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20 noviembre 2025

Caricaturas y humor negro en el juicio de Nuremberg



Serie especial conmemorativa de los 80 años de los Juicios de Nuremberg

Primera Parte
Un enemigo ridiculizado y despreciado no es terrible

 

por Tito Andino

Primera entrega:


Hemos revisado una numerosa narrativa tanto del mundo occidental como de la soviética, decantándonos por temas más “frescos”. Este blog, tiene una particularidad, suele distinguirse e inspirarse en artistas soviéticos de la segunda guerra mundial (La Gran Guerra Patria, para ellos) para ilustrar con caricaturas el desarrollo sobre temática bélica.

Inspirado en otros artículos de este blog sobre la segunda guerra mundial en caricaturas, ha surgido la idea de presentar “Los juicios de Nuremberg en caricaturas”, el cien por cien de las ilustraciones que constan en los siguientes reportajes referentes a los procesos de Nuremberg vienen acompañados de dibujos satíricos de reconocidos artistas de esa época como los Kukryniksy, Boris Efimov, Nicolai Zhukov, entre otros.


"La posición de los abogados" (en defensa de sus clientes). Autor: Boris Efimov, 1945

“En Nuremberg”, por B. Klinch, 1946. El abogado señala al cielo: “Dios es testigo de que mi cliente no es culpable de nada... Por cierto, ¿podríamos aplazar el caso hasta que este testigo sea llamado?” (El abogado pide que se posponga el caso hasta que Dios, a quien invoca como testigo, pueda ser llamado a declarar, la caricatura es una crítica a los intentos de los abogados de la defensa de exculpar a los acusados de crímenes de guerra).


Los textos evidentemente, debe destacarse, corresponden a datos absolutamente serios y técnicos fruto de la selección y lectura de una importante cantidad de ensayos referentes a cuestiones como la labor de los intérpretes, los reportajes de la prensa acreditada y el trabajo de artistas gráficos acreditados en Nuremberg. De esta forma, aunque no es inédito, contribuimos con un granito de arena a conmemorar los 80 años de la formación de un nuevo sistema de justicia universal, con defectos, por supuesto, pero que fue el punto de quiebre entre la impunidad y la responsabilidad de los imputados al cometer crímenes de guerra y contra la humanidad.

Es probable que mucha gente se preguntará cómo es posible que un tema demasiado serio de la historia del siglo XX pueda ser llevado a cabo bajo un parámetro que raya en el “sarcasmo”. Nada más alejado de la realidad. La propia historia del siglo XX nos demuestra la manera en que todos (o al menos casi todos) los contendientes ofrecieron a su propia población un ángulo totalmente distinto a la gravedad del conflicto; alemanes, británicos, estadounidenses, soviéticos y otros utilizaron el humor negro, las tiras cómicas y viñetas para burlarse y desprestigiar al enemigo, cada cual a su manera.



Boceto grupal de los acusados en Nuremberg, Kukryniksy, 1945


Los abogados, la última línea de defensa de los acusados nazis en Nuremberg. la imagen es un dibujo a lápiz del artista gráfico Nikolai Zhukov de 1946, fue corresponsal en los juicios. En Nuremberg realizó más de 400 dibujos de los líderes nazis en el banquillo de los acusados.


Como se ha detallado en otras entradas sobre humor político, las caricaturas siguen provocando una reacción emocional, consideradas arma letal durante los años de conflicto, fueron parte de la propaganda en la guerra psicológica. Los talentosos artistas soviéticos dibujaron al terrible, fuerte y despiadado enemigo -que lo era-, ridiculizándole hasta convertirse en miserables, grotescas y feas criaturas para tranquilidad de los civiles en retaguardia. El mando así lo comprendió, la sonrisa era muy necesaria no solo para el pueblo, también despertó alegría espontanea en el soldado del frente, porque éstos realmente asumieron todas las dificultades en los críticos momentos de la guerra.

En el caso soviético, la inspiración de sus artistas se transformó en un arma mortal de un país asediado. A lo largo de la guerra, de hecho los artistas pasaron a la vanguardia, a menudo estaban presentes en las unidades activas del frente, directamente enfrentados con los horrores de la guerra. Las satíricas imágenes fantasmagóricas, pero objetivas, infringieron golpes desbastadores al recrear la historia de la ideología del fascismo. No es exageración cuando escuchamos decir que el artista “mató” al enemigo a través de la risa y la sátira, elevando la moral de los soldados. El artista convirtió el mito de la invencibilidad alemana en desprecio: "Un enemigo ridiculizado y despreciado no es terrible".


“Feliz último año”, por los Kukryniksy (Revista Krokodil, No, 40, 1945). En el texto inferior dice: "En el banquillo de los acusados, a la espera de la horca, están sentados: primera fila: Goering, Hess, Ribbentrop, Keitel, Rosenberg, Frank, Frick, Streicher, Funk, Schacht. Segunda fila: Doenitz, Raeder, Jodl, von Papen, von Neurath, Fritzsche. Los demás acusados, aunque no aparecen en este dibujo, también están sentados en el banquillo en la misma posición".


La posterior presencia de los artistas en los juicios de Nuremberg derrumbó a muchos de esos líderes nazis que habían jurado que colgarían de los postes de las calles soviéticas a estos particulares enemigos. Cuando los Kukryniksy llegaron a Berlín, en mayo de 1945, recrearon el acto de rendición incondicional de Alemania, visitaron el bunker de Hitler y posteriormente viajaron a Nuremberg.

Los principales objetivos de los caricaturistas ya habían entregado sus almas malditas en el averno: Hitler, Himmler, Goebbels; sin embargo, nazis como Goering estaban presentes y conocían al detalle el trabajo de los dibujantes satíricos, aquellos líderes nazis debieron recordar que esos artistas eran parte de las famosas listas negras de enemigos a eliminar, los que tenían que ser ejecutados públicamente al conquistar la Unión Soviética, en particular Moscú.


Dos caricaturas de los Kukryniksy en la revista Krokodil, Izquierda: “La última línea de defensa alemana-nazista. Defensores en acción”, 1945; derecha: “Maestros del Canto de Nuremberg”, 1946, esta caricatura viene acompañada del siguiente texto: “CORO DE LA DEFENSA: Hacemos pasar el comportamiento caníbal por travesuras infantiles… Pero no podemos garantizar que nuestras túnicas sirvan de ayuda”.


Hitler y sus secuaces fueron representados de una manera cómica y estúpida en hojas de papel bajo el lápiz de un talentoso dibujante. Indefensos e impotentes los nazis quedaron expuestos sin piedad al ridículo general. El poder asesino de la sátira sobrevivió ante millares de bayonetas y cañones del poderoso ejército nazi. Se dice que Hitler llegó a comprender su propia impotencia, enfurecido anunció un alto premio por la cabeza de algunos satíricos, también prometió filmar como colgarían a los creativos Kukryniksy.

