Bienvenido a este Blog. Detectives de Guerra le brinda los mejores análisis de los conflictos internacionales de actualidad

25 abril 2023

Los auténticos diarios falsos de Hitler, su historia


La televisora estatal de Alemania NDR anunciando que digitalizó los documentos falsos publicados por Stern ©Foto NDR
 

 

por Tito Andino

Recopilación y resumen de textos en alemán


Se cumple 40 años de un gran timo y escándalo editorial en Alemania, el 25 de abril de 1983, la reconocida revista Stern anunciaba, "el mayor descubrimiento periodístico del siglo", un "descubrimiento sensacional", según palabras de Gerd Heidemann, quien dijo a los periodistas que había encontrado los diarios de Adolf Hitler y quería publicarlos. La historia del Tercer Reich, anunció el entonces editor en jefe de Stern, Peter Koch, tendrá que ser parcialmente reescrita.


Stern presumió que publicaría 60 volúmenes "inéditos" de los diarios de Adolf Hitler. El anuncio causó estupefacción mundial. 

La revista semanal Stern junto al famoso periodista, Gerd Heidemann, declararon que los diarios sobrevivieron a un accidente aéreo a finales de abril de 1945, consideraron que los diarios "privados y políticos" de Adolf Hitler eran originales y por ellos pagaron tres millones y medio de euros (al cambio de hoy), cautivados por un supuesto comerciante de antigüedades que aseguró a Heidemann que los diarios estaban en posesión de funcionarios de la República Democrática Alemana (RDA) y que para obtener la totalidad de los volúmenes era necesario sobornar a oficiales y autoridades de la RDA.


El editor en jefe de Stern Peter Koch (derecha) durante la conferencia de prensa en Hamburgo el 25 de abril de 1983. Fuente: Picture Alliance - Cornelia Gus.


Pese al sensacionalismo, los cautos historiadores y expertos en descubrir fraudes de inmediato cuestionaron la autenticidad de los presuntos diarios de Hitler. Stern contra las cuerdas tuvo que aceptar que su "valioso" tesoro sea transferido a la Oficina de la Policía Criminal de la República Federal Alemana (RFA) para un detallado análisis de los volúmenes encuadernados. En menos de dos semanas, y con dos volúmenes ya publicados (el primer texto el 28 de abril de 1983), peritos especialistas de la policía criminal con ayuda del grafólogo estadounidense Charles Hamilton determinaron en su informe investigativo que los presuntos "Diarios de Hitler" eran  una burda falsificación, un grotesco y superficial fraude que pretendía cubrir el periodo de 1932 a 1945.

 

El Presidente de los Archivos Federales, Hans Booms (derecha) y Louis Ferdinand Werner de la BKA con copias de los supuestos diarios de Hitler en una conferencia de prensa en Coblenza (Koblenz) en 1983. Fuente: Picture-Alliance / dpa


A su vez, el Archivo Federal de Koblenz dictaminó que no podían ser auténticos porque el papel y los tipos de tinta eran posteriores. Las conclusiones revelaron que estaban redactados "sobre papel moderno y utilizando tinta moderna, fabricada mucho después de la muerte de Hitler". Además, "los expertos de la Policía Federal concluyeron que se detectaba fluorescencia en las tintas y poliéster en las costuras de los cuadernos, que no podían ser anteriores a 1953". Y, que decir del aporte histórico de los supuestos "Diarios", los cuadernos están llenos de información inexacta, repitiéndose errores del "libro de discursos" de Hitler que otros historiadores ya habían detectado y corregido anteriormente.

Y solo después de que el documento de los criminólogos se hiciera público apareció el nombre del falsificador: Konrad Kujau, un conocido de la policía por falsificación de arte y presunto comerciante de antigüedades, que para colmo era un devoto admirador del nazismo. Desenmascarado Kujau pudo conocerse que éste era un notorio individuo que frecuentaba los círculos de la extrema derecha y los neonazis alemanes de su tiempo. Konrad Kujau confesó haber escrito los más de 60 volúmenes y que su meticulosa trama pretendía engañar a un potencial cliente... y lo consiguió!

La desesperada carrera de Stern por hacerse con los diarios falsificados de Hitler y gozar de exclusividad de publicación -que significaría pingües ganancias- rebasó la sensatez del periodista de Stern Heidemann y de los directivos de la revista que no se dignaron en cuestionar el material. Stern empezó a publicar extractos de los diarios después de que a simple vista, el criminólogo suizo Max Frei-Sulzer y el documentólogo estadounidense Ordway Hilton, compararan la letra de los diarios con documentos escritos por Hitler del Archivo Federal de Alemania y afirmaran su autenticidad; el historiador Hugh Trevor-Roper también declaró su autenticidad (luego se retractó de su declaración); al mismo tiempo, reputados historiadores de la talla de Werner Maser, Eberhard Jaeckel y Kart Dietrich Bracher los consideraron falsos. 


Las dudas surgieron ya con la simple mirada de la portada de los supuestos volúmenes y después de la primera publicación. Por ejemplo, Rudolf Augstein, editor de "Spiegel", ya asumía que los supuestos diarios eran "peligrosas tonterías" sin un examen previo. No podemos explicarnos cómo "Stern" pudo caer en el engaño y ante las contradicciones iniciales ¿por qué no verificar su autenticidad? O, ¿quizá Gerd Heidemann no quería hacerlo expresamente?. 

Es increíble que "nadie" se percatara del fatal error del falsificador, en las tapas encuadernadas se aprecia las iniciales "FH", ¿y por qué no "AH"? El error puede ser explicado de forma simple. Es probable que el falsificador confundiera el alfabeto escrito en letras góticas mayúsculas. Imperdonable señor Kuaju, no me imagino como habrá pasado la mitad de su vida estudiando el nazismo, la política alemana de los años 30, la segunda guerra mundial, escribir 60 volúmenes imitando la caligrafía de Hitler... para que confunda la H y la A (como el reconoció más tarde); más bien pareciera que confundió en la tapa la F gótica con una A... Incluso le perdonaríamos si hubiese confundido la F con la H. ¿O será que Kuajo quiso tomarse la libertad literaria de que la FH signifique FÜHRER HITLER? (especulación mía).


Entre risas, Konrad Kujau muestra su propio trabajo sobre el escándalo, 1996. Fuente: Picture-Alliance / dpa


El trabajo del falsificador no deja de ser asombroso, Konrad Kujau engañó a simple vista a un criminólogo, a un documentólogo y a un consagrado historiador que apostaron por su autenticidad -quienes no realizaron un estudio científico-. Kujau aprendió a imitar la caligrafía de Hitler, incluso a escribir como lo haría Hitler en su estilo gramatical, ya podéis imaginar el tiempo que le habrá llevado tan "fausta" tarea y sobre todo el conocimiento de la historia de más de una década de la Alemania Nazi.

 

Konrad Kujau muestra una de las copias falsificadas de los diarios de Hitler durante un juicio en Hamburgo. (Norbert Foersterling / Picture Alliance /  AP)


Recientemente, la televisión estatal alemana NDR (23 de febrero 2023) culminó el proceso de digitalizar el material incautado, las copias provienen de varias fuentes, 60 volúmenes de falsificaciones, con la ayuda de la inteligencia artificial y con respaldo de un consejo asesor científico, que incluía al politólogo berlinés Hajo Funke y la historiadora Heike Görtemaker, entre otros, para su evaluación. Los ha puesto a disposición en el sitio web de NDR para cualquier interesado en su libre revisión (en alemán obviamente). 

La razón para documentar totalmente el fraude literario no está muy claro. NDR dice en su promoción que la historia del escándalo "Stern" debe ser reescrita, preguntando: "¿Qué es exactamente lo que está escrito en estos 'diarios de Hitler'? ¿Con qué historias debería reescribirse la historia? ¿Qué fue lo que estaba a punto de cambiar la visión de Hitler y el oscuro legado de los alemanes?"

