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21 septiembre 2023

La partición colonial de África a principios del siglo XX



 

Parte I

El continente "pobre" habitado por "niños salvajes" a quienes Occidente les llevará siempre "civilización".


por Tito Andino


La lucha de los africanos por su historia, es también la lucha por su libertad.


Hemos explicado en anteriores entradas sobre el despiadado trato de los "civilizados" blancos europeos en el corazón del mundo, no puede ser que sigamos negando todo el sufrimiento que se sigue infringido al ser humano africano. Esto se debe básicamente a una premisa: racismo del colonizador blanco y hasta racismo del árabe del norte de África hacia las etnias autóctonas a quienes impusieron -en gran parte- su religión.

La desgracia del continente "pobre" va más allá del racismo y el tráfico de esclavos por la civilización cristiana. A pesar de estar en pleno siglo XXI, muchas décadas después de obtener su "independencia", la opresión extranjera sigue manejando el destino de los atribulados africanos: guerras intestinas provocadas por intereses foráneos para explotar sus recursos naturales son la principal causa de los conflictos en esta región del mundo. Sumemos los laboratorios de la muerte con los que la cultura europea y estadounidense convierten diversas áreas africanas en campos experimentales de  investigación con cobayas humanas para desarrollar distintas epidemias y enfermedades... por racismo. 


División del territorio africano por las colonias europeas, hacia principios del siglo XX. (Fuente Escuelas Públicas de New Canaan)

La Europa Imperial y los Estados Unidos siguen vendiendo la ofensiva tesis (para descerebrados) que tienen que controlar al africano como si de niños se tratase. Thierry Meyssan, politólogo francés señala, analizando el discurso de hace tres años de la presidente de la Comisión Europea, Ursula van der Leyen, que sin tapujos expresó el deber de la UE para restaurar ‎la dominación europea en África, ese momento ha llegado, "Tenemos que ‎hacer uso de la fuerza", dijo la señora. En conclusión, la Comisión Europea quiere imponer su proyecto para devolver a Europa Occidental el predominio indiscutible en su vieja esfera de influencia y ‎dominación mundial de la época colonial de los siglos XVI hasta el ‎siglo XX

Pero Europa tiene competencia por África, los Estados Unidos está poniendo más empeño en el continente africano ante su evidente declive en otras regiones del planeta. No hablaremos del caso de Níger, solo diremos que los militares golpistas cuentan con el apoyo (no público) de la Casa Blanca en contra de su aliado francés que controlaba al derrocado mandatario... Militares golpistas africanos son en su inmensa mayoría entrenados y adoctrinados por el Pentágono. Quien no quiera entender que EEUU si pelea contra sus socios de la UE-OTAN por intereses económicos y materias estratégicas no entiende nada de geopolítica. Por supuesto, no es una lucha abierta, tanto los EEUU como Europa Imperial provocan brotes de violencia interna entre etnias de un país o una guerra entre distintos estados que surgen "espontáneamente", todos sabemos que son patrocinadas por los "civilizados" blancos (usando a los africanos como proxys) para que usted, estimado lector, siga teniendo la "calidad" de vida en Europa o Norteamérica. 



Ex colonias francesas (actual neo-colonialismo)

Entonces, una vez más pregunto a los incrédulos, ¿USA lo permitirá?; ¿o los británicos que manejan una agenda separada a la UE?; ¿qué harán los franceses sin el uranio de Níger que puede ser controlado por los EEUU con un "simple" golpe de estado?; ¿habrá una nueva y fratricida guerra en África para defender la "democracia" occidental? Y, la pregunta del millón! ¿Qué harán los USA o la UE, separados o juntos, para frenar la expansión económica de China y Rusia en el continente "pobre"? ¿Si África es pobre por qué todos quieren meter sus narices?... 


Los inmensos recursos naturales del continente "pobre". Izquierda: riquezas minerales y otros; derecha: petróleo y gas, refinerías y oleoductos. (Haga click para ver a mayor resolución)

Según los imperios coloniales, todo es "fácil" para ganarse a la opinión pública respecto a África. Estigmatizar a otras razas no europeas como "salvajes”, incivilizados, etc., resultó en el pasado, un poco de propaganda en el presente ejerce la misma creencia. Siguen disponibles las técnicas ideológicas del "universalismo" y el "deber del hombre blanco" de los países "desarrollados" para “apoyar” a los "subdesarrollados" (neocolonismo del siglo XXI)‎. Un ejemplo, la UE financia la Corte Penal Internacional (CPI) o un Tribunal Penal ‎Internacional (TPI) que establece una supuesta ‎superioridad europea sobre los demás grupos humanos. ‎La UE "pretende, como un maestro de escuela, enseñar a los demás la diferencia entre el Bien ‎y el Mal, otorgando buenas o malas calificaciones" (Meyssan).

La historia de África del argentino Luis César Bou merece una mención, cita al estudiado Mahmood Mamdani (ugandés de tercera generación de ascendencia india de la Universidad de Pittsburgh, EEUU) quien señalara que sus ancestros y todo africano son un tipo humano en buena medida infantiles, en su aspecto y psicología, por lo mismo, según Mamdani, un ser humano tipo infantil no puede ser una mala persona. Como resultado de este temperamento el africano es el único ser humano feliz (esto escribió en1998). Remató expresando que "el negro es un niño, y con los niños no se puede hacer nada sin autoridad". Para Bou, el profesor de Pittsburgh cree que los africanos negros "son felices por infantiles. No son malos porque no les da la inteligencia para tanto. En Argentina a esto le llamamos ser un "boludo alegre"; y cita a un premio nobel, el teólogo y filósofo Albert Schweitzer, (refiriéndose al africano) que dijo: "Desde ya que todo niño necesita la protección de un adulto, que sepa educarlo desde su lugar de autoridad".


      Mapa

Bou comenta: " !¡Qué hermoso soporte para el colonialismo! ¡Cómo los occidentales van a dejar a estos niños huérfanos! La ideología colonialista convirtió a los negros en niños que nunca crecen, en niños Peter Pan de la Tierra de Nunca Jamás. Demos gracias por no haber tenido un padre como Schweitzer. Esto tuvo su expresión más evidente en la forma en que el blanco se dirigía al negro en las colonias, llamándole boy, muchacho. Hasta hace poco, en muchos sitios del Sur de EEUU, el negro era el boy, independientemente de su edad: Un blanco de 18 años se dirigía a un negro de 60 llamándole boy. Por supuesto que los niños no pueden ser hacedores de historia, como no sea de una historia pueril".

