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06 octubre 2017

El islam político contra China

























EL PENTÁGONO ESTÁ PREPARANDO UNA NUEVA GUERRA        EN EL SUDESTE ASIÁTICO


por Thierry Meyssan


Usted ha notado probablemente que la información que posee sobre lo que se trama alrededor de Myanmar es muy incompleta y es posible que ni siquiera haya oído hablar de la coalición militar que se prepara para atacar ese país. Lo cierto es que, como Thierry Meyssan revela en este trabajo, los acontecimientos actuales venían siendo organizados por Riad y Washington desde 2013. No tome posición sin haber leído antes este artículo y haber analizado la información que aquí se expone.




Según el estado mayor estadounidense, Birmania está en la zona del mundo cuyos Estados deben ser destruidos, como puede verse en este mapa, publicado por Thomas P. M. Barnett en 2003.


En la continuación de su Gran Estrategia de Extensión del Ámbito de la Guerra [1], el Pentágono venía preparando simultáneamente la utilización de los kurdos en el Medio Oriente ampliado, una guerra civil en Venezuela y una guerra de desgaste en Filipinas. Pero esos conflictos van a tener que esperar porque se ha dado la prioridad a un cuarto teatro de operaciones: Birmania, a las puertas de China.


28 de septiembre de 2017. El estadounidense Jeffrey Feltman (segundo de derecha a izquierda), número 2 en la jerarquía de la ONU, asiste a los debates del Consejo de Seguridad junto al secretario general Antonio Guterres. Luego de haber supervisado personalmente la agresión contra Siria, Feltman pretende organizar la agresión contra Birmania. Como funcionario estadounidense, Feltman fue secretario de Estado adjunto, en tiempos de Hillary Clinton.


En la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU realizada el 28 de septiembre, la embajadora de Estados Unidos y varios de sus aliados acusaron de «genocidio» al gobierno de coalición de Myanmar [2].

La sola mención del término «genocidio», que en derecho europeo designa una masacre masiva pero que el derecho estadounidense aplica a un método de asesinato –aunque el criminal tenga en su haber una sola víctima–, es suficiente para que Washington considere que se justifica una guerra, con respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU o sin él, como ya pudo verse en el caso de Yugoslavia [3]. La reunión del Consejo de Seguridad de la ONU se convocó a pedido de la Organización para la Cooperación Islámica (OIC, la antigua Organización de la Conferencia Islámica).



Desde 2013, los medios de difusión occidentales vienen presentando el budismo bajo una imagen sectaria. En esta portada de la revista Time, aparece el monje Ashin Wirathu. Condenado en 2003 a 25 años de cárcel debido a su prédica antimusulmana, estuvo entre los beneficiarios de la amnistía general decretada en 2012. El hecho es que hay fanáticos en todas las religiones.


Para hacer que los hechos concuerden con su narración particular, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, que durante la «revolución azafrán», en 2007, tanto celebraron la resistencia no violenta de Aung San Suu Kyi y los monjes budistas frente a la dictadura del SLORC (State Law an Order Restoration Council) [4], simplemente metieron en un mismo paquete al ejército birmano, a la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi [5] y a todos los budistas del país [6] y los clasificaron, a todos juntos, como “los malos”.


Desde los tiempos de la dominación extranjera –primeramente británica y más tarde japonesa [7]– nunca hubo en Birmania un periodo de paz civil y desestabilizar ese país se hizo mucho más fácil desde que la junta militar del SLORC aceptó compartir el poder con la Liga Nacional por la Democracia (LND) y que ambas comenzaron a tratar de resolver juntas los numerosos conflictos internos del país.




Indispensable para la economía china, el oleoducto de Yunnan desemboca en la ribera del Pacífico, en el Estado birmano de Rakhine (antiguamente llamado Arakan).


Por un azar de la geografía, el oleoducto que vincula la región china de Yunnan con el Golfo de Bengala pasa por Birmania, país que además alberga varias estaciones chinas de vigilancia electrónica de las rutas navales que pasan frente a sus costas. Llevar la guerra a Birmania resulta por tanto más importante para el Pentágono que bloquear las dos «rutas de la seda» en el Medio Oriente y Ucrania.

Herencia de la colonización británica, entre las poblaciones discriminadas en Birmania se cuentan los 1,1 millones de descendientes de los obreros bengalíes que Londres desplazó para utilizarlos en Birmania [8]. Pero resulta que esta minoría nacional –que no es una minoría étnica– es de confesión musulmana mientras que la gran mayoría de los birmanos son budistas. Y resulta también que, durante la Segunda Guerra Mundial, los rohingyas colaboraron con el Imperio británico en contra de los nacionalistas birmanos.



Perfectamente equipado, el Movimiento por la Fe o Ejército de Salvación Rohingya de Arakan fue entrenado por los británicos en Arabia Saudita y Bangladesh. Antes del inicio de los recientes acontecimientos, contaba al menos 5 000 soldados.


En 2013, en momentos en que el Pentágono y la CIA habían desplegado hordas de yihadistas en Siria, donde libraban una guerra de posiciones, Arabia Saudita creó en La Meca una enésima organización terrorista: el Movimiento por la Fe (Harakah al-Yaqin). Ese grupo, que dice reunir a combatientes rohingyas, está en realidad bajo las órdenes del pakistaní Ata Ullah, quien luchó contra los soviéticos en Afganistán [9]. El reino saudita albergaba la más importante comunidad masculina de rohingyas, después de Birmania y antes de Bangladesh, con 300 000 trabajadores, todos hombres sin sus familias.

Según un informe de los servicios de inteligencia bengalíes, redactado antes de la actual crisis, el Movimiento por la Fe actúa desde hace un año con una escisión de la organización bengalí Jamat-ul-Mujahideen bajo el eslogan «La Yihad de Bengala a Bagdad». Ese grupúsculo juró fidelidad al Califa del Emirato Islámico (Daesh), Abu Bakr al-Baghdadi, y ha reunido en el seno de una coalición a grupos como los Mudjahiden indios, Al-Jihad, Al-Ouma, el Movimiento de Estudiantes Islámicos de la India (SIMI), el Lashkar-e-Toiba (LeT) y el Harkat-ul Jihad-al Islami (HuJI) pakistaní. Todo ese conjunto de grupos recibe financiamiento de la fundación Revival of Islamic Heritage Society (RIHS) con sede en Kuwait.

Hace menos de año y medio, en marzo de 2016, cuando el SLORC aceptó compartir el poder con el partido de Aung San Suu Kyi, Estados Unidos trató de utilizar a la Premio Nobel de la Paz en contra de los intereses chinos. Al mismo tiempo, sabiendo que no iba a ser fácil manipular a la hija del padre de la independencia birmana –el comunista Aung San–, y fiel a su eterna estrategia de apostar simultáneamente a dos caballos, Estados Unidos también estimuló el Movimiento por la Fe.



