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02 agosto 2025

Los intocables: Los depredadores sexuales dentro de la élite del poder estadounidense




Selección y resumen de artículos

Introducción del editor del blog


El memorando del Departamento de Justicia de los Estados Unidos emitido hace poco detalla “concluyentemente” que el delincuente sexual Jeffrey Epstein no tenía una lista de clientes que pudiera implicar a personalidades importantes; sobre la muerte de Epstein en prisión en 2019 descarta la posibilidad de un crimen, afirmando que Epstein se suicidó y que no se encontraron pruebas de que mantuviera una lista para incriminar a los implicados en sus delitos sexuales.

Una necesaria aclaración: El Departamento de Justicia de los Estados Unidos (United States Department of Justice -DOJ-) es un departamento ejecutivo federal del gobierno de Estados Unidos responsable de la aplicación de las leyes y la administración de justicia en los Estados Unidos, equivale a la Fiscalía General en otros países. El Departamento de Justicia administra diversas agencias federales: Buró Federal de Investigaciones (FBI), el Cuerpo de Alguaciles (USMS), la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), la Administración de Control de Drogas (DEA). También es responsable de investigar los casos de fraude financiero y representa al gobierno de los Estados Unidos en asuntos legales ante la Corte Suprema y la administración del sistema federal penitenciario, entre otras funciones. El Departamento está dirigido por el Fiscal General de los Estados Unidos, designado por el presidente y confirmado por el Senado. La actual Fiscal General es Pam (Pamela) Bondi.

Volviendo al caso Epstein, un rotundo análisis afirma que “el patrón recurrente en los escándalos de "redes de pedofilia" en Occidente en las últimas décadas es que los "proxenetas", cuando son descubiertos y capturados, siempre terminan siendo presentados como "lobos solitarios", mientras que la amplia clientela de élite a la que servían SIEMPRE permanece protegida. Es una de las verdades más brutales que todos debemos aprender sobre la vida en el planeta Tierra, y aunque es decepcionante ver a Trump mantener este patrón, es importante recordar que él y su equipo no son en realidad "Vengadores" ni superhéroes. Se enfrentan a patócratas con el poder de mover billones de dólares en los mercados globales” (Sott.net).

Glenn Thrush, de The New York Times, señala que: "el propio Trump ha estado algo ambivalente sobre todo este asunto. Era amigo de Jeffrey Epstein, digamos. Aparece en un montón de fotos y vídeos antiguos con Epstein. Debo decir que no hay ninguna insinuación de que haya hecho nada malo. El mismo Trump dijo que se abran los archivos y se revele la verdad. Pero siempre ha sido un poco extraño que Trump y el movimiento MAGA se adhirieran a la conspiración de Epstein, porque él mismo parece no haber tenido ningún problema en estar cerca de Epstein durante mucho tiempo. De hecho, tuvieron una pelea hace años por un acuerdo de tierras.

Esto, de la teoría de la conspiración, es realmente importante porque encaja con el impulso emocional, cultural y político más amplio de todo el movimiento MAGA, que es que hay una camarilla en el establishment que está intentando proteger a actores nefastos, gente poderosa, sombría y oscura, y Trump y la gente que él designe van a venir y destrozar todo esto.

Entonces, incluso si los detalles de la conspiración de Epstein se están disolviendo y las personas que una vez la promovieron están tratando de distanciarse de ella porque ahora dirigen las agencias de aplicación de la ley más poderosas del país, todavía tiene poder. Y ese poder es el mismo impulso que impulsó a estas personas a ocupar estos cargos. Y lo que debo decirles es que Pam Bondi fue la ex fiscal general de Florida, tiene las cualificaciones básicas para su puesto. Pero Kash Patel y su segundo, Dan Bongino (al mando del FBI), son los menos experimentados para ocupar sus puestos actuales. Y la razón por la que ocupan esos puestos, la moneda de su reino, es porque son forasteros".

Éstos y otros funcionarios de la administración Trump prometieron revelar y apoyar a sus conspirativos partidarios en que todavía existe un encubrimiento del caso Epstein (que la verdad sobre la muerte de Epstein era que fue asesinado para no implicar a personas poderosas en su juicio, probablemente del corrupto estado profundo). Esos representantes del gobierno están ahora frustrados a pesar de que Trump dijo que no había nada que ocultar cuando se reveló su nombre en la lista de Epstein. Trump quiso desmentir el caso de Epstein al señalar, primero, que no existían los "Archivos Epstein", que "Epstein no tenía clientes"; y, segundo, afirmó que era "un engaño demócrata" por lo que pidió que se abran los archivos del caso ya que le parece absurdo que se siga hablando de Jeffrey Epstein después de varios años y que el Departamento de Justicia dijera que no hay nada anormal.

Está completamente claro el sentimiento general de que ha existido “un comportamiento realmente turbio y nefasto en las más altas esferas de nuestro gobierno y con otras personas adineradas e influyentes de nuestro país y del mundo. No se trata solo de eso. Es que cuando esta gente intenta salirse con la suya, lo hacen y nos hacen el ridículo. Es como si esto no fuera una buena mentira”. (Liz Wheeler, presentadora y comentarista conservadora)


Izquierda, la foto corresponde al 2000. El hombre de negocios Donald Trump junto a su novia (en esos tiempos) Melanija Knavs o Melania Knauss, hoy Melania Trump, junto a Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, en el club Mar-a-Lago, Florida. Derecha, Trump y Epstein en Mar-a-Lago en 1997. Credito, Davidoff, Studios Photography/Archive Photos, vía Getty Images



