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30 diciembre 2023

¿Puede escribirse una historia alternativa ignorando la guerra?



 

Una interesante recopilación y resumen de artículos por el editor del blog para quienes gustan del género literario de la HISTORIA ALTERNATIVA, una buena manera de despedir este año 2023. Felicidades!


I

Aclarando conceptos

La ficción especulativa, ucronía, historia alternativa o contrafactual, como queramos llamarla no pertenece solo a la literatura de guerra, una expresión inagotable también la encontramos en el arte. Los temas de ucronía son muy populares en el mundo anglosajón con sus conocidos What if... (y si...). Los autores de ficción literaria gustan mucho cambiar la historia y también ciertos historiadores utilizan la ucronía para demostrar ciertas tesis.

El género literario de la ficción especulativa y temas de ucronía abarca lo que denominamos historia alternativa -generalmente ostensible en novelas históricas- cuya trama "transcurre en un mundo desarrollado a partir de un punto en el pasado en el que algún acontecimiento sucedió de forma diferente a como ocurrió en realidad; por ejemplo, los vencidos de determinada guerra serían los vencedores". 

A pesar de escucharse y conocerse términos como utopía (significa en "ningún lugar"); la distopía (viene a significar "mal lugar"); la ucronía (etimológicamente quiere decir "en ningún tiempo"), no son fáciles de explicar sobre todo si lo aplicamos a diversos campos, suele resultar algo complejo cuando se hallan presentes en el género literario y artístico. Las siguientes líneas corresponden a citas concretas tomadas de la Wikipedia para aclarar los conceptos. 

La Ucronía es la reconstrucción de la historia sobre datos hipotéticos (RAE). Fusiona dos géneros literarios, la novela histórica con la ciencia ficción, especula sobre realidades alternativas ficticias, en las cuales los hechos se han desarrollado de diferente forma de como los conocemos. Esa línea histórica se desarrolla a partir de un evento histórico extensamente conocido, significativo o relevante, en el ámbito universal o regional. Ese momento o acontecimiento común que separa a la realidad histórica conocida de la realidad ucrónica se llama punto Jonbar o punto de divergencia.  

Distopía también conocida como anti-utopía. Es una "utopía negativa" donde la realidad transcurre en términos antitécnicos a los de una sociedad ideal, representando una sociedad hipotética indeseable en sí misma, suele representarse en novelas, ensayos, comics, películas, serie televisivas, video juegos. La ucronía viene a ser un subgénero de la distopía.

Tenemos el steampunk que, en sus inicios, fue un subgénero literario nacido dentro de la ciencia ficción especulativa que surgió durante la década de 1980 de la mano de escritores conocidos por sus trabajos ciberpunk.​ A día de hoy, este subgénero ha madurado hasta convertirse en un movimiento artístico y sociocultural, no tan solo literario, describe algunas de las obras de autores como K.W. Jeter, Tim Powers y James Blaylock. Las obras de temática steampunk a menudo muestran tecnologías anacrónicas o invenciones futuristas imaginadas por los visionarios de su época (ciencia ficción, fantasía), todas ellas vistas desde la perspectiva victoriana en la cultura, el arte, la moda e incluso la arquitectura, como máquinas impulsadas por vapor, mecanismos de relojería y otra maquinaria industrial y eléctrica. El steampunk es una combinación de la tecnología y la estética de la era industrial impulsadas por vapor con la tecnología y los ideales modernos y futuristas

El steampunk se inspiró principalmente en los trabajos de H. G. Wells y Julio Verne y del imaginario encontrado en sus obras,​ por lo que, al igual que el dieselpunk, este subgénero se puede englobar dentro del movimiento retrofuturista, el género de las ucronías y la ficción especulativa, pero su tendencia a incorporar elementos fantásticos y el carácter más desenfadado y utópico de sus tramas lo alejan tanto del dieselpunk como del cyberpunk.


Ilustración publicada en el sitio web "All About Steampunk" (ver notas a píe de página)



El Dieselpunk se conoce con este término a la subcultura y al movimiento artístico y literario que combina las diferentes estéticas comprendidas entre 1920 y 1950, con aquellas encontradas en nuestro presente. El término hace mención a la llamada “Era diésel”, un periodo coloreado, entre otros, por el Art Déco, los héroes pulp, el jazz, la música swing, y los amorales detectives encontrados en la ficción negra. El dieselpunk busca crear algo nuevo, impredecible y diferente del resultado de combinar el espíritu de una era pasada con las modernas tecnologías y la actitud de hoy en día.

Al igual que el subgénero hermano steampunk, el dieselpunk forma parte de la corriente retrofuturista, y habitualmente sus tramas se pueden englobar dentro del género de las ucronías y la ficción especulativa, aunque no es extraño asociarlo también al cyberpunk debido a sus tramas de carácter distópico. 

El cyberpunk es un subgénero de la ciencia ficción, conocido por reflejar visiones distópicas del futuro en las cuales se combinan la tecnología avanzada con un bajo nivel de vida. Originalmente el término cyberpunk fue utilizado para referirse al movimiento literario encabezado por Bruce Sterling, William Gibson y John Shirley que surgió durante la década de 1980 en el seno de la literatura de ciencia ficción. El cyberpunk recibe su nombre de la adjunción del prefijo ciber- (relacionado con redes informáticas)​ al vocablo punk (en referencia a su carácter rebelde). En él, la ciencia (y sobre todo la informática y la cibernética) suele generar o interaccionar con algún tipo de cambio de paradigma social o cultural.

Respecto al dieselpunk, vale la pena profundizarlo. Nuestro conocido sitio "Never Was magazine", editado por Nick Ottens, publicó hace un par de años un artículo de Christopher Smith sobre las más recientes expresiones de la estética dieselpunk pudiendo emplear escenarios notablemente imaginativos y evocadores del clásico "qué pasaría si..." de la historia alternativa. Smith lo tituló: "Re-punking Dieselpunk", cuyo subtítulo reza: "El dieselpunk debe ser antibrutalista, antifascista, antiindustrial y antimilitarista". Un resumen textual a continuación.

Los géneros "punk" de la historia alternativa pueden reivindicar posturas tanto estéticas como políticas. "Steam" (vapor), "diesel" (diésel) y "atomic" (atómico) suelen sugerir un aspecto histórico; el sufijo "punk" hace referencia a la postura histórica de esa estética frente al poder, es decir, a sus intenciones políticas (steampunk, dieselpunk, etc.)

Todos los movimientos artísticos están arraigados en la cultura y el contexto de su tiempo. Cuando los artistas olvidan esto, se vuelven privilegiados, preciosos, ahistóricos, apropiados y/o culturalmente a la deriva. Como historiador -señala Smith-, no le interesa ni le convence una estética que reniegue de lo político. Por el contrario, dice que cualquier arte de cara al público, especialmente un arte situado dentro del largo siglo XX, es inherentemente (aunque implícitamente) político, o deliberadamente ciego o hipócrita.

"Soy un veterano de la revolución punk de finales de la década de 1970. Para mí, "punk" significa ocupar lo subalterno, hacer retroceder lo dominante, hackear las normas y contrarrestar las presunciones estéticas y, lo que es más importante, cuestionar o subvertir la política cultural y los derechos de los que surgen esas presunciones. Es criticar y/o subvertir la cultura dominante de esos períodos, el punk-rock original hizo eso y lo hizo el cyberpunk original: le dieron la vuelta a la estética dominante del glam-rock de la década de 1970 y la ciencia ficción utópica de la década de 1950". 

Pero, desafortunadamente, los géneros punk no manifiestan, al menos entre la mayoría de los consumidores, una fuerte capacidad de autoexamen y algunos teóricos del steampunk han criticado útilmente la tendencia del steampunk hacia el exotismo y el orientalismo. También la producción creativa del dieselpunk tiende hacia una fascinación por la estética fascista y conspirativa: guerras coloniales, criptozoología, mechs, tanques, trincheras, etc. Este fetiche por lo autoritario me parece curioso, y definitivamente contrario a la política punk. El cosplay steampunk, al menos a nivel superficial, replica los prejuicios y privilegios de la época victoriana. El atractivo y las trampas del steampunk van desde lo encantador, exótico e inventivo, hasta lo apropiado, orientalista, postural, preciosista y racista. El atractivo y las trampas del dieselpunk pueden ir desde lo constructivo, lo valiente, lo patriótico, lo proletario, hasta lo brutalista, el historicista y el protofascista.