Según la propia prensa alemana, reescribir toda una burda falsificación es ya exagerado, incluso si lo miramos benevolentemente, pero el asunto es que esto solo iba a beneficiar a quienes siguen deseando absolver a Hitler de los crímenes nazis. Kujau era un convencido de la ideología nazi, por lo que nada necesita ser reescrito, conforme explica Thoralf Cleven en su artículo "60 tomos repletos de disparates: la barriga hinchada de Adolf Hitler y la negligencia de Eva Braun", RDN - Redaktions Netzwerk Deutschland, febrero 2023)




El pasado 24 de febrero, März Verlag también publicó un libro, "The Real False 'Hitler Diaries'", documentando el escándalo mediático. También el mencionado politólogo e historiador, Hajo Funke y la historiadora Heike Görtemaker publicaron en días recientes el libro "Die echten falschen Hitler-Tagebücher" (Los auténticos diarios falsos de Hitler). Mas, uno de los trabajos prolijamente investigados lo encontramos ya en 2008, cuando seguía siendo considerado el hecho más vergonzoso en la historia de la prensa de Alemania Occidental, "Der Skandal um die Hitler-Tagebücher", de Michael Seufert (El escándalo de los diarios de Hitler). Todos los expertos concluyen -entre otros aspectos- que los "diarios" en diversos apartados niegan el Holocausto, su contenido intenta reinterpretarlo. Los diarios también sugieren que Hitler no sabía nada de la Kristallnacht. 

Los fraudulentos escritos aspiraban limpiar la imagen de un hombre que no es el Hitler histórico. "El Hitler de los diarios es alguien razonable, alguien banal y alguien, incluso, que nunca supo del asesinato de los judíos de Europa. Es un Hitler que nunca existió. Todo eso era mentira", declaró Funke, a NIUS (portal de noticias). Dejando en evidencia que los "viejos diarios" de Hitler, recién envejecidos por Kujau, pretendían exonerar -entre otras tantas cuestiones políticas, militares, etc.- al líder del nazismo

Según el documento falso de Kujau, Hitler habría expresado, por ejemplo: "Espero informes de la conferencia de la cuestión judía. Debemos encontrar un lugar en el este donde estos judíos puedan alimentarse". Sin duda se refiere a la Conferencia de Weensee en enero de 1942. Conforme afirma el historiador Funke (y muchos otros notables historiadores y académicos), Hitler jamás escribió tal cosa. Funke asevera que los "diarios" escondían en realidad una operación por la que "se menospreciaba lo que fue realmente el nacionalsocialismo"; explica que Kujau quería absolver a Hitler de los peores crímenes de los nazis. Por su lado, Görtemaker afirma que: "Kujau está inventando aquí una figura positiva de Hitler", la historiadora dice: "El Hitler ficticio no tiene nada que ver con los crímenes violentos nacionalsocialistas". 


Konrad Kujau exhibe su propia versión sobre el fraude  literario de su invención. Foto: Kaufhold Reinhard / Berliner Kurier / Picture Alliance.

"El conocimiento de la tormentosa lectura  de la obra de Kujau es notablemente baja. Por un lado, los acontecimientos históricos se citan y enumeran casi provocativamente delgados como si fueran de una enciclopedia, luego las diatribas pseudo-Hitler sobre la negligencia de Eva Braun, y los ataques inflados bien distribuidos y el insomnio del "Führer" aparecen una y otra vez. Se suponía que el hombre Hitler debía señalar eso. Oh sí, probablemente era un antisemita, pero no tan malo. En cualquier caso, el Kujau-Hitler no escribió una palabra sobre Auschwitz". (cita del periodista Thoralf Cleven, RDN). 

La revista alemana Stern nunca pudo recuperarse totalmente de este golpe a su credibilidad. Sin embargo, varias décadas después de tener la cabeza bajo tierra -sobre el caso de las falsificaciones- presentó una serie de esclarecedores Podcast titulado: "FAKING HITLER" (Fingiendo a Hitler). La presentación en 10 episodios de audio viene acompañado de otros materiales documentados y de una entradilla que señala: "La verdadera historia de los falsos diarios de Hitler. El 25 de abril de 1983 es uno de los días más oscuros en la historia de la prensa alemana. Stern presenta los diarios de Hitler. El peor de los casos: en lugar de una sensación mundial, los libros resultan ser falsos. 35 años después, el escándalo se reabre ahora, con grabaciones originales nunca antes escuchadas de los años 80 entre el periodista Gerd Heidemann y el falsificador Konrad Kujau. Una historia emocionante, grotesca y ridícula que conduce directamente a la ruina". (Por sentado, los podcast están en audio alemán, pero la parte documental puede ser traducida con las herramientas online disponibles en su dispositivo, y hoy son exactamente 40 años de aquel escándalo mundial).


Gerd Heidemann presenta en la conferencia de prensa de Stern, 25 de abril de 1983, los supuestos diarios de Hitler. Chris Pohlert / Picture Alliance.

Notas finales

- Derivado del fraude se plantearon varios procesos judiciales.

- La editorial Gruner & Jahr editora de la revista Stern (propiedad actual de RTL Deutschland) pagó a Gerd Heidemann 9,3 millones de marcos alemanes y éste a su vez a Kuaju.

- Konrad Kujau afirmó ante el tribunal que solo recibió 2,4 millones de marcos alemanes. Heidemann adujo tener grabaciones en cinta que no fueron aceptadas en el juicio por no tener autorización judicial para las escuchas telefónicas. No hay rastro de los millones ni después de la muerte de Kuaju.

- Tanto Kuaju y el periodista Heidemann debieron cumplir una sentencia mayor a cuatro años de prisión. 

- Liberado el "famoso" Kuaju, aceptó conceder entrevistas remuneradas.

- La editorial Gruner & Jahr (hoy propiedad de RTL Deutschland) depositó las "originales" falsificaciones en su archivo bajo llave, supuestamente para evitar más travesuras con los diarios falsos.

 - Konrad Kujau murió el 12 de septiembre del año 2000.

- Gerd Heidemann permanece en silencio durante el resto de su vida. 

- "Faking Hitler" fue el título de una serie de televisión sobre el increíble escándalo producido por la cadena televisiva alemana RTL+ con un enfoque satírico y grandes actores alemanes. El mayor escándalo mediático en la República Federal de Alemania se convirtió en una serie de seis capítulos. 


EPÍLOGO 

Si el lector está interesado por un verdadero estudio histórico-científico del libro de Hitler, "Mein Kampf", lo mejor disponible tras décadas de falsificaciones, ediciones pirateadas y alteradas, es el trabajo de 2016, del Instituto de Historia Contemporánea de Múnich-Berlín (ifZ) "Hitler, Mein Kampf. Eine kritische Edition" (Edición Crítica de Mein Kampf) (solo disponible en alemán). En este blog hemos realizado un intenso estudio sobre ese libro, desde el complejo análisis de la Edición Crítica (A manera de crítica a la "Edición Crítica de Mein Kampf"), hasta la historia de las repercusiones jurídicas por la edición del libro, un ejemplo es cuando el jefe nazi reclamó sus derechos de autor ante las leyes de los Estados Unidos ganó el juicio en junio de 1939 (“Houghton Mifflin Co. vs Stackpole Sons, Inc. et al”, Corte de Apelaciones de Connecticut), VER: Cuando Hitler demandó sus derechos de autor en los Estados Unidos.

 

Dejemos claro: Mein Kampf es un simple manifiesto de propaganda política que expone un programa racial, criminal y expansionista a costa de la guerra sin disimulo alguno. 

 

Las gráficas sobre "Faking Hitler", son tomadas de los multi-reportajes de la revista Stern descrito en las notas a pie de página

***** 
Fuentes en alemán

* Algunas de las fuentes de prensa alemana son ediciones de pago.

La verdadera historia de los falsos diarios de Hitler

60 tomos repletos de disparates: la barriga hinchada de Adolf Hitler y la negligencia de Eva Braun. (NDR)

Así es como los "diarios" de Hitler fueron realmente expuestos (Welt - sobre la serie TV)

Serie sobre falsos diarios de Hitler: Sin coraje para la fealdad

John Goetz: "La RDA sabía que los diarios debían rehabilitar a Hitler"

1983 - Diarios falsos de Hitler



***********

19 abril 2023

Hitler vs. Roosevelt: Sobre la guerra y la paz, 1938-1939



por Tito Andino

Recopilación de múltiples fuentes 


Es interesante recordar un poco de analogía respecto al inicio de la segunda guerra mundial y la perturbadora crisis y amenazas veladas entre las principales superpotencias de hoy. Estados Unidos y Rusia se enfrentan ya disimuladamente en el campo de batalla conocido como Ucrania. Por algo muchos analistas comparten la tesis de que la IIGM continúa en el Donbass y que podría transformarse en la Tercera Guerra Mundial...

Como señala el título de esta entrada vamos a repasar un importante hecho histórico previo al estallido de la segunda guerra mundial, el debate Roosevelt vs. Hitler en cuestiones de política internacional.