“Por lo tanto, cabría pensar que los grandes medios de comunicación, dada la culpabilidad de sus dueños corporativos en este escándalo de la clase alta estadounidense, habrían respirado aliviados y le habrían obligado a callarse (a Trump). Pero no. En cambio, (en particular, el Wall Street Journal de Rupert Murdoch) siguen sacando a la luz fotos de hace décadas y otras memorias de la relación pasada de Trump con Epstein, manteniendo así la asociación entre Trump y el "notorio pedófilo en serie" en los titulares, insinuando así que Trump participó en los delitos sexuales de Epstein. De este modo, han convertido lo que había sido un recurso poderoso -la divulgación y la justicia por "los peores crímenes"- durante la campaña de reelección de Trump... en un arma contra él”. (Sott.net)

Glenn Thrush, cree que “el gobierno está intentando decirle a todo el mundo que siga adelante después de que algunas de las figuras clave de la administración, incluido la actual jefa del Departamento de Justicia y los dos principales funcionarios del FBI, alimentaron teorías de conspiración para obtener beneficios y ganancias políticas durante años. Ahora, están intentando cerrar de golpe una puerta que ellos mismos abrieron de una patada”. Pam Bondi afirmó anteriormente que los archivos contenían muchos nombres, una lista de clientes de la que hablaba y muchos registros de vuelo. El director del FBI, Kash Patel, habló mucho sobre esto antes de asumir el cargo.

¿Por qué el FBI protege al mayor pederasta, al pederasta de mayor escala de la historia de la humanidad? Kash Patel, director del FBI dijo anteriormente (2023): “Sencillo, por quiénes están en esa lista. ¿No crees que Bill Gates está presionando al Congreso día y noche para evitar que se divulgue? ¡Ponte los pantalones de hombre y dinos quiénes son los pedófilos! Tenemos elecciones próximamente y tenemos que decidir este asunto en las urnas. Como alguien que ha trabajado como defensor público, como fiscal que ha estado en ese sistema penitenciario, que ha estado en el Centro de Detención Metropolitano, que ha estado en viviendas segregadas, sabes reconocer un suicidio cuando lo ves”.


En la mansión de Jeffrey Epstein en Manhattan en 2011, de izquierda a derecha: James E. Staley, en ese momento un alto ejecutivo de JPMorgan; el ex secretario del Tesoro ,Lawrence Summers; Jeffrey Epstein; Bill Gates, cofundador de Microsoft; y, Boris Nikolic, quien fue asesor científico de la Fundación Bill y Melinda Gates.


Hay una razón real y concreta por la que mucha gente quiere seguir con esto, el clamor por la verdad y la justicia entre los partidarios de Trump y MAGA no hace más que crecer.

La operación de chantaje con las listas de Jeffrey Epstein no es la gran noticia. Se ha destapado sus presuntos vínculos con el Mossad israelí, y decimos presuntos porque es algo que probablemente nunca aparecerá en documentos registrados; también han surgido posibles e inmensos fraudes financieros y corrupción política entre altas personalidades de los Estados Unidos.

Consideremos lo siguiente, a modo de datos informativos a desarrollar y que han sido divulgados en la prensa estadounidenses e internacional.

- Jeffrey Epstein presuntamente estuvo involucrado en el caso Irán-Contra.

- Epstein fue un probable colaborador de Adnan Kashoggi en el tráfico ilícito de armas (sobre Kashoggi hemos hablado en este blog, ver AQUÍ)

- Jeffrey Epstein fue designado, no sabemos por quién, para ayudar a Robert Maxwell a blanquear dinero. Este personaje cuya identidad real fue Ján Ludvík Hyman Binyamin Hoch (1923-1991) fue el gran monopolista de parte de los medios de comunicación global, además de político y estafador británico. Maxwell fue uno de los fundadores del estado de Israel: facilitó parte del tráfico de armas que armó al Irgún/Haganá después de la segunda guerra mundial.

- Les Wexner, fundador de "The Mega Group" (Multimillonarios por Israel), otorgó a Jeffrey Epstein un poder notarial transfiriéndole la mansión de Manhattan valorada en 77 millones de dólares y otros activos.

- Solo después de enriquecerse por los medios mencionados, Epstein tuvo acceso a personas importantes.

- Estos datos son indicios de que Epstein tenía una estrecha relación con la inteligencia israelí mucho antes de que, con la ayuda de la hija predilecta de Robert Maxwell -Ghislaine Maxwell, la “proveedora” de Epstein- iniciara una presunta operación de chantaje a políticos y otros “famosos” en la lista de visitas a su isla privada.

- La dimensión del escándalo es que Epstein y su principal cómplice, Ghislaine Maxwell, son judíos con fuertes vínculos con Israel, esto refuerza la creciente percepción de que la política y las políticas gubernamentales estadounidenses están en gran medida impulsadas o "protegidas" por el chantaje israelí.

- El motivo del cambio de postura de la administración Trump sobre los archivos es que, dado el clima actual en Estados Unidos, una presumible revelación de la profunda penetración de Israel en la estructura de poder político estadounidense podría poner en peligro la existencia del estado israelí.

Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell en Nueva York, marzo de 2005. Patrick McMullan (vía Getty Images)

Nota referencial: Este artículo es una secuela de "El depravado poder del dinero. Jeffrey Epstein y sus amigos", de agosto de 2019, basado en la gran investigación desarrollada por la periodista de The New Yorker, Connie Bruck, "Alan Dershowitz, Devil’s Advocate. The noted lawyer’s long, controversial career -and the accusations against him", literalmente traducido como "Alan Dershowitz, abogado del diablo. La larga y controvertida carrera del destacado abogado, y las acusaciones en su contra", material reproducido en este blog (Ver AQUÍ)

El siguiente artículo (principal) es una traducción del inglés y se basa en todo el material referencial de los últimos meses sobre Jeffrey Epstein y sus amigos.


