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22 junio 2023

"Der Stürmer", el cómo sembrar odio en las masas



por Tito Andino

Recopilación de textos y gráficas 


En 1923 un ser desalmado, Julius Streicher, conocido por su odio patológico hacia los judíos comenzó a editar un semanario antisemita conocido como "Der Stürmer" (traducido como "El Atacante"). Su objetivo era sencillo: utilizar la propaganda para describir de forma vil, calumniosa e histérica una advertencia al pueblo alemán sobre las "amenazas" que encarnan los judíos alemanes y extranjeros. Sus portadas y páginas interiores adornadas de caricaturas llamativas representaban una infinidad de "peligros judíos". 

 


Izquierda, folleto de 1929 anuncia un reunión de Streicher. Texto: "¿ Quién es Julius Streicher? Miembro del parlamento bávaro. Veterano de guerra (Cruz de Hierro, primera clase), profesor en Nuremberg. Fue el primero en comenzar la batalla por el nacionalsocialismo contra los marxistas en Nuremberg en 1920. Fue perseguido y llevado a los tribunales. Fue despedido tras un proceso disciplinario. Descubrió una gran corrupción por parte del alcalde Luppe (demócrata). Fue responsable de encarcelar a varios judíos prominentes como Guggenheim, Meyer y Schleim por violación, etc. Se intentó matarlo. Él fue encarcelado. Decenas de miles se reunieron para animarlo por su liberación. Hoy, Nuremberg es una fortaleza para la idea de Hitler. Este Julius Streicher, así como nuestro compañero de partido Dr. Robert Ley hablará el domingo 21 de abril a las 17h00 en Waldbröl, en las salas Althoff y Hömann. Tema: La mano de Judá reposa pesadamente sobre el pueblo. Trabajadores, campesinos y ciudadanos, no se pierdan este poderoso encuentro masivo. Aprenderás sobre las causas de tu miseria y cómo escapar de ella. Apertura de puertas a las 16:00 Entrada: 30 pf. Desempleado con DNI 20 pf."



Debo aclarar que soy un seguidor del humor y la sátira política sin inclinación ideológica, incluso me ha gustado algunos dibujos de Der Stürmer que ridiculizan a Stalin y otros líderes occidentales, pero la "literatura" y caricaturas de Streicher no tiene nada de picardía humorística, todo lo contrario... 

Según Streicher los judíos ocasionaban todos los males en la sociedad alemana: perversión, engaño, explotación, conspiración, traición, lujuria sexual, depravación... "una amenaza de muerte" para la raza "aria" debido a los matrimonios "mixtos" que debilitan y someten a la nación, además de contaminar la cultura occidental. En la aberrante mente de Streicher la segunda guerra mundial fue provocada únicamente por los judíos para destruir Alemania como una potencia política y cultural.


Izq. "Die Geissel Gottes". Ilustración (montaje fotográfico antisemita) en Der Sturmer, titulado "El azote de Dios", acusando a los judíos polacos, presentada como prueba en el juicio de Nuremberg, octubre de 1939. También se utilizó como portada de un folleto de propaganda de 1939 publicado por el mismo periódico. Derecha, 1938. Panfleto antisemita emitido por Der Sturmer con una foto del destacado financista y abogado de Nuremberg Richard Kohn, dice: “¡El judío del banco de Nuremberg expuesto como una desgracia racial! El cuento de hadas de un judío decente Kohn… Durante años ha profanado impunemente a mujeres y niñas alemanas. ¡El banco-judío Kohn no escapará a un justo castigo!...”. El apartamento de Kohn fue destruido durante la Kristallnacht el 9 de noviembre de 1938. Kohn fue arrestado y el Bankhaus Anton Kohn fue liquidado. Richard Kohn fue deportado a Riga en noviembre de 1941 con otros miembros de su familia, todos perecieron. Información proporcionada por Michael D. Bulmash: "Broadside de Julius Streicher ridiculizando al financiero de Nuremberg Richard Kohn" (1938). Colección del Holocausto de la familia Bulmash. 2021.1.52.

 

1938, Viena-Austria. Campaña publicitaria antijudía. Getty images


La característica clave de Der Stürmer fue -lógicamente- la caricatura política que cada vez tomaba un matiz más demoníaco, el judío - literalmente- era retratado como un demonio encarnado. En contraste, "el hombre ario era hermoso, puro y bueno; el 'untermensch' judío era feo, grosero y malo".


Arriba: ¡El judío en Austria! - Hijos del diablo. La nueva internacional - Sin resolver la cuestión judía, sin redención de ¡Gente alemana! (Julius Streicher). Abajo: Abuso de niños en Estados Unidos. El judío Geldswein viola a 22 escolares - Incesto judío - Cazadores judíos de herencias. Serpiente satánica de Judá.



El dibujante principal fue un hombre llamado Philipp Rupprecht, bajo el seudónimo de 'Fips' cuyas caricaturas se convirtieron en la característica distintiva del periódico, originalmente impresas en el clásico papel periódico barato en formato tabloide. Sin embargo, pese a lo obsceno que representa, las imágenes de "Fips" son, a su manera, pequeñas obras artísticas contemporáneas, cada una pretendía contar una visión distorsionada de su época.

Excepto 1927, "Fips" fue el único dibujante regular de Der Stürmer hasta el 2 de febrero de 1945 (última edición), su estilo cambió durante el transcurso de los años y a lo largo de ese tiempo realizó miles de caricaturas en las que presentaba a los judíos como "bajos, gordos, feos, sin afeitar, babeantes, sexualmente pervertidos, con la nariz torcida y ojos de cerdo".


Diversos estereotipos de judíos según Philipp Rupprecht, bajo el seudónimo de 'Fips', publicados en Der Stürmer
 

El final de la carrera de Rupprecht llegó con la derrota nazi en 1945, ese año fue procesado ante un tribunal de desnazificación por su papel crucial en la distribución de propaganda antisemita, recibió condena a seis años de trabajos forzados, fue liberado en octubre de 1950, "Fips" tuvo la fortuna de no acompañar a su jefe al patíbulo (trabajó en Múnich y Starnberg como pintor y decorador, murió en 1975, a la edad de 74 años).

Terminada la guerra, el 23 de mayo de 1945, Streicher sería capturado, intentó pasar desapercibido bajo la fachada de un viejo artista, fue reconocido y arrestado por un oficial judío de la 101 división aerotransportada (EEUU). Los guardias de la prisión estadounidenses le dieron una contundente paliza antes de trasladarlo a Luxemburgo, destino previo al inicio de los juicios de Nuremberg. Durante el proceso a los principales criminales de guerra, Streicher negó los cargos, dijo sencillamente "no haber hecho nada malo" y conservó su odio enfermizo al expresar "que los judíos merecían morir". Está demás señalar que sus camaradas nazis de prisión despreciaban a este individuo.



Julius Streicher fue condenado a muerte por el Tribunal, la evidencia le hacía, en parte, responsable de la muerte de millones de judíos y otras minorías por su escandaloso estilo propagandístico que sirvió para adoctrinar a los brutales verdugos nazis carentes de escrúpulos y compasión por las víctimas. El cadalso recibió a Streicher el 16 de octubre de 1946, sus últimas palabras fueron otra burla para las víctimas de su sucia propaganda. Se dice que "luego de que se abriera la trampilla de la horca, se escucharon sonidos amortiguados desde detrás de la cortina hacia los espectadores, hasta que intervino el verdugo, según sus propias palabras, estrangulando a Streicher".

¿Qué más se puede decir de Julius Streicher?, comentar sobre su basura "literaria" no vale la pena, ya que es eso -basura para adoctrinar mentes débiles o llenas de resentimiento social-. Como digo siempre, en el ciberespacio el lector puede encontrar suficiente información sobre este despreciable hombre.


En el interior de las paginas de Der Stürmer no solo se hallaba enfermiza propaganda antisemita y temas sobre la "gran conspiración mundial judeo-masónica-comunista"; también encontramos temas políticos "serios", como los ejemplos gráficos: Rasputín. Una herramienta de los judíos - En el paraíso de los judíos (URSS) - Ese es el judío (Judá contra Alemania); y, tenía interesantes caricaturas políticas sobre los principales líderes mundiales... "controlados" por los judíos. 


