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21 octubre 2017

Reflexiones sobre el independismo catalán




























por Tito Andino U.


Este ensayo es una apertura sobre el tema principal, un documento trascendental de la historia de España, que será abordado en los siguiente capítulos, “EL TRATADO DE CORBEIL Y LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA”.

Cataluña es noticia estos días, naturalmente que sus anhelos de independencia del poder central del Reino de España no pasan de ser meras aspiraciones, existe una profunda división social, económica, política, ideológica y hasta histórica, entre la comunidad catalana y el sistema de gobierno español.

La pregunta que debemos plantearnos es si esas divergencias tienen suficiente argumento en todos esos contextos señalados y en el ámbito jurídico para proclamar la independencia, creando su propio estado. De cierta forma, da la impresión que esa propensión secesionista en el seno de la UE (norte de Italia, Bélgica, España) continuará acrecentándose, sin embargo, a nadie parece preocuparle las inmensas repercusiones sociales y económicas que tales acciones desencadenarían.

Desde el punto de vista de un analista foráneo, como mi caso, puedo apreciar los hechos con más objetividad. La grandeza de España entraña por su diversidad, no solo étnica, lingüística y hasta algo fascinante, su gastronomía, tan distinta de un lugar a otro (y tan deliciosa de un rincón a otro), ese engramado cultural es lo que modernamente cautiva al extranjero, siendo España uno de los principales centros del turismo mundial.

Me atrevo a señalar que la marca España es resultado de sus múltiples nacionalidades. Debemos dejar en claro que las rivalidades, competencias, hasta desavenencias e incluso odios, rencores y envidias entre diferentes comunidades es un reflejo intrínseco en el ser humano. Lo que pueda pasar en España, en Cataluña, en Madrid, en Andalucía, en el País Vasco, en la tierra Gallega, etc, etc, de norte a sur, de este a oeste, es parte de la convivencia.

Aquello sucede en cualquier lugar del mundo, en todo estado, lo vivimos en Europa con su larga historia de guerras imperiales. Como ejemplo, miremos a los Estados Unidos de América, fue forjándose a través de las rivalidades entre distintos sectores del país por cuestiones económicas, sociales y políticas, hasta religiosas (puritanismo), fueron por décadas el preludio que desembocó en la Guerra Civil estadounidense (guerra de secesión). Previamente, la colonización transportó a América la competencia de los imperios británico, francés, alemán, holandés, etc. y posteriores oleadas migratorias han moldeado un sistema de convivencia moderno sin resquebrajos, pese a la rivalidad y odios mutuos entre el norte y el sur. En mi propio país natal, existe no solo “pique” y lucha de poder entre los principales centros urbanos, predomina un odio regional entre costeños y serranos, pero aquello no ha dividido la nación (aunque alguna vez un político soltó un exabrupto “independentista” por simples rivalidades políticas con el gobierno)…     

Volvamos a España. No sé si me expreso correctamente, al hablar de diversas “nacionalidades”, probablemente se prefirió usar el término “Comunidades” en la Constituyente española de 1978 como modelo de convivencia que se aprecia está dando resultados (insistiendo en las normales y hasta naturales desavenencias sociales y de otra índole); y, también, para evitar una posible ruptura en el futuro.

Se dice que el término “nacionalidades” es una nueva noción de la historia española, creada por la Constitución de 1978 que sin duda pretendía garantizar la unidad e integrar a los nacionalistas vascos y catalanes después de duros tiempos del centralista franquismo y otro procesos históricos.

La Carta Constituyente española no precisa cuál Comunidad Autónoma puede ser considerada nacionalidad. Existe un gran vacío legal porque no señala, en su ámbito legislativo, que significa jurídicamente una nacionalidad. La historia nos ha demostrado que España ha sabido mantenerse unitaria, al mismo tiempo que mantuvo y mantiene la pluralidad de nacionalidades. 


Un Estado soberano plurinacional y pluricultural es algo común en el mundo.












El Artículo 2, de la norma suprema estipula:

“La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”.

Ahora, veamos una perspectiva internacional, desde otro enfoque, al característico modelo de las nacionalidades en Europa. A pesar que la Unión Europea tiene el objetivo velado suprimir las nación-estado como entes independientes (pretende crear la nación europea), sin que la ciudadanía se percate, es contraria a la desmembración de la unidad española. Recordemos que la UE se ha convertido en un instrumento más de los Estados Unidos y, probablemente, lo siga siendo debido a los presentes rumores de la “amenaza” rusa.

Los Estados Unidos parece decir a la UE, ustedes ni siquiera pueden preservar la unidad de Europa, como pretenden formar, además, un ejército único? que iría apartándose del control de los Estados Unidos, por cierto, el único que manda en la OTAN.

Debemos descartar la existencia de un programa de desestabilización de España orquestada en alguna parte del mundo. Estamos ante un típico caso de exacerbación política del núcleo fuerte de separatistas y/o de la gran burguesía catalana que rivaliza con Madrid, a quienes, inconscientemente, apoyan diversos grupos con pensamiento ideológico incompatibles.

