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12 abril 2023

Diplomacia Secreta: Estados Unidos - Cuba, 1963



Por Peter Kornbluh / The Nation

Título original en inglés: US-Cuban Diplomacy, ‘Nation’ Style


Nota previa del editor del blog

El siguiente artículo de investigación originalmente apareció en abril de 2013 y demuestra que aún en las peores crisis internacionales la diplomacia secreta cumple su función -cuando es posible- de evitar conflictos bélicos. Existen varios casos en que el mundo ha estado al borde de la catástrofe y una solución pacífica de las controversias se ha logrado gracias al esfuerzo de personalidades diplomáticas mediante duras negociaciones. 

Pero, no siempre es así, también hay que señalar que se ha evitado la guerra ante la disuasión armada; es decir, cuando el potencial rival es lo suficientemente fuerte en el ámbito militar imposibilitando que la parte contraria actúe en su contra, sentarse a dialogar y resolver amistosamente las controversias es el camino. Pero, tampoco disuadir al "enemigo" es garantía de que no habrá guerra. Hoy por hoy el mundo se rige por la disuasión nuclear. Las grandes potencias nucleares mantienen la "garantía" atómica como seguro de que nadie pueda atreverse a atacarlo. Pero, tampoco nadie puede asegurar de que se cumpla irrestrictamente... algún perturbado político podría desatar un Apocalipsis nuclear sobre la Tierra sin previa advertencia.

Suena trillado, mas, la única opción para el futuro humano es la paz, pero otro tipo de paz.

El ex presidente Richard Nixon en su libro "La verdadera paz. Una estrategia para Occidente", afirmaba: "El sostener una paz verdadera no es una carga sino un desafío en la era atómica. Es el material bélico quien representa fundamental papel como garante de la paz, paradójico, pero cierto. La disuasión militar, incluido las armas nucleares son parte esencial de una paz duradera; cuando cada bando tiene en su poder medios coercitivos poderosos, lo más probable es que los potenciales contrincantes se mantengan estables".

Para Nixon "la verdadera paz no significa el final de la pugna sino más bien un modo de vivir dentro de dicha pugna, y, una vez establecida, requiere constante atención o de lo contrario no sobrevivirá". No hay que confundir la paz verdadera, real, con una paz perfecta, es un peligroso error común, sueño de cierto idealistas que claman un mundo sin antagonismos, ese mundo nunca ha existido, ni existirá. "Si ha de vivirse una paz verdadera, ésta deberá coexistir con las ambiciones, el orgullo y los odios del hombre. Una paz que no tome en cuenta estos factores no podrá perdurar". (A propósito de estas reflexiones sobre la "paz armada", vale la pena repasar la temática del artículo: La paz de nuestro tiempo: Paz armada, disuasión y distensión ).

No quiero desviarme del tema que hoy ponemos sobre el tapete, así que revisemos la "Diplomacia cubano-estadounidense, estilo The Nation", escrita por Peter Kornbluh en 2013 y complementado con referencias a documentos originales archivados por el mismo Kornbluh en "National Security Archive" de la Biblioteca George Washington University (Washington, DC)

Buena lectura.

T. Andino

*****

Sesenta años después, la “metadiplomacia” de James Donovan muestra que las relaciones normales son posibles.

por Peter Kornbluh 

El autor es colaborador desde hace mucho tiempo de The Nation on Cuba, es coautor con William M. LeoGrande, de  "Back Channel to Cuba: The Hidden History of Negotiations Between Washington and Havana". Kornbluh también es autor de "The Pinochet File: A Declassified Dossier on Atrocity and Accountability".


Diplomacia cubana - estadounidense


Fidel Castro y James Donovan pescando en Bahía de Cochinos, 8 de abril de 1963. Castro lleva un reloj de buceo que le obsequió Donovan


A principios de abril de 1963, un abogado neoyorquino llamado James Donovan viajó a La Habana para negociar la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en cárceles cubanas. Llevaba consigo las páginas de un artículo titulado “Cómo funciona la metadiplomacia: James Donovan y Castro”, que se publicó en la edición del 13 de abril de 2013 en The Nation. En una conversación con Fidel Castro que duró de 2:15 a 6:30 am, Donovan leyó el artículo en voz alta y lo discutió extensamente con el comandante cubano y su principal ayudante. "Le expliqué la gran tradición de The Nation", relató Donovan más tarde, y Castro estaba "enormemente interesado". Según Donovan, Castro “pensó que este artículo era excelente, que mostraba sabiduría. Esa fue su palabra: "sabiduría".  "El primer ministro cubano ordenó de inmediato que se tradujera al ruso y se compartiera con el embajador soviético, quien se pronunció “muy satisfecho con todo el tenor del artículo” y dijo que esperaba que fuera un “paso constructivo hacia una solución del problema sobre Cuba".

