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04 noviembre 2019

La crisis de los rehenes en Irán




por Tito Andino U.


4 noviembre 1979 - La toma de la embajada estadounidense en Teherán  

40 años atrás un grupo de estudiantes asaltaban en Teherán la Central del espionaje estadounidense, hecho que es conocido mundialmente como la toma de la embajada de los Estados Unidos. Aunque se habla de rehenes, otros consideran que se tomaron prisioneros, 52 en total. Lo inaudito de este incidente internacional es que Estados Unidos NUNCA protestó formalmente por la violación del Derecho Internacional, en este caso ante las Naciones Unidas. Al contrario, aunque parezca mentira era la propia embajada estadounidense quien contrariaba las normas del Derecho Internacional, concretamente la Convención de Viena, por qué? "Todo" el mundo, menos los iraníes parecían no darse cuenta que no era un centro diplomático, el edificio que ocupaba la embajada de los Estados Unidos en Teherán era un "nido de espías", con ese término se lo conocería para la perpetuidad. 

El 4 de noviembre de 1979, la todavía Revolución iraní que depuso al Sha amaneció con la noticia de que alrededor de 400 estudiantes revolucionarios se habían tomado la Embajada con pancartas que decían "Jomeiní lucha, Carter tiembla", exigían que Washington extradite al derrocado Sha que había llegado a los Estados Unidos para tratarse medicamente. 

Inicialmente el propósito fue ese, presionar a Carter para que repatrie al Sha para ser juzgado por corrupción. Naturalmente que entre los partícipes de la toma de la embajada había gente convencida que se preparaba un golpe de estado para acabar con la naciente revolución. Los estudiantes tenían programado ocupar la embajada durante 48 horas, pero con el apoyo dado por el ayatolá Jomeini las cosas tomaron otro rumbo que involucraba la política internacional, el mundo del espionaje y las amenazas.


 El lider espiritual y lider de la Revolución Iraní, Ruholla Jomeini o Khomeini (1902-1989)


Un historiador imparcial no debe pasar por alto un hecho histórico previo. La naciente Revolución Iraní, encabezada por el ayatolá Jomeini, comenzaba a cuestionarse si era necesario mantener relaciones diplomáticas con los Estados Unidos. Jomeini respaldó a través de los medios oficiales la ocupación de la Embajada y llamó a la lucha contra el "Gran Satán".

Jomeini aprovechó la toma para expandir el nuevo poder islámico. Recordemos que el ayatolá Jomeini aun no era el líder indiscutible de Irán en 1979, habían pasado largos meses en que el país estuvo convulsionado por una ola de disturbios, acciones separatistas, protestas obreras y sobre todo luchas intestinas para llenar el vacío del poder dejado por el Sha. En ese caos hubo sectores oficiales que se opusieron a la toma de la Embajada, el caso más notorio fue el primer ministro Mehdi Bazargan, quien dimitió a los pocos días junto al resto del gobierno que dirigía, como protesta a la toma de la sede de la diplomacia estadounidense, consideraba que ese acto era contrario a los intereses nacionales. Los ayatolás se afianzaron de esa forma en el control total del país.

Por sentado que un acto de esta naturaleza obligó a la Casa Blanca a romper relaciones diplomáticas con Irán en 1980, desde aquel momento ya nada sería igual, un ambiente de guerra mediática y psicológica ha sido la constante a lo largo de cuatro décadas.

El 4 de noviembre de 1979 tuvo un giro inesperado. Una vez que los partidarios y fuerzas leales a los ayatolás tomaron el control cedido por los estudiantes se empieza a explotar la oportunidad ocasionada por la retención de los estadounidenses. Identificar y detener a los numerosos agentes de la CIA ahí presentes, éstos inclusive fueron sorprendidos ‎‎in fraganti en una cámara secreta dentro de la embajada destruyendo documentación confidencial. 



Este episodio no es rebatido ni en los Estados Unidos en la actualidad, ex espías o ex rehenes, funcionarios de la CIA, lo han confirmado. La historia ha sido corroborada en divesas ocasiones, hasta al menos dos marines ‎liberados en la embajada dan por válidas las denuncias iraníes sobre el "nido de espías". Y Hollywood ha producido films que reconocen implícitamente tal naturaleza, así como documentales de cadenas estadounidenses.

