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26 abril 2021

Mapas y planes sobre la división de Alemania en la posguerra



Introducción 

Tito Andino

 

Los aliados examinaron varias opciones antes de establecer la división definitiva este-oeste que marcó la Guerra Fría. Pero ese no fue un primer antecedente de planes de partición del Imperio Alemán. Tras el fin de la Gran Guerra ya fue propuesta una "Partición de los pueblos de habla alemana", en ese tiempo un economista francés propuso dividir Alemania justamente para evitarse lo que sería conocido como la Segunda Guerra Mundial. Como todos sabemos el Tratado de Versalles impuso las condiciones de los países europeos vencedores (sin tomar en cuenta los 14 puntos de Wilson).


El Artículo 231, conocido como la "Cláusula de Culpabilidad de la Guerra", obligaba a Alemania aceptar la responsabilidad absoluta del inicio de la guerra. Como tal, Alemania era responsable de todos los daños materiales. Georges Clemenceau, primer ministro de Francia, insistió en imponer enormes pagos de compensación, los franceses eran conscientes que Alemania no podría pagar esa enorme deuda, no obstante temían que Alemania se recuperara con rapidez y planeara una nueva guerra contra Francia. Por esa razón surgieron los planes como el de "partición de los pueblos de habla alemana", el objetivo era evitar cualquier esfuerzo alemán para recuperarse económica y militarmente.

En otros aspectos, también solía ser materia de discusión sobre "qué hacer con Alemania" basándose en aspectos de orden sociológico y hasta tomando en cuenta aspectos históricos como las emigraciones alemanas de siglos anteriores, especialmente del siglo XIX y XX hacia los Estados Unidos donde se estudió muy seriamente la "prevalencia, impacto y asimilación de los estadounidenses de origen alemán". 

Resulta destacable señalar que en la historia de los estadounidenses de origen alemán prevaleció su deseo de integración aun cuando había claras muestras de discriminación y desconfianza, los inmigrantes alemanes nunca dejaron de intentar integrarse. Era notoria la actitud anti-germánica en los Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial, en esos tiempos era muy común iniciar con asimilar los patrones de nombres y peticiones de naturalización, es decir, los alemanes americanizaban sus propios nombres y los de sus hijos para presentar las solicitudes de ciudadanía estadounidense, jamás se presentaron casos destacables de deslealtad a la nación que los acogió. 

La historia demuestra que los estadounidenses de origen alemán han dejado sus huellas en diferentes facetas de la cultura, desde la ciencia, política, fuerzas armadas, deporte, negocios, etc. Son destacables los alemanes de ascendencia judía alemana o antinazis que huyeron de la opresión hitleriana y que colaboraron en el esfuerzo de guerra contra el nazismo en Europa (la Wikipedia recoge un interesante trabajo sobre los germano-americanos).

Como recordatorio diremos que en la actualidad más de cincuenta millones de estadounidenses descienden de países de habla germánica y en el transcurso de algo más de dos siglos el alemán fue la lengua predominante de los Estados Unidos (del XVII al XIX, incluso inicios del XX (sin que haya sido considerada lengua oficial). Existen mitos y anécdotas sobre el tema, como el "mito de Mulhenerg"; o, recuerdos históricos como el origen de New York, rebautizada así tras adquirir (por compra) los británicos el territorio de New Ámsterdam a los neerlandeses (de lengua germánica). En fin, el alemán seguía siendo la segunda lengua más hablada de los EEUU hasta los primeros años del siglo XX. 1914 y el inicio de la Gran Guerra en Europa lo cambió todo con una ola de histeria anti-alemana, incluso los apellidos germanos debieron adaptarse a una más "suave" pronunciación inglesa. El idioma alemán no pudo recuperar su lugar y fue marginado a secundarias posiciones tras un nuevo sentimiento anti-alemán surgido a inicios de la segunda guerra mundial.

Volviendo a lo principal, tras la devastación de la Gran Guerra se imponen duros tratados a las derrotadas Potencias Centrales, despojándoles de importantes territorios a los imperios alemán, austro-húngaro, otomano y Bulgaria, además de los pagos por compensaciones de guerra. Una consecuencia de la Primera Guerra Mundial fue el total cambio del mapa político de Europa. El Imperio  Austro-Húngaro, el Imperio Ruso, el Imperio Otomano dejaron de existir y hasta el Imperio Alemán (Reich) deja de ser una monarquía pero conservando su denominación oficial -Imperio Alemán- (Deutsches Reich).


Alemania perdió la Primera Guerra Mundial y en el Tratado de Versalles de 1919, perdió además el 13% de su territorio europeo, unos 69.930 km2, un décimo de su población (entre 6,5 y 7 millones de personas) y todas sus colonias.



Parte I

Cómo se dividió Alemania: una historia de los planes de partición

 


Nick Ottens

Never Was Magazine

Titulo original en inglés:

How Germany Was Divided: A History of Partition Plans


La forma en que Alemania se dividió en repúblicas de alineación occidental y soviética después de la Segunda Guerra Mundial no fue un proceso sencillo. Los aliados empezaron a pensar en la posibilidad de desmembrar Alemania en medio de la guerra y cómo hacerlo, para ello consideraron varias opciones.


Algunas, como la solicitud holandesa de compensación territorial, fueron ignoradas. Otros, como la sugerencia del presidente Franklin Delano Roosevelt de una división norte-sur, se transformarían en la división este-oeste de la Guerra Fría.


Plan Monnet


Mapa de Alemania en 1939 de la industria alemana en el apogeo del rearme en 1939, Jerry Muscott de la revista Life (2 de abril de 1945)


Gran parte de la planificación durante la guerra asumió que a Alemania se le debería negar la capacidad de volver a emprender la guerra. De ahí propuestas para internacionalizar sus industrias pesadas en el Ruhr o, en el caso de Francia, para apoderarse de ellas por completo.

Jean Monnet, un funcionario francés que más tarde desempeñaría un papel importante en la creación de lo que hoy es la Unión Europea, redactó un plan que implicaba tomar el área del Ruhr y el Sarre de Alemania. La razón es no solo mantener a Alemania débil, sino también que las industrias del carbón y del acero podrían acelerar la recuperación de Francia en la posguerra.

El líder francés en tiempos de guerra, Charles de Gaulle, respaldó el plan, pero nunca se implementó por completo. El Ruhr estuvo bajo una administración internacional durante algunos años, la Autoridad Internacional del Ruhr, hasta que la Comunidad Europea del Carbón y del Acero lo hizo redundante.

Los franceses consiguieron el Saar, en cierto modo, de 1947 a 1957 fue un protectorado francés. La población votó en contra de la independencia en un referéndum ese año, que las potencias occidentales interpretaron como un deseo de reunirse con Alemania. Pero Francia conservaría el derecho a extraer carbón del Sarre hasta 1981.



1) Mapa de producción de guerra de Alemania. 2) Mapa de producción de petróleo de Alemania. 3) Mapa de la industria siderúrgica de Alemania. 4) Mapa de la industria de la aviación de Alemania.


Venganza holandesa

Las solicitudes holandesas de compensación territorial fueron en gran parte desatendidas. Frits Bakker Schut, un ingeniero civil, redactó varias propuestas en nombre de las autoridades holandesas inmediatamente después de la guerra que habrían aumentado entre un 30 y un 50 por ciento al tamaño del país. El más ambicioso fue la anexión de Aquisgrán, Colonia y Münster, todas importantes ciudades alemanas, así como la deportación de muchos de los alemanes que vivían allí.


Cubierta de "Het Nieuwe Ideaal", un libro neerlandés de 1945 sobre la anexión del territorio alemán (NIOD)


El plan fue controvertido en Holanda. El líder del Partido Laborista y luego primer ministro Willem Drees se opuso rotundamente. Los partidos liberales y protestantes se mostraron cautelosos. Solo los católicos lo apoyaron ya que los territorios a ser anexados eran predominantemente católicos, por tanto, los hubiera ayudado a expandir su participación en las elecciones.

