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14 mayo 2021

El paracaidista Rudolf Hess llegó a Inglaterra hace 80 años (I)


Rudoll Hess salta del avión Messerschmitt Bf 110. Uno de los más controvertidos sucesos de la IIGM (gráfica: Hulton Archive)


 La desagradable verdad

por Sylvain Laforest


Notas previas del editor del blog

El autor, Sylvain Laforest es un reconocido director de documentales de televisión y periodista durante casi 30 años. En 2016 publicó "La Déprogrammation" (en francés) sobre la desinformación de los medios; su segundo libro "Wars and Lies" apareció en 2018 (Progressive Press). El presente reportaje apareció originalmente entre el 8 y 23 de agosto de 2018 (en tres partes, aquí las condensamos en dos entregas). La fuente original en inglés de esta investigación corresponde a Oriental Review, versión original: "The Unpleasant Truth About The 1941 Parachuting of Rudolf Hess in England".

Una corta reseña respecto a Rudolf Hess. 2017 debió ser el año definitivo para que salga a luz todos los archivos ingleses sobre el "caso Hess". El dossier permanece clasificado como alto secreto. Esto se ha entendido por el presunto involucramiento de ciertas personas y familias aun vivas, en especial por la seguridad de la nobleza británica y sus primerizas relaciones con el poder nazi en la década de los treinta del siglo pasado. Era notoria la simpatía del rey inglés hacía el nazismo, siendo uno de los velados motivos de su renuncia, fotografías polémicas de la familia real demostraron esa afinidad. 


Algunos documentos desclasificados del dossier Hess

La ley inglesa (como cualquier otra) dictamina que los documentos clasificados pasarán a disposición pública después de determinado tiempo. Por ejemplo, lOfficial Secrets Act (Ley de Secretos Oficiales) del Reino Unido refiere a una serie de leyes que cubren la protección de los secretos de estado, información sensible y otros datos oficiales, sobre todo en cuanto a temas que afectan a la seguridad nacional. En nuestro caso, al tratarse de información confidencial, suele actuar el MI5, organización que desde hace mucho viene desclasificando (a cuenta gotas) documentos relacionados a Hess, sus declaraciones, cartas, algunos documentos interceptados por los servicios secretos ingleses en que se solicitaba reuniones secretas entre nazis y el duque de Hamilton en Lisboa para buscar la paz entre ambos países, entre otros. Por otro lado, es necesario el consentimiento de la Casa Real (la reina) que puede impedir a las instituciones del estado revelar determinada información cuando afecta los intereses privados de la Corona, sin que sea un acto arbitrario (Common Law); para tal maniobra suele utilizarse un procedimiento parlamentario arcano, mejor conocido como el 'consentimiento de la reina' que secretamente influye en la formación de las leyes británicas. Se diferencia del 'asentimiento real' (formalidad por la cual la monarca tiene que firmar todas las leyes aprobadas en Westminster para darles validez).

Dicho esto, lo que podamos seguir diciendo del caso Hess es especulativoEl mercado del libro ofrece interesantes hipótesis. Existen más preguntas que respuestas. ¿Hess cumplía una misión de alto secreto?, ¿fue Hitler quién lo ordenó?, ¿para qué... a firmar la paz?, ¿con quién? O, ¿simplemente Hess emprendió la huida?, ¿había escapado el verdadero Rudolf Hess a la justicia estableciéndose en el extranjero? El propio Hitler se encargó de puntualizar apresuradamente la “locura” de Hess. Los ingleses lo aislaron mientras duró la guerra, Hess interpretó el personaje de un “loco” en los juicios de Nuremberg. Otros autores han sugerido la imposición de un “doble” de Hess basados en los exámenes y reconocimientos médicos al preso No. 7 de la prisión de Spandau, en su tiempo fue una interesante conjetura acuñada por el médico británico de la prisión, W. Hugh Thomas, teoría ya desmontada por análisis de ADN. El gobierno del Reino Unido tuvo que encargar en cuatro ocasiones investigar las denuncias de la denominada "conspiración del doppelgänger" (doble) que persiste a lo largo de los años. Otros se preguntaron ¿para qué crear un doble? Hess ocasionó solo problemas a los británicos hasta el día de su muerte, lo "lógico" hubiese sido eliminarlo una vez capturado e interrogado. 

El objetivo del viaje de Rudolf Hess está esbozado, sin embargo, sigue faltando la parte medular. La oposición a revelar la totalidad de los archivos es fuente de todo tipo de especulaciones reflejadas en cientos de artículos de prensa, libros y documentales con interesantes teorías. 

La historia de la segunda guerra mundial no está completa, este episodio es trascendental para comprender muchas cosas y la hipótesis de Laforest es coherente con la historia conocida, explica las interrogantes que han permanecido allí durante más de tres cuartos de siglo. Solo sabremos la absoluta verdad cuando el “dossier Hess” sea desclasificado completamente por los británicos... si antes no es destruido.

Buena lectura

                                                                               T. Andino


*****

Parte 1


Hitler - Hess en 1934

Debemos tener en cuenta que nuestro conocimiento de la Segunda Guerra Mundial ha sido redactado principalmente por historiadores occidentales que llevaron largo tiempo una idea errada o falsa de la realidad. De manera irónica, esto hace de la historia un tema muy interesante y viva en la actualidad, ya que esta incomprensión general permite a un investigador resolver un evento como el paracaidismo de Rudolf Hess en Inglaterra el 10 de mayo de 1941, que se ha mantenido como un evento envuelto en misterio durante 80 años. Su complejidad y enormes ramificaciones históricas lo convierten en el enigma más interesante que nos queda de la peor guerra que el mundo haya conocido. Si el evento no ocultó información vital, el gobierno británico habría revelado hace mucho tiempo sus documentos clasificados al respecto. Porque el aterrizaje de Hess en Inglaterra no es una simple película de espías de guerra, en realidad está en el corazón de la configuración de nuestro mundo. Y Hess lo sabía. Tras su inicial arresto, el nazi afirmó que su nombre era Alfred Horn, luego, después de su transferencia a manos del ejército británico, reveló su nombre real y agregó: "He venido a salvar a la humanidad".


¿Lo que realmente pasó?


Rudolf Hess


En 1941, Hitler acababa de colocar a Rudolf Hess como el número tres en la jerarquía del Tercer Reich y llevaba el título de Führer adjunto. Hess fue uno de los primeros en abrazar a Hitler para dirigir el Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei; había participado en el fallido golpe de Munich de 1924 que lo envió junto con su amado líder a la prisión de Landsberg, donde escribieron Mein Kampf juntos, la guía de Hitler para el futuro de Alemania y el resto de Europa. (NdE: En 1919, Hess asistió por un breve periodo a la Universidad de Munich, fue alumno del general Karl Haushofer, profesor de geopolítica que influyó con sus teorías sobre política y razas en la psiquis de Hess, los dos desarrollaron una estrecha amistad. Fue la geopolítica de Haushofer la que hablaba del "espacio vital" en el Este -Lebensraum-).

Podría decirse que Hess fue el amigo más devoto y leal que Hitler haya tenido. Por lo tanto, el paracaidismo de este nazi de alto rango en Inglaterra en medio de la segunda guerra mundial no debe tomarse a la ligera bajo ninguna circunstancia. Hess tenía que llevar un mensaje de suma importancia que no podía transmitirse a través de una línea telefónica, un telegrama o cualquier otra forma de comunicación que pudiera ser interceptada por agencias de inteligencia, todas en alerta total las 24 horas del día, siete días a la semana en toda Europa en 1941.

La historia "oficial" tuvo que crear una narrativa bien elaborada para ocultar el verdadero propósito de esta misión. Entonces, dice que Rudolf Hess consiguió un Messerschmitt Bf 110, aprendió a pilotar el avión en unas pocas semanas, luego voló a Inglaterra solo, pudo escapar de la mayoría de los radares volando a muy baja altitud hacia Escocia, pero luego fue visto por el DCA en Escocia y saltó de su avión en paracaídas para ser arrestado por la policía británica. Algunos han disputado esta versión del vuelo, diciendo que Hess no estaba al mando del avión que lo lanzó en paracaídas, e incluso que el avión había sido escoltado por la Royal Air Force en la última etapa del vuelo ya que Hess era esperado por unos pocos iniciados. Sea cual sea la verdad sobre este primer acto, lo cierto es que aterrizó con un tobillo dolorido en suelo británico el 10 de mayo de 1941. Aquí es donde la trama se complica, desde entonces, todas las autoridades aliadas en ese momento juzgaron que la esencia de su misión no debía ser revelada al público. De hecho, si no hubiera aterrizado en una granja a 10 millas de su objetivo previsto en la finca del Duque de Hamilton, nunca hubiéramos oído hablar de la historia.




Muchos historiadores y periodistas se han inclinado sobre la mesa como si estuvieran frente a un rompecabezas, tratando de encajar las piezas para darle algún sentido al loco viaje de Hess a Inglaterra. Si se encuentra entre las pocas personas que todavía están interesadas en la historia y está buscando información al respecto, Wikipedia y muchas otras narrativas convencionales reflejan vagamente lo que aprendemos en las escuelas. Una explicación simplemente dice que Hess se volvió loco de repente y trató de escapar del destino de Alemania en un vuelo en solitario. Otros afirman que Hess buscó recuperar los favores de Hitler negociando una tregua con Inglaterra por su propia iniciativa. También existe la teoría descabellada de que Hess estaba tratando de usar la monarquía británica para derrocar a Churchill del poder.