Boris Efimov, otro destacado dibujante, ya desde el decenio de 1930 fue de los primeros en ridiculizar a Hitler y los nazis. Mucho antes que los Kukryniksy fueran amenazados con la horca, Hitler juró que dispararía personalmente a Boris Efimov (si alguna vez llegaba a Moscú). Otro artista que no escapó de la furia de Hitler fue Vladimir Galba (de Leningrado) quien bromeaba de que su sátira mataba a los soldados alemanes, "cuando la risa mata" es una expresión suya que se entendió en el sentido literal. Galba diseñó unos inmensos lienzos burlescos de Hitler y su cohorte que colgaban en el frente de Leningrado, muchos alemanes murieron intentando arrancarlos. Allí fue cuando Hitler declaró a Galba su enemigo personal y, como a otros, prometió ahorcarlo, esta vez, cuando los alemanes tomaran Leningrado. (ver esta historia de V. Galba en el enlace, notas a pie de página)

La ira del Führer era tal que la orden se extendió para otros artistas de la agencia informativa TASS, debían ser ejecutados en el acto al ser capturados. También el ministro de Propaganda Josep Goebbels sentenció, en ausencia, a la pena de muerte a todos los involucrados en la redacción de TASS, "tan pronto como se tome Moscú, todos los que trabajan en Ventanas TASS serán colgados de los postes de luz".



Los acusados en Nuremberg, caricaturizados por el colectivo Kukryniksy, 1945-1946

Caricaturas de Boris Efimov, 1945


Parte II

REIR CUANDO NO PUEDES

El nazismo a través de los ojos del humor negro

por Víctor Erofeev

Nota. Este es un resumen del artículo del escritor ruso Víctor Erofeev, cuya versión original (en ruso) viene acompañada de una variada cantidad de bromas de humor negro y que por cuestiones de espacio no las incorporamos, como reemplazo, las caricaturas satíricas agregadas por el editor de este blog cumplen ese objetivo.

Izquierda, "Caso de la banda criminal", Kukryniksy, 1943. Derecha: "Se acerca la hora del ajuste de cuentas. Un presagio se cierne sobre Berlín", Boris Efimov, 1943


El escritor Viktor Erofeev, especialmente para el proyecto "Nuremberg. El comienzo del mundo", analiza si hay espacio para el humor en la comprensión de los crímenes nazis, cómo se formó la historia de la sátira antifascista y si la risa es una blasfemia cuando se trata de este tema.

Es indiscutible la conexión entre los Juicios de Nuremberg y el humor negro. Los Juicios de Nuremberg resumieron el aspecto legal de la guerra mundial. Los criminales de guerra nazis fueron condenados. Los principales criminales fueron ahorcados. Se ha pasado la página de la historia. Junto con el, el humor antifascista comenzó a cambiar.

Hasta el veredicto de Nuremberg, todavía había necesidad de humor militar. Este, digamos, es el nombre general del humor antifascista de los años de guerra. Se basa en el discurso del odio, que ha sido plenamente justificado. Los crímenes de los nazis no conocían límites. El lenguaje militar del odio fue hablado por los Kukryniksy, por Boris Yefimov y muchos autores soviéticos de carteles antifascistas. La tarea principal era presentar a los fascistas y sus líderes como seres no humanos dignos de destrucción. En el periodismo, encontramos tal posición en los ensayos de Ilya Ehrenburg ("¡Mata al alemán!"). El poeta Samuil Marshak escribió maravillosos poemas antifascistas que acompañaban las caricaturas satíricas.


Dos carteles de la famosa edición soviética, aclamada en todo el mundo, "Ventanas de TASS". Izquierda: "Cita inevitable. Criminales de guerra", del artista Sergei Kostin y poema de Demyan Bedny. TASS No. 1198, 1945. Derecha: "Bandidos fascistas en su círculo". Artista Mijaíl Cheremnykh, TASS No. 1341, 1946.


Quizás en el poema más notable sobre la guerra, "Vasily Terkin", el discurso de odio estalla en el capítulo "Duelo", donde Terkin lucha cuerpo a cuerpo con un soldado alemán. En esta pelea sin reglas, uno debe matar al otro, y Tvardovsky sugiere ni siquiera pensar en quién es éste alemán y de dónde viene, porque su principal cualidad es ser un sinvergüenza.

Esta no es una palabra al azar (sinvergüenza). Tiene suficiente energía para entender contra quién está luchando el ejército, quién es su enemigo. La construcción de la propaganda de guerra se basa en la negación de la humanidad de los nazis. Tvardovsky logró crear una imagen de una guerra popular sin consignas y entusiasmo por el mando: pocas personas lograron mantenerse en tal plataforma de patriotismo militar. El lenguaje del odio en "Vasily Terkin" está rodeado de tal amor por el héroe y tal humor que es característico tanto del autor como de Terkin que el significado y el propósito de la guerra se vuelven absolutamente visibles.

El hecho de que los fascistas no eran personas también se cuenta en una anécdota de posguerra: “Conversación con un veterano: -¿Y cuántas personas mató durante la guerra? "Ni uno solo”. - ¿Y de dónde sacaste tantos premios? "Maté a los fascistas”.


Una selección de caricaturas de la serie "El zoológico fascista", 1945. del artista ucraniano soviético Boris Efimov


En cuanto a Marshak. Alrededor de la época de los juicios de Nuremberg, sus poemas hablan sobre la necesidad de limpiar ya la revista "Cocodrilo" de la basura de los antihéroes fascistas que aún permanecían. En una de las portadas, imágenes burlonas de hombres de las SS y líderes nazis vuelan al basurero del editor, a un lado hay retratos de caricaturistas famosos hechos por Kukryniksy. Era hora de pasar de los problemas de la guerra a los problemas de la paz.

No hubo humor negro durante la guerra, todo el humor se convirtió en sátira. La sátira es disparar a un objetivo elegido. Hasta hace muy poco, los escritores satíricos se consideraban superiores a los escritores humorísticos. En mi juventud, los visité a ambos. Los satíricos eran considerados luchadores, los humoristas eran payasos literarios. Mucho ha cambiado desde entonces. La importancia de la sátira disminuyó. Disparar directamente a objetivos sociales parece demasiado primitivo, no explica la esencia de los fenómenos. Pero el humor con el tiempo se llenó de contenido más profundo, y el humor negro lo ayudó parcialmente en esto.



Sin lugar a dudas, el ex mariscal del Reich, Hermann Goering fue de los más caricaturizados en los juicios de Nuremberg. Aquí podemos contemplar dibujos de los Kukryniksy, Nicolai Zhukov y Boris Efimov trazadas entre 1945 y 1946.