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Los intocables: los depredadores sexuales dentro de la élite del poder estadounidense

John y Nisha Whitehead,
Instituto Rutherford (julio de 2025)
Versión original en inglés:
The Untouchables: The sexual predators within America's power elite


© Wikimedia Commons. 1993, Ghislaine Maxwell y Jeffrey Epstein visitan a Bill Clinton en la Casa Blanca.

 

Una vez más, el estado policial estadounidense opta por proteger a los depredadores, no a las víctimas.

Jeffrey Epstein -el multimillonario de los fondos de cobertura, pedófilo serial convicto y traficante sexual- puede que esté muerto, pero la maquinaria que lo empoderó y lo protegió sigue muy vigente.

Verán, el caso Epstein nunca se trató solo de Epstein, sino de todo el sistema de poder que protege a la clase dominante, silencia a las víctimas y elimina la rendición de cuentas.

Por lo tanto, las últimas declaraciones de la administración Trump -que Epstein no tenía lista de clientes, que de hecho se suicidó y que no hay nada más que discutir o investigar, así que simplemente deberíamos seguir adelante- solo han reforzado lo que muchos han sospechado desde el principio: el sistema está amañado para proteger a la élite en el poder, porque la élite en el poder es el sistema.

En esta era de política partidista y una población profundamente polarizada, la corrupción -especialmente cuando implica libertinaje sexual, depravación y comportamiento depredador- se ha convertido en el gran ecualizador.

Con el resurgimiento del fantasma de Jeffrey Epstein en el discurso público, recordamos una vez más la profunda corrupción.

La política, la religión, el entretenimiento, los negocios, las fuerzas del orden, el ejército -sin importar el ámbito ni la afiliación- están plagados de ese tipo de comportamiento sórdido y depravado que se deja pasar cuando involucra a los poderosos.

Durante años, el caso Epstein se ha erigido como un grotesco símbolo de la depravación dentro de la élite del poder estadounidense: multimillonarios, políticos y famosos que presuntamente traficaron sexualmente con niñas sin rendir cuentas.

Se cree que Epstein, quien murió en prisión tras ser arrestado por cargos de abuso sexual, violación y tráfico sexual de docenas de niñas, operaba una red de tráfico sexual no solo para su propio placer, sino también para el de sus amigos y socios comerciales.

Según The Washington Post, "varias de las jóvenes... afirman que fueron ofrecidas a ricos y famosos como parejas sexuales en las fiestas de Epstein".

A pesar de la insistencia del gobierno en que no hay nada más que ver, esto es lo que ya revela el registro público:

Epstein transportó a sus amigos en su avión privado, apodado "Lolita Express" en honor a la novela de Nabokov, debido a la presencia de lo que parecían ser niñas menores de edad a bordo.

Tanto Bill Clinton como Donald Trump se contaban entre los amigos de Epstein.

Tanto Clinton como Trump fueron en algún momento pasajeros del Lolita Express.

Tanto Clinton como Trump son reconocidos mujeriegos, acusados de conducta sexual inapropiada por un número considerable de mujeres a lo largo de los años. De hecho, el Instituto Rutherford representó a Paula Jones en su histórica demanda por acoso sexual contra el entonces presidente Clinton, un caso que contribuyó a exponer hasta qué punto es capaz de llegar el establishment político para protegerse a sí mismo.

Así que uno se pregunta... cuando el presidente Trump, quien ha usado la guerra de su administración contra la trata de personas para justificar la expansión de los poderes del estado policial del gobierno, desmantela silenciosamente las mismas agencias gubernamentales encargadas de investigar y exponer la trata sexual... ¿qué está pasando exactamente?

El mensaje desde arriba es claro: no habrá rendición de cuentas.

El presidente Trump se ha negado rotundamente a nombrar un fiscal especial. Sus aliados en el Congreso han guardado silencio. Y los mismos políticos que exigen los castigos más severos para inmigrantes indocumentados, manifestantes o denunciantes no tienen nada que decir sobre el abuso sistemático de menores por parte de hombres en su propia órbita.

Esto no es justicia. Es un doble rasero: un conjunto de reglas para los intocables y otro para todos los demás.

Si parece un encubrimiento, huele a encubrimiento y parece beneficiar a todos los sospechosos habituales, ¿es tan descabellado sospechar que el gobierno está cerrando filas una vez más para proteger a los miembros de su élite de poder?

Ya lo hemos visto antes: desde los experimentos MK-Ultra de la CIA y las operaciones COINTELPRO del FBI hasta los Papeles del Pentágono, el caso Irán-Contra, los centros clandestinos de la CIA y la vigilancia masiva de la NSA.

En cada ocasión, el secretismo protegió a los poderosos y traicionó al pueblo.

Y seguirá ocurriendo, una y otra vez, a menos que confrontemos la verdad que se esconde a simple vista: que el abuso de poder no es una aberración del sistema, sino que es el sistema.

En ningún otro lugar es esto más evidente que en la economía sumergida de la trata de personas con fines sexuales, donde convergen el poder, las ganancias y la depredación.

La trata de menores, el encubrimiento de los perpetradores, el silenciamiento sistemático de las víctimas: esto no es una teoría conspirativa. Es un modelo de negocio.

Este es el punto débil de Estados Unidos.

La trata de menores con fines sexuales -la compraventa de mujeres, niñas y niños pequeños, algunos de tan solo 9 años, para fines sexuales- se ha convertido en un gran negocio en Estados Unidos. Es el negocio de mayor crecimiento del crimen organizado y el segundo producto más lucrativo comercializado ilegalmente, después de las drogas y las armas. En Estados Unidos, los adultos compran menores para fines sexuales al menos 2,5 millones de veces al año. No solo las niñas son vulnerables a estos depredadores. Los niños representan más de un tercio de las víctimas en la industria sexual estadounidense.

