Temas de análisis e investigación para descubrir los verdaderos motivos que se ocultan entre bastidores y que desembocan en conflictos bélicos. "Detectives de guerra" desenrolla la trama urgida por políticos y fuerzas obscuras que controlan el Poder en el mundo.
El nuevo libro de
Daniel Estulin: “Fuera de Control”.
Un breve comentario sobre el autor:
El autor ha dedicado su tiempo al periodismo en el área de la investigación, considerado por la crítica especializada imparcial, uno de los mejores analistas políticos del mundo y, cosa rara en esta clase de trabajo exploratorio, no es solo un excelente escritor sino un orador innato. Aunque su idioma natal es el ruso, domina perfectamente el inglés, lengua en que suele escribir sus ensayos para luego ser traducidos al castellano, por cierto domina de forma correcta el español, con ese particular acento extranjero. Yo he seguido su trayectoria ya desde la primera aparición de “La verdadera historia del Club Bilderberg”, el gobierno mundial en la sombra. Sus libros
sobre aquella organización se convertieron en un éxito total, seis millones de
ejemplares vendidos en todo el mundo, publicados en 67 países y traducidos a 44
idiomas.
Sus investigaciones siempre se han convertido en
‘best sellers’ y, aunque eso aparentaría ser obras comerciales más que trabajos
académicos, son documentos de alto valor para comprender como se maneja la
política mundial contemporánea. Leer a Daniel Estulin significa sumergirse en
un mundo de “humos y espejos” que bien suele citar él mismo. El mérito de
Estulin, al igual que otros notables investigadores, es haber desenmascarado
uno de los aparatos más funestos que el mundo haya conocido, el autodenominado “Club
Bilderberg”, un ente que controla las decisiones político-económicas que
deberán aplicar los gobiernos en un ciclo determinado, manejando una agenda de
control mundial. Para Daniel Estulin y otros, “Bilderberg” es el poder real oculto que controla el mundo.
Aunque no comparto esa posición de Estulin, no
deja de ser verdadera su aseveración, en efecto “el Club Bilderberg” es la
cabeza visible de los amos del mundo, pero no son los titiriteros de esa
nefasta política mundial de controlar las naciones y la economía, imponer
gobiernos en sus sesiones privadas y decidir cuándo y cómo deberán realizarse
las guerras contra las naciones que se rebelan ante sus planes. Esta visión, aunque cierta, reitero, es un falso
rastro dejado premeditadamente, con el propósito de encubrir la verdadera tarea
e identidad de los bilderbergs.
Me inclino, al igual que otros investigadores, a
la tesis de que el “Club Bilderberg” es una criatura engendrada en los pasillos
de la Organización del Atlántico Norte (OTAN/NATO), su misión no es otra que imponer las bases de acción a los gobiernos y, a través de
los líderes nacionales, manipular a la opinión pública que deberá forzosamente “aceptar
los conceptos y acciones de la alianza atlántica”, una evidente imposición
político-económica-militar.
No abordaremos aquí el origen del Bilderberg,
quizá en otra ocasión. Aquí vamos a resumir en un magistral trabajo de 'Periodista Digital' el nuevo libro de investigación de Daniel Estulín.
Tito Andino
“El ISIS es una creación, una prolongación y un agente de la OTAN”
"Dubai
es el epicentro del terrorismo, el narcotráfico y el blanqueo de capitales".
“El ISIS
está estrechamente ligado al MI6 británico y a la CIA, que respaldan una gran
cantidad de sus operaciones”.
Aunque tanto los medios de comunicación como los
gobiernos occidentales se han esforzado en hacernos creer que los atentados
terroristas de Charlie Hebdo en París fueron exclusivamente obra de radicales
yihadistas, la realidad de los atentados nos enseña una lección muy distinta.
Lo que está ocurriendo no es una guerra de
religión, sino un juego geopolítico dirigido por las potencias occidentales y
los Amos del Mundo. A día de hoy, Estados Unidos, Gran Bretaña y sus socios
regionales como Arabia Saudí han creado, armado, financiado, protegido y
desatado el extremismo islámico sobre el mundo.
Su
objetivo: un cambio de orden en Oriente Medio. Fruto de toda esta estrategia, la
tensión con las naciones islámicas irá en aumento y la crisis internacional
crecerá en un futuro próximo. 'Fuera de control' revela las claves de este
peligroso juego y evalúa las consecuencias de su profundo y largo alcance.
Entre las amenazas y peligros que actualmente se
ciernen sobre el mundo, sin duda uno de los primeros es el terrorismo islámico.
Superada la Guerra Fría, resueltos los conflictos a que dio lugar la
descomposición del bloque del Este, en vías de encauzarse las guerrillas
latinoamericanas, prácticamente todos los focos de tensión actuales tienen que
ver con el Islam y el terrorismo practicado en su nombre.
Daniel Estulin, autor de importantes best sellers
sobre las fuerzas secretas que mueven el mundo, especialmente el Club
Bilderberg, se ocupa en este nuevo libro del terrorismo islámico, entrando a
fondo en sus entresijos y secretos, y desvelando sorprendentes complicidades.
Dicho de otra forma, muestra las estrechas
relaciones que hay entre esas élites político-financieras mundiales que se
mueven en la sombra y por encima de los gobiernos, y el terrorismo yihadista.
Fiel a su estilo, lo hace sin morderse la lengua
y apoyándose en una voluminosa documentación (el libro tiene más de 700 notas
que remiten a un conjunto muy variado de fuentes: informes, revistas
especializadas, declaraciones de expertos, documentos de difícil acceso...).
Y aunque pone el foco en este aspecto concreto,
las tesis de Estulin son coherentes con lo que viene denunciando en libros
anteriores: la existencia de oscuros poderes que trascienden a los gobiernos
democráticos y manejan los hilos que mueven a su vez a grupos e instituciones
que son como marionetas suyas. En este caso, las marionetas son los grupos
terroristas yihadistas.
Sus conclusiones son rotundas:
"No estamos a salvo. No tanto de los
terroristas, sino de quienes los financian, les suministran armamento, los
entrenan y los utilizan para sus propios objetivos a largo plazo" "El objetivo final de la guerra global contra el
terrorismo [esta expresión, Estulin la pone siempre en cursiva o entre
comillas, que es una forma de ponerla en tela de juicio] es subyugar a los
ciudadanos, despolitizar totalmente la vida social en Estados Unidos, impedir
que la gente piense y conceptualice...".
"La llamada guerra global contra el
terrorismo se ha convertido en uno de los mayores engaños criminales de la
historia moderna". "La amenaza
terrorista local es una invención. Sí, los terroristas existen, y sin embargo
¿quién los puso ahí en primer lugar? ¿Quién sentó las bases, los financió, les
proporcionó armamento, les observaba marchar y asesinar con impunidad por casi
todo Oriente Medio?".
Esas preguntas son minuciosamente respondidas en
las bien documentadas páginas del libro. 'Fuera
de control' se divide en tres grandes bloques (bien que profusamente
comunicados entre sí): El juego del diablo, Los saudíes y El ISIS y todo lo
demás.
El primer apartado es una visión panorámica e
histórica sobre las insospechadas y terribles complicidades de las grandes
potencias e instituciones (principalmente el Imperio británico, que Estulin
sostiene que sigue existiendo como tal) con el terrorismo islámico. Los
siguientes se centran en lo que anuncian sus títulos. En todo caso, a lo largo
del libro los temas se entrecruzan y reaparecen en páginas sucesivas.
EL OTRO EJE DEL MAL
El comienzo no puede ser más claro ni
contundente:
"Quiero empezar diciendo que la guerra
global contra el terrorismo es una invención basada en la mentira y la idea
equivocada de que un hombre, Osama bin Laden, fue más listo que los Servicios
de Inteligencia estadounidenses, dotados de un presupuesto anual de cuarenta
mil millones de dólares. La guerra contra el terrorismo es una guerra de
conquista".
Y añade dirigiéndose directamente al lector,
recurso que emplea a menudo en el libro: "¿Te
has fijado en que allí donde haya un país con un gobierno independiente que
tenga reservas petrolíferas o recursos financieros, agrícolas o estratégicos
que no se hayan sometido aún al control corporativo transnacional siempre
existe una campaña liderada por Estados Unidos para destruirlo?"
Y para que no queden dudas:
"Desde
los atentados del 11 de septiembre, Estados Unidos, junto con sus aliados
regionales, ha patrocinado cada vez más a yihadistas de todo tipo para destruir
cualquier estado social que se resista a sucumbir a las pretensiones
hegemónicas del Imperio... El Estado Islámico de Iraq y Siria (ISIS) es un
instrumento al servicio de la estrategia de la guerra civil, y está financiado
y armado por las mismas fuerzas lideradas por Estados Unidos que lanzan bombas
sobre él en Siria e Iraq".
¿Difícil de creer? El propio Estulin lo viene a
reconocer cuando dice que esto es "la
locura encarnada". El autor sostiene que, tanto el ISIS como otros
movimientos islámicos extremistas -Al Qaeda en el Magreb Islámico, Hermanos
Musulmanes, talibanes...- "son el
resultado de objetivos políticos a largo plazo diseñados en Washington y
Londres, y financiados a través de organizaciones benéficas saudíes".