El enemigo vivía en todos los alemanes. Todos los alemanes eran enemigos. Sin embargo, como muestra el humor alemán de la era nazi, los "alemanes" a menudo se resistían al régimen. Durante los doce años de existencia de la Alemania de Hitler, el humor cambió muchas veces. En los primeros años, reflejaba el miedo al nazismo y, al mismo tiempo, la duda de que el nazismo pudiera convertirse en un mal global. Hubo un período de humor leal asociado con las victorias. Pero después de Stalingrado, comenzó un período de protesta o humor disidente.

El humor disidente tiene una dirección personal. De hecho, los líderes nazis fueron fácilmente parodiados, no solo por los Kukryniksy. Cualquiera que sea el humor alemán de la Alemania nazi, al igual que el soviético en la guerra, no pertenecen a la categoría de humor negro. Pero la propia Alemania nazi finalmente se convirtió en la base del humor negro...


Caricaturas de Rudolf Hess de los Kukryniksy, con la particularidad de que las dos de los extremos son firmadas por Porfiry Krylov y publicadas en su particular "álbum de Nuremberg" 1945


Este dibujo de los Kukryniksy se titula "Estoy loco". 1945


Por lo tanto, estamos tratando con tres formas de humor antifascista que existieron hasta el final del nazismo.

- Esta es una sátira humorística despiadada: el lenguaje soviético del rechazo y el odio, con una pausa durante los años del Pacto Molotov-Ribbentrop.

- En Alemania, este es el humor de protesta, por el que puedes pagar con tu vida.

- Finalmente, en los países aliados, a la menor sugerencia de Chaplin, el ridículo del fascismo se expresa en el humor de la esperanza.

Ahora, teniendo algunas ideas sobre las ramificaciones del humor antifascista, volvamos a los juicios de Nuremberg.

De hecho, al finalizar la guerra, se privó a todos los géneros de humor anteriores de sus cimientos. La esperanza de Chaplin triunfó. El humor de protesta de los alemanes pasó de los nazis a otras esferas. El discurso de odio militar de la Guerra Fría encontró otros objetivos, los generales estadounidenses en carteles soviéticos comenzaron a abrazar el esqueleto de Hitler, pero el nazismo dejó de ser el objetivo principal y real.

Y aquí es donde surge el terreno para el humor negro sobre el nazismo en sus diversas encarnaciones. Aclarando que NO todas las dictaduras son dignas de humor negro.

Las juntas locales, que no reclaman la dominación mundial, las juntas latinoamericanas y de otros países, así como los Jemeres Rojos, no alcanzan el nivel del humor negro. Su maldad paraliza y mata a (un gran número) de personas, es monstruoso, pero no es absoluta.


Dos ilustraciones de la Revista Krokodil. Izq. "¡Acusamos!…", Y. Ganfa, (No. 20, 1945). Representa a prisioneros demacrados de campos de concentración nazis detrás de alambre de púas. Los letreros en ruso en la caricatura enumeran varios campos de concentración: Treblinka, Auschwitz, Buchenwald, Majdanek. Derecha, "Siéntese colega" (Goering) (Krokodil, No. 21, 1966). Artista: M. Abramov. "En una guerra de bandidos, están luchando contra Vietnam. Estados Unidos recurre cada vez más a atrocidades crueles e inhumanas, siguiendo el camino de los criminales de guerra de Hitler". 


El humor negro trata exclusivamente con el mal absoluto. Parece que cuando se ha pasado el punto de no retorno, el régimen que reclamaba la dominación mundial se ha convertido en una metáfora de la desesperación como filosofía de vida.

El tema principal del humor negro es la muerte.

La muerte puede ser abordada desde diferentes discursos. Pero, ¿es posible lidiar con estos discursos?

El humor negro considera la muerte no en un aspecto religioso, sino como una tragedia fisiológica (descomposición del cuerpo, ataúd, tumba), de una manera humillante para una persona.

El discurso de odio a menudo estalla cuando se encuentra con la muerte, pero la muerte es indiferente a ella. El discurso de protesta hacia la muerte es tan carente de humor como el discurso de odio, es más una forma de lamentación.

El humor de la esperanza, por extraño que parezca a primera vista, puede surgir al encontrarse con la muerte, teniendo en cuenta su aspecto religioso y su existencia póstuma. León Tolstói escribió sobre esto (En "La muerte de Iván Ilich", en "Guerra y paz" se habla mucho sobre esto). Pero es precisamente en este momento religioso que la muerte resulta ser más ligera que el tema del nazismo.


Dos ilustraciones que reflejan el mundo real del proceso de Nuremberg. Arriba, obra del artista Nicolai Zhukov, en la serie "De las sombras del pasado", 1971. Abajo: Los Kukryniksy en "La acusación", 1967.


El nazismo no tiene ni puede tener ningún comienzo brillante. El nazismo lleva la muerte en sí mismo, se equipara con la muerte, pero, a nivel del humor negro, es peor que la muerte. Otros temas del humor negro son las lesiones, las desgracias físicas y mentales, la senilidad, las enfermedades graves y los problemas de la infancia.

- El humor negro se burla de una persona y su dolor.

- No hay un final feliz para esta burla.

- Pero el acoso en sí puede convertirse en un final feliz.


El humor negro funciona para desplazar el sufrimiento. Quiere convertirse en ácido sulfúrico, en el que el sufrimiento puede disolverse. Una de las técnicas es la banalización del mal. Esto es literalmente una referencia a Hannah Arendt. No solo los criminales de guerra en los juicios de Nuremberg (casi todos) hablaron con una sola voz sobre su inocencia, refiriéndose al hecho de que estaban siguiendo las órdenes de alguien que ya no estaba entre ellos. Eichmann hizo lo mismo en su famoso juicio. Sin embargo, en cierto sentido, el humor negro toma la misma posición.



Sin duda los Kukryniksy son de los más reconocidos caricaturistas satíricos de la Unión Soviética. Aquí otras tres representaciones de Hermann Goering en los juicios de Nuremberg. Los defensores de los acusados ​​de Nuremberg (posiblemente Lady Astor, en la derecha). Las otras dos refieren al Dr. Stammer (abogado de Goering). "La propia mano es el Señor. Goering, a través de su defensor Stammer, concedió una entrevista a la prensa extranjera". Y, "El último subordinado". 1945.


Izq. Nikolai Sokolov del colectivo Kukryniksy caricaturiza a Wilhelm Keitel. A la derecha, otra reconocida obra de Kukryniksy, los acusados Wilhelm Frick, Julius Streicher, Walther Funk y Hjalmar Schacht.


"Así es la vida", dice. Aprende a aceptarlo tal como es. Incluso cuando es completamente insoportable. Esta apelación a los horrores de la vida banaliza el mal absoluto, al igual que las películas de terror banalizan miedos que son insoportables para la psique. La banalización del mal absoluto tiene lugar a través del cinismo, así como con la invitación del instinto sádico.


