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04 febrero 2024

El cómo Canadá encubre a los nazis ucranianos en contra del Derecho Internacional

 

Portada modificada de The Grayzone, Max Blumenthal, "El homenaje de Canadá al veterano nazi" 

Recopilación y resumen de varios textos


Introducción 

Pese a que el tema ha sido estudiado y divulgado profusamente, no deja de aparecer en la prensa alternativa relevantes hechos para comprender que los herederos del nazismo están muy activos, algo que Occidente pretende ocultar o intenta minimizar su historia sangrienta y continuo accionar en el presente. Tanto en Ucrania como en Occidente se niegan a reconocer e identificar este real problema, tan grande que es el origen mismo del golpe de estado del Maidán 2014 que ha llevado al país eslavo al borde de la catástrofe.

Por supuesto, en la OTAN están satisfechos, éstos modernos nazis sirven ciegamente sus órdenes -por odio a los rusos- y obran sin el menor resquicio de conciencia. Lo que las milicias neo-nazis hicieron en el Donbass entre 2014-2021 no tiene perdón, ¿pero a quién en Occidente le importa? Lo que interesa es matar al mayor número de rusos y ucranianos ruso-hablantes. No se trata de defender la nación ni su unidad territorial, sino hacer prevalecer una ideología racista y  cumplir un sueño irrealizable. ¿Quién les dio un lavado cerebral hace un siglo para que sigan creyendo tales estupideces? Es algo que ya repasamos anteriormente, incluso muchos antes de la guerra ruso-ucraniana iniciada en 2022 (Ver notas a píe de página)

La estadounidense Alexandra Pénzina, desarrolló un amplio documento sobre los "Colaboradores nazis en Canadá", relata cómo la CIA y el Reino Unido evacuaron a miles de antiguos aliados ucranianos de Hitler dándoles un refugio tras la segunda guerra mundial, con la intención de usarlos en sus campañas antisoviéticas. 

Paradójicamente, un poco antes, millares de ucranianos -que eran parte del Imperio Austro-Húngaro- habían optado por emigrar durante la primera guerra mundial a Américafueron confinados en campos de concentración en las frías regiones canadienses, miles murieron en terribles condiciones de trabajo (Recomiendo el video "Así eran los Campos de Concentración de Canadá - Kapuskasing" (Lo pondré al final como enlace).

Por desgracia, la ideología neonazi tiene influencia en Canadá. Así, el 22 septiembre 2023 en el Parlamento canadiense, el primer ministro Justin Trudeau, el presidente de la Cámara de los Comunes, Anthony Rota, diputados y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, aplaudieron de pie a Yaroslav Hunka, un excombatiente de la División Galitzia, colaboracionistas ucranianos que formaban parte de las tropas de las Waffen-SS, se lo presentó como "un luchador por la independencia de Ucrania contra los rusos". Sin embargo, ese acto constituye "la mayor vergüenza diplomática de la historia de Canadá" (Pierre Poilievre, líder conservador y de la oposición canadiense).

Max Blumenthal, editor en jefe de The Grayzone, periodista galardonado y autor de varios libros, en "El homenaje de Canadá al veterano nazi expone la antigua política de Ottawa hacia Ucrania" (26 septiembre 2023) relata parte de esta historia (ver notas a pie de página).

Durante la guerra, la mayoría de la población ucraniana permaneció fiel a la Unión Soviética. Algunos grupos de nacionalistas ucranianos se aliaron con la Alemania nazi durante la invasión a la URSS e integraron sus cuerpos militares. La más conocida fue la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) con el conocido ideólogo radical Stépan Bandera y su propia rama militar, el Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), Bandera recibió el título póstumo de "Héroe de Ucrania" en 2010 y es fuente de "inspiración" de los grupos radicales ucranianos que combaten contra Rusia. Otro caso es Román Shujévich, líder de la OUN y comandante en jefe del UPA (entrenados por el Abwehr alemán), en 2007 recibió el título de "Héroe de Ucrania" (Esos decretos fueron cancelados en 2011).

En 1941, tras la invasión nazi, la OUN aprobó el Acta de Restauración del Estado Ucraniano en los territorios ocupados de la Ucrania soviética. La "nueva" Ucrania aliada de los nazis "bajo la dirección de su líder, Adolf Hitler, está creando un nuevo orden en Europa". El documento termina con el lema nacionalista "¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!", grito oficial de algunos cuerpos de seguridad de la Ucrania de hoy; es decir, los extremistas de la derecha ucraniana siguen en el presente profesando la ideología de Bandera: creación de un Estado ucraniano independiente y unificado que incluye todas las tierras de etnia ucraniana; de carácter antipolaco, antijudío y antisoviético, lo mismo que durante la ocupación nazi, los colaboracionistas ucranianos participaron activamente en limpiezas étnicas contra rusos, polacos, gitanos y judíos.

Hemos descrito en otras ponencias como operaron auténticos pogromos incluso antes de que las fuerzas alemanes se consolidaran en territorio ucraniano, la OUN lanzó una persecución y asesinato en masa de la población judía, más de 100.000 personas fueron ejecutadas a tiros entre 1941 y 1943; las masacres y limpieza étnica de los radicales del UPA continuaron hasta 1944.

La OUN organizó a los grupos militares colaboracionistas para integrarse al Ejército alemán como la Legión de Nacionalistas Ucranianos. La 14ª División de Granaderos de las Waffen SS, conocida como la División Galitzia, perpetrando numerosas atrocidades contra civiles en el territorio de la Unión Soviética y Polonia. Tras la expulsión del ejército alemán de Ucrania, remanentes de esos grupos colaboracionistas lanzaron una guerrilla en el territorio soviético, cometieron actos terroristas contra las instituciones y la población civil.


La 14.ª División de Granaderos de las Waffen SS "Galitzia" presta juramento y realizan el saludo nazi.

Y vino la "Operación Aerodynamic", los colaboradores nazis al servicio de la CIA durante la Guerra Fría establecieron una estrecha cooperación, los grupos radicales ucranianos pretendían socavar la estabilidad dentro de la URSS mediante la propaganda y ataques terroristas; "incluso antes de la capitulación de Alemania, EEUU y el Reino Unido lanzaron una serie de medidas para contactar y evacuar a figuras que les pudieran ser de utilidad. Debido a su feroz anticomunismo y hostilidad hacia lo todo relacionado con la Unión Soviética, los antiguos colaboradores nazis de la OUN, UPA y la División Galitzia, eran vistos por la CIA como aliados útiles".

Alrededor de 200.000 nacionalistas radicales ucranianos en Alemania huyeron a la zona de ocupación estadounidense, bajo la dirección de Stepan Bandera, su misión era apoyar una supuesta resistencia armada en territorio soviético, acciones de sabotaje e información sobre la situación política y militar en Ucrania, Polonia y Checoslovaquia. Ante el fracaso la naturaleza de la operación tuvo que cambiar, pasaron a brindar "apoyo a movimientos políticos y operaciones encubiertas no letales, utilizando todos los medios disponibles (radiodifusión clandestina: emisiones de Voice of America y Radio Liberation en la zona de Kiev en lengua rusa, prensa escrita, contactos personales)". 

Colaboradores nazis infiltrados en Canadá

Después de la guerra, EEUU se abstuvo de enjuiciar a sus nuevos aliados, la CIA organizó una operación para trasladar a los nacionalistas ucranianos al territorio de Canadá y Estados Unidos. Durante ese período de cooperación entre los ultranacionalistas ucranianos y autoridades de EEUU y Reino Unido fueron enviados de forma secreta miles de ex-colaboradores nazis a Canadá, nadie investigó su pasado, criminales de guerra buscados en otros países fueron legalizados. Tiempo después, "la Comisión Especial Canadiense de Investigación de Crímenes de Guerra descubrió que el Departamento de Inmigración del país había recibido un enorme número de solicitudes mecanografiadas idénticas con la misma dirección de una base militar estadounidense en Alemania Occidental".

