Bienvenido a este Blog. Detectives de Guerra le brinda los mejores análisis de los conflictos internacionales de actualidad
Mostrando entradas con la etiqueta ocultismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ocultismo. Mostrar todas las entradas

07 septiembre 2024

Las curiosidades esotéricas del nazismo en la URSS



 

A propósito de la guerra en Ucrania y sobre todo la última aventura ucraniana en Kursk, vale la pena compartir un tema polémico, del que se tiene casi nada de evidencias reales y, sin embargo existió. Hay constancia de ciertas misiones de los nazis en la Unión Soviética que repasaremos a continuación: El  misticismo nazi y la búsqueda de "algo" en la URSS.

Es sobradamente conocida la existencia de la "Ahnenerbe" (Herencia Ancestral), una institución legal creada por los nazis, no es un hecho superficial, es algo que debemos tener muy en cuenta. Nadie ha cuestionado que la Ahnenerbe haya sido un órgano oficial de la Alemania nazi, por lo que las decenas de historias que se cuentan por aquí y por allá no son solo "tonterías" sin hechos, ni ficción, ni sensacionalismo, algunas fueron realidades, muchas disparatadas, pero realidades al fin y al cabo.




Parte del núcleo del poder nazi estaba integrado por místicos, brujos y otros charlatanes chiflados rabiosamente anti-intelectuales que enviaron a la hoguera libros científicos y rechazaron la física teórica del "enemigo", dando paso a la pseudo ciencia -entre otros- del austríaco Hans Horbinger. Y, al parecer ese era el estilo de la Ahnenerbe compuesta por adivinos, hechiceros (brujos), videntes, "parapsicólogos", etc., entre ellos también había intelectuales y arqueólogos en búsqueda de un superprodigio...  




Sin que haya contradicción con el párrafo anterior, una mala y sensacionalista historiografía nos ha hecho creer cosas sobredimensionadas, se ha edificado un "esoterismo nazi", muchos hablan del "hitlerismo esotérico" en base a meras suposiciones y disparates que inducen a que creamos que durante el régimen nazi predominó el culto espiritista de Himmler y sus secuaces. Es cierto que una corriente esotérica en el Tercer Reich existió y Hitler gustaba de ella; no obstante, la gestión del Estado estuvo absolutamente controlada por gente pragmática.

Si Himmler hubiese sobrevivido y comparecido en el proceso de Nuremberg, ¿qué habría podido decir en su defensa? Ninguno de los aspectos "ocultistas" de la Alemania nazi llegó a formar parte de las pruebas y documentación presentada en los procesos de Nuremberg. Los fiscales conocían la existencia de esos aspectos pero temieron las consecuencias psicológicas y espirituales de hacerse público. Airey Neave, uno de los fiscales en Nuremberg dijo que los aspectos rituales y ocultistas del Tercer Reich fueron deliberadamente calificados de pruebas inadmisibles.

El razonamiento lógico en que se basó esta decisión fue que un abogado defensor inteligente, apelando a la racionalidad occidental, quizá podría alegar responsabilidad disminuida a causa de la locura en nombre de los criminales de guerra representados por él. Como dijeron los autores del libro "El retorno de los brujos" (Jacques Bergier y Louis Pauwels), "la cultura occidental de la posguerra se ha acostumbrado a pensar en el nacionalsocialismo sencillamente como si hubiera sido un partido político extremista, así como a considerar que el Tercer Reich fue un estado gobernado por un reducido cónclave de locos. Puede que, en efecto, estuvieran locos, pero eso no es lo que importa. Lo importante es que lograron transmitir su locura y transmutarla en una forma de energía mesiánica".




A ciencia cierta nadie sabe sobre el definitivo final de los documentos oficiales recopilados por la Ahnenerbe. Se ha dicho que casi todos los archivos documentados de la Ahnenerbe cayeron en manos de la URSS, probablemente muchos se pudrieron en alguna parte. ¿Quién permitiría ver esa documentación? Se dice (como rumor) que hay muchas cosas que son dañinas para las mentes "débiles" por lo que todo lo que se encuentra más allá de la doctrina oficial será censurado. 

Entonces, ¿qué podemos esperar de los archivos de la Ahnenerbe? ¿Existirá tal cosa que pudiese poner a toda la ciencia histórica en cuarentena? ¿Si hubiese existido un estudio concienzudo de ese material cuándo debió haberse dado? Si se encontró algo, es poco probable que usted o yo, sus nietos y los hijos de nuestros nietos lleguen a verlo. 

Sin embargo, desde los años 90 ha surgido material que se dice auténtico, formarían parte del interesante material desclasificado de los archivos soviéticos, entre otros, la supuesta apertura de cierta documentación de la Ahnenerbe. Nos cuentan que basados en esos hallazgos se han publicado muchos (demasiados) libros especulativos sobre la temática "guerras ocultas" (yo mismo adquirí un raro libro inentendible -claro es "solo" para Iniciados- "La Orden SS. Ética e ideología", de Edwige Thibaut, que a decir de su editor es un trabajo "científico" riguroso, un "proceso intelectual y analítico" del como las SS interpretaban la ideología, la religión y a los hombres en un mundo místico y maldito... ¿De donde salieron las fuentes?... misterio. Uno no tiene más que asombrarse de la existencia de un catálogo con centenares de publicaciones del mismo género. Una curiosidad más, la mayoría son de escritores cuya única lengua es el castellano, ¿cómo llegaron a desvelar esos "enigmas"?... misterio. En resumen, casi todo proviene de meras divagaciones o "libertades" literarias, conjeturas, fábulas e invenciones descaradas de pseudo historiadores que asemejan a una novela distópica.

Aún hoy sigue pareciéndonos extraño que los alemanes estuvieran llevando a cabo excavaciones en una franja territorial puramente rusa bajo duras condiciones. ¿Qué podían encontrar allí? (en honor a la verdad, los científicos alemanes en diferentes etapas de la historia moderna se han dedicado a la escuela arqueológica y han legado grandes revelaciones a la civilización). 

En perspectiva, estas historias son muy obscuras... nazis en el Elbrus, lamas tibetanos, Otto Rhan y el santo Grial, un lago con "agua viva" en algún lugar del Cáucaso, alemanes buscando "algo" en el Ártico y también en la Antártida, etc., etc. Hitler creía apasionadamente en todas estas cosas. No obstante, los "hallazgos" más valiosos fueron encontrados por científicos y arqueólogos alemanes en los depósitos, museos y catedrales en territorio soviético. 

Insistiré que no hay contradicción si decimos que todo este morbo "investigativo" nos deja como leyenda todas las subsecuentes historias de la Ahnenerbe, lo que lleva a plantearse más y lógicos cuestionamientos: ¿Dónde están todos los "artefactos" encontrados y, los documentos...? ¿Los seguirán teniendo los rusos o habrán cedido los "derechos" o habrán sido robados por los aliados?. De cualquier forma, ¿por qué no se han publicado? Dicen que se declararon prohibidos u clasificados algún tipo de material "ocultista", "tonterías" para algunos... 