Primer Acto

Vientos de guerra y Pax Hitleriana. 1938

El 27 de septiembre de 1938, antes que se celebrará la conferencia que culminó con la suscripción del Acuerdo de Múnich (30 septiembre 1938) el presidente Franklin Delano Roosevelt (FDR) escribió una carta a Hitler, instándolo a la paz, la crisis de los Sudetes cernía sobre Europa la amenaza de guerra.



Roosevelt pedía al líder nazi evitar el incalculable desastre que causaría en el mundo entero el estallido de otra guerra en Europa e inicia su misiva señalando: (extractos)

 

"La cuestión que el mundo tiene ante sí hoy, señor Canciller, no es la cuestión de los errores de juicio o de las injusticias cometidas en el pasado. Es la cuestión del destino del mundo hoy y mañana. El mundo nos pide a nosotros, quienes en este momento somos jefes de nación, la capacidad suprema de alcanzar los destinos de las naciones sin forzarles, como precio, la mutilación y muerte de millones de ciudadanos...

El recurso a la fuerza en la Gran Guerra no logró traer tranquilidad. La victoria y la derrota fueron igualmente estériles. Esa lección el mundo debería haber aprendido... Permítanme declarar mi convicción incondicional de que la historia, y las almas de cada hombre, mujer y niño cuyas vidas se perderán en la guerra amenazada, nos harán responsables a nosotros y a todos nosotros si omitimos cualquier apelación para su prevención.

El gobierno de los Estados Unidos no tiene ninguna participación política en Europa y no asumirá ninguna obligación en la conducción de las presentes negociaciones. Sin embargo, por derecho propio, reconocemos nuestras responsabilidades como parte de un mundo de vecinos.

La conciencia y el deseo imperioso del pueblo de mi país exigen que la voz de su gobierno se eleve una y otra vez para evitar y evitar la guerra".


Hitler respondió inmediatamente. La Conferencia de Múnich lo "apaciguó" por un breve lapso y tan pronto como pudo ordenó a sus fuerzas militares no solo ocupar los Sudetes (octubre 1938) sino que el 15 de marzo de 1939 invadió toda Checoslovaquia.


Foto archivo, Hitler en 1924

Respuesta de Hitler al mensaje de Roosevelt sobre la amenaza de guerra (transcripción textual)

 

27 de septiembre de 1938

Su Excelencia el Presidente de los Estados Unidos de América,

Sr. Franklin D. Roosevelt,

Washington.


En su telegrama recibido por mí el 26 de septiembre, Vuestra Excelencia me dirige un llamamiento en nombre del pueblo americano, en interés del mantenimiento de la paz, para que no rompa las negociaciones sobre la disputa que ha surgido en Europa y que luche por una solución pacífica, honorable y constructiva de esta cuestión.

Tenga la seguridad de que puedo apreciar plenamente la noble intención en la que se basan sus comentarios y que comparto en todos los aspectos su opinión sobre las consecuencias imprevisibles de una guerra europea. Precisamente por esta razón, sin embargo, puedo y debo rechazar toda responsabilidad del pueblo alemán y sus líderes, si el desarrollo posterior, en contra de todos mis esfuerzos hasta el presente, conduce realmente al estallido de las hostilidades. Para llegar a un juicio justo sobre el problema de los Sudetes-Alemania en discusión, es indispensable considerar los incidentes, en los cuales, en última instancia, el origen de este problema y sus peligros tiene su causa.

En 1918, el pueblo alemán depuso las armas, con la firme confianza de que al concertar la paz con sus enemigos de entonces se realizarían los principios e ideales anunciados solemnemente por el presidente Wilson y aceptados tan solemnemente como vinculante para todas las potencias beligerantes. Nunca en la historia la confianza de un pueblo ha sido más vergonzosamente traicionada que entonces. Las condiciones de paz impuestas a las naciones conquistadas en los tratados de los suburbios de París no han cumplido nada de lo prometido. Más bien han creado un régimen político en Europa que convirtió a las naciones conquistadas en parias sin derechos del mundo y que debe ser reconocido de antemano por toda persona perspicaz como insostenible.

Uno de los puntos en los que el carácter de los dictados de 1919 se reveló más abiertamente fue la fundación del estado checoslovaco y el establecimiento de sus fronteras sin ninguna consideración de historia y nacionalidad. También se incluía en ella la tierra de los Sudetes, aunque esta zona siempre había sido alemana, y aunque sus habitantes, tras la destrucción de la monarquía de los Habsburgo, habían declarado por unanimidad su deseo de anexión al Reich alemán. Así, el derecho a la autodeterminación, que había sido proclamado por el presidente Wilson como la base más importante de la vida nacional, fue simplemente negado a los alemanes de los Sudetes. Pero eso no fue suficiente. En los tratados de 1919, ciertas obligaciones, con respecto al pueblo alemán, que, según el texto, eran de largo alcance, fueron impuestas al estado checoslovaco. Estas obligaciones también fueron desatendidas desde el principio. La Sociedad de las Naciones ha fallado por completo en garantizar el cumplimiento de estas obligaciones en relación con la tarea que le ha sido asignada.

Desde entonces, la tierra de los Sudetes ha estado comprometida en la lucha más severa por el mantenimiento de su germanismo. Fue un desarrollo natural e inevitable que después de la recuperación de la fuerza del Reich alemán y después de la reunión de Austria con él, aumentó el impulso de los Sudetes alemanes por mantener su cultura y por una unión más estrecha con Alemania. A pesar de la actitud leal del partido alemán de los Sudetes y sus líderes, la diferencia con los checos se hizo cada vez más fuerte. Día tras día se hizo cada vez más claro que el Gobierno de Praga no estaba realmente dispuesto a considerar seriamente los derechos más elementales de los alemanes de los Sudetes. Más bien intentó, con métodos cada vez más violentos, checarizar la tierra de los Sudetes. Era inevitable que este procedimiento condujera a tensiones cada vez mayores y más graves.

El Gobierno alemán, al principio, no intervino de ninguna manera en este desarrollo de las cosas, y mantuvo su tranquila moderación, incluso cuando el Gobierno checoslovaco, en mayo de este año, procedió a una movilización de su ejército, bajo el pretexto puramente ficticio de las concentraciones de tropas alemanas. Sin embargo, la renuncia a las contramedidas militares en ese momento en Alemania solo sirvió para fortalecer la actitud intransigente del Gobierno de Praga. Así lo ha demostrado claramente el curso de las negociaciones del partido alemán de los Sudetes con el gobierno, en torno a un ajuste pacífico. Estas negociaciones produjeron la prueba concluyente de que el gobierno checoslovaco estaba lejos de comprender completamente el problema de los alemanes de los Sudetes y lograr una solución equitativa. En consecuencia, las condiciones en el estado checoslovaco.

La persecución política y la opresión económica han sumido a los alemanes de los Sudetes en una miseria extrema. Para caracterizar estas circunstancias basta referirse a lo siguiente. Hay en la actualidad 214.000 refugiados alemanes de los Sudetes que tuvieron que abandonar su casa y hogar en su país ancestral y huir a través de la frontera alemana, ya que vieron allí la última y única posibilidad de escapar del repugnante régimen checoslovaco de violencia y terror más sangriento. Innumerables muertos, miles de heridos, decenas de miles de personas detenidas y encarceladas, pueblos desolados son los testigos acusadores ante la opinión mundial de un estallido de hostilidades llevado a cabo durante mucho tiempo por el Gobierno de Praga que usted en su telegrama teme con razón.

Completamente al margen de la vida económica alemana en el territorio alemán de los Sudetes, durante 20 años destruido sistemáticamente por el Gobierno checo, que ya muestra todos los signos de ruina, que usted anticipa como resultado de un estallido de guerra, estos son los hechos que me obligaron en mi discurso de Núremberg del 13 de septiembre para afirmar ante todo el mundo que debe detenerse la privación de derechos de los tres millones y medio de alemanes en Checoslovaquia y que si estas personas no pueden encontrar justicia y ayuda por sí mismas, deben recibir tanto del Reich alemán. Sin embargo, para hacer un último intento, para alcanzar la meta de manera pacífica, hice propuestas concretas para la solución del problema en un memorando entregado el 23 de septiembre al Premier británico, que mientras tanto se ha hecho público.

Dado que el Gobierno checoslovaco había declarado previamente que ya estaba de acuerdo con los Gobiernos británico y francés en que la zona de asentamiento alemana de los Sudetes se separaría del Estado checoslovaco y se uniría al Reich alemán, las propuestas del memorándum alemán no contemplan otra cosa que lograr un cumplimiento rápido y equitativo de esa promesa checoslovaca.