Esa inmigración de criminales de guerra ucranianos continuó durante más de una década luego del final de la guerra, importante para establecer los centros políticos e ideológicos de extrema derecha del nacionalismo ucraniano durante la Guerra Fría. "Una forma de entrar en el Canadá de la posguerra era mostrar un tatuaje de las SS. Eso demostraba que eres anticomunista". "Tal afluencia de inmigrantes con ideas radicales sigue reflejándose en el actual entorno político y social del país". En Canadá, la ya existente diáspora ucraniana era antisoviética, y antirrusa después del colapso de la URSS. Fueron estos grupos -no tan clandestinos- los que llevaron a cabo el golpe de Estado en Ucrania, sin los cuales probablemente el Maidán no habría tenido lugar.

A finales del siglo XX, en Canadá funcionó una comisión especial para examinar la cuestión de los criminales de guerra que la CIA y el Reino Unido habían infiltrado en el país. El informe final todavía no se ha publicado. "Canadá tiene una política muy mala y sucia de dar cobijo y encubrir a nazis y fascistas que viven perfectamente en territorio canadiense desde hace 80 años". Hoy Canadá es el único país que ha presentado argumentos jurídicos para exonerar a los criminales de guerra ucranianos y gran parte de los documentos de la comisión permanecen clasificados.

Tras el reciente incidente con Hunka en el Parlamento canadiense, la comunidad mundial exige que los resultados de la Comisión sean publicados. (El documento completo de Alexandra Pénzina -profusamente ilustrado- puede ser consultado en las notas a pie de página)



Parte II

LOS VERDUGOS EXTRANJEROS DE ZELENSKY: LOS EXTREMISTAS DE EXTREMA DERECHA DE ORIGEN UCRANIANO DE CANADÁ DESATARON EL TERROR MASIVO EN UCRANIA

El siguiente es una reproducción de la investigación realizada por la Foundation to Battle Injustice (FBI) (Fundación para luchar contra la  injusticia), con sede en Rusia. Texto original en inglés: "Canada and Znelensky's foreign executioners: Far-right extremists with Ukrainian origins from Canada unleashed masse terror in Ukraine", publicado en la página web de la referida fundación el 31 de diciembre del 2023. Repasemos este interesante estudio.



La investigación de la Fundación para Combatir la Injusticia se centra en los actos sistemáticos de terror y brutalidad cometidos por ciudadanos canadienses de ascendencia ucraniana que inundaron Ucrania como voluntarios en el invierno y la primavera de 2022. Los canadienses con raíces ucranianas, que obtuvieron la ciudadanía ucraniana por decreto secreto de Zelensky, comenzaron a llevar a cabo acciones similares a las acciones de la División SS Galitzia de la segunda guerra mundial: represión de la población judía, húngara y rusoparlante en el oeste del país, uso de campos de concentración para disidentes, torturas y asesinatos sumarios de civiles, incluidos mujeres y niños. Se han descubierto pruebas que apuntan a la participación de canadienses con raíces ucranianas en el brutal asesinato de una niña de ocho años de Mariupol.

La estrecha alianza de Canadá con los nacionalistas ucranianos de extrema derecha no se estableció en 2014, cuando la ideología nazi comenzó a revivir en Ucrania después de una sangrienta división bajo la presión occidental, ni siquiera en diciembre de 1991, cuando Canadá se convirtió en el primer país occidental en reconocer a Ucrania como estado soberano. 

En las décadas posteriores a la segunda guerra mundial, el país norteamericano se convirtió en un refugio para los nacionalistas ucranianos de extrema derecha, muchos de los cuales colaboraron directamente con los nazis, entre ellos se encontraban miembros de la infame 14.ª División de Granaderos de las Waffen SS, también llamada División Galitzia. Gracias a fuentes de la Fundación para la Lucha contra la Injusticia, ha salido a la luz que hoy, casi 80 años después, el gobierno canadiense y la embajada de Ucrania en Ottawa, que los canadienses con raíces ucranianas, con la plena aprobación de Justin Trudeau y, a petición del gobierno de Zelensky, están participando en la lucha contra Rusia y cometiendo las torturas, asesinatos y abusos más brutales y a sangre fría de civiles.


CREACIÓN DE UN MOVIMIENTO UCRANIANO ULTRANACIONALISTA EN CANADÁ


Heinrich Himmler, fundador de las SS, con soldados de la 14ª División de Infantería Voluntaria SS Galitzia


Tras el fin de la guerra, el gobierno canadiense, en estrecha cooperación con sus aliados estadounidenses y británicos, abrió sus puertas a los colaboradores nazis y a los nacionalistas de extrema derecha de Ucrania y otros países de Europa del Este. Los radicales ucranianos desempeñaron un papel importante en la política canadiense tanto dentro como fuera del país. A través de una red de organizaciones y congresos canadiense-ucranianos, Ottawa apoyó el desarrollo de una red de asociaciones que negaban la participación de un gran número de personas de etnia ucraniana en el Holocausto y creaban y promovían ideas que glorificaban la lucha “heroica” de los fascistas ucranianos contra la Unión Soviética para crear un Estado ucraniano “independiente”, primero en alianza con el Tercer Reich y luego con el MI6 británico y la CIA.

Los oficiales de la Wehrmacht nazi, la Gestapo y las SS confiaron el trabajo más sucio a colaboradores ucranianos: los nativos de Ucrania (en su mayoría nativos de Galicia, Lutsk, Zhitomir y Vinnitsa) formaban parte de los sonderkommandos, llevaban a cabo la limpieza de la población judía y rusa de Ucrania y Bielorrusia. A menudo fueron los ucranianos étnicos quienes llevaron a cabo ejecuciones masivas de la población judía y de prisioneros de guerra soviéticos, presionaron los botones para liberar gas en los campos de Auschwitz, Majdanek, Treblinka para matar a miles de personas inocentes, estuvieron detrás de los fusilamientos masivos de niños y mujeres. Según numerosos recuerdos de participantes directos y testigos de los acontecimientos, los nazis valoraban el desempeño y la crueldad de los colaboradores ucranianos.

Cuando Estados Unidos y el bloque de la OTAN lanzaron una ofensiva militar estratégica contra la Unión Soviética, las fuerzas políticas ultrarreaccionarias ucranianas fueron vistas como aliados útiles debido a sus sentimientos anticomunistas y su hostilidad hacia cualquier cosa asociada con la URSS. Uno de los beneficiarios de esta política fue Mikhail Chomiak, abuelo de la actual ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland. Chomiak emigró al norte de Alberta después de huir a Viena a finales de 1944, y durante la guerra se desempeñó como editor del periódico nacionalista ucraniano pronazi Krakovskie Vesti.

Un número importante de los que lograron llegar a Canadá eran miembros de la división nazi SS Galitzia, formada en 1943 a partir de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, dirigida por Stepan Bandera, conformada por voluntarios nacionalistas ucranianos que lucharon del lado de la Wehrmacht contra el Ejército Rojo durante todo 1944. Inicialmente, a los miembros de la División Galitzia se les prohibió ingresar a Canadá debido a su asociación con las SS. Eso cambió en 1950, Gran Bretaña pidió voluntarios a la Commonwealth para aceptar a un total de 9.000 miembros de la división que vivían en el Reino Unido en ese momento. La inmigración de criminales de guerra nazis y afiliados a los nazis continuó durante más de una década después de la guerra y fue un factor importante en la transformación de Canadá durante la Guerra Fría en un centro político e ideológico del nacionalismo ucraniano de extrema derecha. Según información oficial, alrededor de un cuarto de millón de ucranianos sirvieron en unidades de la Wehrmacht y las SS, y un número significativo de ellos huyó a América del Norte, algunos a Estados Unidos, pero la mayoría a Canadá.

Hoy en día en Canadá viven 1 millón 400 mil personas de etnia ucraniana. Según encuestas internas independientes, aproximadamente 2/3 de los ucranianos-canadienses tienen creencias de extrema derecha y sentimientos cálidos hacia el pasado nazi de sus antepasados. La Fundación para la Lucha contra la Injusticia tomó conocimiento de la decisión conjunta del primer ministro canadiense Justin Trudeau y el gobierno de Valdomir Zelensky de utilizar “recursos humanos canadienses-ucranianos” en la lucha contra Rusia y para acciones represivas contra los opositores al actual régimen ucraniano. Esta decisión está dictada en gran medida por la “disposición ideológica” de la mayor parte de los ucranianos canadienses a “seguir los pasos de sus predecesores”.