La facción católica tenía un aliado poderoso en la reina Guillermina, quien abrazó el plan, pero un oponente aún más poderoso, los Estados Unidos se opuso.

Al final, los Países Bajos solo consiguieron algunas ciudades fronterizas de los alemanes, casi todas las cuales fueron devueltas en 1963 después de que la entonces Alemania Occidental pagara reparaciones.


Plan Morgenthau


Henry Morgenthau y Franklin Delano Roosevelt en Warm Springs, Georgia, 30 de noviembre de 1932 (Biblioteca y Museo Franklin D. Roosevelt)


Los estadounidenses compartían la creencia francesa de que la capacidad industrial de Alemania debería reducirse para evitar otra guerraHenry Morgenthau, secretario del Tesoro del presidente Roosevelt, sugirió que tanto el Ruhr como el Sarre deberían ser anexados por los vecinos de Alemania o puestos bajo supervisión internacional. Las industrias pesadas en otras partes de Alemania serían desmanteladas, incluso si esto significara obstaculizar la recuperación de la posguerra.


Mapa del plan de Henry Morgenthau para la reconstrucción de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial (TerraMagnus)


Más allá de privar a los alemanes de los medios para hacer la guerra, existía una propuesta expresa de Estados Unidos de castigarlos colectivamente.

Roosevelt no tuvo paciencia con quienes sostenían que no se debería culpar a los alemanes corrientes por los crímenes del régimen nazi. “Al pueblo alemán se le debe hacer entender que toda la nación ha estado involucrada en una conspiración ilegal contra la decencia de la civilización moderna”, argumentó.

Los británicos, el Departamento de Estado y la oposición republicana en los Estados Unidos tenían todas sus dudas sobre el trato tan duro a los alemanes. De todos modos, les preocupaba que la publicidad de tales planes durante la guerra solo fortaleciera a los nazis en su determinación de luchar hasta el amargo final.

El jefe de propaganda nazi, Joseph Goebbels, así lo esperaba. Cuando se filtraron los planes de Morgenthau, los utilizó para tratar de persuadir a los alemanes de que no tenían más esperanza que buscar un Endsieg cada vez más esquivo.

Como el plan de Monnet, el de Morgenthau nunca se implementó en su forma original. No debe confundirse, como hacen algunos neonazis hasta el día de hoy, con el virulento plan anti-alemán de Theodore Kaufman, autoeditado en 1941, para borrar completamente a Austria y Alemania del mapa.


Tres Alemanias


Mapa de 1944. La partición de Alemania propuesta por Sumner Welles, publicada en la revista Life (24 de julio de 1944)


En la época en que Morgenthau desarrolló su plan, Sumner Welles, ex subsecretario de Estado de Roosevelt, publicó su propia propuesta en la revista Life que pedía la creación de tres estados: una Alemania Occidental, incluyendo Hamburgo, Hannover, Sajonia y Westfalia; una Alemania del Sur, que incluye Renania y Baviera y Württemberg, predominantemente católicos; y una Alemania del Este, compuesta por los predominantemente protestantes Brandeburgo, Pomerania y Silesia. Welles propuso ceder toda Prusia Oriental a Polonia.

A diferencia de Morgenthau, Welles no buscó estrangular la economía alemana. Esperaba que dividir los recursos agrícolas e industriales de Alemania más o menos equitativamente entre tres estados evitaría que cualquiera pudiera dominar a los demás y, posteriormente, a Europa.

Su pensamiento era que la centralización había permitido el militarismo alemán, que Welles, como muchos estadounidenses en ese momento dieron por sentado culpando de ambas guerras mundiales.

"Si Hitler no hubiera abolido todas las barreras restantes entre los antiguos estados alemanes", escribió, "el militarismo alemán nunca podría haber llevado a cabo sus políticas con tanto éxito en los años entre 1933 y 1939".

Eso es historia hipotética, pero hay algo que decir de los gobiernos estatales poderosos que pueden actuar como un freno a un centro equivocado. Por eso los Aliados hicieron de Alemania Occidental una federación después de la guerra. Hasta el día de hoy, la educación, la formación laboral, la infraestructura y el transporte son competencia de los Länder o la responsabilidad se comparte entre ellos y el gobierno federal de Berlín.


La división norte-sur de Roosevelt


Mapa de Alemania 1943. Propuesta de Franklin Delano Roosevelt para las zonas de ocupación en Alemania, trazado a lápiz por el propio presidente mientras se dirigía a la Conferencia de El Cairo de 1943. El mapa consta en el libro de Earl F. Ziemke, "El ejército de los Estados Unidos en la ocupación de Alemania 1944-1946" (1975)


La idea de dividir Alemania en una mitad norte y una mitad sur puede no haber tenido su origen en Welles. De camino a las Conferencias de El Cairo y Teherán de 1943, el propio presidente Roosevelt esbozó una propuesta similar. Puso a los predominantemente católicos Baden, Baviera y Württemberg en un solo estado y dividió el norte, en su mayoría protestante, a lo largo de una línea que iba desde Stettin a Berlín, de Leipzig a Bayreuth.

El pensamiento de Roosevelt, escribió el primer ministro británico Winston Churchill en sus memorias, era que Prusia necesitaba ser separada del resto y tratada con "severidad". En este punto, el líder estadounidense aparentemente ya no culpaba a los alemanes del sur y del oeste por la guerra. "Me gustaría verlos vivir de manera tolerable", dijo en Teherán, "y en una generación se sentirían de manera diferente".

Estados Unidos, creía Roosevelt, debería asumir la responsabilidad de la zona noroeste, incluidos Bremen y Hamburgo, así como Berlín. Los británicos tomarían el sur; los soviéticos el territorio restante en el este.


Mapa de Alemania de 1944. Mapa de una posible partición de Alemania, por Robert M. Chapin Jr., publicado en la revista Time (21 de febrero de 1944)


Las zonas estadounidense y británica terminaron al revés, porque la planificación para la invasión de Europa ya estaba en marcha a mediados de 1943. Esto requería que las tropas británicas y de la Commonwealth atacaran desde el norte, a través de los Países Bajos, y los estadounidenses para invadir Alemania desde el sur.

Los británicos estaban interesados ​​en esta división del trabajo, porque significaba que estarían en condiciones de supervisar el desmantelamiento de la flota alemana.

Roosevelt, por su parte, no estaba obsesionado con el sur por ninguna otra razón que la que temía que implicara asumir la responsabilidad de la Francia de posguerra y posiblemente también de Italia, dadas las líneas de suministro y su proximidad. Cuando Churchill le aseguró que este no sería el caso, se convenció.


Enmendaduras anglo-soviética


Mapa del estado de Alemania del Sur. Al estilo de The Economist de la propuesta de Winston Churchill en el sur de Alemania (moerby08)


Churchill siguió en general el pensamiento de Roosevelt y dijo que la idea de una "Confederación Danubiana", compuesta por los estados del sur de Alemania, Austria y Hungría, "siempre le había resultado atractiva". La idea de Winston Churchill (NdE, que no era original suya) era separar Alemania a lo largo de las líneas norte-sur y unir al sur de Alemania con Austria y Hungría para crear la referida Confederación Danubiana. 

Pero cuando se reunió con Joseph Stalin en Moscú al año siguiente, el líder soviético insistió en mantener separada a Hungría"El tío Joe quiere que Polonia, Chequia y Hungría formen un reino de estados independientes antinazis y prorrusos", informó.


*Nota explicativa adicionada por el editor del blog sobre este mapa y la Federación del Danubio.