LLegada a la utopia, de Alexey Lipatov

Entonces, ¿cómo debería ser una política dieselpunk re-punk? Si el "diesel" como estética es industrial, de montaje, mecanicista, futurista-utopianista, proto-fascista, entonces tal vez el "diesel-punk" pueda leerse como opositor, subversivo, subalterno, proletariado, a contrapelo, resistiendo al autoritarismo.

¿Cuáles podrían ser versiones menos monolíticas y menos militaristas de la política dieselpunk apropiada para la época (alrededor de 1914-45)? Si el brutalismo, el fascismo, la consolidación industrial y el militarismo eran las tendencias dominantes (y represivas) de la época, ¿no buscaría subvertirlas una postura de oposición clásicamente "punk"? Una teoría política dieselpunk más autocrítica sería, por tanto, antibrutalista, antifascista, antiindustrial y antimilitarista; se centraría en la democracia participativa (sindical, descentralizada y anarcosindicalista), en la propiedad colectiva, en el orgullo por el trabajo, en la organicidad y la sostenibilidad, y en la construcción de la paz radical. Por ejemplo, la Primera Guerra Mundial fue inmensamente influyente y militante, especialmente en los conflictos por la libertad de expresión y el trabajo justo, entre 1905 y 1919.


Detalle de los murales de la industria de Detroit de 1932-33 por Diego Rivera (Instituto de Artes de Detroit)


El internacionalismo antifascista fue el espíritu central del bando republicano en la Guerra Civil Española (1936-39), que atrajo a aliados y combatientes de los movimientos obreros de todo el mundo, y enfrentó a las tropas coloniales que luchaban contra ellos en el bando nacionalista. "Dieselpunk", de hecho.

Nota del editor: Un interesante comentario al artículo de Christopher Smith razona que "Hoy en día, ser "punk" sería rechazar los puntos de vista izquierdistas dominantes. En lo que respecta al comunismo, todos los países que han tenido un gobierno comunista o socialista han sido autoritarios y represivos. El comunismo no se malinterpreta ni se aplica mal. Claramente, la teoría del comunismo, cuando se aplica al mundo real, es autoritaria. El punk rechazaría el comunismo". Sin embargo del reflexivo y hasta cierto punto acertado comentario, no olvidemos que estamos tratando un tema del imaginario, ficción, historia alternativa, donde opera la utopía, la literatura utópica sueña con cosas fantásticas!


II

Glorificando el fascismo en la historia alternativa


Póster de The Man in the High Castle (Amazon)


Monroe Templeton en "The Borders of Genre: The Glorification of Fascism within Alternate History" (Las fronteras del género: la glorificación del fascismo dentro de la historia alternativa), publicado por "Sea Lion Press", opina que las historias alternativas sobre la victoria nazi glorifican invariablemente el nazismo, sean cuales sean las intenciones del creador.

En una entrevista de 1973 con Gene Siskel del Chicago Tribune, el teórico y director de cine francés François Truffaut declaró, hasta la modesta infamia, que "algunas películas afirman ser antibélicas, pero no creo que haya visto realmente una película antibelicista. Todas las películas sobre la guerra terminan siendo pro-guerra". Los argumentos del autor son revisados en el siguiente resumen textual.

La historia alternativa es un género con un problema de imagen que destaca con éxito financiero en programas de televisión. Cuando le preguntas a la persona promedio qué es exactamente la historia alternativa, no escucharás hablar de "For All Mankind" (de Apple TV) o incluso la antología inter-continuidad de Marvel "What If?". En cambio, todos los historiadores alternativos han escuchado esas temidas palabras: "Oh, ¿quieres decir qué pasaría si los nazis ganaran?" Por mucho que nos avergoncemos ante esta pregunta, ponemos una sonrisa de rictus y pretendemos explicar tales asociaciones con el fascismo, es innegable que hay un problema

Por ejemplo, en Twitter (actual X) la corresponsal de MSNBC, Katleyn Burns, tuiteó: "La historia alternativa siempre es como "¿qué pasaría si ganara la Confederación?" O "¿y si los nazis hubieran ganado?" Y nunca "¿qué pasaría si todos los esclavos del Sur hubieran asesinado a todos los dueños de esclavos?"

Matt Mitrovich de The Alternate Historian respondió: "Me frustra ver el mismo tuit: "¿Por qué la historia alternativa es solo sobre la Segunda Guerra Mundial o la Guerra Civil Estadounidense? ¿Por qué no sobre ¿qué pasaría si...? (inserte su personaje favorito). Mientras tanto, aparentemente nunca se les ocurrió buscarlo en Google y encontrar las docenas de historias que la gente ha escrito".

Al igual que cuando nos enfrentamos a esa pregunta en la vida real, cuando la enfrentamos en línea, es fácil tratar de explicar el problema o incluso negar que exista, pero debemos tratar de averiguar por qué tanta gente tiene esta visión negativa de nuestro género.

La respuesta es que no todas las ficciones de un género son iguales, en términos de visibilidad y, por lo tanto, de influencia. Numéricamente, por supuesto, puede haber más historias alternativas que no sean sobre esvásticas sobre Whitehall o botas en Times Square, pero lo que las respuestas a este número a menudo no reconocen, o más bien no quieren reconocer, es que siempre es el mismo tuit, porque así es como se ve este género: como obsesionado con la victoria del nazismo y el poder esclavista secesionista. Por mucho que a mí, personalmente, me gustaría que la gente se imaginara a Ed Baldwin saltando en la Luna con su traje espacial cuando menciono el género, no lo ven. Ven a John Smith con su uniforme de gala de las SS bien confeccionado, envuelto en la esvástica.




Una de las narraciones de historia alternativa más populares de los últimos tiempos fue la adaptación de Amazon de "The Man in the High Castle" que retrata el mundo de una victoria sobrealimentada del Eje y en la que Estados Unidos se divide entre un estado nazi en su costa este y un protectorado japonés en el oeste. El éxito de la serie catapultó la historia alternativa a la respetabilidad de la corriente principal. Sin ella, es muy posible que no tengamos series como For All Mankind, o adaptaciones de The Plot Against America, The Handmaid's Tale y Bridgerton, ni el actual frenesí de interés por el género.




Sin embargo, High Castle es también una obra profundamente irresponsable, que glorifica a los regímenes conquistadores. No se trata de una crítica nueva, hay que decirlo, muchos han condenado a todo pulmón el programa por convertirse en un "kitsch nazi con mucha trama". El director y productor Daniel Percival ("The Man in the High Castle") habló de sufrir ansiedad por atraer a los fanáticos de la extrema derecha en 2017 debido a la iconografía del programa, pero justificó la producción como una forma de reflejar las ansiedades en torno al resurgimiento del fascismo en nuestra política contemporánea. El medio Salon, (edición del 15 de noviembre de 2019) publicó el reportaje de Melanie Mcfarland: "Finalmente, la fantasía fascista de ´The Man in the High Castle´ termina en medio de la aleccionadora realidad de Estados Unidos". A medida que termina la historia alternativa triunfante de los nazis de Amazon, no necesitamos un recordatorio de lo lejos que podría estar Estados Unidos (haciendo referencia al presidente Trump).

Cualquier buena obra de ficción especulativa es reflexiva, de esa manera, 1984 reflejó las ansiedades de George Orwell por la Inglaterra de la posguerra con la imaginada Airstrip One. Por lo tanto, no es terriblemente sorprendente que Percival considerara High Castle como una vía para discutir sus temores al neofascismo trumpista (NdelE: temores totalmente infundados respecto a Trump)

Cuando usamos regímenes de la vida real para hacer esto, sucede algo importante. Para que High Castle funcione, primero debemos aceptar que la Alemania nazi y el Japón imperial podrían haber tenido éxito, en tiempo pasado. Desde el punto de vista narrativo, deben ser empoderados para la victoria. Como escritores, debemos revisar la historia, a menudo a lo largo de líneas negacionistas, para permitir que ocurra tal victoria. Proclamamos que si las cosas hubieran ido por otro camino, el fascismo podría haber triunfado como alternativa legítima a la democracia. Y al permitir que las potencias del Eje o la Confederación o quien sea tengan sus victorias, nos envilecemos moralmente, ya que validamos las visiones del mundo real de aquellos que metieron a millones de seres humanos en hornos. Y ese es el maldito problema.