Escrito por la reconocida escritora de la revista New York Times, Gertrude Samuels para The Nation el artículo examinó el primer diálogo real entre Washington y La Habana después de la ruptura de relaciones oficiales en enero de 1961. Donovan “ha sido el único canal directo entre Estados Unidos y Cuba”, informó Samuels. "Aparentemente un ciudadano privado" y un "voluntario" sin estatus diplomático (no se sabía públicamente en ese momento que las misiones de Donovan estaban supervisadas por el Fiscal General Robert Kennedy y la CIA), había negociado la liberación y el regreso a los Estados Unidos de 1.163 miembros de la brigada de exiliados liderada por la CIA capturados por las fuerzas cubanas en Bahía de Cochinos en 1961. Además, había asegurado la salida de unos 3.500 de sus familiares después de la crisis de los misiles de 1962. El artículo también detallaba el esfuerzo continuo de Donovan para obtener la liberación de treinta y un ciudadanos estadounidenses a quienes Castro había encarcelado como espías y saboteadores.


El Comandante Fidel Castro dirigiendo las operaciones en Playa Girón (Bahía de Cochinos), 17-20 abril de 1961

Sesenta años después de la redacción del artículo, la “metadiplomacia” sigue dando lecciones para el enfoque de Washington hacia Cuba. Donovan "tiene la obstinada esperanza de que su misión actual se amplíe más allá de los rescates inmediatos, que está preparando el escenario para algún tipo de conciliación entre el pueblo estadounidense y el cubano", informó Samuels. “Creo que en estas negociaciones existe la mayor esperanza de crear una solución equitativa a los problemas que ahora afectan las relaciones entre los dos países”, le dijo. Su esfuerzo diplomático único sigue siendo relevante para la búsqueda de una "solución equitativa" a los problemas que continúan plagando las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.


(Nota intercalada al artículo original. El film nominado a mejor película en los premios Oscar (2016) "Bridge Of Spies. The Sequel" (Puente de Espías, la secuela), dirigido por Steven Spielberg tuvo nominaciones a "Mejor Película", "Mejor Actor de Reparto", "Mejor Guión Original" y a otros tres premios Oscar. "Bridge of Spies" describe la historia de la Guerra Fría y los grandes esfuerzos del abogado de  New York, James Donovan, por negociar el intercambio de prisioneros, entre otros detalles sobre el dramático intercambio de prisioneros -febrero de 1962- en el puente Glienicke entre Berlín Occidental y un suburbio de Potsdam, del capturado piloto estadounidense del avión U-2, Francis Gary Powers por el agente de inteligencia soviético, Rudolf Abel. Eso le valió a James Donovan, interpretado en la película por el actor Tom Hanks, la designación de “metadiplomático”. Donovan con apoyo encubierto de la CIA llevó a cabo las primeras negociaciones secretas con Fidel Castro, según la Casa Blanca y los registros de la CIA publicados en el Archivo de Seguridad Nacional (febrero 2016), proporcionándonos una historia poco conocida. 


James Donovan se hizo conocido como "el negociador" por organizar en secreto el famoso intercambio de prisioneros de la Guerra Fría del coronel espía soviético Rudolf Abel por el piloto estadounidense del avión espía U-2 Francis Gary Powers, que había sido derribado sobre la Unión Soviética en 1960. Después de varias semanas de diplomacia clandestina, el intercambio tuvo lugar en febrero de 1962 en el puente Glienicke de Berlín. Seis meses después, el presidente Kennedy recurrió a Donovan para obtener la libertad de los prisioneros de Bahía de Cochinos. Representando oficialmente al Comité de Familias Cubanas para la Liberación de los Prisioneros de Guerra, Donovan viajó de ida y vuelta entre Nueva York y La Habana a principios y finales del otoño de 1962 (las negociaciones fueron interrumpidas por el dramático descubrimiento de misiles soviéticos en la isla), asegurando su libertad en Nochebuena a cambio de 62 millones de dólares en envíos estadounidenses de alimentos, productos farmacéuticos y equipos médicos. Cuando esas intensas negociaciones culminaron a fines de diciembre, la CIA le pidió a Donovan que obtuviera un “bono” navideño de Castro: la liberación adicional de veintidós ciudadanos estadounidenses encarcelados en Cuba como espías. (Tres de ellos eran miembros de un equipo de técnicos de audio de la CIA capturados en septiembre de 1960 colocando dispositivos de escucha en las oficinas de la Agencia de Noticias Nueva China en La Habana). “Ya hice los panes y los pescados”, dijo Donovan a sus colegas. "Ahora quieren que yo también camine sobre el agua". 


