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U.S. Navy Page
China en la mira del Pentágono
LA GEOPOLÍTICA DE OBAMA DEL «PIVOTE» CHINO
por F. William
Engdahl
Nota del editor del blog
Este artículo fue
redactado por F. William Engdahl en 2012. Es, como muchos de los artículos que
publicamos, analogía en el presente. Los hechos de actualidad son los mismos de
hace 10 años o más. El intervencionismo sigue su curso en el mundo, esas
aventuras guerreristas disfrazadas de globalización económica no son procesos a
corto plazo, sobrepasan generaciones, más el objetivo se mantiene
imperturbable.
Es una guerra entre
superpotencias. Una guerra de carácter económico que mata mucha gente, en
cualquier momento puede desencadenarse un gran conflicto armado entre las
grandes potencias en pugna por hacerse con el control del África, Medio Oriente
y regiones del Asia. Es una guerra imperceptible para la mayoría, se desarrolla
entre aliados de la OTAN, viejas potencias colonialistas europeas que pugnan en
contra del poder financiero de la City de Londres y los Estados Unidos, todos luchan
entre sí. Pero, también ha surgido otra competencia poderosa desde hace algunas
décadas: CHINA, que se suma a esa guerra por la hegemonía de los mercados
internacionales. No debemos olvidar tampoco a Rusia, que a su manera, también
participa en esa disputa y algunas potencias del mundo islámico como Irán y la
Arabia de los Saud. No debemos dejar por alto los intereses regionales y las
guerras que fomenta el estado de Israel.
Eso lo hemos visto en
una entrega anterior, ÁFRICA: APOCALIPSIS NOW. En esta entrega nos centraremos a la disputa directa entre China y los
Estados Unidos, desde la perspectiva geo estratégica y militar.
Buena lectura.
t.a.
*****
El surgimiento de
China como nueva potencia económica mundial con intereses propios llevó a la
administración Obama a adoptar, en 2011, una nueva estrategia “de defensa” en
la región del Pacífico. Desde ese momento, el Pentágono viene posicionando sus
fuerzas alrededor de la nueva potencia asiática, complementando esto con la
importante cooperación de Australia, un despliegue de instalaciones y medios de
combate que le permitiría cortar las rutas comerciales por las que fluye hacia
China el petróleo proveniente de África y del Medio Oriente. William Engdahl
explica a fondo los detalles del viraje geopolítico estadounidense en el
Pacífico, que puede dar lugar a un nuevo conflicto militar de gran envergadura
en un futuro no muy lejano.
El ex presidente Obama y la ex primera ministro de Australia, Julia Gillard, en un
encuentro con las tropas australianas y estadounidenses acantonadas en la base
militar de Darwin, Australia, el 17 de noviembre de 2011.
Desde el colapso de
la Unión Soviética y el fin nominal de la Guerra Fría hace unos 25 años, lejos
de reducir el gigantesco gasto militar estadounidense, el Congreso de Estados
Unidos y todos sus presidentes han expandido enormemente el gasto para nuevos
sistemas de armamento. Han incrementado
el número de bases militares permanentes en todo el mundo (más de 860 bases militares de EEUU en más de 40
países) y ampliado la OTAN no solamente hacia países del antiguo Pacto de
Varsovia en la periferia inmediata de Rusia, sino que también han expandido la
presencia militar de la OTAN y Estados Unidos al interior de Asia, en los
límites de China a través de su guerra en Afganistán y campañas relacionadas.
Parte I: el Pentágono apunta a China
Sobre la base de
simples desembolsos de dólares para gasto militar, el presupuesto combinado del
Pentágono, y dejando de lado los enormes presupuestos para agencias
relacionadas con la defensa y seguridad nacional del gobierno de Estados
Unidos, como el Departamento de Energía y el Tesoro y otras agencias, el
Departamento de Defensa estadounidense gastó alrededor de US $739 mil millones
en 2011 para sus requisitos militares. (Nota
del editor del blog: Trump ha presentado su proyecto de presupuesto federal para defensa en 2018 aumentando
los gastos por la suma de US 54.000 millones, según fuentes de la Casa Blanca. Eso
representa un incremento de 9% en el presupuesto militar estadounidense).
China oficialmente gastó apenas 10% en la inversión de
EEUU en defensa, unos US $90 mil millones, o, si se
incluyen algunas importaciones de armas relacionadas con defensa y otros
costos, quizá US $111 mil millones al año. Incluso si las autoridades chinas no
publican datos completos sobre tales áreas sensibles, es evidente que China
gasta apenas una fracción de lo que gasta Estados Unidos y parte de una base
tecnológica-militar bastante atrasada respecto a la estadounidense.
Hoy en día, debido a
su dinámico crecimiento económico y a su determinación para proteger sus intereses
nacionales, China se ha convertido con
su mera existencia en la nueva “imagen del enemigo” del Pentágono, reemplazando
ahora a la anterior “imagen del enemigo” del Islam utilizada después de
septiembre de 2001 por la administración Bush-Cheney para justificar la
búsqueda de poder mundial del Pentágono, o a la del comunismo soviético durante
la Guerra Fría. La nueva postura militar de Estados Unidos contra China no
tiene nada que ver con ninguna amenaza agresiva por parte del gran país
asiático. El Pentágono ha decidido intensificar su agresiva postura militar
hacia China solamente porque ésta se ha vuelto un sonoro polo independiente en
la economía y geopolítica mundial. En el mundo globalizado de Washington sólo
hay cabida para estados vasallos.
En la Doctrina Obama: China es la nueva «imagen del
enemigo»
Después de casi dos
décadas de descuidar sus intereses en Asia Oriental, en 2011, la administración
Obama anunció que Estados Unidos realizaría “un giro estratégico” en su
política exterior a fin de enfocar su atención política y militar a la región Asia-Pacífico, particularmente
al sureste asiático, es decir, a China. El término “giro estratégico” es una página del libro de texto clásico del
padre de la geopolítica británica, Sir Halford Mackinder, que habló varias
veces de Rusia y posteriormente de China como “potencias pivote” cuya posición
geográfica y geopolítica implicaba retos extraordinarios para los anglosajones,
y después de 1945, para la hegemonía estadounidense.
