por Tito Andino
Recopilación de prensa internacional
Para iniciar, el único deseo esperado es que el alto el fuego en la Franja de Gaza se haga realidad. ¿Será esto consecuente también en Cisjordania? Recordemos que este es el segundo alto el fuego logrado en lo que dura el conflicto, el primero tuvo lugar en noviembre de 2023 y duró solo seis días. Se espera que tras este nuevo acuerdo se alivie la situación humanitaria y, sobre todo, se estabilice la situación en Gaza (en toda Palestina en realidad) a largo plazo. El final -obviamente- es resolver el conflicto israelí-palestino.
¿Puede ser factible lograr una solución global al conflicto israelí-palestino reconociendo una base jurídica internacional? ¿incluirá la formación de un Estado palestino independiente? ¿es posible la paz y seguridad entre Palestina e Israel? Aunque sigue sonando quimérico, abogar por una solución de dos Estados, como se aprobó en 1947, sigue siendo la única vía posible para lograr una "paz" duradera. El estatus de Jerusalén será siempre el dilema... Hay cuestiones irreconciliables.
La extrema derecha israelí, que forma parte del gabinete de Netanyahu, amenaza con retirarse del gobierno, son partidarios de continuar con la guerra, consolidando sus nuevas posiciones y avanzando con el programa de expulsión de los palestinos de Palestina y tiene mucho apoyo. Durante 42 días que se establece el cese al fuego pueden pasar muchas cosas... El camino está sembrado más de dificultades que de esperanzas porque sigue denunciándose los persistentes intentos israelíes de sabotear el acuerdo de alto el fuego con ataques a Gaza.
No habrá la menor duda de que los halcones israelíes trataran de incitar a la violencia y romper los compromisos. ¿Será un auténtico alto el fuego o sólo una estafa planeada para cumplir una agenda? Lo que hagan los extremistas colonos israelíes en Cisjordania y Gaza, que acosan a los palestinos en sus aldeas, está por verse, porque el alto el fuego contempla el regreso de desplazados palestinos a sus aldeas. Israel ha sufrido una derrota política al firmar el acuerdo (para otros una "rendición encubierta").
Mohamed bin Abdulrahman al Thani, primer ministro de Catar, anunció que con la mediación de Catar, Egipto y Estados Unidos, el pasado 15 de enero, Israel y Hamás acordaron un alto el fuego por 42 días, que entró en vigor el pasado 19 de enero.
La primera fase de ese acuerdo contempla la liberación (canje, según el Acuerdo) de 33 israelíes retenidos por Hamás a cambio de unos 1.000 prisioneros palestinos. El segundo punto es el repliegue de las fuerzas israelíes hasta las fronteras de la Franja de Gaza, pero, queda establecido que las tropas permanecerán dentro de sus límites por el momento... ¿hasta cuándo?. Se convino que entrado en vigencia el alto el fuego, se permitirá el ingreso progresivo de suministros de ayuda humanitaria a Gaza (alimentos, medicina, combustible, los palestinos recibirán 200.000 tiendas de campaña y 60.000 casas prefabricadas móviles).
A continuación un enfoque israelí.
Por primera vez, Israel acaba de perder una guerra
For the fist time, Israel just lost a war
David K. Rees - The Times of Israel
"Durante años, Israel se ha visto obligado a luchar guerra tras guerra para defenderse. Ganó las guerras de 1948, 1967 y 1973. En 2006 luchó contra Hezbolá y empató.
Pero eso acaba de cambiar. El acuerdo de paz que acaba de firmar con Hamás fue claramente una victoria para Hamás y una derrota para Israel. No es de extrañar que la gente de Gaza esté aplaudiendo.
Esto es lo que Hamás ganó en esta guerra:
1. Volvió a la opinión mundial contra Israel.
2. Ha negociado la liberación de cientos de prisioneros palestinos, muchos de los cuales han sido sentenciados a cadena perpetua.
2. Aunque algunos de sus líderes fueron asesinados, serán reemplazados por otros nuevos.
3. Aunque muchos de sus combatientes fueron asesinados, según informes de prensa, Hamás ha estado reconstruyendo su ala combatiente, que ahora tiene 12.000 soldados en Gaza.
4. Hamás ha demostrado que Israel está dispuesto a renunciar a enormes cantidades para obtener una pequeña cantidad a cambio.
5. Hamás puede afirmar con orgullo que la masacre del 7 de octubre de 2023 produjo resultados fabulosos. De hecho, Israel es más débil ahora que el 6 de octubre de 2023.