Estados Unidos, Gran Bretaña, Arabia Saudí (sin
olvidar a Israel). Estulin nombra directamente a los principales miembros de
este otro eje del mal, en el que destaca especialmente Gran Bretaña, "primus inter pares de la oligarquía
financiera del mundo".
Y les señala una y otra vez. Las frases
acusatorias, extremadamente bien apoyados por la voluminosa documentación,
recorren todo el libro: "Londres es el centro neurálgico del
terrorismo islámico".
"El
recrudecimiento de la locura islámica [...] es un proyecto de la City de
Londres". "Los Hermanos Musulmanes [son] una secta fundamentalista
musulmana engendrada por los servicios secretos británicos".
"Londres
es el epicentro y la sede de decenas de las organizaciones terroristas
internacionales más sangrientas, financiadas y protegidas por el gobierno y por
la propia Corona británica".
El HUT (Partido de la Liberación), "uno de los grupos armados más
violentos de Asia Central" es "un
grupo terrorista británico protegido por Tony Blair y el gobierno británico...
controlado por el Servicio de Su Majestad".
En resumen: "La
palabrería de Londres en nombre de las víctimas del terrorismo es detestable a
la luz de la absoluta falta de consideración del Reino Unido hacia el derecho
internacional. El Reino Unido no sólo es el epicentro y el hogar de decenas de
las organizaciones terroristas internacionales más sangrientas, sino que los
terroristas afincados en Inglaterra operan amparados por el gobierno y la
Corona británicos".
LOS SAUDÍES
Dentro de ese auténtico eje del mal que aparenta
serlo del bien, Arabia Saudí juega un papel esencial. Ha sido un elemento clave
a la hora de propagar el islamismo radical por todo Oriente Medio, lo que no
hubiera conseguido sin el patrocinio del Imperio británico. Los saudíes, que
gobiernan en virtud de una alianza centenaria con los fanáticos wahabíes, son
la mayor fuente de financiación del terrorismo yihadista global. Arabia Saudí
es "el punto neurálgico del control
y despliegue del terror wahabí en todo el planeta".
Arabia Saudí, creación del Imperio británico, es
una marioneta en sus manos, "el
actor clave en este programa de caos y disturbios planificados". Y "no queda ninguna duda de que Riad y Al
Qaeda actúan en estrecha colaboración".
"En
la actualidad, la fuente de todo el terrorismo internacional importante es la
alianza imperial anglo-saudí".
Y dentro de esa alianza imperial hay un claro
reparto de papeles: "Los británicos
fijaron la política, definieron el diseño, organizaron el terreno y protegieron
y apoyaron a los terroristas, pero el dinero siempre procedía de Arabia".
Estulin denuncia "una estructura jerárquica anglo-saudí que controla Al Qaeda y
todos los demás grupos del frente yihadista... Los Hermanos Musulmanes, Al
Qaeda, los talibanes y el ISIS son una creación anglo-saudí... Los
anglo-saudíes los dirigen como si fueran un ejército internacional con el fin
de destruir los estados nación y aterrorizar a la población".
En
cuanto al vecino Dubai, Estulin considera "irrefutable" que se trata
del epicentro del terrorismo, el narcotráfico y el blanqueo de capitales.
DOMINAR IMPIDIENDO EL DESARROLLO
Los hechos actuales hunden sus raíces en lo que
Estulin considera un punto de inflexión en la historia de Oriente Medio y del
mundo islámico: la caída del shá de Irán y la toma del poder por el ayatolá
Jomeini en 1979, lo que constituyó "el
primer paso para imponer los intereses económicos anglo-estadounidenses".
Aquel episodio supuso la sustitución de un
régimen pro-occidental y laico, en pleno proceso de industrialización, por otro
islámico fundamentalista y contrario a la industrialización y la modernización.
Y fue una operación diseñada "para
desencadenar la propagación del fundamentalismo islámico por todo el mundo
musulmán".
Fue el primer eslabón de la cadena de
acontecimientos que siguieron, de un vasto plan que se puede explicar así: El
Estado nación es la base del progreso económico, científico y político de la
humanidad, la forma más adecuada que las naciones han encontrado para crecer y desarrollarse.
Por lo tanto, las potencias que quieren
apoderarse de las riquezas y recursos del planeta necesitan hacer retroceder a
los países del Tercer Mundo en vías de desarrollo, desintegrándolos y
balcanizándolos. Y un excelente método para ello es fomentar las formas más
retrógradas de pensamiento en contra de las corrientes liberales y
modernizadoras.
Esto, en los países de Oriente Medio y Asia
Central, supone fomentar el fundamentalismo islámico. En el fondo, se trata de una ecuación simple: fundamentalismo =
atraso político y económico = facilidad de dominación.
El
objetivo finales destruir hasta el último
vestigio de cualquier estado nación soberano para crear un estado supranacional
controlado por la élite. Esa élite considera que los recursos naturales
mundiales le pertenecen, y para apropiárselos y saquear libremente el planeta,
los pueblos son un obstáculo, sobre todo los pueblos que progresan organizados
como Estado nación.
La jugada de Irán en 1979 se ha seguido
repitiendo en otros sitios, de distintas formas pero con el mismo fondo común:
combatir los movimientos nacionalistas regionales en Oriente Medio y Asia
Central con el objetivo de perpetuar la falta de unidad árabe y acabar con el
panarabismo.
Estulin insiste en esta idea a lo largo del
libro:
"Las
élites consideraban suyos los recursos de la Tierra y no querían compartirlos
con un Tercer Mundo emergente y en vías de desarrollo. El Imperio es consciente
de que el progreso de la humanidad comporta su inminente fin. Que no puede sobrevivir
en un mundo donde existe un progreso tecnológico y científico generalizado. El
Imperio del dinero depende de la supresión del progreso científico y del
conocimiento, favoreciendo el atraso y la ignorancia. El Imperio necesita un
mundo con habitantes ignorantes y dóciles".
BENEFICIOS COLATERALES
El atraso y la disgregación de estos países es la
premisa para que sean dominados a largo plazo. Pero ya en el corto plazo el
Imperio obtiene beneficios. "Allí
donde esté presente Al Qaeda aparece a continuación el ejército estadounidense,
y en la retaguardia de los militares las compañías petroleras esperan y
presionan; y detrás de éstas, los bancos ganan dinero", describe
Estulin el proceso.
Otra fuente enorme de beneficios es el
narcotráfico, cuya mafia -dice Estulin- está dirigida por las altas esferas de
Londres y Wall Street. El dinero que éste genera es una parte fundamental del
sistema financiero y bancario mundial. Por ello no sorprende que la CIA, a la
que señala como cómplice de la mafia afgana del narcotráfico desde 1947 hasta
hoy, haya llegado a un acuerdo secreto para proteger la ruta siria del
narcotráfico.
Por eso, afirma Estulin, "no puede hablarse en serio de desmantelar redes terroristas, ya
que eso implicaría desmantelar toda la maquinaria mundial que alimenta a ese
monstruo y que a su vez vive a costa de él. Ningún servicio de Inteligencia se
arriesgará a perder miles de millones de dólares de financiación de su
presupuesto en negro para desmantelar las organizaciones terroristas que ellos
mismos controlan".
EL ISIS, EL ÚLTIMO CAPÍTULO POR AHORA
El capítulo más reciente del terrorismo islámico,
es decir, de su utilización para desestabilizar y balcanizar a los países
árabes, es el siniestro Estado Islámico de Iraq y Siria (ISIS), tristemente
célebre por las decapitaciones masivas y la destrucción del patrimonio
cultural.
Estulin empieza por llamar la atención sobre el
hecho sorprendente de que este "variopinto
grupo de terroristas no tenía ninguna posibilidad de tomar por sí solo el control
de una ciudad y un territorio tan grandes {Mosul y Tikrit] -recuérdese cuánto
tardó el ejército estadounidense en tomar el control de Faluya, en Iraq-, y
mucho menos ejercer ningún control sobre grandes ciudades o territorios sin el
apoyo de potencias regionales o incluso mundiales".
Semejante capacidad militar sólo se explica por
los respaldos con que cuentan estos yihadistas. Respaldos que enumera con
detalle el autor del libro.
"El
ISIS es una creación, una prolongación y un agente de la OTAN. Es evidente que
la amenaza del ISIS ha sido obra de la OTAN desde el principio". Además, "el ISIS está estrechamente ligado al
MI6 británico y a la CIA, que respaldan una gran cantidad de sus
operaciones".
"Los
anglo-estadounidenses, en connivencia con los ricos países petroleros árabes
liderados por Arabia Saudí, han creado un ejército del Califato con los
yihadistas que han salido de la guerra de Siria... algo que los yihadistas
nunca habrían logrado por sí solos".
El ISIS, dice Estulin, es un pretexto para lanzar
un nuevo ataque imperialista abierto en Oriente Medio, y gran parte de sus
principales generales y combatientes "fueron seleccionados a dedo,
trasladados, armados y equipados por los aliados de Estados Unidos, la OTAN y
los países del Golfo".
