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10 octubre 2025

El cómo Occidente ha planeado destruir Rusia desde hace siglos (5)



por Tito Andino





Historia y no propaganda

Parte V

Las guerras en la Rusia postcomunista

Reflexiones geopolíticas


Un polémico tema político, difícil de exponer y ser comprendido sin apasionamiento y dura crítica por quienes no repasan la historia y solo se "educan" a través de videos de YouTube o "leen" la prensa comercial. Los hechos históricos fundamentales que se desarrollan en esta ponencia está basada en amplia información mediatamente posterior a los acontecimientos que refleja una posición lo más objetiva posible, descartando artículos de la prensa alineada al atlantismo de hoy. Dato y no relato como suele decirse.

Pareceremos redundantes, pero es necesario dejar sentado el papel de EEUU/OTAN en la tarea de desestabilizar a la Rusia moderna del siglo XXI. El mundo “libre”, repleto de “medios de comunicación independientes”, monopoliza la información (desinforma) a nivel global. Y dentro de esa guerra de propaganda, la rusofobia y otro tipo de ataques “dialécticos” son la mejor arma del civilizado Occidente para demonizar a la Federación Rusa, a China, a Irán o a cualquier otro estado que se oponga a las medidas globalizadoras unipolares del bloque económico occidental y sus aliados.

En 1997, la URSS había desaparecido hace algunos años y los Estados Unidos constituían la única superpotencia. Ya se había desatado la primera guerra de Chechenia (1994-1996). Sin embargo, para Zbigniew Brzezinski en su libro (1997) “El gran tablero mundial: La supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos”, mantenía a Rusia como una amenaza para la imposición total de la globalización en el mundo.

Debemos entender que el juego mundial del tablero geopolítico de Brzezinski es arrojar fuera del Cáucaso a los rusos, y eso solo podía o puede conseguirse con un triunfo de los “independentistas” chechenos. Las consecuencias de un estado checheno -aparentemente libre- traería consigo otras fragmentaciones del territorio de la Federación de Rusia.

Por milésima vez, para todos estos gánsteres de la política y negocios internacionales el objetivo final es destruir Rusia. Hemos repasado que desde hace siglos Rusia representa una amenaza para los imperios occidentales. Los recursos naturales de Rusia son sinónimo de supervivencia para el futuro cercano y ¿cómo lo conseguirán?, haciéndose con ellos a la fuerza (nunca se han planteado ejercer lo que falsamente pregonan, “el libre comercio”). Por tanto, cualquier proyecto que enrumbe la necesidad de debilitar a Rusia, por no decir desmantelarla o destruirla sigue siendo una prioridad geopolítica de Estados Unidos y Europa Occidental en el siglo XXI. 

Respecto a la naciente Rusia postcomunista y sus “reservas vitales de energía”, que atormentaba a Brzezinski, éste escribía:

“La tarea a largo plazo es: cómo fomentar la transformación democrática de Rusia y su recuperación económica evitando la reaparición de un imperio euroasiático que pueda entorpecer el objetivo geoestratégico norteamericano… Es imperativo que no surja un desafío euroasiático (Rusia) capaz de dominar Eurasia y con ello desafiar a los Estados Unidos”.

Hablamos de geopolítica pura, una suma ventajosa de influencia estratégica, económica y política. En el caso de Chechenia comparte frontera con Georgia, que junto a Azerbaiyán siguen siendo potenciales futuros miembros de la alianza Atlántica (OTAN), en un intento de cercar al gigante ruso por todos lados. Nadie debe olvidar que para 2008 había cientos de tropas estadounidenses en territorio georgiano entrenando al ejército nacional y, evidentemente, se desplegaron para proteger el oleoducto construido por empresas estadounidenses que une Bakú-Tbilisi y Ceyhan. Es obvio que se buscó y seguirá buscando el momento propicio para que el empobrecido país de Georgia se aventure en una nueva guerra -auspiciada por la OTAN- que reivindique las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur.

Basados en las especulaciones de Brzezinski se repasaron infinidad de “predicciones sobre la inminente desintegración de Rusia, eran bastante populares en algunos círculos académicos occidentales a principios de la década del 2000. Por ejemplo, un informe de la CIA predijo que, si se mantenían las tendencias observadas durante la década de 1990, en 2015 la Federación Rusa estaría dividida en ocho Estados independientes”.

Profundizar en las teorías de Zbigniew Brzezinski no es posible en este post, en un futuro dedicaremos algún artículo especial al ex asesor de seguridad nacional y su teoría geopolítica que forma parte de la doctrina expansionista de los EEUU. También el conocido club “secreto” Bilderberg (reunión de representantes de la industria, finanzas, medios de comunicación de las élites europeas y norteamericanas y otros invitados) impuso como agenda un proyecto para dividir Rusia en diferentes zonas de control, en las que el centro y Siberia estarían bajo control estadounidense; el noroeste del país, bajo control alemán; el sur, bajo control turco, y las regiones del Volga y el Extremo Oriente, bajo la tutela japonesa”.

Otro aspecto fundamental no solo militar, sino económico es ¿cómo sacar a Rusia de los mercados internacionales?, Es evidente, provocando guerras con sus vecinos, fomentar el separatismo interno a través del terrorismo, imponer sanciones draconianas en lo económico, sancionar a terceros países y compañías que desarrollan proyectos conjuntos con Rusia en el sector energético porque entorpece el inmenso negocio de peligrosas pero conocidas transnacionales, etc., etc. Debido a la crisis europea del momento, nos percatamos que esto solo es posible a costa de la seguridad y el estado de bienestar que goza, al menos, parte de Europa Occidental.

Las potencias occidentales vieron llegar su momento, cumplir el sueño de acabar con Rusia, apoyando las actividades de los grupos separatistas en Chechenia. Vladímir Putin tuvo que aprobar una segunda guerra en Chechenia (1999-2009) para derrotar a los yihadistas en el Cáucaso. Putin entendió el rol crucial que jugaba Occidente en este y otros conflictos regionales, esos grupos “independentistas” eran manipulados para cumplir su anhelo oculto, debilitar, derrotar y desmembrar Rusia.

Así se fue forjando una serie de conflictos en el Cáucaso, de los cuales dedicaremos más abajo unas líneas a los tres más importantes.




“Críticos expertos” pretenden pasar por alto que Estados Unidos / OTAN han estado jugando a la guerra en las narices rusas desde hace mucho tiempo. Un ejemplo son los ejercicios anuales “Defender Europe” que se realizan cada año desde 2020 en las fronteras orientales. Son una provocación, una demostración de fuerza, de la que sin duda, hoy, muchas naciones participantes se arrepienten. La OTAN, bajo mando de EEUU, juega a defender Europa, movilizando decenas de miles de soldados a las fronteras de Rusia, a la vez que grupos de buques de guerra penetran en el Mar Negro y aviones de combate de última generación, incluida la aviación táctica nuclear, sobrevuelan a escasa distancia del espacio aéreo ruso.

Por si los mismos despistados de siempre creen que la OTAN siembra la paz, recordaré que EEUU/OTAN han venido entrenando y equipando a las fuerzas armadas regulares de Ucrania desde hace mucho, equipando parte de su arsenal (la otra parte lo conforma el inmenso arsenal heredado de la era soviética) y coordinándolos en las tácticas y doctrina militar de la OTAN. Nada novedoso, al fin y al cabo, ese es el rol de la Alianza Atlántica desde su creación, preparar un apocalipsis nuclear ante la amenaza soviética (ayer) y ruso (hoy).

Al mismo tiempo, las organizaciones paramilitares de neonazis ucranianos, milicias integrales de partidos políticos de la ultraderecha, con decenas de miles de militantes, emulan a las organizaciones de la Alemania nazi, han sido utilizadas desde hace décadas por la OTAN para prender el caldero en regiones como el Donbass. Estos radicales grupos ucranianos, por ley internacional (Resoluciones del Parlamento de Europa) deberían ser vetados y proscritos; sin embargo, son financiados, entrenados y equipados por la UE/OTAN/EEUU. Y esto viene sucediendo desde antes de la guerra contra Rusia (2022). Su propósito es, desde el principio, ser agentes provocadores forjando incidentes y midiendo la reacción rusa, la crisis en el Donbass desde 2014 es el mejor ejemplo de sus acciones, hoy son la base de lo que se denomina “Guardia Nacional” y “Defensa Territorial”, separadas de la clásica composición de las fuerzas armadas ucranianas.

