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07 septiembre 2023

Cuando Ucrania despreció la paz... presionada por EEUU/OTAN


      AFP (Yuri-Diachishin) 2023
 


Parte I

Ucrania prefirió la guerra arrojando a la basura los Acuerdos de Minsk (2014-2015)

por Tito  Andino


Debo insistir que este no es un sitio "prorruso", es un blog de análisis geopolítico que analiza las crisis bélicas del mundo contemporáneo. Esta introducción tiene el propósito de allanar y complementar un valioso estudio de Ted Snider (más adelante).

A lo ancho del planeta surgen guerras cada año, muchas provocadas o incitadas por las grandes potencias coloniales; y, sí, es cierto que varios de esos conflictos -de baja intensidad- son consecuencia del intento de apertura de nuevos mercados dentro del marco económico y políticas de desarrollo que incentiva el Derecho Internacional. 

Lamentablemente, el brutal neo-colonialismo europeo y la alianza conservadora anglo-americana están presentes para obstruir el libre desarrollo, el auténtico libre mercado y una economía que elija, entre otras cosas, usar las divisas más favorables a sus intereses nacionales. Si el democrático y desarrollado Occidente dice que no, pues el mundo debe agachar la cabeza. Las consecuencias ante una posición negativa están a la vista: conflictos sin fin en el Medio Oriente; golpes de estado, guerras y calamidades forzadas en África; y, en Europa el ataque a la extinta Yugoslavia es un tangible ejemplo.

Si los Estados Unidos de América y la Imperial Europa colonialista quisieran paz y prosperidad económica en el mundo no pondrían sangrientos obstáculos para que naciones como China y Rusia desarrollen sus mercados más allá de sus fronteras terrestres y marítimas, lastimosamente eso afecta su indiscriminado enriquecimiento, sus leyes impositivas en los mercados comerciales y financieros contemplarían grandes pérdidas y la caída del "estilo de vida" occidental sería latente, despertando a las adormecidas masas conformistas. Me explico, lo que Occidente suele llamar libertad, democracia, "estado de bienestar", etc., no es más que la inducción al consumismo masivo que endeuda a cientos de millones de anhelosos seres que disfrutan o desean disfrutar de los placeres que brinda la vida occidental. Está demás decir que aquellos "placeres" son otorgados por grandes conglomerados privados que exprimen el trabajo de los seducidos a quienes les importe un ápice el cómo sus naciones han alcanzado la prosperidad y la democracia. 

Por supuesto (innegable), son diferentes estilos de vida y cultura que diferencian a Occidente de Rusia y China (solo por mencionarlas como los ejemplos más palpables). Pero, ¿acaso no adoptó Rusia el sistema capitalista? Lo hizo tras el desplome de la URSS y los EEUU "ayudó" (con préstamos/deuda); y, respecto a la China ya hemos visto que de comunista solo tiene el nombre del Partido que dirige el gobierno, más no su mundo industrial y empresarial (y hasta se dice que explota a sus trabajadores). Me han dicho que Japón adoptó -a su manera- el estilo americano... sí, pero por desgracia fue consecuencia de la bomba atómica y el "milagro" económico no japonés.

Explicaba el politólogo Thierry Meyssan, que la PAZ MUNDIAL empezará cuando Estados Unidos y la Imperial Europa colonialista permitan la libre apertura de los mercados rusos y chinos al mundo: El verdadero libre comercio internacional. ¿De qué tienen miedo?. ¿Acaso no nos hablan de las virtudes del capitalismo y la libre competencia?, ¿Seguirán utilizando la sangre ucraniana para intentar destruir económicamente a Rusia?, ¿provocarán la guerra de China con Taiwán con el mismo propósito?

Por otro lado, no creo que la mayoría de los mortales comunes y corrientes hayamos puesto atención a un "insignificante" detalle: Los Acuerdos de Seguridad Colectiva en Europa que hace 80 años o más proponía firmar la Unión Soviética para defenderse de lo evidente, la real amenaza nazi. En los últimos años, Rusia ha venido casi suplicando a la Unión Europea - OTAN la suscripción de un Acuerdo de Seguridad Colectiva que garantice los derechos de las naciones europeas y la clara preocupación de la Federación Rusa ante la expansión de las bases militares de la OTAN hacia sus fronteras incumpliendo las garantías occidentales de "ni un paso hacia el Este (Rusia)".

 

Ni en la década de 1930, ni en esta década del 2020 la Imperial Europa -hoy subordinada a los Estados Unidos- ha querido entablar verdaderas conversaciones sobre un estatuto de seguridad colectiva que acoja garantías respeto a la soberanía rusa. 

Tanto en los años 30 del siglo XX como en los años 20 del siglo XXI, Europa y la UE/OTAN, respectivamente, solo parecen (en principio) haber tenido un objetivo: Destruir la URSS y destruir Rusia, en su orden. ¿Por qué? Lo resumo. 


Los recursos rusos son sinónimo de supervivencia para el estilo de vida occidental, por lo mismo, desestabilizar Rusia es imprescindible para que ese modelo de vida siga funcionando en el futuro (explotación de los recursos naturales, no solo rusos sino del mundo).

Ucrania fue el mejor pretexto para ello, provocando a los rusos obtuvieron el resultado -guerra-, porque el intento de doblegar a Rusia mediante la coacción y chantaje económico no ha dado resultados, tampoco pudieron influir para cambiar el poder político en Moscú. Intenciones no han faltado, de haberlo conseguido el mundo actual sería una grotesca colonia mercantil donde los Estados Unidos y sus socios imperiales europeos impondrían las reglas del "libre" comercio mundial.

Debemos recordar que la guerra en Ucrania realmente inició en febrero de 2014 cuando milicias neonazis asumieron el rol de los órganos de seguridad estatal que eran reticentes a reprimir la decisión de las regiones del Donbass (Donestk y Lugansk) de no reconocer a las nuevas autoridades nombradas tras el golpe de estado del Maidán. 

La mano negra de los Estados Unidos es incuestionable, John McCain y Victoria Nuland fueron actores de primera mano. Nuland -que dirigió el golpe- reconoce que EEUU invirtió cinco mil millones durante muchos años para conseguir el objetivo. Nuland "rechazó enérgicamente un probable acuerdo de compromiso europeo que habría llevado a un gobierno de compromiso. "¡Que se joda la UE!", fueron sus palabras.


Organizaciones políticas de extrema derecha con sus propias milicias paramilitares existen legalmente en Ucrania desde que se disolvió la URSS (foto archivo, alrededor de 2014, Reuters/Valentyn Ogirenko)

El gobierno golpista, respaldado por fuerzas de la extrema derecha, de ideología neonazi, de inmediato acosaron militarmente a los ciudadanos ucranianos de habla rusa en el Donbass. (30% de la población ucraniana). La secesión de Crimea, Donetsk, Lugansk y Zaporiye son directa consecuencia del golpe de Estado de 2014 cuando Kiev rechazó el federalismo propuesto por las provincias de Lugansk y Donetsk obligándolas a proclamar su independencia del resto del país.