Para nadie, incluso para extranjeros que no residimos en España, no pasa por desapercibido ese antagonismo descrito en los primeros párrafos de este ensayo. La rivalidad directa entre Madrid y Barcelona, principales centros urbanos y ejes de la economía española existe, por supuesto que no hablamos en general como una norma, sino de un elevado porcentaje poblacional. Se refleja hasta en el deporte, en el fútbol entre los grandes Barcelona y Real Madrid.

Volviendo a lo serio, Cataluña aspira constituirse en estado soberano, explicaciones sobre historia, geografía, sociedad, lingüística y economía sobran y son presentadas como argumentos de la necesidad de controlar su propio destino. La Comunidad de Cataluña sigue siendo la Autonomía que más aporta al Producto Interior Bruto (PIB) del conjunto de España. También es común escuchar las quejas de políticos catalanes impugnado el profundo estado de corrupción del estado central (el caso de la familia Puyol en Barcelona es solo un ejemplo que la corruptela está en todos lados, es un mal latente en Hispano-América). En Cataluña suele decirse que existe obstrucción a sus requerimientos financieros, aunque la burguesía catalana goza de prebendas proteccionistas a su producción, es asidua cliente del poder central para reclamar mayores aranceles, de esa forma controlan casi monopólicamente ciertos mercados españoles.

No quiero ser parcial en este caso. Solamente plantear reflexiones al lector.

Por un lado, se puede comprender el anhelo y la voluntad de la mayoría catalana para formar su propio estado, regidos por sus propias reglas y leyes; pero, desde otras perspectiva, pienso que están cometiendo un grave error. Un lacerante y mal llamado “nacionalismo’ brota rabiosamente en ciertos círculos de Cataluña, con un ego demasiado inflamado, constituyendo el eje del proyecto secesionista.



Aquí otro paréntesis. Existe numerosas citas célebres sobre el denominado “nacionalismo”, cada cual ensaya una definición desde un particular punto de vista. Veamos algunos ejemplos:

-"El nacionalismo no es el despertar de las naciones hacia su conciencia propia: inventa naciones donde no las hay" Ernest Gellner
 -"Los nacionalismos surgen del resentimiento".    Gustavo Bueno
 -El nacionalismo es una ideología antidemocrática, no existe el nacionalismo democrático"."El nacionalismo está basado en una idea simple: yo llegué antes que tú y, por tanto, tengo más derechos que tú".    Arcadi Espada
 -"El nacionalismo es el hambre de poder templada por el autoengaño".  José Ortega y Gasset
 -"Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás pueblos es lo primero."            Charles de Gaulle 
-"El nacionalismo es un invento de la burguesía para dividir al proletariado"     Karl Marx 
-"El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad."    Albert Einstein  
 -"El nacionalista cree que el lugar donde nació es el mejor lugar del mundo; y eso no es cierto. El patriota cree que el lugar donde nació se merece todo el amor del mundo; y eso sí es cierto."    Camilo José Cela 
-"Amo demasiado a mi país para ser nacionalista"     Albert Camus


Volvamos al tema central. Es bueno escuchar y recordar la historia, las experiencias reales vividas por quienes sufrieron, por ejemplo, la “balcanización” de la extinta Yugoeslavia.

El caso del separatismo en Yugoeslavia es un ejemplo vivo de los nacionalismos extremos, impulsados desde el extranjero, los países que conformaban la extinta república balcánica no han conseguido crecer, ni serán más grandes, ni desarrollados como fueron en una unidad llamada República Federal Socialista de Yugoslavia (su nombre oficial). Hoy, la extinta república federada se ha transformado en pequeños estados manipulables, sin agendas ni propósitos nacionales propios, dependientes de las grandes economías extranjeras, en títeres coloniales de la OTAN/UE y fieles cumplidores de los dictados emanados tanto de Washington como de Bruselas.

NADIE HA GANADO NADA DESPUÉS DE UNA DESINTEGRACIÓN TERRITORIAL, AL CONTRARIO, HAN PERDIDO.

No seré yo quien diga lo que se debe hacer, claro que no. No obstante, los políticos españoles, catalanes incluidos, deberían tomarse en serio, en primer lugar, buscar consensos, basados en la Constitución, para convocar un referéndum a nivel nacional en que se decida preguntar a los más de 46 millones de españoles si desean mantenerse como Monarquía Parlamentaria o constituirse en una República (parlamentaria o presidencial).  Eso sí sería verdadera democracia.

Sin embargo, esa figurada propuesta choca ante la realidad política. Existe en la Carta Magna española una figura jurídica que contemple tal posibilidad?. La derecha política (y la extrema derecha que se oculta en ciertos partidos) estarían dispuestos a mantener conversaciones para una hipotética consulta popular en ese sentido? El actual gobierno de España, se ampara en la Ley, por supuesto, su argumento es irrebatible desde el riguroso punto de vista jurídico, ellos nos recitan reiteradamente a Cicerón: “Hay que ser esclavos de la ley para ser libres”.

La Ley está diseñada precisamente para impedir estos eventuales casos, no puede hacerse sin reformar la Constitución y el Estatuto de Autonomías, el estado de Derecho prima sobre todo. La única forma de modificar la norma Suprema es logrando que un grupo político (o mediante alianzas) obtenga la abrumadora mayoría en el Congreso de los Diputados y que asuma como objetivo político la reforma de la estructura del estado. Por el momento, las elecciones generales han determinado que la mayoría de españoles se  decantan por el actual sistema vigente y por el partido que les gobierna, votando por la continuidad de la derecha política en el gobierno. Pienso que eso es democracia, aunque no guste a muchos.