Respecto al antisemitismoTampoco merece polemizar con el término "antisemitismo" y su correcto uso. "La raíz de la palabra semita da la falsa impresión de que el antisemitismo está dirigido contra todos los pueblos semíticos, por ejemplo, incluidos los árabes, asirios y arameos. La palabra compuesta "antisemitismus" (antisemitismo) se usó por primera vez impresa en Alemania en 1879 como un término científico para Judenhass (odio a los judíos), y este ha sido su uso común desde entonces". Estemos de acuerdo o no, "el antisemitismo es la hostilidad, el prejuicio o la discriminación contra los judíos". A la persona que acepta tal posición se le denomina antisemita y el antisemitismo es considerado universalmente una forma de racismo. Los antisemitas de hoy suelen camuflar su ideología mezclándolo con el moderno anti-sionismo político... eso es otro tema.


Interesantes ilustraciones a color diseñadas por "Fips" (Philipp Rupprecht) para uno de los libros de propaganda infantiles antisemitas publicados por Stürmer Verlag. Como era de esperarse el "buen" Julius se auto-alaba con la siguiente frase (izquierda): "El que pelea contra los judíos combate contra el diablo" (Julius Streicher).



II
Libros infantiles antisemitas ilustrados por Philipp Rupprecht 'Fips' y otro, publicados por Stürmer Verlag (Der Stürmer)

Hay tres trabajos, (dos de "Fips") que destacan por el color, son ilustraciones para libros infantiles antisemitas publicados por Stürmer Verlag: "Trau keinem Fuchs auf grüner Heid und keinem Jud auf seinem Eid" (No confíes en un zorro en un pasto verde o en un judío bajo su juramento, 1936); "Der Giftpilz" (El hongo venenoso, 1938); y "Der Pudelmopsdackelpinscher" (El mestizo, 1940)


Libro infantil antisemita publicado por Julius Streicher: "Trau keinem Fuchs auf grüner Heid und keinem Jud auf seinem" (No confíes en ningún zorro en su pasto verde ni en ningún judío en su juramento), El interior incluye texto en alemán e ilustraciones coloridas. (1-1-1936)

"Trau keinem Fuchs auf grüner Heid und keinem Jud auf seinem Eid". Este libro de dibujos animados para niños viciosamente antisemita, publicado en 1936, fue el primero de tres libros racistas para niños publicados por Julius Streicher's Sturmer. Fue escrito por Elvira Bauer, una estudiante de arte y maestra de jardín de infancia de dieciocho años. Las ilustraciones de Phillip Rupprecht, "Fips". Se hizo propaganda con niños de tan solo seis años para que "reconocieran" un judío, a diferencia del alemán ario, como astuto y explotador, poco confiable, codicioso, acaparador de dinero, físicamente repulsivo y sexualmente depredador. El niño de la escuela sería adoctrinado con viejos tropos y bulos antisemitas desde una edad temprana. La juventud alemana aprendería no solo a reconocer estas repulsivas descripciones de los judíos, sino también a permanecer unidos como nación y eliminar a los judíos como una amenaza. Der Stürmer recordaba constantemente a los alemanes que “los judíos son nuestra desgracia”, y que la judería y su maligna influencia debían ser destruidas (Información proporcionada por Michael D. Bulmash. Colección del Holocausto de la familia Bulmash. 2012.1.549. Fuente: Digital Kenyon)


Libro infantil antisemita publicado por Julius Streicher: "Der Giftpilz". Libro de tapa dura con tapa verde. Incluye una ilustración de un hongo con un rostro judío caricaturesco y una estrella de David en su tallo. El interior incluye texto en alemán e ilustraciones coloridas en madera. 


Der Giftpilz (El hongo venenoso), publicado por Striecher, fue otro esfuerzo por adoctrinar a los niños en edad escolar en los caminos del judío, utilizando las ilustraciones de Philipp Rupprecht para cimentar la idea de que los judíos eran insidiosamente peligrosos, de la misma manera que los buenos hongos comestibles eran indistinguibles para el ojo inexperto de la variedad venenosa. Cada capítulo trata de un estereotipo común del judío, acompañado de una ilustración de Fipps. La nariz torcida, los labios gruesos, las orejas sucias, la barba llena de piojos y los ojos criminales del judío son las manifestaciones fisonómicas de su forma de ladrón, su preocupación por sí mismo, su naturaleza explotadora y su capacidad y voluntad infinita para engañar a los pobres alemanes, si le beneficia. Heimer no deja de señalar que los judíos eran asesinos de Cristo. Ernst Heimer (autor del libro) también es una autoridad autoproclamada en el Talmud y señala que se desalienta a los judíos a realizar trabajos reales, solo comercio y usura, y a convertir a los no judíos en sus esclavos. Así, para el alemán, la salvación sólo llega con la resolución de la cuestión judía. (Información proporcionada por Michael D. Bulmash. Colección del Holocausto de la familia Bulmash. 2012.1.546. Fuente: Digital Kenyon)

 


"Der Pudelmopsdackelpinscher" (El mestizo). Cubierta naranja. En el medio hay un perro marrón con la lengua fuera y una gran mancha negra en el medio. Texto rojo arriba, texto negro abajo. Ilustraciones blancas de abejas, una langosta, un pájaro, un lagarto y una serpiente en el fondo.

Der Pudelmopsdackelpinscher (El mestizo). El tercero y más raro de los tres libros infantiles antisemitas publicados por la editorial Stürmer de Julius Streicher en 1940, se tituló Pudelmopsdackelpinscher (Poodle - Pug - Dachshund-Pinscher) o El Mestizo... El autor fue nuevamente Ernst Hiemer, y las ilustraciones fueron proporcionadas por Willi Hofman. Se compara a los judíos con repugnantes formas de vida animal: hienas, camaleones, langostas, chinches, perros mestizos, abejas zánganos, serpientes venenosas, tenias y bacterias, etc. A pesar de su audiencia, Hiemer ejerce poca moderación en su solución social-darwinista al problema judío en este libro infantil crudo y racista: destruir al judío antes de que nos destruya a nosotros de la misma manera que se elimina el peligro de las serpientes venenosas cuando estas serpientes son erradicadas. Para Streicher y sus empleados, el antisemitismo eliminacionista es la única forma de construir una nueva Alemania bajo Adolf Hitler. (Información proporcionada por Michael D. Bulmash. Colección del Holocausto de la familia Bulmash. 2012.1.552. Fuente: Digital Kenyon)


III

Perfil psicológico y psiquiátrico de Julius Streicher

Es ineludible poner referencias a este apartado sobre el editor de "Der Stürmer", se trata de los especialistas designados para entrevistarse y valorar la salud mental de los criminales de guerra nazis durante el Proceso de Nuremberg. A saber, el psiquiatra Dr. Douglas Kelley, oficial de Inteligencia del US Army, psiquiatra jefe en la prisión de Nuremberg (determinó la competencia de los acusados ​​antes de ser juzgados). Kelley es autor de varios libros, entre ellos: "22 Cells in Nuremberg. A Psychiatrist Examines the Nazi Criminals" (Veintidos celdas en Nuremberg. Un psiquiatra examina a los criminales nazis). Londres: WH Allen (1947). El psicólogo Dr. Gustave Gilbert, autor de "Nuremberg Diary" (Diario de Nuremberg). New York: Farrar, Straus and Company (1947); y, "The Psychology of Dictatorship. Based on an Examination of the Leaders of Nazi Germany". (La psicología de la dictadura). New York: The Ronald Press Company (1950). El psiquiatra Dr. Leon Goldensohn (llegó a Nuremberg a principios de enero de 1946, permaneció hasta julio de ese año), responsable de la salud mental de los 21 líderes nazis imputados (Robert Ley se había ya suicidado), su investigación fue recopilada posmorten en "The Nuremberg Interviews: An American Psychiatrist's Conversations with the Defendants and Witnesses" (Las entrevistas de Nuremberg) Londres, Pimlico, 2004; edición en castellano, Taurus 2005). También citamos al psiquiatra Dr. Joel E. Dimsdale y su libro: "Anatomy of Malice: The Enigma of the Nazi War Criminals" (Anatomía de la Malicia: El enigma de los criminales de guerra nazis). Yale University Press (2020); y, un interesante artículo de 2009 con la valiosa colaboración del Dr. Alberto Angoso García, psicólogo clínico, grafólogo y perito calígrafo, "Los demonios de Julius Streicher" (sitio web: Policías en la Red, España). De éste último tomamos varias citas.