 

Este mapa profundiza en la idea que fue estudiada por Winston Churchill como parte de los planes para dividir Alemania después de la IIGM. Inicialmente etiquetado como el "Estado del Sur de Alemania". Baviera, Baden y Württemberg (así como el estado de Hohenzollern) debían ser separados del antiguo Reich alemán y unirse con Austria y Hungría. Los territorios restantes debían formar otros dos estados, la Renania y el Estado de Alemania del Norte, que solo se muestran en este mapa como países vecinos. Churchill creía en la necesidad de un poder de equilibrio entre Alemania y la Unión Soviética en Europa Central y, por lo tanto, brindó dubitativo cierto apoyo al plan de resucitar la monarquía austriaca en lo que "oficialmente" sería el Estado del Sur de Alemania, también llamado Federación Danubiana o Federación del Danubio o Confederación Danubiana, considerada sucesora de la desaparecida Monarquía Austrohúngara. Otto von Habsburgo-Lothringen, hijo del último emperador de Austria-Hungría, fue el promotor del plan y calculaba sería invitado a asumir el papel ceremonial de Jefe de Estado como emperador-rey de la Confederación. Las antiguas familias reales y principescas de Baviera, Wuerttemberg y Baden también obtendrían su rol ceremonial como jefes de sus estados miembros. Desde su creación, la Confederación Danubiana sería una monarquía parlamentaria constitucional federal compuesta por cinco estados miembros, cuatro alemanas y una de mayoría húngara. La capital federal, Viena, sería el hogar de las dos cámaras federales de la federación, así como de los ministerios federales. Después de la guerra, la supuesta Confederación a ser establecida por los Aliados, estuvo bajo la ocupación militar del Reino Unido, los Estados Unidos, Francia y la Unión Soviética. La ocupación real terminó con la firma del Tratado de Estado Austriaco, firmado en Viena el 15 de mayo de 1955, en el que Austria prometía una "eterna neutralidad política y militar" y escapó así a la inclusión en el Pacto de Varsovia y la garantía que no se uniría a la OTAN.


Otto von Habsburg-Lothringen, 1912 - 2011 (Otón de Habsburgo-Lorena (en castellano), hijo mayor de Carlos I de Austria y IV de Hungría, último emperador de Austria y rey de Hungría. Fue sobrino bisnieto del emperador Francisco José I de Austria y del emperador Maximiliano I de México. Otto von Habsburg mantuvo por largas décadas (desde 1922 a 2007) las pretensiones de la Casa de Habsburgo. En sus "dominios" era también conocido como Otto I de Austria, Otto I de Bohemia, Otto II de Hungría y Otto II de Croacia. Renunció a sus derechos dinásticos en 2007 a favor de su hijo Carlos. 

En resumen. Otto von Habsburgo fue el impulsor (no Churchill) de este plan, presentó su propia propuesta para la Europa central de la posguerra, solicitó a los Aliados la creación de una "Federación del Danubio" con gran parte del antiguo territorio del Imperio Austro-Húngaro. El primer ministro británico Churchill parecía apoyar la idea pero, la oposición de Josep Stalin fue inmediata, casi todo el territorio de la federación propuesta estaba dentro de la acordada esfera de influencia soviética. Stalin vetó el plan. El Habsburgo tuvo que conformarse a seguir viviendo en el exilio, criticó la entrega de Europa del Este a los soviéticos, (impedimento para su plan) hecho pactado entre los Aliados, de modo que, incluso si los británicos y los estadounidenses se arrepentían, había poco o nada que pudieran hacer al respecto, el territorio estaba ya ocupado por el Ejército Rojo.

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(Volvemos con Churchill)

A Churchill se le ocurrió una propuesta similar a la de Roosevelt, excepto que puso la frontera entre las dos zonas del norte mucho más hacia el oesteLos soviéticos lo aprobaron, los estadounidenses estaban horrorizados. Churchill no sólo había quitado la división de Alemania de las manos de los angloamericanos y había incluido a los soviéticos en la ecuación; había prometido a los rusos mucho más territorio que Roosevelt. Eso resultaría imposible de recuperar.

Churchill también se inclinó a respetar las fronteras históricas de los estados alemanes. Mientras que Roosevelt había trazado una línea recta a través de Renania, Hesse y el norte de Baviera, Churchill se aferró con sensatez a las fronteras que los alemanes ya conocían.


Mapa de la división de Alemania en la Conferencia de Yalta en febrero de 1945, trazado a mano. Nota explicativa adicionadaEn la Conferencia de Yalta (4 al 11 de febrero de 1945), Churchill, Roosevelt y Stalin intentaron hacer arreglos para el mundo de la posguerra, especialmente en lo que respecta a Europa del Este, Europa Central y el futuro de las Naciones Unidas. Este mapa dibujado a mano fue diseñado para su uso en el establecimiento de zonas de ocupación en Alemania. Reacio a tomar una decisión apresurada y definitiva sobre este asunto, Churchill dijo que los Tres Grandes estaban "lidiando con el destino de ochenta millones de personas y eso requirió más de ochenta minutos para considerarlo". (Documentos de W. Averell Harriman, División de Manuscritos, Biblioteca del Congreso de los EEUU (223)


Joseph Stalin Winston Churchill en Yalta (Archivo Hulton)


División de cuatro vías

La decisión final de dividir Alemania en cuatro zonas de ocupación (incluida una para los franceses) se tomó en Yalta en febrero de 1945. Pero los líderes aliados no decidieron en ese momento cuáles serían las fronteras de esas zonas, ni si deberían ser permanentes.


Mapa de Alemania, 1947, el mapa corresponde a la revista Life (29 de diciembre de 1947)


Mapa de 1945 de las áreas de ocupación aliadas en Alemania (Atlanta)

No fue hasta la Conferencia de Potsdam, tres meses después de haber terminado la guerra en Europa, que las potencias acordaron la división que persistiría durante la Guerra Fría.

Francia obtuvo el Sarre y parte de Renania. Los británicos tomaron el norte, con los puertos de Bremen y Hamburgo. (Aunque en lugar de hundir la flota alemana, la mayoría de los barcos se dividieron entre los vencedores). Gran parte de Prusia fue cedida a Polonia, que a todos los efectos sería un estado títere soviético. Los rusos tomaron parte de Prusia Oriental para sí mismos y la llamaron Kaliningrado.


Mapa de la "Alemania Occidental", por Robert M. Chapin Jr., de la revista Time (5 de diciembre de 1949)


El acuerdo de Potsdam pedía una expulsión "ordenada" de los alemanes de los territorios del este (que dejó a millones sin hogar) y el desmantelamiento de las industrias pesadas. Los aliados occidentales no tardaron más de unos años en darse cuenta de que había sido un terrible error. Al reprimir a los alemanes occidentales, no solo estaban alimentando el resentimiento alemán; estaban frenando la recuperación económica de toda Europa Occidental.

Cuando esta política se revirtió a fines de la década de 1940, y Alemania Occidental recibió la ayuda del Plan Marshall de los Estados Unidos, allanó el camino para el famoso Wirtschaftswunder que levantó el espíritu de la denominada Europa libre.

Los soviéticos, por el contrario, seguían absorbiendo reparaciones de su Alemania, lo que retrasaría su recuperación por años, si no décadas.


Parte II


    CDU mapa de Alemania 

Niemals Oder-Neisse: La frontera que Alemania se negó a aceptar durante 45 años


Nick Ottens presentó este casi desconocido suceso histórico en diciembre de 2016

Después de la Segunda Guerra Mundial, las potencias aliadas cedieron las tierras alemanas al este de los ríos Oder y Lusatian Neisse a Polonia, creando una disputa fronteriza que duraría durante toda la Guerra Fría.

Fueron los soviéticos quienes insistieron en el cambio. Joseph Stalin quería anexar las zonas fronterizas orientales de la antigua República Polaca, que estaban poco pobladas por polacos étnicos, a Rusia propiamente dicha, al tiempo que ponía un fuerte estado tapón polaco entre él y Alemania. De ahí la necesidad de agregar las provincias orientales de Alemania a la nueva Polonia.

El norte de Prusia Oriental, alrededor de la ciudad de Königsberg, fue cortado para crear Kaliningrado para Rusia, dándole el puerto de aguas cálidas en el Mar Báltico que tanto había codiciado.

Los estadounidenses y británicos sintieron que este desmembramiento de Alemania fue demasiado lejos, pero finalmente cedieron en Potsdam en el verano de 1945 bajo una combinación de intransigencia soviética y presión del gobierno polaco alineado con los soviéticos.

