por Naseh Shaker
Al Mayadeen English
Título original: The forgotten massacre of Yemeni pilgrims in Tanomah, Sadwan of Saudi Arabia (La olvidada masacre de peregrinos yemeníes en Tanomah y Sadwan de Arabia Saudí)
Nota de introducción por el editor del blog
Durante la peregrinación a La Meca (El Hajj), uno de los Cinco Pilares del Islam, en 1923, se produjo una de las tantas atrocidades del reino de los Saud contra la nación yemení. Esos hechos no han variado en el último siglo. La posición de los Saud, propietarios de un reino conocido como La Arabia de los Saud (Arabia Saudí) es la del mero vasallo complaciente ante el Imperio Británico y ahora también de Estados Unidos.
En el presente los crímenes saudíes en Yemen persisten en una brutal guerra de ocupación, todo patrocinado por Occidente, nadie escucha fuera de unas escuetas notas de prensa sobre la invasión saudí. Esa agresión internacional comandada por la Arabia de los Saud tiene el respaldo cómplice de Occidente -EEUU y OTAN- es por eso que no nos enteramos de los crímenes cometidos contra civiles yemeníes. Al proporcionar armas y equipo militares, Occidente participa en el asesinato de yemeníes inocentes. Y, gracias al "humanismo" y deseo de sembrar "democracia" en el asolado Yemen, ha costado hasta el momento más de 380 mil personas fallecidas y millares de refugiados.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCAH), "más de 19 millones de personas pasan hambre, incluidas más de 160.000 al borde de la hambruna", el organismo mundial ve como los recortes de fondos obstaculizan la ayuda a las personas necesitadas. A esto debemos agregar que la agresión saudí a Yemen ha entrado en su octavo año y "una madre y seis bebés yemeníes mueren cada dos horas y dos tercios de la población está privada de atención médica básica, alrededor del 66 % de los 30,5 millones de habitantes de Yemen", conforme un informe presentado la semana pasada por Basheer Omar, funcionario del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), quien termina haciendo un llamado a la comunidad internacional para que no deje al pueblo yemení “solo frente a su destino”.
No se trata solo de números o estadísticas, el asunto es un verdadero genocidio silencioso: "Bloqueo económico, infraestructura demolida y millones de personas en riesgo de morir de hambre. La coalición liderada por Arabia Saudita continúa realizando incursiones y bombardeos en provincias yemeníes mientras el país enfrenta la peor crisis humanitaria del mundo". Todo a pesar de una tregua pactada, violada cientos de veces por las huestes saudíes y fuerzas extranjeras contratadas (mercenarios).
¿Alguien tiene la desvergüenza de respaldar este crimen contra la humanidad? No hay derecho a insultar al movimiento de resistencia yemení, los hutis, que han puesto en jaque a la coalición militar internacional invasora liderada por Arabia Saudí, que incluye: Emiratos Árabes Unidos (EAU), Sudán, Bahréin, Kuwait, Qatar, Egipto, Marruecos, Jordania y Senegal.
Pero, hoy no trataremos la presente guerra de exterminio contra Yemen. Recordaremos otro hecho histórico, uno más, de la barbarie de los Saud para complacer a sus titiriteros, ya que sin el favor de EEUU y el Imperio Británico la Arabia de los Saud no existiría, al menos con ese nombre y propietarios.
T. Andino
Entrevista
de Naseh Shaker, periodista yemení (de Al Mayadeen)
al profesor y escritor Hamoud Al-Ahnoumi.
Hace 99 años, las bandas de Abdulaziz Ibn Saud cometieron una masacre contra los peregrinos yemeníes en Tanomah y Sadwan, en la región de Asir de Arabia Saudí, cuando se dirigían a realizar la peregrinación. Hasta hoy no se ha hecho justicia.
En 1923, bandas pertenecientes al fundador de Arabia Saudí, Abdul Aziz Ibn Saud, mataron a tiros a más de tres mil peregrinos yemeníes que se dirigían a La Meca para realizar el Hajj anual.
Cuando llegaron a Tanomah y Sadwan, en el sur de Arabia Saudí, las bandas llamadas Al-Ghatghat comenzaron a disparar a los peregrinos, matando a 3.105 pacíficos peregrinos, según el profesor Hamoud Al-Ahnoumi, autor del libro titulado "La gran masacre de peregrinos... La masacre de peregrinos yemeníes en Tanomah y Sadwan por las bandas de Ibn Saud en 1923".
