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16 octubre 2017

Corea del Norte, evolución nuclear


Una corta reseña histórica del conflicto en la Península Coreana como introducción al candente tema de actualidad.


La Guerra de Corea (1950-1953) fue el primer conflicto relevante durante la denominada Guerra Fría. Sobre ella se han escrito importantes obras que narran su desarrollo, por lo que priorizamos entender el origen de la misma, algo que ha descuidado la historiografía occidental. 

Para los norcoreanos, la guerra fue provocada por Corea del Sur en connivencia con sus aliados norteamericanos. Esta postura se mantuvo en el resto del mundo socialista hasta la Perestroika (1985), cuando el líder soviético Mijail Gorbachov afirmó públicamente que el conflicto había sido iniciado por Corea del Norte.

Naturalmente que existen varios antecedentes. La ocupación del Imperio japonés de la Península de Corea antes y durante la segunda guerra mundial, muchas facciones coreanas de la resistencia anti-nipona fueron entrenadas y armadas por la Unión Soviética, su teatro de operaciones fue prioritariamente la región de Manchuria en donde surgió el mítico Kim Il Sung, quien constituirá posteriormente la República Popular Democrática de Corea.

Como sabemos, la guerra del Pacífico de los estadounidenses contra Japón terminó con la rendición del Imperio del Sol Naciente. Las fuerzas de Estados Unidos ocuparon el sur de la península de Corea, la parte norte se mantuvo todavía un tiempo bajo ocupación japonesa que fue cediendo su presencia a las tropas de la Unión Soviética. El paralelo 38 fue establecido por los EEUU. Kim Il Sung rechazó esa tácita división de la península, él manifestó: “Los imperialistas estadounidenses están maniobrando para convertir el paralelo 38 en una frontera permanente que divide nuestro territorio en dos partes y así, dividir nuestra nación”. 




El llamado a elecciones generales organizado por el Comité Popular Provisional determinó que Kim II Sung, del Partido del Trabajo de Corea (PTC), sea elegido presidente (20 octubre 1945, las elecciones fueron solo en el Norte) sin que estuviere prevista la posibilidad de establecer un estado independiente en el sur. A su vez, los Estados Unidos apoyaron en el sur a Syngman Rhee, un político exiliado que estableció un gobierno militar represivo contra las organizaciones que clamaban la unidad de toda Corea.

Harry S. Truman instaura la “Doctrina Truman” (1947) con la finalidad de “redimir” al mundo de la “amenaza comunista”. Desde entonces, Corea es vital geopolíticamente para los Estados Unidos, ya que le puso a las puertas de China y de la extinta Unión Soviética (hoy frontera rusa). Oficialmente, el 17 de julio de 1948, se crea la República de Corea (Sur), contando con el apoyo de fuerzas militares japonesas, los norteamericanos forman el Ejército de Corea del Sur (ROK Army). En contramedida, el 9 de septiembre de 1948, se erige la República Popular Democrática de Corea (Norte).

Es difícil encontrar material historiográfico que no sea pro norteamericano, normalmente se acepta que los norcoreanos se hallaban motivados por el triunfo comunista en China (1949) y la fortaleza de la URSS con la bomba atómica, razón que, presuntamente, estimuló que el 25 de junio de 1950 cruzaran el paralelo 38 rumbo a Seúl. Corea del Norte siempre ha argumentado que en el sur, gobernado por Syngman Rhee, se reprimía duramente a los coreanos que en un gran porcentaje apoyaban al Norte, también el Norte era sometido a periódicos ataques de bandas paramilitares auspiciados por los EEUU y sudcoreanos.

Se discute también el papel de la URSS, a pesar de su apoyo militar al Norte, muchos expertos en la materia afirman que el líder soviético (Stalin) no tenía intenciones que se desatará una guerra entre las Coreas. El papel chino también es fundamental, una vez que los EEUU cruzaron el paralelo 38, Mao Tsé Tung envió tropas en apoyo del Norte.

El rol de los surcoreanos, apoyados por los estadounidenses, también fue una política agresiva de sus dirigentes, Syngman Rhee anhelaba atacar, estaban convencidos que podrían tomar Pyongyang en un solo día, además, como hemos dicho, las provocaciones abiertas de grupos paramilitares surcoreanos en territorio del norte estaban a la orden del día, mucho antes del estallido del conflicto abierto.

Kim Il Sung era consiente que su inferioridad en material y en hombres, ante ese hecho recurrió a la URSS y a China para salvar estas carencias.

El 25 de junio de 1950, las tropas norcoreanas intervienen en Corea del Sur y rápidamente llegan a Seúl, los EEUU convocan al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, responsabiliza a Norcorea del estallido de la guerra y solicita el cese la agresión. A los pocos días se aprueba la Resolución que condena el ataque y que aprueba defender Corea del Sur.

Este último acto político de la ONU solo pudo ser realizable a través de una hábil maniobra diplomática. China no estaba representada por el embajador de la República Popular China de Mao Tsé Tung, sino por un delegado chino exiliado en Taiwán, la URSS protestó y se retiró de la deliberación. No había más que discutir, las puertas de la intervención armada de los Estados Unidos y de algunos países, en nombre de la Naciones Unidas se hacía efectiva, desatándose una cruenta guerra.

Preguntas: 

Qué hubiese pasado si el delegado de Stalin se mantenía presente en el Consejo de Seguridad, los soviéticos tenían derecho al veto e impedido, al menos, que se utilice el nombre de las Naciones Unidas para desencadenar el conflicto. Fue intencional esa reacción de Stalin? Temía que la vigente Guerra Fría enfrentara directamente en territorio coreano a las grandes potencias nucleares?.

El resto es ya historia documentada…

Algo que si debe quedar puntualizado es que los Estados Unidos han pretendido, siempre, instalarse en la frontera china. La guerra económica de los Estados contra China está ya vigente, en todo el Lejano Oriente y en el Próximo Oriente el objetivo es destruir los intereses económicos chinos. Es cuestión de tiempo para una gran confrontación armada entre estos dos grandes colosos.



                                                                                            t. andino
                                                                                       (editor del blog)



A continuación ponemos a su disposición las siempre interesantes ponencias de actualidad del politólogo italiano Manlio Dinucci, los artículos originales corresponden al diario “Il Manifesto” (Italia), reproducidos y traducidos por Red Voltaire.



*****


Tecnología estadounidense en la bomba norcoreana



Por Manlio Dinucci



Mientras el mundo se inquieta por los ensayos nucleares de Corea del Norte, Manlio Dinucci nos recuerda que la tecnología que posee Pyongyang proviene en parte de Estados Unidos. Se la vendió, como hombre de negocios, el ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld, especializado –como político– en atacar países a los que acusa de haber comprado armamento sensible.

