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24 mayo 2025

"Peligro Amarillo" para el mundo ¿Lo es realmente China?



por Tito Andino


Importantes y esclarecedores reportajes sobre las "relaciones" chino-estadounidenses no son cosa del presente, mucho menos la guerra "arancelara" de Mr. Trump contra el "mundo", en particular contra China, esos son asuntos de vieja data e iniciaron no solamente con China sino con la denominada "raza amarilla" en general, un viejo ejemplo de racismo colonial euro-estadounidense que aun perdura en las regiones continental e insulares del Asia.

 

¿Recuerdan por qué inició el conflicto del Pacífico entre Japón y Estados Unidos en 1941?... Por supuesto, Japón demostró una política expansionista que amenazó los intereses económicos y territoriales occidentales en Asia, pero las duras sanciones económicas, restricciones comerciales, embargo petrolero, etc. dejó al Imperio del Japón sin alternativas, o se sometían a las exigencias de Estados Unidos o debían expandirse y apoderarse del Sudeste Asiático en previsión al agotamiento de sus reservas estratégicas, optaron por la segunda alternativa, es decir, la guerra. 



Revista Fortune, septiembre 1942. Ilustración del artista mexicano Miguel Covarrubias. El miedo al peligro amarillo (término peyorativo que inicialmente se dio a los inmigrantes chinos en los Estados Unidos a finales del siglo XIX) volvió a resurgir con fuerza tras el ataque japonés a Pearl Harbor (diciembre 1941). El “peligro amarillo” reflejaba en esa oportunidad un marcado sentimiento antijaponés. En EEUU (al entrar en guerra), sobre todo en los estados del Sur se conservaba un latente racismo, además, una segregación estricta hacia estadounidenses negros y latinos, sin garantías en lo que respecta a derechos civiles. En la gráfica, tomada de una página interior de la revista "Fortune", se explica el uso de estereotipos para representar al "peligro amarillo" (en esa oportunidad los japoneses), en la leyenda se dice: "Puede que no todos los japoneses tengan este aspecto siempre, pero la exageración es en todo momento un arma en manos de los caricaturistas. Covarrubias (el artista) conoce a los japoneses y, por lo tanto, ve el rostro del enemigo cuando se vuelve: el soldado dentudo, el capitalista y el comerciante, los oficiales de labios apretados, el sacerdote fanático, la geisha con forma de muñeca, el campesino sumiso y su esposa, quienes crían a los soldados que completan el ejército que realmente dirige Japón, el Dios Emperador"...


En la actualidad, en honor a la verdad y a la historia, no deberíamos desatar nuestra ira solamente en Trump, él solo cumple el sueño de los multimillonarios y las élites industriales estadounidenses que no se atrevieron en otros gobiernos a implantar las medidas que asume Trump, no como políticas innegociables, sino como medio de presión para sentar a gobiernos del mundo entero a “negociar” sobre aranceles, tratados de “libre” comercio, etc, que solamente benefician a la mayor potencia mundial (o ex potencia económica mundial).

 

Breves antecedentes

Antes de abordar el tema principal del presente hay que dar un repaso al como las potencias coloniales del siglo XIX y XX acabaron con el poderos estado chino que de a poco fue perdiendo soberanía en grandes regiones de su territorio. China brindaba muchas expectativas tanto para el comercio como para la explotación de la tierra debido a su debilidad, en la práctica dejó de ser un estado independiente, repartido por zonas de influencia de las potencias extranjeras. 

Quienes más empeño pusieron fueron los británicos, deseaban dominar la economía china, explotar sus recursos naturales, controlar el comercio, los ferrocarriles, etc. Recordemos las guerras del opio implementadas por el Imperio británico para sojuzgar a la población china desde 1839, el Tratado de Nanking de 1842, otorgó a los británicos el enclave de Hong Kong y una decena de puertos para el comercio exterior. Luego vendría más intereses europeos, entre otros de Francia, que decidieron arrebatar los territorios que habían pretendido en la zona, a eso añadimos el interés japonés, ruso, etc.



Ilustraciones sobre la guerra del opio


El nacionalismo chino reaccionó, a inicios del siglo XX (la rebelión de los boxers,1900-1901); en 1911 una revolución terminó con el imperio e instauró la República de China (La Revolución Xinhai o Revolución Hsinhai, puso fin a la última dinastía imperial de China, la dinastía Qing), las nuevas autoridades buscaron liberar a China de las injerencias extranjeras, además de reconstruir el país, pero bajo la “intermediación” de potencias extranjeras (Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Rusia, Japón y Francia).

La naciente República de China como luego la República Popular China apreciaron a la Revolución de 1911 de manera bastante diferente. “Ambas Chinas reconocen a Sun Yat-sen como el Padre de la Nación, pero en Taiwán, significa "Padre de la República de China". En la China continental, Sun Yat-sen es visto como el hombre que ayudó a derrocar a la dinastía Qing, una condición previa para el estado comunista fundado en 1949. La República Popular China ve la obra de Sun como el primer paso hacia la verdadera revolución en 1949, cuando los comunistas establecieron un estado verdaderamente independiente que expulsó a los extranjeros y construyó una potencia militar e industrial. El padre de la Nueva China es visto como Mao Zedong” (cita Wikipedia, entrada Revolución 1911)


Mao Zedong


Algo de historia de las relaciones chino-estadounidenses.

Muchos han lanzado la pregunta del ¿por qué Estados Unidos no luchó abiertamente contra los japoneses en China durante la segunda guerra mundial y así pudo haber mantenido cierta influencia en ese territorio?

En primer lugar, el Lejano Oriente era casi competencia “privativa” de los imperios coloniales europeos. Fue a raíz de que el Imperio del Japón les arrebatara importantes territorios en Asia y en el Pacífico, por ejemplo, Filipinas, la isla de Guam y de Wake (en aquel entonces territorios estadounidenses), las Islas Orientales Neerlandesas (Indonesia), los territorios británicos de Hong Kong, Myanmar (Birmania), Malasia, Singapur, y otras numerosas islas y territorios importantes como las Islas Salomón, Nueva Guinea, Formosa (hoy Taiwán) etc., por lo que Estados Unidos y sus ahora Aliados entraron en acción, pudiendo solo recuperarse de aquel golpe a mediados de 1942 al demostrar su superioridad industrial en el campo bélico.

Hoy solemos ignorar que Estados Unidos y China fueron aliados durante esa guerra y aunque no hubo una intervención militar masiva estadounidense en territorio chino, decenas de miles de tropas del US Army combatieron en el eje de campo de batalla conocido como "China-Birmania-India". Tras la invasión japonesa, el gobierno nacionalista chino de Chiang Kai-shek optó por la resistencia en el interior, negándose a la rendición. La resistencia china conllevó a que se unieran a los Aliados en la guerra contra Japón. China, en su esfuerzo de guerra pudo retener en su territorio a un gran número de tropas japonesas indispensables en otros frentes.