A los aliados occidentales también se les hizo creer que solo había alrededor de un millón de alemanes todavía viviendo en Prusia Oriental, Pomerania Oriental y Silesia. De hecho, hubo millones. Hasta 31 millones de alemanes étnicos y ciudadanos alemanes fueron limpiados de Europa del Este después de la guerra. Entre 12 y 14 millones se reasentaron en Austria y Alemania Occidental. Estudios recientes sugieren que alrededor de medio millón murieron en la expulsión.


Línea Niemals Oder-Neisse


Póster de la CDU de 1947 - Póster del SPD de 1949 - Póster de la CDU alemana de 1949. (CDU Unión Demócrata Cristiana) (SPD Partido Social Demócrata)


Tanto Alemania Oriental como Occidental estaban descontentos con la nueva frontera, pero la primera, bajo la dictadura comunista, fue fuertemente armada por Moscú para que aceptara lo que a medias aceptaría llamar Friedensgrenze ("Frontera de la Paz"). En 1950, la República Democrática Alemana y Polonia formalizaron la frontera Oder-Neisse en un tratado.

No así en Alemania Occidental que insistió en que la Declaración de Potsdam había sido provisional y que las tierras alemanas al este del Oder-Neisse estaban ocupadas "ilegalmente" por Polonia y la Unión Soviética.

Había una ironía en este argumento legalista: La frontera germano-polaca anterior a la Segunda Guerra Mundial había sido trazada por los enemigos de Alemania. En el período de entreguerras, los líderes alemanes habían rechazado el Tratado de Versalles como un diktat inaceptable que dejó varados a los alemanes étnicos en Polonia. Ahora recurrieron a ella para argumentar en contra de una segunda revisión fronteriza, incluso peor.


Motivo politico


Konrad Adenauer, el canciller de Alemania Occidental, en una conferencia del partido conservador en Düsseldorf, el 28 de marzo de 1965 (Bundesregierung / Gerhard Heisler)


Los historiadores todavía debaten si Konrad Adenauer, el primer canciller de la posguerra de Alemania Occidental, creía sinceramente en el Heimatrecht (“derecho a la patria”). Pero hay pocas dudas de que tenía un motivo político para apoyarlo.

En los oscuros días posteriores a la Segunda Guerra Mundial, los demócratas cristianos de Adenauer protegieron celosamente su flanco derecho para que no surgiera un competidor nacionalista y llevara a Alemania al pasado. Por eso lucharon contra la desnazificación e incluso aceptaron a ex funcionarios nazis en el gobierno de Bonn.

Cuando un nuevo partido político que representaba a los millones de alemanes que habían sido expulsados ​​del Este obtuvo el seis por ciento de los votos en 1953, y porcentajes más altos en algunas elecciones estatales, Adenauer sintió que no podía ignorarlos. A los líderes del Bloque / Liga de Expulsados ​​y Privados de Derechos de toda Alemania se les asignaron puestos relevantes en el gabinete. Se promulgó una Ley Federal de Expulsados, que extendió la ciudadanía a todos los refugiados.

Una vez que la ley estuvo en vigor y la economía alemana comenzó a recuperarse, la causa de los expulsados ​​perdió impulso.

Cuatro años después, el mismo partido no logró cruzar el umbral electoral del cinco por ciento. Se fusionó con los restos de otro partido de derecha en 1961, pero nuevamente no pudo calificar para escaños en el parlamento.


"La cuestión alemana abierta"


El canciller de Alemania Occidental, Willy Brandt, y el primer ministro de Alemania del Este, Willi Stoph, se reúnen en Erfurt, el 19 de marzo de 1970 (Bundesarchiv)


Incluso si parecía haber poca ganancia política en resistir más, y ciertamente no ganó ningún favor a Alemania en otras capitales occidentales, donde sus aliados querían avanzar, los demócratas cristianos todavía se negaban a aceptar la línea Oder-Neisse.

Fue el primer canciller de posguerra del Partido Socialdemócrata, Willy Brandt, quien normalizó las relaciones con el Este en 1970 al reconocer la frontera como la realidad presente y jurar que Alemania no buscaría revisarla por la fuerza.

A los alemanes expulsados ​​todavía no se les permitía regresar a la tierra de su nacimiento, pero las visitas se volvieron un poco más fáciles.

Los demócratas cristianos criticaron esta Ostpolitik y continuaron haciendo campaña sobre lo que denominaron en 1980 como "la cuestión abierta de Alemania".


Reunificación


El presidente estadounidense George HW Bush, el primer ministro canadiense Brian Mulroney, el presidente francés François Mitterand y el canciller alemán Helmut Kohl asisten a la cumbre del G7 en Munich, el 6 de julio de 1992 (Institut François Mitterand)


Cuando cayó el Muro de Berlín en 1989 y la reunificación se hizo posible, los demócratas cristianos seguían siendo ambivalentes. Helmut Kohl, el canciller conservador en ese momento, criticó a sus aliados cuando condicionó la aceptación de Alemania Occidental de la línea Oder-Niesse a las reparaciones polacas para los alemanes que habían sido expulsados ​​en 1945. Una reacción internacional obligó a Kohl a reconsiderarlo.

Las dos Alemanias se unificaron en octubre de 1990. Un mes antes, las antiguas potencias ocupantes - Gran Bretaña, Francia, Rusia y Estados Unidos - habían renunciado a todos los derechos que aún tenían en Alemania en el Tratado sobre el Acuerdo Final con respecto a Alemania: La paz, acuerdo que Potsdam había previsto permitió que las partes alemanas aceptaran la frontera Oder-Neisse en un tratado separado con Polonia ese mismo año.

Los gobiernos de Alemania y Polonia también firmaron acuerdos que reconocen los derechos culturales y políticos de sus respectivas minorías. En ese momento, alrededor de 150.000 alemanes todavía vivían en las áreas que habían sido transferidas a Polonia en 1945, la mayoría en la Alta Silesia.

Desde 2004, cuando Polonia se unió a la Unión Europea, la frontera que alguna vez fue tan disputada ha existido solo en el papel. 670.000 ciudadanos polacos viven y trabajan ahora en Alemania. Otros 2,8 millones de alemanes, o el tres por ciento de la población, tienen raíces polacas.


Fuentes:

How Germany Was Divided: A History of Partition Plans

What if Germany had been divided differently?

Niemals Oder-Neisse: The Border Germany Refused to Accept for 45 Years

Prevalence, Impact and Assimilation of German Americans

Proposed Partition of the German-Speaking Peoples

18 marzo 2021

¿Y si Italia se hubiera dividido durante la Guerra Fría?




 

Nick Ottens nos trae una interesante conjetura sobre la Guerra Fría. Ya muchos conocen e identifican lo característico del autor, la historia alternativa. También este blog suele recurrir a la historia alternativa para analizar algunas hipótesis que los historiadores han planteado en algunas ocasiones durante sus investigaciones.

 

El Reino de Italia tuvo esa denominación oficial entre 1861 y 1946. Desde 1922 hasta 1943 era conocida como Italia fascista, es decir, la etapa en que gobernó el Partido Nacional Fascista con Benito Mussolini como jefe de gobierno y subordinado al Rey de Italia.

Italia al finalizar la segunda guerra mundial estuvo a poco de ser dirigida por movimientos de carácter socialista-comunista, solo la presencia militar de los tropas estadounidenses impidieron tal suceso. 

Los Aliados occidentales no estaban para aventuras revolucionarias, la guerra fría había iniciado y exigieron que los convenios entre los triunfantes Aliados debían ser respetados, lo que incluía a la Unión Soviética como potencia victoriosa, nos referimos básicamente a los Acuerdos de Yalta y Potsdam en que se trazaron y delimitaron las zonas de influencia en Europa, las grandes potencias llegaron al compromiso de respetar esa invisible delimitación. 