Back Channel to Cuba: The Hidden History of Negotiations between Washington and Havana, por William M. LeoGrande y Peter Kornbluh. UNC Press, noviembre de 2015.


Basándose en la buena voluntad y la estrecha confianza que había establecido con Castro, Donovan regresó a La Habana el 26 de enero 1963. Llevaba una propuesta de canje de prisioneros: los ciudadanos estadounidenses por cuatro cubanos en cárceles estadounidenses. Entre ellos había un agregado cubano en la misión de la ONU y dos cubanos residentes en Nueva York que estaban acusados ​​de planear actos de sabotaje allí; el cuarto era un cubano condenado por asesinato en segundo grado por matar a una niña de 9 años. (Fue alcanzada por una bala perdida durante una pelea con cubanos anticastristas cuando Castro habló en la ONU en septiembre de 1960). Castro parecía interesado. Sin embargo, mientras Donovan abordaba su avión para Estados Unidos, el edecán de Castro, el Dr. René Vallejo, lo llevó aparte y le expresó un interés cubano adicional: el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Washington.

Cuando Donovan regresó a La Habana el 14 de marzo, nueve ciudadanos estadounidenses adicionales formaron parte del trato: desafortunados buceadores cuya balsa salvavidas había llegado a una playa cubana después de que su bote se hundiera. Si Donovan podía convencerlo de que no eran saboteadores, dijo Castro, los dejaría ir. En sus negociaciones, acordaron evitar definir el canje como un canje de prisioneros. Castro concedería el indulto a los prisioneros estadounidenses en reconocimiento del trato de Bahía de Cochinos y de los últimos envíos de medicamentos de abril; Estados Unidos posteriormente liberaría a los prisioneros cubanos, también como un acto de clemencia. Como un gesto de buena voluntad, Castro permitió que Donovan se llevara con él a su partida a dos mujeres estadounidenses: Geraldine Shamma, una socialité reclutada por la CIA para espiar a Castro y Martha O'Neal.

Donovan voló a La Habana el 5 de abril para finalizar el intercambio, traía la prueba de la página del artículo de The Nation, una cámara Polaroid como regalo para Castro y llevó consigo a su joven hijo. Su hijo era "lo último en habilidad para el juego", señaló Donovan más tarde, según la biografía de Phillip Bigger, Negotiator. “Castro tiene un niño de catorce años. Esperaba que la presencia de mi hijo de dieciocho años inspirara confianza y causara una impresión favorable en Castro”. De hecho lo hizo. Castro llevó a Donovan y a su hijo en una expedición de pesca de un día a Bahía de Cochinos (Fidel personalmente atravesó quince peces, uno de ellos de cuarenta libras) les dio un recorrido por una nueva granja de cocodrilos y un cercano complejo vacacional  de trabajadores, y los llevó a un juego de béisbol para niños. Fidel estaba "muy contento" de que "yo trajera a mi único hijo", como informó el Dr. Vallejo a Donovan. Castro "quería asegurarse de que a mi único hijo se le mostrara todo y se le tratara bien", y el líder de Cuba se sintió "muy feliz de que yo tuviera tanta confianza en él para hacer esto".


Fidel Castro pesca con arpón en Bahía de Cochinos durante el viaje con Donovan

En sus negociaciones, Donovan usó hábilmente el artículo de The Nation para plantear la perspectiva de mejores relaciones con Washington si la liberación de prisioneros tenía éxito. El perfil en The Nation, junto con una gran cobertura en Look, Life y The Saturday Evening Post, sugirió, reflejaba un cambio en las actitudes estadounidenses hacia la Revolución Cubana a raíz de la crisis de los misiles. El ciudadano medio, dijo Donovan a Castro, “simplemente no podía ver involucrar a Estados Unidos en una guerra nuclear para restaurar vagamente a Cuba en Batistaville”, una referencia a la era de Fulgencio Batista, el dictador respaldado por Estados Unidos y derrocado por la Revolución Cubana. El público estadounidense no quería que Cuba se convirtiera en un satélite soviético, dijo, pero “tampoco pensé que la gente de Estados Unidos tuviera la intención de que fuera un satélite de Estados Unidos; que se respetaría la integridad de la revolución siempre y cuando todos sus esfuerzos estuvieran dedicados al mejoramiento del pueblo cubano”.

