Por Tito Andino
Habrán percibido en muchos artículos aquí publicados nuestro interés por el humor político, sobremanera el género satírico reflejado en ilustraciones de artistas de fama mundial parodiando lo grotesco del nazismo. En esta ocasión divagaremos con tópicos de carácter histórico y personal, experiencias que van marcando el devenir de este blog.
Francisco de Asís Amat Romeu - novelista y articulista para diferentes medios - es uno de mis predilectos a la hora de leer, aprender y esbosar una sonrisa al mismo tiempo. Sus lecturas me recuerdan esa predilección hacia la sátira posibilitando una conexión "psicopática". Algunos se preguntarán ¿y quién diablos es ese personaje? Yo mismo lo pasaría por alto, soy incapaz de leer algo firmado por una persona que se identifique con un tan religioso Francisco de Asís... (amén) y, esto me lleva al submundo del deporte al recordar el por qué los futbolistas brasileños y portugueses son fácilmente reconocibles, obvian hacerse llamar por sus laaaargos nombres. Quién carajos, en estos tiempos de velocidad de banda ancha (internet y fútbol) va a reconocer a un tal Ricardo Izecson dos Santos Leite; a Helbert Frederico Carreiro da Silva; o, a Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza; o, un nombre más cortito pero monstruosamente verde, Givanildo Vieira de Souza. Huy! me olvidaba de Leovegildo Lins da Gama Júnior. Oiga señor! me puede recordar en qué equipo juega Givaldo.... what? what? what?. Hombre!, si solo pronunciar el nombre completo de Cristiano Ronaldo.... empieza a aburrir. Lo que lleva a otra pregunta, ¿recordará la nueva generación a José Roberto Gama de Oliveira o a un popular Ronaldo de Assís Moreira, ¿y que decir de un Edson Arantes do Nascimento?. Conste que para éstos últimos he seleccionado nombres muy cortos.
Bien, demos una patada al balón y volvamos al tema. Quizá el nombre Kiko Amat ya les diga algo, así es conocido en el mundo literario y del periodismo Francisco de Asís... etc, de quien reprodujeramos un exitoso artículo: No seas como Hitler!, un "pasquín motivacional" para pifiar al líder nazi y revolcarse de la risa recordándonos temas sobre la existencia terrenal del cabo austriaco. Por sentado que los bravucones neonazis ansían un escarmiento al mejor estilo hitleriano, colgando de algún poste a aquellos sacrílegos que ofenden a su amado führercillo. Intuyo que la idea de Kiko para aquella sátira surgió luego de escribir un artículo serio... bueno, con sus característicos toques de sarcasmo, para un diario español.
Érase una vez que los historiadores y mata sanos de la ciencia forense descubrieron que el aspirante a Kaiser de aquel Imperio de los Mil Años (menos mal que no llegó ni a los doce, menuda suerte tuvimos!) era un contumaz yonky. Cuenta la leyenda que no solo aspiraba sueños imperiales, dicen que solía inocularse -o le inoculaban- una ferviente y metamorfórica dosis de drogas con las que anhelaba transmutarse en el guía espiritual de millones de fans (algo así como el típico gurú místico que veíamos por las calles en los tiempos hippies, pero nuestro personaje era un "gurú" de la guerra). Luego de largas sesiones de experiencia trascendental y extrasensorial con ni se que amplia lista de raras sustancias psicotrópicas y estupefacientes que le proveía su médico de cabecera, el "buen" Theo (Morell), el aprendiz de brujo expelía sus irreflexiones a las masas. Si señor!, "los guías superiores" eran efecto secundario de aquella incontrolada ingesta química que provocaba alucinaciones o ¿alunizajes? en aquella lumbrera que decía era encaminado por el "buen redil" trazado por la Providencia, que de paso era contraria a la ciencia judía, bueno al menos eso decía el cabito aspirante a emperador.
Si esto les parece chapucero tenemos mucha, pero mucha evidencia; mas, conocer la historia con humor no tiene precio. Leánse, entre otros artículos, el High Hitler, Führer del Speed, entretenido relato de Kiko. Hace un par de meses leí uno de sus últimos artículos, se remonta a sus experiencias con organizaciones antifascistas en Albión, su lectura sembró la inquietud en mi mente, ¿valdrá la pena exponer mis historias con los "kamaradas"? (corriendo el riesgo de matar de aburrimiento a muchos).