Después de que Pyongyang anunciara haber realizado una explosión subterránea de ensayo de una bomba de hidrógeno, el presidente estadounidense Barack Obama, aunque poniendo en duda que en verdad se trate de una bomba de hidrógeno, pide «una respuesta internacional fuerte y unida ante el comportamiento inconsciente de Corea del Norte».

Pero “olvida” que fue precisamente Estados Unidos quien proporcionó a Corea del Norte las tecnologías más importantes para la producción de armas nucleares. Nosotros mismos documentamos esto hace 13 años [1].

La historia comienza cuando, después de haber sido secretario de Defensa de la administración Ford en los años 1970 y –en los años 1980– consejero del presidente Reagan para los sistemas estratégicos nucleares, Donald Rumsfeld entra, en 1996, en el consejo de administración de la firma ABB (Asea Brown Boveri), grupo líder en tecnologías para la generación de energía. Rumsfeld recurre de inmediato a su influencia para lograr que Washington autorice esa empresa a proporcionar tecnología nuclear a Corea del Norte, a pesar de que ya se sabía que ese país tenía un programa nuclear de carácter militar.

Menos de 3 meses más tarde, el 16 de mayo de 1996, el Departamento de Energía de Estados Unidos anuncia haber «autorizado ABB Combustion Engineering Nuclear Systems, empresa enteramente controlada por ABB, a proporcionar una vasta gama de tecnologías, equipos y servicios para la proyección, construcción, manejo operativo y mantenimiento de dos reactores en Corea del Norte». El Departamento de Energía de Estados Unidos –responsable no sólo de la industria nuclear civil sino también de la producción de armamento nuclear– sabía que aquellos reactores podían ser utilizados con fines militares y que los conocimientos y tecnologías entregados también podían ser utilizados para el desarrollo de un programa nuclear de carácter militar.

Así pudo ABB firmar con Corea del Norte, en el año 2000, dos grandes contratos para la «entrega de componentes nucleares». En aquel momento, Donald Rumsfeld todavía era miembro del consejo de administración de ABB, del que siguió siendo miembro hasta enero de 2001, cuando se convirtió en secretario de Defensa de la administración Bush.

En 2003, Corea del Norte anuncia que se retira del Tratado de No Proliferación (TPN), al que había entrado en 1985. Se iniciaron entonces las «conversaciones entre Seis» (Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Corea del Norte y Corea del Sur), que se interrumpieron en 2006, cuando Corea del Norte realiza el primero de sus 4 ensayos nucleares. Las conversaciones fueron retomadas después, pero se interrumpieron nuevamente en 2009. Pero Pyongyang no fue el único responsable de esa interrupción. Ante el hecho que Estados Unidos sigue violando el Tratado de No Proliferación, a pesar de ser su primer firmante, en Pyongyang llegaron simplemente a la conclusión de que más vale tener armas nucleares que no tenerlas.

























El Tratado de No Proliferación obliga a los Estados dotados de armas nucleares a no transferirlas a otros Estados (Artículo 1) y también obliga a los Estados no poseedores de armas nucleares a no recibirlas (Artículo 2). Al mismo tiempo, también obliga a todos los Estados firmantes, comenzando con los poseedores de armas nucleares, a adoptar «medidas eficaces a favor del cese de la carrera armamentista nuclear y del desarme nuclear» hasta que exista «un Tratado que establezca el desarme general y completo» (Artículo 6). Y también obliga a todos los Estados firmantes a «renunciar, en sus relaciones internacionales, al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier otro Estado» (Preámbulo del TPN).

¿Es Estados Unidos un ejemplo sobre cómo operar en materia de desarme nuclear? A un costo de 1 000 millones de dólares, Estados Unidos ha iniciado un plan para reforzar sus fuerzas nucleares con otros nuevos 12 submarinos de ataque –armados cada uno con 200 ojivas nucleares– y 100 bombarderos estratégicos más –con más de 20 ojivas nucleares cada uno. Simultáneamente, violando el Tratado de No Proliferación, Estados Unidos está a punto de almacenar en 5 países de la OTAN –cuatro Estados europeos y Turquía, que por consiguiente también violan así el Tratado de No Proliferación– unas 200 nuevas bombas nucleares del tipo B61-12. Setenta de esas bombas nucleares estadounidenses, con una potencia equivalente a 300 bombas como la de Hiroshima, irán a Italia. Mientras tanto, las fuerzas nucleares de Estados Unidos y la OTAN, incluyendo las de Francia y Reino Unido, disponen en total de unas 8 000 ojivas nucleares, de las cuales 2 370 están listas para ser utilizadas en cualquier momento. Si sumamos las que poseen China, Pakistán, la India, Israel y Corea del Norte, resulta un estimado total de 16 300 ojivas nucleares, 4 350 de las cuales están listas para ser utilizadas. Pero la carrera armamentista sigue adelante, sobre todo con la modernización de los arsenales.

Con la primera guerra contra Irak, en 1991; la guerra contra Yugoslavia, en 1999, la invasión de Afganistán, en 2001; la invasión de Irak, en 2003; la guerra contra Libia, en 2011 y la guerra desatada contra Siria desde 2013, Estados Unidos y la OTAN nos ofrecen probablemente más “ejemplos” de cómo «renunciar al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia de todo Estado». Como también lo hicieron seguramente con el golpe de Estado de Ucrania, que forma parte de la nueva guerra fría y de la reactivación de la carrera armamentista nuclear.

Es así como la aguja del llamado «Reloj del Apocalipsis», el índice simbólico del Bulletin of the Atomics Scientists que indica a cuántos minutos nos encontramos actualmente de la funesta medianoche de la guerra nuclear, se desplazó de las 12 menos 5 minutos, en 2012, a las 12 menos 3 minutos, en 2015 [2].

Pero la razón de ello no es tanto el «comportamiento inconsciente» de Pyongyang como el «comportamiento consciente» de Washington.


Corea del Norte en el gran juego nuclear




   Imagen del film “Dr. Insólito o cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba”.



Manlio Dinucci señala que la crisis alrededor de Corea del Norte nos hace perder de vista el verdadero problema. El problema no es que Pyongyang tenga la bomba atómica sino las increíbles proporciones de los arsenales nucleares que poseen las grandes potencias, que otros 35 países estén a punto de adquirir armas atómicas y el hecho innegable que, ante la estrategia de Estados Unidos, los poseedores de armamento nuclear están realmente más protegidos que los demás.


