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21 enero 2024

Israel-Sudáfrica y el legado del Apartheid: Bombas nucleares

 



por Tito Andino U.

Recopilación de diversas fuentes 


Tras el deceso de Nelson Mandela, ni los propios africanos "derramaron" tantas lágrimas como ciertos personajes de la política Occidental que deseaban ocultar un pasado reciente en que calificaban a los independentistas antiapartheid sudafricanos de "terribles terroristas". Por todo el mundo se escuchó de la prensa y políticos su pesar por el fallecimiento de Mandela. Como dicen algunos, "un ruidoso duelo es una forma de tratar de compensar hoy la práctica de la ideología colonial que tanto han defendido y los crímenes a los que dio lugar". (Thierry Meyssan)

Recordatorio de que no se puede justificar en la historia de Sudáfricabajo ningún concepto, el apartheid del hombre blanco contra las mayorías nativas; no puede ponerse como excusa, ni priorizar la colonización de los bóers aduciendo que aquel era un territorio hostil por naturaleza poblado por tribus "salvajes". La Sudáfrica del presente no oculta el pasado reciente del régimen del apartheid, al fin y al cabo es el legado que dejaron los bóers. Hay un trasfondo más lejano, no solo fue el fruto de los colonos que tomaron posesión de esas tierras, fue la consecuencia de un metódico esfuerzo colonial europeo que intentó convertir a la Sudáfrica del apartheid del siglo XX en una potencia nuclear comandada por Israel.

Resultó incomprensible que en medio de aquella ola de homenajes nadie mencionara el hecho que aún subsiste en nuestros días un Estado racista, históricamente basado -al igual que la Sudáfrica del apartheid- en la visión del mundo de Cecil Rhodes.

Hace alrededor de medio siglo Sudáfrica e Israel eran dos regímenes coloniales que compartían lo que se denomina APARTHEID. Los primeros lograron superar esa oprobiosa etapa, los segundos lo reviven constantemente, la colonización de territorios palestinos continúa, así como la segregación racial y la discriminación son latentes. El genocidio del pueblo palestino tiene "justificación": la guerra contra el "terror", una ya caduca doctrina que pese a su ambigüedad sigue utilizándose en la política exterior de los Estados Unidos y asociados.

Entre los años 70 y 90 del siglo XX Pretoria y Tel Aviv mantuvieron relaciones estratégicas, manejaron proyectos políticos coloniales, compartieron información y material para el desarrollo armamentístico.


Hoy, el régimen del apartheid israelí reniega de Sudáfrica, su ex socio que abolió esas viejas políticas del apartheid y alejó del poder a los supremacistas blancos, ex socios de Israel


Nelson Mandela

 

De ironía histórica se ha calificado el hecho de que Sudáfrica, víctima del apartheid, que un día recibía el apoyo sionista al colonialismo blanco, hoy lidere las denuncias contra Israel en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por actos genocidas. El Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela, principal bastión en la lucha anticolonial, estableció su apoyo incondicional a la lucha por la liberación palestina. Mandela señaló: “Nuestra libertad está incompleta sin la libertad de los palestinos”.

Ahora, ante la Corte Internacional de Justicia, Israel recusó a Sudáfrica de “distorsionar” la guerra en Gaza, dice que los argumentos de Sudáfrica “apenas se distinguen de la retórica de Hamás” y que la imposición de medidas cautelares para detener sus ofensivas solo beneficia a los terroristas. Además Israel dedicó tiempo para atacar el "pasado genocida" de Turquía que apoya la denuncia de Sudáfrica.




El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu critica a Sudáfrica, expresa que la lucha contra el genocidio es de Israel contra Hamás (refiriéndose a los actos de octubre del 2023). El Ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, acusa a Sudáfrica, en especial al equipo legal en la Corte de “simpatizar con Hamás”. Entre otros políticos, Avigdor Lieberman, líder de un partido ultranacionalista israelí amenazó a Sudáfrica por apoyar a Palestina, etc.

En el exterior, Alemania dijo que intervendrá en La Haya en favor del derecho de Israel a defenderse y hasta para proporcionarle armas para su defensa. Gran Bretaña ofrece su solidaridad a Israel enviando buques y aviones espía con el objetivo de "proporcionar apoyo táctico a Israel" y declara que la demanda de Sudáfrica es totalmente injustificada y errónea, "el gobierno británico apoya el claro derecho de Israel a defenderse". El primer ministro, Rishi Sunak, visitó Israel y expresó su apoyo al asedio y al bombardeo de Gaza. Por su lado, Estados Unidos acusó a Sudáfrica de entregar armas a Rusia durante la guerra en Ucrania... en fin. 

 

II

Historia

Dos regímenes del apartheid: Israel  y Sudáfrica tras la bomba nuclear

 

Reunión del 11 de abril de 1975 en la residencia del primer ministro de Israel en Jerusalén. Desde la izquierda: Eschel Roodie, director sudafricano de Propaganda; Yitzhak Rabin, primer ministro de Israel; Henrik van den Bergh, director de los servicios secretos sudafricanos, y Shimon Peres, ministro de Defensa de Israel.


Recordemos que Sudáfrica ocupó Namibia (ex colonia alemana conocida como África del Sudoeste Alemana) donde tuvo lugar el primer genocidio del siglo XX. Alemania perdió la Gran Guerra y sus colonias, la Sociedad de Naciones mediante mandato dispuso que Namibia sea administrada temporalmente por Sudáfrica. Posteriormente la ONU y la Corte Internacional de Justicia se pronunciaron por la continua e ilegal ocupación sudafricana. 

El apartheid no se impuso solo en Sudáfrica también la llevaron a Namibia, la segregación racial operaba a toda máquina. Lo que es más grave, Sudáfrica se aprovechó de la posición geográfica de Namibia para atacar otros países, Angola es el más claro ejemplo. En 1975 de la ocupada Namibia partieron las tropas y tanques del apartheid que ingresaron en Angola, el gobierno angoleño solicitó ayuda a las tropas cubanas y material de guerra soviético, desatándose grandes batallas estratégicas que desgastó e inmovilizó a las tropas del apartheid hasta que plantearon la negociación que pondría fin a la aventura imperialista y racista de Sudáfrica en el continente. Pasaron muchos años de guerra y de presión internacional para que el régimen del apartheid conviniera abandonar Angola y Namibia. En 1989 se dio la transición a  la independencia de Namibia.

Tras bastidores ya se susurraba un gran problema, lo recuerda un tal Fidel Castro Ruz:

 

"Los racistas sudafricanos poseían, según nuestros cálculos, entre 10 y 12 armas nucleares. Habían realizado pruebas incluso en los mares o en las áreas congeladas del Sur. El presidente Ronald Reagan lo había autorizado, y entre los equipos entregados por Israel estaba el dispositivo necesario para hacer estallar la carga nuclear. Nuestra respuesta fue organizar el personal en grupos de combate de no más de mil hombres, que debían marchar de noche en una amplia extensión de terreno y dotados de carros de combate antiaéreo. Las armas nucleares de Sudáfrica, según informes fidedignos, no podían ser cargadas por aviones Mirage, necesitaban bombarderos pesados tipo Canberra. Pero en cualquier caso la defensa antiaérea de nuestras fuerzas disponía de numerosos tipos de cohetes que podían golpear y destruir objetivos aéreos incluso a decenas de kilómetros de nuestras tropas".



