I
Introducción por el editor del blogEntre julio y agosto de 1943 (un mes y medio aproximadamente) tuvo lugar la penetración de fuerzas alemanas al saliente de Kursk, con la consabida contraofensiva soviética. En agosto de 2024, los nazis ucranianos -respaldados- con armamento alemán y de otras potencias occidentales rememoran lo sucedido en Kursk hace ocho décadas. Curiosamente el objetivo es el mismo: matar, robar y destruir todo lo que huela a ruso.
No dedicaremos este artículo a detallar el amor, el orgullo de pertenencia de los descendientes del fascismo de Bandera, hoy entregados al servicio del nazismo en gran parte de las fuerzas ucranianas. Otro detalle que debemos recordar es el interés británico y estadounidense por observar si la Alemania nazi era capaz de someter a la Unión Soviética, ese mismo interés se puede apreciar en 2024 con Rusia. Las fuerzas ucranianas que lanzaron una ofensiva en la región de Kursk están bajo el mando de Gran Bretaña y el visto bueno de Estados Unidos.
Objetivo: A más de lo arriba señalado, otro objetivo es el geopolítico, la pretensión de siempre, dividir Rusia, separar a sus repúblicas federadas o al menos debilitarla para hacerse con sus inmensos recursos naturales. Apoderarse de los recursos de Rusia representa el futuro de las potencias de Occidente.
Ucrania es usada por EEUU-OTAN-UE, las Fuerzas Armadas de Ucrania dependen por completo de las decisiones y el apoyo militar de Occidente, pero tienen pocas opciones y solo falsas promesas que ni siquiera se refieren al bienestar e intereses del pueblo ucraniano, se trata de que Ucrania se sacrifique para lograr las ambiciones geopolíticas de la OTAN.
Ese mismo sacrificio está siendo exigido para Georgia, ex república soviética, (Georgia enfrenta un complot para cambiar el actual gobierno neutral), ya en 2008 fue llevada por los asesores militares estadounidenses a una guerra contra una debilitada Rusia por la Osetia del Sur). Y, para colmo, otra ex república soviética, Moldavia, se encuentra en el proceso "democrático" de llevar "paz" a la región llevando la guerra contra Rusia por la región de Transnistria, además, presionada por EEUU/OTAN para acoger en sus bases la flota de aviones F-16 destinados a Ucrania.
¿Notan el patrón?, pequeñas naciones ex soviéticas quieren ser arrastradas a su destrucción -igual que Ucrania- para beneficiar a EEUU/OTAN, lo único que persigue la "democracia" occidental es debilitar militar y económicamente a Rusia usando a naciones débiles para hacerlas ver como víctimas de los perversos rusos.
Volvamos con Ucrania. Lo que hace un grupúsculo de "líderes" ucranianos es utilizar el adoctrinamiento fascista de generaciones en su odio visceral a su propia sangre eslava para servir a Occidente (éstos eslavos fascistas se creen "blancos arios", denominados como "nacionalistas integrales"). Los grupos neonazis, que comparten el poder en Kiev con otros políticos, son presentados como demócratas patriotas que luchan por la "libertad". Como dijo un analista, esto no es solo burlarse del sentido común, es un sacrilegio contra todos aquellos que liberaron a Ucrania y a Europa de la peste del nazismo, un insulto directo.
Pero, ¿qué pasa mientras tanto en los corredores del poder en Berlín? El Gobierno se ha dedicado a una sola cosa: evitar paralelismos entre el intento de invasión neonazi, perdón, ucraniana en la región rusa de Kursk usando armas y equipamiento alemán con los sucesos históricos de la batalla de Kursk en el transcurso de la segunda guerra mundial; y, por supuesto, elude responder sobre la entrega y utilización de ese armamento y suministros alemanes para la ofensiva ucraniana en territorio ruso (Kursk). Ese uso letal de armas germanas ha sido confirmado por propios medios informativos alemanes.
El Teniente Coronel (r) de la Bundeswehr, Juergen Rose, expresa: "Esto es exactamente lo que el Gobierno alemán, por supuesto, no quiere comentar, porque sería fatal. Ya que de nuevo, los tanques alemanes ruedan en la cargada de simbolismo zona de la mayor batalla de tanques de la historia mundial, la batalla de Kursk... Es como si la Alemania actual siguiera los pasos del Tercer Reich en la guerra para destruir a la Unión Soviética. Por supuesto, quieren evitarlo a toda costa, porque nosotros somos buenos y los rusos son malos. Es una visión del mundo completamente en blanco y negro".
Arriba: Un tanque Panther alemán después de la Batalla de Kursk, 1943. Abajo: Un tanque Leopard alemán 2A4 fuera de combate tras maniobras de entrenamiento ucraniano (2023).