La guerra inició en 2014. Sin embargo, la alta diplomacia internacional estaba operativa y muchos obraron de buena fe. Los Acuerdos de Minsk I (5 sep. 2014) y Minsk II (12 feb. 2015) fueron suscritos, el primero por Ucrania, las regiones separatistas del Donbass, Rusia y autoridades europeas en representación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE); y, el segundo por los gobernantes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania, supervisada por la OSCE.

Aparentemente eso evitó una guerra de mayores proporciones en 2014-2015 y, sobre todo, garantizaba la unidad territorial de Ucrania, con cierto grado de autonomía para Lugansk y Donetsk (Estatuto Especial). Luego, los Acuerdos de Minsk fueron rechazados por Kiev bajo tutela de la Casa Blanca. Los Protocolos de Minsk diseñaban el federalismo como medio para terminar el conflicto mediante algunos cambios constitucionales que nunca se debatieron. El gobierno y ejército ucraniano reforzó con decenas de miles de milicianos neonazis y renovado armamento el este del país, preparándose para la guerra y entrenados por la OTAN desde 2014 (o antes). La decisión de Rusia de reconocer las Repúblicas Populares de Donetsk (DPR) y Lugansk (LPR), el 21 de febrero de 2022 fue la inevitable consecuencia.

La mano negra (EEUU) fue y sigue siendo el principal instigador del conflicto en Ucrania y para ello exige compromisos de la UE/OTAN. De la misma forma en que Washington se ha negado a reconocer los compromisos que llevaron a la transición y unificación de Alemania y la garantía rota a Rusia de que la Unión Soviética desaparecía bajo la promesa de "ni un paso hacia el Este en la expansión de la OTAN". 

OTAN/EEUU sedujeron fatalmente a Ucrania para llevarla a esta guerra de previsibles consecuencias. Según los mandos ucranianos, sus fuerzas contarían con el manto protector de la alianza atlántica. El ex presidente Petro Poroshenko señaló que Minsk II fue una treta para ganar tiempo: armar a Ucrania y lanzar una guerra contra Rusia, nunca existió posibilidad de cumplir los compromisos de Minsk. Era el plan OTAN/Ucrania (ante el mundo seguían hablando de paz). 


Fotos de 2018, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko junto a soldados ucranianos, a su izquierda uno de ellos usa en el pecho el distintivo de la calavera de las SS cobijado por la bandera de Ucrania.

Otro personaje -de varios- que reconoce la farsa occidental respecto a los Acuerdos de Minsk es la ex Canciller alemana Angela Merkel (7 diciembre 2022): "El acuerdo de Minsk de 2014 fue un intento de darle tiempo a Ucrania. También utilizó este tiempo para volverse más fuerte, como se puede ver hoy. La Ucrania de 2014-2015 no es la Ucrania moderna... estaba claro para todos", el conflicto permaneció stand- by; acota Merkel: "sin embargo, esto fue lo que le dio a Ucrania un tiempo invaluable". Merkel fue parte de los Acuerdos de Minsk (diario alemán Zeit).

Conclusión: La diplomacia made in USA-OTAN no tiene la menor intención de detenerse ante su viejo sueño imperial/colonial de fragmentar Rusia. (Sobre los Acuerdos de Seguridad Colectiva en Europa lo abordaremos en un próximo post).

Vamos a la guerra abierta entre Rusia y Ucrania. 

"Why Peace Talks, But No Peace?" (¿Por qué conversaciones de paz, pero no paz?) es el sagaz título del artículo de Ted Snider para The American Conservative, señalando que "Estados Unidos ha impedido negociaciones serias y ha prolongado la guerra en Ucrania". Snider explica esas razones por las que el gobierno de los EEUU, a través de la OTAN, sigue oponiéndose a las negociaciones de paz. Como vemos, su original investigación ha sido ampliada a manera de introducción con nuestras notas explicativas que refuerza la ponencia principal que viene a continuación.

Todo el material gráfico y sus datos referenciales, incluido en las líneas de Ted Snider, son añadidas por el editor de este blog.

  

Parte II

Por qué conversaciones de paz, pero no paz?


FOTO DE ARCHIVO: Vladimir Putin, Emmanuel Macron y Volodimir Zelensky asisten a una cumbre en París, Francia 9 de diciembre de 2019, momento en que recrudecieron los combates entre las tropas de Kiev y los separatistas prorrusos del Donbass apoyados por el Kremlin. (Sputnik/Alexei Nikolsky/Kremlin vía REUTERS)


por Ted Sneider 

The American Conservative / agosto 2023

Ted Snider es columnista sobre política exterior e historia de Estados Unidos en Antiwar.com. También es un colaborador frecuente de Responsible Statecraft, así como de otros medios. The American Conservative es una organización sin fines de lucro y no partidista con sede en Washington, D.C.


Rara vez se menciona en los comentarios actuales sobre la guerra en Ucrania, en las primeras semanas que siguieron a la invasión rusa del 24 de febrero de 2022, Rusia y Ucrania participaron en tres intentos separados y significativos de negociar un acuerdo pacífico. Esas negociaciones tenían varias cosas importantes en común. Las tres podrían haber puesto fin a la guerra antes de la devastación de la infraestructura de Ucrania, la pérdida masiva de vidas ucranianas y el mayor riesgo de una escalada sin control. Las tres presentaron una oferta de Ucrania para no unirse a la OTAN. Y las tres fueron detenidas por los Estados Unidos.


Las primeras conversaciones: Bielorrusia

El 25 de febrero, el día después de que comenzara la invasión, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ya había señalado que estaba preparado para abandonar la búsqueda de Ucrania de la membresía en la OTAN. Zelensky anunció que no tenía miedo de negociar garantías de neutralidad y seguridad con Moscú. Esa concesión fue la primera señal de que los objetivos de Ucrania y Rusia podrían cumplirse y que la guerra podría terminar con un acuerdo diplomático.

La concesión de Zelensky probablemente tuvo muchas motivaciones. La primera fue la fuerza de la invasión misma. El segundo fue su aceptación de que no era probable que la OTAN accediera a la solicitud de Ucrania para unirse. El 26 de febrero, el segundo día de la guerra, Zelensky respondió a la invasión diciendo: "No tenemos miedo de hablar con Rusia. No tenemos miedo de decir todo sobre las garantías de seguridad para nuestro estado. No tenemos miedo de hablar de estatus neutral. No estamos en la OTAN ahora... Tenemos que hablar sobre el final de esta invasión. Tenemos que hablar de un alto el fuego".

El asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak también dijo que "Ucrania quiere la paz y está lista para las conversaciones con Rusia, incluso sobre el estatus neutral con respecto a la OTAN". Dijo a Reuters el 25 de febrero que "si las conversaciones son posibles, deberían celebrarse. Si en Moscú dicen que quieren mantener conversaciones, incluso sobre el estatuto neutral, no tenemos miedo de ello. Podemos hablar de eso también", dijo.

