Por Tito Andino
John Bolton se fue, cuántos Bolton quedan?. "Cayó Bolton pero no la madre que lo parió" es un título prestado de un corto pero valioso enfoque inserto al final del presente artículo.
John Bolton no es ningún aparecido de última hora en la política estadounidense, es un viejo zorro republicano de mano dura, se formó como abogado y político, ha ejercido en la función pública y diplomática al servicio de diversas administraciones de la Casa Blanca. Un nacionalista reaccionario del Sur, militante de la extrema derecha, aliado de los neoconservadores, un auténtico halcón, amante de la guerra, la destrucción y el caos como forma de hacer política internacional. Pro-Israel, anti-iraní y anti-chino, odia a rusos y norcoreanos. Se ha dicho de él que "con esa clase de «amigos» a los Estados Unidos no le hace falta enemigos".
Su vida política se hallaba apagada, volvió a los escenarios ganando "popularidad" tras el llamado de la administración Trump, ejerciendo como Consejero de Seguridad Nacional (abril 2018 - septiembre 2019).
Su "célebre" fama política la ha ganado a pulso, imponiendo temor y fanatismo en las relaciones internacionales. El senador Jesse Helms (su amigo) dijo una ocasión sobre Bolton: "Es el tipo de gente con el cual quisiera estar cuando llegue el Armagedón" (La Batalla Biblica del Armagedon, muy popular entre los políticos cristianos fundamentalistas de los Estados Unidos, siendo uno de sus principales creyentes el ex presidente Ronald Reagan).
John Bolton laboró para los dos Bush presidentes, tanto en la administración pública como privada, activo miembro de conocidos think tank relacionados con el Partido Republicano como el Hudson Institute de Dan Quayle o el American Enterprise Institute, dirigido por Dick Cheney, Bolton participa en la creación del Proyecto para un Nuevo Siglo Americano (PNAC), grupo encargado de redactar el programa del primer mandato de George W. Bush. Se dice que su cargo de subsecretario de Estado para el control de armas y la seguridad internacional, tenía como función vigilar a Collin Powell, a quien los halcones no le tenían confianza.
He aquí una rápida semblanza de sus funciones:
John Bolton fue impuesto embajador de Estados Unidos ante la ONU por el presidente George W. Bush (agosto 2005 - diciembre 2006) por sus cualidades de provocador. Bolton expresó en una de sus diversas y polémicas declaraciones sobre la ONU que no importaba si en algún momento los diez pisos superiores de la organización desaparecieran, "la diferencia no sería muy grande". Es recordado en el organismo multinacional al pedir reformas internas (750 temas), no en un plano positivo, al contrario impulsó "iniciativas" tendientes a destruir o controlar el organismo. Propuso poner fin al reglamento vigente y limitar el derecho al veto en el seno del Consejo de Seguridad. Criticó a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra. Acusó a la ONU de estar en contra de Israel. A él pertenece la conocida frase: "Naciones Unidas no existe, sólo cuenta Estados Unidos".
También declaró "Si tuviera que rehacer el Consejo de Seguridad de la ONU, habría un solo miembro permanente porque es ése el verdadero reflejo de la distribución del poder en el mundo". Como sabemos, el derecho al veto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad garantiza la igualdad con Estados Unidos en la toma de graves decisiones, por ello era y sigue siendo necesario debilitarlo antes que fortalecerlo; y, a pesar que el sistema se mantiene, en la práctica la ONU no tiene el poder para detener las "crisis humanitarias" y amenazas contra la paz fomentadas por los Estados Unidos a través de acciones concretas como el terrorismo internacional o los conflictos de baja intensidad (guerras civiles) a lo largo y ancho del mundo por el control de los recursos naturales.
También declaró "Si tuviera que rehacer el Consejo de Seguridad de la ONU, habría un solo miembro permanente porque es ése el verdadero reflejo de la distribución del poder en el mundo". Como sabemos, el derecho al veto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad garantiza la igualdad con Estados Unidos en la toma de graves decisiones, por ello era y sigue siendo necesario debilitarlo antes que fortalecerlo; y, a pesar que el sistema se mantiene, en la práctica la ONU no tiene el poder para detener las "crisis humanitarias" y amenazas contra la paz fomentadas por los Estados Unidos a través de acciones concretas como el terrorismo internacional o los conflictos de baja intensidad (guerras civiles) a lo largo y ancho del mundo por el control de los recursos naturales.