El famoso filosofo Friedrich Hegel manifestaba (alrededor de 1825): "Lo que entendemos como África es lo segregado y carente de historia, o sea lo que se halla envuelto todavía en formas sumamente primitivas, que hemos analizado como un peldaño previo antes de incursionar en la historia universal". Incluso Marx y su teoría hablaba de África como una "comunidad primitiva" y como "solución" propuso que la historia precolonial era la historia del desarrollo de las fuerzas productivas...

"El racismo fue y sigue siendo hoy uno de los avatares de la explotación del hombre por el hombre: Sin racismo y xenofobia el valor de la fuerza de trabajo del africano sería mucho más alto. La discriminación racial en Europa o EE.UU es funcional al sistema. De la misma manera que los esclavos no hubieran podido venderse como ganado si no hubieran sido estimados como animales de labor, es necesario que los inmigrantes de hoy sean considerados inferiores, para pagarles un salario inferior. En ese contexto, su cultura de origen nunca puede ser valorada correctamente (si es que hay que valorar a una cultura) por quienes comparten el consenso ideológico del mundo desarrollado" (Bou). 

Ahora repasemos un poco de historia del colonialismo en África.


       Mapa político de África 



Parte II

La partición colonial final de África a principios del siglo 20


Por Vladislav B. Sotirović

Copyright © Investigación Global, 2023

Título original en inglés:

The Final Colonial Partition of Africa at the Turn of the 20th Century. El Dr. Vladislav B. Sotirović es un ex profesor universitario en Vilnius, Lituania. Investigador asociado del Centro de Estudios Geoestratégicos y colaborador de Global Research.


El “Continente Negro” de África hasta finales de la octava década del siglo XIX era un territorio poco conocido, especialmente sus partes centrales que han sido desconocidas para los europeos. Hasta la década de 1880, las potencias de Europa occidental conocían principalmente los litorales africanos y su interior inmediato. Sin embargo, no se sabía exactamente qué había dentro del continente, excepto por la existencia de algunas organizaciones estatales tribales en forma de monarquías asentadas por pueblos cazadores tradicionales.

Antes del inicio de la novena década del siglo XIX, solo las zonas litorales del continente africano estaban bajo dominio colonial directo y explotación económica por parte de los europeos occidentales: los portugueses fueron los primeros colonos del África negra. Sin embargo, Francia fue la primera potencia de Europa occidental que se involucró más profundamente en la conquista de zonas más grandes de África (norte o árabe) cuando la provincia otomana de Argelia comenzó a ser ocupada gradualmente a partir de 1830 (hasta 1870). En el territorio del litoral de África occidental había algunas pequeñas colonias francesas y británicas (Senegal, Sierra Leona, Gold Coast, Lagos y Gabón) junto con un antiguo territorio colonial portugués en Angola. Portugal tenía, así como en el sureste de África, su gran colonia de Mozambique en el valle de Zambezi. La colonia del Cabo en el extremo sur de África a principios del siglo XX estaba bajo el dominio de los colonos británicos enfrascados en una rivalidad con la población local tanto del Estado Libre de Orange como de Transvaal (el territorio al norte del río Vaal, hoy la tierra alrededor de Pretoria y Johannesburgo).

La partición colonial final de África por parte de los europeos occidentales comenzó en 1882 con la ocupación británica de Egipto y terminó en 1912 con la ocupación italiana de Libia (provincias otomanas de Cirenaica, Tripolitania y Fezzan).

Antes de 1882, aparte de la Argelia francesa y la Angola y Mozambique portuguesas, las potencias de Europa occidental tenían posesiones en África restringidas únicamente a muchos puestos comerciales, estaciones militares y las islas de Zanzíbar y Madagascar. Sin embargo, en las siguientes dos décadas, todo el continente africano quedó ocupado y dividido entre las grandes potencias de Europa occidental. Las fronteras entre los territorios coloniales dentro del continente se dibujaron principalmente con regla y lápiz, generalmente en Londres, París y Berlín.




Alrededor de 1900, había en África 40 unidades políticas en las que estaba dividido el continente. En 36 de ellos existía dominio o control directo de Europa occidental. De hecho, solo Etiopía, que luchó contra los intentos coloniales italianos a mediados de la década de 1880, y Liberia, debido a sus estrechos vínculos financieros con Estados Unidos, han gozado de verdadera independencia, no formado parte de los imperios coloniales de Europa occidental. En 1912, Francia fue el mayor beneficiario, ya que controlaba casi 4 millones de los 11,7 millones de kilómetros cuadrados de África (de hecho, 1/3). Las colonias francesas se dividieron en dos grandes territorios: el África occidental francesa y el África ecuatorial francesa.

Una de las preguntas centrales en este asunto es: ¿Qué factores contribuyeron a esa política imperialista-colonial de Europa occidental en África (o en otros lugares) a principios del siglo XX? En realidad, había varios ingredientes cruciales:

- El progreso del exitoso proceso de industrialización en Europa occidental estableció una mayor demanda de nuevas fuentes naturales, fuerza laboral y mercados.

- La colonización fue una de las varias salidas para resolver las tensiones sociales contemporáneas dentro de las sociedades de Europa occidental (por ejemplo, la idea de Joseph Chamberlain, que vio la colonización como una salida).

- Las rivalidades geopolíticas entre los estados de Europa occidental se trasladaron fuera de Europa, pero en particular a África. De hecho, esto significó más precisamente que muy a menudo los incidentes geopolíticos entre las potencias de Europa occidental, especialmente entre comerciantes competidores, en África alcanzaran en varios casos el estatus de grandes crisis internacionales que podrían provocar incluso guerras paneuropeas.

- Las iniciativas emprendidas por los agentes locales de Europa occidental, que se produjeron en rápida sucesión, pusieron en marcha la indigna competencia por la posesión territorial de África. Fue el resultado del apoyo dado por los países metropolitanos a las actividades descoordinadas de sus ciudadanos y contratistas en esos lugares. De hecho, ellos (como Cecil Rhodes, por ejemplo) decidieron que la manera favorita de salir de los enfrentamientos político-militares a gran escala, ya fuera con unidades políticas africanas o con otros estados de Europa occidental, era simplemente ocupar alguna tierra africana antes de que los demás hicieran lo mismo.

En los territorios occidentales del continente negro africano (al sur del Sahara en los amplios territorios de Sudán), los franceses tomaron las iniciativas locales centrales. Lo crucial fue que el ejército francés intentara ocupar el territorio del río Senegal hacia el alto río Níger.