Durante los meses finales de 2011, la administración Obama
definió claramente una nueva doctrina pública de amenaza militar para la
disponibilidad militar de Estados Unidos tras sus fracasos militares en Iraq y
Afganistán. Durante un viaje presidencial a Lejano Oriente, mientras se
encontraba en Australia, el presidente de Estados Unidos reveló lo que se
define como la Doctrina Obama [1].
Obama dijo entonces a
los australianos:
Con la mayoría del poder nuclear mundial y casi la mitad
de la humanidad, Asia definirá en buena parte si el siglo venidero quedará
marcado por el conflicto o la cooperación (…) Por lo tanto, como presidente he
tomado una decisión deliberada y estratégica — como nación del Pacífico, Estados Unidos desempeñará un papel más
amplio y a largo plazo en la conformación de esta región y su futuro (…) He
instruido a mi equipo de seguridad nacional para hacer de nuestra presencia y
misión en la región Asia-Pacífico una prioridad de alto nivel (…) Como
planeamos y presupuestamos para el futuro, asignaremos los recursos necesarios
para mantener nuestra fuerte presencia
militar en esta región. Conservaremos nuestra capacidad extraordinaria para
proyectar poder y disuadir amenazas a la
paz. (…) Nuestros intereses
duraderos en la región demandan nuestra presencia duradera en la región.
Estados Unidos es una potencia del Pacífico, y estamos aquí para quedarnos. De hecho,
ya estamos modernizando la postura de defensa de Estados Unidos en la región
Asia-Pacífico. Se desplegará más ampliamente — manteniendo nuestra fuerte presencia
en Japón y la península de Corea, reforzando simultáneamente nuestra presencia
en el sureste asiático. Nuestra postura será más flexible — con nuevas
capacidades para garantizar que nuestras fuerzas puedan operar libremente. Creo
que podemos abordar retos compartidos, tales como la proliferación y la
seguridad marítima, incluyendo la cooperación en el mar del Sur de China.
[2]
El eje de la visita
de Obama fue el anuncio de que al menos 2,500 marines estadounidenses serán
emplazados en Darwin, en el Territorio del Norte de Australia. Además, en una
serie de significativos acuerdos paralelos, hubo pláticas con Washington para
usar aviones estadounidenses no tripulados de vigilancia de largo alcance
provenientes de las remotas Islas Cocos — un territorio australiano en el
Océano Índico. Estados Unidos tendrá también acceso a un mayor uso de las
bases de la Fuerza Aérea Australiana y más visitas de embarcaciones y
submarinos al Océano Índico a través de una base naval a las afueras de Perth,
en la costa occidental de Australia.
La
base estadounidense de Cocos Island (en el círculo rojo) debe garantizar el
control del Océano Índico.
El blanco del Pentágono es China
Para dejarles claras
las cosas a los miembros europeos de la OTAN, en comentarios realizados en
Washington en julio de 2012, Phillip Hammond, Secretario de Estado para la
Defensa del Reino Unido declaró explícitamente que el nuevo rumbo de la defensa estadounidense hacia la región
Asia-Pacífico apuntaba de lleno a China. Hammond dijo que, “la creciente importancia estratégica de la
región Asia-Pacífico demanda que todos los países, pero sobre todo Estados
Unidos, reflejen en su postura estratégica la emergencia de China como una
potencia global. Lejos de preocuparse por la acometida hacia la región
Asia-Pacífico, las potencias europeas de la OTAN deben darle la bienvenida al
hecho de que Estados Unidos desea embarcarse en este nuevo reto estratégico en
representación de la alianza.” [3]
Como con muchas de
sus operaciones, el despliegue del Pentágono es mucho más profundo de lo que
pudiese sugerir el número relativamente pequeño de 2,500 nuevos soldados
estadounidenses.
En agosto de 2011 el
Pentágono presentó su informe anual sobre el ejército chino. Se establece que China había cerrado brechas tecnológicas
fundamentales. El Secretario Adjunto de Defensa para Asia Oriental, Michael
Schiffer, dijo que el ritmo y alcance de las inversiones militares le habían
“permitido a China luchar por capacidades que consideramos son potencialmente
desestabilizadoras para los equilibrios militares regionales, incrementar el
riesgo de malentendidos y errores de cálculo y puede contribuir a tensiones y
preocupaciones “regionales” [4]. Citó la restauración por parte de China de un
portaaviones de la era soviética y el desarrollo del avión furtivo chino de
combate J20, como indicios de la nueva capacidad que demanda una respuesta
militar más activa de Estados Unidos. Schiffer citó también las operaciones espaciales y cibernéticas de
China, diciendo que estaba “desarrollando
un programa multidimensional para mejorar sus capacidades para limitar o
impedir el uso de activos espaciales por adversarios durante momentos de crisis
o conflictos.” [5]
El
avión de guerra chino Chengdu J-20, (interceptor Multipropósito 20) es de quinta
generación, de la tecnología Stealth
(indetectable por radar, avión invisible o avión stealth), desarrollado por la
fábrica Chengdu Aircraft Industry Group
para la Fuerza Aérea del Ejército Popular chino. Según The Jamestown Foundation, uno de los tanques pensantes de
Washington, puede dejar obsoleto todo el sistema de defensa aérea instalado en
la región. Aún más, el desarrollo de satélites espías, por parte de científicos
chinos, operará como un radar cuántico capaz de rastrear y diferenciar, ante la
más mínima indicación de luz, objetivos nocturnos como falsas señales y aviones
reales, eso significaría que aviones furtivos enemigos con sus novedosos
sistemas de absorción de ondas de radar no
tendrían utilidad con esta nueva tecnología, mucho menos las técnicas
modernas de camuflaje electrónico útiles para ocultar tropas o vehículos
blindados.
Parte II: la «Batalla Aire-Mar» del Pentágono
La estrategia del
Pentágono para derrotar a China en una guerra venidera, estrategia cuyos
detalles se han filtrado a la prensa estadounidense, es llamada la “Batalla Aire-Mar”. Esto hace un
llamado a un agresivo ataque coordinado de Estados Unidos. Los submarinos y
bombarderos furtivos estadounidenses destruirían los radares de vigilancia de
largo alcance y sistemas de misiles de precisión de China en el interior del
país. Esta “campaña cegadora” inicial sería seguida por un asalto aéreo y naval
más amplio sobre China misma [6].
