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07 marzo 2023

La "guerra" del Papa Pío XII


Procesión del Papa Pío XII al salir de la Ciudad del Vaticano en automóvil, fotografía de1939 de Peter Golderberg – Garzanti


por Tito Andino 

Revisión de libros y artículos 


Cuando un tema es muy conocido por la opinión pública suelo dejar sentado ese particular; pero, ¿por qué insistir en ello si la temática ya ha sido divulgada con holgura? Mi respuesta es que la investigación historiográfica cada vez se ve enriquecida con nuevas evidencias tras la lenta pero precisa desclasificación de archivos estatales.

Otra cosa, nunca dejará de ser polémica la relación diplomática entre la Alemania Nazi y el estado Vaticano, las relaciones políticas internacionales siempre han permanecido vigentes aun cuando se ha implantado un régimen dictatorial en una nación. El estado policiaco establecido por los nazis no afectó en nada sus relaciones con la comunidad global, a pesar de voces aisladas pero recurrentes de advertencia contra ese sistema. 

El poder mundial que ejerce el Vaticano -por lo menos en el hemisferio occidental- no fue la excepción, y desde el inicio mismo del Reich Hitleriano (1933) la Santa Sede firmaba con los nazis un Concordato. El "Reichskonkordat​" (Concordato entre la Santa Sede y el Reich alemán) del 20 de julio de 1933, estableciéndose condiciones de libertad religiosa para la Iglesia católica (que nunca respetaron los nazis y que el Vaticano tímidamente -en ocasiones- protestó). Franz von Papen, vicecanciller de Alemania, en representación del Presidente Paul von Hindenburg y del Canciller Adolf Hitler; y, por el lado Vaticano, el cardenal Eugenio Pacelli​ (futuro Pío XII​), en delegación del Papa Pío XI, fueron los suscriptores. Oficialmente ese Concordato permanece en vigencia.


Fotografía de la firma del Reichskonkordat en Roma, 20 de julio de 1933. De izquierda a derecha: el prelado alemán Ludwig Kaas, el vicecanciller Franz von Papen, el secretario de Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios Giuseppe Pizzardo, el secretario de Estado del Vaticano Eugenio Pacelli (futuro Papa Pío XII), Alfredo Ottaviani, Rudolf Buttmann, miembro del Ministerio del Interior del Reich, entre otros (BundesarchivBild 183-R24391)

Tranquilos... he dicho que no insistiré en temas prolijamente estudiados y de fácil consulta. Dedicaremos las siguientes líneas  a revisar la última investigación aparecida en un libro que ya está causando críticas en la sociedad civil (y religiosa) así como congratulaciones en el ámbito académico. 

No obstante, iniciemos con ciertas puntualizaciones básicas sobre hechos políticos:

- Pío XI, predecesor de Pío XII, fue un real dolor de cabeza para Hitler ya que condenó tajante y públicamente la política y la ideología nazi. En 1937, emitió una carta oficial en la que se oponía a la persecución de la iglesia por parte de los nazis, declaró que no podía tolerar la glorificación de la esvástica pagana. En 1938, cuando Hitler visitó Roma, Pío XI abandonó la ciudad.

- Pío XI murió el 10 de febrero de 1939, justo después de terminar el discurso que esperaba pronunciar ante los obispos italianos en el décimo aniversario del Pacto de Letrán. Ese texto trataba con dureza al nazismo y al fascismo, pero estaba escrito en soledad. Fue el discurso que Mussolini temía y que el Papa no sobrevivió para pronunciarlo.


Eugenio Pacelli, antes de convertirse en Papa Pío XII, durante una visita a Berlín en 1929 como secretario de Estado del Vaticano, la fotografía lo captó saliendo del Palacio Presidencial, Berlín, 1928. (vía Getty Images)

- En 1940 se dio el encuentro entre Pío XII y Joachim von Ribbentrop. Existe evidencia que el ministro alemán de exteriores criticó al anterior Papa (Pío XI) por sus reclamaciones públicas y formales contra el gobierno de Hitler. Pío XII expresó que en sus discursos se cuidaba de no ofender a los alemanes. Y, se dice que le dijo al nazi que en su sermón de Navidad (1939), no se refería a Polonia como la "pequeña nación" sufrida e invadida, sino a Finlandia, atacada por la Unión Soviética.

- Tenemos otra versión de esa reunión (según Thomas J. Craughwell, "The Gentile Holocaust", Cultura Católica) se señala que el Papa era empático sobre una paz justa y que puso énfasis en una "base indispensable" para el fin de las hostilidades. Ribbentrop preguntó al Papa por qué se había puesto del lado de los aliados, Pío XII habría respondido con una lista de las recientes atrocidades y persecuciones religiosas nazis cometidas contra cristianos y judíos y que mantuvo la advertencia al Reich sobre los derechos de los judíos. El Pontífice habría hablado a Ribbentrop en favor de los perseguidos en Alemania y Polonia...    

 

Joachim von Ribbentrop, Ministro de Asuntos Exteriores del Reich llega en visita diplomática al Vaticano para reunirse en privado con el Papa, marzo 1940.

El Vaticano mantuvo negociaciones secretas con la Alemania nazi. Hay quienes aseguran que Hitler, a través de sus negociadores obtuvo del Vaticano un "régimen de silencio" del Papa ante las acciones de los nazis en Alemania y la Europa ocupada.

- En el transcurso de la guerra, Pío XII tampoco alzó en voz pública denunciando los crímenes del nazismo, nunca se refirió a ellos como criminales. La justificación, dicen, la iglesia no podía condenar abiertamente el Holocausto ya que se hubiese esperado una mayor represión nazi.

- En el sermón de Navidad de 1942, el Papa tímidamente dijo una corta oración: "cientos de miles de personas que fueron condenadas a la muerte o al exterminio sucesivo sin culpa alguna, y a veces solo por su nacionalidad o raza". 

- En general, El Vaticano se negó a condenar públicamente a Hitler y el Holocausto, eso es irrefutable. Sin embargo, la Santa Sede no escatimó en demostrar su oposición directa a la doctrina comunista, Pío XII nunca contuvo su boca al respecto.

- La indiferencia de Pío XII sobre el nazismo fue elocuente, suelen conocerlo como "el Papa de Hitler", dado por el historiador John Cornwell en su libro de 1999 con el mismo título. 


Dos libros de finales del siglo XX. Izquierda: "Pio XII, Hitler y Mussolini", de Giorgio Angelozzi Gariboldi, 1ª Edición, diciembre 1988, Editorial Acervo Barcelona, con prólogo de Giulio Andreotti, 404 pág. Trata ampliamente sobre las relaciones entre la Iglesia Católica, Italia y Alemania. Derecha: El controversial y rebatido "El Papa de Hitler. la verdadera historia de Pío XII", de John Cornwell, 1999, editorial Planeta, 465 pág. Cornwell señala en el prefacio de su libro que su investigación no conduce a la exoneración del Papa, al contrario, a una acusación grave contra su persona. Pío XII protagonizó un intento sin precedentes de reafirmar el poder papal conducido a la Iglesia a la complicidad con las fuerzas más oscuras de la época. Pacelli había mostrado siempre una innegable antipatía hacia los judíos, y su permanencia diplomática en Alemania en los años treinta le llevó a traicionar a las asociaciones políticas católicas que podrían haberse opuesto al régimen de Hitler e impedido la Solución Final. "Eugenio Pacelli no era un monstruo; su caso es mucho más complejo, más trágico. El interés de su biografía reside en la fatal combinación de elevadas aspiraciones espirituales en conflicto con su exagerada ambición de poder y control. El suyo no es un retrato del Mal, sino de una fatal fractura moral, una separación extrema entre la autoridad y el amor cristiano. Las consecuencias de esa escisión fueron la colusión con la tiranía, y en último término la complicidad con su violencia" 


- Es cierto que Pío XII no bendijo (de forma oficial) la invasión alemana de la URSS en 1941; pero, el Papa seguía condenando a los comunistas -hay registro de que lo hizo durante la guerra más de 150 veces- calificó a los soviéticos como "enemigos de Dios" y "prole del infierno". 