De hecho, Francia negó en Europa la venganza militar contra Alemania (Prusia) por la derrota de 1870-1871 durante la guerra franco-prusiana, cuando después de la guerra los alemanes ocuparon (las tierras históricas de habla alemana) de Alsacia y Lorena (Lotaringia). Sin embargo, Francia, con la aprobación alemana, buscó la gloria imperial en las polvorientas sabanas al sur del Sahara en África (la región de Sudán).

No obstante, esa política francesa condujo al conflicto con el imperialismo británico en Gambia y Sierra Leona, seguido por estados africanos como Samory o al-Hajj Umar. La rivalidad anglo-francesa existió a lo largo del litoral de África occidental en las zonas de la Costa Dorada (la penetración británica comenzó en 1874), Togo (junto con la rivalidad con Alemania), Dahomey y Yoruba. Después de la decisión unilateral británica de invadir y ocupar Egipto en 1882, la política francesa hacia el Reino Unido se deterioró significativamente. Sin embargo, después de 1882, hubo intervenciones coloniales de otros estados de Europa occidental (Alemania, Bélgica e Italia) que finalmente dividieron África. Una vez que comenzó la partición del continente, África quedó colonizada en poco tiempo: tres décadas.


Colonias en África en el siglo XIX y antes de la Primera Guerra Mundial (Haga click para mayor resolución)


Después del viaje transafricano de Henry Morton Stanley de Este a Oeste en 1874-1877 y especialmente por el río Congo en África Central, el rey belga Leopoldo II (1865-1909) puso a Stanley a su servicio personal. HM Stanley regresó en 1879 a la región del Bajo Congo, donde estableció el marco del gran territorio privado como dominio personal del rey belga Leopoldo II (Estado Libre del Congo) en la cuenca del río Congo, rica en recursos naturales. Sin embargo, tanto la exploración como las actividades políticas de Stanley estimularon a los demás estados de Europa occidental a hacer lo mismo en África.

Por ejemplo, el italiano de Brazza concluyó varios acuerdos con los líderes tribales africanos locales y, cuando regresó a Europa, Francia aceptó sus reclamos. Las tropas francesas de Gabón ocuparon el territorio del Congo francés, que pronto pasó a formar parte de la región del África Ecuatorial Francesa. Por supuesto, tal comportamiento francés provocó inmediatamente respuestas del Reino Unido y Portugal en la región, pero debido a Alemania, esto quedó en nada. En otras palabras, Berlín compró el pensamiento francés de venganza militar por los territorios perdidos ante Alemania durante la guerra franco-alemana de 1870-1871, tras lo cual Prusia unificó Alemania permitiendo a Francia tener manos libres en África. Al mismo tiempo, Alemania estaba chantajeando al Reino Unido por la ocupación británica de Egipto en 1882.

Alemania Unida (el Segundo Imperio Alemán) entró en la lucha por África ocupando tierras en cuatro regiones muy separadas: Togo (entre las posesiones británica y francesa), el Camerún en 1884 (entre la Nigeria británica, el África ecuatorial francesa y el Río Muni portugués), el África sudoccidental alemana (entre colonias británicas y portuguesas) y el África oriental alemana desde 1885, cuando se ocupó Dar es Salaam (entre posesiones belgas, británicas y portuguesas). Por lo tanto, las colonias africanas alemanas eran como cuñas entre las colonias de otras potencias imperialistas de Europa occidental. En consecuencia, las actividades coloniales francesas y alemanas en África occidental llevaron a Londres a ser más activa en la región, particularmente para asegurar el territorio que más tarde pasó a ser conocido como Nigeria (rico en petróleo natural). Sin embargo, el lejano interior de África Occidental fue dejado a los colonos franceses que a finales del siglo XIX arrasó toda la región del Sudán Occidental (conocido como Sudán francés).


Nota del editor del blog: Sigue siendo tema de acalorado debate la célebre Conferencia de Berlín 1884-1885 cuya hipótesis principal de muchos historiadores refiere a la "repartición europea de África", ¿qué tan verídico es esa aseveración?, lo repasamos brevemente en un anexo final.

 

Todas las grandes potencias de Europa occidental involucradas en la competencia por la partición de África tenían diseños geopolíticos y económicos de amplio alcance. Por ejemplo, Alemania planeaba ocupar las posesiones portuguesas y al menos parte del Congo. De esta manera, Berlín crearía un imperio grande y rico en África Occidental y Central.

París tenía las mismas ambiciones imperiales en el África Occidental Francesa, que se extendía desde el mar Mediterráneo en el norte hasta el río Congo en el sur. Con el fin de contrarrestar la penetración más profunda de Francia y Alemania en África, Londres impulsó sus políticas expansionistas desde tres direcciones:

1) Colonos británicos (Cecil Rhodes Company “Pioneer Column” en 1890) desde Cape Colony hacia el norte a través del territorio de Bechuana (más tarde Bechuanalandia Británica) y el Estado Libre de Orange vía Transvaal hasta el lago Tanganica (estableciendo las provincias de Rhodesia del Sur y Rhodesia del Norte);

2) Compañía Imperial Británica de África Oriental desde Mombasa que establece el África Oriental Británica (más tarde Kenia) hasta el lago Victoria (Uganda fue ocupada en 1893; y,

3) Desde Egipto vía Sudán hasta Gondokoro donde se encontraron con las tropas británicas de Uganda. Entre Egipto y Uganda, se estableció el Sudán anglo-egipcio (Condominio Sudán-Anglo-Egipcio) en 1899.

La idea era formar una franja continua de posesiones coloniales británicas desde Alejandría en Egipto hasta Ciudad del Cabo en Cape Colony (futura Sudáfrica). Sin embargo, entre las posesiones británicas del norte y del sur en esta supuesta franja continua existían el África Oriental Alemana y el Congo Belga. Es importante señalar que diseños geopolíticos y económicos tan diferentes enfrentaron al Reino Unido y a Francia en Fashoda (hoy en Sudán del Sur) en 1898 (Incidente de Fashoda, el 18 de septiembre) y casi condujeron a enfrentamientos militares directos y probablemente una guerra entre los dos estados, ya que ambos querían conectar sus dispares posesiones coloniales (África Ecuatorial Francesa con la Somalilandia francesa versus el Sudán anglo-egipcio británico con Uganda).