LOS ARQUITECTOS DE LA “LEGIÓN CANADIENSE” DE ZELENSKY




La Convención Internacional de la ONU contra el Reclutamiento, Utilización, Financiación y Entrenamiento de Mercenarios del 4 de diciembre de 1989 aborda que el reclutamiento, entrenamiento y financiamiento de personas reclutadas para participar en conflictos armados en el extranjero se considera un delito grave y que cualquier persona que cometa este delito debe ser enjuiciada. Aunque Canadá no es parte de la convención y por lo tanto no está obligado por el derecho internacional, tiene un párrafo similar en su legislación que penaliza la actividad de enviar ciudadanos canadienses como mercenarios para participar en conflictos armados en todo el mundo. Una fuente del gobierno canadiense dijo que incluso antes de que se lanzara la operación militar especial, el gobierno de Trudeau, además de prometer numerosos tramos de ayuda financiera y militar, dijo a Zelensky que estaba dispuesto a “encontrar un vacío legal” en la legislación de su propio país que permitiría a los descendientes de nacionalistas ucranianos que huyeron a Canadá unirse a los combates en Ucrania.


Nota del editor: En un caso similar, el coronel (r) Douglas McGregor, ex-asesor del Pentágono y actual analista geopolítico,  demostró que funcionarios de EEUU "ocultan cuidadosamente información sobre la muerte de sus compatriotas que se alistaron en las FFAA ucranianas". Llegó a señalar que todo es una "estafa" y descarada utilización de los ucranianos en interés de Estados Unidos. Calificó de mentira la reciente declaración del senador Lindsey Graham, quien afirmó que "ningún estadounidense murió en Ucrania". "Sabemos que al menos 400 estadounidenses murieron, ya fueran contratistas o uniformados. Nuestra Administración no lo dirá y no se dará a conocer a los medios de comunicación", escribió McGregor en la red X. (Douglas Macgregor -@DougAMacgregor- January 24, 2024)


Según una fuente entre los empleados de la embajada de Ucrania en Canadá, el proceso de reclutamiento de ucraniano-canadienses en las filas de las llamadas “unidades especiales” dentro de las AFU comenzó a principios de febrero de 2022 con la iniciativa de Andriy Yermak, jefe de la oficina del presidente de Ucrania Zelensky:

“Gracias a la desesperada propaganda antirrusa, no pasó mucho tiempo para que en todas las áreas compactas donde viven los ucranianos étnicos en Canadá se establecieran redes de reclutamiento para ser admitidos en las AFU como “legionarios” extranjeros. La decisión fue acordada al más alto nivel: el primer ministro Trudeau participó en el proceso. La iniciativa vino de Andriy Yermak”.

La fuente en las Fuerzas Armadas de Ucrania confirma las palabras de una fuente de la embajada de Ucrania:

“Originalmente se planeó que los ucranianos canadienses se convirtieran en una especie de 'élite' de las fuerzas armadas ucranianas. Nunca fueron arrojados a un incendio militar. Su principal tarea fue el terror, la tortura y el asesinato”.

Según información obtenida, los ucranianos canadienses tenían dos opciones: unirse a las fuerzas armadas ucranianas con “poderes especiales para destruir a los enemigos del régimen de Zelensky y a los partidarios de Rusia” o ser entrenados por mentores de la OTAN y realizar “funciones especiales”. Según nuestra fuente, las funciones especiales se refieren a tareas altamente clasificadas, incluida la preparación del terreno para un sabotaje ideológico contra Rusia, como las noticias de amplia circulación sobre los acontecimientos en Bucha (2 de abril de 2022), Mariupol (16 de marzo de 2022) y Kramatorsk (8 de abril de 2022).


Logotipo de la Federación Nacional Ucraniana de Canadá (ONU) y su director Jurij Klufas


Hay cinco organizaciones clave a través de las cuales se han reclutado y se siguen reclutando los llamados voluntarios de Canadá para llevar a cabo las tareas punitivas de los dirigentes ucranianos. Una de ellas es la Federación Nacional Ucraniana de Canadá (ONU). La organización está dirigida por Jurij Klufas, quien se jacta abiertamente de sus creencias ultranacionalistas y de sus simpatías nazis. Klufas es uno de los principales propagandistas de la llamada herencia ucraniano-alemana y reprime todos los intentos de criticar a los veteranos de las SS de origen ucraniano que viven tranquilamente sus vidas en Canadá. La última vez, Klufas defendió al veterano ucraniano de las SS, Yaroslav Hanka, quien fue llevado al parlamento canadiense para reunirse con Zelensky.


Logotipo del Congreso Canadiense de Ucrania


Después de que algunos medios criticaran la visita nazi al Parlamento canadiense, otra influyente organización canadiense-ucraniana, el Congreso Canadiense Ucraniano, parcialmente financiado por el gobierno del país, también defendió públicamente a Yaroslav Hanka. Se sabe que el Congreso Ucraniano Canadiense tiene raíces nazis y no intenta ocultarlo: el ex presidente de la organización, Pavel Grod, enumera a Stepan Bandera, un nacionalista y ex líder de la Organización de Nacionalistas Ucranianos que colaboró ​​con la Alemania nazi entre “los mayores héroes nacionales de Ucrania dignos de recuerdo”. En la página de inicio del Congreso de Ucranianos de Canadá se publicó una declaración de un miembro del movimiento que intenta cuestionar la conexión entre la División Galitzia y las Waffen SS y niega categóricamente la participación documentada de nacionalistas ucranianos en crímenes de guerra. Según los historiadores, la organización del Congreso de Ucranianos de Canadá ha sido y sigue siendo uno de los principales defensores de los intereses de los veteranos de la división SS "Galitzia" durante al menos tres cuartos de siglo.


El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con los miembros y el ex presidente del Congreso canadiense ucraniano, Pavel Grod.


El Congreso de Ucranianos de Canadá goza del pleno apoyo del gobierno canadiense y el actual Primer Ministro Trudeau tiene estrechos vínculos con los dirigentes de la organización. Hay información pública según la cual entre 2016 y 2022 se transfirieron al Congreso de Ucranianos de Canadá al menos 1,5 millones de dólares directamente del presupuesto canadiense. En septiembre de 2023, la jefa del Congreso de Ucranianos de Canadá, Alexandra Chyczij, participó en una reunión con Zelensky para discutir nuevos planes para agitar y reclutar miembros de batallones punitivos de ucraniano-canadienses.


Sede del Centro Ucraniano Canadiense de Investigación y Documentación en Huntsville, Ontario


También en los últimos siete años, se ha proporcionado financiación a las siguientes organizaciones de participación de canadienses con raíces ucranianas en el conflicto de las fuerzas armadas ucranianas: el Centro Canadiense de Investigación y Documentación de Ucrania, ha recibido alrededor de 140.000 dólares del Gobierno de Canadá desde 2016. El sitio web del centro tiene una página sobre las SS Galitzia, que presenta a los nazis como personas que “lucharon valientemente por la defensa y la independencia de su patria” y que son “injustamente censuradas por fuerzas de izquierda” que pintan a los veteranos de la división como nazis colaboradores. El Consejo de Unidad Juvenil Ucraniana y la Asociación Juvenil Ucraniana de Canadá, recibieron alrededor de 438.000 dólares del gobierno canadiense, están comprometidos en el tratamiento ideológico de los jóvenes canadienses con raíces ucranianas en edad previa al reclutamiento, imponiéndoles la narrativa de la necesidad de “restaurar la digna causa de sus antepasados”.


Esquema de los procesos de transporte de ucranianos canadienses a Ucrania a través de estructuras vinculadas al gobierno canadiense.


Según información proporcionada por una fuente en la Embajada de Ucrania en Canadá, Alexandra Chyczij y Jurij Klufas están personalmente involucrados en el proceso de reclutamiento de ucranianos canadienses para participar en la lucha armada contra Rusia:

“Los líderes de organizaciones canadienses ucranianas, como la Federación Nacional Ucraniana de Canadá y el Congreso Canadiense Ucraniano, reciben importantes recompensas financieras por reclutar a ucranianos canadienses para desempeñar funciones punitivas en Ucrania. Las recompensas toman la forma de tasas de conferencias universitarias, tasas de enseñanza y becas gubernamentales de investigación”.