Los proyectores político-mediáticos, enfocados en los ensayos nucleares y balísticos norcoreanos, dejan –como siempre– en la sombra el contexto general que rodea esos ensayos: el de una creciente carrera armamentística que, mientras que mantiene un arsenal nuclear capaz de borrar la especie humana de la faz del planeta, apuesta por el uso de ojivas y de vectores de alta tecnología cada vez más avanzados.

La Federación de Científicos Estadounidenses estima que Corea del Norte ya tiene «materia fisible suficiente para producir 10 o 20 ojivas nucleares, pero no hay pruebas disponibles de que haya puesto en disposición operativa ojivas nucleares susceptibles de ser transportadas mediante misiles balísticos».

También según la Federación de Científicos Estadounidenses, Estados Unidos posee 6 800 ojivas entre las que se cuentan 1 650 ojivas estratégicas y 150 no estratégicas ya listas para ser utilizadas en cualquier momento.

Agregando las 300 de Francia y las 215 del Reino Unido, las fuerzas nucleares de la OTAN disponen de 7 315 ojivas nucleares –entre ellas 2 200 ojivas listas para su lanzamiento– ante las 7 000 de Rusia, de las que 1 950 están listas para el lanzamiento.

Según la Federación de Científicos Estadounidenses, hay alrededor de 550 ojivas nucleares estadounidenses, francesas y británicas desplegadas en Europa, próximas al territorio de Rusia. Para ser más claros, es como si Rusia hubiese desplegado en México cientos ojivas nucleares apuntando hacia Estados Unidos.

Agregando las ojivas nucleares de China (270), Pakistán (entre 120 y 130), la India (entre 110 y 120) e Israel (80) el total de ojivas nucleares puede estimarse en alrededor de 15 000. Pero esos estimados son aproximativos, casi seguramente por defecto, y la carrera armamentista prosigue con la constante modernización de ojivas y vectores.

A la cabeza de esa carrera está… Estados Unidos, país que efectúa constantemente ensayos con los cohetes balísticos intercontinentales Minuteman III y se dispone a reemplazar estos últimos por otros más modernos, con un costo aproximado de 85 000 millones de dólares. El Congreso estadounidense aprobó en 2015 un plan –con un costo aproximado de 1 000 millones– destinado a potenciar las fuerzas nucleares con 12 nuevos submarinos de ataque –a un costo de 7 000 millones cada uno– que llevarán cada uno 20 cabezas nucleares. En ese mismo marco entra el reemplazo de las bombas atómicas estadounidenses B61, almacenadas en Italia y en otros países de Europa, por las nuevas B61-12, que son armas destinadas a asestar un primer golpe. La modernización de las fuerzas nucleares estadounidenses incluye además el supuesto «escudo antimisiles» que neutralizaría la respuesta del enemigo ante un primer golpe nuclear, como el que Estados Unidos ha instalado en Europa contra Rusia y en Corea del Sur, no contra Corea del Norte sino en realidad contra China.

Rusia y China están acelerando la modernización de sus fuerzas nucleares, para impedir que el otro bando tome ventaja. En 2018, Rusia desplegará un nuevo misil balístico intercontinental, el Sarmat, con un alcance de 18 000 kilómetros, capaz de transportar entre 10 y 15 ojivas nucleares y que, en el momento de su reentrada en la atmósfera –a velocidad hipersónica (más de 10 veces la velocidad del sonido)– puede incluso realizar maniobras evasivas para escapar a los misiles interceptores y penetrar así el «escudo».







En esa situación, en que un círculo restringido de Estados monopoliza las armas nucleares y en que quien posee ese tipo de armamento amenaza al que no lo posee, es cada vez más probable que otros Estados traten de obtener armamento nuclear y que lo logren. Además de los 9 países que ya disponen de armas atómicas, hay alrededor de 35 más capaces de construirlas.

Pero los periódicos y la televisión no hablan de eso, mientras que se dedican a sembrar la alarma sobre Corea del Norte, país al que se denuncia como única fuente de una amenaza nuclear. Y tampoco se habla de una lección que Pyongyang dice haber aprendido cuando recuerda que Kadhafi renunció totalmente a cualquier forma de programa nuclear y autorizó inspecciones de la CIA en territorio libio. Pero eso no salvó a Libia cuando Estados Unidos y la OTAN decidieron destruirla. En Pyongyang estiman que si Libia hubiese tenido armas nucleares, nadie se habría atrevido a atacarla. Y otros pueden hacer ese mismo razonamiento y llegar a la conclusión de que, en la actual situación mundial, más vale tener armas nucleares que no tenerlas.

Mientras que esa lógica peligrosa hace crecer las probabilidades de proliferación nuclear, el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares que la gran mayoría de los países miembros de la ONU adoptó en julio pasado está siendo ignorado por las potencias nucleares, por los miembros de la OTAN y por los principales socios de ese bloque militar (Arabia Saudita, Ucrania, Japón y Australia). Es necesaria una gran movilización para que nuestro país [Italia] también se sume al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares y ordene, por consiguiente, que las armas nucleares estadounidenses sean retiradas del suelo italiano, donde su despliegue constituye de hecho una violación del Tratado de No Proliferación Nuclear, ya ratificado por Italia.

A falta de conciencia política, deberíamos confiar al menos en el instinto de conservación.


                                                                           Manlio Dinucci
                                                               Il Manifesto (Italia) / Red Voltaire
NOTAS: 
[1] «Donald Rumsfeld a fourni de la technologie nucléaire à la Corée du Nord », por Manlio Dinucci, Il Manifesto (Italia), Réseau Voltaire, 5 de febrero de 2003.
[2] «A sólo 3 minutos de la medianoche», por Manlio Dinucci, Il Manifesto (Italia) , Red Voltaire, 28 de enero de 2015.

11 octubre 2017

Kim Jong-un y Donald Trump, dos “locos” muy singulares.




































Breve relato de las crisis anuales en la Corea dividida.


por Tito Andino U.


La eterna rivalidad y crisis anual de movilizaciones, maniobras bélicas, ensayos de misiles, disputas diplomáticas y ataques masivos de desinformación entre Corea del Norte, por un lado; y, los Estados Unidos/Corea del Sur, por otro, es pan de cada año. Hasta las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad suelen lanzar amenazas a Pionyang por probar misiles balísticos de corto y largo alcance. En fin, una combinación de gritos y dialogo entre bastidores, es característico durante un corto lapso de tiempo anual.


