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08 marzo 2025

Condenados al fracaso: cómo Lenin y Stalin colocaron una bomba de relojería bajo la Unión Soviética


"Sin futuro" (1989), obra del artista soviético (nacido en Kiev) Boris Efimov. 


Alexander Nepogodin

RT


Curiosidades históricas soviéticas

Hoy posteamos dos interesantes artículos (combinados en uno) del periodista político Alexander Nepogodin nacido en Odessa, experto en Rusia y la antigua Unión Soviética, publicados el 15 de septiembre y 30 de diciembre de 2022 por Russia Today (en inglés, como sabemos RT se encuentra proscrita en Europa por lo que probablemente ha pasado por alto al lector interesado en la temática): "Doomed to fail: How Lenin and Stalin placed a ticking time bomb under the Soviet Union exactly 100 years ago" (reproducido por The Press United) y "From Brezhnev to Khrushchev: Ukraine had a huge influence on the Soviet Union, something Kiev now prefers to downplay", titulan los reportajes que debido a su interés histórico han sido reproducidos en varios idiomas para evitar la censura. 

En síntesis, un valioso material histórico que demuestra que el proyecto de la doctrina comunista fue un rotundo fracaso social, -entre otras razones- inaplicable pese a sus cercanos orígenes, pueblos con poca identidad nacional forzados a un proyecto inalcanzable, la gente no vive de doctrinas políticas y, como suelen decir, el comunismo enseño como "distribuir" la riqueza, pero no enseñó a crearla. Además, el "imperio" comunista pretendía confrontar a la propia naturaleza humana, proclamó una sola verdad y, contradictoriamente, al haber una sola "verdad" debía haber un solo líder (al menos Stalin lo vio así); no obstante, se habló de la "revolución mundial" del proletariado que conformaría un solo "imperio" para todo el mundo, que se constituiría en la única "verdad"... por eso se derrumbaron, porque no eran la única verdad. Esto aplica a todos los imperios que han existido en nuestra historia, esos imperios cayeron porque aspiraban a un solo líder, a un solo lugar hegemónico, a una sola "verdad", hoy lo seguimos llamando imperialismo y también está desmoronándose; entonces, será que la historia nos ha enseñado que las cosas suceden al revés? 

No hay sistemas ni soluciones mágicas, el mundo es una diversidad de naciones, culturas, etnias, etc., con su propia idiosincrasia, respetemos las diferencias de cada uno. Es imposible anular la armonía de la gente, es decir el individualismo de cada uno en aras del utópico comunismo; por supuesto que lo colectivo es necesario y ha funcionado sin anular lo individual, debe haber equilibrio, caso contrario no funciona. 

En segundo término, ha quedado expresado (y reforzado) en otras ponencias el extremismo del nacionalismo integral ucraniano, ya presente incluso en tiempos de la desintegración del imperio de los zares y una de las causas del actual conflicto ruso-ucraniano. Como única "defensa" de la extinta Unión Soviética podremos apreciar que Ucrania o muchos ucranianos manejaron férreamente el destino de ese extinto sistema.

Sin más, repasemos estas interesantes líneas de Alexander Nepogodin. (Salvo dos ilustraciones, el material gráfico ha sido interpuesto por el editor de este blog).

T. Andino 


Parte I

Condenados al fracaso: cómo Lenin y Stalin colocaron una bomba de relojería bajo la Unión Soviética

 

Póster de propaganda soviética de 1954, "¡GLORIA A LA PATRIA DE OCTUBRE!!"

 

La promoción de las identidades nacionales por parte de la URSS la dejó condenada desde el primer momento: hace exactamente 103 años, el 30 de diciembre de 1922, se creó el país más grande de la historia mundial. En el Primer Congreso de los Soviets de toda la Unión, los representantes de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia (RSFSR), la República Socialista Soviética de Ucrania (RSS) y la RSS de Bielorrusia, así como la Federación Transcaucásica, firmaron la Declaración y el Tratado sobre la Formación de la URSS.

El enorme país dejó un legado ambiguo, y la mayoría de las promesas de los bolcheviques nunca se cumplieron. Sin embargo, a pesar de su colapso en 1991, hasta el día de hoy la historia de la Unión Soviética sigue siendo relevante para los residentes de Rusia y las antiguas repúblicas soviéticas. De hecho, fue el inicio del gobierno bolchevique el que marcó el resurgimiento nacional de las minorías y la creación de repúblicas que recibieron no solo autonomía, sino también el derecho a separarse.

Este reportaje recuerda cómo se tomó la decisión de crear la URSS y por qué su estructura estuvo determinada por una disputa entre los "jefes rojos": Vladimir Lenin y Joseph Stalin.

De acuerdo con el plan original de Lenin, la URSS no estaba realmente destinada a ser un "Estado" desde el punto de vista de la "estructura estatal". Se suponía que era una confederación libre de estados independientes (repúblicas), cada uno con casi plena soberanía. De ahí surgió la frase "autodeterminación hasta la secesión". La unidad de esta formación no estaba garantizada por mecanismos "estatales" o "supranacionales", sino por un solo partido comunista gobernante.

Tal modelo suponía la posibilidad de una expansión ilimitada de la URSS, hasta una escala global. Cualquier país podía simplemente reconocer al Partido Comunista como una "fuerza dominante y guía" e integrarse en la Unión Soviética como una nueva república. Por eso, la fórmula de la autodeterminación hasta la secesión no preocupaba especialmente al líder del proletariado mundial, Vladímir Lenin. Después de todo, si el comunismo conquistara al mundo entero, ¿dónde y por qué razón se separarían sus repúblicas? "Todavía tenemos que conquistar las cinco sextas partes de la masa terrestre para tener la URSS en todo el mundo", proclamó el presidente del V Congreso de la Comintern, Grigori Zinoviev, en junio de 1924.

Esta lógica se aplicó no solo en la década de 1920, sino también después del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando la República Socialista Soviética de Bielorrusia y la República Socialista Soviética de Ucrania se convirtieron en cofundadoras de la ONU, con sus propios departamentos de política exterior. Cuando el modelo de "crecimiento global" se transformó durante la perestroika, se hizo evidente que las repúblicas soviéticas se mantenían unidas dentro de la Unión Soviética solo por un sistema de gestión burocrático. El concepto de un espacio único estaba condenado al fracaso. En su conjunto, la URSS sólo podía existir en el marco de su misión histórica, "la construcción del comunismo".

¿Autonomía o federalización?

En junio de 1919, la RSFSR, la RSR de Bielorrusia y la RSS de Ucrania unieron oficialmente sus fuerzas armadas, economía, finanzas, transporte y servicios de correo. El papel de las autoridades nacionales fue asignado a los comisariados del pueblo ruso, análogos de los ministerios. Los partidos comunistas republicanos se unieron al Partido Comunista Ruso-Bolchevique, o "PCR(b)" como organizaciones territoriales. Surgió entonces una paradoja: todo el territorio controlado por los bolcheviques se gobernaba como un solo Estado, mientras que las repúblicas seguían siendo formalmente independientes.


Izq. Un boceto de 1918 dibujado en Kiev, retrata a beligerantes de todo tipo. Derecha, los nuevos Comisarios Políticos, obra de 1919. (Boris Efimov)

Para los bolcheviques, esto significaba poco: el Partido Comunista tenía el monopolio de la política y la toma de decisiones de todos modos. Sin embargo, tras el final de la fase aguda de la Guerra Civil, surgió el problema de la representación exterior. En vísperas del debut internacional del nuevo gobierno, en la Conferencia de Génova en abril-mayo de 1922, se decidió que una delegación de la RSFSR hablaría en nombre de todas las repúblicas. Pero en el futuro, los socios extranjeros querían ver claramente con quién estaban tratando. Además, la propia población del país tenía que entender dónde vivía.

Iósif Stalin era el especialista del partido en las relaciones interétnicas (aunque, según los rumores, Nikolái Bujarin podría haber participado en la redacción de su obra principal "El marxismo y la cuestión nacional"). Como Comisario del Pueblo para Asuntos de la Nacionalidad de la RSFSR responsable de resolver el problema, propuso incluir a las repúblicas restantes en la RSFSR como entidades autónomas. En la autonomización, Stalin vio un medio de resolver varios problemas a la vez. En primer lugar, podría fortalecer un espacio nacional único y crear una rígida alineación vertical del poder. Y en segundo lugar, debilitaría a los nacionalistas locales y a los "social-independientes" que abogaban por la plena soberanía de las repúblicas soviéticas y estaban molestos por la injerencia del gobierno central en sus asuntos. Al mismo tiempo, el poder central y la legislación de toda Rusia se extenderían a nuevos territorios. Esencialmente, el plan no preveía la unificación y formación de un nuevo estado, sino una absorción de las repúblicas soviéticas nacionales por parte de la RSFSR.

En septiembre de 1922, Iósif Stalin envió su proyecto a Vladímir Lenin y pronto presentó el programa de la "autonomización" ante la comisión preparatoria del Pleno del Comité Central sobre las relaciones entre la RSFSR y las otras repúblicas soviéticas. La comisión, presidida por Viacheslav Mólotov, se reunió el 23 y 24 de septiembre de 1922 y logró aprobar el plan desarrollado por Stalin. Ahora debía ser aprobado en el pleno del Comité Central, que estaba previsto para el 5 de octubre. Sin embargo, Lenin, que en ese momento se encontraba en una situación inestable debido al deterioro de su salud, se negó a aceptar el proyecto y exigió la creación de la URSS según el modelo de máxima federalización, es decir, con repúblicas de la Unión semiindependientes.