La foto corresponde al armazón básico de la bomba atómica diseñada por Sudáfrica. Antes de cancelar el proyecto en 1989, se estaba armando la séptima. Las seis bombas eran aún aparatosas y "primitivas" de fisión de uranio por disparo ("tipo Hiroshima", con menos de la mitad de potencia que Hiroshima: unos seis kilotones). Las pesadas carcasas eran de las bombas de aviación que podría haber sido suficiente para llegar a sus blancos, les fue imposible diseñar un misil. Además, Sudáfrica carecía de bombarderos capaces de cargarlas a ninguna distancia razonable, solo habrían podido ser lanzadas desde aviones de transporte, un blanco "fácil" ante una decente defensa aérea. (Quora)

La carrera nuclear de Sudáfrica data de 1969, en las instalaciones de Pelindaba y Valindaba. El proyecto -por supuesto- era secreto (luego se adujo que conllevaba fines pacíficos) y solamente fue conocido tras la denuncia de varios países alertando que Sudáfrica estaba enriqueciendo uranio mediante el desarrollo del proceso Helikon de separación y enriquecimiento del uranio hacia uranio-235 de grado militar. 

Nota: Un primer reactor de investigación SAFARI-1 fue entregado por EEUU, construido e inaugurado en 1965. Desde entonces funciona con una potencia de hasta 20 MW. El uranio enriquecido para su uso en el reactor fue suministrado inicialmente por Estados Unidos y ha estado sujeto a salvaguardias de la OIEA (Wiki).


La central nuclear de Pelindaba, foto del 2006

Sudáfrica podía obtener fácilmente grandes cantidades de uranio namibio por el saqueo y explotación de esa colonia, en aquellos tiempos África del Sudoeste.

En el presente hay pocas dudas de que la tecnología para las bombas no proviniera de Israel. Los dos países mantenían en secreto el intercambio de "tecnología, tritio y misiles balísticos israelíes a cambio de uranio namibio para el reactor del Néguev". Sin embargo, conforme las fuentes, Israel se negó a compartir el plutonio resultante.

 

El Incidente Vela

Un extraño suceso sería conocido como el "Incidente Vela" o "Flash del Atlántico Sur".

Fecha: 22 de septiembre de 1979. 

Ubicación: Sur de Sudáfrica (47º S, 40º E), aguas territoriales de Sudáfrica que coincide con las Islas del Príncipe Eduardo, entre el Atlántico Sur y el Océano Índico. 

Responsable: Sin confirmación -nadie lo ha admitido oficialmente-, se trató de una prueba nuclear de Sudáfrica o Israel, o conjunta entre Sudáfrica e Israel.

Ese día los sensores ópticos del Satélite Vela 6911, del Proyecto Vela de los Estados Unidos, detectaron dos destellos en la atmósfera en forma de relámpagos de luz con una potencia estimada entre 2 o 3 kilotones, que pudo tratarse de una prueba nuclear. Luego se adujo que los detectores del pulso electromagnético no pudieron comprobar de modo fehaciente si se trataba de una explosión nuclear; no obstante, los científicos responsables del Proyecto Vela aseguraron que el satélite funcionaba correctamente y era fiable porque había detectado otros 41 ensayos nucleares anteriores. Incluso en agosto de 1977 un satélite soviético detectó una zona de pruebas en el desierto de Kalahari e informaron a los Estados Unidos.


Proyección de la Tierra donde se muestra el punto de donde provinieron las radiaciones de la explosión. (Wiki)

Encubrimiento y negación 

Un primer informe de 1979 del gobierno de los Estados Unidos aseguraba que se había tratado de una explosión nuclear, atribuyéndole la responsabilidad a Sudáfrica. El presidente Carter creó una comisión de expertos para evaluar los datos suministrados por el satélite. Esta vez se afirmó que no se había tratado de una explosión atómica al no haberse encontrado radiación cerca a la zona del destello, no se estableció la naturaleza del fenómeno. No había presencia de subproductos nucleares en el aire, aseguraba la Fuerza Aérea de Estados Unidos. 

Contradictoriamente documentos desclasificados se oponían a la versión del informe elaborado por la comisión de investigación designada por Carter. Desde 1980 aparecieron varios informes que asumieron como verídica la hipótesis de la explosión de un artefacto nuclear sudafricano. Instancias como la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), el Laboratorio de Investigación Naval de EEUU (NRL), el informe desclasificado del National Security Council (NSC), de 22 octubre 1979), los informes de la CIA, apuntan con toda seguridad que el destello fue el resultado de una detonación nuclear. El radiotelescopio de Arecibo (Puerto Rico) reveló fenómenos inusuales en la ionosfera. El estado federal de la Australia Occidental, registró índices anormales de radioactividad en la zona​. 

El gobierno estadounidense hizo caso omiso de las pruebas iniciales y emprendió una campaña de negación, la Casa Blanca evitó hablar de un ensayo nuclear para impedir sanciones contra Israel por violar el "Tratado de Prohibición Parcial de Ensayos Nucleares" TPPEN, del 5 de agosto de 1963. 

El Gobierno de Sudáfrica estaba sometido a un embargo de armas por las Naciones Unidas,​ lo que explicaría el silencio de presuntos socios en esta prueba nuclear. En esos días Israel y el Gobierno sudafricano mantenían férreos vínculos, las grandes reservas de uranio garantizaba la colaboración mutua en materia de tecnología militar a lo largo de esos años.  

Durante décadas no existe una versión oficial, la información se mantuvo clasificada hasta 2016 en que la página web del Centro de Investigación de Seguridad Nacional de la Universidad de Georgetown en Washington (Georgetown University National Security Research Center) mostró el archivo en que la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) conocía que el régimen de Tel Aviv realizó con la ayuda del gobierno del apartheid un ensayo nuclear en las aguas del sur del océano Atlántico en 1979, concretamente sobre una plataforma oceánica al norte de la Antártida. Otro documento de la CIA de 1990 reconocía que Sudáfrica producía armas nucleares.

El 20 de abril de 1997, el diario israelí Haaretz citó al viceministro de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Aziz Pahad, quien confirmó que el "doble flash" del otro lado del Océano Índico fue causado por una prueba nuclear sudafricana. Haaretz citó informes anteriores según los cuales Israel había comprado 550 toneladas de uranio de Sudáfrica para su propia planta nuclear de Dimona y sus armas nucleares. A cambio, Israel, presuntamente, hizo entrega a Sudáfrica de información y materiales radioactivos para el diseño e incremento de la potencia de sus ojivas nucleares.

Bajo presión internacional para que Sudáfrica abandone su programa nuclear, que ya no podía seguir ocultando, el régimen del apartheid anunciaba en 1990, mandato de  Frederik de Klerk, que su país había fabricado su bomba atómica y admitió la posesión de seis armas nucleares.

En 1993, de Klerk comunicaba la decisión de su país de desmantelar sus seis armas nucleares y una séptima en etapa de armado. Ese proceso tuvo lugar antes de la transición al gobierno del Congreso Nacional Africano. No hubo ninguna mención del "Incidente Vela" o de la cooperación israelí en el programa nuclear de Sudáfrica. El régimen del apartheid nunca brindó una versión oficial mucho menos Israel pese a las denuncias de la comunidad internacional. 

En 1995 la IAEA (Agencia Internacional de Energía Atómica) expresó su satisfacción al declarar que Sudáfrica había desmantelado y eliminado oficialmente su programa nuclear. Es evidente que esto se consiguió también gracias a la figura cautiva del símbolo sudafricano Nelson Mandela, un hombre íntegro, revolucionario, que había soportado casi tres décadas de confinamiento solitario.