 

Streicher pretendía mostrarse como hombre culto y refinado, escritor de poesía, pintor talentoso; todo lo contrario, figuras destacadas del partido, sus "camaradas", con quienes mantenía enconadas enemistades lo veían como: "soberbio, prepotente, grosero, terco, imbécil (y otros apelativos no tan amables). Tenía fama de sádico, depravado, lujurioso, pendenciero, violento y corrupto. Recorría su provincia con una fusta que blandía para amedrentar a sus subordinados y castigar a sus enemigos". Streicher era “el más antisemita” de los líderes nazis, lo cual ya es decir. Su juzgamiento en Nuremberg no fue su primera comparecencia ante un tribunal, se jactó de haber sido demandado varias veces por difamación, sadismo, violación y otros delitos sexuales. 

Al psiquiatra Douglas Kelley le dijo que “dormía muy bien en la cárcel por su conciencia limpia”, el médico lo tildó de paranoico y se cuestionó "cómo se las había arreglado para mantener su influencia entre miles de alemanes razonables". El psicólogo Gustave Gilbert lo describió como rígido, insensible y obsesivo, corrupto, violento y depravado; a la vez que argumentativo. Su valoración mental permitió declararlo apto para ser juzgado, otra característica de su evaluación dio como resultado ostentar el más bajo coeficiente intelectual entre todos los convictos

Streicher era un experto seductor y un obsesionado sexual, en varias ocasiones se le acusó de mantener relaciones con adolescentes. Se dice que poseía una gran cantidad de pornografía para su entretenimiento y hasta llegó a exhortar a mujeres jóvenes a seducir a hombres casados. Sobre esto es importante destacar la descripción cuasi pornográfica de Der  Stürmer: "Judíos adinerados y prepotentes seduciendo a sus jóvenes criadas nórdicas, secretarias, pacientes, etc, obligándolas a practicar todo tipo de sevicias sexuales. Los relatos con minuciosas descripciones "eran leídos con avidez por cierto público particular".

"Der Stürmer es en esencia la proyección de un sádico cargado de resentimiento. Sin embargo, ¿A qué viene tanto relato pornográfico acerca de inocentes vírgenes seducidas por pérfidos y lascivos hebreos? ¿A qué viene tanta fijación con estos temas? Su inclusión en el semanario no dice nada bueno del nivel mental de su editor. Se puede pensar que aquel es un pervertido obsesionado con estos temas (y es verdad); también se entiende, como es lógico, que con estos relatos se pretende crear rechazo hacia los judíos por parte del público alemán; es posible además que Julius pensara que con descripciones pornográficas iba a vender más ejemplares. 

Tanto Hitler como Streicher sufrían fantasías con tenebrosas escenas de depravación judía que procedían, en última instancia, de sus propias ansiedades obsesivas. Hitler defendía contra toda crítica al editor por su concomitancia de criterios y por ser un fiel ejecutor de su política racial, según sus propias palabras a Hitler le encantaba Der Stürmer y era el único periódico que leía íntegramente. Esto, dicho sea de paso, no dice nada bueno del nivel cultural y mental del canciller alemán".


Los libros para niños de la editorial de Streicher, también ilustrados por Fips, estaban diseñados para persuadir a la juventud de que los judíos eran miembros de una raza malvada que intentaba aprovecharse y corromper a las mujeres y los niños alemanes. Se  estereotipaba a los judíos como desviados sexuales y codiciosos (capitalistas despiadados, terratenientes, abogados, comunistas, proxenetas y pedófilos).

"Basándonos en otros rasgos, es probable que Julius haya sufrido alguna afrenta o perjuicio por parte de un judío en el pasado, y que fuera tal perjuicio el que ha generado su rencor hacia la comunidad semita... el hecho es que su animosidad hacia los judíos no conocía límites. Rasgo esencial dentro de la personalidad de Julius Streicher, sin el cual es imposible entender su conducta, es el intenso resentimiento que en ocasiones embarga al personaje, un ávido deseo de venganza que se levanta incontenible y que busca un resarcimiento total: la destrucción del oponente sin importar medios ni sistemas. Julius jamás olvida a los que le han ofendido, despreciado o perjudicado, su mente turbia y activa buscará inexorable las herramientas de su venganza, su odio inmisericorde hacia sus enemigos no conoce límites y traspasa la barrera de lo proporcional".

En la mente y pensamiento de Streicher "no existen ambigüedades, matices ni puntos intermedios, todo es blanco o negro, bueno o malo, cielo o infierno. Una visión maniquea de la realidad clasifica el mundo conforme un rígido dualismo. Julius es incapaz de aceptar planteamientos ajenos a su modo de pensar, sus categorías mentales son inamovibles, las críticas hacia su concepción de la realidad se estrellan estrepitosamente contra su granítico pensamiento. Pero al mismo tiempo, Julius está preso de sus virulentas emociones y de vehementes subjetivismos. Una vez su esquema de pensamiento asume una afección con respecto a algo o alguien, esta se integra de manera inexorable e inmutable en su concepción de la realidad.

Lo que Julius hace en Der Stürmer es proyectar en los judíos sus propias inclinaciones viciosas, la intensidad de sus acusaciones es proporcional a sus degradadas perversiones y deseos. Durante toda su vida como editor no dejó de satanizar a los judíos como promiscuos y lascivos cuando en realidad él fue un ejemplo flagrante y vergonzoso de tales conductas. Esta proyección no engloba solamente el componente sexual, el semanario también dedicaba gran atención a la codicia de los judíos, a su enorme deseo de dominar el mundo, su malignidad perversa a la hora de promover guerras y cometer asesinatos de niños e inocentes. La ambición desmedida, la acaparación, el egoísmo, el sadismo, todo ello está en la escritura de Julius y se corresponde perfectamente con muchas de sus actuaciones, recordemos que él mismo pidió en varias ocasiones la aniquilación total de los judíos, lo que explicaría la propaganda acerca de los asesinatos rituales durante la Pascua judía. Der Stürmer es la imagen especular, disfrazada de judaísmo, del pensamiento y amoralidad de Julius, el acantilado por donde se arrojan sus fantasmas y demonios, solo que en el caso de Jesús el exorcismo se consuma, los cerdos se ahogan y los demonios desaparecen, en Julius siguen estando presentes". (Alberto Angoso García)


IV

Libros editados en 2021  sobre

 "Der Stürmer"

Con la desaparición de la Alemania nacionalsocialista, las caricaturas de Der Stürmer y "Fips" fueron en gran parte olvidadas, las naciones victoriosas ciertamente no querían que las viejas imágenes nazis flotaran, planteando preguntas difíciles y haciendo "pensar" a la gente.

Recientemente, un hábil artista digital llamado Robert Penman recuperó esas imágenes olvidadas. Las restauró, coloreó y reeditó cuidadosamente, ha recopilado 200 imágenes de "Fips", como nunca se han visto. El trabajo de Penman (y Thomas Dalton como editor) trae imágenes nítidas y convincentes, colores vivos, el efecto es realmente sorprendente. Las viejas caricaturas de "Fips" impresas en papel periódico vuelven a cobrar vida. Sin ánimo (para nada) de hacer apología o propaganda de los siguientes libros me abstendré de exponer el material gráfico reeditado por Robert Penman, solamente sus portadas y explicación resumida de la editorial. (Preferimos mostrar los originales de "Fips"). 


¡Pan-Judah!: caricaturas políticas de Der Stürmer, 1925-1945. Editorial: Clemens & Blair, LLC, publicación: 19 de julio de 2021, 288 páginas, idioma: inglés. El Tomo II se publicó el 3 de agosto de 2022, 270 páginas.