Su propuesta no sólo crearía tensión dentro del partido, sino que también mostraría al mundo un ejemplo de una "solución fundamentalmente nueva a la cuestión nacional". Lenin insistió en la creación de tratados iguales entre las repúblicas con la posibilidad de que otros países no capitalistas de todo el mundo se unieran a la Unión Soviética en el futuro. Esto incluyó la creación de una nueva constitución y la formación de autoridades federales con representantes de todas las repúblicas. La Unión Soviética fue concebida por sus ideólogos como un proyecto comunista global, abierto, entre otras cosas, a la adhesión de aquellos países que nunca formaron parte del desintegrado Imperio Ruso. Este fue un argumento serio para aquellos que criticaban el plan de autonomización de Stalin. Después de todo, centrándose en la revolución mundial como un proyecto global, la federación fue vista como la estructura más conveniente del estado, ya que sería más fácil incluir nuevos sujetos.

Al mismo tiempo, el apaciguamiento de algunos de los bolcheviques de orientación nacional también era un tema importante. Algunos comunistas nacionales influyentes, que eran especialmente fuertes en la RSS de Ucrania y en la RSFS de Transcaucasia (especialmente entre los georgianos), optaron por la perspectiva de la confederación ya que querían un mayor grado de libertad.

Esto se evidencia más claramente en el llamado "incidente georgiano". El 20 de octubre de 1922, en una reunión del Comité Regional Transcaucásico del PCR(b), surgió una disputa entre Grigory (Sergo) Ordzhonikidze y los bolcheviques georgianos sobre si Georgia debía ingresar a la URSS como parte de la RSFS de Transcaucasia o de forma independiente. Cuando Ordzhonikidze llamó a sus oponentes "podredumbre chovinista", uno de ellos, Akaki Kabakhidze, llamó a Ordzhonikidze "el burro de Stalin", y Ordzhonikidze lo golpeó en la cara.

El poder central tuvo que intervenir, y una comisión del Comité Central encabezada por Félix Dzerzhinsky se dirigió a Transcaucasia. Sin siquiera hablar con la otra parte, sus representantes se pusieron del lado de Ordzhonikidze. Lenin, sin embargo, apoyó no menos fuertemente a los bolcheviques georgianos y exigió que Ordzhonikidze fuera expulsado del partido por asalto. Al mismo tiempo, tanto Stalin como Lenin comprendieron que el incidente, impulsado por sentimientos de nacionalismo, era un problema grave que podía tener consecuencias para el futuro del estado.

Una bomba de tiempo 

Las discusiones sobre la autonomización y la federalización duraron todo el otoño de 1922 y terminaron con la victoria del proyecto de Lenin. Poco antes de la firma del tratado, Lenin convocó a Stalin a su residencia de Gorki, cerca de Moscú, y le exigió que cambiara el primer párrafo. Pronto, escribió la nota "Sobre la formación de la URSS" a los miembros del politburó en la que expresaba la opinión de que la RSFSR debía reconocerse como igual a otras repúblicas y entrar en la unión "juntos y en pie de igualdad con ellas". Lenin hizo concesiones y compromisos tanto políticos como territoriales.


"Enemigos del Plan Quinquenal". Arte de Viktor Deni, 1929. Poema de Demyan Bedny que ridiculiza duramente a los miembros del “viejo orden”, los describe como “perros que aún no han sido enjaulados”. Se condena al grupo por “declarar la guerra” al Plan Quinquenal, “entienden que provocará su destrucción final”: "El terrateniente mira como un perro guardián feroz. El kulak (campesino rico) resopla por su nariz bulbosa. El borracho habitual ahoga sus penas. El sacerdote (del pueblo) grita y se lamenta frenéticamente. El periodista corrupto escupe y silba. El capitalista afila sus colmillos. El menchevique se enfurece como un loco. El Soldado Blanco jode y ciega. Estos perros que no han sido arrojados a la cárcel - Todo el mundo defiende las viejas y malas costumbres. Ponen una maldición maligna sobre el Plan Quinquenal y declararle la guerra. Amenazan con interrumpirlo, al darse cuenta. Esto significa su ruina total.


Esto fue motivado por el temor de que un solo aparato administrativo llevaría a los burócratas a discriminar a los pueblos en las partes remotas de la unión.

"Es necesario distinguir entre el nacionalismo de una nación opresiva y el nacionalismo de una nación oprimida, el nacionalismo de una nación grande y el nacionalismo de una nación pequeña. En relación con este último nacionalismo, casi siempre en la práctica histórica, nosotros, los nacionales de una gran nación, nos encontramos culpables de una cantidad infinita de violencia. Además, cometemos una cantidad infinita de violencia e insultos sin darnos cuenta", escribió.

Stalin, sin embargo, mantuvo su opinión y en una nota a los miembros del politburó llamó a la posición de Lenin "liberalismo nacional". No obstante, la autoridad del dirigente del proletariado mundial, a pesar de su grave enfermedad, seguía siendo incuestionable.

La mañana del 29 de diciembre de 1922 fue animada fuera del Teatro Bolshói de Moscú. Figuras con abrigos, uniformes de cuero de comisario y trajes nacionales flotaban entre la niebla helada. Los delegados del Primer Congreso de los Soviets de toda la Unión se reunían para establecer un nuevo Estado. El mismo día, las delegaciones de la RSFSR, la RSS de Ucrania y la RSS de Bielorrusia, así como la RSFS de Transcaucasia, firmaron un Acuerdo sobre la formación de la URSS. Un día después, se aprobó, y el 30 de diciembre se convirtió en el día de la formación de la Unión Soviética, que existió durante casi 69 años.

A excepción de las cuestiones relativas a la política exterior y al comercio exterior, las finanzas, la defensa y las comunicaciones, que se transfirieron a las autoridades de la Unión, cada república tenía jurisdicción sobre todas las áreas restantes. El Congreso de los Soviets de toda la Unión se convirtió en el órgano supremo del país. Entre sus convocatorias, se estableció el Comité Ejecutivo Central de la URSS, que constaba de dos cámaras: el Consejo de la Unión y el Consejo de las Nacionalidades.


Cartel soviético "La URSS es un nuevo tipo de Estado", Artista V. Viktorov. 1954 (tomado del original RT)


La declaración adoptada esbozó las razones, principios y objetivos para la unificación de las repúblicas soviéticas. El principio más importante es el derecho de los pueblos a la libre determinación, y el objetivo final es la creación de una Unión Mundial de Repúblicas Comunistas.

"El acceso a la Unión está abierto a todas las repúblicas socialistas soviéticas, tanto las existentes como las futuras. El nuevo Estado de la Unión servirá como un baluarte contra el capitalismo mundial y un paso decisivo hacia la unión de los trabajadores de todos los países en una República Socialista Soviética Mundial", decía la primera Constitución de la URSS, adoptada el 31 de enero de 1924.

Al nuevo Estado se le dio deliberadamente un carácter supranacional, de modo que en el futuro cualquier "república socialista soviética" pudiera ser aceptada en él. Abogando por la liquidación del Estado como tal, los bolcheviques sólo veían una solución temporal en tal estructura estatal. Inicialmente, Lenin incluso propuso llamar al estado la "Unión de Repúblicas Soviéticas de Europa y Asia", pero finalmente se decidió evitar las referencias geográficas. El escudo de armas de la URSS es el único ejemplo de este tipo en el que se representa todo el globo terráqueo, pero las fronteras estatales no están marcadas de ninguna manera.




Un proyecto fracasado 

Sin embargo, las esperanzas de los "viejos bolcheviques" de una revolución mundial no se cumplieron, y el sistema creado con esta perspectiva en mente no pudo resistir la embestida de nuevas realidades. La tesis de la "coexistencia pacífica" con el mundo capitalista se estableció poco después de la Segunda Guerra Mundial, a mediados de la década de 1950, aunque Vyacheslav Molotov la encontró "desorientadora" hasta el final de su larga vida. Esto no fue casual, ya que Molotov vio a la URSS entrar en otra carrera con los Estados Unidos, además de la "carrera armamentista" -la carrera por la "calidad de vida"- también perdida por el sistema soviético. Resultó que, fuera de la tarea de difundir el comunismo en el mundo, la Unión Soviética, en su conjunto, era una imposibilidad.

En última instancia, el cumplimiento práctico del derecho de las naciones a la libre determinación se convirtió en una broma cruel. Poco después de la creación de la URSS, se inició un proceso de construcción nacional en las nuevas repúblicas soviéticas. Las 185 nacionalidades de la Unión Soviética fueron divididas en repúblicas de unión directamente subordinadas a la autoridad central. Estos incluían repúblicas autónomas dentro de las repúblicas de la Unión, regiones autónomas dentro de los territorios y distritos nacionales. Al mismo tiempo, se determinó cuáles de los sujetos debían tener derechos y privilegios, y cuáles no. Por ejemplo, cada república nacional tenía su propio Partido Comunista y academia de ciencias, pero a los rusos no se les permitía tenerlos. Tras la fundación de la URSS, la RSFSR fue completamente esterilizada de la infraestructura estatal.

Las nuevas fronteras entre las repúblicas, trazadas en gran medida teniendo en cuenta las necesidades económicas y la racionalidad comunista, también causaron descontento. Por ejemplo, los abjasios y los osetios no querían formar parte de la República Socialista Soviética de Georgia, y los rusos que vivían en Donbass no querían ser gobernados por la República Socialista Soviética de Ucrania. Algunas regiones mayoritariamente tayikas pasaron a formar parte de la República Socialista Soviética de Uzbekistán, y Nagorno-Karabaj, con una población predominantemente armenia, fue incluida en la República Socialista Soviética de Azerbaiyán.

Posteriormente, todas estas cuestiones provocaron el agravamiento de los conflictos interétnicos y la aplicación del derecho de secesión de las repúblicas, preservado en todas las constituciones de la Unión. Este derecho fue invocado por primera vez en 1990 por las RSS de Estonia, Letonia, Lituania y Georgia. Su ejemplo fue seguido por casi todas las demás repúblicas, de las cuales había quince en la composición "clásica" de la URSS. El intento realizado en 1991 por el primer y último presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, de preparar y acordar una nueva versión del Tratado de la Unión no sólo que no tuvo éxito debido al intento de golpe de Estado de parte de la dirección en agosto, sino también debido a los desacuerdos cardinales sobre la división de poderes entre la autoridad central y las repúblicas. incluida la cuestión presupuestaria.