Las colonias alemanas en el sudeste y suroeste de África tuvieron un impulso directo para el resurgimiento de las ambiciones imperialistas portuguesas en el continente. Al mismo tiempo, la amenaza real de la expansión afrikaner (grupo étnico sudafricano predominante descendiente de colonos holandeses que llegaron por primera vez al Cabo de Esperanza en 1652) llevó a la penetración británica en el interior de África Central hasta la colonia alemana de África Oriental Alemana. Estos territorios conquistados se conocieron más tarde como Rhodesia, Zambia y Malawi. La fuerza impulsora detrás de ese expansionismo colonial británico hacia África Central fue el industrial y político Cecil Rhodes. De manera similar, la colonización alemana en África Oriental (Tanganica o África Oriental Alemana) produjo una contrapolítica británica cuando el Primer Ministro del Reino Unido, Lord Salisbury, reclamó los territorios alrededor de los Grandes Lagos (más tarde Uganda) y el territorio intermedio hasta el litoral (África Oriental Británica, más tarde Kenia). Después de 1882, el poder colonial británico en Egipto fue sacado de esa provincia para intervenir en los asuntos de Sudán, que se había rebelado contra Egipto en 1881 bajo el líder religioso islámico, el Mahdi (Estado Mahdista en Sudán, 1881-1898).


Mapa de África en 1886, con la delimitación de la cuenca del Congo y las posesiones europeas –la mayoría de ellas en la costa africana. (Tomado de Rare Maps.com)


Simultáneamente, el éxito colonial francés en África occidental después de 1871 (ocupación de Gabón en el Congo occidental, conquista del antiguo estado de Dahomey en 1893 y avance hacia el lago Chad en las tres direcciones) obligó al Reino Unido a movilizar los recursos de la Royal Niger Company con el fin de ocupar los emiratos de Nupe e Ilorin, y participar en varios enfrentamientos militares tanto con las fuerzas coloniales francesas como con las unidades políticas africanas locales dentro de su zona comercial. Esta tensión colonial franco-británica alcanzó su punto máximo en 1898, cuando el comandante francés Marchand, después de dos años de marcha desde Gabón, casi chocó con las tropas británicas en Fashoda, en el río Nilo Blanco. En esta ocasión, Londres y París apenas evitaron una guerra abierta.

Después de la ocupación británica de Egipto en 1882, la partición de África, que comenzó como un proceso bastante pacífico, empezó ahora a provocar cada vez más derramamiento de sangre. Los italianos invadieron Etiopía desde la Somalia italiana (ocupada en 1889-1892) y Eritrea en 1895, pero las tropas etíopes infligieron una dura derrota a los italianos en Adowa en 1896. En 1898-1899, alrededor de 20.000 sudaneses murieron durante la ocupación británica del estado mahdista. De manera similar, las tropas de colonos británicos dirigidas por Cecil Rhodes estuvieron involucradas en serios enfrentamientos armados con Matabele y Mashona mientras avanzaban hacia el norte desde Cape Colony. En general, las tropas coloniales blancas de Europa occidental, especialmente las británicas, empezaron a depender cada vez más del rifle de repetición (repetidor) y del cañón Maxim (construido en 1884).

El conflicto colonial en Sudáfrica alcanzó su punto máximo durante la Guerra de los Bóers de 1899-1902, en la que Londres finalmente consiguió con gran dificultad el control del territorio de Transvaal con ricas minas de oro (descubiertas en 1886) y ocupó las repúblicas afrikaner. Fue en 1896 cuando comenzaron los enfrentamientos militares con el fallido Jameson Raid que destruyó significativamente la influencia política personal de Cecil Rhodes pero no su política de colonización, ya que fue apoyada y continuada por Chamberlain (el Secretario Colonial del Reino Unido) y Milner (el Alto Comisionado en Ciudad del Cabo). De hecho, los pueblos africanos, por un lado, en muchos casos se opusieron amargamente a las políticas coloniales de las grandes potencias de Europa occidental, pero por otro, nunca se unieron con el propósito de ofrecer una resistencia más fuerte y, al mismo tiempo, se los pudo abordar fácilmente poco a poco.

A principios del siglo XX, entre unos pocos estados africanos que todavía tenían una cierta independencia, Libia fue invadida por Italia en 1911 (la guerra ítalo-otomana de 1911-1912), y Marruecos sobrevivió hasta 1912 antes de dividirse entre Francia y España (Sáhara español, hoy Sáhara Occidental, incluida la colonia española de Río de Oro establecida en 1885). En el resto de África, excepto Etiopía y Liberia, ondeaban algunas de las banderas coloniales de Europa Occidental.

En conclusión, a pesar de la rapidez y aparente facilidad de la partición final, en casi todas partes los colonizadores de Europa occidental encontraron resistencia por parte de la población local a su brutal invasión del “Continente Negro” entre 1882 y 1912. Sin embargo, gran parte de la resistencia fue enfrentada poco a poco y a menudo utilizaron a otras tribus africanas como aliadas, pero cierta resistencia fue mucho más seria, como la de Samori ante los colonizadores franceses en África occidental en 1887-1896, mientras Etiopía y Liberia experimentaban la independencia. En todos los casos de colonización exitosa, la política de los europeos occidentales fue dividir y vencerás (divide et impera). Los europeos occidentales, sin embargo, tenían una abrumadora superioridad técnica en materia de equipamiento militar.


Vladislav B. Sotirović


ANEXO del editor del blog

La "Conferencia de Berlín"


Representación de la Conferencia de Berlin, de Adalbert von Rößler (1884 - 1885)
 

La Conferencia de Berlín (entre el 15 de noviembre de 1884  y el 26 de febrero de 1885), debería ser mejor descrita como "el mito sobre la Conferencia de Berlín" ya que se considera, generalmente, como el momento en el que las potencias coloniales europeas se sentaron a la mesa para repartirse el continente africano. Sin embargo, en realidad la conferencia no dividió el continente, más si generó las condiciones para hacerlo, en esos momentos la colonización aún no constaba como un objetivo primordial. Una breve explicación basada en algunas investigaciones:

En el libro "The Sharing of Black Africa", el historiador francés Henri Brunschwig desenrolla la hipótesis sobre las erradas interpretaciones sobre esa Conferencia que en si no alteró la situación preexistente en relación con el continente africano. Brunschwig explica por qué la interpretación que se le da es una afirmación tardía (en contra del real propósito de la Conferencia) y que solo apareció alrededor de la Primera Guerra Mundial. Antes ningún historiador, ni diplomático, ni político habían puesto a la Conferencia de Berlín como un acto que específicamente tratara sobre el reparto europeo del África. Cabe destacar que a ese evento diplomático, a más de los imperios europeos, fueron invitados a participar representantes del Imperio Otomano y de los Estados Unidos de América.

A partir de principios del siglo XX aparecieron en Francia muchas obras de literatura histórica que en su gran mayoría representaron a la Conferencia de Berlín como el momento clave en que las naciones de Europa se unieron para dividirse entre sí el continente africano. Los documentos de la época son claros, indican que la división de África no estaba en la agenda (la lectura de la ponencia principal de esta entrada también va por ese camino, y no brinda la menor atención a la mencionada Conferencia). En sinopsis, puntualicemos por qué seguimos creyendo la hipótesis del "reparto africano".

