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06 abril 2020

Estados Unidos - OTAN: Geoestrategia en plena crisis de coronavirus




Resumen de diversos artículos
publicados en Red Voltaire


El conocido politólogo italiano Manlio Dinucci señala que mientras Europa se reorganiza haciendo frente a la pandemia de coronavirus, produciendo cambios radicales que afectan a toda la sociedad, hay algo que opera sin contratiempos, la OTAN, organización militar que recibió en completo silencio al socio Número 30 de la Alianza, Macedonia del Norte, el 27 de marzo 2020. 

La crisis por el coronavirus ha detenido en gran parte el "Defender Europe ‎‎2020" ejercicio militar estadounidense con la colaboración de sus socios europeos. Ya no se ven muchos soldados, por obvias razones, pero sí la misma cantidad de bombarderos nucleares. El "Joint Warrior" (un ejercicio parte del Defender 2020) inició en Escocia prácticas aeronavales y algunas maniobras terrestres, durará hasta el 10 de abril.

En este ambiente, Estados Unidos sigue advirtiendo a los demás miembros de la OTAN que deberán incrementar sus presupuestos militares, vital para la "defensa ante el agresor" (Rusia, evidentemente). Hablamos de miles de millones de dólares que se exigen para el presupuesto atlantista en plena crisis de coronavirus que costará esos mismo miles de millones de dólares y que destruirá, sin duda, más de una economía de los países europeos. Aún más, Estados Unidos sigue presionando a los europeos terminar con cualquier acuerdo económico con Rusia y China.

‎El referido analista italiano concluye que

"Las fuerzas de la gran finanza internacional, están utilizando la crisis del ‎coronavirus en una ofensiva de envergadura mundial con las armas más sofisticadas de la ‎especulación, son más poderosas que las fuerzas militares ya que también controlan las ‎decisiones del complejo militaro-industrial. Esas fuerzas son capaces de llevar millones de ‎ahorristas a la ruina y pueden utilizar la deuda para apoderarse de sectores económicos enteros". ‎



Un golpe bajo, mientras el Consejo de Europa clama por la cooperación con la comunidad internacional para limitar la propagación del virus, el suministro de equipos médicos, promoviendo la investigación científica para luchar contra la pandemia y, por supuesto, intentando hacer frente a las consecuencias socioeconómicas, a pesar de las divergencias entre socios en el aspecto de la ayudas financieras urgentes, Estados Unidos exige miles de millones de dólares para que la OTAN haga frente al "enemigo" (Rusia).

Thierry Meyssan, señala que "la receta es siempre la misma: ‎recurrir a la presión psicológica para lograr que la gente haga voluntariamente cosas sobre ‎las cuales se sabe que son inútiles, pero que dirigen hacia la vía de la mentira". 

Sin que el mundo se entere se han dado, estos días, movimientos militares estratégicos en medio de la pandemia de Covid-19. 

No solo es el "Defender 2020" suspendido  en buena parte. En Próximo Oriente, más concretamente, en los Emiratos Árabes Unidos se realizaron el 21 y 23 de marzo, ejercicios militares entre tropas del mencionado Emirato (EAU) y algunos miles de soldados estadounidenses, denominado "Native Fury 20". Lo curioso es que se entrenan en un gran campo construido para ejercitar ataques a Irán, pero el de estos días se realizó como ejercicio de ataque a Arabia Saudí.‎



Tropas estadounidenses y emiratíes realizan ejercicios conjuntos en Abu Dabi, 23 marzo 2020. Foto AP


Según fuentes informadas, ‎Donald Trump ha denominado este nuevo teatro de operaciones como "OTAN-MO", (OTAN -Medio Oriente), y todo parece indicar que los pequeños Emiratos ‎Árabes Unidos podrían convertirse en el nuevo gendarme del programa estadounidense conocido como "Medio Oriente Ampliado" o "Gran Medio Oriente", que incluye el Cuerno de África (conforme una nota de Red Voltaire). 
Al respecto de lo anterior, Thierry Meyssan ha publicado hace unos días un valios artículo "La primera guerra de la ´OTAN-MO´ ‎perturba el orden regional", se sintetiza en lo siguiente:

"Mientras europeos y árabes se concentran en el coronavirus, los anglosajones ‎se dedican a modificar el orden del mundo. Cumpliendo órdenes de Estados Unidos, el ‎Reino Unido ha tomado el control de la entrada del Mar Rojo, Emiratos Árabes ‎se vuelve en contra de Arabia Saudita y le inflige una derrota humillante en el sur ‎de Yemen, mientras que los hutis hacen lo mismo en el norte. Yemen se ha dividido ‎de hecho en dos Estados y la integridad territorial de Arabia Saudita corre ‎peligro".

El discurso de Trump sigue siendo doble, por un lado prosigue, en verdad, retirando tropas de Irak. Agnanistán, Siria, al mismo tiempo utiliza a su socio británico para efectivizar la que se empieza a denominar "Nueva OTAN-Medio Oriente" (OTAN-MO). Los británicos volverán a tener rol protagónico en los conflictos regionales. Se habla de que la estrategia Rumsfeld/Cebrowski intenta consolidar la división ‎‎de la República de Yemen en dos estados, hecho que puede acarrear el posiblemente ‎desmembramiento de Arabia Saudí. ‎‎Trump ha dado luz verde a esta ‎nueva etapa, única condición: las tropas estadounidenses no participarán de forma directa, sino a través de Emiratos Árabes Unidos. ‎

Con ese fin, el 5 de marzo, el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, recibió en el Pentágono al ministro de Defensa británico, Ben Wallace



El Secretario de Defensa de los EEUU, Mark Esper junto al Ministro de Defensa británico, Ben Wallace.


La “relación especial” entre Washington ‎y Londres se ha restaurado, se han reforzado los “Cinco Ojos” y Reino Unido asumirá ‎el mando de las operaciones de la OTAN-Medio Oriente. En otro acto, el mencionado ministro británico respaldó la necesidad de juzgar al ‎‎"dictador" Bashar al-Assad, lamentando que es imposible hacerlo por el apoyo que presta "el oso ruso". Conforme Meyssan, "Siria sigue siendo un enemigo, pero parece ‎intocable. La guerra se desplazará a otro lugar". ‎Otro dato curioso es que el ministro Wallace, el 12 de marzo de 2020, garantizó a su par turco que la intención del Pentágono no es destruir a Turquía sino Arabia Saudí.



El 12 de marzo de 2020, el ministro de Defensa británico, Ben Wallace, y su homólogo turco, el general Hulusi Akar, inspeccionan los “puestos de observación” turcos que ‎sirven de base de repliegue a los yihadistas atrincherados en la gobernación siria de Idlib. ‎Londres asegura a Ankara que el Pentágono no destruirá Turquía sino Arabia Saudita.

‎"Originalmente, ‎el Pentágono había planeado dividir nuevamente Yemen en dos partes, volviendo a la frontera ‎que existió allí hasta 1990. El Pentágono había empujado Arabia Saudita e Israel a lanzarse ‎al asalto de Yemen para explotar los recursos petroleros del desierto de Rub al-Khali, región cuya administración comparten Arabia Saudita, Omán, ‎Emiratos Árabes Unidos y Yemen. La operación ‎se realizó con la participación de la aviación israelí, de mercenarios colombianos agrupados bajo ‎la bandera saudita y con tropas de Emiratos Árabes Unidos. La coordinación estuvo en manos de ‎un estado mayor tripartita (Arabia Saudita, Estados Unidos e Israel), instalado en Somalilandia".
 
Pero, en la mente maquiavélica de los estrategas del Pentágono, ahora, han decidido dividir la coalición Arabia Saudí - Emiratos Árabes Unidos. Sin implicar a sus tropas, se intentará completar la ‎nueva división de Yemen. 