 “QUIÉN ESTÁ ORGULLOSO DE QUÉ. Goering (a los demás acusados): ¡Al fin me han apreciado!”. Jaan Yurevich (Sen-Sen) ENZEN, artista de la Estonia soviética, 1946 (en la revista “Pikker”). El texto superior dice: El fiscal estadounidense en los juicios de Nuremberg afirmó que Göring era más peligroso que el propio Hitler y otros líderes del partido nazi. (cita tomada de los periódicos).


El humor negro sirve para cosas irreversibles. Le preocupan cosas psicológicamente insoportables (como el desmembramiento). El humor negro es siempre una provocación. Pero la provocación es diferente. Es necesario distinguir entre dos tipos principales de humor negro. El primero es una reacción directa a los horrores de la vida. El segundo es un juego de humor negro, un juego de provocación. Esto lo hicieron los surrealistas. André Breton, si no inventó, desarrolló el concepto de "humor negro".

El humor negro, como muestra Breton, está relacionado con el tema de la muerte, escribe la investigadora francesa del surrealismo Jacqueline Chénier-Gendron citando una historia que encontró de Freud sobre un condenado que es llevado a la ejecución el lunes, y exclama: "¡Vaya, comienza la semana!", revela el mecanismo en el que, con la ayuda de palabras humorísticas, el espíritu humano intenta resistirse a la muerte misma.


“CADA DÍA ES MÁS CORTO.....”, Mikhail Cheremnykh (revista Krokodil, enero 1946). Texto inferior:  “Ya estamos en enero... Los días se han alargado...” – “Me temo que eso no nos concierne”.


Al mismo tiempo, a pesar de este juego con la muerte, los surrealistas no aceptan el aspecto "trágico" del humor. Aquí, como dicen, está enterrado el perro.

La frontera entre el humor blanco (humorístico, divertido) y su versión negra fluctúa según la cultura individual, social y nacional. El humor blanco ordinario tiene autoría. "Estoy bromeando. Estoy bromeando". El humor negro, por regla general, tiene un autor de carácter. El humor negro, en contraste con el humor blanco (Hegel tiene un concepto de humor objetivo relacionado con el humor blanco), tiene dos aguijones. Hiere tanto al objeto como al propio autor (el sujeto del discurso del personaje). El humor blanco tiene un aguijón. Está dirigido al objeto de la broma y produce varios mordiscos, desde su imitación hasta un estado doloroso. El humor blanco luchó contra el nazismo. El negro mostró su absurdo, a veces irresistible, poder brutal. Un ejemplo: "9 de mayo de 1945. Campo de concentración. Los prisioneros exhaustos se alinean en una fila. Un fascista alemán alto y regordete con un bastón camina a lo largo de la línea: "¡Señores, prisioneros! ¡LA GUERRA HA TERMINADO! ¡GRACIAS A TODOS! ¡TODOS SON LIBRES!"


Izq. “¡Poneos de pie! ¡La sesión está en curso!”. Artista: P. Sargsyan, 1946. Serie “Ventanas de TASS, No. 1299” - Derecha: “Los militaristas deberían recordar el Juicio contra el Fascismo: Una lección de historia”. V. Galba,1985 (Serie Lápices de Lucha”)


Estos son los componentes principales del humor negro "alienado": muerte, fascismo, desgracia infantil irreversible, desmembramiento. Cada broma contiene la humillación de tal o cual persona, el humor negro puede fingir ser infantilmente indecente, el vocabulario obsceno es un participante frecuente en la provocación del humor negro. ¡Ríete cuando no puedas!

Este es un buen momento para enfatizar que el humor negro de personajes, por supuesto, necesita un cierto personaje. Se pone a prueba en los relatos de anécdotas y es un fenómeno heterogéneo. Algunos personajes son bonitos, otros son repulsivos. Otros causan indignación. Es difícil no indignarse por el humor negro sobre el abuelo, participante en la guerra. Al borde de una falta hay una anécdota que, sin embargo, ilustra una idea importante de que los nazis no eran considerados personas.


“Por orden de antigüedad”, K. Eliseev, revista Krokodil No. 33, 1945.  Goering y otros presos en la prisión de Nuremberg. Los líderes fascistas fingen estar locos. En el texto inferior dice (Goering): “¡No te emociones demasiado!: ¡Soy el primero en enloquecer! ¡También soy el primero en la lista de acusados!”


En esta oposición de la risa rusa y occidental hay una cierta disputa con Bajtín, sin embargo, como muestra el análisis del humor negro, también puede existir una risa prohibida y peligrosa entre personas que profesan el orden como los alemanes. Confiados en la desesperación al final de la guerra, se rieron de sus líderes, incluso bajo pena de ejecución.

Nuestro humor negro, dividido por cultura en dos partes, espontánea y artística, se impone tareas imposibles y de alguna manera logra cumplirlas. "Bajando" a los nazis, se ríe de la eternidad negra, la metafísica del infierno.

Los nazis permanecerán en nuestra memoria para siempre. El nazismo como mal absoluto todavía "cuelga" de los alemanes, independientemente de sus puntos de vista. El recuerdo de la guerra está asociado con su sadismo duradero. A veces no nos contenemos y llamamos fascistas a las personas simplemente indeseables. Sin embargo, en nuestro subconsciente, el nazismo se ha arraigado como una maldición.
 

"El último dígito", Kukryniksy, 1945


En cuanto al humor negro en sí, en su caso, la provocación realmente confirma las palabras de Tsvetaeva. El humor negro nos empuja a "reír cuando no podemos", título de este ensayo. Como puede adivinar, es una cita de Marina Tsvetaeva. Sergey Averintsev razonó maravillosamente sobre sus palabras: "La actitud rusa hacia la risa como un "elemento" incontrolable y, por lo tanto, peligroso, como dijo Blok, se expresa encantadoramente en otra poeta, la joven Tsvetaeva: ... Transeúnte, a mí también me encantó ¡Ríete cuando no puedas!"

El humor negro, repito, es similar al ácido sulfúrico. Hay mucho que puede disolverse en él. Este ácido, por supuesto, se puede combatir. Los "bromistas" fueron encarcelados, hay ejemplos de ejecución por bromas de protesta en la Alemania nazi. Pero una anécdota es un fenómeno mucho más fantasma que un libro o una película. No se puede lanzar una red de censura sobre él. Aquí surgen dos consideraciones importantes:

Reírse cuando no puedes es un tema político. Es una risa peligrosa. Reírse cuando no puedes es un tema ético. Esto, como hemos demostrado, es una risa deliberadamente cínica. El humor negro a menudo combina ambos temas.

¡Atención! El humor negro es realmente explosivo.