Las diferentes teorías abarcarán hasta la versión más popular de una misión oficial bajo la orden de Hitler que necesitaba negociar la paz con Inglaterra antes de atacar a la Unión Soviética, que llegaría el próximo mes, el 22 de junio de 1941. En casi todas las teorías, los historiadores coinciden en que Hess había elegido reunirse con el duque de Hamilton, un miembro influyente de la Anglo-German Fellowship Association, ya que hay pruebas abrumadoras de que la Familia Real estaba a favor de los nazis y quería la paz con Alemania, a diferencia de Churchill. La mayoría de las teorías terminarán diciendo que ni el duque de Hamilton, ni Churchill, ni nadie que ocupe un puesto de alto perfil aceptaron reunirse con Hess, antes de que lo enviaran a prisión después de decir lo que tenía que decir. Y sea lo que sea, Hess se había olvidado de él cuando fue procesado en Nuremberg después de la guerra, ya que la amnesia oportuna se apoderó de su cerebro que fallaba repentinamente.

Si alguna de las teorías antes mencionadas fuera cierta, Hess nunca habría sufrido amnesia, ya que todas tienen su buena parte de corrección política y el gobierno británico no tendría ninguna razón para mantener en secreto los archivos de Hess. Cualquiera de estas versiones podría haberse dado a conocer al público, ya que con el tiempo se convirtieron en diferentes explicaciones del viaje de Hess en nuestros libros de historia. Pero las raíces de la mayoría de las teorías no tienen un fundamento lógico y ni siquiera tienen sentido, ya que era Alemania la que estaba atacando a Inglaterra y no al revés. Por lo tanto, si Hess realmente estaba buscando una tregua, solo necesitaba hablar con Hitler. Y si el propio Adolf quería la paz con Inglaterra, simplemente no tenía que hacer nada en absoluto.

Esa repentina amnesia de Nuremberg podría ser la razón por la que Rudolf murió a los 93 años comiendo filetes y langostas todos los días, cultivando flores y viendo televisión en la dorada y cómoda prisión de Spandau en Alemania, en lugar de compartir el destino de la mayoría de sus compañeros nazis cuyas vidas terminaron en una cuerda al final de los juicios de Nuremberg en 1946. Aquí nuevamente, la nube de misterio alrededor de Hess ha creado un aura de duda sobre su muerte oficial por suicidio que muchos juran fue el asesinato de un anciano inválido que sabía demasiado y estaba dispuesto a confesar.


Enero de 1946, Nuremberg - Alemania. Parte de los acusados ​​en el juicio. En primera fila aparecen: Hermann Goering, Rudolf Hess, Joachim Von Ribbentrop, Wilhelm Keitel y Ernst Kaltenbrunner.

 

Bueno, la verdad sobre Hess en Inglaterra es mucho más interesante que todo lo mencionado anteriormente y es una clave maestra para la comprensión completa de las apuestas y los objetivos de la segunda guerra mundial, razón por la cual siempre estuvo oculta bajo las turbias sombras de un enigma histórico. Y su misión era tan importante que ahora podemos apreciar plenamente por qué se ordenó a un funcionario nazi de tan alto rango que la ejecutara.


Especulación histórica

Para confrontar el espectro de narrativas que ofrece nuestra historia oficial, especialmente en el caso de un evento que tuvo lugar hace 80 años, los investigadores independientes tienen que confiar principalmente en la especulación lógica, debido a la falta de acceso a documentación valiosa que se mantiene confidencial en bóvedas cerradas, generalmente por razones de seguridad nacional. En el caso del viaje de Rudolf Hess a Inglaterra, todo ha sido objeto de especulaciones, ya que las autoridades británicas nunca dieron ninguna razón o explicación oficial. Cada teoría que se ha convertido en la corriente principal y aceptada con el tiempo se basa en pura especulación y no tiene absolutamente nada que la sustente. Algunos eran artículos escritos por periodistas en ese momento que afirmaban que tenían información privilegiada que nunca pudo ser verificada, mientras que otras explicaciones estaban respaldadas por simple información inventada y falsa. 

El ejemplo de una supuesta carta escrita por Hess que le había dejado a Hitler, diciendo que estaba haciendo este viaje por su propia voluntad, debe clasificarse con el resto de la propaganda. Matthias Uhl, del Instituto Histórico Alemán de Moscú, descubrió un informe de 28 páginas en el Archivo Estatal de la Federación de Rusia. El documento fue escrito en febrero de 1948 por el ayudante de Hess, Karlheinz Pintsch, quien presenció la reacción de Hitler cuando se enteró de que el Führer adjunto se había lanzado en paracaídas en Inglaterra. Según Pintsch, Hitler no estaba en lo más mínimo sorprendido, ni enojado y tenía pleno conocimiento del plan. Por lo tanto, se puede descartar toda una gama de teorías, ya que Hitler obviamente había ordenado la misión él mismo. Esas teorías solo se mantienen cuando se ignoran los hechos, que es a menudo la forma en que funcionan los medios de comunicación tradicionales.

Tenemos que aceptar que solo una teoría es correcta, pero también que esta teoría no tendrá mucha evidencia sólida para respaldarla hasta que los documentos clasificados se publiquen al público. Por tanto, el objetivo es encontrar la más probable. Tenemos que confiar en el análisis lógico, pero sobre todo, la evidencia circunstancial puede arrojar un rayo de luz mágico y revelar la verdad. Aplicaré este sistema en:


a) La importancia de Hess en la jerarquía y la voluntad de mantener su misión en secreto para el resto del mundo.

b) El cronograma de los eventos de la segunda guerra mundial: lo que sucedió antes y después, y el impacto que tuvo la misión sobre los cambios de comportamiento de diferentes naciones.


He llegado a una conclusión definitiva que nunca antes se había verbalizado. De hecho, nadie estaba ni siquiera cerca de la verdad. Pero es la única que resiste el escrutinio del contrainterrogatorio de las circunstancias. En la base, la iniciativa de una misión clandestina fuera de los canales de comunicación oficiales, para un nazi tan importante, plantea una pregunta crucial: ¿por qué Alemania estaba tratando de ocultar esta reunión al resto del mundo?


El contexto

Un poco de contexto es obligatorio para definir perfectamente el mensaje que llevaba Hess. Los trabajos destacados de investigadores como Anthony Sutton y Charles Highamson son fundamentales en nuestra comprensión del contexto histórico real que rodea la creación de la máquina de guerra nazi. Cuando en 1933 Hitler accedió a la Cancillería del Reich, Alemania estaba en un limbo financiero. Peor aún, la nación estaba en las cunetas de las extremidades. Debía decenas de miles de millones en reparaciones por la Primera Guerra Mundial y su incapacidad para cumplir había provocado una crisis inflacionaria a escala gigantesca en 1923 que redujo la moneda a 1/500 mil millonésima parte de su valor original. Para empeorar las cosas, el país sufrió junto a todos el desplome mundial de 1929. Entonces, ¿cómo demonios pudo Alemania erradicar el desempleo y crear la maquinaria militar más formidable que el mundo haya visto en tan solo seis años? El exceso de logros está infravalorado cuando se trata de explicar el milagro alemán de los años 30.




La primera herramienta que se requiere en la caja de herramientas de nuestra investigación es admitir el hecho muy documentado de que el Banco de Inglaterra, controlado por la familia Rothschild, había estado involucrado en la financiación de los nazis. Se había convertido en un procedimiento común para la rica familia bancaria europea financiar tanto a enemigos como a aliados, con el fin de obtener beneficios de ambos lados de la guerra desde Napoleón. El autoproclamado emperador francés de principios del siglo XIX había sido contratado como apoderado por Rothschild que quería imponer sus bancos centrales privados en los países conquistados. Entonces, los herederos de la familia Rothschild vieron en Hitler a su próximo Napoleón, que sometería imperios coloniales rivales como Bélgica, Holanda y Francia, además de destruir la poderosa URSS, para tomar por sí solo las riendas del Nuevo Orden Mundial. Aunque el Nuevo Orden Mundial suena como una teoría de la conspiración sobrealimentada, es un concepto indiscutible y bastante simple.

Incluso si la infame familia de los banqueros ayudó al Führer, la mayor parte del dinero que inundó Alemania entre 1933 y 1939 no provino de Inglaterra, sino principalmente de los Estados Unidos de América. No del gobierno estadounidense, por decirlo así, sino más específicamente de los banqueros e industrias estadounidenses. A través de esquemas de blanqueo de dinero, a través del recién fundado Bank of International Settlements (Banco de Pagos Internacionales) y mediante inversiones de empresas conjuntas en Alemania con empresas como Standard Oil, GM, Ford, ITT, General Electric o IBM; Rockefeller, Morgan, Harriman, DuPont, Ford y algunos otros multimillonarios fueron los principales responsables de lo que se conoce como el milagro alemán, que ahora se parece más a un sueño americano...