En diciembre de 1991, los Soviets Supremos de Ucrania, Bielorrusia y Rusia anunciaron la denuncia del Tratado de Formación de la URSS. La Duma Estatal de Rusia anuló la resolución correspondiente del Soviet Supremo de la RSFSR en marzo de 1996, pero los diputados aclararon que su decisión no afectaba a la soberanía de Rusia y otras ex repúblicas soviéticas.


Parte II

De Brezhnev a Jruschov: Ucrania tuvo una enorme influencia en la Unión Soviética, algo que Kiev ahora prefiere minimizar

 

Postal de Ucrania del 1 de mayo de 1958, escrito en ucraniano dice: "Honra el 1 de mayo" (postal del Día de los Trabajadores de la era soviética) (artista no identificado) (Tomado del original RT)


Breve nota del editor del blog.

Hay un craso error cuando pretendemos valorar a la URSS como si de un sistema colonial tradicional se tratara. Dice un excelente comentario que "más bien, se trataba de un sistema de infección patocrática, donde el sistema patológico se recreaba de nuevo en cada república o Democracia Popular" (este último término es redundante; decir "democracia popular" es igual -comparativamente- a que digamos incorrectamente "hemorragia de sangre"). Sin embargo, la URSS seguía siendo una patocracia, una de las peores de la historia.

Se utiliza la definición de "patocracia" como la influencia en el avance de la injusticia social y el cómo psicópatas (o personalidades psicopáticas) se abren camino al poder. También la patocracia se caracteriza por la desigualdad extrema; la concentración de los medios controlados o dominados por la propaganda; la corrupción generalizada; la supresión del individualismo para alinearse a los intereses del poder; la ideología fanática; la intolerancia contra cualquier persona que no esté de acuerdo con el estado, etc. En fin, nos referimos al control centralizado del estado.

Alexander Nepogodin explora qué influencia tuvieron los ucranianos en el desarrollo de la Unión Soviética y cómo Kiev logró forjarse un alto grado de independencia, contrariando a los actuales críticos de la historia. Demasiada gente que procedían de Ucrania estaban registrados como "rusos" o simplemente como "soviéticos", razón por lo que resulta tan difícil evaluar el alcance total de la influencia política que tuvieron los ucranianos en el proceso de toma de decisiones en la Unión Soviética. Aquí sus reflexiones:


Muchas páginas de la historia de la Unión Soviética siguen siendo un misterio. Uno de ellos se refiere a la composición étnica de los dirigentes del país. De hecho, fueron los soviéticos ucranianos quienes implementaron las políticas desastrosas que exacerbaron las hambrunas de la era de Stalin y que más tarde se convirtieron en el "Holodomor" de la mitología ucraniana.

En los primeros años de existencia de la Unión Soviética, los bolcheviques ucranianos desempeñaron un papel importante en la construcción de lo que se convirtió en el estado más grande del mundo. Y fueron las propias personas de Ucrania las que se dedicaron a la "ucranización" que pretendía sustituir a la lengua y la cultura rusas durante los años de Stalin. Aunque este proceso se interrumpió oficialmente a finales de la década de 1930, continuó por inercia durante muchos años más.

Como resultado, la política soviética permitió que la RSS de Ucrania se convirtiera en una entidad bastante independiente con su propia élite nacional e intelectual, lo que abrió el camino hacia la independencia. Además, muchos funcionarios del Partido de Ucrania ocuparon puestos clave en la URSS hasta su colapso.


Yuliy Abramovich Ganf, artista nacido en Poltava - Ucrania en "CIENCIA BURGUESA", 1969

Páginas secretas 

Aunque nació en el centro de Ucrania, Leonid Brezhnev prefirió no hablar de su nacionalidad. Iósif Stalin lo consideraba moldavo. Hasta la década de 1950, se había hecho pasar por ucraniano y, después de eso, por ruso, según los documentos. Sin embargo, el ex presidente francés Valery Giscard d'Estaing, en sus memorias "Poder y vida", escribió que su amigo Edward Gierek, gobernante de facto de Polonia durante una década, le había dicho que la madre de Brezhnev era polaca. Gierek era amigo personal de Brezhnev, dijo que la madre de Brezhnev era polaca, que el polaco era su lengua materna, y a menudo hablaba polaco con Gierek por teléfono.

Dicha información no fue publicada por el Comité Central del Partido hasta 1989, y las biografías de los miembros de los órganos de gobierno durante todo el período soviético no se publicaron hasta 1990, justo antes de la disolución de la URSS. Todos estos documentos confirmaron que muchos de sus estadistas, políticos, diplomáticos, así como oficiales militares y de inteligencia, habían nacido en Ucrania. Sin embargo, a menudo se omitía información sobre su origen étnico. 

Es cierto que los ucranianos contribuyeron mucho a la construcción del socialismo. Si los reunimos a todos, vemos que siempre ha habido un gran número de personas de Ucrania en los niveles más altos del poder.

Dos de ellos, Nikita Jruschov y Leonid Brezhnev, gobernaron el país como secretarios generales del Comité Central del Partido Comunista. El último gobernante del país, Mijaíl Gorbachov, era descendiente de campesinos ucranianos que se habían trasladado a Stávropol.

Kliment Voroshilov y Nikolai Podgorny fueron dos ucranianos que se desempeñaron como presidentes del Presidium del Soviet Supremo de la URSS, mientras que un buen número de ucranianos se desempeñaron en varias ocasiones como vicepresidentes, incluidos Demyan Korotchenko, Mikhail Grechukha, Ivan Grushetsky, Alexey Vatchenko y Valentina Shevchenko. Docenas de secretarios del Comité Central y miembros del Politburó, así como miembros del gobierno de toda la Unión, también eran ucranianos. También había ucranianos al frente de la KGB, por ejemplo, Vladimir Semichastny, que coorganizó el exitoso golpe de Estado contra Jruschov en octubre de 1964.

Un estado dentro de un estado

La República Socialista Soviética de Ucrania fue administrada por élites locales, lo que está completamente en desacuerdo con el mito moderno de que Ucrania había sido una "nación oprimida" en la Unión Soviética. Además, tantos ucranianos ocupaban puestos clave en el gobierno soviético que cualquier acusación hecha por las autoridades ucranianas actuales sobre la RSS de Ucrania luchando bajo el yugo de la RSFS rusa y siendo de facto la colonia soviética de Rusia simplemente no tiene una pata en la que apoyarse.

Por el contrario, en la década de 1950, la República Socialista Soviética de Ucrania se había convertido en un pequeño estado de pleno derecho que tenía su propia constitución y bandera e incluso parlamento. De hecho, su estructura reflejaba la del propio gobierno de la Unión Soviética. La política de Ucrania fue determinada por el Partido Comunista de Ucrania, siendo el Politburó su máximo órgano de poder; su poder legislativo estaba representado por el Consejo Supremo (que más tarde se convirtió en la Rada Suprema); y el poder ejecutivo era ejercido por el Consejo de Ministros.


"¡Las fuerzas de paz con la Unión Soviética a la cabeza son invencibles!" Museo: Biblioteca Estatal Rusa, Moscú, del artista soviético ucraniano Boris Yefimovich Yefimov o Boris Efimov,1950


La verdad es que la propia Rusia soviética no tenía ninguno de los privilegios mencionados anteriormente. El gobierno de toda la Unión permitió que otras repúblicas tuvieran sus ramas nacionales del Partido Comunista y las Academias nacionales de Ciencias, pero no lo permitió para Rusia. La República Socialista Federativa Soviética de Rusia no tenía gobierno propio. Iósif Stalin se aseguró de que nunca lo hiciera por temor a que una Rusia empoderada pudiera crecer para desafiar al gobierno de toda la Unión. Esta política fue tan severa que en 1949 varios altos funcionarios de Leningrado fueron ejecutados, exiliados o encarcelados bajo cargos falsos de traición por su intención de crear el Partido Comunista de Rusia. Esto se conoció como el Asunto de Leningrado.

Por lo tanto, los intentos de tergiversar a la Rusia soviética como una potencia colonial a cargo de las otras repúblicas de la URSS son muy equivocados. Otras repúblicas incluso gozaron de más autonomía. Por ejemplo, la República Socialista Soviética de Bielorrusia y la República Socialista Soviética de Ucrania tenían sus propias agencias de política exterior y sus propias misiones en las Naciones Unidas desde 1945, mientras que Rusia no. Este es un nivel de autonomía sin precedentes para una república que es parte de un estado más grande. Por ejemplo, no es algo que el Reino Unido conceda a Escocia.

De hecho, no muchos de los actuales Estados nacionales de Europa pueden jactarse de haber sido realmente cofundadores de la ONU.

Cada República Socialista Soviética, incluida Ucrania, tenía su idioma nacional reconocido como oficial, por ejemplo, los billetes de moneda soviética declaraban su valor en todos los idiomas nacionales. Más importante aún, las repúblicas estaban gobernadas por los lugareños. Fue a través de la colaboración de las élites locales y el gobierno de toda la Unión que se promovió una política de indigenización, o nativización, a partir de la década de 1920. En el caso de Ucrania, fue el proyecto de 'Ucrania'.

La idea era matar dos pájaros de un tiro: promover la ideología comunista y adelantarse a cualquier posible movimiento nacionalista en las repúblicas otorgándoles privilegios y poderes. Dado que los nacionalistas locales eran inevitablemente parte de los gobiernos de las repúblicas, la nativización fue percibida por los comunistas como una solución viable para ganarlos y alentarlos a cooperar. Otra amenaza seria era el movimiento blanco.