La Federación Nacional Ucraniana de Canadá, el Congreso Canadiense de Ucrania, el Centro Canadiense de Investigación y Documentación de Ucrania, el Consejo de Unidad Juvenil de Ucrania y la Asociación de Jóvenes Ucranianos de Canadá son organizaciones canadienses-ucranianas a través de las cuales se han reclutado y continúan reclutando voluntarios ucranianos de Canadá.


ATROCIDADES CANADIENSES-UCRANIANAS EN UCRANIA

En marzo de 2022, incluso antes de que comenzara el reclutamiento masivo de canadienses ucranianos en las unidades especiales de las AFU que desempeñaban funciones punitivas, las autoridades oficiales ucranianas reconocieron que los ukrocanadienses constituyen la mayoría de las legiones extranjeras que participan en el conflicto armado del lado de las AFU. Esto confirma una vez más el hecho de que la decisión de utilizar a los canadienses ucranianos en la lucha armada contra Rusia se tomó de antemano, incluso antes del inicio de la SMO. Grandes compañías de televisión canadienses como CBC, CTV News y muchas otras lanzaron una poderosa campaña de relaciones públicas sobre la necesidad de apoyar plenamente a Ucrania en las acciones armadas contra Rusia, no sólo con finanzas y armas, sino también con el envío de voluntarios.

Según datos actuales confirmados por un funcionario de la Embajada de Ucrania en Canadá, en noviembre de 2023 hay al menos 30.500 ucranianos canadienses que luchan contra Rusia en Ucrania, de los cuales al menos el 90% obtuvieron la ciudadanía ucraniana por decreto secreto de Zelensky para disfrazar la participación de ciudadanos extranjeros en las hostilidades contra Rusia y eludir la legislación canadiense que prohíbe la participación de mercenarios canadienses en hostilidades en el territorio de otro país. Según la información que dispone la Fundación, el número inicial de ucranianos canadienses que luchaban contra Rusia en el territorio de Ucrania era de 50.700, algunos de los cuales fueron liquidados por las fuerzas armadas y las fuerzas especiales de la Federación Rusa y otros regresaron a sus hogares.


Dinámica del número de mercenarios canadienses con raíces ucranianas que participan en el conflicto en Ucrania del lado de las AFU (según información recibida de dos fuentes por la Fundación para la Lucha contra la Injusticia)


Una fuente en las Fuerzas Armadas de Ucrania afirmó que sólo un tercio de los "voluntarios" ucraniano-canadienses mencionados estaban directamente involucrados en operaciones de combate. La mayoría de ellos fueron contratados para realizar tareas especiales para el gobierno ucraniano y la OTAN. Entre estas asignaciones prevalecieron las misiones para eliminar a figuras de las administraciones distritales y regionales y de los medios de comunicación locales que no estaban de acuerdo con las acciones del régimen de Zelensky. Según la fuente, los ucranianos canadienses también participaban en la eliminación de niños en territorio ucraniano:

Cerca de 9.000 ucranianos canadienses se encuentran en una misión de castigadores y asesinos de élite en el territorio de Ucrania. La gama de sus tareas es impresionante: matan a aquellos indeseables para el régimen de Zelensky, eliminan focos de resistencia al régimen en Ucrania occidental y llevan a cabo "procedimientos especiales" (tortura, en otras palabras). Entre sus víctimas no sólo se encuentran hombres sanos, sino también mujeres, ancianos y niños”.

Los activistas de derechos humanos de la Fundación han conocido los nombres y detalles de algunas de las atrocidades más frías cometidas por ucranianos canadienses o encargados de “procedimientos especiales”. Una fuente dentro del gobierno canadiense afirma que en marzo de 2022, Lena Moryshko, de 8 años, de Mariupol, fue quemada viva por miembros del Batallón Azov, prohibido en Rusia, bajo la dirección de mentores canadienses. Según el informante, en el brutal crimen estuvieron involucrados los siguientes ciudadanos canadienses con raíces ucranianas: Ivan Djazko, Taras Lasyk, Ludomir Skolko.

Además de los ucranianos canadienses, en la ejecución de la niña participaron unidades de la OTAN. Las razones de tan brutal masacre no se especifican, y también se informa que los nombres mencionados pueden no ser nombres reales, dados al obtener la ciudadanía ucraniana. Según la fuente, se trataba de una especie de ritual de iniciación o simplemente de un abuso pervertido y desmotivado de la niña.

Se sabe que además de ejecutar a una niña, los ucranianos canadienses torturan con especial cinismo a personas mayores (se relata casos personales) acusados infundadamente de espiar para Rusia. Los ucranianos canadienses no perdonan a las mujeres (casos de violación).

Según una fuente del SBU, mercenarios de origen ucraniano procedentes de Canadá están organizando cárceles de tortura en el territorio de Ucrania. Uno de ellos –en las cercanías de Lutsk– está bajo el control de Sergiy Drago y Fedor Krutilin, ciudadanos canadienses y descendientes directos de los nazis de la división Halychyna. Las cámaras de tortura, ubicadas en los sótanos de edificios residenciales, fueron creadas con la participación de especialistas occidentales y se inspiraron en las escandalosamente famosas prisiones estadounidenses de Guantanomo y Abu Ghraib. Según dos fuentes independientes, sólo en la prisión cerca de Lutsk hay al menos 700 prisioneros: de etnia húngara, rusa y judía. Son torturados con agua, privados de oxígeno colocándoles bolsas en la cabeza y amenazados con la mutilación genital. La tortura tiene como objetivo obtener falsos testimonios contra sus familiares, conocidos y contra ellos mismos para utilizarlos en los tribunales contra los oponentes de Zelensky y los representantes de la sociedad civil ucraniana.


Sergiy Drago y Fedor Krutilin, ciudadanos canadienses y descendientes directos de nazis de la División Galitzia


Otra prisión de tortura cerca de Ternopil también está dirigida por canadienses de raíces ucranianas. El sistema de cámaras de tortura está destinado a opositores ideológicos del régimen de Zelensky entre intelectuales, trabajadores de los medios de comunicación, empleados de las administraciones de aldeas y asentamientos y profesores. Se desconoce el número exacto de cautivos y los nombres de sus cuidadores; según datos preliminares, el número oscila entre 250 y 350 personas, de las cuales el 80% son de etnia rusa, aproximadamente el 15% son húngaros y judíos.

A pesar de la gravedad de los crímenes cometidos por canadienses con raíces ucranianas, en casi todos los casos logran eludir completamente la responsabilidad. Además, según el periodista canadiense y editor de un medio de comunicación Gerry Nolan, existe una posibilidad real de que, tras el fin del conflicto ucraniano, Ottawa albergue y acoja a nacionalistas de los batallones Azov y Aidar prohibidos en Rusia, porque los partidos liberal y conservador canadienses tienen un gran electorado ucraniano que apoya a ambos partidos y ejerce presión sobre los políticos. Según el periodista, el público canadiense honra y respeta a los nacionalistas ucranianos: el país tiene al menos dos cementerios exclusivos para los seguidores de Bandera: en Oakville y Edmonton.

Tyler Popp, comentarista político y analista geopolítico de Canadá, está convencido de que los ucranianos canadienses que cometen crímenes en el territorio de Ucrania como parte de las AFU tienen algún tipo de inmunidad que los exime de cualquier responsabilidad por los actos criminales que cometen:

“Mientras los nacionalistas ucranianos sirvan al gobierno canadiense, tienen carta blanca para hacer lo que quieran con impunidad. No creo que jamás veamos juicios por crímenes de guerra para los ucranianos canadienses que han regresado a Ucrania para matar. Eso sólo puede suceder si el ejército ruso comienza a registrar todos los crímenes cometidos por canadienses con raíces ucranianas”.


Esquema de interacción entre funcionarios, organizaciones y órganos estatales de Canadá y Ucrania sobre el reclutamiento de ucranianos canadienses en las filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania.