6. Realmente vale la pena tomar rehenes.
7. Aunque gran parte de Gaza ha sido destruida, el mundo está a punto de proporcionar enormes sumas para reconstruirla. Se puede esperar que una cantidad significativa de estas sumas termine indirectamente en las arcas de Hamás.
8. Hamás seguirá controlando Gaza. La UNRWA seguirá como hasta ahora.
9. La guerra ha creado una grave división entre Israel y los Estados Unidos.
10. Inicialmente, Hamás sólo tendrá que liberar a tres rehenes. Tendrá que liberar a cuatro rehenes más poco después. Durante la primera fase del acuerdo, sólo se liberará a un total de 33 rehenes. Israel puede intercambiar más prisioneros palestinos retenidos por Hamás por más rehenes después de eso. Así, al final de la primera fase del acuerdo, Hamás podrá seguir reteniendo a unos 30 rehenes, algunos de los cuales pueden estar ya muertos.
10. Israel ha fracasado en sus objetivos, como se declaró al comienzo de la guerra, que incluían la eliminación total de Hamás en Gaza.
11. Es rentable cometer crímenes de guerra, incluidos no sólo los crímenes de guerra que cometió Hamás durante la masacre del 7 de octubre, sino también el lanzamiento de miles de misiles contra Israel, cada uno de ellos un crimen de guerra.
12. El coste para Israel de esta guerra ha sido enorme. No solo Hamás ha podido matar a más de 400 soldados israelíes en Gaza desde la masacre del 7 de octubre, sino que la deuda nacional de Israel ha aumentado sustancialmente y su economía también se ha visto afectada. Se ha estimado que la actividad económica de Israel se ha reducido más del 20% por la guerra.
13. Aunque Israel obtendrá un respiro de las fuerzas de Hamás en Gaza, todavía tiene que lidiar con los sectores restantes del eje de resistencia de Irán, incluidos los hutíes y Hamás en Cisjordania, e Irán.
14. Israel comenzará a retirar sus tropas de Gaza y, por ahora, la matanza cesará.
Lo que Israel ha conseguido que NO tenía el 6 de octubre de 2023.
1. Casi nada.
El acuerdo consta de tres fases. Al parecer, los términos de la primera fase ya se han acordado. Las fases dos y tres requieren negociaciones adicionales. Hamás podría negarse a negociar condiciones razonables durante estas fases, asegurándose de no dar nada más a Israel. No todos los rehenes serán liberados. Hamás todavía podrá reconstruir su sistema de túneles, del que todavía queda aproximadamente el 40%.
No es la primera vez que Hamás e Israel libran una guerra y se llega a un acuerdo. En todas las ocasiones, Hamás ha incumplido su palabra y ha iniciado otra guerra. La última vez fue en 2021. Desde entonces, ha permitido que Qatar le lleve millones de dólares en ayuda a cambio de la paz. De hecho, durante los dos años siguientes, Hamás construyó su complicado sistema de túneles y miles de misiles mientras se preparaba para la masacre del 7 de octubre. No hay motivos para creer que Hamás NO incumplirá su palabra y volverá a atacar a Israel desde Gaza.
Hay una ironía en todo esto. Netanyahu vendió su alma a los partidos políticos racistas, ultrarreligiosos y de extrema derecha liderados por Smotrich y Ben Gvir para formar una coalición que le permitiera convertirse una vez más en Primer Ministro de Israel. Para lograrlo, les dio a Smotrich y Ben Gvir ministerios importantes y un gran control sobre Cisjordania, mientras que mantuvo el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Defensa para el Likud. Lo hizo creyendo que era fundamental que él fuera el Primer Ministro en cualquier guerra futura, que se esperaba que estallara durante su mandato actual. Lamentablemente, en lugar de dejar como legado el de un hombre capaz de defender a Israel, pasará a la historia como el primer Primer Ministro de Israel en perder una guerra".
Dando continuidad a lo anterior de la prensa israelí, el portal estadounidense "The Last American Vagabond" mediante un artículo de Robert Inlakesh titulado apropiadamente "The Gaza Ceasefire: A US-Israel Defeat Or Another Trick?" (El alto el fuego en Gaza: ¿una derrota de Estados Unidos e Israel o un truco más?), merece un resumen casi textual de su amplio reportaje.
