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20 febrero 2023

Hezbolá: ¿Resistencia Libanesa o Terrorismo Islámico?

  


Verdades y mentiras sobre "El Partido de Dios"


por Tito Andino


Hezbolá o Hezbollah significa "Partido de Dios" en árabe, sus miembros a menudo se denominan como "La Resistencia". Es un partido político, a la vez que se constituye en el movimiento de resistencia musulmán chií de el Líbano, forjado en medio de la guerra civil libanesa (1975-1989), cuenta con su propio cuerpo armado al mismo nivel o hasta superior que el ejército libanés, ejerciendo un significativo poder en el país. 



Una corta historia y política de Hezbolá 

 

   Hassan Nasrallah, Secretario General de Hezbolá.


El liderazgo del Hezbolá lo ejerce Hassan Nasrallah como secretario general desde 1992, tras el asesinato por manos israelíes del cofundador, Abbas Al-Musawi. Hassan Nasrallah supervisa el Consejo Shura de siete miembros con sus cinco subconsejos: la asamblea política, la asamblea de la yihad, la asamblea parlamentaria, la asamblea ejecutiva y la asamblea judicial.

Explicar en detalle sobre el origen de Hezbolá y la guerra civil libanesa daría no solo para otro artículo (no lo abordaremos aquí). La ocupación militar de Israel en 1982 provocó que un grupo de chiíes se alce en armas contra el invasor (Hezbolá es una escisión del Movimiento Amal). La ideología de Hezbolá se basa en las enseñanzas del ayatolá Ruhollah Jomeini. 

Hezbolá en su Carta Abierta de 1985 anunció oficialmente su formación en que identifica a Estados Unidos y la Unión Soviética como los principales enemigos del Islam y llama a la "destrucción" de Israel por ocupar tierras musulmanas. La Carta Abierta declara su obediencia a "un líder sabio y justo", el Wali al-Faqih, es decir, el partido y el liderazgo, así como las decisiones sobre la guerra y la paz (entre otras cosas) están en manos del Wali al-Faqih.

Al compararla con la teoría política tradicional de los juristas sunitas, la doctrina del califato, las características principales de la doctrina de Wali al-Faqih constituye el eje del pensamiento político chiíta contemporáneo, aboga por un sistema político basado en la tutela, que depende de un jurista justo y capaz (faqih) de asumir el liderazgo del gobierno en ausencia de un imán infalible. La tutela de un erudito religioso de alto rango se acepta universalmente entre todas las teorías de gobierno chiítas, los desacuerdos se centran en detalles como el papel del jurista y el alcance de su autoridad. Es un concepto de liderazgo.

Lo que parecería ser un proxy fabricado por Irán dista de la realidad, Hezbolá no es una marioneta manejada desde el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán. Su origen es exclusivo de la invasión israelí de 1982. La relación entre Irán y Hezbolá es una visión política compartida (Wali al-Faqih) que luchan contra toda influencia epistemológica occidental en la región. Esa adhesión, no implica necesariamente una subordinación del grupo a un proyecto nacional porque "Irán no se ve en términos de estado-nación, sino como hogar político de los musulmanes. Pretende ser un modelo Islámico político-revolucionario que no tiene sentido dentro de unos marcos nacionales... Wali al-Faqih no es visto como el líder de Irán, sino como el líder islámico que representa la posibilidad de construir una identidad política musulmana autónoma. Posibilidad abierta gracias a la Revolución de 1979".

 
Milicia libanesa del Hezbolá


A través de un proceso masivo de movilización de líneas familiares y clanes del valle de Bekaa y del sur de el Líbano se logró que millares de jóvenes chiíes aceptaran gustosos unirse a la naciente resistencia. Irán y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) les brindó entrenamiento, proveyó buena parte de las armas y apoyó las finanzas de una desconocida milicia que pasó a denominarse Hezbolá (El Partido de Dios). Se cree, según el Departamento de Estado (EEUU) que Hezbolá recibe alrededor de 700 millones de dólares al año de Irán (datos del 2020); además, suele decirse que Hezbolá ingresa cientos de millones de dólares de una combinación de negocios legales, de la diáspora libanesa y de actividades criminales de índole transnacional (tráfico de drogas y armas).

Se aprecia la doctrina de Hezbolá como antagónica de Israel y de las potencias occidentales de la OTAN que operan en el Medio Oriente (es el mismo sentimiento de otros países en la región). Hezbolá que en teoría debería su lealtad al líder supremo de Irán, mantiene una posición islamista moderada, siempre ha demostrado ese carácter de autodeterminación religiosa al no inmiscuirse en la libertad del pueblo libanés en sus distintas creencias de fe.

Hezbolá practica lo que denomina la "yihad defensiva" -que en nada se asemeja a la "yihad" (guerra santa) que proclaman las organizaciones sunníes, es decir crear un Califato mediante la guerra-. La doctrina chií del Hezbolá confiere no solo el derecho sino la obligación de los musulmanes a defender sus tierras y comunidades de la agresión y la ocupación

"La campaña de resistencia de Hezbolá contra la ocupación israelí en el sur de el Líbano y su confrontación militar posterior a 2000 con Israel se llevaron a cabo bajo la rúbrica de "yihad defensiva" sancionada por Jomeini en su papel de Wali al-Faqih, y luego respaldada por su sucesor, el ayatolá Ali Khamenei. En consecuencia, los combatientes de Hezbolá cuando se enfrentan a las tropas israelíes en las colinas y valles pedregosos del sur de el Líbano, no solo están resistiendo la ocupación, sino también cumpliendo con la obligación religiosa más profunda de perseguir la yihad".


Desfile de las tropas de Hezbolá (foto archivo)

Sin duda el vínculo y apoyo de Irán le ha valido ingresar en el "selecto club" de "organizaciones terroristas" del mundo. Designado grupo terrorista por los Estados Unidos desde 1997, varios miembros individuales como Hassan Nasrallah, "son considerados terroristas globales especialmente designados, lo que los somete a sanciones estadounidenses". 

EEUU ha intentado brindar ayuda al ejército libanés para socavar la credibilidad de Hezbolá. Mas, han sido los esfuerzos conjuntos de Hezbolá y el ejército los que defendieron la frontera siria de la penetración del Estado Islámico y de militantes afiliados a al-Qaeda, hecho que entristeció a Washington (EEUU generalmente suele ser el artífice del  terrorismo que luego atribuye a Irán, Hezbolá, Siria, Yemen, etc,). Otros países como el Reino Unido calificaron a todo Hezbolá como grupo terrorista en 2019, el gobierno alemán, en 2020, adoptó igual medida.