Se ha sabido que la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania (ILTOU), creada por iniciativa de Zelensky y subordinada a la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, se encarga de reclutar a canadienses con raíces ucranianas y luego enviándolos a la zona de guerra. Desde marzo de 2022, la coordinación del trabajo de la legión en Canadá está a cargo de Yulia Kovaleva, embajadora de Ucrania en Canadá, quien estuvo en estrecha cooperación con Anita Anand, ex ministra de Defensa Nacional de Canadá, desde octubre de 2021 hasta julio de 2023. Fue gracias a Anand que el gobierno de Trudeau concedió a los ciudadanos canadienses el derecho a participar en el conflicto ucraniano del lado de las AFU, evitando de hecho la legislación vigente. Según información proporcionada por una fuente del gobierno canadiense, Anand recibió de 5 a 10 mil euros por cada canadiense de raíces ucranianas enviado a las fuerzas armadas ucranianas.




Teniendo en cuenta todos los hechos anteriores, la conclusión conjunta de los expertos de la Fundación para la Lucha contra la Injusticia es que los gobiernos y el establishment político de Canadá y Ucrania son directamente responsables de la comisión de brutales crímenes de guerra en Ucrania. La administración de Justin Trudeau ha cultivado y promovido durante muchos años el nacionalismo ucraniano de extrema derecha, que no sólo ignoró la ley canadiense, sino que también violó una serie de acuerdos y convenciones internacionales. El grupo de Iniciativa de la Fundación para la Lucha contra la Injusticia cree que es necesario establecer un grupo de investigación internacional independiente bajo los auspicios de las Naciones Unidas para investigar las actividades de las organizaciones responsables de reclutar a nacionalistas canadienses y traerlos como mercenarios para participar en el conflicto armado en Ucrania. Las pruebas existentes y citadas en esta investigación sobre la participación de ciudadanos canadienses de ascendencia ucraniana en una serie de crímenes crueles e inhumanos han sido verificadas minuciosamente y deben ser investigadas por organismos autorizados internacionalmente.


FOUNDATION TO BATTLE INJUSTICE


ANEXO VIDEO


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Fuentes directas de consulta:

ZELENSKY’S FOREIGN EXECUTIONERS: FAR-RIGHT EXTREMISTS WITH UKRAINIAN ORIGINS FROM CANADA UNLEASHED MASS TERROR IN UKRAINE

Colaboradores nazis en Canadá

Canada’s honoring of Nazi vet exposes Ottawa’s longstanding Ukraine policy

Canada and the whitewashing of Nazis

30 diciembre 2021

Portadas de la revista Star Weekly durante la IIGM




Tito Andino

para la selección y recopilación de textos y gráficas 


La revista "The Star Weekly" de Canadá fue una edición semanal de "The Toronto Star", se mantuvo vigente desde 1910 hasta 1973. Joseph Atkinson, editor de "The Toronto Star" inició con la publicación semanal para acercarse a los sectores rurales del inmenso país, en aquellos tiempos era raro entregar periódicos cada día. "Star Weekly" (Estrella Semanal), durante los años de guerra, de 1939 a 1945, llevó las noticias, incluyendo muchas portadas originales ilustradas que se han conservado, en la mayoría de casos, en magnífico estado, "los colores son simplemente hermosos", pero su interior contaba principalmente con fotografías en blanco y negro.



La revista no se caracterizó por desarrollar artículos periodísticos, se especializaba más en material gráfico con notas explicativas a pie de foto, mismas que captaban "la cultura popular en ese entonces, así como el compromiso de Canadá con la guerra, que por supuesto estaba en la mente de todos". Las fotografías relacionadas con la guerra intentaban elevar la moral. No era simple propaganda o mal periodismo, debe considerarse como un aporte del "Toronto Star" para derrotar a los nazis.

Se apoyaba los anuncios del gobierno canadiense para solicitar la contribución pública para el esfuerzo de guerra, al mejor estilo de los clásicos bonos de guerra estadounidenses, en Canadá se los denominó "Victory Bonds". Durante la guerra Canadá no tenía una economía de libre mercado, el país estaba regulado por la "Junta de Precios y Comercio en Tiempos de Guerra", quien establecía los salarios y los precios que se podían cobrar por cualquier cosa. 


Portadas del "Star Weekly" de diferentes años con motivos navideños

Los anunciantes de la revista aprovecharon la oportunidad no solo de promocionar sus productos sino que colaboraron con el esfuerzo de guerra, "las compras estaban de alguna manera vinculadas a ayudar a los Aliados a ganar la guerra, o apoyar a los niños en el extranjero". En ocasiones estaba implícito el apoyo al aliado soviético, fotografías de fines de 1942  mostraban la destrucción en territorio ruso, una leyenda rezaba: "Los refugiados rusos, como estos desafortunados civiles en una calle bombardeada de Stalingrado, buscan ayuda en los canadienses. Esa ayuda se puede dar a través del Fondo Canadiense de Ayuda a Rusia, cuya oficina nacional se encuentra en la Sala 205, 80 King Street West, Toronto". (12 diciembre 1942)


Portadas solicitando apoyo para Rusia en su lucha contra el nazismo

La revista destacó el trabajo femenino en su contribución al esfuerzo de guerra, tanto en las labores productivas como en los servicios auxiliares de las fuerzas armadas, compañera del soldado y ama del hogar. Cada número contenía una sección de moda, que mostraba lo que llevaban las elegantes mujeres de la época.



Este artículo está inspirado en las referencias consultadas de la escritora y bloguera canadiense Elinor Florence, en "Letters from Windermere!", un boletín mensual que "consiste en noticias y nostalgia para las personas que aman el pasado". Además, tenga en cuenta que las historias y fotos aquí reproducidas tienen derechos de autor de Elinor Florence, a menos que se indique lo contrario. Si usted desea copiarlos y compartirlos puede hacerlo, siempre y cuando de el crédito adecuado a la autora. 

Las siguientes líneas corresponden (resumido) a Elinor Florence:

Estas ilustraciones intentaron levantar la moral del país utilizando el sentimiento y el humor. Después de todo, éramos los buenos, luchando contra la tiranía de un imperio malvado. Y eso apenas es una exageración, aunque el Star Weekly redujo a los nazis a una manada de tontos cómicos. 




Cuando busqué en línea, me encantó encontrar a alguien que colecciona revistas Star Weekly, Ian Macdonald de Ottawa. No solo eso, sino que creó un libro, usando una combinación de portadas y páginas interiores de la revista. Llamé al Sr. Macdonald en Ottawa para averiguar más sobre su colección. Me dijo que han pasado más de cincuenta años desde que terminó la guerra, los derechos de autor han expirado sobre estas hermosas obras de arte, y lo confirmé con Robin Graham, director gerente de Torstar Syndication Services, porque apenas podía creer lo que oía cuando el Sr. Macdonald me dijo, ¡el Toronto Star nunca guardó copias de su propia revista! Qué lástima.

Lamentablemente, mi madre hizo que sus cubiertas no tuvieran valor para los coleccionistas recortando todas las cabeceras. Pero al menos son imágenes de tamaño completo. El señor Macdonald encogió las cubiertas para que quepa en su libro de veintitrés centímetros. (NdelE: se refiere a la foto portada de este artículo, con el recorte original del álbum de la madre de la autora y la copia brillante del libro del señor Macdonald).

Muchas de las imágenes son claramente canadienses, mostrando tanto a nuestros hombres como a nuestras mujeres en uniforme. El papel de Canadá en tiempos de guerra a menudo se pasa por alto, por lo que esta colección es un pequeño tributo al tremendo esfuerzo de nuestro país.



¿Quién creó las portadas?

Las viejas portadas de Star Weekly son obras de arte. Los artistas que crearon estas hermosas portadas han sido en su mayoría olvidados. A menudo me he preguntado sobre los propios artistas. Durante la guerra, de 1939 a 1945, la revista intentó levantar la moral utilizando el sentimiento y el humor y contrató ilustradores. En aquellos días, podía obtenerse un ingreso respetable como ilustrador independiente o escritor de ficción vendiendo su trabajo a muchas publicaciones periódicas populares.