En 1926, la población de Odessa estaba formada por 160.000 rusos y 73.000 ucranianos. Járkov, que en ese momento era la capital de la República Socialista Soviética de Ucrania, tenía 154.000 rusos y 160.000 ucranianos. En aquel entonces, los criterios para establecer la nacionalidad eran bastante laxos: a veces, bastaba con decir dónde se encontraba el hogar de una persona, mientras que el idioma nativo podría haber sido ignorado.

Con el fin de construir un nuevo estado socialista, los bolcheviques decidieron cortar de raíz cualquier resistencia potencial apoyando la cultura de Ucrania y minimizando la de Rusia. En esa época, muchos campesinos emigraban a las ciudades en busca de una vida mejor. Dado que no tenían raíces allí, eran un objetivo adecuado para el programa de nativización de los bolcheviques.

Para promover esta agenda, proclamaron oficialmente una política de indigenización diseñada para eliminar los "vestigios de nacionalismo" en el XII Congreso del Partido Comunista Ruso en abril de 1923. Una política implicaba de promoción de las lenguas y culturas locales, así como la formación de élites nacionales.

El objetivo principal de la campaña era reemplazar la cultura y el idioma rusos en las repúblicas soviéticas con culturas e idiomas locales, lo que se promocionó como una lucha contra el "chovinismo ruso" heredado del pasado imperial de Rusia.


Cómo se templó el acero 


Cartel del artista soviético Viktor Deni (Viktor Nikolaevich Denisov "Cada golpe de martillo sobre el yunque es un golpe contra el enemigo". Trabajadores de todos los países unios" (1920)


Los bolcheviques afirmaron efectivamente la necesidad de remediar las consecuencias de las políticas de "rusificación" llevadas a cabo por el Imperio ruso para facilitar el proceso de construcción del socialismo. Para ello, nutrieron a las élites locales, dieron estatus oficial a sus lenguas y financiaron la difusión de la cultura y los medios impresos en estas lenguas. Así, los bielorrusos y los "pequeños rusos" (ucranianos), dos etnias que habían estado en el centro de la nación rusa, comenzaron a transformarse en naciones "independientes" que perseguían sus propias ideologías dentro de fronteras que nunca antes habían existido. (NdelE. se refiere a las fronteras dentro del imperio ruso, incluso las no definidas fronteras de Ucrania en su efímero estado tras el colapso del imperio ruso)

La política de "ucranización" fue supervisada por las autoridades locales. En 1924, el principal ideólogo y cerebro de la "nación ucraniana", el historiador Mijaíl Grushevky, regresó a Kiev con el permiso de los bolcheviques. Ideó e implementó un método de promoción generalizada del idioma ucraniano a través del sistema de educación secundaria. Al mismo tiempo, se encargó a los lingüistas que desarrollaran un forma literaria de la lengua ucraniana. El proyecto fue implementado por los bolcheviques ucranianos Nikolai Skripnik y Stanislav Kosior.

"Nosotros, los comunistas rusos, debemos hacer concesiones cuando hay diferencias con los comunistas bolcheviques ucranianos sobre la independencia estatal de Ucrania, las formas de su alianza con Rusia y la cuestión nacional en general", escribió Lenin en 1920.

Los resultados no se hicieron esperar. Se introdujeron clases de ucraniano en todas las instituciones en las que se formaba a trabajadores de la educación y docentes en toda la República Socialista Soviética de Ucrania, así como en escuelas en las que la enseñanza se impartía en otro idioma. Como resultado, la proporción de trabajadores industriales que comenzaron a identificarse cada vez más como ucranianos creció del 41% al 53% entre 1926 y 1932.

Sin embargo, el proceso de "ucranización" fue impuesto en gran medida desde arriba, impuesto a la población urbana de habla rusa, que en su mayoría estaba insatisfecha con las políticas. Se oponían particularmente al requisito de usar el ucraniano en eventos y ocasiones formales. La desrusificación se combinó con campañas de propaganda lanzadas en los periódicos soviéticos, mientras que las publicaciones en ucraniano crecían rápidamente.

Este éxito domesticó un poco el ardor de los bolcheviques ucranianos, pero la campaña ya había cobrado fuerza hasta el punto de que era extremadamente difícil detenerla y el Kremlin se vio obligado a acomodar el ansia de independencia de las élites locales durante muchos años más. No fue hasta finales de la década de 1930 que el proyecto de ucranización fue finalmente desechado debido a los temores de que pudiera revivir el movimiento nacionalista ucraniano. También había otra razón detrás de esa decisión: los graduados de la escuela secundaria a menudo no hablaban ruso y, por lo tanto, tenían dificultades en las universidades donde la enseñanza todavía se realizaba en ese idioma.

La "ucranización" perseguida por el liderazgo soviético hasta finales de la década de 1930 sentó bases sólidas para el desarrollo y crecimiento de la nación ucraniana y su cultura. Incluso después de que el proyecto fue abandonado, la oleada de sentimiento nacionalista que había desencadenado persistió durante muchos años más por inercia. Las políticas soviéticas convirtieron a la República Socialista Soviética de Ucrania en una entidad territorial autosuficiente dentro de la Unión Soviética, con su propia élite nacional y una clase de intelectuales creativos, lo que allanó el camino para la eventual independencia de Ucrania.

El momento de la verdad

La República Soviética de Ucrania de la posguerra fue en la dirección opuesta y comenzó a promover el idioma y la cultura rusos. Esto ocurrió después de que Nikita Jruschov criticara a académicos y científicos sociales en agosto de 1946 en la sesión plenaria del Comité Central del Partido Comunista de Ucrania por errores en sus interpretaciones de la historia.

Los desafió a cultivar "tolerancia cero para cualquier manifestación de nacionalismo burgués" entre los ciudadanos ucranianos. Y la lealtad de los ucranianos al régimen soviético fue asegurada por Lazar Kaganovich, un prominente político a cargo del proyecto de "ucranización" en la década de 1920. Aun así, las humanidades ucranianas continuaron desarrollándose después de la Segunda Guerra Mundial a pesar de la incesante supervisión del partido. Algunos institutos de investigación se centraban en los estudios ucranianos. Todo eso cambió después de que Stalin muriera en 1953 y su culto a la personalidad fuera denunciado en el XX Congreso del Partido por Nikita Khrushchev, que se había criado en el este de Ucrania. El uso del idioma ucraniano también experimentó muchos cambios. Se compilaron diccionarios del idioma ucraniano y la mayoría de las universidades cambiaron al ucraniano como idioma de instrucción. 


"Bueno, ¿quién más querría venir a la URSS?", Boris Efimov, 1938

Además, la República Socialista Soviética Autónoma de Crimea, donde prevalecía el ruso, fue transferida de la República Soviética rusa a la República Soviética de Ucrania por un decreto de Jruschov. "La victoria en la Gran Revolución Socialista de Octubre y la política de Lenin sobre las nacionalidades permitieron al pueblo ucraniano crear su primer Estado nación", dijo el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Ucrania, Pyotr Shelest, en 1970, refiriéndose al deshielo de Jruschov, entre otras cosas. Y tenía razón: los altos mandos del partido nacional disfrutaban de un estatus especial en Ucrania, tanto en el partido como en las estructuras gubernamentales. Cabe destacar que este estatus se reforzó bajo Leonid Brezhnev, cuando Vladimir Shcherbitsky asumió el cargo de primer secretario del Comité Central. Entre 1965 y 1977, Nikolai Podgorny, de nacionalidad ucraniana, fue el presidente del Presidium del Soviet Supremo de la URSS y Nikolai Tikhonov, nacido en Járkov, cuya carrera comenzó en Dnepropetrovsk, fue presidente del Consejo de Ministros de 1980 a 1985. Varios miembros del Comité Central en ese momento tenían vínculos con la región de Dnepropetrovsk. Entre ellos estaban Andrei Kirilenko, Pyotr Shelest, Vladimir Shcherbitsky, Andrei Grechko y Dmitry Polyansky. En la década de 1980, cuando el Partido Comunista de Ucrania estaba encabezado por Shcherbitsky, la República Socialista Soviética de Ucrania fue llamada el último bastión del comunismo

Pero la historia no quería saber nada de eso. Y me viene a la mente una frase fatídica del presidente de la Ucrania independiente Leonid Kravchuk a este respecto: "Ucrania puede estar orgullosa de ser el Estado que ha destrozado a la Unión Soviética". De hecho, a pesar de que Ucrania se encuentra entre las principales economías de la URSS y entre las diez naciones europeas más desarrolladas, fue el liderazgo ucraniano el que desempeñó un papel clave en el colapso de la Unión Soviética, un país multinacional en el que el pueblo ucraniano había ocupado una posición especial. 


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30 agosto 2024

Kursk historia de dos ofensivas. ¿El final de la guerra en Ucrania?



I

Introducción por el editor del blog
Entre julio y agosto de 1943 (un mes y medio aproximadamente) tuvo lugar la penetración de fuerzas alemanas al saliente de Kursk, con la consabida contraofensiva soviética. En agosto de 2024, los nazis ucranianos -respaldados- con armamento alemán y de otras potencias occidentales rememoran lo sucedido en Kursk hace ocho décadas. Curiosamente el objetivo es el mismo: matar, robar y destruir todo lo que huela a ruso.


No dedicaremos este artículo a detallar el amor, el orgullo de pertenencia de los descendientes del fascismo de Bandera, hoy entregados al servicio del nazismo en gran parte de las fuerzas ucranianas. Otro detalle que debemos recordar es el interés británico y estadounidense por observar si la Alemania nazi era capaz de someter a la Unión Soviética, ese mismo interés se puede apreciar en 2024 con Rusia. Las fuerzas ucranianas que lanzaron una ofensiva en la región de Kursk están bajo el mando de Gran Bretaña y el visto bueno de Estados Unidos. 

Objetivo: A más de lo arriba señalado, otro objetivo es el geopolítico, la pretensión de siempre, dividir Rusia, separar a sus repúblicas federadas o al menos debilitarla para hacerse con sus inmensos recursos naturales. Apoderarse de los recursos de Rusia representa el futuro de las potencias de Occidente.