En septiembre de 2016, Aung San Suu Kyi explica ante la Asamblea General de la ONU sus esfuerzos a favor de los rohingyas. Al igual que su padre Aung San –quien creyó en su momento en la ayuda de los japoneses para liberar Birmania de la colonización británica–, la Premio Nobel de la Paz creyó ingenuamente en la simpatía de los anglosajones para resolver los problemas internos de Myanmar.


En septiembre de 2016, Aung San Suu Kyi representó a su país en la Asamblea General de la ONU [10]. Muy ingenuamente, explicó los problemas de su pueblo y a través de ella estaba tratando de resolverlos paulatinamente, comenzando por la cuestión de los rohingyas. Ya de regreso en su país, se dio cuenta de que sus antiguos respaldos estadounidenses eran en realidad enemigos de su patria. El Movimiento por la Fe emprendió una serie de ataques terroristas, como el perpetrado contra el puesto de la policía fronteriza de Maungdaw, donde 400 terroristas robaron el arsenal y mataron 13 aduaneros y soldados.

Aung San Suu Kyi prosiguió tenazmente la instalación de una comisión de consulta encargada de analizar la cuestión de los rohingyas y de proponer un plan concreto para poner fin a los actos de discriminación contra ellos. Esa comisión se componía de 6 birmanos y 3 extranjeros –la embajadora de los Países Bajos Laetitia van den Assum; el ex ministro libanés de Exteriores Ghassan Salamé, que en realidad representa a Francia; y el ex secretario general de la ONU Kofi Annan, como presidente de la comisión.



La Comisión de Consulta sobre los rohingyas alrededor de su presidente, Kofi Annan. Entre los seis miembros birmanos hay personalidades históricas de la lucha por los derechos humanos –como U Win Mra y U Khin Maung Lay– así como Al Haj U Aye Lwin, guía espiritual de una orden musulmana sufista.


Los nueve miembros de esa comisión iniciaron un trabajo de singular calidad, a pesar de todos los obstáculos birmanos. Varios partidos políticos fracasaron en su empeño por lograr que la Asamblea Nacional disolviera la comisión, pero lograron que se adoptara contra ella una moción de desconfianza en la Asamblea local del antiguo Arakan (el Estado donde viven los rohingyas). En definitiva, la comisión entregó su informe el 25 de agosto de 2017 con una serie de posibles recomendaciones que podrían aplicarse –sin ningún tipo de trampas– para mejorar las condiciones de vida de todos [11].

Ese mismo día, los servicios de inteligencia de Arabia Saudita y Estados Unidos emitieron la señal para desatar la respuesta: el Movimiento por la Fe, rebautizado por los británicos como Ejército de Salvación Rohingya de Arakan, dividido en 24 comandos, atacó varios cuarteles del ejército y puestos de la policía, dejando un saldo de 71 muertos. Durante una semana, las tropas birmanas realizaron una operación antiterrorista contra los yihadistas. Unos 400 familiares de estos últimos huyeron hacia Bangladesh.



El 1º de septiembre de 2017, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, en su calidad de presidente de la Organización para la Cooperación Islámica, abre en Estambul la campaña mediática sobre los rohingyas.


Tres días después, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan comenzaba a comunicarse telefónicamente con todos los jefes de Estado de países musulmanes para alertarlos sobre «el genocidio contra los rohingyas». El 1º de septiembre, o sea el día del Aid al-Adha, la fiesta más importante del mundo musulmán, el propio Erdogan llamaba, en un vibrante discurso pronunciado en Estambul en su calidad de presidente en funciones de la Organización para la Cooperación Islámica, a salvar a los rohingyas y apoyar su Ejército de Salvación [12].

Sin embargo, lo cierto es que esos yihadistas nunca defendieron a los rohingyas sino que intervinieron sistemáticamente para hacer fracasar todos los intentos por mejorar sus condiciones de vida y poner fin a la discriminación contra ellos.



El general Mohsen Rezaei fue el comandante de los Guardianes de la Revolución que lucharon junto a la OTAN y Arabia Saudita contra Serbia, en la guerra de Bosnia-Herzegovina.


El 5 de septiembre, el presidente del Consejo de Discernimiento de Irán, Mohsen Rezaei, proponía unir las fuerzas de todos los Estados musulmanes y crear un ejército islámico para salvar a los «hermanos rohingyas» [13]. La importancia de esa declaración reside principalmente en el hecho que el general Rezaei fue comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución.

A pesar de que el ejército birmano había cesado toda acción contra los terroristas, seguían los incendios de aldeas rohingyas mientras que la población rakhin de la región de Arakan linchaba musulmanes, por considerar que estaban todos vinculados a los terroristas. Según los rohingyas, los soldados del ejército birmano estaban quemando sus aldeas, pero según el ejército birmano eran los yihadistas quienes cometían esos hechos. Poco a poco, todos los rohingyas del norte de la región de Arakan se marchaban para buscar refugio en Bangladesh, cosa que curiosamente no hicieron los rohingyas que viven en el sur de la misma región.



El 6 de septiembre, una delegación oficial turca viajaba a Bangladesh para distribuir víveres entre los refugiados. Encabezaban esa delegación el ministro turco de Exteriores Mevlut Cavusoglu, así como la esposa y uno de los hijos del presidente Erdogan.


La campaña de movilización en marcha en los países musulmanes recurre a elementos visuales especialmente fuertes, como esta fotografía, divulgada por el gobierno turco, que supuestamente muestra cuerpos de musulmanes asesinados por los monjes budistas en Birmania. En realidad es una foto antigua de una ceremonia fúnebre donde se ven víctimas de un terremoto en China.


En los países musulmanes, una amplia campaña de desinformación aseguraba, recurriendo a la presentación de fotos como prueba, que los budistas estaban perpetrando grandes masacres contra los musulmanes. Pero ninguna de las fotos utilizadas había sido tomada en Birmania y esas noticias falsas acabaron siendo desenmascaradas una tras otra. Sin embargo, en los países donde el nivel de educación de la población es bajo esas fotos convencieron a la gente y los desmentidos fueron inaudibles. Sólo Bangladesh emitía reservas en cuanto al papel de los yihadistas y garantizaba a Myanmar que podía contar con su cooperacion contra los terroristas [14].

El 11 de septiembre, el presidente en funciones de la Organización para la Cooperación Islámica, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, intervenía ante la comisión científica de la organización, reunida en Astaná (Kazajstán), comisión que no tiene nada que ver con el asunto, para reclamar «salvar a los rohingyas».


El ayatola Alí Khamenei estima que implicar militarmente a su país en Birmania, junto a la OTAN y Arabia Saudita, sería una catástrofe, sobre todo teniendo en cuenta la milenaria historia de cooperación entre Irán y China.