Gracias a las inversiones británicas y estadounidenses, la Alemania nazi pasó del país más pobre de Europa a la segunda economía mundial. Aunque la educación no le dirá nada al respecto, la abrumadora ayuda que Hitler recibió de Occidente nunca se discute porque fue expuesta en numerosas investigaciones de Estados Unidos, comités senatoriales y casos judiciales basados ​​en la Ley de Comercio con el enemigo ajustada por el presidente Roosevelt. en 1933, pero los veredictos siempre llegaban después de la habitual explicación de "no sabíamos qué iba a hacer Hitler a continuación". Como si Mein Kampf, publicado en 1925, no hubiera sido lo suficientemente claro al respecto...


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Fuente original:

The Unpleasant Truth About The 1941 Parachuting Of Rudolf Hess In England

10 mayo 2021

La NO retirada de Afganistán...


El entonces vicepresidente Joe Biden (administración Obama) visita en 2011 una base del US Army en la provincia de Maidan Shar Wardak, Biden abogaba, como ahora, con una pequeña presencia militar centrada en el contraterrorismo en Afganistán. (foto: Shah Marai  AFP  Getty Imagen)

por Tito Andino


La noticia que causó furor en el mundo fue la decisión del presidente Joe Biden de la retirada de las tropas de Estados Unidos, consecuentemente acarreará igual medida por parte de sus socios de la OTAN. ¿Quién tomó en serio esto?

El secretario de Estado, ‎Antony Blinken y otros propusieron que Estados Unidos ‎reconozca oficialmente a los talibanes y que los financie porque "después de haber ‎tomado el poder, parcial o totalmente, podrían gobernar menos duramente para obtener ‎reconocimiento y apoyo financiero de las potencias mundiales". 


MENTIRA number one:

Partamos por lo que es más importante en los Estados Unidos, la ECONOMÍA de libre mercado, en nuestro caso la economía de guerra, por lo que no tiene mayor trascendencia si los business llegan a tener un origen muy sucio. En política, ¿quién corrompió primero: Acaso fueron los narcos que compraron a los políticos; o, fueron los segundos que a cambio de flujo económico brindan permivisidad?.

El sistema capitalista -a pesar de lo que se diga- se nutre de los ingresos que genera el narcotráfico a nivel mundial. El NEGOCIO (ilegal) de la DROGA está considerado entre los principales recursos globales que engrasan la maquinaria (sin libros de contabilidad). Estamos ante un caso de economía pura, miles de millones de dólares anuales operando en el sistema financiero internacional -no en manos de los narcotraficantes, que solo se llevan un pequeño pedazo del pastel-, el sistema entero lo permite. Hay quienes aseguran -con razón- que sin el dinero que proviene de la DROGA S.A. el aparato financiero tambalearía, el sistema se volvió adicto a los narcodólares. Esta situación es evidentemente política-económica (demanda) e ideológica. 

En un trabajo anterior expusimos que la Oficina de las Naciones Unidas sobre Drogas y Crimen (ONUDC) estima que 2,4 billones de dólares de fondos ilícitos son lavados cada año, esa cifra bordea el 2,7% de todos los bienes y servicios que se producen cada año en el mundo... y, las autoridades, apenas, detectan menos del 1% del dinero sucio. Si colocamos en circulación legal las utilidades financieras producto de actividades ilegales se está transformando las ganancias ilícitas en fondos producidos por una fuente "legal", disponiendo de dinero limpio (blanqueo de capitales) operando como cliente particular o empresa registrada ante las autoridades. Bajo esa definición, los bancos involucrados, que no son pocos, deberían quedar etiquetados como organización criminal, si de verdad se desea combatir el delito

Pero, ¿qué tiene que ver AFGANISTÁN en la economía MUNDIAL?... Mucho. Veamos: (el tema ya lo hemos planteado antes)



La "maldición afgana" no existe. Nos han dicho que no se puede derrotar a los talibán y otras facciones, el clásico pretexto para NO retirarse de Afganistán. Terminar con el terrorismo fue la carta de presentación de los USA/OTAN, el "estancamiento" militar nunca fue tal. 

La clave del entendimiento es geopolítico y estratégico y eso no varía nunca, ni con los anuncios de Trump y ahora de Biden. Se retirarán soldados pero el intervencionismo militar permanente seguirá inalterable y eso tiene un nombre: HEROÍNA, su control, producción y distribución en los mercados, un nutriente de la economía mundial. Las supuestas tareas "humanitarias" para traer "prosperidad", "paz", "democracia" a los "incultos" afganos son el mejor cuento de hadas que superan a los clásicos de antaño.

Alguien lanzó -hace muchos años- esta pregunta irónica, ¿por qué hay tantas empresas estadounidenses negociando en Afganistán el transporte internacional de mercancías?. De lo que el mundo sabe es que Afganistán es famosa por sus alfombras... Pero, ¿es tan lucrativa la tarea de transportar alfombras en un territorio hostil?

La heroína afgana, el "humanitarismo", la lucha por llevarles la "democracia", es algo que ya no despierta "pasiones", ya  no es noticia. Tráfico de drogas y yihadismo son dos acepciones intrínsecas en el mundo islámico, pero, los talibán, antes de la invasión USA (2001), en base a la ley y costumbre islámica tradicional gravaban con un tributo la cosecha de la amapola, apenas se nutrían de una porción al prohibir la siembra descontrolada de los campos de amapola. La reducción (en 2001) fue drástica, la producción bajó un 60%. Tras la ocupación militar EEUU / OTAN, según informe del Ministerio Afgano Contra Narcóticos y la Oficina de Naciones Unidas contra el Crimen y la Droga (UNODC) la producción creció un 49% (2013), un 55% (2014), 65% (2015) y las proyecciones fueron "alentadoras" en los siguientes años a pesar del conflicto.


Desde 2001 nos han visto como unos verdaderos idiotas (a la mayoría). ¿Seguirá usted creyendo que un grupo de analfabetos y mal nutridos campesinos afganos controlan el flujo de cientos de toneladas de heroína y manejan las multimillonarias finanzas del ilícito negocio? ¿Puede usted imaginarse a un combatiente talibán bajado de las montañas para gestionar en las altas finanzas de Wall Street, realizando sofisticadas transacciones financieras en los grandes trust bancarios de Europa y Asia o finiquitando complejos negocios con los verdaderos “señores de la guerra” en la compra de armamento a cambio de heroína?

¿Control y erradicación de la heroína? Una parte del contingente de tropas del US Army en Afganistán se dedicó a custodiar los cultivos de sus socios afganos y, sí, es cierto que se dedicaron a guerrear a sus rivales afganos en el lucrativo negocio. La retirada dejará el control del negocio en manos de contratistas privados estadounidenses (mercenarios).

La guerra contra los talibán y otros radicales yihadistas si bien existe, no es la razón de la presencia de EEUU/OTAN. El objetivo ha sido siempre financiero (heroína) y geoestratégico. El negocio es próspero, valió la pena invertir algunos miles de millones de dólares cuando los réditos se cuentan por decenas de miles de millones de dólares. A todas luces un negocio que no está al alcance de todos (ni de todas las naciones). El opio es la ‎principal actividad económica de Afganistán, genera el 80% de todo lo producido ‎ilegalmente en el mundo

Puede ser que el grueso de tropas del US Army abandonen Afganistán, eso significa que solo cambiará la administración del negocio de la droga y de la guerra. ¿Ahora entendió el lector por qué hay empresas internacionales interesadas en asentarse en Afganistán para transportar mercancías al exterior?


MENTIRA number two



Nos dicen que el buen Joe (Biden) irritó a sus generales con la orden de retirada que deberá concretarse hasta septiembre 2021. Insistimos: El objetivo real no cambiará. No pueden permitirse dejar de tener presencia militar en una zona estratégica que otorga acceso directo al Asia Central, del este y del sur, sin olvidarnos que se asientan ya en las narices de Rusia y China -su principal preocupación- y están relativamente cerca de Medio Oriente.

Mario Dinucci, politólogo italiano asegura que "en realidad, va a ‎retirarse menos de la quinta parte de las tropas estadounidenses allí desplegadas, ‎mientras que van a instalarse nuevas bases por todo el territorio, con lo cual se ‎ampliará el dispositivo militar destinado a controlar el país. Y las tropas ‎estadounidenses que se retiren no van a regresar a Estados Unidos sino que serán ‎redesplegadas en Siria e Irak". ‎

El New York Times informó que "el Pentágono, las agencias estadounidenses de ‎espionaje y los aliados occidentales están preparando planes para desplegar en la región una fuerza ‎menos visible pero todavía poderosa, incluyendo drones, bombarderos de largo alcance y redes de ‎espionaje... Estados Unidos retiraría sus ‎‎2.500 soldados, pero el Pentágono tiene actualmente en Afganistán 1.000 militares más que ‎los públicamente reconocidos, pertenecientes a las fuerzas especiales que reciben órdenes del ‎Pentágono y de la CIA".

¿Recuerdan a Zbigniew Brzezinski? (ex asesor de seguridad nacional de los EEUU, ideólogo de la Doctrina Carter, etc, el del libro: "The Grand Chessboard: American Primacy and Its Geostrategic Imperatives" (1997), traducido como "El Gran Tablero Mundial, La supremacía estadounidense y sus imperativos geoestrátegicos".