Cuando Castro preguntó cuál sería el impacto del artículo de The Nation, Donovan le dijo: “Pensé que sería estudiado de inmediato por intelectuales, liberales, redactores y diversos moldeadores de la opinión pública; que también se estudiaría en los círculos gubernamentales". Según una transcripción de un interrogatorio de la CIA con Donovan después de su regreso, él le dio el último cumplido a la revista: “Dije que pensaba que mientras que los artículos de Life y Look reflejaban la opinión pública en general, el artículo de The Nation era uno intentando liderar la opinión pública".

Su discusión del artículo condujo directamente a la primera conversación seria entre Castro y un representante de Estados Unidos sobre cómo normalizar las relaciones entre Washington y La Habana. Como Donovan relató más tarde en el informe de la CIA, "Dijo bien, en vista de la historia pasada de ambos lados, aquí el problema de cómo iniciar cualquier relación era muy difícil". A lo que Donovan respondió: "¿Estás familiarizado con los puercoespines?" Castro dijo que sí. “Entonces dije, ¿ahora sabes cómo hacen el amor los puercoespines? Y él dijo que no. Y dije, bueno, la respuesta es 'con mucho cuidado', y así es como usted y los EE. UU. tendrían que entrar en esto, pero sobre los detalles, esto tendría que dejarse a discusiones diplomáticas de sentido común".


El Fiscal General Robert Kennedy y Donovan

Cuando Donovan voló de regreso a Florida el 9 de abril, estaba acompañado por los nueve buzos y un misionero que Castro determinó que podían ser liberados. El líder cubano pareció persuadido por los argumentos de Donovan de que los prisioneros eran un obstáculo para mejorar las relaciones con Estados Unidos. "Ahora que me ha mostrado el artículo en The Nation", le dijo Castro a Donovan, "estoy preparado para arriesgarme en su análisis de la situación y sus profecías sobre lo que debería suceder". Considerar a los estadounidenses como "un activo de negociación" no le interesaba a Cuba, admitió, porque "quizás está impidiendo que se logre algo más constructivo". Castro prometió que si Donovan regresaba el 22 de abril, "se los entregaré todos".

Dos semanas después, Donovan regresó a La Habana por última vez. Como prometió, Castro liberó a veintisiete ciudadanos estadounidenses más; veintiuno, incluidos los tres agentes de la CIA, regresaron con el negociador estadounidense a una base de la Fuerza Aérea cerca de Miami. El mismo día, el Departamento de Justicia de Kennedy liberó a los cuatro cubanos en Nueva York "por el interés nacional". Fueron trasladados en avión a Florida y luego repatriados a La Habana.

Castro esperaba claramente que la cooperación entre Estados Unidos y Cuba sobre los prisioneros allanara el camino para mejores lazos. “Pensó que los Kennedy estaban tratando de adoptar una política aquí y que tal vez la detención de estos prisioneros estaba impidiendo la formulación de una política clara”, informó Donovan a sus encargados de la CIA. Una vez que se haya resuelto el problema de los prisioneros, agregó, el gobierno cubano creía que la administración Kennedy desarrollaría un enfoque que sería "constructivo y en (sus) mejores intereses".


El Presidente John F. Kennedy con el candidato al Senado por New York, James Donovan (1962)


En la primavera de 1963, la Casa Blanca de Kennedy comenzó a reconsiderar los méritos de un enfoque más constructivo de Cuba. Aunque Donovan no participó como negociador, como esperaban tanto él como Castro, en el otoño la administración utilizó a otros intermediarios para entablar un diálogo secreto con Cuba. En una cruel coincidencia de la historia, el mismo día en que Kennedy fue asesinado, uno de sus emisarios se reunía con Castro en la playa de Varadero, cerca de La Habana, “en una misión de paz” para las futuras relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