Un gran número de expertos analistas de estrategia militar discuten si la actual y aparente exitosa contraofensiva ucraniana en Kursk fue diseñada para ganar y mantener terreno dentro de territorio ruso y con esa demostración de fuerza conseguir concesiones diplomáticas en unas hipotéticas negociaciones de paz; o, en opinión de otros, pretende, mejor dicho pretendía, desviar la avasallante ofensiva rusa en el Donbass. Nada. Ucrania no ha obtenido nada de sus pretensiones (supuestas), Rusia no negociará nada que no sea la retirada ucraniana del Donbass; y, por otro lado, no tiene ningún apuro en ir eliminando -de a poco- a las fuerzas de Kiev en territorio ruso, tan cierto que no desvió un solo soldado de su ofensiva en el Donbass.
La Batalla de Kursk del siglo XXI es una poderosa incursión ucraniana con una fuerza mecanizada de gran movilidad, bajo asesoramiento anglo-americano, con miles de hombres de formaciones experimentadas (entre otras la 22.ª Brigada Mecanizada y la 82.ª Brigada de Asalto Aéreo) y cientos de carros de combate alemanes (Leopard 2), estadounidenses (Abrams) y británicos (Challenger 2), más blindados de diverso origen europeo en los que destacan los italianos. A pesar que toda operación mecanizada de esta envergadura conlleva el pandemonio logístico del mantenimiento también desplegaron una cantidad significativa de unidades de defensa aérea.
La ofensiva ucraniana es descollante pero inútil en sus pretensiones y tan peligrosa que ha puesto en riesgo sus líneas de defensa y reservas. Aquí también los analistas coinciden en la probable repetición de la desafortunada ofensiva alemana en la Batalla en las Ardenas 1945 que asombró a todos con un formidable avance inicial que no duró mucho, la superioridad numérica del enemigo pronto enderezó el rumbo, lo que si consiguió la defensa general alemana es debilitar todos sus frentes. Por su lado, los rusos no tienen apremio, van a su ritmo frío e imperturbable pero siempre activo.
Las siguientes líneas profundizan nuestro prólogo.
T. Andino
II
Historia de dos ofensivas. ¿El final de la guerra en Ucrania?
Preguntas estratégicas sin respuesta
Dr. Jack Rasmus
Global Research, agosto de 2024
El Dr. Rasmus es autor de los libros 'Central Bankers at the End of Their Ropes', Clarity Press, 2017 y 'Alexander Hamilton and the Origins of the Fed', Lexington Books, 2020. Maneja su propio blog (https://jackrasmus.com); y su programa de radio semanal, Alternative Visions en Progressive Radio Network.
La guerra en Ucrania se encuentra en una encrucijada. Está entrando en una nueva fase. Las estrategias militares y políticas de ambos bandos están cambiando. Tanto Ucrania como Rusia han abierto nuevos frentes y ofensivas: Ucrania en la región fronteriza del norte de Kursk y Rusia en la zona de Járkov y el centro del Donbass de Donetsk. Es probable que se abran más frentes nuevos.
Se estima que las fuerzas totales de Rusia en Ucrania hoy, a finales del verano de 2024, están entre 600.000 (según Ucrania) y 700.000 (según el Ministerio de Defensa de Rusia). Las fuerzas totales disponibles de Ucrania son de alrededor de 350.000. Sin embargo, detrás de estas cifras, ambos lados están movilizando fuerzas adicionales que aún no están comprometidas en la línea de combate. Ucrania está reclutando y entrenando apresuradamente a otros 150.000, mientras que Rusia tiene otros 400.000 en sus fuerzas armadas totales ubicadas en otras partes de Rusia. Rusia también planea tener un ejército de 1,4 millones para fin de año, lo que sugiere reservas de combate adicionales de quizás 300.000, además de sus 700.000 combatientes que ahora están en Ucrania.
De modo que hoy Rusia tiene una superioridad numérica de aproximadamente 2 a 1, tanto en tropas de combate en Ucrania como en reservas potenciales. Lo que significa que una fuerza rusa de 700.000 hombres en Ucrania hoy (e incluso un millón a fin de año) significa que la Operación Militar Especial (SMO) de Rusia simplemente no es una fuerza suficiente para conquistar toda Ucrania. Ni tampoco se pretendió que lo fuera cuando Rusia en febrero de 2022 entró en Ucrania con una fuerza de combate de la SMO de casi 100.000 hombres.
Con fuerzas de combate que llegan incluso a un millón a fin de año, a menos que se produzca un improbable colapso total del ejército de Ucrania, la SMO no es suficiente para tomar Kiev u Odessa; y ciertamente no es suficiente para invadir la OTAN, como a algunos halcones de guerra en Occidente les gusta argumentar para justificar una participación más directa de la OTAN en la guerra.
A modo de comparación histórica, la Unión Soviética necesitó un ejército de 13 millones de hombres para expulsar a los nazis de su territorio; al menos un tercio o 4 millones de ellos estaban involucrados solo en su frente del sur de Ucrania.
Si bien Rusia tiene una clara, aunque no abrumadora, ventaja en cuanto a fuerzas de combate en Ucrania hoy en día, el éxito militar no es sólo una función de números absolutos, sino de cuán bien se pueden concentrar las fuerzas en un frente determinado para permitir una ventaja numérica por un tiempo sobre el adversario. Otros factores también juegan un papel táctico, como el elemento sorpresa, la cantidad y calidad de las reservas que se pueden reunir en puntos y momentos críticos del conflicto, la movilidad de las fuerzas para ser desplegadas rápidamente y la capacidad de engañar al oponente sobre dónde, cuándo y cuánta fuerza se concentrará.