Crucial para la estrategia avanzada del Pentágono, cuyo
despliegue ya ha comenzado discretamente, es la presencia naval y aérea del
ejército de Estados Unidos en Japón, Taiwán, Filipinas, Vietnam y en todo el
Mar del Sur de China y el Océano Índico. El
despliegue naval y de tropas australianas tiene como objetivo acceder al
estratégico Mar del Sur de China así como también al Océano Índico. El motivo
estipulado es “proteger la libertad de
navegación” en el estrecho de Malaca
y en el Mar del Sur de China. En realidad se pretende cortar las rutas
petroleras estratégicas de China en caso de un conflicto total.
Portaaviones
estadounidense USS John C. Stennis
navegando en el mar de Filipinas.
El objetivo de la
Batalla Aire-Mar es ayudar a las fuerzas estadounidenses a resistir un asalto
inicial chino y a contraatacar para destruir los sofisticados sistemas de radar
y misiles chinos construidos para mantener a las embarcaciones estadounidenses
alejadas de la costa china. [7]
El siguiente mapa refleja las
diferentes reivindicaciones planteadas por varios países en el Mar de China
meridional o Mar del Sur de China (South China Sea). Las líneas de colores
representan las aspiraciones de los países. La posición China es la misma desde
los años cuarenta a la que se oponen los países vecinos. Esa línea incluye las Islas Paracelso (en realidad es un pequeño
Archipiélago que incluye la más conocida isla de Woody (donde hace pocos días los cazas de combate chinos han
aterrizado en maniobras). Las Islas
Spratly, son islotes rocosos controlados por varios países, incluso se han
dado enfrentamientos militares. La tesis que se maneja es la “libre navegación
y pesca” en la zona, existen dictámenes emitidos por la Corte Permanente de
Arbitraje de la Haya (disputa con Filipinas) y otras reclamaciones,
generalmente se acepta en el Derecho Internacional (organismos controlados por
las potencias occidentales) sobre la carencia de legitimidad en las reclamaciones
chinas. La posición china ha sido rechazar al organismo internacional porque no
se reconoce los elementos históricos. Sin duda, la reivindicación china es
ejercer soberanía plena en el mar de la China meridional y no internacional
como es el statu quo vigente. La clave es que esa soberanía de China le
permitiría controlar totalmente la navegación. Son algo más de sesenta conflictos
abiertos con los estados vecinos e incluso con los Estados Unidos (disputas por
unos islotes). Y como ya sabemos, los EEUU se autoproclaman defensores de la libre
circulación por la zona. La mitad del tráfico comercial del mundo, gran parte
del petróleo consumido por los países asiáticos pasan por el área disputada,
son vitales para China y los EEUU. También es vital destacar que no solo China construye pistas de aterrizaje en las islas Spratly, también lo ha hecho Vietnam, Taiwan, Filipinas.
La 'Batalla Aire-Mar' EEUU vs China
La
“China Blinding” Air Sea Attack Strategy concebida por el Pentágono para
eliminar los radares chinos.
Además del
destacamento de marines estadounidenses en el norte de Australia, Washington
planea utilizar sus aviones no tripulados de vigilancia de largo alcance,
provenientes de las remotas Islas Cocos —un territorio australiano en el estratégicamente vital Océano Indico.
También tendrá acceso a las bases de la Fuerza Aérea Australiana y habrá más
visitas de embarcaciones y submarinos al Océano Índico a través de la base
naval a las afueras de Perth, en la costa occidental de Australia. [8]
El arquitecto de la
estrategia anti-China del Pentágono de la batalla Aire-Mar es Andrew Marshall, el hombre que ha
delineado la estrategia de guerra avanzada del Pentágono por más de 40 años y
entre cuyos pupilos se cuentan Dick
Cheney y Donald Rumsfeld [9]. Desde los años 1980, Marshall ha sido un
promotor de una idea postulada primeramente, en 1982, por el mariscal Nikolai
Ogarkov, el entonces jefe de los generales soviéticos, estrategia denominada RMA
(por sus siglas en inglés ‘Revolution in
Military Affairs’ – ‘Revolución en Asuntos Militares’). Marshall,
actualmente con 91 años de edad, aún atiende su escritorio y evidentemente
tiene mucha influencia dentro del Pentágono (Nota del editor del blog: se jubiló el 2 de enero de 2015)
La mejor definición
de la RMA fue la que proporcionó el
propio Marshall: “Una Revolución en
Asuntos Militares es un reto de envergadura en la naturaleza de la guerra
provocada por la aplicación innovadora de nuevas tecnologías que, combinadas
con cambios dramáticos en la doctrina militar y con conceptos operacionales y
organizacionales, fundamentalmente altera el carácter y conducta de las
operaciones militares.” [10]
También fue Andrew
Marshall quien convenció al Secretario de Defensa Donald Rumsfeld y a su
sucesor Robert Gates para desplegar el Escudo de “defensa” antimisiles en
Polonia, la República Checa, Turquía y Japón como estrategia para reducir
cualquier amenaza nuclear potencial proveniente de Rusia y, en el caso de la
defensa de misiles balísticos, cualquier amenaza nuclear potencial proveniente
de China.
Parte III: la estrategia del «collar de perlas» del
Pentágono
La
“String of Pearls” Strategy, concebida por el Pentágono para bloquear el
suministro de petróleo a China.
En enero de 2005,
Andrew Marshall envió al Secretario de Defensa Donald Rumsfeld un informe
interno clasificado titulado “Futuros de
la energía en Asia.” El informe Marshall, que se filtró totalmente a un
periódico de Washington, acuñó el término de la estrategia del “collar de perlas” para describir lo
que llamó la creciente amenaza militar china a los “intereses estratégicos de
EUA” (es decir Estados Unidos de América) en el espacio asiático. [11]
El informe interno
del Pentágono afirmaba que “China está
construyendo relaciones estratégicas a lo largo de las rutas marítimas desde
Medio Oriente hasta el Mar del Sur de China de manera que sugieren un
posicionamiento defensivo y ofensivo para proteger los intereses energéticos de
China, pero también para atender vastos objetivos de seguridad.”
Andrew
Marshall (1921- ). Nombrado director del Office of Net Assessment desde la
creación misma, bajo la administración Nixon, en 1973, de esa dependencia del
Departamento de Defensa, Andrew Marshall siguió en ese puesto hasta enero del
2015, año en que se jubiló por su avanzada edad.