Al día siguiente, 12 de septiembre, el Guía de la Revolución iraní, el ayatola Alí Khamenei tomaba posición. Muy inquieto ante la proposición del general Rezaei, Khamenei deslegitimó la guerra de religión que actualmente se prepara, el «choque de civilizaciones», aunque criticando la presencia de una mujer a la cabeza de un Estado. El Guía se empeñó principalmente en cerrar la puerta a toda implicación militar de los Guardianes de la Revolución, declarando: «Es muy posible que el fanatismo religioso haya desempeñado un papel en esos acontecimientos, pero se trata de una cuestión totalmente política ya que el responsable es el gobierno de Myanmar. Y a la cabeza de ese gobierno está una mujer cruel, laureada con el Premio Nobel de la Paz. En realidad, esos acontecimientos han firmado el acta de defunción del Premio Nobel de la Paz.» [15].

Inmediatamente, también en Teherán, el presidente-jeque Hassan Rohani recurría al ejército regular para participar en el conflicto en ciernes. El 17 de septiembre, los jefes de los estados mayores de los ejércitos de Irán y de Pakistán se ponían en contacto para unir sus fuerzas en el marco de la crisis [16]. Se trata de la primera iniciativa militar, pero quien participa no es el cuerpo de Guardianes de la Revolución –que están luchando junto a los sirios contra los yihadistas– sino el ejército iraní –que ya trabaja con los ejércitos de Turquía y Pakistán para defender Qatar. Irán también está enviando grandes cantidades de ayuda a los refugiados.


Aung San Suu Kyi llama la opinión pública internacional a tener en cuenta los esfuerzos de Myanmar por resolver la cuestión de los rohingyas y denuncia el terrorismo yihadista. Pero no ha recibido más crédito que Muammar el-Kadhafi, cuando este último denunció los ataques de al-Qaeda contra Libia (Naypyidaw, 19 de septiembre de 2017).


El 19 de septiembre, ignorando las explicaciones de Aung San Suu Kyi [17] y aprovechando la ocasión que le ofrecía la apertura del periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, Erdogan reunió el grupo de contacto de la OCI para solicitar a todos los Estados miembros que suspendan toda forma de comercio con Myanmar y pedir al Consejo de Seguridad a que se pronuncie [18].



Arabia Saudita protege y maneja, desde 2013, el Ejército de Salvación Rohingya de Arakan. El rey Salman asignó 15 millones de dólares a los refugiados rohingyas en Bangladesh, donde se encuentran los campos de entrenamiento de ese grupo yihadista.


Saliendo por fin de la sombra, Arabia Saudita afirmó entonces que ha venido apoyando discretamente a los rohingyas desde hace 70 años y que les ha aportado 50 millones de dólares en todo ese tiempo. El rey Salman agregó a esa suma una donación de 15 millones de dólares [19]. El embajador de Arabia Saudita ante los órganos de la ONU en Ginebra, Abdulaziz ben Mohammed Al-Wassil, movilizó allí al Consejo de los Derechos Humanos.

Olvidando las guerras que los enfrentan entre sí en Irak, Siria y Yemen, Turquía, Irán y Arabia Saudita, las tres principales potencias militares musulmanas, se congregaron nuevamente, por simple reflejo comunitario [20] y tomaron posición a favor de los rohingyas, designando además como enemigo común al gobierno de coalición del ejército birmano y Aung San Suu Kyi.

Ese cambio radical de situación en el Medio Oriente tiene como precedente las guerras de Yugoslavia. En Bosnia-Herzegovina (de 1992 a 1995) y en Kosovo (de 1998 a 1999), los países musulmanes y la OTAN lucharon juntos contra los cristianos ortodoxos vinculados a Rusia.


En 1995, Osama ben Laden hace desfilar su Legión Árabe ante el presidente bosnio Alija Izetbegovic, en Zenica. Eran ex muyahidines que habían luchado contra los soviéticos en Afganistán. Posteriormente pasarían a ser designados como al-Qaeda. Durante aquella guerra, los servicios de inteligencia rusos lograron introducirse en el cuartel general de la Legión Árabe y comprobaron que sus documentos no estaban redactados en árabe sino en inglés.


En Bosnia-Herzegovina, el presidente bosnio Alija Izetbegovic tuvo como consejero diplomático al estadounidense Richard Perle, quien incluso dirigió la delegación bosnia que participó en la adopción de los acuerdos de Dayton. Como consejero mediático tuvo al francés Bernard-Henri Lévy, según ha afirmado este mismo personaje, lo cual nunca ha sido desmentido. Finalmente, en el plano militar, el presidente Izetbegovic tuvo como consejero a un tal… Osama ben Laden, quien organizó para él la Legión Árabe y recibió incluso un pasaporte diplomático bosnio. Durante el conflicto, respaldado por la OTAN por debajo de la mesa, Izetbegovic recibió públicamente apoyo de Turquía, Irán y Arabia Saudita [21].


Después de haber sido testigo impotente del éxodo de miles de civiles, la opinión pública occidental aceptó sin discusión la decisión de violar la Carta de las Naciones Unidas.


El conflicto kosovar comenzó con una campaña terrorista del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) contra el gobierno de Belgrado. Los combatientes fueron entrenados por las fuerzas especiales de Alemania en una base de la OTAN en Turquía [22]. El hoy jefe de los servicios secretos de Turquía, Hakan Fidan, fungió como oficial de enlace con los terroristas en el estado mayor de la OTAN. Fidan, dirige actualmente el MIT, los servicios secretos turcos y es incluso el número 2 en la jerarquía del régimen de Erdogan. Al principio de la guerra, 290 000 kosovares huyeron de Serbia en sólo 3 días para refugiarse en Macedonia. Las televisoras occidentales divulgaron ampliamente las imágenes de aquella larga procesión de fugitivos. Según los varios millones de macedonios que los acogieron, nada justificaba aquella ola migratoria, ampliamente estimulada por la OTAN, pero ese desplazamiento de población fue ampliamente explotado para acusar al presidente Slobodan Milosevic de haber reprimido de manera desproporcionada la campaña terrorista contra su país y la OTAN le declaró la guerra sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU.

El trabajo sucio que hoy se prepara extiende el teatro de operaciones hacia el este. El Pentágono no tiene posibilidades de imponer una alianza turco-irano-saudita, pero tampoco lo necesita. En Yugoslavia, cuando esos tres países no tenían contactos directos entre sí, fue la OTAN quien los coordinó. Sin embargo, para luchar juntos en Birmania tendrán que llegar a arreglos en Irak, Siria y Yemen, e incluso en Libia. Teniendo en cuenta el estado actual de devastación del Medio Oriente y la perseverancia de los pueblos que siguen resistiendo, el Pentágono puede decidirse a dejar que esta región restañe sus heridas durante una década, sin temor a ver surgir allí la menor capacidad de oposición a su política.