El actual poder político que maneja la administración del estado español no permitirá cambios en el statu quo, el Partido Popular es el heredero del franquismo, que impuso las normas para permitir la transición a la democracia de la denominada ‘Monarquía Parlamentaria’. No cabe duda que desde Moncloa se invocará (de alguna forma) la consigna de los golpistas del 21-F: “Por España y en nombre del Rey”, para evitar cualquier tipo de los escenarios descritos en este ensayo.

Por otro lado, el principio básico del Derecho Internacional sobre la “libre determinación de los pueblos” (que debe cumplir requisitos fundamentales) no avala, no garantiza, no permite
“… quebrantar o menospreciar, total o parcialmente, la integridad territorial de Estados soberanos e independientes que se conduzcan de conformidad con el principio de la igualdad de derechos y de la libre determinación de los pueblos antes descritos y estén, por tanto dotados de un gobierno que represente a la totalidad del pueblo perteneciente al territorio, sin distinción por motivo de raza, credo o color”. (RESOLUCIÓN 2625 (XXV) de la Asamblea General de Naciones Unidas, de 24 de octubre de 1970)

Siendo ecuánimes, este principio ha quedado caduco, su uso tiene fundamento para los procesos políticos de descolonización. Como parte adherente a ese principio tenemos el principio de integridad territorial de los pueblos.

Se puede leer en el preámbulo de la “Llei del Referèndum d’autodeterminació”, promulgado por el Parlament de Catalunya y proclamado por el President de la Generalitat de Catalunya, que se basa en la invocación de la Carta de Naciones Unidas (artículo 2); el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (art. 1); Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art. 1); y, en la Resolución 2625 de la ONU, 24 de octubre 1970.
















En el caso estrictamente jurídico español (según su ordenamiento legal vigente) no cabe la posibilidad que tal derecho sea alegado por los políticos catalanes que quieren refrendar el referéndum. El único camino, como hemos señalado, es la REFORMA CONSTITUCIONAL que otorgaría legalidad y legitimidad a las reivindicaciones políticas de Cataluña. La normatividad vigente estipula incluso la coerción (Art. 155) como instrumento que garantiza fidelidad de las Comunidades Autonómicas al ordenamiento constitucional.

Es imposible que un ordenamiento jurídico nacional contemple el derecho de secesión de una parte de su territorio (existen casos excepcionalísimos en el mundo, contados con los dedos de una mano, y sobran dedos), España no es la excepción. El modelo español opera a través de la descentralización política, es decir, AUTONOMÍAS.  

No quiero prolongarme más, ni escribir la historia de España… (que mataría de aburrimiento a todos). 

He leído un valioso artículo, de lo más centrado, preciso y justo sobre este lamentable episodio que acrecentará los odios internos después de una dura represión contra los ciudadanos durante la jornada del 1 de octubre en Barcelona. “¡Si hasta yo mismo me iría si pudiera! ¿Cómo no van a correr espantados los catalanes?" es un interesante punto de vista de la realidad social, política y económica de la España del presente. El artículo no les dejará indiferentes, tiene el mérito de conseguir unos segundos de reflexión, suficientes para que en la mente de los españoles y del lector foráneo opere la meditación y no la irracionalidad. Por lo mismo, recomiendo su lectura.



Lectura Recomendada:

Cataluña y los 'Länder' alemanes



16 octubre 2017

Corea del Norte, evolución nuclear


Una corta reseña histórica del conflicto en la Península Coreana como introducción al candente tema de actualidad.


La Guerra de Corea (1950-1953) fue el primer conflicto relevante durante la denominada Guerra Fría. Sobre ella se han escrito importantes obras que narran su desarrollo, por lo que priorizamos entender el origen de la misma, algo que ha descuidado la historiografía occidental. 

Para los norcoreanos, la guerra fue provocada por Corea del Sur en connivencia con sus aliados norteamericanos. Esta postura se mantuvo en el resto del mundo socialista hasta la Perestroika (1985), cuando el líder soviético Mijail Gorbachov afirmó públicamente que el conflicto había sido iniciado por Corea del Norte.

Naturalmente que existen varios antecedentes. La ocupación del Imperio japonés de la Península de Corea antes y durante la segunda guerra mundial, muchas facciones coreanas de la resistencia anti-nipona fueron entrenadas y armadas por la Unión Soviética, su teatro de operaciones fue prioritariamente la región de Manchuria en donde surgió el mítico Kim Il Sung, quien constituirá posteriormente la República Popular Democrática de Corea.

Como sabemos, la guerra del Pacífico de los estadounidenses contra Japón terminó con la rendición del Imperio del Sol Naciente. Las fuerzas de Estados Unidos ocuparon el sur de la península de Corea, la parte norte se mantuvo todavía un tiempo bajo ocupación japonesa que fue cediendo su presencia a las tropas de la Unión Soviética. El paralelo 38 fue establecido por los EEUU. Kim Il Sung rechazó esa tácita división de la península, él manifestó: “Los imperialistas estadounidenses están maniobrando para convertir el paralelo 38 en una frontera permanente que divide nuestro territorio en dos partes y así, dividir nuestra nación”. 