Hablando de lo que empujó a Ibn Saud a cometer este crimen, Ahnoumi dijo que esta masacre fue una "prueba de aceptación" británica para que fuera su hombre en la región.
Al-Ahnoumi dijo a Al Mayadeen, citando el manuscrito de Yahya bin Ali Al-Dhari archivado en la Gran Mezquita de Sanaa, que uno de los eruditos, Ahmed Al-Washli que llegó de La Meca, dijo: "el número de supervivientes fue de unas 500 personas, de las cuales 150 continuaron su camino hacia el Hajj".
Añadió que, debido a que los yemeníes no permitieron que Ibn Saud controlara las Dos Mezquitas Sagradas con el apoyo del Reino Unido, éstos cometieron la masacre de Tanomah y Sadwan para impedir que los yemeníes defendieran los dos lugares sagrados, subrayando que "la masacre de Tanomah tuvo lugar en 1923 y el asalto a las Dos Mezquitas Sagradas por Ibn Saud con el apoyo británico tuvo lugar en 1924".
Según Ahnoumi, la guerra entre Yemen y Arabia Saudí estalló en 1934 y terminó con el Tratado de Taif, siendo esta masacre una de las causas de la guerra.
A continuación, el texto íntegro de la entrevista de Al Mayadeen con el profesor Hamoud Al-Ahnoumi.
➤ ¿Fue la reacción de Ibn Saud a la masacre de los peregrinos yemeníes similar a la reacción de Mohammed bin Salman al asesinato de Jamal Khashoggi?
El enfoque sangriento sobre el que se fundó el dominio saudí con el apoyo colonial desde el llamado primer estado saudí es un enfoque continuo, y lo que hoy llamamos el horrible y horrendo comportamiento del ISIS hacia los opositores es el comportamiento que la familia Saud y su autoridad han adoptado desde el primer día.
Cuando los soldados de la familia Saud dispararon y mataron a esos peregrinos (yemeníes) en una emboscada mientras estaban a salvo, y luego los masacraron con espadas y cuchillos y separaron sus cabezas de sus cuerpos, como lo prueban los numerosos documentos que hemos recibido, e incidentes similares ocurrieron antes y después de eso como cuando el régimen saudí mata a Khashoggi, que vivió su vida como propagandista del régimen saudí, pero cuando empezó a dirigirles algunos de sus consejos, lo desmembraron, lo que pone de relieve que el sangriento enfoque saudí no ha cambiado y que es un comportamiento arraigado genéticamente en esta sangrienta entidad con función colonial.
➤ ¿Cómo pudo Ibn Saud encubrir este crimen y enterrarlo, y cuál fue la posición de Estados Unidos y Gran Bretaña respecto a esta masacre?
Ibn Saud fue capaz de encubrir y enterrar la masacre a través de cuatro cosas:
1. Invirtiendo mucho dinero proveniente del petróleo para limpiar la suciedad y la inmundicia del régimen, creando un ambiente local, regional y global que solo muestra las ventajas, muchas de ellas exageradas, y trabaja para enterrar todos los crímenes cometidos y que han sido perpetrados por la entidad saudí.
2. Los gobernantes de la familia Saud dirigieron sus universidades y centros para celebrar conferencias y simposios internacionales donde se suele convocar a muchos investigadores y académicos, y se les otorga mucho dinero, con tal de que escriban extensas alabanzas y favores a los gobernantes de la familia Saud y entierren todos sus defectos, lo que produjo muchos ejércitos de escribas, investigadores, centros y universidades con la misión de adular a la familia Saud, y esto es bien conocido en los círculos académicos.
3. Castigaron a todos los que escribieron sobre la verdad, y los privaron de su riqueza. Es más, incluso castigaban a los que decían la verdad privándoles del Hajj y la Umrah durante toda su vida, como le ocurrió al profesor de historia moderna y contemporánea, el profesor Sayed Mustafa Salem, que Dios se apiade de él, a quien los saudíes miraban con desprecio, a pesar de que intentaba ser justo y objetivo. Sin embargo, los saudíes no lo aceptaron a menos que formara parte del rebaño, de lo contrario, no debería entrar en Arabia Saudí para el Hajj y la Umrah.
4. Cuando la familia Saud tomó el control de las decisiones soberanas, políticas, educativas y culturales en Yemen, y encuadró a los gobernantes de Yemen dentro del Comité Especial Saudí, y pagó sus salarios, se ejerció una gran presión constante sobre todos los escritos, periódicos, revistas y universidades que pudieran producir algo de la verdad.