¿Quién compra menores para fines sexuales?

Hombres comunes y corrientes de todos los ámbitos. "Podrían ser compañeros de trabajo, médicos, pastores o cónyuges", escribe el periodista Tim Swarens, quien dedicó más de un año a investigar el comercio sexual en Estados Unidos.

Hombres comunes y corrientes, sí. Pero luego están los llamados hombres extraordinarios, como Jeffrey Epstein, con riqueza, conexiones y protección, a quienes se les permite operar según sus propias reglas.

Estos hombres se evaden de la responsabilidad porque el sistema de justicia penal se inclina a los poderosos, los ricos y la élite.


Artículo de New York Magazine, del 28 de octubre de 2002, por Landon Thomas Jr. "JEFFREY EPSTEIN: El misterioso hombre del dinero internacional". La entradilla del artículo dice: "Es amigo de un montón de científicos ganadores del Premio Nobel, directores ejecutivos como Leslie Wexner de Limited, la socialité Ghislaine Maxwell e incluso Donald Trump. Pero no fue hasta que llevó a Bill Clinton, Kevin Spacey y Chris Tucker a África en su Boeing 727 privado que el mundo comenzó a preguntarse quién era". "Viene con dinero para gastar, una flota de aviones y un buen ojo para las damas -por no hablar de un cerebro implacable que desafía a los científicos ganadores del Premio Nobel en todo el país- y para los mercados financieros de todo el mundo. Desde que la "página seis" del Post publicó un artículo sobre la visita del presidente a África a finales de septiembre con Kevin Spacey y Chris Tucker -en el Boeing 727 personalizado de su nuevo benefactor-, la pregunta del día ha sido: ¿Quién demonios es Jeffrey Epstein?" (Gráfica y texto interpuesto por el editor del blog)


Hace más de una década, cuando Epstein fue acusado por primera vez de violar y abusar sexualmente de niñas, recibió un acuerdo secreto con el entonces fiscal federal Alexander Acosta, secretario de Trabajo del primer mandato del presidente Trump, que le permitió evadir los cargos federales y recibir el equivalente a una reprimenda: permitirle "trabajar" en casa seis días a la semana antes de regresar a la cárcel a dormir.

Desde entonces, un juez federal ha declarado ilegal ese acuerdo secreto.

Sin embargo, la cuestión es la siguiente: Epstein no actuó solo.

No me refiero solo a sus cómplices, quienes reclutaron y manipularon a las jóvenes de las que se le acusa de violar y abusar sexualmente, sino también a su círculo de influyentes amigos y colegas, que en su momento incluyó a Bill Clinton y Donald Trump.

Como señala Associated Press, "El arresto del multimillonario financiero por cargos de tráfico sexual infantil plantea interrogantes sobre cuánto sabían sus poderosos socios sobre las interacciones del gestor de fondos de cobertura con menores de edad y si hicieron la vista gorda ante conductas potencialmente ilegales".

De hecho, una decisión del Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito, que permite la divulgación de un documento de 2.000 páginas vinculado al caso Epstein, hace referencia a acusaciones de abuso sexual que involucran a "numerosos políticos estadounidenses prominentes, poderosos ejecutivos de empresas, presidentes extranjeros, un conocido primer ministro y otros líderes mundiales".

Este no es un incidente menor que involucra a actores menores. Tampoco se trata de errores partidistas.

Son traiciones sistémicas. Los depredadores visten de rojo y azul por igual, y el silencio se extiende a ambos niveles de poder.

Esta es la oscuridad en el corazón del estado policial estadounidense: un sistema construido para proteger a los poderosos de la justicia.

Esclavas sexuales. Tráfico sexual. Sociedades secretas. Élites poderosas. Corrupción gubernamental. Encubrimientos judiciales.

Una vez más, la realidad y la ficción se reflejan mutuamente.

Hace veinte años, la última película de Stanley Kubrick, Eyes Wide Shut, ofreció al público una sórdida mirada a una sociedad sexual secreta que satisfacía los impulsos más bajos de sus miembros adinerados mientras se aprovechaba de jóvenes vulnerables. No es tan diferente del mundo real, donde hombres poderosos, aislados de toda responsabilidad, satisfacen sus bajos impulsos.

Kubrick sugirió que estas sociedades secretas prosperan porque el público elige no ver lo que tiene justo delante, contento de navegar por la vida en negación sobre las verdades feas y obvias que nos rodean.

Al hacerlo, nos convertimos en cómplices de comportamientos abusivos en nuestro entorno.

Así es como florece la corrupción de la élite del poder.


Epstein visto cerca de Trump y la modelo Ingrid Seynhaeve en una fiesta de “ángeles” de Victoria’s Secret en 1997. Credito: Sonia Moskowitz/Getty Images


Durante años, periodistas de investigación y sobrevivientes han documentado cómo el chantaje, los vínculos con las agencias de inteligencia y el apalancamiento financiero ayudaron a proteger a los depredadores sexuales de la élite, no solo del enjuiciamiento, sino también del escrutinio público.

Por cada Epstein que, finalmente, es llamado a rendir cuentas por sus hazañas sexuales ilegales después de años de recibir vía libre por parte de aquellos en el poder, hay cientos (quizás miles) más en los pasillos del poder y la riqueza cuya depredación continúa sin cesar

Si bien los presuntos crímenes de Epstein son lo suficientemente atroces por sí solos, él es parte de una narrativa más amplia de cómo una cultura del derecho se convierte en un pozo negro y un caldo de cultivo para déspotas y depredadores. 