De mucho ruido y pocas nueces se podría calificar esta especie de circo internacional. Para quien quiere hacer memoria bastará recordar que es ya una “tradición” realizar maniobras militares conjuntas entre los EEUU y Corea del Sur, ya sea por cielo, mar o tierra, dentro del espacio territorial del último y en aguas interncionales. Esto suele ser respondido por el Norte advirtiendo con su clásica política de tomar represalias y amenazando con un ataque masivo, si se viola su soberanía; por lo mismo, también es usual que los norcoreanos desplieguen sus tropas, ensayen sus armas, incluidas las nucleares.

Para los medios de desinformación masiva es un titular que cada año vende mucho. Los políticos de parte y parte se insultan, se advierten de ataques preventivos o con una inminente guerra, desatándose las alarmas y pánico en el mundo. 

Es una época ideal para los especuladores financieros internacionales, quienes consiguen pingues negocios, gracias al “preludio anual” de posible “declaración” de guerra, dedicándose a jugar con la caída de las bolsas ante el forjado temor.

Por supuesto, está dentro de la lógica, que las acciones de Estados Unidos y Corea del Sur no solo buscan agotar a Corea del Norte psicológica y económicamente, la provocan, miden sus reacciones, sondean la posibilidad de llevarla a un conflicto bélico. Las amenazas provocan otras amenazas. Tanto va el agua al cántaro que al final se rompe, los norcoreanos disponen de armas nucleares y ahora el juego ha pasado a otro nivel, algún momento las cosas pudieren salirse de control, sino hay un dialogo sincero.

 


Estos días están de moda dos “locos”

El presidente estadounidense Trump y el heredero norcoreano Kim Jong-un. Pero, ni el uno ni el otro están lo suficientemente fuera de sus cabales para ir a una guerra sin retorno, la histeria colectiva que se desata todos los años es previsible mantenga su acalorado ritmo hasta que no se firme algún tratado (de paz, económico, político).

En conclusión, a menos que alguien se vuelva literalmente loco, la escenificación que vivimos cada año se mantendrá, un corto periodo de tiempo en que se hacen buenos negocios de armas y otras ganancias implícitas desatadas por las alarmas de la política.

Por qué me parece que el orden dentro de ese caos mantendrá el statu quo vigente?. Es evidente. Tras todo el sainete, la diplomacia de verdad – no la fantástica que nos muestran los medios – trabaja sigilosamente, apartada del mundanal ruido mediático.

Decir que Kim Jong-un está perdiendo el juicio o que Trump padece problemas mentales, es subestimar la realidad. Propios mandos de la CIA clasifican a Kim Jong-un como “un actor muy racional", muy lejos de ser el “hombre misil”, despectivo calificativo que Trump hacía a su colega de “locuras”.



Evidentemente esa “chifladura” compartida también es aplicada en casa del presidente estadounidense, recientes notas de prensa dieron a conocer que un grupo de 35 psiquiatras firmaron una carta alertando de los problemas mentales de Trump… Vaya usted a saber, estamos manejados por puro “locos” en el mundo… En esa consonancia, el “hombre misil” ha respondido a los Estados Unidos y sus aliados con utilizar armas nucleares.

Volviendo a las notas de prensa, la cadena rusa RT expresaba, hace pocos días, que la CIA ha contradicho a su Jefe, al parecer este organismo de inteligencia afirmó que la última persona que quiere un conflicto armado en la península coreana es Kim Jong-un, según la Agencia su principal esperanza es "gobernar por un periodo muy largo y morir en paz en su propia cama".

Yong Suk Lee, subirector adjunto de la CIA en el Centro de Misión para Corea afirmó que
"Tenemos la costumbre en este país y en todas partes de menospreciar de algún modo el conservadurismo que rige en aquellos regímenes autoritarios, pero, probablemente, ese es el interruptor más importante en cualquier conflicto… si dejamos aparte la bravuconería y la retórica (Kim Jong-un) no está nada interesado en involucrarse en un conflicto directo con Estados Unidos y sus aliados". (Agencia EFE reproducido por RT. Declaraciones de Suk Lee en la conferencia 'Ética y el Oficio de la Inteligencia',  CIA - Universidad George Washington – 4 octubre 2017).

Si habrá o no una guerra en la península coreana con implicación de arsenal nuclear es meramente especulativo, la diplomacia secreta intenta evitar que los “cariñosos” epítetos de bando y bando no pasen de eso. Rusia y China también actúan con sigilo para impedir un escalamiento de tensiones. 
Mientras sea tan provechosa la “guerra de amenazas” para todas las partes implicadas, a nadie conviene una hecatombe nuclear. La política norcoreana de disuasión armada (nuclear) es un poderoso aliado contra las siempre latentes amenazas estadounidenses.

Continuaremos en la siguiente entrega con un análisis de Manlio Dinucci sobre las tensas relaciones intercoreanas y las repercusiones en la política internacional.  



POS-ADDENDUM


23 abril 2018


Que Trump y Kim Jong-un vayan a reunirse es algo que mucha gente se niega creer, las condiciones están dándose. 

Conversaciones diplomáticas, reuniones de diferente tipo, disposición de los mandatarios de las dos coreas y estadounidenses están cambiando las reglas de juego que cada año nos tienen acostumbrados a los típicos "vientos de guerra" entre estos países. 

- Quien más gana de todo esto es, sin duda, el líder norcoreano, a su país le urge firmar un tratado de paz con Corea del Sur, si quiere sobrevivir en una economía mundial que le ha cerrado las puertas.
- Poder mantener relaciones comerciales libremente con otros países es algo que ha estado vetado a los norcoreanos más de medio siglo.
- Norcorea no puede seguir sosteniéndose económicamente, a pesar de todos los esfuerzos y sacrificios que hace el gobierno y la propia sociedad, esperando la siempre oportuna asistencia de China.
- Corea del Norte necesita, imperiosamente, poder unirse a exitosos modelos económicos regionales.
- La única forma para conseguirlo es rubricando un Tratado de Paz con sus hermanos del Sur. Las negociaciones siguen en buen camino. 
- Se espera grandes sorpresas, una nueva reunión intercoreana ha celebrarse el próximo 27 de abril puede develarnos algo interesante. Expertos afirman que podría lograrse una declaración conjunta que anuncie el final del largo conflicto entre las dos naciones.
Si Mr. Trump no se pone alevosamente "loco" y Kim Jong-un no comete otra "locura", este par de "locos" pueden poner un poco de cordura en este mundo "loco". 

Las cosas pueden ir por buen camino para los norcoreanos. Hay que recalcar que, lo último que ha deseado Corea del Norte, a lo largo de los años, es una guerra con los Estados Unidos. Está claro que Norcorea, para sobrevivir ante retóricos discursos amenazantes, no tenía otra opción que armarse, tomar una posición de fuerza que ha privado de muchos recursos a la población.