Sesenta años después, el legado de la diplomacia del "sentido común" de Donovan continúa resonando. De hecho, en 2023 Washington y La Habana todavía necesitan un “metadiplomático” para resolver sus diferencias. Las circunstancias son similares: Cuba, bajo el liderazgo de Raúl Castro, ha manifestado reiteradamente su interés por el diálogo; el apoyo público estadounidense a las relaciones normalizadas ha aumentado considerablemente; y, al igual que Kennedy, el presidente Obama pareció estar “buscando a tientas” una mejor política. Pero una vez más, los presos en ambos países demostraron ser un obstáculo para las negociaciones. Los cubanos retenían al subcontratista estadounidense Alan Gross, ahora en su cuarto año de encarcelamiento por intentar ilegalmente establecer una red de comunicaciones por satélite en Cuba como parte del Programa de Planificación de Contingencias y Democracia en Cuba de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (NdelE: recuerden que este artículo fue escrito en 2013) y Estados Unidos retiene a los "Cinco Cubanos", que incluyen a cuatro espías cubanos, ahora en su decimoquinto año de prisión por realizar operaciones de espionaje, en su mayoría contra grupos de exiliados con pasado violento, y un agente que ha sido puesto en libertad condicional pero permanece legalmente confinado en Florida. Así como Fidel Castro enfatizó el concepto de clemencia en el canje de prisioneros de 1963, Raúl Castro ha pedido “gestos humanitarios” mutuos para resolver estos obstáculos para mejorar las relaciones bilaterales.

La lección de historia de Donovan sobre “cómo funciona la metadiplomacia” demuestra que, con creatividad y perseverancia, un acuerdo entre Estados Unidos y Cuba es factible. Un diálogo que incluya el tema de los presos sigue siendo “de interés nacional” en ambos países y podría generar más amplios y mejores vínculos. Sesenta años después, es posible cumplir la "obstinada esperanza" de Donovan de tener relaciones normales. Como le dijo a The Nation en 1963, "Este es un trabajo que requiere mucha paciencia".


Peter Kornbluh


Resumen de Peter Kornbluh de los documentos que se conservan en National Security Archive de la Biblioteca de la George Washington University (Washington, DC, Libro informativo N° 542, editado por el mismo Peter Kornbluh). 


- "Los documentos muestran que después de la crisis de los misiles cubanos, Donovan involucró a Castro en discusiones sobre la mejora de las relaciones de Estados Unidos con Cuba y predijo que, eventualmente, "se podría lograr un ajuste de opiniones".

- El fiscal general Robert Kennedy logró reclutar en secreto a Donovan para emprender una misión clasificada como "Proyecto Misericordia" que se relatan en "Back Channel to Cuba: The Hidden History of Negotiations between Washington and Havana". "En la naturaleza respetuosa de sus conversaciones", según el libro, "Castro encontró al primer representante estadounidense de confianza con quien pudo discutir seriamente cómo La Habana y Washington podrían avanzar hacia la restauración de la civilidad y la normalidad en la oscura estela de Bahía de Cochinos y la crisis de los misiles cubanos”.

- La CIA, el Departamento de Estado y el NSC intentaron influir en el presidente Kennedy en la respuesta de Estados Unidos al interés de Castro en un acercamiento, establecer condiciones previas no negociables: cortar los lazos de Cuba con la URSS y poner fin a la interferencia cubana en otras partes de América Latina. 

- Un memorando de la CIA: "Instrucciones para James Donovan" dice que Castro "debería ser persuadido para que expulse a los comunistas de su gobierno". Si Castro no estaba de acuerdo las instrucciones de la CIA decían que Donovan debía "pintar para Castro ... el cuadro permanentemente negro que prevalecerá, con un solo resultado final, si Cuba continúa haciendo de Estados Unidos su enemigo".

- Kennedy adoptó una posición mucho más discreta, “no queremos presentarle a Castro una condición que obviamente no puede cumplir".

- El director de la CIA, John McCone, se reunió en secreto con Donovan varias veces para brindarle apoyo encubierto, le proporcionó una hoja de códigos para las comunicaciones telefónicas y de texto mientras estaba en Cuba y Florida. 

- La CIA actuó como intermediaria con el Congreso y las empresas farmacéuticas que aportaron los medicamentos, creando una cuenta especial secreta de varios millones de dólares para los medicamentos, se dice que finalmente no se utilizó fondos de la CIA para pagar las medicinas y alimentos. 

- Se desestimaron los pedidos del jefe de la "Operación Mangosta", Edward Lansdale, para una operación de propaganda negra contra Castro. 

- Un equipo de oficiales de la división de operaciones encubiertas de la CIA decidió que podían usar el acceso de Donovan a Castro para asesinar al líder cubano. "idearon un plan para que Donovan fuera el proveedor involuntario de un traje de buceo y un respirador contaminado". A principios de abril de 1963, Donovan le dio a Castro el traje de neopreno y un reloj de buceo, como un generador de confianza. 

- La crisis de los misiles en octubre de 1962, obligó a suspender los viajes secretos de Donovan a Cuba.