Estos últimos factores (reservas, sorpresa, movilidad, etc.) son importantes y a veces decisivos, pero no por ello menos secundarios: la concentración de fuerzas es siempre la táctica militar principal. Hasta ahora hemos visto a Ucrania y a Rusia concentrar sus respectivas fuerzas, aunque en frentes diferentes y separados por cientos de kilómetros. La cuestión es qué frente es el más importante desde el punto de vista estratégico.
El acontecimiento estratégico clave de 2024
El acontecimiento clave de la guerra de este verano de 2024 es la concentración de fuerzas rusas numérica y cualitativamente superiores en la zona central del Donbass. Rusia ha disfrutado de una ventaja numérica en fuerzas de combate en el Donbass, así como en superioridad aérea y en fuerzas de misiles y artillería durante al menos el año pasado desde el fracaso de la ofensiva ucraniana del verano de 2023. Esta ventaja y superioridad rusa en el Donbass se ha incrementado aún más este verano de 2024 como resultado de la retirada de Ucrania del Donbass este verano de algunas de sus mejores brigadas. Ucrania envió estas mejores brigadas del Donbass a la región fronteriza del norte de Kursk para participar el 6 de agosto en la invasión ucraniana del territorio ruso de Kursk. Ese desplazamiento de las fuerzas ucranianas dejó su frente del Donbass débilmente defendido. En cambio, Rusia no ha trasladado ninguna de sus fuerzas del Donbass al frente de Kursk, pero ha aumentado sus fuerzas en el Donbass. Este acontecimiento es quizás el cambio estratégico más importante en la guerra de este verano de 2024.
Qué frente y qué ofensiva (el Kursk de Ucrania o el Donbass de Rusia) es más importante para el resultado final de la guerra probablemente se decidirá en los próximos meses, y definitivamente antes de fin de año, 2024.
En las batallas que ahora se libran en esos dos frentes –Kursk y Donbass– podríamos estar presenciando, de hecho, el comienzo del final de la guerra en Ucrania.
Como resultado de la retirada de algunas de las mejores brigadas ucranianas del Donbass, las fuerzas rusas están teniendo cada vez más éxito en ese frente, tomando aldea tras aldea y avanzando hacia el oeste, hacia los bastiones clave de Ucrania: Pokrovsk, en el centro del Donbass, así como hacia Slavyansk, en el norte del Donbass. Si Rusia toma Pokrovsk y Slavyansk, la guerra en el este de Ucrania habrá terminado de hecho, al menos en las antiguas provincias de Lughansk, Donetsk, Zaporozhie y Kherson, en el este de Ucrania. La línea de combate casi con toda seguridad se moverá rápidamente hacia el oeste, hacia el río Dniéper.
En cambio, es difícil ver qué espera lograr estratégicamente Ucrania con su penetración en la provincia rusa de Kursk. ¿Podrá cambiar el curso de la guerra a favor de Ucrania? Es muy improbable, dada la continua ventaja de Rusia en fuerzas de combate, armamento y superioridad aérea. Lo que plantea la pregunta: ¿cuáles fueron los motivos y objetivos de Ucrania para su ofensiva en Kursk y podrá alcanzarlos?
La ofensiva de verano de Ucrania en Kursk
La ofensiva ucraniana contra Kursk, lanzada el 6 de agosto de 2024, ha tenido cierto éxito inicial. Ucrania concentró inicialmente fuerzas numéricamente superiores en la frontera de Kursk (como lo había hecho a principios del verano en la frontera de Járkov al sureste de Kursk).
En vísperas de su ofensiva de agosto en Kursk, Ucrania anunció públicamente que sus concentraciones de tropas frente a Kursk y al norte de la ciudad de Járkov eran movimientos estrictamente defensivos para prepararse ante las esperadas invasiones rusas desde el norte, que se rumoreaba que serían inminentes durante la primavera de 2024. Sin embargo, en retrospectiva, el anuncio de Ucrania de que sus fuerzas en las fronteras de Járkov y Kursk eran estrictamente defensivas parece haber sido un engaño militar. El ejército ucraniano reveló recientemente que Ucrania se había estado preparando en junio para una ofensiva contra Rusia en Kursk.
Se plantea entonces la cuestión: ¿cuáles eran los motivos y objetivos de Ucrania al trasladar tropas desde el Donbass y otras zonas de Ucrania (también desde la frontera entre Bielorrusia y Ucrania) y concentrarlas en su frontera norte con Járkov y Kursk? Si no era para defenderse de una nueva ofensiva rusa en el norte, sino para lanzar una ofensiva propia, ¿cuáles eran (y son) los objetivos de Ucrania?