"La
Administración Obama usa a Al Qaeda, y ahora al ISIS, para derrocar a gobiernos
independientes con el fin de balcanizar o desintegrar después los países en
cuestión, o bien utilizarlos como marionetas kamikazes contra mayores enemigos,
como Rusia, China o Irán", añade Estulin.
"Nos
encontramos ante una iniciativa liderada por Estados Unidos para azotar la
región por medio del ISIS y sus fuerzas asociadas, con el fin de acabar
totalmente con la estabilidad y la capacidad de Siria, Iraq e Irán de coordinar
cualquier acción militar, económica o política significativa".
Paralelamente, su increíble potencia económica no
se explica sin tener en cuenta a los "financieros entre bambalinas"
de Arabia Saudí, Kuwait, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, cuyas donaciones
se blanquean como ayuda humanitaria.
Este último capítulo es una nueva vuelta de
tuerca a la tesis central del libro sobre el gran engaño que constituye la
llamada "guerra global contra el
terrorismo":
"El
Programa Antiterrorista de Washington en Iraq y Siria se basa en el apoyo a los
terroristas. La incursión del Estado Islámico... se enmarcó en una operación de
la Inteligencia militar cuidadosamente planificada y apoyada en secreto por
Estados Unidos, la OTAN, Arabia Saudí e Israel. La misión antiterrorista es una
ficción sin sentido, dado que Estados Unidos es el principal estado
patrocinador del terrorismo".
Como el propio Estulin ha dicho en las páginas
anteriores, "la locura
encarnada" o "el mundo al
revés".
PUBLICACION
ORIGINAL:
PERIODISTA DIGITAL: Daniel Estulin: "El ISIS
es una creación, una prolongación y un agente de la OTAN"
A paso lento, pero
seguro el ejército de la República Árabe Siria va consolidando las victorias en
el campo de batalla. Con sus propias milicias populares y las de sus aliados se encuentran barriendo el terreno
apoyados por la aviación rusa. Los wahabíes saudíes y sus socios turcos, pese a
sus pataleos y chillidos, están retrocediendo en sus pretensiones, más no en
sus objetivos de ver al presidente sirio
fuera del poder, con ese pretexto continúan alimentado el terrorismo.
Muy a pesar, la guerra en
Siria continuará algún tiempo más, pero será otro tipo de guerra, ya no la
sañuda invasión mercenaria extranjera, que se mantendrá aisladamente. Ahora se está observando los actos de sabotaje y terrorismo asesino puro,
atentados con coches bombas y suicidas en las ciudades sirias, el asesinato de rehenes y otros actos de venganza como ejecutar a sus propios desertores. Ante el fracaso, el extremismo recurre a la única medida desesperada. Los retrógrados barbudos se ocultarán en sus madrigueras
y emboscarán traicioneramente.
Con ustedes la novena entrega de la popular saga: LA
GUERRA SIRIA VISTA POR CARICATURISTAS.
El motor de la Guerra de Libia han sido los
intereses de una oligarquía económica francesa cristalizada en torno a Sarkozy,
y el lobby sionista de los Estados Unidos
y Reino Unido.
El senador Joseph Lieberman fue quien transmitió
una petición de Tel-Aviv a la Casa Blanca en febrero de 2011, exigiendo que
Obama suministrase armas, asesoramiento y dinero a los rebeldes para poder
establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia. Otro senador, Lindsey
Graham, declararía en la CNN que "Mi recomendación para la OTAN y la
Administración es cortar la cabeza de la serpiente: ir a Trípoli y empezar a
bombardear".
En una carta abierta a la House of Republicans,
una serie de personajes de la política estadounidense pedían que Washington se
saltase las resoluciones "humanitarias" de la ONU de marzo de 2011 y
empezase a armar a los "rebeldes" para derrocar a Gadafi y propiciar
un cambio de régimen. Los firmantes: Elliot Abrams, John Podhoretz, Robert y
Fred Kagan, Lawrence Kaplan, Robert Lieber, Michael Makovsky, Eric Eldelman,
Kenneth Weinstein, Paul Wolfowitz (que tuvo un papel esencial apoyando la
Guerra de Iraq en 2003), Randy Schneunemann y el neocon William Kristol, quien
en la Fox declaró simplemente "No podemos dejar a Gadafi en el poder, y no
vamos a dejar a Gadafi en el poder".
En la edición del 22 de agosto de 2011 del
"Financial Times", un artículo titulado "Libia ahora necesita
botas sobre el terreno", Richard Haass, el presidente del poderoso CFR
(Consejo de Relaciones Exteriores), finalmente reconocía abiertamente que las
operaciones en Libia tenían por objetivo derrocar a Gadafi (ni rastro de
"proteger a la población civil" o brindar "ayuda humanitaria").
La Guerra de Libia puede interpretarse en buena
medida como una operación comercial por parte de las petroleras angloamericanas
y francesas para resarcirse de las posiciones perdidas respectivamente en Iraq
(a favor de Irán y China) e Irán (cuando Francia aceptó retirar su petrolera 'Total' debido a las sanciones internacionales sobre Teherán).
¿QUIÉNES
SON "LOS REBELDES LIBIOS"?
En Libia NO ha habido un cambio de régimen por
"revueltas populares". Gadafi era extraordinariamente popular, no
sólo en Libia, sino en buena parte de África subsahariana. Las famosas
"revueltas de Libia" no han sido sino un golpe de Estado, un
alzamiento por parte de una porción del Ejército y otros cuadros de mando del
régimen libio. Estas facciones gubernamentales se desgajaron de la autoridad de
Trípoli cuando Gadafi anunció otra ronda de nacionalizaciones petroleras. Dicha
acción iba a privar a estos señores de acaparar beneficios y erigirse en la
versión libia de los jeques árabes del Golfo. Así tenemos por ejemplo al
presidente del CNT (Consejo Nacional de Transición), Mustafá Abdul Jalil,
antiguo ministro de justicia de la Yamahiriya. Jalil fue invitado a Londres
para discutir su participación de los beneficios petroleros. En la práctica,
puede decirse que es simplemente un disidente gadafista sobornado por
Occidente. Lo mismo puede decirse de Mahmud Jibril, alto funcionario económico
que había intentado "neoliberalizar" el país con una oleada de
privatizaciones, y que no veía con buenos ojos el proyecto de redistribución de
riqueza que Gadafi había anunciado en 2008. Seis meses antes del conflicto
libio, Jibril, cuyo modelo de Estado económico liberal era Singapur, se había
reunido en Australia con Bernard-Henri Lévy, un "intelectual"
francés, para discutir sobre la formación del Consejo Nacional de Transición y
el derrocamiento de Gadafi. En cuanto estalló la rebelión en Bengasi, Jibril
voló inmediatamente a Cairo, para encontrarse con el igualmente rebelde Consejo
Nacional Sirio y con Lévy de nuevo. Puede ser una de las razones por las que el
nuevo gobierno libio ha reconocido al CNS como el gobierno legítimo de Siria.
En cuanto a los "rebeldes libios"
propiamente dichos, la mayoría ni siquiera son propiamente libios, sino
soldados qataríes y jordanos, así como mercenarios y muyahidines
saudíes (concretamente del príncipe Bandar), emiratenses, kuwaitíes,
ex-talibanes, ex-"presos" de Guantánamo, al-qaederos pakistaníes e
incluso contratistas colombianos y mexicanos (de hecho, en el vídeo de la
captura de Gadafi se ha podido escuchar a varios "rebeldes libios"
hablando en español iberoamericano). Esta heterogénea tropa ha estado
activamente asesorada desde primeros de marzo de 2011, puede que antes, por la
CIA, el MI6, la Inteligencia francesa y grupos de operaciones especiales de
EEUU y Reino Unido. Buena parte de estos combatientes son la respuesta de los
petro-regímenes del Golfo a la ayuda brindada por EEUU durante las revueltas
populares en lugares como Bahrein y Yemen ―que fueron sofocadas con tremenda
brutalidad pero que, a diferencia de Libia, no han suscitado una respuesta por
parte de "la Comunidad Internacional". La presencia de combatientes
del Golfo era tan obvia para las fuerzas lealistas de Gadafi que a menudo, para
distinguir a los "rebeldes", les bastaba hablarles en árabe libio. Si
la respuesta era en árabe del Golfo, se les tiroteaba sin más.
Aquellos "rebeldes" que sí son libios son
principalmente radicales musulmanes y gente vinculada con Al-Qaeda, procedentes
esencialmente de Derna y Bengasi, al Este del país, y cuyo objetivo es imponer
la Sharia en Libia, cosa que por cierto van a conseguir. A toda esta morralla
se le debe que hayamos escuchado innumerables gritos de "¡Allah
akbar!" en diversos vídeos sobre los "rebeldes" filtrados a la
opinión pública, igual que en el caso de los "rebeldes sirios".