- De manera no oficial, también se comenta que en el círculo cercano de Pío XII, en charlas informales señalaba a los nazis "servidores del diablo" y que "Hitler se volvió loco". Al parecer hay el rumor de que Pío XII exorcizó  en dos ocasiones a Hitler, según uno de los secretarios del Papa, éste habría dicho: "el mal absoluto encarnado por el Führer no podía provenir de la naturaleza humana". (El rito de exorcismo de los demonios y otros seres extraordinarios en la persona poseída por ellos mediante la oración y ciertos rituales).

- La controversia siguió vigente durante décadas, sin responder a las preguntas sobre culpabilidad o inocencia de Pío XII, hasta que apareció el polémico libro de Cornwell, "El Papa de Hitler", duramente criticado por sectores católicos (algunas aseveraciones del autor han sido denegadas documentalmente) y antes que el Vaticano preparara su canonización como santo, un proceso que corre desde el 2000.

- Tampoco se debe obviar el sacrificio temerario de muchos sacerdotes católicos al proteger y salvar judíos durante la guerra. Solo en la Roma ocupada se salvaron al menos a seis mil judíos, se abrieron las residencias de la Iglesia para los fugitivos con una red de agentes encubiertos bajo las narices de los nazis. A finales de la guerra el Papa protestó por la deportación de judíos en Bulgaria y Hungría. 

- Sin embargo, por otro lado, la Iglesia colaboró conscientemente con la fuga de cientos de criminales nazis (suele hablarse de miles de nazis y colaboradores que se escabulleron de la justicia). Las "rutas de ratas", proporcionaron tarjetas de identificación emitidas por el Comité Internacional de la Cruz Roja. En su defensa suele invocarse el "amor cristiano al prójimo" que contradice a clérigos como el obispo Alois Hudal que brindó respaldo a las políticas nazis y que no se mordía la lengua para ocultar su antisemitismo. 

Bien, hasta aquí un resumen a grosso modo  de la posición "oficial" de la Iglesia respecto al nazismo.

 

Dos libros del siglo XXI. Izquierda: "Hitler, Mussolini y el Vaticano: el Papa Pío XI y el discurso que nunca se pronunció", de Emma Fattorini, Polity Press, septiembre 2011, 220 pág. Trata del discurso escrito por el Papa Pío XI en 1939 en el que tenía la intención de hablar en contra de Mussolini y los fascistas y condenar el antisemitismo. El discurso nunca se pronunció, su sucesor Pío XII, ordenó en secreto la destrucción del texto, eliminando así un obstáculo potencial en el establecimiento de una estrecha relación entre la Iglesia Católica y los fascistas. El libro contiene nuevas e importantes revelaciones sobre el tema complejo de la relación entre la Iglesia Católica en el ascenso del fascismo y el nazismo en Europa. Emma Fattorini, emplea documentación disponible e inédita del Archivo Secreto del Vaticano. Pío XI llegó a ver la década de 1930 como un 'conflicto de civilizaciones', una crisis que solo podía resolverse con un retorno a las raíces cristianas de Occidente. Defendió con fuerza a los judíos porque, a diferencia de otros elementos de la jerarquía católica, tenía la convicción teológica de que judíos y cristianos compartían un origen común: 'espiritualmente todos somos semitas'. Así escribió Pío XI en los últimos años de su vida mientras contemplaba la dirección en la que se dirigía el mundo y llegó a la conclusión de que el Vaticano podía detener el totalitarismo nazi y fascista. Derecha, en contrapartida, "Pío XII versus Hitler y Mussolini", de Carlos Ros Carvallar, Editorial Monte Carmelo, Madrid España; 1º edición (Octubre 2014) defiende a Pío XII, alegando que "No ha habido un papa del siglo XX más calumniado que Pío XII. Lo menos que se ha dicho de él es que fue el Papa del silencio, por no denunciar el Holocausto, y, quizás lo más, el clérigo más peligroso de la historia moderna (J. Cornwell). Puede que todo se deba al intento de muchos de descargar su mala conciencia por la connivencia con el monstruo de Hitler, buscando un chivo expiatorio, fuera de Alemania, en la figura de Pío XII, como el artífice del mal; si el Papa hubiera hablado, piensan, Hitler no hubiera hecho lo que hizo. De todo esto y del ambiente maléfico que se vivió en la II Guerra Mundial discurre el libro. Y por ello su título: "Pío XII versus Hitler y Mussolini".



Un pequeño recordatorio, en 2020, el Vaticano desclasificó millares de sus documentos referentes a la segunda guerra mundial. El trabajo de investigación se refleja ya en nuevos ensayos y libros realizados por reputados historiadores. Revisemos uno de ellos.


El Papa en guerra




El destacado historiador y científico social, David I. Kertzer, un erudito en temas sobre el Vaticano, ha escrito anteriormente "El Papa que pudo ser rey: El exilio de Pío IX y el surgimiento de la Europa moderna"; y, "El Papa y Mussolini: La historia secreta de Pío XI y el ascenso del fascismo en Europa". Kertzer es profesor de Ciencias Sociales de la Universidad Paul Dupee y profesor de antropología y estudios italianos en la Universidad de Brown. Su nuevo libro arroja más detalles sobre Pío XII durante los años de la guerra. "El Papa en guerra: La historia secreta de Pío XII, Mussolini y Hitler", una magnífica compilación producto del estudio de doce volúmenes del Vaticano, además de la revisión de archivos nacionales de Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania y Gran Bretaña.

 

"EL PAPA EN GUERRA. LA HISTORIA SECRETA DE PÍO XII, MUSSOLINI Y HITLER", David I. Kertzer, Penguin Books, julio 2022, 484 pág. (aun no disponible en castellano)


Gracias a las grabaciones del Auditorio Robert H. Smith en la Sociedad Histórica de Nueva York, en una  conferencia (31 de octubre de 2022) de David I. Kertzer, conocimos la exposición de su trabajo. 

"Cuando el Papa Pío XII murió en 1958, sus documentos fueron sellados en los Archivos Secretos del Vaticano, dejando preguntas sin respuesta sobre lo que sabía e hizo durante la Segunda Guerra Mundial. Una vez que se abrieron esos archivos en 2020, miles de documentos internos finalmente se pusieron a disposición del público. ¿Qué esfuerzos, o la falta de ellos, se hicieron para proporcionar liderazgo moral frente al genocidio y el régimen autoritario? Es una discusión que examina las acciones del controvertido Papa entre 1939 y 1945 y que saca a la luz los planes para preservar el poder de la iglesia" (Sociedad Histórica de Nueva York)


El Embajador del Vaticano, Cesare Orsenigo (Nuncio Apostólico) en una audiencia con Hitler en Berlín, 1944.