Por ejemplo, suele apreciarse que la política exterior de la Unión Europea y el mandato de la FPNUL (Fuerzas de Paz de la ONU en el Líbano) no perciben la misma realidad en ese país. Aún en estos momentos, la UE sigue manteniendo un criterio menos agresivo con Hezbolá a pesar de designar en 2013 -a su brazo militar- grupo terrorista por el hecho de respaldar militarmente al gobierno de Siria. Esas acusaciones no son percibidas de igual manera en el propio Líbano y en otros países de la región, a excepción de Israel y las monarquías sunníes del Golfo, aliados de Estados Unidos y la OTAN (Arabia Saudí y EEUU desde 2017 intentan detener los recursos que fluyen de Irán al Líbano).


Miembros de Hezbolá en diversos desfiles (fotos de archivo) 

Dado el gran tamaño de Hezbolá, sea como partido político, milicia armada y aparato de seguridad, puede dirigir una amplia red de servicios sociales en todo el Líbano con sus propias escuelas, instalaciones de atención médica, programas juveniles, clubes deportivos y otras infraestructuras fundamentales para obtener el apoyo de libaneses chiíes y no chiíes por igual. Por supuesto, esto puede ser utilizado como forma de controlar la sociedad, no obstante, los servicios que brinda Hezbolá, para ser justos, el gobierno libanés rara vez los proporciona. La comunidad internacional no puede acusar a los chiíes de el Líbano por aceptar los servicios prestados por Hezbolá.

Un informe de 2014 del Pew Research Center encontró que el 31% de los cristianos y el 9% de los musulmanes sunníes tenían opiniones positivas del grupo. Por ello, Hezbolá ha recibido la calificación de "un estado dentro de otro estado". 

Hezbolá es parte del gobierno libanés desde fines del siglo XX, tanto en el gabinete presidencial como en elección directa al Parlamento donde nunca ha sido mayoría sino a través de alianzas partidistas (en 2022, Hezbolá obtuvo 13 escaños de 128). Sus opositores en el interior de el Líbano -la derecha cristiana y grupos políticos sunníes- aprovechan el descontento de la población con el gobierno y la actual economía del país para oponerse a la influencia de Hezbolá. 

La lucha de el Líbano, por intermedio de sus fuerzas armadas y Hezbolá, contra el terrorismo yihadista goza de total legitimidad, la evidencia lo demuestra. Sin Hezbolá el Líbano estaría al borde del colapso, la población cristiana libanesa ve en Hezbolá su protector (junto a las fuerzas armadas) y, a los grupos takfires, salafistas, al Qaeda, Estado Islámico y otros extremistas como sus potenciales victimarios. Se debe insistir que los cristianos libaneses -hablamos de los simples ciudadanos, no de los políticos- aprecian sinceramente la seguridad que les brinda Hezbolá, con el perdón de los milicianos cristianos de la Falange Libanesa que se halla reactivándose con el padrinazgo de Israel (mal presagio para el país). 


Miembros de Hezbolá del Líbano participan en conmemoración de Ashura en un suburbio del sur de Beirut. (Anwar Amro AFP Getty Images. Foto archivo)

Hezbolá hace esfuerzos para conservar la aceptación en su frente interno. Por sentado, muchos libaneses desconfían del grupo por su presunta negligencia en las explosiones del puerto de Beirut de 2020, las investigaciones judiciales provocaron incidentes violentos entre partidarios de Hezbolá y militantes cristianos rivales.


Post Addendum: 23 febrero 2023Noticia oficial. El fallo del Tribunal Superior de Justicia de Londres dictamina que la empresa comercial de productos químicos registrada en Londres, Savaro Ltd., es la responsable de haber entregado el nitrato de amonio causante de las explosiones en el puerto de Beirut. Los documentos judiciales señalan que Savaro fletó un enorme cargamento de nitrato de amonio en 2013 que terminó en la zona portuaria de Beirut. El fallo indica que Savaro tendrá que pagar compensaciones a las víctimas de la enorme explosión del 4 de agosto de 2020, que dejó más de 200 muertos y más de 6000 heridos, dañando una gran parte de la ciudad capitalina (Según los documentos, los funcionarios estaban al tanto de la sustancia química altamente inflamable atracada en el puerto durante años, pero no tomaron medidas decisivas para eliminarla). La catástrofe sumió al país en su peor crisis económica en décadas, los precios se han disparado desde entonces y más de la mitad de la población vive ahora por debajo del umbral de la pobreza.


Otro reciente golpe contra la credibilidad nacional de Hezbolá es la crisis política que impide el establecimiento de un gobierno nacional de coalición; y, en materia judicial, Hezbolá quedó duramente marcado en agosto de 2020, un tribunal respaldado por la ONU encontró a un afiliado de Hezbolá culpable del asesinato en 2005 del ex primer ministro libanés Rafiq Hariri, otros militantes de Hezbolá fueron absueltos. (Sobre este punto leer en este blog: El extraño caso del asesinato de Rafik Hariri. ¿Quién mismo lo mató?)

No obstante que el sistema militar de Hezbolá se fortalece periódicamente, su pérdida de popularidad se siente en Medio Oriente y en el Líbano por las continuas crisis político-económicas. La gente también se harta de vivir en constante estado de guerra e ingobernabilidad.


Partidarios del líder libanés de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, sostienen banderas durante un mitin electoral en Tiro, Líbano, el 9 de mayo de 2022. (REUTERS Aziz Taher. Foto de archivo)


Hezbolá como organización armada

En el Acuerdo de Taif (1989), negociado por Arabia Saudita y Siria que puso fin a la guerra civil de el Líbano, Hezbolá fue la única milicia autorizada a mantener sus armas. Hezbolá controla las áreas de mayoría chiíta del Líbano (partes de Beirut, sur del Líbano, la región oriental del valle de Bekaa). La Fuerza de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) sigue en el país, inicialmente llegaron para restaurar la autoridad del gobierno central. 

Suele discutirse sobre el potencial bélico del Hezbolá, se habla de un ejército de hasta 100.000 hombres. Un informe de 2018 del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales calificó a Hezbolá como "el actor no estatal más fuertemente armado del mundo", a decir de sus críticos, la existencia de Hezbolá es una violación de la Resolución 1559 de 2004 del Consejo de Seguridad de la ONU, que pide el desarme y disolución de todas las milicias libanesas. 

Hezbolá es considerado una organización terrorista y enemigo mortal de Estados Unidos al haber volado en el Líbano -en 1983- un cuartel del US Navy que mató a 241 soldados estadounidenses. Agencias de seguridad extranjeras afirman tener evidencia de operaciones de Hezbolá en África, América y Asia.