Estos "rebeldes" no son, ni mucho
menos, una fuerza homogénea, igual que no ha sido homogénea la fuerza
multinacional que ha atacado Libia. Las diversas facciones "rebeldes"
incluso han combatido entre ellas, especialmente en Trípoli, debido a sus
procedencias tan diversas, sus intereses tan divergentes y especialmente por
las concesiones petrolíferas de diversas multinacionales extranjeras.
Finalmente, dos son las banderas que se han impuesto en Libia. Una es la
antigua bandera monárquica del rey Idris ―un títere de los angloamericanos. La
otra es la de Al-Qaeda.
COMIENZA LA GUERRA
La Guerra de Libia forma parte de la primavera
árabe y los "movimientos espontáneos" de Occidente. Se trata de un
conjunto de movimientos variopintos, patrocinados por fundaciones y ONGs del
tipo USAID, Albert Einstein Institution, NED, NDI, IRI, ACIL, ICNC, CIPE, Safe
Democracy Foundation, CEIP, etc. Y ver aquí. Estas organizaciones son fachadas
legales de la CIA que operan en el extranjero bajo la excusa de expandir la
democracia liberal, con el verdadero objetivo de privatizar los recursos,
propiciar cambios de régimen y abrir las puertas a la influencia extranjera.
La resolución 1973 de la ONU (17 de marzo de
2011), propuesta por Francia, Líbano y Reino Unido, fue adoptada para
"tomar todas las medidas necesarias" para "proteger a los
civiles y a las áreas pobladas bajo amenaza de los ataques". Esto incluía
crear una zona de exclusión aérea sobre Libia, es decir, "desmilitarizar"
su espacio aéreo, impedir que la aviación militar libia se echase al cielo. En
la práctica, la zona de exclusión aérea tomó un cariz bien distinto. La
resolución 1973, desde el principio, se basó en una mentira: la mentira de que
Gadafi había bombardeado a su pueblo en febrero. El Ministerio de Asuntos
Exteriores de Rusia, que monitorizó Libia desde el principio con satélites del
Ejército, afirmó tajantemente que Gadafi no había emprendido ningún bombardeo.
"La primera víctima de la guerra es la verdad",
dice la conocida frase de un senador americano. En este caso, la mentira del
bombardeo sirvió para tres cosas:
1- Para que la OTAN atacase Libia, lanzando EEUU
su "Operación Amanecer de la Odisea", con el único objetivo de servir
de ala aérea a los "rebeldes", impedir que las fuerzas gadafistas se defendiesen,
asegurar el petróleo y arrasar las infraestructuras civiles y militares de
Libia.
2- Para legitimar a Jalil, quien tuvo un pretexto
para dimitir como ministro de justicia, desmarcándose así del régimen de Gadafi
y lavando su cara para pasar, en tiempo récord, a ser presidente del Consejo
Nacional de Transición.
3- Para poporcionar una envoltura humanitaria a
un paquete en el que no hay más que una intervención militar violenta a favor
de sórdidos beneficios monetarios, petrolíferos y geoestratégicos.
Los únicos países que han voceado una crítica
seria y enérgica contra la chapuza de la Guerra de Libia han sido Rusia,
Turquía e Irán. En Occidente, la única política que ha sido mínimamente honesta
con Libia ha sido Marine Le Pen. Libia ha pasado a formar parte de otras
víctimas de la mentira como Serbia (bombardeos humanitarios para proteger a los
"pobres e indefensos" albanokosovares), Afganistán (atentados del 11
de Septiembre) e Iraq (armas de destrucción masiva).
Entretanto, otros regímenes árabes, como Yemen y
Bahréin, han reprimido verdaderas manifestaciones masivas con increíble
brutalidad, sin que los medios de comunicación de Occidente les condenasen ni
se rasgasen las vestiduras lo más mínimo. Así, las tropas saudíes pudieron
entrar con tanques en Manama, irrumpir en hospitales (incluyendo el Centro
Médico Salmaniya), violar a las enfermeras, hacer fuego contra ambulancias,
practicar detenciones ilegales, ametrallar al grueso de una manifestación desde
carros blindados y helicópteros Cobra made in USA, utilizar gases nerviosos,
etc. Incluso desaparecieron "misteriosamente" los órganos de muchos
cadáveres (como ya ha pasado y sigue pasando en Kosovo con los serbios) y un
preso murió torturado en la cárcel en circunstancias poco claras. Todo bajo la
atenta mirada de la V Flota de los Estados Unidos, estacionada en Bahréin. No
hubo resolución ni contra Arabia Saudí ni contra la familia real Khalifa (una
casta sunnita que gobierna despóticamente un país chiíta, con el único objetivo
de contener la influencia iraní en el Golfo Pérsico). No sólo no se brindó
nigún apoyo a los rebeldes bahreiníes, sino que hasta se les tachó de
extremistas en los medios de comunicación occidentales (por ejemplo, en "El
País"). Este repugnante e hipócrita doble estándar está totalmente en
contradicción con los elevados valores morales, solidarios, humanitarios y
caritativos que, nos hacen creer, mueven cada intervención de la OTAN.
ORGANIZACIÓN
TERRORISTA DEL ATLÁNTICO NORTE —CRÍMENES DE GUERRA DE LA OTAN EN LIBIA
El atlantismo no parece haber cambiado su
naturaleza piratesca, saqueadora y mercenaria desde que Drake y Hawkins
atacaban a los barcos españoles en el Siglo XVI. El nuevo nombre de la
operación de bombardeo sobre Libia ("Protector Unificado") es una
cruel burla. José Riera, el nuevo embajador español en Libia, ha dejado claro
que hay mucho que hacer y reconstruir, ya que Libia ha quedado totalmente
destruida, pero no por los bombardeos de la OTAN o las atrocidades de los
rebeldes, sino... ¡por "cuarenta años de dictadura"! La desfachatez e
hipocresía de los políticos occidentales clama al cielo y debe ser denunciada.
La realidad sobre la "intervención
humanitaria" es que la OTAN, con la excusa de proteger a los civiles de
supuestos bombardeos… ha bombardeado a esa misma población civil y se ha
cargado casi todas las infraestructuras económicas de Libia, condenando a la
población a la miseria, la hambruna, la sequía y la enfermedad. Más de 14.000
misiones de bombardeo han devuelto el país a la edad media. En Septiembre, el
nuevo ministerio de sanidad del gobierno rebelde ha hablado de 30.000 muertos y
50.000 heridos sólo en los primeros 6 meses de guerra. La verdadera cifra de
muertos en los 9 meses de guerra podría ser mucho mayor: el periodista Thomas
C. Mountain habla de 30.000 bombas lanzadas (sin contar 100 misiles de
submarinos británicos y estadounidenses) y 60.000 civiles muertos, sólo hasta
finales de agosto. Repasemos brevemente los cargos contra la OTAN:
1- La
OTAN ha bombardeado a la población civil. Ha destruido pueblos,
barrios residenciales, universidades, un mercado de verduras y hasta una
escuela de síndromes de Down en Trípoli. También ha bombardeado edificios
gubernamentales muy valiosos: uno de los primeros edificios bombardeados la
OTAN fue la Agencia Libia Anti-Corrupción de Trípoli, el objetivo de este
bombardeo era destruir documentos sobre políticos libios que se quedaban con
beneficios petroleros y los depositaban en bancos suizos ―estos políticos
casualmente fueron los mismos que se pasaron inmediatamente al bando
"rebelde". Un obispo católico, Giovanni Innocenzo Martinelli,
denunció los sanguinarios "éxitos" de las misiones de bombardeo en
Trípoli, que incluyen 40 muertos civiles al colapsar un edificio en el distrito
de Buslim.
Video
Así ha quedado Sirte (video).
2- La
OTAN ha bombardeado infraestructuras vitales. Se trata de los
"objetivos de uso dual", así llamados porque pueden ser usados tanto
por civiles como por militares (puentes, carreteras, edificios, refugios,
acueductos, tendido eléctrico, generación eléctrica, fábricas, etc.). Esta táctica, que ya se vio en la Guerra del
Líbano de 2006, viola totalmente la resolución 1973 de la ONU, por lo cual se
han dado casos de pilotos y altos oficiales que se niegan a obedecer las
órdenes, sabiendo que en el futuro se les podrá someter a consejo militar y
procesar por crímenes de guerra.
3- La
OTAN ha empleado armas químicas y armas de destrucción masiva. Uranio empobrecido,
gas mostaza, bombas termobáricas, fósforo blanco y bombas-racimo. A menudo ha
acusado a las fuerzas gadafistas de utilizar estos métodos, al tiempo que
impedía que los periodistas y ONGs accedieran a los lugares de los hechos para
verificarlos.