Ucrania es usada por EEUU-OTAN-UE, las Fuerzas Armadas de Ucrania dependen por completo de las decisiones y el apoyo militar de Occidente, pero tienen pocas opciones y solo falsas promesas que ni siquiera se refieren al bienestar e intereses del pueblo ucraniano, se trata de que Ucrania se sacrifique para lograr las ambiciones geopolíticas de la OTAN. 

Ese mismo sacrificio está siendo exigido para Georgia, ex república soviética, (Georgia enfrenta un complot para cambiar el actual gobierno neutral), ya en 2008 fue llevada por los asesores militares estadounidenses a una guerra contra una debilitada Rusia por la Osetia del Sur). Y, para colmo, otra ex república soviética, Moldavia, se encuentra en el proceso "democrático" de llevar "paz" a la región llevando la guerra contra Rusia por la región de Transnistria, además, presionada por EEUU/OTAN para acoger en sus bases la flota de aviones F-16 destinados a Ucrania.

¿Notan el patrón?, pequeñas naciones ex soviéticas quieren ser arrastradas a su destrucción -igual que Ucrania- para beneficiar a EEUU/OTAN, lo único que persigue la "democracia" occidental es debilitar militar y económicamente a Rusia usando a naciones débiles para hacerlas ver como víctimas de los perversos rusos.

Volvamos con Ucrania. Lo que hace un grupúsculo de "líderes" ucranianos es utilizar el adoctrinamiento fascista de generaciones en su odio visceral a su propia sangre eslava para servir a Occidente (éstos eslavos fascistas se creen "blancos arios", denominados como "nacionalistas integrales"). Los grupos neonazis, que comparten el poder en Kiev con otros políticos, son presentados como demócratas patriotas que luchan por la "libertad". Como dijo un analista, esto no es solo burlarse del sentido común, es un sacrilegio contra todos aquellos que liberaron a Ucrania y a Europa de la peste del nazismo, un insulto directo.

Pero, ¿qué pasa mientras tanto en los corredores del poder en Berlín? El Gobierno se ha dedicado a una sola cosa: evitar paralelismos entre el intento de invasión neonazi, perdón, ucraniana en la región rusa de Kursk usando armas y equipamiento alemán con los sucesos históricos de la batalla de Kursk en el transcurso de la segunda guerra mundial; y, por supuesto, elude responder sobre la entrega y utilización de ese armamento y suministros alemanes para la ofensiva ucraniana en territorio ruso  (Kursk). Ese uso letal de armas germanas ha sido confirmado por propios medios informativos alemanes. 

El Teniente Coronel (r) de la Bundeswehr, Juergen Rose, expresa: "Esto es exactamente lo que el Gobierno alemán, por supuesto, no quiere comentar, porque sería fatal. Ya que de nuevo, los tanques alemanes ruedan en la cargada de simbolismo zona de la mayor batalla de tanques de la historia mundial, la batalla de Kursk... Es como si la Alemania actual siguiera los pasos del Tercer Reich en la guerra para destruir a la Unión Soviética. Por supuesto, quieren evitarlo a toda costa, porque nosotros somos buenos y los rusos son malos. Es una visión del mundo completamente en blanco y negro".


Arriba: Un tanque Panther alemán después de la Batalla de Kursk, 1943. Abajo: Un tanque Leopard alemán 2A4 fuera de combate tras maniobras de entrenamiento ucraniano (2023).


Un gran número de expertos analistas de estrategia militar discuten si la actual y aparente exitosa contraofensiva ucraniana en Kursk fue diseñada para ganar y mantener terreno dentro de territorio ruso y con esa demostración de fuerza conseguir concesiones diplomáticas en unas hipotéticas negociaciones de paz; o, en opinión de otros, pretende, mejor dicho pretendía, desviar la avasallante ofensiva rusa en el Donbass. Nada. Ucrania no ha obtenido nada de sus pretensiones (supuestas), Rusia no negociará nada que no sea la retirada ucraniana del Donbass; y, por otro lado, no tiene ningún apuro en ir eliminando -de a poco- a las fuerzas de Kiev en territorio ruso, tan cierto que no desvió un solo soldado de su ofensiva en el Donbass. 

La Batalla de Kursk del siglo XXI es una poderosa incursión ucraniana con una fuerza mecanizada de gran movilidad, bajo asesoramiento anglo-americano, con miles de hombres de  formaciones experimentadas (entre otras la 22.ª Brigada Mecanizada y la 82.ª Brigada de Asalto Aéreo) y cientos de carros de combate alemanes (Leopard 2), estadounidenses (Abrams) y británicos (Challenger 2), más blindados de diverso origen europeo en los que destacan los italianos. A pesar que toda operación mecanizada de esta envergadura conlleva el pandemonio logístico del mantenimiento también desplegaron una cantidad significativa de unidades de defensa aérea. 

La ofensiva ucraniana es descollante pero inútil en sus pretensiones y tan peligrosa que ha puesto en riesgo sus líneas de defensa y reservas. Aquí también los analistas coinciden en la probable repetición de la desafortunada ofensiva alemana en la Batalla en las Ardenas 1945 que asombró a todos con un formidable avance inicial que no duró mucho, la superioridad numérica del enemigo pronto enderezó el rumbo, lo que si consiguió la defensa general alemana es debilitar todos sus frentes. Por su lado, los rusos no tienen apremio, van a su ritmo frío e imperturbable pero siempre activo.

Las siguientes líneas profundizan nuestro prólogo.


T. Andino


II


Historia de dos ofensivas. ¿El final de la guerra en Ucrania?

Preguntas estratégicas sin respuesta


        Tanque Leopard II alemán (foto archivo, Getty Images)
 

Dr. Jack Rasmus

Global Research, agosto de 2024

El Dr. Rasmus es autor de los libros 'Central Bankers at the End of Their Ropes', Clarity Press, 2017 y 'Alexander Hamilton and the Origins of the Fed', Lexington Books, 2020. Maneja su propio blog (https://jackrasmus.com); y su programa de radio semanal, Alternative Visions en Progressive Radio Network.


La guerra en Ucrania se encuentra en una encrucijada. Está entrando en una nueva fase. Las estrategias militares y políticas de ambos bandos están cambiando. Tanto Ucrania como Rusia han abierto nuevos frentes y ofensivas: Ucrania en la región fronteriza del norte de Kursk y Rusia en la zona de Járkov y el centro del Donbass de Donetsk. Es probable que se abran más frentes nuevos.

Se estima que las fuerzas totales de Rusia en Ucrania hoy, a finales del verano de 2024, están entre 600.000 (según Ucrania) y 700.000 (según el Ministerio de Defensa de Rusia). Las fuerzas totales disponibles de Ucrania son de alrededor de 350.000. Sin embargo, detrás de estas cifras, ambos lados están movilizando fuerzas adicionales que aún no están comprometidas en la línea de combate. Ucrania está reclutando y entrenando apresuradamente a otros 150.000, mientras que Rusia tiene otros 400.000 en sus fuerzas armadas totales ubicadas en otras partes de Rusia. Rusia también planea tener un ejército de 1,4 millones para fin de año, lo que sugiere reservas de combate adicionales de quizás 300.000, además de sus 700.000 combatientes que ahora están en Ucrania.

De modo que hoy Rusia tiene una superioridad numérica de aproximadamente 2 a 1, tanto en tropas de combate en Ucrania como en reservas potenciales. Lo que significa que una fuerza rusa de 700.000 hombres en Ucrania hoy (e incluso un millón a fin de año) significa que la Operación Militar Especial (SMO) de Rusia simplemente no es una fuerza suficiente para conquistar toda Ucrania. Ni tampoco se pretendió que lo fuera cuando Rusia en febrero de 2022 entró en Ucrania con una fuerza de combate de la SMO de casi 100.000 hombres.

Con fuerzas de combate que llegan incluso a un millón a fin de año, a menos que se produzca un improbable colapso total del ejército de Ucrania, la SMO no es suficiente para tomar Kiev u Odessa; y ciertamente no es suficiente para invadir la OTAN, como a algunos halcones de guerra en Occidente les gusta argumentar para justificar una participación más directa de la OTAN en la guerra.


        Tropas rusas en entrenamiento (EFE)

A modo de comparación histórica, la Unión Soviética necesitó un ejército de 13 millones de hombres para expulsar a los nazis de su territorio; al menos un tercio o 4 millones de ellos estaban involucrados solo en su frente del sur de Ucrania.

Si bien Rusia tiene una clara, aunque no abrumadora, ventaja en cuanto a fuerzas de combate en Ucrania hoy en día, el éxito militar no es sólo una función de números absolutos, sino de cuán bien se pueden concentrar las fuerzas en un frente determinado para permitir una ventaja numérica por un tiempo sobre el adversario. Otros factores también juegan un papel táctico, como el elemento sorpresa, la cantidad y calidad de las reservas que se pueden reunir en puntos y momentos críticos del conflicto, la movilidad de las fuerzas para ser desplegadas rápidamente y la capacidad de engañar al oponente sobre dónde, cuándo y cuánta fuerza se concentrará.

Estos últimos factores (reservas, sorpresa, movilidad, etc.) son importantes y a veces decisivos, pero no por ello menos secundarios: la concentración de fuerzas es siempre la táctica militar principal. Hasta ahora hemos visto a Ucrania y a Rusia concentrar sus respectivas fuerzas, aunque en frentes diferentes y separados por cientos de kilómetros. La cuestión es qué frente es el más importante desde el punto de vista estratégico.