High Castle mantiene la mitología en torno al Reich. Tanto en la serie como en los libros, se nos presenta a la Alemania nazi como un régimen hipereficiente empoderado hasta el punto de la colonización venusina. Si bien hay un absurdo obvio en la gran extensión de la Alemania nazi (y el Japón imperial), uno que se comenta directamente con la historia alternativa en el texto The Grasshopper Lies Heavy, que representa a un Imperio Británico sobrealimentado en una posición similar (tenga en cuenta que esto es específico de la novela).

La representación de los japoneses es, por supuesto, orientalista. El régimen que en nuestro mundo libró una guerra racial genocida en China rinde culto al I-Ching, con inescrutables funcionarios de comercio que practican wabi (lejos del alcance de nuestros puntos de vista blancos en la costa del Pacífico, naturalmente) que buscan la validación cultural a través de la "autenticidad" de la cultura estadounidense. Pero al igual que la Alemania nazi, se presenta a Japón como lo suficientemente poderoso como para haber conquistado los Estados Unidos del Pacífico. La idea de la Esfera de Coprosperidad, poco más que el objetivo de Japón de dominar Asia Oriental y el Pacífico bajo la creencia de superioridad racial sobre los grupos étnicos de la región, se ennoblece en su victoria, que nos muestra cómo podría haber ganado un etnoimperialismo tan dramáticamente fracasado.


El actor Rufus Sewell en el papel del Obergruppenführer John Smith en la serie "The Man in the High Castle"

Dentro de la serie, este sentido de glorificación se ve exacerbado a una escala nunca antes vista por la representación del Obergruppenführer John Smith, un personaje único en la serie y notablemente el más desarrollado. Interpretado por el profundamente carismático Rufus Sewell, es el protagonista de la intriga política dentro de la jerarquía nazi, algo en gran parte inédito en la novela, ascendiendo y ascendiendo hasta ser el Reichsführer de Norteamérica. La serie se preocupa profundamente para que entendamos a Smith, sus motivaciones y objetivos, animarle en sus éxitos, como acabar con el führer Heinrich Himmler o burlar a otros colaboracionistas, como J. Edgar Hoover, y verlo ascender, ascender y ascender. Lo aplaudimos en sus victorias, lloramos por él en sus derrotas, nos maravillamos con él mientras atraviesa la superposición cuántica y entra en otros mundos, y una vez que terminamos, nos alegramos por la catarsis de su suicidio. Cuando pienso en Smith, pienso en lo que David Chase dijo de su prestigioso antihéroe televisivo, Tony Soprano:

"(El público) lo había visto alegremente robar, matar, saquear, mentir y engañar. Lo habían animado. Y entonces, de repente, querían verlo castigado por todo eso. Querían "justicia". Querían ver sus sesos salpicados en la pared. Pensé que eso era repugnante, francamente. Lo patético, para mí, era lo mucho que querían su sangre, después de haberlo animado durante ocho años".

Mientras que Los Soprano se vuelve negra y nos obliga a mirarnos a nosotros mismos en la pantalla de espejos de nuestros televisores y contemplar nuestra hambre de violencia, High Castle concede una catarsis de justicia percibida por los eventos que animó a la audiencia a animar, una salida emocional e intelectual durante cuatro años de sintonización cada semana para ver qué haría el estadounidense Adolf a continuación. Al público se le permite admirar a Smith con la condición de que su caída sea espectacular y violenta. Pero, ¿dónde nos deja eso cuando se nos permite admirar a un nazi?

Debo subrayar que no creo que Philip K. Dick simpatizara con estos regímenes, como tampoco lo son Percival y sus guionistas en la serie. Pero estas cuestiones de simpatía son irrelevantes, porque ¿qué nos dicen sus versiones de High Castle? Que la Alemania nazi y el Japón imperial podrían haber triunfado sobre la democracia y que el Reich habría construido trenes bala y volado Concords y colonizado nuestro Sistema Solar a principios de la década de 1960, etcétera. El espectador medio se aparta de estas interpretaciones, incluso cuando descuenta los elementos más fantásticos, bajo la impresión de que hay "eficiencia" en el fascismo, de que los trenes circulan a tiempo. Entonces, ¿es de extrañar que aquellos con una pizca de pensamiento crítico reconozcan esto como glorificación? ¿Es de extrañar que los neonazis se deleiten en este mundo, o que una persona normal pueda incluso alejarse con una visión distorsionada, incluso positiva, del Reich y el Japón imperial debido a la ficción de la serie?

Y cuando observamos otras narrativas de victoria nazi que están a la vanguardia de la integración de la historia alternativa, ¿qué vemos? Un mundo similar de maravillas tecnológicas en la franquicia Wolfenstein con una banda sonora pegadiza de versiones en alemán y un Londres envuelto en esvásticas en SS-GB como telón de fondo de un thriller detectivesco.

Del mismo modo que Truffaut consideraba que todas las películas antibélicas acaban siendo probélicas, debemos lidiar con la posibilidad de que las obras de victoria nazi glorifiquen invariablemente el nazismo, incluso si la intención de los guionistas era otra. "Retratar es ennoblecer", y en una época de fascismo resurgente, es nuestro deber como hijos de la democracia ser cautelosos ante cualquier ennoblecimiento de este tipo.


Wolfenstein: El arte del Nuevo Orden


Escena del thriller detectivesco "SS-GB" 

¿Hay alguna alternativa? Claro. Hay innumerables novelas de historia alternativa que no son victorias nazis. El alejamiento de la victoria nazi es el movimiento del futuro, y a medida que la historia alternativa continúe en la corriente principal, es casi seguro que veremos más y más ejemplos que tal vez redefinan la percepción popular. Eso terminará con la incómoda pregunta "oh, ¿qué pasaría si los nazis ganaran?" Quién sabe, tal vez pregunten "oh, ¿quieres decir qué, y si Harold Wilson fuera un espía?"


III

¿Se puede escribir un tema histórico ignorando la guerra? 


Charlie Chaplin en el film "Tiempos Modernos" (1936)

"Can you write an historical story ignoring War?" se pregunta Gary Oswald en un artículo publicado en la arriba citada página web británica de historia alternativa "See Lion Press". Oswald lo subtitula como "una anécdota deliberada del enfoque militar en la historia alternativa". 

Señala el autor que "no es exactamente perspicaz decir que la ficción histórica, incluida la historia alternativa, está obsesionada con la guerra, y hay buenas razones para ello". La guerra es común, ser capaz de vivir toda una vida sin experimentar directamente el combate es un privilegio que la mayoría de la humanidad no tuvo, y las naciones y los ideales increíblemente dramáticos pueden caer y levantarse en función de un solo disparo. 

Pero cada género necesita variedad. Si todas las historias alternativas son historias de guerra, entonces el género puede aparecer como dijo Arturo Serrano, como de interés solo para los jugadores de guerra... con poco interés en las culturas y sociedades que las guerras defendieron, formaron y destruyeron. ..."¿Qué ha perdido la historia alternativa al centrarse en la ficción militar en su lugar?. Si el argumento es que un enfoque en la guerra ciega a los escritores del drama que pueden obtener en otros lugares, es interesante hasta qué punto la guerra todavía proporciona lo que está en juego...". Hay historias que son puramente de tiempos de paz, por supuesto

El libro "Paz alternativa" (antología), de 2019, de Steven H. Silver, podría responder a esa pregunta. La antología trata explícitamente sobre una sociedad cívica pacífica, demostrando que no se necesita la guerra para hacerla interesante. Sin embargo, "el fantasma de la guerra todavía se cierne sobre muchas de estas historias, que a menudo tratan sobre política, ciencia y espionaje y, por lo tanto, tratan sobre las consecuencias de guerras anteriores y los temores de otras nuevas". 