National Security Archive

Peter Kornbluh

* En esta publicación se encuentran ANEXOS varios documentos 

20 septiembre 2022

Fidel Castro: De ídolo de New York (1959) a "demonio" comunista (1960)



 

por Tito Andino

Selección de textos y fotografías 


     New York, abril 1959


Nota: Este no es un post pro-castrista, ni mucho menos comunista, es un recuerdo histórico rico en anécdotas y excelente material fotográfico. Las fuentes de consulta en inglés son elocuentes ante cualquier crítica. ¿Qué la visita de Castro a EEUU fue aprovechado como propaganda? es algo que haría cualquier político en el mundo. La moraleja de esa visita es simple: Washington se equivocó. Fueron los estadounidenses quienes recibieron como héroe a Fidel Castro en 1959 y como no los complació, a los pocos meses, lo trataron con todo desprecio, condenando a Cuba al bloqueo económico más largo de la historia. Si el lector desea conocer el punto de vista del editor de este blog respecto a Cuba, la revolución y el presente, puede consultar el artículo: 8 de enero, tiempo para recordar a Cuba.



Fidel Castro en New York, 1959-1960

Revisaremos las visitas de trabajo del Comandante Fidel Castro Ruz, tras la reciente victoria de la Revolución Cubana. Aquella gira internacional en calidad de Primer Ministro del 15 al 29 de abril de 1959, que incluyó: Washington D.C., Princeton, Lawrenceville, Nueva York, Boston y Houston (en ese recorrido tuvo tiempo de hacer una parada en Montreal - Canadá. La gira se extendió por el Caribe y Sudamérica).


Fidel Castro comparece ante la prensa al arribar a Washington D.C., 15 de abril de 1959 (foto: Warren K. Leffler)

Washington, DC. Fidel Castro dirigiéndose a la Sociedad Estadounidense de Editores de Periódicos. ( Keystone Vía Getty Images)

El líder cubano aprovechó la popularidad del momento, apenas tres meses antes los "barbudos" revolucionarios derrocaban a la dictadura de Batista, conmocionado al mundo. Pese al carácter revolucionario y socialista del Movimiento Guerrillero 26 de Julio, Estados Unidos no se alarmó demasiado con el resultado y pensaba que una negociación evitaría la pérdida de su influencia sobre la isla y recuperar las ingentes inversiones económicas de empresarios y corporaciones estadounidenses. Es decir, antes de que el gobierno de los Estados Unidos lo demonizara en la década de 1960 por las reformas de estado que, de a poco, lo arrojaron en brazos de la Unión Soviética tras la invasión de Bahía de Cochinos (1961) y la casi inmediata Crisis de los Misiles (1962), un acto que condujo al mundo a una eventual aniquilación nuclear.


Arriba: Cientos de personas se apostan en las afueras del hotel The Statler de New York, 21 de abril de 1959, para mirar el arribo del Comandante Fidel Castro. (foto de  Alberto Korda. En el Centro: Debido a varias amenazas contra la vida de Castro, detectives de la policía de New York escoltan su automóvil al salir del Statler Hilton, 25 de abril de 1959, (Carl T. Gossett Jr.,The New York Times). Abajo: El New York Daily News afirmó que "Castro contrató a una empresa de relaciones públicas, comió perritos calientes, besó a mujeres como una estrella de rock y cargó a bebés como un político". (Carl Gossett, New York Times Co.)

En el "Overseas Press Club", Castro mostró una edición del New York Journal-American noticias sobre un complot para asesinarlo. 23 de abril de 1959 (Patrick A. Burns, The New York Times)

Fidel Castro había estado antes en New York, la primera vez en 1948 y regresó a Manhattan en 1955 cuando ya era conocido en los círculo de exiliados cubanos, lo tenían como un idealista atrevido por organizar un levantamiento contra el dictador Fulgencio Batista, su presencia se debía para recaudar fondos para la revolución (le fue bien en la colecta), incluso abrió una oficina para su organización, M-26-7 (Movimiento 26 de Julio, fecha del fracasado alzamiento). En esos tiempos no era ilegal que un grupo de cubanos aceptara dinero como aportaciones para la revolución. La anécdota es que no pocos estudiantes se ofrecieron como guerrilleros (solo para las vacaciones de verano).