Lo que equivaldría a decir que los alemanes estuvieron recopilando, poco a poco durante décadas, tonterías y más tonterías. ¿Gastaron miles de millones de dólares de la noche a la mañana en tonterías?... Sí. ¿Será que la élite de la nación europea más educada estuvo involucrada en cosas estúpidas? Parte de ella sí. ¿Son tonterías sin hechos los artículos escritos sobre la Ahnenerbe y sus actividades, que en realidad si se efectuaron? El editor ruso del siguiente artículo señala que en todo esto se aprecia una extraña actitud, si los alemanes tontos servían en la Ahnenerbe, entonces debería estar prohibido hablar de ello... ¿Dónde está la lógica? se pregunta. "¿Tonterías sin hechos? Entonces, toda la historia de la humanidad es un sinsentido sin hechos..."

Demos paso a un artículo ruso publicado en marzo de 2019 por la página web politikus.info. Por cierto, el tema no profundiza en detalles, es una visión general sobre un tema del que pudiese editarse unos cuantos volúmenes, lo reproducimos porque nos ha recordado la presencia neonazi en la guerra en Ucrania. 

Buena lectura

T. Andino

*****


El "Caballero del Grial", es el típico ejemplo de cómo el nazismo pretendió usar la simbología para sus fines. El cartel de Hitler como abanderado del Grial se publicó en otoño de 1936 y fue retirado poco después, tenía el siguiente texto (traducción): "El Abanderado... Ya sea en la suerte o en la desgracia, ya sea en libertad o en la cárcel, me mantuve fiel a mi bandera, que hoy es la bandera del estado imperial alemán" (A.H.) (Ilustración y texto interpuesto por el editor del blog). 

Misticismo al servicio de los nazis: ¿qué buscaba la Ahnenerbe en la URSS?

Politikus.info


Hoy te hablaré de uno de los proyectos secretos de Hitler: la Ahnenerbe y sus actividades en todo el mundo. Detengámonos más en detalle en las excavaciones de los nazis en el territorio de la URSS. Lo que los nazis buscaban en nuestra tierra y por qué era tan importante para ellos. 


Ahnenerbe 

En 1935, se creó la organización Ahnenerbe en la Alemania nazi, que se traduce literalmente del alemán como "Herencia Ancestral". Había muchos departamentos en su estructura, incluyendo el Departamento de Investigación de Excavaciones y el Departamento de Investigación de Colinas Artificiales, a los que llamamos montículos. 

Las expediciones nazis al Tíbet antes de la guerra perseguían el objetivo de conseguir la dominación mundial con la ayuda del misticismo. En busca de la "energía especial del universo", los nazis creían en la existencia de Shambhala, un misterioso país escondido en algún lugar de las montañas. Los lamas tibetanos proporcionaron a los nazis rollos con textos de conocimientos antiguos. 

¡Fe en el misticismo! Los nazis trataron de aprovechar todas las oportunidades para apoderarse de la primacía en el mundo. Se suponía que las fuerzas místicas, en opinión de los alemanes, los ayudarían en el camino hacia la conquista del mundo

También se sabe de las expediciones alemanas a la Antártida y de las antiguas cuevas encontradas por los nazis en la península de Kola. Se dice que las estructuras subterráneas fueron creadas por los hiperbóreos. Todas las entradas a estas mazmorras fueron voladas por los nazis. También intentaron destruir el castillo de Wewelsburg en Renania-Westfalia, donde se llevaban a cabo reuniones de miembros de la "Herencia Ancestral". 

Se gastó mucho dinero en las actividades de la organización oculta. Todas las investigaciones fueron clasificadas. El control directo sobre las actividades de investigación arqueológica fue llevado a cabo por una figura prominente del Tercer Reich, Heinrich Himmler


Sociedad Vril 

También en Alemania, se creó una sociedad secreta de mujeres llamada "Vril-Damen". Incluía "hechiceras" que eran consideradas sacerdotisas. Todas las mujeres eran miembros del Partido Nazi. Su lealtad personal al Führer era innegable. Y el pelo largo, que servía como una especie de "antena", llevaba a cabo una conexión entre el mundo real y el otro mundo. Estos psíquicos también podrían recibir mensajes desde el espacio. Más precisamente, del sistema planetario Aldebarán (Alfa de la constelación de Tauro).




¡Hecho no confirmado! Según algunos informes, esa comunidad Vril no existía, sin embargo, se rodaron varios documentales y largometrajes sobre las "brujas de Hitler" en el mundo y en la Alemania de la posguerra. Esto nos lleva a algunas reflexiones.

Una organización esotérica llamada Vril, que estudiaba los fenómenos metafísicos y el origen de la raza aria, si existió desde 1919 hasta 1945, más tiempo que la sociedad Ahnenerbe, e incluía a miembros de alto rango del NSDAP. 

Tras la ocupación de la parte europea de la URSS, se llevaron a cabo una serie de excavaciones arqueológicas en los territorios ocupados por los nazis, de las que hablaremos con más detalle en este artículo. 


Arqueología en el Tercer Reich 

Pero la arqueología alemana se había vuelto "nazi" mucho antes de que Hitler llegara al poder. En 1911, el filólogo alemán Gustaf Kossinna elaboró la "teoría del asentamiento", cuando es posible determinar una cultura a partir de los artefactos encontrados. Todo habría ido bien, pero Kossinna en ese momento declaró que en la Edad del Bronce se formó la raza aria nórdica, cuyos descendientes directos son los alemanes, que eran física e intelectualmente superiores a otros pueblos

Con la llegada de los nazis al poder, la teoría de Kossinna se convirtió en un arma poderosa en manos de los políticos del Tercer Reich, y los arqueólogos alemanes la aceptaron plenamente como base para sus investigaciones. En 1933 y 1934, se establecieron dos organizaciones arqueológicas, AMT Rosenberg y SS-Ahnenerbe. Este último apareció con la ayuda personal de Himmler. 

Los empleados de las organizaciones saqueaban museos y exportaban valores culturales a Alemania, pero sus funciones también incluían la realización de excavaciones arqueológicas en los países ocupados, con el fin de descubrir artefactos únicos durante la investigación arqueológica, y para demostrar la presencia alemana en los territorios ocupados

Tales excavaciones también se llevaron a cabo en el territorio ocupado de la Unión Soviética, especialmente en Ucrania y Crimea. 


Excavaciones en Ucrania 

En los túmulos funerarios del centro de Ucrania, los alemanes buscaban artefactos únicos de los escitas. Incluyendo, según testigos presenciales, el caldero del rey escita Ariant, que, como creía Hitler, otorgaba un poder ilimitado

¡Nota! El centro de Ucrania guarda muchos secretos asociados con los pueblos que vivieron allí hace miles de años: escitas, sármatas, godos. Esto no podía pasar desapercibido para los nazis. 

En 1942, de junio a septiembre, cerca de la aldea de Solenoye, situada al sur de Dnepropetrovsk, la expedición de F.S. Bursh excavó tres túmulos funerarios. Se encontraron 722 artículos. A partir de los materiales de las excavaciones en Ucrania, se publicó un libro de Rudolf Stampfus, que también realizó excavaciones en la región del Dniéper, "Alemanes en Ucrania", en el que corroboró plenamente la presencia legal de germanos en estas tierras. 

Hitler se dejó llevar tanto por esta idea que, en un momento dado, incluso quiso construir una nueva capital del Tercer Reich cerca de Poltava después de la victoria sobre la URSS. 