El acontecimiento estratégico clave de 2024 

El acontecimiento clave de la guerra de este verano de 2024 es la concentración de fuerzas rusas numérica y cualitativamente superiores en la zona central del Donbass. Rusia ha disfrutado de una ventaja numérica en fuerzas de combate en el Donbass, así como en superioridad aérea y en fuerzas de misiles y artillería durante al menos el año pasado desde el fracaso de la ofensiva ucraniana del verano de 2023. Esta ventaja y superioridad rusa en el Donbass se ha incrementado aún más este verano de 2024 como resultado de la retirada de Ucrania del Donbass este verano de algunas de sus mejores brigadas. Ucrania envió estas mejores brigadas del Donbass a la región fronteriza del norte de Kursk para participar el 6 de agosto en la invasión ucraniana del territorio ruso de Kursk. Ese desplazamiento de las fuerzas ucranianas dejó su frente del Donbass débilmente defendido. En cambio, Rusia no ha trasladado ninguna de sus fuerzas del Donbass al frente de Kursk, pero ha aumentado sus fuerzas en el Donbass. Este acontecimiento es quizás el cambio estratégico más importante en la guerra de este verano de 2024.


Qué frente y qué ofensiva (el Kursk de Ucrania o el Donbass de Rusia) es más importante para el resultado final de la guerra probablemente se decidirá en los próximos meses, y definitivamente antes de fin de año, 2024.


En las batallas que ahora se libran en esos dos frentes –Kursk y Donbass– podríamos estar presenciando, de hecho, el comienzo del final de la guerra en Ucrania.


       Tropas ucranianas en camino a Kursk (Reuters)

Como resultado de la retirada de algunas de las mejores brigadas ucranianas del Donbass, las fuerzas rusas están teniendo cada vez más éxito en ese frente, tomando aldea tras aldea y avanzando hacia el oeste, hacia los bastiones clave de Ucrania: Pokrovsk, en el centro del Donbass, así como hacia Slavyansk, en el norte del Donbass. Si Rusia toma Pokrovsk y Slavyansk, la guerra en el este de Ucrania habrá terminado de hecho, al menos en las antiguas provincias de Lughansk, Donetsk, Zaporozhie y Kherson, en el este de Ucrania. La línea de combate casi con toda seguridad se moverá rápidamente hacia el oeste, hacia el río Dniéper.

En cambio, es difícil ver qué espera lograr estratégicamente Ucrania con su penetración en la provincia rusa de Kursk. ¿Podrá cambiar el curso de la guerra a favor de Ucrania? Es muy improbable, dada la continua ventaja de Rusia en fuerzas de combate, armamento y superioridad aérea. Lo que plantea la pregunta: ¿cuáles fueron los motivos y objetivos de Ucrania para su ofensiva en Kursk y podrá alcanzarlos?


La ofensiva de verano de Ucrania en Kursk 




La ofensiva ucraniana contra Kursk, lanzada el 6 de agosto de 2024, ha tenido cierto éxito inicial. Ucrania concentró inicialmente fuerzas numéricamente superiores en la frontera de Kursk (como lo había hecho a principios del verano en la frontera de Járkov al sureste de Kursk).

En vísperas de su ofensiva de agosto en Kursk, Ucrania anunció públicamente que sus concentraciones de tropas frente a Kursk y al norte de la ciudad de Járkov eran movimientos estrictamente defensivos para prepararse ante las esperadas invasiones rusas desde el norte, que se rumoreaba que serían inminentes durante la primavera de 2024. Sin embargo, en retrospectiva, el anuncio de Ucrania de que sus fuerzas en las fronteras de Járkov y Kursk eran estrictamente defensivas parece haber sido un engaño militar. El ejército ucraniano reveló recientemente que Ucrania se había estado preparando en junio para una ofensiva contra Rusia en Kursk.

Se plantea entonces la cuestión: ¿cuáles eran los motivos y objetivos de Ucrania al trasladar tropas desde el Donbass y otras zonas de Ucrania (también desde la frontera entre Bielorrusia y Ucrania) y concentrarlas en su frontera norte con Járkov y Kursk? Si no era para defenderse de una nueva ofensiva rusa en el norte, sino para lanzar una ofensiva propia, ¿cuáles eran (y son) los objetivos de Ucrania?

En preparación para la ofensiva de Kursk en agosto, Ucrania trasladó brigadas de combate de todo el país y las concentró en la frontera de Kursk en julio, incluidas muchas de sus mejores brigadas en Donbass, así como algunos de sus 95.000 hombres en posiciones defensivas en la frontera de Kharkov. Ucrania incluso trasladó tropas de su frontera con Bielorrusia a Kursk, aparentemente gracias a un acuerdo con Bielorrusia para reducir sus respectivas fuerzas en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania (un acuerdo que, según se informa, ha sido rescindido recientemente). Por último, Ucrania también envió a algunos de sus nuevos reclutas con un entrenamiento mínimo en preparación para la ofensiva de Kursk.

En resumen, Ucrania ha trasladado a la región de Kursk hasta un tercio de sus brigadas, es decir, unas 150.000, de las cuales quizá la mitad sean brigadas de combate. En Vovchansk quedó una fuerza reducida y en el Donbass una fuerza gravemente reducida. Además, se dice que algunas brigadas ucranianas han regresado a la frontera bielorrusa después de la ofensiva de agosto.

Con una fuerza de combate acumulada de alrededor de 70.000 hombres, Ucrania aplastó fácilmente la escasamente vigilada frontera rusa de Kursk, que estaba protegida por guardias fronterizos y otras unidades no probadas, a pesar de que Ucrania invadió Kursk inicialmente con unos 12.000 soldados, desde el 6 de agosto ha reunido y concentrado al menos otros 60.000 hombres.


Un tanque ruso destruido yace al costado de una carretera cerca de Sudzha, en la región de Kursk, Rusia, el viernes 16 de agosto de 2024. Esta imagen fue aprobada por el Ministerio de Defensa de Ucrania antes de su publicación. (Associated Press)


Esto quizás sugiere que Ucrania no ha terminado de cruzar la frontera hacia Rusia en otros lugares a lo largo de la frontera norte. Algunos analistas sugieren que Ucrania planea lanzar otra ofensiva más al noroeste de Kursk en lo que se llama la región fronteriza de Bryansk. O alternativamente, justo al suroeste de Kursk en la frontera de Belgorod. Incluso hay rumores de otra ofensiva por parte de Ucrania en el extremo suroeste de la provincia de Zaporozhie, cuyo objetivo es tomar la planta de energía nuclear de Zaporozhie actualmente bajo control ruso. Sin embargo, es discutible dónde podría Ucrania reunir esas fuerzas de combate adicionales.

En respuesta, Rusia envió inicialmente fuerzas especiales y marines para controlar el avance de Ucrania, que se ha ralentizado significativamente. Y, según se informa, fuerzas mecanizadas están en camino al frente de Kursk desde otros lugares de Rusia. El enclave de Kursk se ha convertido ahora en quizás el campo de batalla más intenso de la guerra hasta la fecha.

Lo que sugieren las posibles ofensivas y frentes en Kursk y otros frentes en Ucrania es que Ucrania está desesperada por lograr que Rusia retire sus fuerzas, superiores y cada vez más eficaces, del Donbass para frenar sus avances cada vez más rápidos en esa región, pero hasta ahora parece que Rusia no lo ha hecho.


La ofensiva rusa Jarkov-Vovchansk

Hay otra historia paralela aquí: antes de la ofensiva ucraniana de agosto en Kursk, las fuerzas rusas habían entrado a principios de mayo en la provincia ucraniana de Járkov, cerca de la ciudad fronteriza ucraniana de Vovchansk, situada a sólo 40 kilómetros al norte de la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkov. Esa ofensiva rusa se lanzó con una pequeña fuerza de sólo 15-20.000 hombres, aunque Rusia sabía que Ucrania había concentrado 95.000 tropas en una línea defensiva justo al sur de la frontera. El resultado fue previsible: la ofensiva rusa en Járkov se estancó rápidamente y se produjo un punto muerto en torno a la ciudad de Vovchansk, al menos hasta hace muy poco.

Por tanto, surge una segunda pregunta paralela: ¿por qué Rusia cruzó la frontera cerca de Járkov-Vovchansk con una concentración de fuerzas tan insuficiente, enfrentándose a lo que sabía que eran 95.000 soldados ucranianos atrincherados en posiciones defensivas? Es evidente que el objetivo no podía haber sido tomar la ciudad de Járkov. Entonces, ¿cuál era?


La ofensiva rusa en el Donbass


     Mapa muestra las regiones de Donetsk y Luhansk (Donbass). Este mapa no refleja la actual situación militar entre Ucrania y Rusia.

El acontecimiento estratégico militar más importante de la guerra de este verano de 2024 no es la invasión ucraniana de Kursk, sino el hecho de que, para poder llevar a cabo su ofensiva en Kursk, Ucrania ha dejado su frente del Donbass seriamente debilitado. Tan débil, de hecho, que la ofensiva rusa en el Donbass se intensifica casi a diario con un éxito creciente.

Hay tres direcciones en las que Rusia se está moviendo hacia el oeste en el Donbass. La más importante es el Donbass central, donde Rusia está prácticamente a las puertas de la ciudad ucraniana de Pokrovsk, un centro estratégico. Pokrovsk es una intersección de vías férreas y carreteras que suministra a las fuerzas ucranianas la mayor parte de sus armas y suministros al centro y sur del Donbass. Si cae en manos de Rusia, los suministros a la mayoría de sus fuerzas en el Donbass central corren un gran riesgo. Igualmente importante es el hecho de que al oeste de Pokrovsk hay pocas líneas y fortificaciones para las operaciones de defensa de Ucrania. La carretera está abierta al río Dniéper en el extremo oeste, la siguiente línea de defensa natural de Ucrania. Pero el Dniéper representa la pérdida de toda la provincia de Donetsk y su completa liberación por parte de Rusia.

Un poco más al norte de Pokrovsk se encuentra una ciudad igualmente estratégica, Slavyansk, y su vecina ciudad más grande, Kramatorsk. Slavyansk es análoga en términos de apoyo logístico de Ucrania para el norte de Donbass. Si también cae, caerá también el resto del norte de Donetsk y la provincia de Lughansk. Los avances rusos también han comenzado en esta región, a través de Siversk e Izyum.