Hay muchos escritores que se deshicieron de artículos, que exponían al régimen saudí y sus crímenes, fueron borrados o se prohibió su publicación. Muchas personalidades yemeníes que se resistieron a la política de sometimiento saudí fueron objeto de asesinatos, creándoles problemas y combatiéndoles en sus trabajos y negocios.
Aquí presento el final del Dr. Abdul Rahman Al-Wajeeh, que escribió en sus tesis académicas sobre Asir y el conflicto yemení-saudí, y cuando regresó a Yemen se le impidió obtener una plaza de profesor en la Universidad de Sana'a. Cuando el tribunal dictaminó que debía tener la plaza, murió en circunstancias misteriosas junto con los miembros de su familia en un misterioso accidente de tráfico.
En cuanto a la posición estadounidense, no la vimos en su momento, ya que su estrella no brilló hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En cuanto a la posición británica, ciertamente contempló la masacre con satisfacción y vio que había logrado sus objetivos coloniales. Dos documentos británicos sobre la masacre, enviados por uno de sus funcionarios, en los que el Reino Unido reducía el número de peregrinos asesinados por los que el denominaba "wahabíes de línea dura". Pero hacer la vista gorda ante este horrible crimen y no comentarlo políticamente indica la responsabilidad de la masacre.
➤ ¿Qué impulsó a Ibn Saud a cometer esta masacre contra peregrinos pacíficos, con una fealdad sin parangón?
El gobierno yemení de aquella época se resistía a Gran Bretaña, y el imán Yahya Hamid al-Din se negó a participar en la Primera Guerra Mundial con Gran Bretaña contra Turquía, aunque fue él quien dirigió la revolución yemení contra la ocupación turca, porque vio que no es permisible apoyar a un estado colonial infiel contra un estado islámico, se abstuvo de participar, a diferencia de Ibn Saud y el Sharif de La Meca. Luego, Gran Bretaña trató de castigar a Yemen ocupando Hodeidah desde 1918 hasta 1921, y luego entregándola a su cliente Mohammed al-Idrisi.
De vez en cuando, el imán Yahya trató de restaurar las zonas ocupadas en el sur de Yemen, y solía hacer declaraciones inquietantes contra Gran Bretaña a este respecto. Al mismo tiempo, Ibn Saud estaba ocupando partes de Asir de Yemen, y el Imam le pedía que lo evacuara por ser una tierra yemení.
En ese momento, Gran Bretaña estaba preparando a Ibn Saud para que fuera su primer hombre y su principal agente en la región, que pondría en práctica su proyecto perturbador y diferenciador, pero quería que realizara una prueba de aceptación que lo calificara como su hombre capaz de llevar a cabo cualquier cosa fea que le pidiera.
Dado que los yemeníes están profunda e históricamente vinculados a las Dos Mezquitas Sagradas, Gran Bretaña e Ibn Saud querían suprimir cualquier tendencia de los yemeníes a apoyar las Dos Mezquitas Sagradas cuando los británicos y los saudíes llevaran a cabo su plan de apoderarse de las Dos Mezquitas Sagradas para su nuevo y principal agente Ibn Saud.
Esto es lo que realmente sucedió, ya que la masacre de Tanomah tuvo lugar en 1923, y el asalto a las Dos Mezquitas Sagradas por Ibn Saud con el apoyo británico tuvo lugar en 1924, después de que lograron enviar un mensaje salvaje y aterrador a todos los yemeníes que se alejaran de las Dos Mezquitas Sagradas porque vendrían a masacrarlos, de esa manera mataron a los peregrinos.
Por lo tanto, Gran Bretaña ordenó a Ibn Saud que llevara a cabo este crimen, pero a manos de un grupo militar ideológico y wahabí llamado Al-Ghatghat, que veía en los musulmanes en general como politeístas e infieles que debían ser asesinados y su dinero saqueado, mientras veían tales actos atroces como una recompensa que puede acercarlos a Dios.
➤ ¿Cómo reaccionó el imán de Yemen ante esta masacre?
Desgraciadamente, el plan de Gran Bretaña e Ibn Saud era cometer la masacre y culpar a un tercero, al que el gobierno yemení no podía llegar. Tan pronto como se produjo el crimen, Ibn Saud envió una carta desmintiendo el crimen y diciendo que no tenía nada que ver con él.