Estoy convencido de que usted, Sr. Presidente, cuando se de cuenta de todo el desarrollo del problema alemán de los Sudetes desde su inicio hasta el día de hoy, reconocerá que al Gobierno alemán realmente no le ha faltado paciencia ni un deseo sincero de lograr una solución. entendimiento pacífico. Alemania no tiene la culpa de que haya ningún problema alemán de los Sudetes y de que las actuales circunstancias injustificables hayan surgido de él. La terrible suerte de las personas afectadas por el problema ya no admite más postergación de su solución. Las posibilidades de llegar a un arreglo justo por acuerdo se agotan, por lo tanto, con las propuestas del memorándum alemán.

No corresponde al gobierno alemán, sino solo al gobierno checoslovaco, decidir si quiere la paz o la guerra".

ADOLF HITLER


ACLARACIÓN: Hitler lo tenía ya decidido, había convocado en secreto a los mandos militares el 30 de mayo de 1938, allí les comunicó su "irrevocable decisión de acabar con Checoslovaquia en breve plazo"; y, ese plazo terminaba a fines de septiembre de ese año, debía cumplirse la directiva establecida en el plan "Grün". El general Beck protestó y dimitió el 18 de agosto de 1938 al no poder paralizar los planes de guerra de Hitler contra Checoslovaquia, calculaba que llevaría a una guerra con Gran Bretaña, Francia o la Unión Soviética, Beck era de la opinión que Alemania no podría ganar un conflicto de ese calado: "un ataque a Checoslovaquia nos conduciría muy probablemente a una segunda guerra mundial".

Para ese momento ya existía un movimiento de resistencia militar alemán antinazi organizado con apoyo de grupos civiles que deploraban el rumbo que iba dictando Hitler y convencidos que conduciría a Alemania al abismo. Urdieron planes para detener o asesinar a Hitler, única forma de derrocar a una férrea dictadura ya enquistada en el poder. Hans Oster tenía planes para asesinar a Hitler desde 1936, era Jefe de la Oficina de Inteligencia Militar en 1938 y protegido del Almirante Wilhelm Canaris, jefe de la Abwehr. El General Ludwing Beck, Jefe del Estado Mayor del Ejército y otros decidieron dar un inmediato golpe de estado  contra Hitler solo a ejecutarse en caso de iniciarse la guerra. No hubo guerra ese momento, los Acuerdos de Múnich no lo permitieron. Años más tarde, los mismos personajes: Oster, Beck, Canaris, Witzleben y otros implicados participarían nuevamente en otra intentona golpista, el atentado de Stauffenberg del 20 de julio de 1944. Esta historia sobre el plan de golpe de estado en septiembre de 1938 puede ser revisado en: ¿Y si Hitler hubiese sido asesinado en 1938?




Segundo Acto

Roosevelt interviene en nombre de la paz. 1939

Durante años, Estados Unidos practicó su aislamiento en política exterior. Tras la ocupación italiana de Albania, Roosevelt envía un mensaje a Hitler y Mussolini, provocador según algunos historiadores. En ese telegrama fechado el 14 de abril de 1939 exige a los dos líderes fascistas establecer un acuerdo de no agresión por 10 años con una lista de países que menciona y pide directamente garantías que no serán invadidos(Alemania ya se había anexado Austria, había invadido Checoslovaquia e intervenido junto a Italia en la guerra civil española).

Movimientos hostiles mantenían a Europa en constante tensión, la guerra era inminente. Es en medio de esa tensión política internacional que el presidente Franklin D. Roosevelt remitió el famoso telegrama al líder alemán y a Benito Mussolini en calidad de presidente del Consejo de Ministros de Italia ofreciendo sus buenos oficios como mediador y la diplomacia estadounidense para resolver controversias por la vía diplomática


El texto completo de Roosevelt:




“Su Excelencia Adolf Hitler,

Canciller del Reich Alemán,

Berlín, Alemania


Estoy seguro que usted puede darse cuenta, que en todo el mundo cientos de millones de seres humanos viven hoy con el temor constante de una nueva guerra, o incluso de una serie de guerras.

La existencia de este temor y la posibilidad de un conflicto son de interés sin ninguna duda para la población de los Estados Unidos en cuyo nombre hablo, aunque también debe ser para los pueblos de las otras naciones de todo el hemisferio occidental. Todos ellos saben que cualquier guerra importante, aún si estuviera limitada a otros continentes, tendrían un gran peso en el transcurso de su vida y también en la vida de las generaciones venideras.

Debido al hecho de que después de la aguda tensión en la que el mundo ha estado viviendo durante las últimas semanas, pareciera que hay por lo menos un relajamiento momentáneo, porque en la actualidad no hay movimientos de tropas, es por lo tanto, un momento oportuno para que le envíe este mensaje.

En una ocasión anterior me he dirigido a Usted en aras del apaciguamiento político, económico, y de los problemas sociales usando medios pacíficos y sin recurrir a las armas.

Pero la marea de los acontecimientos parece haber vuelto a la amenaza de las armas. Si continúan esas amenazas, parece inevitable que gran parte del mundo participe en la ruina común.  Todo el mundo, las naciones vencedoras, las naciones vencidas y las naciones neutrales, van a sufrir las consecuencias. Me niego a creer que el mundo es, por necesidad, como un prisionero de su destino. Por el contrario, es evidente que los dirigentes de las grandes naciones que tienen el poder para liberar a sus pueblos del desastre inminente. Es igualmente claro que en sus propias mentes y en sus propios corazones, los propios pueblos desean que sus temores terminen.

Es, sin embargo, infortunadamente necesario tomar conocimiento de los hechos recientes.

Tres naciones de Europa y una en África han visto su existencia independiente terminada. Un vasto territorio de otra nación independiente del Lejano Oriente ha sido ocupada por un Estado vecino.  Los informes, que espero que no sean ciertos, insisten en que se están contemplando nuevos actos de agresión en contra de otras naciones independientes. Claramente, el mundo se está moviendo hacia el momento en que esta situación terminará en una catástrofe, a menos que se encuentre una forma más racional de conducir los acontecimientos.

Usted ha afirmado reiteradamente, que usted y el pueblo alemán no tiene ningún deseo de ir a la guerra. Si esto es verdad no habrá necesidad de una guerra.

Nada puede convencer a los pueblos de la tierra que cualquier poder gobernante tiene el derecho o la necesidad de infligir por su cuenta las consecuencias de la guerra a cualquier otro pueblo, salvo debido a causas de evidente defensa propia.

Al hacer esta declaración, nosotros los estadounidenses no hablamos por egoísmo o por miedo o por debilidad. Si hablamos ahora es con la voz de la fuerza y por la amistad hacia la humanidad. Todavía está claro para mí, que los problemas internacionales se pueden resolver en la mesa del conferencias.

Por lo tanto, no hay respuesta al pedido de debate pacífico por una parte para pedir que a menos que se reciban seguridades, de antemano, de que el veredicto les será favorable, no dejarán de lado las armas. En las salas de conferencias, como en los tribunales, es necesario que ambas partes inicien la discusión de buena fe, asumiendo que la justicia sustancial beneficiará a ambas partes, y es habitual y necesario que dejen las armas fuera de la sala mientras conferencian.

Estoy convencido de que la causa de la paz mundial avanzaría grandemente si las naciones del mundo obtuvieran una declaración franca en relación con el presente y el futuro de la política de los gobiernos.

Debido a que los Estados Unidos, como una de las naciones del Hemisferio Occidental, no está involucrado en las controversias que han surgido hace poco en Europa, confío en que usted pueda estar dispuesto a hacerme, como jefe de una nación muy apartada de Europa, tal declaración de su política, con el fin de que yo, actuando sólo como un amigable intermediario, pueda comunicar esa declaración a otras naciones en estos momentos temerosas en cuanto al curso de la política que su Gobierno puede tomar.

¿Está dispuesto a ofrecer garantías de que sus fuerzas armadas no atacarán o invadirán el territorio o posesiones de las siguientes naciones independientes: Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Suecia, Noruega, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica, Gran Bretaña e Irlanda, Francia, Portugal, España, Suiza, Liechtenstein, Luxemburgo, Polonia, Hungría, Rumania, Yugoslavia, Rusia, Bulgaria, Grecia, Turquía, Irak, las Arabias, Siria, Palestina, Egipto e Irán.

Esta garantía debe aplicarse claramente no sólo para el día de hoy, sino también para un futuro lo suficientemente largo como para dar a cada uno la oportunidad de trabajar con métodos pacíficos para lograr una paz más permanente. Por lo tanto, sugerimos interpretar la palabra "futuro" para aplicarla a un período mínimo de seguridad de los años de no-agresión de por lo menos diez años hasta cuando menos un cuarto de siglo, si nos atrevemos a mirar tan lejos.