Las represalias de Washington no se hicieron esperar. 1980 es un año muy convulsivo para los iraníes. No solo se da el intento de rescate de los rehenes, sino que los Estados Unidos consiguen que la República de Irak, aquella de Saddam Hussein, declare la guerra al Irán de los ayatolás, desatándose un dantesco conflicto aprovechado por las potencias occidentales para lucrar en la venta de armamento a los dos bandos. También era evidente que se intentaba desgastar a los iraníes militarmente para una posible caída de la revolución islámica. Se estima que el conflicto ocasiono la muerte de unos 600.000 iraníes, pero no se consiguió el objetivo. 

A pesar que Washington colocó a Irán en la lista del "Eje del Mal" (patrocinadora del terrorismo internacional, luego haría lo mismo con su socio Saddam Hussein) el mundo pudo apreciar actos de atroz terrorismo en 1988 por parte de los estadounidenses al atacar un avión civil iraní de la empresa "Iran Air", como consecuencia 290 civiles victimados. 

En marzo de 1980, Jimmy Carter ordenó una operación militar de rescate de los rehenes, se la bautiza como "Garra de Águila" (Eagle Claw), fiasco total, varias aeronaves se estrellan en el desierto iraní. Se ensayaron algunos planes dignos de una película de Hollywood, pero no eran viables. La única forma era aterrizar en el desierto iraní, muy lejos de Teherán (casi 500 kilómetros). El punto se denominó "Desierto Uno", a ese lugar debían concurrir aerotransportados los miembros de la "Fuerza Delta", utilizándose aviones C-130, luego abordar helicópteros RH-53 que, a su vez, debían aterrizar en otro punto para reabastecerse (a unos 80 kilómetros de Teherán). Según el plan diseñado, la Fuerza Delta debería llegar al atardecer en camiones a Teherán (porque el ruido de los helicópteros los delataría). Tendría lugar, según lo planificado, un asalto directo y los rehenes liberados debían trasladarse al estadio de fútbol para abordar los RH-53, mientras los Hercules C-130 esperaban la "carga". La tarea no terminaba ahí, debía impedirse que la escasa aviación iraní despegara, debían destruir los edificios de la embajada para no dejar rastros o ser utilizados como medio de propaganda. Una vez en el estadio, la Fuerza Delta y los rehenes embarcarían en los helicópteros y volarían hacia un aeródromo abandonado a medio camino entre Teherán y la ciudad de Qom que debía estar protegido por una compañía de Rangers. Todos los participantes y los rehenes debían ser trasladados a Omán en aviones. Estaba previsto, de ser el caso, el respaldo de apoyo aéreo desde los portaaviones Nimitz y Coral Sea. Un plan, a todas luces, demasiado ambicioso, solo en Hollywood podría contemplarse el éxito.


Miembros del 8° Escuadrón de Operaciones Especiales en una foto grupal frente a un MC-130E Combat Talon I, antes de partir para la Operación Eagle Claw el 24 de abril de 1980. El Mayor de la Fuerza Aérea de EE. UU. Lyn McIntosh (cuarto desde la derecha), de Moody Air Force Base, Georgia, fue una de las ocho personas perdidas en esa misión.

A finales de 1979 se inició el despliegue del equipo militar. El 16 de abril de 1980 el presidente Carter dio el visto bueno para la operación militar. Debido a la complejidad se necesitaba el apoyo de otros estados, por cuestiones estratégicas y de movilización, Turquía, Egipto, Israel, Omán y Baréin quedaron involucrados. Entonces se ordenó el envío de la Fuerza Delta hacia Egipto donde se ubicaría el mando operativo, la fuerza de ataque partiría desde una isla en Omán. 

El día 24 de abril 1980, tres C-130 despegaron de Egipto, un total de 132 efectivos (93 de la Fuerza Delta y 13 del equipo de rescate, más otro personal indispensable) rumbo a "Desierto Uno" en Irán, en vuelo rasante para evitar ser detectados por los radares. El avión de avanzada llegó a su destino pero antes de volver a despegar se involucro en incidentes armados. 