Como ejemplo Oswald cita a Steven Leigh en su versión del "Alzamiento de Pascua" describiéndolo como es un homenaje hermoso al poder de la protesta pacífica, a pesar de estar ambientada en 1916, el tema es "tratar de evitar la violencia de la independencia irlandesa en un mundo ya horrorizado por la brutalidad de la Primera Guerra Mundial". Esta y otras obras "puede que no sean historias militares, pero no dejan de ser historias sobre guerras y dicen mucho sobre el conflicto sin retratarlo nunca directamente, en la forma en que evitar que la violencia motive a los personajes, sobre todo a los que la han vivido en otros lugares". 

Otro ejemplo del citado escritor es el autor C.W. Briar con una "vívida historia de terror ambientada en Londres sobre la opresión de los campesinos de clase baja que conduce a una revolución violenta, aunque apasionante, no es una historia de guerra por tecnicismo. La violencia está en su mayoría fuera de la pantalla, pero el peligro siempre presente y la posibilidad de que la muerte impulse los lazos emocionales entre los personajes principales es un ritmo clásico de la historia de guerra. Es solo aquí que los enemigos son la clase alta y no otro país".

Este tipo de novelas es una clara ruptura con las historias estándar de la historia alternativa, un enfoque diferente en esas historias que "cambian el punto de vista en lugar del tema. Son divertidos, sin duda, pero no esperen nada demasiado original. El mundo fuera de los EE.UU. y el Reino Unido recibe poca atención...". La antología de Steven H. Silver cubre los viejos estándares de la historia alternativa en lugar de algo innovador. Eso está bien en sí mismo, en términos de la calidad, parece grosero exigir originalidad además de calidad.

"Pero si el argumento es que esto es lo que el género obtendría si se centrara menos en la guerra, como se discute, entonces no estoy del todo convencido de que sea una diferencia significativa". 

Por otra parte, comenta Oswald, sigue habiendo "incomodidad al escribir ficción sobre la vida interior y las relaciones románticas de personas vivas que teóricamente podrían leerla, es quizás la razón por la que la ficción centrada en la actualidad tiende a preferir el panorama general... Las historias sobre negociaciones de paz, sobre la carrera espacial, sobre política, sobre revoluciones y sobre espionaje están relativamente dentro de la corriente principal, esto no es contar de repente historias sobre la creación de la lavadora o la revolución sexual". Respecto a la política se puede escribir algo inteligente respecto a las mismas políticas de nuestra línea de tiempo si fueran adoptadas por diferentes personalidades obteniendo diferentes reacciones, "pero las políticas no se mencionan, es la maldición de toda la historia política alternativa". 

"Es difícil evitar la idea de que los mismos escritores van a escribir historias similares independientemente del tema. Un escritor de ficción militar que escribe para una antología que pide historias sobre la paz no se va a convertir en Jane Austen o Kim Stanley Robinson, solo va a escribir sobre el espionaje o la carrera espacial o una revolución y seguir explorando los mismos temas de vínculos formados por el peligro, la valentía y las situaciones de vida o muerte. Y a juzgar por esta antología (de Silver), muchos de ellos van a seguir hablando de guerras. 

La impresión que tengo de la medida en que la amenaza de una guerra es la tensión en la que se construyen las historias es que estos escritores ven la paz no como un período en el que las sociedades cambian y se desarrollan de maneras interesantes en sí mismas, sino simplemente como una que está ausente de los cambios provocados por la guerra", concluye Gary Oswald.

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Fuentes de consulta:

Re-punking Dieselpunk

The Borders of Genre: The Glorification of Fascism Within Alternate History

Can you write an historical story ignoring War?

Steampunk vs Diéselpunk

20 mayo 2022

Cómo convertir la Guerra Fría en caliente



 

por Nick Ottens

Historia Alternativa / ficción 


Nota del editor. Dado los tiempos revueltos de la política mundial, una vez más, recurrimos al talento de nuestro amigo Nick Ottens y sus épicas recopilaciones de historias alternativas en la literatura y el cine. Estamos viviendo en una fase muy caliente de la Nueva Guerra Fría en la que los actores son los mismos de los últimos tres cuartos de siglo y lo único que impide el enfrentamiento abierto entre las superpotencias nucleares son precisamente los misiles balísticos que actúan como elemento disuasorio, las consecuencias de su empleo solo llevará a la extinción humana.

Pero la literatura y los guiones cinematográficos, hasta los video-juegos, si que son ricos en la temática, quedémonos con el argumento que explican las razones por las que debemos esperar que esto nunca suceda. 

Nick Ottens de Never Was Magazine desarrolló el siguiente artículo ilustrado. Disfrutad de su lectura.


*****

La mayor parte de la ficción de la Tercera Guerra Mundial no se escribió como historia alternativa. Durante la Guerra Fría, muchos autores y cineastas imaginaron cómo Oriente y Occidente podrían terminar en una guerra (nuclear). Debido a que las dos partes nunca lo hicieron, estas historias se han vuelto contrafactuales.


Una Tercera Guerra Mundial rara vez fue retratada como el resultado de una agresión abierta estadounidense o soviética. Más a menudo, la guerra ocurrió como resultado de un error de cálculo, la escalada de un conflicto de poder o porque los soviéticos sintieron que Occidente no les dejaba alternativa. Estos eran relatos de advertencia y reflejaban el temor, generalizado en ese momento, de que pudiera ocurrir una guerra termonuclear global y matar a miles de millones, sin que ninguna de las partes lo quisiera.

Los videojuegos son una excepción. Normalmente fabricados en Europa o América del Norte, es más probable que conviertan a los soviéticos en simples villanos y le den al jugador el poder de desatar una catástrofe nuclear solo por el gusto de hacerlo.


Error

AY Babilonia - A prueba de fallos - Nombre en clave: Panzers - Guerra Fría


En Alas Babylon (1959), de Pat Frank, uno de los clásicos del género, las tensiones entre las superpotencias del Mediterráneo oriental han ido en aumento. La Unión Soviética se ha aliado con Egipto, Irak y Siria en un intento de acceder al Bósforo. Cuando un avión de combate estadounidense destruye inadvertidamente un depósito de municiones en Latakia, los soviéticos lo confunden con el comienzo de la Tercera Guerra Mundial y lanzan sus misiles en represalia. El libro trata sobre un grupo de sobrevivientes en Florida, que ha sido declarado fuera de los límites por lo que queda del gobierno de los Estados Unidos debido a la alta radiación.

En la película Fail Safe (1964), que se basó en una novela escrita por Eugene Burdick y Harvey Wheeler, el Comando Aéreo Estratégico confunde un avión fuera de curso con un primer ataque soviético y ordena a un grupo de bombarderos despegar y tomar represalias. Aunque pronto se reconoce el error, es demasiado tarde para retirar a los bombarderos. El presidente (Henry Fonda) debe hacer un terrible sacrificio para evitar una guerra nuclear total.

La película fue rehecha como una obra de teatro transmitida por televisión en 2000, protagonizada por George Clooney, Richard Dreyfuss y Harvey Keitel, con una introducción del legendario periodista de televisión Walter Cronkite.

En el videojuego Codename: Panzers – Cold War (2009), un avión de combate soviético choca con un avión de carga estadounidense durante el puente aéreo de Berlín de 1948-49, lo que desencadena la Tercera Guerra Mundial.


Cálculo erróneo

El mundo real estuvo cerca de la guerra nuclear durante la crisis de los misiles cubanos de 1962. Ha inspirado varias historias alternativas.


El vuelo del caballo - Mañana muerta - Día de la Resurrección


En “Death in a Cage” de Larry Niven, publicado en The Flight of the Horse (1973), un viajero en el tiempo de un futuro postapocalíptico crea nuestra línea de tiempo al evitar que la crisis de los misiles en Cuba desencadene la Tercera Guerra Mundial.

En Dead Morn, de Piers Anthony y Roberto Fuentes (1990), la humanidad ha sobrevivido bajo tierra durante cuatro siglos después de que la crisis de los misiles en Cuba desembocara en una guerra nuclear. Un hombre viaja en el tiempo para intentar cambiar la historia.