En 1998, "Le Nouvel Observateur" (edición del 15 al 21 de enero de 1998, p. 76) entrevistó a Brzezinski respecto a la invasión soviética en Afganistán. "Nosotros no empujamos a los soviéticos a intervenir pero incrementamos conscientemente la probabilidad de que lo hicieran... ¿Arrepentirme, de qué? Aquella operación secreta era una excelente idea. Su efecto fue que atrajo los rusos a caer en la trampa afgana ¿y usted quiere que me arrepienta de eso? El día que los soviéticos cruzaron oficialmente la frontera, yo le escribí al presidente Carter: "Ahora tenemos la oportunidad de darle a la URSS su guerra de Vietnam". De hecho, Moscú tuvo que librar durante casi 10 años una guerra insoportable para el régimen, un conflicto que provocó la desmoralización y finalmente el estallido del imperio soviético.

Le Nouvel Observateur: ¿Tampoco se arrepiente usted de haber favorecido el integrismo islamista, de haber aportado armas y consejo a futuros terroristas? Brzezinski: ¿Qué es lo más importante para la historia mundial? ¿Los talibanes o la caída del imperio soviético? ¿Algunos locos islamistas o la liberación de Europa central y el fin de la guerra fría?

Le Nouvel Observateur: ¿Algunos locos? Si se está diciendo constantemente que el fundamentalismo islámico representa hoy una amenaza mundial. Brzezinski: Boberías. Según nos dicen, Occidente debería tener una política global ante el islamismo. Eso es estúpido. El islamismo global no existe. Veamos el islam de manera racional y no demagógica o emocional. Es la primera religión del mundo, con 1.500 millones de creyentes. Pero, ¿qué tienen en común la Arabia Saudita fundamentalista, el Marruecos moderado, el Pakistán militarista, el Egipto prooccidental y el Asia secularizada? Nada que no sea lo mismo que une a los países cristianos.


MENTIRA number three



Los contratistas en Afganistán. Digámoslo sin eufemismos, mercenarios, superan con creces a las tropas del US Army, en pleno apogeo de la guerra bordearon los 100.000!. Es cierto que no todos son combatientes, muchos se dedican a actividades loables, pero muy caras, como proveedores de alimentos, mantenimiento, transporte de mercancías, construcción, etc., ah!, también servicios de seguridad e interrogatorios para el ejército de los EE. UU, como señala otra fuente.

Kelley Beaucar Vlahos en "End of an era? Afghanistan is now graveyard of contractors, tooseñala que la retirada centrará la atención en los casi 17.000 contratistas en la nómina de Estados Unidos, 6.147 son ciudadanos de los EEUU, “los contratistas estadounidenses saldrán como salimos nosotros. Eso es parte de la retirada planificada que tenemos en marcha en este momento”, dijo el comandante de CENTCOM, general Kenneth McKenzie. 

El gobierno tiene numerosos contratos con empresas mucho más allá de la fecha límite de retirada. Al superar en número los contratistas al personal uniformado constituye el 62% de la fuerza laboral. El dinero que se paga a los contratistas es aún más abrumador: 104.000 millones de dólares por servicios solo en Afganistán desde 2002, casi 9.000 millones de dólares solo en los últimos cinco años.

Es entendible que el balance político-militar del sangriento conflicto significa una costosa merma de recursos para el gobierno de Estados Unidos, no para el complejo militar-industrial que ha hecho pingües negocios. ‎"Para financiar la guerra en Afganistán, Estados Unidos se endeudó gravemente y ha tenido que ‎pagar, hasta el momento y siempre con fondos públicos, 500.000 millones de dólares, suma que ‎en 2023 sobrepasará los 600.000 millones. Además, para los militares estadounidenses que ‎regresaron de las guerras en Afganistán y en Irak con heridas graves o con algún tipo de ‎discapacidad se han gastado hasta ahora 350.000 millones de dólares, y para el año 2023 ese gasto ‎será superior a los 1.000 millardos, correspondiendo más de la mitad a las secuelas físicas sufridas en ‎la guerra de Afganistán", comenta Dinucci. ‎

El negocio de la guerra o la tercerización de la guerra es rentable para las empresas, el gobierno de los Estados Unidos depende de los contratistas en Afganistán. Empresas enormes como Halliburton, con subsidiarias como KBR (propiedades de altos cargos de la administración Bush hijo) han venido cobrando facturas infladas y se han involucrado en fraudes para ganar más dinero. "¿Quién podría olvidar las duchas endebles y defectuosas y los sistemas eléctricos que  electrocutan a las tropas en todo Irak? ¿El agua potable insegura en las bases? ¿Comida cara y en mal estado? ¿Y los contratistas que ayudaron a torturar a los presos en Abu Ghraib y masacraron a civiles en la plaza Nisour. Mercenarios armados que rodaban con nuestra CIA en secreto, tropas adiestradas, dignatarios vigilados?".




El New York Times agrega que más 16.000 mercenarios estadounidenses podrían ser utilizados para entrenar las fuerzas gubernamentales afganas. Objetivo oficial del ‎nuevo plan estratégico: "impedir que Afganistán resurja como base terrorista para amenazar ‎Estados Unidos". ‎Los "contractors" (léase mercenarios estadounidenses) muertos en Afganistán parecen ser unos ‎‎4.000, con una cantidad indeterminada de heridos, sus muertes no se mencionan en los periódicos. Otra cara oculta es que regresan heridos y enfermos sin beneficios médicos del Pentágono. 

En realidad, los mercenarios, un ejército en la sombra, es "un experimento masivo sobre cómo el Tío Sam podía librar una guerra en varios países más barata y durante más tiempo apoyándose en el sector privado para hacerlo. Pero no fue más barato, y el costo no solo en dólares... Halliburton y KBR y Blackwater son nombres del pasado. Pero obtuvieron su oro, no les importa el `cementerio de los imperios`". 




Otro interesante dato viene del portavoz del Pentágono, John Kirby, tras el anuncio de Biden. "El plan preliminar es que al menos algunos contratistas se vayan durante la retirada militar de Afganistán, el Pentágono aún tiene que proporcionar detalles sobre cuántos contratistas se extraerán"... los planes podrían cambiar dijo Kirby

John Sopko, inspector general especial para la reconstrucción de Afganistán señala que la salida de contratistas estadounidenses podría ser más "devastadora" para las fuerzas de seguridad afganas que la retirada de las tropas estadounidenses. El gobierno afgano depende de los contratistas para capacitarse en el uso y mantenimiento de equipos suministrados por Estados Unidos, como los helicópteros UH-60 Blackhawk de Lockheed Martin Corp. y el avión de transporte C-130, afirma Sopko.

El General McKenzie asegura que el Pentágono está buscando alternativas para ayudar a los afganos para el mantenimiento a distancia. "Es posible que podamos trabajar de alguna manera remota y televisada para hacer eso".

Por otro lado, Jason Dempsey, investigador adjunto del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense es muy claro, destaca que Estados Unidos enviará (a pesar de la retirada) Blackhawks a Afganistán, naves que las fuerzas de seguridad locales no pueden operar o mantener, "propiciará el fraude y el abuso, lo veo como un despilfarro total”. Para apoyar a la fuerza aérea afgana, Estados Unidos tendría que seguir enviando contratistas, "los contratos van a ser ridículos" en el futuro. “Vamos a poner un montón de contratistas, van a conseguir cientos de millones de dólares para mantener esta flota, y la flota no se va a utilizar”. (Sin contratistas, ninguno de estos aviones puede seguir siendo efectivo para el combate por más de unos pocos meses).


Un soldado estadounidense corre cerca de una unidad de fuerzas especiales del Ejército Nacional Afgano en una base cerca de Kabul (foto: Lorenzo Tugnoli para The Washington Post)

Conclusión 

- El Pentágono basará algunas tropas estadounidenses en la región para futuras operaciones antiterroristas en Afganistán, Estados Unidos no tiene acuerdos de base con países alrededor de Afganistán, incluso cuando la retirada de las tropas  inició el 1 de mayo (se han instalado en Irak y Siria).

El apoyo a los contratistas en Afganistán tendrá que restablecerse dondequiera que las tropas estadounidenses se asienten. Los contratos tendrán que modificarse y el Pentágono gastará más dinero para crear nuevas bases.

- No olvidemos el meollo del asunto en Afganistán: Narcotráfico y realidad geoestratégica, el objetivo de los Estados Unidos/OTAN siempre ha sido asentar bases militares para cercar a países "rebeldes", como Irán, desde allí tiene acceso, en caso de conflicto, para atacar de forma directa a China y Rusia. 

- Desde mi punto de vista, el tema de la heroína afgana es más importante que otro trillado asunto. Si los Estados Unidos dejara de controlar el flujo de miles de millones de dólares anuales canalizándolos vía Wall Street alguien más lo hará. ¿Por qué menospreciar a la gallina de los huevos de oro? ¿De verdad cree usted que se legalizará el narcotráfico (drogas fuertes) para dar paso a la "droga recreativa" legal?. 

- Sin los ingresos que genera el NARCOTRÁFICO S.A. el sistema capitalista estaría al borde del colapso, cualquier cosa que digan los economistas y los "entendidos" se aleja del mundo real, los narco-dólares están aquí, traen felicidad al sistema.