Coincido en muchas cosas con el sentido reflexivo y, a la vez, humorístico de Kiko (nada de chorradas), sobre todo en ese morbo satisfactorio de restregar en las narices todas las boberías que difunden los "intelectuales" neonazis de internet. Kiko se refiere a éstos como parte de una subcultura "nerd", una propensión por presumir saber demasiadas cosas sobre la segunda guerra mundial, de lado del Eje, claro es; "nerdez hepatítica", es decir, poner en evidencia todo ese conocimiento impráctico, inútil de un "nerd" que lo atesora de todos modos (en la mayoría de casos son falacias de "revisionistas" que nos cuentan la versión nazi de la historia). Y allí lo mío, las caricaturas satíricas antinazis elaboradas en aquellos tiempos vale más que todo ese estéril discurso.
Al igual que Kiko, no pertenezco a ninguna ralea organizada sea social, antisocial, amoral o moralista, peor política. No me simpatiza los movimientos políticos -insistiré que la política es necesaria-. A pesar de considerarme un hombre de "izquierda" por derecho divino (soy zurdo de nacimiento) siento profundo desprecio por aquellos socio-listos disfrazados de defensores de los derechos ciudadanos. ¿Acaso no proclama lo mismo la ultraderecha y el fascismo?, no digamos los "comunistas" del presente; a propósito, hay que ver lo bien que viven algunos "kamaradas" de la política, su lema es "primero yo, luego yo, y ya veremos como velamos por las masas proletarias". Así que de "comunista" yo tengo lo que Michael Jackson tiene de blanco.
Anécdota. Un viejo comunista uruguayo (lo digo con cariño), convencido de esa ideología hasta la médula, me invitó a formar parte de una comunidad social -cuando funcionaba aquello del Google Plus... hasta ya olvidé el nombre (de la comunidad), era 100% para "comunistas"... Un ratito... Y, ¿qué diablos iba hacer allí? Me gusta la historia, uno de mis temas favoritos es la WWII para dar caña a los neonazis. Pues bien, reflexionado el caso sobre como lidiar con los "kamaradas" y su comunidad en Google Plus, decidí que mi propósito sería compartir bonitos pósters, carteles, tarjetas postales de propaganda soviética en la "Gran Guerra Patria", por cierto, material super chulo!, arte popular. Muy pronto surgió la desilución con el "alto mando rojo" (por cierto mudaron de nombre a algo que me recuerda el título en latín del film Quo Vadis... el alzheimer impide recordar su nueva denominación)... en fin.
Uno de los moderadores, muy ilustrado en doctrina marxista-leninista, alejado del mundo real, ! hombre, que estamos en el siglo XXI !, desconocía dónde conseguía el material gráfico que aportaba, pienso que el "kamarada" nunca entró en el buscador de Google (u otros) y tecleó "propaganda soviética en la segunda guerra mundial", le gustaba mucho, se deshizo en alabanzas por la aportación. Erróneamente pensaría que yo sería un "proletario" fiel. El "jefe" no estaba conforme, no era suficiente, llegó a exigirme dedicación al estudio de éste y éste otro doctrinario comunista de la era soviética... y que elaborara un artículo. "Así que a estudiar" me repeló en clara intención de explotarme intelectualmente, al mejor estilo del enemigo (explotación laboral)... ¿Quién diablos puede recordar esos extraños apellidos en ruso que en su nombre debía quemar mis apreciadas neuronas cerebrales?. Mi "delicada" capacidad intelictiva no me lo permite, creo recordar un nombre, algo parecido a rakumin o una variante. Como no pudo ser de otra manera, mi "férrea" personalidad, dijo nones, no le pare bolas, ni que fuera mi kamarada en jefe, ¿verdad?.
Entrando en la tercera década del siglo XXI estudiar a ignorados doctrinarios rusos de la era del marxismo leninismo es como querer dar la razón a los neonazis que leen el Mein Kampf. !Válgame Dios!
