Parte I
Ucrania prefirió la guerra arrojando a la basura los Acuerdos de Minsk (2014-2015)
por Tito Andino
Debo insistir que este no es un sitio "prorruso", es un blog de análisis geopolítico que analiza las crisis bélicas del mundo contemporáneo. Esta introducción tiene el propósito de allanar y complementar un valioso estudio de Ted Snider (más adelante).
A lo ancho del planeta surgen guerras cada año, muchas provocadas o incitadas por las grandes potencias coloniales; y, sí, es cierto que varios de esos conflictos -de baja intensidad- son consecuencia del intento de apertura de nuevos mercados dentro del marco económico y políticas de desarrollo que incentiva el Derecho Internacional.
Lamentablemente, el brutal neo-colonialismo europeo y la alianza conservadora anglo-americana están presentes para obstruir el libre desarrollo, el auténtico libre mercado y una economía que elija, entre otras cosas, usar las divisas más favorables a sus intereses nacionales. Si el democrático y desarrollado Occidente dice que no, pues el mundo debe agachar la cabeza. Las consecuencias ante una posición negativa están a la vista: conflictos sin fin en el Medio Oriente; golpes de estado, guerras y calamidades forzadas en África; y, en Europa el ataque a la extinta Yugoslavia es un tangible ejemplo.
Si los Estados Unidos de América y la Imperial Europa colonialista quisieran paz y prosperidad económica en el mundo no pondrían sangrientos obstáculos para que naciones como China y Rusia desarrollen sus mercados más allá de sus fronteras terrestres y marítimas, lastimosamente eso afecta su indiscriminado enriquecimiento, sus leyes impositivas en los mercados comerciales y financieros contemplarían grandes pérdidas y la caída del "estilo de vida" occidental sería latente, despertando a las adormecidas masas conformistas. Me explico, lo que Occidente suele llamar libertad, democracia, "estado de bienestar", etc., no es más que la inducción al consumismo masivo que endeuda a cientos de millones de anhelosos seres que disfrutan o desean disfrutar de los placeres que brinda la vida occidental. Está demás decir que aquellos "placeres" son otorgados por grandes conglomerados privados que exprimen el trabajo de los seducidos a quienes les importe un ápice el cómo sus naciones han alcanzado la prosperidad y la democracia.
Por supuesto (innegable), son diferentes estilos de vida y cultura que diferencian a Occidente de Rusia y China (solo por mencionarlas como los ejemplos más palpables). Pero, ¿acaso no adoptó Rusia el sistema capitalista? Lo hizo tras el desplome de la URSS y los EEUU "ayudó" (con préstamos/deuda); y, respecto a la China ya hemos visto que de comunista solo tiene el nombre del Partido que dirige el gobierno, más no su mundo industrial y empresarial (y hasta se dice que explota a sus trabajadores). Me han dicho que Japón adoptó -a su manera- el estilo americano... sí, pero por desgracia fue consecuencia de la bomba atómica y el "milagro" económico no japonés.
Explicaba el politólogo Thierry Meyssan, que la PAZ MUNDIAL empezará cuando Estados Unidos y la Imperial Europa colonialista permitan la libre apertura de los mercados rusos y chinos al mundo: El verdadero libre comercio internacional. ¿De qué tienen miedo?. ¿Acaso no nos hablan de las virtudes del capitalismo y la libre competencia?, ¿Seguirán utilizando la sangre ucraniana para intentar destruir económicamente a Rusia?, ¿provocarán la guerra de China con Taiwán con el mismo propósito?
Por otro lado, no creo que la mayoría de los mortales comunes y corrientes hayamos puesto atención a un "insignificante" detalle: Los Acuerdos de Seguridad Colectiva en Europa que hace 80 años o más proponía firmar la Unión Soviética para defenderse de lo evidente, la real amenaza nazi. En los últimos años, Rusia ha venido casi suplicando a la Unión Europea - OTAN la suscripción de un Acuerdo de Seguridad Colectiva que garantice los derechos de las naciones europeas y la clara preocupación de la Federación Rusa ante la expansión de las bases militares de la OTAN hacia sus fronteras incumpliendo las garantías occidentales de "ni un paso hacia el Este (Rusia)".
