La tierra de los Saud y el 'cuerno del diablo'
por Tito Andino U.
I
UN POCO DE HISTORIA
LA UNIFICACIÓN DEL REINO DE LOS SAUD
En anteriores entregas sobre esta saga hemos analizado ya el carácter extremista de los herederos de las tierras que antiguamente se conocían como el Hiyaz y el Nejd (o Neched).
En tiempos modernos formaron parte del IMPERIO OTOMANO. En 1744, la familia Saud tuvo un rol protagónico, el emir Muhammad bin Saud se alió y emparentó con Muhammad ibn Abd-al-Wahhab, fundador de la secta islamista del wahhabismo (fueron consuegros), ellos crearon el Emirato de Diriyah, el primer estado saudí (alrededor de Riad), cuya expansión fue notable durante un buen tiempo hasta que el Imperio Otomano lo liquidó en la denominada "Guerra Otomana–Wahhabi" (1811-1818).
No solo fue expansión mediante la guerra, también utilizaron la política de la diplomacia ante unos potenciales y futuros enemigos, los "infieles" británicos. La alianza Wahhab-Saud tenía que ofrecer a sus poderosos rivales foráneos algo que les garantice la continuidad en el trono, para ello ofrecieron la fanática obediencia de sus guerreros. Dejaron de utilizar la cita coránica de la yihad, como medio de defensa de la fe, profanaron los lugares santos de Medina y La Meca, redireccionaron sus fuerzas para expandir su nuevo reino, a la vez que servían como la nueva infantería del Imperio Británico.
Un segundo estado saudí fue declarado en 1824 por Turki ibn Abdul·lah, nieto de Muhammad bin Saud, se denominó el Emirato de Nechd, tuvo vigencia entre 1824 y 1891, cruentas guerras entre los clanes familiares, continuos cambios de gobernantes, la intervención de las tropas egipcias y la presencia otomana hicieron inviable el nuevo proyecto.
Tras muchas guerras entre clanes familiares y otros que pretendían el poder, la unificación se consiguió a través de la monarquía fundada por Abdelaziz al Saud en 1902. El "moderno" Reino de Arabia Saudí tuvo reconocimiento oficial como Estado en 1932. No obstante, la monarquía de los Saud ha conservado el carácter absolutista y teocrático conforme la aplicación extrema de ciertos principios del Islam fruto de su alianza -que nunca se ha roto- con la doctrina religiosa wahabbí (derivación del sunismo), aplicando la más rigurosa interpretación de la sharia, es decir, la ley islámica.
Arabia Saudí asumió desde 1932 la Sharia como la Ley Oficial del Estado y la doctrina wahabí como su línea de conducta.
En resumen:
- La alianza Wahab-Saud sigue vigente hoy. Los primeros ejercen el control religioso, de allí sale su Gran Mufti, quien desde el siglo XVIII promulga fatwas (o fatuas), que condenan a los infieles y bendicen la yihad de los modernos grupos terroristas como al Qaeda y el Estado Islámico; los segundos, dominan la vida política del reino, el estado de los Saud está representado por los símbolos de la Casa Saud, desde su bandera verde.
- La furia del wahabismo, desde sus inicios, con las masacres en las ciudades santas de Nayaf y Kerbala, a ido dirigida contra la corriente islámica chií. Los chiíes, una rama minoritaria comparada con los seguidores del sunnismo ha tenido que protegerse desde entonces contra esta amenaza constante (no de los sunníes sino del wahabismo. En múltiples ocasiones hemos demostrado que el sunnismo y el chiísmo conviven pacíficamente).
- Aunque como defensores de su Imperio, los Otomanos (sunníes) fueron los únicos que alertaron del peligro wahabí, los combatieron ferozmente, estuvieron cerca de liquidarlos para siempre, utilizaron tropas venidas de Egipto y otras regiones del imperio para esas tareas. Con ello garantizaban la seguridad de las rutas de comercio y de peregrinación a las ciudades santas de La Meca y Medina, pero el wahabismo sobrevivió.
- El Imperio Británico anhelaba apoderarse de las rutas comerciales controladas por los otomanos, no vacilaron en aliarse con los Wahab-Saud y los financiaron, ayudando de esa forma a su no erradicación, convirtiéndose los wahabíes en la quinta columna contra los otomanos.