"La Conferencia de Berlín había consagrado la doctrina del interior. Con base en esa doctrina, la posesión de un territorio en la costa daba derecho a las regiones del interior de una determinada nación, las cuales podían retirar sus fronteras indefinidamente, hasta toparse con una posesión, zona de influencia o un estado vecino. Si se aplicara al continente africano, la doctrina del interior del continente garantizaría a las naciones europeas derechos de propiedad sobre las regiones del interior del continente, basados en la posesión de regiones costeras -estas últimas ya prácticamente ocupadas por los europeos cuando se celebró la conferencia-. Por tanto, en la práctica, esta doctrina podría apreciarse como la división de África. Sin embargo, no hay ninguna referencia a este principio en las actas generales de Berlín, lo que hace que sea erróneo decir que la ocupación de la costa definió la división del interior del continente".


Ilustración de la Conferencia de Berlín publicada en 1884 por el periódico francés L'Illustration, con el título "La cuestión del Congo"
 

La “carrera por África” -especialmente en las dos últimas décadas del siglo XIX- tuvo un enfoque central: el río Congo, cuyo dominio impulsó las disputas sobre esta región.

- Hasta la década de 1880 solo las regiones costeras del continente africano habían sido ocupadas por los europeos.

- Las resoluciones de la Conferencia fueron más modestas. Alemania y Francia, ya antes habían decidido los tres puntos básicos de los debates en Berlín: 1) libertad de comercio en la cuenca y el estuario del río Congo; 2) libertad de navegación en los ríos Congo y Níger; y, 3) formalidades ha cumplirse para que nuevas ocupaciones en la costa de África se consideraran efectivas.

- Los representantes europeos reunidos en Berlín también definieron las reglas de legitimación de futuras anexiones en las costas del continente africano. A partir de ese momento, para que las nuevas posesiones o protectorados se consideraran eficaces, sería necesario enviar una notificación a los demás países firmantes del acta, para facilitar posibles reclamaciones. El artículo específico del acta se refiere únicamente a las regiones costeras del continente africano, dejando de lado las regiones del interior. Ese acto desmiente las interpretaciones del reparto de África mediante la Conferencia de Berlín.

- La trata de esclavos fue otro tema debatido en Berlín, aparece brevemente en el documento final de la reunión, solo mereció un párrafo. La prohibición del tráfico no se extendería a todo el territorio africano, sino que se limitaría a la zona alrededor del río Congo. En la práctica no fue así, fue una de las principales justificaciones de las incursiones coloniales.        

- Otro elemento que contribuyó a consolidar la falsa imagen de la Conferencia fueron las representaciones gráficas (caricaturas en su mayoría) que aparecieron a lo largo del evento y publicadas en los periódicos de la época que hacían alusión al "reparto de África".


En la mayoría de idiomas europeos el lector se encontrará con títulos como "La Conferencia del Congo" (Conferencia Colonial). Por ejemplo, en alemán se habla en los libros históricos como la "Kongokonferenz" o "Conferencia de África Occidental" (Westafrika-Konferenz) para referirse a la también denominada "Conferencia de Berlín", 1884-1885. La "Carrera por África" ya estaba en pleno auge desde varios años atrás. En la ilustración se aprecia a los participantes en la Conferencia del Congo de 1884, de Adalbert von Roessler (basado en una ilustración del periódico "Illustrierte Zeitung").

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17 septiembre 2023

Cuatro décadas de la masacre de Sabra y Shatila.



Otro pedazo negro de la historia perdido en el tiempo.

Breve introducción por el editor del blog

Notas, comentarios y gráficas por el editor del blog. Este artículo fue publicado por este blog en septiembre de 2018. Al conmemorar 41 años de aquel crimen ha sido reeditado, revisado y vuelto a compartir con nuestros estimados lectores. 

Las siguientes líneas explicativas deben ser valoradas dentro del contexto histórico y no político. 

Se cree que el principal antecedente para la masacre de Sabra y Shatila fue el asesinato del presidente electo del Líbano, Bashir Gemayel, perpetrado el 14 de septiembre de 1982. Gemayel fue un joven político católico maronita, que ejercía altas funciones en el partido 'Falange Libanesa' Comandante de la milicia 'Fuerzas Libanesas' durante la guerra civil, aliados de Israel y enemigos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). 

Bashir Gemayel fue electo presidente del Líbano en agosto de 1982, en plena guerra civil y ocupación del país por fuerzas israelíes y sirias. No obstante, Gemayel tenía antecedentes de graves violaciones al derecho humanitario, por ejemplo, se le responsabilizó en 1975 del 'Sábado Negro' (matanza de palestinos y libaneses musulmanes). El asesinato de Gemayel (14 de septiembre de 1982) se produjo mediante un atentado con bomba en la sede de la Falange en Beirut, acto que ocasionó la muerte de otros veinte y seis miembros de la Falange, el autor del atentado fue identificado como Habib Tanious Shartouni al que se le vinculó con Siria (más concretamente al partido del presidente sirio, Hafez al Assad, el Partido Social Nacionalista Sirio -no obstante existen otras teorías sobre el crimen-. La familia del presunto autor del crimen fue asesinada en venganza)​.


Bashir Gemayel, líder de la 'Falange Libanesa' y Comandante de la milicia 'Fuerzas Libanesas' durante la Guerra Civil Libanesa, electo presidente del Líbano el 23 agosto 82 y asesinado el 14 septiembre 82.


Es incuestionable que Bashir Gemayel resultó electo presidente del Líbano el 23 agosto de 1982 con apoyo israelí y de las fuerzas de Estados Unidos (tropas de mantenimiento de la paz, tras la expulsión de la OLP del Líbano en el mismo agosto de 1982), sin lugar a dudas esto irritó a un gran segmento de la población libanesa. Los primeros días de septiembre de 1982, Gemayel aceptó reunirse con Menachem Begin, primer ministro de Israel para acordar los términos del restablecimiento de relaciones entre los dos países (se dice que se retractó de esos acuerdos ya que debía contar con el apoyo de las comunidades árabes). Sin que haya sido posesionado aun en la presidencia, una bomba que explotó en el edificio de la Falange terminó con su vida el 14 de septiembre de 1982.