4- Los
"rebeldes" han cometido numerosas atrocidades y crímenes de guerra
contra población civil desarmada. Esto incluye el asesinato de 267 partidarios de
Gadafi en Sirte, 100 personas muertas al estallar una bomba tras el funeral de
Gadafi, el asesinato a traición del anciano jefe de la tribu Warfalla (la más
numerosa e importante de Libia), el asesinato de 120 miembros de dicha tribu en
Bengasi, el terrorismo contra los pobladores de Tawerga, leales a Gadafi, el
empalamiento de niños, la decapitación de soldados gadafistas, el ahorcamiento
sin juicio de opositores y el asedio de Beni Walid, durante el cual los
rebeldes y la OTAN impidieron a las ONGs suministrar agua, comida y
medicamentos a los resistentes. Los rebeldes también se han dedicado al saqueo,
a la violación, al linchamiento y al vandalismo en las localidades que han
tomado, y lo más probable es que la mayor parte de sus atrocidades no lleguen
nunca a la opinión pública occidental.
5- Los
"rebeldes" han llevado al cabo una limpieza étnica en toda regla
contra los negros. Gadafi era muy popular en África subsahariana y acogía
a numerosos inmigrantes de esta región. También contaba con la lealtad de
muchas tribus como los tuareg, y con unidades de mercenarios negros. El
resultado es que todos los negros, incluso los negros libios que simplemente
trabajan como obreros de la construcción, están bajo sospecha de ser
mercenarios gadafistas, y se les está liquidando sistemáticamente.
6-
Gadafi ha sido asesinado sin juicio y violando el tan cacareado "derecho
internacional". Los "rebeldes libios" no han tenido empaque en
secuestrar a un hombre de 70 años, herido y aturdido por un bombardeo,
insultarlo, maltratarlo, humillarlo, golpearlo, torturarlo y finalmente
lincharlo, todo sin dejar de gritar Allah akbar. También podemos añadir a esto
la profanación de las tumbas de los padres de Gadafi por parte de yihadistas, o
el asesinato de Mutassim Gadafi a manos de unos individuos que no hacen más que
gritar Allah akbar.
Para colmo, tanto la OTAN como buena parte de la
prensa occidental se han dedicado a manipular datos para intentar criminalizar
al régimen gadafista. Así, hemos podido ver cómo desenterraban en Abu Salim una
fosa común de supuestos represaliados por Gadafi que luego resultaron ser
huesos de camellos (caso no muy distinto a los huesos de cabra y perro de
Órgiva, Granada, que los subvencionados de la "memoria histórica"
quisieron hacer pasar por 2.000-4.000 represaliados del franquismo), hemos
visto a los atlantistas utilizando gas mostaza en Beni Walid y luego acusando a
Gadafi de hacerlo, hemos visto a los periodistas de la BBC entrando en un
hospital de Trípoli lleno de cadáveres putrefactos, sin decir quiénes fueron
los verdaderos asesinos, etc.
Trípoli antes de los bombardeos.
Los vergonzosos titulares de la prensa occidental en general y
angloamericana en particular, mostraron bien hasta qué punto la objetividad y
la imparcialidad saltaron por la ventana desde el instante en el que Libia se
enemistó con el poder del dólar. "La primera víctima de una guerra es la
verdad". El mensaje para el resto del mundo: esto es lo que les pasa a los
que no doblan la cerviz ante las potencias hegemónicas de la globalización
capitalista y neoliberal, esto es lo que les pasa a los regímenes que rechazan
la globalización. Que vayan tomando nota Siria, Líbano, Irán, Sudán del Norte,
Bielorrusia, Corea del Norte, Cuba, Myanmar, Turkmenistán y Venezuela.
LIBIA EN
EL GRAN TABLERO:
LA ATLANTIZACIÓN DEL MEDITERRÁNEO
El Atlántico está perdiendo poco a poco su
importancia estratégica. En 2008, la mayor parte del flujo comercial marítimo
se lo llevó el Pacífico, con 20 millones de TEUs (contenedores de 20 pies),
seguido muy de cerca por el Mediterráneo, con 18,2 millones. El Atlántico sólo
vio un flujo de 6,2 millones. Esta tendencia parece que va a persistir, por un
lado porque, desde la adopción del euro y el atentado del 11-S, Europa y
Norteamérica han dejado paulatinamente de comerciar, volviéndose ambos
continentes hacia Asia Oriental. Y por otro lado, existen proyectos, como el
Corredor Mediterráneo, que tienden a restarle más protagonismo aun al
Atlántico. Además, la nueva doctrina geoestratégica del America’s Pacific
Century, enunciada por el Departamento de Estado en Noviembre de 2011, desde
luego que no ayuda a reforzar el atlantismo propiamente dicho. ¿Caminamos hacia
un, valga el palabro a falta de otro mejor, "pacifismo"? Cabría
recordar que, para construir su "red de relaciones privilegiadas" con
el Atlántico y Europa, Washington tuvo que arrasar el corazón de nuestro
continente para quitarse del medio al "macho-alfa" regional:
Alemania. No fue mediante la diplomacia, sino mediante la guerra, el bombardeo
masivo y la represión, que se erigió el atlantismo ―y lo mismo podría decirse
de las relaciones de Washington con Tokio. ¿Se erigirá el
"pacifismo", o Chimerica, sobre la destrucción del
"macho-alfa" de Asia Oriental?
Sea como fuere, estas no son buenas noticias para
el eje atlantista, que ahora debe esforzarse aun más para garantizar su
influencia en el Mediterráneo, a costa de Rusia, China y, en menor medida, las
potencias de la Europa continental. El establecimiento del Estado de Israel en
1948 fue el primer gran paso de este proceso. La desintegración de Yugoslavia
en 1992 y la neutralización de Serbia en 1999 fue otro, y la Primavera Árabe de
2011, el más reciente. Atlantizar el Mediterráneo ¿significa desestabilizarlo y
balcanizarlo para que el comercio Europeo se oriente al Atlántico y el chino al
Pacífico, por la inviabilidad de las rutas navales China-Europa? ¿Significa
militarizarlo? ¿Le conviene al atlantismo la expansión del radicalismo islámico
por todo el Mediterráneo? Al menos eso parece ser lo que está favoreciendo la
OTAN en nuestro mar.
Libia es el país africano con más costa en el
Mediterráneo. A pesar de que en el pasado había intentado llevarse bien con
todo el mundo, su tendencia a partir de la crisis crediticia en EEUU fue
estrechar rápidamente lazos con Rusia, China y dos países que Gadafi pensaba
podían beneficiar a Libia: Italia y Francia. Como hemos visto antes, en la
provincia de Cirenaica, que es donde estalló la rebelión,
"casualmente" había 75 compañías chinas distintas y 36.000
trabajadores chinos (y no sólo obreros, sino también ingenieros, empresarios,
funcionarios del Partido y personal de Inteligencia) trabajando en unos 50
proyectos petrolíferos, ferroviarios e inmobiliarios, en los que China había
invertido miles de millones de dólares. Que el Mediterráneo albergue un trozo
de China es inaceptable para el atlantismo, del mismo modo que albergue un
trozo de Rusia: la base naval y de Inteligencia de Tartus (Siria), desde donde
se monitoriza todo tipo de movimientos en Chipre, Israel, Suez y Oriente Medio.
Para las potencias atlantistas, el Mediterráneo
tiene una cara y una cruz: la cara es que dicho mar es una enorme ría que les
permite internarse profundamente en la "Isla Mundial" e interferir en
Eurasia y África. La cruz es que estos movimientos dependen del control de
puntos estratégicos y de toda una red de puertos y bases muy alejados de las
metrópolis ―este control es extremadamente caro y exige una corriente continua
de capital.
La perspectiva de "Oceanía" (entendiéndose como tal el concepto
geopolítico de vocación marítima y basado en Estados Unidos y Reino Unido). En
la idea anglosajona-israelí del Mare Suus (Mar Suyo) el Mediterráneo es un
inmenso lago interior, una ría, que les permite a las potencias marítimas
penetrar profundamente en "Eurasia" (entendiéndose por tal el
concepto geopolítico basado en Europa y la Federación Rusa), estableciendo
bases-portaaviones-lanzamisiles al fondo del lago (Israel y Georgia) y en otros
lugares estratégicos (Marruecos, Albania-Kosovo, Rumanía, España), pasando al
Mar Rojo, al Golfo Pérsico y al Índico, interviniendo en los asuntos internos
de infinidad países y accediendo a sus recursos. El estrecho de Gibraltar es
clave en esta estrategia. También son claves los contraataques del Kremlin en
forma de bases navales (como la de Sebastopol en Ucrania o Tartus en Siria) y
de "rusoductos" gasíferos —uno por el Báltico (Nord Stream), otro por
el Mediterráneo (South Stream) y otro por África (Trans-Saharan)— que no vienen
representados en el mapa.
La importancia del control español sobre la
entrada del Mediterráneo quedó de manifiesto en 1973, cuando Franco y Carrero
Blanco prohibieron a Washington emplear sus bases españolas para apoyar a
Israel durante la guerra del Yom Kippur. La guerra vino en el contexto de una
enorme crisis (que no fue petrolera como nos han contado, sino monetaria, del dólar)
y produjo un embargo petrolero ―que afectó poco a nuestro país, gracias al
petróleo que nos mandaba Saddam Hussein desde Iraq. Actualmente, tanto Siria
como Libia, Gaza, Líbano y Argelia (y Serbia antes de taponarse su salida
marítima con el estado artificial de Montenegro) son desafíos a la
atlantización del Mediterráneo. Al norte, la situación se repite con el Báltico
y los Estados-tapón (Estonia, Letonia, Lituania y Polonia). Tanto el Báltico
como el Mediterráneo son empleados por Washington para atenazar a Rusia,
contener su expansión hacia Europa y frustrar un entendimiento entre Berlín y
Moscú.