Vale recordar el Pacto del USS Quincy, es decir la reunión del 14 de febrero de 1945 en el crucero USS  Quincy, entre el rey Abdelaziz ibn Saud, fundador del reino saudí y el presidente de los Estados Unidos, Franklin Roosevelt, que regresaba de la Conferencia de Yalta. Por ese acuerdo los Estados Unidos se comprometieron a proteger ‎al rey saudí. Sin embargo, conforme la interpretación actual de los "sabios" del Pentágono,  "proteger al Rey" no significa, ni obliga a proteger a su heredero, ni tampoco a proteger ‎el país.‎



"El soberano de facto de Abu Dabi y presidente –también de facto– de ‎Emiratos Árabes Unidos, Mohamed ben Zayed, fue el mentor del príncipe heredero del trono ‎saudita, Mohamed bin Salman. Pero el alumno quiso aplastar a su maestro. En definitiva, ‎será el discreto MBZ quien acabe aplastando al vanidoso MBS".

El Pentágono ha posicionado un navío de guerra frente a Adén, tropas británicas se instalan en la isla de Socotra junto a los Emiratos Árabes Unidos, se desplegaron allí misiles antiaéreos Patriot. ‎En Yemen, los hutis del norte, apoyados por Irán, atacan con éxito bases militares sauditas y hacen numerosos prisioneros; ‎las tribus respaldadas por EAU atacan a las tribus que los saudíes apoyan ‎en Adén. 

"En Riad, el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salman, después de haber torturado a ‎su amigo de la infancia –demasiado brillante para seguir siendo del agrado de MBS–; después de ‎haber asesinado a sus rivales; después de haber ejecutado al jefe chiita de la oposición; después ‎de haber encarcelado y despojado a sus hermanos y tíos; después de haber ordenado el ‎asesinato y descuartizamiento en Estambul de un miembro de la Hermandad Musulmana ‎demasiado indiscreto, ya no tiene a nadie que lo apoye". ‎

Mientras todo esto sucede en Medio Oriente, al mismo tiempo, en Europa continúa la lucha contra la epidemia de coronavirus (algunos dicen que de forma equivocada), no cabe duda que la UE ha entrado en recesión económica.

"Cuando haya pasado el pico de la epidemia, Europa ya no será una gran potencia económica y ‎el mundo se organizará de otra manera… sin ella".

Luego de esta introducción resumida de varias fuentes, vale la pena leer el siguiente e íntegro análisis de Thierry Meyssan.


Golpistas a la sombra del coronavirus

Mientras la opinión pública se mantiene pendiente de las cifras de progresión del ‎coronavirus, los poderes ejecutivos sufren una profunda reorganización en la que los ‎altos funcionarios de la salud prevalecen momentáneamente sobre los políticos. Pero, ‎en la sombra, banqueros y militares se preparan en espera de su turno para confiscar ‎el poder.


Secretario de Defensa, Mark Esper.


El 1º de febrero, el Secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, instruyó al general ‎Terrence J. O’Shaughnessy el inicio de una serie de preparativos. El 13 de febrero, el general ‎declaraba ante la Comisión del Senado para las fuerzas armadas que se han iniciado ‎preparativos para el peor escenario posible. En caso de catástrofe sanitaria, el plan de ‎‎“Continuidad del Gobierno” convertiría al general O’Shaughnessy en el próximo dictador de ‎Estados Unidos –en el sentido que ese término tenía en la Antigüedad.‎



General ‎Terrence J. O’Shaughnessy

Supremacía de la lógica administrativa sobre la lógica política
Numerosos gobiernos de los países industrializados han respondido a la epidemia de Covid-19 ‎decretando el confinamiento de la población

Esa estrategia no tiene nada que ver con ‎la medicina, que nunca practicó el aislamiento de las personas sanas. Se trata en realidad de ‎administrar los medios médicos para evitar un flujo masivo de enfermos que desbordaría los ‎hospitales. 

Son pocos los países industrializados que, como Suecia, han rechazado esa visión ‎administrativa ante la epidemia. Esos países han optado por una acción de carácter médico y ‎no practican el confinamiento generalizado. 
La primera enseñanza que nos deja lo que está sucediendo es, por consiguiente, que en los ‎países desarrollados la lógica administrativa prevalece sobre la experiencia médica.
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Sin embargo, aun careciendo de competencias médicas, no dudo que milenios de experiencia ‎médica y sanitaria tienen que ser más eficaces contra una enfermedad que las “recetas” ‎burocráticas.