El día de la resurrección de Brendan DuBois (1999) tiene lugar diez años después de que la crisis de los misiles en Cuba desencadenara una Tercera Guerra Mundial. George W. Romney (el padre de Mitt Romney, quien realmente buscó la nominación presidencial republicana en 1968) es el presidente. La capital se ha trasladado a Filadelfia, pero el país está efectivamente bajo la ley marcial. Estados Unidos se ha retirado de Vietnam. Cuba es un páramo post-atómico. China y la OTAN se han derrumbado. Estados Unidos es culpado casi universalmente por la guerra. La propaganda militar retrata al presidente John F. Kennedy como el agresor. Solo los británicos siguen siendo un aliado. Mantienen su imperio y, junto con Canadá, brindan ayuda económica y humanitaria.

La trama involucra a un reportero del Boston Globe que descubre que no fue Kennedy quien impulsó la guerra, sino sus generales, quienes sabotearon la diplomacia del presidente con el líder soviético Nikita Khrushchev.


Crisis de los misiles en Cuba: las consecuencias -La chica bomba H - Cuando los ángeles lloraron: una historia hipotética de la crisis de los misiles en Cuba


En el videojuego ruso Cuban Missile Crisis: The Aftermath , también lanzado como  The Day After: Fight for Promised Land (2005), la crisis de los misiles cubanos se intensifica de manera similar, pero es culpa de Kennedy. El presidente decide tomar represalias por el derribo del avión espía U-2 de Rudolf Anderson sobre Cuba, en lugar de ignorarlo como lo hizo en el mundo real. El temor es que las consecuencias nucleares del conflicto hagan que el hemisferio norte sea inhabitable. Jugando como una alianza angloamericana, una coalición europea liderada por Francia y Alemania, Rusia o China, debes derrotar a los otros tres bandos para controlar África, Australia y Sudamérica.

En The H-Bomb Girl (2007), de Stephen Baxter, una niña de 14 años observa cómo la crisis de los misiles en Cuba se precipita hacia la Tercera Guerra Mundial desde Liverpool.

Eric G. Swedin explora lo que podría haber sucedido en When Angels Wept: A What-If History of the Cuban Missile Crisis  (2010). El autor consultó sobre dos documentales sobre el escenario: The John F. Kennedy Presidential Library and Museum's Clouds Over Cuba (2012, disponible en línea) y Military Channel's What If...? Armagedón 1962 (2014). Este último asume que Kennedy fue asesinado por Richard Paul Pavlick en Palm Beach, Florida, en 1960 y que Lyndon Johnson habría intensificado la crisis.

En L'apocalypse sur le Texas (2012), el noveno de los cómics de historia alternativa de Jour J, Gran Bretaña y Francia son las últimas potencias nucleares que quedan e intervienen en Texas para defenderlo de una invasión mexicana.


Jour J: Apocalipsis sur le Texas - Comandante-1 -Juego de guerra: escalada europea


En Commander-1 de Peter Bryant (1965), los chinos, en ese momento separados de sus compañeros comunistas de Moscú, detonan armas nucleares fuera de las bases militares estadounidenses para que parezca que fueron atacados por la Unión Soviética. La estratagema funciona: ambos bandos lanzan sus misiles y prácticamente se aniquilan mutuamente. Pero lejos de heredar la Tierra, China está atrapada en el fuego cruzado.

Wargame: European Escalation (2012) presenta cuatro escenarios jugables de la Tercera Guerra Mundial. En uno, Alemania Oriental y Occidental intercambian fuego a través del Telón de Acero y arrastran a sus respectivos aliados a una guerra mundial. En otro, la Unión Soviética interviene en Polonia en 1981. En el mundo real, Moscú deja que Wojciech Jaruzelski se ocupe solo del surgimiento de Solidaridad. En el tercer escenario, los soviéticos confunden el ejercicio Able Archer 83 con una cortina de humo para un ataque de la OTAN. (Realmente casi lo hicieron). En el cuarto, no está claro cómo comenzó la guerra.


Stanislav Petrov

La línea de tiempo de 1983: Doomsday en la Wiki de Historia Alternativa explora lo que podría haber sucedido si el coronel Stanislav Petrov no hubiera estado de servicio en el búnker Serpukhov-15 cerca de Moscú, que albergaba el centro de comando de los satélites de alerta temprana de la Unión Soviética el 26 de septiembre de 1983. Cuando la computadora le dijo a Petrov que un misil balístico intercontinental se dirigía hacia la Unión Soviética, lo descartó como una falsa alarma, argumentando que Estados Unidos no atacaría con un solo misil. Un hombre de menor rango podría haber informado de la alerta a sus superiores, quienes podrían haber ordenado una represalia, incitando a los estadounidenses a lanzar realmente sus misiles.

En el mundo de 1983: Doomsday, dos mil millones de personas mueren casi instantáneamente. Otros dos mil millones perecen en las consecuencias. Tres décadas después, el mundo todavía se está recuperando. Una Australia y Nueva Zelanda unidas y una Confederación Sudamericana son las naciones más fuertes. Europa y América del Norte se han dividido en una miríada de estados sobrevivientes. La Unión Soviética todavía existe en Siberia.


Proxies

Portada de Collier del 27 de octubre de 1957

La revista Collier´s dedicó todo su número del 27 de octubre de 1951 a una hipotética Tercera Guerra Mundial con contribuciones de la corresponsal de guerra Marguerite Higgins, el periodista televisivo Edward R. Murrow, el antiestalinista nacido en Hungría Arthur Koestler y el dramaturgo Robert E. Sherwood (quien propuso la Unión de los pueblos de habla inglesa durante la Segunda Guerra Mundial).

Su guerra comienza cuando las fuerzas del Bloque del Este invaden Yugoslavia en 1952 para impulsar un levantamiento contra Tito. El dictador yugoslavo era comunista pero se negó a recibir órdenes de Moscú, lo que provocó una ruptura con Joseph Stalin. Los Estados Unidos usan armas atómicas contra objetivos industriales y militares en la Unión Soviética según la Operación Dropshot. La Unión Soviética toma represalias contra las principales ciudades de América del Norte y Londres e invade Alemania Occidental, Oriente Medio y Alaska.


Mapa de los ataques nucleares estadounidenses contra la Unión Soviética, de Collier's (27 de octubre de 1951)

Mapa de los ataques nucleares soviéticos contra América del Norte, de Collier's (27 de octubre de 1951)


La guerra inicialmente va mal para Occidente. Japón y Corea son evacuados. Los quintacolumnistas causan estragos en América del Norte y Europa occidental. Los aliados tardan un año en recuperar la iniciativa. Moscú es aniquilada en un ataque nuclear. Un ataque suicida de 10.000 soldados en los Montes Urales destruye el arsenal de armas nucleares que quedaba en Rusia. Los países occidentales arman a los combatientes de la resistencia en las repúblicas soviéticas, que mantienen ocupado al Ejército Rojo. Stalin desaparece. El jefe de la policía secreta, Lavrentiy Beria, toma el poder. Mientras la sociedad soviética se derrumba, las fuerzas lideradas por Estados Unidos llegan a Varsovia y la frontera con Ucrania. Crimea y Vladivostok están ocupadas. La guerra termina con la fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas ocupando franjas de la Unión Soviética.


En la playa - El juego de guerra - Abajo a un mar sin sol - Hilos


En On the Beach (1957) de Nevil Shute, la Tercera Guerra Mundial comenzó cuando Albania comunista atacó a Italia y Egipto alineado con los soviéticos atacó al Reino Unido y los Estados Unidos. Debido a que sus bombarderos eran de fabricación soviética, Occidente asumió que Moscú debía haber tenido algo que ver con los ataques y tomó represalias con armas nucleares.

En El juego de guerra de Peter Watkins (1966), una mezcla de drama televisivo y documental que la BBC se negó a emitir hasta 1985 (se proyectó en cines y festivales de cine), Estados Unidos despliega armas nucleares tácticas contra las fuerzas chinas cuando invaden Vietnam del Sur. (China armó al norte comunista pero no contribuyó con tropas. El presidente Lyndon Johnson se negó a usar armas nucleares en Vietnam). La Unión Soviética amenaza con invadir Berlín Occidental a menos que Estados Unidos se retire del sudeste asiático. No dispuesto a aceptar, Johnson ordena movilizar preventivamente dos divisiones en Berlín Oriental. Están abrumados y el presidente autoriza el uso de armas nucleares tácticas en Alemania. La guerra se intensifica rápidamente y las principales ciudades son bombardeadas, incluso en Gran Bretaña. La película retrata las secuelas de la guerra nuclear. La mayor parte de la infraestructura ha sido destruida. Hay escasez de alimentos.