Tenemos cinco puntos importantes de "El Papa en guerra", que resume Clemente Lisi, en un artículo para "ZengerNews", "PulitzerPrize- Winning Historian Details Pius XII’s Troubling Alliances With Mussolini, Hitler" (Historiador ganador del Premio Pulitzer detalla las preocupantes alianzas de Pío XII con Mussolini y Hitler). Textual:


1. La defensa del Papa solo se centró en los judíos que se habían convertido.

Kertzer describe cómo el Vaticano trabajó más duro para salvar a los judíos que se habían convertido al catolicismo o eran hijos de "matrimonios mixtos" entre católicos y judíos. Los documentos revelan que el Vaticano buscó certificados de bautismo y listas de los que se habían convertido, que fueron entregados al embajador alemán ante la Santa Sede en ese momento. (El Papa no intervino por otros judíos, a diferencia del arzobispo Andrei Count Sheptytsky, el jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, que desafió a los nazis y escondió a los judíos).


El embajador del Vaticano en Alemania (Nuncio Apostólico) Cesare Orsenigo con Adolf Hitler y Joachim von Ribbentrop, recepción de Nochevieja en Berlín, en la nueva Cancillería del Reich, 1939.

2. El Vaticano estaba interesado en permanecer neutral.

El Papa autoritario quería que la Santa Sede se mantuviera al margen de la guerra. Kertzer afirma que el Papa estaba motivado para proteger el Vaticano y los intereses católicos en Italia y en toda Europa cuando los nazis llegaron al poder. Kertzer dijo que el Papa temía las consecuencias de la guerra, preocupado de que los católicos sufrieran en los países ocupados por Alemania, seguido por el temor de que el comunismo se extendiera por toda Europa si las potencias del Eje perdían. Sin embargo, Pío XII se negó a condenar "el continuo exterminio de los judíos de Europa por parte de los nazis", incluso cuando los aliados acumularon victorias y la marea de la guerra cambió. "Como líder moral, Pío XII debe ser juzgado como un fracaso", dice Kertzer.


3. Se le dijo al periódico del Vaticano que no informara sobre las atrocidades nazis.

El Roman Observer, el periódico oficial del Vaticano, recibió la orden de la Santa Sede de suprimir las noticias sobre las atrocidades alemanas a lo largo de la década de 1940, aunque la evidencia era clara, y muchos lo instaron a hacerlo. El Vaticano mantuvo la paz con el dictador italiano Benito Mussolini, que se había aliado con Adolf Hitler. (En el libro ganador del Premio Pulitzer 2014 de Kertzer "El Papa y Mussolini: La historia secreta de Pío XI y el ascenso del fascismo en Europa", el autor dice que el Vaticano dio legitimidad al régimen fascista de Mussolini y desafía la noción de que Pío XII o su predecesor lucharon contra el fascismo).

El periódico no informó ni denunció las masacres nazis, incluso cuando unos 1.000 judíos fueron detenidos en Roma en 1943, justo fuera de los muros del Vaticano y enviados en tren a Auschwitz.


Cesare Orsenigo y Joachim von Ribbentrop, recepción de Nochevieja en Berlín, nueva Cancillería del Reich, 1939.

4. El Papa recibió ayuda de un príncipe para comunicarse con Hitler.

La decisión de Pío XII de evitar la crítica pública directa de Hitler o el Holocausto puede haber surgido de una negociación de 1939 entre el Vaticano y los alemanes. El intermediario era un príncipe alemán llamado Philipp von Hessen, yerno del rey italiano Víctor Manuel III.

El Papa, que hablaba alemán, se reunió con el enviado de Hitler por primera vez el 11 de mayo de ese año en Roma. Según las transcripciones incluidas en el libro, el Papa dijo: "He sido muy considerado, y la respuesta del Canciller del Reich fue muy amable. Pero la situación se ha deteriorado desde entonces", en una referencia a Hitler cerrando escuelas y seminarios católicos y recortando los fondos que benefician a las iglesias en Austria.

"Estoy seguro de que si se restaura la paz entre la Iglesia y el Estado, todos estarán contentos", agregó el Papa en ese momento. "El pueblo alemán está unido en su amor por la Patria. Una vez que tengamos paz, los católicos serán leales, más que nadie".


5. La versión vaticana del comportamiento del Papa XII no es compartida por otros.

Johan Ickx, quien se desempeña como archivista de la Secretaría de Estado del Vaticano, elogió a Pío XII por sus esfuerzos y fue citado en Vatican News diciendo: "Para los judíos era obvio y claro que Pío XII estaba de su lado y tanto él como su personal habrían hecho todo lo posible para salvarlos".

Este es el punto de vista del Vaticano. No es una opinión compartida por la comunidad judía u otros historiadores. La Iglesia Católica Romana se disculpó formalmente en mayo de 1998 por no tomar medidas más decisivas para desafiar al régimen nazi durante la Guerra Mundial, pero la disculpa fue vista como muy por debajo de las expectativas, particularmente en su negativa a responsabilizar a Pío XII por su silencio.


Adolf Hitler saluda a Cesare Orsenigo, en la nueva Cancillería del Reich, 1939. Orsenigo fue nuncio apostólico en Alemania de 1930 a 1945, durante el ascenso de la Alemania nazi y la Segunda Guerra Mundial. Junto al embajador alemán en el Vaticano, Diego von Bergen y posteriormente Ernst von Weizsäcker, Orsenigo fue el enlace diplomático directo entre el Papa Pío XI y el Papa Pío XII con el régimen nazi. Se reunió en varias ocasiones con Adolf Hitler y más frecuentemente con otros altos funcionarios y diplomáticos nazis. En noviembre de 1943, el nuncio Cesare Orsenigo, en nombre del Papa Pío XII, mantuvo una conversación con Hitler, habló sobre el estatus de los pueblos perseguidos en el Tercer Reich, aparentemente refiriéndose a los judíos, no tuvo éxito. Durante gran parte de la conversación, Hitler simplemente ignoró a Orsenigo; se acercó a la ventana y no escuchó.

El libro de Kertzer y el material de archivo revelan secretos, mentiras, equívocos y justificaciones que han perseguido al Vaticano los últimos 80 años. En última instancia, pinta un retrato de un legado mixto lleno de contradicciones.


Estas líneas de la historia vaticana durante la segunda guerra mundial puede ser complementada con el siguiente ensayo que ya pusimos anteriormente a vuestro conocimiento (haga click sobre el título):

Mito y realidad del plan nazi para secuestrar a Pío XII 

 

                                   The Atlantic

22 febrero 2021

La mafia, la CIA y el Vaticano


Imagen de carácter ilustrativo basado en una foto del interior del Banco Vaticano (IOR)


Nota de introducción del editor del blog respecto al autor y la fuente de consulta. 


El tema de la mafia y sus relaciones con los aparatos de inteligencia estadounidenses y otras agencias, así como con el Vaticano han sido abordadas a cabalidad en este blog. He seleccionado el tema que viene a continuación al estar relacionado con una investigación aquí presentada: Manuel Noriega y la trama oculta del poder, investigación en que aparecen algunos nombres y hechos que coinciden con un artículo de David G. Guyatt. 

Por descontado, algunos hechos históricos son verídicos, no obstante de mantenerse dentro del característico y velado secretismo que cubre al Vaticano y sus nada sagrados negocios con la mafia, así como la imperturbable presencia de los aparatos de seguridad global estadounidenses defendiendo los intereses de grandes corporaciones internacionales que nada tiene que ver con la seguridad nacional.