El poder corrompe. Peor aún, como concluyó el historiador del siglo XIX Lord Acton, el poder absoluto corrompe absolutamente. 

Si se le da demasiado poder a cualquier persona (o agencia gubernamental) y se le permite creer que tiene derecho, es intocable y no rendirá cuentas por sus acciones, se abusará de esos poderes. 

La historia lo demuestra. El momento presente lo confirma. 

Vemos esta dinámica desarrollarse todos los días en comunidades de todo Estados Unidos. 

Un policía dispara a un ciudadano desarmado sin ninguna razón creíble y se sale con la suya. Un presidente emplea órdenes ejecutivas para eludir la Constitución y se sale con la suya. Una agencia gubernamental espía las comunicaciones de sus ciudadanos y se sale con la suya. Un magnate del entretenimiento acosa sexualmente a aspirantes a actrices y se sale con la suya. El ejército estadounidense bombardea un hospital civil y se sale con la suya. 

No es coincidencia que la misma administración que desmantela las oficinas encargadas de combatir la trata de personas también esté desfinanciando a las pocas agencias que quedan para exigir cuentas a las fuerzas del orden

Bajo la presidencia de Trump, el Departamento de Justicia se ha reestructurado para priorizar la lealtad sobre la justicia, la protección sobre el enjuiciamiento. Las oficinas que antes se dedicaban a la aplicación de los derechos civiles, la supervisión policial y la rendición de cuentas pública han sido desmanteladas o discretamente marginadas (silenciadas). 

Consideremos el caso del exoficial de Louisville, Brett Hankison, quien disparó a ciegas diez balas contra el apartamento de Breonna Taylor durante un allanamiento sin previo aviso fallido. Hankison fue finalmente condenado, no por matar a Taylor, sino por privar a otros de sus derechos civiles. Y, sin embargo, el Departamento de Justicia de Trump solicitó al tribunal que condenara a Hankison a un día de prisión, -el equivalente al tiempo cumplido durante el registro.

En otras palabras, en la opinión de Trump, los poderosos y sus ejecutores deberían andar libres mientras se entierra a los muertos y se le dice al público que siga adelante.

Y no es solo la policía de gatillo fácil la que queda impune.

En todo el país, los agentes del orden han sido sorprendidos repetidamente dirigiendo redes de tráfico sexual, abusando de mujeres y niñas bajo su custodia o explotando su placa para coaccionarlas sexualmente, con pocas o ninguna consecuencia.

Desde Luisiana hasta Ohio y Nueva York, los agentes han sido arrestados por traficar con niñas menores de edad, agredir a mujeres vulnerables y violar a detenidas, a menudo protegidos por sindicatos, fiscales o un muro azul de silencio.

No se trata de unas pocas manzanas podridas. Es una cultura de impunidad incrustada en el sistema.

Así es como funciona el sistema, protegiendo a los intocables, no porque sean inocentes, sino porque el sistema los ha hecho inmunes.


El príncipe Andrés, Gwendolyn Beck y Jeffrey Epstein en una fiesta en Mar-A-Lago en febrero de 2000

El abuso de poder -y la hipocresía impulsada por la ambición y la deliberada indiferencia hacia la mala conducta que posibilitan dichos abusos- funciona de la misma manera, ya sea que se trate de delitos sexuales, corrupción gubernamental o el estado de derecho.

Es la misma historia de siempre: un hombre asciende al poder, un hombre abusa del poder de forma abominable, un hombre intimida y amenaza a cualquiera que lo desafíe con represalias o algo peor, y un hombre se sale con la suya gracias a una cultura de sumisión en la que nadie alza la voz porque no quiere perder su trabajo, su dinero o su lugar en la élite.

Los depredadores sexuales no son la única amenaza.

Por cada Epstein o Clinton, cada Weinstein, Ailes, Cosby o Trump que finalmente es denunciado por su mala conducta sexual, hay cientos, miles, de otros en el estado policial estadounidense que se salen con la suya tras cometer asesinatos, en muchos casos, literalmente, simplemente porque pueden.

A menos que algo cambie en la forma en que lidiamos con estos continuos y atroces abusos de poder, los depredadores del estado policial seguirán causando estragos en nuestras libertades, nuestras comunidades y nuestras vidas.

Durante demasiado tiempo, los estadounidenses han tolerado una oligarquía en la que un poderoso grupo de élite de donantes ricos es quien toma las decisiones.

Necesitamos restaurar el estado de derecho para todas las personas, sin excepciones.

El estado de derecho significa que nadie tiene un pase libre, sin importar su riqueza, estatus o conexiones políticas.

Como dejo claro en mi libro Battlefield America: The War on the American People y en su contraparte ficticia The Erik Blair Diaries, el empoderamiento de los pequeños tiranos y los dioses políticos debe terminar.


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Fuentes:

18 marzo 2024

Narcotráfico, Sociedad Anónima Internacional



por Tito Andino 

 

Este es un compendio de las etiquetas "drogas" y “narco-economía” que hemos venido tratando periódicamente de lo que existe este blog, los temas pueden ser consultados con una amplia gama de interesantes artículos que van desde la figura no mítica de Pablo Escobar hasta los "libertadores" del pseudo narco-estado de Kosovo y las "políticas" oficiales para prevenir el crimen. Datos y estadísticas actualizados.


Como aperitivo presentamos una corta revisión de un importante libro sobre la verdadera historia del auténtico "Rey de la Cocaína". 