En vísperas de la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que sentó las bases de la futura guerra contra Birmania, el Departamento de Estado anunció a Massud Barzani, que Estados Unidos no apoyará la independencia del Kurdistán iraquí. El problema es que el Pentágono no puede movilizar a Turquía e Irán en el sudeste asiático si les crea problemas con los kurdos en sus propias fronteras. Así que, después de haberse comprometido a fondo con el tema del referendo de independencia del Kurdistán en Irak, Massud Barzani pronto se verá obligado a retirarse de la vida política, tanto más cuanto que las exhibiciones de banderas israelíes en Erbil –ciudad sede del gobierno regional kurdo iraquí– fueron masivamente difundidas por los canales de televisión árabes, persas y turcos, debido a lo cual todos los vecinos de Barzani le han dado la espalda.

Si el Pentágono sigue adelante con su guión, la guerra contra Siria podría extinguirse por falta de combatientes, ya enviados a otras latitudes, para servir al «Imperio Estadounidense» en un nuevo teatro de operaciones.


Thierry Meyssan



NOTAS:

[1] Fuente: The Pentagon’s New Map, Thomas P. M. Barnett, Putnam Publishing Group, 2004. Análisis: «El proyecto militar de Estados Unidos para el mundo», por Thierry Meyssan, Haïti Liberté (Haití), Red Voltaire, 22 de agosto de 2017.
[2] «Myanmar: le Secrétaire général demande “une action rapide” pour mettre fin au “cauchemar” des Rohingya dans l’État de Rakhine», Compte-rendu du Conseil de sécurité, ONU, 28 de septiembre de 2017. Referencia: CS/13012.
[3] El Reino Unido y Estados Unidos habían redactado el acta de acusación contra Myanmar por adelantado, antes de que se produjeran los actuales acontecimientos: Countdown to Annihilation: Genocide in Myanmar, Penny Green, Thomas MacManus y Alicia de La Cour Venning, Queen Mary University of London, 2016. Persecution of the Rohingya Muslims; Is Genocide Occurring in Myanmar’s Rakhine State; a Legal Analysis, Allard Lowenstein, Yale University, 2016.
[4] «Birmania: Estados Unidos se muestra interesadamente solícito», por Thierry Meyssan, Abiad & Aswad (Siria), Red Voltaire, 2 de noviembre de 2007.
[5] The Burma Spring: Aung San Suu Kyi and the New Struggle for the Soul of a Nation, Rena Pederson, Prefacio de Laura Bush, Pegasus, 2015.
[6] Neither Saffron Nor Revolution: A Commentated and Documented Chronology of the Monks’ Demonstrations in Myanmar in 2007 and Their Background, Hans-Bernd Zöllner, Humboldt-University, 2009.
[7] Burma/Myanmar: What Everyone Needs to Know, David Steinberg, Oxford University Press, 2013.
[8] Para ser más exacto, hay que señalar que, aunque hubo inmigrantes bengalíes en Birmania incluso antes de la dominación británica, la inmensa mayoría de los rohingyas descienden de los trabajadores que los colonos desplazaron para utilizarlos como mano de obra barata. Nota del Autor.
[9] “Myanmar’s Rohingya insurgency has links to Saudi, Pakistan”, Simon Lewis, Reuters, 16 de diciembre de 2016.
[10] “Speech by Aung San Suu Kyi at 71st UN General Assembly”, por Aung San Suu Kyi, Voltaire Network, 21 de septiembre de 2016.
[11] Towards a peaceful, fair and prosperous future for the people of Rakhine, Advisory Commission on Rakhine State, agosto de 2017.
[12] “We won’t Leave Rohingya Muslims Alone”, Presidency of the Republic of Turkey, 1º de septiembre de 2017.
[13] “Rezaei urges Muslim states to defend Rohingya Muslims”, Mehr Agency, 6 de septiembre de 2017.
[14] “Bangladesh offers Myanmar army aid against Rohingya rebels”, AFP, 29 de agosto de 2017.
[15] «Myanmar : le Guide critique les défenseurs des droits de l’homme », Leader.ir, 12 de septiembre de 2017.
[16] “Iranian, Pakistani Top Military Commanders Stress Need for Ending Myanmar Muslims’ Plights”, Fars News, 17 de septiembre de 2017.
[17] “Aung San Suu Kyi speech on National Reconciliation and Peace”, por Aung San Suu Kyi, Voltaire Network, 19 de septiembre de 2017.
[18] «OIC Contact Group on Rohingya calls for UN Resolution on Myanmar», Organisation of Islamic Cooperation, 19 de septiembre de 2017.
[19] «Le Serviteur des Deux Saintes Mosquées accorde un don de 15 millions de dollars aux réfugiés Rohingyas», Saudi Press Agency, 19 de septiembre de 2017.
[20] The Rohingyas: Inside Myanmar’s Hidden Genocide, Azeem Ibrahim, Hurst, 2016.
[21] Comment le Djihad est arrivé en Europe, Jürgen Elsässer, prefacio de Jean-Pierre Chevènement, ediciones Xenia, 2006.
[22] «L’UÇK, une armée kosovare sous encadrement allemand », por Thierry Meyssan, Notes d’information du Réseau Voltaire, 15 de abril de 1999.

03 octubre 2017

Historiografía de la Segunda Guerra Mundial






por: Tito Andino U. 


Largo y polémico ha sido el camino desde el fin de la segunda guerra mundial. El mundo académico, de forma metódica y paciente, espera el transcurso de los años para poder formular un juicio crítico sobre el sangriento episodio bélico, sin desperdiciar la oportunidad de seguir nutriendo las fuentes de la historiografía con la apertura de cientos de archivos (con miles de documentos) que lentamente van siendo desclasificados, así se escribe la historia. 


La historiografía, comúnmente denominada la historia de la historia, es fascinante, aunque poco estimada por el lector de nuestros días por el uso masivo del internet, es probable que la única excepción constituye la historiografía del genocidio perpetrado durante la segunda guerra mundial. 

¿Cuánta gente conoce que un hecho histórico solo pueda ser analizado correctamente bajo la perspectiva del tiempo, de los datos historiográficos y otros factores aceptados para presentar un juicio crítico válido?  Analizar un hecho histórico, hacer crítica de la historia no es un proceso de fácil dilucidación temporal. 

Muchos especialistas han llegado a la conclusión que para que un hecho histórico pueda ser analizado en su verdadero contexto -algo que imperiosamente debe reunir una serie de factores presentes en ese momento en el orden sociológico, económico, político, etc. - es necesario que transcurra determinado lapso de tiempo, se habla que deberán pasar entre  dos o tres generaciones para apreciar con sana crítica la recopilación de documentación sobre el fenómeno o episodio histórico a estudiarse. 

No es mi intención martirizar a mis asiduos lectores, todo esto no es novedad para un culto lector. Lástima que los “amigos” de la “revisión” o mejor dicho de la negación de la historia de la segunda guerra mundial insistan hasta el aburrimiento con su particular visión nazi de la historia.