Fuente principal de consulta en ruso:

REIR CUANDO NO PUEDES (en ruso)

La Segunda Guerra Mundial en caricaturas:

Caricaturas: 80 años de la Batalla de Berlín

Leningrado: 80 años del fin del cerco alemán. Cuando la risa es un arma

La batalla de Stalingrado en caricaturas

La batalla de Leningrado en caricaturas

La Batalla de Moscú en caricaturas

Arte: KUKRYNIKSY en la Segunda Guerra Mundial

BORIS EFIMOV: El poder de la sátira política

Hitler en la propaganda satírica estadounidense

02 agosto 2025

Los intocables: Los depredadores sexuales dentro de la élite del poder estadounidense




Selección y resumen de artículos

Introducción del editor del blog


El memorando del Departamento de Justicia de los Estados Unidos emitido hace poco detalla “concluyentemente” que el delincuente sexual Jeffrey Epstein no tenía una lista de clientes que pudiera implicar a personalidades importantes; sobre la muerte de Epstein en prisión en 2019 descarta la posibilidad de un crimen, afirmando que Epstein se suicidó y que no se encontraron pruebas de que mantuviera una lista para incriminar a los implicados en sus delitos sexuales.

Una necesaria aclaración: El Departamento de Justicia de los Estados Unidos (United States Department of Justice -DOJ-) es un departamento ejecutivo federal del gobierno de Estados Unidos responsable de la aplicación de las leyes y la administración de justicia en los Estados Unidos, equivale a la Fiscalía General en otros países. El Departamento de Justicia administra diversas agencias federales: Buró Federal de Investigaciones (FBI), el Cuerpo de Alguaciles (USMS), la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), la Administración de Control de Drogas (DEA). También es responsable de investigar los casos de fraude financiero y representa al gobierno de los Estados Unidos en asuntos legales ante la Corte Suprema y la administración del sistema federal penitenciario, entre otras funciones. El Departamento está dirigido por el Fiscal General de los Estados Unidos, designado por el presidente y confirmado por el Senado. La actual Fiscal General es Pam (Pamela) Bondi.

Volviendo al caso Epstein, un rotundo análisis afirma que “el patrón recurrente en los escándalos de "redes de pedofilia" en Occidente en las últimas décadas es que los "proxenetas", cuando son descubiertos y capturados, siempre terminan siendo presentados como "lobos solitarios", mientras que la amplia clientela de élite a la que servían SIEMPRE permanece protegida. Es una de las verdades más brutales que todos debemos aprender sobre la vida en el planeta Tierra, y aunque es decepcionante ver a Trump mantener este patrón, es importante recordar que él y su equipo no son en realidad "Vengadores" ni superhéroes. Se enfrentan a patócratas con el poder de mover billones de dólares en los mercados globales” (Sott.net).

Glenn Thrush, de The New York Times, señala que: "el propio Trump ha estado algo ambivalente sobre todo este asunto. Era amigo de Jeffrey Epstein, digamos. Aparece en un montón de fotos y vídeos antiguos con Epstein. Debo decir que no hay ninguna insinuación de que haya hecho nada malo. El mismo Trump dijo que se abran los archivos y se revele la verdad. Pero siempre ha sido un poco extraño que Trump y el movimiento MAGA se adhirieran a la conspiración de Epstein, porque él mismo parece no haber tenido ningún problema en estar cerca de Epstein durante mucho tiempo. De hecho, tuvieron una pelea hace años por un acuerdo de tierras.

Esto, de la teoría de la conspiración, es realmente importante porque encaja con el impulso emocional, cultural y político más amplio de todo el movimiento MAGA, que es que hay una camarilla en el establishment que está intentando proteger a actores nefastos, gente poderosa, sombría y oscura, y Trump y la gente que él designe van a venir y destrozar todo esto.

Entonces, incluso si los detalles de la conspiración de Epstein se están disolviendo y las personas que una vez la promovieron están tratando de distanciarse de ella porque ahora dirigen las agencias de aplicación de la ley más poderosas del país, todavía tiene poder. Y ese poder es el mismo impulso que impulsó a estas personas a ocupar estos cargos. Y lo que debo decirles es que Pam Bondi fue la ex fiscal general de Florida, tiene las cualificaciones básicas para su puesto. Pero Kash Patel y su segundo, Dan Bongino (al mando del FBI), son los menos experimentados para ocupar sus puestos actuales. Y la razón por la que ocupan esos puestos, la moneda de su reino, es porque son forasteros".

Éstos y otros funcionarios de la administración Trump prometieron revelar y apoyar a sus conspirativos partidarios en que todavía existe un encubrimiento del caso Epstein (que la verdad sobre la muerte de Epstein era que fue asesinado para no implicar a personas poderosas en su juicio, probablemente del corrupto estado profundo). Esos representantes del gobierno están ahora frustrados a pesar de que Trump dijo que no había nada que ocultar cuando se reveló su nombre en la lista de Epstein. Trump quiso desmentir el caso de Epstein al señalar, primero, que no existían los "Archivos Epstein", que "Epstein no tenía clientes"; y, segundo, afirmó que era "un engaño demócrata" por lo que pidió que se abran los archivos del caso ya que le parece absurdo que se siga hablando de Jeffrey Epstein después de varios años y que el Departamento de Justicia dijera que no hay nada anormal.

Está completamente claro el sentimiento general de que ha existido “un comportamiento realmente turbio y nefasto en las más altas esferas de nuestro gobierno y con otras personas adineradas e influyentes de nuestro país y del mundo. No se trata solo de eso. Es que cuando esta gente intenta salirse con la suya, lo hacen y nos hacen el ridículo. Es como si esto no fuera una buena mentira”. (Liz Wheeler, presentadora y comentarista conservadora)


Izquierda, la foto corresponde al 2000. El hombre de negocios Donald Trump junto a su novia (en esos tiempos) Melanija Knavs o Melania Knauss, hoy Melania Trump, junto a Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, en el club Mar-a-Lago, Florida. Derecha, Trump y Epstein en Mar-a-Lago en 1997. Credito, Davidoff, Studios Photography/Archive Photos, vía Getty Images



“Por lo tanto, cabría pensar que los grandes medios de comunicación, dada la culpabilidad de sus dueños corporativos en este escándalo de la clase alta estadounidense, habrían respirado aliviados y le habrían obligado a callarse (a Trump). Pero no. En cambio, (en particular, el Wall Street Journal de Rupert Murdoch) siguen sacando a la luz fotos de hace décadas y otras memorias de la relación pasada de Trump con Epstein, manteniendo así la asociación entre Trump y el "notorio pedófilo en serie" en los titulares, insinuando así que Trump participó en los delitos sexuales de Epstein. De este modo, han convertido lo que había sido un recurso poderoso -la divulgación y la justicia por "los peores crímenes"- durante la campaña de reelección de Trump... en un arma contra él”. (Sott.net)

Glenn Thrush, cree que “el gobierno está intentando decirle a todo el mundo que siga adelante después de que algunas de las figuras clave de la administración, incluido la actual jefa del Departamento de Justicia y los dos principales funcionarios del FBI, alimentaron teorías de conspiración para obtener beneficios y ganancias políticas durante años. Ahora, están intentando cerrar de golpe una puerta que ellos mismos abrieron de una patada”. Pam Bondi afirmó anteriormente que los archivos contenían muchos nombres, una lista de clientes de la que hablaba y muchos registros de vuelo. El director del FBI, Kash Patel, habló mucho sobre esto antes de asumir el cargo.