"EL REY DE LA COCAÍNA. Mi vida con Roberto Suárez Gómez y el nacimiento del primer narcoestado", es un libro publicado por Ayda Levi en 2013 (Vintage Español), controvertido relato escrito por la viuda de Suárez, ella se habría separado de Suárez al conocer que éste acaudalado empresario estaba involucrado con el narcotráfico. Para quien conoce la historia del mundo de la cocaína no le será extraño escuchar este nombre, Roberto Suárez fue una leyenda viva en Bolivia, siendo el mayor productor de cocaína pura en el mundo y que ni la mitificación de Escobar en las décadas siguientes pudo compararse a éste hombre boliviano. A mediados de los años setenta comenzó a unificar en su entorno a los productores de la hoja de coca forjando su "Corporación", para esos mismos años inició su relación con un todavía bisoño Pablo Escobar, futuro líder del Cartel de Medellín.

El libro de la señora Levi narra como Suárez financió los clásicos y frecuentes golpes de estado militares en Bolivia; nos desvela las actividades de un nazi exiliado, aquel personaje conocido como el "Carnicero de Lyon", cuya identidad es conocida por todos, Klaus Barbie; la implicación del General Manuel Noriega de Panamá en las negociaciones por las rutas de la droga, el encuentro con Pablo Escobar, así como la conexión cubana. Aunque sigue siendo polémico, incluso calificado como una teoría conspiranoica, el libro desvela algunos detalles muy importantes, afirma que Fidel y Raúl Castro contactaron con Suárez y Escobar en enero de 1983 siendo invitados a Cuba y que el general cubano Antonio de la Guardia fue el nexo con los narcos. 

El interés cubano, supuestamente, no era económico sino utilizar el narcotráfico como "arma contra el imperialismo yanqui, y apoyar con los fondos provenientes del tráfico a los grupos guerrilleros colombianos", afirma Aida Levy. También habla sobre la financiación de los "Contras" nicaragüenses a través del comercio de la cocaína en Estados Unidos con la intervención del Coronel Oliver North; el mundo de las altas finanzas donde aparece involucrado el "Banquero de Dios", Roberto Calvi... 

Un libro que no tiene desperdicio.



Portada del libro de Ayda Levi


Roberto Suárez Gómez, al igual que Pablo Escobar, era muy querido en algunos sectores populares, llegó también a calificar como un "Robin Hood" (como sería en un futuro mediato Escobar); en el caso del boliviano, fue la revista "Times" quien así lo señalara; otros medios internacionales lo describían como “el rey de la cocaína”. Su popularidad era tal que incluso solicitaron su venia para crear un personaje de cine en que Suárez era interpretado en la película "Scarface". 

Los laboratorios de cocaína de Suárez en las selvas bolivianas producían toneladas de droga al mes que eran distribuidas a los socios del Cartel de Medellín dirigido por Pablo Escobarhablamos del tiempo en que Colombia no producía coca, la droga era enviada luego a los Estados Unidos -según se afirma- en operaciones clandestinas y conjuntas con la CIA, el mismo método se utilizaba para enviar la droga a Europa. Suárez poseía una flota privada de aviones que en la Bolivia de aquella época, casi sin control aéreo y una difícil geografía, facilitaba el establecimiento de sus rutas.

La "Corporación" no podía funcionar, evidentemente, sin la participación y protección de las fuerzas de seguridad de los países involucrados en el comercio ilícito y sus autoridades políticas convenientemente adictas a los narco-dólares. 

Es un hecho que fueron los políticos quienes corrompieron a los narcos y no al revés. El caso boliviano es el mejor ejemplo. Los gobernantes bolivianos estaban al tanto del negocio y se involucraronFue tal la industria de la exportación de la cocaína boliviana que se la bautizó como “La General Motors del Narcotráfico”

Como es usual, Suárez Gómez se hizo demasiado conocido y su fama trascendió fronteras. Él no era un don nadie, fue un rico heredero de la otrora oligárquica y próspera industria del caucho que mantenía amistades con elitistas círculos del 'jet set' y la alta política, diversificó su fortuna en diversos negocios, finalmente decidió incursionar en el comercio de la droga. 

La popularidad de Roberto Suárez lo puso en la mira del DEA, siendo uno de los hombres más investigados del mundo, mientras otra agencia estadounidense (CIA) estaba feliz con su producción "industrial"

Se dice que Roberto Suárez propuso (al igual que lo haría posteriormente Escobar) pagar la deuda externa de Bolivia, pero eso es algo que no está permitido, aquello significaría independencia nacional y no sumisión a potencias extranjeras. Lo curioso es que Suárez quería que Estados Unidos pague la deuda y se libere a su hijo detenido en Suiza y extraditado a los EEUU (en juicio fue declarado inocente). La propuesta implicaba la entrega de Roberto Suárez (y sus bienes), existe constancia de una carta enviada por Suárez a Ronald Reagan inmersa en el libro de Aida Levy.

Suárez no pudo más que prever el futuro, concluyó que su actividad no sería tolerada más, ni a corto ni a largo plazo, que el único camino era su entrega a las autoridades para un proceso judicial negociado (si no quería tener el final que departirían luego sus clientes colombianos). En 1988 la justicia boliviana lo condenó a 15 años de prisión por tráfico de drogas, fue puesto en libertad en 1996, murió en julio del 2000 tras sufrir un ataque al corazón en la ciudad de Santa Cruz. 

II

Repasando el moderno narcotráfico


Fotos de archivo de The Guardian, tropas del US Army resguardando los campos de opio en alguna región de Afganistán.


El surgimiento y poderío de grandes carteles de la droga en Colombia no fue un hecho casual, no era posible "meter gato por liebre" al país más poderoso del mundo, decir que solo operó el ingenio del bandido para ingresar toneladas de droga a Norteamérica es subestimar la inteligencia. No importa que haya gente audaz que burle los controles -de hecho eso seguirá ocurriendo- pero, querer vendernos la única historia sobre las avionetas que volaban bajo para burlar los radares, que aeronaves cargadas de cientos de kilos de cocaína partían y aterrizaban libremente de un país a otro porque en esos años no había la tecnología suficiente para controlar esos vuelos clandestinos es rotundamente falso; más que "ineficacia" de los radares había complicidad, corrupción y "vista gorda" de las autoridades con otros propósitos.