Si esta garantía fuera dada por su Gobierno, la que deberá remitirla inmediatamente a los gobiernos de las naciones que he nombrado, yo podría simultáneamente preguntarles si, como estoy razonablemente seguro será, cada uno de los países enumerados, a su vez den similares garantías para transmitírselas a usted.

Las garantías recíprocas, como las he señalado, traerán al mundo una medida de inmediato alivio.

Propongo que si se dan, dos problemas esenciales deberían ser rápidamente discutidos en las inmediaciones de la paz resultante, y en esos debates el Gobierno de los Estados Unidos estaría encantado de participar.

Las discusiones que tengo en mente se refieren a la manera más efectiva e inmediata a través del cual los pueblos del mundo pueden obtener alivio progresivo de la aplastante carga de armamento que está llevando cada día más de cerca al borde de la ruina económica. Simultáneamente, el Gobierno de los Estados Unidos estaría dispuesto a participar en los debates mirando hacia la forma más práctica de la apertura de avenidas para el comercio internacional a fin de que todas las Naciones de la tierra puedan ser activadas para poder comprar y vender en igualdad de condiciones en el mercado mundial, así como poseer seguros para obtener los materiales y productos para llevar una vida económica pacífica.

Al mismo tiempo, los otros Gobiernos además de los Estados Unidos y que están directamente interesados, podría emprender tales discusiones políticas según lo consideren necesario o conveniente.

Reconocemos los problemas complejos del mundo que afectan a toda la humanidad, pero sabemos que el estudio y discusión de los mismos debe realizarse en un ambiente de paz. Este ambiente de paz no puede existir si las negociaciones se ven eclipsadas por la amenaza de la fuerza o por el temor a la guerra.

Creo que usted no malinterpretará el espíritu de franqueza con el que envío este mensaje. Los Jefes de grandes gobiernos en esta hora crucial, son literalmente responsables del destino de la humanidad en los próximos años. Ellos no pueden dejar de oír las oraciones de sus pueblos a estar protegidos contra el caos previsible de la guerra. La historia los hará responsables por la vida y la felicidad de todos, incluso hasta de los más pequeños.

Espero que su respuesta será posible para que la humanidad pierda el miedo y recupere la seguridad por muchos años por venir.

Un mensaje similar está siendo dirigido al Jefe del Gobierno Italiano.

Franklin D. Roosevelt”


Hitler responde a Roosevelt desde el Reichstag, el 28 de abril de 1939, según el historiador William L. Shirer, aquel discurso fue "quizá el más brillante que jamás haya pronunciado". En la largo disertación ante el Reichstag Hitler ridiculizó a EE.UU., hubo momentos de risa entre los nazis presentes. Hitler afirmó que Ribbentrop, ministro de Relaciones Exteriores había consultado a los países de Europa, América y Asia mencionados por Roosevelt, parece que no fue el caso con Gran Bretaña, Francia y Polonia, si sus naciones ¿habían requerido la mediación de Roosevelt como portavoz de sus temores? o si ¿tal vez tenían la impresión que eran amenazados por Alemania? El Reichstag escuchó las palabras de Hitler asegurando que todos los gobiernos consultados lo negaron.


Apertura en la sesión del Reichstag, Berlín 28 abril 1939

Aquí un resumen del discurso:

"... El señor Roosevelt exige, en fin, la disposición de darle seguridades de que las fuerzas armadas alemanas no ocuparán las metrópolis o las colonias de las naciones independientes que se citan, ni procederán a un ataque contra ellas. En su relación figuran Finlandia, Letonia, Lituania, Estonia, Noruega, Suecia, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Gran Bretaña, Irlanda, Francia, Portugal, España, Suiza, Liechtenstein, Luxemburgo, Polonia, Hungría, Rumanía, Yugoslavia, Rusia, Bulgaria, Turquía, Irak, Arabia, Siria, Palestina, Egipto e Irán.

Me he tomado la molestia de constatar en los estados aludidos, primero, si se sienten amenazados, y, segundo, si ante todo esta demanda que el señor Roosevelt nos ha formulado se apoya en una sugestión particular suya o, al menos, cuenta con la adhesión de los países interesados. La respuesta fue plenamente negativa y en ocasiones hasta brusca. Con todo, no hemos podido dirigir estas preguntas a algunas de las naciones que señala el presidente americano, puesto que están ocupadas por las tropas de los estados democráticos y con ello se les ha privado de sus derechos.

...Señor presidente Roosevelt: comprendo muy bien que la magnitud de su imperio y la inmensa riqueza de su país le permitan sentirse responsable  de los destinos del mundo entero y de los distintos pueblos, Yo, por mi parte, señor presidente Roosevelt, estoy situado en un marco mucho más modesto e insignificante. Los miles de millones ahorrados por los alemanes durante largos años de paz, en oro y divisas, nos han sido arrebatados. Hemos perdido nuestras colonias. En 1933 mi país tenía 7millones de desocupados y algunos millones sometidos a jornada reducida de trabajo. Millones de agricultores empobrecidos, una industria aniquilada, un comercio arruinado. En pocas palabras: reinaba un caos general.

Desde esta época, señor presidente Roosevelt, tan solo he podido realizar algunos logros. No puedo constituirme, por lo tanto, en responsable del destino de un mundo precisamente porque este mundo  no ha tomado parte en el desgraciado destino de mi pueblo. Me siento llamado por la única meta de servir a mi pueblo y redimirlo de una terrible penuria. He logrado superar el caos en Alemania, he conseguido restablecer el orden, elevar en todos los sectores la producción de nuestra economía nacional... He tenido éxito al reincorporar al proceso productivo a esos siete millones de desocupados  a quienes todos teníamos clavados en el corazón... He conseguido no solo unificar políticamente al pueblo alemán sino también armarlo, y me he esforzado en dejar sin efecto, página a página, aquel tratado que desarrolla en sus 448 artículos la más ruin de las violencias que jamás hayan padecido pueblos e individuos.

He devuelto al Reich las provincias que nos robaron en 1919, he reintegrado a la patria a millones de alemanes, hondamente desdichados por haber quedado separados de nosotros. He restaurado la unidad histórica milenaria del espacio vital  alemán, y me he esforzado, señor presidente, en hacer todo esto sin derramamiento de sangre y sin causar a mi pueblo ni a otros pueblos el horror de una nueva guerra.

He hecho todo esto, señor presidente, con mis propias fuerzas, cuando hace 21 años tan solo era un trabajador y un soldado desconocido de mi pueblo... usted, señor presidente, ha encontrado su camino infinitamente más fácil. En 1933, cuando yo me convertí en canciller del Reich, usted fue nombrado presidente de la Unión americana. Con ello era usted, desde el primer momento, figura principal de  uno de los estados más grandes y ricos del mundo...

Por eso dispone de tiempo y ocio, precisamente por la magnitud de sus condiciones, para preocuparse de problemas universales. Mi mundo, sin embargo, señor presidente Roosevelt, es mucho más reducido. Tan solo comprende mi pueblo. En consecuencia mi fe está puesta en que podremos aprovechar mejor lo que llevamos en el corazón: la justicia, el bienestar, el progreso y la paz de toda la comunidad humana". (Citado en la Enciclopedia El III Reich, Tomo  II, Anesa/Noguer. 1974. Artículo "La respuesta del "Fuhrer" a Roosevelt", pg. 115-117Un breve video con extractos de ese discurso puede ser observado AQUÍ)



El final de la Pax Hitleriana

El 1 de septiembre de 1939 la pacifista Alemania nazi invade Polonia, ya no hay más risas ni en el Reichstag ni en la Cancillería de Hitler, la segunda guerra mundial está servida muy a pesar del jefe nazi que seguía convencido que Gran Bretaña y Francia no le declararían la guerra, incumpliendo así su compromiso con la "insignificante" Polonia. El líder alemán confiaba en la política de hechos consumados.


La invasión de Polonia -en los cálculos de Hitler- no iba a desencadenar otra guerra europea, mantenía la fe que los Imperios Occidentales (Gran Bretaña y Francia) apoyarían de todas formas su sueño político: "espacio vital en el Este", guerra contra la Unión Soviética (Mein Kampf).

 

Notas esclarecedores sobre la cuestión polaca.