En Down to a Sunless Sea (1979) de David Graham, Israel ataca Beirut, El Cairo y Damasco con armas nucleares después de que los estados árabes envenenaron su suministro de agua. La guerra en el Medio Oriente se convierte en un conflicto nuclear global. Un solo avión comercial sobrevive al holocausto atómico y vuela a la estación McMurdo en la Antártida para reconstruir la humanidad.

En la película británica de 1984 Threads, que fue una de las primeras en representar un invierno nuclear, no está claro qué desencadenó la Tercera Guerra Mundial, excepto que tuvo algo que ver con Irán, que en el mundo real había depuesto a su sha prooccidental cinco años más temprano.


Cuenta regresiva para el espejo - Crepúsculo: 2000 - Cold War Hot: Decisiones alternativas en la lucha Este-Oeste - Batman: El regreso del caballero oscuro


La guerra también comienza en el Medio Oriente en la película canadiense para televisión Countdown to Looking Glass (1984). Un ataque terrorista en Riyadh mata al embajador estadounidense en Arabia Saudita. El rey Fahd solicita el apoyo estadounidense para mantener la paz, a lo que los soviéticos responden ordenando a su gobierno títere en Omán que exija un peaje de 10.000 dólares por cada petrolero que atraviese el Estrecho de Ormuz. Los petroleros se niegan y Occidente se ve privado de petróleo. Estados Unidos despliega el grupo de batalla del USS Nimitz con armas nucleares al Golfo Pérsico. Los soviéticos envían submarinos. A medida que aumentan las tensiones, los aviones comerciales quedan en tierra en los Estados Unidos, las escuelas se cierran y las plantas de energía nuclear se cierran, algo que sucedió por última vez durante la Crisis de los Misiles en Cuba. El presidente delega la autoridad de lanzamiento nuclear táctico al comandante del  grupo de batalla del Nimitz  y activa la Operación Espejo, mediante la cual él y sus principales asesores evacuan a un centro de mando aerotransportado.

Un complot de los líderes de Alemania Oriental y Occidental para reunificar el país conduce a una guerra alemana con la Unión Soviética en el juego de rol Crepúsculo: 2000, publicado por primera vez en 1984, que se basa en los Estados Unidos. Francia se retira de Alemania y de la OTAN para evitar involucrarse. Durante dos años, las fuerzas de la OTAN y del Pacto de Varsovia libran una guerra mayoritariamente convencional en Europa con el uso ocasional de armas nucleares tácticas. Los líderes soviéticos finalmente lanzan un ataque nuclear a gran escala contra Occidente, lo que provoca una respuesta angloamericana. Pero la guerra continúa. El Estado Mayor Conjunto se pelea con el gobierno civil de los Estados Unidos, lo que lleva a una guerra civil de baja intensidad. Juegas el papel de una unidad militar varada en Europa Central.

En Batman: The Dark Knight Returns (1986) de Frank Miller, una guerra de poder entre las superpotencias en la ficticia república latinoamericana de Corto Maltese lleva a los soviéticos a disparar un solo misil balístico intercontinental, que Superman intercepta. La detonación aún provoca un pulso electromagnético y un invierno nuclear.

John D. Burtt imagina cómo las armadas estadounidense y soviética podrían haberse enfrentado en el Golfo Pérsico durante la Guerra de los Seis Días de 1967, en la que las superpotencias respaldaron a bandos opuestos, en "To the Brink: The Middle East, June 1967", publicado en Cold War Hot: Alternate Decisions in the East-West Struggle (2003), editado por Peter G. Tsouras.


Bombas de distancia - Caer - Armisticio


En la trilogía The Hot War de Harry Turtledove (2015-17), la intervención de China en la Guerra de Corea tiene más éxito y el presidente Harry Truman autoriza al general Douglas MacArthur a usar armas nucleares en Manchuria en 1951. (En el mundo real, Truman despidió a MacArthur como comandante de la fuerza multinacional de la ONU que salió en defensa de la Corea democrática cuando propuso el uso de armas nucleares). La Unión Soviética toma represalias en Europa, arrojando bombas atómicas sobre Gran Bretaña, Francia y Alemania Occidental. Estados Unidos responde de la misma manera y se produce una guerra terrestre larga y costosa.


Desesperación soviética

Tras la escasez de ficción de la Tercera Guerra Mundial durante los años de distensión, la década de 1980 vio un renovado interés en el género. La Unión Soviética había invadido Afganistán y Estados Unidos había elegido al anticomunista de línea dura Ronald Reagan como presidente. Varios libros y películas postularon una Tercera Guerra Mundial como el último intento desesperado de un liderazgo soviético envejecido para cumplir su promesa del comunismo mundial.


Tercera Guerra Mundial

En la miniserie de NBC La Tercera Guerra Mundial (1982), los soviéticos invaden Alaska en respuesta al embargo de cereales de Estados Unidos, que en sí mismo fue una reacción a la invasión de Afganistán en 1979. La guerra se limita inicialmente a Alaska hasta que el líder soviético es depuesto y el presidente estadounidense, interpretado por Rock Hudson, no ve otra opción que ordenar un contraataque nuclear.

En The Third World War: The Untold Story (1982) de John Hackett, que está escrita como una historia de no ficción, un gobernador conservador de Carolina del Sur derrota a Walter Mondale en las elecciones presidenciales de 1984 mientras la Unión Soviética pierde influencia en todo el mundo. Los líderes del Politburó deciden que si alguna vez quieren conquistar Europa Occidental, es ahora o nunca.


    La Tercera Guerra Mundial: la historia no contada

Los soviéticos deciden en contra de una ofensiva nuclear, que podría desencadenar una destrucción mutua asegurada. En cambio, envían sus tanques a Alemania y desembarcan soldados en Noruega y Turquía.


Esto coincide con un estudio del Departamento de Defensa estadounidense de 1987 sobre una Tercera Guerra Mundial convencional, que argumentó que el impulso principal de una invasión soviética pasaría por Polonia y luego se dividiría en dos: en el norte, una marcha a través de la llanura del norte de Europa hacia los Países Bajos; en el sur, una inmersión a través de Baviera hacia Francia e Iberia. Se llevarían a cabo ataques secundarios contra Escandinavia y el sudeste de Europa para proteger el flanco norte de la Unión Soviética y aislar a Turquía de los combates en Europa Central.


Mapa de la invasión soviética de Europa Occidental

Mapa de la invasión soviética de Escandinavia - Mapa de la invasión soviética del suroeste de Europa


En la novela de Hackett, los soviéticos esperan mantener a Francia, Irlanda y Suecia fuera de la guerra, pero los tres países finalmente se ponen del lado de la OTAN. Las fuerzas del Pacto de Varsovia invaden Alemania y los Países Bajos, pero no pueden avanzar hacia Francia. Fuera de Europa, Estados Unidos bombardea Cuba, China invade Vietnam y Egipto ataca Libia. Los aliados de la Unión Soviética en África atacan la Sudáfrica gobernada por blancos.

En una demostración de fuerza, los soviéticos detonan un arma nuclear sobre Birmingham. Occidente responde con un ataque nuclear a Minsk. La amenaza de una guerra nuclear total provoca un cambio de liderazgo en Moscú, lo que allana el camino para un alto el fuego.


Caciques - Equipo Yankee - Guerra Futura 198x


La novela de Hackett inspiró a Robert Forrest-Webb a escribir Chieftains  (1982) y a Harold Coyle a escribir Team Yankee (1987), que cuentan la historia desde la perspectiva de las tripulaciones de tanques británicos y estadounidenses, respectivamente, en Alemania.