¿Por qué el FBI protege al mayor pederasta, al pederasta de mayor escala de la historia de la humanidad? Kash Patel, director del FBI dijo anteriormente (2023): “Sencillo, por quiénes están en esa lista. ¿No crees que Bill Gates está presionando al Congreso día y noche para evitar que se divulgue? ¡Ponte los pantalones de hombre y dinos quiénes son los pedófilos! Tenemos elecciones próximamente y tenemos que decidir este asunto en las urnas. Como alguien que ha trabajado como defensor público, como fiscal que ha estado en ese sistema penitenciario, que ha estado en el Centro de Detención Metropolitano, que ha estado en viviendas segregadas, sabes reconocer un suicidio cuando lo ves”.


En la mansión de Jeffrey Epstein en Manhattan en 2011, de izquierda a derecha: James E. Staley, en ese momento un alto ejecutivo de JPMorgan; el ex secretario del Tesoro ,Lawrence Summers; Jeffrey Epstein; Bill Gates, cofundador de Microsoft; y, Boris Nikolic, quien fue asesor científico de la Fundación Bill y Melinda Gates.


Hay una razón real y concreta por la que mucha gente quiere seguir con esto, el clamor por la verdad y la justicia entre los partidarios de Trump y MAGA no hace más que crecer.

La operación de chantaje con las listas de Jeffrey Epstein no es la gran noticia. Se ha destapado sus presuntos vínculos con el Mossad israelí, y decimos presuntos porque es algo que probablemente nunca aparecerá en documentos registrados; también han surgido posibles e inmensos fraudes financieros y corrupción política entre altas personalidades de los Estados Unidos.

Consideremos lo siguiente, a modo de datos informativos a desarrollar y que han sido divulgados en la prensa estadounidenses e internacional.

- Jeffrey Epstein presuntamente estuvo involucrado en el caso Irán-Contra.

- Epstein fue un probable colaborador de Adnan Kashoggi en el tráfico ilícito de armas (sobre Kashoggi hemos hablado en este blog, ver AQUÍ)

- Jeffrey Epstein fue designado, no sabemos por quién, para ayudar a Robert Maxwell a blanquear dinero. Este personaje cuya identidad real fue Ján Ludvík Hyman Binyamin Hoch (1923-1991) fue el gran monopolista de parte de los medios de comunicación global, además de político y estafador británico. Maxwell fue uno de los fundadores del estado de Israel: facilitó parte del tráfico de armas que armó al Irgún/Haganá después de la segunda guerra mundial.

- Les Wexner, fundador de "The Mega Group" (Multimillonarios por Israel), otorgó a Jeffrey Epstein un poder notarial transfiriéndole la mansión de Manhattan valorada en 77 millones de dólares y otros activos.

- Solo después de enriquecerse por los medios mencionados, Epstein tuvo acceso a personas importantes.

- Estos datos son indicios de que Epstein tenía una estrecha relación con la inteligencia israelí mucho antes de que, con la ayuda de la hija predilecta de Robert Maxwell -Ghislaine Maxwell, la “proveedora” de Epstein- iniciara una presunta operación de chantaje a políticos y otros “famosos” en la lista de visitas a su isla privada.

- La dimensión del escándalo es que Epstein y su principal cómplice, Ghislaine Maxwell, son judíos con fuertes vínculos con Israel, esto refuerza la creciente percepción de que la política y las políticas gubernamentales estadounidenses están en gran medida impulsadas o "protegidas" por el chantaje israelí.

- El motivo del cambio de postura de la administración Trump sobre los archivos es que, dado el clima actual en Estados Unidos, una presumible revelación de la profunda penetración de Israel en la estructura de poder político estadounidense podría poner en peligro la existencia del estado israelí.

Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell en Nueva York, marzo de 2005. Patrick McMullan (vía Getty Images)

Nota referencial: Este artículo es una secuela de "El depravado poder del dinero. Jeffrey Epstein y sus amigos", de agosto de 2019, basado en la gran investigación desarrollada por la periodista de The New Yorker, Connie Bruck, "Alan Dershowitz, Devil’s Advocate. The noted lawyer’s long, controversial career -and the accusations against him", literalmente traducido como "Alan Dershowitz, abogado del diablo. La larga y controvertida carrera del destacado abogado, y las acusaciones en su contra", material reproducido en este blog (Ver AQUÍ)

El siguiente artículo (principal) es una traducción del inglés y se basa en todo el material referencial de los últimos meses sobre Jeffrey Epstein y sus amigos.


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Los intocables: los depredadores sexuales dentro de la élite del poder estadounidense

John y Nisha Whitehead,
Instituto Rutherford (julio de 2025)
Versión original en inglés:
The Untouchables: The sexual predators within America's power elite


© Wikimedia Commons. 1993, Ghislaine Maxwell y Jeffrey Epstein visitan a Bill Clinton en la Casa Blanca.

 

Una vez más, el estado policial estadounidense opta por proteger a los depredadores, no a las víctimas.

Jeffrey Epstein -el multimillonario de los fondos de cobertura, pedófilo serial convicto y traficante sexual- puede que esté muerto, pero la maquinaria que lo empoderó y lo protegió sigue muy vigente.

Verán, el caso Epstein nunca se trató solo de Epstein, sino de todo el sistema de poder que protege a la clase dominante, silencia a las víctimas y elimina la rendición de cuentas.

Por lo tanto, las últimas declaraciones de la administración Trump -que Epstein no tenía lista de clientes, que de hecho se suicidó y que no hay nada más que discutir o investigar, así que simplemente deberíamos seguir adelante- solo han reforzado lo que muchos han sospechado desde el principio: el sistema está amañado para proteger a la élite en el poder, porque la élite en el poder es el sistema.

En esta era de política partidista y una población profundamente polarizada, la corrupción -especialmente cuando implica libertinaje sexual, depravación y comportamiento depredador- se ha convertido en el gran ecualizador.

Con el resurgimiento del fantasma de Jeffrey Epstein en el discurso público, recordamos una vez más la profunda corrupción.

La política, la religión, el entretenimiento, los negocios, las fuerzas del orden, el ejército -sin importar el ámbito ni la afiliación- están plagados de ese tipo de comportamiento sórdido y depravado que se deja pasar cuando involucra a los poderosos.

Durante años, el caso Epstein se ha erigido como un grotesco símbolo de la depravación dentro de la élite del poder estadounidense: multimillonarios, políticos y famosos que presuntamente traficaron sexualmente con niñas sin rendir cuentas.

Se cree que Epstein, quien murió en prisión tras ser arrestado por cargos de abuso sexual, violación y tráfico sexual de docenas de niñas, operaba una red de tráfico sexual no solo para su propio placer, sino también para el de sus amigos y socios comerciales.