- El linaje Wahab-Saud ganó impulso a inicios del siglo XX, alrededor de Riad, ahora dependían de Abdelaziz al Saud, que gozaba de gran poder.
- Al estallar la Primera Guerra Mundial los Wahab-Saud y la "Sublime Puerta" (Imperio Otomano) eran enemigos mortales, los primeros aprovecharon la oportunidad, apostaron por la mejor opción, no tenían duda que los británicos les recompensarían con creces, ya se manejaba la posibilidad de unificar la Península Arábiga en torno al linaje de los Saud, pero esa tarea no sería fácil, nuevos conflictos internos estallarían.
- Eran tiempos en que la palabra petróleo empezaba a tener gran sentido para los imperios industriales, el ejército británico fue movilizado para apoyar a los saudíes en la pacificación del territorio, la valorización de la inmensa riqueza de hidrocarburos que yacía bajo suelo arábigo lo ameritaba.
Cómo han sobrevivido los Wahab-Saud a los tiempos presentes?
La incógnita de cómo ha sobrevivido este tipo de régimen a través del siglo XX y su continua consolidación en el siglo XXI con un poder absolutista está resuelta.
Las emergentes riquezas petroleras forjaron una alianza férrea con los imperios coloniales de Europa y los Estados Unidos de América, aquello garantizó a los Saud mantenerse en la cúspide del poder. Qué mejor forma de perpetuarse en el trono, sino bajo padrinazgo de las potencias coloniales europeas y ahora norteamericanas?.
Así como forjaron el camino a su reconocimiento como estado fruto de su servidumbre al imperio británico antes, durante y después de la primera guerra mundial, hordas enteras que hoy denominamos "yihadistas" se pusieron al servicio de su majestad británica, como quinto columnistas ayudando a desmoronar la retaguardia otomana y, en tiempos presentes, han intervenido decisivamente, alimentando el odio del fundamentalismo "yihadista internacional", irrumpiendo contra otras naciones árabes, su presencia ha sido decisiva para la derrota soviética en Afganistán, la guerra separatista en Bosnia, los conflictos en Irak, Siria, Yemen, Líbano, etc. Los Saud, son los principales patrocinadores de grupos radicales como al Qaeda y el Estado Islámico y otras tantas derivaciones regionales que van desde Nigeria a Filipinas y todo Oriente Próximo.
En el presente el reino de los Saud aspira sobrevivir gracias a su juramento de mantenerse fiel y vasallo de las potencias occidentales. Jamás han protestado que la tierra sagrada de los musulmanes sea pisoteada por las botas de las tropas estadounidenses, permitiéndoles instalar bases militares.
De allí surge la actual cólera de los halcones norteamericanos contra Trump y su nueva política internacional, es decir, poner fin al patrocinio y utilización del terrorismo islámico (wahabismo) a través de la "yihad" contra los "infieles" y "apóstatas" árabes (léase naciones árabes laicas opuestas a los designios de Occidente). El área dura del Pentágono, el Complejo Militar-Industrial y los políticos de la extrema derecha estadounidense quieren seguir manejando el yihadismo para disfrazar sus intervenciones en la región.
A petición del gobierno Trump, "nuevos" vientos soplan en el reino, el príncipe heredero ha comprometido su palabra y ha llamado a la apertura de la cerrada sociedad saudí a nuestros tiempos, podrá hacerlo?. No obstante la dictadura prevalecerá y seguirá conservando sus privilegios a cambio de entregar dócilmente su riqueza petrolera, es su única opción de supervivencia, lo contrario significaría su destrucción y la división del Reino de los Saud en múltiples estados marionetas. (Revisar la segunda parte de esta serie de artículos).