Ni en la década de 1930, ni en esta década del 2020 la Imperial Europa -hoy subordinada a los Estados Unidos- ha querido entablar verdaderas conversaciones sobre un estatuto de seguridad colectiva que acoja garantías respeto a la soberanía rusa.
Tanto en los años 30 del siglo XX como en los años 20 del siglo XXI, Europa y la UE/OTAN, respectivamente, solo parecen (en principio) haber tenido un objetivo: Destruir la URSS y destruir Rusia, en su orden. ¿Por qué? Lo resumo.
Los recursos rusos son sinónimo de supervivencia para el estilo de vida occidental, por lo mismo, desestabilizar Rusia es imprescindible para que ese modelo de vida siga funcionando en el futuro (explotación de los recursos naturales, no solo rusos sino del mundo).
Ucrania fue el mejor pretexto para ello, provocando a los rusos obtuvieron el resultado -guerra-, porque el intento de doblegar a Rusia mediante la coacción y chantaje económico no ha dado resultados, tampoco pudieron influir para cambiar el poder político en Moscú. Intenciones no han faltado, de haberlo conseguido el mundo actual sería una grotesca colonia mercantil donde los Estados Unidos y sus socios imperiales europeos impondrían las reglas del "libre" comercio mundial.
Debemos recordar que la guerra en Ucrania realmente inició en febrero de 2014 cuando milicias neonazis asumieron el rol de los órganos de seguridad estatal que eran reticentes a reprimir la decisión de las regiones del Donbass (Donestk y Lugansk) de no reconocer a las nuevas autoridades nombradas tras el golpe de estado del Maidán.
La mano negra de los Estados Unidos es incuestionable, John McCain y Victoria Nuland fueron actores de primera mano. Nuland -que dirigió el golpe- reconoce que EEUU invirtió cinco mil millones durante muchos años para conseguir el objetivo. Nuland "rechazó enérgicamente un probable acuerdo de compromiso europeo que habría llevado a un gobierno de compromiso. "¡Que se joda la UE!", fueron sus palabras.
El gobierno golpista, respaldado por fuerzas de la extrema derecha, de ideología neonazi, de inmediato acosaron militarmente a los ciudadanos ucranianos de habla rusa en el Donbass. (30% de la población ucraniana). La secesión de Crimea, Donetsk, Lugansk y Zaporiye son directa consecuencia del golpe de Estado de 2014 cuando Kiev rechazó el federalismo propuesto por las provincias de Lugansk y Donetsk obligándolas a proclamar su independencia del resto del país.
La guerra inició en 2014. Sin embargo, la alta diplomacia internacional estaba operativa y muchos obraron de buena fe. Los Acuerdos de Minsk I (5 sep. 2014) y Minsk II (12 feb. 2015) fueron suscritos, el primero por Ucrania, las regiones separatistas del Donbass, Rusia y autoridades europeas en representación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE); y, el segundo por los gobernantes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania, supervisada por la OSCE.
Aparentemente eso evitó una guerra de mayores proporciones en 2014-2015 y, sobre todo, garantizaba la unidad territorial de Ucrania, con cierto grado de autonomía para Lugansk y Donetsk (Estatuto Especial). Luego, los Acuerdos de Minsk fueron rechazados por Kiev bajo tutela de la Casa Blanca. Los Protocolos de Minsk diseñaban el federalismo como medio para terminar el conflicto mediante algunos cambios constitucionales que nunca se debatieron. El gobierno y ejército ucraniano reforzó con decenas de miles de milicianos neonazis y renovado armamento el este del país, preparándose para la guerra y entrenados por la OTAN desde 2014 (o antes). La decisión de Rusia de reconocer las Repúblicas Populares de Donetsk (DPR) y Lugansk (LPR), el 21 de febrero de 2022 fue la inevitable consecuencia.
La mano negra (EEUU) fue y sigue siendo el principal instigador del conflicto en Ucrania y para ello exige compromisos de la UE/OTAN. De la misma forma en que Washington se ha negado a reconocer los compromisos que llevaron a la transición y unificación de Alemania y la garantía rota a Rusia de que la Unión Soviética desaparecía bajo la promesa de "ni un paso hacia el Este en la expansión de la OTAN".