Teoría del "Mare Nostrum". Una potencia continental eurasiática
acerroja Gibraltar y Suez, blindando el Mediterráneo y haciendo sus países
costeros tan inaccesibles al poder marítimo como Suiza o Bielorrusia.
"Oceanía" perdería su acceso a Estados como Georgia, Libia, Kosovo,
Rumania o Siria, pero seguiría teniendo acceso a Israel (a través del Golfo de
Aqaba), a Arabia Saudí y a Iraq. Israel (a menos que se bloquease Aqaba)
pasaría a ser un nuevo canal de Suez, una "bisagra de emergencia"
entre el Mediterráneo y el Mar Rojo. Sin embargo, abastecer a Israel a través
de esta nueva ruta, muchísimo más larga, entrañaría un coste muchísimo mayor, y
no está el horno del dólar para bollos. Si el coste económico de este apoyo
fuese mayor que el coste de una guerra contra Eurasia, habría guerra.
El Imperio Romano fue la primera y última
potencia que consiguió asegurar plenamente todo el Mediterráneo. Tras la caída
de Roma, el Mediterráneo se convirtió en un caos de potencias enfrentadas
(bizantinos, vándalos, árabes, normandos, cruzados, aragoneses, venecianos,
genoveses, turcos, españoles, franceses, británicos, israelíes, etc.), hasta
nuestros días. Durante la Segunda Guerra Mundial, Carrero Blanco aconsejó a
Franco no entrar en el conflicto a favor del Eje a menos que los alemanes
tomasen el canal de Suez, así acordaron Franco y Hitler en Hendaya. El plan
sería frustrado por la derrota de Rommel en El Alamein. Durante el franquismo,
hubo entendimientos entre Franco y el líder egipcio Nasser que incomodaron
mucho al eje atlantista, que temía se pudiese estrangular a la nueva potencia
mediterránea: Israel. Hoy en día, incluso aunque se acerrojasen Gibraltar y
Suez, Israel podría seguir manteniéndose gracias a su minúscula franja costera
en el Mar Rojo (a menos que desde Egipto
y Jordania se bloquease el Golfo de Aqaba).
Las potencias oceánicas tienen que danzar
alrededor de las masas de tierra, colarse por los estrechos, establecerse en
islas y ascender por las cuencas fluviales. Para una potencia oceánica,
controlar, abastecer y sostener un punto costero lejano entraña un coste
enorme, coste que actualmente el atlantismo sólo puede cubrir gracias a su
control de las rutas comerciales y a su monopolio sobre la moneda de reserva
mundial. Para una potencia continental, en cambio, cerrar un estrecho es mucho
más fácil, ya que el teatro de operaciones está cercano y en muchas ocasiones
ni siquiera es necesario echarse a la mar.
La pesadilla de Oceanía y el único modo de "eurasiatizar" el
Mediterráneo al 100%: que Eurasia, como "Estado comercial cerrado",
se aproveche de sus masas de tierra, cerrando a cal y canto los estrechos.
Oceanía pierde definitivamente su acceso a países como Israel, Iraq o Arabia
Saudí, y se convierte en lo que nunca debió dejar de ser: la periferia del
mundo. (Seguiría teniendo acceso a los Emiratos Árabes Unidos y por tanto al
Golfo Pérsico, a menos que se hiciese algo para bloquear la salida de Al-Fujayrah
en el emirato de Abu Dhabi). En este proyecto, cobran una importancia capital
Yemen y el Cuerno de África. Estas zonas precisamente se han vuelto
altísimamente inestables a medida que ha aumentado el comercio entre Asia
Oriental y Europa. Tanto Gadafi como Irán y China estaban/están muy
involucrados en el Mar Rojo actualmente.
Esta serie de mapas hace más fácil entender por
qué la obesión del atlantismo anglo, desde Clement Attlee hasta Hillary
Clinton, ha sido asegurar el liberalismo y "la libertad de navegación en
todos los mares": se trata del ideal del "Mare Liberum",
formulado por el holandés Hugo Grocio en 1630, en contraposición a quienes
querían someter el mar a leyes, como el inglés John Selden con su doctrina del "Mare
Clausum" de 1635.
FUTURO
DE LIBIA Y PRÓXIMOS PASOS DEL ATLANTISMO EN ÁFRICA
La Libia gadafista era un Estado estable que
mantenía a raya al radicalismo islámico y que destinaba la mayor parte de su
petróleo a la Unión Europea. Con la caída de Gadafi, varias son los guiones
posibles para Libia, pero tres cosas están claras.
1- El
nuevo gobierno va a destinar la mayor parte de su petróleo a países como
Estados Unidos, Reino Unido y Francia, en detrimento de otros como Italia,
Alemania, España, China y Rusia. Los beneficios de la explotación petrolera ya no
se quedarán en Libia, sino que engrosarán los bolsillos de las multinacionales
y de una nueva oligarquía de petroleros autóctonos mafiosos, al estilo de los
jeques árabes del Golfo. El pueblo libio va a hundirse en la miseria.
2- Libia
puede convertirse, previa intervención militar, en una base de la OTAN, del mismo modo que
Afganistán, Iraq, Albania y Kosovo. Bengasi puede pasar a albergar un nuevo
Camp Bondsteel (la mega-base estadounidense en Kosovo). Su cercanía a Europa
debería ser motivo de preocupación: puede ser una fuente de narcotráfico, trata
de blancas, crimen organizado, tráfico de órganos y de armas, inmigrantes y
terrorismo (ver cómo los arsenales gadafistas acabaron en manos de Al-Qaeda).
3- Libia
va a ser un país inestable. El orden de la época de Gadafi y la Yamahiriya no
volverá. Probablemente la resistencia lealista gadafista tardará mucho en
sofocarse y el escenario será comparable a Iraq. Esta inestabilidad se
contagiará a Sudán, la franja del Sahel y el Cuerno de África además de África
guineana y el Congo. El Mediterráneo no se salvará.
4- El
islamismo radical ganará posiciones en Libia. Por lo pronto ya hemos visto
la bandera negra de Al-Qaeda ondeando en el palacio de la justicia de Bengasi,
y hemos visto al CNT hablando de imponer la Sharia en el país. Más info aquí
sobre la presencia de Al-Qaeda en Libia. Los combatientes islamistas en Libia
serán empleados después en otros escenarios del mundo musulmán para
desestabilizar a los enemigos del atlantismo.
5- Libia
va a convertirse en un país emisor de refugiados e inmigrantes. La Libia gadafista
era un país lo bastante avanzado como para, no sólo no emitir apenas emigrantes
a Europa (sin contar estudiantes becados y similares), sino además atraer inmigrantes
de Egipto, Túnez, media África y hasta China. Ahora es previsible que la cosa
cambie y que Libia se convierta en un país tercermundista de refugiados,
damnificados, desheredados y muertos de hambre, que, desesperados, se
precipitarán sobre Italia primero y el resto de la UE después. Por añadidura,
los trabajadores subsaharianos que antes emigraban a Libia, ahora lo harán a la
UE. La avalancha de negros que Gadafi predijo se precipitaría sobre Europa si
él caía, puede desencadenarse bien pronto, especialmente si tenemos en cuenta
que la caída de Gadafi va a desestabilizar Argelia, Chad, Níger, Sudán,
República Centroafricana, Cuerno de África, etc. Esto no sería un problema si
la política migratoria de Europa no estuviese controlada por multinacionales
codiciosas y políticos vendidos, pero no es el caso.
Como hemos visto más arriba, los intereses del
atlantismo en África son muchos, y no se detienen en Libia. Washington ha
mandado fuerzas especiales a la República Centroafricana, y la independencia de
Sudán del Sur es el primer paso para frustrar los intereses chinos en África
Central. El nuevo país sudanés es un Estado-tapón que evita que el Atlántico y
el Mar Rojo se comuniquen a través de dos enormes países (Congo y Sudán).
Argelia, país extraordinariamente rico en gas natural y que busca
desesperadamente una salida al atlántico a través del Sahara Occidental, ha
acogido a Aisha Gadafi y se niega a extraditarla. El presidente argelino
Abdelaziz Buteflika temía tanto la acción extranjera que, durante los
bombardeos de la OTAN sobre Libia, ni siquiera le cogió el teléfono a Gadafi.
Cuando, el 22 de febrero de 2011, la Liga Árabe suspendió a Libia como miembro,
Argelia fue uno de los dos Estados
que se opuso. El otro fue Siria.