Planes nazis para Crimea 




Pero los arqueólogos alemanes y sus influyentes mecenas de las más altas esferas del poder prestaron más atención al estudio de la región del Mar Negro y Crimea, tratando de encontrar la herencia de los godos y corroborar que estas son originalmente tierras alemanas. 

Crimea ocupaba en general un lugar especial en los planes de Alemania. Incluso se planeó construir una amplia autopista que conectaría la Hamburgo alemana con la lejana península. Crimea Gothia... los herederos de los intrépidos vikingos... Arios... Esto es lo que los nazis elogiaron cuando conquistaron Crimea. 

¡Las fantasías de Hitler que no se hicieron realidad! Por mucho que Hitler quisiera apoderarse y establecerse en la Crimea rusa, no lo consiguió. Sus sueños locos se quedaron solo en el papel.

Los invasores alemanes querían cambiar el nombre de Crimea a Gotenland, Simferópol a Gótico, Sebastopol a Theodorichshafen. Y se suponía que la península ocupada estaba poblada por nativos indígenas del Tirol del Sur. Se adoptó un proyecto especial "Gotengau", cuyo propósito era crear una Riviera alemana desde Crimea. 


Excavaciones en Crimea 

En julio de 1942, el Gauleiter Alfred Frauenfeld organizó la primera expedición arqueológica a Crimea, cuyo jefe fue nombrado el Brigadeführer de las SS von Alvensleben. Las excavaciones también fueron observadas por dos oficiales del ejército, el capitán Werner Baumelburg y el coronel Kalk. La dirección general estuvo a cargo de Alfred Rosenberg


        (Foto de carácter ilustrativo)

Heinrich Himmler, que había rivalizado con Rosenberg en la búsqueda de "tesoros", envió a Herbert Jankun y a dos de sus colegas, el Dr. Karl Kerstein, un experto en la Edad del Bronce del norte de Europa, a la región del Mar Negro en el verano de 1942 en busca de artefactos góticos. 

Un arqueólogo de Letonia, el barón Wolf von Seefeld, ayudó a realizar excavaciones arqueológicas. Fue incluido en la expedición de Crimea, ya que hablaba un ruso excelente. 

¡Excavaciones en el Mar Negro! Los tesoros de Crimea no dieron descanso a los alemanes. Expediciones interminables, compitiendo entre sí, se sucedían una tras otra. 

Las excavaciones se llevaron a cabo cerca de Mangup-Kale, donde anteriormente se encontraba un antiguo asentamiento de los godos. 

(Nota interpuesta por el editor de este blog: Al parecer muchos especialistas podían moverse libremente, se dice que tenían "estrecha relación con el Vaticano y moviéndose en una campaña a las tierras de los eslovenos, tenía información sobre dónde cavar, qué cavar, qué sacar y qué destruir... En cuanto a los godos, sí, pasaron por Crimea, entraron en ella, pero... nunca vivieron en ella. Lo que Hitler confirmó con sus excavaciones, porque si los godos eran inteligentes, se llevarían el "conocimiento" consigo. Pero... los antepasados de los Dioses privaron a los apóstatas de la memoria de la Fe..." -comentario en el artículo original-)


"Maleta de oro" 

Las excavaciones en toda regla en Crimea, así como en otros territorios soviéticos, fueron impedidos por la rápida ofensiva del Ejército Rojo, pero los museos sufrieron pérdidas irreparables. La mayoría de los museos perdieron sus colecciones arqueológicas únicas, que los "científicos" alemanes llevaron a Alemania

Sí, los alemanes tomaron muchos valores históricos de la península. Pero no pudieron encontrar la "maleta de oro", que contenía los artefactos más valiosos encontrados en Crimea por arqueólogos soviéticos en el período anterior a la guerra. La maleta con las joyas de la reina gótica fue sacada de Kerch por el personal del museo, y sus rastros se perdieron en algún lugar del territorio de Krasnodar. Hasta el día de hoy no puede encontrarse estas cosas valiosas. 


Excavaciones en Riazán 

En noviembre de 1941la Wehrmacht decidió maniobrar alrededor de Tula y llegar a Moscú a través de Riazán. Pero grandes fuerzas de los alemanes no fueron enviadas aquí y, lo que es más importante, no bombardearon los principales objetivos estratégicos de Riazán y la región. 



La dificultad de defender esta ciudad radicaba en que casi no había unidades regulares del Ejército Rojo, y la región de Riazán se vio obligada a defenderse mediante fuerzas de autodefensa.

¡Hecho! El Riazán ruso no se mantuvo alejado de la atención de los nazis. Aquí, también, iban a buscar artefactos antiguos. 

Los alemanes fueron detenidos a 30 kilómetros de Riazán, pero la ciudad resultó gravemente dañada por los bombardeos, como resultado de los cuales se dispararon más de 320 bombas aéreas contra sus edificios y residentes. 

Muchas aldeas de la región de Riazán quedaron sin refugio, pero los alemanes no las ocuparon. Por ejemplo, los motociclistas entraron en la aldea de Plakhino, arrancaron la bandera roja del ayuntamiento y regresaron. En el pueblo de Zakharova vivía una abuela, una vidente "miserable Bun", que predijo que los alemanes no entrarían en Zakharovo. Y así sucedió. Solo en las afueras del pueblo apareció una tanqueta nazi alemana, pero fue solo de reconocimiento, que regresó inmediatamente a las principales unidades alemanas. 

Desde un punto de vista militar, el territorio de Riazán no era de gran importancia para los alemanes, se apresuraban a Moscú y las principales formaciones de tanques estaban atascadas cerca de Tula. Pero, ¿por qué no bombardearon los cruces ferroviarios y otras instalaciones de infraestructura? 

Resulta que en medio de la batalla por Moscú, Hitler da una orden muy extraña al comandante del Grupo de Ejércitos Centro, el mariscal de campo Fiódor von Bock. En la directiva secreta de la orden, está categóricamente prohibido llevar a cabo cualquier bombardeo de artillería y bombardeo aéreo en el área a lo largo del Oka, comenzando desde Riazán y en dirección a Murom.

Además, se escribió que las tropas de Bock deberían proporcionar una cobertura fiable para el grupo arqueológico, que sería arrojado a los bosques de Riazán


Los militares no se sorprendieron por esta orden, porque todo el mundo ya estaba acostumbrado al hecho de que la Ahnenerbe estaba buscando artefactos en cualquier parte del mundo que ayudarían al Tercer Reich a crear un arma secreta y conquistar el mundo entero. Bajo tales directivas, el propósito de la investigación nunca fue revelado. 


Existe la suposición de que esta directiva estaba almacenada en el archivo personal de von Bock, pero aún no hay una confirmación exacta. Lo más probable es que el comandante lo guardara para justificar la derrota cerca de Moscú, cuando, en las difíciles condiciones de la contraofensiva del Ejército Rojo cerca de Moscú, fue necesario desviar fuerzas significativas para cubrir a los "arqueólogos". 

¡Adivinanza! Para muchos, era extraño que los alemanes estuvieran llevando a cabo excavaciones en una franja puramente rusa en condiciones difíciles. ¿Con qué contaban y qué podían encontrar allí? 