A nadie debe extrañarle el hecho que los principales Tratados internacionales operativos en el presente y que funcionan a la medida son organismos que nada tienen que ver con la ONU, por ejemplo la Unión Europea, la OTAN, la Organización Mundial del Comercio, el G-7, etc.
Por supuesto que el nombramiento de Bolton para representar a los Estados Unidos causó malestar en el mundo de la diplomacia internacional: Su misión tenía otros objetivos urgentes: Eliminar a Mohammed ElBaradei, en ese entonces, director de la Agencia Atómica Internacional (AIEA); y, conseguir que la ONU valide las próximas aventuras militares, es decir, las "guerras preventivas de desarme".
Cuenta una historia que "en pleno conteo de votos en la Florida en el 2000, un hombre con bigote entró en el colegio electoral del condado de Miami Dade y, como John Wayne entrando en un salón, declaró: «Soy del equipo Bush-Cheney y estoy aquí para detener este conteo». Era John Bolton y, en efecto, las boletas jamás se contaron de nuevo". (1)
Bolton fue también subsecretario de Estado para el Control del Armamento, saboteando toda la diplomacia y sistema internacional de control de armamentos y su no proliferación (administración Bush hijo). En 1998 fue quien encabezó la negativa estadounidense para la creación del Tribunal Penal Internacional, calificándolo de "idea producida por el romanticismo de mentes confusas, no sólo ingenua, sino peligrosa".
Gracias a Bolton países como Irán y Corea del Norte se convencieron que era mejor tener la bomba atómica que negociar con el sujeto.
En 2003 durante conversaciones para la desnuclearización de Corea del Norte, Bolton dijo a varios diplomáticos norcoreanos que Kim Jong-Il es un "dictador tiránico" y que "la vida en su país es una pesadilla infernal". la respuesta del embajador coreana causó efecto, le respondió que él no era más que un "desecho de la humanidad y una sanguijuela". Deliberaciones canceladas automáticamente. El propio Donald Trump se mostró molesto ante la actitud de Bolton sobre Corea del Norte que incluso ofendió a Kim Jong-un exigiendo que debería seguir el “modelo libio”, es decir, que debe entregar todas sus armas nucleares o...
Cuando Mahmud Ahmadinejad fue electo presidente de Irán, los israelíes se apresuraron a denunciar ante el Consejo de Seguridad al país islámico por la "amenaza nuclear iraní" esperaban la rápida llegada de John Bolton como embajador de Estados Unidos ante la ONU para darles una mano. En 2003 Bolton declaraba en Tel Aviv. ante Ariel Sharon y Benjamin Netanyahu, que después de la guerra contra Irak "será necesario tratar las amenazas de Siria, Irán y luego Corea del Norte"
Antes de ser embajador ante la ONU, impulsó la "denuncia" a nivel global de que Cuba, Irán y Siria poseían armas de destrucción masiva, se inventó aquello de que el gobierno cubano escondía armas biológicas desarrolladas por el castrismo. Cuba, a pesar de las sanciones existentes (bloqueo económico), representaba para Bolton una amenaza a la seguridad de Estados Unidos, (afirmación realizada en calidad de subsecretario de Estado de Estados Unidos). Ni Bolton, ni Powell, ni el propio George W. Bush presentaron las pruebas.
Durante su ejercicio como subsecretario de Estado encargado del control de armas y de la seguridad internacional hizo que los Estados Unidos salga de los tratados internacionales sobre el desarme e implicó a sus aliados en los famosos sistemas de seguridad colectiva. Saboteó la Convención sobre las Armas Biológicas y exclamó con satisfacción ante sus pasmados colegas: "Está muerta, muerta, muerta, muerta, y no cuenten conmigo para revivirla!".
Impuso a sus aliados la Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva (Proliferation Security Initiative - PSI), con el único objetivo de asegurarse el control para la coalición anglosajona. Impulsó la retirada unilateral de Estados Unidos del Tratado de Desarme con Rusia y fue feliz cuando el presidente George W. Bush reactivó el programa de la "Guerra de las Galaxias". (2)
Durante su ejercicio como subsecretario de Estado encargado del control de armas y de la seguridad internacional hizo que los Estados Unidos salga de los tratados internacionales sobre el desarme e implicó a sus aliados en los famosos sistemas de seguridad colectiva. Saboteó la Convención sobre las Armas Biológicas y exclamó con satisfacción ante sus pasmados colegas: "Está muerta, muerta, muerta, muerta, y no cuenten conmigo para revivirla!".