Muerto Bashir Gemayel, las milicias de las Fuerzas Libanesas al mando de Elie Hobeika tomaron venganza solo dos días después con la masacre de Sabra y Shatila bajo complicidad de Israel, las fuerzas de ocupación israelí rodearon los campamentos de refugiados palestinos y permitieron que los falangistas asesinaran a un número indeterminado de civiles palestinos (se habla hasta de 3.000 o más víctimas). 

Antes de iniciar la lectura de la ponencia de Mauricio Santecchia, debemos remarcar un pequeño homenaje en forma de material gráfico, un recopilación de varios años en actos que conmemoraron la masacre de Sabra y Shatila (Líbano, 16 septiembre 1982).

                                                                                            t. andino





    Referencia de este material gráfico:  Palestine poster proyect. www.palestineposterproject.org


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Autor: Mauricio Santecchia
septiembre de 2014
Mauricio Santecchia, argentino, analista de sistemas informáticos, especializado en consultoría en las áreas de Tecnologías de la Información y Comunicaciones. Desde el año 2011 es parte del equipo de editores de SOTT.

Tenía apenas 10 u 11 años cuando mi padre me habló sobre el horror de esta masacre. En aquel entonces apenas comprendí la magnitud y el significado de semejante catástrofe humana. Hoy, casi cuatro décadas después, los nombres de Sabra y Shatila siguen resonando en mi mente como un eco infinito que emerge desde lo más profundo de la miseria humana. A todos aquellos que perecieron entonces y a mi padre que hoy ya no está aquí conmigo dedico el recuerdo de este pedazo siniestro de nuestra historia... 

El 16 de este mes se recuerda uno de los capítulos más sangrientos y horrorosos del holocausto palestino: la brutal matanza de miles de refugiados en los poblados libaneses de Sabra y Shatila. Sí, no se alarme, usamos el término "holocausto" sin acompañarlo de la palabra "judío". ¿Usted creía que el uso de este término es exclusividad del pueblo judío?... No. Sepa que la RAE define el vocablo como "gran matanza de seres humanos", así que no frunza el ceño con intriga y perplejidad, los palestinos son seres humanos, aunque se empeñen a diario en hacernos sentir y creer que no lo son.


Tres días de terror terminaron con la vida de miles de seres humanos en el Líbano

Esta página de la historia del horror humano es una mancha indeleble en la conciencia de nuestra sociedad moderna y superficial; no la única, claro está, pero una con características singulares, con rasgos tan oscuros y tenebrosos, que apenas posamos nuestra atención sobre ella, nos sentimos tan espantados que damos vuelta a la hoja con rapidez. 

Tan olvidado está aquel triste episodio de nuestra reciente historia que hoy ya nadie sabe qué demonios es Sabra y Shatila, ni qué ocurrió realmente durante esos tres días de espanto y horror.
 
El olvido es la cereza de este repugnante postre, una falta absoluta de humanidad por nuestra parte, y una muestra más del profundo sueño en el que estamos sumidos. 

Dentro de 20 años usted seguirá escuchando hablar del "atentado" a las torres gemelas; se harán homenajes y tertulias donde miles aún llorarán aquel evidente ataque de falsa bandera. Se erigirán monumentos como el museo del 11-S que hoy ya existe en Nueva York. ¿Por qué está borrada de la memoria colectiva la masacre de Sabra y Shatila? ¿Por qué no se recuerda al menos cada año lo que fue una descarnada muestra de la brutalidad humana? ¿Por qué ni siquiera hemos aprendido algo útil de estos trágicos eventos? 

Es nuestra misión hoy reclamar un justo lugar para este oscuro suceso. Es nuestra intención hoy salpicarlo con la sangre de inocentes, que sienta las gotas calientes deslizándose por sus mejillas, goteando silenciosamente en un charco rojizo, y es nuestra esperanza hoy que usted despierte y vea que este horror no ha terminado, que este horror es nuestro pan de cada día, que esta tragedia es nuestra tragedia, y que pese a nuestros esfuerzos por condenar al olvido este acto atroz, nuestras manos están irremediablemente manchadas con la sangre de niños, mujeres, hombres y ancianos, que bien podrían ser nuestros hijos, padres, o abuelos. Déjenos contarle qué ocurrió aquel día... 


Crónica de una brutal matanza 




La mañana del 16 de septiembre de 1982 hubo una reunión en el cuartel de las Fuerzas Libanesas de la Falange (FLF) en la que participaron, entre otros, quien era en aquel momento el ministro de defensa israelí Ariel Sharon y varios miembros de la FLF. Como quien planifica un picnic, en ese fugaz encuentro, aquellos lobos sedientos de sangre acordaron llevar adelante una ofensiva sin precedentes y elaboraron un plan brutal y despiadado. Esa misma noche una horda de salvajes irrumpió en los poblados de Sabra y Shatila con armas dotadas de silenciadores, hachas, y cuchillos, que utilizaron para ensañarse con cientos de familias que creían estar a salvo. 

Las fuerzas israelíes tenían como misión facilitar el acceso, y una vez introducidos en el interior de los poblados, cerrar todas las salidas de socorro de los campamentos para impedir la salida a los habitantes bajo la amenaza de abrir fuego, y obligarles a retroceder para forzarlos a encontrarse con su destino. 

Como depredadores ávidos de caos y destrucción, las fuerzas falangistas comenzaron una descomunal cacería atacando sin piedad a palestinos y libaneses que dormían sin siquiera sospechar el trágico final que les aguardaba. Padres, madres, hermanos, niños, mujeres, maridos, viviendas... todo, absolutamente todo, fue devastado por esas bestias. El baño de sangre y horror cubrió la noche mientras sus socios israelíes iluminaban el cielo con bengalas para facilitar la feroz e inhumana barbarie perpetrada por esos auténticos psicópatas. 

El mundo despertó la mañana del 17 y vio el horror de lo ocurrido. Charcos de sangre, cuerpos descuartizados desperdigados por las calles, niños que apenas podían comprender qué o quién decidía su destino, habían sido masacrados sin clemencia... casi nada quedaba, casi nada se escuchaba aparte del jadeo salvaje de las bestias que habían cometido ese atroz y despiadado acto. Durante las horas siguientes al ataque, los falangistas continuaron masacrando y aniquilando todo lo que estaba a su paso. Un Informe publicado en la página web del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina de septiembre de 2002, lo relata de este modo:

... la matanza comenzó rápidamente y continuó sin interrupción durante cuarenta horas. Durante las primeras horas, las milicias falangistas masacraron a centenares de personas, disparaban contra todo lo que se movía en los callejones, matando a familias enteras mientras estaban cenando, otros muchos murieron en sus camas cuando dormían. Se encontró a muchos niños de entre tres y cuatro años con sus pijamas, en sus camas y las mantas cubiertas de sangre. En muchos casos mutilaban a las víctimas antes de asesinarlas, rompían los cráneos de algunos bebés, chocándolos contra las paredes y hubo mujeres que fueron violadas antes de matarlas, hombres arrastrados a las calles para ejecutarlos, donde las milicias del terror, utilizaban hachas y cuchillos para asesinar de forma indiscriminada, dirigiéndose sobre todo contra niños, mujeres y ancianos. La primera noche se aseguraron utilizar armas silenciosas, para que los habitantes de los campamentos no se enteraran de lo que estaba sucediendo, y trataran de huir. 