El mal tiempo y volar a baja altura afectó no solo la visibilidad sino a las aeronaves por las partículas de polvo en suspensión, al menos tres de ellos quedaron inoperables, se necesitaba como mínimo seis y solo disponían de cinco helicópeteros a esos momentos. Carter ordenó abortar la misión. 

La evacuación fue caótica un C-130 y un RH-53 chocaron, causando bajas mortales, los iraníes aparecieron en la zona, los comandos lograron escapar en los otros C-130, todos los helicópteros fueron abandonados. 


Helicópteros RH-53 en la cubierta del USS Nimitz.


Como consecuencia, los rehenes fueron dispersados para evitar nuevas tentativas de rescate. El presidente Carter en un discurso televisivo asumió la responsabilidad de la fallida misión, su secretario de Estado dimitió. Ese mismo año Carter pierde las elecciones ante Ronald Reagan. 

Deliberaciones secretas entre Irán y Estados Unidos habían tenido ya lugar con la mediación de Argelia, la crisis termina con la firma de un acuerdo el 19 de enero de 1981, Teherán libera a los rehenes minutos después de la posesión de Reagan el día 20 de enero. 

Si la crisis de los rehenes duró 444 días, la crisis USA-Irán perdura desde entonces, una crisis que ha estado a punto de desatar un conflicto directo entre los dos estados y hasta ha ocasionado una "crisis nuclear" que también ha estado al borde de una guerra de insondables consecuencias. Parecía que la paz entre estos dos estados llegaría en 2015 tras la suscripción del Acuerdo Nuclear, pero el presidente Trump, de forma unilateral, se apartó de sus términos. 

Fuertes sanciones se han impuesto a Irán en el campo económico a lo largo de estas décadas, el objetivo siempre ha sido minar su espíritu de lucha, acabar con su economía, incitar a revueltas "espontáneas", una forma de guerra psicológica que se aplica con relativo éxito en diferentes escenarios antes de una intervención militar. 

Es cierto que Irán ha dado muestras de apartura, con estricto respeto a su soberanía, era lógico que el aislamiento internacional durante un largo periodo de tiempo terminaría sucumbiendo al país, por ello negoció reformular su desarrollo nuclear a cambio de una apertura económica. 

Es probable que el Acuerdo Nuclear del 2015 evitó que los Halcones del Pentágono y sus socios israelíes, encabezados por Benjamín Netanyahu atacaran militarmente a Irán. Está demostrado que esa hipótesis es verdadera, planes para atacar y destruir las infraestructuras básica de la República Islámica de Irán han existido desde el mismo inicio de la Revolución de los Ayatolás. Pero muy pocos quieren recordar que el programa nuclear iraní tuvo su inició en la época del Sha Mohamed Reza Pahlevi, con el apoyo de los Estados Unidos! 

Y la crisis se mantiene, una "crisis" que es más de carácter retórico, acompañado de sanciones económicas y amenazas, algo que es habitual en el juego geoestratégico mundial, crisis que se repiten de manera constante. Mucho ruido y pocas nueces dirán algunos. Algo parecido a las "crisis" anuales entre los Estados Unidos y Korea del Norte, épocas para hacer pingües negocios energéticos y comercio de armas. Nada fuera de los "normal". la verdad es que detrás de tanto escándalo y "vientos de guerra", las dos grandes superpotencias mundiales -Estados Unidos y Rusia- tiene la última palabra y éstas están en permanente comunicación. 

Como dice Thierry Meyssan: 

"Con tantos actores interpretando papeles equivocados es imposible excluir la ‎posibilidad de que toda la farsa degenere en un incidente que provoque una guerra. El hecho es ‎que la Casa Blanca y el Kremlin se hablan. Ni el secretario de Estado Mike Pompeo ni el ministro ‎ruso de Exteriores Serguei Lavrov desean dejarse arrastrar por la lógica bélica".


ANEXO FOTOGRÁFICO DE LA FALLIDA OPERACIÓN "EAGLE CLAW"











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