"¡Pan-Judah!: caricaturas políticas de Der Stürmer, 1925-1945", es explicado por los editores de la siguiente manera:

A partir de la década de 1920, un hombre llamado Julius Streicher publicó un pequeño semanario alemán llamado Der Stürmer para advertir al pueblo alemán sobre las amenazas que representan los judíos. Una característica clave de Der Stürmer fue la caricatura política. La portada de cada número y varias páginas interiores mostraban caricaturas que representaban los peligros judíos. El dibujante principal era un hombre llamado 'Fips' Rupprecht, sus viñetas fueron la característica distintiva del periódico.


Izq. El eterno judío. Estafador de matrimonios y abusador masivo de niñas. La sonrisa del judío es solo el trino del diablo Al sonreír, ya está girando la estenosis (1933). Medio: Médicos judíos violadores de mujeres y asesinos (1935). Derecha: Asesinos desde el principio. Bolichevismo judío mundial desde Moisés hasta la Comintern (1935)


Izq. Rituales judíos confirman que asesinan al clero católico (1933). Medio: Abogado español. Deshonra racial en la locura de la Liga de Naciones (1934). Derecha: El Banco Mundial (1944)



El Tomo I se organiza cronológicamente en seis capítulos, las viñetas de "Fips" demuestran claramente la progresión de las opiniones durante un período de 20 años, desde antes de que los nazis asumieran el poder hasta el final de la guerra. Cuentan la historia del auge y la caída de Alemania como ninguna otra cosa puede hacerlo.


Izq. El secreto.  ¡Jueces alemanes! Si limpiaras el espíritu que te libera del Talmud, ¡habría menos secretos en el mundo! (1928). Medio: Justin Lowenthal. El falsificador de billetes y estafador masivo de Ratisbona. El judío se escapa (1932). Derecha: Kurt Meyer. Asesinato de la niña Baderborn. El carnicero de Paderborn (1932)


Las siguientes portadas corresponden a 1936. Izq. La maniobra de la mentira. Detrás de los juicios de Moscú. Medio: Sacerdotes y pastores. En el signo de Judas. La Inquisición. Carta de un anciano SA. Derecha: Conspiración Mundial. Los secretos revelados de los sabios de Sión.  El gran enigma.



El volumen II está organizado temáticamente, con 11 capítulos que cubren temas como "libelo de sangre", "moralidad e inmoralidad", "medios y prensa" y "Estados Unidos". El libro se cierra con capítulos sobre una variedad de imágenes de Fips, el trabajo que no es de Fips "Un buen francés" y varias caricaturas que no son de Stürmer. En definitiva, otra fascinante colección de dibujos animados.


Izq. El Antiguo Testamento. Un peligro en la educación de nuestros jóvenes (1936). Medio: Llamada de advertencia. Judío soviético: ¡A los artistas y bailarines alemanes! (1936). Derecha: Campaña Judía Contra el Pueblo Español. Los Efectos de la Revolución Española. protección racial. Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre, lo que ha separado, ¡no lo mezcle! (1938)


Izq. Hans Bernstein. El abusador racial de Chemnitz (1934). Medio: ¿Está resuelta la cuestión judía? Las medidas de represalia contra los judíos / La tarea histórica mundial de Alemania / La lucha continúa (7 nov 1938). Derecha: El Adorador de las Naciones. La propaganda del Rey Sall. La primera derrota de la judería mundial. Lo sabemos hoy: Alemania ganó las batallas de la última guerra mundial y perdió la guerra (1939)



Izq. El escándalo del rescate del granjero judío de salchichas. El ministro de agricultura sobornado / El líder campesino sobornado / El consejero ministerial sobornado falsificación fraude / Los cerebros del bolchevismo (1935). Medio: Alfred Fabian. Un bolchevique como proveedor de cultura para el clero. Vida de un criminal judío. Fabian el Comisario del Pueblo Bolchevique en el mundo criminal de Berlín (1936). Derecha: Delincuente sexual. Una prueba espectacular en Hamburgo. REGALO PRENSA INGLESA / PRENSA AMERICANA. El judío  Beebeechen lo amontona en madrigueras, ¡debo hacerlo una vez en IBM! (1939)

 
Izq. Por profanadores judíos. Bajo una bandera falsa. Una impactante carta de una mujer alemana en Viena (1938). Medio: Genocidio en AllJuda. La eliminación de Beringend. Bajo la bandera democrática. (1939) (NdelE. Alljuda: germanización antisemita del término judaísmo internacional que tomó prestada la palabra alldeutsch ('pan-alemán'), como en el eslogan antisemita). Derecha: La mujer talmúdica. La judía Rosenberg en Viena lleva a una futura madre a la muerte/horrible martirio de una familia alemana (1939).



V

Selección de portadas de "Der Stürmer"
*(Todas las ilustraciones de este artículo pueden ser ampliadas haciendo clic sobre las gráficas)


Póster antisemita ilustrado por Philipp Rupprecht, "Fips" – Viena, 1938. "Solche gibt es auch, aber... so war es nicht gemeint!" (También están esos, pero... ¡no fue así!). Publicado por Waldheim-Eberle. El cartel representa el proceso de arianización como un cambio de personalidad entre judíos (presumiblemente, en respuesta a lo que los nazis llamaron "camuflaje de negocios judíos", negocios que fueron formalmente transferidos a manos de arios que aún en la práctica fueron manejadas por judíos). La caricatura representa a dos hombres judíos, idénticos en todo menos en el color de sus ropas, en la puerta giratoria de entrada de una tienda cerrada: cuando uno entra, el otro sale. Un letrero sobre la puerta dice "In Arisierung" ("en proceso de arianización").

 

 
Der Stürmer. (El asaltante o el atacante)
Semanario alemán sobre la lucha por la verdad
“El judío es nuestra desgracia!".


Esta típica propaganda que difundió Streicher saturó la conciencia de los alemanes durante el Tercer Reich y contribuyó para que muchos alemanes acepten el programa nazi, con la afirmación de que "el judío es nuestra desgracia, y sin una solución a la cuestión judía no hay salvación para la humanidad".


Izq. Gobernado por judíos. La agonía de la sangrecracia (1940). Derecha: El Bacilo. Los círculos de Judá: Masonería, plutocracia, bolchevismo (1944)


Izq. Judaísmo Internacional Asesino (Alljuda). La misteriosa muerte del juez Printe (1934). Medio: Estado de satanás. Los judíos soviéticos prueban gases venenosos sobre los rusos (1936). Derecha: El escándalo del Fénix. Como el judío Dr. Berliner maneja Secretos Poderes en Viena (1938)



Izq. Muerte Ritual. El mayor secreto es bueno (1939). Derecha: La movilización del pueblo. Lucha contra el enemigo mundial. Satanás. Cuando el judío canta, la humanidad se hunde (1943)


Izq. Judaísmo contra Cristo. Lucha de aniquilamiento judío-bolchevique contra la Iglesia legítima (1937). Medio: Grito judío de venganza! Horribles confesiones de un judío. Crucifixión(1939). Derecha: El Congreso Mundial de Criminales. El líder sionista Ben Gurion(1939)



Izq. La respuesta a teólogos y escribas. Las Sagradas Escrituras (El antiguo testamento) (1936). Medio: El judío talmúdico. eres falso. Roba, roba, roba, profana y comete todos los delitos contra la propia jalea judía (1937). Derecha: Hofjuden. Un nuevo libro de ataque. Los judíos de la corte (1938)



Izq. Despertar de los pueblos. El espíritu maligno, ya sea que la herramienta se llame Inglaterra, no significará nada más que el mismo que llevó a un mundo a la ruina (1939). Derecha: El fin de Judá. 1940 (dic. 1939)



Izq. Los campesinos estranguladores. Fausto y Mefisto. Servirás al judío con este problema en tu estómago, mata a tu hermano (1932). Medio: Checoslovaquia y Bolchevismo (1938). Derecha: Los planes de Alljuda. Un judío revelando las intenciones judías (Judería de Inglaterra) (1939).