En todo caso, la observación del fenómeno actual permite comprobar que ‎Suecia cuenta sólo 10 muertos por millón de habitantes mientras que Italia ya registra ‎‎166 fallecidos por cada millón de habitantes. Por supuesto, esto es sólo el principio de la ‎epidemia y se trata de dos países muy diferentes. Pero, es probable que Italia tenga que ‎enfrentar una segunda oleada de contaminación y también una tercera mientras que Suecia ya ‎habrá adquirido un nivel de inmunización colectiva y estará protegida. ‎

Supremacía de los altos funcionarios de la salud sobre los responsables electos por el pueblo
Después de haber señalado lo anterior, hay que resaltar que el confinamiento generalizado de la ‎población sana perturba, además de la economía, los modos de gobierno. En casi todos los ‎países estamos viendo la palabra de los políticos quedar en segundo plano ante la palabra de los ‎altos funcionarios del sector de la salud, que lógicamente deben ser más eficaces. Y esto es lógico ‎dado el hecho que la decisión de confinamiento es puramente administrativa. Se ha aceptado ‎colectivamente luchar por los hospitales y tratar de protegernos de la enfermedad, en vez de ‎combatirla. ‎

Por desgracia, cualquiera podrá comprobar que, a pesar de las apariencias, no se ha ganado ‎en eficacia. Por ejemplo, los países miembros de la Unión Europea han sido incapaces de proporcionar el equipamiento médico y las medicinas que se necesitan en el momento oportuno. ‎El problema viene de las reglas habituales.



Para el director general de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ‎China y Corea del Sur han dado el ejemplo al generalizar el uso de pruebas de diagnóstico, ‎lo cual es una manera de decir que, como práctica médica, los métodos de Italia y Francia son ‎absurdos.


Basta señalar que la globalización económica ha llevado a que quede un solo fabricante de respiradores ‎artificiales… y a que ese fabricante sea chino. Los procedimientos de licitación imponen un plazo ‎de varios meses antes de lograr disponer de ese “producto” y los políticos no están para saltarse ‎esos procedimientos. Estados Unidos ha tenido que intervenir empresas para resolver ese ‎problema.
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Francia, país que durante la Segunda Guerra Mundial vivió bajo una dictadura administrativa, ‎encabezada por Philippe Petain bajo la denominación de «Estado Francés», ya ha vivido también ‎cuatro décadas de confiscación del poder político por parte de los altos funcionarios, lo que ‎los franceses han llamado la «ENArquía» [1]. Pero ese sistema ha privado a los políticos del ‎conocimiento en materia de administración que antes obtenían al ejercer diferentes ‎mandatos locales y regionales, antes de llegar al nivel nacional. Actualmente, los responsables que ‎ocupan cargos electivos disponen de menos información que los altos funcionarios y enfrentan ‎grandes dificultades para controlar los actos de estos últimos.
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En las actuales circunstancias de la crisis del coronavirus, los altos funcionarios del sector de la ‎salud se ven investidos abruptamente de una autoridad que normalmente no tienen. Ante eso, ‎banqueros y militares aspiran ahora a una promoción similar, en detrimento de los políticos. ‎

Los banqueros, a la espera de su oportunidad
En Reino Unido, Gordon Brown, ex ministro de Finanzas y posteriormente primer ministro ‎británico, acaba de publicar en el Financial Times un texto donde propone utilizar el miedo al ‎Covid-19 para hacer lo que no se logró concretar durante la crisis financiera de 2008 [2]. En aquella época Gordon Brown ‎no logró crear un gobierno financiero mundial y tuvo que conformarse con una simple ‎concertación en el G20. Ahora, afirma Gordon Brown, sería posible instaurar un gobierno mundial ‎de la salud y determinar qué potencias podrían asociarse a los miembros permanentes del Consejo ‎de Seguridad de la ONU.

Nada permite creer que tal gobierno mundial haría las cosas mejor que los gobiernos nacionales. ‎Lo que que sí es seguro es que esa entelequia escaparía a toda forma de control democrático.