Las acusaciones de terrorismo internacional contra Hezbolá -muchas de ellas sin fundamento- tienen motivaciones ideológicas y estratégicas. "Israel es el principal enemigo de Hezbolá, que se remonta a la ocupación israelí del sur de el Líbano en 1978. La organización fue acusada de planear y perpetrar actos de terrorismo contra objetivos israelíes y judíos en el extranjero incluidos los atentados con coche bomba de 1994 contra un centro comunitario judío en Argentina, que mataron a ochenta y cinco personas, y los atentados contra la Embajada de Israel en Buenos Aires. Incluso después de que Israel se retiró oficialmente del sur de el Líbano en 2000, continúa chocando con Hezbolá. El conflicto periódico entre Hezbolá y las fuerzas israelíes se convirtió en una guerra de un mes en 2006, durante la cual Hezbolá lanzó miles de cohetes contra territorio israelí". La disuasión armada de Hezbolá parece ser un buen método preventivo para frenar nuevas ofensivas terrestres israelíes en el Líbano, eso tampoco garantiza la permanencia de una frágil "paz".




En julio del 2022, una investigación interna del Mossad, citada por The New York Times señala que Irán no estuvo vinculado con los atentados en la década de 1990 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y la embajada de Israel en Argentina, contradiciendo a Israel, Estados Unidos y Argentina de que Teherán tuvo un papel operativo sobre el terreno en los ataques. No obstante, el Mossad acusó, sin brindar pruebas, al Hezbolá de llevar a cabo los atentados a través de una unidad secreta, en venganza por las operaciones israelíes en su contra en el Líbano.

Hezbolá intervino con parte de sus milicias en apoyo del gobierno legítimo de Siria, dicen que a cambio de ese apoyo Damasco facilita la transferencia de armas de Irán a la milicia libanesa y que ello puede ser la razón de los frecuentes raids aéreos israelíes a territorio sirio.

La experiencia militar obtenida de los combates en la invasión yihadista a Siria -respaldada por EEUU/OTAN/Israel/Monarquías del Golfo- y décadas de enfrentamientos con Israel han hecho de Hezbolá una poderosa fuerza militar. Su presencia luchando contra organizaciones yihadistas sunníes viene desde 2013 y miles de sus combatientes van rotándose y ganando experiencia en una guerra irregular por sus características. Desde 2019 ha ido disminuyendo el número de tropas del Hezbolá en Siria tras el éxito militar del gobierno legítimo del presidente Assad en gran parte de la República Árabe Siria.

 

Tropas y armamento de Hezbolá (fotos de archivo)

El CSIS (think tank de EEUU) publicó un interesante artículo en octubre 2017, "The Lebanese Armed Forces, Hezbollah, and Military Legitimacy" (Las Fuerzas Armadas Libanesas, Hezbolá y la legitimidad militar). En resumen, sus conclusiones respecto al intento del Frente al Nusra y del Estado Islámico (ISIS), organizaciones terroristas (sunníes /wahabíes respaldadas por EEUU, Israel y  Monarquías del Golfo) para establecer bases de militantes en el Líbano (frontera sirio-libanés, región de Arsal) dice que Hezbolá puso en marcha un plan para desalojar a los militantes de Jabhat al-Nusra (JAN) de el Líbano de forma independiente a las Fuerzas Armadas Libanesas (LAF). Está por demás asegurar que la acción militar de Hezbolá fue tan eficaz que puso en tela de duda la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas Libanesas y del gobierno de el Líbano que ejecutaron una campaña contra ISIS/EI en el lado libanés de la frontera sirio-libanesa (agosto 2017), al mismo instante que Hezbolá y el Ejército Árabe Sirio realizaban sus propios operativos contra ISIS y al-Nusra en el lado sirio de la frontera. 

El "daño" al LAF es de otro tipo, la crítica internacional (y de ciertos círculos internos) es acusarles de colaborar con Hezbolá sobre el terreno ("servir" según el informe original en inglés). "Los Estados Unidos y el Reino Unido han declarado claramente que, como miembros de la coalición anti-ISIS liderada por los EE.UU., estaban dispuestos a ayudar a las Fuerzas Armadas de el Líbano, en caso de que el Líbano y las Fuerzas Armadas de el Líbano lo solicitaran". Pues nada, hemos sido testigos de ese tipo de "colaboración" estadounidense para "combatir" a grupos radicales sunníes en Siria e Irak... ¿"Colaboración"? o ¿cooperación con el enemigo?.

Para el CSIS, estadounidenses y británicos se sienten cómodos afirmando que la campaña se llevó a cabo exitosamente sin cooperación o coordinación entre las LAF y Hezbolá. "Las Fuerzas Armadas de el Líbano y los libaneses necesitan que países como Estados Unidos y otros donantes y socios mantengan el impulso actual de la asistencia militar, especialmente a medida que las Fuerzas Armadas de el Líbano se reorientan y establecen su misión después de derrotar a ISIS en el Líbano. Dentro de eso, hay formas prácticas para que Estados Unidos desempeñe un papel de apoyo crítico y para garantizar que las LAF dominen el campo de batalla. El gobierno de los Estados Unidos necesita validar y calificar cómo mantendrá niveles adecuados de asistencia militar a las Fuerzas Armadas de el Líbano... apoyar a las Fuerzas Armadas de el Líbano y al Gobierno de el Líbano son las únicas formas creíbles de dar forma a los resultados preferidos de los Estados Unidos en el Líbano". Sin comentarios. Injerencia extranjera sin duda, a eso súmele los miles de millones de dólares que ofrecía Arabia Saudí para modernizar el ejército libanés... a cambio de lo que es obvio.


Un soldado de Hezbolá junto a una lanzadera de misiles en las Granjas de Shebaa (frontera entre los Altos del Golán y el sur del Líbano (foto archivo)


El arsenal de Hezbolá

Según el famoso CSIS -Center for Strategic and International Studies- (think tank con sede en Washington, D.C.) en un informe publicado en julio de 2018, dice que el arsenal de Hezbolá estaba compuesto básicamente de pequeños cohetes de artillería no guiados (sin precisión), pero su gran número los convierte en efectivas armas. Fuentes israelíes afirman que Hezbolá tenía alrededor de 15.000 cohetes y misiles en vísperas de la Guerra del Líbano de 2006 y desde entonces esa fuerza de cohetes se ha ampliado, estimándose en 130.000 en 2018. En 2022 ese arsenal no solo que se incrementó en número sino que su sistema de precisión ha sido -en parte- modernizado con nuevas tecnologías aportadas por Irán.

Hezbolá recalca que su armamento (misiles) son una fuerza de disuasión y represalia contra Israel en caso de conflicto. El Secretario General de Hezbolá, Hassan Nasrallah, afirma desde hace mucho que "el propósito de nuestros cohetes es disuadir a Israel de atacar a civiles libaneses..." 