En aquel informe de
Andrew Marshall se utilizó por vez primera el término estrategia del “collar de perlas” de China. Es un término del Pentágono y no un término
chino.
El informe afirmaba
que China estaba adoptando una estrategia del “collar de perlas” de bases y
vínculos diplomáticos desde el Medio Oriente hasta el sur de China,
estrategia que incluye una nueva base naval en construcción en el puerto
paquistaní de Gwadar. Aseguraba que “Pekín
ha establecido puestos de escuchas electrónicas ilegales en Gwadar, en el
extremo suroccidental del país, la parte más cercana al Golfo Pérsico. El
puesto monitorea el tráfico de embarcaciones a través del estrecho de Ormuz y
el Mar Arábigo.” [12]
El informe interno
Marshall continuaba advirtiendo sobre otras
“perlas” en la estrategia de rutas marítimas de China:
• Bangladesh: China está fortaleciendo
sus vínculos con el gobierno y construyendo instalaciones portuarias para
contenedores en Chittagong. Los chinos están “buscando un acceso naval y
comercial mucho más extenso” en Bangladesh.
• Birmania: China ha desarrollado
vínculos estrechos con el régimen militar en Rangún y ha convertido una nación
que no se fiaba de China en un “satélite” de Pekín cercana al estrecho de
Malaca, a través del cual pasa el 80% petróleo importado de China. China está
construyendo bases navales en Birmania y tiene instalaciones de recolección de
inteligencia electrónica en islas en la Bahía de Bengala y cerca del Estrecho
de Malaca. Pekín también le suministra a Birmania “miles de millones de dólares
en ayuda militar para apoyar una alianza militar de facto”, afirma el informe.
• Camboya: China firmó un acuerdo militar
en noviembre de 2003 para proporcionar entrenamiento y equipo. Camboya está
ayudando a Pekín a construir vías férreas desde el sur de China hacia el mar.
• Mar del Sur de China: Las actividades
chinas en la región tienen que ver menos con reivindicaciones territoriales que
con “la protección o denegación del tránsito de buques cisternas a través del
Mar del Sur de China”, afirmaba el informe. China está construyendo sus fuerzas
militares en la región para poder “proyectar poder aéreo y marino” desde el
continente y la isla Hainan. China mejoró recientemente una pista de aterrizaje
militar en la isla Woody incrementó su presencia mediante plataformas de
perforación petrolera y buques oceanográficos.
El
proyecto chino para la construcción de un canal marítimo a través del istmo de
Kra, en Tailandia.
• Tailandia: China está considerando
financiar la construcción de un canal de US $20 mil millones a través del istmo
de Kra, lo cual permitiría a los barcos desviarse del Estrecho de Malaca. El
proyecto del canal otorgaría a China instalaciones portuarias, almacenes y otra
infraestructura en Tailandia con el objetivo de reforzar la influencia china en
la región, afirmaba el informe. El Comando Sur del ejército de Estados Unidos
produjo, a finales de los años 1990, un informe clasificado similar que
advertía que China pretendía utilizar instalaciones portuarias comerciales en
todo el mundo para controlar “cuellos de
botella” estratégicos. [13]
Romper el Collar de perlas
Desde ese informe de
2005, las acciones del Pentágono y de Estados Unidos han tenido como objetivo
contrarrestar los intentos de China o defender su seguridad energética mediante
ese “Collar de perlas”. Las intervenciones de Estados Unidos, desde 2007, en Birmania/Myanmar ha tenido dos fases.
La primera fue la
llamada “Revolución azafrán”, una desestabilización
apoyada en 2007 por el Departamento de Estado y la CIA para llamar la atención
internacional sobre las prácticas de derechos humanos de la dictadura militar
de Myanmar. El objetivo era reforzar el aislamiento internacional de ese
país, estratégicamente ubicado, de todas las relaciones económicas, además de
China. Los antecedentes de las acciones de Estados Unidos eran la construcción
por China de oleoductos y gasoductos provenientes de Kunming, en la
suroccidental provincia china de Yunnan, a través de la vieja Carretera de
Birmania a través de Myanmar hacia la Bahía de Bengala desde la India y
Bangladesh, al norte del Océano Índico. (Nota
del editor del blog: A fines septiembre de 2017 EEUU con sus aliados de la
Organización para la Cooperación Islámica (OIC) reunen al Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas, se
acusó de “genocidio” al gobierno de coalición de Myanmar, eso justifica una guerra con o sin apoyo de la ONU. El budismo es el “malo” con la minoría musulmana de los rohingyas. Bien, existe la organización armada de los rohingyas, el Movimiento por la Fe o Ejército de
Salvación Rohingya de Arakan (entrenado por los británicos en Arabia
Saudita y Bangladesh, con unos 5. 000 combatientes). El pasado agosto, los servicios de inteligencia saudíes y de EEUU utilizaron al Ejército
de Salvación Rohingya para atacar cuarteles del ejército y policía. Las tropas birmanas
realizaron una operación antiterrorista contra los yihadistas que terminó con la
huida de algunos cientos de familiares de los yihadistas hacia Bangladesh. El
presidente turco, Erdogan, “alerta” al mundo
musulmán con “el genocidio contra los rohingyas” e incitando a salvar a los
rohingyas… apoyando a su Ejército de
Salvación… Según Thierry Meyssan, los yihadistas nunca
defendieron a los rohingyas, al contrario, hicieron fracasar toda negociación, mejorar sus condiciones de vida y discriminación. “Según los rohingyas, los soldados
del ejército birmano estaban quemando sus aldeas, pero según el ejército
birmano eran los yihadistas quienes cometían esos hechos. Poco a poco, todos
los rohingyas del norte de la región de Arakan se marchaban para buscar refugio
en Bangladesh, cosa que curiosamente no hicieron los rohingyas que viven en el
sur de la misma región”. El mundo musulmán recurrió a la campaña de apoyo con
material fotográfico de un supuesto asesinato de musulmanes por los monjes
budistas en Birmania. En realidad muchas de las fotografías son antiguas
instantáneas de una ceremonia fúnebre con víctimas de un terremoto en China. Ninguna
de las fotos fue tomada en Birmania, la falsedad ha sido desenmascarada. Solo Bangladesh
se percató del papel de los yihadistas y garantizaron su apoyo a Myanmar contra
los terroristas. Bangladesh es consciente que Arabia Saudí protege, asigna fondos y maneja el Ejército de Salvación Rohingya de Arakan. Mayor información en el artículo publicado en este blog: El islam político contra China )
Forzar
a los líderes militares de Birmania a una mayor dependencia respecto a China
fue uno de los factores que provocaron la decisión de los militares de Myanmar
de abrirse económicamente a Occidente. Declararon que el
recrudecimiento de las sanciones económicas de Estados Unidos había dañado
enormemente al país y el presidente Thein Sein realizó su mayor apertura de
liberalización, así como también le otorgó la libertad a la disidente Aung San Suu Kyi, apoyada por Estados
Unidos, para que pueda contender por un cargo de elección popular por su
partido; a cambio, recibió promesas de la Secretaria de Estado, Hillary
Clinton, de inversiones estadounidenses en el país y el posible levantamiento
de las sanciones económicas. [14]
Las
empresas estadounidenses que se relacionan con Birmania son seleccionadas
cuidadosamente en Washington para introducir las más destructivas reformas de
“libre mercado” que llevarán la inestabilidad a Myanmar.