El artículo de Guyatt debe ser repasado con suma cautela, la temática es compleja, difícil de acceder a fuentes auténticas (suele dudarse de su existencia) por la reserva de estado y/o metagrupos transnacionales. Muchos escritores aprovechan estos "misterios" para afirmar como verídicos tales o cuales hechos sin base alguna o citando fuentes nada confiables, en el mejor de los casos podemos aceptarlas como hipótesis. El problema es que numerosos autores no lo plantean como hipótesis -una conclusión a la que llega un autor debe ser avalada con el respaldo documental (no solo documentos escritos) y probatorio-. Si un investigador no puede certificar el acerto que plasma en su trabajo debe ser lo suficientemente honesto y reconocerlo, no por ello su investigación dejará de ser válida. Aclarar que sus conclusiones son hipótesis -hechos que pueden ser ciertos o no- resulta mejor que hacer el ridículo afirmando que tal o cual conclusión es la definitiva versión de una historia -la verdad incuestionable-. 

Ese es el pecado que muchos escritores, incluso historiadores, suelen acarrear. Por más bonita prosa literaria no es honesto divulgar esa "verdad" obtenida de la transcripción o resumen de textos de otros escritores nada creíbles y mezclando esa "información" con datos fidedignos e históricos... Si el propósito es convertirse en un super ventas, un best seller al estilo de Dan Brauw, alcanzando fama y dinero, esa sería una buena opción.

Guyatt es un buen escritor... de ficción, de ficción histórica, incluso podría encajar en el género de la historia alternativa. Es usual que, en ocasiones, se lance certeros datos sobre tal o cual hecho histórico, incluso es posible que mediante ellos se anime a otros a investigar y buscar la verdad. Sin embargo, trabajos como los de Guyatt no son originales; en este caso en particular él cita casi textual a otros autores que ya hemos publicado en este blog, como Michael Ruppert y su clásico "Crossing the Rubicon: The Decline of the American Empire at the End of the Age of Oil", "Cruzando el Rubicón" a secas. Además, Guyatt no ha podido superar el estigma de ser calificado como sensacionalista o conspiranoico, a él no parece interesarle revertir esa imagen, conocemos poco de él, mejor dicho casi nada, hasta es posible que se trate de un pseudónimo; las pocas referencias sobre Guyatt son propias de él y se localizan en sitios nada serios y sensacionalistas como "Biblioteca Pleyades". Afirma que tras una larga carrera como banquero internacional se dedicó a la investigación (no es posible verificar ese dato), expresa haber escrito y producido material para documentales de televisión, películas y revistas. Es cierto que nos encontramos con sus publicaciones en sitios como NEXUS, Fortean Times (revista mensual británica ahora también digital dedicada a los fenómenos anómalos, cuyo lema es "El mundo de los fenómenos extraños") y otros como "Biblioteca Pleyades", sitios que desbordan elogios a Guyatt, aparte de esos sitios es imposible encontrar una referencia al autor, una foto... Lo último que sabemos de Guyatt es que se dedicaba a "profundidad investigar sobre los verdaderos secretos que rodean el enigma del oro nazi y el tesoro de la segunda guerra mundial saqueado por alemanes y japoneses" y los "secretos" del mercado del oro, su libro "The Secret Gold Treaty" incluso es un popular e-book fácilmente descargable.

En fin, sin caer en contradicciones, el tema sobre la mafia y las relaciones terrenales con poderes divinos como el "Vaticano" y los servicios secretos es un tema apasionante, para una nueva película de Hollywood, de allí el interés en Guyatt y su artículo. En "Manuel Noriega y la trama oculta del poder" reconocemos honestamente que muchos datos no han sido contrastados por carecer de fuentes documentales fidedignas y, como es habitual, el gobierno de los Estados Unidos niega la existencia de tales acontecimientos. 

Como excepción, el reproducir el siguiente artículo de Guyatt tiene una buena razón, es un buen resumen de algunos libros y otras fuentes. Otros reportajes fantasiosos de su autoría encasillan como conspiranoia, por ejemplo, Guyatt suele citar al difunto Martin Bormann como protagonista de la posguerra para "explicar" sus tesis sobre el oro perdido de la segunda guerra mundial, así como el oro de Yamashita, temas analizados en este blog. 

En este caso particular, el artículo de Guyatt ha sido tomado de la revista Nexus, edición de los Estados Unidos (su sede principal está en Australia, también tiene su formato digital). Nexus se presenta a sí misma como divulgadora de artículos sobre noticias suprimidas, teorías de la conspiración, conciencia, misterios antiguos, ovnis, Gran Hermano, ciencia futura, hechos inexplicables, energía libre, problemas de salud que incluye la medicina alternativa, revisionismo histórico... y mucho más. La crítica desde hace mucho tiempo señala al sitio web de Nexus como uno de los principales promotores del antisemitismo, promocionar teorías de conspiración de la extrema derecha y propaganda alineada a las milicias estadounidenses. 

insistiré que no hay contradicción al publicar el siguiente relato de Guyatt, es rescatable al ser una buena sinópsis de lo que versados autores han planteado y relacionado con otras investigaciones publicadas en este blog a las cuales se puede acceder como enlaces a pie de página. 

Fotografías y notas a pie de foto son adiciones del editor de este blog.

Tito  Andino U.


*****

La mafia, la CIA y el aparato de inteligencia del Vaticano

 


 por David G. Guyatt

Nexus MagazineVolumen 7, Número 5

Septiembre-octubre de 2000, versión de los EE. UU.


En su afán por acabar con el comunismo, el Vaticano estableció alianzas durante la Segunda Guerra Mundial con varias sociedades secretas, grupos fascistas y agencias de espionaje y ha mantenido estas redes desde entonces.


Albert Vincent Carone es una de esas personas que pasó su vida bailando entre las gotas de lluvia y volviéndose invisible donde una sombra permanecía. Él existió y tampoco existió. Al Carone, a diferencia de su homónimo cercano, Al Capone, realmente era una paradoja envuelta en un misterio oculto detrás de un enigma.

Carone era un detective en el Departamento de Policía de Nueva York, pero esto no le impidió convertirse en un hombre "hecho" en la familia criminal Genovese. Conocía a todos los principales mafiosos de su época, incluidos Vito Genovese, Sam Giancana, Santos Trafficante, Joe Colombo y Paul Castellano, entre otros. Para la hija de Carone, Dee, todos eran conocidos como "tío". Cuando se casó, su padre organizó dos salas de recepción diferentes para separar a los invitados de la mafia de los invitados de la policía de Nueva York. Pero esto era más escaparate que cualquier otra cosa. Una de las principales funciones de Carone en la policía de Nueva York fue actuar como el "agente de bolsa" en la protección de los envíos de drogas de la CIA a las diversas familias de la mafia.

Carone murió en 1990 en circunstancias misteriosas. Esto siguió a un período de gran desencanto personal con su vida, luego de una misión secreta a México en 1985, cuando una gran cantidad de mujeres y niños inocentes murieron innecesariamente. Su muerte fue horrible, informa Mike Ruppert, editor del boletín From The Wilderness, quien investigó la historia de la vida de Carone y escribió un informe especial al respecto.


Estas fotografías, al parecer, son las únicas pruebas de que Albert Carone existió y que según algunos -entre ellos su hija- la CIA trató de eliminar todo registro de su vida. Lo curioso es que aparece tanto como detective del Departamento de Policía de New York (NYPD), agente encubierto de la CIA y hasta como Coronel de Contra-inteligencia del Ejército de los Estados Unidos. ¿Es eso posible?

