caricaturas publicada en el británico "The Guardian" (2018) y "The Economist".

No solamente a causa de la invasión rusa de Ucrania ha renacido o se ha forjado una nueva Guerra Fría, hay varios antecedentes que avalan esta perspectiva (conflictos armados, geopolíticos, económicos alrededor del mundo). Los rivales de antaño, bajo otro manto político, pero idéntica visión monetaria vuelven a desplegarse y enfrentarse a través de terceros. El fantasma de un conflicto nuclear resurge tras una pausa de tres décadas. (este post trata sobre carteles y propaganda, no entraremos en mayores detalles sobre política). 


Cartel anticomunista alemán de 1919, la Muerte vestida de rojo caminando sobre una ciudad arrasada, pero el mensaje es 'Únete a la Liga Anti-Bolchevique´.

Aunque nada tiene que ver entre sí, los carteles anticomunistas de antes de la segunda guerra mundial suelen relacionarse y mezclarse con la propaganda nazi e indistintamente con la propaganda estadounidense elaborada durante la Guerra Fría. Un error relacionado por la sobre-infundada propaganda de terror para "alejar a las masas de los peligros del bolchevismo".


"¡Moscú manda!" Inglaterra y Estados Unidos son títeres comunistas.    Propaganda nazi.



"La Troika está acelerando a través de Rusia..." Este cartel anti-Stalin fue producido por el departamento de propaganda del gobierno alemán en 1942 para la ocupación de Rusia y Ucrania durante la IIGM. Las letras en el látigo son "N-K-V-D" (Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos) mientras que el carro las letras son "U.S.S.R." dentro de una Estrella de David. En el yugo está escrito "¡Trabajadores de todos los países, uníos!"


Esa mescolanza de carteles nazis, fascistas, europea de posguerra, hasta antisemita y propaganda estadounidense en la Guerra Fría, por alguna "extraña" razón guardan equivalentes estilos. Quizá puede explicarse porque reflejaban el persistente miedo del poderoso capital financiero e industrial amenazado por el avance de los trabajadores y movimientos sociales en la primera mitad del siglo XX (socialismo, comunismo, etc.) "Los rojos contra Europa"; "La amenaza roja en América"; "Terror bolchevique contra el mundo", etc., era el mensaje difundido.


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Por esa razón estamos obligados como antecedente a colocar algunos ejemplos de propaganda anticomunista en general junto a la nazi, luego revisaremos algunos carteles estadounidenses durante la Guerra Fría. 




      (Haga clic en las imágenes para verlas a mayor resolución)

El articulista de la Revista "Jotdown", Javier Bilbao, en un esclarecedor reportaje, "La propaganda anticomunista como una de las bellas artes", escribe:  "Vista con la distancia que otorga el tiempo cierta propaganda anticomunista resulta incluso simpática en su empeño por aterrorizar a la audiencia como si del tren de la bruja se tratase. 




Terminaba siendo casi indistinguible del cine de terror y ciencia ficción con el que en no pocas ocasiones intercambió recursos. Tal vez el histrionismo de esas advertencias contribuyó a que luego ya nadie se las tomara en serio, o puede que permitieran contener la amenaza ante un público un poco sordete al que había que gritarle las cosas con mucho aspaviento para que se enterara. Quién sabe. 




En cualquier caso resultaba divertida y llamaba la atención, lo que es la regla número uno de la propaganda y el motivo por el que le echaremos un vistazo a ejemplos peculiares. Aquellos en los que no quedaba claro si estaban hablando de política o del próximo estreno en las salas".


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La propaganda anticomunista prácticamente arranca en Occidente desde la primera década del siglo XX. Nadie podría negar la popularidad del comunismo en toda Europa (de las fuerzas sociales de izquierda en general) antes, durante y después de la segunda guerra mundial. Al fin y al cabo fueron los "zurdos" quienes lideraron la Resistencia antinazi, la gente de naciones como la británica, francesa, italiana, griega, mostraron vivo interés por la lucha que libraba la URSS contra la invasión nazi. Si no es por la intervención estadounidense en Europa con su presencia militar e impulsando el "Plan Marshall", es ciertamente probable que la izquierda política europea haya dirigido Europa en la inmediata posguerra. 


        Dos carteles de posguerra franceses.