Contingentes importantes de los ejércitos de Gran Bretaña, Mongolia y la Unión Soviética, así como tropas de los Estados Unidos (fuerza aérea secreta -los Tigres Voladores-) y de la Mancomunidad de Naciones se involucraron. Debe destacarse el rol de las tropas del Partido Comunista Chino (Mao) en el enfrentamiento contra los japoneses en el norte de China, ayudando a expulsarlos.

Tras Hiroshima y Nagasaki, en agosto de 1945 el Ejército Rojo atacó a los japoneses en Manchuria. El avance soviético fue incontenible, en septiembre, los soviéticos se detuvieron en la entrada a Corea, ese mismo día (8 de septiembre), tropas estadounidenses desembarcaron en Inchon (Corea), era el primer aviso de la futura división de Corea.

Japón se rindió el 9 de septiembre, China recuperó Manchuria, Taiwán y las islas Pescadores, como había sido acordado en la Conferencia de El Cairo en 1943. El Kuomintang (gobierno nacionalista chino de Chiang Kai-shek) fue reconocido por las Naciones Unidas, pero Mao Zedong y el Partido Comunista de China tenían mucho que decir, gracias a la Unión Soviética, incluso gracias a la anterior ayuda militar estadounidense. La guerra civil china se reactivó, los nacionalistas chinos huyeron a Taiwán en 1949 y la República Popular China obtuvo el puesto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.


En el presente

Para no hacer esta una interminable historia, retrocedamos solamente a la anterior administración estadounidense de Joe Biden. El destacado politólogo francés Thierry Meyssan destacaba en 2023 que el gobierno de Biden volvía a recordar el “peligro amarillo”, esta vez dentro del contexto económico (y no racista imperial como a fines del siglo XIX y todo el siglo XX), decía el decrépito mandatario:

“China robaría nuestras patentes, promovería la corrupción y destruiría el medio ambiente antes de imponer su régimen totalitario por la fuerza. Afortunadamente, Estados Unidos y la OTAN protegerían las democracias y la paz…” (China: ¿el “peligro amarillo” en serio?, 7 diciembre 2021)

Lo único cierto es que el nuevo proyecto de la “Ruta de la Seda” promovido por China es un logro absoluto, consecuencia del trabajo chino, no obstante los problemas y obstáculos que afrontan los países con que negocia, esas naciones si que han visto un progreso. ¿Qué opinan en Estados Unidos y en la UE luego de décadas de imposición de su inviable sistema de intercambio comercial? La reacción, sobre todo estadounidense es protestar y denunciar ante el mundo el retorno del “peligro amarillo” (el éxito chino). Para ahondar más la acusación contra el "peligro amarillo", que no es nueva, se lanza la alarma de una aparente alianza económica entre Chima y Rusia que intentará destruir la civilización cristiana, al menos esa variante de la historia corre desde 1910.




¿Por qué los proyectos y programas de “prosperidad” promovidos por Occidente para todo el globo no han rendido los supuestos frutos deseados? Las acciones para el "desarrollo" del Tercer Mundo a través de la AID desde hace más de medio siglo (tras la “descolonización”) han sido patéticos e intencionados fracasos socio económicos y políticos. Respuesta: A EEUU y la “democrática” Europa (UE) no les conviene el progreso y desarrollo de las naciones (neocolonialismo). 

La administración Biden, opuesta a su predecesor -Donald Trump- declaró que Estados Unidos “competirá” contra China, logró que el G7 se uniera a la lucha de las "democracias" para mantenerse por delante del sistema "totalitario" chino, y la Unión Europea gustosa impuso su contraproyecto “Global Gateway”.

Biden dirigió la “Cumbre Mundial sobre la Democracia”, a la cual -por supuesto- fue invitada Taiwán, “para dar sustancia ideológica a este enfrentamiento”; pero promover la democracia a toda costa tiene sus límites. El Gobierno estadounidense decidió acoger las primeras Cumbres por la Democracia debido a las dificultades a las que se enfrenta el mundo “libre” o la “democracia” mundial, como queramos llamarla.

En noviembre de 2022, desde la Casa Blanca se informó que Estados Unidos y más de cien gobiernos afines en el mundo tomaron medidas significativas para construir democracias más resilientes, combatir la corrupción y defender los derechos humanos… dicen trabajar juntos para resistir la agresión autoritaria, incluida la guerra no provocada e injustificada de Rusia contra Ucrania. Insisten en señalar el deseo “universal de una gobernanza responsable, transparente y respetuosa de los derechos”. La Cumbre apoyó a los medios “libres e independientes” a través de la Agencia para el Desarrollo Internacional de EE. UU. (USAID)…, protege a los periodistas física, digital y legalmente. USAID costeó la defensa de periodistas, activistas de la sociedad civil y sus organizaciones de difamación que lanzan calumnias para silenciar los informes de sus detractores, inclusive mediante demandas destinadas a silenciarlos. También se habló de la lucha contra la corrupción (Anticorrupción Global) para “garantizar” que los países cumplan con sus compromisos y obligaciones internacionales) …

Las Cumbres fueron más allá, exigieron y siguen exigiendo que Rusia rinda cuentas. En respuesta a la intervención militar en Ucrania por parte de Rusia, “Estados Unidos, en coordinación con aliados y colaboradores, lanzó en marzo el acuerdo multilateral Grupo de trabajo sobre Élites, Apoderados y Oligarcas de Rusia (REPO) para que los responsables y beneficiarios de la maquinaria de guerra de Rusia sean responsabilizados…”. Estados Unidos y sus colaboradores se comprometieron “impulsar el trabajo de los activistas y otros reformadores que trabajan en la primera línea de la renovación democrática”. Además, implementó la “Tecnología avanzada para la democracia”, Biden destinó recursos para “detener la ola de autoritarismo digital, promover una visión positiva para Internet y las tecnologías emergentes, y conectar a miles de millones en todo el mundo con tecnologías digitales e infraestructura respetuosas de los derechos e impulsadas por los valores”, avances tecnológicos que reafirman la democracia en países afines en África y Europa, etc. etc. (citas tomadas de “Hoja informativa: Cumbre por la Democracia: Avances en el Año de Acción”, US Department of State, 29 noviembre 2022).

Como se aprecia del discurso, salvando las diferencias, es un retorno oficializado a una nueva Guerra Fría, no solo en Europa sino en el mundo.

Decía Meyssan en su artículo mencionado, “en nuestra imaginación, la Guerra Fría fue entre la URSS atea y el Occidente religioso, o entre el comunismo y el capitalismo. En realidad, el objetivo era impedir que un bloque con una cultura de la solidaridad ejerciera influencia económica en el bloque dominado por los anglosajones, con una cultura individualista. Esta vez ya no se trataría de defender el derecho a la práctica religiosa y la libre empresa, sino de defender la democracia. En el fondo, se trata todavía de pintar una imagen caricaturesca de una potencia capaz de competir económicamente con los anglosajones, ayer la URSS, hoy China”. (Quiero dejar sentado, una vez más, que el sistema social implantado en la URSS fue un gran fracaso social).