James Gordon Brown, ex primer ministro británico entre junio 2007 y mayo 2010 y líder del Partido Laborista.


Ese proyecto no tiene más posibilidades de llegar a concretarse que el proyecto de gobierno ‎financiero mundial. Gordon Brown era también un acérrimo defensor del mantenimiento del Reino ‎Unido dentro de la Unión Europea, apuesta que también perdió. ‎

El Estado Profundo estadounidense, agazapado en la sombra
A través de la historia, las crisis siempre han servido de pretexto a quienes tratan de explotar el ‎argumento de la «urgencia» para modificar el poder sin que la opinión pública tenga tiempo de ‎reflexionar. Esa coartada ha funcionado a menudo. 
El 30 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el «estado de ‎emergencia internacional en materia de salud pública». Al día siguiente, el Secretario de ‎Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, firmaba en secreto una Warning Order (Orden ‎de Alerta) según la cual el NorthCom debe estar listo para la posible aplicación de las nuevas ‎reglas del plan de «Continuidad del Gobierno». 
Esas nuevas reglas son Above-Top Secret, lo cual significa que la comunicación sobre las acciones ‎se restringe aún más que de costumbre y se pone en conocimiento únicamente de las personas ‎que disponen del más alto nivel de habilitación y que cuentan además con un acceso nominativo ‎especial en el marco del Special Access Program.‎

Vale recordar que el principio de la «Continuidad del Gobierno» se instauró al inicio de la guerra ‎fría. Se trataba de proteger la administración de Estados Unidos en una situación de guerra ‎nuclear contra la Unión Soviética o ante la muerte u otro impedimento de los principales ‎responsables del país: el presidente de Estados Unidos, su vicepresidente y el presidente de la ‎Cámara de Representantes. En virtud de una directiva escrita del presidente Dwight Eisenhower, ‎ante tales circunstancias un gobierno militar tendría que asumir inmediatamente la continuidad ‎del mando hasta un ulterior restablecimiento de los procedimientos democráticos [3].‎




Esa directiva fue invocada y esa forma de gobierno fue implantada el 11 de septiembre de 2001 por el entonces coordinador ‎nacional de la lucha contra el terrorismo, Richard Clarke [4]. Sin embargo, aunque el país vivió ese día una ‎situación de emergencia, ni el presidente de Estados Unidos, ni su vicepresidente, ni ‎el presidente del Congreso habían muerto, como tampoco estaban en la imposibilidad de ejercer ‎sus funciones respectivas, lo cual me lleva a la conclusión de que el 11 de septiembre de 2001 ‎Estados Unidos vivió un golpe de Estado. El entonces presidente, George W. Bush, no recuperó ‎sus prerrogativas hasta la noche de aquel día y nunca se aclaró qué pasó en la decena de horas ‎durante las cuales su autoridad quedó suspendida [5].‎

Según explica en Newsweek William Arkin, considerado el mejor especialista en temas del ‎Pentágono, actualmente existen 7 planes diferentes [6]:‎ 

* El Rescue & Evacuation of the Occupants of the Executive Mansion (RESEM), para garantizar la ‎protección del presidente, del vicepresidente y de sus familias;
* El Joint Emergency Evacuation Plan (JEEP), para garantizar la protección del secretario ‎de Defensa y de los principales jefes militares;
* El Atlas Plan, para garantizar la protección de los miembros del Congreso y de la ‎Corte Suprema;
* Octagon, plan con objetivos totalmente desconocidos;
 * Freejack, también desconocido;‎
 Zodiac, igualmente desconocido;‎ 
* Granite Shadow, plan que prevé el despliegue de unidades especiales en Washington, establece ‎las condiciones para el uso de la fuerza y para poner el territorio bajo la autoridad de los militares ‎‎ [7].‎

Es importante observar que existe una contradicción entre el supuesto objetivo del RESEM –‎garantizar la protección del presidente y del vicepresidente– y el hecho que ese plan se aplicaría sólo en caso de muerte o de impedimento de esos responsables.
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En todo caso, la aplicación de estos siete planes estaría en manos del Mando Militar de ‎Estados Unidos para América del Norte (NorthCom), encabezado por un ilustre desconocido, ‎el general Terrence J. O’Shaughnessy.‎