El apartheid no terminó con la declaración de su fin y la apertura libre a elecciones. En agosto del 2012 se volvió a ver aquellos rezagos con la masacre de los mineros de Marikana en Sudáfrica, que laboraban para la empresa inglesa Lonmin y que se habían declarado en huelga, la policía intervino matando a 34 trabajadores e hiriendo a más de setenta y arrestando a más de dos centenares de mineros. Los detenidos fueron torturados; existe evidencia de que diecisiete mineros fueron asesinatos fuera de la mina al estar detenidos tras los alambres de espino. Los forenses determinaron que la mayoría fue perseguida y ejecutada a sangre fría.


Una forma de apartheid económico y político subsiste, no solo en Sudáfrica o en el continente africano, el problema es global, es resultado de la explotación impuesta a los pueblos del Tercer Mundo.


Los supremacistas del apartheid también recibieron con agrado a las grandes potencias occidentales y convirtieron a la nación y a la población negra en "conejillos de indias". Supremacistas blancos, originarios del régimen del apartheid sudafricano en la hoy inexistente República de Rodhesia (en honor a Cecil Rhodes) usaron armas químicas y biológicas contra tropas de Mozambique en 1977. Glenn Cross en "Guerra Sucia: Rhodesia y la guerra química - biológica 1975-1980", argumenta que en su intento de defender al gobierno blanco, los agentes de los colonos blancos de Rhodesia mataron de mil a dos mil quinientas personas con armas químicas y biológicas. El gobierno de Zimbabwe incluye otros dos mil en Mozambique, en el libro "The Fallen Heroes of Zimbabwe" (publicado en 1983). Recordemos que Rhodesia se transformó en Zimbabwe (en el sur) y en la actual Zambia (en el norte).

El caso del doctor Wouter Basson y el programa secreto de investigación biológica y química llamado "Project Coast" lo comprueban, tal como lo reproducimos en este enlace: El Legado del Apartheid: Armas químicas


Otros datos sobre la reunión de 1975



El libro "The Unspoken Alliance: Israel's secrety alliance with apartheid South Africa" (La alianza secreta de Israel con el apartheid en Sudáfrica) de Sasha Polakow-Suranksy (periodista y autor estadounidense, editor adjunto de Foreign Policy, ex editor de opinión del New York Times y ex editor senior de Foreign Affairs), afirma que entre las personas que asistieron a una reunión del 31 de marzo de 1975 estaba el jefe del Estado mayor surafricano, el teniente general R.F. Armstrong quien elaboró un memorándum señalando los beneficios que supondría la obtención de misiles Jericó armados con cabezas nucleares. El 4 de junio, Peres y Botha mantuvieron una reunión en Zúrich en la que se trató del proyecto Jericó, rebautizado Chalet. Las actas secretas de esa segunda reunión señalan que "el ministro Botha expresó su interés en un número limitado de unidades de Chalet siempre y cuando estuviese disponible la carga correcta". "El ministro Peres explicó que la carga correcta estaba disponible en tres tamaños. El ministro Botha expresó su gratitud y dijo que pediría consejo".

El ministro sudafricano de defensa, Pieter Willem Botha, solicitó las bombas y su homólogo israelí Simon Peres (y futuro presidente de Israel) se las ofreció "en tres tamaños". La expresión "tres tamaños" se refiere supuestamente a los tres tipos de armas: convencionales, químicas y nucleares. Finalmente el acuerdo no llegó a firmarse en parte por el costo que suponía. Además, habría necesitado la aprobación final del primer ministro israelí, lo que no era del todo seguro.



Según The Guardianlas autoridades israelíes trataron de impedir que el Gobierno sudafricano post-apartheid desclasificara estos documentos y mostró fotografías de los documentos sobre esas reuniones. 

Conclusión

Queda en evidencia que Israel ofreció vender cabezas nucleares al régimen segregacionista sudafricano en 1975. Los documentos secretos (de Sudáfrica) constituyen prueba irrefutable de que el Estado de Israel estaba ya dotado de armas atómicas, pese a su política de "ambigüedad" (ni lo niega ni lo confirma).

En 1986, el técnico nuclear israelí Mordejái Vanunu (de él salió la hipótesis de que "Israel posee entre 200 y 300 bombas atómicas") reveló que Israel desarrolló desde 1958 un programa nuclear en Dimona, en el desierto de Néguev, en estrecha colaboración con Sudáfrica (suministro de uranio).

Israel no entregó armas nucleares a Sudáfrica, pero si ayudó para que el régimen del apartheid sudafricano desarrolle su propio diseño, que bien pudo haber sido el ensayo descrito en el "Incidente Vela", prueba en la que pudo o no haber participado personal israelí. 

La tesis de experimentos nucleares de Sudáfrica se refuerza por el inusual nivel de seguridad asumido por su fuerza naval una semana antes a la probable explosión (Incidente Vela) y que, en el momento de la detección satelital de los destellos, varios buques de la marina sudafricana se encontraban en las proximidades.​ 

La Sudáfrica del apartheid decidió desmantelar sus bombas nucleares antes que un nuevo gobierno de la era post-apartheid asumiera el poder e Israel intentó impedir que el gobierno sudafricano post-apartheid desclasificara estos documentos.


16 enero 2024

Objetivo: Yemen





La Historia nos enseña por analogía, no por identidad.
Daniel Estulin


por: Tito Andino U.

Originalmente en el año 2015 presentamos este artículo, siendo necesario volver a reproducirlo y ampliar los hechos con la situación actual en Yemen.

Viejas historias, mismos argumentos. Esto ya ha sucedido en Yemen en diversas oportunidades. En 2009 Estados Unidos defendiendo su zona de influencia y a sus aliados lo bombardeó. En 2015 escondiendo la mano de hierro, Estados Unidos uso a sus socios del Consejo de Cooperación del Golfo para que llevaran a cabo la hazaña de "liberar" Yemen de hutíes mediante el uso del bombardeo de terror que intentó allanar una posterior invasión terrestre, esto a "petición" de su marioneta, el destituido presidente mariscal Abd Rabbo Mansur Hadi.
 
La misma pregunta de siempre: ¿El Consejo de Cooperación del Golfo y sus socios de la OTAN, combatirán alguna vez a los terroristas de al-Qaeda y del Estado Islámico en Irak y Siria y otras regiones árabes?.

Estados Unidos y Arabia Saudí fracasaron con la "primavera árabe yemení" en el 2011 y hasta el presente intentan fortalecer el movimiento separatista conocido como “Comités Populares del Sur” para que combatan a los hutíes. Temen tanto a las milicias hutíes -de tendencia chií, respaldadas por las fuerzas armadas yemeníes, por Irán y por partidarios del ex presidente Hadi, incluso por milicias suníes opuestas al terrorismo yihadista patrocinado por Arabia Saudí, el Consejo de Cooperación del Golfo y OTAN/EEUU/Israel, que no tienen otra oportunidad viable que no sea provocar una nueva guerra aprovechando la posición yemení contra la agresión israelí en Palestina.



La importancia estratégica de Yemen seguirá provocando la reacción de muchos intereses por su control, no solo del petróleo, sino por las vías de navegación.


Desde 2011 los planes imperiales de una victoria preveían dividir Yemen en dos estados (como en la época de la Guerra Fría). Nunca anhelaron encontrar una solución al conflicto, buscaron y seguirán buscando la fórmula de destruir y partir en dos a Yemen: Un Yemen del Norte bajo égida de los hutíes, privados de salida al mar; y, la nueva "Arabia del Sur" con dominio de la zona meridional, es decir que regiría y contraloría el acceso al Golfo de Adén. Ese era el plan en la década pasada. La estrategia siempre ha sido la misma: armar la discordia y la guerra civil. 