¿Cuál ha sido la consecuencia, la respuesta rusa? Está a la vista, luego de años de cordura, paciencia, llamados al diálogo, al uso de la diplomacia, a la búsqueda de un Tratado de Seguridad Colectiva en Europa, incluso a pesar de afrontar guerras supuestamente “independentistas” o de aguantarse los ejercicios provocadores de la OTAN en el Este de Europa, Rusia se ha visto obligada a desplegar miles de tropas y tanques en el Donbass. Son movimientos de reacción lógica, instinto de supervivencia dirían los psicólogos, es el fruto de años de amenazas. 

¿Qué otra acción pudo haber asumido Rusia? Ante la provocación, dejó a todo el “mundo libre” desubicado, reivindicando la soberanía en territorios históricamente rusos y de mayoría ruso parlante por derecho y tradición (el Donbass y Novoróssiya - Nueva Rusia). En 2014, Rusia otorgó la nacionalidad a más de medio millón de personas de las proclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y alrededor de dos millones y medio de habitantes de Crimea; así mismo, Rusia ha recibido a millones de ucranianos como refugiados. Por sentado, defender el Donbass es y será una operación sangrienta y peligrosa.

Este episodio de la llamada Operación Militar Especial en Ucrania -Guerra en Ucrania, sin eufemismos- no es la única, EEUU/OTAN ya lo manejaron en otros conflictos desde fines del siglo XX e inicios del XXI.

Pese a lo dicho, digamos lo que digamos -documentadamente- muy poco será atendido por la inmensa mayoría de la gente en el mundo occidental debido a la influencia y dominación total de los medios masivos de desinformación. Muchos medios alternativos de información constituyen la vanguardia de una verdad histórica que no ha podido surgir por la férrea censura de los representantes de la “paz” y de la “libertad de expresión”. El “mundo libre” se opone duramente a quienes le contradicen en su versión de la historia, si no están de acuerdo seremos tildados de la “izquierda radical”, en el mejor de los casos; lo más probable es que seamos acusados de “terroristas” y enemigos de la “democracia” o del clásico “teóricos de la conspiración”.

Es muy común encontrar en páginas webs atlantistas y pro-ucranianas cientos de artículos referentes a una supuesta consigna de dominación rusa (como antes lo fue la gran conspiración judeo-masónica-comunista) con la clásica cita orweliana de “la guerra es paz”. Se derrama tinta para hacernos “comprender” una inexistente y retorcida “visión social de Rusia sobre la guerra” y la imaginaria inmersión del imperialismo de Rusia en el mundo que, como consecuencia, ha sembrado miseria durante las últimas tres décadas a través de las modernas guerras de Rusia y su nueva cultura imperialista. ¿Alguien cuerdo puede creerse ese tipo de propaganda? Los titulares de ese tipo de webs, muy recurrentes también en los noticieros, seguirá dominando la desinformación global.

Lo hemos detallado lo más concreto y documentado posible, Rusia hace algo más de tres décadas dejó de ser competencia para los Estados Unidos y sus aliados europeos, estuvo a un paso de pasar a ser una colonia explotada de Occidente, y para evitar ser destruida y fragmentada por sus nuevos “socios” tuvo que recurrir a la guerra para defender su soberanía. Algo muy contrario a lo que publica la propaganda occidental (y Ucrania): "Rusia practica la glorificación de la guerra como parte de la cultura rusa de siglos". Se nos ha enumerado una cantidad de invasiones a otros países por mero “capricho” de “una sociedad imperial inestable”, se dice que la lista histórica de guerras rusas es increíble (sin embargo, las hemos detallado en la primera entrega de esta serie de artículos). Una página web ucraniana a la que no haré spoiler, se atreve a citar al ruso Alexander Pushkin, uno de los más grandes poetas de la literatura universal, para hacer propaganda en contra de la actual Federación de Rusia recordando episodios del imperio de los zares del siglo XIX. Esa actitud, a decir, de la página ucraniana, refiere a que “la fuerza es el mejor argumento”, ha persistido a lo largo de los siglos, independientemente del gobierno que estuviera en el poder: si era el zar Nicolás I, el dictador Stalin o el presidente Putin.

Así que no se sorprendan encontrar una inmensa cantidad de artículos o libros que tienen como tema “Las guerras de Putin” ya desde la mismísima década de 1990. ¿Era eso posible, tal como quieren hacernos “entender”, los ucranianos y Occidente, que una Rusia -económica, política y militarmente casi destruida- a fines del siglo XX e incapaz de reaccionar aún a inicios del siglo XXI, haya podido desatar un nuevo “imperialismo ruso” y un nuevo “culto” para glorificar la guerra, en esos mismos momentos de catástrofe nacional? ¿Puede imaginarse a los rusos jugando a “imperialistas”, conquistando naciones parar recrear un sistema colapsado hace apenas pocos meses?




Las Guerras en el Cáucaso ruso

No es necesario señalar que las semillas del conflicto en la región del sur del Cáucaso fueron sembradas tras al desmoronamiento de la URSS. Lo que si debe explicarse es que no fue solo por el ímpetu o clamor independentista de algunas de las ex repúblicas soviéticas, la mano de Occidente se apresuró en activar las brasas del incendio que se avecinaba. En esa trágica (para Rusia) década de 1990, los rusos -incluso Yeltsin- tuvieron que limitarse a intervenir en conflictos regionales, en varias ocasiones bajo consentimiento de las partes como un ente pacificador (fuerzas de “mantenimiento de paz” de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).

En este blog hemos analizado profusamente los siguientes temas, el Conflicto armado en Transnistria (1990-1992), las “Guerras de Chechenia” (1994-1996) y (1999-2009); así como la “Guerra de los cinco días en Georgia” (2008), por lo que en este post los tocaremos brevemente (los enlaces al final le guiarán a una lectura más amplia sobre esos conflictos), a las que despectivamente se las etiqueta erróneamente como “Las Guerras de Putin”. Veamos.


Conflicto en Transnistria (1990-1992)

Comencemos con el presente. La situación táctica militar rusa se tornará difícil si la OTAN/Ucrania amplían el frente de guerra provocando enfrentamientos en Moldavia-Transnistria, esta última cubre la mayor parte de la estrecha franja de tierra entre el río Dniéster y la frontera entre Moldavia y Ucrania (la región suele denominarse también como Trans-Dniester o Transdniestria, adaptaciones del nombre coloquial rumano de la región, Transnistria, cuyo significado es "más allá del río Dniéster". No debe confundirse el río Dniéster con el río Dniéper, son dos diferentes sistemas fluviales).

La República de Transnistria, nombre oficial: República de Moldavia de Pridnestrovian, mayoritariamente habitada por una población de lengua rusa votó en 1991 y 1995 por la independencia de Moldavia. En 2006, votó por la "libre asociación con la Federación Rusa". Durante el proceso de disolución de la Unión Soviética, en agosto de 1991, los transnistrios aspiraban permanecer dentro de la URSS en el caso de que Moldavia buscara unificarse con Rumanía o ser un estado independiente, en esas fechas la URSS aún no había colapsado. En marzo de 1992 se inició un conflicto entre Moldavia y la separatista Transnistria. La crisis concluyó con un alto el fuego en julio de ese año, se proclamó la República de Moldavia de Pridnestrovian, Tiraspol como capital, república presidencial independiente, con su Constitución, parlamento, ejército, policía, bandera, himno nacional, etc., entidad que no tiene reconocimiento internacional. El acuerdo de alto el fuego, aún vigente, impuso una Comisión Conjunta de Control: Rusia, Moldavia, Transnistria. El status político de ese territorio sigue sin resolverse.

El politólogo francés Thierry Meyssan, redactó un esclarecedor reportaje: "En 1992, Estados Unidos trató de aplastar militarmente la Transnistria". El 28 de febrero de 1992, Estados Unidos hizo ingresar triunfalmente a la ONU ocho nuevos estados, Moldavia entre ellos, lo que permitía ejercer una operación militar en Transnistria para restablecer el orden ya que se opuso al reconocimiento de la Transnistria por parte de la ONU y ordenó aplastarla apoyando una invasión rumano-moldava a través del río Dniéster. El entonces secretario de Estado, James Baker III instaló el dispositivo: el embajador John R. Davis Jr., quien hiciese maravillas manipulando a “Solidaridad” en Polonia, dirigió las operaciones desde Bucarest, el jefe de la estación CIA fue Harold James Nicholson. En Chisinau (capital de Moldavia) se abre una representación diplomática estadounidense que servirá de centro de operaciones al coronel Howard Steers.