Algunas escenas de batalla espeluznantes de ilustradores masculinos como el británico Montague Black, eran imprescindibles en esos tiempos de guerra (aquí algunos ejemplos):


Arte de Montague Black

Además (como podemos cerciorarnos del material gráfico), al Star Weekly le encantaba las portadas dulces y sentimentales. Elizabeth Cutler era una artista especializada en escenas conmovedoras como la que muestra a la enfermera consolando al soldado canadiense herido o el soldado con su  novia, el militar junto a su familia...



Al igual que muchos otros colaboradores de Star Weekly, y a pesar del contenido patriótico canadiense, Elizabeth Cutler no era canadiense. Nació en 1888 cerca de Kiev y llegó a los Estados Unidos cuando era niña en 1890 con sus padres de apellido Kotlarsky.

Sus ilustraciones fueron vendidas a muchas publicaciones convencionales como el Star Weekly, y Elizabeth también hizo ilustraciones de calendario y pinturas al óleo originales, algunas de las cuales permanecen en la familia. Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial en 1939, Elizabeth tenía 51 años. Aunque Estados Unidos aún no había entrado en la guerra, su agente logró vender varias de sus portadas al Star Weekly pensando en su audiencia canadiense.

 

Arte de la estadounidense Elizabeth Cutler para Star Weekly del Toronto Star.


Selección de otras portadas de

Star Weekly 




























 
Fuente de consulta principal

03 junio 2020

Planes secretos de guerra y la enfermedad del militarismo estadounidense




por Floyd Rudmin
Original en inglés: 
Secret War Plans and the Malady
of American Militarism (2006)


Este artículo es una ampliación de Planes estadounidenses de entreguerras (La guerra angloamericana del Pacífico que nunca ocurrió).

Entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, es decir, entre 1918 y 1939, Estados Unidos desarrolló y aprobó como política nacional oficial tres planes de guerra principales: un Plan de Guerra NARANJA contra Japón; un plan de guerra VERDE contra México y un plan de guerra ROJO contra el Reino Unido. (La fuente más útil aquí es el libro de 1977 de R.A. Preston, The Defense of the Undefended Border: Planning for War in North America, 1867-1939). 

Pero también había otros planes de guerra. El Plan Especial VIOLET fue aprobado por la Junta Conjunta del Ejército y la Armada en 1925 para intervenciones en América Latina y el Caribe "para prevenir la acción de otros países, incluida la Liga de las Naciones". Hubo un Plan de Guerra BLANCO iniciado en 1920 para suprimir la insurrección interna de los ciudadanos estadounidenses, pero no fue desarrollado ni aprobado.

Todos estos planes de guerra se desclasificaron en 1974 y (se pueden comparar en los Archivos Nacionales de EE. UU. Alemania tenía un código de color negro, pero nunca hubo un Plan de Guerra NEGRO



El Plan de Guerra ROJO fue el más grande de los planes de guerra, el más detallado y el más enmendado. El Plan presumía que una guerra con el Reino Unido comenzaría por la interferencia de los Estados Unidos en el ámbito del comercio mundial de la Commonwealth británica, "aunque se podrían alegar otras causas inmediatas de guerra". El Plan presumía que la armada británica tomaría las Filipinas, Guam, Hawai y el Canal de Panamá. A cambio de estas pérdidas, Estados Unidos invadiría y conquistaría Canadá.

Aparentemente para la guerra contra Gran Bretaña, el Plan ROJO estaba casi desprovisto de planes para luchar contra los británicos. El Plan se centra en la conquista de Canadá, que era CRIMSON codificado por colores. La misión del Ejército de los EE. UU., escrito en mayúsculas, era "ULTIMADAMENTE, OBTENER EL CONTROL COMPLETO DEL CRIMSON". El borrador de 1924 declaró que los Estados Unidos "tienen la intención de mantener a perpetuidad todo el territorio CRIMSON y ROJO ganado ... El gobierno del Dominio [de Canadá] será abolido". (Nota del editor del blog: Crimson en su traducción se refiere al color carmesí, un color rojo fuerte inclinado al púrpura. Hemos conservado el término inglés para marcar las diferencias). 

El Plan de Guerra ROJO fue aprobado en mayo de 1930 a nivel de Gabinete por el Secretario de Guerra y el Secretario de Marina. No era un plan de defensa. Estados Unidos comenzaría la guerra, e incluso si Canadá declarara neutralidad, aún debía ser invadida y ocupada.

En diciembre de 1930, el Agregado Naval de EE. UU. En Ottawa hizo un informe de espionaje a la Junta Mixta sobre la falta de preparación de Canadá para la guerra: “En la medida en que Canadá no tenía idea de problemas con ningún otro país, no se consideró necesario mantener una adecuada fuerza aérea". El enfoque de Estados Unidos en invadir Canadá se aceleró durante la década de 1930. Incluso ya en 1939, cuando comenzaba la Segunda Guerra Mundial y el mundo libre se movilizaba para luchar contra el fascismo, Preston describe cómo la Escuela de Guerra del Ejército de EE. UU. y la Escuela de Guerra Naval habían establecido como prioridad de planificación la tarea de coordinar las fuerzas terrestres y marítimas para un proyecto titulado, "Overseas Expeditionary Force to Capture Halifax from Red-Crinsom Coalition" (Fuerza Expedicionaria en el Extranjero para capturar Halifax de la Coalición Rojo-Púrpura).



Portada del libro de Richard Arthur Preston, "The Defense of the Undefended Border: Planning for War in North America, 1867-1939" (1977). Preston es británico - canadiense. Sirvió en la Royal Air Force (RAF) de 1940-1945. Miembro de la Asociación de Historia de Canadá (presidente 1961-1962), Asociación de Estudios de Canadá - Estados Unidos (presidente fundador 1971-1972), Instituto Militar Americano M C.


Por alguna razón inexplicable, The Washington Post y el periódico nacional de Canadá, The Globe and Mail, recientemente decidieron informar sobre el Plan de Guerra ROJO. El artículo del 30 de diciembre de 2005 de Peter Carlson en The Washington Post se titulaba "Raiding the Ice Box" (Asaltando la Nevera). El artículo de Shawn McCarthy del 31 de diciembre de 2005 en The Globe and Mail se titulaba: "They´d take Halifax (then we´d kill Kenny)" (Tomarían Halifax (luego mataríamos a Kenny). Ambos artículos están escritos con dosis de incredulidad, burla y, a veces, risitas y carcajadas.

Pero el Plan de Guerra ROJO ciertamente no es noticia, ni tampoco es el re-informe de los re-descubrimientos del Plan de Guerra ROJO. La primera noticia del Plan fue en 1935, cuando el presupuesto secreto del Congreso para tres bases aéreas camufladas para ataques sorpresa en Canadá, a un costo de $ 19 millones cada una, se hizo público por error por la imprenta del gobierno, que publicó "Air Defense Bases: Hearings before the Committee on Military Affairs, House of Representatives, Seventy-Fourth Congress" (Bases de defensa aérea: audiencias ante el Comisión de Asuntos Militares, Cámara de Representantes, Septuagésimo Cuarto Congreso). Esto fue informado por el New York Times en su primera página y el Toronto Globe lo volvió a informar bajo el titular, "US Disavows Airport Yarn" (EEUU rechaza el hilado sobre el aeropuerto). El Plan de Guerra ROJO fue redescubierto y reportado nuevamente en 1975 por el servicio de cable de Reuters, y el Globe and Mail los volvió a informar. Fue nuevamente reportado como noticia en 1991 y aún en 2005. La historia tiene lecciones, pero no se pueden aprender repitiendo con incredulidad o riéndose.