Impuso a sus aliados la Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva (Proliferation Security Initiative - PSI), con el único objetivo de asegurarse el control para la coalición anglosajona. Impulsó la retirada unilateral de Estados Unidos del Tratado de Desarme con Rusia y fue feliz cuando el presidente George W. Bush reactivó el programa de la "Guerra de las Galaxias". (2)
Una de las últimas tareas de Bolton antes de convertirse en consejero de seguridad nacional de Trump, según el experto internacional Thierry Meyssan (3), fue mantener vínculos con los Muyahidines del Pueblo (MEK, organización terrorista iraní patrocinada por Estados Unidos), relación que data desde la época de la administración Bush, Bolton acudió en 2010 y en 2017 a las concentraciones anuales de esa organización en la localidad francesa de Villepinte.
Tras el fracaso de la guerra contra Siria, Bolton se ha dedicado a la tarea de reunir en Afganistán a los yihadistas del Daesh con los Muyahidines del Pueblo para que luchen contra un objetivo común, a la vez que propiciaba las negociaciones con los talibán afganos. Es evidente conforme señala Meyssan, que el blanco inmediato de esa alianza es Irán a través de la larga y difícil frontera con Afganistán.
Sus últimas actividades en la administración Trump son conocidas, se destaca el fervoroso deseo de Bolton de llevar la guerra a Latinoamérica. Bolton es acólito de la doctrina Cebrowski implantada luego del 11-S, cuando el Pentágono presentó a sus estrategas la visión de un nuevo mapa del mundo, gracias a las reformas estructurales de las fuerzas armadas. Estados Unidos anhela mantener su hegemonía mundial dividiendo el mundo en dos partes. Por un lado los miembros del G8 y sus aliados y el otro grupo, la mayoría de países que deberán proveer los recursos naturales, la forma de acceder a los recursos es recurriendo a los ejércitos estadounidenses. "Para eso habría que destruir sistemáticamente toda la estructura estatal en los países que serían parte de ese ´tanque´ de recursos, de manera que nadie pudiese oponerse en ellos a la voluntad de Washington, ni tampoco tratar directamente con los Estados estables".
Conforme la doctrina Cebrowski si se "vieran obligados a renunciar a sus guerras en el Medio Oriente ampliado, las llevarán a la Cuenca del Caribe. El Pentágono estaba planificando el asesinato de un jefe de Estado electo democráticamente, así como la ruina de su país, y está tratando de socavar la unidad de Latinoamérica". (Lógicamente se refiere a Venezuela).
Al intervenir el 1 de noviembre 2018 ante la comunidad anticastrista en el Miami Dade College, John Bolton denunció la "troika de tiranía que se extiende desde La Habana a Caracas, pasando por Nicaragua, y que está causando inmensos sufrimientos humanos, creando enorme inestabilidad regional y la génesis de una sórdida cuna del comunismo en el hemisferio occidental". A pocos días el ex secretario de Defensa, general James Mattis, declaró que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es un "déspota irresponsable" que "tiene que irse". (Mattis dimitió de su cargo en diciembre de 2018 tras la orden de Trump de retirar las tropas del US Army de Siria). (4)
Bolton, en calidad de consejero de seguridad nacional de Trump reactivó el proyecto del Pentágono para la destrucción de los Estados en los países de la Cuenca del Caribe (tras el fracaso de su doctrina en Medio Oriente).
Aunque parece contradictorio, es cierto que Trump -sin que nos demos cuenta- está poniendo fin a la intensidad de los conflictos en Medio Oriente, él no comulga siempre con el Pentágono ni con la doctrina Cebrowski (eso no quiere decir que las guerras terminarán), Trump es un hombre práctico de los grandes negocios empresariales, prefiere luchar en los mercados financieros antes que en los campos de batalla, pero no vacilará de intervenir militarmente donde y cuando sea necesario para defender los intereses estadounidenses.
En lo que se refiere a la Cuenca del Caribe, Trump pone límites al Pentágono, les ha prohibido operaciones militares directas (y así es como seguiremos contemplando las crisis económicas en Cuba, Venezuela, Nicaragua, embargos económicos que a la larga van poniendo a la población en contra del gobierno). Recordemos que el retorno de la derecha al poder en los países latinoamericanos ha evitado que Estados Unidos use la fuerza para desestabilizar política y económicamente la región.