Pero, Moldavia todavía no disponía de un ejército, tuvo que reclutarse personal de baja reputación. Desde Bucarest se destina una cantidad de blindados en calidad de préstamo junto a oficiales rumanos. En cuanto a los soldados, se recurre al reclutamiento en las prisiones, dándoles amnistía para que acepten participar en los combates, no se les ofrece remuneración, pero están autorizados a obtener su “botín de guerra”, pudiendo incluso apoderarse de las casas de los transnistrios que maten.  Solo la resistencia de varios generales opositores a Boris Yeltsin, utilizaron unidades del 14º Ejército ruso, estacionado en la propia Transnistria, hicieron posible la victoria de la resistencia dirigida por el presidente transnistrio, Igor Smirnov, los legendarios cosacos se unieron "espontáneamente". En territorio transnistrio estaban acantonados 8.000 hombres del 14º Ejército, las familias de esos militares rusos constituyen la mitad de la población transnistria. 

Pero no fue fácil el asunto, el Estado Mayor ruso y Yeltsin, obligados a enfrentar otros muchos conflictos en ese mismo momento dentro del espacio ex soviético, se negaron a participar en Transnistria, se declaró la neutralidad. Una unidad del 14º Ejército ruso anunció no tener intenciones de quedarse cruzada de brazos ante la ofensiva moldava abriendo las puertas a la multitud que se apoderó de fusiles, balas y granadas para ponérselas en manos de los cosacos. Inicialmente un prudente retroceso permitió realizar negociaciones y el despliegue de observadores militares de la CEI, los cosacos fueron desmovilizados.


En este mapa político de Transnistria (tomado de Wikipedia) se aprecia las diferencias entre la República de Moldavia de Pridnestrovian de facto y el Territorio Autónomo de Dniéster de jure.


Yeltsin ordena la retirada total del 14º Ejército. El presidente moldavo Mircea Snegur y sus consejeros estadounidenses vieron en ese anuncio la luz verde esperada y se ponen directamente al mando de todas las fuerzas disponibles para "aplastar a los separatistas" haciendo un llamado a la ONU. Una multitud de mujeres rodea nuevamente el arsenal del 14º Ejército ruso. En Chisinau, los partidarios de la Gran Rumania organizan manifestaciones contra los "separatistas". El 20 de junio de 1992, Moldavia vuelve a atacar Transnistria, su objetivo es sembrar el terror entre la población para provocar un éxodo. Esta vez, desobedeciendo las órdenes de Moscú, los tanques del 14º Ejército ruso rompen filas y enfrentan la invasión. El presidente moldavo declara que "Rusia ha desencadenado una guerra no declarada contra Moldavia. El Dniéster es una zona ocupada por el 14º Ejército ruso", aviones rumanos participan en los combates.

La resistencia organizada y armada se impondrá ante un adversario que, a pesar de ser superior en número y en equipamiento, carece de motivación, actúan como una tropa mercenaria. Los combates se prolongan todavía durante tres días, pero la guerra ya ha terminado. El 29 de junio, el encargado de negocios estadounidense, coronel Howard Steers, presente en Bendery para coordinar las operaciones militares, escapa por muy poco margen a los disparos de francotiradores transnistrios.

Boris Yeltsin insiste en recuperar el control del 14º Ejército y lo pone a cargo del general Alexander Lebed. El 3 de julio, Yeltsin y Mircea Snegur firman en Moscú un acuerdo de cese del fuego. Desde entonces, la Transnistria (rebautizada como Pridnestrovia para hacer notar que ya no se limita a la margen oriental del Dniéster y que incluye también la ciudad de Bendery) vive en paz bajo la protección de los últimos soldados del 14º Ejército ruso. Este pequeño territorio de medio millón de habitantes sigue negándose a alinearse detrás de la OTAN y de la Unión Europea y, como represalia, se le sigue negando el reconocimiento internacional, concluye Thierry Meyssan.

La actual guerra en Ucrania pone a Transnistria en un caldero muy peligroso que puede estallar en cualquier momento. Ucrania y la política hostil de la OTAN siguen acosando a Moldavia para involucrarla en la guerra. Kiev ha intentado buscar apoyo para provocar un nuevo conflicto armado en Transnistria que necesariamente desviará recursos rusos, mientras se acusa a Rusia de planear un golpe de estado en Moldavia.


Las Guerras de Chechenia


31 de agosto de 1996, en Jasaviurt, se pactó el fin de las hostilidades la primera guerra de Chechenia. En la foto el entonces secretario del Consejo de Seguridad, el general Alexandr Lébed jugando al ajedrez con el comandante de campo checheneno, Shirvaní Basáyev, el 26 de agosto de 1996.


A estas alturas ya no resultará sorprendente visualizar en donde se programó la destrucción, primero de la extinta URSS y luego de la naciente Federación de Rusia, con la consigna de depredar sus recursos patrimoniales.

Para no hacer interminable esta serie de reportajes, presentamos una breve sinopsis de nuestros artículos titulados “Las Guerras de Chechenia”, los cuales pueden ser consultados por el lector en las notas a pie de página.

A pesar de los años, mucha gente sigue creyendo -lejos de la realidad- que los conflictos que asolaron la república rusa caucásica de Chechenia se debió a la intolerancia del gobierno central ruso. Los supuestos “independentistas” (al igual que en otros casos) fueron en su mayoría radicales yihadistas manipulados por las fuerzas de Occidente (OTAN) que iban forjando múltiples conflictos étnicos y territoriales con el afán de ampliar el camino de desestabilización político-económico de Rusia tras el colapso de la Unión Soviética.

Chechenia fue otra punta de lanza de ese objetivo principal, retroceder a Rusia a la edad de piedra. Una guerra cruel, sin frentes definidos, una guerra de guerrillas se desató en el Cáucaso ruso. Aquellos chechenos que aducían “luchar por la libertad” eran los mismos que años después irían a combatir en Libia y luego, esos mismos militantes extremistas, por miles, pelearon por la “independencia” de Siria. Aún hay más, pregúntense ¿qué hacían desde 2014 miles de “rebeldes” chechenos en Ucrania? Alrededor de tres batallones fueron trasladados desde Siria -¿por quién?- para luchar contra las fuerzas prorrusas del Donbass, muchos de esos “rebeldes chechenos” viajaron directamente de Siria a Ucrania. ¿Algo no está bien, verdad?

Bien hacen algunos comentaristas en calificar al conflicto de Ucrania como la Tercera Guerra de Chechenia, aún no es extraño observar a cientos de veteranos combatientes yihadistas de ese territorio peleando contra las fuerzas rusas bajo la bandera de la República de Ichkeria. Paradójicamente, son otras fuerzas chechenas, las leales a la Federación de Rusia las que han estado combatiendo duramente para liberar el Donbass y otras regiones.


El líder checheno Ramzán Kadyrov, preside la República de Chechenia, república autónoma de la Federación de Rusia, desde el 15 de febrero de 2007, es un hombre de confianza del presidente Vladimir Putin. Las tropas chechenas leales a Rusia han combatido tanto a los yihadistas chechenos dentro y fuera de Chechenia, así como han participado en acciones de combate en Siria y Ucrania. (Foto AP/MUSA SADULAYEV - Ramzan Kadyrov en Grozny, 2021)


Volviendo atrás en el tiempo, la prensa occidental, hasta el sol de hoy, sigue con la cantaleta de que Rusia emprendió una campaña de “terror”, destrucción y asesinato de miles de chechenos “independentistas”. Es cierto que la Primera Guerra de Chechenia (1994-1996) gozó de cierto apoyo popular (ello no se discute) y consiguió parcialmente el reconocimiento de sus demandas; pero, debe quedar claro, la Segunda Guerra de Chechenia (1999-2009) fue un conflicto extremista embanderado por al Qaeda - Emirato del Cáucaso, un grotesco guión que estos mismos “rebeldes” chechenos y otros yihadistas han imitado en otros teatros de operaciones auspiciados por EEUU/OTAN/Monarquías del Golfo e incluso Israel.