La importancia del estudio del investigador francés Jean-Michel Vernochet es tal, que volvemos a citarlo por tercera ocasión:
“Sería demasiado simple ver la ideología wahabita sólo como un instrumento de influencia o incluso de dominación regional. Está comprobado que el wahabismo cohabita perfectamente con el anarco-capitalismo. Por muy sorprendente que pueda parecernos, eso está fuera de dudas. La continua expansión del wahabismo durante el siglo pasado está estrechamente vinculada con la del modelo financiero, económico y societario anglo-estadounidense. La suerte de la Península Arábiga ha estado indisolublemente ligada, desde 1945 y hasta el sol de hoy, a la América-Mundo… la cual constituye una especie de hidra de varias cabezas pero cuyas cabezas fundamentales están en Manhattan, Chicago (donde se halla la bolsa mundial de materias primas), Washington con la Reserva Federal, en la City de Londres, en Bruselas con la OTAN, en Francfort con la sede del Banco Central Europeo y en Basilea, ciudad que alberga una súper empresa anónima en el sentido jurídico que funge como banco de los bancos centrales, o sea ¡el Banco de Pagos Internacionales!”. (1)
EL FUTURO REY SALMAN
No cabe la menor duda que Mohammed bin Salman es el nuevo siervo de los Estados Unidos, cuando se lo requiera actuará y hará derramar la sangre de los pueblos árabes. Está en la fase de consolidar su futuro y largo reinado a cualquier costo (lo hemos revisado en la segunda parte de estos artículos), ha logrado eliminar sus rivales al trono, privándoles de sus riquezas, muchos príncipes y otros bandidos saudíes (sus familiares) terminaron tras las rejas y sujetos a la confiscación de sus riquezas.
Hoy está empeñado -aunque se maneja con sigilo- en finiquitar una alianza con Israel, que será avalada con un tratado de paz (como lo hicieron Egipto y Jordania), con ello anhela recibir el beneplácito para desarrollar armas nucleares reservadas para su gran enemigo, la República Islámica de Irán.
En su reciente visita a Londres (7 de marzo), el Heredero ha sido tratado como la "eminencia" que es, claro, comprar armas por un monto superior a los 6.000 millones de dólares, no puede permitirse otro trato, suscribió, además, un contrato por 48 aviones Eurofighter Typhoon con la británica BAE System. Los ingleses no son los únicos que recibirán los petrodólares a cambio de armamento, Francia, Alemania y otros comerciantes de la muerte occidentales como la católica España también recibirán una tajada del pastel.
Quien se lleva el plato fuerte de los contratos armamentísticos son los Estados Unidos que venderá miles de misiles antitanque y otros avanzadas tecnologías militares, se habla de una escalofriante cifra de 110.000 millones de dólares. Los contratos fueron suscritos en mayo del 2017 con la visita del presidente Trump a Arabia Saudí. En estos días de larga visita a los Estados Unidos (mayo 2018), el príncipe heredero sellará nuevas alianzas con las grandes transnacionales petroleras, contratos alrededor de los 35.000 millones de dólares. Estas inversiones tienen un propósito, ablandar a Norteamérica para que se autorice el inicio del programa nuclear saudí (con fines "pacíficos"). En montos generales, se estima en 380.000 millones de dólares el valor de los contratos de todo tipo que firmará el reino.
Rusia no ha querido quedarse relegada, en la visita del Heredero a Moscú (4-5 octubre 2017), vendió armas por 3.000 millones de dólares a Arabia Saudí, con la salvedad que exige el dinero de por medio, caso contrario el acuerdo no se hará efectivo.
Contra quién piensa el Heredero emplear todo ese moderno arsenal?
Aquí cabe preguntarnos, por qué en la actualidad el sistema teocrático de la República Islámica de Irán es demonizado en el mundo occidental, en Israel y por los islamistas sunníes?, no obstante la evidente crueldad de la teocracia saudí que se mantiene campante y aplaudida en Occidente? Los estadounidenses han dividido el mundo islámico en 'buenos' y 'malos'; los 'buenos' son sus aliados (nominalmente los sunníes) como los saudíes y; los 'malos', naturalmente, son los chiíes ("terroristas") como Irán desde la Revolución Islámica de 1979 (antes de ello, en la era de los Sha, los iraníes eran considerados parte de los 'buenos').
En su visita a Londres, el Heredero ha sido enfático, de forma pública declaró, a través de 'Wall Street Journal' (29 marzo 2018), que no descarta que dentro de 10 o 15 años inicie una guerra entre Arabia Saudita e Irán. Si se quiere evitar aquello, afirma el príncipe, la comunidad internacional debe presionar a Irán política y económicamente, aplicarle nuevas sanciones que evitarán el conflicto militar. Los vientos de guerra -aunque tempraneros- han dado sus primeros pasos, cortando relaciones diplomáticas del reino Saud con Irán y la fuerte presión a naciones árabes y africanas para relentizar sus relaciones con Teherán.