Precisamente es esa transferencia de armas más sofisticadas, de mayor alcance y precisión lo que estaría provocando los continuos ataques aéreos israelíes sobre bases compartidas de Hezbolá-Irán en territorio sirio. Tampoco es de extrañar que esa tecnología y conocimientos técnicos de misiles hayan sido transferidos a las fuerzas hutíes de Yemen; lo mismo puede decirse para  las fuerzas de movilización popular iraquíes y otras milicias chiíes. 

La siguiente es una compilación resumida del arsenal de misiles y cohetes de Hezbolá. Está limitado por la disponibilidad de información de fuentes públicas y no cubre ciertos temas como estrategias de cohetes, evolución o ubicaciones de almacenamiento. Este resumen se centra en el historial de adquisición, capacidad y uso de esta fuerza. (Actualización del CSIS, agosto 2021)


       Infograma del CSIS (agosto 2021)


Misiles de ataque terrestre y cohetes como: Cohetes 'Katyusha' de 107 y 122 mm - Fajr-1 / Cohetes chinos de 107 mm -  Fajr-3 y Fajr-5 - Cohetes tipo Uragan Raad-2 y Raad-3 / 220 mm - Khaibar-1 / M-302 / B-302 - Zelzal-1 y Zelzal-2 - Fateh-110 / M-600 - Scud-B/C/D

Misiles antibuque (ASM) 

Misiles antitanque (ATMs) como: RPG-29 Vampiro - Malyutka (OTAN: AT-3 Sagger) - Fagot (OTAN: AT-4 Spigot) - Konkurs (OTAN: AT-5 Spandrel) - Kornet-E (OTAN: AT-14 Spriggan)

Misiles antiaéreos (AAMs). La mayoría de los sistemas de misiles antiaéreos de Hezbolá ofrecen solo un área de protección relativamente pequeña. Sin embargo, obligan a los aviones israelíes a volar a mayores altitudes, reduciendo la capacidad de Israel para atacar con precisión objetivos terrestres. Oficiales militares han reiterado sus preocupaciones sobre la adquisición de defensas aéreas más sofisticadas de la Siria de Bashar al-Assad. Algunos ejemplos: Strela-2 (OTAN: SA-7 Grial) - Osa (OTAN: SA-8 Gecko) - Strela-3 (OTAN: SA-14 Gremlin) - Igla-1 (OTAN: SA-16 Gimlet) - Igla (OTAN: SA-18 Grouse) - Buk-M2 (OTAN: SA-17 Grizzly) - Pantsyr-S1 (OTAN: SA-22 Greyhound).


Hasta aquí hemos revisado y resumido prensa internacional (casi todos son medios occidentales detractores de Hezbolá), las fuentes de consulta en inglés están disponibles en las notas de  referencia. 

Recomendamos las FICHAS TÉCNICAS sobre Hezbolá. Haga click aquí.


Algunos ejemplares de libros en inglés sobre Hezbolá, desde 2012-2019

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Fuentes:

What Is Hezbollah?

What is Wilayat al-Faqih?

¿Es Hezbolá un proxy de Irán como afirman en Occidente?

El extraño caso del asesinato de Rafik Hariri. ¿Quién mismo lo mató?

Profile: Lebanon's Hezbollah movement

Joining Hezbollah

About Hezbollah

Missiles and Rockets of Hezbollah

The Lebanese Armed Forces, Hezbollah, and Military Legitimacy

Why Lebanon’s Iran-backed Hezbollah is unlikely to disarm voluntarily

What the rising power of Hezbollah means for the Middle East

‘Europa en het monster dat Hezbollah heet’ – Analyse door Brigitte Wielheesen

U.S. hits Hezbollah accountants in Lebanon with terrorism sanctions

Yellow Hands on the Blue Line: Hezbollah’s Military Deployment along the Border Area Increases the Risks of Escalation

26 agosto 2020

El extraño caso del asesinato de Rafik Hariri. ¿Quién mismo lo mató? (II)



Revelaciones sobre el asesinato de Rafik Hariri

por Thierry Meyssan
29 noviembre 2010
Red Voltaire

Mientras que la prensa comercial occidental anuncia la inminencia de una inculpación de los dirigentes del Hezbollah por el Tribunal Especial para el Líbano de la ONU, la revista rusa Odnako puso en tela de juicio la investigación realizada por las Naciones Unidas. Según el periodista francés Thierry Meyssan, el ex Primer ministro libanés Rafiq Hariri fue asesinado con un nuevo tipo de arma, arma proporcionada a los asesinos por Alemania. El ex fiscal alemán encargado y responsable de llevar a cabo la investigación de la ONU, es decir el Sr. Detlev Mehlis, habría falsificado una pista y diversos indicios para ocultar la responsabilidad de su país. Estas revelaciones comprometen al Tribunal y permiten que al fin se vaya esclareciendo la verdad.




Los múltiples conflictos que agitan el Medio Oriente se cristalizan actualmente alrededor del Tribunal Especial para el Líbano. La paz y la guerra dependen de ese tribunal. Unos piensan que debe permitir el desmantelamiento del Hezbollah, someter a la Resistencia e instaurar la Pax Americana. Otros estiman que está pisoteando el derecho para garantizar el triunfo de un nuevo orden colonial en la región.

El Tribunal Especial para el Líbano fue creado, el 30 de mayo de 2007, en virtud de la Resolución 1757 del Consejo de Seguridad de la ONU para juzgar a los que supuestamente ordenaron el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri. En el contexto de aquella época eso significaba nada más y nada menos que juzgar a los presidentes en ejercicio de Siria y del Líbano, respectivamente Bachar el-Assad y Emile Lahoud, odiados por los neoconservadores. 

Pero resultó que aquella pista no reposaba en elementos concretos y que había sido fabricada mediante testigos falsos. Al no tener a quién juzgar, el Tribunal Especial para el Líbano hubiese podido desaparecer en el limbo de la burocracia cuando un incidente digno de una obra de teatro lo convirtió nuevamente en centro de los conflictos políticos regionales. El 23 de mayo de 2009, el periodista atlantista Erich Follath reveló en el sitio web Spiegel Online que el fiscal que se estaba preparando para inculpar a un nuevo grupo de sospechosos: varios dirigentes del ala militar del Hezbollah. Hace 18 meses que el secretario general del Hezbollah, Hassan Nasrallah, viene proclamando la inocencia de ese movimiento. Nasrallah afirma que el objetivo de la acusación no es otro que decapitar la Resistencia para dejar la región en manos del ejército israelí. Por su parte, la administración estadounidense adopta de pronto poses de defensora del derecho y afirma que nadie puede sustraerse a la Justicia internacional.