Las guerras de Chechenia se encuadran en la disputa encarnizada de las grandes potencias por ejercer el control de los recursos energéticos del Cáucaso y, evidentemente, controlar las redes de oleoductos en el Mar Caspio (no solo Estados Unidos y Rusia, además Francia, Reino Unido, Alemania, Turquía, Israel. Arabia Saudí, China, Irán y otros de la Unión Europea rivalizan por ejercer zonas de influencia en la región).

¿Qué posee Chechenia a más de una dudosa y sectaria aspiración de un grupo de radicales "independentistas"? Una red de oleoductos y algunas importantes refinerías (propiamente, reservas de petróleo, gas y otros minerales no son significativas en ese territorio). También Chechenia es pieza clave en uno de los más influyentes negocios del mundo, manejado en las sombras, apetecido por grandes transnacionales, amado por el sistema financiero internacional y mimado por potencias imperialistas que buscan capital sin control para financiar sus operaciones: DROGAS, producción, rutas, comercialización y lavado de miles de millones de dólares anuales que sostienen la economía mundial, el sistema del capitalismo.

Estos hechos no los encontraremos en textos de historia o en reportajes de la prensa comercial y de embrutecimiento masivo con sus románticas narraciones de la “heroica lucha de los independentistas chechenos” auspiciados por el gobierno de los Estados Unidos y la OTAN, además de corporaciones internacionales privadas y grupos terroristas en su "noble" tarea de llevar “democracia” e “independencia” a países o regiones con reservas estratégicas y con fuerte movimiento en el tráfico de drogas.


Guerra de Osetia del Sur, Abjasia y Georgia (1991-2008)

En 2008 tuvo lugar la conocida intervención rusa en Osetia del Sur y Abjasia para frenar el avance de las tropas de Georgia, auspiciadas por Israel y Estados Unidos. Curiosamente, con esa acción militar Rusia confrontó a Israel que manejaba un plan de ataque contra Irán. Lo que sucedió es que Rusia bombardeó dos aeropuertos que Israel había alquilado al gobierno de Georgia para emprender un ataque de la aviación israelí sobre Irán, sin quererlo (o conscientemente) Rusia evitó un conflicto de grandes proporciones.

Los antecedentes que provocaron los acontecimientos de agosto del 2008, la rápida reacción rusa contra la intervención militar de Georgia en Osetia del Sur fue y sigue siendo utilizado por la propaganda para denunciar el "peligro del expansionismo ruso", la prensa habló de ese hecho como agresión rusa. No obstante, a pesar de las explicaciones rigurosamente documentadas durante años, se sigue negando que Georgia, apoyada por Estados Unidos e Israel, provocaron un conflicto muy alejado a sus intereses nacionales o sentimientos de unidad patria o de sus problemas limítrofes o étnicos. La prensa occidental ocultó deliberadamente los hechos reales.

Se ha demostrado hasta la saciedad que Georgia inició una directa colaboración con Estados Unidos, Israel y la OTAN alrededor de 1994, al involucrarse el gobierno de Tiflis en el conocido programa 'Asociación para la Paz', dando paso luego a la estrategia diseñada denominada 'Revolución de las Rosas' en 2004.




Lo de siempre, una permanente infiltración de la OTAN, se desplegaron tropas estadounidenses en territorio georgiano, es decir, en las fronteras de Rusia. Se discutía abiertamente la forma en que Georgia sería asimilada en la OTAN, complementado con el reimpulso de la provocación para impedir la mejora de las relaciones de Georgia con sus antiguas autonomías, Osetia del Sur y Abjasia, que declararon la secesión de Georgia antes que la URSS se desintegrara. En aquellos años (2008) los líderes georgianos exigían adhesión a la OTAN, pero el plan fracasó, nuevas fechas se barajan desde entonces en Tiflis. ¿Les resulta algo familiar con la crisis ucraniana?

Tras la breve intervención rusa, los planes atlantistas de una guerra de desgaste constante en Georgia y las regiones en conflicto fracasaron, el supuesto poderoso ejército de Georgia, entrenado y armado por EEUU/OTAN solo resistió cinco días ante un ejército ruso que estaba adaptándose a una nueva doctrina militar. Rapidez y determinación fue la característica de la ofensiva rusa que paralizó a las tropas georgianas y concluyó el conflicto ante el pesar de los atlantistas.

Solamente recordaré que, respecto a esta "Guerra de los Cinco Días" (como también es conocida), publicamos una historia casi desconocida, sobre el rol que jugó Israel en el conflicto georgiano y cómo la ofensiva y bombardeo ruso frustró los planes israelíes de atacar a Irán utilizando como punto de partida las bases aéreas de Georgia (Puede dar lectura a ese episodio tomando nota de las referencias, abajo en el pie de página).

En el presente, y para variar, Rusia tiene que seguir soportando constantes provocaciones, a pesar de que ha restablecido buenas relaciones de vecindad con Georgia. Es la OTAN quien ha renovado su apoyo a políticos afines en Georgia, Estados Unidos no quiere cerrar la herida, solicita a los rusos la retirada de las tropas de Osetia del Sur y Abjasia a las anteriores posiciones del 2008. No obstante, tanto en Abjasia como en Osetia del Sur se ha vuelto a reiterar que son estados soberanos ya que así se proclamaron antes de la guerra y ratificados por voluntad popular en anteriores y posteriores elecciones.

Sobre el conflicto en Osetia del Sur, Abjasia y Georgia tenemos en este blog la información pertinente. Usted puede dar revista a los enlaces abajo interpuestos.


Continuaremos…..

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Lecturas de este blog consultadas:

27 junio 2025

Diplomacia del terror made in Israel



          Netanyahu (Foto archivo)


por Tito Andino

Israel país con un arsenal atómico, ¿con el consentimiento de quién?, no quiere escuchar que algún otro país de la región dedique recursos a la construcción de plantas de investigación nuclear con fines pacíficos, conforme el Tratado de No Proliferación Nuclear, de la que no es parte Israel, el uso ilegítimo de la fuerza es su presentación política.

Los ataques de Israel entre el 13 y 21 de octubre de 2025, respaldado con el bombardeo de Estados Unidos a tres plantas nucleares iraníes son la última aventura. Pero, no son los únicos casos registrados en la historia contemporánea. 

Israel no pidió consentimiento ni permiso de nadie cuando atacó y destruyó la planta Osirak en Irak, el 7 de junio de 1981 y una planta en construcción en Siria, el 5 de septiembre del 2007. El pretexto ha sido el mismo, aquellas naciones presuntamente buscaban producir artilugios nucleares para destruir Israel. La teoría de la “guerra preventiva”, atacar un objetivo para evitar una consecuencia futura de peores consecuencias.

Solamente recordar que fue el gobierno francés quien vendió a Irak en 1976 un reactor de investigación nuclear de la clase conocida como ‘Osiris’, proveyendo lo necesario. Francia e Irak señalaron que ese reactor se construye con fines pacíficos, las partes firmaron acuerdos que excluían su uso militar. Para Israel no era así. Su diseño fue obra del ingeniero francés Yves Girard, los franceses declararon siempre que la instalación era incapaz de fabricar bombas, confirmado por expertos nucleares. Israel se tomó la molestia de dictaminar todo lo contrario y la bombardeó.


Arriba: Fotogramas tomados desde aviones F-16 israelíes antes que lanzaran las bombas  y la explosión de la planta Osirak (Irak). Abajo: El presunto reactor sirio construido por Corea del Norte en Al-Kibar (Siria) antes y después del ataque israelí según el gobierno estadounidense.


Al-Kibar - Siria, corrió igual destino, la información es menos conocida y contradictoria, se supone que la aviación israelí destruyó un reactor nuclear que estaba siendo montado por norcoreanos que serviría para construir armamento no convencional; algunas fuentes estadounidenses señalan que era un escondite de materiales nucleares provenientes de Corea del Norte, otros hablaron que albergaba una planta de desarrollo de misiles, otra fuente dice que almacenaba armamento destinado para Hezbolá, otros aseguran que escondía armas de destrucción masiva provenientes de los arsenales de Sadam Hussein, en fin…


¿De dónde nace el programa nuclear iraní?