El periodista Lothrop Stoddard acuñó la palabra "untermenschen" utilizada por los nazis, condenando una vieja alianza de chinos y japoneses contra el hombre blanco. Los anglosajones describieron ese momento político como la Caída de Tucídides, en referencia al antiguo historiador que escribió la historia de las Guerras del Peloponeso. En 2017, un famoso politólogo estadounidense, el profesor Graham Allison, explicó: “Lo que hizo que la guerra fuera inevitable fue el crecimiento del poder ateniense y el miedo resultante en Esparta”. De la misma manera, el desarrollo de China está provocando pánico en el "Imperio estadounidense", que se está preparando para la guerra. No importa que este razonamiento ignore las diferencias culturales y aplique un concepto griego a China. Washington está convencido de ello. Sabe que está amenazada por Pekín. (Destinados a la guerra: ¿Podrán Estados Unidos y China escapar de la trampa de Tucídides? , Graham T. Allison, Houghton Mifflin Harcourt (2017), citado por T. Meyssan)

Si el profesor Allison no hubiera sido uno de los asesores de Caspar Weinberger en el Pentágono en la década de 1980, y si hubiera tenido mejor formación, habría comprendido que los chinos no razonan en absoluto como los estadounidenses. Habría escuchado a Beijing protestar contra cualquier proyecto competidor y defender acuerdos en los que todos ganen. No habría entendido esta fórmula en el sentido anglosajón, sino en el chino, para asegurar el éxito de uno sin perjudicar al otro. En el pasado, cuando el Emperador tomaba una decisión, solo podía hacerla cumplir en sus provincias si se aseguraba de que todos vieran en ella algo que fuera beneficioso para él. Como algunos de sus decretos no tenían ningún efecto en esta o aquella provincia, tuvo incluso que crear algo que fuera en interés de esa provincia. El poder del emperador sólo podía mantenerse si no marginaba a nadie, ni siquiera al más pequeño.


Ahora, cada vez que Washington habla de “competencia” con Pekín, China responde que no puede haber tal cosa, que no acepta ni la rivalidad ni la guerra, sino que busca la armonía entre todos a través de relaciones de beneficio mutuo.

 

A continuación, repasemos el resto del importantísimo artículo de Thierry Meyssan, “China: ¿el “peligro amarillo” en serio?” (2021)



"En Chine Le gâteau des Rois et... des Empereurs" ("China - la tarta de reyes y... de emperadores"). Caricatura política francesa de 1898, en el suplemento del "Le Petit Journal", de 16 de enero de 1898. Esta ilustración es una reproducción de la Bibliothèque Nationale de France.  representa los deseos imperialistas hacia China. El pastel representa a China, dividido entre la reina Victoria del Reino Unido, Guillermo II de Alemania que discute con la reina Victoria por un trozo de tierra mientras clava un cuchillo en la tarta en protesta, Nicolás II de Rusia, mira un trozo en particular, la francesa Marianne, se muestra diplomática como si no participara en el reparto, se la representa cercana a Nicolás II, recordando una vieja alianza zarista franco-rusa, el samurái representa a Meiji Tennó (Mutsuhito), emperador del Japón, contemplando cuidadosamente qué trozos tomar. Un funcionario estereotipado de la dinastía Qing levanta las manos para tratar de detenerlos, pero no puede hacer nada.


El 'engaño' chino


En la década de 1900, el periodista británico Sax Rohmer expuso la conspiración del "peligro amarillo" en una serie de historias detectivescas basadas en la figura malvada de Fu Manchú.


Se podría pensar que Occidente entró en pánico por el repentino desarrollo económico de China. El acuerdo entre Deng Xiaoping y las multinacionales estadounidenses ha beneficiado a los salarios más bajos y ha provocado una deslocalización a gran escala de fábricas occidentales en China. La clase media está desapareciendo en Occidente, mientras que ha crecido en China y ahora en la mayor parte de Asia. La Comisión Europea, que saludó este fenómeno hace veinte años, comenzó a criticar la organización de la economía china en 2009. De hecho, estas críticas ya existían antes, pero lo que cambió en 2009 fue que, según el Tratado de Lisboa, pasó a ser competencia de Bruselas. Se trata, en cada caso, de robo de patentes, de incumplimiento de normas medioambientales o de nacionalismo económico chino.

Para Pekín es perfectamente aceptable adquirir conocimientos occidentales. Las patentes son una práctica relativamente nueva en el mundo. Fueron inventados en Europa hace dos siglos. Hasta entonces se asumía que nadie era dueño de un invento, que esto debería beneficiar a todos. Los chinos todavía piensan así. Sin querer robarle a nadie, firman acuerdos comerciales con transferencia de tecnología. Luego lo conservan y lo desarrollan.

 

Mañana el "Peligro Amarillo" invadirá los EE.UU. (folleto de propaganda distribuido a soldados estadounidenses)


En los últimos años, Occidente ha trasladado sus industrias contaminantes a China. Ahora les ofende que China tenga estándares ambientales más bajos que ellos, pero no tienen intención de traer industrias contaminantes a casa. El malentendido cultural alcanzó su punto máximo durante la reciente COP26 en Glasgow. Occidente pide descarbonizar la economía global, mientras que China quiere luchar contra la contaminación. Por ello, Pekín firmó una declaración conjunta con Washington para demostrar que no quería ofender a Estados Unidos. El comunicado asegura que los dos países están en la misma página, sin aclarar nada y sin hacer ni el más mínimo compromiso concreto. Ningún diplomático chino ha dicho nunca no a nadie, y esa palabra no existe en su idioma. Desde el punto de vista chino, esta declaración conjunta es un "no" diplomático; desde el punto de vista estadounidense, es una prueba de que todo el mundo cree en el calentamiento global provocado por el hombre. (“Declaración conjunta de Glasgow de Estados Unidos y China sobre el fortalecimiento de la acción climática en la década de 2020”, Red Voltaire, 10 de noviembre de 2021).


En cuanto a las acusaciones de nacionalismo económico, los chinos nunca han ocultado que son nacionalistas y que todavía no han superado el colonialismo del que fueron víctimas. Aunque se han convertido al capitalismo en el comercio internacional, siguen siendo nacionalistas en su producción.

 

Nunca hubo engaño alguno, ni siquiera deseo alguno de ello, por parte de los chinos, sólo la complacencia de Estados Unidos y sus socios de creer que todo el mundo piensa como ellos e ignorar las discretas advertencias de Pekín.