El imán le pidió a Ibn Saud que condenara a los asesinos según el juicio de Dios, considerando que se encontraban entre sus soldados que estaban bajo su mando, y el imán esperaba que se tomara retribución de ellos, pero Ibn Saud, siendo el que ordenó la masacre, eludió al principio y prometió que el asunto se resolvería.
El imán en ese momento estaba sufriendo algunas rebeliones internas, y estaba ocupado construyendo su nuevo estado, pero tan pronto como la posición militar y económica de Ibn Saud se hizo fuerte, se volvió abiertamente contra el imán y comenzó a dirigirse a él irrespetuosamente en su correspondencia.
Y a pesar de que el gobierno del imán seguía planteando el agravio de los mártires de Tanomah en reuniones bilaterales, conferencias árabes y mediaciones, Ibn Saud acabó repudiando el crimen por completo, y se negó a tratar el expediente, y rechazó el reembolso a las familias de las víctimas; porque era de la opinión de que esto constituiría una admisión del crimen, y le quitaría los beneficios políticos y morales que había obtenido con él.
Luego estalló la guerra (entre Yemen y Arabia Saudí) en 1934, que terminó con el Tratado de Taif, y una de las causas de la guerra fue esta masacre.
➤ El viajero e historiador sirio Nazih Moayad Alazem, que visitó Yemen en 1927, mencionó en su libro "Journey in Arabia Felix" que el número de mártires de esta masacre fue de entre 5 mil y 6 mil. ¿Cuál fue el número exacto de mártires y cómo lo investigó?
Debido a la falta de estadísticas precisas sobre los peregrinos de aquella época, los historiadores emitieron múltiples versiones sobre su número, pero la cifra que se estableció en las partes yemení y saudí de la época a través de su correspondencia y documentos decía que eran más de tres mil mártires, y hemos recibido estadísticas precisas transmitidas por Yahya bin Ali Al-Dhari en un manuscrito de la Gran Mezquita (de Sanaa), que uno de los eruditos, Ahmed Al-Washli, llegó desde La Meca, y afirmó que los peregrinos eran 3.105.
➤ Alazem mencionó en su libro que los que sobrevivieron a la masacre fueron entre siete y cinco... ¿Hasta qué punto es exacto, y conoció a los supervivientes o se reunió con sus hijos o familiares?
En el citado manuscrito se menciona que el número de supervivientes fue de unas 500 personas, de las cuales 150 siguieron su camino hacia el Hayy tras huir a Tihama de Asir, y cabalgaron hasta Yeddah, lo cual es un número muy razonable, con la evidencia de que pudimos obtener los nombres de docenas de estos supervivientes a través de sus hijos y nietos.
No conocimos a ninguno de los supervivientes, pero hemos entrevistado a docenas de sus hijos y nietos, y hemos documentado sus noticias en mi libro "La gran masacre de los peregrinos", y se sigue trabajando para documentar el mayor número posible de mártires y supervivientes.
➤ Después de 99 años de la masacre... ¿Qué se puede hacer para que la comunidad internacional se mueva para reconocer este crimen y garantizar que Arabia Saudí no quede impune?
Todo el mundo admite que más de tres mil mártires de los peregrinos yemeníes fueron asesinados por una formación militar ideológica saudí, bajo las órdenes de Ibn Saud, por lo que el régimen saudí es el primer responsable penal, político, moral y ético de esta masacre, que los juristas califican de crimen contra la humanidad.
Tuvo lugar en el contexto de la seguridad y la paz, no a la sombra de la guerra, y este tipo de crimen es un delito imprescriptible, ya que existe la posibilidad, según los expertos legales, de presentar demandas contra el régimen saudí ante los tribunales internacionales, y esto necesita el apoyo del Estado, los abogados y las organizaciones de derechos humanos, con el apoyo de las familias de las víctimas.
También pido que se emita una ley que regule la presentación de demandas ante los tribunales yemeníes, que se establezca un tribunal especial para este delito y que se emitan sentencias en él, y pronto llegará el día en que los yemeníes impongan al régimen saudí la aplicación de estas disposiciones.
En definitiva, los yemeníes están legitimados por el Corán para remediar y tomar la justicia en sus manos para sus víctimas. El Todopoderoso dijo {Y si alguien es asesinado injustamente, hemos dado a su heredero autoridad (para exigir)} y ésta es la legitimidad más fuerte en la que se puede confiar.