El detonante para dejar el aporte con rechula propaganda de guerra en una comunidad apta "solo para comunistas" y que todo se vaya al garete llegó a su paroxismo cuando se publicó una fotografía de uno de los "altos mandos del politburó" (creo recordar que era el propietario, los otros "jefes" eran moderadores). Era un chaval al mejor estilo hippie, con un largoooo y suelto pelo azabache, camiseta negra de esas que usan los amantes del metal (género musical) y otras sustancias. El de la melena en cuestión -que ensombrece, palidece, abochorna y aconcojonaría a Pablo Iglesias (por el cabello)- intercambiaba trascendentales "principios ideológicos" para la humanidad con otro súbdito de su red social, el coloquio dialéctico refería a: "cuán largo tengo mi pelo!", el otro al parecer no estaba muy convencido y el "jefe" amenazó con enviarle más fotos de su tremenda cabellera!... Vaya manada de pichulas comunistas.
Así que de raíz me dí de baja, no sin antes haber sufrido un trastorno estomacal, en un dos por tres estaba en el trono del hogar con una indigestión del p... madre. A veces me pregunto si no sería envidia de mi parte, ya que soy calvo, pero reflexiono y digo que no -como dicen los mexicanos- la neta que no mi carnal; si soy rockero clásico generacional, nací en la época de los Led Zeppelin, Rolling Stones, etc. y estoy acostumbrado a las melenas.
Como es intuible el filósofo marxista-leninista que exigió preparar un artículo sobre sus idolatrados teóricos rusos de impronuciable nombre habrá tenido que redactarlo él mismo. Google Plus fue un gran fracaso social como lo fue el comunismo, los dos desaparecieron de la faz de la tierra, a pesar de que Vox y otros exaltados mantienen con vida al "comunismo", intentando atemorizar a los incautos: "para que no regrese el comunismo"... bueno, esa es la razón de su existencia, su forma de vida, una buena por cierto... dedicados a la "política"...
Como apreciarán, prefiero andar libre, sin ataduras, ser dueño de mis actos y de mi tiempo, haciendo un poco de mofa sobre aquellos energúmenos que no entienden por qué mismo -siendo unos pobres diablos- siguen apoyando a quienes los explotan, me refiero a fanáticos ultras españolísimos y latinoamericanos que tienen una especie de devoción "espiritual" que los ata más en mugre que en carne a su "caudillo" alemán, sin poder pronunciar un decente ´heil´. Hasta resultó que el jefecito nazi -conforme a una delirante teoría propagandística denominada nazismo esotérico- era un bicho raro, "reencarnación" de un "avatar" de alguna de las deidades del hinduismo, a decir de un conocido literato del cono sur. En el caso del ejemplo fotográfico, la deidad encarnó en forma de un refrescante helado marca "Hitler". Ya te digo, en la India causó sensación y la gente fue a por ellos.
El lector se habrá percatado que este blog se convirtió al "extremismo", eliminó la opción de comentarios, no recibe sugerencias de "amistad" (¿"amigos"?...el ratón del queso), ni "seguidores". ¿Cómo se justifica? Evitar experimentar con los "críticos" de internet previene la dispepsia y alto estrés. Inicialmente había algo de paciencia para leer interminables sandeces de "doctos", "sabios", "intelectuales", "críticos", "todologos" en general, ya sea cobijados de "revisionismo histórico" de ultras derechistas o de "materialismo antidialéctico" de zurdos "radicales".
¿Aburridos? Ojo!!! que tengo otra historia -otra más!-... desde que me involucré en el mundillo "intelectual" que ronda en redes sociales (prometí que nunca más lo haría). Sepan los neonazis que mi mala leche no va solo por ellos. Una ocasión un anarquista reprochaba mi lado "imperialista" y "sionista", yo explicaba la colaboración de grupos armados de la anarquía luchando junto a kurdos y estadounidenses en el norte de Siria. "Propaganda ¡Imperialista"! vociferó el ofendido ante contundente material documental aportado. Estaba claro que su propósito era defender una pseudo "independencia" kurda en territorio sirio apoyado en las bases militares US Army in situ (y reconocido por Israel), cuyo objetivo final era destruir al país árabe, a la vez que comparaba esa "lucha" con un proceso independentista en Españistán. De todos modos pensé: ! que carajos, para eso es la utopía, soñar cosas fantásticas !