El relato es cuanto menos desolador; la barbarie vivida durante aquellas horas de horror es inexplicable, inconcebible, abrumadora... 

Para el sábado 18 de septiembre la masacre había terminado, 

"...cientos de cadáveres que abarrotaban las calles y los callejones, yacían bajo toneladas de moscas, niños tirados por los caminos, mujeres y jóvenes habían sido violadas, algunas, seguían con vida y otras permanecían desnudas y maniatadas a sus camas o a los postes de electricidad, hombres que habían sufrido la amputación de sus órganos genitales y que luego se los habían introducido en sus bocas, ancianos que no tuvieron la compasión de los criminales para dejarles marchar de este mundo en paz; [...] embarazadas que fueron rajadas y sus fetos asesinados" (extraído del mismo Informe). 


Nota y gráfica añadida por el editor del blog El ex primer ministro israelí Menachem Begin, fue responsable junto al entonces ministro de defensa de Israel, Ariel Sharon, de permitir la entrada de las milicias cristianas -Fuerzas Libanesas de la Falange- (aliados de Israel) para que perpetren la masacre en los campamentos de refugiados palestinos de Sabra y Shatila el 16 septiembre de 1982. Una caricatura de un periódico de aquella época (que me ha sido imposible encontrarla), según mi memoria es igual a esta foto recreada de Begin mirando el retrato de Hitler. Decía esa publicación refiriéndose al ya fallecido Begin: "Maestro genocida, ya nada tenemos que envidiarte".


Tras los fuertes ecos que provocó la matanza en el mundo, se constituyó una tímida comisión para investigar los hechos. La investigación culpó a la FLF de todo lo acontecido relegando la responsabilidad de Israel al difuso campo de la negligencia. 

La vergüenza cubre como una espesa neblina las ridículas conclusiones de aquella comisión. Estimaron las víctimas en apenas 470, afirmando que la mayoría eran guerrilleros. Ni siquiera tuvieron la decencia de acordar la mentiras que publicarían. La CIA y el Mossad arrojaron sus números sobre la mesa: entre 800 y 1000 habían sido las víctimas de la masacre. 

Pero la verdad prevalece aún en las voces afónicas de los testigos presenciales; periodistas, trabajadores sanitarios, fotógrafos extranjeros y árabes, y los supervivientes a la matanza, coincidieron en calibrar el número de mártires entre 2000 y 3000. 

La negación de la realidad 

Mirar hacia otro lado no hace que los hechos desaparezcan ni que sean menos reales. La realidad está ahí, queramos verla o no. Estamos hasta la coronilla de que nuestra cultura occidental nos inunde con la sugerencia (que, por cierto, roza la imposición) de que debemos concentrarnos en la belleza del mundo, de que debemos ver el rostro sonriente de Dios, de que debemos ciegamente "perdonar a nuestros enemigos", de que forzosa y deliberadamente debemos poner la otra mejilla. Ese no es el consejo sabio y amable de un padre protector, esa es la directiva primaria de un tirano que no tiene entre sus principales intereses nuestro bienestar, que desea poder llevar adelante su agenda de horror, y dominar y controlar a sus víctimas con la mínima resistencia posible

"Si no lo veo no existe". Esa es la máxima con la que crecemos y nos desarrollamos en el seno de una cultura que nos enseña desde pequeños a "hacer lo políticamente correcto" y a no perturbar a "nuestros tutores" con preguntas incómodas. Ellos, los maestros del caos, son expertos en el arte de hacer invisible los "elefantes de realidad" que reposan ante nuestros ojos. Esta salvaje matanza no sólo está casi olvidada, sino que ha sido hasta cierto punto minimizada y denostada por las fuerzas propagandistas de sus autores. Si usted se toma el trabajo de hacer una búsqueda rápida por la Red de este suceso, se encontrará con un batallón de serviles lacayos dedicando "litros de tinta" a la causa.




Eche una mirada a las palabras de Cesar Vidal publicadas en Ilustración Liberal 14 años atrás: La breve historia del Israel moderno es una trayectoria pespunteada por las agresiones continuas de los vecinos islámicos y el flagelo terrorista desde su fundación en 1948. Tan sólo entre 1951 y 1957, en una época en que Israel no estaba en lo que ahora se denominan territorios ocupados, fueron asesinados 967 israelíes por terroristas árabes que actuaban en el interior de las fronteras de 1949. [...] Durante esos años, Ariel Sharon -que había sido uno de los militares preferidos de David Ben Gurión- no sólo dio muestras de una notable capacidad táctica sino que además desarrolló una visión política que mantendría sin fisuras durante años. 

¿Entiende cuál es la lógica detrás de estas palabras? Las víctimas son convertidas en victimarios y los villanos en héroes. La retórica de la autodefensa lleva más de medio siglo justificando los peores crímenes, y nosotros seguimos aquí sentados, leyendo sus mentiras, escuchando sus disertaciones, y creyendo que lo que resulta ser claramente la aniquilación sistemática del pueblo palestino a manos de sus verdugos israelíes, es simplemente un vulgar conflicto de intereses o una disputa territorial, poco más que una escaramuza aislada donde ambos lados están en igualdad de condiciones. 