Castro junto a un grupo de niños en una escuela de Queens, aparentemente el hijo del Comandante vivía en secreto en los EEUU mientras su padre dirigía la Revolución Cubana (George Mattson Archivo Diario de Nueva York). Las siguientes secuencias fotográficas corresponden a la visita de Castro al zoológico del Bronx (fotos vía Getty Images)

El día de Año Nuevo de 1959 el mundo conoció la inesperada victoria de "Los Barbudos" de Cuba que ofrecieron estabilidad y un futuro democrático a la isla. En Estados Unidos la juventud los idolatró "como libertadores jóvenes y sexys". La surrealista visita de Fidel Castro en abril de 1959 a Nueva York tenía todos los indicios de ser un rotundo éxito, y así fue, durante cinco largos días el Comandante Fidel Castro se convirtió en un héroe aclamado.


Arriba: Castro fue invitado al baile de Fotógrafos de la Prensa de Nueva York. (Archivo Hulton,  Via Getty Images) Abajo: firmando un autógrafo a Gladys Feijoo de 19 años (George Lockhart NY Daily News Vía Getty Images. Castro conoció a Gladys Feijoo, quien había ganado el concurso de belleza del periódico La Prensa, 22 de abril de 1959 (Robert Walker, The New York Times).

Castro habló ante una multitud de 16.000 personas desde el Naumburg Bandshell en Central Park, 24 de abril de 1959, (Neal Boenzi, The New York Times)


Un famoso artículo rememorando los 60 años de esa histórica visita señalaba que en esos momentos "Castro era ahora tan grande como Elvis, y los neoyorquinos lo acosaban desde el momento en que llegó a Penn Station. Los periodistas lo compararon con George Washington; las mujeres se desmayaron. (“Fidel es lo mejor que les ha pasado a las mujeres norteamericanas desde Rodolfo Valentino”, suspiró una)... (Castro) saltaba a través de las barreras policiales hacia la multitud para estrecharles la mano y decía: “¡Debo saludar a mi público!”). (Fidel Castro´s secret love affair with NYC El amor secreto de Fidel Castro con Nueva York).


Fidel Castro en el "Empire State Building", 23 de abril de 1959 (Patrick A. Burns, The New York Times)


Fidel Castro toda una celebridad en New York y en los Estados Unidos en abril de 1959. Arriba: Visitando el Capitolio y el Lincoln Memorial en Washington D.C.  Medio: Castro saliendo del Statler Hilton (ahora Hotel Pennsylvania) donde se hospedaba durante su visita, 21 de abril de 1959 (Patrick A. Burns, The New York Times); y, una impresionante fotografía en "Cotton and Sugar Exchange", de la 79 Pine Street, allí golpeó el mazo para comenzar el comercio del día, 24 de abril de 1959 (Meyer Liebowitz, New York Times). Abajo: Castro estrecha la mano del vicepresidente estadounidense Richard Nixon en Washington, 19 de Abril de 1959; y visitando la sede de las Naciones Unidas en New York junto a la delegación cubana (Universal History Archive, UIG / Bridgeman Images) 

1960

La loca historia de amor de New York con el Comandante Fidel Castro fue efímera. En septiembre de 1960, como jefe de la delegación cubana ante las Naciones Unidas, retornó a la metrópoli para dirigirse a la Asamblea General de la ONU. Pero esta vez la prensa neoyorquina se mofó de él como “el tipo barbudo”, despertó indignación en muchos círculos, gran parte de sus seguidores del año pasado lo abuchearon, no obstante, ciertos sectores aún guardaban admiración para él. 


Fidel Castro arribando al Statler Hotel en New York, septiembre 1960, no duraría mucho en tal lugar. La visita oficial se debió a su participación en la Asamblea Anual de la Organización de las Naciones Unidas, 18-26 septiembre de 1960.

Los desacuerdos entre Estados Unidos y Cuba ya se sentían debido a las medidas económicas que entraban en vigencia en la isla enfurecido a la Casa Blanca por las políticas de nacionalización de empresas e inversiones estadounidenses en Cuba. Richard Nixon (vicepresidente) decía ya que Castro se estaba inclinando peligrosamente hacia el comunismo. En marzo de 1960, el presidente Eisenhower ordenó a la CIA el entrenamiento de los exiliados cubanos para derrocar a Castro; luego, EEUU suspende la importación de azúcar cubana. En octubre (1960) Eisenhower sanciona el embargo económico contra Cuba, que dura hasta nuestros días; se dictan otras directrices que autorizan a los servicios de inteligencia derrocar y eliminar (asesinar) al Comandante cubano. En enero de 1961, Eisenhower rompe relaciones diplomáticas con Cuba; en abril, el nuevo presidente John F. Kennedy ordena la invasión de Bahía de Cochinos, la fuerza del exilio cubano, auspiciado por la CIA, desembarcó en Cuba, fracaso total. Castro termina alineándose con la Unión Soviética y el modelo socialista a finales de 1961 en busca de ayuda económica, al declararse un "marxista-leninista".