OTAN/EEUU sedujeron fatalmente a Ucrania para llevarla a esta guerra de previsibles consecuencias. Según los mandos ucranianos, sus fuerzas contarían con el manto protector de la alianza atlántica. El ex presidente Petro Poroshenko señaló que Minsk II fue una treta para ganar tiempo: armar a Ucrania y lanzar una guerra contra Rusia, nunca existió posibilidad de cumplir los compromisos de Minsk. Era el plan OTAN/Ucrania (ante el mundo seguían hablando de paz).
Otro personaje -de varios- que reconoce la farsa occidental respecto a los Acuerdos de Minsk es la ex Canciller alemana Angela Merkel (7 diciembre 2022): "El acuerdo de Minsk de 2014 fue un intento de darle tiempo a Ucrania. También utilizó este tiempo para volverse más fuerte, como se puede ver hoy. La Ucrania de 2014-2015 no es la Ucrania moderna... estaba claro para todos", el conflicto permaneció stand- by; acota Merkel: "sin embargo, esto fue lo que le dio a Ucrania un tiempo invaluable". Merkel fue parte de los Acuerdos de Minsk (diario alemán Zeit).
Conclusión: La diplomacia made in USA-OTAN no tiene la menor intención de detenerse ante su viejo sueño imperial/colonial de fragmentar Rusia. (Sobre los Acuerdos de Seguridad Colectiva en Europa lo abordaremos en un próximo post).
Vamos a la guerra abierta entre Rusia y Ucrania.
"Why Peace Talks, But No Peace?" (¿Por qué conversaciones de paz, pero no paz?) es el sagaz título del artículo de Ted Snider para The American Conservative, señalando que "Estados Unidos ha impedido negociaciones serias y ha prolongado la guerra en Ucrania". Snider explica esas razones por las que el gobierno de los EEUU, a través de la OTAN, sigue oponiéndose a las negociaciones de paz. Como vemos, su original investigación ha sido ampliada a manera de introducción con nuestras notas explicativas que refuerza la ponencia principal que viene a continuación.
Todo el material gráfico y sus datos referenciales, incluido en las líneas de Ted Snider, son añadidas por el editor de este blog.
Parte II
Por qué conversaciones de paz, pero no paz?
FOTO DE ARCHIVO: Vladimir Putin, Emmanuel Macron y Volodimir Zelensky asisten a una cumbre en París, Francia 9 de diciembre de 2019, momento en que recrudecieron los combates entre las tropas de Kiev y los separatistas prorrusos del Donbass apoyados por el Kremlin. (Sputnik/Alexei Nikolsky/Kremlin vía REUTERS)
por Ted Sneider
The American Conservative / agosto 2023
Ted Snider es columnista sobre política exterior e historia de Estados Unidos en Antiwar.com. También es un colaborador frecuente de Responsible Statecraft, así como de otros medios. The American Conservative es una organización sin fines de lucro y no partidista con sede en Washington, D.C.
Rara vez se menciona en los comentarios actuales sobre la guerra en Ucrania, en las primeras semanas que siguieron a la invasión rusa del 24 de febrero de 2022, Rusia y Ucrania participaron en tres intentos separados y significativos de negociar un acuerdo pacífico. Esas negociaciones tenían varias cosas importantes en común. Las tres podrían haber puesto fin a la guerra antes de la devastación de la infraestructura de Ucrania, la pérdida masiva de vidas ucranianas y el mayor riesgo de una escalada sin control. Las tres presentaron una oferta de Ucrania para no unirse a la OTAN. Y las tres fueron detenidas por los Estados Unidos.
Las primeras conversaciones: Bielorrusia
El 25 de febrero, el día después de que comenzara la invasión, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ya había señalado que estaba preparado para abandonar la búsqueda de Ucrania de la membresía en la OTAN. Zelensky anunció que no tenía miedo de negociar garantías de neutralidad y seguridad con Moscú. Esa concesión fue la primera señal de que los objetivos de Ucrania y Rusia podrían cumplirse y que la guerra podría terminar con un acuerdo diplomático.
La concesión de Zelensky probablemente tuvo muchas motivaciones. La primera fue la fuerza de la invasión misma. El segundo fue su aceptación de que no era probable que la OTAN accediera a la solicitud de Ucrania para unirse. El 26 de febrero, el segundo día de la guerra, Zelensky respondió a la invasión diciendo: "No tenemos miedo de hablar con Rusia. No tenemos miedo de decir todo sobre las garantías de seguridad para nuestro estado. No tenemos miedo de hablar de estatus neutral. No estamos en la OTAN ahora... Tenemos que hablar sobre el final de esta invasión. Tenemos que hablar de un alto el fuego".
El asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak también dijo que "Ucrania quiere la paz y está lista para las conversaciones con Rusia, incluso sobre el estatus neutral con respecto a la OTAN". Dijo a Reuters el 25 de febrero que "si las conversaciones son posibles, deberían celebrarse. Si en Moscú dicen que quieren mantener conversaciones, incluso sobre el estatuto neutral, no tenemos miedo de ello. Podemos hablar de eso también", dijo.
Pero Zelensky también estaba frustrado con la OTAN: "Les pregunté: ¿están con nosotros?" Zelensky dijo el 25 de febrero. "Respondieron que están con nosotros, pero no quieren llevarnos a la alianza. He preguntado a 27 líderes de Europa, si Ucrania estará en la OTAN, les he preguntado directamente, todos tienen miedo y no respondieron".
Sin embargo, aunque Ucrania estaba dispuesta a discutir la neutralidad y "el final de esta invasión", Estados Unidos no lo estaba. El 25 de febrero, el mismo día en que Zelensky dijo que "no tenía miedo de hablar con Rusia" y que "no tenía miedo de hablar sobre el estatus neutral", se le preguntó al portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en una conferencia de prensa: "¿Qué es Estados Unidos, qué piensa sobre la eficacia de tales conversaciones?" El periodista estaba preguntando específicamente sobre las conversaciones de Bielorrusia, llamándolas las "conversaciones entre Rusia y Ucrania que ocurren en Minsk", la capital de Bielorrusia. Price respondió: "Ahora vemos a Moscú sugiriendo que la diplomacia tenga lugar en el cañón de un arma o cuando los cohetes, morteros y artillería de Moscú apuntan al pueblo ucraniano. Esto no es verdadera diplomacia. Esas no son las condiciones para una diplomacia real". Estados Unidos dijo no a las conversaciones de Bielorrusia.
El 17 de diciembre de 2021, solo dos meses antes de la invasión de Ucrania, Rusia entregó propuestas sobre garantías de seguridad tanto a los Estados Unidos como a la OTAN. Las demandas clave incluían no expansión de la OTAN a Ucrania y ningún despliegue de armas o tropas en Ucrania. El 26 de enero, Estados Unidos y la OTAN rechazaron la demanda esencial de Rusia de una garantía por escrito de que Ucrania no se uniría a la OTAN. Derek Chollet, consejero del secretario de Estado Antony Blinken, ha revelado que Estados Unidos le dijo a Moscú que negociar la expansión de la OTAN en Ucrania nunca estuvo sobre la mesa. Putin simplemente comentó "que las preocupaciones fundamentales de Rusia fueron ignoradas".
La respuesta oficial rusa llegó el 17 de febrero de 2022. Dijo que Estados Unidos y la OTAN no ofrecieron "ninguna respuesta constructiva" a las demandas clave de Rusia. Luego agregó que si Estados Unidos y la OTAN continuaban negándose a proporcionar a Rusia "garantías legalmente vinculantes" con respecto a sus preocupaciones de seguridad, Rusia respondería con "medios técnico-militares".
La invasión una semana después fue la respuesta técnico-militar prometida por Rusia a la negativa de Estados Unidos a proporcionar una garantía de que Ucrania no se uniría a la OTAN. Si la invasión fue pensada como un ataque rápido con el objetivo de obligar a Kiev a la promesa de no unirse a la OTAN que Rusia no pudo obtener de Washington, entonces esa intención podría haberse logrado en Bielorrusia en la primera semana de la guerra. Pero Estados Unidos lo detuvo.
Las segundas charlas: Bennet
El segundo conjunto de negociaciones reveló un patrón. Hubo, una vez más, una oportunidad de poner fin a la guerra y una oferta ucraniana de neutralidad. El bloqueo de Estados Unidos no fue un evento aislado que surgió de las circunstancias del primer conjunto de negociaciones en Bielorrusia, sino más bien una política.