En resumen, si Pokrovsk y Slavyansk caen ante Rusia, se acabará la partida en el frente del Donbass ante Ucrania. Los avances de Rusia sugieren que esto probablemente ocurrirá antes de las elecciones estadounidenses de noviembre o poco después. La cuestión es que la retirada de Ucrania de algunas de sus mejores fuerzas del Donbass hacia su frente de Kursk, sin duda aceleró los avances de Rusia que ahora están en marcha en el Donbass. Y si el Donbass cae, Ucrania no tendrá otra opción que abandonar sus posiciones más al sur en la frontera de Zaporozhie también, o de lo contrario quedar cercada allí.

Los acontecimientos de los últimos meses en el Donbass plantean una tercera cuestión estratégica: ¿ha decidido Ucrania sacrificar efectivamente el Donbass para lanzar su ofensiva en Kursk?

Los analistas militares de ambos lados parecen no entender por qué Ucrania y Rusia han tomado las decisiones que han tomado en este momento crítico de la guerra en el verano de 2024: Rusia en mayo pasado en Járkov, Ucrania este verano en Donbass y Kursk, y la decisión de Rusia de mantener firme su ofensiva en Donbass.

¿Cuáles son entonces algunas de las posibles explicaciones que barajan los analistas al intentar explicar los objetivos de estas dos ofensivas (Ucrania en Kursk y Rusia en Járkov-Donbass)?


Algunas preguntas estratégicas sin respuesta:

Resumamos estas preguntas estratégicas y ofrezcamos algunas posibles respuestas.


Pregunta 1. ¿Por qué Ucrania invadió Kursk? ¿Cuáles son sus posibles objetivos y puede alcanzarlos? 

 

Los tanques de batalla Challenger 2 ondeando la bandera ucraniana (foto de archivo)

Los analistas militares están por todas partes especulando sobre por qué Ucrania invadió Kursk. Algunos dicen que el objetivo era apoderarse de la planta nuclear rusa ubicada al sur de la ciudad de Kursk y a menos de 100 millas de la frontera. Al apoderarse de la planta, Ucrania la usaría luego como pieza de chantaje en las negociaciones con Rusia.

Otro objetivo planteado es que Ucrania pretende utilizar el territorio capturado como moneda de cambio en las negociaciones con Rusia, que al parecer varios países terceros han estado tratando de organizar, aunque hasta ahora sin éxito.

En términos de tácticas militares, existe otra especulación: la invasión ucraniana tenía como objetivo obligar a Rusia a transferir brigadas de su frente en el Donbass a Kursk, y de ese modo frenar los avances rusos en el Donbass que parecen estar acelerándose.

Otra especulación es que Ucrania pretendía crear una zona de "amortiguación" a lo largo de la frontera antes de que Rusia lanzara su propia ofensiva en la región. Eso sugiere que la invasión ucraniana tenía como objetivo impedir que Rusia abriera un frente ofensivo propio a lo largo de la frontera norte.

Otra opinión es que el verdadero objetivo de la ofensiva de Ucrania ha sido hacer que Putin parezca débil ante las élites y el público rusos, que ahora exigen una respuesta rusa más agresiva a la invasión. La ofensiva de Kursk, según esta opinión, es provocar a Rusia a una respuesta agresiva más extrema que le permitiría a Zelenski recibir más ayuda militar letal de la OTAN (como los misiles estadounidenses Storm Shadow y ATACMS y los F-16 con misiles) y el permiso de la OTAN para usarlos para atacar el interior de Rusia.

Es posible que un poco de todo lo anterior sean motivaciones para la ofensiva de Ucrania: en lo que se refiere a apoderarse de la planta nuclear de Kursk, si ese fuera el objetivo, ya ha sido neutralizada y Ucrania prácticamente no tiene ninguna posibilidad de llegar a la planta de Kursk ahora que las masivas defensas rusas bloquean su camino.

La explicación de que el objetivo de la ofensiva de Kursk es obligar a Rusia a trasladar unidades militares del Donbass a Kursk tampoco parece haber sido aceptada hasta ahora. Rusia tiene suficientes reservas en otras partes del territorio ruso y las está trasladando al frente de Kursk.

La especulación de que Zelensky autorizó la ofensiva de Kursk como moneda de cambio de "tierra por tierra" en futuras negociaciones también se ve desmentida por los acontecimientos recientes desde el 6 de agosto: Putin ha declarado públicamente que no habrá negociaciones con Ucrania mientras sus fuerzas permanezcan en territorio ruso, ya sea en Kursk o en Donbass.

La idea de que Ucrania obtenga una zona de protección nunca ha sido convincente. ¿Por qué Ucrania agotaría sus recursos militares en otros lugares y se arriesgaría a perder más territorio (Donbass) para proteger territorio (Frontera Norte) que aún no ha perdido?

Parece, por tanto, que el objetivo más probable de la ofensiva de Kursk en Ucrania era, y sigue siendo, político: provocar a Rusia a una respuesta extrema para que Ucrania restablezca el apoyo occidental que se está desvaneciendo para continuar la guerra. Zelenski necesita que Rusia escale la situación para permanecer en el poder en Ucrania. En toda la OTAN, el apoyo para proporcionar armas y municiones militares está disminuyendo. Occidente cree además que la financiación de la guerra y la economía de Ucrania está resuelta, proporcionada por los 300.000 millones de dólares confiscados en activos rusos. Sin embargo, los medios occidentales casi a diario se han vuelto cada vez más críticos con la guerra, reconociendo que no se puede ganar. Zelenski necesita, por tanto, demostrar que Ucrania todavía tiene la capacidad de luchar y la OTAN necesita proporcionar aún más armamento porque Rusia está intensificando la guerra. Zelenski se da cuenta de que necesita una mayor participación directa de las tropas de la OTAN, no solo armamento. Actualmente, la OTAN está participando en operaciones terrestres con técnicos que operan armas avanzadas de la OTAN, mercenarios, así como altos oficiales de la OTAN y planificadores de guerra sobre el terreno. Necesitará aún más. No puede impresionar a la OTAN para que proporcione más con las pérdidas en el Donbass. Podría convencer a los halcones de guerra de la OTAN con ofensivas en Rusia como Kursk.


Pregunta 2. ¿Ha decidido Ucrania sacrificar efectivamente el Donbass?

 


Un cartel de propaganda ruso-soviético de 1921 que dice "El Donbass es el corazón de Rusia"

Las pruebas sobre el terreno sugieren firmemente que Ucrania puede haber decidido sacrificar territorio en el Donbass y tal vez toda la región en su conjunto. Su defensa en el Donbass estaba empezando a resquebrajarse mucho antes de la ofensiva de Kursk, desde la pérdida de la estratégica ciudad de Avdeyevka en el Donbass a principios de este año. Ahora las pérdidas allí se están acelerando después de que Ucrania retiró algunas de sus mejores brigadas del Donbass y las trasladó a Kursk.

Para Ucrania, el frente norte de Kursk es estratégicamente más importante que el Donbass. Su posición en futuras negociaciones con Rusia y el apoyo occidental en general se debilitaban mientras perdía el Donbass. La toma de territorio ruso en el norte podría apuntalar esa pérdida de apoyo y fortalecer su posición. En resumen, proteger la ciudad de Járkov y el territorio ucraniano fuera de las cuatro provincias de Rusia en el este es estratégicamente más importante para Ucrania que conservar el Donbass. Ucrania no puede conservar el Donbass al final y tanto la OTAN como Ucrania lo saben. La opinión en Occidente sugiere cada vez más que Ucrania debería aceptar entregarle el Donbass y las cuatro provincias. Pero Ucrania no puede simplemente retirarse en el Donbass y entregarlo sin parecer débil e incluso a punto de perder la guerra. Eso aceleraría la retirada del apoyo de la OTAN. Por lo tanto, Zelenski necesitaba otro éxito en otra parte si Ucrania estaba inevitablemente a punto de perder el Donbass. De ahí la ofensiva de Kursk.


Pregunta 3. ¿Por qué Rusia invadió la región de Járkov con una fuerza insuficiente?

Rusia cruzó la frontera a principios de mayo pasado en la región de Járkov, pero no para capturar la gran ciudad ucraniana de Járkov. Para ello se necesitaría quizás una fuerza ofensiva rusa de al menos medio millón de hombres. Rusia sabía, además, que una gran fuerza ucraniana de hasta 95.000 hombres, según los informes, estaba concentrada entre la frontera y la propia ciudad de Járkov, a apenas 80 kilómetros al sur. ¿Por qué entonces Rusia abrió ese frente con sólo 15-20.000 soldados? La única explicación posible es que Rusia entró en Járkov con una fuerza insuficiente para conseguir que Ucrania retirara sus fuerzas del Donbass para proteger Járkov, cosa que hizo. De lo contrario, la explicación para enviar una fuerza de 15.000 hombres contra 90.000 hombres es una locura militar. Y no hay pruebas de que durante toda la guerra Rusia haya sido militarmente tonta en sus despliegues de fuerza ofensiva.


Pregunta 4. ¿Rusia fue tomada por sorpresa por la invasión de Kursk?

 

Tanques ucranianos Leopard 2A4 destruidos en diferentes batallas en el Donbass

Hay que admitir que Rusia fue claramente sorprendida por la ofensiva ucraniana en Kursk. Puede que se haya dejado engañar por Ucrania de que su concentración de fuerzas en el lado ucraniano de la frontera de Kursk en el verano fue estrictamente defensiva, diseñada para enfrentarse a Rusia si hubiera invadido ese lugar. También es posible que Rusia haya visto las limitaciones impuestas hasta la fecha por Estados Unidos y la OTAN al uso por parte de Ucrania de ATACMS y misiles de crucero para atacar en el interior de Rusia como prueba de que la OTAN y Estados Unidos no permitían a Ucrania intensificar los ataques directamente en Rusia. Antes del 6 de agosto, los ataques de Ucrania en el interior de Rusia se limitaban a los drones ucranianos. Rusia puede haber interpretado que estas limitaciones de la OTAN significaban que Ucrania no tendría "luz verde" para cruzar la frontera rusa con grandes fuerzas terrestres. Esto -combinado con el hecho de que Rusia malinterpretó la concentración de fuerzas de Ucrania en su lado de la frontera como sólo defensiva- puede haber llevado a Rusia a suponer erróneamente que Ucrania no montaría una ofensiva en Kursk.