El 23 de mayo de 1939 Hitler fue muy claro, Danzig solo era el medio para atacar Polonia, las provocaciones eran constantes (introducía armas y hombres en la ciudad libre) y Polonia reaccionaba fuertemente, no se dejó intimidar. Alemania estaba decidida a atacar Polonia, la fecha de la invasión (26 de agosto) ya estaba fijada desde los primeros días de julio de 1939

Lo que se intenta hasta el 1 de septiembre es conseguir para Chamberlain un motivo para que abandone a su protegida Polonia, sin que sea mal visto por el resto de las naciones. Según Hitler Gran Bretaña debía aceptar las nuevas condiciones que obviamente Polonia las rechazará. Existen razones para confirmar que había muchas posibilidades de que el peligro de guerra pasará. El historiador alemán Wulf C. Schwarzwaller es del parecer que de hecho las proposiciones eran razonables, si Hitler jugaba limpio, ya que "únicamente" exige la devolución de Danzig y que el futuro del corredor se resuelva en un referéndum y que Polonia podía conservar el puerto, algo que era visto positivamente por Chamberlain y que él hubiese jugado en favor de Alemania. Era evidente que tanto Chamberlain como Lord Halifax habían decidido reconocer la reivindicación alemana sobre Danzig, incluso el embajador británico Henderson logró que Hitler le ratificara que con la reintegración de Danzig al Reich no tendría ninguna nueva exigencia sobre Polonia. Por otro lado, dentro de las élites británica y francesa estaba decidido cumplir el sueño de Hitler, espacio vital en el Este aplastando la Unión Soviética, por ello pusieron obstáculos al acuerdo de seguridad colectiva propuesto desde Moscú y que venía siendo negociado desde hace un buen tiempo. 

El 28 de agosto de 1939 Hitler lanza un ultimátum, exige que el negociador polaco se presente en el plazo de 24 horas, ese mismo día Hitler grita y ofende al embajador británico (sir Neville Henderson) quien, para asombro de Hitler, también grita al líder alemán. Ribbentrop, con desprecio, le dice más tarde a Henderson que la cuestión ha quedado superada al no presentarse el negociador polaco.

La realidad absoluta era que las proposiciones alemanas no pasaron de ser una ingeniosa táctica. Alemania tenía ya decidida la invasión de Polonia (26 de agosto), aplazada para el 1 de septiembre.




EPÍLOGO 

¿Quién ganó la disputa dialéctica. Hitler o Roosevelt? No siempre el que mejor habla vence. En discurso populista, por supuesto, Hitler era mejor que FDR, pero el tiempo daría la razón al estadounidense, en esos momentos nadie podía saber el grado de mentiras que vociferaba el alemán. Respecto al discurso de FDR, como decían en mi tierra, "no rima pero era cierto".


Hermann Goering durante el proceso de Nuremberg (1945-1946) hizo una interesante reflexión:


"... después de todo, son los líderes del país quienes determinan la política, y siempre es un asunto simple arrastrar a la gente, ya sea una democracia, una dictadura fascista, un parlamento o una dictadura comunista. Con voz o sin ella, siempre se puede llevar al pueblo a las órdenes de los líderes. Eso es fácil. Solo hay que decirles que están siendo atacados y denunciar a los pacifistas por falta de patriotismo y exponer al país al peligro. Funciona igual en cualquier país".

 

*****

Lecturas obligadas:

¿Y si Hitler hubiese sido asesinado en 1938? (I)

La "guerra" por encontrar al culpable del inicio de la segunda guerra mundial

La Segunda Guerra Mundial comenzó en octubre de 1938

12 abril 2023

Diplomacia Secreta: Estados Unidos - Cuba, 1963



Por Peter Kornbluh / The Nation

Título original en inglés: US-Cuban Diplomacy, ‘Nation’ Style


Nota previa del editor del blog

El siguiente artículo de investigación originalmente apareció en abril de 2013 y demuestra que aún en las peores crisis internacionales la diplomacia secreta cumple su función -cuando es posible- de evitar conflictos bélicos. Existen varios casos en que el mundo ha estado al borde de la catástrofe y una solución pacífica de las controversias se ha logrado gracias al esfuerzo de personalidades diplomáticas mediante duras negociaciones. 

Pero, no siempre es así, también hay que señalar que se ha evitado la guerra ante la disuasión armada; es decir, cuando el potencial rival es lo suficientemente fuerte en el ámbito militar imposibilitando que la parte contraria actúe en su contra, sentarse a dialogar y resolver amistosamente las controversias es el camino. Pero, tampoco disuadir al "enemigo" es garantía de que no habrá guerra. Hoy por hoy el mundo se rige por la disuasión nuclear. Las grandes potencias nucleares mantienen la "garantía" atómica como seguro de que nadie pueda atreverse a atacarlo. Pero, tampoco nadie puede asegurar de que se cumpla irrestrictamente... algún perturbado político podría desatar un Apocalipsis nuclear sobre la Tierra sin previa advertencia.

Suena trillado, mas, la única opción para el futuro humano es la paz, pero otro tipo de paz.

El ex presidente Richard Nixon en su libro "La verdadera paz. Una estrategia para Occidente", afirmaba: "El sostener una paz verdadera no es una carga sino un desafío en la era atómica. Es el material bélico quien representa fundamental papel como garante de la paz, paradójico, pero cierto. La disuasión militar, incluido las armas nucleares son parte esencial de una paz duradera; cuando cada bando tiene en su poder medios coercitivos poderosos, lo más probable es que los potenciales contrincantes se mantengan estables".

Para Nixon "la verdadera paz no significa el final de la pugna sino más bien un modo de vivir dentro de dicha pugna, y, una vez establecida, requiere constante atención o de lo contrario no sobrevivirá". No hay que confundir la paz verdadera, real, con una paz perfecta, es un peligroso error común, sueño de cierto idealistas que claman un mundo sin antagonismos, ese mundo nunca ha existido, ni existirá. "Si ha de vivirse una paz verdadera, ésta deberá coexistir con las ambiciones, el orgullo y los odios del hombre. Una paz que no tome en cuenta estos factores no podrá perdurar". (A propósito de estas reflexiones sobre la "paz armada", vale la pena repasar la temática del artículo: La paz de nuestro tiempo: Paz armada, disuasión y distensión ).

No quiero desviarme del tema que hoy ponemos sobre el tapete, así que revisemos la "Diplomacia cubano-estadounidense, estilo The Nation", escrita por Peter Kornbluh en 2013 y complementado con referencias a documentos originales archivados por el mismo Kornbluh en "National Security Archive" de la Biblioteca George Washington University (Washington, DC)

Buena lectura.

T. Andino

*****

Sesenta años después, la “metadiplomacia” de James Donovan muestra que las relaciones normales son posibles.

por Peter Kornbluh 

El autor es colaborador desde hace mucho tiempo de The Nation on Cuba, es coautor con William M. LeoGrande, de  "Back Channel to Cuba: The Hidden History of Negotiations Between Washington and Havana". Kornbluh también es autor de "The Pinochet File: A Declassified Dossier on Atrocity and Accountability".


Diplomacia cubana - estadounidense


Fidel Castro y James Donovan pescando en Bahía de Cochinos, 8 de abril de 1963. Castro lleva un reloj de buceo que le obsequió Donovan


A principios de abril de 1963, un abogado neoyorquino llamado James Donovan viajó a La Habana para negociar la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en cárceles cubanas. Llevaba consigo las páginas de un artículo titulado “Cómo funciona la metadiplomacia: James Donovan y Castro”, que se publicó en la edición del 13 de abril de 2013 en The Nation. En una conversación con Fidel Castro que duró de 2:15 a 6:30 am, Donovan leyó el artículo en voz alta y lo discutió extensamente con el comandante cubano y su principal ayudante. "Le expliqué la gran tradición de The Nation", relató Donovan más tarde, y Castro estaba "enormemente interesado". Según Donovan, Castro “pensó que este artículo era excelente, que mostraba sabiduría. Esa fue su palabra: "sabiduría".  "El primer ministro cubano ordenó de inmediato que se tradujera al ruso y se compartiera con el embajador soviético, quien se pronunció “muy satisfecho con todo el tenor del artículo” y dijo que esperaba que fuera un “paso constructivo hacia una solución del problema sobre Cuba".

Escrito por la reconocida escritora de la revista New York Times, Gertrude Samuels para The Nation el artículo examinó el primer diálogo real entre Washington y La Habana después de la ruptura de relaciones oficiales en enero de 1961. Donovan “ha sido el único canal directo entre Estados Unidos y Cuba”, informó Samuels. "Aparentemente un ciudadano privado" y un "voluntario" sin estatus diplomático (no se sabía públicamente en ese momento que las misiones de Donovan estaban supervisadas por el Fiscal General Robert Kennedy y la CIA), había negociado la liberación y el regreso a los Estados Unidos de 1.163 miembros de la brigada de exiliados liderada por la CIA capturados por las fuerzas cubanas en Bahía de Cochinos en 1961. Además, había asegurado la salida de unos 3.500 de sus familiares después de la crisis de los misiles de 1962. El artículo también detallaba el esfuerzo continuo de Donovan para obtener la liberación de treinta y un ciudadanos estadounidenses a quienes Castro había encarcelado como espías y saboteadores.