En preparación para la ofensiva de Kursk en agosto, Ucrania trasladó brigadas de combate de todo el país y las concentró en la frontera de Kursk en julio, incluidas muchas de sus mejores brigadas en Donbass, así como algunos de sus 95.000 hombres en posiciones defensivas en la frontera de Kharkov. Ucrania incluso trasladó tropas de su frontera con Bielorrusia a Kursk, aparentemente gracias a un acuerdo con Bielorrusia para reducir sus respectivas fuerzas en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania (un acuerdo que, según se informa, ha sido rescindido recientemente). Por último, Ucrania también envió a algunos de sus nuevos reclutas con un entrenamiento mínimo en preparación para la ofensiva de Kursk.
En resumen, Ucrania ha trasladado a la región de Kursk hasta un tercio de sus brigadas, es decir, unas 150.000, de las cuales quizá la mitad sean brigadas de combate. En Vovchansk quedó una fuerza reducida y en el Donbass una fuerza gravemente reducida. Además, se dice que algunas brigadas ucranianas han regresado a la frontera bielorrusa después de la ofensiva de agosto.
Con una fuerza de combate acumulada de alrededor de 70.000 hombres, Ucrania aplastó fácilmente la escasamente vigilada frontera rusa de Kursk, que estaba protegida por guardias fronterizos y otras unidades no probadas, a pesar de que Ucrania invadió Kursk inicialmente con unos 12.000 soldados, desde el 6 de agosto ha reunido y concentrado al menos otros 60.000 hombres.
Un tanque ruso destruido yace al costado de una carretera cerca de Sudzha, en la región de Kursk, Rusia, el viernes 16 de agosto de 2024. Esta imagen fue aprobada por el Ministerio de Defensa de Ucrania antes de su publicación. (Associated Press)
Esto quizás sugiere que Ucrania no ha terminado de cruzar la frontera hacia Rusia en otros lugares a lo largo de la frontera norte. Algunos analistas sugieren que Ucrania planea lanzar otra ofensiva más al noroeste de Kursk en lo que se llama la región fronteriza de Bryansk. O alternativamente, justo al suroeste de Kursk en la frontera de Belgorod. Incluso hay rumores de otra ofensiva por parte de Ucrania en el extremo suroeste de la provincia de Zaporozhie, cuyo objetivo es tomar la planta de energía nuclear de Zaporozhie actualmente bajo control ruso. Sin embargo, es discutible dónde podría Ucrania reunir esas fuerzas de combate adicionales.
En respuesta, Rusia envió inicialmente fuerzas especiales y marines para controlar el avance de Ucrania, que se ha ralentizado significativamente. Y, según se informa, fuerzas mecanizadas están en camino al frente de Kursk desde otros lugares de Rusia. El enclave de Kursk se ha convertido ahora en quizás el campo de batalla más intenso de la guerra hasta la fecha.
Lo que sugieren las posibles ofensivas y frentes en Kursk y otros frentes en Ucrania es que Ucrania está desesperada por lograr que Rusia retire sus fuerzas, superiores y cada vez más eficaces, del Donbass para frenar sus avances cada vez más rápidos en esa región, pero hasta ahora parece que Rusia no lo ha hecho.
La ofensiva rusa Jarkov-Vovchansk
Hay otra historia paralela aquí: antes de la ofensiva ucraniana de agosto en Kursk, las fuerzas rusas habían entrado a principios de mayo en la provincia ucraniana de Járkov, cerca de la ciudad fronteriza ucraniana de Vovchansk, situada a sólo 40 kilómetros al norte de la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkov. Esa ofensiva rusa se lanzó con una pequeña fuerza de sólo 15-20.000 hombres, aunque Rusia sabía que Ucrania había concentrado 95.000 tropas en una línea defensiva justo al sur de la frontera. El resultado fue previsible: la ofensiva rusa en Járkov se estancó rápidamente y se produjo un punto muerto en torno a la ciudad de Vovchansk, al menos hasta hace muy poco.
Por tanto, surge una segunda pregunta paralela: ¿por qué Rusia cruzó la frontera cerca de Járkov-Vovchansk con una concentración de fuerzas tan insuficiente, enfrentándose a lo que sabía que eran 95.000 soldados ucranianos atrincherados en posiciones defensivas? Es evidente que el objetivo no podía haber sido tomar la ciudad de Járkov. Entonces, ¿cuál era?
La ofensiva rusa en el Donbass
El acontecimiento estratégico militar más importante de la guerra de este verano de 2024 no es la invasión ucraniana de Kursk, sino el hecho de que, para poder llevar a cabo su ofensiva en Kursk, Ucrania ha dejado su frente del Donbass seriamente debilitado. Tan débil, de hecho, que la ofensiva rusa en el Donbass se intensifica casi a diario con un éxito creciente.
Hay tres direcciones en las que Rusia se está moviendo hacia el oeste en el Donbass. La más importante es el Donbass central, donde Rusia está prácticamente a las puertas de la ciudad ucraniana de Pokrovsk, un centro estratégico. Pokrovsk es una intersección de vías férreas y carreteras que suministra a las fuerzas ucranianas la mayor parte de sus armas y suministros al centro y sur del Donbass. Si cae en manos de Rusia, los suministros a la mayoría de sus fuerzas en el Donbass central corren un gran riesgo. Igualmente importante es el hecho de que al oeste de Pokrovsk hay pocas líneas y fortificaciones para las operaciones de defensa de Ucrania. La carretera está abierta al río Dniéper en el extremo oeste, la siguiente línea de defensa natural de Ucrania. Pero el Dniéper representa la pérdida de toda la provincia de Donetsk y su completa liberación por parte de Rusia.