En Níger puede encontrarse Said Gadafi, que,
protegido por mercenarios sudafricanos, se llevó a dicho país las reservas de
oro libias (que puede utilizar para financiar una resistencia armada) y
numerosas obras de arte. El gobierno de Niamey se niega a extraditarlo. Lo
mismo reza para Saadi, otro hijo de Gadafi que escapó a Níger el 11 de
Septiembre de 2011 con la ayuda de veteranos de las fuerzas especiales de Rusia
e Iraq. Níger es también importante por sus reservas de uranio (controladas por
la compañía francesa Areya, pero también en el punto de mira de China), por su
frontera con Nigeria (que tiene grandes reservas de hidrocarburos) y por
utilizar el franco-CFA como moneda de reserva.
El atlantismo parece estar usando los viejos
lazos de Francia con África subsahariana para penetrar en lo más profundo del
continente, con el objetivo expreso de contener la expansión de la influencia
china. Al atlantismo le interesa especialmente frustrar el gasoducto
trans-sahariano ―que en buena medida no deja de ser otra tenaza rusa igual que
el Nord Stream y el South Stream― y desestabilizar Argelia, Níger y el norte de
Nigeria, para que todo el gas y petróleo nigerianos se orienten a las rutas
marítimas. También es de particular interés hacer todo lo posible para
desestabilizar las zonas interiores del Congo y países limítrofes, para que los
abundantes recursos congoleños se dirijan hacia el Oeste (costa atlántica) en
lugar de hacia el interior (Mar Rojo, Puerto Sudán). La desestabilización de la
mitad norte de Nigeria (donde se ha implantado la Sharia) tiene también por
objetivo evitar que sus hidrocarburos encuentren salida hacia el Norte (Argelia
y la Unión Europea) a través de Níger.
La zona idónea para balcanizar todo este espacio
es cerca de la triple frontera de Argelia-Mali-Níger, donde tiene su base AQMI
(Al-Qaeda en el Magreb Islámico) y donde podrían encontrarse los hijos de
Gadafi. AQMI es realmente todo un ejército privado y una red de Inteligencia
con contactos en el ámbito saudí, marroquí y anglosajón, y opera en buena parte
del Sahel (ataques a tropas gubernamentales, control de regiones enteras,
secuestro de turistas y voluntarios de ONGs, etc.), desestabilizándolo y
brindando cassus belli para la intervención de potencias extranjeras
(especialmente Francia mediante su Legión Extranjera y EEUU con AFRICOM).
Precisamente Gadafi prestaba apoyo a los gobiernos de Mali, Níger y Argelia
para que luchasen contra esta milicia y estabilizasen la zona, ya que sin
estabilidad regional, el gasoducto trans-sahariano no es viable.
Níger es por ello una especie de encrucijada
estratégica. No sólo parte por la mitad las rutas norte-sur (Argelia-Nigeria),
sino que también parte por la mitad una importantísima ruta este-oeste: el Sahel, una franja semi-árida que va
desde el Atlántico hasta el Mar Rojo. En particular, la porción del Sahel que
incluye la cuenca del río Níger, fue clave históricamente para el florecimiento
de muchos imperios africanos (como los almorávides, la época próspera de
Timbuktu y una variedad de reinos
subsaharianos) que obtenían su poder y enormes riquezas de este núcleo, los
recursos que albergaba (especialmente oro) y las rutas que se entrecruzaban en
él. La tendencia de los almorávides, canalizada por la geografía, fue dirigirse
hacia el Norte, invadiendo las actuales Marruecos y Argelia y penetrando
finalmente en España. Finalmente, en el Sahel tiene sus bases el recientemente
organizado Frente de Liberación Libio (LLF
por sus siglas inglesas, también conocido como "Resistencia Verde"),
un ejército de resistentes gadafistas.
La geografía, los yacimientos de hidrocarburos y las infraestructuras
energéticas señalan los pasos del atlantismo en África. Las rutas norte-sur
(gasoducto trans-sahariano), que conectan el Mediterráneo con el Atlántico, y
las rutas este-oeste (franja del Sahel), que conectan el Mar Rojo con el
Atlántico, se cruzan en Níger, un país intermedio que es el candidato perfecto
para balcanizar todo este espacio desmantelando la "cruz", y que es
clave para dominar el corazón de África. También es de notar el papel de España
e Italia como receptoras de gran cantidad de hidrocarburos africanos y
transmisoras de energía a Europa (papel que se incrementaría enormemente si
Nigeria se conectase a la red de gasoductos). El atlantismo quiere evitar a
toda costa que se formen rutas terrestres estables y que los países se
emancipen de la dependencia de las rutas marítimas. Por tanto, es una mala
noticia para el eje Washington-Londres-Tel-Aviv que el gas y el petróleo se
dirijan hacia el interior continental en lugar de hacia los puertos marítimos.
España y Argelia
La energía es probablemente el principal móvil en
la estrategia de las grandes potencias modernas, es por ello que los
hidrocarburos tienen un papel tan importante en la geopolítica. De ellos, el
carbón fue el primer protagonista, luego el petróleo ha sido durante mucho
tiempo el tesoro más codiciado, y en tiempos recientes, el gas natural ha ido
adquiriendo un protagonismo cada vez mayor. Los "rusoductos" de
Europa del Este han causado graves problemas diplomáticos y son el eje del
acercamiento germano-ruso. La diplomacia del gas natural es tan importante para
Rusia que el actual Presidente ruso, Dimitri Medvedev, fue anteriormente
presidente de la compañía estatal gasífera Gazprom. El campo gasífero de Pars
del Sur es una de las razones de la adjudicación del Mundial de fútbol de 2018
a Qatar, el Green Stream era el eje de las relaciones italo-libias, el South
Stream amenaza con provocar la resurrección de Serbia y el gasoducto proyectado
de Irán-Pakistán-India es un gravísimo problema para Estados Unidos, que se ha
opuesto vehementemente al proyecto y está haciendo lo posible por
desestabilizar Pakistán (a quien pidió formalmente en Enero de 2010 que
cancelase el proyecto, sin éxito), especialmente la región de Baluchistán y las
provincias tribales. Hamid Karzai (presidente de Afganistán) y Zalmay Khalilzdad
(ex-embajador de EEUU en la ONU, Afganistán e Irak), trabajaron ambos
antiguamente para la petrolera Unocal (actualmente parte de Chevron), que tenía
intereses gasíferos en el Caspio y Asia Central; el objetivo era construir un
gasoducto (el TAP, no confundir con el TAP adriático, que es parte del South
Stream ruso) que canalizase el gas del Caspio ―evitando expresamente a Rusia y
a Irán― directamente hacia la costa pakistaní, donde sería saqueado por las
compañías multinacionales. Esto ha sido frustrado por la decisión de
Turkmenistán de exportar gas exclusivamente a Irán, Rusia y China.
Todo esto da una idea acerca de la importancia
que la estrategia del gas está adquiriendo en el tablero mundial. El gas
natural es el hidrocarburo menos contaminante, más barato, más abundante y más
eficiente que existe, y además las reservas gasíferas actuales durarán
supuestamente 60 años: dos décadas más que las reservas petrolíferas (Nota del editor del blog: Volvemos a reiterar que el llamado "pico de petróleo" fue un fraude o un error ya desmentido científica y políticamente). El gas
natural se emplea extensamente en la calefacción, la cocina, producción de energía,
fertilizantes y también han empezado a aparecer los primeros vehículos que
funcionan a base de gas (y se está trabajando en producir aviones). El
atlantismo desearía que no hubiese ni un solo gasoducto en toda Eurasia, o que,
en todo caso, los gasoductos fuesen directamente a parar a puertos y espacios
marítimos controlados por él [1].
En el mapa de más arriba hemos visto que la
relación de España y Argelia guarda algunas inquietantes similitudes con la
relación entre Italia y Libia. Antaño, los intereses españoles en Argelia
venían representados por el peligro de la piratería berberisca, Orán, Argel y
otras plazas. Ahora, vienen de la mano del gas natural. Desde 1996, existe un
gasoducto, el Maghreb-Europe (también llamado gasoducto Pedro Durán Farell),
que conecta el importante campo gasífero de Hassi R’Mel (Argelia) con Córdoba y
el resto de la red ibérica y europea. Este gasoducto tiene un problema, y es
que pasa por Marruecos, forzando a Europa a estar pendiente de las veleidades
de la monarquía alahuita, totalmente adicta a Washington. De hecho, el gobierno
marroquí figura en la lista de socios comerciales y operadores del gasoducto
(Sonatrach, Reino de Marruecos, Enagás, Metragaz y Transgas).
Por ello, se construyó otro gasoducto, el Medgaz,
que unía directamente Argelia con España, concretamente con el importante
gasoducto Almería-Albacete. La fecha de inauguración del Medgaz, que libra a
España y a Europa de su dependencia gasífera de Marruecos, es sorprendente: 1
de Marzo de 2011, en plena primavera árabe y dos semanas antes de las
resoluciones de la ONU sobre Libia. Quizás el único problema planteado por el
Medgaz es que se encuentra en una zona geológicamente inestable (véase el
terremoto de Lorca el 11 de Mayo de 2011).