Este supuesto "equilibrio de fuerzas", es lo que resulta en nuestras mentes como consecuencia de la falta de información y conocimiento sobre la realidad. Doug DiPasquale en el excelente artículo "La falacia del punto medio en Gaza" lo expone del siguiente modo:

Como seres humanos, observando las acciones de los otros supuestos seres humanos, uno naturalmente asume que existe algún tipo de lógica en sus acciones. La situación es "complicada" porque lo "correcto e incorrecto" es difícil de desentrañar. Y debido a que se asume que nuestros líderes son personas lógicas, hay una tendencia natural a creer que la verdad del conflicto Israel/Palestina se encuentra en algún lugar en el medio, todo el mundo tiene una perspectiva y todas las perspectivas deben ser consideradas y validadas en cierta medida. Ciertamente, no es razonable rechazar totalmente un punto de vista a favor de otro, porque eso es ser "sesgado". Un lado dice X, el otro lado dice Y, por lo que la verdad de la cuestión debe estar en algún lugar en el medio. Ambas posiciones se toman como extremos en un continuo, el sesgo natural de cada parte que tira en direcciones opuestas. 
Esto es lo que comúnmente se conoce como la "falacia del punto medio", donde se supone que la posición media entre dos extremos debe ser la correcta, simplemente porque es la posición media. 
[...] 
[Pero] hay una verdad fundamental en el conflicto de Gaza; la situación no es "complicada". Las aguas se enturbian aún más [...] cuando uno de los lados de la disputa es psicópata, es decir, carente por completo de la conciencia humana. En este caso, la falacia del punto medio sólo sirve para impulsar la agenda psicopática. Cada vez que un árbitro llama al termino medio, la agenda psicopática es puesta por delante y la verdad es puesta atrás.

Las fuerzas sionistas cuentan con las milicias mejor armadas (cortesía de su fiel eunuco EE.UU.) y los servicios de inteligencia más sofisticados del globo. Los palestinos no tienen fuerzas armadas ni posibilidad de conseguir armamento que les permita equipararse a la fuerza de su enemigo y defenderse; son un pueblo que sólo se resiste a ser exterminado, son las víctimas de un atropello sin precedentes, despojados de las tierras en las que vivieron durante miles de años, prisioneros en su hogar, y acarreando sobre sus espaldas una sentencia de muerte. 

¿De qué equilibrio se puede hablar aquí? Israel invadió y ocupó un territorio que no le pertenecía, asesinó y masacró (y aún hoy lo sigue haciendo) sistemáticamente al pueblo palestino sin piedad. 

El pueblo palestino sólo se ha resistido a su aniquilación. ¿En qué cabeza cabe que pueda encontrarse la verdad en algún lugar en el medio de la barbarie psicopática de Israel y la indefensión total de los palestinos? 

La historia se repite en tanto no aprendamos de ella 



Aun así, la fuerza de estos criminales no reside en su poder militar, sino en nuestro silencio, en nuestra falta de interés en saber y comprender qué diablos está ocurriendo en nuestro mundo, quiénes son los "malos de la película" y por qué están decididos a someternos a cualquier costo. 

Nos conformamos con las "flatulencias" intelectuales de unos supuestos "expertos" que nos dicen que "es la naturaleza humana", "el hombre en esencia es un animal salvaje moldeado por la civilización", "la moral es meramente un acuerdo entre poco más que monos que decidieron que era mejor pactar que morir". Pero la realidad es que ELLOS son los salvajes y esa es SU naturaleza, no la nuestra. Ellos son auténticos psicópatas y gobiernan el mundo porque cuentan con nuestro descrédito, con nuestra ignorancia respecto a su existencia, con nuestra ingenua aceptación de que ellos son seres humanos comunes y corrientes como nosotros, que todo lo que ocurre es el resultado de un mal entendido y más tarde o más temprano entenderán. 

¿Qué nos depara el futuro si no conocemos el pasado, si no comprendemos sus móviles, si no conectamos estos eventos con nuestro presente? El mundo está lleno hoy día de "sabras y shatilas" por doquier. La muerte, el horror y la miseria nos visitan constantemente, tocan a nuestras puertas, y nosotros hacemos oídos sordos, giramos la mirada y nos enfocamos en nuestra serie favorita de televisión o nos ofuscamos porque a nuestro equipo de fútbol favorito no le va muy bien esta temporada. 

Pero los "sabras y shatilas" actuales siguen ocurriendo. Gaza es su moderna encarnación, pero no la única. Millones de iraquíes fueron exterminados en la última década por una causa innoble, sólo para satisfacer la codicia de apenas un puñado de desquiciados que increíblemente, pese a su manifiesta inhumanidad, controlan nuestras vidas. Posiblemente muchos más morirán cuando EE.UU. ponga en marcha su nueva "cruzada salvadora" para exterminar a los "infieles" del Estado Islámico. Cientos de miles perecieron en Libia apenas hace unos pocos años, y otros tantos están muriendo ahora en Siria. Miles de inocentes fueron asesinados en Ucrania en los últimos meses... Muchos más pronto morirán. 

¿Qué está esperando? ¿Acaso espera a tener el cadáver tibio de su hijo en sus brazos para reaccionar?


  
ANEXO del editor del Blog

VIDEO



DE SABRA Y CHATILA
Recital de Alberto Cortéz
Autor: Alberto Cortez 
(canta/autor argentino)


¿A dónde estaba el sol cuando sonaron
los ecos desatados de la ira?
¿No será que las sombras lo apagaron
en Sabra y Chatila?

¿A dónde estaba Dios, cuando la gente
fue sometida a hielo en las pupilas?
¿No será que se ha vuelto indiferente
en Sabra y Chatila?

¿A dónde estaba yo, en qué galaxia,
insensible leyendo la noticia?
¿No seré uno más en la falacia
de Sabra y Chatila?

¿A dónde estabas tú, con tu arrogancia,
poderoso señor que en la mochila
llevas todo el cadáver de la infancia
de Sabra y Chatila?

¿A dónde está el orgullo de los hombres,
o acaso hay que decir ""hipocresía""?
¿Por qué tanto dolor no tiene nombre
en Sabra y Chatila?

¿A dónde estaba yo mi buen amigo?
Que tengo la consciencia tan tranquila
No habrá sido adulando al enemigo
de Sabra y Chatila?

¿O acaso estaba yo con los soldados
metido a la distancia, entre sus filas
aceptando los hechos consumados
de Sabra y Chatila?

Es tiempo de dictar comunicados

que limen lo espinoso de la espina.
¿Qué harán para ocultar lo que ha pasado
en Sabra y Chatila?

¿Qué harán para que amengüe la condena

histérica, total y colectiva?
¿Qué harán para que cese la gangrena
de Sabra y Chatila?

Aunque yo siga ausente en mi galaxia

comentando en canciones la noticia,
el ángel del horror sigue su marcha
en Sabra y Chatila.

Deambula por Beirut y en otras lunas,
reptando sin parar, como una anguila.
Insaciable y cegado por la gula
en Sabra y Chatila. 

Tal vez quiera llegar hasta mi puerta.

Tal vez ya esté a la vuelta de la esquina.
pero abierta la herida sigue abierta
en Sabra y Chatila.



Videos de consulta:

EL ACUSADO. SABRA Y CHATILA (BBC, 2001) SUBTITULADO
La verdadera historia sionista - Subtítulado en español

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La masacre de Sabra y Chatila, el plan B de Israel
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