 

El 'imperialismo' chino

 

Documento de entrenamiento de la década de 1950 para oficiales del Pentágono


El principal error se refiere al desarrollo militar de China. En menos de una década, Beijing ha lanzado la producción en masa de armas muy avanzadas. El ejército popular, que en el pasado era principalmente un servicio a la comunidad, es ahora un cuerpo de élite. El servicio militar es obligatorio para todos, pero sólo los mejores entre los mejores pueden aspirar a realizarlo y disfrutar de los beneficios que conlleva. Hace unos años, China sólo era tan buena en lo militar como lo era en número; hoy posee la armada más grande del mundo y es capaz de ensordecer y cegar a los ejércitos de la OTAN pulverizando sus satélites.

¿Pero para qué puede utilizar este refuerzo de hombres y armas? China ha invertido cantidades astronómicas de dinero en la construcción de Rutas de la Seda en el extranjero. Debe garantizar la seguridad de su personal y de sus inversiones en países lejanos. Además, como en la época antigua y medieval, deberá garantizar la seguridad en estas rutas en todo momento. Sus bases militares en el exterior están destinadas únicamente a estos dos fines y no a competir con Estados Unidos ni a invadir el mundo. Por ejemplo, su base en Yibuti le ha permitido proteger sus suministros marítimos de los piratas somalíes. Cabe señalar que Pekín y Moscú lo lograron rápidamente, mientras que la OTAN, que se había propuesto la misma tarea, fracasó por completo (o no quiere hacerlo por cuestiones geoestratégicas) (“Piratas, corsarios y filibusteros del siglo XXI”, Thierry Meyssan, Red Voltaire, 25 de junio de 2010)

Pekín no tiene intención de revivir su desintegración a través de los tratados desiguales que llevaron a que China fuera ocupada y saqueada por ocho potencias extranjeras (Austria-Hungría, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos). Es pues perfectamente legítimo que se arme para adaptarse a lo que se han convertido esos poderes. Esto no significa que ella planee comportarse como ellos, sino que quiere protegerse de ellos.

 

Continuaremos con una serie de artículos sobre el “peligro amarillo” en nuestros días y la política de Donald Trump, que en el fondo es lo que siempre anhelaron las élites estadounidenses que hoy dicen estar “alarmadas” por las acciones de Trump.


*****

Lectura consultada:

China: ¿el “peligro amarillo” en serio?

15 marzo 2025

El Plan Marshall sin eufemismos



por Tito Andino


El Plan Marshall, oficialmente, "European Recovery Program" (ERP) (Programa de Recuperación Europea) para la asistencia económica de los Estados Unidos en la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial. 


El proyecto inició con la entrega de alimentos y suministros a los puertos franceses y holandeses para toda Europa, luego se proporcionó maquinaria industrial. Debe reconocerse que los Estados Unidos, previamente, suministraron ayuda a millones de personas que vivían en campos de refugiados a través de la Administración de Socorro y Rehabilitación de las Naciones Unidas y otras organizaciones.



El Programa de Recuperación Europea (Plan Marshall) se instituyó políticamente como programa de ayuda financiera y técnica a la destruida Europa Occidental en la posguerra. El secretario de Estado de EE.UU. George C. Marshall, se encargó de establecer un plan de cuatro años para reconstruir ciudades, industrias e infraestructuras dañadas, además de eliminar las barreras comerciales entre países europeos y fomentar el comercio entre 16 naciones europeas y Estados Unidos.


Cartel del "European Recovery Program" (ERP)


En abril de 1948, se crearon dos agencias para implementar el Plan Marshall: En Estados Unidos, la Administración de Cooperación Económica (ECA), y en Europa, la Organización para la Cooperación Económica Europea (OECE). 

Previamente, se conformaron reuniones de trabajo en 1947 entre Estados Unidos y países de Europa Occidental, se extendieron "invitaciones" a la Unión Soviética y los estados de Europa Oriental alineados, éstos se negaron a participar ya que asumían que Estados Unidos interferiría en sus asuntos nacionales -como a la larga así aconteció-.  De hecho, la naciente Agencia Central de Inteligencia (CIA) obtuvo el 5% del Plan Marshall, utilizando estos fondos para promover los intereses de Estados Unidos en la región y fomentar la subversión en otros lugares.


Carteles de propaganda del "European Recovery Program" (ERP) - Programa de Reconstrucción Europea o Plan Marshall.

El Plan Marshall tuvo otro antecedente, la Doctrina Truman, porque la paz no había llegado completamente. A pesar de que Grecia era apoyado por tropas británicas, libraba una guerra civil contra los comunistas. En febrero de 1947, los británicos comunicaron a Truman que no podían seguir manteniendo sus soldados en Grecia. Truman decidió que Estados Unidos pagaría la permanencia de las tropas británicas en Grecia. Se dijo también que Turquía corría peligro de agresión de la Unión Soviética y el Congreso votó a favor de brindar ayuda a Turquía. 

El 12 de marzo de 1947, Truman dijo que era el deber de Estados Unidos interferir con una política hacia la URSS, la "contención", a eso se denominó "Doctrina Truman", que realmente provocó el "miedo de guerra", consiguiendo se autorice invertir dinero en el complejo militar-industrial, aunque George C. Marshall expresara: "Nuestra política no está dirigida contra ningún país, sino contra el hambre, la pobreza, la desesperación y el caos".


El presidente Harry Truman y el general George Marshall

El Secretario de Estado George C. Marshall, en discurso del 5 de junio de 1947,  destacó que "es lógico que Estados Unidos haga todo lo que pueda para ayudar al retorno de la salud económica normal en el mundo, sin la cual no puede haber estabilidad política ni paz asegurada". Fue por esto que Marshall visitó Europa en 1947, de regreso, en discurso señaló que toda Europa estaba pobre y se temía que pudieran convertirse en comunistas, dijo que Europa era "un caldo de cultivo de odio". Expresó la necesidad de que Estados Unidos entregara 17.000 millones de dólares en ayuda para rehabilitar la economía europea y parar al comunismo. De esa forma, en julio de 1947, Gran Bretaña y Francia y otros países de Europa occidental solicitaron ayuda económica.


General George Marshall (Getty Image). También fue conocido como el arquitecto de la expansión militar estadounidense y fundador del "Estado profundo" estadounidense.  Marshall recibió el Premio Nobel de la Paz en 1953 "por proponer y supervisar el plan para la recuperación económica de Europa". 

Inicialmente, el Congreso de los Estados Unidos se opuso a entregar el dinero para la ayuda; diversos factores hicieron que el Congreso votara a favor de "Marshall Aid", el 31 de marzo de 1948. El presidente Harry Truman suscribió el Plan Marshall el 3 de abril de 1948. (Se pensó extenderlo más allá del período cuatrienal, quedando estancado con el inicio de la guerra de Corea en 1950). Entró en vigor ese mismo año y durante un período de tiempo rápido entregó 15.000 millones de dólares (un 5% del producto interno bruto de Estados Unidos) (Varias fuentes hablan de 13, 16 y hasta 17 mil millones) para la reconstrucción y paliar necesidades de la población que estuvo al borde de la hambruna puesto que la producción agrícola e industria se encontraba colapsada, al igual que las infraestructuras del transporte. 