"Informes secretos de bancos muestran cómo billones de dólares de dinero negro fluyen libremente a través de los principales bancos, inundando un sistema regulatorio quebrado" ¿Cuál es el mensaje para la BANCA INTERNACIONAL? Si sigues delinquiendo recibirás sanciones económicas, pero a cambio se te permitirá seguir infringiendo la ley y ganar miles de millones de dólares como "compensación" por las pérdidas debido a las multas...


fuentes consultadas

Biden’s Afghan Exit Alarms Contractors Who Outnumber U.S. Troops

End of an era? Afghanistan is now graveyard of contractors, too.

Afganistán, el plan de Estados Unidos ‎para una nueva catástrofe‎

BANCA Y DINERO SUCIO, una simbiótica prosperidad

Afganistán: retrospectiva histórica de la invasión soviética y sus secuelas.

ETIQUETA DROGAS en www.detectivesdeguerra.com

05 mayo 2021

El genocidio que no cesa en el corazón de África (II)


Rosa Moro

Viene de la Parte I


V

Un plan que salió tal y como estaba previsto


No hay investigación, ni tribunal, ni testimonio, ni informe que se precie que ponga en duda el papel crucial del atentado contra el avión presidencial de Ruanda, cometido el día 6 de abril de 1994, como detonante indiscutible del genocidio de Ruanda.

 

         Imágenes del derribo del avión presidencial, Kigali 6 de abril 1994
 

Considerando que las matanzas fueron una reacción al magnicidio de los Presidentes de dos Estados, Ruanda y Burundi, ya bajo enorme tensión, el responsable último del inicio del genocidio es sin duda el responsable de este atentado terrorista

Podemos citar numerosos informes (1), testimonios (2), autos judiciales (3), documentos filtrados de la inteligencia ugandesa y ruandesa (4), e investigaciones que ofrecen evidencias abrumadoras que atribuyen la autoría del atentado al FPR. Pero lo más revelador es cuando el propio Paul Kagame, en una entrevista con la BBC en diciembre de 2006, reconoció que «tenía derecho a hacerlo», refiriéndose a matar al presidente Juvenal Habyarimana. 


Todo estaba tan bien planificado por el FPR y sus colaboradores internacionales que incluso tenían preparada la historia oficial que lanzar al mundo. 


Este complot que en alguna ocasión también utilizó Museveni de Uganda, maestro y mentor de Kagame, se iniciaba con la estrategia de “Talk and Fight”, los autores estaban involucrados en las conversaciones de paz que se llevaban a cabo en Arusha, Tanzania, como distracción, a la vez que planeaban el asalto al poder por sorpresa, mediante la violencia. En este plan, tenían previsto cualquier escenario posible, teniendo preparado cómo tratar las  reacciones de la ONU, la UA y los medios. Tenían perfectamente controlado qué masacres vería el mundo y cuales no, y hacia dónde huiría la gente

Todo este plan ha sido calificado por uno de los mayores expertos en esta historia, Charles Onana, como «una obra maestra de la desinformación, una intoxicación perfecta», el mundo entero se lo creyó sin cuestionar un ápice, gracias a la planificación minuciosa y la gran inversión de recursos e inteligencia en el plan.


            Paul Kagame y Hillary Clinton

La obra maestra de desinformación

A grandes rasgos, la historia oficial que se vendió al mundo, que ahora hace aguas por todas partes, dice básicamente que:

1- Los extremistas hutu asesinaron a su presidente porque estaba haciendo demasiadas concesiones a los tutsi;

2- Que la mayoría hutu ya se había preparado desde hacía tiempo para el genocidio (incluso lanzaron bulos sobre una supuesta compra masiva de machetes para la “ocasión” y la excavación de fosas comunes en sus jardines, bulos sobradamente desmentidos, incluso por el TPIR, aunque sigan circulando);

3- Que la mayoría hutu se alzó en cólera contra la minoría tutsi e intentaron matar a machetazos a todos los tutsi del país;

4- Que de Uganda llegó un salvador y su guerrilla (Kagame y el FPR) a detener las matanzas, que derrocó al gobierno “genocida” y se instaló en el poder para devolver la paz;

5- Que los genocidas huyeron al vecino Congo y desde allí iban a intentar volver a tomar el poder en Ruanda, por eso el gobierno de los “salvadores” tuvo que invadir el Congo no una, sino dos veces, para perseguir a estos genocidas y tomarse la justicia por su mano;

6- Que la ONU implantó un Tribunal Internacional para hacer justicia;

7- Que EEUU y la ONU lamentan que no tuvieron conocimiento del verdadero alcance de las masacres y por eso no intervinieron a tiempo;

8- Que ahora no hay distinción de etnias en Ruanda. Se ha prohibido por ley hacer apología del genocidio y negar el genocidio contra los tutsis, y Ruanda ya no tiene nada que ver con las masacres que ocurren en el vecino Congo.


Todos y cada uno de estos ocho puntos son mentiras 100%, elaboradas por agencias especializadas en ello. Son narrativas construidas para que el público occidental se las crea con facilidad, una tragedia con héroes y villanos, inicio, nudo y desenlace feliz, rematada con una moraleja. 

Las mejores mentiras son las que tienen pinceladas anecdóticas de verdades, ya hemos hecho alusión a esta estrategia de manipulación. Esa parte de verdad aquí es horrenda: grupos violentos de hutus se organizaron para asesinar a todos los tutsis que pudieran

Pero la parte que se oculta tras la manipulación y las mentiras bien articuladas en una narrativa fácil de engullir para mentes occidentales, no es menos horrenda: un grupo terrorista paramilitar tutsi fuertemente armado y organizado (el FPR de Kagame que llegó de Uganda y sus agentes infiltrados en las milicias e instituciones del país desde 1990, los abadaka), planificaron y se organizaron para matar a todos los hutus que pudieran.

Estados Unidos estuvo implicado hasta el fondo en todo este plan, si no a la cabeza del mismo. La administración Clinton colaboró activamente en la planificación y en la cobertura frente al mundo y la ONU. El ex secretario general de la ONU del momento, el egipcio Boutros Boutros Ghali, lo dijo abiertamente, «El genocidio de Ruanda es responsabilidad de Estados Unidos 100%».

Cada 6 de abril, políticos de todo el mundo, pero principalmente los de la administración Clinton y la administración Blair, lloran lágrimas de cocodrilo exclamando: «oh, ¡no supimos verlo venir! ¡no supimos reaccionar a tiempo!», pero la historia ha sacado a la luz documentación abundante que demuestra que lo que hicieron no solo fue un “laissez faire”, sino que intervinieron muy activamente del lado de los criminales, con dinero, formación, material, incluso tropas sobre el terreno. Con plena consciencia de lo que ocurría, EEUU y la ONU colaboraron en la elaboración e imposición de la desinformación.


Desmontando la narrativa oficial

Una de las investigaciones que desmontan la versión oficial de manera más incontestable es la de los estadounidenses Christian Davenport, entonces de la universidad de Notre Dame, en Indiana, y Allan Stam, entonces en la universidad de Michigan, que en 1998 y 1999 trabajaron tanto para la fiscalía como para la defensa en el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, TPIR. Conmovidos por la historia oficial del genocidio, como muchos otros investigadores, estaban convencidos de que la ONU y la comunidad internacional no habían podido responder a tiempo a la tragedia ruandesa, porque no tuvieron capacidad de prever. Para que esto no volviera a ocurrir, era crucial comprender qué, cómo, dónde y cuándo paso exactamente lo que pasó en Ruanda. Comenzaron a trabajar convencidos de la veracidad de todos y cada uno de los puntos clave de la narrativa oficial, pero sus conclusiones pronto atrajeron el rechazo, las amenazas, la expulsión del Tribunal, la expulsión de sus puestos de trabajo respectivos y toda clase de descalificaciones en los medios internacionales

Los datos compilados demostraron que «tanto Hutus como Tutsis fueron víctimas y atacantes, muchas personas de las dos etnias utilizaron las masacres y asesinatos masivos para resolver cuestiones políticas, económicas e incluso personales». La primera comprobación sorprendente fue que no había suficientes tutsis en el país en aquel momento como para haber perecido un millón de personas (5), como se repitió durante años. Se empezó diciendo que los hutus habían matado a machetazos un millón de tutsis, pero en pocos años se bajó a 800.000 y además se concedió que no todos eran tutsis, que también fueron asesinados «hutus moderados». ¿por qué este cambio en la narrativa oficial?

Estos dos investigadores comenzaron por observar los datos administrativos más básicos como el censo de Ruanda en 1994 y descubrieron que de una población de 5.648.000 personas censadas, si el 83% eran hutus (4.687.840) y el 3% eran Twa (169.440), solamente había censados 790.720 tutsis, el 14%. Además, unos 100.000 estaban fuera del país en el momento. Al término del genocidio, oficialmente sobrevivieron unos 340.000, eso arroja una cifra de aproximadamente unos 360.000 tutsis asesinados. Cifra trágicamente alta, imposible de minimizar. Si de esas 800.000 personas, unas 360.000 eran tutsis, las otras 440.000 eran hutus…

Es más, si recurrimos a otras cifras aparecidas con posterioridad tras investigaciones rigurosas como las que llevó a cabo la Unidad Especial de Investigación del propio TPIR, cuyas averiguaciones fueron ocultadas por el tribunal hasta que fueron filtradas a la periodista canadiense Judi Rever (6), testigos clave como Theogene Rudasingwa, una figura de responsabilidad dentro del partido del FPR de Paul Kagame hasta 2004, la cifra más probable de hutus asesinados por el FPR se sitúa en torno al millón de personas solamente a partir de 1994, sin contar los previos cientos de miles de hutus y tutsis asesinados en el norte del país entre 1990 y 1994.