Sea como fuere, pero en el período de posguerra, aparecieron testigos que afirmaron haber visto a los alemanes en lo profundo de la retaguardia soviética, y cerca de la aldea de Fatyanovo había un alijo de ropa, alimentos y armas alemanas. ¿Quizás los alemanes estaban interesados en los túmulos funerarios de Oka? Según el testimonio de los residentes locales de la región de Riazán, vieron a saboteadores alemanes que incluso lograron excavar un montículo de Oka. 

Pero en diciembre de 1941, la temperatura bajó a -38 grados. ¿Cómo son las excavaciones arqueológicas con este clima? Todo esto parece ficción, pero aún así se ha establecido la opinión de que el grupo arqueológico nazi desapareció en algún lugar de los bosques de Riazán. 


Espada del tesoro 

Cuando salieron a la luz estos hechos de "evidencia" local, aparecieron dos versiones sobre lo que los miembros de la Ahnenerbe podrían estar buscando aquí. 

La primera teoría es sobre la búsqueda de la espada de Oriya, o como estamos más acostumbrados, los cladinetes de espadas. Todos sabemos por los cuentos de hadas rusos que un héroe con tal espada era invencible. Y Evpaty Kolovrat, que destruyó un destacamento de mongoles cerca de Riazán... 



Guiados por los cuentos de hadas rusos, la Ahnenerbe envió un grupo en busca de la misteriosa espada. También hay una versión incidental de que la investigación de los arqueólogos demostró la conexión de las tribus que habitaban las orillas del Oka con los antiguos godos germánicos. 


Artà - la capital de Artania 

La segunda teoría es la búsqueda nazi de Arta, la capital de Artania. De hecho, en las obras de los antiguos historiadores y viajeros árabes hay información sobre la existencia de tres estados: Kuyabia, Slavia y Artania. Kuyabia se asocia tradicionalmente con Kiev, Slavia con Novgorod, pero Artania sigue siendo buscada. 

¡Artefactos mágicos y lugares mágicos! Todo lo que pudiera ayudar a los nazis a ganar el mundo entero tenía que estar a su disposición, este es el principio fundamental. La espada, las ciudades antiguas y la magia: todo tenía que ser encontrado y estudiado. 

También hay una leyenda sobre las "artes calvas" que vivían en el Oka. Estos asentamientos simplemente desaparecieron. Tal vez los registros de los científicos árabes y la leyenda de la "artillería" impulsaron a los Ahnenerbe a buscar a Artania en las orillas del Oka en la tierra de Riazán. 


Final 

Todas las sociedades secretas nazis, incluyendo la Ahnenerbe y la Vril, dejaron de existir en 1945. Casi todas sus investigaciones fueron clasificadas y no se hacen públicas. No sabemos qué es verdad y qué es ficción. Para nosotros, solo hay pequeñas migajas de información que podemos sumar y tratar de encontrar una pequeña porción de la verdad.

Politikus 

23 diciembre 2023

Hitler, el definitivo test de Rorschach



 

por L. P. KOCH

LucTalks (web alemana)

Título original en inglés: Hitler, the Ultimate Rorschach Test. The rise of Nazism and how to study history


Nota previa del editor del blog

El test de Rorschach Inkblot es un tests  psicológico proyectivo muy utilizado en todas partes como medio para examinar las características de personalidad y el funcionamiento emocional del examinado, sus parámetros psicométricos siguen siendo un instrumento clínico con valor diagnóstico. La prueba se emplea generalmente para detectar patrones de pensamiento subyacentes y diferenciar disposiciones psicóticas de no psicóticas en el pensamiento de una persona. El Rorschach también se utiliza en casos forenses y de custodia, así como para medir el grado general de adaptación de una persona a la sociedad. Según sus defensores las diez láminas utilizadas son una forma completa que detecta un amplio rango de condiciones mentales y problemas latentes que otras pruebas y exámenes no podrían revelar. 

La principal crítica de los detractores de este método de evaluación psicológica es la falta de rigor científico de las pruebas que pretenden sostener su validez y confiabilidad, una pseudociencia que debió abandonarse hace años. Los detractores critican además que, al carecer el estímulo de una estructura y significados determinados, el universo de respuestas posibles es muy amplio y la interpretación de ellas puede verse influenciada también por las impresiones subjetivas y los prejuicios del propio psicólogo, dado que, además, la interpretación de cada elemento dibujado debe ser contextual (no puede realizarse por partes, sino teniendo en cuenta el conjunto).

Los críticos del test, tanto dentro como fuera de la comunidad de psicólogos, psiquiatras y expertos en salud mental, afirman que su práctica es inaceptable por la falta de consenso científico y la actitud cada vez más crítica de la población frente a los exámenes psicológicos en general. Esto marca en la opinión pública una tendencia escéptica frente al Test de Rorschach para entregar resultados válidos y confiables.

Sin embargo, hasta hoy -a pesar de décadas de discusión y falta de consenso en el ámbito académico- el test sigue siendo aceptado en los tribunales de justicia, suele utilizarse en muchas partes para seleccionar personal. (Citas resumidas de Wikipedia)


*****



Ensayos sobre filosofía en un mundo enloquecido

El ascenso del nazismo y cómo estudiar la historia

No podemos evitar ver la historia a través del lente de nuestras creencias más profundas.

En ninguna parte esto es más evidente que en cómo la gente ve a Hitler y el Tercer Reich: abofeteamos a nuestros antecedentes en una era hipercompleja que permite un número casi infinito de ángulos, y como por arte de magia, todo se ordena en un pequeña narrativa ordenada.

Y así, los izquierdistas afirmarán que Hitler era simplemente un conservador con esteroides, y verán, ahí es adonde conduce inevitablemente el conservadurismo.

Los marxistas argumentarán que los nazis fueron en realidad sólo la reacción del capital a la revolución proletaria, por lo que de otro modo sería inevitable, posponiendo así la utopía comunista mediante la colusión entre industriales, junkers y banqueros occidentales.

Los conservadores argumentan que el nazismo era simplemente comunismo, porque, no sé si hay una "S" en "NSDAP".

Los revisionistas le dan un giro adicional a esto al afirmar que el verdadero malo de toda esta historia no fue Hitler, sino Stalin: fue él quien inició la Segunda Guerra Mundial obligando a Hitler a actuar.

Los cristianos señalan que Hitler era anticristiano, tenía un montón de creencias paganas locas (o, alternativamente, que abrazaba el cientificismo), que el famoso Concordato entre el Vaticano y los nazis trataba simplemente de proteger al clero de la persecución, lo que de todos modos ocurrió a torrentes.

Los ateos dicen que especialmente los protestantes, pero también un número no pequeño de católicos (el propio Hitler era uno de ellos), abrazaron incondicionalmente a Hitler, y que deberíamos ver el nazismo como una consecuencia de la mentalidad autoritaria cristiana.

Los psicoanalistas pintan a Hitler como el arquetípico del Tipo del Complejo de Edipo: debido a que era cercano a su madre y pudo haber sido golpeado por su padre varias veces, prendió fuego salvajemente a Europa (naturalmente).

Los apologistas nazis se quejan de las leyes que prohíben la negación del holocausto (lo cual es bastante justo) y luego defienden un régimen en el que a nadie se le permitía decir nada que no estuviera sancionado por los poderes fácticos y, en realidad, los judíos tienen la culpa de todo el caos, a pesar de que fue bueno, o algo así.