Un poco más al norte de Pokrovsk se encuentra una ciudad igualmente estratégica, Slavyansk, y su vecina ciudad más grande, Kramatorsk. Slavyansk es análoga en términos de apoyo logístico de Ucrania para el norte de Donbass. Si también cae, caerá también el resto del norte de Donetsk y la provincia de Lughansk. Los avances rusos también han comenzado en esta región, a través de Siversk e Izyum.
En resumen, si Pokrovsk y Slavyansk caen ante Rusia, se acabará la partida en el frente del Donbass ante Ucrania. Los avances de Rusia sugieren que esto probablemente ocurrirá antes de las elecciones estadounidenses de noviembre o poco después. La cuestión es que la retirada de Ucrania de algunas de sus mejores fuerzas del Donbass hacia su frente de Kursk, sin duda aceleró los avances de Rusia que ahora están en marcha en el Donbass. Y si el Donbass cae, Ucrania no tendrá otra opción que abandonar sus posiciones más al sur en la frontera de Zaporozhie también, o de lo contrario quedar cercada allí.
Los acontecimientos de los últimos meses en el Donbass plantean una tercera cuestión estratégica: ¿ha decidido Ucrania sacrificar efectivamente el Donbass para lanzar su ofensiva en Kursk?
Los analistas militares de ambos lados parecen no entender por qué Ucrania y Rusia han tomado las decisiones que han tomado en este momento crítico de la guerra en el verano de 2024: Rusia en mayo pasado en Járkov, Ucrania este verano en Donbass y Kursk, y la decisión de Rusia de mantener firme su ofensiva en Donbass.
¿Cuáles son entonces algunas de las posibles explicaciones que barajan los analistas al intentar explicar los objetivos de estas dos ofensivas (Ucrania en Kursk y Rusia en Járkov-Donbass)?
Algunas preguntas estratégicas sin respuesta:
Resumamos estas preguntas estratégicas y ofrezcamos algunas posibles respuestas.
Pregunta 1. ¿Por qué Ucrania invadió Kursk? ¿Cuáles son sus posibles objetivos y puede alcanzarlos?
Los analistas militares están por todas partes especulando sobre por qué Ucrania invadió Kursk. Algunos dicen que el objetivo era apoderarse de la planta nuclear rusa ubicada al sur de la ciudad de Kursk y a menos de 100 millas de la frontera. Al apoderarse de la planta, Ucrania la usaría luego como pieza de chantaje en las negociaciones con Rusia.
Otro objetivo planteado es que Ucrania pretende utilizar el territorio capturado como moneda de cambio en las negociaciones con Rusia, que al parecer varios países terceros han estado tratando de organizar, aunque hasta ahora sin éxito.
En términos de tácticas militares, existe otra especulación: la invasión ucraniana tenía como objetivo obligar a Rusia a transferir brigadas de su frente en el Donbass a Kursk, y de ese modo frenar los avances rusos en el Donbass que parecen estar acelerándose.
Otra especulación es que Ucrania pretendía crear una zona de "amortiguación" a lo largo de la frontera antes de que Rusia lanzara su propia ofensiva en la región. Eso sugiere que la invasión ucraniana tenía como objetivo impedir que Rusia abriera un frente ofensivo propio a lo largo de la frontera norte.
Otra opinión es que el verdadero objetivo de la ofensiva de Ucrania ha sido hacer que Putin parezca débil ante las élites y el público rusos, que ahora exigen una respuesta rusa más agresiva a la invasión. La ofensiva de Kursk, según esta opinión, es provocar a Rusia a una respuesta agresiva más extrema que le permitiría a Zelenski recibir más ayuda militar letal de la OTAN (como los misiles estadounidenses Storm Shadow y ATACMS y los F-16 con misiles) y el permiso de la OTAN para usarlos para atacar el interior de Rusia.
Es posible que un poco de todo lo anterior sean motivaciones para la ofensiva de Ucrania: en lo que se refiere a apoderarse de la planta nuclear de Kursk, si ese fuera el objetivo, ya ha sido neutralizada y Ucrania prácticamente no tiene ninguna posibilidad de llegar a la planta de Kursk ahora que las masivas defensas rusas bloquean su camino.
La explicación de que el objetivo de la ofensiva de Kursk es obligar a Rusia a trasladar unidades militares del Donbass a Kursk tampoco parece haber sido aceptada hasta ahora. Rusia tiene suficientes reservas en otras partes del territorio ruso y las está trasladando al frente de Kursk.
La especulación de que Zelensky autorizó la ofensiva de Kursk como moneda de cambio de "tierra por tierra" en futuras negociaciones también se ve desmentida por los acontecimientos recientes desde el 6 de agosto: Putin ha declarado públicamente que no habrá negociaciones con Ucrania mientras sus fuerzas permanezcan en territorio ruso, ya sea en Kursk o en Donbass.