Pero Zelensky también estaba frustrado con la OTAN: "Les pregunté: ¿están con nosotros?" Zelensky dijo el 25 de febrero. "Respondieron que están con nosotros, pero no quieren llevarnos a la alianza. He preguntado a 27 líderes de Europa, si Ucrania estará en la OTAN, les he preguntado directamente, todos tienen miedo y no respondieron".


Representantes ucranianos mantuvieron una primera ronda de negociaciones con la delegación rusa en territorio de Bielorrusia para buscar una salida al conflicto iniciado el 24 de febrero. (Bielorrusia, región de Pripiat, frontera entre Ucrania y Bielorrusia, 28 febrero 2022). Las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania buscaban el cese a las hostilidades, las partes hablan de algunos avances. Los primeros días de marzo, Denis Kireev, negociador ucraniano, había sido detenido acusado de traición y ejecutado por el servicio secreto de Ucrania (SBU)

 

El 27 de febrero, apenas tres días después de la guerra, Rusia y Ucrania anunciaron que mantendrían conversaciones en Bielorrusia. La delegación ucraniana iba con la voluntad de negociar la neutralidad. Zelensky dijo: "Acordamos que la delegación ucraniana se reuniría con la delegación rusa sin condiciones previas". Después de la primera ronda de conversaciones, las dos delegaciones regresaron a casa para celebrar consultas, habiendo identificado temas prioritarios. Es alentador que haya un acuerdo para una segunda ronda de conversaciones. Esas conversaciones tuvieron lugar en Bielorrusia, en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania, el 3 de marzo.

Sin embargo, aunque Ucrania estaba dispuesta a discutir la neutralidad y "el final de esta invasión", Estados Unidos no lo estaba. El 25 de febrero, el mismo día en que Zelensky dijo que "no tenía miedo de hablar con Rusia" y que "no tenía miedo de hablar sobre el estatus neutral", se le preguntó al portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en una conferencia de prensa: "¿Qué es Estados Unidos, qué piensa sobre la eficacia de tales conversaciones?" El periodista estaba preguntando específicamente sobre las conversaciones de Bielorrusia, llamándolas las "conversaciones entre Rusia y Ucrania que ocurren en Minsk", la capital de Bielorrusia. Price respondió: "Ahora vemos a Moscú sugiriendo que la diplomacia tenga lugar en el cañón de un arma o cuando los cohetes, morteros y artillería de Moscú apuntan al pueblo ucraniano. Esto no es verdadera diplomacia. Esas no son las condiciones para una diplomacia real". Estados Unidos dijo no a las conversaciones de Bielorrusia.

El 17 de diciembre de 2021, solo dos meses antes de la invasión de Ucrania, Rusia entregó propuestas sobre garantías de seguridad tanto a los Estados Unidos como a la OTAN. Las demandas clave incluían no expansión de la OTAN a Ucrania y ningún despliegue de armas o tropas en Ucrania. El 26 de enero, Estados Unidos y la OTAN rechazaron la demanda esencial de Rusia de una garantía por escrito de que Ucrania no se uniría a la OTAN. Derek Chollet, consejero del secretario de Estado Antony Blinken, ha revelado que Estados Unidos le dijo a Moscú que negociar la expansión de la OTAN en Ucrania nunca estuvo sobre la mesa. Putin simplemente comentó "que las preocupaciones fundamentales de Rusia fueron ignoradas".

La respuesta oficial rusa llegó el 17 de febrero de 2022. Dijo que Estados Unidos y la OTAN no ofrecieron "ninguna respuesta constructiva" a las demandas clave de Rusia. Luego agregó que si Estados Unidos y la OTAN continuaban negándose a proporcionar a Rusia "garantías legalmente vinculantes" con respecto a sus preocupaciones de seguridad, Rusia respondería con "medios técnico-militares".

La invasión una semana después fue la respuesta técnico-militar prometida por Rusia a la negativa de Estados Unidos a proporcionar una garantía de que Ucrania no se uniría a la OTAN. Si la invasión fue pensada como un ataque rápido con el objetivo de obligar a Kiev a la promesa de no unirse a la OTAN que Rusia no pudo obtener de Washington, entonces esa intención podría haberse logrado en Bielorrusia en la primera semana de la guerra. Pero Estados Unidos lo detuvo.


Las segundas charlas: Bennet

El segundo conjunto de negociaciones reveló un patrón. Hubo, una vez más, una oportunidad de poner fin a la guerra y una oferta ucraniana de neutralidad. El bloqueo de Estados Unidos no fue un evento aislado que surgió de las circunstancias del primer conjunto de negociaciones en Bielorrusia, sino más bien una política.

El 6 de marzo, pocos días después de que concluyeran las segundas conversaciones en Bielorrusia, los medios israelíes informaron que el entonces primer ministro Naftali Bennett había hecho una visita sorpresa a Moscú para reunirse con Putin en un intento de mediación. Después de reunirse con Putin, Bennet habló dos veces con Zelensky. También habló con el presidente francés Emmanuel Macron y voló a Alemania para conversar con el canciller alemán Olaf Scholz.

Los detalles de las reuniones eran escasos en ese momento. Pero en una entrevista el 2 de febrero de 2023, Bennet reveló detalles sobre lo que se acordó, qué tan cerca llegaron las conversaciones al éxito y qué sucedió. Según Bennett, "Zelensky inició la solicitud para contactar a Putin". Bennett dijo que "Zelensky me llamó y me pidió que contactara a Putin". Bennett luego le dijo a Estados Unidos que "tenía la confianza de ambas partes" y que "tengo el oído de Putin. Puedo ser un oleoducto".

Estas conversaciones pusieron en marcha una serie de llamadas telefónicas de ida y vuelta entre Bennett y Putin y Bennett y Zelensky. Bennett luego voló a Moscú para reunirse con Putin y luego a Alemania para reunirse con Scholz. Siguió un "maratón de negociación de borradores".

"Todo lo que hice", dice Bennett, "estaba totalmente coordinado con Biden, Macron, Johnson, con Scholz y, obviamente, Zelensky".

Según Bennet, aunque Estados Unidos le dijo que "no había posibilidad de éxito", Putin le dijo que "podemos llegar a un alto el fuego". Para alcanzar ese alto el fuego, Bennet dice que Putin hizo "enormes concesiones". Cuando Bennett le preguntó a Putin si iba a matar a Zelensky, Putin respondió: "No mataré a Zelensky". Putin también "renunció" al "desarme de Ucrania" exigido por Rusia.

Zelensky también hizo una "gran concesión". Según Bennet, Putin se quejó de la promesa rota de Occidente con respecto a la expansión de la OTAN y le dijo a Bennet que pasara el mensaje a Zelensky: "Dime que no te unirás a la OTAN, no invadiré". Bennett dice que "Zelensky renunció a unirse a la OTAN".