Izq. ¡Traición judía!. El oro solo no hace feliz a la gente. El trabajo del caldo lleva más peso. En algunos países hay suficiente oro y en manos judías solo fue una maldición (1939). Medio: Guerra de dinero. Cómo los judíos quieren ganar la guerra. Nunca, desde que se escribió la historia del mundo, ha habido tantas mentiras como las que se están diciendo hoy en Inglaterra. Churchill, humedecido por el espíritu de los judíos, doblega a Inglaterra a la voluntad de Judá (1940). Derecha: Los holgazanes de la guerra. El Talmud aconseja a los judíos romper la fe. En Inglaterra y Francia, el odio hacia los judíos está aumentando (1940)



Izq. La economía y la judería. Este problema acusa  a los judíos de toda clase de delitos económicos. La historieta titula "Dinero Demonio". Un monstruo judío, grabado con la Estrella de David y los símbolos para el dólar estadounidense y la libra británica tienen sus garras en el planeta (1937). Derecha: Maestros del fraude. Los judíos Seligmann y Henri de Rothschild en Viena y París. Una extraña subasta Así estafaron los judíos valiosas obras de arte (1938)


Izq. Profanación de la Corte. Profundo odio a los judíos (1938). Medio: Karlovy Vary balneario mundial (Chequia) Los actos de los judíos en la Alemania de los Sudetes están en todas partes (1938). Derecha: Esperanzas defraudadas Lo que el judaísmo había esperado en los días críticos de septiembre (1938)


Izq. El señor del mundo. Revelación de la conspiración mundial judía contra el pueblo alemán (1934). Derecha: El secreto. El secreto del poder judío. Los bandoleros. (1936)


Izq. ¿Quién es el enemigo? La Primera Guerra Mundial y los registros judíos de Basilea (1934). Medio: Los cabecillas. Gran escándalo en París / Gran escándalo en Belgrado / Escándalos en todo el mundo / Judíos en el papel principal. Deshazte del materialismo (1935). Vivir Kosher. La doctrina judía un constante insulto y desafío a todos los jueces de la creación (1936)

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02 junio 2023

Los orígenes secretos de la Primera Guerra Mundial




Introducción por el editor del blog

Hace algunos años presentamos un valioso ensayo sobre la Gran Guerra, mejor conocida como la Primera Guerra Mundial, escrito por el politólogo Dr. Jacques R. Pauwels, quien resume su libro "La Gran Guerra de Clases. 1914-1918". El Dr. Pauwels describe dos causas principales para esta guerra, por una parte la lucha entre potencias imperialistas y la otra el terrible miedo de la clase dominante a la revolución


"Las grandes potencias mundiales deseaban esta guerra desde hacía mucho tiempo para apropiarse de las colonias y para acabar de una vez por todas con las ideas revolucionarias que cada vez avanzaban más en toda Europa". 
 

Por otro lado, el británico Cecil Rhodes expresaba en otros tiempos que "el imperialismo era necesario para evitar una guerra civil" puesto que era imposible enviar a todos los ciudadanos a las colonias, lo único viable era la guerra para poner "orden". Con la guerra el "socialismo" quedaría enterrado. Por ello -según el Dr. Pauwels- la guerra era imprescindible para las élites, la desearon, las oportunidades confluyeron.

Otro factor decisivo que poco suele mencionarse fue la necesidad de controlar el petróleo de Próximo Oriente, los imperios británico y francés se alarmaron ante la posibilidad que los también imperialistas alemanes y otomanos iniciaron en conjunto la construcción del ferrocarril Berlín - Bagdad vía Estambul, que facilitaría enviar por tierra el petróleo de Mesopotamia a  la flota naval alemana, un auténtico peligro que la Armada Real Británica no podía permitir bajo ninguna circunstancia y cuenta la historia que precisamente en 1914 el Ferrocarril de Bagdad estaría terminado




Comprender esto nos obliga a repasar el excelente estudio del Dr. Pauwels: "Las verdaderas causas de la Primera Guerra Mundial".

Bien, las siguientes líneas son un complementario análisis de las verdaderas causas de la Gran Guerra, Antony C. Black nos brinda un interesante artículo que desglosa una soberbia obra de investigación histórica: "Historia oculta: los orígenes secretos de la Primera Guerra Mundial", de los autores Gerry Docherty y Jim MacGregor (Editor: Publicación convencional, Edición reimpresa, septiembre de 2014. Como se ha expresado, es un complemento al trabajo del Dr. Pauwels).

Docherty y Macgregor también se apartan de lo que solemos calificar (incluso de forma despectiva) como el consenso de la "historia oficial" del mundo académico, Docherty y Macgregor nos ofrecen "una idea de lo que realmente significa escribir historia. Y si hay alguna lección, o más bien una contralección, que podemos sacar de ella, es que estamos condenados a repetir la historia solo mientras escuchemos a quienes se dedican a oscurecerla e invertirla. En resumen, a los que nos mienten". (Antony C. Black)

Sin más prólogo, aquí un nuevo aporte cultural sobre la Gran Guerra.

                                                                              T. Andino


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Historia Oculta: Los orígenes secretos de la Primera Guerra Mundial

Descripción general del libro de Gerry Docherty y Jim Macgregor



por Antony C. Black

Global Research

* Todo el material gráfico y sus notas explicativas son añadidos por el editor de este blog.


De los muchos mitos que empañan la mente política moderna, ninguno es tan corruptor de la comprensión o tan incongruente con los hechos históricos como la noción de que los ricos y los poderosos no conspiran.

Lo hacen.

Conspiran continua, habitual, efectiva y diabólicamente en una escala que mendiga la imaginación. Negar este hecho de conspiración es negar tanto la abrumadora evidencia empírica como la razón elemental.


Sin embargo, para el observador astuto del "Gran Juego" de la política, es una fuente interminable de asombro tropezar con ejemplos cada vez más asombrosos de las monstruosas maquinaciones de las que son capaces las élites ricas y poderosas. De hecho, es precisamente aquí donde los autores Docherty y Macgregor entran en la refriega y amenazan con dejarnos sin aliento por completo.

Por lo tanto, la historia oficial y canonizada de los orígenes de la Primera Guerra Mundial, según nos dicen, es una mentira larga y sin paliativos de principio a fin. Aún más al punto conspirativo es la tesis de los autores de que, y parafraseando a un Churchill posterior que ocupa un lugar destacado en esta historia anterior, nunca fueron tantos asesinados, tan innecesariamente, por las ambiciones y el beneficio de tan pocos.


Al demoler los muchos shibboleths que rodean los orígenes de la "Gran Guerra" (incluida la "responsabilidad alemana", los "esfuerzos de paz británicos", la "neutralidad belga" y la "inevitabilidad" de la guerra), Docherty y Macgregor señalan con el dedo lo que argumentan que es la verdadera fuente del conflicto: una camarilla más o menos secreta de imperialistas británicos cuya existencia política entera durante una década y media se dedicó a la creación de una guerra europea para ayudar a destruir el nuevo competidor comercial, industrial y militar emergente del Imperio Británico, Alemania.

En resumen, lejos de "caminar sonámbulo hacia una tragedia global, el mundo desprevenido", sostienen Docherty y Macgregor, "fue emboscado por una camarilla secreta de belicistas" originarios no en Berlín, sino "en Londres".

Debo confesar en este momento un cierto sesgo al otorgar credibilidad a una tesis tan sorprendente, aunque solo sea por principio general. Después de todo, una mirada directa a la realidad política actual es mirar directamente a las fauces de la pesadilla de Orwell. Además, tres décadas de periodismo independiente me han llevado a concluir no solo que prácticamente nada de lo que se presenta como "noticias" es remotamente cierto, sino que la escritura convencional y la presentación de la historia en sí misma son tan falsas como un billete de tres dólares. Aún así, uno exige uno o dos argumentos creíbles. Veamos algunos de los contenidos en 'Historia oculta'.


Los jugadores

Antes de lanzarnos al laberinto argumentativo, es apropiado que primero dibujemos el elenco central de personajes de esta sombría historia.