Si los planes de guerra de Estados Unidos para la conquista de Canadá provocan risas, este es un comentario sobre los que se ríen, no un comentario sobre los planes de guerra. En su día, el Plan de Guerra ROJO no estaba destinado a ser divertido. El borrador de 1928 declaraba que "debería dejarse bastante claro a Canadá que en una guerra sufriría gravemente". El borrador de 1930 declaró que "grandes partes del territorio CRIMSON (púrpura o carmesí) se convertirán en teatros de operaciones militares con el consiguiente sufrimiento de la población y la destrucción generalizada y la devastación del país..." En octubre de 1934, el Secretario de Guerra y el Secretario de Marina aprobaron una enmienda autorizando la bombardeo estratégico de Halifax, Montreal y la ciudad de Quebec por "operaciones aéreas inmediatas a la mayor escala posible". Una segunda enmienda, también aprobada a nivel de gabinete, dirigida al Ejército de EE. UU., en mayúsculas, "PARA HACER TODAS LAS PREPARACIONES NECESARIAS DESDE EL ESTABLECIMIENTO DE LA GUERRA PARA EL USO DE LA GUERRA QUÍMICA, INCLUYENDO EL USO DE AGENTES TÓXICOS, DESDE LA INICIACIÓN DE HOSTILIDADES, ESTÁ AUTORIZADO ... "

El uso de gas venenoso se concibió como una acción humanitaria que haría que Canadá se rindiera rápidamente y salvara vidas estadounidenses. (Comandante A.S. Carpender y coronel W. Krueger (1934), memorando a la Junta Conjunta, 17 de octubre de 1934, disponible en el Archivo Nacional de EE.UU. En documentos adjuntos al Plan de Guerra Rojo). 

En marzo de 1935, el general Douglas MacArthur propuso una enmienda que convierta a Vancouver en un objetivo prioritario comparable a Halifax y Montreal. Esto fue aprobado en mayo de 1935, y en octubre de 1935, su hijo Douglas MacArthur Jr. comenzó su carrera de espionaje como vicecónsul en Vancouver. En agosto de 1935, Estados Unidos realizó sus maniobras militares más grandes en tiempos de paz, con más de 50.000 soldados practicando una invasión motorizada de Canadá, debidamente informada en el New York Times por su reportero militar estrella, Hanson Baldwin.



Retrato del general Douglas MacArthur, 1930, tomado en Washington, D.C., cuando fue nombrado Jefe de Estado Mayor. (La foto original en blanco y negro se conserva en la Bibiloteca del Congreso de los Estados Unidos)

¿Cuál es la mentalidad y la línea ilógica que lleva a los profesionales militares, oficiales del gabinete ejecutivo y congresistas a planificar y preparar la guerra contra un aliado y un buen vecino? 

¿Bases secretas en la frontera? ¿Ataques sorpresa? ¿Bombardeo estratégico de ciudades pobladas? ¿Primer uso inmediato de gas venenoso? Y al mismo tiempo que planeaban esto para Canadá, no planearon la guerra contra el fascismo alemán, una gran amenaza para Estados Unidos. Claramente, algo estaba mal en el pensamiento de muchos tomadores de decisiones civiles y militares de alto nivel. Estos planes de guerra justifican un estudio adecuado, no una burla desdeñosa, si Estados Unidos alguna vez entiende y controla sus impulsos militares.

Por ejemplo, el Plan de Guerra VERDE, para la invasión de México, parece una imagen reflejada del plan de invasión actual de Estados Unidos para Irak. Aquí hay algunas citas directas del Plan de Guerra de México aprobado por el Secretario de Guerra en agosto de 1919.

Los campos petroleros de Tampico y Tuxpan son importantes no solo para el comercio de los Estados Unidos y del mundo, sino también para el de México ... Los campos son en gran parte propiedad de intereses estadounidenses y británicos y son susceptibles a grandes daños por parte de los mexicanos. Por lo tanto, es importante aprovechar estos campos a la vez...".
La primera regla para conquistar una nación es derrotar a su ejército. El ejército mexicano, si acepta la batalla, lo hará en defensa del corazón de su país. Y el corazón del país es la localidad de la Ciudad de México ... Un ataque contra la Ciudad de México no solo llevará al ejército mexicano a una batalla decisiva, sino que, si tiene éxito, le brindará a Estados Unidos las instalaciones que necesitará para reorganizar y restablecer el gobierno ".
El período de operaciones activas será corto, en comparación con el período de operaciones de guerrilla. La disolución anticipada de las tropas temporales [estadounidenses] es altamente deseable. Es el testimonio de todos los que están familiarizados con el carácter mexicano que cualquier cantidad de mexicanos puede ser contratada para luchar contra cualquiera y para cualquiera que pague y alimente regularmente. El soldado mexicano será más barato y más eficiente contra el bandolerismo que el estadounidense y el costo puede imputarse más fácilmente contra el gobierno mexicano ”.
"Además, se puede establecer un ejército que no sea antiamericano y que, durante muchos años en el futuro, ejerza sobre el gobierno mexicano una influencia favorable a los Estados Unidos".

Algunas citas directas adicionales del borrador de 1927 del Plan de Guerra VERDE:

"El propósito militar de este Plan es el uso de las fuerzas armadas de los Estados Unidos para derrocar al actual Gobierno Federal de México y controlar la Ciudad de México hasta que se haya establecido un gobierno satisfactorio para los Estados Unidos".
"... el propósito anterior puede iniciarse mejor privando al Gobierno Federal existente de municiones de guerra de fuentes externas, interrumpiendo la recepción de sus ingresos en la medida de lo posible, conduciéndolo desde la Ciudad de México y logrando su derrocamiento. La amplia publicidad sobre el objeto de las operaciones militares puede reducir la resistencia mexicana al influir en el pueblo mexicano para que le rinda lealtad a un nuevo gobierno federal”.
Estados Unidos debería declarar un estado de guerra contra México y establecer un bloqueo, para interrumpir la entrada de municiones de guerra y la recepción de ingresos. En el caso de que no se declare un estado de guerra, las operaciones de bloqueo se limitan a un "bloqueo pacífico" autorizado por el Presidente ".

Reemplace la palabra "México" con "Irak" y cambie los nombres de las ciudades correspondientes, y este plan de guerra se leerá como la estrategia militar actual de Estados Unidos en Irak:


Un soldado estadounidense en el campo petrolero de Rumaila en Irak, 2003: "Si no fuera por el petróleo, nunca nos habríamos involucrado en una guerra ruinosa con Irak, desestabilizando a toda una región". The Guardian Fotografía: Yannis Behrakis / Reuters.

- En ambos planes, el objetivo es tomar el control del petróleo de otra nación.
- En ambos planes, hay una prioridad: proteger las instalaciones de producción de petróleo del daño de las fuerzas nacionales defensoras.
- En ambos planes, las sanciones económicas y el bloqueo debilitarán a la nación antes de la invasión estadounidense.
- En ambos planes, la autorización del Congreso para la guerra puede eludirse mediante el comando presidencial y torciendo las palabras.
- En ambos planes, la propaganda afirmará que la invasión es benevolente, con la intención de liberar a la población de un mal gobierno.
- En ambos planes, se ve que la guerra es rápida y fácil de ganar, contra un ejército nacional debilitado que defiende un gobierno demasiado centralizado en la capital nacional.
- En ambos planes, hay desprecio por las habilidades militares y el valor de las fuerzas nacionales defensoras.
- En ambos planes, EE. UU. imagina que puede crear un nuevo gobierno en el país conquistado que sirva a los intereses estadounidenses.
- En ambos planes, se contratará un ejército de la milicia nacional para salvar a los soldados estadounidenses de ser atascados en una guerra de guerrillas prolongada.
- En ambos planes, la nación conquistada pagará los costos de esta milicia nacional.
- En ambos planes, se espera que este ejército de milicias sea utilizado por los Estados Unidos para controlar el gobierno nacional durante años en el futuro.
- El plan actual de Estados Unidos para la invasión, ocupación y control continuo de Irak no es nuevo. Tiene casi 100 años.

Por lo tanto, el núcleo del militarismo que está poniendo en peligro a Estados Unidos y llevándonos a la bancarrota, el desdén y el deshonor no es nuevo. Las causas fundamentales de la guerra de Irak no se pueden encontrar en la geopolítica contemporánea ni en las personalidades de la administración Bush, como piensan muchos críticos de la guerra. Hay algo mal en un nivel mucho más profundo en la cultura política estadounidense. 



La enfermedad estadounidense del militarismo se extiende por décadas, a través de generaciones, y está tan profundamente arraigada en la mente estadounidense que atacar a otra nación parece ser la reacción natural y espontánea de elección.