Fotografías de archivo, no hay material gráfico disponible debido a que las reuniones se manejaron en el mayor sigilo posible. Arriba: Naftali Bennett, entonces primer ministro de Israel y el presidente ruso Vladimir Putin reunión en Sochi, 22 de octubre de 2021(Evgeny Biyatov / AP) Abajo, fotos de Bennett y Zelensky.


Habiendo prometido no unirse a la OTAN, Zelensky quería garantías de seguridad. Putin consideró que los acuerdos de seguridad con las principales potencias eran lo mismo que unirse a la OTAN. Bennett sugirió abandonar las garantías similares a las de la OTAN a favor de que Ucrania adopte "el modelo israelí" y cree un ejército fuerte e independiente que pueda defenderse. Esa solución fue aceptada tanto por Putin como por Zelensky.

Habiendo ganado esas promesas, Bennett voló a Alemania y actualizó a Scholz, los estadounidenses, Macron y Johnson. "Boris Johnson adoptó la línea agresiva. Macron y Scholz fueron más pragmáticos. Biden era ambas cosas". Bennett dijo que "había una buena posibilidad de alcanzar un alto el fuego". Pero el patrón de obstrucción estadounidense evidente por primera vez en Bielorrusia continuó. Bennett dice que Occidente tomó la decisión de "seguir atacando a Putin".

"Entonces, ¿lo bloquearon?", Preguntó su entrevistador. "Lo bloquearon", respondió Bennett. Su relato de lo que se dijo en conversaciones privadas contradice las versiones en ese momento de un alto funcionario ucraniano que se quejó de que "Bennett ha propuesto que nos rindamos", sugiriendo que la declaración ucraniana era más para consumo público. Fuentes "al tanto de los detalles sobre la reunión" dijeron en ese momento que Zelensky consideraba la propuesta "difícil" pero no "imposible" y que "las brechas entre las partes no son grandes".

El periodista Barak Ravid informó en "Axios" que las concesiones rusas incluían que la desmilitarización podría limitarse al Donbás, que no habría un cambio de régimen en Kiev y que Ucrania podría mantener su soberanía. Zelensky dijo que se había "enfriado" sobre unirse a la OTAN y que había encontrado que la propuesta de Putin "no era tan extrema como esperaban".

Al igual que en Bielorrusia, la oportunidad de una concesión para no unirse a la OTAN y para la paz fue "bloqueada" por los EE.UU.


Las terceras conversaciones: Estambul

Luego, en marzo y principios de abril de 2022, los esfuerzos en las negociaciones se trasladaron a Estambul. Turquía es un candidato prometedor para la mediación. Turquía tiene una relación con Rusia y se negó a romper esa relación una vez que comenzó la guerra. Turquía también tiene una relación con Ucrania, y los drones con los que las fuerzas ucranianas estaban armadas cuando se concentraron en la frontera oriental con el Donbás antes de la guerra fueron suministrados por Turquía.

Las conversaciones turcas fueron las más fructíferas de todas, produciendo en realidad un acuerdo "tentativamente acordado".

Para el 20 de marzo, Zelensky aparentemente había aceptado que la puerta abierta de la OTAN a Ucrania era un juego de manos. Le dijo a un entrevistador de CNN que personalmente pidió a los líderes de los miembros de la OTAN "que digan directamente que vamos a aceptarlos en la OTAN en un año o dos o cinco, solo díganlo directa y claramente, o simplemente digan que no. Y la respuesta fue muy clara, no vas a ser miembro de la OTAN, pero públicamente, las puertas permanecerán abiertas".

En las conversaciones de Estambul a fines de marzo, Zelensky actuó al darse cuenta y ofreció una promesa de no unirse a la OTAN. El 29 de marzo, los negociadores ucranianos dijeron que Kiev estaba listo para aceptar la neutralidad si, bajo un acuerdo internacional, los estados occidentales como Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña proporcionaban garantías de seguridad vinculantes.


El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante las conversaciones entre Ucrania y Rusia realizadas el 29 de marzo del 2022 en Estambul. (Foto: Murat Cetin Muhurdar/Turkish Presidential Press Service, vía Agence France-Presse. Getty Images)


Escribiendo en Foreign Affairs, Fiona Hill y Angela Stent informaron que, según varios ex altos funcionarios estadounidenses con los que hablamos, en abril de 2022, los negociadores rusos y ucranianos parecían haber acordado tentativamente las líneas generales de un acuerdo provisional negociado: Rusia se retiraría a su posición del 23 de febrero, cuando controlaba parte de la región de Donbás y toda Crimea, y a cambio, Ucrania prometería no buscar la membresía de la OTAN y, en cambio, recibiría garantías de seguridad de varios países.

Putin ha revelado recientemente más detalles sobre el acuerdo. El 13 de junio de 2023, respondiendo a las preguntas de los corresponsales de guerra en el Kremlin, Putin confirmó que "llegamos a un acuerdo en Estambul". Putin luego reveló el detalle previamente no anunciado de que el acuerdo tentativo no fue meramente verbal. Había ido tan lejos como para producir un documento firmado: "No recuerdo su nombre y puedo estar equivocado, pero creo que el señor Arakhamia encabezó el equipo negociador de Ucrania en Estambul. Incluso rubricó este documento". Rusia también firmó el documento: "durante las conversaciones en Estambul, rubricamos este documento. Discutimos durante mucho tiempo, chocamos cabezas allí y así sucesivamente, pero el documento era muy grueso y fue rubricado por Medinsky de nuestro lado y por el jefe de su equipo negociador".

Dos días después, el 17 de junio, Putin fue aún más lejos. En una reunión con una delegación de líderes de países africanos que, una vez más, intentaban mediar en las conversaciones de paz, Putin presentó el borrador del acuerdo rubricado. Sosteniendo el documento, Putin dijo:


Me gustaría llamar su atención sobre el hecho de que, con la ayuda del Presidente Erdogan, como saben, se celebraron en Turquía una serie de conversaciones entre Rusia y Ucrania para elaborar tanto las medidas de fomento de la confianza que ha mencionado como para redactar el texto del acuerdo. No discutimos con la parte ucraniana que este tratado sería clasificado, pero nunca lo hemos presentado, ni lo hemos comentado. Este borrador del acuerdo fue rubricado por el jefe del equipo de negociación de Kiev. Puso su firma allí. Aquí está.


El acuerdo, que llevaba el título "Tratado sobre la Neutralidad Permanente y las Garantías de Seguridad para Ucrania", dijo que Ucrania haría de la "neutralidad permanente" una característica de su constitución. Según los informes de RT (es cierto que una red de medios financiada por el estado ruso) "Rusia, Estados Unidos, Gran Bretaña, China y Francia figuran como garantes", lo que, si es preciso, parece ser un ablandamiento de la respuesta de Putin a Bennet de que los acuerdos de seguridad con las principales potencias eran lo mismo que unirse a la OTAN.