El programa nuclear iraní tiene raíces profundas. Inició en 1957, "irónicamente, es una creación de los Estados Unidos. EE.UU proporcionó a Irán su primer reactor de investigación, un reactor nuclear de cinco megavatios que todavía está funcionando y operativo en Teherán". Estados Unidos construyó ese reactor nuclear en 1967 en el campus de la Universidad de Teherán. También proporcionó a Irán combustible para ese reactor: uranio enriquecido para armas, declaró Ali Vaez, experto en Irán del International Crisis Group

Esto era parte del programa “Átomos para la Paz” del presidente Eisenhower, una iniciativa para proporcionar a los países tecnologías nucleares civiles pacíficas con la esperanza de que no persiguieran programas nucleares militares. Entre los beneficiarios se encontraban Israel, India, Pakistán e Irán, éste último gobernado por el Sha Reza Pahlavi, monarca respaldado por Washington. Como resultado del auge petrolero de la década de 1970, el programa nuclear iraní se transformó en un programa nuclear civil en toda regla, afirma Vaez.

Irán tenía dinero para explotar el conocimiento que se le daba y para desarrollar mentes científicas. El gobierno del sha pagó para que docenas de estudiantes iraníes asistieran al Instituto de Tecnología de Massachusetts y estudiaran ingeniería nuclear a mediados de la década de 1970, dijo la universidad. Con los años Irán, pese a la violenta oposición israelí, llevó su propio programa de investigación nuclear, desarrollando varias instalaciones. 

Los primeros intentos de detener el programa iraní, a cualquier precio, empezaron con un juego sucio: Acusar a Irán por dos nada claros atentados en suelo argentino, los ataques y destrucción en Buenos Aires de los edificios de la Embajada de Israel, marzo de 1992 y de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), julio de 1994. Estos atentados son decisivos porque cimentaron la permanente acusación contra Irán de promover el terrorismo mundial. El primer paso mediato fue detener la cooperación de Argentina para proporcionar combustible nuclear a Irán.

Esos oportunos sucesos, tienen -por sentado- la huella de servicios secretos, son ejemplo de la manipulación política de aquellos sangrientos crímenes que, dadas las circunstancias, solamente beneficiaban a los opositores de Irán. Hasta hoy, más de 30 años acusando a Irán, más de tres décadas de enajenadas consignas con un solo propósito, detener el desarrollo e investigación en el campo nuclear de la nación iraní a costa de monstruosos asesinatos.


Intentos de atacar a Irán en el siglo XXI

Debemos empezar este apartado señalando un hecho real que ha ocasionado serios problemas diplomáticos y amenazas de paralizar por la fuerza el desarrollo nuclear iraní, sentarlo a negociar, enviando una advertencia a Irán para que no amenace a Israel.

Al manejar Israel la energía nuclear (Dimona) y aplicar la estrategia de los ataques preventivos y selectivos, implica que niega la posibilidad de que haya espacio en la región para otras naciones con potencial para el desarrollo nuclear. Esa premisa le obliga a embarcarse en frecuentes aventuras, por sus propios medios si fuera el caso, siempre respaldados por sus protectores de Estados Unidos y Europa.


El presidente iraní Mahmud Ahmadineyad (2005-2013), fotos de archivo inspeccionando instalaciones nucleares y en un discurso ante la ONU.


Aunque no es preciso del todo, un punto de partida acontece en el gobierno del ex presidente iraní Mahmud Ahmadineyad (2005-2013) de quien suele citarse con frecuencia frases llamando a la eliminación física del estado de Israel, además de, supuestamente, pronunciarse negando el Holocausto (polémico debate que se mantiene hasta el presente). (No entraremos a explicar el caso, eso lo hicimos en un interesante artículo de este blog en el año 2015, ver notas a pie de página)

A inicios del siglo XXI, en enero de 2002, el presidente estadounidense George W. Bush incluyó a Irán, junto con Irak, Corea del Norte y otros países, en lo que llamó el “Eje del Mal”, desde entonces la Casa Blanca y el Pentágono junto a Israel han acentuado las denuncias contra el programa nuclear iraní.

El mismo territorio iraní no ha escapado de los blancos de los ataques de Israel y sus amigos, por ejemplo, en el 2005, ante una inminente guerra, fuerzas especiales y de inteligencia británicas y de la CIA fueron responsables de varios atentados en Khuzestan (o Juzestán) y Ahwaz en coordinación con grupos armados separatistas iraníes. En 2007 un nuevo plan de guerra estaba trazado, un primer objetivo era controlar la provincia de Juzestán. Para quienes no saben, Juzestán posee los mayores yacimientos de petróleo de Irán, a la vez que es habitada por una mayoría de origen árabe. El plan básicamente es algo parecido al que se desarrolló en 2025, operaría con los clásicos bombardeos intensivos a las instalaciones claves, el sabotaje de infraestructuras urbanas, la incitación a las minorías étnicas para realizar disturbios violentos, emisiones clandestinas de radio para intentar sublevar a la población, se descartó el uso de tropas en tierra dado el temor a sufrir tremendas bajas. Los ataques debían realizarse con la clásica mentira de petición de ayuda de las fuerzas de “resistencia” iraníes. Aquel plan tenía previsto declarar a la región de Juzestán como estado árabe independiente y también la República Democrática de Ahwaz, las dos serían inmediatamente reconocidas por Israel y los Estados Unidos. (En general, la lista es larga, solo citamos un par de ejemplos).

En anteriores entradas se ha documentado como Israel ha insistido en bombardear las instalaciones nucleares de Irán: 2008, 2010, 2011, 2012, 2018, etc., así como se ha explicado las razones para que hayan abortado tales tentativas. También, en este blog, hace varios años, abordamos un episodio histórico que estuvo a punto de desencadenar otra vez la guerra contra Irán. Ese acto tuvo lugar en 2008 en la República de Georgia (ex república soviética). (VER los enlaces a pie de página, “GEORGIA 2008: El cómo Israel planeó bombardear Irán”).


F-16I Sufa (Storm) de la Fuerza Aérea Israelí (IAF), biplaza diseñado y construido exclusivamente para Israel por Lockheed Martin, dotada de tanques extra de combustible para misiones de largo alcance.


En resumen, dos aeropuertos en el sur de Georgia, arrendados por Israel, fueron destinados para el uso de aviones militares israelíes. El propósito: lanzar un ataque contra objetivos relacionados con los proyectos de energía nuclear iraní. El ataque fue aprobado por el presidente Bush, firmado el 4 de julio de 2006 (cuyas copias, con su firma, fueron filtradas en internet). Más, la intervención de Rusia por la crisis en Osetia del Sur, ocasionó el bombardeo ruso de esos aeropuertos e impidió el ataque de Israel.

Política de asesinatos del gobierno israelí
Si Israel posee una “Directiva Aníbal” y una “Opción Sansón”, ¿por qué no optaría por un plan de asesinatos selectivos?

La demostración de fuerza de Israel en el pasado y en el presente no se ha limitado solamente en destruir objetivos militares, se ha producido un sinnúmero sistemático de asesinatos selectivos de científicos, funcionarios, técnicos y personal de diversos proyectos de desarrollo nuclear, personal militar no ha sido la excepción del objetivo de esos asesinatos, sin contar con expertos extranjeros contratados lícitamente que fueron eliminados, sucumbieron a las bombas, misiles o balas de un pistolero del Mossad a lo largo de los años.

Es imposible describir todos esos crímenes de Israel, incluso porque algunos se mantuvieron en total reserva, pero el ensañamiento ha llegado al extremo de perpetrarlos cuando se efectivizaban negociaciones diplomáticas con otra u otras partes.

Israel al recurrir al asesinato refleja la demostración de poder e impunidad, ya que nadie va a sentarle en el banquillo de los acusados, al contrario, los medios masivos de embrutecimiento suelen aplaudir esos crímenes contra personas que tuvieron la particularidad de trabajar en el área de la investigación científica para el desarrollo nuclear o relacionado, acusándolos de “terroristas”.





¿Puede imaginarse, por ejemplo, que agentes del Mossad vayan a Europa y asesinen a técnicos de un laboratorio que experimenta con los usos de la energía atómica, cuando la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica), los tratados y convenciones internacionales otorgan esa facultad a cualquier nación del mundo?; y, que, ¿Israel únicamente basado en un rumor de que esas investigaciones pueden derivar en proyectos de armas nucleares, decidan ejecutar a cualquier persona? Ningún científico del planeta podría sentirse tranquilo, ni siquiera los simples funcionarios y empleados administrativos de un laboratorio.