El cargo que ostentó Bolton hasta hace pocos días es de "alto riesgo" político, anteriormente fueron cesados los generales Flynn y McMaster (administración Trump). Pero no es solo Bolton el que impulsa la política unilateral de imposición y amenaza. Lo hemos expresado: se trata de aplicar los planes estratégicos a largo plazo por el control de los recursos del Medio Oriente (Rediseño del Medio Oriente Ampliado) y América Latina (Doctrina Monroe). Tampoco olvidemos las enormes pretensiones sobre los vastos recursos africanos y la actual crisis con China, disputas financieras por el control de los mercados y de soberanía en las aguas del Mar de la China Meridonial. Estamos ante una estrategia global para seguir manteniéndose como la única superpotencia.
Otros son más fuertes en los calificativos al señor Bolton, "criminal de guerra" es muy usual leer en medios alternativos de comunicación y no falta argumentos que lo sustente. Con el nombramiento de Bolton y el ex jefe de la CIA Mike Pompeo como Secretario de Estado en 2018, la mano dura de la política internacional se volvió evidente; el único que pudo rivalizar con Bolton en la administración Trump es otro personaje calificado como "criminal de guerra", el neoconservador Elliott Abrams muy activo en desatar crisis con Irán y con un pasado igual de detestable a lo largo de su carrera (precisamente fue Bolton quien llamó a trabajar a su lado a Abrams y lo designó representante especial para Venezuela).
Bolton y compañía han fracaso en sus misiones. Trump ha señalado haber cometido graves errores en política internacional, no está conforme con el manejo de la crisis venezolana. Bolton "se pasó de la raya" afirmó el mandatario, dando señales de querer cambiar la política respecto a Irán, Corea del Norte, etc. La relación Trump-Bolton pendía de un hilo y se evidenció pronto con la ruptura. El presidente se opuso a llevar a su país a un nuevo conflicto armado, Bolton presionaba, quería meterlo en una guerra por ser "la mejor opción" (al menos en el caso de Venezuela). Trump terminó por cansarse.
Trump no ha cesado a los otros peligrosos colegas de Bolton, mantiene firme en sus cargos tanto a Mike Pompeo y Elliott Abrams, que en realidad no están de acuerdo con una intervención militar en Venezuela, pero si presionar política y económicamente al gobierno de Maduro, desde ya terminaron arruinando al país caribeño como en el caso cubano; es evidente que Venezuela no soportará tanto tiempo como Cuba medio siglo de bloqueo.
Charles Kupperman, "Charly" asumió interinamente el cargo del cesado Bolton, hablamos de otro halcón en las sombras, Kupperman es un experto negociador de la época de la guerra fría, asesor de Ronald Reagan en las negociaciones sobre armas estratégicas en los años 80 y con estrechos vínculos con el Likud israelí (partido de extrema derecha en el poder).
(Nota actualizada interpuesta por el editor del blog): Trump anunció ya el nombre de su nuevo asesor de seguridad nacional, Robert C. O´Brien, actual enviado especial de la presidencia para Asunto de Rehenes en el Departamento de Estado, de la misma línea de los neoconsevadores y que también sirviera en la administración de Georg W. Bush (Departamento de Estado y otras funciones). El pefil de O´Brien se percibe en Washington como un "Bolton Light").
(Nota actualizada interpuesta por el editor del blog): Trump anunció ya el nombre de su nuevo asesor de seguridad nacional, Robert C. O´Brien, actual enviado especial de la presidencia para Asunto de Rehenes en el Departamento de Estado, de la misma línea de los neoconsevadores y que también sirviera en la administración de Georg W. Bush (Departamento de Estado y otras funciones). El pefil de O´Brien se percibe en Washington como un "Bolton Light").
La prensa rusa brindó amplia cobertura a este episodio. RT publicó un artículo titulado "Bolton, halcón derribado" (5), en lo principal detalla:
"Caiga quien caiga. Donald Trump no mira afinidades, amistades o lealtad política. Para él lo importante es triunfar, encabezar EE. UU. y anotarse un tanto tras otro. El presidente estadounidense ha cesado a John Bolton, el que fuera su asesor de seguridad, por discrepancias en las políticas adoptadas sobre Venezuela o con los talibanes, entre otros escenarios".
Para terminar, vale la pena reproducir integro un excelente análisis de Manuel E. Yepe, que resume lo anotado y complementa con otros detalles, "Cayó Bolton pero no la madre que lo parió", publicado originalmente en "Rebelión" hace algunos días, veamos. (6)
"Astuto, testarudo y políticamente peligroso… Así adjetiva el analista de política exterior, columnista de la agencia de prensa británica Reuters, Daniel R. DePetris, la defenestración del tenebroso asesino múltiple en la política de Estados Unidos John Bolton, anunciada ayer por su jefe, el no menos tenebroso Donald Trump, presidente de Estados Unidos de América.