Una forzosa explicación del Método Científico aplicado a la Historia la hemos puesto a píe de página (1). Este ensayo no es una ponencia académica, ni pretende enseñar al lector sobre el método científico, que bien habrán estudiado desde tiempos colegiales. Tampoco tiene la intención de determinar si un “juicio crítico” ha cumplido premisas básicas de una verdadera investigación. Lo que si debe estar bien claro es que para hacer un juicio crítico, previamente, debemos comprender los procesos históricos trascendentales en un tiempo y espacio determinado, eso implica el respeto a un complejo método para distinguir variados factores, influencias y razones que comprende aspectos tan amplios como la realidad social, económica y hasta territorial de una nación. El manejo - comprensión de esa información posibilita al investigador plantear un “Juicio Crítico”.  


LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y LA CONSTRUCCIÓN DE SU HISTORIOGRAFÍA.



En cuanto a la IIGM, la moderna historiografía militar es la clave de las conclusiones que van formándose tras más de 70 años de terminado el conflicto. Sin esta inagotable fuente de saber que va trabajándose diligentemente día a día, semana a semana, mes a mes, año tras año, sería imposible tener un juicio crítico valedero y ésta continúa evolucionando porque existen todavía centenares de miles de documentos clasificados, a todos les va llegando su tiempo. Sin ellos, escritores de actualidad como Antony Beevor, Ian Kershaw, Laurence Rees, Richard Overy, James HollandGitta Sereny (recientemente fallecida), por citar unos pocos, no podrían presentarnos nuevos avances en la investigación de aquella época decisiva.  

Como apreciarán, esto no es cuestión de pocos días o de pocos años, como plantean las tesis “revisionistas” y negacionistas. Escribir un libro de historia, aún más sobre la !segunda guerra mundial! demanda un trabajo de indagación académica que sobrepasa incluso generaciones.  

Tenemos una anterior generación de escritores como Gerald Reitlinger, Allan Bullock (el primer biógrafo de Hitler), William Shirer, Joachim Fest, John Toland, Sebastián Haffner, Raymond Cartier, etc. Incluso cabe mencionar al polémico David Irving. No estoy haciendo justicia a decenas de notables historiadores, solamente cito a quienes me vienen a la memoria este instante. 

De este último grupo de historiadores citados podemos decir que, incluso, parte de sus conclusiones van quedado obsoletas ante nuevas revelaciones y minuciosos exámenes, por supuesto que la anterior generación sigue siendo una valiosa fuente de consulta a la que sumamos nuevos documentos desclasificados que ellos no pudieron conocer su existencia. Es parte del proceso histórico. Insisto, la ciencia de la historia va evolucionando y nutriéndose periódicamente con desconocidos y apasionantes documentos e investigaciones y hasta por hechos casuales.

Para hacer más comprensible el asunto, veamos lo siguiente.


¿Cómo funciona la historiografía respecto del episodio histórico conocido como ´segunda guerra mundial´?



Las fotos corresponden a funcionarias del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Argentina, Sección Documentos relacionados con la segunda guerra mundial.


Todo va sintetizándose conforme al tiempo en que vivimos, por tanto, la historiografía de la IIGM ha pasado por algunas etapas. Aunque la siguiente secuencia no tiene un reconocimiento oficial del mundo académico, estamos en capacidad de trazar su evolución (es probable que muchos no compartan esta clasificación). 

Más o menos, existe el consenso que todo aquello que se documentó hasta fines de los 50 del siglo pasado, entre las que citamos las clásicas Memorias de guerra, escritas por los actores supervivientes del conflicto, generalmente militares, intentan, a su manera, explicar su intervención en uno u otro bando. Los Diarios de personajes conocidos de la política de la época corresponden a esta etapa. Son valiosas fuentes de consulta primaria para el historiador, sin duda, pero, tienen un pequeño defecto, a saber. 

Los análisis de este tipo de material historiográfico elaborado por los protagonistas de la guerra, sean del bando que fueren, suelen venir acompañadas de observaciones con un tono demasiado subjetivo. Las heridas del conflicto siguen abiertas y muchos buscan ocultar sus responsabilidades, otros intentan justificar sus errores y decisiones controversiales. Algunos solo buscaban fama, dinero y hasta aspiraban a ser algo en la política nacional de posguerra, algunos lo consiguieron, fueron famosos y hasta presidentes, como en el caso del bando de los ‘Aliados’. En el caso alemán, unos encubrían su real participación y otros se mantuvieron fieles a su pasado; en general, para la mayoría de alemanes sus pretensiones fueron más modestas e intentaron liberarse de un pasado que los ataba al nazismo y hubo hasta quienes exageraron y sobredimensionaron su rol, se autodefinieron como héroes, otros se declararon anticomunistas y hasta hay quienes consiguieron un puesto relevante en el nuevo estado y altos mandos en la naciente OTAN y servicios de inteligencia. 

Nos olvidamos de los Diarios y de las Memorias de Guerra personales, para dar paso a una posterior etapa, la que podríamos titular como el surgimiento de la ‘historia oficial’, sin que lo sea propiamente (no existe en ninguna parte del mundo una “historia oficial”, ni siquiera en la extinta URSS con la historia de la “Gran Guerra Patria”). 

La basta documentación de los órganos oficiales y de los cuerpos militares de los estados en conflicto empiezan a ser conocidos, se cuentan ya con archivos ordenados, las historias se van comparando, cotejándolas con otras fuentes. Los primeros serios ensayos de historiadores independientes, ya dotados de la suficiente información van saliendo a la luz, también los primeros biógrafos de personajes como Hitler presentan su trabajo de investigación; hasta el género literario de la novela de guerra surge en este periodo. Es aquí cuando la publicidad a gran escala de la corriente revisionista aflora con una clara visión política más que histórica. 

En esta fase descubrir las reales causas de la segunda guerra mundial continúa siendo materia de debate, todavía se encuentra en proceso de formación. Los hechos siguen siendo muy cercanos y hasta asuntos de índole personal se manifiestan en la literatura. Debido a ello no debe extrañar que tengamos muchas inexactitudes y verdades a medias que van quedando caducos con las nuevas tesis del presente. 

Lo que si debemos resaltar de este periodo es que ya contamos con un excelentexamen y detalles minuciosos de las batallas, de las operaciones bélicas en general. Es el momento oportuno para quienes gustan de las estadísticas, conocer las formaciones militares, la táctica y estrategia, las Órdenes de Batalla de los Estados Mayores y Jefes de Operaciones de los Ejércitos y otras puntualidades concretas de la guerra propiamente dicha. Es el tiempo cumbre del historiador militar. También está en la cima el cine bélico (años sesenta y setenta del siglo pasado). 












Alrededor de 1974-1975 se desclasifica una información clave, que por su importancia podríamos calificarla de una siguiente etapa. Relevante es destacar que en este periodo se desbarata la corriente “revisionista” y deja sin sustento los supuestos “análisis” de ese sector, que insiste, una vez más, con la clásica mentira de la “puñalada por la espalda” a Alemania, inventada por Hitler. Me explico. 