Es el eterno deseo de los “defensores de la democracia” en el mundo, Estados Unidos y su socio Arabia Saudí (en esa ocasión), como ejemplos de “democracia” y “tolerancia” en los países árabes (hoy parece ser que la posición de los saudíes va cambiando con sus esfuerzos de reconciliación con los estados árabes laicos y, sobre todo con su forjado enemigo, Irán).

No hay necesidad de comentar y profundizar en lo que está pasando estos días en Yemen con el bombardeo británico-estadounidenses respaldado logísticamente por el resto de la OTAN en menor o mayor grado. La crisis en Yemen afecta a la Península Arábiga: Arabia Saudita y Omán hasta el norte del Golfo Pérsico: Irán, Kuwait e Irak, llegando al Mar Rojo y el Cuerno de África: Somalia, Kenia, Etiopía, Yibuti, Eritrea y la costa de Sudán. Tampoco necesitamos señalar que las repercusiones geoestratégicas y económicas se sentirán a nivel global.

La importancia estratégica de Yemen ha provocado, provoca y provocará la reacción de muchos intereses por su control y vasallaje, no solo es por las vías marítimas de navegación, que es un cuasi-monopolio mundial del dúo anglo-estadounidense, es decir, "solo" defender la "democracia" y el libre tráfico, en esencia protegen su imperio económico. No se olviden que Yemen es rico en petróleo.
 
Retrocedamos en el tiempo, repasemos historia para entender la situación bélica en Yemen. 

En 2010, Alfredo Jalife-Rahme escribía para Contralínea, "Petróleo detrás de la nueva guerra contra Yemen", lo resumió en tres puntos:

1. Una guerra teológica en el norte entre sunnitas (apoyados por Arabia Saudita, Jordania y los Emiratos Árabes Unidos) y los chiíes (apoyados por Irán).

2. Una guerra separatista en el superestratégico sur, pletórico en petróleo, y donde resaltan dos puntos muy sensibles: la isla Socotra y el Estrecho de Bab Al-Mandab –un punto de estrangulamiento (“chokepoint”) a los dos lados de Yemen y Somalia donde transitan 3.5 millones de barriles al día y cuya obstrucción afectaría el precio del petróleo.

3. La aparición fantasmagórica de “terroristas yihadistas-salafistas” de al-Qaeda en la zona montañosa del sur, auspiciada por (valga la redundancia) EEUU/OTAN/Israel/Monarquías del Golfo.

Yemen es un caso curioso de analogía histórica. Allá en el año 2009, Juan Gelman (investigador argentino) reflexionaba en algo que, salvo la fecha actual, algún despistado lector podría pensar que es lo que está sucediendo en este preciso momento. En "Yemen", publicado en ‘Página 12’, Gelman expresa que ese país  “forma parte ya de la lista de países -Mali, Pakistán, Somalia, Uganda y otros- en los que el Pentágono y la Casa Blanca desarrollan esa clase de guerra no declarada que abunda en los llamados "daños colaterales". Los bombardeos de cazas estadounidenses y de la fuerza aérea saudí (en ese entonces) son tan constantes como los argumentos falaces que los “justifican” y, sobre todo, la muerte de civiles yemeníes.


Una gran explosión en Sana - Yemen, tras un ataque aéreo de la coalición militar liderada por Arabia Saudita, abril 2015.( Khaled Abdullah/Reuters)


El general David Petraeus, ex jefe del comando central a cargo de las guerras de Iraq, Afganistán y Pakistán, declaraba que “EE.UU. apoya la seguridad de Yemen en el contexto de la cooperación militar que proporciona a sus aliados en la región” (13-12-09). El mismo día de esas declaraciones, el diario Yemen Post publicaba fotografías de los cazas norteamericanos bombardeando la provincia de Saada (norte de Yemen), objetivo: liquidar a todos los guerrilleros hutíes posibles. Resultado: decenas de bajas civiles. El mariscal Saleh desmintió la intervención de Estados Unidos en la matanza y lanzó ofensivas contra los rebeldes del Norte con la evidente colaboración de Washington y Riad.

Los pretextos, ayer como hoy (siempre), son Irán y al Qaeda. Los rebeldes hutíes forman parte de la minoría chiíta del país, un tercio de la población, se alzaron en armas contra un gobierno autoritario que los discriminó y reprimió; se les acusa de recibir armamento de Teherán, pero su chiísmo Zaydi es una versión muy diferente del iraní. Hasta altos funcionarios estadounidenses admitieron que no había evidencia que Irán les proporcione todo de lo que se dice. El Pentágono, a su vez, argüía que bombardea reductos de al Qaeda.


Los rebeldes hutíes y las Fuerzas Armadas de Yemen, en la actualidad actúan en coordinación. (foto archivo, marzo 2015)


Cabe preguntarse el porqué del interés de EEUU por el país más pobre de la región. La supuesta guerra mundial contra el terrorismo de Bush mudó de nombre con Obama, pasó a denominarse “operaciones de contingencias en ultramar”. Los dos productos tienen el mismo olor: Petróleo. Estas estrategias están destinadas a extender el conflicto desde Afganistán a zonas concéntricas más amplias de Asia central y del sur, el Cáucaso y el Golfo Pérsico, el sudeste asiático y el golfo de Aden, el Cuerno de África y la península arábiga (razonaba Rick Rozoff, el 15-12-09). 

En ese entonces hubo un factor convergente y nada despreciable que hoy titubea, Arabia Saudí (ahora los saudíes -aparentemente- ya no aceptan ese juego geopolítico). El rol que Arabia Saudí y las monarquías afines del Golfo Pérsico desempeñaron la “nueva estrategia” de Obama (enriquecer más al Complejo Militar Industrial), invirtieron en la compra de equipos militares estadounidenses, se estima en la friolera cifra de más de 20.000 millones de dólares en la década de 2010 a 2020  (apreciación de agosto del 2009, que sin duda se quedó corta). 

Hace casi 10 años, una coalición liderada por Arabia Saudí aglutino a muchas naciones musulmanes bendecidas  política y militarmente por Estados Unidos, iniciaron un genocidio contra la población de Yemen que venía atravesando una guerra civil desde septiembre de 2014. El ex presidente Abed Rabbu Mansour Hadi renunció en enero del 2015 y se exilió en Riad, los saudíes le susurraron a los oídos lo "fácil" que sería retomar el poder y, gracias a su "solicitud", desde marzo de 2015 los saudíes se involucraron en el conflicto junto a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y otros contingentes del Golfo, pusieron tropas en territorio yemenita, incluso contaban para el combate con efectivos de al-Qaeda y el Estado Islámico (enemigos acérrimos del Islam chií). EEUU tampoco se quedó atrás, destinando pequeños grupos de comandos para operar en la costa sur en apoyo a sus citados colegas. 