En 1948 Gran Bretaña puso riendas al asunto, se creó la IRD (Information Reseach Departament) para "oponerse a las incursiones del comunismo, tomando la iniciativa contra él". En Estados Unidos apareció el Psychological Strategy Board, para realizar operaciones de guerra psicológica, su trabajo era combatir ideológicamente al comunismo en Europa. Los carteles políticos anticomunistas resurgieron al mejor estilo de la propaganda de la Alemania nazi, como dato curioso a resaltar. 










En la década de 1950 surgió la "Campaña de la Verdad" en los Estados Unidos, "una campaña ideológica dirigida desde el Gobierno sobre sus propios ciudadanos termina siendo sospechosamente parecida a ese tipo de Estado totalitario que se pretende combatir", el "demonio rojo" apareció en casa, la caza de brujas del macartismo estaba en apogeo, la conspiración comunista se encontraba hasta en la sopa de los hogares estadounidenses. El cine, la radio, la prensa, también se involucran en la búsqueda de espías rojos. El  caso llegó al terreno espiritual, no hace falta decir quien encarnaba el Mal. 

 

"¡Mira detrás de la máscara! El comunismo es la muerte", 1950. - "El comunismo lleva una cara falsa. El rostro duro y vicioso del comunismo se esconde detrás de una máscara de paz", una publicidad de Bohn Aluminium & Brass Corporation.


Hasta se utiliza descaradamente en la posguerra el antisemitismo para denunciar al comunismo, ¿o es que nos hemos olvidado de la "gran conspiración judeo - masónica -comunista"?, en la que viejos partidarios del nazismo apoyan la lucha de Occidente con recursos literarios contra los movimientos de izquierda (una prolífera publicación de libros ha envenenado la mente de generaciones de jóvenes en la posguerra, sino fíjense en los miles de neonazis ucranianos que luchan contra los "comunistas" rusos). Según esta desquiciada propaganda, aun popular en España y América Latina y en países como Ucrania, los judíos controlan el comunismo... y de paso las altas finanzas de Occidente. En  los Estados Unidos se ríen de esto, pero ha sido un gran aporte para su guerra ideológica. 


Cartel antisemita de 1941 creado para la exposición antimasónica celebrada desde agosto de 1941 hasta enero de 1942 en Belgrado cuando Serbia estaba bajo ocupación de la Alemania nazi.  La exposición tenía la intención de deshumanizar e intensificar el odio a los judíos que "maniobran a la masonería, a la democracia y al capitalismo". Los diseñadores de estos carteles permanecieron en el anonimato. El cartel presenta una caricatura de un hombre judío que actúa como titiritero con Joseph Stalin y Winston Churchill como marionetas. La leyenda en serbio se traduce como "El judío sostiene los hilos en su mano, ¿de quién y cómo- Encontrarás respuestas en la exposición anti-masónica".


El General Dwight D. Eisenhower, como Presidente de los Estados Unidos (1953-1961) declaró: “Nuestro objetivo en la guerra fría no es conquistar o someter por la fuerza un territorio. Nuestro objetivo es más sutil, más penetrante, más completo. Estamos intentando, por medios pacíficos, que el mundo crea la verdad... A los medios que vamos a emplear para extender esta verdad se les suele llamar ‘guerra psicológica’. Es la lucha por ganar las mentes y las voluntades de los hombres”.

Pero la URSS no se quedó de brazos cruzados, J. Bilbao nos narra en otro articulo "La propaganda anticomunista durante la Guerra Fría" (JotDown), que "En abril de 1949, la URSS organizó en París el Congreso Internacional por la Paz, un evento de gran repercusión mediática que contó con el apoyo de numerosos intelectuales y artistas como Charlie Chaplin y Picasso, que cedió un dibujo de una paloma de la paz que pasaría a convertirse en uno de los símbolos del siglo XX. Una brillante jugada que mostraba ante la opinión pública a los Estados Unidos como el bando belicoso frente a ellos, que solo querían la paz mundial. Así que la respuesta americana se basó en negar a sus adversarios el monopolio de la palabra “paz”, que pasó a ser incesantemente repetida en toda clase de discursos y eventos internacionales... Con el fin de congregar a intelectuales excomunistas o al menos de una izquierda no marxista, la CIA organizó en Berlín el Congreso para la Libertad de la Cultura en junio de 1950. Se trataba de dar réplica al reciente Congreso Internacional por la Paz de París y la ciudad escogida no podía estar más cargada de simbolismo".