El programa de tecnología nuclear y desarrollo de misiles fue vital para Norcorea, eso y solo eso impidió que el país sea atacado o invadido. La persuasión nuclear siempre ha sido efectiva, no solo en este caso, sino entre las potencias mundiales, Mas, los norcoreanos no tienen forma de seguir manteniendo ese statu quo, privándose del desarrollo industrial en áreas claves para una economía sostenible. A ello debe sumarse la clara advertencia de China y hasta de Rusia que no están dispuestas a tolerar un conflicto nuclear cerca de sus fronteras. 


Hoy, Kim Jong-un ha declarado la suspensión del lanzamiento de misiles y pruebas  nucleares, aspira negociar convenientemente el desarme nuclear no solo de su país sino que exhorta a un plan más amplio que involucre a todos. Tal vez pide demasiado en lo último, pero por algo se empieza.



Al final King Jong-un no está tan loco... Trump tampoco.

06 octubre 2017

El islam político contra China

























EL PENTÁGONO ESTÁ PREPARANDO UNA NUEVA GUERRA        EN EL SUDESTE ASIÁTICO


por Thierry Meyssan


Usted ha notado probablemente que la información que posee sobre lo que se trama alrededor de Myanmar es muy incompleta y es posible que ni siquiera haya oído hablar de la coalición militar que se prepara para atacar ese país. Lo cierto es que, como Thierry Meyssan revela en este trabajo, los acontecimientos actuales venían siendo organizados por Riad y Washington desde 2013. No tome posición sin haber leído antes este artículo y haber analizado la información que aquí se expone.




Según el estado mayor estadounidense, Birmania está en la zona del mundo cuyos Estados deben ser destruidos, como puede verse en este mapa, publicado por Thomas P. M. Barnett en 2003.


En la continuación de su Gran Estrategia de Extensión del Ámbito de la Guerra [1], el Pentágono venía preparando simultáneamente la utilización de los kurdos en el Medio Oriente ampliado, una guerra civil en Venezuela y una guerra de desgaste en Filipinas. Pero esos conflictos van a tener que esperar porque se ha dado la prioridad a un cuarto teatro de operaciones: Birmania, a las puertas de China.


28 de septiembre de 2017. El estadounidense Jeffrey Feltman (segundo de derecha a izquierda), número 2 en la jerarquía de la ONU, asiste a los debates del Consejo de Seguridad junto al secretario general Antonio Guterres. Luego de haber supervisado personalmente la agresión contra Siria, Feltman pretende organizar la agresión contra Birmania. Como funcionario estadounidense, Feltman fue secretario de Estado adjunto, en tiempos de Hillary Clinton.


En la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU realizada el 28 de septiembre, la embajadora de Estados Unidos y varios de sus aliados acusaron de «genocidio» al gobierno de coalición de Myanmar [2].

La sola mención del término «genocidio», que en derecho europeo designa una masacre masiva pero que el derecho estadounidense aplica a un método de asesinato –aunque el criminal tenga en su haber una sola víctima–, es suficiente para que Washington considere que se justifica una guerra, con respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU o sin él, como ya pudo verse en el caso de Yugoslavia [3]. La reunión del Consejo de Seguridad de la ONU se convocó a pedido de la Organización para la Cooperación Islámica (OIC, la antigua Organización de la Conferencia Islámica).



Desde 2013, los medios de difusión occidentales vienen presentando el budismo bajo una imagen sectaria. En esta portada de la revista Time, aparece el monje Ashin Wirathu. Condenado en 2003 a 25 años de cárcel debido a su prédica antimusulmana, estuvo entre los beneficiarios de la amnistía general decretada en 2012. El hecho es que hay fanáticos en todas las religiones.


Para hacer que los hechos concuerden con su narración particular, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, que durante la «revolución azafrán», en 2007, tanto celebraron la resistencia no violenta de Aung San Suu Kyi y los monjes budistas frente a la dictadura del SLORC (State Law an Order Restoration Council) [4], simplemente metieron en un mismo paquete al ejército birmano, a la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi [5] y a todos los budistas del país [6] y los clasificaron, a todos juntos, como “los malos”.


Desde los tiempos de la dominación extranjera –primeramente británica y más tarde japonesa [7]– nunca hubo en Birmania un periodo de paz civil y desestabilizar ese país se hizo mucho más fácil desde que la junta militar del SLORC aceptó compartir el poder con la Liga Nacional por la Democracia (LND) y que ambas comenzaron a tratar de resolver juntas los numerosos conflictos internos del país.




Indispensable para la economía china, el oleoducto de Yunnan desemboca en la ribera del Pacífico, en el Estado birmano de Rakhine (antiguamente llamado Arakan).


Por un azar de la geografía, el oleoducto que vincula la región china de Yunnan con el Golfo de Bengala pasa por Birmania, país que además alberga varias estaciones chinas de vigilancia electrónica de las rutas navales que pasan frente a sus costas. Llevar la guerra a Birmania resulta por tanto más importante para el Pentágono que bloquear las dos «rutas de la seda» en el Medio Oriente y Ucrania.

Herencia de la colonización británica, entre las poblaciones discriminadas en Birmania se cuentan los 1,1 millones de descendientes de los obreros bengalíes que Londres desplazó para utilizarlos en Birmania [8]. Pero resulta que esta minoría nacional –que no es una minoría étnica– es de confesión musulmana mientras que la gran mayoría de los birmanos son budistas. Y resulta también que, durante la Segunda Guerra Mundial, los rohingyas colaboraron con el Imperio británico en contra de los nacionalistas birmanos.



Perfectamente equipado, el Movimiento por la Fe o Ejército de Salvación Rohingya de Arakan fue entrenado por los británicos en Arabia Saudita y Bangladesh. Antes del inicio de los recientes acontecimientos, contaba al menos 5 000 soldados.


En 2013, en momentos en que el Pentágono y la CIA habían desplegado hordas de yihadistas en Siria, donde libraban una guerra de posiciones, Arabia Saudita creó en La Meca una enésima organización terrorista: el Movimiento por la Fe (Harakah al-Yaqin). Ese grupo, que dice reunir a combatientes rohingyas, está en realidad bajo las órdenes del pakistaní Ata Ullah, quien luchó contra los soviéticos en Afganistán [9]. El reino saudita albergaba la más importante comunidad masculina de rohingyas, después de Birmania y antes de Bangladesh, con 300 000 trabajadores, todos hombres sin sus familias.