Pregunta 5. ¿Estamos asistiendo a la creciente importancia de las reservas en la guerra?

Ahora que ha pasado ya dos años y medio de guerra, está empezando a cansar a ambos bandos en términos de hombres y material. Por tanto, la disponibilidad de suficientes reservas está empezando a desempeñar un papel relativamente más importante a medida que la guerra ha continuado. No sólo las reservas en el sentido de la cantidad de tropas de combate disponibles, sino también su experiencia en combate, entrenamiento y disponibilidad de armas y municiones se están convirtiendo en un factor cada vez más crítico en la conducción de la guerra. Esto suele suceder en la guerra cuando el conflicto se prolonga, excepto cuando un bando tiene una ventaja abrumadora en fuerza sobre el otro. Puede que ese haya sido el caso en las guerras de Estados Unidos en Irak, Libia, Yugoslavia, Panamá y otros lugares, pero no fue así en Vietnam ni en Ucrania. Aquí ha empezado a notarse la ventaja a largo plazo de Rusia en materia de reservas.

Es cierto que Rusia, al negarse a trasladar reservas del Donbass, ha tenido que comprometer reservas de otras partes de Rusia, pero tiene esas reservas. Ucrania no. La ofensiva de Kursk muestra que Ucrania probablemente ha comprometido la mayor parte de sus reservas restantes en ese frente. Y tuvo que trasladar brigadas de Bielorrusia, Járkov y el Donbass para la ofensiva de Kursk, y acortar el entrenamiento de los nuevos reclutas. Ucrania se está acercando al final de sus reservas humanas y no puede obtener un aumento de armas y municiones de la OTAN que necesita si la guerra se intensifica, como está ocurriendo ahora, tanto en Kursk como en el Donbass. La OTAN ha dispuesto la financiación continua para Ucrania durante 2025 confiscando los activos de 300.000 millones de dólares de Rusia en los bancos del G7 que fueron congelados al comienzo de la guerra. Además, el suministro de armas de la OTAN se está ralentizando, ya que los inventarios de la OTAN se están agotando; ya no puede acelerar la entrega de armas a Ucrania como lo hizo en 2022-23. Tampoco tiene la voluntad política de enviar soldados directamente a Ucrania, aunque está construyendo la mayor base militar y aérea de la OTAN en la actualidad en el este de Rumania, a decenas de kilómetros de Odessa, donde ya tiene estacionados miles de tropas aerotransportadas francesas y estadounidenses. Si la OTAN interviene alguna vez sobre el terreno, probablemente será sobre todo para impedir que Rusia se apodere del crucial puerto marítimo ucraniano de Odessa, sin el cual ni siquiera un Estado residual de Ucrania en el oeste podrá mantenerse.


Pregunta 6. ¿Cuáles son las opciones estratégicas de Rusia en relación con la invasión de Kursk y su ofensiva en el Donbass?

 

Posible mapa con el desenlace final del conflicto ruso-ucraniano 

La estrategia rusa no cambiará mucho en el Donbass. Seguirá avanzando, probablemente incluso más rápido. Las fuerzas ucranianas en el Donbass pueden incluso colapsar allí antes de fin de año, y Ucrania se retirará hacia el oeste, al río Dniéper, abandonando así cualquier control sobre el territorio que comprende las cuatro provincias rusas. En cuanto al frente de Kursk, Rusia probablemente sellará la fuerza ucraniana que actualmente ocupa el país, traerá nueva división blindada, artillería y fuerzas aéreas rusas y seguirá golpeando a esas fuerzas ucranianas hasta que se debiliten y se retiren por su propia cuenta. Eso probablemente sucederá poco después de las elecciones estadounidenses de noviembre. Ucrania intentará aferrarse a Kursk para tratar de asegurarse un mayor apoyo estadounidense antes de que Biden deje el cargo en enero próximo. Sin embargo, las probabilidades son significativas de que no pueda lograrlo.


Consecuencias políticas de las ofensivas de Kursk y Donbass 

La opinión pública rusa ha fortalecido la posición de Putin en la guerra como consecuencia de las dos ofensivas. Su problema ahora no es garantizar que la opinión pública rusa siga apoyando a su gobierno y al SMO, sino que segmentos cada vez mayores de la opinión pública rusa y de los medios de comunicación rusos ahora le exigen que emprenda acciones militares aún más agresivas en respuesta a la invasión de Kursk.

El desafío de Putin ahora es no caer en la provocación de Kursk de Ucrania, abandonar el SMO y escalar el conflicto a una guerra de invasión aún más intensiva y más amplia que requeriría una fuerza militar mucho mayor que la SMO y caer en la trampa de los halcones de guerra de la OTAN de usar una escalada rusa como excusa para lograr que la OTAN se involucre aún más directamente en el terreno en la guerra de lo que ya está.

Zelenski claramente quiere llevar los acontecimientos en esa dirección, es decir, un conflicto más directo entre Rusia y la OTAN. Esa es quizás la razón principal detrás de la ofensiva de Kursk. Pero Putin en última instancia quiere algún tipo de acuerdo negociado, aunque en las dos condiciones que Rusia anunció a principios de este verano. Por lo tanto, es probable que espere hasta el resultado de las elecciones estadounidenses para determinar si es necesario abandonar la SMO para un conflicto más amplio. Zelenski y el liderazgo de Ucrania están desesperados e imprudentes; Putin es calculador y generalmente tiene en cuenta el panorama político más amplio.

Por el momento, sin embargo, las condiciones de Putin para iniciar las negociaciones anunciadas hace un par de meses (es decir, que Ucrania abandone las cuatro provincias y acepte la neutralidad) están descartadas. Evitar la posibilidad de negociaciones (que China estaba tratando de organizar el pasado mes de julio) también puede haber sido parte del objetivo de la ofensiva ucraniana en Kursk. Ucrania y Zelensky tienen un largo historial de fingir interés en las negociaciones como una tapadera para una escalada planeada. Las maniobras diplomáticas de Ucrania en Pekín en julio y en Qatar en agosto son evidencia de que Ucrania no tiene intención de negociar nada en serio. Todo lo contrario. Aunque nada es inminente, Estados Unidos y Rusia pueden seguir explorando la posibilidad de negociaciones a través de canales secretos, como lo han hecho en los últimos meses, pero está claro que no habrá negociaciones de ningún tipo hasta después de las elecciones estadounidenses como pronto y, más probablemente, hasta que termine la administración Biden el próximo 20 de enero de 2025.

Durante todo el verano, entre las élites de la OTAN y los medios de comunicación occidentales ha ido creciendo la opinión de que Ucrania no puede conservar el Donbass ni las otras provincias que Rusia se anexionará desde 2022. Los continuos éxitos de Rusia en la ofensiva del Donbass confirman aún más esa opinión y la consolidan si Rusia toma Pokrovsk el mes próximo. Por el contrario, la opinión de la élite de la OTAN puede cambiar aún más hacia la posibilidad de permitir que Ucrania ataque dentro de Rusia utilizando ATACMS, misiles de crucero e incluso F-16 para permitir que Ucrania se quede con el territorio de Kursk mientras pierde el Donbass. La prueba de este cambio de las élites de la OTAN será evidente si Estados Unidos permite en las próximas semanas más envíos de misiles de crucero Storm Shadow del Reino Unido a Ucrania. Perder el Donbass significa lógicamente arriesgar aún más los dados militares en Kursk y la frontera norte.

Los neoconservadores y los halcones de guerra de Estados Unidos intentarán crear una mayor escalada en la guerra de Ucrania entre ahora y enero de 2025 para hacer que sea extremadamente difícil para cualquier nuevo presidente estadounidense elegido en noviembre reducir los compromisos de Estados Unidos y la OTAN con Ucrania, y mucho menos retirarse.

Si Harris gana en noviembre, es casi seguro que las políticas de la administración Biden hacia la guerra continuarán. Harris será maleable para el establishment de la política exterior y los neoconservadores que han estado manejando la política exterior y las guerras de Estados Unidos desde al menos 2001 y quizás incluso antes, desde fines de los años 1990. Si Trump gana -y el Estado profundo le permite asumir el cargo en enero sin una gran crisis constitucional en Estados Unidos (lo que es más probable que no)- es poco probable que Trump pueda poner fin a la guerra de Ucrania en el corto plazo después de asumir el cargo el 20 de enero. Incluso con Trump en el cargo, la guerra continuará hasta bien entrado el año 2025. 

 

El único factor que puede acelerar un final más temprano de la guerra es que Rusia debilite los recursos militares de Ucrania hasta tal punto que esas fuerzas colapsen efectivamente en los frentes de Donbass y KurskRusia nunca tuvo la intención de "conquistar" toda Ucrania, incluida Kiev. La misión de Putin siempre ha sido expulsar a las fuerzas ucranianas de las provincias de habla rusa y luego garantizar algún tipo de neutralidad por parte de lo que queda del Estado ucraniano.


Pero antes de que eso suceda, Rusia tendrá que hacer retroceder definitivamente a Ucrania a través de la frontera de Kursk y tomar las ciudades estratégicas de Pokrovsk y Slavyansk en el Donbass. Sólo entonces se hará evidente el fin del juego. Sólo entonces las fuerzas ucranianas se retirarán a lo que quede de Ucrania. Sólo entonces Estados Unidos y la OTAN decidirán reducir las pérdidas y abandonar por completo el "Proyecto Ucrania".

Dr. Jack Rasmus

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