Al igual que con las negociaciones de Bennett, Rusia renunció a la demanda de la desmilitarización total de Ucrania, aunque todavía había una brecha entre las propuestas de Rusia y Ucrania sobre los límites en el tamaño de las fuerzas armadas de Ucrania y en el número de tanques, aviones y lanzacohetes.

Pero entonces la obstrucción de Estados Unidos ocurrió de nuevo. "En realidad hicimos esto", dijo Putin a los corresponsales de guerra en el Kremlin, "pero simplemente lo tiraron más tarde y eso es todo". Hablando con la delegación africana, Putin dijo: "Después de que retiramos nuestras tropas de Kiev, como habíamos prometido hacer, las autoridades de Kiev ... arrojaron (sus compromisos) al basurero de la historia. Lo abandonaron todo". Putin culpó implícitamente a Estados Unidos, diciendo que cuando los intereses de Ucrania "no están sincronizados" con los intereses de Estados Unidos, "en última instancia, se trata de los intereses de Estados Unidos. Sabemos que tienen la clave para resolver problemas".

Así como el relato de Putin sobre el acuerdo tentativo y la promesa de Ucrania de no unirse a la OTAN se confirmó en el artículo de Asuntos Exteriores, también se confirma su afirmación de que Estados Unidos detuvo el acuerdo negociado. El ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, dijo que, debido a las conversaciones, "Turquía no creía que la guerra entre Rusia y Ucrania continuaría por mucho más tiempo". Pero, dijo, "hay países dentro de la OTAN que quieren que la guerra continúe". "Después de la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN", explicó, "fue la impresión de que... hay quienes dentro de los estados miembros de la OTAN quieren que la guerra continúe, que la guerra continúe y que Rusia se debilite".

La cuenta de Cavusoglu no está sola. Numan Kurtulmus, vicepresidente del partido gobernante de Erdogan, ha insinuado la misma obstrucción y la misma búsqueda de objetivos más grandes. Le dijo a CNN TURK que "Sabemos que nuestro presidente está hablando con los líderes de ambos países. En ciertos asuntos, se hizo un progreso, llegando al punto final, y de repente vemos que la guerra se está acelerando ... Alguien está tratando de no poner fin a la guerra. Estados Unidos ve la prolongación de la guerra como su interés... Hay quienes quieren que esta guerra continúe... Putin-Zelensky iba a firmar, pero alguien no quería".

A Estados Unidos se unió el Reino Unido como un "estado miembro de la OTAN que quiere que la guerra continúe". El 9 de abril, el entonces primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, se apresuró a Kiev para frenar a Zelensky, insistiendo en que el presidente ruso Vladimir Putin "debería ser presionado, no negociando con él" y que, incluso si Ucrania estaba lista para firmar algunos acuerdos con Rusia, "Occidente no lo estaba".


El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, solo en la Cumbre de la OTAN en Vilnius - Lituania, 11-12 julio 2023. Esta fotografía apareció en un tuit de The Babylon Bee, cuyo título dice: " Embarrassed Man Could’ve Sworn Invitation Said 'Costume Party' " (Hombre avergonzado podría haber jurado que la invitación decía 'fiesta de disfraces').  


¿Por qué no hay paz?

¿Por qué Estados Unidos y el Reino Unido no querían que Zelensky firmara?

Cuando se le preguntó al portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, que Zelensky estaba "abierto a una ... solución diplomática" en una conferencia de prensa el 21 de marzo de 2022, rechazó un final negociado de la guerra, incluso si el acuerdo negociado cumplía con los objetivos de Ucrania. "Esta es una guerra", respondió Price, "que es en muchos sentidos más grande que Rusia, es más grande que Ucrania". Estados Unidos rechazó que Ucrania negociara un acuerdo con Rusia que cumpliera con los objetivos de Kiev a favor de presionar a Ucrania para que continúe luchando en la búsqueda de objetivos estadounidenses más amplios y "principios básicos".

Tres veces distintas en las primeras semanas de la guerra, las negociaciones produjeron la posibilidad real de paz. El tercero incluso produjo un acuerdo tentativo que, según Putin, fue firmado. Ambas partes hicieron "enormes concesiones", incluida Ucrania prometiendo cada vez no unirse a la OTAN. Pero cada vez, Estados Unidos puso fin a la promesa de una solución diplomática y de paz, permitiendo que la guerra continuara y escalara, aparentemente en la búsqueda de intereses estadounidenses, no ucranianos.

Ted Snider


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19 agosto 2023

La Primavera de Praga. Cuando los trabajadores se levantaron contra el estalinismo


     Libor Hajsky—Imágenes CTKAP


Introducción por el editor del blog

Medio siglo después de la invasión soviética de Checoslovaquia, cuyo propósito era restaurar la supremacía del estado, consiguió dividir el espíritu de la nación a un tremendo costo político y social, el sueño de los reformistas quedó sepultado, más adelante veremos el rol desempeñado por Aleksander Dubček en la crisis checoeslovaca.


Objetividad ante todo. Sin apasionamientos políticos, la Primavera de Praga fue un proceso distinto, se constituyó como movimiento de reforma comandado por los propios líderes nacionales y respaldado por trabajadores y estudiantes, en esencia no pretendía derrocar al régimen, sino transformar el sistema nacional de gobierno comunista.

Debemos enfatizar que tras el final del conflicto en Europa (1945) los países del Este europeo, liberados del yugo nazi, terminaron en la esfera del totalitarismo soviético (las secuelas del estalinismo no fueron fáciles de eliminar). Es de importancia recordar que ese fue el acuerdo entre los Aliados en la segunda guerra mundial, Europa iba a ser dividida en dos zonas de influencia. 

No es verdad que Estados Unidos y la OTAN se vieron sorprendidos por la entrada de las tropas del "Pacto de Varsovia" en territorio checoeslovaco (20 divisiones, alrededor de 250.000 soldados ocuparon Checoslovaquia), las agencias de inteligencia occidentales sabían sobre la movilización de tropas en las fronteras. No podían hacer nada, cumplieron sus compromisos y tratados con los soviéticos, cada cual a su zona de influencia. 

Tan cierto es que en el transcurso de la Primavera de Praga (días previos a la entrada de tropas del Pacto de Varsovia) el líder soviético Brézhnev comunicó a Johnsonpresidente EEUU, sobre su  intención de entrar en Praga con tropas. El gesto de Johnson es inequívoco, su nación reconocía las zonas de influencia y Checoslovaquia era jurisdicción soviética. 

Ciudades como Berlín, Bucarest, Budapest, Praga, Sofía, Varsovia y hasta Viena, quedaron bajo la esfera soviética. Durante el estalinismo, en 1953 en la Alemania Oriental y en 1956 en Hungría, hubieron levantamientos que se reprimieron con violencia. 