El Comandante Fidel Castro dirigiendo las operaciones en Playa Girón (Bahía de Cochinos), 17-20 abril de 1961

Sesenta años después de la redacción del artículo, la “metadiplomacia” sigue dando lecciones para el enfoque de Washington hacia Cuba. Donovan "tiene la obstinada esperanza de que su misión actual se amplíe más allá de los rescates inmediatos, que está preparando el escenario para algún tipo de conciliación entre el pueblo estadounidense y el cubano", informó Samuels. “Creo que en estas negociaciones existe la mayor esperanza de crear una solución equitativa a los problemas que ahora afectan las relaciones entre los dos países”, le dijo. Su esfuerzo diplomático único sigue siendo relevante para la búsqueda de una "solución equitativa" a los problemas que continúan plagando las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.


(Nota intercalada al artículo original. El film nominado a mejor película en los premios Oscar (2016) "Bridge Of Spies. The Sequel" (Puente de Espías, la secuela), dirigido por Steven Spielberg tuvo nominaciones a "Mejor Película", "Mejor Actor de Reparto", "Mejor Guión Original" y a otros tres premios Oscar. "Bridge of Spies" describe la historia de la Guerra Fría y los grandes esfuerzos del abogado de  New York, James Donovan, por negociar el intercambio de prisioneros, entre otros detalles sobre el dramático intercambio de prisioneros -febrero de 1962- en el puente Glienicke entre Berlín Occidental y un suburbio de Potsdam, del capturado piloto estadounidense del avión U-2, Francis Gary Powers por el agente de inteligencia soviético, Rudolf Abel. Eso le valió a James Donovan, interpretado en la película por el actor Tom Hanks, la designación de “metadiplomático”. Donovan con apoyo encubierto de la CIA llevó a cabo las primeras negociaciones secretas con Fidel Castro, según la Casa Blanca y los registros de la CIA publicados en el Archivo de Seguridad Nacional (febrero 2016), proporcionándonos una historia poco conocida. 


James Donovan se hizo conocido como "el negociador" por organizar en secreto el famoso intercambio de prisioneros de la Guerra Fría del coronel espía soviético Rudolf Abel por el piloto estadounidense del avión espía U-2 Francis Gary Powers, que había sido derribado sobre la Unión Soviética en 1960. Después de varias semanas de diplomacia clandestina, el intercambio tuvo lugar en febrero de 1962 en el puente Glienicke de Berlín. Seis meses después, el presidente Kennedy recurrió a Donovan para obtener la libertad de los prisioneros de Bahía de Cochinos. Representando oficialmente al Comité de Familias Cubanas para la Liberación de los Prisioneros de Guerra, Donovan viajó de ida y vuelta entre Nueva York y La Habana a principios y finales del otoño de 1962 (las negociaciones fueron interrumpidas por el dramático descubrimiento de misiles soviéticos en la isla), asegurando su libertad en Nochebuena a cambio de 62 millones de dólares en envíos estadounidenses de alimentos, productos farmacéuticos y equipos médicos. Cuando esas intensas negociaciones culminaron a fines de diciembre, la CIA le pidió a Donovan que obtuviera un “bono” navideño de Castro: la liberación adicional de veintidós ciudadanos estadounidenses encarcelados en Cuba como espías. (Tres de ellos eran miembros de un equipo de técnicos de audio de la CIA capturados en septiembre de 1960 colocando dispositivos de escucha en las oficinas de la Agencia de Noticias Nueva China en La Habana). “Ya hice los panes y los pescados”, dijo Donovan a sus colegas. "Ahora quieren que yo también camine sobre el agua". 


Back Channel to Cuba: The Hidden History of Negotiations between Washington and Havana, por William M. LeoGrande y Peter Kornbluh. UNC Press, noviembre de 2015.


Basándose en la buena voluntad y la estrecha confianza que había establecido con Castro, Donovan regresó a La Habana el 26 de enero 1963. Llevaba una propuesta de canje de prisioneros: los ciudadanos estadounidenses por cuatro cubanos en cárceles estadounidenses. Entre ellos había un agregado cubano en la misión de la ONU y dos cubanos residentes en Nueva York que estaban acusados ​​de planear actos de sabotaje allí; el cuarto era un cubano condenado por asesinato en segundo grado por matar a una niña de 9 años. (Fue alcanzada por una bala perdida durante una pelea con cubanos anticastristas cuando Castro habló en la ONU en septiembre de 1960). Castro parecía interesado. Sin embargo, mientras Donovan abordaba su avión para Estados Unidos, el edecán de Castro, el Dr. René Vallejo, lo llevó aparte y le expresó un interés cubano adicional: el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Washington.

Cuando Donovan regresó a La Habana el 14 de marzo, nueve ciudadanos estadounidenses adicionales formaron parte del trato: desafortunados buceadores cuya balsa salvavidas había llegado a una playa cubana después de que su bote se hundiera. Si Donovan podía convencerlo de que no eran saboteadores, dijo Castro, los dejaría ir. En sus negociaciones, acordaron evitar definir el canje como un canje de prisioneros. Castro concedería el indulto a los prisioneros estadounidenses en reconocimiento del trato de Bahía de Cochinos y de los últimos envíos de medicamentos de abril; Estados Unidos posteriormente liberaría a los prisioneros cubanos, también como un acto de clemencia. Como un gesto de buena voluntad, Castro permitió que Donovan se llevara con él a su partida a dos mujeres estadounidenses: Geraldine Shamma, una socialité reclutada por la CIA para espiar a Castro y Martha O'Neal.

Donovan voló a La Habana el 5 de abril para finalizar el intercambio, traía la prueba de la página del artículo de The Nation, una cámara Polaroid como regalo para Castro y llevó consigo a su joven hijo. Su hijo era "lo último en habilidad para el juego", señaló Donovan más tarde, según la biografía de Phillip Bigger, Negotiator. “Castro tiene un niño de catorce años. Esperaba que la presencia de mi hijo de dieciocho años inspirara confianza y causara una impresión favorable en Castro”. De hecho lo hizo. Castro llevó a Donovan y a su hijo en una expedición de pesca de un día a Bahía de Cochinos (Fidel personalmente atravesó quince peces, uno de ellos de cuarenta libras) les dio un recorrido por una nueva granja de cocodrilos y un cercano complejo vacacional  de trabajadores, y los llevó a un juego de béisbol para niños. Fidel estaba "muy contento" de que "yo trajera a mi único hijo", como informó el Dr. Vallejo a Donovan. Castro "quería asegurarse de que a mi único hijo se le mostrara todo y se le tratara bien", y el líder de Cuba se sintió "muy feliz de que yo tuviera tanta confianza en él para hacer esto".


Fidel Castro pesca con arpón en Bahía de Cochinos durante el viaje con Donovan

En sus negociaciones, Donovan usó hábilmente el artículo de The Nation para plantear la perspectiva de mejores relaciones con Washington si la liberación de prisioneros tenía éxito. El perfil en The Nation, junto con una gran cobertura en Look, Life y The Saturday Evening Post, sugirió, reflejaba un cambio en las actitudes estadounidenses hacia la Revolución Cubana a raíz de la crisis de los misiles. El ciudadano medio, dijo Donovan a Castro, “simplemente no podía ver involucrar a Estados Unidos en una guerra nuclear para restaurar vagamente a Cuba en Batistaville”, una referencia a la era de Fulgencio Batista, el dictador respaldado por Estados Unidos y derrocado por la Revolución Cubana. El público estadounidense no quería que Cuba se convirtiera en un satélite soviético, dijo, pero “tampoco pensé que la gente de Estados Unidos tuviera la intención de que fuera un satélite de Estados Unidos; que se respetaría la integridad de la revolución siempre y cuando todos sus esfuerzos estuvieran dedicados al mejoramiento del pueblo cubano”.

Cuando Castro preguntó cuál sería el impacto del artículo de The Nation, Donovan le dijo: “Pensé que sería estudiado de inmediato por intelectuales, liberales, redactores y diversos moldeadores de la opinión pública; que también se estudiaría en los círculos gubernamentales". Según una transcripción de un interrogatorio de la CIA con Donovan después de su regreso, él le dio el último cumplido a la revista: “Dije que pensaba que mientras que los artículos de Life y Look reflejaban la opinión pública en general, el artículo de The Nation era uno intentando liderar la opinión pública".