Italia, naturalmente, al haber sido liberada del yugo nazi quedaba dentro de la esfera de influencia de los Aliados occidentales. De esa manera el poderoso ejército partisano -por así denominar a los diversos grupos de combatientes de izquierda- que incluso habían capturado y ejecutado al Duce, se vieron enfrentados a la realidad, en otras palabras: 

El ejército de ocupación estadounidense no permitiría que movimientos socialistas, comunistas, anarquistas o de cualquier inclinación de izquierdas se haga con el poder, tal acontecimiento no sería tolerado. Caso de que llegaran a triunfar en los eventos de elección popular, lo cual era factible ante el poder y la popularidad de la izquierda italiana que sostuvo la resistencia contra el fascismo de Mussolini y la invasión alemana, se fueron creando incipientes organizaciones de ultra derecha que con el transcurso de los años conformaron las tristemente célebres organizaciones stand behind y la futura "Operación Gladio".

Recordemos que el referéndum italiano del 2 de junio de 1946 proclamó la República de Italia que ya tácitamente había nacido tras el final de la segunda guerra mundial. El resultado fue muy claro en cuanto a la decisión ciudadana que se pronunció por poner fin a la monarquía de la Casa de Saboya, beneficiaria directa en pleno siglo XX (1922-1943) de la dictadura fascista y sus guerras coloniales de conquista en el África (imperio colonial), junto a la desastrosa participación bélica como aliada de la Alemania nazi. 

En 1948 entró en vigor una nueva Constitución, se revisaron las fronteras en beneficio de Francia y Yugoslavia, la pérdida del imperio colonial, así como la definitiva configuración del territorio italiano. El camino fue duro para la democracia, los  primeros comicios electorales demostraron la inmensa popularidad de los Partidos Socialista y Comunistas italianos, que, por supuesto, estaban respaldados por la URSS, frente a estos movimientos los Estados Unidos con su visión de "democracia" impulsó a la Democracia Cristiana.

La injerencia de Truman y las veladas amenazas de las fuerzas militares aliadas en territorio italiano consiguieron la exclusión de los comunistas del gobierno, logrando lo que no habrían podido conseguir de otro modo en las elecciones legislativas de 1946, una holgada victoria de la Democracia Cristiana que controlaría la política del país durante décadas.

Los comunistas italianos, al igual que los de toda Europa, comprendieron que su país solo disponía en aquella época de una soberanía limitada, estaban conscientes que Estados Unidos nunca concedería a un gobierno de izquierda los beneficios del Plan Marshall para la reconstrucción económica que tanto necesitaban. 

Pero, ¿qué hubiese pasado si las fuerzas populares italianas asumían el poder?. Como hemos dicho tal escenario hubiese provocado una sangrienta guerra civil respaldada por las fuerzas de ocupación estadounidenses; el otro escenario hubiese sido la división de Italia durante la Guerra Fría; y, es precisamente este último escenario el que es analizado por Nick Ottens en Never Was Magazine.


Buena lectura

T. Andino


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¿Y si Italia se hubiera dividido durante la Guerra Fría?

 

El artista conocido como “Dom-Bul” imagina qué pasaría si, en lugar de Alemania, Italia se hubiera dividido entre Oriente y Occidente durante la Guerra Fría. Mapa ficticio de una Italia dividida durante la Guerra Fría ( Dom-Bul )


Hay dos posibles puntos de divergencia:

Los soviéticos, en lugar de los aliados occidentales, invaden el sur de Italia durante la Segunda Guerra Mundial. Las fuerzas estadounidenses y británicas aterrizan en el sur de Francia (ver Cómo cambiar la Segunda Guerra Mundial) e invaden Italia desde el norte. Se encuentran en el centro de la península las tropas occidentales y el Ejército Rojo, al igual que se reunieron en el centro de Alemania en 1945.

La guerra civil estalla en Italia, no en Grecia, en 1947. Es la primera batalla por poderes de la Guerra Fría. El Partido Comunista Italiano respaldado por los soviéticos, el más grande de su tipo en Europa Occidental con más de dos millones de miembros, prevalece en el sur. Los demócratas cristianos pro occidentales defienden el norte. El país está dividido como lo estaba Corea en 1953.

Se crea una República Democrática de Italia en el sur y se adhiere al Pacto de Varsovia. Una República Federal en el norte se une a la OTAN y a la Comunidad Europea del Carbón y del Acero. Roma se divide a lo largo del río Tíber con un puesto de control en el puente Garibaldi.


Ponte Garibaldi en Roma, Italia en 1956


Ruggero Grieco, en el mundo real el jefe de propaganda del Partido Comunista Italiano, se convierte en el primer líder de la república y pide a Stalin el regreso de la Marcha Juliana de Yugoslavia. Stalin acepta pero Tito se resiste. El líder yugoslavo solo acepta cuando Stalin acepta incorporar a Bulgaria a la República Federativa Socialista de Yugoslavia, lo que acerca un paso más el sueño de Tito de una Federación Balcánica. (El líder comunista búlgaro Georgi Dimitrov realmente accedió a fusionar su país con Yugoslavia, pero fue detenido por Stalin. Vea Países que casi existían) Gorizia, en la frontera con lo que ahora es Eslovenia, está dividida en dos, como Roma.


Ruggero Grieco - Josip Broz Tito - Joseph Stalin


Grieco muere de un infarto en 1955 y es sucedido por Palmiro Togliatti, en el mundo real secretario general del Partido Comunista Italiano de 1934 a 1938, viceprimer ministro en el primer gobierno democrático italiano de posguerra y admirador de Stalin. Su gobierno adopta una línea dura contra el crimen organizado, que en las comunidades rurales pobres del sur de Italia, especialmente Sicilia, es a menudo la única fuente de empleo para los hombres jóvenes. Muchos abandonan la República Democrática (no existe un equivalente al Muro de Berlín que lo impida), instalándose en el norte, donde la economía está en auge en la década de 1960, o en Estados Unidos.

Togliatti muere de vacaciones en Crimea en 1964 y es sucedido por Enrico Berlinguer, quien en el mundo real dirigió al Partido Comunista Italiano de 1972 a 1984 y lo alejó de Moscú para trazar una "tercera vía" entre el capitalismo y la versión soviética del socialismo. En esta línea de tiempo Berlinguer permanece en el poder hasta su muerte en 1984 y relaja tanto el régimen en el sur como las relaciones con Occidente, allanando el camino para la reunificación bajo su sucesor, Alessandro Natta.


Palmiro Togliatti - Enrico Berlinguer - Alessandro Natta


En el mundo real, Natta dirigió el Partido Comunista Italiano de 1984 a 1988. Aquí es el líder de la República Democrática cuando la Unión Soviética implosiona en 1991. Los otros estados comunistas de Europa no se quedan atrás. Se levantan los controles fronterizos en Roma y Gorizia. El Tratado de Roma de 1992 reúne a Italia bajo el liderazgo del norte. Todo el país se convierte en una república federal. Natta se convierte en senador vitalicio.

Nota explicativa (N.d.E.)

Eso podía haber sido plausible, si los soviéticos hubiesen entrado desde el norte, a través de Yugoslavia, tenían mucha mayor capacidad para movilizarse en tierra y establecer en el norte de Italia un estado. La URSS no tenía la capacidad ni la logistica anfibia para atacar desde el sur y nunca la tuvieron, ni siquiera en el apogeo de su poder durante la Guerra Fría. Por otro lado, los comunistas italianos (entre los más exitosos electoralmente de cualquier país occidental) no fueron tan efectivos y populares en el sur donde existía (aun hoy) una fuerte influencia de la mafia (conservadora). La fuerza electoral de los comunistas estaba concentrada en el centro de Italia, la ubicación menos sostenible militarmente (no cerca de ninguna frontera).


What If Italy Had Been Divided During the Cold War?

08 enero 2021

8 de enero, tiempo para recordar a Cuba



por Tito Andino U.