Es posible que la OTAN lleve al cabo una tentativa de desestabilización del
régimen argelino. Para ello, podría combinar acciones de AQMI con alguna
"rebelión popular" financiada desde el extranjero. El atlantismo teme
que Rusia, Argelia, Irán y Turkmenistán formen un cártel gasífero, una especie
de OPEP del gas. Argel está bien relacionado con Moscú desde la época
soviética. En Marzo de 2006, Putin se convirtió en el primer mandatario ruso en
visitar Argelia desde el presidente soviético Nikolai Podgorny en 1969. Los temores
a una política gasífera común entre Argelia y Rusia se manifestaron en el
"Financial Times" de Londres (23 de Mayo) y en "Le Monde"
de Francia (29 de Junio).
Buena parte del material de la Armada argelina es
de origen ruso, incluyendo dos corbetas "Tiger" compradas en Julio de
2011. También resultan interesantes las relaciones argelinas con Italia, a cuya
empresa Orizzonte Sistemi Navali ha pedido un buque desconocido (probablemente
un transporte anfibio de tipo "San Giorgio"). El acercamiento de
Italia a Rusia, Argelia y Libia es un fenómeno inevitable que el atlantismo no
ve con buenos ojos.
AFRICOM Y EL PROYECTO ATLANTISTA PARA ÁFRICA
Mandos regionales del pentágono.
El Pentágono divide el planeta en varias
porciones geoestratégicas, que, reveladoramente, tienen mucha más coherencia
que la actual red de alianzas militares. Durante mucho tiempo, África fue parte
de EUCOM, el mando europeo, fundado en 1952 y con sede en Stuttgart, Alemania.
El hecho de que los asuntos africanos se controlasen desde Europa se debía
probablemente a que la mayor parte de África aun estaba en manos de potencias
europeas, y a que Europa nunca perdería sus contactos con África. Por
contraste, la influencia de EEUU en el continente negro todavía era casi
inapreciable.
Entre 2006 y 2008, coincidiendo con la irrupción
diplomática y comercial de China en África (varios mandatarios chinos hicieron
giras por todo el continente asegurando contratos, invirtiendo dinero y
construyendo infraestructuras), se creó un mando nuevo para África, AFRICOM. En
un principio, la sede estuvo también en Stuttgart, quizás porque ningún país
africano permitió establecer semejante centro de espionaje y desestabilización
en su territorio (sólo Liberia, cuyo derecho naval es de risa, se ofreció), o quizás
porque EEUU aun no había ocupado militarmente ningún país africano. Sudáfrica,
Nigeria y Libia se opusieron abiertamente a que se estableciese un cuartel
general en su continente.
Sin embargo, en 2008 se supo que Marruecos (el
caballo de troya del atlantismo en África, igual que Reino Unido lo es en
Europa) había aceptado albergar el cuartel general de AFRICOM, o al menos uno
de sus sub-mandos regionales. Se trata de Tan Tan, cerca de Wad el-Drâa (ver
aquí). El emplazamiento se encuentra al lado de lo que antes era la frontera
entre Marruecos y el Sahara Español, 300 kilómetros al este de la isla española
de Lanzarote. La excusa para establecer la base ha sido apoyar a las flotas
estadounidenses que entran y salen del Mediterráneo, hacer frente a "catástrofes
naturales"… y luchar contra el oportuno problema del terrorismo,
concretamente la "amenaza" de Al-Qaeda en el Magreb Islámico, o AQMI.
Esto viene enmarcado en la Iniciativa Anti-Terrorista Transahariana (TSCTI por
sus siglas inglesas), aprobada por el Congreso de los Estados Unidos para
"estabilizar" buena parte del Sahel… y otros países de propina. La
verdadera excusa es controlar-desestabilizar el Sahel para impedir la formación
de un bloque regional estable y para tener un motivo para intervenir en lugares
tan ricos en recursos y posición estratégica como Argelia, Nigeria o Níger.
La nueva base aeronaval estadounidense de Tan-Tan es la instalación militar
más grande del continente africano, con una superficie de mil hectáreas.
También se está construyendo un reactor nuclear.
Tanto Yibuti como Sudán del Sur y Etiopía son
otras dos candidatas perfectas para albergar instalaciones militares
estadounidenses de AFRICOM, cuya independencia es aun solo nominal y sigue
dependiendo en buena medida de EUCOM. Es vital para AFRICOM obtener una gran
base en el Nilo o cerca (Sudán del Sur, Etiopía, Uganda, Kenia...). Libia desde
luego puede convertirse a largo plazo en una enorme base de la OTAN, y no hay
duda de que la Guerra de Libia, y las operaciones venideras, ayudarán a
afianzar AFRICOM definitivamente.
Pero entretanto, hay más movimientos por parte de
Marruecos: la monarquía alahuí ha emprendido la construcción de otra base (ver
aquí) en Kasar Seghir (Ksar Sghir, o la antigua Alcazarseguir), a 20 kilómetros
de Ceuta y justo enfrente de la costa de Tarifa. Esta base viola el acuerdo
oficioso vigente entre España, Reino Unido y Marruecos: no construir más bases
militares en la zona estratégica del estrecho. Aunque en los medios de
comunicación españoles estas noticias han pasado mayormente desapercibidas (el
fútbol y el corazón acaparan más atención, y no por casualidad), ambos
movimientos en Marruecos son particularmente inquietantes en tanto se dirigen
estratégicamente contra las únicas posesiones españolas en África: las Islas
Canarias, Ceuta y Melilla. Estas dos últimas NO están garantizadas por la OTAN:
si Marruecos atacase la España continental, tendríamos el apoyo de la OTAN...
pero en caso de que las víctimas fuesen Ceuta y Melilla, estaríamos solos
contra un país apoyado por EEUU, Reino Unido y probablemente Francia.
Nueva base militar marroquí en el estrecho de Gibraltar. Ambas bases son
una respuesta del eje atlantista a la progresiva pérdida de protagonismo del
Atlántico en el gran tablero mundial. La Libia gadafista, enemiga de Marruecos,
como Argelia, hubiera podido ser un socio estratégico muy interesante para
España, pero mientras Madrid esté sometida a las directrices de Washington,
nuestro país no defenderá nunca sus verdaderos intereses.
CONCLUSIONES
Libia fue atacada porque:
• Estaba a punto de pedir oro en vez de dólares a
cambio de su petróleo.
• Iba a utilizar oro para respaldar una nueva
moneda de reserva, y tenía en esto el apoyo de Dominique Strauss-Kahn y el
Banco Central chino.
• Iba a establecer esta nueva moneda común en
quizás el 70% del continente africano.
• Con la Unión Africana, amenazaba crear un
bloque geopolítico que podría vertebrar al continente africano y cerrarlo en
banda a los saqueos de bancos y multinacionales extranjeros.
• Su política de dar préstamos a gobiernos
africanos estaba suplantando la influencia de los bancos internacionales.
• Creaba su propio dinero libre de deuda y de
interés, en vez de pedirlo prestado como crédito a interés a un banco privado
controlado por extranjeros.
• Estaba imponiendo condiciones demasiado duras a
las compañías petroleras angloamericanas y abriendo las puertas a la influencia
china y rusa en el Mediterráneo, justo en un momento en el que EEUU está
decidido a cortar de tajo la expansión china por África.
• Su decisión de emprender otra ronda de
nacionalización del petróleo entró en conflicto con oligarquías autóctonas que
pretendían convertirse en jeques del Mediterráneo.
• Estaba a punto de permitir la construcción de
una o dos bases navales rusas en sus costas (Trípoli y/o Bengasi).
• Estaba activamente involucrada en Sudán, el
Cuerno de África y la franja del Sahel, y hubiera podido proporcionarle a China
un puente estable desde el Índico hacia el Mediterráneo sin tener que pasar por
Suez.
• Lejos quedan los tiempos en los que EEUU podía
controlar un continente por las buenas. Tras la irrupción de China en África,
el dólar por sí mismo no basta. Al ser papel mojado, debe ser respaldado a
tiros y misilazos.
• Gadafi le tomó mal la medida a la OTAN. Pensaba
que estaba lo bastante dividida como para no atacarlo, pero se equivocaba,
sobre todo en lo que respecta a Francia.
• Libia e Iraq se parecen en muchas cosas. Ambos
emprendieron un proceso de modernización para ser autárquicos en tecnología,
industria, alimentación y política monetaria, y ambos fueron arrasados.
Por caricaturesca que pueda parecer, esta imagen no difiere mucho de la
realidad de la Guerra de Libia. Anterior capítulo LIBIA: Tragedia en el Mare Nostrum (III)
NOTAS
[1] Ver aquí cómo las rutas
continentales asiáticas (en buena medida vertebradas en torno a la antigua Ruta
de la Seda), mucho más sencillas y rápidas, podrían restarle un protagonismo
descomunal a la ruta marítima tradicional para llevar el petróleo del Golfo
Pérsico a Asia Oriental. El único motivo por el que estos proyectos no se
consolidan es por las inestabilidades regionales artificiales que azotan la
región y frustran las relaciones diplomáticas. El primer interesado y promotor
de la mayor parte de dichas inestabilidades es el atlantismo.
PUBLICACION ORIGINAL
EUROPA SOBERANA
Tragedia en el Mare Nostrum - qué domonios pasa con Libia