El 6 de marzo, pocos días después de que concluyeran las segundas conversaciones en Bielorrusia, los medios israelíes informaron que el entonces primer ministro Naftali Bennett había hecho una visita sorpresa a Moscú para reunirse con Putin en un intento de mediación. Después de reunirse con Putin, Bennet habló dos veces con Zelensky. También habló con el presidente francés Emmanuel Macron y voló a Alemania para conversar con el canciller alemán Olaf Scholz.
Los detalles de las reuniones eran escasos en ese momento. Pero en una entrevista el 2 de febrero de 2023, Bennet reveló detalles sobre lo que se acordó, qué tan cerca llegaron las conversaciones al éxito y qué sucedió. Según Bennett, "Zelensky inició la solicitud para contactar a Putin". Bennett dijo que "Zelensky me llamó y me pidió que contactara a Putin". Bennett luego le dijo a Estados Unidos que "tenía la confianza de ambas partes" y que "tengo el oído de Putin. Puedo ser un oleoducto".
Estas conversaciones pusieron en marcha una serie de llamadas telefónicas de ida y vuelta entre Bennett y Putin y Bennett y Zelensky. Bennett luego voló a Moscú para reunirse con Putin y luego a Alemania para reunirse con Scholz. Siguió un "maratón de negociación de borradores".
"Todo lo que hice", dice Bennett, "estaba totalmente coordinado con Biden, Macron, Johnson, con Scholz y, obviamente, Zelensky".
Según Bennet, aunque Estados Unidos le dijo que "no había posibilidad de éxito", Putin le dijo que "podemos llegar a un alto el fuego". Para alcanzar ese alto el fuego, Bennet dice que Putin hizo "enormes concesiones". Cuando Bennett le preguntó a Putin si iba a matar a Zelensky, Putin respondió: "No mataré a Zelensky". Putin también "renunció" al "desarme de Ucrania" exigido por Rusia.
Zelensky también hizo una "gran concesión". Según Bennet, Putin se quejó de la promesa rota de Occidente con respecto a la expansión de la OTAN y le dijo a Bennet que pasara el mensaje a Zelensky: "Dime que no te unirás a la OTAN, no invadiré". Bennett dice que "Zelensky renunció a unirse a la OTAN".
Habiendo prometido no unirse a la OTAN, Zelensky quería garantías de seguridad. Putin consideró que los acuerdos de seguridad con las principales potencias eran lo mismo que unirse a la OTAN. Bennett sugirió abandonar las garantías similares a las de la OTAN a favor de que Ucrania adopte "el modelo israelí" y cree un ejército fuerte e independiente que pueda defenderse. Esa solución fue aceptada tanto por Putin como por Zelensky.
Habiendo ganado esas promesas, Bennett voló a Alemania y actualizó a Scholz, los estadounidenses, Macron y Johnson. "Boris Johnson adoptó la línea agresiva. Macron y Scholz fueron más pragmáticos. Biden era ambas cosas". Bennett dijo que "había una buena posibilidad de alcanzar un alto el fuego". Pero el patrón de obstrucción estadounidense evidente por primera vez en Bielorrusia continuó. Bennett dice que Occidente tomó la decisión de "seguir atacando a Putin".
"Entonces, ¿lo bloquearon?", Preguntó su entrevistador. "Lo bloquearon", respondió Bennett. Su relato de lo que se dijo en conversaciones privadas contradice las versiones en ese momento de un alto funcionario ucraniano que se quejó de que "Bennett ha propuesto que nos rindamos", sugiriendo que la declaración ucraniana era más para consumo público. Fuentes "al tanto de los detalles sobre la reunión" dijeron en ese momento que Zelensky consideraba la propuesta "difícil" pero no "imposible" y que "las brechas entre las partes no son grandes".
El periodista Barak Ravid informó en "Axios" que las concesiones rusas incluían que la desmilitarización podría limitarse al Donbás, que no habría un cambio de régimen en Kiev y que Ucrania podría mantener su soberanía. Zelensky dijo que se había "enfriado" sobre unirse a la OTAN y que había encontrado que la propuesta de Putin "no era tan extrema como esperaban".
Al igual que en Bielorrusia, la oportunidad de una concesión para no unirse a la OTAN y para la paz fue "bloqueada" por los EE.UU.