En libros propagandísticos como los de “Train Romanescu” o de Salvador Borrego y otros, se habla de traiciones y deslealtades de “masones” y “judíos” infiltrados en las fuerzas armadas germanas y en la administración del estado, fruto de ello, según los apologistas del nazismo, Alemania fue perdiendo paulatinamente la guerra...

Sin embargo, tuvieron que pasar 30 años desde el final de la guerra para conocer que, uno de los mayores éxitos contra el nazismo fue el programa informático que descifró los códigos alemanes del sistema Enigma. Los británicos dan a conocer que desde 1940 las claves alemanas habían sido rotas, estando en capacidad de registrar y vigilar las transmisiones, manteniendo como alto secreto esa información hasta décadas después de terminada la contienda. Si debemos aclarar que pese a la capacidad de interceptar el código enigma no siempre podía descifrarse inmediatamente los mensajes, solía pasar días para ello y en ocasiones ya era muy tarde para emprender alguna medida. En Norteamérica  las autoridades trascienden que ellos también lograron quebrar los códigos japonenses y nos explican sus propios secretos como el código navajo. Podemos clasificar a esta etapa como una nueva fase en el desarrollo de la historiografía de la IIGM. Era la hora de la desclasificación de los archivos de la Inteligencia Militar que concordaban con la ya existente y documentada información pública sobre el teatro de operaciones bélicas. 

En consecuencia, los “revisionistas” quedaron en ridículo al recibir una “verdadera puñalada” en el corazón de su fraudulenta teoría, subsistiendo huérfanos al ser inutilizada su alocada suposición de la “infiltración” de judíos y masones en las fuerzas armadas alemanas que, según ellos, ocasionó el colapso del genio militar “más grande de todos los tiempos” (Hitler). 

Lo destacable de esta fase es que el estudioso, el verdadero historiador comprendió que era imprescindible un nuevo enfoque porque los escenarios  políticos, estratégicos y diplomáticos, imperativamente, deberían ser revisados – fruto de las nuevas revelaciones y conocimientos –. Se varió la orientación investigativa, no necesariamente sobre todas las operaciones militares ya magníficamente documentadas, pero si fue necesario redireccionar, por ejemplo, el estudio de la guerra marítima y las batallas en el norte de África. 

Ya lo hemos dicho, la evolución historiográfica, como cualquier ciencia social va progresando, es dialéctica, con el transcurso de los años sigue nutriéndose de más y más información desclasificada e incluso de hallazgos casuales. 

Una siguiente fase en este proceso tuvo lugar desde el desmembramiento de la Unión Soviética (década de los 90 del siglo pasado), el resultado para el historiador es un alud desbordante de nuevas fuentes de consulta, los archivos de la era comunista continúan desclasificándose aún hoy. Ya no es la simple información con tintes políticos del régimen estalinista y la planificación de posguerra a través de sus sucesores. Hablamos de la apertura de los archivos generales que ilustran datos de sumo interés para profundizar en el entendimiento de la segunda guerra mundial. 

A propósito de comunistas, la actual prensa rusa hace continuas referencias a la desclasificación de archivos y a la decisión conjunta de rusos y alemanes de esclarecer una cuestión que sigue perturbando a miles de descendientes de los prisioneros de guerra, que pasó con ellos?, se podrá saber cuál fue su destino final? Una tarea casi imposible, puesto que la mayoría de prisioneros de guerra eran solamente números –en los dos bandos-. Van destapándose los baúles que guardan los expedientes que han sobrevivido. Todos sabemos que los archivos nazis –en los últimos meses de la guerra- fueron destruidos sistemáticamente, por fortuna para el mundo académico, también muchos de los archivos alemanes han perdurado y están saliendo a luz, poco a poco. Mientras tanto, los archivos de la época soviética se han conservado en su inmensa mayoría, salvo algunos episodios propios del estalinismo, la documentación se halla a salvo

Sigue abriéndose nuevos archivos en toda Europa y otras regiones del mundo, los principales participes en la contienda desclasifican torrentes de documentos. Para el historiador, para el estratega militar, para el mundo académico, en general, es una feliz noticia; en contrapartida, el irreflexivo “revisionista”, el negacionista, el “crítico” neonazi de internet se ve abrumado ante la realidad, su estereotipada idolatría y podrida concepción nazista de la historia queda desfigurada; se queja amargamente porque se revela hechos inéditos que desmitifican a Hitler"; protestan, por ejemplo, al descubrirse que Hitler fue un gran evasor de impuestos, que vivió rodeado de lujos a costa de los fondos públicos alemanes (y donaciones privadas), poco propenso al duro trabajo de la administración pública, siendo una de las causas del caos burocrático del Reich de los Doce Años. Y, NO, claro que no se trata de ninguna teoría conspiranoica de judíos, masones y comunistas juntos, tratamos de cuestiones de pura historia... y de lógica elemental. 

No obstante, versiones reeditadas de libros “revisionistas” mantienen su alto nivel de edición, el negocio es bueno para algunas editoriales y para el bolsillo de los literatos. Al fin y al cabo, la denuncia de que las editoras del mundo se encuentran en manos de los judíos, no parece importar a los “revisionistas”, las publicaciones de esa literatura continúan invadiendo los mercados.

















Luego de un largo proceso histórico que hemos dividido en etapas, el tiempo para hacer un juicio crítico sobre el origen de la contienda mundial (nos referimos a los motivos, razones, circunstancias, no a las batallas en sí) continúa evaluándose, salvo puntuales interferencias políticas de las grandes potencias, como hemos señalado. 


La historia no la escriben los vencedores
, señores “revisionistas”. La historia tampoco se escribe entre tragos y medianoches de amigos, ni en nuestro moderno tiempo, detrás de un ordenador luego de “copiar y pegar” textos escaneados de propaganda de dudosa procedencia. 

Como hemos dicho, algunos pseudo historiadores, defensores del nazismo, piensan que la "historia la escriben los vencedores". Por todo lo que hemos relatado en este ensayo, sin duda, la historia también la escriben los vencidos, además de los neutrales, hasta la escriben los asesinos y sus víctimas. Pero, sobre todo, las nuevas generaciones de posguerra, estudiosos con una increíble fuente historiográfica que haría desmayar a un “revisionista”. 

Sigo sin entender por qué insisten en decir que la historia la escriben los vencedores, si desde el fin de la guerra misma y, en la actualidad, vía internet o en numerosas librerías podemos encontrar miles de libros, memorias, diarios y otras remembranzas de los vencidos, literatura que exalta su causa, ideología, sus triunfos y derrotas. La ciencia de la historia permite que los vencidos también escriban la historia; caso contrario, no sería posible ni explicable encontrarnos día a día, con voluminosas ediciones de las obras de Hitler, de Goebbels y otros jerarcas nazis, de sus ministros, generales y soldados, de sus aliados extranjeros y, en fin, de sus actuales defensores a ultranza. 