El llamado a elecciones generales organizado por el Comité Popular Provisional determinó que Kim II Sung, del Partido del Trabajo de Corea (PTC), sea elegido presidente (20 octubre 1945, las elecciones fueron solo en el Norte) sin que estuviere prevista la posibilidad de establecer un estado independiente en el sur. A su vez, los Estados Unidos apoyaron en el sur a Syngman Rhee, un político exiliado que estableció un gobierno militar represivo contra las organizaciones que clamaban la unidad de toda Corea.

Harry S. Truman instaura la “Doctrina Truman” (1947) con la finalidad de “redimir” al mundo de la “amenaza comunista”. Desde entonces, Corea es vital geopolíticamente para los Estados Unidos, ya que le puso a las puertas de China y de la extinta Unión Soviética (hoy frontera rusa). Oficialmente, el 17 de julio de 1948, se crea la República de Corea (Sur), contando con el apoyo de fuerzas militares japonesas, los norteamericanos forman el Ejército de Corea del Sur (ROK Army). En contramedida, el 9 de septiembre de 1948, se erige la República Popular Democrática de Corea (Norte).

Es difícil encontrar material historiográfico que no sea pro norteamericano, normalmente se acepta que los norcoreanos se hallaban motivados por el triunfo comunista en China (1949) y la fortaleza de la URSS con la bomba atómica, razón que, presuntamente, estimuló que el 25 de junio de 1950 cruzaran el paralelo 38 rumbo a Seúl. Corea del Norte siempre ha argumentado que en el sur, gobernado por Syngman Rhee, se reprimía duramente a los coreanos que en un gran porcentaje apoyaban al Norte, también el Norte era sometido a periódicos ataques de bandas paramilitares auspiciados por los EEUU y sudcoreanos.

Se discute también el papel de la URSS, a pesar de su apoyo militar al Norte, muchos expertos en la materia afirman que el líder soviético (Stalin) no tenía intenciones que se desatará una guerra entre las Coreas. El papel chino también es fundamental, una vez que los EEUU cruzaron el paralelo 38, Mao Tsé Tung envió tropas en apoyo del Norte.

El rol de los surcoreanos, apoyados por los estadounidenses, también fue una política agresiva de sus dirigentes, Syngman Rhee anhelaba atacar, estaban convencidos que podrían tomar Pyongyang en un solo día, además, como hemos dicho, las provocaciones abiertas de grupos paramilitares surcoreanos en territorio del norte estaban a la orden del día, mucho antes del estallido del conflicto abierto.

Kim Il Sung era consiente que su inferioridad en material y en hombres, ante ese hecho recurrió a la URSS y a China para salvar estas carencias.

El 25 de junio de 1950, las tropas norcoreanas intervienen en Corea del Sur y rápidamente llegan a Seúl, los EEUU convocan al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, responsabiliza a Norcorea del estallido de la guerra y solicita el cese la agresión. A los pocos días se aprueba la Resolución que condena el ataque y que aprueba defender Corea del Sur.

Este último acto político de la ONU solo pudo ser realizable a través de una hábil maniobra diplomática. China no estaba representada por el embajador de la República Popular China de Mao Tsé Tung, sino por un delegado chino exiliado en Taiwán, la URSS protestó y se retiró de la deliberación. No había más que discutir, las puertas de la intervención armada de los Estados Unidos y de algunos países, en nombre de la Naciones Unidas se hacía efectiva, desatándose una cruenta guerra.

Preguntas: 

Qué hubiese pasado si el delegado de Stalin se mantenía presente en el Consejo de Seguridad, los soviéticos tenían derecho al veto e impedido, al menos, que se utilice el nombre de las Naciones Unidas para desencadenar el conflicto. Fue intencional esa reacción de Stalin? Temía que la vigente Guerra Fría enfrentara directamente en territorio coreano a las grandes potencias nucleares?.

El resto es ya historia documentada…

Algo que si debe quedar puntualizado es que los Estados Unidos han pretendido, siempre, instalarse en la frontera china. La guerra económica de los Estados contra China está ya vigente, en todo el Lejano Oriente y en el Próximo Oriente el objetivo es destruir los intereses económicos chinos. Es cuestión de tiempo para una gran confrontación armada entre estos dos grandes colosos.



                                                                                            t. andino
                                                                                       (editor del blog)



A continuación ponemos a su disposición las siempre interesantes ponencias de actualidad del politólogo italiano Manlio Dinucci, los artículos originales corresponden al diario “Il Manifesto” (Italia), reproducidos y traducidos por Red Voltaire.



*****


Tecnología estadounidense en la bomba norcoreana



Por Manlio Dinucci



Mientras el mundo se inquieta por los ensayos nucleares de Corea del Norte, Manlio Dinucci nos recuerda que la tecnología que posee Pyongyang proviene en parte de Estados Unidos. Se la vendió, como hombre de negocios, el ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld, especializado –como político– en atacar países a los que acusa de haber comprado armamento sensible.