Según un informe de los servicios de inteligencia bengalíes, redactado antes de la actual crisis, el Movimiento por la Fe actúa desde hace un año con una escisión de la organización bengalí Jamat-ul-Mujahideen bajo el eslogan «La Yihad de Bengala a Bagdad». Ese grupúsculo juró fidelidad al Califa del Emirato Islámico (Daesh), Abu Bakr al-Baghdadi, y ha reunido en el seno de una coalición a grupos como los Mudjahiden indios, Al-Jihad, Al-Ouma, el Movimiento de Estudiantes Islámicos de la India (SIMI), el Lashkar-e-Toiba (LeT) y el Harkat-ul Jihad-al Islami (HuJI) pakistaní. Todo ese conjunto de grupos recibe financiamiento de la fundación Revival of Islamic Heritage Society (RIHS) con sede en Kuwait.

Hace menos de año y medio, en marzo de 2016, cuando el SLORC aceptó compartir el poder con el partido de Aung San Suu Kyi, Estados Unidos trató de utilizar a la Premio Nobel de la Paz en contra de los intereses chinos. Al mismo tiempo, sabiendo que no iba a ser fácil manipular a la hija del padre de la independencia birmana –el comunista Aung San–, y fiel a su eterna estrategia de apostar simultáneamente a dos caballos, Estados Unidos también estimuló el Movimiento por la Fe.



En septiembre de 2016, Aung San Suu Kyi explica ante la Asamblea General de la ONU sus esfuerzos a favor de los rohingyas. Al igual que su padre Aung San –quien creyó en su momento en la ayuda de los japoneses para liberar Birmania de la colonización británica–, la Premio Nobel de la Paz creyó ingenuamente en la simpatía de los anglosajones para resolver los problemas internos de Myanmar.


En septiembre de 2016, Aung San Suu Kyi representó a su país en la Asamblea General de la ONU [10]. Muy ingenuamente, explicó los problemas de su pueblo y a través de ella estaba tratando de resolverlos paulatinamente, comenzando por la cuestión de los rohingyas. Ya de regreso en su país, se dio cuenta de que sus antiguos respaldos estadounidenses eran en realidad enemigos de su patria. El Movimiento por la Fe emprendió una serie de ataques terroristas, como el perpetrado contra el puesto de la policía fronteriza de Maungdaw, donde 400 terroristas robaron el arsenal y mataron 13 aduaneros y soldados.

Aung San Suu Kyi prosiguió tenazmente la instalación de una comisión de consulta encargada de analizar la cuestión de los rohingyas y de proponer un plan concreto para poner fin a los actos de discriminación contra ellos. Esa comisión se componía de 6 birmanos y 3 extranjeros –la embajadora de los Países Bajos Laetitia van den Assum; el ex ministro libanés de Exteriores Ghassan Salamé, que en realidad representa a Francia; y el ex secretario general de la ONU Kofi Annan, como presidente de la comisión.



La Comisión de Consulta sobre los rohingyas alrededor de su presidente, Kofi Annan. Entre los seis miembros birmanos hay personalidades históricas de la lucha por los derechos humanos –como U Win Mra y U Khin Maung Lay– así como Al Haj U Aye Lwin, guía espiritual de una orden musulmana sufista.


Los nueve miembros de esa comisión iniciaron un trabajo de singular calidad, a pesar de todos los obstáculos birmanos. Varios partidos políticos fracasaron en su empeño por lograr que la Asamblea Nacional disolviera la comisión, pero lograron que se adoptara contra ella una moción de desconfianza en la Asamblea local del antiguo Arakan (el Estado donde viven los rohingyas). En definitiva, la comisión entregó su informe el 25 de agosto de 2017 con una serie de posibles recomendaciones que podrían aplicarse –sin ningún tipo de trampas– para mejorar las condiciones de vida de todos [11].

Ese mismo día, los servicios de inteligencia de Arabia Saudita y Estados Unidos emitieron la señal para desatar la respuesta: el Movimiento por la Fe, rebautizado por los británicos como Ejército de Salvación Rohingya de Arakan, dividido en 24 comandos, atacó varios cuarteles del ejército y puestos de la policía, dejando un saldo de 71 muertos. Durante una semana, las tropas birmanas realizaron una operación antiterrorista contra los yihadistas. Unos 400 familiares de estos últimos huyeron hacia Bangladesh.



El 1º de septiembre de 2017, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, en su calidad de presidente de la Organización para la Cooperación Islámica, abre en Estambul la campaña mediática sobre los rohingyas.


Tres días después, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan comenzaba a comunicarse telefónicamente con todos los jefes de Estado de países musulmanes para alertarlos sobre «el genocidio contra los rohingyas». El 1º de septiembre, o sea el día del Aid al-Adha, la fiesta más importante del mundo musulmán, el propio Erdogan llamaba, en un vibrante discurso pronunciado en Estambul en su calidad de presidente en funciones de la Organización para la Cooperación Islámica, a salvar a los rohingyas y apoyar su Ejército de Salvación [12].

Sin embargo, lo cierto es que esos yihadistas nunca defendieron a los rohingyas sino que intervinieron sistemáticamente para hacer fracasar todos los intentos por mejorar sus condiciones de vida y poner fin a la discriminación contra ellos.



El general Mohsen Rezaei fue el comandante de los Guardianes de la Revolución que lucharon junto a la OTAN y Arabia Saudita contra Serbia, en la guerra de Bosnia-Herzegovina.


El 5 de septiembre, el presidente del Consejo de Discernimiento de Irán, Mohsen Rezaei, proponía unir las fuerzas de todos los Estados musulmanes y crear un ejército islámico para salvar a los «hermanos rohingyas» [13]. La importancia de esa declaración reside principalmente en el hecho que el general Rezaei fue comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución.

A pesar de que el ejército birmano había cesado toda acción contra los terroristas, seguían los incendios de aldeas rohingyas mientras que la población rakhin de la región de Arakan linchaba musulmanes, por considerar que estaban todos vinculados a los terroristas. Según los rohingyas, los soldados del ejército birmano estaban quemando sus aldeas, pero según el ejército birmano eran los yihadistas quienes cometían esos hechos. Poco a poco, todos los rohingyas del norte de la región de Arakan se marchaban para buscar refugio en Bangladesh, cosa que curiosamente no hicieron los rohingyas que viven en el sur de la misma región.



El 6 de septiembre, una delegación oficial turca viajaba a Bangladesh para distribuir víveres entre los refugiados. Encabezaban esa delegación el ministro turco de Exteriores Mevlut Cavusoglu, así como la esposa y uno de los hijos del presidente Erdogan.


La campaña de movilización en marcha en los países musulmanes recurre a elementos visuales especialmente fuertes, como esta fotografía, divulgada por el gobierno turco, que supuestamente muestra cuerpos de musulmanes asesinados por los monjes budistas en Birmania. En realidad es una foto antigua de una ceremonia fúnebre donde se ven víctimas de un terremoto en China.