Al principio estaba Cecil Rhodes, el primer ministro de Cape Colony, pero que, nos recuerdan los autores, era "en realidad un oportunista acaparador de tierras" cuya fortuna había sido asegurada en partes iguales "por la brutal represión nativa y los intereses mineros globales de la Casa de Rothschild". Aparentemente, Rhodes había hablado durante mucho tiempo de establecer una "sociedad jesuita" secreta para ayudar a promover las ambiciones globales del Imperio Británico. En febrero de 1891 hizo precisamente eso reclutando los servicios de sus asociados cercanos, William Stead, un destacado periodista, y Lord Esher, un asesor cercano de la monarquía británica. (Nota del editor del Blog: VER el artículo: Cecil Rhodes y la Sociedad de los Elegidos)


Cecil Rhodes, William Stead, Lord Esher (Reginald Brett)

Otros dos pronto fueron arrastrados al círculo interno del grupo clandestino: Lord Nathaniel (Natty) Rothschild de la famosa dinastía bancaria británica y europea, y Alfred Milner, un brillante académico y administrador colonial que rápidamente se convertiría en el genio organizador y maestro de ceremonias de voluntad de hierro del grupo.

A estos cuatro centrales se les unirían más tarde: Lord Northcliffe, el propietario de 'The Times', que complementaría a Stead en la propaganda para suavizar al público británico hacia la guerra con Alemania; Arthur Balfour y Herbert Asquith, dos futuros primeros ministros británicos que proporcionarían la influencia parlamentaria necesaria; Lords Salisbury y Rosebery que trajeron una riqueza adicional de conexiones políticas a la mesa; y Lord Edward Grey, a quien, en última instancia, como Secretario de Asuntos Exteriores británico en 1914, recaería clavar el último clavo en el ataúd de la paz europea.


     Arriba: Lord Nathaniel Rothschild, Alfred Milner, Lord Northcliffe (Alfred_Harmsworth). Abajo: Arthur Balfour, Herbert Asquith, Lord Edward Grey.

De particular importancia fue la adición del príncipe Eduardo, que pronto sería el rey Eduardo VII quien, a pesar de su imagen de playboy, era, de hecho, un astuto operador político cuyas frecuentes incursiones sociales internacionales proporcionaron la cobertura perfecta para ayudar a forjar las alianzas militares y políticas, a menudo secretas, entre Rusia, Francia, Gran Bretaña y Bélgica.

Este núcleo de la Guardia Pretoriana luego extendió sus tentáculos a todos los alcances de la jerarquía de poder británica (y eventualmente, internacional) reclutando vigorosamente su "Asociación de Ayudantes", la miríada de burócratas inferiores, banqueros, oficiales militares, académicos, periodistas y altos funcionarios, muchos, como resulta, provenientes de Balliol y All Souls Colleges, Oxford.


Rey Eduardo VII - Winston Churchill

Y, también, el legendario Winston Churchill, generosamente inflado con su propia grandilocuencia y bien lubricado con dinero Rothschild, se levantaría para tomar su lugar ungido entre los elegidos secretos hambrientos de guerra.


Primeras aventuras

La primera incursión de esta camarilla de élite se desarrolló en Sudáfrica con el fomento deliberado de la Segunda Guerra de los Bóers (1899 – 1902). El oro había sido descubierto en la región de Transvaal en 1886 y los imperialistas británicos estaban decididos a apoderarse de él. Después de una serie de maquinaciones fallidas por el propio Rhodes para derrocar a los bóers, la élite secreta recibió un as cuando Alfred Milner fue nombrado alto comisionado para Sudáfrica. Aprovechando el momento, Milner, sin pasar por allí, procedió directamente a la guerra y, en sus infames políticas de tierra quemada y demandas inflexibles de rendición incondicional, demostró la filosofía marcial general que más tarde se desplegaría contra Alemania.


Mapa del Imperio Británico tal como era en 1898, antes de la Segunda Guerra Bóer (1899-1902). (Fuente: Wikimedia Commons)


Tras la derrota de los bóers, Milner & Co. (Rhodes había muerto durante las "negociaciones de paz") penetraron rápidamente en los principales órganos del gobierno imperial británico, incluidas las Oficinas Exteriores, Coloniales y de Guerra. Arthur Balfour fue mejor al establecer, en 1902, el Comité para la Defensa Imperial (CID). Este último resultó especialmente significativo para ayudar a eludir casi por completo al gabinete británico en los años, meses y días previos a agosto de 1914. De hecho, Balfour demostraría ser uno de los dos únicos miembros permanentes de esta importantísima institución imperial; el otro es Lord Fredrick Roberts, comandante en jefe de las fuerzas armadas y amigo cercano de Milner. Fue Roberts quien más tarde nombraría a dos parásitos trágicamente incompetentes, Sir John French y Douglas Haig, para sus puestos en la Primera Guerra Mundial supervisando la masacre masiva de cientos de miles de soldados aliados.

El año 1902 también vio el establecimiento del Tratado Anglo-Japonés. Gran Bretaña había temido durante mucho tiempo por su imperio del Lejano Oriente a manos de Rusia y trató de reforzar a Japón como contrapeso. La alianza dio sus frutos en el conflicto ruso-japonés de 1904-1905 en el que Rusia sufrió una derrota decisiva. Sin embargo, siempre con el objetivo a largo plazo en mente, es decir, la guerra con Alemania, Milner y otros cambiaron hábilmente el cebo e inmediatamente comenzaron a cortejar al zar Nicolás II, lo que resultó en la Convención anglo-rusa de 1907. En el mismo período (1904) Gran Bretaña, con la ayuda crucial de Eduardo VII, rompió su enemistad de casi mil años hacia Francia y firmó la Entente Cordial con su antiguo rival.

Durante este mismo período de tiempo (1905) se hizo un acuerdo más o menos secreto con el rey Leopoldo II que permitía a Bélgica anexar el Estado Libre del Congo. Esto fue, a todos los efectos, una alianza entre Gran Bretaña y Bélgica; uno que, durante la próxima década, se profundizaría continuamente con numerosos acuerdos militares bilaterales y "memorandos de entendimiento" (en su mayoría secretos, es decir, retenidos del Parlamento británico), y que inequívocamente puso fin a cualquier noción de que Bélgica fuera una especie de partido "neutral" en el próximo conflicto con Alemania.


Conocidos carteles de propaganda británicos. El del medio es sugestivo,  el cartel  pregunta "¿Papá, qué hiciste en la Gran Guerra? Jugaba con la culpa de aquellos que no se ofrecieron como voluntarios.


La alianza central ahora estaba completa, es decir, Gran Bretaña, Rusia, Francia y Bélgica, y todo lo que se necesitaba era asegurar la lealtad y la obediencia de las colonias británicas. En ayuda de este último, Milner convocó la Conferencia de Prensa Imperial de 1909, que reunió a unos 60 propietarios de periódicos, periodistas y escritores de todo el Imperio que se codearon con otros 600 periodistas, políticos y figuras militares británicas en una gran orgía de propaganda belicista. El mensaje marcial fue entonces debidamente entregado a las multitudes coloniales involuntarias. El éxito de la Conferencia se pudo ver más visiblemente en Canadá, donde, a pesar de la extrema división del tema, la nación eventualmente enviaría a más de 640,000 de sus soldados a los campos de exterminio de Europa, todo esto en nombre de un pequeño puñado de imperialistas británicos.


La "crisis" marroquí

Docherty y Macgregor nos recuerdan debidamente que la renombrada historiadora Barbara Tuchman, en su libro ganador del Premio Pulitzer, "The Guns of August", "dejó muy claro que Gran Bretaña estaba comprometida con la guerra a más tardar en 1911". De hecho, los preparativos para la guerra habían avanzado a buen ritmo desde al menos 1906.

Aún así, 1911 marcó un punto de inflexión cuando la élite secreta se atrevió por primera vez a intentar encender la guerra con Alemania. El pretexto era Marruecos. Ahora, a decir verdad, Gran Bretaña no tenía intereses coloniales directos en Marruecos, pero Francia y Alemania sí. Para entonces, la cábala en Londres, con Edward Grey como Ministro de Relaciones Exteriores, había incluido a un ministro francés clave, Theophile Declasse, en sus confidencias y pudo diseñar lo que era esencialmente una operación de bandera falsa en Fez. Francia luego siguió esto con un ejército de ocupación. Alemania publicó una respuesta minimalista enviando una pequeña cañonera a Agadir desde donde toda la prensa británica, reflejando los intereses del "estado profundo" de Gran Bretaña, entró en gran histeria condenando las "amenazas alemanas a las rutas marítimas británicas", etc. La mecha de la guerra solo se apagó en la hora final cuando el primer ministro socialista de Francia (recientemente elegido), Joseph Caillaux, inició conversaciones de paz con el Kaiser. La guerra con Alemania tendría que esperar.