Después de que Pyongyang anunciara haber realizado una explosión subterránea de ensayo de una bomba de hidrógeno, el presidente estadounidense Barack Obama, aunque poniendo en duda que en verdad se trate de una bomba de hidrógeno, pide «una respuesta internacional fuerte y unida ante el comportamiento inconsciente de Corea del Norte».

Pero “olvida” que fue precisamente Estados Unidos quien proporcionó a Corea del Norte las tecnologías más importantes para la producción de armas nucleares. Nosotros mismos documentamos esto hace 13 años [1].

La historia comienza cuando, después de haber sido secretario de Defensa de la administración Ford en los años 1970 y –en los años 1980– consejero del presidente Reagan para los sistemas estratégicos nucleares, Donald Rumsfeld entra, en 1996, en el consejo de administración de la firma ABB (Asea Brown Boveri), grupo líder en tecnologías para la generación de energía. Rumsfeld recurre de inmediato a su influencia para lograr que Washington autorice esa empresa a proporcionar tecnología nuclear a Corea del Norte, a pesar de que ya se sabía que ese país tenía un programa nuclear de carácter militar.

Menos de 3 meses más tarde, el 16 de mayo de 1996, el Departamento de Energía de Estados Unidos anuncia haber «autorizado ABB Combustion Engineering Nuclear Systems, empresa enteramente controlada por ABB, a proporcionar una vasta gama de tecnologías, equipos y servicios para la proyección, construcción, manejo operativo y mantenimiento de dos reactores en Corea del Norte». El Departamento de Energía de Estados Unidos –responsable no sólo de la industria nuclear civil sino también de la producción de armamento nuclear– sabía que aquellos reactores podían ser utilizados con fines militares y que los conocimientos y tecnologías entregados también podían ser utilizados para el desarrollo de un programa nuclear de carácter militar.

Así pudo ABB firmar con Corea del Norte, en el año 2000, dos grandes contratos para la «entrega de componentes nucleares». En aquel momento, Donald Rumsfeld todavía era miembro del consejo de administración de ABB, del que siguió siendo miembro hasta enero de 2001, cuando se convirtió en secretario de Defensa de la administración Bush.

En 2003, Corea del Norte anuncia que se retira del Tratado de No Proliferación (TPN), al que había entrado en 1985. Se iniciaron entonces las «conversaciones entre Seis» (Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Corea del Norte y Corea del Sur), que se interrumpieron en 2006, cuando Corea del Norte realiza el primero de sus 4 ensayos nucleares. Las conversaciones fueron retomadas después, pero se interrumpieron nuevamente en 2009. Pero Pyongyang no fue el único responsable de esa interrupción. Ante el hecho que Estados Unidos sigue violando el Tratado de No Proliferación, a pesar de ser su primer firmante, en Pyongyang llegaron simplemente a la conclusión de que más vale tener armas nucleares que no tenerlas.

























El Tratado de No Proliferación obliga a los Estados dotados de armas nucleares a no transferirlas a otros Estados (Artículo 1) y también obliga a los Estados no poseedores de armas nucleares a no recibirlas (Artículo 2). Al mismo tiempo, también obliga a todos los Estados firmantes, comenzando con los poseedores de armas nucleares, a adoptar «medidas eficaces a favor del cese de la carrera armamentista nuclear y del desarme nuclear» hasta que exista «un Tratado que establezca el desarme general y completo» (Artículo 6). Y también obliga a todos los Estados firmantes a «renunciar, en sus relaciones internacionales, al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier otro Estado» (Preámbulo del TPN).

¿Es Estados Unidos un ejemplo sobre cómo operar en materia de desarme nuclear? A un costo de 1 000 millones de dólares, Estados Unidos ha iniciado un plan para reforzar sus fuerzas nucleares con otros nuevos 12 submarinos de ataque –armados cada uno con 200 ojivas nucleares– y 100 bombarderos estratégicos más –con más de 20 ojivas nucleares cada uno. Simultáneamente, violando el Tratado de No Proliferación, Estados Unidos está a punto de almacenar en 5 países de la OTAN –cuatro Estados europeos y Turquía, que por consiguiente también violan así el Tratado de No Proliferación– unas 200 nuevas bombas nucleares del tipo B61-12. Setenta de esas bombas nucleares estadounidenses, con una potencia equivalente a 300 bombas como la de Hiroshima, irán a Italia. Mientras tanto, las fuerzas nucleares de Estados Unidos y la OTAN, incluyendo las de Francia y Reino Unido, disponen en total de unas 8 000 ojivas nucleares, de las cuales 2 370 están listas para ser utilizadas en cualquier momento. Si sumamos las que poseen China, Pakistán, la India, Israel y Corea del Norte, resulta un estimado total de 16 300 ojivas nucleares, 4 350 de las cuales están listas para ser utilizadas. Pero la carrera armamentista sigue adelante, sobre todo con la modernización de los arsenales.

Con la primera guerra contra Irak, en 1991; la guerra contra Yugoslavia, en 1999, la invasión de Afganistán, en 2001; la invasión de Irak, en 2003; la guerra contra Libia, en 2011 y la guerra desatada contra Siria desde 2013, Estados Unidos y la OTAN nos ofrecen probablemente más “ejemplos” de cómo «renunciar al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia de todo Estado». Como también lo hicieron seguramente con el golpe de Estado de Ucrania, que forma parte de la nueva guerra fría y de la reactivación de la carrera armamentista nuclear.