Sabemos que los Saud acusan a Irán de fomentar la guerra en Yemen apoyando a los hutíes, los señala como responsables de llevar el conflicto a territorio saudí y de intentar desestabilizar al mundo árabe. Por supuesto que Teherán niega la acusación y toma nota de las amenazas saudíes, denunciando la real intervención saudí en el conflicto yemení junto a una coalición internacional que ha recibido duras críticas de la comunidad internacional por las crisis humanitarias causadas.
En el área económica, según fuentes saudíes, el plan “Visión 2030”, ha sido diseñado para el Heredero, supuestamente evitará que el reino siga siendo dependiente del extranjero. En la práctica, en una sola cosa ha demostrado el Reino ser autónomo, en materia de represión interna, se caracteriza por ejercer autodependencia en la forja de su propia espada, desde la designación del príncipe heredero las ejecuciones públicas se han duplicado.
Sin embargo, varias agencias de información señalan que desde 2014 el reino saudí adolece un gran déficit presupuestario, se habla de 260.000 millones de dólares, que se incrementará drásticamente este 2018 por los contratos suscritos en compra de armamento.
Fuentes del gobierno saudí asumen adoptar medidas fiscales, desde la reducción de subvenciones al incremento de impuestos. No cabe duda que la mejor forma de cubrir el déficit fiscal ha sido a través de la confiscación de las propiedades de sus parientes de la familia real caídos en desgracia tras la rancia efectuada desde los últimos meses del año pasado, esas expropiaciones permitirán ingresar alrededor de 100.000 millones de dólares. Otra fuente de ingresos será la anunciada salida a bolsa del 5% de Aramco, la empresa petrolera estatal.
II
ALGUNAS CUESTIONES RELIGIOSAS:
El hadiz (narración) o hadices componen la Sunna (conducta y comportamiento del Profeta Mahoma o Muhammad), son los relatos de su vida, sus palabras, dichos, refranes, conversaciones y también de los Imanes Infalibles (generalmente chiíes), describen, además, los actos y las reacciones del Profeta ante los actos de sus discípulos.
La Sunna es la segunda fuente de la ley musulmana, después del Corán, señala como debe comportarse en la vida diaria el musulmán (no forma parte del libro sagrado), son tradiciones orales de quienes estuvieron junto al Profeta y escribieron sus mensajes, se dice que alrededor de cincuenta compañeros del Profeta Muhammad reunieron hadices, los más conocidos son Bujari y Muslim.
Los hadices son transmitidos mediante tradición oral, "a través de una cadena (silsilat) de relatores quienes atestiguaron que la transmisión y la tradición eran validas (riwayah). Esta cadena de transmisión llamada isnad es la que otorga legitimidad al hadiz, en ella figura de forma precisa la genealogía de la cadena de transmisores".
La Sunna es la segunda fuente de la ley musulmana, después del Corán, señala como debe comportarse en la vida diaria el musulmán (no forma parte del libro sagrado), son tradiciones orales de quienes estuvieron junto al Profeta y escribieron sus mensajes, se dice que alrededor de cincuenta compañeros del Profeta Muhammad reunieron hadices, los más conocidos son Bujari y Muslim.
Los musulmanes jamás citan el nombre del Profeta sin acompañarlo de bendiciones que se señalan por las abreviaturas que aparecen entre paréntesis (s.a.s.) sallá llahu ‘alaihi wa sallam que significa “ la paz y las bendiciones de Alláh caigan sobre él”. (2)
EL CUERNO DEL DIABLO
En búsqueda de información sobre el wahabismo me encontré con un hadiz de Muhammad al Bujari (uno de los primeros seguidores del Profeta), suele denominarse el siguiente hadiz como "el Hadiz de Nejd":
Relata que el Profeta pidió a Alá bendecir varias regiones árabes, evitando nombrar el Nejd, la árida región central de la Península Arábiga, donde se asienta la actual Riad. Cuenta el hadiz que los seguidores de Mahoma al escucharlo le pidieron bendiciones para el Nejd, el Profeta ignoró al menos en dos ocasiones sus súplicas:
"Relata Muhammad al-Bujari que, según Abdullah ibn Umar, el Mensajero de Alá (la paz y la bendición de Alá estén con él) dijo “¡Oh Señor mío, bendice para nosotros Siria!, ¡oh Señor mío, bendice para nosotros el Yemen!”. La gente dijo: “¿y el Nejd?”. Siguió: “¡Oh Señor mío, bendice para nosotros Siria!, ¡oh Señor mío, bendice para nosotros el Yemen!”. Dijeron: “¿y el Nejd?” y creo que en la tercera vez dijo “en este lugar habrá terremotos y sediciones, y es también en este lugar donde aparecerá el Cuerno del Diablo".