De hecho, Estados Unidos es la nación menos amenazada del planeta. Su tamaño geográfico, demográfico y económico, y su ubicación, le dan una seguridad mucho mayor que Rusia, Holanda, Hungría, Francia, Finlandia, Irak o Irán. Estas naciones son fácilmente atacadas desde varios lados, y en la historia moderna han sido atacadas de esta manera. Estas naciones tienen razones para tener miedo, pero de hecho tienen menos miedo que Estados Unidos. Ciertamente, es imposible para las fuerzas extranjeras invadir y ocupar los Estados Unidos, incluso si los Estados Unidos tienen las defensas más mínimas.

Pero los estadounidenses se sienten más amenazados que la mayoría de las personas en el planeta. El presupuesto militar de los Estados Unidos ahora supera el de todas las demás naciones combinadas. Estados Unidos es ahora la única nación con dos departamentos de defensa; uno para defender la patria y otro para ... ¿hacer qué? ¿Proyectar la "defensa" de Estados Unidos fuera de nuestras fronteras en otras naciones? Eso normalmente se llama "agresión".

La proyección puede ser la clave para comercializar proyectos militares en Estados Unidos. Estos pueden comenzar como proyectos "realpolitik": esquemas para tomar recursos económicos, por ejemplo, para aumentar el comercio o controlar el petróleo. Luego imaginamos que otros planean hacernos lo que sabemos que planeamos hacerles, como la "Regla de Oro" al revés. Es la proyección psicópata clásica. Y sentimos miedo. Creemos que somos realistas y racionales porque nuestros planes y nuestras acciones se ajustan al miedo que hemos imaginado. Eso normalmente se llama "neurosis" o "locura". Entramos en un circuito de retroalimentación de nuestros propios planes beligerantes proyectados en otros, imaginados que tienen planes beligerantes similares contra nosotros, causando temor que justifica aún más nuestra beligerancia original. Así entramos en un ciclo acelerado de beligerancia y miedo; cada uno alimenta al otro y convierte la "agresión" en "defensa". Nos imaginamos que los sandinistas de Nicaragua invadirían Texas. Nos imaginamos que un gobierno socialista en Granada desestabilizaría el hemisferio occidental. Nos imaginamos que Irak pondría bombas nucleares en los subterráneos de Nueva York. Todos estos son reclamos cómicos, pero muchos en Estados Unidos no se rieron. En cambio, atacamos a estas naciones.


Foto archivo, fecha no determinada. Aeronaves de la RCAF (Real Fuerza Aérea del Canadá), en todo caso es evidente que esta fotografía es posterior a la segunda posguerra mundial.

En el testimonio publicado por error en el Congreso de 1935 sobre la necesidad de nuevas bases aéreas para atacar a Canadá, un experto militar explicó que Canadá tiene miles de lagos, y cada uno de ellos es una base potencial para el avión flotante. Pidió a los congresistas que imaginaran la temible visión del cielo lleno de aviones flotantes que volaban desde los bosques canadienses para bombardear Boston y Baltimore:

"... el Creador ha dado innumerables bases operativas dentro de un radio de acción de este país en la gran cantidad de áreas de agua protegidas que están disponibles en las profundidades de Canadá ... desde las cuales los aviones equipados con pontones podrían operar a voluntad ... No hay necesidad de comenzar con una observación para saber qué van a bombardear. Ahora saben lo que van a bombardear. Saben dónde cada ferrocarril cruza cada río. Saben dónde se encuentra cada refinería. Saben dónde se encuentra cada planta de energía. Saben todo acerca de nuestros sistemas de suministro de agua ... Ahora están muy dispersos en esta área. Su ubicación es más difícil de aprender para nuestra propia fuerza aérea. Tenemos que cazarlos. Tenemos que averiguar dónde están antes de poder atacarlos".

Nadie en las audiencias se rió de esto. En cambio, el congresista Wilcox complementó al orador, el capitán H.L. George, como "un gran y buen maestro" y el congresista Hill dijo: "Capitán, usted hizo lo que en mi opinión es una declaración muy interesante, clara y lúcida". Nadie le preguntó al Capitán George cómo sabía con tanta certeza que Canadá o Gran Bretaña habrían localizado y atacarían puentes ferroviarios, refinerías de petróleo, plantas de energía y sistemas de agua estadounidenses. De hecho, EE. UU. había localizado y dirigido tales instalaciones en Canadá como parte del Plan de Guerra ROJO. Imaginamos que otros planean hacernos lo que sabemos que planeamos hacerles. La imaginación militar proyectada causa paranoia.

Apenas unas semanas antes de este testimonio, la Junta Mixta había enviado un equipo de reconocimiento secreto a las zonas salvajes de la Bahía de Hudson y Labrador para buscar instalaciones ocultas de aviones flotantes canadienses. El congresista Kvale comentó: “Todo lo que nos interesa es la defensa. Predique la construcción de sus bases en defensa y no en ofensiva”; y el Capitán George respondió que "la mejor defensa contra el ataque aéreo es la ofensiva contra los lugares donde se origina el ataque aéreo". Por lo tanto, incluso el ataque preventivo no es una idea nueva. El comité fue persuadido, y el 6 de junio, la Cámara aprobó los créditos para las nuevas bases aéreas. El 10 de agosto, el proyecto de ley fue promulgado por el presidente Roosevelt.



Imagen de archivo. II Guerra Mundial.

Quizás la enfermedad del militarismo estadounidense pueda entenderse, diagnosticarse y eventualmente reducirse o curarse. 

Quizás una coalición internacional de científicos sociales dispuestos a enfocar toda su atención en la historia y los procesos sociales y mentales del militarismo estadounidense pueda comenzar a comprender cómo está arraigado en nuestra psique y cultura política. Tal coalición debería incluir historiadores, psicólogos, psiquiatras, estrategas militares y antropólogos culturales


Considerando la gran cantidad de personas inocentes que los estadounidenses matamos cuando actuamos en nuestra imaginación militarizada, considerando la inmensa cantidad de dinero que desperdiciamos construyendo armas y atacando a otras naciones porque nuestra propia imaginación nos asusta, debería ser una prioridad nacional entender lo que está sucediendo, por qué actuamos como lo hacemos y cómo podríamos dejar de hacerlo.

La neurosis colectiva es difícil de notar en contextos contemporáneos. Hay pocos puntos de referencia para la normalidad por los cuales ver que nuestros temores son infundados. Pero en retrospectiva histórica, es fácil ver cuán neuróticos y cuán equivocados estábamos en nuestra paranoia proyectada. 


Los planes de guerra históricos de Estados Unidos ofrecen una rara oportunidad para comprender la militarización de la mente estadounidense. Deberíamos echar un vistazo al interior y tratar de aprender.

Floyd W. Rudmin 
Profesor en el Departamento de Psicología de la Universidad de Troms, Noruega (Universidad Ártica de Noruega). Profesor de Psicología Social y Comunitaria. El Dr. Rudmin investiga sobre temas de aculturación, propiedad, paz, suicidio, psicohistoria, comportamiento del consumidor e intimidación.


Nota Final interpuesta por el editor  del blog.

El profesor Michel Chossudovsky, canadiense, director de "Global Research", escribía una breve nota respecto a este artículo el 1 de julio de 2019, por motivo de conmemorar el Día de Canadá en que se firmó la Ley Británica de América del Norte (1 julio 1867). Expresaba que "la soberanía de Canadá es precaria. Nuestro gobierno ha sido cooptado por Washington... cuántos son realmente conscientes de que nuestro vecino del sur, los Estados Unidos de América había formulado en 1924 un plan cuidadosamente diseñado para invadir Canadá y bombardear Montreal, Quebec, Halifax y Vancouver.


War Plan Red fue oficialmente aprobado por el Departamento de Guerra de los Estados Unidos en mayo de 1930. El borrador de 1928 declaraba que "debería dejarse bastante claro a Canadá que en una guerra sufriría gravemente". Planes a cargo del general Douglas MacArthur. El plan de guerra se orientó explícitamente hacia la conquista de Canadá. "La misión del Ejército de los EE.UU, escrita en mayúscula, era ULTIMADAMENTE, OBTENER EL CONTROL COMPLETO DEL CRIMSON (Canadá)".


Rechaza que fuera un plan de contingencia de finales de la década de 1920 y que Canadá sería invadido para evitar que los británicos lo usaran como escenario para atacar a los Estados Unidos. (según Globe and Mail).

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