En todo caso, la acusación formal –que todos creen ya inminente– contra los líderes chiítas por el asesinato de un líder sunnita es capaz de provocar la fitna, o sea la guerra civil musulmana, lo cual sumiría nuevamente la región en una sangrienta confusión.

De visita oficial en Moscú, el 15 y el 16 de noviembre, Saad Hariri –actual primer ministro del Líbano e hijo del difunto Rafik Hariri– repitió que la politización del Tribunal Especial para el Líbano puede provocar un nuevo conflicto en su país. El presidente ruso Medvedev le respondió que Rusia desea que se imponga la justicia y que condena todo esfuerzo tendiente a desacreditar, debilitar o retrasar el trabajo del tribunal. Esta posición de principio se basa en la confianza que el Kremlin deposita a priori en el Tribunal Especial para el Líbano, confianza que seguramente se resquebrajará ante las revelaciones publicadas en Odnako.


El presente artículo se publicó originalmente en la Revista Odnako, Rusia, 29 noviembre 2010

Quisimos, en efecto, pasar en revista los detalles del asesinato de Rafik Hariri. Y los elementos que hemos descubierto señalan una nueva pista, ante la cual cabe preguntarse por qué nunca se ha explorado en ese sentido. Durante nuestra larga investigación nos reunimos con numerosos protagonistas, sin duda demasiados, al extremo que se ha sabido que estábamos investigando, lo cual ha sembrado inquietud entre quienes favorecen la pista que supuestamente conduce a la Resistencia libanesa. En un esfuerzo tendiente a intimidarnos, el Jerusalem Post lanzó el 18 de octubre (2010) un ataque preventivo, bajo la forma de un largo artículo dedicado a nuestro trabajo. De manera puramente difamatoria, dicho artículo acusa al autor de este trabajo de haber recibido de Irán un millón de dólares como pago por exonerar al Hezbollah.

Pasemos ahora a los hechos

La caravana de Rafik Hariri fue atacada en Beirut el 14 de febrero de 2005. El atentado dejó un saldo de 23 muertos y un centenar de heridos. Un informe preliminar del Consejo de Seguridad de la ONU subraya las reacciones poco profesionales de los policías y magistrados libaneses. Para remediar lo anterior, el Consejo de Seguridad comisiona entonces a sus propios investigadores, a los que proporciona importantes recursos que el Líbano no posee. Desde el principio de dichas investigaciones se da por sentado que el atentado era obra de un kamikaze que conducía una camioneta abarrotada de explosivos.

Ya que la comisión de la ONU había sido creada para aportar el profesionalismo del que carecían los libaneses, era de esperar que dicha comisión siguiera escrupulosamente los procedimientos clásicos de la criminalística. Pero no fue así. El análisis de la escena del crimen, sobre la base de su topografía –que se mantiene intacta– y de las fotos y videos de aquel día, no se hizo detalladamente. Las víctimas no fueron exhumadas ni se realizaron autopsias. Durante mucho tiempo nada se hizo para confirmar el modus operandi. Después de descartar la hipótesis de una bomba previamente enterrada en el lugar de los hechos, los investigadores dieron como cierta la versión de la camioneta, sin verificarla.




Se trata, sin embargo, de una versión inadmisible. Cualquier observador puede notar, en el lugar del crimen, la existencia de un profundo y amplio cráter que no puede ser resultado de una explosión superficial. Ante la insistencia de los expertos suizos, que se niegan a validar la versión oficial, el Tribunal Especial para el Líbano procedió a reconstruir los hechos, a puertas cerradas, el pasado 19 de octubre. La reconstrucción no se hizo en el Líbano, ni siquiera en Holanda, donde tiene su sede el Tribunal Especial para el Líbano, sino en Francia, uno de los Estados que más aporta al financiamiento del Tribunal. Allí se construyeron edificaciones similares a las de la escena del crimen e incluso se llevó tierra de Beirut. Se conformó una caravana similar (a la que acompañaba a Rafik Hariri), incluyendo un automóvil blindado. Se trataba de demostrar que la altura de los inmuebles de concreto había creado un efecto de confinamiento en el momento de la explosión, de manera tal que la onda expansiva había podido provocar el cráter. Los resultados de ese costoso experimento no se han dado ha conocer.




Lo primero que se nota en las fotos y videos tomados inmediatamente después del atentado es el incendio. Autos en llamas y todo tipo de objetos incendiados se ven por todas partes. Se puede ver que los cuerpos de las víctimas están carbonizados por un lado e intactos por el otro. Esto es muy sorprendente y no tiene nada que ver con los efectos de los explosivos clásicos. La teoría sobre la existencia en la camioneta de una mezcla de RDX, PETN y TNT no explica ese tipo de daños.

Si se analizan con detenimiento las fotos del cadáver de Rafik Hariri, se notan detalles extraños: su lujoso reloj de pulsera de oro macizo se ha fundido sobre la muñeca del cadáver, pero el delicado tejido del cuello de su fina camisa permanece intacto alrededor del cuello del cadáver.

¿Qué fue lo que pasó?

La explosión produjo una oleada de calor excepcionalmente intenso y de una duración excepcionalmente breve. Como resultado, la parte del cuerpo directamente expuesta a esa oleada de calor quedó instantáneamente carbonizada mientras que el otro lado del cuerpo no se quemó.

Los objetos de gran densidad –como el reloj de oro– absorbieron ese calor y fueron destruidos. Por el contrario, los objetos poco densos –como el fino tejido del cuello de la camisa– no tuvieron tiempo de absorber el calor y, por lo tanto, no se dañaron.


El cuerpo de Rafik Hariri.

En los videos se puede ver también que miembros de algunos cadáveres fueron seccionados por la explosión. Extrañamente, los cortes son limpios, como si se tratara de estatuas calcáreas. No se ven huesos rotos ni huesos sobresaliendo de los cuerpos, ni carnes arrancadas. Esto se debe a que la explosión absorbió el oxígeno y deshidrató los cuerpos, haciéndolos friables. Durante las siguientes horas, varios testigos presentes cerca del atentado presentaron, en efecto, problemas respiratorios. Erróneamente, las autoridades interpretaron ese trastorno como un efecto somático del trauma sicológico sufrido.

Estas observaciones son la parte más elemental de cualquier investigación criminalística. Aunque los investigadores tenían que haber empezado por ahí, esos datos no figuran en los informes de los «profesionales» investigadores del Consejo de Seguridad de la ONU.

Cuando preguntamos a varios especialistas militares qué explosivos podían provocar ese tipo de daños, mencionaron un nuevo tipo de arma que ha sido objeto de investigaciones desde hace algunas décadas y de informes publicados en revistas científicas. La combinación de conocimientos nucleares y nanotecnológicos ha permitido crear un tipo de explosión cuya intensidad se puede controlar con precisión. Se programa el arma para que destruya todo lo que se encuentre dentro de un perímetro determinado, calculado con una precisión de centímetros.