Las terceras conversaciones: Estambul
Luego, en marzo y principios de abril de 2022, los esfuerzos en las negociaciones se trasladaron a Estambul. Turquía es un candidato prometedor para la mediación. Turquía tiene una relación con Rusia y se negó a romper esa relación una vez que comenzó la guerra. Turquía también tiene una relación con Ucrania, y los drones con los que las fuerzas ucranianas estaban armadas cuando se concentraron en la frontera oriental con el Donbás antes de la guerra fueron suministrados por Turquía.
Las conversaciones turcas fueron las más fructíferas de todas, produciendo en realidad un acuerdo "tentativamente acordado".
Para el 20 de marzo, Zelensky aparentemente había aceptado que la puerta abierta de la OTAN a Ucrania era un juego de manos. Le dijo a un entrevistador de CNN que personalmente pidió a los líderes de los miembros de la OTAN "que digan directamente que vamos a aceptarlos en la OTAN en un año o dos o cinco, solo díganlo directa y claramente, o simplemente digan que no. Y la respuesta fue muy clara, no vas a ser miembro de la OTAN, pero públicamente, las puertas permanecerán abiertas".
En las conversaciones de Estambul a fines de marzo, Zelensky actuó al darse cuenta y ofreció una promesa de no unirse a la OTAN. El 29 de marzo, los negociadores ucranianos dijeron que Kiev estaba listo para aceptar la neutralidad si, bajo un acuerdo internacional, los estados occidentales como Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña proporcionaban garantías de seguridad vinculantes.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante las conversaciones entre Ucrania y Rusia realizadas el 29 de marzo del 2022 en Estambul. (Foto: Murat Cetin Muhurdar/Turkish Presidential Press Service, vía Agence France-Presse. Getty Images)
Escribiendo en Foreign Affairs, Fiona Hill y Angela Stent informaron que, según varios ex altos funcionarios estadounidenses con los que hablamos, en abril de 2022, los negociadores rusos y ucranianos parecían haber acordado tentativamente las líneas generales de un acuerdo provisional negociado: Rusia se retiraría a su posición del 23 de febrero, cuando controlaba parte de la región de Donbás y toda Crimea, y a cambio, Ucrania prometería no buscar la membresía de la OTAN y, en cambio, recibiría garantías de seguridad de varios países.
Putin ha revelado recientemente más detalles sobre el acuerdo. El 13 de junio de 2023, respondiendo a las preguntas de los corresponsales de guerra en el Kremlin, Putin confirmó que "llegamos a un acuerdo en Estambul". Putin luego reveló el detalle previamente no anunciado de que el acuerdo tentativo no fue meramente verbal. Había ido tan lejos como para producir un documento firmado: "No recuerdo su nombre y puedo estar equivocado, pero creo que el señor Arakhamia encabezó el equipo negociador de Ucrania en Estambul. Incluso rubricó este documento". Rusia también firmó el documento: "durante las conversaciones en Estambul, rubricamos este documento. Discutimos durante mucho tiempo, chocamos cabezas allí y así sucesivamente, pero el documento era muy grueso y fue rubricado por Medinsky de nuestro lado y por el jefe de su equipo negociador".
Dos días después, el 17 de junio, Putin fue aún más lejos. En una reunión con una delegación de líderes de países africanos que, una vez más, intentaban mediar en las conversaciones de paz, Putin presentó el borrador del acuerdo rubricado. Sosteniendo el documento, Putin dijo:
Me gustaría llamar su atención sobre el hecho de que, con la ayuda del Presidente Erdogan, como saben, se celebraron en Turquía una serie de conversaciones entre Rusia y Ucrania para elaborar tanto las medidas de fomento de la confianza que ha mencionado como para redactar el texto del acuerdo. No discutimos con la parte ucraniana que este tratado sería clasificado, pero nunca lo hemos presentado, ni lo hemos comentado. Este borrador del acuerdo fue rubricado por el jefe del equipo de negociación de Kiev. Puso su firma allí. Aquí está.
El acuerdo, que llevaba el título "Tratado sobre la Neutralidad Permanente y las Garantías de Seguridad para Ucrania", dijo que Ucrania haría de la "neutralidad permanente" una característica de su constitución. Según los informes de RT (es cierto que una red de medios financiada por el estado ruso) "Rusia, Estados Unidos, Gran Bretaña, China y Francia figuran como garantes", lo que, si es preciso, parece ser un ablandamiento de la respuesta de Putin a Bennet de que los acuerdos de seguridad con las principales potencias eran lo mismo que unirse a la OTAN.