Según The Washington Post, "varias de las jóvenes... afirman que fueron ofrecidas a ricos y famosos como parejas sexuales en las fiestas de Epstein".

A pesar de la insistencia del gobierno en que no hay nada más que ver, esto es lo que ya revela el registro público:

Epstein transportó a sus amigos en su avión privado, apodado "Lolita Express" en honor a la novela de Nabokov, debido a la presencia de lo que parecían ser niñas menores de edad a bordo.

Tanto Bill Clinton como Donald Trump se contaban entre los amigos de Epstein.

Tanto Clinton como Trump fueron en algún momento pasajeros del Lolita Express.

Tanto Clinton como Trump son reconocidos mujeriegos, acusados de conducta sexual inapropiada por un número considerable de mujeres a lo largo de los años. De hecho, el Instituto Rutherford representó a Paula Jones en su histórica demanda por acoso sexual contra el entonces presidente Clinton, un caso que contribuyó a exponer hasta qué punto es capaz de llegar el establishment político para protegerse a sí mismo.

Así que uno se pregunta... cuando el presidente Trump, quien ha usado la guerra de su administración contra la trata de personas para justificar la expansión de los poderes del estado policial del gobierno, desmantela silenciosamente las mismas agencias gubernamentales encargadas de investigar y exponer la trata sexual... ¿qué está pasando exactamente?

El mensaje desde arriba es claro: no habrá rendición de cuentas.

El presidente Trump se ha negado rotundamente a nombrar un fiscal especial. Sus aliados en el Congreso han guardado silencio. Y los mismos políticos que exigen los castigos más severos para inmigrantes indocumentados, manifestantes o denunciantes no tienen nada que decir sobre el abuso sistemático de menores por parte de hombres en su propia órbita.

Esto no es justicia. Es un doble rasero: un conjunto de reglas para los intocables y otro para todos los demás.

Si parece un encubrimiento, huele a encubrimiento y parece beneficiar a todos los sospechosos habituales, ¿es tan descabellado sospechar que el gobierno está cerrando filas una vez más para proteger a los miembros de su élite de poder?

Ya lo hemos visto antes: desde los experimentos MK-Ultra de la CIA y las operaciones COINTELPRO del FBI hasta los Papeles del Pentágono, el caso Irán-Contra, los centros clandestinos de la CIA y la vigilancia masiva de la NSA.

En cada ocasión, el secretismo protegió a los poderosos y traicionó al pueblo.

Y seguirá ocurriendo, una y otra vez, a menos que confrontemos la verdad que se esconde a simple vista: que el abuso de poder no es una aberración del sistema, sino que es el sistema.

En ningún otro lugar es esto más evidente que en la economía sumergida de la trata de personas con fines sexuales, donde convergen el poder, las ganancias y la depredación.

La trata de menores, el encubrimiento de los perpetradores, el silenciamiento sistemático de las víctimas: esto no es una teoría conspirativa. Es un modelo de negocio.

Este es el punto débil de Estados Unidos.

La trata de menores con fines sexuales -la compraventa de mujeres, niñas y niños pequeños, algunos de tan solo 9 años, para fines sexuales- se ha convertido en un gran negocio en Estados Unidos. Es el negocio de mayor crecimiento del crimen organizado y el segundo producto más lucrativo comercializado ilegalmente, después de las drogas y las armas. En Estados Unidos, los adultos compran menores para fines sexuales al menos 2,5 millones de veces al año. No solo las niñas son vulnerables a estos depredadores. Los niños representan más de un tercio de las víctimas en la industria sexual estadounidense.

¿Quién compra menores para fines sexuales?

Hombres comunes y corrientes de todos los ámbitos. "Podrían ser compañeros de trabajo, médicos, pastores o cónyuges", escribe el periodista Tim Swarens, quien dedicó más de un año a investigar el comercio sexual en Estados Unidos.

Hombres comunes y corrientes, sí. Pero luego están los llamados hombres extraordinarios, como Jeffrey Epstein, con riqueza, conexiones y protección, a quienes se les permite operar según sus propias reglas.

Estos hombres se evaden de la responsabilidad porque el sistema de justicia penal se inclina a los poderosos, los ricos y la élite.


Artículo de New York Magazine, del 28 de octubre de 2002, por Landon Thomas Jr. "JEFFREY EPSTEIN: El misterioso hombre del dinero internacional". La entradilla del artículo dice: "Es amigo de un montón de científicos ganadores del Premio Nobel, directores ejecutivos como Leslie Wexner de Limited, la socialité Ghislaine Maxwell e incluso Donald Trump. Pero no fue hasta que llevó a Bill Clinton, Kevin Spacey y Chris Tucker a África en su Boeing 727 privado que el mundo comenzó a preguntarse quién era". "Viene con dinero para gastar, una flota de aviones y un buen ojo para las damas -por no hablar de un cerebro implacable que desafía a los científicos ganadores del Premio Nobel en todo el país- y para los mercados financieros de todo el mundo. Desde que la "página seis" del Post publicó un artículo sobre la visita del presidente a África a finales de septiembre con Kevin Spacey y Chris Tucker -en el Boeing 727 personalizado de su nuevo benefactor-, la pregunta del día ha sido: ¿Quién demonios es Jeffrey Epstein?" (Gráfica y texto interpuesto por el editor del blog)


Hace más de una década, cuando Epstein fue acusado por primera vez de violar y abusar sexualmente de niñas, recibió un acuerdo secreto con el entonces fiscal federal Alexander Acosta, secretario de Trabajo del primer mandato del presidente Trump, que le permitió evadir los cargos federales y recibir el equivalente a una reprimenda: permitirle "trabajar" en casa seis días a la semana antes de regresar a la cárcel a dormir.

Desde entonces, un juez federal ha declarado ilegal ese acuerdo secreto.

Sin embargo, la cuestión es la siguiente: Epstein no actuó solo.

No me refiero solo a sus cómplices, quienes reclutaron y manipularon a las jóvenes de las que se le acusa de violar y abusar sexualmente, sino también a su círculo de influyentes amigos y colegas, que en su momento incluyó a Bill Clinton y Donald Trump.

Como señala Associated Press, "El arresto del multimillonario financiero por cargos de tráfico sexual infantil plantea interrogantes sobre cuánto sabían sus poderosos socios sobre las interacciones del gestor de fondos de cobertura con menores de edad y si hicieron la vista gorda ante conductas potencialmente ilegales".

De hecho, una decisión del Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito, que permite la divulgación de un documento de 2.000 páginas vinculado al caso Epstein, hace referencia a acusaciones de abuso sexual que involucran a "numerosos políticos estadounidenses prominentes, poderosos ejecutivos de empresas, presidentes extranjeros, un conocido primer ministro y otros líderes mundiales".

Este no es un incidente menor que involucra a actores menores. Tampoco se trata de errores partidistas.