Carteles de propaganda estadounidenses 

Sin embargo, parte de los recursos se destinaron a ayudas económicas, otra parte del gasto se dilapidó en suministros militares y armas, señalando que cada nación debía elegir entre diferentes formas de vida, pero que apoyarían la libertad. En el fondo se trataba de un plan de expansión estadounidense contra el "totalitarismo".


Carteles de propaganda Plan Marshall

Los mayores beneficiarios fueron las principales potencias industriales, Gran Bretaña que recibió una cuarta parte, Francia menos de una quinta parte y Alemania Occidental. Se dedujo que la recuperación de esas naciones implicaba la recuperación europea en general; por lo mismo, no todos se beneficiaron por igual. Italia, ex aliada de la Alemania nazi y otros que declararon "neutralidad" recibieron poca asistencia per cápita que los países que lucharon junto a Estados Unidos. La gran paradoja era la Alemania Occidental que se constituiría en República en mayo de 1949, toda la Alemania Nazi sufrió daños severos en la guerra, y para Estados Unidos era esencial levantarla para mantener la estabilidad económica regional... la otra Alemania debería apañárselas como pudiera tras la "Cortina de Hierro".


Carteles europeos del ERP


Propuestas del Plan Marshall:

"Reemplazar, ampliar y reconstruir la infraestructura privada y gubernamental;

Eliminación de cuellos de botella en la producción;

Reintroducir el consumo a un nivel políticamente aceptable;

Crear la Unión Europea de Pagos y proporcionar fondos para su apoyo;

Respaldar el comercio internacional en lugar del comercio bilateral;

Poner fin a la escasez mundial de dólares. 

Pero, el Plan Marshall tenía "condicionalidad": los estados receptores tenían que dar su consentimiento a lo siguiente:

Expandir el comercio sobre una base multilateral en toda Europa;

Avanzar hacia la conversión de moneda;

Trabajar para abolir la discriminación contra las importaciones estadounidenses;

Promover recortes del gasto público;

Relajar los controles gubernamentales, como el racionamiento;

Impulsar las exportaciones a Estados Unidos". 

* (Fuente: ¿En qué consistía el Plan Marshall?) 


Cartel del "French Comitee of Liberation", 1943-1944; y, "Defensa Unida", 1952

Suele pensarse erróneamente que el Plan Marshall fue el origen de la Guerra Fría, debido a que un objetivo declarado era impedir la expansión del comunismo en Europa, forjando la constitución de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), alianza militar entre EEUU y Europa en 1949 (más Canadá). 

El Plan Marshall de "cooperación para la paz, la libertad y un nivel de vida" terminó creando en 1948 el Tratado de Bruselas sobre Defensa Mutua, siendo la base para la OTAN. También surgió la idea en la administración Truman de unos "Estados Unidos de Europa", influyendo en la futura Unión Europea. Se fundó la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) en 1950 de la que surgió en 1958 la Comunidad Económica Europea (CEE), que finalmente se transformó en la Unión Europea en 1993.


Carteles europeos del Plan Marshall


                        Cartel de propaganda en neerlandés: "Juntos trabajando, juntos fuertes"


Críticas y detractores

Objetivamente se ha dicho que Estados Unidos optó por el camino de la expansión encubierta de ayuda para controlar política y económicamente a los estados europeos. Se considera que se utilizó el chantaje para enfrascarse en planes de guerra contra la Unión Soviética

Como estrategia de Estados Unidos en la Guerra Fría, el subsecretario de Estado Dean Acheson, dijo el 8 de mayo de 1947: "construyendo la estabilidad política y económica mundial, promoviendo la libertad humana y las instituciones democráticas, fomentando políticas comerciales liberales y fortaleciendo la autoridad de los Estados Unidos".

Por eso -evidentemente- la URSS rechazó la ayuda Marshall, Stalin prohibió a los países de su órbita pedir dinero; como contramedida, en octubre de 1947 creó el Cominform y en enero de 1949 se constituyó el COMECON, la unión de los países comunistas de Europa del Este. Stalin controlaba las economías de la Cortina de Hierro.


Una ilustración soviética satirizando el Plan Marshall. Artista: Juli Ganfa (1950)

Se cuestiona que el Plan Marshall comenzó cuando Europa Occidental ya se había encaminado hacia su recuperación (un poco dudoso); hay quienes aseguran que "las inversiones estadounidenses representaron menos del 3% de los ingresos nacionales combinados de los países que los recibieron, con un crecimiento relativamente modesto del PIB en estos países durante el período de cuatro años que estuvo en vigor el plan". Empero, hasta 1952, último año del plan, "el crecimiento económico en los países que habían recibido fondos había superado los niveles anteriores a la guerra, un fuerte indicador del impacto positivo del programa, al menos económicamente". Los países beneficiados no tuvieron que reembolsar a los Estados Unidos, el dinero se otorgó en forma de subvenciones; sin embargo, "esos países devolvieron aproximadamente el 5% por ciento del dinero para cubrir los costos administrativos de la implementación del plan".(History, "Plan Marshall)


Carteles promoviendo las virtudes del Plan Marshall 

El Plan Marshall tenía -por supuesto- otros propósitos. Estados Unidos y su economía buscaba mercados para exportar; y, como las economías europea y japonesa estaban endeudadas y en ruinas, el plan ofrecía mucho papel moneda fresquito -recién impreso- es decir, préstamos de dólares para comerciar, con toda probabilidad eso evitó que sus aliados de Europa occidental tomaran la vía socialista. 

Hay que diferenciar dos momentos, una arranca en plena guerra, 1943-1944, con la llegada de la Moneda Militar Aliada -AMC- (Allied Military currency, al respecto ver AQUI), impresa en Estados Unidos y emitida para las fuerzas aliadas que ingresaban a países liberados o recientemente ocupados, como una forma de control monetario, evitando el uso del dólar, eso duró hasta 1948, coincidiendo con la entrada en vigor del Plan Marshall -dólares asignados a los gobiernos para la reconstrucción de Europa-.

Los Estados Unidos al ser quienes menos resultaron afectados por las consecuencias destructivas de la guerra, pudieron ofrecer su producción de alimentos, bienes e industria a todo el mundo, en esos momentos era el único comercio disponible. Los países europeos, fuertemente endeudados con Estados Unidos, para comerciar con ellos urgían de los muy escasos dólares estadounidenses. "Los EE.UU. fueron capaces de afirmar su ascendencia sobre los franceses, británicos y holandeses (las antiguas grandes potencias) para que nunca volvieran a ser dominantes. Los británicos, que en 1945 estaban mejor que cualquier otro lugar de Europa, fueron tratados con dureza. El sistema de préstamo - arriendo se interrumpió inmediatamente después de que terminó la guerra, sólo los británicos se vieron obligados a pagarlos".