Los pensadores sistémicos negarán la agenda de Hitler y culparán de todo a las infames luchas internas entre los peces gordos nazis o a las leyes económicas o a los conflictos tribales impulsados por la evolución o lo que sea, mientras que otros ven en Hitler una figura todopoderosa que lo hizo todo por sí mismo por pura voluntad fanática, eximiendo convenientemente de cualquier culpa tanto a los alemanes como a las potencias extranjeras.

Otros más intentan culpar a los alemanes (entre ellos muchos alemanes masoquistas) pintando a Hitler como la consecuencia natural de la irracionalidad y el autoritarismo teutónicos.

Y así sucesivamente.




¿Hay alguna manera de salir? ¿Puede haber algo así como una verdadera narrativa histórica?

Bueno, al menos podemos acercarnos a uno. Pero para eso necesitamos desesperadamente trabajar contra nuestra tendencia a optar por la historia más conveniente: conveniente, es decir, para nuestras propias nociones preexistentes e intereses argumentativos.

Es importante destacar que lo que vemos en la historia depende de nuestro propio desarrollo personal, experiencia y sabiduría. ¿Podemos imaginarnos vivir una determinada situación histórica? ¿Podemos sentir la atracción de la narrativa dominante en ese momento y evaluar honestamente nuestra reacción ante ella? ¿Podemos comprender visceralmente las diferentes fuerzas en juego tanto durante el período en cuestión como en nuestro tiempo presente? ¿Entendemos la psicopatología y su relación con los seres humanos sanos, como resultado de la lectura y la experiencia de la vida real, y podemos aplicarla a varios factores influyentes y a la población en general en el pasado?

Para dar un ejemplo: aquellos que vivieron la locura del Covid, al ver a través de toda la propaganda y los sofismas, podrán reconocer algunos de los mismos patrones y sensaciones que muchas personas sintieron durante el nazismo. Cuando todo empezó, mi esposa y yo releímos la autobiografía de Sebastian Haffner, Desafiando a Hitler, en la que relata la toma del poder nazi desde la perspectiva de la vida cotidiana de un alemán común y corriente. No hace falta decir que los paralelismos son inquietantes. Haber vivido el Covid y darte cuenta de que el comienzo de la era nazi fue similar en ciertos aspectos no solo agudizará tu visión del pasado y del presente, sino que también te hará inmune contra ciertos apologistas nazis: si no te gustara lo del Covid, habrías odiado la vida bajo Hitler. También te hará más inmune contra patrones similares que se desarrollan hoy en día.

Pero en lugar de convertir esta idea en otra narrativa simplista, deberíamos estar abiertos también a otros ángulos. Rara vez son mutuamente excluyentes.

Por ejemplo: partiendo nuevamente de nuestra propia experiencia en el presente, sabemos cómo el Imperio anglosajón nos ha mentido y hecho propaganda en innumerables guerras, desde Kosovo hasta Irak, desde Libia hasta Ucrania. ¿Qué debería decirnos eso sobre la historia aceptada de la Primera y la Segunda Guerra Mundial? ¿Debemos asumir que Gran Bretaña y Estados Unidos habían sido niños del coro antes de, digamos, de 1960, y de repente se convirtieron en mentirosos imperialistas de la noche a la mañana? ¿Qué hacer con la versión aliada de los acontecimientos desde esa perspectiva?

“¡Pero eso significaría que aquí realmente no hay buenos ni malos!” No, a veces los hay. Sin embargo, en general la historia es complicada. Incluso para hablar de los buenos y los malos, necesitamos, nuevamente, comprender visceralmente hoy lo que significan el bien y el mal en diferentes contextos, es decir, todo el enigma de la moralidad. Necesitamos comprender las formas de engaño y propaganda empleadas por varios actores, los diferentes niveles de ignorancia, fanatismo ideológico, debilidades humanas, la vida del alma y mucho más. 

Otro ejemplo de cómo nuestra lectura de la historia depende de nuestros antecedentes es la suposición materialista de que no existen “fuerzas superiores” buenas o malas, por así decirlo, es decir: influencias a las que podemos estar sujetos si nos abrimos, conscientemente o no, a determinadas energías. Para decirlo de manera menos esotérica: tendemos a ver la historia como una cadena de causa y efecto, en contraposición a algo que se mueve a lo largo de diferentes líneas teleológicas, expresando ciertas formas que podemos aprovechar, o como dijo Oswald Spengler: destinos.

Echemos un vistazo rápido a lo que producen estos dos ángulos, sólo para demostrar la idea.

El papel de los anglos

A principios del siglo XX, Gran Bretaña era el actor más poderoso: el imperio dominante, gobernante del mar, el centro de poder mundial. Es bastante extraño, entonces, que casi nadie le pregunte sobre su papel en los acontecimientos que marcaron el inicio del nuevo orden mundial: la Gran Guerra y la Segunda Guerra Mundial.

Algunos historiadores lo saben mejor, sin duda, pero la versión caricaturesca de la historia que a todos nos enseñan dice más o menos así: después de que Napoleón hizo sus cosas malas sin ningún motivo excepto ser malvado, ahora fueron los malvados alemanes quienes al azar comenzaron la Primera Guerra Mundial (porque son estúpidos y malvados), con las otras naciones “caminando sonámbulas” al azar. El Káiser tiene la culpa porque construyó una flota y, por lo tanto, compitió ingenuamente con Gran Bretaña, aunque a nadie parece ocurrírsele que esto implica que Inglaterra sea realmente culpable de la guerra, pero no importa.

Por suerte para nosotros, como sucede tan a menudo en la versión anglosajona de la historia mundial, Gran Bretaña y Estados Unidos salvaron el día. Luego Alemania se sumió en el caos, completamente ajena a cualquier política anglosajona, por supuesto (por favor, no miren a los bancos centrales, a la City y a Wall Street, algo que ningún historiador debería hacer jamás), y Hitler apareció de la nada, cosa que, por supuesto, nadie podría haber sabido y mucho menos detenido, especialmente el Imperio, que finalmente no tuvo más remedio que salvar el día de nuevo.

Se podría preguntar razonablemente cómo es posible que el imperio más poderoso del mundo no tuviera nada que ver con nada. Sería un poco como mirar la guerra de Ucrania y afirmar que Estados Unidos no tuvo nada que ver con ella: era simplemente Putin haciendo el mal sin ninguna razón excepto ser malvado, y el Imperio anglosajón simplemente intervino cuando una pobre nación invadida clamó por ayuda. (Espera un minuto…)

Pero, dado lo que sabemos hoy sobre cómo el mundo anglosajón hace negocios, ¿debemos creer que desde 1914 hasta 1945 no hubo inteligencia? ¿Sin intromisión? ¿No hay operaciones abiertas y encubiertas que salvaguarden los intereses de la élite del imperio? ¿Sin chanchullos financieros, especulaciones, cambios de régimen, chivos expiatorios, manipulación de la opinión pública en el país y en el extranjero, y todo lo demás? ¡Por supuesto que no! La culpa es directamente del Kaiser y de los reaccionarios de Weimar, tal vez algunos comunistas, con un poco de sobra para los codiciosos franceses. Es curioso cómo funciona eso.