Fascinante hadiz. Hasta para quienes no profesamos la fe Islámica nos sentimos tentados aceptarla como una profecía cumplida en el presente.
Veamos un par de valiosos análisis:
"Intrigante. ¿Qué sentido tenía esa profecía?.
A estas alturas, y regresando a la cita del Hadiz en la que el Profeta alude al Nejd como el lugar terrible donde aparecerá el Cuerno del Diablo, ¿sería exagerado decir, como han dicho muchos musulmanes, que estamos ante una profecía que condena el fundamentalismo, el rigorismo exagerado de la letra por encima de la experiencia religiosa y de la alegría de creer? ¿Podría decirse que el Profeta entendió que en aquel paraje tan árido, donde la Naturaleza parece reducirse a lo mínimo y lo estéril es la norma, la versión más intolerante de su revelación encontraría el sitio perfecto para hacerse realidad?" (3)
Otra fuente de consulta muy interesante es la siguiente:
"Mahoma describe que un pueblo distorsionará la fe musulmana para nunca volver a ella y que su señal serán cabezas afeitadas. Leyendo entre líneas y desde el Siglo XXI, podemos identificar el Cuerno del Diablo con la corriente religiosa wahhabita-salafista, promovida por la familia real Saud, una versión radical del Islam que muchos ni siquiera consideran propiamente islámica, es la corriente religiosa profesada por Al-Qaeda, la Hermandad Musulmana, los terroristas chechenos y que se imparte en las madrazas pakistaníes donde se forjan futuros talibanes. Las cabezas afeitadas pueden ser perfectamente las de los mercenarios salafistas patrocinados por los Golfos en Siria y Libia". (4)
El Nejd, Nechd o Néyed es una región interior de la Península Arábiga, una meseta que se eleva sobre el nivel del mar, como todo el territorio es árido y extremadamente caliente, allí se asienta la actual Riad, la capital del reino saudí, también es el lugar donde surgió la corriente religiosa fundamentalista del Islam conocida como wahabismo que se alió con la Casa de los Saud en el siglo XVIII (alrededor de 1750), desde sus inicios se percibió su carácter extremista, sus primeras víctimas fueron los musulmanes chiíes en las masacres de Kerbala y Nayaf y dentro de los territorios que controlaba el Imperio Otomano.
El fundamentalismo wahabí, desde sus orígenes, conlleva el rechazo del progreso en cualquier sentido, su propósito ha sido siempre aplicar la "Yihad" contra todo aquel que se oponga a la pureza musulmana, pero tras ellos opera otra mano... muy distante y distinta de sus creencias.
“Lo que más ama el Demonio es mezclar la mentira con la verdad”, dice otro hadiz. Una interesante reflexión, de un auténtico estudioso del Islam, aporta más datos a nuestra investigación, citemos:
"Como hemos dicho en numerosas ocasiones todo comenzó cuando Inglaterra deseaba extender su influencia en Oriente Medio, y al no encontrar manera alguna de corromper a las autoridades, así como a los ulama, encontró su aliado ideal en Muḥammad Ibn Abdil Wahhab, quien ayudado por el espía inglés, M. Hempher, falsamente convertido al Islâm, desarrolló un programa ideológico y político para destruir el califato Otomano destruyendo las bases del Islâm.
Para esto, el malvado Ibn Abdil Wahhab, comenzó a poner en tela de juicio todos aquellos hadices auténticos los cuales no convenían a su programa. Algunos de estos hadices los declaró falsos y otros débiles, cosa que fue secundada mediante la fuerza y los asesinatos de sus aliados, la familia Saud; familia ésta del Naŷd, región maldita por el profeta – sobre él la plegaria y la paz –, quien declaró que por aquella región saldrían los cuernos del Diablo.