Carteles europeos promocionando el Plan Marshall


El Plan Marshall fue una ruptura limpia, brindó a Europa las divisas para comprar productos estadounidenses; y, sí, ayudó a una rápida recuperación y contuvo la ascendente popularidad de los partidos comunistas de Europa occidental. El plan incluyó a los perdedores: Alemania, Japón e Italia, "la motivación estadounidense para todo esto era totalmente egocéntrica antes de que esto pareciera demasiado altruista". (El Plan Marshall: proteger a Europa del comunismo)

Evitándose reescribir el Tratado de Versalles de 1919, sin castigo económico a los perdedores, Japón y Alemania fueron capaces de recuperar sus economías rápidamente, alejando los peligros del enemigo soviético, tan enemigo de los Estados Unidos como en apariencia fue la Alemania nazi. 

Recordemos que después de la Revolución Rusa de 1917, Estados Unidos y Europa pretendieron destruir Rusia y el naciente estado soviético, lo invadieron entre 1918/19. La historia se repitió en la década de 1930, se rechazó un tratado de seguridad colectiva contra el nazismo y se alentó disimuladamente a la Alemania nazi a destruir la URSS. Los préstamo-arriendo se acabaron junto con el final de la guerra, la URSS y Rusia lo pagaron íntegramente en el transcurso de las décadas posteriores.



Carteles europeos Plan Marshall 

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Fuentes de consulta:
Plan Marshall

15 febrero 2025

Los Ricos y el Poder





por Mario R. Fernández y Nora Fernández


Nota previa del editor

Un interesante y fundamentado artículo sobre el poder y la riqueza en el mundo. Un tema de actualidad que ilustra la forma en que se mueve la política mundial interrelacionada con el capital financiero. Análisis de forzosa lectura para entender, entre otras cosas, que podemos esperar de un multimillonario -Donald Trump- en el gobierno de los Estados Unidos. 

Suele llamar la atención cierta admiración e influjo casi "místico" de personas comunes hacia la gente rica y el complejo entramado de las élites para perpetuarse en la cumbre del poder y del dinero. 

Para aquellos fanatizados con las teorías conspiranoicas se advierte que este artículo no pretende desenmascarar a los supuestos líderes objeto de esas populares y divertidas especulaciones, esa "información" se vende muy bien a un amplio y crédulo sector de la población. El ensayo refiere a un complejo entramado de gente y mega empresas multibillonarias conocidas (que no se ocultan en el anonimato) tanto de la vida política como empresarial, que de forma pública (previas conferencias privadas) suelen anunciar la imposición de reglas  que pueden ser calificadas como imposición de un único orden económico internacional (globalización) o como algunos suelen definirla, la "Empresa Mundial S.A.". 

Para la gente poderosa resulta irrelevante las confesiones religiosas o el origen racial de quienes comparten una visión unipolar del manejo de la economía para su fin único: enriquecimiento y control político. ¿Conspiración? Sí, en el estricto sentido del término, estos acuerdos de multinacionales, gobiernos y gente particular muy rica lo definiríamos como tal; y, al ser sus protagonistas personajes públicos, independientemente de su ascendencia étnica o sus particulares creencias "espirituales", las teorías conspiranoicas no tienen sustento lógico a pesar del criterio errado de la mayoría. Lo expresado y lo que va a leer es una realista descripción de lo que muchos definen como "gobierno mundial en las sombras" u otros títulos rimbombantes.

El siguiente artículo apareció en 2016 y sigue estando tan vigente como si hubiese sido escrito hoy.

T. Andino

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Gráfica meramente referencial del libro "La Arquitectura del Poder. Cómo los ricos y poderosos modelan nuestro mundo", 



"La humanidad enfrenta serios problemas en su diario vivir; los pueblos tienen que acarrear lastres que en su mayoría no han creado, desastres del medio ambiente, sufrimiento y miedo a la guerra, la represión, el crimen  y el abuso por sus semejantes, la carencia de un trabajo estable y digno, la pobreza y la miseria y la falta de servicios básicos de higiene y de salud que afecta a más de un tercio de los habitantes del mundo. Pero además las mayorías en casi todas las sociedades del planeta tienen que acarrear, casi como si les llevara en brazos, a los ricos del mundo. Los ricos son una especie de animal grande y peligroso, parasitarios y dañinos y hombres en su mayoría, aun cuando hay mujeres ricas también, que aunque nacidos en cualquier extracto social ocupan las elites del poder y del dinero, verdaderos barones del poder, y hoy han acumulado dinero como nunca antes en la historia moderna, que manipulan todo lo que les interese manipular y que persiguiendo sus intereses pueden ser criminales pero no pagan por ello.

Hoy, los ricos ya no son simples  millonarios como hace algún tiempo atrás, hoy las fortunas son de miles de millones de dólares, si usamos la moneda estadounidenses; forman élites muy reducidas en números si los comparamos al resto de los privilegiados, no son el uno por ciento de la población total como tanto se dice en medios oficiales y no oficiales, sino mucho menos, pero si cuentan con una plataforma de apoyo de entre el uno y el cinco por ciento de los más acomodados, que le sirven a la elite dominante de escolta y sustento o base social, además del apoyo casi incondicional de las clases medias, estas representan el lado “presentable” de un sistema de acumulación totalmente injusto cuando se lo examina. La elite dominante cuenta con la escolta de otros ricos inferiores, que forman una especie de pirámide de acomodados, a quienes se suman altos administradores y políticos que ayudan a la elite dominante a manejar el aparato político mundial, cuenta la elite además con no pocos adulones profesionales y aspirantes a millonarios que incluyen incluso a hampones que trafican drogas, personas y servicios.





Estados Unidos, desde hace más de 200 años, ha sido un país favorable a la especie parasitaria de los más ricos, y por eso allí se ha multiplicado con particular facilidad, no tiene tanto que ver con condiciones biológicas particulares sino con un ambiente ideológico que desde el siglo 19 viene justificando la acumulación de riqueza a cualquier costo y como fundamental razón de ser, algo que observó el entonces cientista político francés Alexis de Tocqueville cuando escribió su libro, un clásico, “Democracia en América”. 