Al igual que con las negociaciones de Bennett, Rusia renunció a la demanda de la desmilitarización total de Ucrania, aunque todavía había una brecha entre las propuestas de Rusia y Ucrania sobre los límites en el tamaño de las fuerzas armadas de Ucrania y en el número de tanques, aviones y lanzacohetes.
Pero entonces la obstrucción de Estados Unidos ocurrió de nuevo. "En realidad hicimos esto", dijo Putin a los corresponsales de guerra en el Kremlin, "pero simplemente lo tiraron más tarde y eso es todo". Hablando con la delegación africana, Putin dijo: "Después de que retiramos nuestras tropas de Kiev, como habíamos prometido hacer, las autoridades de Kiev ... arrojaron (sus compromisos) al basurero de la historia. Lo abandonaron todo". Putin culpó implícitamente a Estados Unidos, diciendo que cuando los intereses de Ucrania "no están sincronizados" con los intereses de Estados Unidos, "en última instancia, se trata de los intereses de Estados Unidos. Sabemos que tienen la clave para resolver problemas".
Así como el relato de Putin sobre el acuerdo tentativo y la promesa de Ucrania de no unirse a la OTAN se confirmó en el artículo de Asuntos Exteriores, también se confirma su afirmación de que Estados Unidos detuvo el acuerdo negociado. El ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, dijo que, debido a las conversaciones, "Turquía no creía que la guerra entre Rusia y Ucrania continuaría por mucho más tiempo". Pero, dijo, "hay países dentro de la OTAN que quieren que la guerra continúe". "Después de la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN", explicó, "fue la impresión de que... hay quienes dentro de los estados miembros de la OTAN quieren que la guerra continúe, que la guerra continúe y que Rusia se debilite".
La cuenta de Cavusoglu no está sola. Numan Kurtulmus, vicepresidente del partido gobernante de Erdogan, ha insinuado la misma obstrucción y la misma búsqueda de objetivos más grandes. Le dijo a CNN TURK que "Sabemos que nuestro presidente está hablando con los líderes de ambos países. En ciertos asuntos, se hizo un progreso, llegando al punto final, y de repente vemos que la guerra se está acelerando ... Alguien está tratando de no poner fin a la guerra. Estados Unidos ve la prolongación de la guerra como su interés... Hay quienes quieren que esta guerra continúe... Putin-Zelensky iba a firmar, pero alguien no quería".
A Estados Unidos se unió el Reino Unido como un "estado miembro de la OTAN que quiere que la guerra continúe". El 9 de abril, el entonces primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, se apresuró a Kiev para frenar a Zelensky, insistiendo en que el presidente ruso Vladimir Putin "debería ser presionado, no negociando con él" y que, incluso si Ucrania estaba lista para firmar algunos acuerdos con Rusia, "Occidente no lo estaba".
¿Por qué no hay paz?
¿Por qué Estados Unidos y el Reino Unido no querían que Zelensky firmara?
Cuando se le preguntó al portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, que Zelensky estaba "abierto a una ... solución diplomática" en una conferencia de prensa el 21 de marzo de 2022, rechazó un final negociado de la guerra, incluso si el acuerdo negociado cumplía con los objetivos de Ucrania. "Esta es una guerra", respondió Price, "que es en muchos sentidos más grande que Rusia, es más grande que Ucrania". Estados Unidos rechazó que Ucrania negociara un acuerdo con Rusia que cumpliera con los objetivos de Kiev a favor de presionar a Ucrania para que continúe luchando en la búsqueda de objetivos estadounidenses más amplios y "principios básicos".
Tres veces distintas en las primeras semanas de la guerra, las negociaciones produjeron la posibilidad real de paz. El tercero incluso produjo un acuerdo tentativo que, según Putin, fue firmado. Ambas partes hicieron "enormes concesiones", incluida Ucrania prometiendo cada vez no unirse a la OTAN. Pero cada vez, Estados Unidos puso fin a la promesa de una solución diplomática y de paz, permitiendo que la guerra continuara y escalara, aparentemente en la búsqueda de intereses estadounidenses, no ucranianos.
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