Estas cifras también son trágicamente altas, de hecho son increíblemente más altas, lo cual no pretende minimizar o restar importancia a las 360.000. Sin embargo, estas cifras trágicas de hutus asesinados no solo son minimizadas en la versión oficial, sino que son negadas y ocultadas. No se pueden  reconocer, no aparecen el registros “oficiales”, el mundo no las reconoce, los supervivientes no pueden llorar por ellas, so pena de cárcel y asesinato, como le pasó en febrero de 2020 al cantante Kizito Mihigo (7).


Kizito Mihigo, asesinado en la cárcel de Ruanda por reconocer también a las víctimas hutu y predicar la reconciliación en el país.

Judi Rever, en su libro In Praise of Blood, presenta un exhaustivo trabajo de investigación que demuestra que el FPR no solo cometió crímenes tan graves o más que los que cometieron los extremistas hutus, sino que planificó el genocidio contra los tutsis para cometer de forma encubierta su genocidio contra los hutu, pero el tribunal ocultó sistemáticamente todas estas evidencias y destituyó a todos los investigadores que iban recopilando pruebas para encausar al FPR, el gran aliado de EEUU.


Fuimos incapaces de ver la mentira

Un ejemplo de cómo a los informadores del momento les resultaba impensable contradecir la versión oficial perfectamente preparada y presentada al mundo por el FPR y sus aliados occidentales (8) es el de la imagen que se convirtió en una de las más icónicas de las horripilantes matanzas de 1994 en los medios internacionales, la de los cadáveres flotando por el río Kagera, en el noreste del país. 

El río marca la frontera de Ruanda con Tanzania a lo largo de parte de sus últimos kilómetros antes de llegar al lago Victoria, en Uganda. Esta escena de horror era descrita por los periodistas internacionales verdaderamente traumatizados por la visión grotesca de cientos de cadáveres mutilados y torturados, incluso de bebés, flotando en el río. Se calcula que unos 40.000 cadáveres fueron arrojados al río entre mayo y junio de 1994, desde las prefecturas del este, Byumba y Kibungo, una región que cayó bajo el control del FPR a finales de abril. Hoy en día se sabe que esos cadáveres no eran de tutsis masacrados por las milicias hutus, sino que eran de hutus masacrados por el FPR. Hechos corroborados por testigos, víctimas y ex miembros del FPR que participaron del macabro plan.


          El río marca la frontera de Ruanda con Tanzania

A pesar de conocerse que la zona estaba bajo control del FPR y que no era posible para las milicias hutu acceder a los lugares desde donde se arrojaban los cadáveres, «Seguramente cargados en camiones» como describía el New York Times, los reporteros hacían filigranas mentales para adaptar lo que veían sus ojos con la versión oficial impuesta, llegando uno de ellos incluso a escribir tras describir la escena aberrante de los cadáveres que veía y olía: «¿quién puede hacer estas cosas? El territorio (…) está bajo control del FPR, principalmente compuesto por tutsis, (…) que avanzó rápidamente hacia la zona la semana pasada» (9). Su convicción sobre la veracidad de la versión oficial no le dejaba ver que él mismo estaba demostrando que los cadáveres estaban siendo lanzados desde una zona donde ya no había milicias hutu, sino que era el FPR. Ni el corresponsal ni sus lectores eran capaces de ver con claridad estas señales tan evidentes. Así de bien funciona la manipulación y la desinformación cuando es ejercida magistralmente.


VI

Instrumentalización de los refugiados…


Mapa que ilustra la ofensiva del ataque del FPR desde Uganda en 1990. Pág. 129 de Strategie du chaos et du mensonge, de Patrick Mbeko

No fue ninguna casualidad que dos millones de refugiados ruandeses tomaron la única salida posible que les había dejado el FPR, la frontera con Zaire (hoy, República Democrática del Congo). Podemos apreciar con claridad la estrategia de la ofensiva del FPR en este mapa que muestra el investigador congoleño Patrick Mbeko en su libro ‘Stratégie du chaos et du mensonge’, página 129. Entraron por el noreste y obligaron a la población a huir hacia el oeste. 

El gran Zaire, o Congo, todavía estaba gobernado por Mobutu Sese Seko, quien había observado de cerca todas las maniobras y no dudaba de la mano oculta de sus otrora amos y protectores, los EEUU. El régimen de Mobutu acogió con nerviosismo a los dos millones de refugiados ruandeses tras el asesinato del presidente ruandés en el atentado terrorista del 6 de abril de 1994. Mobutu llevaba más de tres décadas imponiendo en el continente africano la agenda de Estados Unidos, conocía su modus operandi y había visto la confluencia de las agendas de la élite tutsi del FPR y la de las potencias anglosajonas, con Estados Unidos a la cabeza. El FPR quería conquistar el poder en Ruanda, exterminar a todos los hutu posibles para redefinir el mapa étnico de la región y anexionarse dos provincia del Congo, los Kivus. Estados Unidos tenía como objetivo final el gran Congo, el control de primera mano de todas sus riquezas y de su posición estratégica en el continente.


…Hacia el destino final, el Zaire

A partir de este momento, la deriva de Zaire fue de caída libre. De la pobreza causada por la sobre-explotación de la que venía, a la desestabilización por acoger en unos meses a millones de personas, y finalmente al caos como estrategia de balcanización o debilitamiento programado desde el exterior. Y todo, como de costumbre, ante la mirada impávida de la comunidad internacional.

Después de hacerse con el poder en Ruanda en 1994, el FPR no dejó de perseguir a la población hutu, dentro y fuera de sus fronteras. Llegó a atacar con armamento pesado campos de refugiados con cientos de miles de personas indefensas en territorio congoleño, como las masacres de Kibeho, en 1995. La comunidad internacional, en silencio. El FPR blandía la excusa de estar «persiguiendo a los genocidas hutu porque suponían una amenaza para Ruanda», pero cientos de exmilitares del FPR, testigos y supervivientes han declarado que la inmensa mayoría de los hutus asesinados eran inconfundiblemente civiles indefensos, desarmados y débiles. 


El plan de invadir el Congo para expoliarlo y debilitarlo por parte de Uganda y Ruanda, y el plan de controlar sus ingentes recursos por parte de las potencias anglosajonas era una descarada guerra de agresión, por lo que los estrategas elaboraron otra representación teatral para el exterior, mientras todo salía como lo habían planeado. Invadieron el Congo en noviembre de 1996.


Esa escenificación utilizó a una figura de poca envergadura y prácticamente desconocida hasta 1996, Laurent Desiré Kabila, en el papel de “rebelde congoleño que combatía al dictador Mobutu”. En esa representación, Ruanda y Uganda interpretaban el papel de “apoyar a los rebeldes congoleños para derrocar al déspota Mobutu”, y Ruanda, de paso, como siempre, “perseguir a los genocidas hutu que todavía podían querer atacar Ruanda, y acusaba a Mobutu de protegerlos”.

Esa rebelión construida para la ocasión como un caballo de Troya se llamó las AFDL (Alliance de Forces Democratiques pour la Liberation du Congo). Muchos lo definen como una torre de babel, totalmente desorganizada, con cada facción buscando apresurada sus intereses y ni siquiera comunicándose entre sí. Eran mercenarios que James Kabarebe, un alto rango militar del FPR, había reclutado por toda África, no había ni un 10% de congoleños. Se suponía que Laurent Kabila era quien dirigía las tropas, pero el verdadero mando era Kabarebe. Mobutu cayó en mayo de 1997, apenas seis meses después de la invasión.


     El genocidio que no cesa en el corazón de África

Instalaron en el gobierno a L. D. Kabila, que en la realidad no llegó a tomar el control del gobierno en ningún momento durante su mandato. El verdadero director de operaciones seguía siendo el ruandés Kabarebe, que era Jefe de Estado Mayor del ejército congoleño en el que se habían integrado todos los militares no congoleños reclutados por él mismo. En un intento de tomar el control del país que se suponía que presidía, L. D. Kabila destituyó a Kabarebe el 27 de julio de 1998, hecho que provocó la segunda invasión del país por parte de Ruanda y Uganda, días después, el 2 de agosto, dando comienzo a lo que se conoce como Segunda Guerra del Congo o segunda guerra mundial de África, que duró hasta 2003 y en la que llegaron a intervenir 9 países vecinos

Angola, Namibia y Zimbabue acudieron a esta guerra en apoyo de Laurent Kabila, pero la superioridad de ruandeses y ugandeses, financiados, armados, entrenados y apoyados en todas las formas posibles por Estados Unidos, atrajo en pocas semanas el refuerzo de Chad, Libia y Sudán. Siete países africanos no lograron truncar los planes de los dos delegados de las potencias anglosajonas en el continente. L. D. Kabila fue asesinado en enero de 2001. En esta segunda guerra de invasión del Congo Uganda y Ruanda llegaron a protagonizar enfrentamientos armados entre ellos por el control de ciertas minas en el este de la RDC, causando numerosas víctimas civiles congoleñas.