Estados Unidos no permitirá inversiones en entidades que sean propiedad de las
Fuerzas Armadas de Myanmar o de su Ministerio de Defensa. También podrá imponer sanciones a “aquellos que socaven
el proceso de reforma, involucrados en abusos a los derechos humanos que hayan
contribuido a conflictos étnicos o participado en intercambios militares con
Corea del Norte.” Estados Unidos impedirá que empresas o personas
establezcan transacciones con todo “ciudadano o empresa designado(s)
especialmente” que controlen — permitiéndole a Washington, por ejemplo, detener
la canalización de recursos económicos a grupos que “interrumpan el proceso de
reforma”. Es el clásico planteamiento de “la zanahoria y el garrote”, donde la
zanahoria está representada por fabulosas riquezas si Birmania abre su economía
a las empresas estadounidenses y castiga a quienes intentan resistirse a la
absorción de los principales activos del país. El petróleo y el gas, vitales
para China, serán un objetivo especial de la intervención estadounidense.
Las empresas y ciudadanos estadounidenses podrán invertir en empresas de
petróleo y gas propiedad del estado (Myanma Oil and Gas Enterprise). [15]
Obama
también creó una nueva fuerza para que el gobierno imponga “sanciones de
bloqueo” a cualquier persona que amenace la paz en Myanmar.
Las empresas con más de US $500,000 inversión en el país deberán presentar un
informe anual al Departamento de Estado, con detalles sobre derechos laborales,
adquisición de tierras, y pagos superiores a US $10,000 a entidades
gubernamentales, incluyendo empresas estatales de Myanmar. Las empresas y
ciudadanos estadounidenses podrán invertir en la empresa Myanma Oil and Gas Enterprise, de propiedad estatal, pero los
inversores deberán informarle al Departamento de Estado en el término de 60
días.
También, las ONGs estadounidenses de “derechos humanos”, muchas de ellas asociadas estrechamente con los planteamientos
geopolíticos del Departamento de Estado, incluyendo a Freedom House, Human Rights Watch, Institute for Asian Democracy
(Instituto para la Democracia en Asia), la Open
Society Foundation, Physicians for Human Rights (Médicos por los derechos
humanos), U.S. Campaign for Burma
(Campaña de EEUU por Birmania), United to
End Genocide (Unidos para terminar el genocidio)— operan
en Myanmar de acuerdo con una decisión de la Secretaria de Estado desde abril
de 2012. [16]
Tailandia, otra clave en la estrategia
defensiva del Collar de perlas de China, también ha sido sometida a una intense
desestabilización en estos años. Ahora con la hermana de un corrupto ex primer
ministro en el poder, las relaciones EEUU-Tailandia ha mejorado
significativamente.
Después de choques
sangrientos, el multimillonario apoyado por Estados Unidos, el ex primer
ministro tailandés Thaksin Shinawatra, consiguió imponer a su hermana, Yingluck
Shinawatra como primera ministra, y según se informa, sigue moviendo los hilos
desde el extranjero. El propio Thaksin disfruta de una cómoda estadía en
Estados Unidos al momento de escribirse este artículo (verano de 2012).
Las relaciones de
Estados Unidos con la hermana de Thaksin, Yingluck Shinawatra, están
encaminadas a satisfacer plenamente el
“giro estratégico” de Obama para enfocarse en la “amenaza china”. En junio
de 2012, el General Martin E. Dempsey, Jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados
Unidos, declaró a su regreso de una visita a Tailandia, Filipinas y Singapur: “Queremos asociarnos con naciones y tener
una presencia alternada que nos permita construir capacidades comunes para
intereses comunes.” Éstas son precisamente las cuentas principales en lo
que el Pentágono define como el Collar de Perlas.
El Pentágono está negociando discretamente regresar a las
bases abandonadas después de la guerra de Vietnam.
Está negociando con el gobierno tailandés para crear un nuevo centro de “ayuda para desastres” en el campo de aviación
de la Armada Real Tailandesa en U-Tapao, a 144 km al sur de Bangkok.
El ejército estadounidense
construyó la pista de 3 km de largo, una de las más largas de Asia, en los años
1960 para servir de base principal de escala y reabastecimiento de combustible
durante la guerra de Vietnam.
El Pentágono también
está trabajando para garantizar más derechos a las visitas de la marina de
guerra estadounidense a puertos tailandeses a fin de coordinar vuelos de
vigilancia para monitorear rutas comerciales y desplazamientos militares. Y
pronto tendrá a Singapur como base
para cuatro de sus más recientes buques de guerra — buques de combate litoral —
y los alternará periódicamente a Tailandia y a otros países del sureste
asiático. La Armada de EEUU pretende opciones para realizar misiones de vuelos
de vigilancia ordenados desde Tailandia.