Pósteres británicos en la campaña de reclutamiento 

Mientras tanto, Gran Bretaña, bajo la dirección de sus mandarines secretos, es decir, casi completamente más allá de la revisión o aprobación parlamentaria, continuó sus preparativos para la guerra. Con este fin, por ejemplo, Churchill, que en 1911 había sido nombrado Primer Lord del Almirantazgo, redesplegó la flota atlántica británica de Gibraltar al Mar del Norte y la flota mediterránea a Gibraltar. Simultáneamente, la flota francesa fue trasladada desde el Atlántico para cubrir la ausencia de Gran Bretaña en el Mediterráneo. Todas estas maniobras estaban estratégicamente dirigidas a la armada alemana del Mar del Norte. Las piezas en el tablero de ajedrez global estaban siendo posicionadas.

En Francia, el pacifista izquierdista Caillaux fue, en 1913, reemplazado como primer ministro por uno de los propios "ayudantes" de las élites británicas en la persona de Raymond Poincaré, un germanófobo derechista y rabioso. Poincaré actuó rápidamente para eliminar a su embajador contra la guerra en Rusia, George Louis, y sustituirlo por el revanchista Declasse. Mientras tanto, en Estados Unidos, la cábala secreta, actuando en gran medida a través de la Sociedad de Peregrinos y a través de las Casas de Morgan y Rockefeller, maquinó para tener a un demócrata desconocido pero flexible, Woodrow Wilson, elegido sobre el defensor del banco central controlado públicamente, el presidente Taft. Fue desde esta elevada posición que el "estado profundo" angloamericano lanzó el Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos, un banco central privado dedicado desde el principio a financiar la guerra contra Alemania.


La picadura de los Balcanes

La simple historia repetida hasta la saciedad con respecto a las circunstancias que rodearon el asesinato del archiduque Franz Ferdinand el 28 de junio de 1914, según nos dicen Docherty y Macgregor, contiene tan poca veracidad como, digamos, la versión oficial del asesinato de JFK dos generaciones después. De hecho, las similitudes estructurales entre los dos, desde la virtual paralización total de la seguridad hasta la clara evidencia de complicidad estatal (en este caso, comenzando en Serbia, pero conduciendo directamente a Londres), son notables. Baste decir que hubo una cadena de eventos similar a un dominó que siguió, es solo que los eventos no fueron impulsados por instintos humanos básicos y fuerzas ineluctables más allá de todo control humano como se ofrece comúnmente, sino más bien por mentes calculadoras y diseño conspirativo.


Posters británicos Primera Guerra Mundial. "Women_of_Britain_say_–_GO". En el medio, un trozo de papel "Enlístate hoy". Derecha póster de propaganda de 1915, basado en el miedo a los ataques de zepelines para ayudar al reclutamiento.


Por lo tanto, inmediatamente después del asesinato, hubo un amplio apoyo internacional para Austria-Hungría, que fue ampliamente percibida como la parte agraviada. Sin embargo, los sospechosos habituales, que ayudaron a organizar el asesinato en primer lugar, fueron capaces de cambiar hábilmente las tornas de propaganda contra Austria y Alemania por medio de una ingeniosa artimaña. Habiendo obtenido secretamente el contenido de la "Nota", que contenía las demandas de Austria (razonables dadas las circunstancias) para la contrición serbia, la cábala secreta pudo obtener información directa en la elaboración de la "Respuesta serbia". La «respuesta», por supuesto, fue concebida para ser inaceptable para Austria. Simultáneamente, el presidente de Francia, Poincaré, se trasladó a Moscú para asegurar al zar y sus generales que, si Alemania actuaba para mantener sus responsabilidades de alianza hacia Austria, Francia respaldaría a Rusia en el lanzamiento de una guerra europea a gran escala. Francia, naturalmente, sabía que Inglaterra, o más bien su camarilla imperial de élite, estaba igualmente comprometida con la guerra. Fue durante este momento oportuno, de hecho, cuando Grey y Churchill conspiraron para comprar la Anglo-Persian Oil Company, asegurando así los suministros de petróleo necesarios para la marina británica.

Mientras tanto, el Kaiser Wilhelm y el canciller Bethmann brillaban por ser los únicos estadistas que buscaban genuinamente la paz.  Su posterior vilipendio por hordas de historiadores apropiadamente rotos resuena con el mismo tono orwelliano que la demonización del establecimiento actual de las naciones e individuos que resisten al Imperio estadounidense. 


(Nota del editor del Blog: En honor a la verdad, el Imperio Alemán también se preparaba para el conflicto. Desde los tiempos de Bismark la Realpolitik germana solo conducía por una vía: Expansión territorial mediante la guerra. Los rancios militares como Hindenburg y Ludendorff fueron en realidad "los señores de la guerra" germanos, el Kaiser Guillermo II era, para ellos, una mera figura decorativa que adornaba el protocolo de la diplomacia internacional. Los alemanes también tenían grandes proyectos expansionistas, planificaron la guerra para la victoria, su gran anhelo no eran las tierras occidentales de los imperios francés y británico (salvo las colonias en ultramar), la Realpolitik alemana veía su futuro en la conquista del Este europeo (curiosamente Hitler, 20 años después no renunció a esa misma expectativa) VER: Las políticas expansionistas de la dictadura de Ludendorff en Europa y Colonialismo alemán en Europa central y oriental durante la IGM).


Dos clásicos pósteres anti-alemanes en la IGM, Izq. Italiano contra el Kaiser; Derecha, un muy conocido póster estadounidense "Destruye esta bestia bruta Alístate", de 1917, representa a Alemania como una bestia salvaje. El palo que empuña está rotulado como Cultura.

Grey llega a casa

Después de haber ideado avivar las llamas de un incendio local de los Balcanes en un infierno general europeo, el Ministro de Relaciones Exteriores británico Grey y el Primer Ministro Asquith posteriormente desplegaron todos los trucos sucios en el libro de jugadas diplomáticas para viciar cualquier posibilidad de paz y, en cambio, garantizar la guerra.

El 9 de julio, por ejemplo, el embajador alemán en Londres, el príncipe Lichnowsky, fue repetidamente asegurado por Grey de que Gran Bretaña no había entrado en negociaciones secretas que jugarían en la guerra. Esto, por supuesto, era una mentira descarada. El 10 de julio, Grey engañó al Parlamento haciéndole creer que Gran Bretaña no tenía la menor preocupación de que los acontecimientos en Sarajevo pudieran conducir a una guerra continental. Mientras tanto, el primer ministro austriaco, Berchtold, fue engañado de manera similar por los tres gobiernos de la Entente de que su reacción a la "Nota" no iría más allá de una protesta diplomática. Sin embargo, por la tercera semana de julio, todos estos mismos gobiernos dieron un giro radical y declararon un rechazo total a la respuesta de Austria.

El 20 de julio, como ya se señaló, el primer ministro francés, Poincaré, fue a San Petersburgo para reafirmar los respectivos acuerdos marciales de sus dos naciones. El 25 de julio, Lichnowsky llegó sin previo aviso al Ministerio de Relaciones Exteriores británico con una súplica desesperada del gobierno alemán implorando a Grey que usara su influencia para detener la movilización rusa. Increíblemente, nadie estaba disponible para recibirlo. Rusia, en cualquier caso, había comenzado secretamente la movilización de sus fuerzas armadas el 23 de julio, mientras que, el 26 de julio, Churchill movilizó silenciosamente a la flota británica en Spithead.

Nada de lo anterior, por supuesto, estaba sujeto a supervisión democrática. Como dicen Docherty y Macgregor, "En lo que respecta al público (británico), no estaba sucediendo nada adverso. Fue solo otro fin de semana de verano".