Consideremos la famosa teoría del Heartland de Halford Mackinder, que desarrolló a principios del siglo XX y que articuló los claves intereses geopolíticos anglosajones.
 
Lo esencial es que el mayor peligro para la supremacía anglosajona reside en el “corazón” (Europa del Este y Rusia), que tiene el potencial de dominar el mundo si se desarrolla tecnológicamente y en términos de organización:

Mackinder describió las siguientes formas en las que el Heartland podría convertirse en un trampolín para la dominación global en el siglo XX

- Invasión exitosa de Rusia por parte de una nación de Europa occidental (muy probablemente Alemania). Mackinder creía que la introducción del ferrocarril había eliminado la invulnerabilidad del Heartland a la invasión terrestre. A medida que Eurasia comenzó a estar cubierta por una extensa red de ferrocarriles, existía una excelente posibilidad de que una poderosa nación continental pudiera extender su control político sobre la puerta de entrada de Europa del Este a la masa continental euroasiática. En palabras de Mackinder, "Quien gobierna Europa del Este manda en el Heartland".

- Una alianza ruso-alemana. Antes de 1917, ambos países estaban gobernados por autócratas (el zar y el káiser), y ambos podrían haberse sentido atraídos por una alianza contra las potencias democráticas de Europa occidental (Estados Unidos era aislacionista con respecto a los asuntos europeos, hasta que participó en la Primera Guerra Mundial en 1917). Alemania habría aportado a tal alianza su formidable ejército y su gran y creciente poder marítimo.
 
- Conquista de Rusia por un imperio chino-japonés (ver más abajo)

En otras palabras, el imperio anglo estaba (y está) desesperado por sofocar el desarrollo de Rusia, y especialmente cualquier unión de fuerzas entre éste y Alemania; esta última se había convertido, a los ojos de los británicos, en una amenaza a la supremacía anglo por derecho propio. gracias a su poder industrial y científico.


El mapa geopolítico de Mackinder.


Ahora bien, da la casualidad de que la Primera Guerra Mundial provocó precisamente lo que la Doctrina del Heartland dictaba que sería el resultado perfecto para Gran Bretaña: Alemania en ruinas, el Káiser desaparecido, Rusia primero desgarrada por la guerra civil y luego por la locura bolchevique. Cualquier acercamiento entre Alemania y Rusia estaba fuera de discusión: la única posibilidad habría sido una coalición entre los “blancos” monárquicos y antibolcheviques de Rusia y los reaccionarios generales prusianos alemanes, o alternativamente, tal vez, entre los bolcheviques y una Alemania comunista. No hace falta decir que ambas opciones no se materializaron, y sería una descarada teoría de conspiración sugerir que podría haber fuerzas en juego que intentaron asegurarse de ello.

Todo el mundo odiaba la República de Weimar y había muchas opciones sobre la mesa: una dictadura militar, una restauración o una monarquía constitucional, varios movimientos nacionalistas, un régimen comunista (tanto alineado como no alineado con los bolcheviques)... Y, sin embargo, fue Hitler quien ganó: un anglófilo explícito que veía en Gran Bretaña a su aliado natural, como lo describió en Mein Kampf. También era ferozmente anticomunista y, por tanto, antirruso, además de considerar a los eslavos una raza inferior. Esta visión de las cosas no fue en modo alguno la única en los círculos nacionalistas alemanes: incluso algunos miembros del movimiento nazi, como los hermanos Strasser, se inclinaban más hacia la izquierda y podrían haber optado por una política más prorrusa. De hecho, muchos conservadores nacionalistas eran muy hostiles hacia Gran Bretaña y lamentaban la “americanización” de Alemania. La mayoría tampoco tenía mucha paciencia con las teorías raciales de Hitler; incluso Göring pensaba que la “manía racial” era una obsesión privada de Hitler, Himmler y Rosenberg.

Por desgracia, fue Hitler, quien fue a invadir Rusia, y tras la segunda guerra mundial, Alemania fue completamente derrotada, espiritualmente aplastada e integrada en el imperio anglosajón con prácticamente cero posibilidades de volver a tomar alguna decisión geopolítica independiente. Europa estaba claramente dividida a lo largo de las líneas divisorias de Mackinder a través de la Cortina de Hierro: una integración con Rusia absolutamente imposible, con tropas aliadas (y más tarde armas nucleares estadounidenses) estacionadas en medio de todo.


Cuando miramos las fuentes desde ese ángulo: ¿qué arroja? Resulta que es un gran negocio. En su libro, "El conjuro de Hitler: cómo Gran Bretaña y Estados Unidos formaron el Tercer Reich" (Conjuring Hitler: How Britain and America Made the Third Reich), Guido Giacomo Preparata presenta un caso grave de como Gran Bretaña y Estados Unidos manipularon, traicionaron y presionaron a las potencias continentales para lograr sus objetivos. Desde el desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial, cuando las alianzas producirían exactamente los resultados deseados, la entrada de Gran Bretaña en la guerra que la convirtió en una guerra mundial en primer lugar, hasta las acciones financieras y económicas encubiertas que arruinaron a Alemania, la apuntalaron en los años dorados de Weimar, luego lo arruinó de nuevo justo antes de Hitler, y luego la apuntalaron de nuevo -en las coyunturas adecuadas para que el hitlerismo pudiera surgir-, su historia es bastante sorprendente y está bien documentada.
 
Ahora, ¿creo que esto es todo lo que hay que hacer? ¿O que Gran Bretaña realmente planeó todo el asunto de principio a fin, en una especie de gran plan para aplastar a Alemania? Absolutamente no. Porque no es así como funciona la historia: la versión de los acontecimientos de Preparata se parece demasiado a otra pequeña narración ordenada, y algunas de sus afirmaciones son realmente inverosímiles. Pero aún así, sería tonto no dar por sentado que facciones fuertes en Gran Bretaña y Estados Unidos, como potencias mundiales dominantes, no persiguieron sus intereses con celo maquiavélico, y que gran parte de la historia moralista que nos han contado está incompleta en el mejor de los casos, un completo disparate en el peor.

Por ejemplo, tiene mucho sentido, desde esta perspectiva, que el apoyo de Gran Bretaña a los blancos rusos (que lucharon contra los bolcheviques) fuera sólo un espectáculo, y que socavara encubiertamente el esfuerzo. ¿Por qué no habría de ser así, si era preferible una Rusia destruida y dirigida por fanáticos asesinos? ¿Y por qué ciertas facciones en Gran Bretaña, analizando las diferentes opciones en Weimar, no apoyarían encubiertamente al hitlerismo en lugar de las fuerzas hostiles hacia Inglaterra? ¿Y no es cierto que fuerzas poderosas, incluido Churchill, se aseguraron de que Inglaterra entrara en la Primera Guerra Mundial al sembrar el miedo sobre una amenaza exagerada de construcción de flotas alemanas? convirtiéndolo innecesariamente en un baño de sangre que se prolongó durante años, planeó Versalles utilizando engaños e intrigas, y luego lo hizo de nuevo cuando entró en la Segunda Guerra Mundial, prometiendo seguridad a Polonia de la nada sin exigir nada a cambio, incluso cuando llevó a Hitler a creer que se mantendría neutral?