En el fondo me agradan esos chavales anarquistas, son cosas de la edad, sin duda; no simpatizo cuando se disfrazan de camouflage, derraman lágrimas de cocodrilo e increpan al imperialismo, por la retaguardia (literal) reciben financiación y armas made in USA. Los estrategas imperiales valoraron a los anarcos como un simpático grupo moldeable a sus necesidades; o, ¿será que son anarco-capitalistas?... Ahhh!, ¿a qué no sabían que también existen anarco-capitalistas por el mundo?!. Al US Army no le interesa si los kurdos y sus voluntariosos amigos provenientes de las españas y otras latitudes sean terroristas, revolucionarios, sociolistos, comunistas, federalistas, comunitaristas, municipalistas, anarquistas, utopistas, feministas, animalistas, etc, etc.; como tampoco importa los carteles propagandísticos anarcos en inglés (pagados por el Tío Sam), oponiéndose al imperialismo.
Perdón por ponerme serio, quería plagiar la tónica de Kiko Amat... pero ni modo, mi lado serio surge de la oscuridad... ¿Quién no se ha sentido defraudado con los "defensores del pueblo", como la larga lista de -istas del párrafo anterior?. Fantasías de trasnochados. Muchos son realmente buenas personas, apasionados, pero... suelen sobrepasar los límites de la sensatez. El caso de la vida real que comento es de final de campeonato mundial, aquel insensato estaba convencido -como si de un acto de fe se tratara- que los “sionistas” y “agentes” del Mossad infiltrados (es decir, yo!) somos contrarios a la creación del Kurdistán. ¡Madre mía. La ostia!. Textualmente, en tono de pregunta (que interpreté como insulto) dijo: “¿Estás en contra de un Estado Kurdo? ¿Eres del Mossad?”, él frecuentaba varias comunidades de Google Plus con el nick de "Salud y República" dejando en ridículo el significado de la frase -que la comparto- ante su considerable número de fans. Debe dar gracias al anonimato, caso contrario sus admiradores(as) lo habrían arrojado a la cloaca social, hecho que induciría a practicar el ritual del harakiri tras el escarnio público. La dimensión descomunal de tan disparatada pregunta era un claro intento de crucificarme, lincharme, ridiculizarme por mi ignorancia y... por "agente infiltrado sionista". Por un lapso fantasioso de tiempo sentí la tentación de transformarme en un "James Bond", interpretando el rol protagónico de un "Super Agente del Mossad"; hubiese preferido que me diga que soy una mala copia de Maxwell Smart, el Super Agente 86, al menos reiría de buena gana.
... Es que, al ser "agente del Mossad" e "imperialista" escribo cualquier diarrea mental que me viene. Aquel sujeto, molesto por mi réplica terminó acusándome de "estalinista"... El tío éste, sin ser un neonazi, habrá tomado una sobredosis de:
"Uno de los problemas que yo veo en cierta parte de la izquierda es la falta de sentido del humor: se lo toman todo muy en serio, con mucha solemnidad" comentaba Kiko Amat en una entrevista. Tal cosa lo verifiqué en sangre propia. Incorregible yo, tras el arresto de Pablo Hasél que coincidió con una continuada aparición de demostraciones públicas de organizaciones fascistas, que incluye a una chica facha muy mona, incluso bajo protección policial (una marca España sin duda) sugerí que al fascismo y a la extrema derecha se la debe combatir no solo en las calles sino ridiculizando con la sátira su discurso de odio. En RTVE, alguien dijo que "el fascismo es alegría"... madre mia! lo que tenemos que escuchar en la tele pública. Todo lo contrario, el fascismo odia la felicidad, es insípido, horrorosamente solemne. El fascista asume con demasiado protocolo chorradas como la superioridad racial o el intransigente culto de un disfrazado y falso nacionalismo, ese discurso no ha cambiado a lo largo de su existencia, odio social y búsqueda de un enemigo a quien culpar del fracaso en el tipo de sociedad que, contradictoriamente, defiende. El simple facha protege por ignorancia a quien le explota y culpa con "alegría" al resto, desprende rabia cuando la sátira política los refleja en su verdadera naturaleza...Y esto no gustó a ciertos "kamaradas", prefieren ver correr sangre... Por supuesto, el humor no es la solución, pero ridiculizar a esas gélidas vestales equivale a dar un soberano soplamocos en su intolerante alma.