Es imposible disociar a la revolución cubana del contexto de la Guerra Fría, por lo mismo no es posible separarla de la geopolítica internacional. Lo que si podemos hacer es disociar el proselitismo político sin apasionamiento ni favoritismos, algo difícil de conseguir ya que aun enciende la sangre de la juventud rebelde por naturaleza ante un hecho histórico trascendental y de enorme significado mundial. Se intenta evitar los antagonismos, compleja tarea, así que armonizar la historia con experiencias personales inolvidables es el cometido de esta entrada.

  

Al igual que millones de personas por el mundo, sin necesidad de ser "comunista", simpatizamos y admiramos el proceso revolucionario de la isla caribeña; y, si, es necesario aclarar que a la larga, el comunismo resultó ser un rotundo fracaso social, la gente no vive de doctrinas...

La revolución cubana tuvo el privilegio de contar con mentes brillantes como Camilo Cienfuegos, Fidel Castro y el símbolo de rebeldía en el mundo, Ernesto Guevara; personajes polémicos eso sí, amados, criticados y odiados por millones. Salvo Cienfuegos (quien murió repentinamente el mismo año del triunfo de la revolución), los otros pasaron a la historia ya sea como héroes o villanos, según el punto de vista ideológico de quien los mire. (Juan Almeida Bosque, otro de los líderes de la revolución cubana es un perfecto desconocido fuera de Cuba, a pesar de los altos cargos que ocupó hasta su deceso. Mientras el Comandante Huber Matos Benítez, un maestro de escuela y miembro inicial del proceso revolucionario, se apartó muy pronto renegando del rumbo que tomaba la revolución en 1959).


Fidel Castro en Washington D.C., 15 abril de 1959

Carismático e inteligente como él, no cabe duda que Fidel fue amado por su pueblo, tuvo que hacer "magia" para afrontar la tormenta mundial desatada por atreverse a rebelarse, literalmente, en el patio trasero estadounidense, aliarse con el "diablo" (URSS) para sobrevivir en el concierto de la política mundial fue el camino tomado. Guevara, apreciado en la actualidad por jóvenes "rebeldes" se ha vuelto más un ícono de venta de suvenires a la vez que se olvida su historia. El "Che", la persona y no el mito, es un personaje de análisis más profundo hasta en su psiquis, nunca dudó en recurrir a la pistola cuando de eliminar a los enemigos se trataba, lo que denota una bipolar personalidad.


El trío más famoso del mundo revolucionario; Ernesto Che Guevara, Fidel Castro y Camilo Cienfuegos.

Camilo Cienfuegos, como muchos héroes anónimos de la revolución, era excepcional, quedando relegado en la historia por la fama de sus míticos compañeros de armas. En su tiempo su popularidad era tal que incluso llegó en algún momento a sobrepasar la de Fidel Castro. Conocido como "El Comandante del Pueblo" y "El Señor de la Vanguardia", el instinto nos lleva a decir que Cienfuegos fue la verdadera alma de la revolución. Descendiente de humildes emigrantes españoles (al contrario que Castro), su carácter era el típico y popular del cubano, sonrisa franca: "carácter jovial y natural desprendimiento", muy querido por su sencillez y humildad. Decía, riéndose, que estaba viviendo la vida como si fuera un sueño. "No sé si esto es un sueño o realidad" decía cuando la gente lo abrazaba o lo tocaba por un instante. 

Como otros, Camilo Cienfuegos es un héroe nacional, en 1957 ya era uno de los Comandantes del Ejército Rebelde, cargo consolidado tras la victoria de la revolución en que fue elevado al rango de jefe del estado mayor del Ejército Revolucionario con apenas 27 años de edad. Desde esa posición Cienfuegos encabezó la lucha ante los levantamientos contra-revolucionarios. El trágico y fatal destino cegó la vida del Comandante (accidente de aviación el 28 de octubre de 1959), días previos había recibido la orden de Fidel Castro para detener a Huber Matos en Camagüey (21 de octubre). Se recuerda el discurso de Fidel Castro (1 noviembre 1959) en que anunciaba a los cubanos la muerte de Camilo Cienfuegos: “¡Hay muchos Camilos entre nuestro pueblo!”.


El Comandante Camilo Cienfuegos

Como curiosidad histórica, apenas en 2009 el rostro de Camilo Cienfuegos fue colocado en la Plaza de la Revolución junto a su conocida frase "Vas bien, Fidel". Hay quienes dicen -como teoría de la conspiración- que Fidel Castro se sintió aliviado con el deceso de Camilo y que más tarde enviaría a Guevara a continuar con la revolución lejos de Cuba más que todo para librarse de él (nada es improbable). Fue Huber Matos quien divulgó la historia de que fue Castro quien mandó a eliminar a Camilo por celos, en repetidas entrevistas a lo largo de su exilio Matos afirmó que él advirtió a Camilo de que se cuidara de Fidel...

Como podrán apreciar aquí no ocultamos nada (ni las afirmaciones del disidente Matos), este no es un libro de historia pero damos oportunidad para escuchar la otra cara de la moneda.


Históricas fotos. Arriba: Camilo Cienfuegos, Fidel Castro y  Huber Matos (de perfil) entrando triunfalmente a la Habana el 8 de enero de 1959. Foto del medio: Huber Matos da un discurso en que ratifica la renuncia a sus cargos y se entrega en calidad de detenido ante Camilo Cienfuegos, quien le escucha atentamente (21 octubre 1959). En la foto de abajo a la derecha observamos a Matos detenido dentro de un autobus. Matos había renunciado previamente por carta, en ella expresaba que aún había posibilidad de salvar al pueblo de la tragedia vivida, apeló a Fidel Castro para que cumpla la promesa de una revolución democrática: “¡Salvemos la Revolución, Fidel!”, Matos decía denunciar la deriva comunista del alzamiento, cumplió veinte años de prisión, cuando recuperó su libertad fue un declarado 'anticastrista', formó parte de la disidencia desde el exilio. Tras aquel episodio de 1959, a los pocos días Camilo Cienfuegos desaparecía en el mar en un fatal accidente de avioneta.


Bien, enfoquémonos en el presente

Es lógico considerar que con el paso de las décadas el sistema político cubano gobernante a través del Partido Comunista haya devenido en forma de dictadura del partido único, lo cual no está en discusión, por algo proclamaban en aquellos lejanos años de la era soviética "la dictadura del proletariado", lo que tampoco era tan cierto. También es verdad que durante largo tiempo se observó una especie de culto a la personalidad de Fidel Castro, lo de Cuba distaba de parecerse a esas cerradas dictaduras político-militares que conformaban la otrora alianza europea del este conocida como Pacto de Varsovia. Sin duda Cuba fue inicialmente (no lo es más) una dictadura popular, fue querida por el pueblo (en las primeras décadas) y con líderes carismáticos amados hasta las entrañas por su gente, pero todo pasa factura con el tiempo. 

Hoy, más de 60 años después existe dos generaciones que han vivido bajo el sistema imperante y nadie puede discutir la profunda soledad del alma colectiva cubana. Existen dos Cubas, la del turismo, la de las sonrisas y el buen ron; y, la Cuba real, que se cae en pedazos, fruto de los decenios de brutal bloqueo económico que arruinó a la isla, ese es el mensaje que envía Estados Unidos a quienes osen rebelarse en su contra.

He estado en Cuba, se percibe pobreza, indescriptible, en el país ya no es raro apreciar el rostro de tristeza dentro de la jovialidad que todavía conserva el pueblo. Sigue siendo discutible (puedo estar equivocado) el decir que la revolución no fracasó en su esencia, fue y es la imposición draconiana extranjera con un estado de guerra económico perpetuo lo que lentamente mató el intento de desarrollo del país; a eso añadiremos la terquedad del régimen por contener la apertura socio económica -en defensa de la revolución, dicen-. 