Durante su estadía en Estados Unidos entre 1830-31, Tocqueville observó el marcado individualismo y la aceptación sin cuestionamiento de una forma de entender la realidad que simplemente se sobreentiende. En su libro dice que 

“los americanos no tienen escuela de filosofía propia poco les importan las escuelas de filosofía en que Europa está dividida…Y sin embargo es fácil percibir que casi todos los habitantes de los Estados Unidos conducen su entendimiento de forma similar y lo gobiernan por las mismas reglas, vale decir, sin tomarse nunca el trabajo de definir las reglas, tienen un método filosófico común a todo el pueblo”. Y agrega: “Pero si voy más lejos, y busco entre las características la principal…descubro que cada americano apela solo al esfuerzo individual de su propio entendimiento…” algo que Tocqueville entiende tiene limitaciones. De ese individualismo dominante con foco en el ahora se llega fácilmente a la sobrevaloración de los logros personales, al vivir sin historia y a la admiración a los ricos cuando la sociedad tiene un foco totalmente material. El desarrollo norteamericano fue material y los ricos siguen siendo admirados, ejemplo de triunfo personal, un triunfo sea como sea y pese a quien pese. 


El Rockefeller Center de New York


Las revistas Forbes, Fortuny, Bloomberg, Businessweek, demuestran esa admiración continuamente, los ricos son vacas sagradas y la carrera es una escalera infinita hacia la mayor riqueza. Los ricos, expuestos como celebridades y disfrazados de generosos aparecen allí con nombre y apellido, pero allí solamente se hacen carne, sin explicación, sin exploración de lazos de poder o historia, allí son genios salidos de la nada y al hacerse carne de esta forma se los transforma en intocables, se hace impensable criticarlos en otros medios de prensa.  

De los más ricos, los “billionaires”, que no pasan de 2000 en todo en el mundo, con fortunas personales de más de mil millones de dólares, más de un cuarto de ellos son ciudadanos de Estados Unidos, pero no faltan representantes de Alemania, India o Brasil. Lo irónico hoy es la existencia de “billionaires” chinos y rusos, algo que nadie podría haberse imaginado hace apenas treinta años. La historia está llena de sorpresas, y los nuevos muy ricos en China, que pasan de 200, hicieron sus fortunas de la forma clásica: explotando simplemente a los trabajadores de su país y especulando luego con las fortunas logradas. Los magnates rusos, que no alcanzan a 100, son un caso único en la historia: formaron sus fortunas violentamente, de la noche a la mañana saqueando y robando directamente los bienes del estado posterior al derrumbe de la Unión Soviética, muchos los llaman por eso “lumpen burguesía” recordándoles sus raíces antisociales directas.



La Trump Tower en la Quinta Avenida, Manhattan – New York



Sería injusto, sin embargo, dividir a los ricos en más y menos meritorios, pues en esto de hacerse de fortuna, y aunque todos los grandes ricos han usado métodos diferentes en la acumulación de su riqueza, algunas veces a través de un producto o creándose un proyecto, otras veces aprovechándose de explotar a otros, extorsionando o engañando, o robando directamente o en negocios ilícitos, no puede haber excepción en el uso de métodos antisociales: nadie se enriquece sin ejercer un nivel de criminalidad. Detrás de toda empresa, sea un banco, una compañía de seguros, una administradora o colocadora de fondos de pensión, un gran supermercado, una fábrica, una mina, una procesadora de alimentos u otros, lo que no pertenece al estado o no está en manos de una cooperativa, es de seguro una pirámide donde las decisiones las toman los más ricos aun cuando figuren como accionistas y cuenten con un servil bien remunerado y a veces hasta famoso que le pone cara pública a la empresa. Y, serán siempre los accionistas menores quienes absorban las pérdidas cuando las haya, que los más ricos muy bien entendidos de lo que sucede abandonaran la empresa a tiempo llevándose todas las ganancias.

Pero los ricos saben que mantener una imagen es fundamental, ninguno de ellos quiere llegar a viejo con gran fortuna pero con fama de ladrón y de asesino, es por ello que se encargan con dedicación a asegurarse de tapar lo mejor posible todos las conductas antisociales que les aseguraron su fortuna y usan la publicidad y la manipulación para crearse una imagen de benefactores y generosos -ahora que tienen todo lo que quieren pueden invertir lo necesario en verse bien.

La primera generación de toda fortuna tiene siempre mucho que ocultar, de allí que su preocupación no sea sólo con hacer más y más dinero sino con incrementar su nivel de influencia social y política, incrementar influencia ayuda a los ricos a aumentar su riqueza también, pero además corrompe la administración de los bienes comunes y del estado y a los servidores públicos a todos los niveles, y con ello los ricos se aseguran total impunidad, la justicia y las responsabilidades civiles no les aplica como al resto y la corrupción aumenta y facilita el parasitismo de los ricos que viven literalmente de los demás manipulando el o los estados a su gusto. 

La segunda generación tiene más fácil tarea porque el proceso mismo genera la impresión de que al haber heredado la riqueza no se los puede responsabilizar de cómo se generó. La segunda generación se ve a sí misma y los demás la ven como más saneada. Los logros de la primera generación facilitan el continuo proceso de enriquecimiento de la segunda: la preocupación por alcanzar niveles de influencia en la sociedad les ha otorgado poder que usan para continuar corrompiendo a la administración del estado y enriqueciendo ahora de forma más parasitaria. El estado en sus diferentes niveles les otorga todas las facilidades y los protege incluso del pago de impuestos y royalties, a veces tan bajos que son ridículos. El estado les asegura subsidios para sus empresas, contratos con soborno (lo que en Estados Unidos es un ejercicio legal), el uso de la infraestructura y servicios públicos gratis. Además, el estado en los últimos 35 años les ha asegurado la adquisición de empresas estatales a precios de ganga, y gracias a la desregulación de todo les garantiza creciente espacio para que saqueen. El robo más obsceno quizás de la historia es el de la última crisis del 2008 con el rescate financiero a grandes bancos con dineros públicos y a cambio de papeles especulativos sin valor real.





El mundo occidental sufre una continua pérdida de trabajos en la industria manufacturera; hasta los empresarios más pequeños con alguna posibilidad de ganancias en la actividad de algún producto o servicio, ya sea en áreas rurales o en centros urbanos, también están en continuo peligro de desaparecer. Muchas empresas pequeñas y-o medianas han sucumbido o han sido absorbidas por otras más grandes que simplemente las compran para cerrarlas por lo que los pequeños empresarios tienen que conformarse con empresas que apenas se solventan. 

Este proceso de monopolización y acumulación sin fronteras, llamado globalización, destruye las economías locales gracias a la firma de tratados que no son de “libre comercio” sino documentos legales para los más ricos y sus empresas que crecen en su monopolio, acumulan crecientes derechos sin responsabilidades, aseguran la libre circulación de mercancías y servicios (incluso financieros) mientras ponen en jaque incluso a los estados mismos –estos, últimos garantes de sus aventuras de enriquecimiento y paganinis de toda especulación fallada. Lo irónico: la diatriba repetitiva de los políticos representantes de los ricos (casi todos ellos) en su aparente continua preocupación por la existencia misma, y prosperidad, del llamado “pequeño negocio o empresa” –una preocupación tan irreal como hipócrita que se entiende más bien como una burla surrealista. 