[17]
Además, el ex subsecretario
de Defensa Ashton Carter visitó Tailandia en julio de 2012 y el gobierno
tailandés invitó al secretario de Defensa Leon Panetta, quien se reunió con el
ministro tailandés de Defensa en una conferencia en Singapur en junio de 2012
[18]. En 2014, la marina de guerra estadounidense tuvo agendado comenzar el
despliegue de una nueva aeronave antisubmarinos y de reconocimiento P-8A Poseidon en el Pacífico,
reemplazando a los aviones de vigilancia P-3C
Orion. También preparó el despliegue de nuevos aviones no tripulados de
vigilancia de gran altura en la región Asia-Pacífico en esos tiempos. [19]
Parte IV: Defensa India-EEUU «Política de mirar hacia el
este»
El
ex secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta, con su interlocutor
indio A. K. Antony, en Nueva Delhi, el 6 de junio de 2012.
El ex Secretario de
Defensa, Leon Panetta, estuvo en la India en junio de 2012. Allí proclamó que
la cooperación en materia de defensa con la India es el eje de la estrategia
estadounidense de seguridad en Asia. Se comprometió a ayudar a desarrollar las capacidades militares de la India y a
colaborar en la producción conjunta de “artículos” de defensa de alta
tecnología. Panetta fue el quinto secretario del gabinete de Obama en
visitar la India ese año. El mensaje que todos llevaron es que, para Estados Unidos, la India será la
relación más importante del siglo XXI. La razón es el surgimiento de China.
[20]
Hace varios años, durante
la administración Bush, Washington realizó un paso de envergadura al asegurar a
la India como aliado militar de Estados Unidos frente a la creciente presencia
china en Asia. La India lo define como la “Política de mirar hacia el este”. En
realidad, a pesar de todas las afirmaciones sobre lo contrario, es una política militar de “mirar hacia China”.
En comentarios
realizados en agosto de 2012, el subsecretario de Defensa Ashton Carter
declaró, “la India es también una parte
fundamental de nuestro reequilibrio en la región Asia-Pacífico, y, creemos,
para más seguridad y prosperidad en el siglo XXI. Las relaciones EEUU-India
tienen un alcance mundial, como al alcance influencia de ambos países.”
[21]. En 2011, el ejército estadounidense realizó más de 50 actividades
militares significativas con la India.
Carter continuó
haciendo observaciones después de un viaje a Nueva Delhi, “Nuestros intereses de seguridad convergen: en seguridad marítima, en
toda la región del Océano Índico; en Afganistán, donde la India ha realizado
muchísimo por el desarrollo económico y las fuerzas de seguridad afganas; y en
temas regionales más amplios, donde compartimos intereses a largo plazo. Estuve
en la India a solicitud del secretario Panetta y con una delegación de alto nivel
de expertos técnicos y de política de Estados Unidos.” [22]
Océano Índico
La estrategia del “Collar de perlas” del Pentágono contra
China no tiene hermosas perlas, sino una
soga de verdugo alrededor de China, diseñada para aislar completamente a China
de su acceso a materias primas vitales, muy particularmente del petróleo
proveniente del Golfo Pérsico y de África.
El ex consejero del
Pentágono, Robert D. Kaplan, que ahora trabaja con Stratfor, ha observado que el
Océano Índico se ha vuelto un “centro de gravedad estratégico” mundial y que
quien controle ese centro, controla Eurasia, incluyendo a China. Ese océano
es un corredor marítimo vital para flujos de energía y comercio entre los
países de Medio y Lejano Oriente. Más estratégicamente, es el corazón de un eje
económico sur-sur en desarrollo entre China, África y América Latina.
Desde 1997, el comercio entre China y África se ha
incrementado en más de 20 veces y el
comercio con América Latina, incluyendo a Brasil, se ha incrementado en 14
veces en apenas 10 años. De continuar esa dinámica, puede acabar eclipsando en menos de una década la importancia económica
de la Unión Europea, así como también la decreciente economía industrial de
Norteamérica, algo que los grupos de poder de Washington y Wall Street están
determinados a impedir a toda costa.
Tratando de eludir el
arco islámico, que se extiende desde Somalia hasta Indonesia pasando por los
países del Golfo y de Asia Central, la
región que rodea el Océano Índico se ha vuelto definitivamente el centro de
gravedad estratégico del mundo. [23]
Ningún bloque económico rival puede permitirse desafiar
la hegemonía estadounidense. El ex consejero
geopolítico de Obama, Zbigniew Brzezinski (recientemente
fallecido), un estudiante de la geopolítica de Mackinder y aún hoy junto
con Alfred Heinz (alias Henry Kissinger) una de las personas más influyentes de
la élite política de Estados Unidos, sintetizó la posición vista desde
Washington en su libro de 1997, “El gran
tablero de ajedrez: La superioridad estadounidense y sus imperativos
geoestratégicos” (The Grand Chessboard: American Primacy and It’s
Geostrategic Imperatives):
Es imperativo que no surja ningún contendiente
euroasiático capaz de dominar Eurasia y, por lo tanto, de desafiar también a
Estados Unidos. La formulación de una geoestrategia
euroasiática global e integral es, por lo tanto, el propósito de este libro.
[24]
Para Estados Unidos, el premio geopolítico más importante
es Eurasia… La superioridad mundial de Estados Unidos depende directamente de
cuánto y cómo se mantenga efectivamente su preponderancia sobre el continente
euroasiático. [25]
En ese contexto,
resulta esencial cómo ‘administra’ Estados Unidos a Eurasia. Se trata del más
grande del mundo y es axial geopolíticamente. La potencia que domine a
Eurasia controlará dos terceras partes de las regiones más avanzadas y
económicamente más productivas del mundo. Un vistazo al mapa sugiere
también que el control sobre Eurasia casi supondría también la subordinación
automática de África, volviendo al hemisferio occidental y a Oceanía
geopolíticamente periféricos con respecto al continente central del mundo. Aproximadamente el 75% de la población
mundial vive en Eurasia, la mayor parte de la riqueza física mundial también se
encuentra allí y, tanto en sus empresas como debajo de su suelo. Eurasia
representa el 60% del PIB mundial y aproximadamente tres cuartas partes de los
recursos energéticos conocidos a nivel mundial. [26]
El Océano Índico está coronado por lo que algunos llaman
un arco islámico de países que van de África Oriental a Indonesia incluyendo a
los países del Golfo Pérsico y del Asia Central. El
surgimiento de China y de otras potencias asiáticas más pequeñas en las pasadas
dos décadas ha desafiado la hegemonía de Estados Unidos en el Océano Índico,
por vez primera desde el inicio de la Guerra Fría. Especialmente en los años
recientes, a medida que la influencia estadounidense ha declinado
vertiginosamente y que la de China ha aumentado espectacularmente, el Pentágono
ha comenzado a rediseñar su presencia estratégica en el Océano Índico. El “viraje asiático” de Obama se centra en
asumir un control decisivo del Pentágono sobre las rutas marítimas del Océano
Índico y las aguas del Mar del Sur de China. La base militar de Estados Unidos en Okinawa, Japón, se está remozando como un centro esencial para
proyectar al ejército estadounidense hacia China. Para 2010 había más de 35,000
militares del ejército estadounidense destacados en Japón, además de 5,500
civiles estadounidenses empleados allí por el Departamento de Defensa de
Estados Unidos. La Séptima Flota de
Estados Unidos tiene base en Yokosuka. La
3ª Fuerza Expedicionaria Marina en Okinawa. 130 aviones de combate de la US Air Force están destacados en la base
aérea de Misawa y en la base aérea de
Kadena.