Según esos mismos especialistas militares, esa arma provoca también daños de otro tipo: ejerce una fuerte presión sobre la zona de la explosión. Cuando termina esa presión, los objetos más pesados resultan proyectados hacia arriba. Así fue que varios autos se elevaron por los aires.

Existe un detalle que no deja espacio a la equivocación: esa arma utiliza una nanocantidad de uranio enriquecido cuyas radiaciones pueden ser detectadas. Uno de los pasajeros que viajaban en el auto blindado de Rafik Hariri sobrevivió a la explosión. El ex ministro Bassel Fleyhan fue trasladado a un prestigioso hospital militar francés, donde los médicos comprobaron con asombro que el herido había estado en contacto con uranio enriquecido. Nadie relacionó aquello con el atentado.

El arma descrita toma técnicamente la forma de un pequeño misil de varias decenas de centímetros de largo y debe dispararse desde un avión sin piloto. Varios testigos aseguraron, en efecto, haber oído una aeronave sobrevolar el lugar del crimen. Es por ello que los investigadores solicitaron a Estados Unidos y a Israel, que disponen de satélites de observación posicionados permanentemente sobre la región, la entrega de las vistas que tienen en su poder. Estados Unidos incluso había desplegado aquel día varios aviones AWACS sobre el Líbano. Aquellos registros debían permitir que se verificara la presencia de un avión sin piloto y quizás permitirían incluso seguir su trayectoria. Pero Washington y Tel Aviv, que constantemente exigen que todo el mundo coopere con el Tribunal Especial para el Líbano, se negaron a aportar las imágenes.


El Hezbollah interceptó y publicó videos de los aviones israelíes sin piloto que realizaban misiones destinadas a determinar los hábitos de Rafik Hariri y a explorar el lugar del crimen.

El pasado 10 de agosto (2010), durante una conferencia de prensa, Hassan Nasrallah proyectó videos captados, según él, por aviones israelíes sin piloto e interceptados por su organización. Afirmó que esos aparatos habían observado durante meses los movimientos de Rafik Hariri, antes de concentrar su vigilancia en la curva donde finalmente tuvo lugar el atentado. O sea, al parecer Tel Aviv realizó misiones de observación y reconocimiento antes del asesinato. Lo cual, como subraya el propio Nasrallah, no quiere decir que lo haya perpetrado.

¿Quién disparó el misil?

Aquí es donde las cosas se complican. Según los expertos militares, en 2005 solo Alemania había logrado controlar esa nueva tecnología. Por lo tanto, tendría que haber sido Berlín quien proporcionó y programó el arma del crimen.

Lo anterior permite entender mejor por qué el ex fiscal alemán Detlev Mehlis –magistrado muy controvertido entre sus colegas– puso tanto empeño en presidir la Comisión Investigadora de la ONU. Es de sobra conocido que Mehlis está vinculado a los servicios secretos alemanes y estadounidenses. En 1986, cuando estuvo a cargo de la investigación del atentado cometido en Berlín contra la discoteca La Belle, Mehlis no tuvo reparos en esconder la implicación de Israel y Estados Unidos y en levantar falsas acusaciones contra Libia, justificando así el bombardeo de la fuerza aérea de Estados Unidos contra la residencia de Muamar el-Khadafi. A principios de los años 2000, el señor Mehlis fue generosamente remunerado como investigador, tanto por el Washington Institute for Near East Policy (el tanque pensante del grupo de presión proisraelí AIPAC) como por la Rand Corporation (el tanque pensante del complejo militaro-industrial estadounidense). Todos estos antecedentes hacen dudar de la imparcialidad de Mehlis en el caso Hariri y deberían haber bastado para que no se le confiara esa investigación.

Mehlis tenía como asistente al comisario Gehrard Lehmann, otro conocido agente de los servicios secretos de Alemania y Estados Unidos. Un testigo reconoció oficialmente a Lehmann como participante en el programa de secuestros, encarcelamientos y torturas aplicado en Europa por la administración Bush. El nombre de Lehmann aparece en el informe ad hoc del Consejo de Europa. Sin embargo, Lehmann logró escapar a toda acción judicial gracias a la coartada, tan sólida como poco creíble, que le proporcionaron sus colegas de la policía alemana.

Mehlis y Lehmann promovieron la teoría del kamikaze y de la camioneta abarrotada de explosivos para evitar toda investigación sobre el arma alemana utilizada para cometer el crimen.

Se recogieron muestras de tierra de la escena del crimen. Después de mezclarlas, esas muestras se dividieron en tres recipientes que fueron enviados a tres laboratorios diferentes. Los dos primeros análisis no mostraron restos de explosivos. Mehlis y Lehmann recuperaron el tercer recipiente, que llegó, a través de ellos, al tercer laboratorio. Este último encontró los restos de explosivos que buscaban. En principio, cuando se recurre a tres expertos es porque, en caso de desacuerdo entre ellos, se adoptará la opinión mayoritaria. ¡Nada de eso! Mehlis y Lehmann violaron los protocolos. Estimaron que el único recipiente confiable era el de ellos y llevaron al Consejo de Seguridad de la ONU hacia una pista falsa.

El carácter profundamente deshonesto de las investigaciones del duo Mehlis-Lehmann ni siquiera exige demostración. Sus sucesores lo han reconocido, a medias, y han anulado partes completas de la investigación que hicieron.

La más célebre de las manipulaciones que realizaron Mehlis y Lehmann es la de los falsos testigos. Cinco individuos pretendieron haber sido testigos de la preparación del atentado y acusaron a los presidentes Bachar el-Assad y Emile Lahoud. Cuando aquellas acusaciones empezaron a calentar la olla de la guerra, los abogados demostraron que estaban mintiendo y las acusaciones se desinflaron.


El presidente de la Comisión Investigadora de la ONU, Detlev Mehlis, violó las normas de procedimiento penal, fabricó pruebas falsas y utilizó testimonios falsos para exonerar a Alemania y acusar a Siria. En nombre de la ONU, el fiscal alemán Detlev Mehlis acusó a los presidentes del Líbano, Emile Lahoud, y de Siria, Bachar al-Assad, de haber ordenado el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri. La investigación de Mehlis se basaba en testimonios falsos que, al ser desmentidos, lo obligaron a dimitir.