Tranquilos, esa política solo se aplica a los países que buscan nuevas alternativas para su desarrollo, así que, los investigadores europeos pueden dormir tranquilos, ningún pistolero a sueldo del Mossad va a interrumpir su sueño, a menos que sea un estudioso que simpatice con el "Eje del Mal" y corra la misma suerte de otros científicos, técnicos, ingenieros iraquíes, sirios, iraníes y de otras nacionalidades, inclusive europeos que en algún momento prestaron servicios en el Medio Oriente y sucumbieron en atentados con explosivos o tiroteados en la calle o en sus casas.


Asesinatos selectivos

El derecho a la legítima defensa, es una premisa dentro del derecho penal y es admitido en el campo del Derecho Internacional. En una guerra, la legítima defensa es superior a toda obligación en el campo de batalla, una persona no está obligada a poner en riesgo su vida para preservar la del enemigo, en ese sentido, está permitido hacer uso de la fuerza hasta estar seguro de que el objetivo ha sido eliminado y ya no representa una amenaza.

Un asesinato selectivo generalmente tiene implicaciones políticas. Dentro del marco de las Convenciones de Ginebra atacar a líderes políticos (no siempre) o jefes militares enemigos en un conflicto constituye un blanco militar válido. Por favor, tenga presente que la palabra clave es dentro de un conflicto, es decir, una guerra que se encuentra en curso. Un centro de mando es un objetivo militar válido.

Generalmente, en la mayoría de los casos se acepta que un jefe de Estado no es considerado un objetivo militar legítimo en una guerra. En tiempos de guerra los jefes de Estado están protegidos por el Derecho Internacional Humanitario (DIH) como figuras no combatientes, a pesar de que un jefe de Estado puede ostentar el papel de mando supremo de sus fuerzas militares. Según las circunstancias, eliminar a un jefe de Estado como objetivo militar puede tener consecuencias graves para la estabilidad política y la posibilidad de resolver un conflicto. El jefe de estado es apreciado por el Derecho Internacional como un símbolo de la nación, no como un combatiente activo, su neutralización no suele estar justificada a menos que esté directamente involucrado en las hostilidades en cuyo caso podría considerarse un objetivo militar legítimo, pero esto es poco común (sin duda hay casos notorios en la historia reciente).

Aunque la guerra constituye, en sí, la violación de todo derecho, se intenta regular normas y principios universales que precautelen la vida de las personas, es el denominado Derecho Internacional Humanitario (DIH) (Convenciones, Protocolos, Tratados sobre la guerra).

Matar dolosamente a otro constituye la forma más grave de conducta de la que puede ocuparse el derecho penal. De hecho, la propia posibilidad de que tal hecho sea justificado ha sido reducida drásticamente por la doctrina del derecho penal, cosa que suele ser ignorada en tiempos de guerra. En pocas palabras el asesinato selectivo en tiempos de paz o durante negociaciones es un crimen común que perturba la conciencia pública internacional.

Los asesinatos selectivos, dentro del marco del DIH, de uno o más combatientes enemigos está permitido en la medida que se cumple con ciertas reglas y principios: Se habla de la necesidad militar, humanidad, distinción y proporcionalidad; y, que los civiles quedan exentos de ser atacados directamente, salvo que “tomen parte directa en las hostilidades”.





Países como Israel y Estados Unidos suelen tratar de justificar los asesinatos selectivos de “terroristas” (pueden ser o no) sobre una base de reglas del Derecho Internacional Humanitario; o, sobre la base de la legítima defensa del estado. El tema es muy discutible, si se trata de auténtica legítima defensa del estado o de una reacción punitiva (bellum punitivum) que no cumple las reglas del debido proceso. En todo caso, como norma, el DIH no aplica a los actos de terrorismo cometidos en tiempos de paz; y, si los actos terroristas son cometidos durante conflictos armados pueden constituir violaciones graves del DIH si se dirigen contra civiles o bienes protegidos.

En el caso de asesinatos selectivos que ha perpetrado Israel el 13 de junio de 2023Estamos ante la ausencia de una guerra declarada, se perpetró en el marco de negociaciones diplomáticas sobre temas relevantes para evitar una guerra, se involucró y se asesinó alevosamente a civiles; es decir, acciones ilegales y desproporcionadas que en este caso involucran al DIH. Quienes ordenaron y participaron en la ejecución de esa ilegal serie de asesinatos selectivos son responsables individualmente y pueden ser juzgados por crímenes de guerra.

En conclusión: El DIH prevé los asesinatos selectivos únicamente en tiempos de guerra y los ataques solo pueden dirigirse contra objetivos militares legítimos y proporcionados a la ventaja militar esperada, evitando daños colaterales excesivos a civiles o bienes civiles.


¿Qué tan efectivos son los asesinatos selectivos de Israel?

Según Lucas Leiroz (Fundación de Cultura Estratégica), contrariamente al "mito de la ‘invencibilidad israelí', el asesinato selectivo fue desarrollada por Israel para tratar de desestabilizar psicológica e institucionalmente a sus enemigos, evitando enfrentamientos militares prolongados. Sin la capacidad de reposición continua de tropas y recursos y teniendo un territorio muy pequeño con objetivos muy expuestos, Israel teme una guerra a gran escala".

El asesinato selectivo pretende decapitar la influencia y poder de ciertos individuos sobre un estado. En teoría, hay quienes sostienen que Israel es incapaz de ir a una guerra total, por lo que conforme su doctrina seguirá organizando asesinatos selectivos cuantas veces lo crea conveniente y no dejará de hacerlo.


Benyamin Netanyahu ovacionado en el Congreso de los Estados Unidos (fotos de archivo)


Sin embargo, es válido preguntarnos, ¿se gana una guerra matando a una figura representativa? En ciertos casos de la historia las guerras solían decidirse con la muerte del rey en batalla, pero eso ya no funciona desde el siglo XX. Por ejemplo, ¿terminaría y ganaría Rusia la guerra matando a Zelensky en un ataque?, pregunta un artículo del sitio web Simplicius. Por supuesto que no. Por momentos parecemos olvidar que Israel hace lo que hace gracias al omnipotente poder militar y económico del sistema de hegemonía occidental que brinda a Israel iguales o mayores garantías que a los socios de la OTAN.


A manera de cronología, ejemplos de asesinatos selectivos ordenados por Israel

Ni por asomo los siguientes casos de asesinatos selectivos en los últimos años reflejan el número total de atentados que ha perpetrado Israel y/o Estados Unidos.

Durante la agresión israelí al Líbano en 2006, en que Hezbolá plantó cara a los tanques enemigos, Israel fingió que había decidido atacar porque Hezbolá había capturado varios soldados israelíes. La realidad era que lo hizo para detener las investigaciones de la policía y de la justicia libanesas sobre una extensa red israelí de espionaje y terrorismo en Líbano, investigaciones que podían llevar a una nueva lectura del asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri. (Thierry Meyssan).

El 11 de enero del 2012, el científico nuclear iraní y profesor universitario, Mustafá Ahmadi Roshan, muere al explotar una bomba adosada a su coche. Irán acusó directamente a los servicios secretos israelíes y estadounidenses, la Casa Blanca se apresuró a desmentirla mientras Israel optó por mantener el silencio.

En enero de 2014, una incursión aérea israelí bombardeó un centro de investigación al Noroeste de Damasco y en mayo de ese mismo año volvió a lanzar ataques cerca de Damasco. Se desconoce el número de víctimas.

En noviembre de 2014, se produce el asesinato de cinco ingenieros en energía nuclear (cuatro sirios y un iraní) en Damasco, desconocidos liquidaron a estas personas cuando se trasladaban en un autobús, laboraban en un centro científico de investigación. No fue el primer incidente dentro de territorio sirio, varias instalaciones que manejan las fuerzas armadas u otras instituciones de investigación científica (no necesariamente nucleares como suele afirmar Israel) fueron el blanco de agresiones.

El general Qasem Soleimani era percibido como "una amenaza existencial para Israel" y se ordenó una operación para asesinarlo, siendo los estadounidenses quienes efectuaron finalmente la operación en Bagdad el 3 de enero de 2020.


Qasam Solemani

No obstante, el principal problema es que "los asesinatos selectivos rara vez son efectivos contra grupos altamente ideológicos y países con estrategias de guerra bien definidas" como Irán. "La muerte de Soleimani no desmanteló el Eje, sino que unió aún más a las milicias en torno a Irán, incluidas las milicias suníes palestinas, que históricamente han sufrido una lucha por la influencia entre chiíes y wahabíes". Pero, las cosas cambiarían muy pronto.