El acuerdo de alto el fuego es exactamente la misma propuesta presentada hace ocho meses. Joe Biden señaló que el acuerdo de alto el fuego que acepta Hamás es casi idéntico al acuerdo que se puso sobre la mesa en mayo de 2024. Biden presentó su propuesta de alto el fuego en tres fases, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la ratificó por unanimidad. Por su parte, Antony Blinken promovió una versión desarrollada del plan elaborado junto con sus aliados israelíes.
Netanyahu intentó retrasar la implementación del acuerdo debido a que los medios israelíes impulsaron la narrativa de una derrota israelí, enmarcando el alto el fuego como un acuerdo de rendición. Itamar Ben Gvir, fanático ministro de Seguridad israelí, amenazó con la dimisión de su partido "Otzma Yehudit" de la coalición gobernante. El acuerdo está en marcha, pero existe un considerable rechazo en un amplio segmento israelí.
Algo pasó con la primera propuesta, Hamás anunció oficialmente que había aceptado el acuerdo presentado, pero la respuesta de Israel fue ignorar el llamado del presidente Biden, optando los israelíes por lanzar una invasión que conquistaría el cruce de Rafah entre Egipto y Gaza, bloqueando toda entrada de ayuda, como consecuencia, más de un millón de refugiados palestinos huyeron del sur de Gaza.
Israel argumentó que no podía "ganar" su guerra sin invadir Rafah. Se supone que sería la última ofensiva y que permitiría implementar el cese al fuego, porque primero debía darse la "destrucción" completa de Hamás y el regreso de los cautivos de Israel; en ambos casos, el alto el fuego fracasó.
Blinken afirmó que Hamás había sido degradado por el ejército israelí, se contradijo a sí mismo, afirmando que "Hamás no puede ser derrotado solo con acciones militares... Hamás ha reclutado tantos elementos nuevos como ha perdido"; y que esa capacidad de Hamás para reconstituir su fuerza de combate conducirá a un conflicto perpetuo.
"A juzgar por todas las métricas establecidas para juzgar lo que constituye una victoria israelí-estadounidense, por parte de los propios funcionarios de Tel Aviv y Washington, Hamás ha prevalecido sobre Israel. No solo las Brigadas Qassam, el brazo armado de Hamás, siguen siendo una fuerza de combate capaz, sino que Hamás es quizás más popular ahora que en cualquier otro momento de su historia. Esto suponiendo que el alto el fuego de Gaza se mantenga".
¿Por qué no operó el primer alto el fuego?
Se ha explicado en los párrafos anteriores; además, Biden tuvo el poder para hacer cumplir un alto el fuego en mayo (2024), pero la situación era incómoda en la región. Hezbolá lanzaba ataques diarios contra objetivos militares y había desplazado a unos 100.000 israelíes de sus asentamientos en el norte. Por otro lado, Irán ofrecía un liderazgo en Asia Occidental, perjudicando la proyección de poder de Estados Unidos e Israel. Tenían que actuar contra Hezbolá e Irán (explosiones de buscapersonas, asesinato de los principales líderes de Hezbolá, el ataque de Israel contra el Líbano, el asesinato del líder de Hamás, Ismail Hanniyeh, en Teherán, el asesinato de altos funcionarios militares iraníes). Hezbolá pudo evitar cualquier avance israelí significativo sobre el sur del Líbano y sabiendo que el resultado inevitable de la guerra sería un punto muerto, optó por tomar un acuerdo de alto el fuego de 60 días, el 27 de noviembre 2024. Ese mismo día grupos armados encabezados por Hayat Tahrir al-Sham lanzaron una ofensiva para apoderarse de la ciudad siria de Alepo, en once días derrocaron al gobierno de Bashar al-Assad, inmediatamente Israel invadió todo el territorio de los Altos del Golán sirios y más allá, eliminaron la mayor parte del equipo militar del ejército sirio en la mayor campaña aérea jamás vista en la historia de la fuerza aérea israelí.
"Con esta nueva percepción del poder y una serie de victorias tácticas, Israel estaba en una posición mucho más fuerte para negociar con Hamás". Además, la transición presidencial estadounidense tiene mucho que ver con el momento del acuerdo.
"Donald Trump es la figura pública más popular entre los israelíes y goza de un enorme apoyo de los extremistas de derecha. En el pasado, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, había temido firmar un alto el fuego debido a la amenaza que representaban sus ministros extremistas Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich. La administración Trump, sin embargo, tiene el poder de anular las amenazas de la alianza Sionista Religiosa de colapsar el gobierno de coalición de Netanyahu".