Basándose en los falsos testimonios, Detlev Mehlis arrestó, en nombre de la comunidad internacional, a cuatro generales libaneses y los mantuvo en prisión durante 4 años. Al irrumpir con sus cowboys en el domicilio de cada uno de aquellos militares libaneses, sin mandato legal de la justicia libanesa, interrogó también a los miembros de sus familias. Acompañado de sus asistentes, que se comunican entre sí en hebreo, Mehlis trató de manipular a las familias. Al hacerlo, también en nombre de la comunidad internacional, presentó fotos trucadas a la esposa de uno de los generales para convencerla no solo de que su marido le ocultaba su implicación en el asesinato sino también de que tenía una amante. Simultáneamente, trató de hacer lo mismo con el hijo del «sospechoso» para hacerle creer que su propia madre era una mujer fácil y que su padre, desesperado, se había sumido en una especia de locura asesina. El objetivo era provocar un crimen de honor en el seno de la familia y manchar así la imagen de personas respetables y respetadas.

Más inconcebible aún, Lehmann le propuso a uno de los cuatro generales encarcelados ponerlo en libertad si aceptaba levantar un falso testimonio contra un dirigente sirio.

Por otro lado, un periodista alemán, Jurgen Cain Kulbel, señaló un detalle perturbador: era imposible provocar la explosión por control remoto o utilizar un sistema de guía sobre el blanco sin desactivar el poderoso sistema de contramedidas electrónicas del que disponía la caravana de Rafik Hariri. Uno de los sistemas más sofisticados del mundo, fabricado… en Israel.

El profesor Dudin, conocido como militante propalestino, se había puesto en contacto con Kulbel con el pretexto de promover la venta del libro de este periodista alemán. Pero lo que en realidad hizo Dudin fue dedicarse a hacer declaraciones descabelladas para sabotear el libro. Kulbel, ex oficial de la policial criminalística de la antigua RDA, no tardó en descubrir que Dudin era conocido desde hacía tiempo como agente de la CIA infiltrado en la izquierda alemana. Kulbel publicó entonces antiguos informes de la RDA que así lo demostraban, por lo que fue condenado por divulgación ilegal de documentos y brevemente encarcelado, mientras que Dudin se instalaba en la embajada de Alemania en Beirut y trataba de infiltrarse en las familias de los cuatro generales.

Es necesario subrayar el papel de Alemania en el Medio Oriente, que hasta ahora había pasado inadvertido. La canciller Angela Merkel envió un importante contingente para participar en la Fuerza Interina de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL), después de la guerra que Israel desató contra el país del cedro, durante el verano de 2006. Los 2.400 soldados alemanes controlan el dispositivo marítimo para impedir que la Resistencia reciba armas a través del Mediterráneo. La señora Merkel declaró entonces que la misión del ejército alemán era defender Israel. Sus palabras provocaron una reacción de protesta entre los oficiales. Cientos de ellos le escribieron recordándole que se habían enrolado para defender su propia patria, no un Estado extranjero, así sea un Estado aliado.

En un hecho sin precedentes, el 17 de marzo de 2008 –en Jerusalén– y el 18 de enero de 2010 –en Berlín– los gobiernos de Alemania e Israel realizaron un consejo de ministros conjunto. Adoptaron entonces diversas medidas, esencialmente en cuestiones de defensa. En la actual situación, no existen ya muchos secretos entre las fuerzas armadas de Israel y de Alemania.

La investigación de Detlev Mehlis no sólo se cubrió de ridículo por causa de los falsos testigos, sino que también se sumió en la ilegalidad, debido al arresto de los cuatro generales libaneses. Al extremo que el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias del Consejo de Derechos Humanos de la ONU condenó firmemente aquel abuso de poder.

El descrédito que ha caído sobre el trabajo de Mehlis no debe manchar al Tribunal Especial para el Líbano, que no es en lo absoluto responsable de sus maniobras. En este punto, sin embargo, las cosas vuelven a complicarse. La credibilidad del Tribunal Especial para el Líbano depende de su capacidad para castigar, en primer lugar, a todos los que han tratado de esconder la verdad y de levantar falsas acusaciones contra los presidentes Bachar el-Assad y Emile Lahoud con intenciones de provocar una guerra. Pero el Tribunal se niega a juzgar a los falsos testigos, dando así la impresión de que está cubriendo las manipulaciones del periodo de Mehlis y de que persigue objetivos políticos similares (ahora contra el Hezbollah, y quizás contra otros en el futuro). Peor aún, el Tribunal Especial para el Líbano se niega a entregar a Jamil Sayyed (uno de los cuatro generales ilegalmente encarcelados) las actas de las audiencias de las personas que lo acusaron, impidiéndole así exigir reparaciones y dando la impresión de querer justificar cuatro años de detención arbitraria.

Dicho de forma más prosaica, el Tribunal Especial para el Líbano está rehuyendo sus responsabilidades. Por un lado, el Tribunal está en la obligación de juzgar a los testigos falsos para así evitar nuevas manipulaciones y demostrar su propia imparcialidad pero, por otro lado, no quiere lanzarse en una operación «manos limpias» que lo obligaría probablemente a arrestar al fiscal Detlev Mehlis. Esa estrategia se hace, sin embargo, insostenible debido a las revelaciones de Odnako sobre la pista alemana. Sobre todo cuando ya es, por demás, demasiado tarde en la medida en que el general libanés Jamil Sayyed presentó una denuncia en Siria y un juez de instrucción ya inculpó al fiscal Detlev Mehlis, al comisario Gerhard Lehemann y a los cinco falsos testigos. Es de imaginar la confusión que ha de instaurarse en el Tribunal Especial para el Líbano si Siria recurre a Interpol para que arreste a esos personajes.

Si se supone que la comisión Mehlis debía aportar el profesionalismo del que carecían las fuerzas del orden libanesas, el Tribunal Especial sobre el Líbano debería aportar la imparcialidad que pudiera faltar en el seno de las jurisdicciones libanesas. Pero está lejos de haberlo hecho, lo cual plantea una seria interrogante en cuanto a la legitimidad de esa institución.

Kofi Annan no quería que el Tribunal Especial para el Líbano fuera una jurisdicción internacional, sino que fuera un tribunal nacional libanés con carácter internacional, regido por el derecho libanés y conformado, en un 50%, por jueces internacionales. Pero eso no fue posible porque la negociación sufrió un brusco cambio de dirección. Mejor dicho, se llegó a un acuerdo con el gobierno libanés de aquel entonces, dirigido por el primer ministro Fouad Siniora, el antiguo apoderado de las empresas Hariri, acuerdo que no fue sin embargo ratificado ni por el parlamento libanés ni por el presidente de la República. Resultó entonces que aquel acuerdo fue avalado unilateralmente por el Consejo de Seguridad de la ONU (Resolución 1757 del 30 de mayo de 2007). El Tribunal Especial para el Líbano es, por lo tanto, una entidad híbrida y frágil.