Testigos clave de toda esta trama señalan al FPR como responsable del asesinado de L. D. Kabila (10), fue la forma mas directa de implantar a su verdadero caballo de Troya en el Congo, el supuesto hijo de L. D. Kabila, Joseph Kabila, que venía de las filas del FPR ruandés directamente. Y con él llegó la tercera K del triunvirato criminal, el 26 de enero de 2001 Joseph Kabila fue investido presidente de Congo, la guerra no terminó, oficialmente, hasta 2003.


Desde entonces, Estados Unidos y Gran Bretaña, mediante sus brazos ejecutores, los regímenes de Uganda y Ruanda y su infiltrado en el Congo, mantienen bajo tutela no solo los recursos de Congo, sino también otros intereses geoestratégicos en la región y el continente. 


Joseph Kabila, totalmente fiel a los intereses de los enemigos del este, estuvo en el gobierno desde 2001 hasta principios de 2019, en que se produjo “por primera vez, una transferencia pacífica del gobierno congoleño”, según los medios internacionales. Para los congoleños esa trasferencia no fue más que otra representación más de cara al exterior, ni democrática, ni pacífica ni trasferencia. El poder real sigue estando en manos de los mismos, las potencias anglosajonas mediante sus brazos ejecutores, Museveni y Kagame. 

Si algo está claro hoy, bien entrado el año 2021, es que Felix Tsishekedi, tampoco tiene el control del gobierno congoleño. No da un paso sin ir acompañado del embajador de Estados Unidos Michael A. Hammer, como si fuera su asistente personal. La balkanización es una sentencia que cada día está más cerca.


      Michael A. Hammer y Felix Tsishekedi


Resistencia o balcanización del Congo ¿qué solución?

Se calcula que entre los altos mandos centrales y regionales de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo, FARDC, hay 35.000 cuadros del FPR ruandés, es decir, fieles a Ruanda y no a Congo. Además, con cada acuerdo de paz que ha firmado el país con sus agresores y supuestos grupos rebeldes, el Congo ha sido obligado por los mediadores internacionales a admitir en su ejército a esos mismos agresores que una y otra vez se hacen pasar por congoleños, pero que son ruandeses, comandados incluso por la Jefatura de Estado ruandesa, reclutados, entrenados, armados y mantenidos desde Ruanda con total descaro, como denuncian una y otra vez los propios congoleños, y los múltiples informes de expertos de la ONU y otros organismos internacionales. 

Dicen que en el este del país operan hoy unos 122 grupos rebeldes armados. Algunos pueden ser congoleños, lógicamente hay grupos de autodefensa contra las fuerzas de ocupación que masacran a la población literalmente cada día. 

En un clima de absoluto caos e impunidad, otros tantos serán efectivamente delincuentes que sobreviven del saqueo y la explotación ilegal de los abundantes recursos, agrediendo a la población local. Toda esta producción ilegal y criminal, según diversos informes de la ONU, es vendida a los agentes israelíes y ruandeses, desde donde salen a los mercados internacionales. 

Pero principalmente, los verdaderos agresores y responsables de este otro genocidio del que no se habla, son los comandados por el Estado Mayor ruandés, que siempre son los mismos, pero con distinto nombre. Primero fueron las FDLR, en 1996, después fue el CNDP, bajo el mando del coronel tutsi Laurent Nkunda, en 2007; después vino el M23, en 2012, comandado por el ruandés Bosco Ntanganda. Más recientemente, se llama ADF, supuesta milicia islamista ugandesa (que ni es musulmana ni habla lenguas ugandesas, sino que hablan kenyarwanda, el idioma ruandés). Uno tras otro, mantienen el caos en las zonas que Ruanda se quiere anexionar, exportan sus materias primas a través del país vecino y sobre todo, infiltran a más y más agentes ruandeses en las filas del ejército congoleño hasta el punto de haber anulado prácticamente las FARDC como defensoras de su territorio y sus ciudadanos.

Un experto en la materia, el investigador congoleño Boniface Musavuli (11), afirma:

«En Beni, es imposible ahora mismo diferenciar entre los militares del ejército del gobierno y los asesinos. Los rebeldes de la llamada ADF Nalu, por ejemplo, el último de ellos, son una especie de fuerza híbrida compuesta por delincuentes ruandeses llevados a Beni desde Ruanda, principalmente, y soldados del ejército regular de Congo, que operan como un comando paralelo de los primeros. Los asesinos nunca son pillados, sencillamente porque “el ejército” no quiere luchar contra “parte del ejército”…».


Los congoleños y congoleñas conocen de sobra cuál es la fórmula mágica para que todos estos grupos desaparezcan: dejar de resistir, permitir la desmembración del gran Congo. 


En 2008, Subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos Africanos de 1989 a 1993, Herman Jay Cohen, preguntado sobre posibles soluciones a la situación del África de los Grandes Lagos respondió que toda esta inestabilidad regional desaparecería en cuestión de días si el Congo accediera a desmembrarse y sus recursos pasaran a ser una especie de fondo común de los demás países de la región. Esta es la “solución” que el imperio propone. Esta es la solución que los y las congoleñas no están dispuestos a aceptar.


VII

Una impunidad asombrosa

Todos estos hechos relatados son de sobra conocidos por la llamada comunidad internacional, por los grandes medios de comunicación, por las grandes ONG y por todo analista o experto que se precie y que sea digno de tal nombre. Entonces ¿por qué no se habla de ello? ¿por qué no se actúa para detener este genocidio del que no se habla?

No solo no se habla del tema, es que el principal responsable en la actualidad, Paul Kagame y su círculo cercano, es asombrosamente impune de todo lo que haga. Su caos (constructivo) al servicio de sus padrinos las potencias anglosajonas (EEUU, Gran Bretaña y el estado sionista de Israel) sigue siendo una correa de transmisión bien engrasada, entonces, todo va bien para medios, ONG y instituciones internacionales. Kagame y sus hombres pueden asesinar a representantes de la ONU (12) cuyas averiguaciones sean molestas, puede asesinar a diplomáticos europeos (13), como el embajador italiano, en pleno 2021… nadie se atreve a interpelarle. ¿Se imaginan el tsunami mediático que hubiera causado un simple arañazo a un embajador europeo en Venezuela? Pues ni las víctimas europeas de Kagame generan reacción alguna en la civilizada Europa


El embajador Luca Attanasio es llevado al hospital donde murió poco después el 22 de febrero de 2012

Joan Carrero, una de las figuras españolas que más ha apoyado a estos pueblos africanos desde los inicios de toda esta locura, que llegó a hacer una huelga de hambre de 42 días ante el parlamento europeo en 1997 para suplicar visibilidad de esta tragedia, es autor de la que es posiblemente la mejor obra que existe hasta ahora en castellano para comprender esta tragedia, ‘África, la madre ultrajada’ (14). El mismo autor escribía varios artículos la primera semana de marzo de 2021 estupefacto por el atronador silencio internacional ante el asesinato del embajador italiano en el Congo:

«La explicación de esta sorprendente impunidad de Paul Kagame y encubrimiento de todos sus crímenes no creo que sea, de ningún modo, la que apunta Ian Birrell: “la culpa por el fracaso del mundo en detener el genocidio”. Es un argumento demasiado gastado ya. Estas gentes no saben lo que es el sentimiento de culpa. Muchos de ellos saben muy bien que el genocidio no es algo que ellos no fueron capaces de detener, sino que sencillamente lo permitieron bien conscientemente para no interferir el avance del FPR hacia Kigali. Incluso saben, que deberían tener mayor culpa aún por haber permitido que Paul Kagame provocase un número incomparablemente mayor de víctimas que las víctimas tutsis de la primavera de 1994. ¿Por qué no deberían tener culpas también por permitir a Paul Kagame todos estos inacabables crímenes?». (15)

Y en su segundo artículo sentencia:

«En lo que respecta a la cuestión del derecho de los pueblos a su legítima defensa, el cinismo de los líderes políticos y de los creadores de opinión occidentales sobrepasa ya todo lo razonable.» (16)


La guerra más brutal, la del capitalismo

Esta es la guerra más brutal que existe. No solo por su número de víctimas, que es el más alto, solo superado por la II Guerra Mundial; ni tampoco por su duración, tres décadas y sin ver un final cercano; sino por la confluencia de todos los horrores de todas las demás guerras híbridas imperialistas que sufren los demás pueblos del planeta y más.

Aquí existe la motivación de la depredación y control de los recursos necesarios para la industria capitalista de cada momento (cuando no fue el caucho, fue el uranio, luego el coltán, ahora el cobalto, mañana será otra cosa), como Venezuela. La resistencia de un pueblo (los pueblos del este de la RDC) que prefiere morir masacrado cada día a doblegarse ante la ocupación de su tierra, como el pueblo Palestino, abandonado hasta por su gobierno central de Kinshasa, ya en manos de las potencias extranjeras.