La única realidad es que el negocio es tan grande que alcanzaría para todos. Los pretextos sobran.

Parapolítica, Plan Colombia, Narco-terrorismo/narco-guerrilla, lavado de activos, son acepciones que tienen un vínculo común: COMPLICIDAD a gran escala que beneficia a un selecto grupo, el resto pondrán los muertos a cambio de "chichiguas" (coloquial palabra colombiana para algo pequeño o insignificante, muy poco). 


Junio 1999. Sector La Machaca, San Vicente del Caguán, Departamento del Caquetá, Colombia. El ex presidente de la Bolsa de Valores de New York, Richard Grasso y el extinto Comandante de las FARC, Raúl Reyes se abrazan en un gesto de amistad y NEGOCIOS. En ese acto, junto a Grasso estuvo presente el vicepresidente de la Bolsa de Nueva York, Alain Murban, y el asesor James Esposito; por el lado colombiano, el ex ministro de Hacienda de Colombia, Juan Camilo Restrepo, ejerció de traductor. El jefe de Wall Street en rueda de prensa no se mordió la lengua para señalar que traía un mensaje de cooperación de los círculos financieros estadounidenses, mensaje que como vemos en la gráfica también llegó a la narco-guerrilla colombiana. 


Intentar comprender el término "guerra contra la droga" es lo mismo que intentar descifrar la "guerra contra el terror" (otra original invención estadounidense para someter a los pueblos desafectos a su política mundial). En el caso especial del fenómeno global de las drogas, lejos de luchar contra el flagelo, son "políticas" para controlar la riqueza que genera el narcotráfico y que suele transformarse en intervencionismo imperial.



Presencia militar de los Estados Unidos en Colombia. Según el Informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), 11 de septiembre 2023, los cultivos de hoja de coca en Colombia aumentaron de 204.000 hectáreas en 2021 a 230.000 en 2022. Las zonas con mayor cantidad de cultivos ilícitos registran mayor presencia de grupos armados. El alza en la producción de clorhidrato de cocaína es del 24%, unas 1.738 toneladas. Sin embargo, Estados Unidos, con bases militares en Colombia sigue pretendiendo utilizar la “guerra” contra las drogas con el único objetivo de mantener su política intervencionista en América Latina. Una “nueva” estrategia, diseñada para los siguientes 10 años, busca reducir 40% la producción de cocaína durante los tres años que restan a la administración actual (Gustavo Petro). Un factor podría deberse al incremento de la actividad criminal y la persistente demanda de cocaína a nivel internacional especialmente en EEUU y Europa y, por supuesto, el mercado responda a esa demanda.


¿Será la presencia militar de los EEUU en varios países productores de droga una coincidencia? Perturbador dato, en países productores de droga y bajo conflictos internos suelen encontrarse bases militares estadounidenses... ¿lo es una mera coincidencia?... no hay nada de que preocuparnos… Ejemplo, el “Plan Colombia” sujeto a erradicaciones, fumigaciones de miles de hectáreas de cultivos ilícitos, desplazamiento de poblaciones, suele destacar con la aparición del doble de cultivos en otras zonas de la geografía colombiana, ¿por qué? A pesar de la presencia militar estadounidense con la "imponente inteligencia antidrogas", el tráfico continuó y sigue a lo grande. Lo mismo podemos decir de la situación en Perú (en el Alto Huallaga), se erradican miles de hectáreas, pero surgen en otras zonas en mayor cantidad…. y los militares USA... bien gracias. Bolivia con su líder cocalero en el poder puso freno al descontrolado tráfico ocasionando serios aprietos a los organismos de control estadounidenses que lo acusaron de todo en la “guerra mediática contra el narcotráfico”. Fuera de Sudamérica, Afganistán nos da la razón. Los Estados Unidos decían “luchar” en Afganistán –contra el terrorismo-, en realidad, era una lucha por el control de los campos de siembra del opio (heroína). Lo que si es cierto es que las tropas del US Army combatían contra las organizaciones que le hacían competencia a sus aliados en el negocio y siguen apoyando a aquellas bandas narco-terroristas que luchan contra los estados no vasallos del Imperio.


Afganistán produce aproximadamente el 90% del suministro mundial ilegal de opio (transformado en heroína, morfina y productos opioides). Un programa de erradicación de drogas en 2000-2001 fue iniciado y dirigido con éxito por el gobierno talibán (con apoyo de la ONU) y disminuyó un 90%. En 2001 (octubre) se llevó a cabo la invasión estadounidense y la OTAN. Un objetivo secreto fue restaurar el tráfico de drogas patrocinado por la CIA a sus niveles históricos y controlando directamente las rutas de la droga. Desde la invasión y ocupación militar los precios del opio se dispararon. A principios de 2002, el precio en dólares/kg era casi 10 veces mayor que en 2000. Según la ONUDD, la producción de opio se ha multiplicado por 50, alcanzando las 9.000 toneladas métricas en 2017. En 2001, bajo el régimen talibán, la producción fue de 185 toneladas. En 2002, bajo el régimen títere del presidente Hamid Karzai, patrocinado por EEUU aumentó a 3.400 toneladas en 2002. Solo el que no quiere ver se niega a reconocer que la caída del régimen talibán está relacionado con el aumento de la producción de cultivos de opio auspiciado por la invasión militar estadounidense por lo cual los agricultores afganos comenzaron a replantar amapola extensivamente. Y eso no es todo, según un informe de la agencia antidrogas de las Naciones Unidas (septiembre 2023) Afganistán es el productor de metanfetamina de más rápido crecimiento en el mundo a pesar de que los talibanes volvieron a declarar una guerra contra los narcóticos después de su regreso al poder en agosto de 2021. 