En virtud del derecho estadounidense, éste general se convertiría en dictador de ‎Estados Unidos solo en caso de muerte o de impedimento de los tres principales responsables ‎electos del Estado federal –el presidente de Estados Unidos, su vicepresidente y el presidente de ‎la Cámara de Representantes– pero en la práctica su predecesor, el general Ralph Eberhart, ya ‎fungió como tal a pesar de que esos tres responsables no estaban muertos ni impedidos de ‎realizar sus funciones. A los 73 años, el ahora retirado general Ralph Eberhart dirige actualmente ‎las principales empresas que proveen la aviónica militar en Estados Unidos.
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El 13 de febrero, el general O’Shaughnessy afirmó ante la Comisión del Senado a cargo de las ‎fuerzas armadas que el NorthCom estaba preparándose para lo peor. En el marco de esos ‎preparativos, el general O’Shaughnessy se comunica diariamente con los otros 10 mandos ‎centrales de las fuerzas de Estados Unidos en todas las regiones del mundo [8].‎

También es importante recordar aquí que, además del territorio de Estados Unidos, la «zona de ‎responsabilidad» del NorthCom abarca también Canadá, México y Bahamas. En virtud de varios ‎acuerdos, el NorthCom puede, por iniciativa propia, ordenar el despliegue de tropas ‎estadounidenses en esos tres países.
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En 2016, el entonces presidente de Estados Unidos Barack Obama firmó la orden secreta ‎Presidential Policy Directive 40 sobre la National Continuity Policy, o sea la ‎‎«Política de Continuidad Nacional». Solo dos días antes de que el presidente Donald Trump ‎asumiera sus funciones en la Casa Blanca, el entonces administrador de la FEMA –la agencia ‎federal a cargo de las situación de emergencia–, Craig Fugate, firmó la Federal Continuity ‎Directive 1 (Directiva Número 1 de Continuidad Federal), que precisa ciertos aspectos de la ‎aplicación de ese procedimiento en niveles inferiores.
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Todo está previsto en función de «lo peor». La epidemia proporciona el pretexto para actuar. ‎En ese contexto, las preguntas planteadas recientemente por el vocero del ministerio chino ‎de Exteriores [9] sobre ‎la posibilidad de que los militares estadounidenses hayan diseminado deliberadamente el nuevo ‎coronavirus, adquieren el mayor sentido y cobran nueva vigencia. 
     
[1] Las siglas ENA denominan en Francia la Escuela ‎Nacional de Administración, entidad elitista que forma los más altos funcionarios de la República ‎Francesa. 
[2] “End the ‎dog-eat-dog mentality to tackle the crisis”, Gordon Brown, Financial Times ‎‎(Reino Unido), Voltaire Network, 26 de marzo de 2020.
[3] Continuity of ‎Government: Current Federal Arrangements and the Future, Harold C. Relyea, Congresionnal ‎Research Service, 5 de agosto de 2005.
[4] Against All Enemies: Inside America’s ‎War on Terror, Richard Clarke, Free Press, 2004.
[5] A Pretext for War: 9/11, Iraq, and the Abuse ‎of America’s Intelligence Agencies, James Bamfort, Anchor Books, 2005.
[6] “Exclusive: Inside The Military’s Top Secret ‎Plans If Coronavirus Cripples the Government”, William M. Arkin, ‎‎Newsweek, 18 de marzo de 2020.
[7] “Top Secret Pentagon Operation “Granite Shadow” revealed. Today in DC: Commandos in the ‎Streets?”, William Arkin, Washington Post, 25 de septiembre de 2005.
[8] Hearing to receive ‎testimony on United States Northern Command and United States Strategic Command in review ‎of the Defense Authorization Request for fiscal year 2021 and the future years Defense Program, ‎Senate Committe on Armed Service, 13 de febrero de 2020.
[9] «Propaganda y preguntas sin respuesta sobre el origen del Covid-19», Red Voltaire, 25 de marzo de 2020.

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