Desde 2024, Israel emprendió quizá la mejor campaña de ejecuciones selectivas de su historia -la mayoría ilegítimas-, la de los comandantes y líderes políticos de Hezbolá y Hamás, en Líbano, Siria e Irán.

El comandante de Hezbolá Ali Muhammad al-Debs fue asesinado en un ataque aéreo israelí en Nabatieh - Líbano, el 16 de febrero de 2024. Israel afirma que al-Debs fue el cerebro detrás de un ataque en su territorio en marzo de 2023, así como de otras operaciones desde el comienzo de la guerra entre Hamás e Israel. Al-Debs era alto comandante de las Fuerzas Radwan, la unidad de élite de Hezbolá, su subcomandante, Hassan Ibrahim Issa murió en el mismo ataque.

El ataque aéreo y bombardeo del consulado iraní de Damasco del 1 de abril del 2024, en pleno conflicto con Hamás y Hezbolá, destruyó un edificio del consulado adyacente a la embajada iraní en Damasco. Aviones de combate F-35 dispararan seis misiles desde el territorio ocupado de los Altos del Golán contra el edificio consular iraní con el evidente propósito de asesinar a unos objetivos concretos. La incursión se saldó con la muerte del alto comandante de la Fuerza Quds (CGRI), general de brigada Mohammad Reza Zahedi y siete oficiales, además de otras personas.

Irán prometió venganza por el ataque. Si Irán seguía las leyes y costumbres internacionales sobre la guerra, podía haber declarado una legítima declaración de guerra. El ataque al consulado iraní -según el Derecho Internacional- fue un ataque contra territorio iraní. El 13 de abril de 2024, se llevó a cabo un tibio “ataque” de represalia contra Israel con el lanzamiento de cientos de misiles y drones dirigidos a las bases desde las que se lanzó el ataque al consulado.

El mensaje de Israel es lo importante, Tel Aviv deseaba agrandar las hostilidades, con o sin autorización de Estados Unidos, a sabiendas que de cualquier forma obtendrían no solo armas sino una participación directa de los estadounidenses en un conflicto que pretenda arrasar Irán, negándose a escuchar los "consejos" ante su genocida campaña contra los civiles palestinos.



Ismail Hannyeh y Yahya Sinwar, dos carismáticos líderes de Hamás, eliminados por Israel en 2024 (foto archivo)


El asesinato de Ismail Hannyeh (o Haniya), el líder de Hamás cercano a Irán y responsable de la paz entre los yihadistas palestinos y el gobierno sirio fue ejecutado el 31 de julio de 2024 en Teherán, donde asistía a la investidura del recién elegido presidente de Irán, Masoud Pezeshkian. Hay varias versiones sobre su muerte, una versión es que murió en un ataque aéreo israelí contra una casa oficial para huéspedes del gobierno iraní, otra versión asegura que fue una bomba introducida en la residencia. El sucesor de Hannyeh, Yahya Sinwar, máximo líder de Hamás, fue eliminado por un dron del ejército israelí el 16 de octubre de 2024 (aunque no está confirmado que fuera un asesinato selectivo). Otros tres comandantes militares de Hamás cayeron en los primeros meses de 2024.

Hasta esos momentos, los asesinatos selectivos no rindieron lo esperado, no funcionaron como arma decisiva, las organizaciones que conformaron la Resistencia tenían la capacidad política para minimizar a corto y mediano plazo el impacto generado por los asesinatos de sus líderes.

El acto que casi decapita y ha debilitado seriamente a la Resistencia fue el asesinato del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, el 27 de septiembre de 2024, en ese mismo incidente fue eliminado Ali Karaki, uno de los principales comandantes de Hezbolá. Este acto vino seguido del ajusticiamiento de varios líderes militares y políticos de la organización. El 8 de octubre, Hashem Safieddine, jefe del Consejo Ejecutivo, a quien consideraban el sucesor de Nasrallha fue eliminado. Netanyahu afirmó que los ataques aéreos israelíes habían matado a dos sucesores del líder asesinado de Hezbolá, en referencia a Safieddine y a un segundo personaje al que no identificó. Otros siete altos comandantes militares de Hezbolá murieron entre junio y septiembre de 2024 (casi todos en operaciones militares).

Con estos operativos Israel logró desestabilizar por primera vez al Eje de la Resistencia, aunque, en principio, Hezbolá no dio señales de haber sido afectado al combatir con firmeza y frenar las incursiones del ejército israelí en el sur del Líbano. A la larga, las consecuencias de las muertes en combate, los asesinatos selectivos, así como la merma de su material bélico,  hicieron mella en la organización, sin que hayan podido reponerse.

Israel planificó, conspiró y luego hizo detonar a distancia miles de dispositivos en el Líbano, literalmente voló las manos de cientos de libaneses, un astuto plan -que no deja de ser un ataque terrorista del Mossad-. Un proceso en secuencia que inició cegando las comunicaciones de la organización y poniendo fuera de combate a centenares de milicianos, acto seguido a mandos altos y medios por medio de buscapersonas y radios explosivos bombas trampa, ataques con misiles y culminó con otro ataque de decapitación contra los nuevos mandos superiores, así como ataques de precisión contra los depósitos de misiles de la organización.

Interrumpida la cadena de mando y las operaciones de Hezbolá, el líder de Hezbolá quedó expuesto, Hassan Nasrallha fue llevado al sacrificio mediante un brutal bombardeo que uso cientos de toneladas de explosivos sobre el bunker donde permanecía. Los ataques selectivos israelíes continuaron con la eliminación de otros jefes militares de Hezbolá. 

Hoy, en teoría, el mando militar de la organización ha quedado decapitado. La Resistencia debilitada, sin recursos, con Irán luchando por su supervivencia, podrá sostenerse como una guerrilla que si bien puede tocar las entrañas del enemigo no está ya en capacidad de desestabilizarla como estado.


                    El Sayyed Hassan Nasrallha

La insidia con que actúa Israel fue desvelada. Netanyahu ordenó el ataque contra Nasrallha poco antes de intervenir en la Asamblea General de las Naciones Unidas, una evidente distracción para asesinarlo. Fue conducido a una trampa, Hassan Nasrallah fue asesinado en un ataque que destruyó cuadras enteras a su alrededor. Un acto traicionero, el líder de Hezbolá confiaba en una tregua para negociaciones tras haber aceptado el plan franco-estadounidense de alto el fuego por 21 días y lo transmitió a Washington y París a través del gobierno libanés, pero no tuvo tiempo de hacer pública su aceptación, porque lo eliminaron inmediatamente. "Hassan Nasrallah fue con el enviado iraní, Abbas Nilforoushan, a la sede de Hezbolá en Haret Hreik (sur de Beirut) para reunirse con 22 comandantes, incluido Ali Karaki. Un “topo iraní” (o un topo en Irán) notificó entonces al Mossad. Benjamín Netanyahu dio instrucciones de matarlo y lanzar la operación “Nuevo Orden Regional” desde su habitación de hotel en Nueva York. Interrumpió su estancia en Estados Unidos y regresó a Israel. El Sayyed murió fuera de la presencia de los comandantes, con sus guardaespaldas, impresionados por la explosión" (Red Voltaire, 4 octubre 2024).

Tras esta serie de acontecimientos, sin un mando claro, sin capacidad de respuesta y comunicaciones comprometidas, nuevos bombardeos destruyeron parte del arsenal e infraestructura bélica de Hezbolá. No queda duda que hubo infiltración de los servicios de inteligencia israelíes en la cúpula de la resistencia libanesa, o a través de un topo iraní o uno en Irán, o todas las posibilidades juntas. Israel continuó con la cacería de casi todo el liderazgo de Hezbolá que incluyó la liquidación del sucesor del sucesor de Hassan Nasrallah.

Irán guardó silencio, muchos medios hablaron de la participación y/o colaboración de algunos topos iraníes. El asesinato de Qasem Soleimani, tiene indicios de haber sido realizado con el visto bueno de alguien en Irán, -tras bastidores las agencias de inteligencia manejan esa hipótesis-. El martirio del líder de Hezbolá también tiene ese componente. Solo tenemos hipótesis y especulaciones, se habla de un general iraní que desapareció de las esferas del poder y de toda noticia relacionada con él, jamás se ha vuelto a saber nada, salvo por su aparición vestido de civil el 24 de junio de 2025, nos referimos al general Esmail Qaani, entonces jefe de la Fuerza Quds del CGRI (Guardianes de la Revolución), de quien se afirmó se encontraba bajo custodia e interrogatorio por importantes violaciones de seguridad en las investigaciones iraníes sobre el asesinato de Nasrallah, fuentes aseguraron que Qaani es el principal sospechoso de ser el topo de los israelíes (no hay nada oficial, pocos medios tomaron nota de esta versión).