El gobierno japonés
comenzó en 2011 un programa de armamento diseñado para contrarrestar lo que se
interpreta como la creciente amenaza china. El comando japonés ha instado a sus
líderes a solicitar a Estados Unidos la venta de jets de combate F-22A Raptor, cuya venta se prohíbe
actualmente por la legislación estadounidense. Los ejércitos surcoreano y
estadounidense han ampliado su alianza estratégica y más de 45,000 soldados estadounidenses han sido
destacados ahora en Corea del Sur. Los surcoreanos y estadounidenses
afirman que ello se debe a la modernización del ejército de Corea del Norte.
China y Corea del Norte denuncian que se trata de una medida innecesariamente
provocativa. [27]
Pretextando
su guerra contra el terrorismo, Estados Unidos ha desarrollado acuerdos
militares de envergadura con Filipinas y con el ejército de Indonesia.
Situación
estratégica de la base militar de Diego Garcia.
La base militar de la isla Diego García es el eje de
control estadounidense en el Océano Índico. En
1971 el ejército de Estados Unidos expulsó a los pobladores de Diego García
para construir una vasta instalación militar y lanzar posteriormente misiones
contra Iraq y Afganistán.
China tiene dos talones de Aquiles
— el estrecho de Ormuz en la entrada
de Golfo Pérsico y el estrecho de Malaca
cerca de Singapur. Aproximadamente un 20% del petróleo de China pasa por el
estrecho de Ormuz. Y alrededor del 80% del petróleo chino pasa por el estrecho
de Malaca, al igual que un comercio de carga relevante.
Para impedir que China emerja exitosamente como un
competidor económico de peso a nivel mundial para Estados Unidos, Washington
lanzó la llamada Primavera Árabe a finales de 2010.
Aunque las aspiraciones democráticas y libertarias de millones de ciudadanos
árabes en Túnez, Libia, Egipto y algunos países más es auténtica, estos fueron
utilizados en realidad como carne de cañón involuntaria para desatar una
estrategia estadounidense de caos, guerras y conflictos intra-islámicos en todo
el mundo islámico, rico en petróleo, desde Libia, en el norte de África, hasta
Siria y, en último término, Irán, en el Medio Oriente. [28]
La estrategia estadounidense en los países del arco
islámico asentados en el Océano Índico es, como lo
definió el analista estratégico Mohamed Hassan:
Estados Unidos pretende controlar estos recursos para
evitar que lleguen a China.
Esta guerra era un objetivo principal de las guerras en Iraq y Afganistán,
pero estas se han convertido en fracasos. Estados Unidos destruyó estos
países para imponer gobiernos dóciles, pero ha fracasado. ¡La cereza sobre el
pastel son los nuevos vínculos entre los gobiernos iraquí y afgano con China!
Por lo tanto, Pekín no ha necesitado gastar miles de millones de dólares en una
guerra ilegal para influir en el oro negro de Iraq: las empresas chinas
simplemente compraron concesiones petroleras en subasta con total legalidad.
La estrategia de Estados Unidos ha fracasado de cabo a
rabo.
Sin embargo, aún hay una opción abierta para EEUU: mantener el caos para evitar que estos países logren estabilidad en
beneficio de China. Esto implica continuar la guerra en Iraq y Afganistán y
extenderla a países como Irán, Yemen o Somalia.
[29]
Parte V: Mar del Sur de China
La
República Popular China, así como Taipei, Vietnam, Filipinas, Malasia y Brunei,
reclaman la posesión total o parcial de las aguas de la región, potencialmente
ricas en petróleo y minerales y de gran valor estratégico como vías marítimas
comerciales.
La
culminación de la soga de verdugo del llamado “Collar de perlas” del Pentágono
alrededor de China como medio de aislarla de la energía vital y de otras
importaciones en caso de guerra, se centraba en 2012 en la creciente
manipulación de los acontecimientos en el Mar del Sur de China.
El Ministerio de Recursos Geológicos y Minería de la República Popular China
calculaba que el Mar del Sur de China puede contener 18 mil millones de
toneladas de petróleo crudo (en comparación con los 13 mil millones de
toneladas de Kuwait). El cálculo más optimista sugería que los recursos petroleros potenciales (reservas
no probadas) de las islas Spratly
y Paracelso, en el Mar del Sur de
China, podrían elevarse a 105 mil millones de barriles de petróleo, y que el
total del Mar del Sur de China podría llegar a los 213 mil millones de
barriles. [30]
Sorprendentemente, la
existencia en la zona de tan vastas reservas de energía no se ha vuelto un tema
de seguridad energética fundamental para China. Washington ha implementado
una intervención calculada en los años recientes para sabotear los intereses
chinos, utilizando especialmente a Vietnam
como cuña contra la exploración petrolera china. En julio de 2012, la
Asamblea Nacional de Vietnam aprobó una ley que demarcaba los límites marinos
vietnamitas incluyendo a las islas Spratly
y Paracelso. La influencia
estadounidense en Vietnam se ha vuelto decisiva desde que el país se abrió a la
liberalización económica. En 2011 el ejército de Estados Unidos comenzó la
cooperación con Vietnam, incluyendo ejercicios militares “pacíficos” conjuntos.