Es muy cierto que Estados Unidos tiene el poder de sancionar incluso a sus aliados de la OTAN y a cualquier país del mundo cuando esos estados quieren establecer acuerdos económicos y comerciales con Cuba. ¿Qué haría usted como empresario si le plantearan una buena oportunidad para realizar actividades comerciales con alguna institución del gobierno cubano?, ¿cómo evitaría caer en la lista negra del Departamento de Estado? Tal posibilidad es un suicidio. Si alguna gran corporación internacional europea o de otro continente desea comerciar con Cuba será sancionada por Washington, no es mera retórica! la sanción se cumple!. Las advertencias están presentes de antemano, se hacen efectivas causando pérdidas millonarias a las empresas. Peor aun si las relaciones de amistad y comercio son de carácter interestatal, vaya usted recordando, como ejemplo, lo que pasa con Venezuela e Irán por atreverse enviar petróleo a Cuba.


El Capitolio Nacional de la Habana fue construido en 1929 para que allí funcionara la sede de las Cámaras del Congreso de la República de Cuba, el Congreso fue disuelto tras el ascenso de la Revolución. Se asemeja bastante al Capitolio de los Estados Unidos, pero también fue inspirado en el Panteón de París y la Catedral de San Pablo de Londres. En la actualidad, tras una larga restauración, es nuevamente sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba. 

No estamos para defender el "comunismo", sistema que nunca ha llegado a establecerse en ninguna parte del mundo, aunque hayan sido gobernados por partidos comunistas. Es un hecho histórico que la revolución cubana para sobrevivir a los embates estadounidenses recurrió en la época más confusa de la Guerra Fría a la Unión Soviética. Tampoco vamos a negar que Cuba se armó con arsenales soviéticos y apoyó las revoluciones en Latinoamérica, llegando incluso a intervenir en conflictos civiles africanos (como Angola) y hasta hizo presencia en la guerra del Yom Kippur (1973, Siria, Egipto y otros contra Israel). 

Tras el colapso de la URSS, Cuba quedó sola, intentó adaptarse, cambiar de estrategia, mutar. Ya no eran fuerzas expedicionarias militares sino ejércitos de médicos que empezaron a recorrer los países emergentes. A decir de otros, ese acto oculta intenciones políticas "intervencionistas" que no dejan de ser rumores. Desde que Cuba dejó de apoyar a las guerrillas pro-castristas, las misiones de los médicos ha cumplido una función social a la vez que permite que millares de profesionales de la salud tengan una ocupación digna fuera de su país y ayuden a sus familias y al estado. Curiosamente es muy raro escuchar sobre "deserciones" de médicos cubanos. 

También es cierto que desde hace un buen tiempo Washington decidió poner punto final a la tentativa de derrocar el sistema cubano, ya sea intentado asesinar a su líder, por medio de fallidas invasiones con exiliados y mercenarios extranjeros o pretendiendo sembrar la subversión interna. Probablemente, también los Castro pudieron dormir tranquilos (al menos sabiendo que ya no serían asesinados). No obstante, algo peor que el magnicidio les esperaba, no a los Castro, sino a la población: la creciente necesidad de obtener suficientes productos industrializados y alimenticios al impedirse el comercio exterior con otras naciones y la imposibilidad de resurgir la industria, es decir, desarrollo industrial cero son las más visibles consecuencias del embargo comercial y económico que sigue imponiéndose a la isla pese a los cada vez más frecuentes reclamos de los socios europeos de los Estados Unidos y las resoluciones emanadas de las Naciones Unidas, siempre vetadas por la primera potencia mundial. 

¿Y por qué los Estados Unidos adoptaron esa estrategia? En principio un bloqueo de tipo militar pasó a convertirse en algo peor, negación absoluta de comerciar, invertir y producir. Muerte lenta, agónica de la sociedad cubana. No es que el cubano vaya a morir de hambre, sin embargo, existe carencia de productos básicos para que la gente pueda alimentarse y lo que proporciona la naturaleza es insuficiente ante políticas estatales de control absurdas, las imposiciones de sanciones desde el exterior ahonda la crisis alimentaria. La carencia de fertilizantes puede explicar, en parte, la falta de productividad agrícola. Un ejemplo claro del fracaso cubano en la agricultura (aparte de las erradas políticas del régimen) es el nulo acceso a fertilizantes claves como los fosfatos, sin fertilizantes a base de fósforo no se puede producir alimentos, todas las plantas y animales lo necesitan para crecer, en pocas palabras: si no hay fosfatos, no hay vida, y esto si es responsabilidad de políticas genocidas contra la isla. No obstante, hay que dejar sentado que la crisis alimentaria va transformándose en un fenómeno global y no es exclusividad cubana.

Esto ha llevado al desagradable tema de la búsqueda diaria de alimentos, la vida cotidiana del cubano se refleja en el que se comerá hoy tras largas colas en los centros de abastecimiento, no hay otra perspectiva de futuro.  Al cubano lo mata la inercia y la frustración de no poder hacer nada más. 

La casi inexistente producción industrial trae como consecuencia la imposibilidad de conseguir empleo; es cierto que el cubano prefiere ser "independiente" al momento de trabajar porque sabe que puede ganar más que siendo un empleado del gobierno con un salario de miseria. A pesar de ello, no hay otra alternativa que la extensa burocracia como un "alivio" para miles de familias, pero la burocracia no produce bienes de consumo, ni genera una economía de mercado... 

Es la estrategia que Washington optó preferentemente al uso de las armas: el sistema político cubano deberá derrumbarse solo. Los gobiernos de turno en la Casa Blanca mantienen una política similar (en algo pretendió cambiar Barak Obama). Debe tenerse en cuenta el verdadero mensaje: CUBA es el ejemplo que Estados Unidos restriega en los ojos de cualquier "aventurero" que intenta desafiarle. Cuba no será destruida por la fuerza de las armas, sino por la agonía económica, el hambre y la pobreza en la sociedad civil. Ese es el verdadero propósito de las sanciones y bloqueos económicos. Carece de importancia para el Poder Mundial que dicho proceso requiera de varias generaciones, los presidentes cambian, la gente nace y muere, pero la advertencia debe perdurar. Llegará el día, dicen los políticos en Washington, que Cuba y su sistema político caerá como un castillo de naipes y volverán a recuperar "sus" bienes nacionalizados por el régimen castrista.

Hasta aquí la política.


Sellos postales conmemorativos del Comandante Camilo Cienfuegos

Decía más arriba que visité Cuba hace varios años, mis apreciaciones están dichas, no hay necesidad de insistir en aquello que es evidente. 

A manera de anécdota personal compartiré algunas vivencias inolvidables de mi corta estancia por tierras cubanas. La experiencia con el deporte de los puños, el boxeo fue lo que me llevó por esas tierras... no, no, no! yo de boxeador ni para sparring mi amigo, que va! Conocía previamente por el año 1998-99 a los deportistas cubanos que solían ir a entrenar en Ecuador para rendimiento en altura, figuras importantes del boxeo, como el entrenador Dr. Aquiles Sagarra o íconos mundiales como Félix Savón (a quien estreché la mano un par de ocasiones). Un grupo de éstos fabulosos deportistas visitaron mi oficina jurídica y brindamos por la vida. En una ocasión, otro prestigioso entrenador cubano, el Dr. Pedro Luis Díaz, me presentó a un personaje menudito (igual que yo), Maikro Romero Esquirol, quien me invitara a su país en el año 2000, "si va pa´La Habana chico, bienvenido". Yo, ni corto ni perezoso llegué a su humilde hogar en el Reparto Güiteras en La Habana un mes antes de las Olimpiadas de Sidney. 

Y ¿quién demonios es Maikro Romero para que aquí se lo mencione? Maikro ni más ni menos ostenta un récord singular en el deporte del boxeo: Campeón Panamericano, Campeón Mundial y Campeón Olímpico, entre muchos otros títulos internacionales, en su categoría. 

Lo primero que me llamó la atención al llegar al aeropuerto José Martí de la capital cubana fue en la ventanilla de visados. Me preguntaron: ¿dónde va a hospedarse, en qué hotel?... en la casa de Maikro Romero, respondí... nervioso, silencio y cruce de miradas entre los funcionarios... "!Oyé que va a la casa de Maikro Romero..."; y otro y otra que repiten lo mismo en cadena: "! que va a la casa de Maikro Romero"... segundos de tensión... ¿había "firmado" mi sentencia de muerte?... "Bienvenido a Cuba chico!", me dijo una dama mientras separaba el tickete desprendible del visado (que nunca es sellado en el pasaporte). Esto solo sucede en Cuba, donde ser un deportista olímpico equivale a ser una estrella de Hollywood (guardando las grandes distancias) y donde estaba prohibido recibir visitas extranjeras en sus hogares (a menos que sea familia, esa política ya ha cambiado en el presente). 