En los países musulmanes, una amplia campaña de desinformación aseguraba, recurriendo a la presentación de fotos como prueba, que los budistas estaban perpetrando grandes masacres contra los musulmanes. Pero ninguna de las fotos utilizadas había sido tomada en Birmania y esas noticias falsas acabaron siendo desenmascaradas una tras otra. Sin embargo, en los países donde el nivel de educación de la población es bajo esas fotos convencieron a la gente y los desmentidos fueron inaudibles. Sólo Bangladesh emitía reservas en cuanto al papel de los yihadistas y garantizaba a Myanmar que podía contar con su cooperacion contra los terroristas [14].

El 11 de septiembre, el presidente en funciones de la Organización para la Cooperación Islámica, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, intervenía ante la comisión científica de la organización, reunida en Astaná (Kazajstán), comisión que no tiene nada que ver con el asunto, para reclamar «salvar a los rohingyas».


El ayatola Alí Khamenei estima que implicar militarmente a su país en Birmania, junto a la OTAN y Arabia Saudita, sería una catástrofe, sobre todo teniendo en cuenta la milenaria historia de cooperación entre Irán y China.


Al día siguiente, 12 de septiembre, el Guía de la Revolución iraní, el ayatola Alí Khamenei tomaba posición. Muy inquieto ante la proposición del general Rezaei, Khamenei deslegitimó la guerra de religión que actualmente se prepara, el «choque de civilizaciones», aunque criticando la presencia de una mujer a la cabeza de un Estado. El Guía se empeñó principalmente en cerrar la puerta a toda implicación militar de los Guardianes de la Revolución, declarando: «Es muy posible que el fanatismo religioso haya desempeñado un papel en esos acontecimientos, pero se trata de una cuestión totalmente política ya que el responsable es el gobierno de Myanmar. Y a la cabeza de ese gobierno está una mujer cruel, laureada con el Premio Nobel de la Paz. En realidad, esos acontecimientos han firmado el acta de defunción del Premio Nobel de la Paz.» [15].

Inmediatamente, también en Teherán, el presidente-jeque Hassan Rohani recurría al ejército regular para participar en el conflicto en ciernes. El 17 de septiembre, los jefes de los estados mayores de los ejércitos de Irán y de Pakistán se ponían en contacto para unir sus fuerzas en el marco de la crisis [16]. Se trata de la primera iniciativa militar, pero quien participa no es el cuerpo de Guardianes de la Revolución –que están luchando junto a los sirios contra los yihadistas– sino el ejército iraní –que ya trabaja con los ejércitos de Turquía y Pakistán para defender Qatar. Irán también está enviando grandes cantidades de ayuda a los refugiados.


Aung San Suu Kyi llama la opinión pública internacional a tener en cuenta los esfuerzos de Myanmar por resolver la cuestión de los rohingyas y denuncia el terrorismo yihadista. Pero no ha recibido más crédito que Muammar el-Kadhafi, cuando este último denunció los ataques de al-Qaeda contra Libia (Naypyidaw, 19 de septiembre de 2017).


El 19 de septiembre, ignorando las explicaciones de Aung San Suu Kyi [17] y aprovechando la ocasión que le ofrecía la apertura del periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, Erdogan reunió el grupo de contacto de la OCI para solicitar a todos los Estados miembros que suspendan toda forma de comercio con Myanmar y pedir al Consejo de Seguridad a que se pronuncie [18].



Arabia Saudita protege y maneja, desde 2013, el Ejército de Salvación Rohingya de Arakan. El rey Salman asignó 15 millones de dólares a los refugiados rohingyas en Bangladesh, donde se encuentran los campos de entrenamiento de ese grupo yihadista.


Saliendo por fin de la sombra, Arabia Saudita afirmó entonces que ha venido apoyando discretamente a los rohingyas desde hace 70 años y que les ha aportado 50 millones de dólares en todo ese tiempo. El rey Salman agregó a esa suma una donación de 15 millones de dólares [19]. El embajador de Arabia Saudita ante los órganos de la ONU en Ginebra, Abdulaziz ben Mohammed Al-Wassil, movilizó allí al Consejo de los Derechos Humanos.

Olvidando las guerras que los enfrentan entre sí en Irak, Siria y Yemen, Turquía, Irán y Arabia Saudita, las tres principales potencias militares musulmanas, se congregaron nuevamente, por simple reflejo comunitario [20] y tomaron posición a favor de los rohingyas, designando además como enemigo común al gobierno de coalición del ejército birmano y Aung San Suu Kyi.

Ese cambio radical de situación en el Medio Oriente tiene como precedente las guerras de Yugoslavia. En Bosnia-Herzegovina (de 1992 a 1995) y en Kosovo (de 1998 a 1999), los países musulmanes y la OTAN lucharon juntos contra los cristianos ortodoxos vinculados a Rusia.


En 1995, Osama ben Laden hace desfilar su Legión Árabe ante el presidente bosnio Alija Izetbegovic, en Zenica. Eran ex muyahidines que habían luchado contra los soviéticos en Afganistán. Posteriormente pasarían a ser designados como al-Qaeda. Durante aquella guerra, los servicios de inteligencia rusos lograron introducirse en el cuartel general de la Legión Árabe y comprobaron que sus documentos no estaban redactados en árabe sino en inglés.


En Bosnia-Herzegovina, el presidente bosnio Alija Izetbegovic tuvo como consejero diplomático al estadounidense Richard Perle, quien incluso dirigió la delegación bosnia que participó en la adopción de los acuerdos de Dayton. Como consejero mediático tuvo al francés Bernard-Henri Lévy, según ha afirmado este mismo personaje, lo cual nunca ha sido desmentido. Finalmente, en el plano militar, el presidente Izetbegovic tuvo como consejero a un tal… Osama ben Laden, quien organizó para él la Legión Árabe y recibió incluso un pasaporte diplomático bosnio. Durante el conflicto, respaldado por la OTAN por debajo de la mesa, Izetbegovic recibió públicamente apoyo de Turquía, Irán y Arabia Saudita [21].


Después de haber sido testigo impotente del éxodo de miles de civiles, la opinión pública occidental aceptó sin discusión la decisión de violar la Carta de las Naciones Unidas.