Hackett también inspiró a Toshio Masuda y Tomoharu Katsumata para hacer el anime Future War 198X (1982). En él, los estadounidenses desarrollan un sistema de defensa antimisiles basado en el espacio, según la Iniciativa de Defensa Estratégica de Reagan (apodada “Star Wars”), alarmando a los soviéticos, quienes lanzan una invasión de Europa occidental con armas convencionales. Llegan hasta París. La mayoría de los líderes soviéticos están satisfechos con poner fin al conflicto allí, pero un ministro de defensa hambriento de guerra arresta a todo el Politburó y ordena un ataque nuclear contra Estados Unidos.


Día de guerra - América - Hombre ala (Extremo)


El miedo a un escudo antimisiles también impulsa a los soviéticos a comenzar la Tercera Guerra Mundial en Warday (1984), de Whitley Strieber y James Kunetka. Primero detonan seis grandes ojivas nucleares en el cielo sobre Estados Unidos, provocando un pulso electromagnético masivo, antes de destruir San Antonio, Long Island y Washington DC, así como bases aéreas y de misiles en Montana, Dakota del Norte y del Sur y Wyoming. Antes de morir en un accidente aéreo, el presidente estadounidense ordena ataques de represalia contra Moscú, Leningrado, Sebastopol y las capitales de las repúblicas soviéticas. Tormentas de fuego y lluvia radiactiva destruyen la mayor parte de Brooklyn, Queens y el suroeste de Texas. Manhattan, Houston y Filadelfia son evacuadas. El hambre y una epidemia matan a millones más. Se restablece un gobierno federal débil en Los Ángeles, pero Texas se convierte efectivamente en un país separado. Azerbaiyán y Rusia Blanca se separan de la Unión Soviética. Gran Bretaña y Japón, que se mantuvieron neutrales durante la guerra, emergen como las nuevas superpotencias

En la miniserie Amerika de ABC (1987), los soviéticos detonan de manera similar cuatro grandes dispositivos termonucleares en el cielo sobre Estados Unidos. El pulso electromagnético resultante paraliza las defensas de la nación y se ve obligada a aceptar los términos soviéticos para rendirse. La serie tiene lugar una década después y se centra en los estadounidenses comunes que viven bajo el dominio soviético.

Un escudo antimisiles juega un papel importante en las novelas Wingman de Mack Maloney. Los soviéticos, temerosos de las represalias estadounidenses, inicialmente no lanzan sus misiles sino que devastan Europa Occidental con gas nervioso. El superior poder aéreo estadounidense hace retroceder al Ejército Rojo, hasta que un traidor de alto nivel apaga el escudo antimisiles y los soviéticos lanzan sus armas.


El día después

Probablemente la película de guerra nuclear más conocida, y sin duda la más vista, The Day After (1983) de Nicholas Meyer, se dice que convenció incluso al presidente Reagan de que el mundo necesitaba evitar la Tercera Guerra Mundial a toda costa.

La película sigue a los estadounidenses comunes en Kansas y Missouri, que deben hacer frente a las consecuencias de un conflicto nuclear. La guerra comienza cuando las divisiones del Ejército de Alemania Oriental se rebelan y los soviéticos imponen un bloqueo en Berlín Occidental. Cuando se niegan a la demanda de Occidente de levantar el bloqueo, las fuerzas de la OTAN invaden a través del cruce fronterizo de Helmstedt-Marienborn para liberar la ciudad. Estalla la guerra naval en el Golfo Pérsico. Las principales ciudades son evacuadas. Las fuerzas del Pacto de Varsovia avanzan por el Rin, donde son detenidas por un ataque nuclear. Los soviéticos responden con un ataque nuclear contra la sede de la OTAN en Bruselas. Luego, ambas partes ordenan una represalia nuclear total.

En Trinity's Child (1983) de William Prochnau, Estados Unidos se ha involucrado en una acumulación militar masiva en un intento de forzar a los soviéticos a un compromiso (similar a la política del mundo real de Reagan, aunque se debate la deliberación de esto). La línea dura en el Politburó presiona al primer ministro soviético para que lance un primer ataque antes de que sea demasiado tarde.

El libro fue adaptado a una película por HBO en 1990, titulado By Dawn's Early Light (La última película de la Tercera Guerra Mundial realizada antes de que la Unión Soviética colapsara un año después). Una diferencia clave es que en la película, el ataque lo llevan a cabo elementos rebeldes del Ejército Rojo.

En escenas que recuerdan a Fail Safe, el líder soviético le ofrece al presidente estadounidense que puede tomar represalias en especie pero evitar la destrucción mutua asegurada. El presidente está de acuerdo, pero luego parece que la Unión Soviética ha lanzado un segundo ataque. Una vez que quede claro que el segundo ataque está dirigido a China, es demasiado tarde para que el presidente rescinda su orden de tomar represalias por completo.


Niño de la Trinidad - Por la luz temprana del amanecer - Tercera Guerra Mundial- Mundo en Conflicto


En el falso documental alemán de 1998 Der Dritte Weltkrieg ("La Tercera Guerra Mundial"), los comunistas de línea dura deponen a Mikhail Gorbachev. Reprimen las manifestaciones en Alemania Oriental, lo que hace que la OTAN refuerce Berlín Occidental. Se produce una escalada de despliegues y contradespliegues, que culmina en un ataque soviético contra un convoy militar estadounidense en el Atlántico Norte.

El nuevo líder soviético, el general Vladimir Soshkin, ordena un asalto anfibio sobre Kiel, en el norte de Alemania. Los tanques del pacto de Varsovia atraviesan el Fulda Gap con órdenes de avanzar hacia el Rin. Inicialmente tienen éxito contra las fuerzas terrestres numéricamente inferiores de la OTAN, pero la alianza occidental puede establecer la superioridad aérea y empujar al enemigo hacia Polonia. Alemania Oriental es abandonada y su gobierno comunista cae. Estados Unidos le dice a Soshkin que la OTAN no presionará al este de Alemania, pero para entonces estallarán manifestaciones populares en todo el Bloque del Este. Temeroso de que Occidente aproveche la situación, Soshkin recurre al uso de armas nucleares.

En el videojuego de 2007 World in Conflict, la Unión Soviética está al borde del colapso económico en 1989 y ataca a Occidente cuando se niega a proporcionar ayuda. Después de una invasión sorpresa del noroeste de los Estados Unidos, las fuerzas soviéticas avanzan hacia Fort Teller en las Montañas Cascade, que creen que es la sede de la Iniciativa de Defensa Estratégica. Los soviéticos no saben que el escudo antimisiles de Reagan fue un fracaso, que Estados Unidos ha mantenido en secreto para disuadirlos de usar armas nucleares.

En la secuela, World in Conflict: Soviet Assault  (2009), juegas del lado soviético.


Arte de Dusty Crosley


Agresión soviética

La agresión soviética absoluta no es tan común en la ficción occidental como podría pensarse. Durante la Guerra Fría, los autores y cineastas estadounidenses y europeos estaban más interesados ​​en advertir sobre los errores de sus propios líderes, que podrían arrinconar a los soviéticos.

Pero hubo ejemplos de líderes soviéticos que buscan la conquista territorial, la victoria mundial del comunismo o la grandeza personal.


Portadas de "¡Guerra atómica!"


¡ En las cuatro guerras atómicas! cómics, publicados entre noviembre de 1952 y abril de 1953 (disponible en Wikisource), los soviéticos destruyen Chicago, Detroit y Nueva York con armas atómicas y lanzan una invasión convencional de Alemania Occidental. Las fuerzas de la OTAN se retiran detrás del Rin. Estados Unidos responde lanzando su primera bomba de hidrógeno sobre Moscú.

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El general Orlov presenta su plan para una invasión de Europa occidental en la película Octopussy  (Metro-Goldwyn-Mayer) de James Bond. 1983


En la película Octopussy de James Bond de 1983, el general Orlov (Steven Berkoff) presenta a sus colegas un plan para la invasión de Europa Occidental que coincide con el plan de guerra del Pacto de Varsovia "Siete días hasta el río Rin" de 1979, que el gobierno polaco desclasificó en 2005. Perdonó a Gran Bretaña y Francia, que poseen armas nucleares, con la esperanza de que pudieran ser persuadidos de no participar en la guerra, pero, a diferencia de la propuesta de Orlov, que consiste en usar solo fuerzas convencionales, pidió ataques nucleares en ciudades de Dinamarca, Italia, los Países Bajos. Países y Alemania Occidental. Las tropas húngaras estaban destinadas a capturar Viena. Los soldados checoslovacos serían enviados a Munich, Nuremberg y Stuttgart post-atómicos. La ofensiva se detendría en el Rin.