Como ha señalado Kofi Annan, ese tribunal no es comparable con ningún otro de los tribunales que las Naciones Unidas habían creado hasta ahora, «No es un órgano subsidiario de la ONU, ni un elemento del aparato judicial libanés», se trata únicamente de «un órgano resultante de un convenio» entre el ejecutivo de las Naciones Unidas y el gobierno libanés. Si tomamos como referente la exigencia internacional de que debe existir una separación de poderes y de que la Justicia debe gozar de independencia con respecto al poder ejecutivo, no se puede considerar al Tribunal Especial para el Líbano como un verdadero tribunal sino únicamente como una comisión disciplinaria conjunta de los ejecutivos líbano-onusianos. Cualesquiera que sean sus decisiones, estarán sujetas a la sospecha.

Peor aún, cualquier gobierno libanés puede ponerle fin en cualquier momento ya que, como nunca fue ratificado, el acuerdo (que creó el Tribunal Especial para el Líbano) compromete únicamente al antiguo gobierno. Como resultado de ello, el actual gobierno libanés de coalición nacional se ha convertido en un campo de batalla entre partidarios y adversarios del tribunal. Para tratar de preservar la estabilidad del gobierno, el (actual) presidente de la República, Michel Sleimane (NdelE. Recordemos que el artículo corresponde a 2010), tiene que convencer semanalmente al Consejo de ministros para que los temas vinculados con el Tribunal Especial no se sometan a voto. Esa barrera no se puede mantener eternamente.

Como las malas noticias nunca vienen solas, las sospechas recaen ahora sobre el presidente del Tribunal Especial para el Líbano, Antonio Cassese. Este reconocido especialista en derecho internacional fue presidente del Tribunal Penal para la ex Yugoslavia. Pero resulta que el señor Cassese es un ferviente partidario de la colonización judía en Palestina. Amigo personal de Elie Wiesel, Cassese incluso recibió y aceptó un premio honorífico de manos de Wiesel. Cassese tenía por lo tanto que haberse declarado incompetente y haber presentado su renuncia cuando Hassan Nasrallah reveló que aviones israelíes sin piloto habían estado vigilando durante meses los desplazamientos habituales de la víctima y realizando misiones de reconocimiento sobre el lugar del crimen.


Según el presidente del Tribunal Especial para el Líbano, Antonio Cassese, la Resistencia armada en Palestina, Líbano, Irak y Afganistán debe ser sometida a juicio por «terrorismo». Nota del Editos del blog: Antonio Cassese falleció el 21 de octubre del 2011, en Florencia - Italia, tras una larga enfermedad, había dejado su puesto en el Tribunal Especial para el Líbano el 9 de octubre, fue reemplazado por David Baragwanath (Nueva Zelanda), quien estuvo en funciones hasta el 28 de febrero de 2015. Baragwanath fue sustituido por la magistrada checa Ivana Hrdličková, a  su vez en el cargo hasta el 1 septiembre 2019 (fue nombrada jueza del tribunal en 2012), la jurista calificó al Tribunal como un órgano híbrido. El juez libanés Ralph Riachi fue vicepresidente del STL hasta el 1 de septiembre de 2019. El magistrado australiano David Re preside el Tribunal hasta la fecha de la sentencia (agosto 2020), previamente se entabló en disputas de competencia con su antecesora (Hrdličková) y otros juristas de la Sala de Apelaciones. Como vemos, por el Tribunal han pasado diferentes jueces y presidentes durante el tramite del proceso. Se debe destacar que el juez suizo, Robert Roth, dimitió de su cargo en septiembre de 2013, argumentando la falta de independencia del Tribunal Especial para el Líbano, ya que expresó ha sucumbido a múltiples presiones políticas. 

Más grave aún, el juez Cassese representa una concepción del derecho internacional que está dividiendo el Medio Oriente. Aunque fue algo que eliminó de su curriculum, Cassese participó en 2005 en las negociaciones entre los Estados miembros de la Unión Europea y los Estados del Mediterráneo (el llamado «Proceso de Barcelona»). Su definición del terrorismo provocó entonces que se bloquearan las discusiones. Según Cassese, el terrorismo es única y exclusivamente una cuestión de individuos o de grupos privados, nunca de Estados. Ello implica que la lucha contra un ejército de ocupación no puede considerarse «resistencia» sino «terrorismo». En el contexto local, esa posición jurídica tiene un matiz colonial y descalifica al Tribunal Especial para el Líbano.

Los métodos del Tribunal Especial no difieren de los que utilizó la Comisión Mehlis. Sus investigadores se han apoderado de enormes ficheros: sobre los estudiantes libaneses, los beneficiarios de la Seguridad Social, los clientes de la empresa Electricité du Liban y del Office des Eaux (La empresa libanesa de distribución de agua. NdT.). El 27 de octubre incluso trataron, sin que estuviera presente ningún funcionario libanés, de apoderarse por la fuerza de los expedientes médicos de una clínica ginecológica a la asisten las esposas de miembros del Hezbollah. Es evidente que esas investigaciones nada tienen que ver con el asesinato de Rafik Hariri. Para los libaneses, todo indica que esas informaciones están destinadas a Israel, por lo que consideran que el Tribunal Especial para el Líbano no es más que un simple instrumento de Israel.

En 2007, anticipando perfectamente todos estos problemas, el entonces presidente ruso Vladimir Putin propuso una redacción diferente de la resolución que instituía el Tribunal Especial para el Líbano. El embajador ruso Vitaly Churkin había denunciado las «lagunas jurídicas» del sistema. Expresó su indignación por el hecho de que el Consejo de Seguridad de la ONU amenazara con recurrir a la fuerza (Capítulo VII) para crear unilateralmente este «órgano convencional» (es decir, supuestamente resultado de un convenio). Subrayó entonces que el Tribunal debía trabajar en pro de la reconciliación entre los libaneses, pero que estaba concebido de manera tal que acentuaría aún más las oposiciones. Finalmente, Rusia –al igual que China– se negó a aprobar la Resolución 1757.

En definitiva, la verdad va emergiendo poco a poco. Los videos captados por los aviones israelíes sin piloto, interceptados y dados a conocer públicamente por el Hezbollah, muestran una preparación del crimen por parte de Israel. Los hechos que ha revelado Odnako muestran el uso un arma alemana altamente sofisticada. El rompecabezas está casi completo.


Thierry Meyssan
Fuente
Оdnako (Rusia)
Este artículo se publicó inicialmente en el número de Odnako correspondiente al 29 de noviembre de 2010.



ANEXO 

Texto de la sentencia en PDF (inglés)



Otras referencias de valor jurídico:

La defensa argumenta que el STL se estableció ilegalmente.

El juez David Re advertido contra más litigios, procede con más litigios.

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