Washington ha apoyado tanto a Filipinas
como a Vietnam en sus reivindicaciones territoriales sobre territorios
reivindicados por China en el Mar del Sur de China, fomentando que los
mencionados países pequeños no busquen una solución diplomática. [31]
En 2010, las grandes
empresas petroleras de Estados Unidos y del Reino Unido ingresaron a la oferta
para la exploración en el Mar del Sur de China. La oferta de Chevron y BP se sumó a la presencia en la región de la Anadarko Petroleum Corporation, con sede en Estados Unidos. Esa
transacción es esencial para proporcionar a Washington el pretexto de la “defensa de los intereses petroleros
estadounidenses” en el área. [32]
Balikatan
es el nombre de las maniobras anuales conjuntas filipino-estadounidenses. Se
lleva a cabo cada año desde que Filipinas y EEUU suscribiero el acuerdo de
mutua defensa en 1951. (foto: Agencia EFE)
En abril de 2012, el
buque de guerra filipino Gregorio del
Pilar estuvo involucrado en un altercado con dos barcos de vigilancia
chinos en el Arrecife de Scarborough, un área reivindicada por ambas naciones.
La marina de guerra de Filipinas incluso pretendió arrestar a pescadores chinos
que supuestamente estaban capturando especies marinas en el área protegida por
el gobierno, pero embarcaciones patrulleras lo impidieron. El 14 de abril de
2012, Estados Unidos y Filipinas realizaron sus ejercicios anuales en Palawan,
Filipinas. El 7 de mayo de 2012, el viceministro chino de Relaciones Exteriores
Fu Ying convocó a una reunión con Alex Chua, encargado de negocios de la
embajada filipina en China, para hacerle un grave reclamo sobre el incidente en
el Arrecife de Scarborough. (Nota del
editor del blog: Los ejércitos de Filipinas y Estados Unidos iniciaron el 8
de mayo de 2017 sus maniobras anuales, aunque en esta ocasión fue algo más
reducida en tropas, al parecer la prioridad fue operaciones antiterroristas y
de respuesta a desastres naturales, la primera con Rodrigo Duterte como
presidente filipino).
Desde Corea del Sur hasta Filipinas y Vietnam, el
Pentágono y el Departamento de Estado impulsan la lucha por los derechos sobre
el Mar del Sur de China para introducir furtivamente la presencia militar
estadounidense en la zona a fin de “defender” los intereses vietnamitas,
japoneses, coreanos o filipinos. La soga de verdugo militar alrededor de China
se va tensando poco a poco.
Aunque el acceso de
China a vastos recursos petroleros y gasíferos marítimos está siendo restringido,
Washington estaba tentando activamente y estimulando a China para que esta
explote masivamente las vetas de gas
dentro de su territorio. No por buena voluntad de Estados Unidos hacia China.
De hecho, se trata de otra arma
principal en la destrucción de China: la guerra ambiental.
F. William Engdahl
Traducido por: Yaotl
Àltan
Ver también: Análisis del investigador italiano Giulietto
Chiesa:
NOTAS:
[1] President Barack
Obama, Remarks By President Obama to the Australian Parliament, 17 de noviembre
de 2011. Ver en http://www.whitehouse.gov/the-press....
[2] Ibid.
[3] Otto Kreisher, UK Defense Chief to NATO: Pull Your
Weight in Europe While US Handles China, 22 de julio de 2012 Ver
http://defense.aol.com/2012/07/19/u... .
[4] BBC, China
military ‘closing key gaps’, says Pentagon, 25 de gostos de 2011. Ver en
http://www.bbc.co.uk/news/world-asi... .
[5] Ibid.
[6] Greg Jaffe , “US Model for a Future War Fans
Tensions with China and inside Pentagon”, Washington Post, 2 de agosto de 2012.
Ver en http://www.turkishweekly.net/news/1....
[7] Ibid.
[8] Matt Siegel, “As Part of Pact, U.S. Marines Arrive
in Australia, in China’s Strategic Backyard”, The New York Times, 4 de abril de
2012. Ver en http://www.nytimes.com/2012/04/05/w....
[9]
Greg Jaffe, op. cit.
[10] F. William Engdahl, Full Spectrum Dominance:
Totallitarian democracy in the New World Order, Wiesbaden, 2009,
edition.engdahl, p. 190.
[11] The Washington Times, “China Builds up Strategic
Sea Lanes”, 17 de enero de 2005. Ver en http://www.washingtontimes.com/news...
[12] Ibid.
[13] Ibid.
[14] “An Opening in Burma: The regime’s tentative
liberalization is worth testing for sincerity”, Wall Street Journal, 22 de
noviembre de 2011. Ver en http://online.wsj.com/article/SB100...
[15] Radio Free Asia, “US to Invest in Burma’s Oil”, 7
de noviembre de 2011. Ver en http://www.rfa.org/english/news/bur...
[16] Shaun Tandon, “US eases Myanmar restrictions for
NGOs”, AFP, 17 de abril de 2012. Ver en http://www.google.com/hostednews/af...
[17] Craig Whitlock, “U.S. eyes return to some
Southeast Asia military bases”, Washington Post, 23 de junio de 2012. Ver en
http://www.washingtonpost.com/world...
[18] Ibid.
[19] Ibid.
[20] Premvir Das, “Taking US-India defence links to
the next level”, 18 de junio de 2012. Ver en
http://www.rediff.com/news/slide-sh...
[21] Zeenews, “US-India ties are global in scope:
Pentagon”, Au2 de agosto de 2012. Ver en http://zeenews.india.com/news/world...
[22] Ibid.
[23] Gregoire Lalieu, Michael Collon, “Is the Fate of
the World Being Decided Today in the Indian Ocean?”, 3 de noviembre de 2010.
Ver en http://www.michelcollon.info/Is-the...
[24] Zbigniew Brzezinski, The Grand Chessboard:
American Primacy And It’s Geostrategic Imperatives, 1997, Basic Books, p. xiv.
[25] Ibid., p. 30.
[26] Ibid., p. 31.
[27] Cas Group, “Background on the South China Sea
Crisis”. Ver en http://casgroup.fiu.edu/pages/docs/...
[28]
Gregoire Lalieu,, et al, op. cit.
[29] Ibid.
[30] GlobalSecurity.org, “South China Sea Oil and
Natural Gas”. Ver en http://www.globalsecurity.org/milit...
[31] AFP, “US, Vietnam Start Military Relationship”,
1º de agosto de 2011. Ver en
http://www.defensenews.com/article/...