Ya he dicho antes que los izquierdistas son más inteligentes que los derechozos; y, sin contradecirme, pienso que las mentes críticas empiezan a escasear en la “izquierda”, algunos siguen creyendo en el cuento de hadas de “utopía, paz y libertad”. Decía en alguna ocasión que el único lugar donde puede y está permitido construir la utopía es en el mundo del arte y la literatura, la creación es fruto del ensueño del artista que plasma la exaltación de la belleza simbólica en su obra. Aquel que dice querer hacer utopía utilizando la política como un medio, no puede ser más que un monumental fraude.
En esos lapsus brutus que todos pasamos intenté debatir y responder comentarios en este blog, infructuosa tarea. Salvo el mencionado Google Plus, nunca he abierto una cuenta en facebook, tweeter, instagram, etc, no es lo mío. Un conocido suele compartir algunas publicaciones por el simple hecho de adolecer vagancia congénita, no hace otra cosa que pasar el tiempo chateando por la red. "Hombre! -me increpó- esa actitud te mantendrá desconocido, sin amigos y seguidores" (fans). Que no podré explorar y explotar exponencialmente otros universos -es lo que dice el marketing para atraer clientes, mejor dicho "amigos" en redes sociales- seguramente... Hace poco escuché una frase interesante: "escribo para disfrutar de mi soledad".
Curiosamente, al leer los artículos de Kiko Amat descubrí esa empatía, llegando al punto de "plagiar" sus pensamientos. Coincido en lo siguiente, iba a escribirlo en mi estilo, pero Kiko es insuperable y prefiero citarlo textualmente para terminar el cuento de hoy:
"Saber a quién le gustas o disgustas quita mucho tiempo y me parece vanidoso. Me da más miedo la vanidad que el hatemail. Y las redes sociales no le harían bien a un tío como yo, con episodios cataclísmicos de baja autoestima. Tampoco he ido jamás a la zona de comentarios de mis textos, por esa misma razón. Pero mis amigos, que son voluntariosos y cabrones, sí que me hacen mención alguna vez. Mi reacción es un poco: “¿Has oído lo de matar al mensajero? Pues eso es lo que va a pasar ahora mismo, nen: matar al puto mensajero”. Siento mucho rechazo hacia todo eso. Y lo de enviar tweets, además, lo veo poco viril; es como de cursi cotilla. Es el equivalente exacto de enviarse notitas en BUP... Sí, es un poco como en esos foros de rol... (el forista) es en la vida real un guiñapo sollozante. La voz de internet es chillona, histriónica, no crea empatía, sobredimensiona situaciones, y lo peor: nunca es memorable.
Hay algo muy chungo, y que noto en la gente que tiene menos de treinta años, que es la incapacidad para elogiar sin meter un put down, una especie de semi-insulto cínico. Se me ha acercado gente diciéndome que le encanta tal libro mío para al momento decir que tal otro les parece una mierda. No es que no entienda que algo le pueda parecer una mierda a alguien: es la verbalización y la crítica pueril que no viene a cuento lo que me parece ridículo. Como si fuera imposible mostrar entusiasmo sin parecer vulnerable. Esto me parece una patología super triste: yo nunca iría a Kevin Rowland para preguntarle por qué salió vestido de señora en My Beauty. Sería imbécil hacer algo así. Pero ya te digo: es una incapacidad generacional. Y te lo comento sin ánimo de sonar como un viejo rockero, que es lo opuesto a lo que soy yo: me niego a ser uno de esos barbudos con pantalones de cuero y soflamas antijuventud. Ya escuché suficientes mierdas así cuando tenía catorce años".
Original postcard estadounidense emitido durante la IIGM
Como premio al que tuvo paciencia de llegar al final de estas líneas, en una próxima entrada recibirá un artículo de Kiko Amat, que sin duda se convertirá en un clásico.
Tito
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