De hecho, si nos olvidamos por un momento de todas las cortinas de humo propagandísticas, entre los intereses geopolíticos anglosajones y el Complejo Financiero Industrial Militar engordando con la guerra, prestando y vendiendo a todos los bandos, la historia de principios del siglo XX empieza a tener mucho más sentido.

Pero repito, no creo en grandes conspiraciones directas que abarquen muchas décadas, y mucho menos en que sea posible implementar un plan tan grandioso. Siempre encontrarás diferentes facciones enfrentándose entre sí, acontecimientos imprevistos que arruinan las cosas, meras reacciones de un momento a otro, errores, etc. No es que las cábalas secretas de hombres poderosos no sean reales; sabemos que lo son. Es que su poder, conocimiento y competencia son limitados, a pesar de su grandiosidad y postura. Afirmar que pudieron planificar los acontecimientos de la primera mitad del siglo con el nivel extremo de detalle que se requeriría para que no se descarrilara por completo muchas veces sería absurdo. Al menos no podían hacerlo solos.

Lo que nos lleva a otro ángulo olvidado desde el que mirar la historia.

Las Fuerzas Oscuras y sus Agentes

A pesar de lo que acabo de decir sobre las grandes conspiraciones, cuando se estudia la historia de cerca, a veces uno tiene la extraña sensación de que los resultados que produjeron no son del todo aleatorios. Napoleón podría haber derrotado a Gran Bretaña si unas cuantas cosas hubieran sido ligeramente diferentes, con todo lo que esto habría implicado, y sin embargo, nos parece que de alguna manera esto no estaba destinado a ser así, que este no era su destino ni el nuestro.
 
Lo mismo ocurrió con el nazismo: casi se podría argumentar por qué debe haber habido algún tipo de intención vaga detrás de todo esto. El ascenso (y el reinado) de Hitler podrían haber sido detenidos mil veces por las circunstancias si ciertos acontecimientos se hubieran desarrollado de manera ligeramente diferente. Y, sin embargo, todos los parámetros parecen haber sido fijados de algún modo para “producir el nazismo”. Como han señalado varios biógrafos de Hitler: a lo largo de su carrera, Hitler parece haber sido seguido por un extraño tipo de suerte que le impidió hundirse en varios momentos.

Es como si una especie de Telos gestara e impusiera sutilmente una cierta forma a las épocas históricas, una cierta Gestalt. Como un cristal que crece de cierta manera, con cierta variabilidad pero con una estructura general distinta; como una planta que produce una determinada flor: no de manera determinista, porque la flor puede florecer de muchas maneras diferentes, pero tampoco libremente: el tipo de flor no se puede cambiar.

Este tipo de comprensión teleológica de la historia no está tan lejos como los modernos tendemos a creer. El historiador alemán Rolf Peter Sieferle lo expresó así, reflexionando sobre la relación entre ideas que emergen en la historia y que presagian su implementación en un momento (mucho) posterior:

"Si se desarrolla un nuevo patrón en un campo simbólico, este patrón (que todavía está bastante lejos de la dominancia) puede representarse tempranamente en órganos individuales del campo correspondiente. La visión intelectual sería entonces una cristalización prematura de un proceso subterráneo más integral; quizás también un vehículo para su realización. Sin embargo, el concepto de causalidad sería engañoso; Sería simplemente una cuestión de diferentes intensidades en la expansión de un nuevo campo simbólico, que puede surgir ya bastante temprano aquí y allá".

Y, por supuesto, Oswald Spengler afirmó que las naciones y los pueblos juegan sus destinos en lugar de dejarse llevar por la causalidad; la causalidad es un concepto problemático de todos modos cuando se trata de la historia, como todo el mundo entiende (o debería entender).

Pero ¿cómo funciona esto? ¿Cómo un telos del futuro produce una cierta Gestalt en la historia?

Nota del editor del blog sobre los conceptos telos y gestalt: 
TELOS: El telos (palabra griega: ‘fin’, ‘objetivo’ o ‘propósito’ o 'meta') es el fin o propósito, en un sentido bastante restringido utilizado por filósofos como Aristóteles. Es aquello en virtud de lo cual se hace algo. Es la raíz de la palabra "teleología", un término que significa el estudio o doctrina de la finalidad o intencionalidad o el estudio de los objetos por sus objetivos, propósitos o intenciones. La teleología es un concepto central en la biología para Aristóteles y en su teoría de la causación. Para Aristóteles, todo tiene un propósito o fin último. Si queremos entender lo que es algo, debe ser entendido en términos de ese fin último. El telos sería el objetivo perseguido por todas las personas, animales o plantas. El telos de una bellota sería ser roble. Así todas las cosas, incluidas las hechas por los seres humanos tienen un telos. Aristóteles piensa que el telos del ser humano es encontrar la felicidad y que puede alcanzarse de formas diferentes, aunque para vivir feliz se requiere vivir una vida de virtud, pues si no fuese así, no viviría realmente una vida de felicidad, no importa lo que pudiese pensar. Sería como un roble enfermo que no pudiese crecer y dar frutos. Solo se puede ser virtuoso si se dan las condiciones adecuadas. Si una bellota para cumplir su telos debe tener suficiente luz y caer en el suelo adecuado para poder fructificar, el ser humano solo podrá cumplir su telos cuando se encuentre en una comunidad política bien construida, con una educación y unas leyes adecuadas. (cita de Wikipedia: Telos)
GESTALT, la Gestalt se basa en la incidencia y la totalidad de la estructura, y las estructuras y las partes están interrelacionadas dinámicamente de manera que el todo no puede ser inferido de las partes consideradas separadamente. La Terapia Gestalt está enfocada principalmente en lo que se está pensando y sintiendo ahora, no que pudo ser o cómo debería haber sido. Consiste en hacer que el paciente viva y sienta la realidad, dándole un mayor protagonismo a “como”, “por qué” y “para qué” .


Es difícil saberlo, pero parte de la respuesta parece ser sencilla: a través de los seres humanos. Como insinuó Sieferle, a veces somos capaces de aprovechar el Urgrund, algo conectado con el futuro, lo que Ernst Jünger llamó las “corrientes subterráneas” que fluyen a través de las civilizaciones y de las que puede surgir su belleza única. Pero no hay un solo futuro posible, o, así como los reinos superiores no se tratan solo de verdad, belleza y amor. Como si hubiera fealdad, caos, entropía, maldad, mentiras y crueldad ególatra aquí en la tierra, más arriba (o más allá) en el mundo invisible.

Así como los verdaderos artistas aprovechan ese reino para canalizar su musa, como Steven Pressfield describe tan vívidamente en su War of Art, la gente común puede obtener apoyo e inspiración desde allí, siempre que tenga intenciones puras y sepan escuchar en lugar de exigir. Sin embargo, las personas también pueden abrirse a energías manipuladoras y así convertirse en parte activa de una Gestalt menos que deseable que está llegando a buen término en la historia.

Nuestro hombre Adolf “Addi” Hiedler podría haber sido uno de ellos. (Sí, el apellido original era Hiedler (pronunciado “Heedlaer”). No suena igual, ¿verdad? Una extraña peculiaridad histórica y quizás una primera pista. Hitler, en cierto sentido, aprovechó el proceso subterráneo, instanciando una cierta forma que estaba destinada a ser por cualquier razón. 