Mientras tanto, otro "tío" fue Bill Casey, director de la Agencia Central de Inteligencia durante la administración Reagan. Casey había estado con la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) durante la Segunda Guerra Mundial. Durante la década de 1970, se convirtió en presidente de la Securities and Exchange Commission (SEC), que regula la industria de inversión de los Estados Unidos. Durante su mandato en ese papel, Casey usó a Carone como un "corte" para pasar información confidencial a la mafia del capo Paul Castellano, dice su hija, Dee.

Carone también era coronel completo en el ejército de los EE. UU., donde había operado en la Corporación de Contrainteligencia del Ejército (CIC). Como era de esperar, en vista de su estrecha amistad con Bill Casey, también fue un agente encubierto de la CIA. Pero eso no era ni la mitad. Carone también fue Gran Caballero de la Soberana Orden Militar de Malta (SMOM), que históricamente ha sido el brazo militar del Vaticano y es considerado como un Estado separado con plenos poderes de estado, incluida la emisión de sus propios pasaportes diplomáticos.

En las últimas décadas, SMOM ha actuado como un conducto de financiación, un canal de oro del mercado negro y una lavandería de dinero para la CIA, entre otros, y se sabe que actúa como el brazo de inteligencia del Vaticano. Se alegaba que estaba involucrado, por ejemplo, en la desaparición de las reservas de oro de Rusia, más de 2.000 toneladas métricas, que desaparecieron durante 1991, cuando el primer ministro soviético Mikhail Gorbachev fue destituido de su cargo (Nota del editor: el cargo de primer ministro no lo ocupó jamás Gorbachov, fue Secretario General del Partido Comunista de la URSS, 1985 -1991; Presidente del Presidium del Soviet Supremo de la URSS, 1988 -1990; y Presidente de la Unión Soviética 1990-1991, fue el único que ocupó ese cargo creado en el final de la URSS; Gorbachov no fue destituido, él renunció tras el intento de golpe de estado de 1991) 

La Orden de los Caballeros de Malta se otorga a muchas personas destacadas que forman parte de la comunidad militar y de inteligencia. Bill Casey de la CIA, por ejemplo, era un Caballero de Malta. El ex general de la OTAN y luego secretario de Estado de los Estados Unidos, Alexander Haig, también es un caballero de Malta. Otro es el General Vernon Walters, ex Director Adjunto de la CIA bajo George Bush, y luego nombrado embajador itinerante durante la Administración Reagan. El legendario jefe de la OSS (el precursor de la Segunda Guerra Mundial de la CIA), "Wild" Bill Donovan, fue nombrado Caballero junto con su compatriota en tiempos de guerra y más tarde Jefe de Contrainteligencia de la CIA, James J. Angleton.

Y John McCone, otro miembro destacado de la agencia estadounidense "fantasma", también fue distinguido con un título de Caballero de Malta. La lista continua. Lo más interesante es Reinhard Gehlen, el ex experto en inteligencia nazi reclutado por los Estados Unidos en 1945-46 para dirigir la Organización Gehlen, un brazo secreto de inteligencia de los Estados Unidos con sede en Alemania compuesto por ex agentes de las SS y Gestapo, muchos de los cuales eran buscados criminales de guerra nazis como Klaus Barbie. Los nombres anteriores equivalen a una lista de algunos de los miembros más poderosos e influyentes de la comunidad de inteligencia occidental en las últimas cinco décadas.

Un grupo del Vaticano que tiene vínculos extremadamente estrechos con los Caballeros de Malta es el ultraderechista Opus Dei. Esta es una facción inmensamente poderosa en el Vaticano hoy, y sus actividades públicas de "hacer el bien" eclipsan una plétora de las maquinaciones políticas y financieras más oscuras conocidas por el hombre.

Tal vez no sea una sorpresa que Carone esté estrechamente asociado con el Opus Dei y, en particular, con una operación encubierta que tuvo su origen en 1944. Esa fue la Operación Amadeus.


Nota del editor del blog Algo más sobre Albert Carone. En 1995 se presentaron varios casos curiosos en México que mencionamos en el artículo de referencia sobre MANUEL NORIEGA y que es referido por autores como Ruppert y Estulin, una supuesta masacre comentada en el juicio contra la CIA por la parte acusadora, la hija de Albert Carone (Desiree Carone-Ferdinand). La declarante expresó que su padre, Albert Carone, junto a un tal James Robert Strauss y otros destruyeron una aldea entera de hombres, mujeres y niños (Chapatulla). Hecho sobre el que no existe evidencia documental, ni testimonial, esa versión no se puede confrontar con ninguna otra fuente (no existe reporte de un caso con centenares de víctimas mujeres y niños que haya ocurrido en 1985 en México, lo que sin duda estaría registrado en todo el mundo -salvo el terremoto de la ciudad de México-). Este dato es recogido en un par de fuentes en inglés (libros "The New War on the Poor" de John Gledhill y en "Bagman: The secret life of Col. Albert V. Carone" de Eric Stacey) y como única fuente la declaración de la mencionada hija de Albert Carone; no obstante, éstos autores mencionan la ciudad de Chapala en el estado de Jalisco (siendo imposible localizar un poblado con el nombre Chapatulla). A partir de ese supuesto hecho se dice que Albert Carone cambió de opinión, dejando de participar en asesinatos y tráfico de drogas para la CIA; esto, a la vez, sería la causa de su extraña muerte y el intento de desaparecer todo registro, incluso financiero sobre Albert Carone, según su hija. la hija de Carone demandó a la CIA, el proceso judicial es de dominio público. El caso fue desestimado por la Corte (Court dismissal Carone-Ferdinand v. CIA.  No. CIV.A.00-403 (RMU). 131 F.Supp.2d 232 (2001) DESIREE CARONE-FERDINAND et al., Defendants. United States District Court, Disctrict of Columbia. february 27, 2001). 


De la ruta de las ratas a las rutas del tráfico de drogas.

 

Ratlines o ruta de las ratas es un tema ampliamente tratado, existe abundante bibliografía sobre el tema, aquí solo una muestra de la producción literaria. Lo que debe ser analizado en el presente no es la fuga de los nazis de Europa sino su implicación en los crímenes y tráfico de drogas al servicio de otra potencia.

Esta operación altamente secreta fue parte de las negociaciones de la Operación Sunrise entre Allen Dulles, el entonces oficial superior de OSS en tiempos de guerra en Suiza y más tarde Director de la CIA y el General de las SS Karl Wolff. Este oficial elegante y bien conectado de las SS comandaba los contingentes de las SS y la Gestapo en Italia en ese momento.

El resultado de estas negociaciones (al menos las partes que ahora se conocen) fue un acuerdo que otorgó amnistía a una extensa lista de las fuerzas de la SS-Gestapo, a cambio de trasladar su lealtad a Occidente en la planificada  batalla destinada a derrotar la "amenaza" comunista soviética, en otras palabras, la "Guerra Fría".


El Jefe de las SS en Italia Karl Wolff (traje a cuadros) y el general Heinrich Gottfried Vietinghoff por la Wehrmacht firman la rendición del Grupo de Ejércitos C alemanes en Italia el 29 de abril de 1945, acto negociado en secreto y que concluiría con los términos secretos de la Operación Sunrise.