Raytheon Technologies es el contratista principal del Pentágono para la compra de los interceptores y equipos "Patriot", que le costó miles de millones a Arabia Saudí, incluso en 2022 se concretó la venta de 300 misiles balísticos tácticos de guiado mejorado MIM-104E (GEM-T) para el sistema de defensa antimisiles "Patriot", así como equipos de apoyo, repuestos y soporte técnico al Reino de Arabia Saudí (foto archivo Reuters)


¿Consecuencia? Decenas de miles de víctimas, alrededor de quince o más millones de desplazados, el inicio de una crisis alimenticia (hambruna) y sanitaria (epidemia de cólera) provocó miles de fallecidos yemeníes. La infraestructura (puertos, carreteras, redes eléctricas, cientos de escuelas y hospitales, millares de viviendas fueron destruidos por la aviación saudí "con la colaboración táctica y estratégica de pilotos israelíes", confirmaba el analista internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central, Guadi Calvo, en el artículo "Yemen: Los secretos del genocidio" (septiembre 2017). 

En esta guerra sucia se implantaron centros de detención clandestinos de tortura en el sur del país para miles de yemeníes sin proceso judicial, operados por miembros de al-Qaeda. También se comprobó que Emiratos Árabes Unidos operó prisiones secretas de tortura en Yemen con ayuda de Estados Unidos, funcionarios estadounidenses aceptaron que cierto personal participaba en los interrogatorios, "solo direccionaron las preguntas, sin torturar personalmente a nadie". Las denuncias recogían información sobre detenidos trasladados ilegalmente a una base de los EAU en Eritrea a través del Mar Rojo. Son los famosos “agujeros negros”, una red de prisiones secretas a lo largo del mundo creados por la CIA después del 11 de septiembre, allí eran destinados los sospechosos de terrorismo para su interrogatorio. En teoría Barack Obama ordenó su desmantelamiento en 2009. 

El presente
 
Iniciada la ofensiva israelí sobre Gaza (octubre 2023), Yemen y los hutíes -representados por el movimiento Ansarallah- declararon un bloqueo marítimo en las aguas del Mar Rojo que pone en graves aprietos al transporte marítimo y las cadenas de suministro. Evidente es que con esta acción Yemen brinda respaldo a Palestina al causar más daño a una ya sangrante economía de guerra israelí. Es una decisión unilateral yemení, "consciente e inquebrantable (de atacar barcos israelíes) para lograr justicia para el oprimido pueblo palestino que está siendo víctima de un genocidio cada día" (General yemení, Abdulá Jafri).

Yemen aclaró que este bloqueo únicamente está destinado a los buques de bandera israelí (o asociada), o propiedad de israelíes y a transportes que tienen como destino Israel. Es como imaginarnos -en proporción- que los árabes e Irán declararan el embargo de petróleo y gas a las naciones que apoyan a Israel. 




Todos captaron el mensaje, el tráfico mercante es libre, libre tránsito entre Bab al-Mandeb y el Mar Rojo para todos, excepto para Israel; nadie habló de un posible bloqueo del Estrecho de Ormuz que sería una bomba de implosión económica mundial por los costos del petróleo y sus consecuencias.

Por supuesto, la declaración yemení constituye una infracción al Derecho Internacional, pero resulta ser más una tragicomedia para el orgullo del US Navy y las marinas de guerra de sus socios atlánticos que han llamado a defender la libre navegación, en el fondo sabemos que protegen sus intereses económicos. Por otro lado, es fantasioso que se pudiera establecerse un "bloqueo naval total de Israel, meticulosamente diseñado", según un alto mando iraní, Israel podría "enfrentar pronto el cierre del Mar Mediterráneo, el Estrecho de Gibraltar y otras vías fluviales" (según cita el analista internacional, Pepe Escobar en su artículo "Cómo Yemen lo cambió todo".

La operación militar naval de la "Coalición" internacional 2024 no cuenta está vez con los respaldos de hace una década, el principal socio árabe de los EEUU ha dicho nones por esta ocasión, ya que esa "protección" tiene un claro mensaje de guerra hacia Irán, Yemen es el pretexto; y, sobre todo, en Riad y otros emiratos árabes entienden mejor que nadie que los misiles de Ansarallah (hutíes) tienen autonomía para alcanzar los campos petrolíferos saudíes y emiratíes.

El Derecho Internacional y el bloqueo yemení en el Mar Rojo

Un reciente artículo del analista político estadounidense (radicado en Moscú) Andrew Korybko aclara cuestiones de derecho y geopolítica y la posición de Rusia con el caso Yemen, "¿Por qué Rusia no vetó la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que Occidente acaba de aprovechar para atacar a los hutíes?"

Resumamos el esclarecedor análisis.

El ataque estadounidense contra Yemen y los rebeldes hutíes era previsible tras la Resolución del 10 de enero 2024 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Mar Rojo, el  representante ruso ante la ONU advirtió que el bloque creado por EEUU (básicamente la OTAN) iba a aprovecharla incluso antes de que tuviera lugar la votación, propuso varias enmiendas que fueron rechazadas. No es cierto que Rusia apoye a los hutíes, Rusia respaldó un comunicado de prensa conjunto del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenando los ataques de los hutíes contra buques civiles. 

El diplomático ruso señaló:

No debemos hacernos ilusiones sobre los verdaderos objetivos de los autores de la resolución. No se trata en absoluto de garantizar la seguridad de la navegación en el Mar Rojo, sino de un intento de legitimar (post factum) las acciones de la mencionada 'coalición' y contar con el respaldo del Consejo de Seguridad por tiempo ilimitado... En el Derecho Internacional  no existe legalmente el "derecho de los estados a defender sus buques contra ataques", que no existe en el derecho internacional, es una innovación extremadamente dudosa desde el punto de vista jurídico como político”. 

La Resolución del Consejo de Seguridad fue aprobada, curiosamente Rusia y China no lo vetaron, se abstuvieron en la votación. Occidente se aprovechó (como lo ha hecho en otras ocasiones) para atacar a los hutíes a pesar de que Moscú predijo con precisión las consecuencias de antemano, en lugar de vetarla.

El diplomático ruso justifica su abstención con el siguiente argumento: "Queremos subrayar una vez más que no se puede considerar que esta resolución legitime las acciones en el Mar Rojo de la llamada 'coalición' formada por Estados Unidos y sus satélites. Observamos que el OP3 no puede crear un "derecho de los estados a defender sus buques contra ataques", que no existe. Todas las actividades previstas en este párrafo, tal como se establece en el propio párrafo, deben llevarse a cabo estrictamente dentro del marco del derecho internacional vigente... No es necesario recordar diversas interpretaciones erróneas de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a las que Washington se ha permitido. Con el pretexto de proteger a los civiles, las tropas de la OTAN lideradas por Estados Unidos destruyeron el Estado libio. Al distorsionar las disposiciones de las resoluciones de sanciones del Consejo de Seguridad contra Yemen, interceptaron armas en el Mar Arábigo, que luego fueron enviadas a las fuerzas armadas ucranianas.

De las palabras del Representante Permanente de los Estados Unidos se desprende que los Estados Unidos equiparan la defensa de los buques comerciales con la autodefensa. De hecho, Estados Unidos se expuso al votar junto con Gran Bretaña contra las enmiendas al PP9 (sobre no sentar precedentes) y al OP3 y demostró que el propósito por el cual promovieron este proyecto de resolución era tener libertad para interpretar el 'derecho a defender los buques' con referencia a la autodefensa”.