En Octopussy, los colegas de Orlov rechazan el plan. Luego, el general conspira con un príncipe afgano exiliado para detonar una ojiva nuclear robada en una base militar estadounidense en Alemania Occidental. Esperan que la detonación se confunda con un accidente, lo que provocaría llamados al desarme nuclear.

El Cuarto Protocolo de Frederick Forsyth  (1984) tiene una trama similar.


Amanecer Rojo - Tormenta roja naciente - Ejército Rojo


En la película Red Dawn (1984), las fuerzas comunistas de Cuba, Nicaragua (donde los sandinistas respaldados por los soviéticos habían derrocado a un gobierno pro estadounidense en 1979) y la Unión Soviética invaden una América que se ha aislado de sus aliados. El motivo de la invasión nunca se aclara. La película sigue a un grupo de estudiantes de secundaria que forman un movimiento de resistencia guerrillera.

Tom Clancy en Red Storm Rising (1986), los terroristas azerbaiyanos hacen estallar las refinerías de petróleo en Nizhnevartovsk, paralizando la economía soviética. El Politburó decide apoderarse por la fuerza de los campos petroleros del Golfo Pérsico, pero eso conduciría a un enfrentamiento con Estados Unidos. Por lo tanto, primero deben neutralizar a la OTAN.

La Armada soviética logra ocupar Islandia y tomar el control de la brecha GIUK. La guerra terrestre en Alemania no va bien. La OTAN logra rápidamente la supremacía aérea en Europa. Cuando el Politburó considera usar armas nucleares, el Ejército Rojo y la KGB organizan un golpe y hacen las paces con Occidente.


Escena del videojuego Red Storm RisingMapa de la Tercera Guerra Mundial en Europa


Arnold Hendrick y Sid Meier adaptaron la novela de Clancy a un videojuego para MicroProse en 1988. Juegas como comandante de un submarino estadounidense en el teatro Norwegian Sea.


Mapa del Ejército Rojo de Ralph Peters


El Ejército Rojo de Ralph Peters (1989) es otro ejemplo de agresión soviética directa, contada desde la perspectiva de los soldados del Ejército Rojo que invaden Alemania Occidental. Se engaña a la OTAN haciéndole creer que el impulso de la invasión vendrá a través de Fulda Gap en el centro de Alemania cuando la mayor parte de las fuerzas del Pacto de Varsovia realmente ataquen a través de la llanura del norte de Alemania. Después de tres días de lucha, están a punto de apoderarse del valle industrial del Ruhr y el gobierno de Bonn pide la paz. Los soviéticos ocupan toda Alemania al este del Rin.


                               Command & Conquer: alerta roja

En el videojuego Command & Conquer: Red Alert (1996), Albert Einstein viaja en el tiempo, mata a Hitler y, sin darse cuenta, crea una línea de tiempo en la que Joseph Stalin invade Europa del Este, lo que desencadena una Segunda Guerra Mundial alternativa.

El juego te permite jugar como Aliados o soviéticos. Una victoria aliada prepara el escenario para los eventos de Red Alert 2, en los que Rusia, dirigida por un pariente lejano del último zar, desata la Tercera Guerra Mundial en 1972.


Mapa en Alerta Roja 2Mapa de la invasión soviética de Europa 

En la campaña soviética, el Ejército Rojo invade Alemania y empuja a las fuerzas aliadas a la costa del Canal de la Mancha.

En 1949, los planificadores militares estadounidenses, al escribir Operation Dropshot para una guerra preventiva contra la Unión Soviética, habían considerado intentar mantener la península de Cotentin o Bretaña como cabeza de puente para las operaciones en Europa, pero solo como último recurso, dado que ninguno tiene unas fuertes defensas naturales.

En el juego, Stalin empuja a los Aliados al mar y conquista Inglaterra, completando su visión de una Unión Soviética que se extiende de costa a costa.


El muro se alza sobre el Rin: Alemania después de la victoria del socialismo, 1999

La Tercera Guerra Mundial se evita por poco en Die Mauer steht am Rhein: Deutschland nach dem Sieg des Sozialismus de Christian von Ditfurth ("El muro se alza sobre el Rin: Alemania después de la victoria del socialismo", 1999), pero el precio es una Alemania unida bajo comunismo. Gorbachov es derrocado en 1988, marcando el comienzo de un renacimiento neoestalinista. Una década después, Alemania es un caso perdido económico. BMW y Daimler-Benz se han fusionado en VEB Autobau Süd. Wolfsburg, anteriormente VW, tiene largas listas de espera para sus réplicas “Amur” y “Baikal” del Golf y Polo. Helmut Kohl, el último canciller de Alemania Occidental, vive en Austria. Los líderes del partido Björn Engholm, Joschka Fischer y Heiner Geißler intentan montar una resistencia desde Zúrich, Suiza.


Agresión estadounidense 

Alerta roja - Dr. Strangelove o: Cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba - Espías como nosotros


La novela Red Alert (1958) de Peter Bryant es un raro ejemplo de la agresión estadounidense que inició la Tercera Guerra Mundial. Un general paranoico de la Fuerza Aérea, convencido de que un primer ataque soviético ha decapitado al gobierno de los Estados Unidos, ordena a su ala de bombarderos B-52 que despegue y tome represalias.

La novela inspiró a Stanley Kubrick para hacer Dr. Strangelove o: Cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba (1964).

En la comedia de 1985 Espías como nosotros, el ejército de los Estados Unidos conspira para lanzar un misil balístico intercontinental soviético para desencadenar la Tercera Guerra Mundial.


Poco claro

A algunas de las primeras ficciones de la Tercera Guerra Mundial no les importaba particularmente cómo o por qué comenzó la guerra.


Invasión de Estados Unidos - No este agosto - Ataque con cohetes EE. UU.


En Invasion USA (1952), la primera película estadounidense que presenta la Tercera Guerra Mundial, un enemigo anónimo que se supone que es la Unión Soviética invade Alaska y la costa oeste. Se dice que las bombas atómicas, que todavía no se entendían bien en ese momento, se usan contra los aeródromos estadounidenses.

En Not This August (1955) de Cyril M. Kornbluth, Canadá y Estados Unidos han estado en guerra con China y la Unión Soviética durante tres años. Los misiles tierra-aire han hecho que las armas nucleares sean ineficaces. (Si tan solo las defensas antimisiles fueran tan efectivas en el mundo real). Los comunistas controlan Europa Occidental, América del Sur y se están acercando a Texas. Toda la Marina de los Estados Unidos ha sido destruida. Cuando falla un último intento de disuadir una invasión, el presidente pide la paz. China y la Unión Soviética dividen el país por el río Mississippi y juntos forman la República Democrática Popular de América del Norte.

Rocket Attack USA (1958) nunca aclara por qué los soviéticos decidieron lanzar un primer ataque. Afirma que utilizaron su nuevo satélite Sputnik para recopilar la inteligencia necesaria y lamenta la falta de un sistema de defensa antimisiles en Estados Unidos. La película, que recibió malas reseñas, estaba claramente destinada a engatusar a los estadounidenses para que se tomaran en serio la amenaza roja.


El último barco - Teatro Europa - DEFCON


La confusión sobre por qué ocurrió la Tercera Guerra Mundial es parte de la trama de The Last Ship (1988) de William Brinkley, que se centra en un destructor estadounidense que sobrevive al conflicto. El libro fue adaptado a una serie de televisión por TNT (2014-18), excepto que cambia un intercambio nuclear por una pandemia que mata al 80% de la humanidad.

Los videojuegos Theatre Europe (1985) y DEFCON (2006) te permiten iniciar la Tercera Guerra Mundial sin ningún motivo en particular. El primero está centrado en Europa y el objetivo es evitar un holocausto nuclear. Este último, con gráficos que recuerdan a Dr. Strangelove y la película WarGames de 1983, tiene un alcance global y el objetivo es ganar una guerra termonuclear.


Escena de guerra termonuclear global en DEFCON



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