El conflicto kosovar comenzó con una campaña terrorista del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) contra el gobierno de Belgrado. Los combatientes fueron entrenados por las fuerzas especiales de Alemania en una base de la OTAN en Turquía [22]. El hoy jefe de los servicios secretos de Turquía, Hakan Fidan, fungió como oficial de enlace con los terroristas en el estado mayor de la OTAN. Fidan, dirige actualmente el MIT, los servicios secretos turcos y es incluso el número 2 en la jerarquía del régimen de Erdogan. Al principio de la guerra, 290 000 kosovares huyeron de Serbia en sólo 3 días para refugiarse en Macedonia. Las televisoras occidentales divulgaron ampliamente las imágenes de aquella larga procesión de fugitivos. Según los varios millones de macedonios que los acogieron, nada justificaba aquella ola migratoria, ampliamente estimulada por la OTAN, pero ese desplazamiento de población fue ampliamente explotado para acusar al presidente Slobodan Milosevic de haber reprimido de manera desproporcionada la campaña terrorista contra su país y la OTAN le declaró la guerra sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU.

El trabajo sucio que hoy se prepara extiende el teatro de operaciones hacia el este. El Pentágono no tiene posibilidades de imponer una alianza turco-irano-saudita, pero tampoco lo necesita. En Yugoslavia, cuando esos tres países no tenían contactos directos entre sí, fue la OTAN quien los coordinó. Sin embargo, para luchar juntos en Birmania tendrán que llegar a arreglos en Irak, Siria y Yemen, e incluso en Libia. Teniendo en cuenta el estado actual de devastación del Medio Oriente y la perseverancia de los pueblos que siguen resistiendo, el Pentágono puede decidirse a dejar que esta región restañe sus heridas durante una década, sin temor a ver surgir allí la menor capacidad de oposición a su política.

En vísperas de la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que sentó las bases de la futura guerra contra Birmania, el Departamento de Estado anunció a Massud Barzani, que Estados Unidos no apoyará la independencia del Kurdistán iraquí. El problema es que el Pentágono no puede movilizar a Turquía e Irán en el sudeste asiático si les crea problemas con los kurdos en sus propias fronteras. Así que, después de haberse comprometido a fondo con el tema del referendo de independencia del Kurdistán en Irak, Massud Barzani pronto se verá obligado a retirarse de la vida política, tanto más cuanto que las exhibiciones de banderas israelíes en Erbil –ciudad sede del gobierno regional kurdo iraquí– fueron masivamente difundidas por los canales de televisión árabes, persas y turcos, debido a lo cual todos los vecinos de Barzani le han dado la espalda.

Si el Pentágono sigue adelante con su guión, la guerra contra Siria podría extinguirse por falta de combatientes, ya enviados a otras latitudes, para servir al «Imperio Estadounidense» en un nuevo teatro de operaciones.


Thierry Meyssan



NOTAS:

[1] Fuente: The Pentagon’s New Map, Thomas P. M. Barnett, Putnam Publishing Group, 2004. Análisis: «El proyecto militar de Estados Unidos para el mundo», por Thierry Meyssan, Haïti Liberté (Haití), Red Voltaire, 22 de agosto de 2017.
[2] «Myanmar: le Secrétaire général demande “une action rapide” pour mettre fin au “cauchemar” des Rohingya dans l’État de Rakhine», Compte-rendu du Conseil de sécurité, ONU, 28 de septiembre de 2017. Referencia: CS/13012.
[3] El Reino Unido y Estados Unidos habían redactado el acta de acusación contra Myanmar por adelantado, antes de que se produjeran los actuales acontecimientos: Countdown to Annihilation: Genocide in Myanmar, Penny Green, Thomas MacManus y Alicia de La Cour Venning, Queen Mary University of London, 2016. Persecution of the Rohingya Muslims; Is Genocide Occurring in Myanmar’s Rakhine State; a Legal Analysis, Allard Lowenstein, Yale University, 2016.
[4] «Birmania: Estados Unidos se muestra interesadamente solícito», por Thierry Meyssan, Abiad & Aswad (Siria), Red Voltaire, 2 de noviembre de 2007.
[5] The Burma Spring: Aung San Suu Kyi and the New Struggle for the Soul of a Nation, Rena Pederson, Prefacio de Laura Bush, Pegasus, 2015.
[6] Neither Saffron Nor Revolution: A Commentated and Documented Chronology of the Monks’ Demonstrations in Myanmar in 2007 and Their Background, Hans-Bernd Zöllner, Humboldt-University, 2009.
[7] Burma/Myanmar: What Everyone Needs to Know, David Steinberg, Oxford University Press, 2013.
[8] Para ser más exacto, hay que señalar que, aunque hubo inmigrantes bengalíes en Birmania incluso antes de la dominación británica, la inmensa mayoría de los rohingyas descienden de los trabajadores que los colonos desplazaron para utilizarlos como mano de obra barata. Nota del Autor.
[9] “Myanmar’s Rohingya insurgency has links to Saudi, Pakistan”, Simon Lewis, Reuters, 16 de diciembre de 2016.
[10] “Speech by Aung San Suu Kyi at 71st UN General Assembly”, por Aung San Suu Kyi, Voltaire Network, 21 de septiembre de 2016.
[11] Towards a peaceful, fair and prosperous future for the people of Rakhine, Advisory Commission on Rakhine State, agosto de 2017.
[12] “We won’t Leave Rohingya Muslims Alone”, Presidency of the Republic of Turkey, 1º de septiembre de 2017.
[13] “Rezaei urges Muslim states to defend Rohingya Muslims”, Mehr Agency, 6 de septiembre de 2017.
[14] “Bangladesh offers Myanmar army aid against Rohingya rebels”, AFP, 29 de agosto de 2017.
[15] «Myanmar : le Guide critique les défenseurs des droits de l’homme », Leader.ir, 12 de septiembre de 2017.
[16] “Iranian, Pakistani Top Military Commanders Stress Need for Ending Myanmar Muslims’ Plights”, Fars News, 17 de septiembre de 2017.
[17] “Aung San Suu Kyi speech on National Reconciliation and Peace”, por Aung San Suu Kyi, Voltaire Network, 19 de septiembre de 2017.
[18] «OIC Contact Group on Rohingya calls for UN Resolution on Myanmar», Organisation of Islamic Cooperation, 19 de septiembre de 2017.
[19] «Le Serviteur des Deux Saintes Mosquées accorde un don de 15 millions de dollars aux réfugiés Rohingyas», Saudi Press Agency, 19 de septiembre de 2017.
[20] The Rohingyas: Inside Myanmar’s Hidden Genocide, Azeem Ibrahim, Hurst, 2016.
[21] Comment le Djihad est arrivé en Europe, Jürgen Elsässer, prefacio de Jean-Pierre Chevènement, ediciones Xenia, 2006.
[22] «L’UÇK, une armée kosovare sous encadrement allemand », por Thierry Meyssan, Notes d’information du Réseau Voltaire, 15 de abril de 1999.

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