La producción industrial y la agricultura, en Europa y en Norteamérica, tuvieron desde 1870 al 1900 un desarrollo en gran escala, en parte debido a las innovaciones tecnológicas en factorías, en minas y en el campo, lo que resultó en más acumulación de dinero para los ricos. En Estados Unidos esta fue la llamada “época dorada” (Gilden Age en inglés) durante la cual los ricos disfrutaron en forma casi obscena de una libertad plena de explotar a sus trabajadores y especular con la complicidad de autoridades políticas y administrativas. Pero, para fin del siglo 19 emergían esperanzas de cambio gracias a grandes luchas de parte de la clase trabajadora, lucha que aumentó con el logro del sufragio universal, el aumento de la participación política y la creciente organización sindical. De esta forma se consiguieron básicos derechos laborales y sociales y se constató una vez más que es la resistencia a la opresión y la lucha por los derechos lo que detiene el avance del poder de los ricos al subirle el precio a su abuso, y no un simple proceso civilizatorio.





Durante el siglo 20 los enfrentamientos continuaron por lo que algunos magnates tuvieron que reconocer la necesidad de lidiar de otra manera con los oprimidos e incluso aplicar algunas reformas recomendadas por los social liberales de entonces. No faltaban los ricos que no querían negociar derechos pues estaban convencidos de que la gente de trabajo no se merecía nada. En ese tiempo el odio de clases era muy visible: la mayoría de la gente del pueblo odiaba a los ricos y su institucionalidad liberal, y los ricos odiaban a la gente del pueblo. 

Pero con la llegada de la Primera Guerra Mundial en 1914, el conflicto de clases disminuyó, reemplazado por un nacionalismo aparatoso, oportunidad que los ricos usaron para extorsionar a los trabajadores a que peleen y mueran en sus guerras de dominio.

La Primera Guerra Mundial fue planeada por un puñado de ricos en una mesa para lidiar con las competencias por mercados entre los países imperialistas mismos; enviaron a millones de soldados a la carnicería más grande hasta ese entonces, una tragedia para hombres, mujeres y niños de Europa y el mundo colonizado. Los ricos responsables de esa tragedia comenzaban de nuevo a florecer unos años después y el resultado fue la Segunda Guerra Mundial y el fascismo, de nuevo el mundo sufre una gran destrucción de vidas y bienes, pero terminada esta guerra los ricos y sus empresas ocupaban lugares de importancia incluso en Alemania, Italia y Japón los países derrotados –olvidado quedaba nuevamente el sufrimiento y la muerte de millones de seres humanos que por supuesto no eran parte de las élites acaudaladas. 

Y aunque el resultado de ambas guerras no fue exactamente el esperado por las élites, pues los fascistas no terminaron con la “amenaza comunista”, tuvieron que crear y luego ampliar el Estado de Bienestar Social en los países de Europa Occidental, Norteamérica y algunos otros, el argumento en contra de los pueblos no cejó y algunos ricos continuaban predicando contra el peligro de “malacostumbrar” a los pobres –o sea a la mayoría de los ciudadanos. En estos tiempos la carta a jugar para los ricos fue la propaganda, Alex Carey (científico australiano) lo explica muy bien en “Taking the Risk Out of Democracy” (Quitándole el riesgo a la Democracia). La propaganda fue usada como arma de persuasión en la Primera Guerra Mundial por el gobierno de Woodrow Wilson, Estados Unidos. Tuvo resultados asombrosos, tanto que las empresas se apropiaron de la estrategia bajo el nombre de “relaciones públicas”. Hitler mismo, y su partido Nazi, fue un gran admirador del sistema de propaganda aplicado en Estados Unidos, idea de la que se apropió e integró en su máquina de terror y de guerra. 

El sistema propagandístico se fue desarrollando durante todo el siglo 20, aumentando en sutileza y detalle e incluyendo entre sus herramientas la nueva idea de las “fundaciones” -organizaciones que los ricos crean para mostrar su filantropía y generosidad con la sociedad al tiempo que persiguen sus propias agendas y se niegan firmemente a la justicia de salarios más equitativos y continuados proyectos de justicia social. Parte del esfuerzo propagandístico de los más ricos es mandar a escribir sus biografías sesgadas para demostrarse como auténticos. 

La amenaza  del comunismo o del socialismo como alternativas estaba ya casi desaparecida para el año 1990 año en que los centros de propaganda se extienden aún más, con colaboradores llegados desde la izquierda e incluso de sectores radicales, han sido de gran utilidad en afirmar la legitimidad de la acumulación de riqueza en manos de unos pocos y la desesperanza en cuanto a hacer cambios liberadores. 




Wall Street. Un símbolo del corazón financiero de New York, el Gran Toro (Charging Bull). Es una alegoría de la fuerza, en este caso, el poder económico de los Estados Unidos, representa la “prosperidad y el optimismo de los “supervivientes” de la crisis bursátil de 1987. Hay también un juego de palabras oculto: en la jerga de Wall Street, el término bullish se usa comúnmente para designar las subidas de la bolsa”.



Cuando los seres humanos eran cazadores y recolectores dependían unos de los otros, un pequeño grupo homogéneo que no podía tolerar la existencia de individuos con conductas antisociales pues ponían en peligro la existencia misma del grupo todo. Entonces a los antisociales se los abandonaba o eliminaba, simplemente, los esquimales por ejemplo empujaban al insistente antisocial al agua helada, otros grupos los eliminaban de otras formas, todos entendían que los antisociales no eran buenos pero además entendían que no eran funcionales. Los antisociales de nuestros días no sufren esta suerte, al contrario, dominan al resto, son tan dañinos para la supervivencia de la especie como cuando éramos cazadores y recolectores pero no son tan diestramente condenados

Han creado su mundo, en el reinan, controlan, deciden para detrimento de la especie entera. Cargan los dados continuamente a su favor, reciben los premios y honores, destruyen naciones, favorecen crímenes, implementan robos, especulan para acumular más y más riqueza que es poder, escapan de toda responsabilidad porque la responsabilidad es colectiva aunque el daño sea de un pequeño grupo, juegan el juego de ganarlo todo sin invertir nada, tienen al mundo del cuello con un revolver apuntado a la sien pero son admirados. Lo peor es que son un terrible ejemplo de ser humano pero los admiran y emulan. Durante una buena parte del siglo 20 muchos ricos eran más cautelosos, pero la impunidad ha aumentado y se vive una gran Jauja. Dominan los medios de comunicación, la mayor parte de la producción y comercialización de alimentos, semillas, medicamentos, fondos de pensión, instituciones financieras, la cultura: una plutocracia nos tiene de rehén y faltan las alternativas".


Mario R. Fernández y Nora Fernández

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NOTA: Las negrillas, subrayados y fotografías con su descripción han sido intercaladas por el editor del blog.

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