Es lógico que desde el Kremlin se apreciara el movimiento reformista checoeslovaco, apoyado por el pueblo, como un mal ejemplo que pudiera imitarse en otras naciones del Pacto de Varsovia. La apertura -mejor dicho, la desestalinización del sistema- abrió la posibilidad de criticar y eso sucedió en Praga a través de los medios de comunicación. 


Estudiantes checos trabajando para producir reportajes clandestinos durante los primeros días de la ocupación soviética. (Portafolio de Mario De Biasi Mondadori, vía Getty Images)

Decenas de miles de civiles, tanto jóvenes como mayores, se reunieron a protestar en las plazas de Praga, Bratislava y otras ciudades. Hubo violencia, por supuesto, el acto más notorio se produjo en la estación de radio de Praga, la fuente de mayor desafío al sistema siguió transmitiendo a pesar de la presencia de las tropas, los manifestantes bloquearon con autobuses incendiados los accesos al edificio de la radio. En la embestida de los tanques contra las improvisadas fortificaciones, varios se prendieron fuego, las fuerzas militares dispararon contra civiles reunidos en la protesta. 

Se estima que entre 80 y algo más de cien personas murieron durante la ocupación. Las consecuencias posteriores si que fueron más graves, cientos de arrestados y miles de personas enviadas a “reeducarse” bajo el programa de “normalización”. "La esperanza fue reemplazada por miedo y desafío con resignación abatida", se informaba en un reportaje del New York Times.

La tensa calma pareció romperse cuando el 16 de enero de 1969 un estudiante universitario de Praga, Jan Palach, en la Plaza Wenceslao se prendió fuego como forma de protesta, momento captado en película, días después falleció y miles de personas marcharon en su funeral. Pero la Primavera de Praga ya había culminado. 


Funeral de Jan Palach, Plaza de Wenceslao Praga, enero 1969. El estudiante checo se prendió fuego para protestar contra la ocupación soviética. (Foto Ullstein Bild, a través de Getty Images)

Sin embargo, tras la caída del "Telón de Acero" y el fin de la "Guerra Fría", Europa volvió a dividirse aun más -política y socialmente-, Checoslovaquia es un ejemplo, volvió a aflorar el peligro del falso nacionalismo. Un Babel sostenido por un inmenso manto burocrático -Unión Europea- y la OTAN, cuestionada alianza militar que se va ampliando hacia el Este de Europa es el resultado. Lo peor, aceptémoslo o no, es que la imperial Europa está relegada y controlada por una fuerza mayor externa, los Estados Unidos de América.

Bien, una apreciación real sobre los acontecimientos de agosto de 1968 en Praga se puede visualizar en el siguiente ensayo que corresponde a una publicación del sitio web griego "ξεκινημα" (Primeros Pasos), el texto traducido corresponde a su versión en inglés. Casi todo el material gráfico, muy conocido mundialmente fue captado por el fotógrafo profesional Josef Koudelka, nacido en Moravia (hoy República Checa), aquellas fotografías se sacaron clandestinamente de Praga en esos tiempos de convulsión, publicándose anónimamente. Lo que más destaca es la actitud de la gente de Praga ante las tropas y el grito recurrente de la muchedumbre desarmada: “Iván, vete a casa”.

Tito Andino


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Una icónica fotografía del manifestante sobre un tanque en claro desafío a las tropas ocupantes. (Josef KoudelkaMagnum Foto)

ξεκινημα

Título de la versión inglesa:

The Prague Spring – when workers stood up against Stalinism


El 21 de agosto de 1968, la Primavera de Praga fue aplastada bajo las huellas de los tanques soviéticos que entraron en Praga con la "tarea" de salvar al país de las fuerzas reaccionarias de derecha y los fascistas -según el bando soviético-, que aprovecharon la crisis política y económica en Checoslovaquia, estaban tratando de instigar una contrarrevolución capitalista. Pero, los soldados que entraron en Praga se enfrentaron a barricadas con miles de trabajadores y estudiantes detrás de ellos, luchando por la libertad.

 

Las tropas soviéticas marchan por Praga en septiembre de 1968. Después de la invasión se estableció una presencia soviética permanente en Checoslovaquia para detener o revertir las reformas. 


Checoslovaquia, como parte del Bloque del Este, era el terreno en el que la burocracia estalinista había falsificado casi todos los principios socialistas. Si alguien echa un vistazo a los primeros programas del Partido Bolchevique, escritos principalmente por Lenin, puede ver que la mayoría de sus puntos básicos están en desacuerdo con la realidad en Checoslovaquia.

Uno de los puntos más cruciales del programa bolchevique era la celebración de elecciones libres y democráticas, en las que los representantes de los trabajadores y del pueblo (sujetos a revocación en cualquier momento) tuvieran derecho a participar. En Checoslovaquia no se celebraron elecciones y cualquier partido que no fuera el Partido Comunista fue declarado ilegal.

Los diversos líderes y cuadros del partido vivían en el lujo, mientras que la mayoría de la gente a menudo se veía privada incluso de los bienes más básicos. No hubo rotación en las tareas administrativas. En cambio, la burocracia era un círculo cerrado con posiciones permanentes y establecidas. Por otro lado, según el enfoque bolchevique, la estructura permanente del ejército debería haber sido abolida y una milicia obrera establecida bajo el control democrático de las masas. En contraste, en Checoslovaquia, un ejército profesional continuó existiendo, la policía se fortaleció y los servicios secretos crecieron a enormes proporciones, convirtiendo al país en un estado policial.



Arriba: Huelga general en la Plaza Wenceslao, Praga (Josef Koudelka, Magnum Fotos); abajo: Perplejos residentes de Praga presencian la llegada de las tropas del Pacto de Varsovia (Josef Koudelka, Magnum Fotos) 

Los principales sectores de la economía fueron nacionalizados, pero la gente no participó en su planificación y control. No había desempleo, y la educación y la atención médica eran gratuitas, pero el nivel de vida era mucho más bajo que en Occidente. En promedio, los trabajadores recibieron salarios varias veces más bajos que los trabajadores en los países occidentales.

Las cosas se exacerbaron aún más cuando la burocracia, con su planificación esencialmente dictatorial de la producción y su corrupción, pronto llevó a la economía al estancamiento. Las tasas de crecimiento comenzaron a caer constantemente, llegando a cero en 1963. En 1967 el número de desempleados era de 300.000 y alrededor de 400.000 personas que no podían encontrar trabajo en su propio país se vieron obligadas a emigrar a países occidentales.


Reacciones iniciales

En 1967, la Asociación de Escritores Checos dio el primer paso decisivo y se levantó contra la censura y las restricciones intelectuales impuestas por la burocracia, exigiendo que se publicaran obras que habían sido declaradas prohibidas por el Partido Comunista de Checoslovaquia (PCCh).

Fue en esta atmósfera que se desarrolló el potencial para la crítica pública, y a finales de 1967 la opinión pública se había vuelto cada vez más crítica con el régimen.