Una derivación de estos arreglos de Dulles-Wolff fueron las "ratlines" dirigidos por el Vaticano que ayudaron a que los criminales de guerra nazis se pusieran a salvo. Decenas de miles de SS y otros nazis escaparon de la captura como resultado de la "línea de ratas". Entre ellos figuraban figuras como Franz Stangl, comandante del campo de exterminio de Treblinka, y su amigo Gustav Wagner, que dirigía el campo de exterminio de Sobibor. Otros que escaparon de esta manera incluye a Adolf Eichmann, el arquitecto del Holocausto. Más tarde, Eichmann fue capturado por agentes de inteligencia israelíes y trasladado a Tel Aviv, donde fue juzgado y finalmente ejecutado. En comparación, el Dr. Joseph Mengele, conocido como "el Ángel de la Muerte", un criminal de guerra buscado por sus crueles e inhumanos experimentos con prisioneros del campo de exterminio en Auschwitz, escapó a Argentina y vivió una larga vida.

La Operación Amadeus se ocupó exclusivamente de la fuga de criminales de guerra SS y nazis al continente sudamericano y sus posteriores feroces acciones encubiertas contra las poblaciones indígenas fueron justificadas bajo la bandera del "anticomunismo". Una persona dedicada a las actividades de Amadeus fue el ex oficial de la Gestapo Klaus Barbie, conocido en todo el mundo como "el Carnicero de Lyon".

El principal medio de financiación de las actividades de la Operación Amadeus fue el negocio de narcóticos enormemente rentable. Grandes existencias de morfina de las SS habían sido sacadas de Europa de contrabando a la Sudamérica "católica" al final de la guerra, de conformidad con el acuerdo de Sunrise. La morfina estaba acompañada por oro de las SS saqueado y grandes cantidades de billetes falsos británicos forjados en campos de concentración por falsificadores cautivos pero expertos como parte de un esquema de las SS conocido como Operación Bernhardt.

La "línea de ratas" de escape a América del Sur fueron utilizadas para mover a los hombres buscados lejos de las miradas indiscretas de los agentes israelíes, también resultaron ideales como rutas de contrabando de drogas. Décadas después, las existencias de heroína introducidas de contrabando en los Estados Unidos para su distribución por la mafia protegida por la CIA se complementarían con cocaína cultivada localmente.

Una de las figuras que surgió en el centro de atención durante la década de 1980 profundamente involucrado en este tráfico de narcóticos fue el Coronel Oliver North, quien autorizó el intercambio de armas por drogas para financiar las operaciones de la Contra. Oliver North era conocido por Al Carone bajo su nombre de "trabajo", "John Caffrey". Ese fue el momento en que Carone estaba involucrado en transacciones de cocaína controladas por la CIA con Joe "Pickles" Percilia, un miembro de la familia criminal Colombo.

Estas curiosas conexiones, generalmente ocultas entre gobiernos (comunidad militar y de inteligencia), el crimen organizado, los criminales de guerra del Vaticano y los nazis tienen una historia significativa. No menos importante fue el acuerdo secreto alcanzado entre los oficiales de inteligencia naval de Estados Unidos y la mafia de Charles "Luchy" Luciano durante la Segunda Guerra Mundial. Esto resultó en la decisión de la mafia de ayudar a los aliados a contactar con la figura de la mafia Vito Genovese en 1943 para preparar el camino para el desembarco aliado en Sicilia. Como se describió anteriormente, fueron principalmente aquellas unidades SS-Gestapo ubicadas en Italia bajo el mando del General Wolff de las SS las que inicialmente se preocuparon en las negociaciones de la Operación Sunrise.

Y mientras un gran número de ex nazis huían hacia el sur para luchar contra la amenaza comunista en América Latina, y, lo que es más importante, para beneficiarse personalmente de su participación en el lucrativo negocio de las drogas y las armas, en Europa, se estaba preparando el derrocamiento o frustrar a los gobiernos elegidos democráticamente a través de una red de unidades "Stay Behind" dirigidas por fascistas, organizadas bajo los auspicios de la Operación Gladio. No es sorprendente que esto también conduzca a ciertas figuras involucradas que hagan fortunas personales con la miseria de otras personas, una circunstancia que es tan común que apenas vale la pena mencionar.


Algunos ejemplares de muchas publicaciones sobre las relaciones nazis - vaticano - cia - mafia

Estas actividades neofascistas llegarían a ser prominentes a principios de la década de 1980 luego del colapso del Banco Ambrosiano y la muerte del banquero italiano Roberto Calvi, quien fue "suicidado" y quedó colgado bajo el puente Blackfriar de Londres. Esto conduciría a revelaciones sensacionales sobre el papel del Banco del Vaticano, el IOR, en el imperio financiero de Calvi y crecería rápidamente para incluir las actividades del financiero de la mafia Michele Sindona, cuyas actividades, a su vez, implicarían a los principales bancos en Europa y América en actividades de la mafia.

Tanto Sindona como Calvi estaban cerca del Opus Dei, que perdió alrededor de $ 55 millones cuando el imperio de Sindona se derrumbó. Según su familia, Roberto Calvi estaba profundamente absorto en ayudar al Opus Dei para tomar el control del IOR cuando fue asesinado.

Mientras tanto, Calvi y Sindona eran miembros de la logia masónica secreta Propaganda Due (P2), que se dice fue un "gobierno paralelo" en espera y que planeó efectuar un golpe de estado en Italia después que las encuestas daban una victoria del Partido Comunista.


Michele Sindona en juicio

P2 fue dirigido por el ex fascista italiano y miembro de las SS nazis, Licio Gelli, apodado "el Titiritero" por la prensa italiana. Las conexiones de Gelli con la ultraderecha y los fascistas en Europa y América Latina fueron extensas. De hecho, había estado profundamente involucrado en el establecimiento de las ratlines del Vaticano que ayudaron a los peores criminales de guerra nazis a escapar de la justicia aliada al final de la Segunda Guerra Mundial. En total, se estima que 50.000 nazis fueron llevados a la libertad.

Gelli tenía numerosos y poderosos amigos, incluido el ex dictador italiano Benito Mussolini. También era amigo personal del general argentino Juan Perón, y sus estrechas asociaciones con Argentina más tarde lo llevarían a ser una figura clave en el envío de un suministro de misiles Exocet franceses para hundir barcos de la Fuerza de Tarea británica durante la Guerra de las Malvinas. En este esfuerzo, trabajó en estrecha colaboración con Ronald R. Rewald, fundador de la institución financiera con sede en Hawai, Bishop, Baldwin, Rewald, Dillingham & Wong, una empresa propietaria de la CIA y precursora del banco Nugan Hand Bank, propiedad de la CIA.

La participación de una compañía de fachada de la CIA que se dedica a financiar y proporcionar armas para ser utilizadas contra un aliado estadounidense clave (Gran Bretaña) con el apoyo público del gobierno de los Estados Unidos puede parecer algo dudosa. Sin embargo, en el mundo de las "operaciones negras", "amigos" y "enemigos" son palabras intercambiables y trabajar en ambos lados de la cerca es una práctica aceptada.

En términos de jerarquía, Gelli informaba a Umberto Ortolani, descrito por un escritor como "el gran abridor de la puerta del Vaticano" y "chambelán secreto de la casa papal".

Además de sus conexiones P2, Ortolani también es miembro del consejo interno de los Caballeros de Malta y tiene conexiones de inteligencia militar que datan de la Segunda Guerra Mundial.



El pulpo y la araña

Existen otros numerosos grupos masónicos y sociedades secretas en Europa que se mueven dentro y fuera de foco en varios momentos. Casi todos ellos son de naturaleza católica.