La idea de que Ucrania obtenga una zona de protección nunca ha sido convincente. ¿Por qué Ucrania agotaría sus recursos militares en otros lugares y se arriesgaría a perder más territorio (Donbass) para proteger territorio (Frontera Norte) que aún no ha perdido?
Parece, por tanto, que el objetivo más probable de la ofensiva de Kursk en Ucrania era, y sigue siendo, político: provocar a Rusia a una respuesta extrema para que Ucrania restablezca el apoyo occidental que se está desvaneciendo para continuar la guerra. Zelenski necesita que Rusia escale la situación para permanecer en el poder en Ucrania. En toda la OTAN, el apoyo para proporcionar armas y municiones militares está disminuyendo. Occidente cree además que la financiación de la guerra y la economía de Ucrania está resuelta, proporcionada por los 300.000 millones de dólares confiscados en activos rusos. Sin embargo, los medios occidentales casi a diario se han vuelto cada vez más críticos con la guerra, reconociendo que no se puede ganar. Zelenski necesita, por tanto, demostrar que Ucrania todavía tiene la capacidad de luchar y la OTAN necesita proporcionar aún más armamento porque Rusia está intensificando la guerra. Zelenski se da cuenta de que necesita una mayor participación directa de las tropas de la OTAN, no solo armamento. Actualmente, la OTAN está participando en operaciones terrestres con técnicos que operan armas avanzadas de la OTAN, mercenarios, así como altos oficiales de la OTAN y planificadores de guerra sobre el terreno. Necesitará aún más. No puede impresionar a la OTAN para que proporcione más con las pérdidas en el Donbass. Podría convencer a los halcones de guerra de la OTAN con ofensivas en Rusia como Kursk.
Pregunta 2. ¿Ha decidido Ucrania sacrificar efectivamente el Donbass?
Las pruebas sobre el terreno sugieren firmemente que Ucrania puede haber decidido sacrificar territorio en el Donbass y tal vez toda la región en su conjunto. Su defensa en el Donbass estaba empezando a resquebrajarse mucho antes de la ofensiva de Kursk, desde la pérdida de la estratégica ciudad de Avdeyevka en el Donbass a principios de este año. Ahora las pérdidas allí se están acelerando después de que Ucrania retiró algunas de sus mejores brigadas del Donbass y las trasladó a Kursk.
Para Ucrania, el frente norte de Kursk es estratégicamente más importante que el Donbass. Su posición en futuras negociaciones con Rusia y el apoyo occidental en general se debilitaban mientras perdía el Donbass. La toma de territorio ruso en el norte podría apuntalar esa pérdida de apoyo y fortalecer su posición. En resumen, proteger la ciudad de Járkov y el territorio ucraniano fuera de las cuatro provincias de Rusia en el este es estratégicamente más importante para Ucrania que conservar el Donbass. Ucrania no puede conservar el Donbass al final y tanto la OTAN como Ucrania lo saben. La opinión en Occidente sugiere cada vez más que Ucrania debería aceptar entregarle el Donbass y las cuatro provincias. Pero Ucrania no puede simplemente retirarse en el Donbass y entregarlo sin parecer débil e incluso a punto de perder la guerra. Eso aceleraría la retirada del apoyo de la OTAN. Por lo tanto, Zelenski necesitaba otro éxito en otra parte si Ucrania estaba inevitablemente a punto de perder el Donbass. De ahí la ofensiva de Kursk.
Pregunta 3. ¿Por qué Rusia invadió la región de Járkov con una fuerza insuficiente?
Rusia cruzó la frontera a principios de mayo pasado en la región de Járkov, pero no para capturar la gran ciudad ucraniana de Járkov. Para ello se necesitaría quizás una fuerza ofensiva rusa de al menos medio millón de hombres. Rusia sabía, además, que una gran fuerza ucraniana de hasta 95.000 hombres, según los informes, estaba concentrada entre la frontera y la propia ciudad de Járkov, a apenas 80 kilómetros al sur. ¿Por qué entonces Rusia abrió ese frente con sólo 15-20.000 soldados? La única explicación posible es que Rusia entró en Járkov con una fuerza insuficiente para conseguir que Ucrania retirara sus fuerzas del Donbass para proteger Járkov, cosa que hizo. De lo contrario, la explicación para enviar una fuerza de 15.000 hombres contra 90.000 hombres es una locura militar. Y no hay pruebas de que durante toda la guerra Rusia haya sido militarmente tonta en sus despliegues de fuerza ofensiva.
Pregunta 4. ¿Rusia fue tomada por sorpresa por la invasión de Kursk?