 

Una icónica fotografía de Fidel Castro, su intervención en la Asamblea de la ONU el 26 de septiembre de 1960. (Bettmann/Getty Images) 

En el largo discurso de Castro en 1960 ante la ONU (más de cuatro horas) denunció la agresión del imperialismo estadounidense contra Cuba y otras naciones de América Latina, Asia y África. Declaró que EEUU había "decretado la destrucción" de su gobierno revolucionario. 

Durante la visita de 1960, Estados Unidos prohibió a la delegación cubana salir de Manhattan, el hotel se negó enarbolar la bandera de Cuba y hasta concurrir al comedor del hotel. La reacción cubana fue lógica, amenazaron con dormir en los sofás y en el césped del complejo de la ONU. La delegación decidió mudarse al Hotel Theresa en Harlem "que durante mucho tiempo había sido considerada la capital de la América negra. Fue el primer líder extranjero en permanecer en el barrio, y muchos afroamericanos, que admiraban que hubiera declarado el fin de la discriminación racial en Cuba poco después de asumir el poder, lo recibieron con los brazos abiertos".


Simpatizantes de Fidel Castro se reúnen frente al Hotel Theresa en Harlem (Foto Getty Images)

En "Fidel Castro’s Fateful Visit to New York, 60 Years On" se señala que "fue un brillante golpe publicitario. La ubicación, una bofetada en el corazón desde uno de los barrios más famosos de la América negra, le permitió destacar globalmente los problemas raciales de los Estados Unidos. Al insistir en las desigualdades evidentes en Harlem y sus alrededores, Castro pudo retratarse a sí mismo como la voz de los oprimidos y los desfavorecidos, un mensaje que fue particularmente resonante en África, donde los movimientos de independencia antiimperialistas estaban en pleno apogeo. Casi de la noche a la mañana, el líder poco conocido se convirtió en un importante punto de referencia para otras naciones no alineadas".


Castro y su delegación cenando en el hotel Theresa en Harlem, junto a los empleados del hotel. (Archivo Hulton Via Getty Images)

Eisenhower se negó a invitar a Castro al almuerzo para los jefes de estado latinoamericanos, Castro organizó su propia gran fiesta e invitó bistecs al personal afroamericano del hotel Theresa. Varios líderes mundiales se dirigieron a Harlem para charlar con Castro en el hotel Theresa, se reunió con personalidades del momento, destacando: el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, el líder indio Jawaharlal Nehru, el soviético Nikita Khrushchev, Allen Ginsberg, Malcolm X (y miembros de la Nación del Islam), entre otros. 


20 septiembre 1960, Nikita Khrushchev, Primer Ministro y Presidente del Consejo de Ministros de la URSS junto al Primer Ministro de Cuba Fidel Castro  rodeados por la policía y la multitud frente al Hotel Theresa en Harlem durante su visita a Nueva York


A pesar del giro anti-Castro, los titulares de la prensa estadounidense dedicaron largas jornadas al líder cubano. En el ocaso de su vida, el Comandante Fidel Castro dio un discurso en la iglesia de Riverside (año 2000) expresando que “en Harlem es donde tengo a mis mejores amigos”. (Castro regresaría a Nueva York por visitas oficiales a la sede de las Naciones Unidas  en 1979, 1995 y 2000).


Septiembre 1960. Arriba: Fidel Castro saludando al presidente egipcio Gamal Abdul Nasser y el primer ministro de la India Nehru, en las afueras del hotel Teresa en Harlem, New York. Abajo: Castro y Malcon X en el hotel Theresa. 

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Fuentes de consulta

Fidel Castro´s secret love affair with NYC  BBC

Fidel Castro arrives in New York  History

Castro Takes Manhattan: Vintage Pictures of El Comandante as Tourist  New York Times

Fidel Castro in the US: cars, cigars and a meeting with Malcolm X  The Guardian (Londres)

Fidel Castro’s Fateful Visit to New York, 60 Years On  Americas Quarterly

Fidel Castro Stayed in Harlem 60 Years Ago to Highlight Racial Injustice in the U.S. Smithsonian Magazine

60 Years Ago, 'Fidelmania' Took New York City By Storm  NPR Breaking News

Here's A Bunch Of Pictures Of Fidel Castro Chilling In New York City  BuzzFeed.News

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