Otro hueso duro de roer para las fuerzas del "Bien" se encontraba en el campo intelectual. La culta Europa y los Estados Unidos no pudieron contrarrestar el hecho de que la intelectualidad se inclinara más hacia la izquierda. Para ello entraba en acción Hollywood y otros medios de difusión masiva. "Se trataba del ámbito de los artistas, académicos e intelectuales, a los que era preciso ganar para la causa. Aunque nos resulte difícil de imaginar en estos tiempos en los que la televisión glorifica a personajes que bordean el analfabetismo. A finales de los años 40 y durante las décadas de los 50 y 60, en Francia en particular y en el resto de Europa en general, los intelectuales gozaban de un inmenso prestigio. Figuras tan celebradas como Sartre y Camus eran las que toda persona culta debía imitar al posicionarse políticamente". 


Izquierda: "En caso de que los comunistas ganaran, nuestras mujeres estarían indefensas bajo las botas de los rusos asiáticos", 1953. Derecha: Póster del film "I-Married-a-Communist".

Recomendando dar lectura a los referidos artículos de Javier Bilbao (enlaces abajo) resumimos su investigación. 

"Si algo logró cautivar la atención de la población mundial, especialmente a partir de los años 60, fueron las nuevas formas de ocio de la emergente sociedad de consumo. Desde 1948 la emisora de la CIA Radio Europa Libre emitía música jazz y pop a los oyentes del Bloque Oriental, el MoMA de Nueva York también por iniciativa de la agencia promocionaba el expresionismo abstracto de autores como Pollock (considerado algo totalmente opuesto al realismo socialista), la Coca-Cola se extendía como la pólvora por Europa ante el pavor marxista y grupos como los Beatles causaban sensación también al otro lado del telón de acero. Tal como el cineasta de origen checo Milos Forman explicaba sobre su juventud antes de exiliarse, no eran solo las ansias de los jóvenes de Europa del Este por los pantalones vaqueros y la música occidental, sino el rechazo hacia estos por parte del régimen, lo que le hacía perder credibilidad: “los ideólogos estaban diciendo que esto es decadente, son cuatro monos que escapan de la selva…


      (Haga clic en las imágenes para verlas a mayor resolución)

Respecto al cine, las autoridades americanas pronto supieron ver la extraordinaria influencia que puede llegar a tener y le concedieron una notable importancia. Había informativos sobre cómo reconocer a un comunista. Se advierte de que un comunista no se distingue en su aspecto físico de cualquier otra persona, muy necesaria aclaración. La CIA también quiso meterse en el negocio y financió y distribuyó por el mundo la adaptación en dibujos animados del clásico de Orwell "Rebelión en la granja". De forma un tanto paradójica hicieron también otra adaptación del mismo autor: "1984". Es decir, el Gobierno Federal produjo una película propagandística que trata sobre un Estado totalitario basado en la propaganda. El cine de Hollywood debía contener un mensaje en defensa del mundo libre y contra la tiranía comunista. La consigna del proyecto era “Militant Liberty”.


Un póster del film "The Red Menace", una película anticomunista y antisoviética estrenada en 1949 en EEUU.
 

Pero, siempre hay que tener presente que: "La propaganda pierde efectividad si es reconocida como tal". 

Aquí abajo hay cinco ejemplos de propaganda estadounidense durante la Guerra Fría, son posters casi desconocidos que fueron distribuidos en diferentes idiomas, principalmente para el Asia, Oriente Medio e incluso para América Latina.

 

    "La Federación Lobo", 1950-1951 



Stop criminal!



" La Mano Roja del Comunismo se extendió para destruir a todos los pueblos del sudeste asiático".



Servimos a la gente

Esta curiosa caricatura política muestra al mortero de la yihad aplastando a la Unión Soviética en Afganistán.



Para concluir otros ejemplos domésticos de la propaganda estadounidense.


"Cómo espera Stalin que destruyamos América" (Joe Lowe Co. 1951)


Un clásico muy popular, "Is this tomorrow" (Este es el futuro). Son portadas de la propaganda anticomunista del comic publicado en Estados Unidos por el gremio catequético en St. Paul - Minnesota, en 1947. En su interior decía que el estadounidense promedio era propenso a decir: " 'Esto no puede suceder aquí'. Millones de personas en otros países solían decir lo mismo…. Hoy están muertos o viviendo en la esclavitud comunista. ¡No debe suceder aquí! " 













Este artículo es continuación de: La Guerra de los Carteles...



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Lecturas recomendadas

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