El boxeo llegó a ser el deporte nacional por excelencia (relegando al beisbol y otras disciplinas). El deporte es una forma en que Cuba pudo hacer acto de presencia en el concierto internacional, una manera de decir: Cuba existe y aquí estamos a pesar de la calamidad en que nos ha sumido el país más poderoso del mundo por habernos opuesto a su reinado global. 

No cabe duda que la noticia se regó, la presencia de un extranjero en la casita de Maikro Romero no pasó desapercibida para las autoridades. Pronto Maikro tuvo que ir a su base de entrenamiento en Guantánamo y antes de partir me presentó a un chico alto, deportista como él (basquetbolista), a la vez jefe del partido en el sector. Nada de política ni cosas por el estilo, es que solemos pensar erradamente que todo en Cuba va de política, pues no, solo amistad y unas buenas cervezas heladas, me invitó a su apartamento donde vivía con sus hermanos y hablamos de cualquier tópico, risas y alegrías para todo. Hasta el momento no han podido quitar al cubano su carácter alegre, aunque la chispa de sus ojos haya disminuido. 

La presencia foránea en casa de un famoso habanero llegó hasta las máximas instancias del poder. Nada menos que un tal Fidel Castro Ruz le preguntó a Maikro -durante la ceremonia de abanderamiento de los deportistas que viajarían a las Olimpiadas de Sidney- "¿Cómo está el amigo que está en tu casa?, ¿Cómo se llama?... Me saludas al muchacho". La historia se saldó con un libro-biografía de Camilo Cienfuegos, dedicado y firmado por el Comandante Fidel Castro. Esa noche, mientras dormía, eran como las dos y media de la madrugada se armó el zafarrancho, llegaba Maikro, Jorge Gutiérrez (boxeador) y una chica ecuatoriana que luego se casaría con Gutiérrez, con una botella de "Trópico" (aguardiente ecuatoriano de moda en esos años). Maikro entró gritando a la habitación "Tito, Tito, Fidel te envía saludos!"...  ah, ah, bueno.... (yo aun somnoliento); "en serio, Fidel me preguntó como te llamas, dijo que te salude", pensé que bromeaba pero luego me di cuenta que era cierto. La "ceremonia" se alargó hasta muy entrado el día, un grupo feliz alzando la copa. Al siguiente día llegó Pedro Luis Díaz, con una mirada resignada de reproche se llevó a Maikro, tenía que ir a entrenar... 

Aquella gesta en honor a Baco se saldó un mes después en Sidney: Un título de campeón olímpico y medalla de oro para Jorge Gutiérrez y una nada despreciable medalla de bronce para Maikro Romero (no pudo validar su título de campeón olímpico y medalla de oro en Atlanta 1996)... espero no haya sido por las copas demás. Historias como esas, para un libro. Al día de hoy Maikro es entrenador de boxeo juvenil en su tierra.

Nunca conocí a Fidel Castro pero esta historia es para contarla. A estas alturas quizá ya han intuido que mi favorito no era Fidel, ni el "Che", sino el joven Camilo Cienfuegos a pesar de su rápida partida.


Arriba a la izq. el de casco y barba es Camilo Cienfuegos atrás de Fidel Castro junto a Raúl Castro; Arriba a la derecha, los Comandantes Camilo y el Che en La Habana, agosto de 1959. Abajo izq. Cienfuegos junto a sus compañeros de armas; a la derecha, Camilo Cienfuegos y Fidel Castro en el arribo triunfal a La Habana, 8 enero 1959.

Para finalizar es necesario topar brevemente un tema relacionado con el deporte cubano, algo más serio. No es para nada sorprendente escuchar en las noticias que -en ocasiones- se produce la deserción de deportistas. Esto lo atribuyó a esa desesperación que va enquistándose a paso lento en una buena parte de los cubanos y eso no es exclusividad de la isla, la pobreza. Como no compartir ese destino trágico, mayormente forzado por la maldad de una super nación rica, dueña del Poder y que añora dominar hasta los elementos. 

Muchos han deseado probar suerte, partir a otros destinos y no estamos aquí para criticarlos; sin embargo, la inmensa mayoría de deportistas permanecen en Cuba a pesar de haber sido tentados con fama y fortuna. Estos chicos cubanos crecieron forjados en otros valores, algo que difícilmente podremos emular en nuestro mundo mercantilista.

Las deserciones son un duro golpe para el gobierno cubano. Tampoco ocultaré que la gente suele callar, quien sabe por miedo o instinto de conservación, ni una palabra a nadie se impone rigurosamente en los círculos cercanos al "traidor"; afuera es otra cosa, los medios corporativos de información la transmiten como un espectáculo. Es indudable que aquellos que han pasado por esa experiencia y que fracasaron en el intento han sido tratados como escoria y "criminalizados", rechazados -quizá por miedo- por la gente y condenados al anonimato, sus vidas no serán las mismas a pesar de que se les haya rehabilitado.  

Hace pocos días leí un artículo de un periodista deportivo cubano, que abandonó hace una década su delegación en una de las citas deportivas internacionales, Damian Delgado Averhoff, sus reflexiones son esclarecedoras, cita a un Fidel Castro ya convaleciente por su avanzada edad y la enfermedad:


"El atleta que abandona su delegación es como el soldado que abandona a sus compañeros en medio del combate... llegaron a un punto sin retorno como parte de una delegación cubana en ese deporte".

 

Epílogo


 Esta obra es un mural ubicado en el edificio del Comité Municipal Habana Vieja, representa a los líderes de la revolución que derrocó a Batista el 1 de enero de 1959. En este mural se aprecia a Ernesto Guevara, Camilo Cienfuegos y Julio Antonio Mella, fundador del Partido Comunista de Cuba (asesinado en 1929). la foto del mural ha sido modificada (hemos añadido el brazo que porta la bandera de Cuba).

Este artículo es una particular "visión cubana" del redactor del blog. Pienso que los valores que originaron la Revolución en Cuba siguen siendo válidos en el mundo, como principios de dignidad humana. No se pretende hacer propaganda "comunista" ni nada por el estilo, jamás he tenido interés por la izquierda política. Lo repito en interminables ocasiones -y lo vuelvo hacer- estas líneas tiene tintes de carácter histórico exclusivamente. Es lógico, evidente y natural que, al ser los Estados Unidos la potencia mundial predominante, por lo mismo, la que impone "su" "Nuevo Orden Mundial", sea materia preferente de crítica, análisis político, económico, militar y social a nivel internacional. Los cuestionamientos para nada van dirigidos a los simples ciudadanos y trabajadores estadounidenses, gente sencilla y normal como cualquier ciudadano del mundo. Alrededor del planeta se plantean estudios sobre aquellos que detentan el Poder, un poder que sobrepasa fronteras hasta convertirse en una real amenaza global. Es "natural" que se escriba sobre el intervencionismo de los Estados Unidos a lo largo de las décadas posteriores a la posguerra mundial. Un ejemplo, si la potencia antagónica de los EEUU -la actual Rusia o la China- ejerciera el papel de primera potencia mundial no cabe duda que las páginas de los medios dedicarían todos los días críticas a ese sistema. No hay otro camino que recordar la historia con la innegable e inseparable presencia del matiz político que produjo tal o cual hecho histórico.  

Para quien tenga interés, un valioso análisis de Cuba, la revolución y el presente fue realizado por el prestigioso investigador y filósofo de la Universidad de Ottawa, Dr. Birsen Filip: El 62 aniversario de la Revolución Cubana: un capítulo sin precedentes en la historia mundial (el texto está en inglés) puede complementar el tema.

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