Uno de ellos es el Priorato de Sión (Prieuré de Sion), una orden secreta que primero llamó la atención del público a través del libro más vendido, The Holy Blood And The Holy Grail, publicado en 1982. El Priorato está estrechamente relacionado con el presunto tesoro de Salomón, que se dice encontró su camino hacia el pequeño pueblo de Rennes-le-Château en el suroeste de Francia, donde se dice fue enterrado por los Caballeros Templarios, precursores de los Caballeros de Malta.

El Priorato, cuya sede se encuentra en Annemasse, cerca de Ginebra, en la frontera suiza, tiene el estilo de los "guardianes" del tesoro de Salomón, pero, lo más interesante, tienen numerosas conexiones subterráneas con los fascistas y aquellos grupos de extrema derecha que datan de la segunda guerra mundial. Mientras tanto, debe anotarse de pasada que se dice que Annemasse fue el centro de las unidades anticomunistas Stay Behind de la Operación Gladio.

Si esto no es lo suficientemente intrigante, otro hecho estira la coincidencia hasta el punto de estallar. En los últimos años, el Priorato de Sión ha trasladado su sede a Barcelona y ahora cuenta con un Gran Maestro español. Esto, uno podría concluir, es permitirle estar físicamente más cerca del corazón histórico del Opus Dei, fundado en España en 1928.

Otto Skorzeny fue el líder en la ejecución de las rutas de escape de la Hermandad SS - Der Spinne (la Araña) - después de la guerra, y el General de las SS Karl Wolff fue el principal negociador con el Jefe suizo de la OSS, Allen Dulles, y luego otro nazi, Walter Rauff, jefe del SD de Milán, fue uno de los dos enlaces con el Vaticano involucrados en el establecimiento del sistema de contrabando nazi. Al principio de su carrera, Rauff había supervisado el desarrollo de las furgonetas de gas móviles de los nazis, conocidas como "cuervos negros", que mataron a gas a unos 100.000 judíos, en su mayoría mujeres y niños, bombeando gases de escape en la parte trasera de una furgoneta herméticamente sellada.

Otro enlace importante entre el Vaticano y las rutas de escape de las SS fue Friedrich Schwendt, quien también fue el encargado de lavar los billetes falsos de las SS. Antes de la segunda guerra mundial, Schwendt era un traficante internacional de armas que enviaba armas a China y Rusia. También fue el administrador de inversiones de la fortuna familiar de la tía de su primera esposa, la baronesa Gemmingen-Guttenberg, de la rica familia argentina Bunge, de la enorme empresa transnacional Bunge Corporation, también conocida como "octopus".

Este título es interesante, ya que puede conectarse con el llamado "pulpo" (octopus) que se relaciona con el asesinado periodista independiente Danny Casolaro, quien al momento de su muerte en 1991 estaba investigando una serie de ilegalidades de alto nivel, incluido el robo por el Departamento de Justicia de un programa informático de "seguimiento" conocido como "PROMIS".

Casolaro estaba escribiendo un libro sobre lo que había descubierto. Originalmente lo tituló "He aquí un caballo pálido", pero luego lo modificó a "Octopus". En una página borrador del libro, describió a este grupo como una "camarilla internacional cuyos servicios independientes cubrían intriga política, espionaje, tecnologías sofisticadas de armas que incluían biotoxinas, tráfico de drogas, lavado de dinero y asesinatos a contrato". Casolaro declaró además que esta camarilla fue "engendrada hace treinta años a la sombra de la Guerra Fría".

Después de la muerte de Casolaro, la periodista Carol Marshall (un seudónimo) siguió su investigación y escribió un manuscrito (aún no publicado) titulado "El último círculo". En este, Marshall describe la investigación de Robert Booth Nichols, una de las figuras centrales de Octopus, a quien describe como parte de un grupo secreto conocido como "Los Elegidos" y que llevaban "anillos de calavera y huesos cruzados y comparten un interés común, si pudiera llamarse así, en el antiguo ocultismo de las SS alemanas, sus ritos tribales y del círculo interno".

Durante su investigación sobre Octopus, Marshall descubrió que el ocultismo de las SS descrito anteriormente estaba relacionado con el teniente coronel Michael A. Aquino, un ex boina verde de los Estados Unidos, un satanista autoproclamado que tenía una autorización de seguridad de alto secreto para su trabajo en inteligencia militar y en asuntos clasificados de guerra psicológica. Aquino ofició en las ceremonias de magia negra de las SS celebradas en Wewelsburg, el castillo que una vez fue utilizado por el jefe de las SS Heinrich Himmler para crear una orden de SS de Caballeros Teutónicos basada en los Caballeros Templarios.


El castillo de Wewelsburg, otrora centro del ocultismo de las SS hitlerianas

Las conexiones anteriores se prestan a una imagen más amplia de agrupaciones fascistas de derecha, globales y entrelazadas que operan en la tierra oscura de las negadas operaciones militares y de inteligencia asociadas con ganancias durante la segunda guerra mundial y, más tarde, durante la Guerra Fría.

A este respecto, es interesante observar que el Priorato de Sión, uno de los grupos católicos más importantes en discusión, utiliza como símbolo algo que se describe de manera variada como un pulpo o una araña (araignée) en sus documentos. La asociación del Priorato con el pulpo podría relacionarse fácilmente con el llamado Pulpo descrito anteriormente, donde el crimen organizado trabaja de la mano con agentes de la inteligencia estadounidense y el ejército.

Si uno decide, por otro lado, que el símbolo del Priorato es una araña, existe la noción intrigante de las líneas de escape nazis dirigidas por el Vaticano del católico austríaco Otto Skorzeny y Der Spinne (la araña) de su Hermandad SS.


Símbolos del priorato de Sión y del Vaticano

El negocio de Dios 

Al Carone era, como se mencionó anteriormente, un hombre "hecho" de la mafia genovesa, además de sus otras asociaciones. Es curioso, por lo tanto, notar que una de las principales luces del Octopus, según la escritora Carol Marshall, fue el magnate petrolero ultraderechista Clint Murchison, propietario del equipo de fútbol de los Dallas Cowboys. La compañía petrolera de Murchison, Murchison Oil Lease Company, era propiedad en un 20 % de Gerardo Catena, el teniente principal de la familia criminal genovesa.

A lo largo de la segunda guerra mundial y posteriormente, según el autor Charles Higham en su libro, Trading With The Enemy,  hubo un "acuerdo general de ciertas figuras importantes del comercio estadounidense, británico y alemán para continuar sus relaciones y asociaciones después de Pearl Harbor". Higham agrega que también aprendió que "ciertas figuras de los gobiernos en guerra habían dispuesto ayudar en esa actividad".

La investigación posterior de Higham demostró que esta alta camarilla, a la que llamó "La Fraternidad", no solo existió sino que se benefició generosamente durante la segunda guerra mundial. Esto llevó al autor a preguntar:

¿Qué hubiera pasado si millones de estadounidenses y británicos, luchando con cupones y haciendo filas en las estaciones de servicio, hubieran aprendido que en 1942 los gerentes de Standard Oil of New Jersey enviaron el combustible al enemigo a través de la Suiza neutral y que el enemigo estaba utilizando combustible aliado?

¿Y si el público hubiera descubierto que el Chase Bank en el París ocupado por los nazis después de Pearl Harbor estaba haciendo negocios por valor de millones de dólares con el enemigo con pleno conocimiento de la oficina central en Manhattan?

¿O que se estaban construyendo camiones Ford para las tropas de ocupación alemanas en Francia con autorización de Dearborn, Michigan?