La OTAN dice que se trata de un ataque defensivo diseñado para preservar la libertad de navegación en una de las vías marítimas más vitales del mundo. En la imagen un avión despega de un portaaviones para llevar a cabo ataques aéreos dirigidos a la milicia hutí y las fuerzas armadas de Yemen por el hostigamiento a los transportes internacionales en el Mar Rojo.  Imagen publicada el 12 de enero de 2024 desde un lugar no revelado. (Comando Central de EU. vía X/Handout vía REUTERS (US CENTRAL COMMAND VIA X/via REUTERS)


Afirma Korybko que "el hecho “políticamente inconveniente” es que Rusia no podría detener de manera realista esos ataques previamente inminentes, incluso si fuera tan pro-huties y pro-palestinos como lo describe falsamente, una cosa es abstenerse basándose en estar parcialmente de acuerdo con parte de un determinado texto lo suficiente como para no vetarlo, y otra completamente distinta vetar ese texto pero luego no poder hacer cumplir el derecho internacional, del mismo modo que no pudo detener la guerra de la OTAN contra Libia en 2011. Una intervención militar directa contra Occidente habría llevado a la Tercera Guerra Mundial".

En conclusión 

Caso polémico, incluso incomprensible para quienes no dominan la alta diplomacia y las nefastas consecuencias de una pésima aplicación. Rusia tampoco puede darse la tarea de actuar como policía del mundo (al estilo estadounidense / OTAN) y "castigar" a los Estados Unidos militarmente, lo que tampoco se atreverían hacer los otros. Lo que queda es impedir que los ataques de la nueva coalición anti-Yemen pretendan destruir nuevamente a la misma nación por los mismos intereses políticos, económicos y geoestratégicos. La anterior coalición, utilizando a las monarquías del Golfo fracasó en el intento.


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NOTAS:
 
Algunos enlaces originales publicadas en 2015 ya no están activos en la red. Para la presente actualización consultamos, entre otros, los siguientes análisis. 



12 enero 2024

Israel ante la Corte Internacional de Justicia


El Palacio de la Paz, sede de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya (Países Bajos).
 

por Tito Andino


I

Comencemos por lo importante. Una necesaria ACLARACIÓN. Debe quedar muy claro que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) es un organismo de las Naciones Unidas que dirime controversias legales entre Estados sobre cualquier rama del derecho aplicando el Derecho Internacional: tratados y costumbres, emite decisiones contra los estados, no contra individuos. Debe haber aceptación previa de las partes para deliberar una demanda. la CIJ suele ser ajena a cuestiones del ámbito penal internacional, que es responsabilidad y competencia de la Corte Penal Internacional (CPI).

No DEBEMOS CONFUNDIR. La Corte Internacional de Justicia (CIJ) no es lo mismo que la Corte Penal Internacional (CPI), esta última es un órgano judicial independiente con competencia para juzgar a individuos acusados de cometer genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. 

Tomando la definición de "Crímenes de Guerra" podemos establecer que es la violación de las normas establecidas por las leyes y las costumbres de la guerra conforme el Derecho Internacional Humanitario, ejemplo, los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 (leyes de guerra aplicables tanto en conflictos internos como internacionales); en general, es la violación de las costumbres de la guerra (asesinato o mal trato de prisioneros de guerra o de náufragos, deportación, trabajos forzados a la población civil de los territorios ocupados, la toma y ejecución de rehenes, pillaje de bienes públicos o privados, destrucción sin motivo de ciudades y pueblos, entre otros).

La Corte Penal Internacional (CPI) se rige por el Estatuto de Roma adoptado el 17 de julio de 1998 por la Conferencia Diplomática de Plenipotenciarios de las Naciones Unidas sobre el establecimiento de una Corte Penal Internacional (CPI). Entró en vigencia el 1 de julio de 2002. La CPI no forma parte de la ONU, pero el artículo 2 del Estatuto establece la relación de la CPI con la ONU (cooperación entre ambos organismos, resolución 58/318 de la Asamblea General). La CPI envía un informe anual a la Asamblea General. De conformidad con el Artículo 13(b) del Estatuto de Roma y el Capitulo VII de la Carta de la ONU, el Consejo de Seguridad de la ONU puede referir determinados casos al Fiscal de la CPI.

Como vemos, Israel no está acusado ante la CPI, siendo improbable que ello acontezca porque parte del Consejo de Seguridad de la ONU no permitirá que se establece un Tribunal Penal Internacional para juzgar crímenes de guerra y/o genocidio en Palestina cometidos por Israel. Esto no va a suceder por el veto que impondrá Estados Unidos y sus socios del Consejo. 


Instalaciones de la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya, Países Bajos

De allí que Sudáfrica recurre ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para requerir que esta instancia de justicia internacional imponga a Israel el cumplimiento de medidas provisionales como el cese de las operaciones militares en Gaza. Los fallos de la CIJ son vinculantes, pero lo que impera es la "ley" del más fuerte, con seguridad Israel lo ignorará en caso de sufrir un traspié jurídico; sin embargo, el simbolismo de una sentencia tendrá repercusiones mundiales.

El punto de la demanda de Sudáfrica tiene como base legal la sentencia de 2020 mediante la cual la CIJ dictó medidas provisionales contra Myanmar al entablar Gambia la aplicación de esas medidas. El más reciente caso en la CJI fue entablado por Ucrania contra Rusia en 2022, se acusó al gobierno ruso de abusar -precisamente- de la Convención contra el Genocidio para justificar la invasión a Ucrania, Rusia justificó su intervención militar como una forma de proteger la vida de los ruso-hablantes del Donbás atacados por las milicias neonazis de Kiev. El fallo de la Corte como medida provisional señaló que Rusia "debe suspender inmediatamente sus operaciones militares en Ucrania". Rusia desoyó la resolución. 

Conforme al artículo 74 de la Corte, Sudáfrica reclama medidas provisionales inmediatas (una sentencia definitiva llevará probablemente mucho tiempo). De hecho, Sudáfrica sostiene que "el tribunal no está obligado a determinar si ha ocurrido alguna violación de las obligaciones de Israel bajo la convención sobre genocidio"; quiere demostrar que las acciones de Israel sobrepasan el derecho de la autodefensa y pretende conseguir con el uso excesivo de la fuerza la destrucción de los palestinos

Los casos demostrables de esa política genocida son de conocimiento público, promulgados por propios funcionarios del estado israelí, desde el primer ministro Netanyahu, el ministro de defensa y otros ministros de estado, militares de todos los rangos y políticos en el parlamento llamaron a destruir a los "animales humanos" y sus medios de subsistencia, en el "mejor" de los casos pidieron la expulsión de los palestinos del territorio de Gaza. Todo esta debidamente documentado.


Perturbadora fotografía en Gaza, posiblemente captada entre noviembre y diciembre del 2023. Un soldado de las FDI "procesa" a palestinos.

Uno de los puntos de la defensa jurídica de Israel tiene su fuerte. Hamás, como organización tildada de terrorista inició el conflicto y recibió la respuesta militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI); que Hamás proclama la destrucción del estado de Israel; y, que es imposible distinguir entre beligerantes y civiles; que es un derecho inalienable la autodefensa de Israel. Esto explicado convenientemente por curtidos juristas, más la presión de las potencias europeas y del Gran Padrino estadounidense hará difícil que la Corte dicte medidas provisionales, mucho menos que llegue a condenar a Israel por las acciones criminales emanadas por los mandos políticos y militares.


Como es obvio, ni el estado de Israel, ni sus representantes legales, ni ninguna persona en particular van a ser procesados penalmente, como sería el hipotético caso de que llegaran a ser enjuiciados ante un Tribunal Penal Internacional establecido por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, vía Corte Penal Internacional.