Son traiciones sistémicas. Los depredadores visten de rojo y azul por igual, y el silencio se extiende a ambos niveles de poder.

Esta es la oscuridad en el corazón del estado policial estadounidense: un sistema construido para proteger a los poderosos de la justicia.

Esclavas sexuales. Tráfico sexual. Sociedades secretas. Élites poderosas. Corrupción gubernamental. Encubrimientos judiciales.

Una vez más, la realidad y la ficción se reflejan mutuamente.

Hace veinte años, la última película de Stanley Kubrick, Eyes Wide Shut, ofreció al público una sórdida mirada a una sociedad sexual secreta que satisfacía los impulsos más bajos de sus miembros adinerados mientras se aprovechaba de jóvenes vulnerables. No es tan diferente del mundo real, donde hombres poderosos, aislados de toda responsabilidad, satisfacen sus bajos impulsos.

Kubrick sugirió que estas sociedades secretas prosperan porque el público elige no ver lo que tiene justo delante, contento de navegar por la vida en negación sobre las verdades feas y obvias que nos rodean.

Al hacerlo, nos convertimos en cómplices de comportamientos abusivos en nuestro entorno.

Así es como florece la corrupción de la élite del poder.


Epstein visto cerca de Trump y la modelo Ingrid Seynhaeve en una fiesta de “ángeles” de Victoria’s Secret en 1997. Credito: Sonia Moskowitz/Getty Images


Durante años, periodistas de investigación y sobrevivientes han documentado cómo el chantaje, los vínculos con las agencias de inteligencia y el apalancamiento financiero ayudaron a proteger a los depredadores sexuales de la élite, no solo del enjuiciamiento, sino también del escrutinio público.

Por cada Epstein que, finalmente, es llamado a rendir cuentas por sus hazañas sexuales ilegales después de años de recibir vía libre por parte de aquellos en el poder, hay cientos (quizás miles) más en los pasillos del poder y la riqueza cuya depredación continúa sin cesar

Si bien los presuntos crímenes de Epstein son lo suficientemente atroces por sí solos, él es parte de una narrativa más amplia de cómo una cultura del derecho se convierte en un pozo negro y un caldo de cultivo para déspotas y depredadores. 

El poder corrompe. Peor aún, como concluyó el historiador del siglo XIX Lord Acton, el poder absoluto corrompe absolutamente. 

Si se le da demasiado poder a cualquier persona (o agencia gubernamental) y se le permite creer que tiene derecho, es intocable y no rendirá cuentas por sus acciones, se abusará de esos poderes. 

La historia lo demuestra. El momento presente lo confirma. 

Vemos esta dinámica desarrollarse todos los días en comunidades de todo Estados Unidos. 

Un policía dispara a un ciudadano desarmado sin ninguna razón creíble y se sale con la suya. Un presidente emplea órdenes ejecutivas para eludir la Constitución y se sale con la suya. Una agencia gubernamental espía las comunicaciones de sus ciudadanos y se sale con la suya. Un magnate del entretenimiento acosa sexualmente a aspirantes a actrices y se sale con la suya. El ejército estadounidense bombardea un hospital civil y se sale con la suya. 

No es coincidencia que la misma administración que desmantela las oficinas encargadas de combatir la trata de personas también esté desfinanciando a las pocas agencias que quedan para exigir cuentas a las fuerzas del orden

Bajo la presidencia de Trump, el Departamento de Justicia se ha reestructurado para priorizar la lealtad sobre la justicia, la protección sobre el enjuiciamiento. Las oficinas que antes se dedicaban a la aplicación de los derechos civiles, la supervisión policial y la rendición de cuentas pública han sido desmanteladas o discretamente marginadas (silenciadas). 

Consideremos el caso del exoficial de Louisville, Brett Hankison, quien disparó a ciegas diez balas contra el apartamento de Breonna Taylor durante un allanamiento sin previo aviso fallido. Hankison fue finalmente condenado, no por matar a Taylor, sino por privar a otros de sus derechos civiles. Y, sin embargo, el Departamento de Justicia de Trump solicitó al tribunal que condenara a Hankison a un día de prisión, -el equivalente al tiempo cumplido durante el registro.

En otras palabras, en la opinión de Trump, los poderosos y sus ejecutores deberían andar libres mientras se entierra a los muertos y se le dice al público que siga adelante.

Y no es solo la policía de gatillo fácil la que queda impune.

En todo el país, los agentes del orden han sido sorprendidos repetidamente dirigiendo redes de tráfico sexual, abusando de mujeres y niñas bajo su custodia o explotando su placa para coaccionarlas sexualmente, con pocas o ninguna consecuencia.

Desde Luisiana hasta Ohio y Nueva York, los agentes han sido arrestados por traficar con niñas menores de edad, agredir a mujeres vulnerables y violar a detenidas, a menudo protegidos por sindicatos, fiscales o un muro azul de silencio.

No se trata de unas pocas manzanas podridas. Es una cultura de impunidad incrustada en el sistema.

Así es como funciona el sistema, protegiendo a los intocables, no porque sean inocentes, sino porque el sistema los ha hecho inmunes.


El príncipe Andrés, Gwendolyn Beck y Jeffrey Epstein en una fiesta en Mar-A-Lago en febrero de 2000

El abuso de poder -y la hipocresía impulsada por la ambición y la deliberada indiferencia hacia la mala conducta que posibilitan dichos abusos- funciona de la misma manera, ya sea que se trate de delitos sexuales, corrupción gubernamental o el estado de derecho.

Es la misma historia de siempre: un hombre asciende al poder, un hombre abusa del poder de forma abominable, un hombre intimida y amenaza a cualquiera que lo desafíe con represalias o algo peor, y un hombre se sale con la suya gracias a una cultura de sumisión en la que nadie alza la voz porque no quiere perder su trabajo, su dinero o su lugar en la élite.

Los depredadores sexuales no son la única amenaza.

Por cada Epstein o Clinton, cada Weinstein, Ailes, Cosby o Trump que finalmente es denunciado por su mala conducta sexual, hay cientos, miles, de otros en el estado policial estadounidense que se salen con la suya tras cometer asesinatos, en muchos casos, literalmente, simplemente porque pueden.

A menos que algo cambie en la forma en que lidiamos con estos continuos y atroces abusos de poder, los depredadores del estado policial seguirán causando estragos en nuestras libertades, nuestras comunidades y nuestras vidas.

Durante demasiado tiempo, los estadounidenses han tolerado una oligarquía en la que un poderoso grupo de élite de donantes ricos es quien toma las decisiones.

Necesitamos restaurar el estado de derecho para todas las personas, sin excepciones.

El estado de derecho significa que nadie tiene un pase libre, sin importar su riqueza, estatus o conexiones políticas.

Como dejo claro en mi libro Battlefield America: The War on the American People y en su contraparte ficticia The Erik Blair Diaries, el empoderamiento de los pequeños tiranos y los dioses políticos debe terminar.


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Fuentes:

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