John Bolton es todo lo contrario a lo que debería ser un asesor presidencial de seguridad nacional. Es tan testarudo como un rinoceronte, tan astuto como una serpiente y tan peligroso como un escorpión. La de Bolton es una visión extrema, en blanco y negro, del mundo: si no eres un aliado de Estados Unidos, eres un adversario que necesitas una bota en el cuello en forma de fuerza militar o de sanciones económicas.
Las consecuencias estratégicas de segundo y tercer orden no son un obstáculo para Bolton. ¿Por qué pasar por el espectáculo humillante de negociar cuando simplemente se pueden bombardear las instalaciones nucleares de Irán o acabar violentamente con el “régimen” de Kim Jong-un por la fuerza? La diplomacia, después de todo, es para los débiles, los burócratas del Departamento de Estado y los apaciguadores. Si el jefe insiste en la diplomacia, entonces aconséjele que exija la luna, las estrellas y todo lo demás antes que ofrecer una moneda de cambio en forma de alivio de sanciones. John Bolton hizo su carrera actuando como demoledor de acuerdos de control de armamentos y, de hecho, de acuerdos de cualquier tipo.
Antes de unirse a la administración Trump, como asesor de seguridad nacional, Bolton fue, por breve tiempo, embajador ante Naciones Unidas y subsecretario de Estado para el control de armas, en cuyo cargo intentó destituir a un analista de inteligencia por no estar de acuerdo con su posición sobre un supuesto programa de armas biológicas de Cuba. Cuando el presidente le pidió a Bolton que se desempeñara como su asesor de seguridad nacional el año pasado ello generó muchas preocupaciones y confusiones porque Trump y Bolton no podían tener desacuerdos más fundamentales en materia de política exterior. Aunque ambos se burlaban de las Organización de Naciones Unidas, así como de las organizaciones internacionales en general y tenían puntos de vista divergentes en algunos de los asuntos más importantes de la agenda, Bolton preferiría atacar a Irán antes que dialogar con sus líderes, alternativa que Trump ha dicho en numerosas ocasiones que estaría más que feliz de considerar (en la próxima reunión de la Asamblea General de la ONU, por ejemplo). En cuanto a Venezuela, Trump parece haberse lamentado de tratar de derrocar a Nicolás Maduro, cuando Bolton atacaba a Caracas como integrante de una “troika de la tiranía”.
La obsesión de Bolton por desnuclearizar unilateralmente a Corea del Norte -un enfoque que pesó sobre Trump durante su segunda cumbre con Kim Jong-un, en febrero- es mucho más probable que conduzca al fin de la diplomacia que al fin del programa armamentista nuclear de Pyongyang. (Si es que alguna vez lo hubo).
Trump se cansó de Bolton de la misma manera que se cansó de otros miembros de su personal más allegado: Rex Tillerson, James Mattis, Steve Bannon, Reince Priebus, H.R. McMaster, y John Kelly fueron todos convenientes al presidente en un momento dado, sólo para ser abruptamente despedidos o convencidos de que renunciaran. Bolton, tan espinoso como un puercoespín al tratar con sus colegas, llevaba mucho tiempo con tirantez en las relaciones con Trump. La NBC News informó que los dos hombres tuvieron una pelea a gritos a puertas cerradas la noche anterior a la renuncia de Bolton.
Según DePetris, Trump necesita un asesor que esté dispuesto a participar en una negociación pragmática y esté preparado para una negociación incómoda pero necesaria. Necesita a alguien que le ayude a poner fin a las guerras que han continuado sin rumbo y sin propósito. Necesita a alguien que responsabilice a los miembros de la administración cuando se nieguen a ejecutar la política una vez que sea aprobada por las agencias.
Todo esto será más fácil con Bolton fuera del equipo. Pero la humanidad no se hace ilusiones. En el salón oval de la Casa Blanca quedan muchos otros halcones casi tan crueles y despiadados como éste para aconsejar al halcón en jefe. Pero indudablemente ha habido un respiro.
Notas:
(1) El enemigo interno
(2) John Bolton y el desarme mediante la guerra
(3) El uso del terrorismo según John Bolton
(4) Estados Unidos prepara una guerra entre latinoamericanos
(5) Bolton, halcón derribado
(6) Cayó Bolton pero no la madre que lo parió