El 28 de julio, Austria, a pesar de no estar en condiciones de invadir durante otros quince días, declaró la guerra a Serbia. Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores británico comenzó a circular rumores de que los preparativos alemanes para la guerra estaban más avanzados que los de Francia y Rusia, aunque de hecho era exactamente lo contrario. Las cosas estaban rápidamente corriendo más allá del control de Guillermo.

El día 29, Lichnowsky nuevamente le rogó a Grey que evitara una movilización rusa en las fronteras de Alemania. La respuesta de Grey fue escribir cuatro despachos a Berlín que, en verdad, el análisis de posguerra demostró que nunca se enviaron. Los despachos resultaron ser simplemente parte integral de la elaborada farsa para que pareciera que Gran Bretaña (y, específicamente, él, Grey) estaba haciendo todo lo posible en el esfuerzo por evitar la guerra. También en la tarde del 29 Grey, Asquith, Churchill y Richard Haldane se reunieron para discutir lo que Asquith llamó la "guerra venidera". Docherty y Macgregor una vez más enfatizan aquí que estos cuatro hombres eran prácticamente las únicas personas en Gran Bretaña al tanto de la inminente calamidad, es decir, no los otros miembros del gabinete, no los miembros del Parlamento, y ciertamente no la ciudadanía británica. Entonces, fueron sus arquitectos.

El día 30, el Kaiser envió al zar Nicolás un sincero llamamiento para negociar la prevención de las hostilidades. De hecho, Nicolás estaba tan conmovido por la súplica de Guillermo que decidió enviar a su emisario personal, el general Tatishchev, a Berlín para negociar la paz. Desafortunadamente, Tatishchev nunca llegó a Berlín, después de haber sido arrestado y detenido esa misma noche por el Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sazonov, quien, como "Historia oculta" demuestra convincentemente, había sido durante mucho tiempo un activo de la cábala secreta en Londres. Bajo la presión sostenida de los miembros superiores de su ejército, Nicolás finalmente cedió y en la tarde del día 30 la Movilización general fue ordenada.

El anuncio oficial de la movilización rusa cerró efectivamente todas las puertas a la paz. Los alemanes, dándose cuenta de que las cosas habían sido ya establecidas, y también dándose cuenta de que estaban a punto de ser atacados en dos frentes, desde el oeste por Francia y desde el este por Rusia, finalmente, el 1 de agosto, ordenaron su propia movilización; Reveladoramente, la última de las potencias continentales en hacerlo. Aquí, sin embargo, Alemania cometió un error táctico crucial: eligió continuar su movilización con una declaración de guerra formal y de honor contra Francia. Al hacerlo, cayó más profundamente en la trampa tendida por Grey & Co. que, todo el tiempo, había mecanizado para hacer todo lo posible para garantizar la guerra, sin embargo, sin que se viera que había causado oficialmente la guerra.

Aún así, Grey tenía una última carta que jugar para convencer tanto a un gabinete receloso de la guerra como a la Cámara de los Comunes de que abandonaran su sentido común y se lanzaran de cabeza a una guerra paneuropea a gran escala. Porque así como el mito de las "armas de destrucción masiva" serviría, en una era posterior, para promover la agresión imperial estadounidense, aquí el mito de la pequeña "Bélgica neutral" pobre e ignorante llevaba la bandera del imperialismo británico.


Mapa de alianzas (primera guerra mundial)


El discurso que selló el destino de millones

El 2 de agosto de 1914, el primer ministro Asquith convocó una reunión especial del gabinete para discutir la crisis (fabricada). Aunque el gabinete no estaba de humor para tolerar la participación británica en una guerra continental, pronto se vieron presionados y protegidos por las revelaciones de una "red de obligaciones (militares y políticas), que se les había asegurado que no eran obligaciones, (y) se habían girado alrededor de ellos mientras dormían". Además, Grey les ocultó de manera crucial el hecho de que el embajador alemán, Lichnowsky, solo el día anterior (1 de agosto), había ofrecido específicamente garantizar la neutralidad belga. De hecho, el engaño de Grey nunca podría haber salido a la luz si no fuera por el hecho de que el canciller Bethmann expuso la oferta en el Reichstag el 4 de agosto.

Con el Gabinete suficientemente golpeado, confundido y engañado, es decir, Asquith, sin la aprobación o el conocimiento del Gabinete, ya había emitido órdenes para la movilización del Ejército y la Marina, ahora solo quedaba engañar al Parlamento. Y así, el 3 de agosto, Sir Edward Grey subió al púlpito y comenzó lo que iba a ser un panegírico épico de las locuras de la paz y las virtudes de la guerra. Aquí tampoco la audiencia fue particularmente receptiva, pero el sermón pronto cobró fuerza.

Habiendo establecido primero el tono al anunciar que la paz en Europa "no se puede preservar", Grey pasó a una impresionante serie de mentiras y tergiversaciones sobre los intrincados y formulados acuerdos militares formulados durante mucho tiempo entre Inglaterra, Francia, Rusia y Bélgica. Según Grey, no existían. Pero, ¿qué hay de la densa madeja de los acuerdos diplomáticos? No hubo tales acuerdos, no hubo tales enredos. El Parlamento era "libre" de votar en conciencia, de ejercer su mandato democrático. Siempre y cuando, por supuesto, no votara por la paz.

Todo lo anterior fue, en cualquier caso, un mero preámbulo de la pieza central del discurso de Grey: la neutralidad belga. Que esto último fuera una farsa total solo fue superado en duplicidad por el ocultamiento de Grey, no solo del Gabinete sino ahora del Parlamento, de la oferta de Alemania de garantizar exactamente el punto en disputa, es decir, la neutralidad belga. En cambio, Grey produjo, para un efecto dramático, un emotivo telegrama del rey de Bélgica al rey Jorge suplicando ayuda. El momento no podría haber sido más perfecto si hubiera sido diseñado deliberadamente para la ocasión. Lo cual, por supuesto, fue. También se planificaron de antemano las afirmaciones posteriores al sermón a favor de la guerra por parte de los diversos líderes de los partidos de la oposición. Todos habían sido examinados y traídos por Churchill antes de la sesión del día. Solo Ramsay MacDonald, jefe del Partido Laborista, nadó contra la marea bien orquestada de "inevitabilidad" que era el motivo constante e infalible de la perorata marcial de Grey.

La sesión del día terminó sin debate; Asquith no había permitido que ocurriera ninguno, aunque había sido presionado por el Presidente de la Cámara para volver a reunirse más tarde esa noche. En el medio, Grey selló el trato, es decir, la guerra, disparando un ultimátum a Alemania exigiendo que no invadiera Bélgica a pesar de que él, Grey, sabía que tal invasión ya había comenzado. Como Docherty y MacGregor lo expresan, esto fue un "golpe maestro". La guerra no podía evitarse ahora. Y aunque la sesión nocturna fue testigo de un debate vigoroso y sustantivo que demolió en gran medida la postura de Grey, todo fue en vano. En el momento señalado, Arthur Balfour, "ex primer ministro conservador y miembro del círculo íntimo de la Élite Secreta, se levantó amenazadoramente. Ya había tenido suficiente". Usando todo el peso de su autoridad magisterial, condenó, ridiculizó y desestimó los argumentos contra la guerra de los detractores como "la misma escoria y lía del debate". Con los Comunes así intimidados emocionalmente en silencio, terminó la última oportunidad para la paz en Europa.


Prisioneros alemanes siendo atendidos por tropas británicas. 

Cuanto más cambia

Lo que sorprende a uno, una y otra vez mientras lee "Historia oculta" es el anillo de verdad que resuena en cada página, en cada revelación. Que un grupo de individuos tan pequeño y elitista, completamente fuera del control democrático, pudiera determinar el destino -y las muertes- de millones de personas debería sorprendernos. Debería, pero en realidad no lo hace. No lo hace porque vemos el mismo fenómeno ocurriendo ahora, repetidamente, ante nuestros propios ojos. De hecho, el estado actual de "guerra permanente" es, más o menos, la condición inconsciente de la modernidad misma.


Antony C. Black

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