Su discusión del artículo condujo directamente a la primera conversación seria entre Castro y un representante de Estados Unidos sobre cómo normalizar las relaciones entre Washington y La Habana. Como Donovan relató más tarde en el informe de la CIA, "Dijo bien, en vista de la historia pasada de ambos lados, aquí el problema de cómo iniciar cualquier relación era muy difícil". A lo que Donovan respondió: "¿Estás familiarizado con los puercoespines?" Castro dijo que sí. “Entonces dije, ¿ahora sabes cómo hacen el amor los puercoespines? Y él dijo que no. Y dije, bueno, la respuesta es 'con mucho cuidado', y así es como usted y los EE. UU. tendrían que entrar en esto, pero sobre los detalles, esto tendría que dejarse a discusiones diplomáticas de sentido común".


El Fiscal General Robert Kennedy y Donovan

Cuando Donovan voló de regreso a Florida el 9 de abril, estaba acompañado por los nueve buzos y un misionero que Castro determinó que podían ser liberados. El líder cubano pareció persuadido por los argumentos de Donovan de que los prisioneros eran un obstáculo para mejorar las relaciones con Estados Unidos. "Ahora que me ha mostrado el artículo en The Nation", le dijo Castro a Donovan, "estoy preparado para arriesgarme en su análisis de la situación y sus profecías sobre lo que debería suceder". Considerar a los estadounidenses como "un activo de negociación" no le interesaba a Cuba, admitió, porque "quizás está impidiendo que se logre algo más constructivo". Castro prometió que si Donovan regresaba el 22 de abril, "se los entregaré todos".

Dos semanas después, Donovan regresó a La Habana por última vez. Como prometió, Castro liberó a veintisiete ciudadanos estadounidenses más; veintiuno, incluidos los tres agentes de la CIA, regresaron con el negociador estadounidense a una base de la Fuerza Aérea cerca de Miami. El mismo día, el Departamento de Justicia de Kennedy liberó a los cuatro cubanos en Nueva York "por el interés nacional". Fueron trasladados en avión a Florida y luego repatriados a La Habana.

Castro esperaba claramente que la cooperación entre Estados Unidos y Cuba sobre los prisioneros allanara el camino para mejores lazos. “Pensó que los Kennedy estaban tratando de adoptar una política aquí y que tal vez la detención de estos prisioneros estaba impidiendo la formulación de una política clara”, informó Donovan a sus encargados de la CIA. Una vez que se haya resuelto el problema de los prisioneros, agregó, el gobierno cubano creía que la administración Kennedy desarrollaría un enfoque que sería "constructivo y en (sus) mejores intereses".


El Presidente John F. Kennedy con el candidato al Senado por New York, James Donovan (1962)


En la primavera de 1963, la Casa Blanca de Kennedy comenzó a reconsiderar los méritos de un enfoque más constructivo de Cuba. Aunque Donovan no participó como negociador, como esperaban tanto él como Castro, en el otoño la administración utilizó a otros intermediarios para entablar un diálogo secreto con Cuba. En una cruel coincidencia de la historia, el mismo día en que Kennedy fue asesinado, uno de sus emisarios se reunía con Castro en la playa de Varadero, cerca de La Habana, “en una misión de paz” para las futuras relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

Sesenta años después, el legado de la diplomacia del "sentido común" de Donovan continúa resonando. De hecho, en 2023 Washington y La Habana todavía necesitan un “metadiplomático” para resolver sus diferencias. Las circunstancias son similares: Cuba, bajo el liderazgo de Raúl Castro, ha manifestado reiteradamente su interés por el diálogo; el apoyo público estadounidense a las relaciones normalizadas ha aumentado considerablemente; y, al igual que Kennedy, el presidente Obama pareció estar “buscando a tientas” una mejor política. Pero una vez más, los presos en ambos países demostraron ser un obstáculo para las negociaciones. Los cubanos retenían al subcontratista estadounidense Alan Gross, ahora en su cuarto año de encarcelamiento por intentar ilegalmente establecer una red de comunicaciones por satélite en Cuba como parte del Programa de Planificación de Contingencias y Democracia en Cuba de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (NdelE: recuerden que este artículo fue escrito en 2013) y Estados Unidos retiene a los "Cinco Cubanos", que incluyen a cuatro espías cubanos, ahora en su decimoquinto año de prisión por realizar operaciones de espionaje, en su mayoría contra grupos de exiliados con pasado violento, y un agente que ha sido puesto en libertad condicional pero permanece legalmente confinado en Florida. Así como Fidel Castro enfatizó el concepto de clemencia en el canje de prisioneros de 1963, Raúl Castro ha pedido “gestos humanitarios” mutuos para resolver estos obstáculos para mejorar las relaciones bilaterales.

La lección de historia de Donovan sobre “cómo funciona la metadiplomacia” demuestra que, con creatividad y perseverancia, un acuerdo entre Estados Unidos y Cuba es factible. Un diálogo que incluya el tema de los presos sigue siendo “de interés nacional” en ambos países y podría generar más amplios y mejores vínculos. Sesenta años después, es posible cumplir la "obstinada esperanza" de Donovan de tener relaciones normales. Como le dijo a The Nation en 1963, "Este es un trabajo que requiere mucha paciencia".


Peter Kornbluh


Resumen de Peter Kornbluh de los documentos que se conservan en National Security Archive de la Biblioteca de la George Washington University (Washington, DC, Libro informativo N° 542, editado por el mismo Peter Kornbluh). 


- "Los documentos muestran que después de la crisis de los misiles cubanos, Donovan involucró a Castro en discusiones sobre la mejora de las relaciones de Estados Unidos con Cuba y predijo que, eventualmente, "se podría lograr un ajuste de opiniones".

- El fiscal general Robert Kennedy logró reclutar en secreto a Donovan para emprender una misión clasificada como "Proyecto Misericordia" que se relatan en "Back Channel to Cuba: The Hidden History of Negotiations between Washington and Havana". "En la naturaleza respetuosa de sus conversaciones", según el libro, "Castro encontró al primer representante estadounidense de confianza con quien pudo discutir seriamente cómo La Habana y Washington podrían avanzar hacia la restauración de la civilidad y la normalidad en la oscura estela de Bahía de Cochinos y la crisis de los misiles cubanos”.

- La CIA, el Departamento de Estado y el NSC intentaron influir en el presidente Kennedy en la respuesta de Estados Unidos al interés de Castro en un acercamiento, establecer condiciones previas no negociables: cortar los lazos de Cuba con la URSS y poner fin a la interferencia cubana en otras partes de América Latina. 

- Un memorando de la CIA: "Instrucciones para James Donovan" dice que Castro "debería ser persuadido para que expulse a los comunistas de su gobierno". Si Castro no estaba de acuerdo las instrucciones de la CIA decían que Donovan debía "pintar para Castro ... el cuadro permanentemente negro que prevalecerá, con un solo resultado final, si Cuba continúa haciendo de Estados Unidos su enemigo".

- Kennedy adoptó una posición mucho más discreta, “no queremos presentarle a Castro una condición que obviamente no puede cumplir".

- El director de la CIA, John McCone, se reunió en secreto con Donovan varias veces para brindarle apoyo encubierto, le proporcionó una hoja de códigos para las comunicaciones telefónicas y de texto mientras estaba en Cuba y Florida. 

- La CIA actuó como intermediaria con el Congreso y las empresas farmacéuticas que aportaron los medicamentos, creando una cuenta especial secreta de varios millones de dólares para los medicamentos, se dice que finalmente no se utilizó fondos de la CIA para pagar las medicinas y alimentos. 

- Se desestimaron los pedidos del jefe de la "Operación Mangosta", Edward Lansdale, para una operación de propaganda negra contra Castro. 

- Un equipo de oficiales de la división de operaciones encubiertas de la CIA decidió que podían usar el acceso de Donovan a Castro para asesinar al líder cubano. "idearon un plan para que Donovan fuera el proveedor involuntario de un traje de buceo y un respirador contaminado". A principios de abril de 1963, Donovan le dio a Castro el traje de neopreno y un reloj de buceo, como un generador de confianza. 

- La crisis de los misiles en octubre de 1962, obligó a suspender los viajes secretos de Donovan a Cuba.


National Security Archive

Peter Kornbluh

* En esta publicación se encuentran ANEXOS varios documentos 

AddToAny