Praga, agosto 1968, resistencia pasiva a la invasión 

El periódico comunista Literární noviny ofreció una importante plataforma para la crítica pública. Por esta razón, comenzó a enfrentar sanciones crecientes del Comité Central. El editor en jefe fue reemplazado, pero su sucesor no pudo controlar la situación. En un congreso de la Unión de Escritores de Checoslovaquia en junio de 1967, tres editores, representantes de la Literární noviny, criticaron por primera vez directamente a la dirección del Partido.

El presidente de Checoslovaquia y secretario general del Partido Comunista, Antonín Novotny, reaccionó con una declaración pública que retrató el congreso como parte de una campaña orquestada por Occidente.

El PCCh ordenó el reemplazo de los editores del periódico y prohibió a varios delegados, incluidos Pavel Kohout y Vaclav Havel, algunas de las figuras clave de la Unión de Escritores Checoslovacos, presentarse a las elecciones de la Unión. Los tres editores fueron expulsados del partido, mientras que otros recibieron una estricta censura. Estos movimientos, sin embargo, revelaron las dificultades de Novotny para hacer cumplir la línea del partido, y las sanciones provocaron una amplia ola de reacciones de periodistas, artistas y escritores.


Los estudiantes toman la iniciativa


Jóvenes de Praga pasan junto a un tanque en llamas con una bandera nacional. Curiosamente la foto fue cortesía de la CIA, actualmente de Dominio Público, a través de Wikimedia Commons


Manifestante de Praga frente a las tropa de la invasión soviética de Checoslovaquia 1968 (Josef Koudelka, Magnum Fotos)


Unos meses más tarde, los estudiantes siguieron su ejemplo y comenzaron a protestar, exigiendo mejores condiciones de vida en las residencias estudiantiles. La batalla de los estudiantes contra la burocracia estatal rápidamente tomó la forma de un movimiento y entró en la escena política central.

Los estudiantes corearon "Queremos luz", un eslogan que tenía un doble significado. Por un lado, la razón era práctica ya que no había electricidad en sus aulas y, por otro lado, porque exigían libertad de conocimiento e información.

En una manifestación de estudiantes politécnicos en la ciudad de Strahov, el 31 de octubre de 1967, la represión policial fue brutal. Bajo las órdenes de Antonin Novotny, los manifestantes fueron dispersados violentamente. Después de la manifestación y la represión hubo concentraciones que terminaron exigiendo derechos fundamentales garantizados por una constitución democrática, como el derecho de reunión, la libertad de prensa y la libertad de movimiento en el país.


Praga, 21 de agosto


Tanques en el centro de Praga. (Arnoldo Mondadori Editore SP—Mondadori Portfolio agenda fotostock)


Un joven checo mostrando un reportaje sobre la invasión a un soldado soviético. (Josef Koudelka Magnum Fotos)

Los estudiantes exigieron que los medios publicaran sus resoluciones, mientras que el gobierno respondió con innumerables redadas policiales en dormitorios y amenazas de expulsar a los líderes del movimiento de la universidad.

En un corto período de tiempo, el gobierno declaró el estado de emergencia. La policía, el ejército y todos los mecanismos estatales se pusieron a disposición del partido.

Intentos de conectarse con la clase obrera

A principios de 1968, la forma que el movimiento estudiantil había actuado hasta ese momento comenzó a cambiar. Hasta entonces, los estudiantes se habían estado reuniendo espontáneamente después de cada manifestación. Estas estructuras se transformaron en órganos permanentes encargados de organizar las movilizaciones y planificar los próximos pasos. Por primera vez, los estudiantes de Praga intentaron vincular sus luchas con la clase obrera.

Después del 14 de marzo, el movimiento se distanció completamente de las estructuras burocráticas del ala juvenil del PC checoslovaco y dirigió una carta abierta a todos los trabajadores. También formó delegaciones y grupos de propaganda que visitaron las fábricas para llamar a los trabajadores a unirse a la lucha.

La situación económica en la que se encontraban los trabajadores y la restricción de sus derechos democráticos, que formaban parte de su vida cotidiana, no les dejaban espacio para mantenerse fuera de la batalla.

Toda Checoslovaquia estaba sumida en crisis.


Temblores dentro del Partido Comunista


Residentes de Praga se suben a un tanque soviético que rodea la  Plaza de Wenceslao el primer día de la invasión, 21 de agosto de 1968. La pancarta dice "Personal no autorizado. Prohibida la entrada".


A principios de 1968, en el llamado "Pleno de enero" del Comité Central del Partido Comunista, las tensiones crónicas entre sus miembros salieron a la superficie y llevaron a la creación de dos polos. Por un lado estaban los "conservadores" que estaban a favor de una represión inmediata de la rebelión y por el otro los "progresistas" que creían que la única manera de superar la crisis y calmar al pueblo era instituir algunas reformas.

La batalla fue finalmente ganada por los llamados "progresistas", lo que llevó, el 5 de enero, al reemplazo del Secretario General Novotny por Aleksander Dubček, un graduado nacido en Eslovaquia, de la escuela del partido de Moscú, que fue nombrado Primer Secretario.

El cambio en el liderazgo también marcó un cambio en el curso del partido gobernante en Checoslovaquia. Al principio, Dubček intentó priorizar una agenda de reformas. En febrero de 1968, Dubček levantó la censura de la prensa. Inmediatamente hubo una verdadera explosión de información que apareció en los medios de comunicación.

El 5 de abril de 1968, la base programática para las reformas se presentó con un "programa de acción", que establecía como objetivos la reestructuración de la economía, el establecimiento de la libertad de opinión e información, el replanteamiento del pasado estalinista y la redefinición del papel del PC en la sociedad.


Camiones del ejército checoslovaco trasladan a jóvenes a un lugar seguro en las afueras de Praga después de que los tanques soviéticos iniciaran un asedio a los cuarteles del ejército checo.


"El socialismo no puede significar solo la liberación de los trabajadores de la dominación de la explotación de las relaciones de clase, sino que debe hacer más provisiones para una vida más plena de la personalidad que cualquier democracia burguesa".


Esta política oficial del partido fue reemplazada en muchos aspectos por un diálogo público sobre las reformas necesarias. Los sentimientos antisoviéticos se expresaron a través de la prensa y comenzaron a formarse iniciativas políticas. El intento del partido de "liderar" las reformas ya no tenía sentido. El "programa de acción" fue aceptado por la gente sin mucho entusiasmo como algo que ahora se daba por sentado.

Las masas checoslovacas no tenían la intención de detenerse en estas reformas suaves. En cambio, llevaron sus demandas un paso más allá y crearon "consejos obreros" independientes con el objetivo de tomar la gestión de la economía y las fábricas en sus propias manos.

Estos consejos representarían el mayor peligro para los líderes soviéticos. Por eso, después de que las tropas invadieran Praga, los consejos serían lo primero que intentarían desmantelar. Pero su abolición no quedaría sin respuesta.