Esto encaja con el hecho de que Max Planck se dio cuenta, después de conocer a Hitler por primera vez, de que estaba “poseído” e “impulsado” en lugar de tener el control.

¿Cómo llegó a ser “poseído” y “impulsado”? Hitler no era tan tonto como algunos afirman; sus profesores de escuela realmente pensaban que era lo suficientemente inteligente, si no exactamente sobresaliente. Pero era un soñador y extremadamente perezoso desde una edad temprana; incluso en el apogeo de su poder, desperdiciaba la mayor parte de su día, que comenzaba tarde a las 11, con charlas triviales y viendo películas. Parecería que ser un soñador perezoso puede volverte susceptible a influencias nefastas. 

Consideremos este episodio de la vida del joven Hitler. Durante su estancia en Linz. 

"Después de una representación de la ópera Rienzi de Wagner, Hitler cayó en una especie de trance. Convenció a (su amigo) Gustl para que lo acompañara a caminar hasta una colina que dominaba Linz y le dijo con voz ronca y excitada que recibiría una misión de su pueblo para conducirlo a la libertad. Treinta y tres años después le confirmó a Kubizek: "Todo empezó a esa hora". Más tarde abriría el Reichspartei en Nuremberg con la obertura de esa misma ópera de Wagner.

Poco después de este “trance”, viviendo en Viena en 1908, rompió el contacto con su familia y su mejor amigo Gustl. Después de eso, “se volvió duro”, como escribió más tarde, y desarrolló algunas de sus ideas centrales. Se retiró cada vez más, y “su propensión a no mostrar su verdadero rostro y ocultar sus verdaderas intenciones se convirtió en una segunda naturaleza para él”.

¿Aprovechó el “campo simbólico” de Sieferle, del cual obtuvo su “misión”? ¿Convocó a Mephisto? A lo largo de su carrera, hay más pistas: después de que Hitler salió de prisión en la década de 1920, Goebbels habló en su diario de que Hitler estaba impulsado por una especie de “fiebre”, un “demonio”. Incluso a principios de la década de 1920, identificaba completamente el destino de Alemania con el suyo propio, y estaba convencido de que la Providencia le había salvado la vida en el transcurso de la guerra o en el golpe de estado de la cervecería. Durante el siguiente juicio, oscilaba entre lo sentimental y lo brutal. Períodos de depresión, intercalados con rabia.

En general, la imagen que veo surgir aquí es la del arquetipo de Saruman o Anakin Skywalker (excepto que no era tan brillante como ellos). Hitler no nació como un maníaco malvado; más bien, con el tiempo se dejó consumir por la oscuridad, a cambio de la visión engañosa y el poder para salvar a Alemania, en el que podría haber creído sinceramente. Lo que me viene a la mente es el momento en "El señor de los anillos" donde Saruman completa su transformación y declara: "Tenemos trabajo que hacer". Hitler también estaba fanáticamente impulsado a completar su trabajo pase lo que pase, y a principios de la década de 1930 insinuó que si su movimiento fracasaba, se volaría los sesos.




Otra cosa que concuerda con el arquetipo de Saruman es que Hitler afirmó haber aprendido mucho de Lenin y Trotsky, de los masones, de los Protocolos de los Sabios de Sión, y que entendía que “uno debe vencer al enemigo con sus propias armas". Sin embargo, como sabemos por el arco argumental de Saruman, si intentas luchar contra el mal con el poder supremo, es decir, con sus propias armas y métodos, eres consumido por él: te conviertes en él. Te conviertes en un embaucador de sus esquemas.
 
Hitler podría haber sido el último incauto.

Así como Saruman ganó poder a través de su pacto con la oscuridad, aparentemente también lo hizo Hitler. Una pista son las cualidades hipnóticas de Hitler como orador, sobre las cuales muchos testigos han comentado. Si hemos de creer a Albert Speer (más tarde arquitecto de Hitler), él también quedó instantáneamente cautivado por Hitler cuando lo escuchó por primera vez, a pesar de que Speer provenía de un entorno granburgués no necesariamente predispuesto al nazismo. (Su padre era fanático de Kalergi). Varias personas han comentado que sus ojos y su voz, en particular, tenían un efecto magnético en ellos.

Es revelador que Otto Strasser, el campeón izquierdista del NSDAP y viejo camarada de Hitler que fue exiliado cuando dejó de ser útil, dijera lo siguiente sobre Hitler:

"Un sonámbulo, verdaderamente un médium... Surge de la penumbra, entre el día y la noche... Cuando intenta sustentar sus discursos con teorías eruditas extraídas de obras ajenas a medias comprendidas de otros, apenas se eleva por encima de una patética mediocridad. Pero cuando se deshace de todas las muletas, cuando se lanza hacia adelante y pronuncia lo que su espíritu le impulsa a decir, inmediatamente se transforma en uno de los más grandes oradores del siglo".

Pero así como el bastón de Saruman se rompió al final, y con él sus poderes mágicos, los poderes de Hitler se desvanecieron. Hoy en día, al ver sus discursos, muchos no pueden evitar preguntarse cómo es posible que la gente se haya dejado cautivar tanto por él: el hechizo se ha roto.

Ahora bien, Hitler no fue el único incauto en todo esto. Muchos de los que buscan el poder como un fin en sí mismo, o sobreestiman sus capacidades y discernimiento, son absorbidos por la oscuridad, y voluntaria o no, consciente o no, pasan a formar parte de complots mefistofélicos, de pactos fáusticos, de las partes oscuras del Campo Simbólico de Sieferle. Esto no es algo que podamos probar; nuestro caso se basa en pistas sutiles, dispersas en las fuentes. Pero podrían ser fuerzas como ésta, personas que caen bajo el hechizo de cierto telos productor de la Gestalt, las que explican parte de la aparente no aleatoriedad, el ajuste fino, la pura “suerte” en la forma en que cómo ciertos eventos (y no-eventos) parecen conspirar para generar ciertos resultados.

¿Es así como deberíamos mirar la historia exclusivamente? Obviamente no. Cualquier esperanza de comprender mejor lo que sucedió en el pasado depende de que demos todo lo que tenemos: usando todos los ángulos sensatos, destilando una variedad de narrativas, usándolas como piezas de un rompecabezas, dejándolas reposar por un tiempo, pensando e investigando: enjuagando y repitiendo. 

Lo más importante es que nunca me canso de repetir que nuestra visión de la historia depende de nuestra propia estructura interna, de nuestro propio desarrollo y experiencia. No es un asunto árido y abstracto; la historia está profundamente conectada con nuestras mentes y es inteligible sólo desde la perspectiva de un ser humano que conoce visceralmente los patrones que definen la condición humana y que luego puede discernir. Esto también funciona en la otra dirección: cuanto más aprendemos sobre la historia, mejor se vuelve nuestra mente: una mente que sólo puede entenderse en la historia, como parte de la historia, como la historia misma. RG Collingwood se había dado cuenta de esto y los invito a leer su trabajo.
 
Y así, la verdad nos hará libres, sobre todo, quizás, la verdad histórica: si ganamos la madurez para abordarla desde múltiples ángulos a la vez, superándonos a nosotros mismos.


AddToAny