Es así como la aguja del llamado «Reloj del Apocalipsis», el índice simbólico del Bulletin of the Atomics Scientists que indica a cuántos minutos nos encontramos actualmente de la funesta medianoche de la guerra nuclear, se desplazó de las 12 menos 5 minutos, en 2012, a las 12 menos 3 minutos, en 2015 [2].

Pero la razón de ello no es tanto el «comportamiento inconsciente» de Pyongyang como el «comportamiento consciente» de Washington.


Corea del Norte en el gran juego nuclear




   Imagen del film “Dr. Insólito o cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba”.



Manlio Dinucci señala que la crisis alrededor de Corea del Norte nos hace perder de vista el verdadero problema. El problema no es que Pyongyang tenga la bomba atómica sino las increíbles proporciones de los arsenales nucleares que poseen las grandes potencias, que otros 35 países estén a punto de adquirir armas atómicas y el hecho innegable que, ante la estrategia de Estados Unidos, los poseedores de armamento nuclear están realmente más protegidos que los demás.


Los proyectores político-mediáticos, enfocados en los ensayos nucleares y balísticos norcoreanos, dejan –como siempre– en la sombra el contexto general que rodea esos ensayos: el de una creciente carrera armamentística que, mientras que mantiene un arsenal nuclear capaz de borrar la especie humana de la faz del planeta, apuesta por el uso de ojivas y de vectores de alta tecnología cada vez más avanzados.

La Federación de Científicos Estadounidenses estima que Corea del Norte ya tiene «materia fisible suficiente para producir 10 o 20 ojivas nucleares, pero no hay pruebas disponibles de que haya puesto en disposición operativa ojivas nucleares susceptibles de ser transportadas mediante misiles balísticos».

También según la Federación de Científicos Estadounidenses, Estados Unidos posee 6 800 ojivas entre las que se cuentan 1 650 ojivas estratégicas y 150 no estratégicas ya listas para ser utilizadas en cualquier momento.

Agregando las 300 de Francia y las 215 del Reino Unido, las fuerzas nucleares de la OTAN disponen de 7 315 ojivas nucleares –entre ellas 2 200 ojivas listas para su lanzamiento– ante las 7 000 de Rusia, de las que 1 950 están listas para el lanzamiento.

Según la Federación de Científicos Estadounidenses, hay alrededor de 550 ojivas nucleares estadounidenses, francesas y británicas desplegadas en Europa, próximas al territorio de Rusia. Para ser más claros, es como si Rusia hubiese desplegado en México cientos ojivas nucleares apuntando hacia Estados Unidos.

Agregando las ojivas nucleares de China (270), Pakistán (entre 120 y 130), la India (entre 110 y 120) e Israel (80) el total de ojivas nucleares puede estimarse en alrededor de 15 000. Pero esos estimados son aproximativos, casi seguramente por defecto, y la carrera armamentista prosigue con la constante modernización de ojivas y vectores.

A la cabeza de esa carrera está… Estados Unidos, país que efectúa constantemente ensayos con los cohetes balísticos intercontinentales Minuteman III y se dispone a reemplazar estos últimos por otros más modernos, con un costo aproximado de 85 000 millones de dólares. El Congreso estadounidense aprobó en 2015 un plan –con un costo aproximado de 1 000 millones– destinado a potenciar las fuerzas nucleares con 12 nuevos submarinos de ataque –a un costo de 7 000 millones cada uno– que llevarán cada uno 20 cabezas nucleares. En ese mismo marco entra el reemplazo de las bombas atómicas estadounidenses B61, almacenadas en Italia y en otros países de Europa, por las nuevas B61-12, que son armas destinadas a asestar un primer golpe. La modernización de las fuerzas nucleares estadounidenses incluye además el supuesto «escudo antimisiles» que neutralizaría la respuesta del enemigo ante un primer golpe nuclear, como el que Estados Unidos ha instalado en Europa contra Rusia y en Corea del Sur, no contra Corea del Norte sino en realidad contra China.

Rusia y China están acelerando la modernización de sus fuerzas nucleares, para impedir que el otro bando tome ventaja. En 2018, Rusia desplegará un nuevo misil balístico intercontinental, el Sarmat, con un alcance de 18 000 kilómetros, capaz de transportar entre 10 y 15 ojivas nucleares y que, en el momento de su reentrada en la atmósfera –a velocidad hipersónica (más de 10 veces la velocidad del sonido)– puede incluso realizar maniobras evasivas para escapar a los misiles interceptores y penetrar así el «escudo».







En esa situación, en que un círculo restringido de Estados monopoliza las armas nucleares y en que quien posee ese tipo de armamento amenaza al que no lo posee, es cada vez más probable que otros Estados traten de obtener armamento nuclear y que lo logren. Además de los 9 países que ya disponen de armas atómicas, hay alrededor de 35 más capaces de construirlas.