¿O que el coronel Sosthenes Behn, el jefe del conglomerado telefónico internacional estadounidense ITT, voló de Nueva York a Madrid y Berna durante la guerra para ayudar a mejorar los sistemas de comunicaciones de Hitler y las bombas robot que devastaron Londres?

¿O que ITT construyó los Focke-Wulfs que arrojaron bombas sobre las tropas británicas y estadounidenses?

¿O que se enviaron rodamientos cruciales a clientes asociados con los nazis en América Latina con la complicidad del Vicepresidente de la Junta de Producción de Guerra de los Estados Unidos, en asociación con el primo de Göring en Filadelfia, cuando las fuerzas estadounidenses estaban desesperadamente por debajo de ellos?

¿O que tales arreglos se conocían en Washington y se sancionaban o se ignoraban deliberadamente?

La "Fraternidad" de Higham tiene características similares al llamado "Pulpo", y también muestra ciertas similitudes con la "Empresa" del Coronel Oliver North. Todos se han involucrado en las actividades más dudosas e ilegales con fines de lucro, y todos operan de la mano con el crimen organizado. Todos se inclinan tanto hacia la derecha, ideológicamente hablando, que la palabra "fascista" puede usarse sin reservas. Mientras tanto, ninguno de ellos se preocupa mucho por los problemas de la humanidad y, de hecho, parecen comprometidos a pisotear la ética y los valores morales donde sea que los encuentren.

El pulpo, o "Oct Opus", como un productor de cine documental europeo escribe la ortografía cuando se refiere al Opus Dei (que comenzó su vida el 2 de octubre de 1928), tiene ocho brazos que rodean su boca (asegurando un suministro constante de alimentos) y tres corazones, por lo tanto no es propenso a morir de hambre. Pero también se puede identificar por estas rarezas al Opus Dei el grupo que ahora tiene el control del Vaticano, es sin duda un brazo de esta red criminal global, en opinión de este escritor.

¿Cuáles son los tres corazones del pulpo más vitales para identificar? ¿Podrían ser análogos a la "Iglesia, Estado y Mafia, las fuerzas que prevalecen bajo el juego de las sombras del mundo"? (como lo describe Nick Tosches en su libro, Power On Earth, que cuenta la historia del asesinado financiero de la mafia Michele Sindona)

Hay otro giro interesante en esta acumulación de asociaciones: el Príncipe Bernhard de los Países Bajos. El Príncipe fue el presidente fundador de la élite del poder occidental, tímida con la publicidad, los Bilderberg. Este grupo sombrío y reservado se reúne durante un fin de semana en mayo / junio de cada año, bajo un apagón de medios casi total. Se invita a figuras poderosas y muy influyentes del mundo de la banca, los negocios, la política, los medios de comunicación, los sindicatos y la academia. Incluidos regularmente, por ejemplo, Henry Kissinger, David Rockefeller y el "hacedor de reyes" de Italia, Gianni Agnelli. La primera reunión tuvo lugar en mayo de 1954.

Este, extrañamente, fue el mismo año en que el Príncipe Bernhard se convirtió en jefe de la Orden de Johanitter en Nederland (Países Bajos), una de las cuatro órdenes que componen la Alianza de Caballeros de las Órdenes de San Juan (Alianza de Chevalerie des Hospitaliers de Saint Jean de Jérusalem). El propósito declarado de estas cuatro, conocida como "la Alianza", se compone de las naciones del norte de Europa, Alemania, Países Bajos, Suecia y Gran Bretaña, siendo esta última una antiguo orden conocida como "La Orden Más Venerable", "para silenciar a los enemigos de Cristo". La sede de la Alianza se encuentra en Suiza.



Estas Ordenes son protestantes en lugar de católicas, pero es significativo que, el 26 de noviembre de 1963, la "Alianza" fue "consolidada con la firma de una declaración conjunta entre la Soberana Orden Militar de Malta y la Orden Más Venerable, en St John's Gate, Londres, por el Gran Canciller de la SMOM, el Príncipe de Resuttano, y Lord Wakehurst, Lord Prior de la Orden Más Venerable".


En otras palabras, las órdenes católicas y protestantes se comprometieron a trabajar juntas para "silenciar a los enemigos de Cristo", una clara referencia al comunismo.


Curiosamente, se ha sugerido que los Caballeros Templarios fueron "infectados" con la herejía joanita o mandaeana que denunció a Jesús como un "falso profeta" y en su lugar reconoció a Juan el Bautista como el verdadero Mesías. Mientras tanto, se dice que dos de los primeros Grandes Maestros del Priorato de Sion tuvieron tendencias johannitas: Leonardo Da Vinci y Sir Isaac Newton. A pesar de eso, el famoso fundador de los Caballeros Templarios, Hughes de Payens, ha sido acusado por el Vaticano de ser un joanita. (Nota del editor: que da Vinci y Newton hayan pertenecido al Priorato son simples hipótesis desarrolladas en el libro "El enigma sagrado"-versión en castellano de "The Holy Blood and the Holy Grail", investigación desarrollada por Henry Lincoln, Michael Baigent y Richard Leigh en 1982. Es importante destacar que los autores sostienen que los argumentos de su trabajo son hipótesis. Y otros investigadores sostienen que el Priorato de Sión nunca existió siendo una fachada de los actuales servicios de inteligencia)

Dejando a un lado esta breve incursión en la historia esotérica, es bueno notar que el Príncipe Bernhard, además de su papel en el Bilderberg y como jefe de la Orden Johannita holandesa, también fue miembro honorario de las SS de Himmler y trabajó en NW7, rama de la inteligencia global de IG Farben que actuó en interés de la causa nazi. Las actividades de NW7 en América Latina antes, durante y después de la segunda guerra mundial están profundamente entrelazadas en esta historia.

Al facilitar y alinearse con muchas de las actividades anteriores, el Vaticano tuvo como objetivo ayudar a erradicar la ideología comunista que despreciaba el cristianismo. El Opus Dei y una serie de otros grupos secretos católicos fascistas estaban involucrados en una letanía de asesinatos, lavado de dinero, tráfico de drogas, tráfico de armas, ocultamiento del botín de la segunda guerra mundial, malversación de fondos, manipulación de mercados financieros y muchas otras ilegalidades consumadas. El propósito de todas estas actividades era, posiblemente, permitir que el Vaticano siga siendo el baluarte espiritual del Occidente cristiano.


Pero si tales actividades son el negocio de una Iglesia que predica a un Dios en el Cielo, entonces César en la Tierra debería tener cuidado. Un nuevo propietario ha caído en la ciudad.


Notas del autor:

Al preparar este ensayo, recurrí a un grupo indispensable de trabajos y fuentes publicadas / inéditos, de la siguiente manera:

- La cuenta completa de la historia única de Al Carone, por Mike Ruppert.

- Trading With The Enemy, de Charles Higham (St Edmundsbury Press, Suffolk, Reino Unido, 1983).

- Su reino viene, por Robert Hutchison (St Martin's Press, Nueva York, 1997).

- Web of Gold, por Guy Patton y Robin Mackness (Sidgwick y Jackson, Londres, 2000).

- Ratlines, de Mark Aarons y John Loftus (Mandarin, Londres, 1991).

- La Hermandad Bormann, de William Stevenson (Arthur Baker, Londres, 1973).

- Manuscrito inédito de Peter Dale Scott sobre Barbie, Dulles y Operation Sunrise. Detalla cómo los OSS-SS se preservaron entre sí mientras servían a sus verdaderos maestros: las corporaciones transnacionales.

- The Last Circle, un manuscrito inédito de Carol Marshall, que investiga el llamado "The Octopus".

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