Aun así, estamos lejos de concluir la historia definitiva de la segunda guerra mundial, está no terminará de escribirse en un mediato futuro. La razón es sencilla, lo he venido explicando, existen toneladas de documentación por ver luz. Tampoco quiere decir que al desclasificarse un archivo vamos ya a tener una nueva publicación, no funciona de esa manera. Por ser sarcástico, no funciona a lo “revisionista”. 

La apertura de información es un proceso paulatino, pasarán varios años (quizá muchos) para que un historiador o un equipo de investigadores agrupen el material, lo confronten y valoren, así como se desechará mucho material sin ningún valor histórico. Es una tarea laboriosa de expertos apasionados por la historia y no de convulsivos e ingenuos novatos corroídos por la ideología neonazi de internet

Como ejemplo del párrafo anterior, todavía no sale a luz todos los archivos ingleses sobre el caso “Rudolf Hess” (debería tener lugar este 2017), el dossier permanece clasificado como alto secreto, entendemos que el caso involucra la seguridad de ciertas personas y familias aun vivas, en especial de la nobleza británica con sus primerizas relaciones con el poder nazi en la década de los treinta del siglo pasado. No se trata de ninguna “conspiración” a lo “revisionista”. Es evidente que existió cierta simpatía del rey inglés hacía el nazismo, siendo uno de los motivos velados de su renuncia, muchas fotografías polémicas de la familia real recientemente publicadas demuestran esa afinidad. 




Por regla general, la ley dictamina que los archivos gubernamentales pasarán a disposición pública después de determinado tiempo, en este caso, al tratarse de información confidencial, actúa el MI5, este organismo de seguridad desde hace muchos años viene desclasificando (a cuenta gotas) documentos relacionados a Hess, como sus declaraciones, cartas, algunos documentos interceptados por los servicios secretos ingleses en que se solicitaba reuniones secretas entre nazis y el duque de Hamilton en Lisboa para buscar la paz entre ambos países, entre otros. 

Lo que podamos seguir diciendo del tema es solo especulación. Hay interesantes libros y suposiciones sobre el caso Hess. Existen más preguntas que respuestas. ¿Hess cumplía una misión de alto secreto?, ¿fue Hitler quién lo ordenó?, ¿para qué, a firmar la paz?, ¿con quién? O, simplemente, ¿Hess emprendió la huida?. El propio Hitler y los nazis se encargaron apresuradamente de puntualizar la “locura” de Hess. Los ingleses lo aislaron mientras duró la guerra, Hess interpretó el personaje de un “loco” en los juicios de Nuremberg. Otros autores han sugerido la imposición de un “doble” de Hess basados en los exámenes y reconocimientos médicos al preso No. 7 de Spandau, en su tiempo fue una interesante conjetura (ya desmontada). Otros se preguntan ¿para qué crear un doble?, Hess ocasionó solo problemas a los británicos hasta el día de su muerte, lo lógico hubiese sido eliminarlo una vez capturado e interrogado. El objetivo del viaje de Rudolf Hess está esbozado, sin embargo, sigue faltando la parte medular. La oposición a revelar la totalidad de los archivos es fuente de todo tipo de especulaciones reflejadas en artículos de prensa, relatos y libros con interesantes hipótesis, solamente eso. 

Con el ejemplo, demostramos que la historia de la segunda guerra mundial no está completa, este episodio es trascendental para comprender muchas cosas. Y, solo se sabrá cuando el “dossier Hess” sea desclasificado completamente por los británicos

Y, eso no es todo…

No quiero cansar al lector, pero debo preguntar:

¿Tienen idea del tiempo que se necesita desde que el historiador presenta su investigación hasta su publicación?... Pueden pasar largos meses o años. Mientras tanto, el “revisionista” va directo a su imprenta favorita. 

Un experto nos saca de la duda: “La exactitud y la revisión son fundamentales para los historiadores académicos. Como en cualquier otra disciplina científica, los artículos de los historiadores son sometidos a la revisión por pares, método que deja abierto el trabajo al escrutinio por un número de expertos iguales en rango al autor, como previo a la admisión para publicación en una revista arbitrada. Por el contrario, en lugar de enviar sus obras a publicaciones donde existan tales controles de calidad, los negacionistas reescriben la historia para dar apoyo a una agenda, a menudo política, usando un sinnúmero de falacias lógicas que corroboren sus tesis. A causa de ello, la comunidad de historiadores consideran a estos escritos como defectuosos y no fiables". 

Ahora bien, seguramente muchos se preguntarán que es “la Revisión por pares”. Consultamos una definición rápida y entendible

“En los medios académicos (ciencia), la revisión por pares (tomado del inglés: peer review), denominada arbitraje. Método usado para validar trabajos escritos y solicitudes de financiación con el fin de evaluar su calidad, originalidad, factibilidad, rigor científico, etc., antes de su publicación. Este método deja abierto el trabajo al escrutinio, y frecuentemente a la anotación o modificación, por autores de rango semejante o superior al del autor. Generalmente se considera válida una publicación científica sólo cuando ha pasado por un proceso de arbitraje como el de admisión para publicación en una revista arbitrada. 


El arbitraje somete un trabajo o idea propuestos por los autores al escrutinio de uno o más expertos en el tema. Estos árbitros responden con una evaluación del trabajo, que comúnmente incluye sugerencias acerca de cómo mejorarlo (aunque está prevista la posibilidad de aceptarlo tal como está), la cual se envía al editor u otro intermediario. Generalmente, la mayoría de los comentarios de los árbitros se remiten a los autores”
. (Wikipedia: Revisión por pares). 



Apéndice:


Información adicional:

CÓMO SE ELABORA UN DIARIO DE GUERRA

Ejemplo gráfico: DIARIO DE GUERRA del 6* EJERCITO ALEMÁN



Orden de Batalla para el 10 de mayo de 1940
Comandante en JefeGeneraloberst Walther von Reichenau
Cuerpo
Comandante
Composición
30.ª IDTte.Gen. Kurt von Briesen
56.ª IDMayor.Gen. Karl Kriebel
Plana Mayor del Regimiento de Artillería motorizado 617.
Reservas: 
216.ª IDTte.Gen. Hermann Böttcher
253.ª IDTte.Gen. Fritz Kühne
269.ª IDMayor.Gen. Ernst-Eberhard Hell
Plana Mayor de los Regimientos de Artillería motorizados 614 y 783.
Reservas
Reservas del Grupo de Ejércitos B



Esta sección tampoco es estricta, la gráfica arriba es una moderna recreación para comprender como se registran hasta los más mínimos detalles en una unidad de combate de un ejército convencional. La metodología del registro varía de un país a otro, es evidente. ¿Por qué hacemos esto?

Está claro que el “revisionista” es amante de las estadísticas, las rebusca por todos lados y las cuela en su “investigación” a su antojo, sin guardar coherencia con el tema central. O toma citas, las más convenientes, de muchos libros, dando una impresión falsa de una concienzuda exploración.

Explicar esto tampoco es sencillo, pero veamos en rasgos generales. 