Afirma Robert Inlakesh en su artículo que, Israel nunca estuvo realmente librando una guerra con un conjunto claro de planes militares. No tenía ni idea de dónde estaban sus cautivos, ni de cómo desmantelar a Hamás o a los otros grupos palestinos, y sus soldados nunca libraron ninguna batalla real, los israelíes querían reducir las bajas de soldados a toda costa, perseguían un objetivo genocida y no la derrota militar de Hamás. "El ejército israelí no estaba librando una guerra sobre el terreno, sino que entraba en zonas con el fin de destruir la infraestructura civil, buscando ocasionalmente túneles para sellarlos con explosivos o para localizar los cuerpos de sus cautivos, la mayoría de los cuales murieron en sus propios ataques aéreos. La verdadera guerra fue contra civiles e infraestructuras, fue una matanza masiva destinada a acabar definitivamente con la 'cuestión de Gaza'. No tenían ningún interés en enviar a sus soldados a duras batallas cara a cara, simplemente buscaban destruir completamente Gaza y torturar a su pueblo, y hacer ambas cosas de manera tan horrible que dejaría a los palestinos incapaces de continuar y al territorio incapaz de funcionar".
Ahora, Israel ha invadido Siria y busca la anexión de Cisjordania, todo lo cual es ilegal según el derecho internacional. "Es probable que Netanyahu se comprometa a completar la anexión a cambio de mantener unida a su coalición extremista". Siria no es un problema en este momento, pero eso podría cambiar rápidamente con el tiempo. Israel no está tan seguro de retirarse del sur del Líbano, también allí opera un alto al fuego temporal (que se supone sirve para negociar la "paz"), incluso se considera como hipótesis una posible invasión del valle de Beka'a (Líbano) a través del territorio sirio. Y, tenemos el "dossier" Irán, los ojos de Israel están claramente puestos en la República Islámica del Irán. Trump con seguridad apoyará esos planes para, en el mejor de los casos, derrocar al liderazgo iraní en Teherán (sembrando el caos, "primaveras", "revoluciones de color" o tramando un complot al estilo de una guerra civil).
La posibilidad real de que Israel abandone el acuerdo de alto el fuego de Gaza está latente, primero conseguir el retorno de los cautivos que han sobrevivido a las bombas de Israel y luego desatar otra ola de infierno contra la asediada Gaza. "Algunos han especulado que esta es ciertamente la intención de Netanyahu, pero no es tan sencillo que su ejército vuelva a ocupar la franja de territorio asediado después de que sus soldados ya hayan luchado durante 15 meses y no hayan hecho ningún progreso significativo hacia el cumplimiento de ninguno de los objetivos declarados de su campaña. No quiere decir que sean incapaces de hacerlo, pero tal movimiento tendría tremendas ramificaciones y podría volver a encender múltiples frentes contra un ejército y una población israelíes ya debilitados.
Si alguna vez hubo un momento para que un alto el fuego tuviera éxito, este es el momento. Si no es así, con probabilidad el conflicto puede transformarse en algo mucho más sangriento".
Conclusión
Para muchos, el bando israelí fue derrotado porque los términos finales del acuerdo son desfavorables para Israel, una "rendición", según se aprecia en la prensa israelí. Es demasiado pronto para evaluar un resultado final. Tengamos presente que, paralizar temporalmente las hostilidades no implica el fin del conflicto ya que las dos partes mantienen sus divergentes puntos de vista; sin embargo, el cese al fuego se aprecia como un triunfo político para Palestina que logró "imponer" sus condiciones. Aun, en el no deseado caso de que el acuerdo fracase, Israel ha sido desenmascarado y la percepción de haber sido derrotado políticamente perdurará.
"La guerra es un fenómeno político, no militar. Las operaciones militares son sólo algunos de los medios a través de los cuales se desarrolla una guerra, pero no son el punto central de un conflicto. De hecho, la guerra es un mecanismo político extremo, donde dos o más entidades políticas se enfrentan utilizando la violencia como arma legítima" (Lucas Leiroz - Fundación Cultura Estratégica).
"Al ser un evento político, el ganador en una guerra es el bando que logra sus objetivos políticos, independientemente de la situación militar. En este sentido, es posible perder todas las batallas militares pero aún así ganar políticamente al final". Vietnam y Afganistán son los mejores ejemplos, Estados Unidos abandonó el campo de batalla sin lograr sus objetivos políticos. Cosa que ha hecho Israel en Gaza, aprecia el analista Lucas Leiroz.
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For the fist time, Israel just lost a war
The Gaza Ceasefire: A US-Israel Defeat Or Another Trick?
Israel lost the war in Gaza from every perspective
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