Volvamos a la demanda. Es de conocimiento público que la vigente ofensiva militar del estado de Israel contra la Franja de Gaza -parte de el estado de Palestina, cuyo estatus real es Estado Observador de las Naciones Unidas- conlleva consecuencias de índole jurídico a nivel internacional. Sudáfrica -que sufrió un ominoso apartheid por décadas- tomó la iniciativa y denuncia al estado israelí ante la Corte Internacional de Justicia. El propósito es impedir que Israel siga cometiendo actos de potencial genocidio, como lo detallan diversos medios informativos, organizaciones internacionales públicas y privadas, gobiernos y estados soberanos. 

Esas medidas provisionales, son actos jurídicos vinculantes que -en teoría- garantizan la efectividad de una futura y posible sentencia. La función básica de la Corte para este caso será dictar una solución judicial ante el pedido de la parte demandante, a manera de las "medidas cautelares" que se emiten en tribunales nacionales. 

En el mundo real, ¿será efectivo? La experiencia en diversos casos y de diferente índole indica que las partes (estados) solo acataron las medidas en un pequeño porcentaje (sobre lo que están dispuestos a ceder); en los casos que involucran a estados más "fuertes", la parte que recibe un fallo en contra suele desafiar a la Corte con una abierta desobediencia, tildarán de "intromisión" a su soberanía nacional. Con una decisión adversa existe probabilidades que el sancionado no acate la resolución.

Israel es signatario de la "Convención sobre Genocidio" y a nivel mundial va perdiendo credibilidad; como parte debería cumplir la resolución de la Corte Internacional de Justicia, si falla en su contra; pero puede no hacerlo porque se cree impune. Para el caso, podría o no cambiar sus tácticas bélicas o desistir de actos señalados como genocidio. Lo inédito es que ha decidido comparecer y defender la tesis de su derecho a la "legítima autodefensa" ante la Corte, dejando a un lado su política de boicot a los tribunales. 


Denigrante trato de las FDI a los detenidos palestinos en Jabaliya, norte de Gaza, probablemente solo se trata de civiles gazatíes capturados. Todos son sospechosos de terrorismo según los mandos israelíes, la fotografía data de los primeros días del 2024

Según el art. 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, la Corte decidirá conforme al Derecho Internacional las controversias que le sean sometidas. Aplicará las convenciones internacionales que establecen reglas expresamente reconocidas por los Estados litigantes; la costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada como derecho; los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas; las decisiones judiciales (jurisprudencia) y las doctrinas de las distintas naciones, como medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho. La disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir un litigio ex aequo et bono, si las partes así lo convinieren, es decir solo si las partes están de acuerdo. (La frase latina "ex aequo et bono" ("según el derecho y el bien" o "desde la equidad y la conciencia") se utiliza como término jurídico en el arbitraje, prescinde de la consideración de la ley, considera únicamente lo justo y equitativo en un caso en cuestión.

En conclusión. La Justicia Internacional funcionas solamente en casos en que los estados poderosos no son la parte acusada. En el caso de Israel la toma de medidas preventivas tomará como mínimo un par de semanas, en el supuesto que la Corte valore la demanda de Sudáfrica. Ahora bien, mi hipótesis es la siguiente: Israel argumentará que las medidas preventivas -puede ser la suspensión de las operaciones militares en Gaza, el cese de los bombardeos aéreos, la paralización de la destrucción de la infraestructura civil, el fin al hostigamiento armado contra la población local y otras- no guarda relación con la realidad del momento porque Israel ya está retirando gran parte de las unidades de combate de Gaza (en efecto, las principales brigadas de soldados profesionales salieron de Gaza) quedando tropas de reservistas para seguridad y represión "antiterrorista", los bombardeos han disminuido... Las medidas preventivas llegarán demasiado tarde, Gaza está derruida, el colapso de los sistemas básicos para la vida es palpable, el genocidio ya tuvo lugar (¿más de veinte mil civiles muertos le parece poco?)... ¿Qué medida preventiva puede ser acatada por Israel?


II

La Jurisdicción Universal y los Tribunales de conciencia 




Bien, existe una variedad de cortes y tribunales internacionales relacionados con las Naciones Unidas. La Corte Internacional de Justicia es uno de los principales, seguido por los Tribunales Penales ad hoc establecidos por el Consejo de Seguridad (y otros tipos de tribunales internacionales creados por convenciones de las Naciones Unidas o por entidades independientes con acuerdos especiales de cooperación con la ONU).

Dentro del ámbito del Derecho Internacional, el Consejo de Seguridad ha establecido algunos tribunales ad hoc, el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia; el Tribunal Penal Internacional para Ruanda; el Tribunal Especial para el Líbano; el Tribunal Especial para Kosovo. La ONU ha participado también en diversas cuestiones con el Tribunal Especial para Sierra Leona y las salas especiales en los tribunales de Camboya, entre otros.

También tenemos deliberaciones de Tribunales de la Sociedad Civil, de carácter simbólico, sin efecto jurídico aplicable por falta de competencia y jurisdicción en el ámbito internacional, es decir, no reconocidos por organismos multinacionales establecidos en resoluciones y estatutos validados por los estados. Hay por el mundo algunos Tribunales no reconocidos que estudian graves violaciones al Derecho Humanitario y que, ni el Consejo de Seguridad de la ONU o la Corte Penal Internacional lo tratarán jamás por presiones de un bloque de grandes potencias mundiales y sus socios agrupados en una organización militar denominada OTAN.

Algunos ejemplos de esos Tribunales son: El Tribunal Penal de Crímenes de Guerra de Kuala Lumpur (Malasia) - KLWCT - por sus siglas en inglés que posee una Comisión de Crímenes de Guerra (KLWCC). En 1967 operaba el Tribunal Russell, que trataba las denuncias penales derivadas de la guerra de Vietnam. En 1976, en Roma se constituyó un Tribunal Permanente de los Pueblos, basado en las experiencias que aportó el Tribunal Russell. Un Tribunal Mundial sobre Irak (WTI), que se instaló en Estambul en 2005. Otra iniciativa similar surgió en Sudáfrica en 2011, el Tribunal Russell sobre Palestina deliberó del 5 al 7 de noviembre de 2011 sobre las denuncias contra Israel por sus políticas de apartheid, ocupación y desposesión territorial de los palestinos.





"¿Tribunales de conciencia, o de ley?" se plantea el jurista internacional Richard Falk (profesor universitario, autor y editor de numerosas publicaciones como International Law and the Third World: Reshaping Justice, Routledge, 2008).

Falk plantea la cuestión de la jurisprudencia popular y si la "conciencia" o la "ley" es el aspecto influyente en estas iniciativas no gubernamentales por intermedio de jurados de consciencia. En efecto su objetivo -sin competencia legal- es recurrir a un medio que cubra ese vacío en la administración de justicia internacional, siendo necesario redundar que es fruto de la manipulación geopolítica de las superpotencias globales. Lo que se pretende es trazar el camino para ser escuchados, informar, explicar, educar y persuadir


"Ofrece una crítica devastadora de los fracasos persistentes de los mecanismos del derecho penal internacional para asumir la responsabilidad de administrar justicia con justicia, es decir, sin los filtros de impunidad proporcionado por las existentes jerarquías del duro poder".