No sería nada raro que sea verdad, Thierry Meyssan, describe como, desde 2011, el jefe del contraespionaje iraní responsable de luchar contra la infiltración del Mossad era... un agente israelí. "Permaneció en el cargo hasta 2021 y ahora vive en Israel. Se rodeó de un equipo de unas veinte personas que huyeron con él a Israel. Ellos son quienes organizaron los asesinatos de científicos nucleares y el robo de archivos expuestos por Benjamín Netanyahu".

Los pro-estadounidenses son una fuerza poderosa en Teherán, "una pequeña minoría iraní es favorable a Occidente e Israel. No es imposible pronunciar un discurso antiisraelí mientras se hacen negocios con Tel Aviv". Meyssan nos recuerda que Irán e Israel operan conjuntamente el oleoducto Eilat-Ashkelon, a través de una empresa propiedad mitad de Israel y la otra mitad de Irán. “Cualquier publicación sobre los propietarios de este oleoducto se castiga con 15 años de prisión en Israel", no siendo nada extraño que fueran funcionarios iraníes quienes traicionaran a Hassan Nasrallah y que hayan urdido un cambio de régimen tras los últimos ataques israelíes.


Ex presidentes de Irán, de izquierda a derecha: Ebrahim Raisi (2021-2024); Hassan Rohani (2013-2021); y, Akbar Hashemí Rafsanyaní​ (1989-1997)



Eso no es todo, ¿quién tiene presente el extraño accidente de helicóptero que resultó en la muerte del presidente iraní Ebrahim Raisi en mayo de 2024? él apoyaba activamente al Eje de la Resistencia. ¿Quién recuerda el caso Irán-Contras? El entonces diputado Hassan Rohani, conocido por la inteligencia estadounidense desde los tiempos del Sha, estableció contacto con el entonces presidente del parlamento iraní, Hashemí Rafsanyaní. Hassan Rohani, luego presidente de Irán, 2013 a 2021 y el hoy fallecido Hashemí Rafsanyaní, presidente de Irán de 1989 a 1997, colaboraron con el equipo de los estadounidenses Oliver North y Elliott Abrams. El pro-estadounidense ex presidente iraní Rafsanyaní llegó a ser el hombre más rico de su país gracias al tráfico de armas organizado con Elliott Abrams. Posteriormente, Rafsanyaní envió soldados iraníes a luchar bajo las órdenes de la OTAN en Bosnia-Herzegovina y participó en la revolución de color orquestada para derrocar a su sucesor, el presidente Mahmud Ahmadineyad. (Thierry Meyssan)

Según el filósofo ruso Alexander Dugin, Israel actúa con una determinación radical para destruir despiadadamente a sus enemigos, juega por adelantado, provocó a Hamás para que atacara, eso no trajo ningún fruto a la Resistencia, Israel logró destruir el liderazgo de las fuerzas antagónicas en el Medio Oriente y llevar a cabo fácilmente un genocidio a gran escala de los palestinos en Gaza. Dice Dugin: "A Irán le pasa lo mismo. Este es un camino a ninguna parte. Gaza ha desaparecido. El liderazgo de Hamás se ha ido. Ahora el liderazgo de Hezbolá se ha ido. Y el presidente iraní Raisi se ha ido. Y su localizador se ha ido… en las guerras modernas, el tiempo, la velocidad y la dromocracia lo deciden todo. Los sionistas actúan con rapidez, adelantándose a la curva. Audazmente. Y ganan”.

No hay milagros, ni bendiciones divinas de por medio, se trata de capacidades operativas, aún más, Israel aprovecha de sus vecinos la desventaja histórica que Occidente trabajó desde siempre para mantener dividido y empobrecido al mundo árabe, a los persas (Irán), a Turquía, etc., ya que pueden "sobornar a las personas necesarias para que se conviertan en agentes renegados. Israel está lleno de interminables miles de millones de dólares en efectivo de los contribuyentes de las naciones más ricas del mundo, que se utilizan para sobornar a los desesperados y necesitados en estos países para proporcionar inteligencia, que es probablemente la forma en que se obtuvieron las ubicaciones de Nasrallha, Haniyeh, etc.", deduce un artículo de Simplicius.


Llega el turno de Irán, 13 junio 2025

Al día siguiente de la publicación de los primeros documentos nucleares israelíes obtenidos por Irán, Israel inició su agresión contra la República Islámica. El guión de la agresión israelí es exactamente al mismo modus operandi que se vivió en el Líbano en 2006. No se respetó el Derecho Internacional, el 15 de junio de 2025 en Omán debían reunirse para una nueva ronda de negociaciones las misiones diplomáticas de Irán y Estados Unidos. A traición, en un momento en que no había declaración de guerra, en tiempos de paz, como refiere el Derecho Internacional, Israel reinició su campaña de asesinatos selectivos. (Desde abril, ambos países habían participado en cinco rondas de negociaciones mediadas por Omán con el objetivo de reactivar el acuerdo nuclear de 2015, la última ronda tuvo lugar en Roma el 23 de mayo, se habló de "algunos avances" aun cuando Trump declaró que los resultados de la próxima reunión determinarán si puede evitarse una acción militar, al tiempo que acusó a Irán de obstaculizar el diálogo).





Irán ha tenido que negociar por décadas bajo intimidación aun sabiendo que Israel no quiere nada de paz mientras se mantenga el gobierno de los ayatolás en Teherán, su expectativa ha sido una, cómo destruir Irán si no “negocia” las imposiciones preparadas (léase si no se rinde). Trump promete volver atacar las instalaciones nucleares iraníes. Basta recordar las palabras de Marco Rubio, secretario de estado, sobre el ataque traicionero de Israel y el asesinato del alto mando militar iraní y varios científicos: "Deberían haberme escuchado, les di un aviso de 60 días, Hoy es el día 61, pero todos con los que yo trataba están muertos".

Es verdad que Israel desmanteló la cúpula militar (que incluyen a comandantes de la Fuerza Aeroespacial) y científica iraní en una noche de intensos bombardeos y plantas de enriquecimiento de uranio fueron alcanzadas en los ataques. Pese a todo, el plan israelí de bombardeo y asesinato fracasó.

No nos extenderemos en detalles sobre los asesinatos selectivos, las explicaciones anteriores confirman que se trata de crímenes comunes. El 13 de junio de 2025 más de una veintena de altos cargos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) y otros altos mandos figuraban entre las víctimas selectivas de los ataques de Israel. También se produjo la muerte de numerosos civiles y científicos del programa nuclear iraní, Fereydoun Abbasi encabeza la lista de importantes científicos nucleares asesinados, alrededor de catorce. Abbasi, exdirector de la Organización de Energía Atómica de Irán había acusado a la OIEA de actuar con "hostilidad premeditada" y mostrar un "sesgo hacia la agenda occidental".

Un importante diplomático, Ali Shamkhani, muy conocido en los círculos de política exterior de Washington y Europa, colaborador de Jamenei, representó a Teherán en las conversaciones que sellaron un acuerdo histórico para restablecer las relaciones diplomáticas con Arabia Saudita, brindaba asesoramiento cuando Irán reanudó las conversaciones nucleares con la administración de Trump, fue uno de los blancos selectivos del ataque israelí.


Epílogo

El “final” de las hostilidades entre Israel - Irán no se percibe, por el momento han quedado suspendidas, volverá a desatarse en algún otro momento. No queremos hablar de ganadores ni perdedores porque esto no termina aquí. No fueron destruidas las instalaciones nucleares, no se dio el cambio de régimen anhelado por Israel, Israel está inconforme con las acciones militares de Estados Unidos (mejor dicho con lo ordenado por Trump); y, por otro lado, Irán persiste en su derecho, conforme el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y como miembro del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), al igual que cualquier estado, a manejar tecnología nuclear con fines pacíficos. Las persistentes acciones en su contra pueden provocar el efecto contrario, que Irán, por su cuenta, o a través de un tercer estado se provea de un arma nuclear disuasoria.

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Referencias y consultas en este blog

Irán, energía nuclear o bomba atómica? (Esta serie consta de seis artículos)

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