 

Las grandes potencias anglosajonas, sus gobiernos al servicio de las grandes oligarquías financieras, nunca van a intervenir para detener estos crímenes descarnados, a no ser que sus delegados en la zona, actualmente el genocida Paul Kagame y su banda, dejen de ejercer de correa de transmisión de su dominio absoluto. Mientras esta correa de transmisión funcione, esos delegados de la zona pueden hacer lo que quieran, que ya se encargan las potencias de que no sean molestados, ni aunque comentan el genocidio más sangriento del mundo


Las grandes palabras y gesticulaciones de los medios de comunicación, de la comunidad internacional, las ONG y las instituciones internacionales como la ONU… ya no engañan a los que sufren día a día. Los y las africanas de la región se saben solos, saben que toda esta caterva de hipócritas no va a hacer nada que inquiete a los amos del mundo. 

Pero en esta guerra, además, se suma el componente del racismo: todas las instituciones, organismos, grandes ONG y medios occidentales o presididos por occidentales, adolecen de un racismo medular. Los muertos negros importan menos. La visión de la brutalidad inhumana ejercida contra cuerpos negros, no podría ser soportada si en lugar de ser sufrida por negros fuera sufrida por blancos.


           Nuestra mirada soporta estas imágenes desde hace treinta años

Resistencia

Hoy, ahora mismo, mientras ustedes leen esto, en Beni lloran impotentes y angustiados cada día a seres queridos que amanecen «degollados como conejos» sin que a nadie le importe. Llevan tantos años resistiendo la guerra más brutal, la del capitalismo, que han comprendido que el resto del mundo no va a acudir en su auxilio

En los últimos años, la movilización de las resistencias tanto de los países de la región, como en la diáspora, se han unido para denunciar sin ambages a los responsables y exigir que se establezca un Tribunal Internacional para el Congo. Congoleños, ugandeses, burundeses y ruandeses piden unidos un tribunal internacional para Congo, porque son conscientes de que si solo se juzgasen los crímenes cometidos en el Congo por el genocida Paul Kagame y su círculo cercano, toda la región descansaría, y después vendría el resto de toda la justicia y reconocimiento que necesitan tantos millones de víctimas. Saben que si logran acabar con la impunidad de este grupo criminal, hoy la violencia acabaría. Solo acabando con la impunidad, se puede lograr la paz.

Congo se desangra, Basta de Impunidad, Ingeta (venceremos en lingala)… son sus lemas que cada día tienen más notoriedad. La unión hace la fuerza, y unidos cada día hacen más fuerza por los medios alternativos del mundo lanzando cuestiones de perogrullo ¿De qué sirven todos esos informes de la ONU que año tras año, desde principios de los 90, denuncia a los responsables, si después no se toman medidas al respecto?


          Dr. Denis Mukwege

La resistencia organizada cada día ejerce más presión para que tales informes no se olviden ni queden en papel mojado. Cada día se suma más gente a esta resistencia, intelectuales, activistas, investigadores, luchadores de todos los ámbitos. Figuras destacadas como el premio Nobel de la paz de 2018, el doctor Denis Mukwege, se ha implicado hasta el punto de poner su vida en peligro para que se implanten las recomendaciones de uno de dichos informes de la ONU, el llamado Informe Mapping, publicado en 2010, que describe las masacres cometidas por el FPR como genocidio.


Después de tantos años resistiendo, desangrándose, después de haber perdido a tantos hermanos y hermanas, hijos e hijas de la región en esta guerra, que nadie espere que los pueblos del corazón de África se rindan ni olviden.

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Notas:

[1] Entre otros, uno de los más importantes es el conocido como Informe Hourigan, elaborado por el entonces fiscal del TPIR, Michael Hourigan, en 1997. (ocultado por la ONU hasta 2010).

[2] Citamos tres exmiembros del FPR, que colaboraron con el atentado: Abdul Ruzibiza, Kayumba Nyamwasa y Patrick Karegeya. De los tres solo vive K. Nyamwasa, aunque ya ha sufrido 3 intentos de asesinato.

[3] La investigación del juez del tribunal de Grande Instance de Paris, Jean-Louis Brugière, que lanzó ordenes de arresto contra miembros del FPR en 2006 por el atentado en el que murieron también personas francesas, miembros de la tripulación. Y la investigación del juez de la Audiencia Nacional española, Fernando Andreu Merelles, cuyas investigación dio lugar a la emisión de 40 órdenes de detención internacional contra miembros del FPR, en 2008.

[4] Principalmente el Memorandum del Partenariat-Intwari, en el que se detallan todas las reuniones y planes que tenían por objetivo «La caza del presidente ruandés» Habyarimana y desvela lo «laborioso» que fue dicho complot.

[5] Su trabajo fue publicado en 2010, en el departamento de Sociología de la Universidad de Notre Dame, bajo el título ‘Rwandan Political Violence in Space and Time’. En el mismo se presentan comparativas de cifras de diversas fuentes, además de las oficiales del gobierno ruandés. El último censo del país databa de1992 y asumía que la población tutsi era el 8,5%, no el 14% como asumimos aquí, porque se ha acabado imponiendo en todas las versiones.

[6] Tras décadas de investigaciones, entrevistas y recopilación de datos por todo el mundo, además de recibir dos expedientes Top Secret del TPIR que le filtraron en 2003 y 2005 respectivamente, con las pruebas recopiladas por la Unidad Especial de Investigación del tribunal de Arusha, que habían sido ocultados por la fiscalía, la periodista publicó en 2018 un libro titulado ‘In Prise od Blood. The crimen of the Rwandan Patriotic Front’.

[7] El cantante de gospel era superviviente del genocidio de los tutsis, pero cuando empezó a cantar y rezar también por las víctimas hutu, igualmente asesinadas injustamente, el FPR lo detuvo y acabó asesinando en dependencias policiales el 8 de febrero de 2020 https://l-hora.org/es/victor-jara-jorge-cafrune-kizito-mihigo-washington-y-el-vaticano-joan-carrero-21-02-2020/ 

[8] Un mecanismo de esta planificación e implantación de la historia oficial al mundo que les ha valido la calificación de «obra maestra de desinformación» es el papel desempeñado por los Abadaka, cuadros civiles reclutados y formados por el FPR antes, durante y después del genocidio, que cometieron crímenes y colaboraron con el FPR para cometerlos, pero sobre todo, por su formación como quinta columna civil: se convirtieron en la única interfaz o conexión con las agencias de la ONU, ONG internacionales, investigadores, periodistas, corresponsales de guerra, académicos…que necesitaban intérpretes, conductores y chóferes, negociadores, escoltas… todas esas tareas eran asumidas por Abadakas, lo cual significa que toda su experiencia dentro del país estaba mediada por los que testigos de la Unidad Especial de Investigación del TPIR describen como una red de servicios de inteligencia civil que estaba por todas partes, en todo tipo de trabajos.

[9] Este periodista fue el británico Richard Dowden, escribiendo para The Independent, el 6 de mayo de 1994. In prise of blood, by Judi Rever, pags. 104-105.

(10) Theogene Rudasingwa, antiguo jefe de inteligencia de Kagame, ahora exiliado, asegura que Kagame -y sus masters- es también responsable del asesinato de Laurent Kabila, según unas declaraciones hechas en Bruselas en 2012, en que aseguraba que es incomprensible que Kagame sea aplaudido por todo occidente cuando es el único presidente del mundo que ha asesinado a cuatro presidentes y sigue en el cargo con total impunidad. (Habla de Ndadaye en 1993, Habyarimana y Ntaryamira en 1994 y Laurent Kabila en 2001).

(11) Miembro del Think Tank africano DESC-WONDO, Boniface Musavuli es autor de dos trabajos de investigación claves para comprender la situación del este de su país, de donde es originario. Les Massacres de Beni. Kabila, le Rwanda et les fax islamistes, 2014 y Les Génocides des Congolais. De Léopold II à Paul Kagame, 2016.

(12) El 12 de marzo de 2017, dos expertos de la ONU la chilena Zaida Catalan y el estadounidense Michael Sharp, fueron asesinados en la RDC por hombres armados. La ONU aún no ha encontrado a los culpables, y se acusa al organismo internacional incluso de haber ocultado pruebas de la investigación de los hechos.

(13) El 22 de febrero de 2021, el embajador italiano Luca Attanasio fue asesinado en la provincia de Kivu Norte de la República Democrática del Congo. El oficial paramilitar italiano Vittorio Iacovacci, que viajaba con el embajador, y su conductor congoleño Moustapha Milambo también murieron en este ataque.

(14) Carrero Saralegui, Joan: África, la madre ultrajada. La verdad sobre el conflicto de los Grandes Lagos que las potencias occidentales se empeñan en ocultar. Ed Milenio. 2010.

(15) ¿La UE tolerará que Kagame asesine incluso a altos diplomáticos europeos? (I) [Joan Carrero, 01.03.2021]  https://l-hora.org/es/la-ue-tolerara-que-kagame-asesine-incluso-a-altos-diplomaticos-europeos-i-joan-carrero-01-03-2021/ 

(16) ¿La UE tolerará que Kagame asesine incluso a altos diplomáticos europeos? (II) [Joan Carrero, 07.03.2021]  https://l-hora.org/es/la-ue-tolerara-que-kagame-asesine-incluso-a-altos-diplomaticos-europeos-ii-joan-carrero-07-03-2021/ 



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