Esta labor fue retomada y secundada por el gran Šaytan del siglo XX, Nasiruddin Albani, quien no solamente se contentó con declarar falsos muchos hadices auténticos... ¿Cómo semejante ser ha podido tener y aún tiene seguidores? Es algo que fríamente no se puede llegar a comprender, salvo que uno admita que la maldad ha ganado los corazones de muchas de las gentes de estos tiempos... " (5)
No queda el menor resquicio de duda que ya desde sus inicios el wahabismo fue visto con buenos ojos por el Imperio Británico, tenían que aprovechar ese potencial explosivo para sus ambiciones coloniales en contra de su enemigo, el Imperio Otomano. Los fanáticos eran "bárbaros, esclavistas y extremadamente crueles", especialistas en cortar cabezas -costumbre que perdura hasta el día de hoy en el "democrático reino de los Saud"-. Cuando los británicos ocuparon Bahréin, 1820, se aliaron con miembros de la tribu de Saud y los asesinos wahabitas, convirtieron al jefe de la tribu, Ibn Saud en un respetable “Sir”. Se los utilizaría para atacar a los otomanos y, sobre todo, los wahabíes debían cumplir la misión de proteger la ruta a las colonias indias, la “joya de la corona”. Recordemos las aventuras de Laurence de Arabia.
Para no hacer largo el relato, recomiendo volver a repasar la primera entrega de esta serie de artículos del blog. (enlaces al píe de página). A la vez, una práctica guía didáctica sobre la historia del wahabismo puede ser consultada en la nota a pie de página (5)
EPÍLOGO
Se ha discutido si el wahabbismo es una doctrina religiosa o una ideología de estado, en realidad son las dos cosas a la vez, ya que con el uso radical de la religión se ejerce el control político-social. Sin duda, conserva rasgos de una dictadura feudal monárquica absolutista y fundamentalista, sin que exista vestigios de lo que llamamos democracia.
Para el reino de los Saud, si la sharia es la ley islámica, también es la ley común y hasta la Constitución del Estado (oficialmente la Arabia de los Saud es el único país en el mundo que no tiene una Constitución Política). Las prohibiciones están a la orden del día más que los derechos ciudadanos, la policía religiosa se encarga de controlar a los fieles y castigar a los "trasgresores". Como hemos expresado en anteriores entregas, las obligaciones de los súbditos saudíes rigen solamente para el pueblo, la clase dominante, los miles de príncipes y otros bandidos que pululan por las cortes escapan a las prohibiciones emitidas por las autoridades religiosas.
En cuanto al espinoso tema que no gusta tratarse en Occidente, el Heredero, Mohamed bin Salman, afirma que el wahabismo y su propagación se financia con dineros de "fundaciones" existentes en el reino y no son fondos del gobierno. Si hacemos historia, la propagación del wahabismo a nivel regional y en el mundo islámico se inició a raíz que Occidente exigiera a los Saud ayuda (financiera) para contrarrestar, en la época de la Guerra Fría, a la URSS que influía en las naciones musulmanes. Para nadie debe ser raro repasar hechos recientes (no muchos años atrás), en que Riad inició y continúa financiando la construcción y mantenimiento de mezquitas y madrazas no solo en países de mayoría musulmana sino también en territorio europeo, alegan los saudíes que lo hacen por petición de sus aliados occidentales.
Será que el Profeta Mahoma señaló que el cuerno del diablo era su propia nación?
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Enlaces a los artículos anteriores:
Un cuento de príncipes y otros bandidos (1). Los Saud de Arabia
Un cuento de Príncipes y otros bandidos (2) Juego de Tronos en la Arabia de los Saud
NOTAS:
(1) ¿Es musulmán el wahabismo? Jean-Michel Vernochet
(2) Los cuarenta hadices
(3) El Cuerno del Diablo: el Nejd y el corazón de Arabia
(4) Heartland —el corazón de tierra firme
(5) LAS CIENCIAS DE LA SUNNA – LOS DETRACTORES Y FALSIFICADORES DEL HADIZ
(6) El Cuerno del Diablo: el Nejd y el corazón de Arabia.- Ob. Cit.
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Otras fuentes de consulta:
Príncipe heredero saudita: Occidente nos pidió invertir en la difusión del wahabismo en Guerra Fría
Arabia Saudita: "En los próximos 10 o 15 años podríamos entrar en guerra contra Irán"
Los contratos de armamento de Bin Salman dilapidan los recursos de Arabia Saudí
Arabia Saudita: El trono sangriento
Conexión Al Qaeda: Del islamismo radical al terrorismo nuclear