En el desarrollo de un conflicto armado, toda unidad de combate, tiene personal especializado que organiza y carga un Diario de Guerra, gran parte de los informes y documentos se engendran en simultaneidad con las acciones bélicas. Oficiales de Estado Mayor se encargan de estos pormenores. 

Las bitácoras o diarios de guerra, o diarios de campaña, registran los planes de acción, las operaciones diarias mediante una cronología del conflicto, archivan mensajes, informes, oficios, despachos, comunicaciones, declaraciones, entrevistas y cuestionarios del personal militar de todas las jerarquías y hasta del personal civil. Reportan la situación mediante informes que determinan responsabilidades y la actuación de la tropa en la ejecución de una misión, la toma y traslado de prisioneros. Las resoluciones del mando de la unidad, la planificación de nuevas tareas de combate, la emanación de directivas y hasta pronósticos. Conservan los mapas y croquis, cartas náuticas, fotografías y films de reconocimiento y de operaciones; y, naturalmente las estadísticas de las bajas en sus filas. 

Una posterior investigación terminará con un informe final –casi paralelamente con la finalización de la batalla-. Son valiosos datos que aportan al conocimiento de la situación inmediata de la unidad de combate, generalmente van acompañadas por un “comentario general” del comandante de la unidad que resume la planificación y ejecución de las actividades encargadas a su mando, aquí se suele incluir los reportes de los jefes que tuvieron a cargo las acciones. Suele agregarse anexos como diagramas, planos y listas del personal.

Toda esta documentación es archivada y clasificada. Posee un gran valor histórico para el Estado y las Fuerzas Armadas, así como para el auténtico historiador quien apreciará, por lo detallado, no solo las disposiciones para el combate sino que, incluso, puede encontrar datos de relevancia política e histórica. 

Han sido, precisamente, estos Diarios de Guerra, la fuente primaria de consulta del historiador militar, aquel que nos relata con puntillosa exactitud  las batallas en los frentes de lucha. Al final de la guerra mundial o cuando se producía la rendición en diferentes escenarios, el deponer las armas implicaba la captura o entrega de los Diarios de Guerra. 

Citemos a los Einsatzgruppen de las SS (unidades móviles de exterminio) como nuevo ejemplo, la documentación que forzosamente debía ser manejada incluía la obligación de eliminar los registros una vez elevado un informe secreto al Reichsfuhrer de las SS, Heinrich Himmler;  o al Jefe de la RSHA –Oficina de Seguridad del Reich-, Heydrich, luego Kaltenbrunner, según el caso. Algunos informes y reportes de esos equipos móviles han sobrevivido. En este tipo de material es casi imposible encontrar alguna orden legal, todo raya en la anormalidad e ilegalidad emanada por autoridades políticas y mandos nazis.

¿Habrán dado lectura, alguna vez, los revisionistas estos documentos o también son invención de los judíos para presentarlas en los juicios de Nuremberg?
; o, ¿solo han dedicado su tiempo a copiar segmentos de 'Diarios' y 'Memorias' que más conviene a su “investigación”? 





“Informe Jäger”, suscrito por el SS-Standartenführer Karl Jäger, Comandante de la Policía de Seguridad y el SD - Einsatzkommando 3 Kauen (Kaunas), 1 de diciembre de 1941. Informe secreto del Reich, se redactaron solamente 5 copias, las fotocopias corresponden a la 1ª copia y, al parecer, la única que sobrevivió. El Informe traducido podrá ser consultado en la nota a pie de página.


Un caso práctico de lo que los Einsatzgruppen redactaban lo encontramos en una copia que sobrevivió a la guerra, e“Informe Jäger” (2), describe matanzas colectivas. El documento detalla la operación del “Einsatzkommando 3” en Lituania, contiene una minuciosa lista de las operaciones de “limpieza”. El informe señala el total de víctimas (137.346 en Lituania). Una sola frase resumen el objetivo de la tarea de estas unidades móviles: "... puedo confirmar hoy que el Einsatzkommando 3 ha alcanzado la meta de solucionar el problema judío en Lituania. No hay judíos en Lituania. Lituania está libre de judíos".


Y, la historia de la segunda guerra mundial continuará escribiéndose... 


NOTAS:

(1) El juicio crítico es un proceso mental que parte de la observación y el razonamiento conexo con la experimentación y el método científico. Dentro de la ciencia “el juicio o pensamiento crítico vendría a ser el análisis sobre la consistencia de los razonamientos de otro, sobre todo en el caso de afirmaciones que generalmente aceptamos como verdaderas en nuestro diario vivir… El pensamiento crítico exige claridad, precisión, equidad y evidencias, ya que intenta evitar las impresiones particulares. En este sentido, se encuentra relacionado al escepticismo y a la detección de falacias”. (definición de pensamiento crítico) 

La teoría de la historia (o historiología) “tiene el objetivo mucho más modesto de identificar simplemente patrones regulares y causas generales de los procesos históricos, especialmente a largo plazo . En cambio, la historiografía  se forma con diversos métodos y técnicas que describen los sucesos registrados de la historia. La historiografía se vale del método histórico, con tres básicas características: La búsqueda de las fuentes, es decir: documentos, informes, fotografías, otros escritos sobre el asunto, artículos periodísticos y demás temas relacionados. La Crítica, evalúa la validez o no de las versiones contradictorias; y,  la Síntesis, encaja los datos e informaciones dentro del marco general de la investigación, conecta la información verificada con las causas y consecuencias de la misma. (conceptos resumidos de Wikipedia).

De manera elemental diremos que al investigar un proceso histórico  maniobramos con premisas inherentes a cualquier investigación científica (método científico), es decir, focalización y comprensión; y, ubicarse en el tiempo y en el espacio.

En cuanto a las fuentes históricas son todo objeto, documento o evidencia material que contiene o conlleva información útil para el análisis histórico. Tenemos los documentos escritos (que pueden incluir cartas, discursos, documentos primarios conservados o citados secundariamente en alguna otra fuente histórica), en censos, estadísticas, datos de prensa, etc.; o, testimonios orales. Las evidencias materiales, como restos arqueológicos, fósiles, construcciones antiguas, etc. Con la modernidad tenemos otros fuentes como las audiovisuales, que conservan en imágenes (películas, fotografías u otro tipo de archivo que guarda una imagen). No es necesario explicar que estas últimas son una fuente documental de un reciente período histórico. La moderna iconografía nos entrega fuentes de conocimiento documental como mapas, planos, pinturas, afiches, etc. Suele ser muy práctica para largos episodio históricos la aplicación de la Cronología, que es considerada una ciencia auxiliar de la Historia, este proceso cíclico del tiempo suele iniciarse con una continuidad narrativa del proceso histórico, a nivel general. Su valor resalta en que nos permite conectar causas pasadas y sus efectos actuales y, quizá, hasta una perspectiva para el futuro.


Artículo recomendado para conocer el método histórico y la interpretación científica de la historia:

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