Hay que admitir que Rusia fue claramente sorprendida por la ofensiva ucraniana en Kursk. Puede que se haya dejado engañar por Ucrania de que su concentración de fuerzas en el lado ucraniano de la frontera de Kursk en el verano fue estrictamente defensiva, diseñada para enfrentarse a Rusia si hubiera invadido ese lugar. También es posible que Rusia haya visto las limitaciones impuestas hasta la fecha por Estados Unidos y la OTAN al uso por parte de Ucrania de ATACMS y misiles de crucero para atacar en el interior de Rusia como prueba de que la OTAN y Estados Unidos no permitían a Ucrania intensificar los ataques directamente en Rusia. Antes del 6 de agosto, los ataques de Ucrania en el interior de Rusia se limitaban a los drones ucranianos. Rusia puede haber interpretado que estas limitaciones de la OTAN significaban que Ucrania no tendría "luz verde" para cruzar la frontera rusa con grandes fuerzas terrestres. Esto -combinado con el hecho de que Rusia malinterpretó la concentración de fuerzas de Ucrania en su lado de la frontera como sólo defensiva- puede haber llevado a Rusia a suponer erróneamente que Ucrania no montaría una ofensiva en Kursk.
Pregunta 5. ¿Estamos asistiendo a la creciente importancia de las reservas en la guerra?
Ahora que ha pasado ya dos años y medio de guerra, está empezando a cansar a ambos bandos en términos de hombres y material. Por tanto, la disponibilidad de suficientes reservas está empezando a desempeñar un papel relativamente más importante a medida que la guerra ha continuado. No sólo las reservas en el sentido de la cantidad de tropas de combate disponibles, sino también su experiencia en combate, entrenamiento y disponibilidad de armas y municiones se están convirtiendo en un factor cada vez más crítico en la conducción de la guerra. Esto suele suceder en la guerra cuando el conflicto se prolonga, excepto cuando un bando tiene una ventaja abrumadora en fuerza sobre el otro. Puede que ese haya sido el caso en las guerras de Estados Unidos en Irak, Libia, Yugoslavia, Panamá y otros lugares, pero no fue así en Vietnam ni en Ucrania. Aquí ha empezado a notarse la ventaja a largo plazo de Rusia en materia de reservas.
Es cierto que Rusia, al negarse a trasladar reservas del Donbass, ha tenido que comprometer reservas de otras partes de Rusia, pero tiene esas reservas. Ucrania no. La ofensiva de Kursk muestra que Ucrania probablemente ha comprometido la mayor parte de sus reservas restantes en ese frente. Y tuvo que trasladar brigadas de Bielorrusia, Járkov y el Donbass para la ofensiva de Kursk, y acortar el entrenamiento de los nuevos reclutas. Ucrania se está acercando al final de sus reservas humanas y no puede obtener un aumento de armas y municiones de la OTAN que necesita si la guerra se intensifica, como está ocurriendo ahora, tanto en Kursk como en el Donbass. La OTAN ha dispuesto la financiación continua para Ucrania durante 2025 confiscando los activos de 300.000 millones de dólares de Rusia en los bancos del G7 que fueron congelados al comienzo de la guerra. Además, el suministro de armas de la OTAN se está ralentizando, ya que los inventarios de la OTAN se están agotando; ya no puede acelerar la entrega de armas a Ucrania como lo hizo en 2022-23. Tampoco tiene la voluntad política de enviar soldados directamente a Ucrania, aunque está construyendo la mayor base militar y aérea de la OTAN en la actualidad en el este de Rumania, a decenas de kilómetros de Odessa, donde ya tiene estacionados miles de tropas aerotransportadas francesas y estadounidenses. Si la OTAN interviene alguna vez sobre el terreno, probablemente será sobre todo para impedir que Rusia se apodere del crucial puerto marítimo ucraniano de Odessa, sin el cual ni siquiera un Estado residual de Ucrania en el oeste podrá mantenerse.
Pregunta 6. ¿Cuáles son las opciones estratégicas de Rusia en relación con la invasión de Kursk y su ofensiva en el Donbass?
La estrategia rusa no cambiará mucho en el Donbass. Seguirá avanzando, probablemente incluso más rápido. Las fuerzas ucranianas en el Donbass pueden incluso colapsar allí antes de fin de año, y Ucrania se retirará hacia el oeste, al río Dniéper, abandonando así cualquier control sobre el territorio que comprende las cuatro provincias rusas. En cuanto al frente de Kursk, Rusia probablemente sellará la fuerza ucraniana que actualmente ocupa el país, traerá nueva división blindada, artillería y fuerzas aéreas rusas y seguirá golpeando a esas fuerzas ucranianas hasta que se debiliten y se retiren por su propia cuenta. Eso probablemente sucederá poco después de las elecciones estadounidenses de noviembre. Ucrania intentará aferrarse a Kursk para tratar de asegurarse un mayor apoyo estadounidense antes de que Biden deje el cargo en enero próximo. Sin embargo, las probabilidades son significativas de que no pueda lograrlo.
Consecuencias políticas de las ofensivas de Kursk y Donbass
La opinión pública rusa ha fortalecido la posición de Putin en la guerra como consecuencia de las dos ofensivas. Su problema ahora no es garantizar que la opinión pública rusa siga apoyando a su gobierno y al SMO, sino que segmentos cada vez mayores de la opinión pública rusa y de los medios de comunicación rusos ahora le exigen que emprenda acciones militares aún más agresivas en respuesta a la invasión de Kursk.