Residentes de Praga, portando una bandera checoslovaca intentan detener un tanque soviético en el centro de Praga lanzando cócteles Molotov, 21 de agosto de 1968


Reacciones en Occidente y la Unión Soviética

Mientras todos estos acontecimientos tenían lugar en Checoslovaquia, los políticos e intelectuales de Occidente propagaban que los checoslovacos se habían levantado contra el comunismo exigiendo un retorno al capitalismo y a la economía de mercado.

Por otro lado, la burocracia de la URSS, bajo el liderazgo de Brezhnev, había dado luz verde inicialmente a la sustitución de Novotny por Dubček, en un movimiento para controlar la situación. Pero cuando quedó claro que los acontecimientos se estaban yendo de las manos, reaccionaron.

El PC de la Unión Soviética estaba preocupado de que la insurrección se extendiera a otros países en su zona de influencia. Y, de hecho, el peligro de que otros países del "Bloque del Este" siguieran el ejemplo de Checoslovaquia era real. Esto significaría prácticamente el fin de su influencia en varios países y su papel como "superpotencia" de la época.


Alexander Dubcek, líder del Partido Comunista de Checoslovaquia, aborda el tren rumbo al encuentro con los soviéticos. (Harry Redl, The LIFE Picture Collection, vía Getty Images) Abajo: Leonid Breznev pide a Dubcek revierta las reformas.


Calculando estos riesgos, convocaron a Dubček a Čierna nad Tisou, una ciudad en la frontera eslovaca con la URSS. Los burócratas soviéticos lo presionaron para que congelara cualquier medida de reforma que hubiera prometido. Pero la situación se había vuelto tan aguda que tal movimiento por sí solo ya no podía ser efectivo y se tomó la decisión de invadir el país.


La invasión de Praga

Ya en marzo de 1968, representantes del gobierno checoslovaco se habían reunido en Dresde con representantes de la Unión Soviética, Bulgaria, Hungría, Polonia y Alemania Oriental, los cinco países que iban a llevar a cabo la invasión, conocidos como los "Cinco de Varsovia". Las reuniones posteriores se celebraron sin la participación de Checoslovaquia.

La presión soviética sobre el gobierno checoslovaco para congelar las reformas se intensificó y pronto se agregó la amenaza de intervención militar.


Soldados soviéticos en camino a ocupar el edificio de la Radio Checoslovaca. (Josef Koudelka, Magnum Fotos)

Tres días antes de la invasión, Brézhnev informó al presidente Johnson sobre sus planes de invadir Praga. El presidente estadounidense respondió que Estados Unidos reconocía la jurisdicción de Moscú en su zona de influencia en los países del Bloque del Este, que incluía a Checoslovaquia. Los líderes soviéticos procedieron con la invasión sabiendo que no encontrarían resistencia por parte de Occidente.


El 21 de agosto de 1968, comenzó el avance de las tropas de la Unión Soviética, Polonia, Hungría y Bulgaria en Checoslovaquia. Los aviones militares soviéticos comenzaron a aterrizar en el aeropuerto de Praga cada minuto, y 200.000 soldados y más de 2.000 tanques invadieron Checoslovaquia.

En pocas horas todos los puntos estratégicos del país fueron ocupados por las tropas soviéticas. En las batallas que siguieron, aproximadamente 100 checoslovacos y 50 soldados del Pacto de Varsovia murieron.


Praga. Soldados abandonan un tanque en llamas. (Josef Koudelka, Magnum Fotos)

El PC checoslovaco decidió no oponer resistencia. El presidente Svoboda pidió moderación en su mensaje de radio. Mientras tanto, Dubček y otros miembros del gobierno fueron arrestados y llevados a Moscú.

La prensa publicó una solicitud sin firmar de los principales funcionarios del partido y del gobierno de Checoslovaquia para "asistencia inmediata, incluida la asistencia con las fuerzas armadas" para hacer frente al "peligro inmediato de la contrarrevolución". Aunque luego fue negado por la dirección oficial del partido checoslovaco en el 14º congreso del partido (celebrado unos días después de la invasión), a principios de la década de 1990 el gobierno ruso le dio al presidente checo Havel una copia de la carta.


Reacciones en Checoslovaquia y la "normalización" de la situación

El estado de ánimo de la opinión pública era muy desfavorable en los primeros días después de la ocupación. Aunque no se organizó ninguna resistencia armada, el pueblo trató de eludir la ocupación del país a través de la desobediencia civil y varias otras acciones. Hubieron muchos que comenzaron a plantar señales de tráfico en la dirección equivocada para engañar a los soldados rusos que no conocían el área. El papel de la radio de Checoslovaquia también fue importante ya que se estableció una estación de radiodifusión móvil para informar a la población.

El 23 de agosto, el presidente Svoboda fue invitado a Moscú para conversaciones oficiales. El 26 de agosto, finalmente se firmó el Protocolo de Moscú. La parte checoslovaca se comprometió a declarar inválido el 14º Congreso del PCCh, restablecer la censura, eliminar a muchos defensores de las reformas de los cargos del partido y del estado y no sancionar a los partidarios prosoviéticos de la invasión. Pero el protocolo no estableció ningún calendario para la retirada de las tropas extranjeras de la ciudad.


Soldados soviéticos en Praga. (Jose Koudelk, Magnum Fotos)

Posteriormente, casi todas las medidas de reforma fueron congeladas. Después de unas semanas, las últimas dudas de que la Primavera de Praga había terminado el 21 de agosto se disiparon. Dubček fue finalmente destituido del cargo de Primer Secretario del Partido y su lugar fue ocupado por HuzakDespués de asumir el cargo, Huzak comenzó las purgas dentro del partido eliminando a casi medio millón de miembros.

Esta situación dio lugar a decenas de miles de personas que abandonaron el país, principalmente trabajadores calificados, pero también escritores, maestros y directores. 96.000 personas huyeron solo a Austria. Sin embargo, las manifestaciones continuaron, tanto por estudiantes como por intelectuales checoslovacos.

El 16 de enero de 1969, el joven estudiante Jan Palach se prendió fuego en la Plaza de Wenceslao en protesta por la invasión y la situación en el país.


Un hito histórico

Después de la derrota del levantamiento y la "normalización" de la situación, los políticos e intelectuales en Occidente "explicaron" que la victoria de los checoslovacos era imposible, pero identificaron el problema en el hecho de que el socialismo democrático y humano que reclamaban no era más que una utopía.

En realidad, sin embargo, las visiones y orientaciones de los insurgentes estaban lejos de ser poco realistas. Los trabajadores y jóvenes revolucionarios habían dejado claro que daban por sentados los beneficios básicos de una economía nacionalizada. Luchaban por una forma verdaderamente democrática de administrar esta propiedad común del pueblo. No estaban dispuestos a aceptar el reemplazo de los capitalistas por burócratas designados del partido que solo se preocupaban por sus privilegios sin ser controlados o responsables ante nadie.

La Primavera de Praga fue un hito importante en la historia de la lucha contra el estalinismo, dejando valiosas lecciones para el presente.

 The Prague Spring

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