Pero los periódicos y la televisión no hablan de eso, mientras que se dedican a sembrar la alarma sobre Corea del Norte, país al que se denuncia como única fuente de una amenaza nuclear. Y tampoco se habla de una lección que Pyongyang dice haber aprendido cuando recuerda que Kadhafi renunció totalmente a cualquier forma de programa nuclear y autorizó inspecciones de la CIA en territorio libio. Pero eso no salvó a Libia cuando Estados Unidos y la OTAN decidieron destruirla. En Pyongyang estiman que si Libia hubiese tenido armas nucleares, nadie se habría atrevido a atacarla. Y otros pueden hacer ese mismo razonamiento y llegar a la conclusión de que, en la actual situación mundial, más vale tener armas nucleares que no tenerlas.

Mientras que esa lógica peligrosa hace crecer las probabilidades de proliferación nuclear, el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares que la gran mayoría de los países miembros de la ONU adoptó en julio pasado está siendo ignorado por las potencias nucleares, por los miembros de la OTAN y por los principales socios de ese bloque militar (Arabia Saudita, Ucrania, Japón y Australia). Es necesaria una gran movilización para que nuestro país [Italia] también se sume al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares y ordene, por consiguiente, que las armas nucleares estadounidenses sean retiradas del suelo italiano, donde su despliegue constituye de hecho una violación del Tratado de No Proliferación Nuclear, ya ratificado por Italia.

A falta de conciencia política, deberíamos confiar al menos en el instinto de conservación.


                                                                           Manlio Dinucci
                                                               Il Manifesto (Italia) / Red Voltaire
NOTAS: 
[1] «Donald Rumsfeld a fourni de la technologie nucléaire à la Corée du Nord », por Manlio Dinucci, Il Manifesto (Italia), Réseau Voltaire, 5 de febrero de 2003.
[2] «A sólo 3 minutos de la medianoche», por Manlio Dinucci, Il Manifesto (Italia) , Red Voltaire, 28 de enero de 2015.

11 octubre 2017

Kim Jong-un y Donald Trump, dos “locos” muy singulares.




































Breve relato de las crisis anuales en la Corea dividida.


por Tito Andino U.


La eterna rivalidad y crisis anual de movilizaciones, maniobras bélicas, ensayos de misiles, disputas diplomáticas y ataques masivos de desinformación entre Corea del Norte, por un lado; y, los Estados Unidos/Corea del Sur, por otro, es pan de cada año. Hasta las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad suelen lanzar amenazas a Pionyang por probar misiles balísticos de corto y largo alcance. En fin, una combinación de gritos y dialogo entre bastidores, es característico durante un corto lapso de tiempo anual.


De mucho ruido y pocas nueces se podría calificar esta especie de circo internacional. Para quien quiere hacer memoria bastará recordar que es ya una “tradición” realizar maniobras militares conjuntas entre los EEUU y Corea del Sur, ya sea por cielo, mar o tierra, dentro del espacio territorial del último y en aguas interncionales. Esto suele ser respondido por el Norte advirtiendo con su clásica política de tomar represalias y amenazando con un ataque masivo, si se viola su soberanía; por lo mismo, también es usual que los norcoreanos desplieguen sus tropas, ensayen sus armas, incluidas las nucleares.

Para los medios de desinformación masiva es un titular que cada año vende mucho. Los políticos de parte y parte se insultan, se advierten de ataques preventivos o con una inminente guerra, desatándose las alarmas y pánico en el mundo. 

Es una época ideal para los especuladores financieros internacionales, quienes consiguen pingues negocios, gracias al “preludio anual” de posible “declaración” de guerra, dedicándose a jugar con la caída de las bolsas ante el forjado temor.

Por supuesto, está dentro de la lógica, que las acciones de Estados Unidos y Corea del Sur no solo buscan agotar a Corea del Norte psicológica y económicamente, la provocan, miden sus reacciones, sondean la posibilidad de llevarla a un conflicto bélico. Las amenazas provocan otras amenazas. Tanto va el agua al cántaro que al final se rompe, los norcoreanos disponen de armas nucleares y ahora el juego ha pasado a otro nivel, algún momento las cosas pudieren salirse de control, sino hay un dialogo sincero.

 


Estos días están de moda dos “locos”

El presidente estadounidense Trump y el heredero norcoreano Kim Jong-un. Pero, ni el uno ni el otro están lo suficientemente fuera de sus cabales para ir a una guerra sin retorno, la histeria colectiva que se desata todos los años es previsible mantenga su acalorado ritmo hasta que no se firme algún tratado (de paz, económico, político).

En conclusión, a menos que alguien se vuelva literalmente loco, la escenificación que vivimos cada año se mantendrá, un corto periodo de tiempo en que se hacen buenos negocios de armas y otras ganancias implícitas desatadas por las alarmas de la política.

Por qué me parece que el orden dentro de ese caos mantendrá el statu quo vigente?. Es evidente. Tras todo el sainete, la diplomacia de verdad – no la fantástica que nos muestran los medios – trabaja sigilosamente, apartada del mundanal ruido mediático.

Decir que Kim Jong-un está perdiendo el juicio o que Trump padece problemas mentales, es subestimar la realidad. Propios mandos de la CIA clasifican a Kim Jong-un como “un actor muy racional", muy lejos de ser el “hombre misil”, despectivo calificativo que Trump hacía a su colega de “locuras”.