El desafío de Putin ahora es no caer en la provocación de Kursk de Ucrania, abandonar el SMO y escalar el conflicto a una guerra de invasión aún más intensiva y más amplia que requeriría una fuerza militar mucho mayor que la SMO y caer en la trampa de los halcones de guerra de la OTAN de usar una escalada rusa como excusa para lograr que la OTAN se involucre aún más directamente en el terreno en la guerra de lo que ya está.
Zelenski claramente quiere llevar los acontecimientos en esa dirección, es decir, un conflicto más directo entre Rusia y la OTAN. Esa es quizás la razón principal detrás de la ofensiva de Kursk. Pero Putin en última instancia quiere algún tipo de acuerdo negociado, aunque en las dos condiciones que Rusia anunció a principios de este verano. Por lo tanto, es probable que espere hasta el resultado de las elecciones estadounidenses para determinar si es necesario abandonar la SMO para un conflicto más amplio. Zelenski y el liderazgo de Ucrania están desesperados e imprudentes; Putin es calculador y generalmente tiene en cuenta el panorama político más amplio.
Por el momento, sin embargo, las condiciones de Putin para iniciar las negociaciones anunciadas hace un par de meses (es decir, que Ucrania abandone las cuatro provincias y acepte la neutralidad) están descartadas. Evitar la posibilidad de negociaciones (que China estaba tratando de organizar el pasado mes de julio) también puede haber sido parte del objetivo de la ofensiva ucraniana en Kursk. Ucrania y Zelensky tienen un largo historial de fingir interés en las negociaciones como una tapadera para una escalada planeada. Las maniobras diplomáticas de Ucrania en Pekín en julio y en Qatar en agosto son evidencia de que Ucrania no tiene intención de negociar nada en serio. Todo lo contrario. Aunque nada es inminente, Estados Unidos y Rusia pueden seguir explorando la posibilidad de negociaciones a través de canales secretos, como lo han hecho en los últimos meses, pero está claro que no habrá negociaciones de ningún tipo hasta después de las elecciones estadounidenses como pronto y, más probablemente, hasta que termine la administración Biden el próximo 20 de enero de 2025.
Durante todo el verano, entre las élites de la OTAN y los medios de comunicación occidentales ha ido creciendo la opinión de que Ucrania no puede conservar el Donbass ni las otras provincias que Rusia se anexionará desde 2022. Los continuos éxitos de Rusia en la ofensiva del Donbass confirman aún más esa opinión y la consolidan si Rusia toma Pokrovsk el mes próximo. Por el contrario, la opinión de la élite de la OTAN puede cambiar aún más hacia la posibilidad de permitir que Ucrania ataque dentro de Rusia utilizando ATACMS, misiles de crucero e incluso F-16 para permitir que Ucrania se quede con el territorio de Kursk mientras pierde el Donbass. La prueba de este cambio de las élites de la OTAN será evidente si Estados Unidos permite en las próximas semanas más envíos de misiles de crucero Storm Shadow del Reino Unido a Ucrania. Perder el Donbass significa lógicamente arriesgar aún más los dados militares en Kursk y la frontera norte.
Los neoconservadores y los halcones de guerra de Estados Unidos intentarán crear una mayor escalada en la guerra de Ucrania entre ahora y enero de 2025 para hacer que sea extremadamente difícil para cualquier nuevo presidente estadounidense elegido en noviembre reducir los compromisos de Estados Unidos y la OTAN con Ucrania, y mucho menos retirarse.
Si Harris gana en noviembre, es casi seguro que las políticas de la administración Biden hacia la guerra continuarán. Harris será maleable para el establishment de la política exterior y los neoconservadores que han estado manejando la política exterior y las guerras de Estados Unidos desde al menos 2001 y quizás incluso antes, desde fines de los años 1990. Si Trump gana -y el Estado profundo le permite asumir el cargo en enero sin una gran crisis constitucional en Estados Unidos (lo que es más probable que no)- es poco probable que Trump pueda poner fin a la guerra de Ucrania en el corto plazo después de asumir el cargo el 20 de enero. Incluso con Trump en el cargo, la guerra continuará hasta bien entrado el año 2025.
El único factor que puede acelerar un final más temprano de la guerra es que Rusia debilite los recursos militares de Ucrania hasta tal punto que esas fuerzas colapsen efectivamente en los frentes de Donbass y Kursk. Rusia nunca tuvo la intención de "conquistar" toda Ucrania, incluida Kiev. La misión de Putin siempre ha sido expulsar a las fuerzas ucranianas de las provincias de habla rusa y luego garantizar algún tipo de neutralidad por parte de lo que queda del Estado ucraniano.
Pero antes de que eso suceda, Rusia tendrá que hacer retroceder definitivamente a Ucrania a través de la frontera de Kursk y tomar las ciudades estratégicas de Pokrovsk y Slavyansk en el Donbass. Sólo entonces se hará evidente el fin del juego. Sólo entonces las fuerzas ucranianas se retirarán a lo que quede de Ucrania. Sólo entonces Estados Unidos y la OTAN decidirán reducir las pérdidas y abandonar por completo el "Proyecto Ucrania".