Esta clase de tribunales reconocen que sus veredictos no resultan aplicables en la forma que opera un tribunal penal de un Estado soberano o constituido por acuerdo internacional, como la Corte Penal Internacional, pero, a través de un procedimiento "legal" brindan conclusiones y recomendaciones de un notable valor jurídico que puede servir de referente a la justicia internacional, a la vez que emiten una condena moral a los acusados y recomiendan una futura rendición de cuentas




Citemos un ejemplo. El Tribunal Penal de Crímenes de Guerra de Kuala Lumpur (KLWCT-Malasia) integrado por cinco jueces, luego de dos años de investigación por parte de la Comisión de Crímenes de Guerra (KLWCC), en audiencia del 19 al 22 de noviembre de 2011, llegó a un veredicto unánime, encontró a  George W Bush y Tony Blair, culpables de crímenes contra la paz, crímenes de lesa humanidad y genocidio, por su participación en la guerra de Irak. (abogados defensores de oficio ofrecieron argumentos y pruebas al tribunal en favor de los acusados. Los acusados ausentes fueron invitados a asumir su propia defensa o a enviar un representante, pero se negaron a hacerlo. El equipo de la fiscalía fue dirigido por dos destacadas personalidades jurídicas con fuertes credenciales en derecho: Gurdeal Singh Nijar y Francis Boyle)

En este caso, se planteó a la Asamblea general de la ONU aprobar una resolución que exija a los Estados Unidos poner fin a su ocupación de Irak: y, "comunicar los resultados obtenidos por el tribunal a todos los Estados miembros del Estatuto de Roma (que regula la Corte Penal Internacional) y a todos los Estados que afirman la jurisdicción universal, en cuanto que autorizan el juzgamiento de crímenes internacionales por tribunales nacionales; e instar al Consejo de Seguridad a asumir la responsabilidad de asegurar que los derechos de soberanía plena residen en el pueblo de Irak y que la independencia de su gobierno sea protegida por una fuerza de paz de la ONU".

En la práctica ninguna de estas resoluciones obtuvo trascendencia internacional, los medios globales de desinformación masiva seguirán negando el derecho a conocerlas.


Sobre la Jurisdicción Universal

Richard Falk en su notable ponencia aclara un importante aspecto de la justicia. Los veredictos de estos "tribunales" como el KLWCT "no se produce en su totalidad en medio del vacío jurisprudencial. Desde hace tiempo se reconoce que los tribunales penales nacionales pueden ejercer jurisdicción universal por crímenes de Estado sin importar donde hayan ocurrido, aunque por lo general solo se procede si los individuos acusados ​​se encuentran físicamente presentes ante el tribunal". 

Para explicarlo, un ejemplo: Cuando el juez español Baltasar Garzón promovió una orden de arresto contra el dictador chileno Augusto Pinochet por la muerte y tortura de ciudadanos españoles durante su mandato y por crímenes contra la Humanidad, basándose en el informe de la Comisión chilena de la verdad (1990-1991) y en el caso Caravana de la Muerte instruido en Chile; Garzón también abrió la posibilidad de levantar en España cargos de delitos de lesa humanidad contra ciudadanos argentinos por la desaparición de españoles durante la dictadura argentina de 1976-1983. En ese marco, el 19 de abril de 2005, la Audiencia Nacional condenó al represor Adolfo Scilingo a 640 años de prisión.

Falk explica que "hay una sensación de que los tribunales nacionales tienen la autoridad legal para procesar a individuos acusados ​​de crímenes de guerra en cualquier parte del mundo. La teoría jurídica subyacente se basa en el reconocimiento de la limitada capacidad de los tribunales penales internacionales para imponer responsabilidad de una manera que no sea dictada por las prioridades geopolíticas y por el reflejo de una lógica de la impunidad. En este sentido, la jurisdicción universal tiene el potencial para generar un tratamiento de igual a igual, y se convierte en una gran amenaza para los Kissinger y Rumsfeld de este mundo, que han tenido que limitar los sitios a donde pueden viajar. Los Estados Unidos e Israel han utilizado su influencia diplomática para hacer retroceder la autoridad de la jurisdicción universal en Europa, especialmente en el Reino Unido y Bélgica.

En este sentido, hubo una intensa motivación ética y política detrás de estas iniciativas de la sociedad civil, que invoca la autoridad del derecho. Pero, ¿estas iniciativas realmente califican como "derecho"? Una respuesta a esta pregunta depende de si los procedimientos formales de los estados soberanos y de sus descendientes indirectos (las instituciones internacionales) constituyen un monopolio de la administración legal de la justicia. Yo me pondría al lado de los que creen que las personas son la fuente última de autoridad legal y que tienen el derecho de actuar por su cuenta cuando los procedimientos gubernamentales, como en estas situaciones, están tan inhibidos por la geopolítica que no tienen en cuenta violaciones graves del derecho internacional".




Los tribunales de la sociedad civil no están realmente tratando de determinar la culpabilidad o inocencia, sino que más bien tiene la intención de aportar las pruebas y el razonamiento que valida e ilumina un veredicto de culpabilidad, las recomendaciones resultantes y la sanción penal.


"Es por supuesto imposible, para los tribunales de la sociedad civil, hacer valer sus resultados en el sentido convencional. Su reto es más bien el de difundir el juicio tan amplia y eficazmente como sea posible. Una publicación del Tribunal Permanente de los Pueblos a veces puede llegar a ser sorprendentemente influyente, dada la amplia base de hechos que presenta al llegar a su veredicto. Este fue el caso en la generación de activismo de oposición en las Filipinas en la década de 1980 durante los últimos años del régimen de Marcos".

Explicado lo anterior sobre la jurisdicción universal, en síntesis diremos que el Tribunal de Crímenes de Guerra de Kuala Lumpur, organización establecida en Malasia en 2007  investiga -unilateralmente- crímenes de guerra. Se creó como alternativa a la Corte Penal Internacional a quien se ha señalado en varias ocasiones de parcialidad para seleccionar los casos. El Tribunal desde el punto de vista legal (justicia universal reconocida) no cuenta con reconocimiento de sus estatutos, ni posee mandato de las Naciones Unidas. Carece de fuerza legal para ordenar arrestos o imponer condenas, por lo mismo sus veredictos son de carácter simbólico. En la página web del Tribunal se dice:

 

"En caso de que el tribunal condene a alguno de los acusados, la única sanción es que el nombre del culpable se inscriba en el Registro de Criminales de Guerra de la Comisión y se publicite en todo el mundo". 


Se debe tener presente que el Tribunal de Crímenes de Guerra de Kuala Lumpur invocó la jurisdicción universal para emitir condenas en casos como:


2011, contra George W. Bush y Tony Blair, condenándolos a ambos por crímenes contra la paz debido a que el tribunal concluyó que la invasión de Irak era ilegal.

2012, a favor de las víctimas de tortura en Abu Ghraib y Guantánamo, el Tribunal condenó al ex presidente estadounidense George W. Bush, al ex vicepresidente estadounidense Dick Cheney, al ex secretario de Defensa de EE. UU. Donald Rumsfeld, por conspiración para cometer crímenes de guerra, específicamente tortura. El Tribunal remitió sus conclusiones al fiscal jefe de la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

2013, el Tribunal declaró culpable a Israel de genocidio del pueblo palestino.

 

Con las debidas aclaraciones de carácter jurídico y dadas las reciente crisis bélicas desatadas por Israel contra la Franja de Gaza (mayo 2021 y octubre 2023), utilizando nuevas armas de destrucción masiva y aviones de quinta generación, es muy importante recomendar la lectura de una histórica resolución ignorada por la opinión pública mundial. En noviembre de  2013, el Estado de Israel fue objeto de un juicio por el Tribunal de Crímenes de Guerra de Kuala Lumpur (KLWCT)

Sobre el último caso este blog reprodujo una publicación hace un par de años (Por favor ir al siguiente enlace: El estado de Israel es resposable de crímenes de guerra y genocidio.


* De ser necesario profundizaremos el tema.

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