Evidentemente esa “chifladura” compartida también es aplicada en casa del presidente estadounidense, recientes notas de prensa dieron a conocer que un grupo de 35 psiquiatras firmaron una carta alertando de los problemas mentales de Trump… Vaya usted a saber, estamos manejados por puro “locos” en el mundo… En esa consonancia, el “hombre misil” ha respondido a los Estados Unidos y sus aliados con utilizar armas nucleares.

Volviendo a las notas de prensa, la cadena rusa RT expresaba, hace pocos días, que la CIA ha contradicho a su Jefe, al parecer este organismo de inteligencia afirmó que la última persona que quiere un conflicto armado en la península coreana es Kim Jong-un, según la Agencia su principal esperanza es "gobernar por un periodo muy largo y morir en paz en su propia cama".

Yong Suk Lee, subirector adjunto de la CIA en el Centro de Misión para Corea afirmó que
"Tenemos la costumbre en este país y en todas partes de menospreciar de algún modo el conservadurismo que rige en aquellos regímenes autoritarios, pero, probablemente, ese es el interruptor más importante en cualquier conflicto… si dejamos aparte la bravuconería y la retórica (Kim Jong-un) no está nada interesado en involucrarse en un conflicto directo con Estados Unidos y sus aliados". (Agencia EFE reproducido por RT. Declaraciones de Suk Lee en la conferencia 'Ética y el Oficio de la Inteligencia',  CIA - Universidad George Washington – 4 octubre 2017).

Si habrá o no una guerra en la península coreana con implicación de arsenal nuclear es meramente especulativo, la diplomacia secreta intenta evitar que los “cariñosos” epítetos de bando y bando no pasen de eso. Rusia y China también actúan con sigilo para impedir un escalamiento de tensiones. 
Mientras sea tan provechosa la “guerra de amenazas” para todas las partes implicadas, a nadie conviene una hecatombe nuclear. La política norcoreana de disuasión armada (nuclear) es un poderoso aliado contra las siempre latentes amenazas estadounidenses.

Continuaremos en la siguiente entrega con un análisis de Manlio Dinucci sobre las tensas relaciones intercoreanas y las repercusiones en la política internacional.  



POS-ADDENDUM


23 abril 2018


Que Trump y Kim Jong-un vayan a reunirse es algo que mucha gente se niega creer, las condiciones están dándose. 

Conversaciones diplomáticas, reuniones de diferente tipo, disposición de los mandatarios de las dos coreas y estadounidenses están cambiando las reglas de juego que cada año nos tienen acostumbrados a los típicos "vientos de guerra" entre estos países. 

- Quien más gana de todo esto es, sin duda, el líder norcoreano, a su país le urge firmar un tratado de paz con Corea del Sur, si quiere sobrevivir en una economía mundial que le ha cerrado las puertas.
- Poder mantener relaciones comerciales libremente con otros países es algo que ha estado vetado a los norcoreanos más de medio siglo.
- Norcorea no puede seguir sosteniéndose económicamente, a pesar de todos los esfuerzos y sacrificios que hace el gobierno y la propia sociedad, esperando la siempre oportuna asistencia de China.
- Corea del Norte necesita, imperiosamente, poder unirse a exitosos modelos económicos regionales.
- La única forma para conseguirlo es rubricando un Tratado de Paz con sus hermanos del Sur. Las negociaciones siguen en buen camino. 
- Se espera grandes sorpresas, una nueva reunión intercoreana ha celebrarse el próximo 27 de abril puede develarnos algo interesante. Expertos afirman que podría lograrse una declaración conjunta que anuncie el final del largo conflicto entre las dos naciones.
Si Mr. Trump no se pone alevosamente "loco" y Kim Jong-un no comete otra "locura", este par de "locos" pueden poner un poco de cordura en este mundo "loco". 

Las cosas pueden ir por buen camino para los norcoreanos. Hay que recalcar que, lo último que ha deseado Corea del Norte, a lo largo de los años, es una guerra con los Estados Unidos. Está claro que Norcorea, para sobrevivir ante retóricos discursos amenazantes, no tenía otra opción que armarse, tomar una posición de fuerza que ha privado de muchos recursos a la población.


El programa de tecnología nuclear y desarrollo de misiles fue vital para Norcorea, eso y solo eso impidió que el país sea atacado o invadido. La persuasión nuclear siempre ha sido efectiva, no solo en este caso, sino entre las potencias mundiales, Mas, los norcoreanos no tienen forma de seguir manteniendo ese statu quo, privándose del desarrollo industrial en áreas claves para una economía sostenible. A ello debe sumarse la clara advertencia de China y hasta de Rusia que no están dispuestas a tolerar un conflicto nuclear cerca de sus fronteras. 


Hoy, Kim Jong-un ha declarado la suspensión del lanzamiento de misiles y pruebas  nucleares, aspira negociar convenientemente el desarme nuclear no solo de su país sino que exhorta a un plan más amplio que involucre a todos. Tal vez pide demasiado en lo último, pero por algo se empieza.



Al final King Jong-un no está tan loco... Trump tampoco.

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