Volviendo a las guerrillas colombianas, la guerra fue, entre otras cosas, una disputa por el control de los territorios sembrados de coca, ahora redistribuidos entre nuevas organizaciones criminales con el visto bueno de alguien. Se explica por un motivo: las conocidas organizaciones guerrilleras, paramilitares y viejos traficantes eran ya demasiado conocidos en sus notorias actividades criminales, fueron obligados a jubilarse, usando el argot popular, se les terminó la “teta”, fueron sometidos a un proceso lento de eliminación física o voluntaria (cárcel en EEUU), dando paso a otras pequeñas organizaciones "narco-terroristas" de bajo perfil, garantizando que no se perjudique el libre flujo de la droga, la venta de armamento y la instalación de nuevas bases militares estadounidenses.

La vieja consigna “derrotar a los narco-terroristas” siempre pretendió dibujar un panorama ficticio ante la opinión pública. Héroes que luchan contra la plaga del narcotráfico, destruyendo plantaciones, capturando a cientos de campesinos que no tiene otra forma de subsistencia, comisando bienes, etc. Sin embargo, vemos con desesperación –mientras nos hacemos viejos- que el conflicto de Colombia no termina, ni va a terminar (sus protagonistas pueden ser cambiados periódicamente). Esa guerra es un buen negocio para TODAS las partes (incluida las viejas guerrillas).

"La guerra contra la droga" es una mentira más: fraude, engaño, embuste, farsa, ficción, estafa, timo, ardid, artimaña, amaño, etc, etc. El narcotráfico sin la protección de la gran banca internacional no prosperaría, sin el apoyo encubierto de estados y grandes políticos que legislan su "lucha" habría terminado hace mucho. La clase política no se atreverá a pedir más explicaciones, son parte del problema.

Tan es cierto que no cabe duda de que la droga mueve una importante fracción del destino de la economía mundial. Mientras continúen las aberraciones del actual sistema financiero el narcotráfico será pieza fundamental de las finanzas internacionalesWall Street, gobiernos, corporaciones bancarias internacionales, rutas de la droga, terrorismo internacional, guerras, DEA, CIA, ONI, Imperio Británico, servicios secretos franceses, etc. seguirán estando en lucha por el control de los mercados de la droga. 




Habíamos comentado en un artículo anterior que Estados Unidos se jacta de invertir cientos de millones de dólares anuales en su lucha contra la droga, sin embargo, gana miles de millones de dólares anuales del mismo producto filtrándolos a través de Wall Street y otras bolsas mundiales como consecuencia del blanqueo de capitales provenientes del narcotráfico.

El prestigioso investigador, Daniel Estulin, señaló algo incómodo, "según la leyenda popular, Wall Street es el corazón y el alma de la economía estadounidense, un hogar de hombres “sabios” que demuestran cómo amasar inmensas fortunas. Sin embargo, Wall Street es una grotesca atracción de feria que debería estar prohibida a los menores de 18 años. Las actividades financieras que se realizan aquí no tienen nada que ver con una economía adecuada”.

Otro ejemplo es la City de Londres, junto a muchos territorios británicos continúan siendo paraísos fiscales. Hasta mediados del 2018, en Londres existían alrededor de 41.000 propiedades offshore, que representa un capital aproximado de 38.000 millones de euros, la incógnita es saber qué pasó después del Brexit. Londres se divide en dos: la ciudad de Londres, propiamente dicha, administrada por su Alcalde  (Mayor of London), y la City de Londres, con su propio alcalde (Lord Mayor of London), que en la práctica es el representante y defensor financiero de todo el Reino Unido, con amplia facultad para decidir y apoyar los negocios y cuestiones de las altas finanzas, dentro y fuera de la City.

Los grandes traficantes, incluidos los Pablo Escobar, los Chapo Guzmán, etc., apenas son un eslabón en la cadena del negocio. Los capos de la droga se enriquecen enormemente con la venta de su mercancía, si, es cierto. Pero, los verdaderos "Don" están en las altas finanzas que controlan los movimientos financieros en los mercados bursátiles -ajenos al simple narcotraficante- lo que representa una escalofriante e impronunciable cifra difícil de cuantificar, suele decirse que se tiene problemas para contar los ceros.

El sistema y la modalidad del lavado de activos no han cambiado en nada, solamente es maquillaje periódico en las leyes y cambio de protagonistas. Las personas vienen, se van o se mueren por causas naturales o asesinadas, mas las políticas criminales para controlar la riqueza que genera el narcotráfico perdura.

“Guerra contra el opio” de la Compañía de las Indias Orientales del Imperio Británico contra el pueblo chino. “El Triángulo Dorado” con las guerras en Laos, Camboya, Vietnam. “La Media Luna Dorada” en Afganistán, Pakistán, Irán (parte del país) y otras naciones de Oriente Próximo. Los “Barones de la Cocaína” y las previsibles modalidades que vendrán en el futuro son reflejo de una historia que se repetirá inexorablemente. 


Insistamos en que el combate a la droga es sinónimo de más droga en el mercado. La finalidad es controlar totalmente el sistema monetario y las balanzas comerciales a favor de los viejos imperios. La prohibición, el control, la revisión de mercancías significó no solo el surgimiento del tráfico ilícito y el nacimiento de mafias, también provocó en múltiples ocasiones la declaración de guerra para defender el “libre comercio” o el mantenimiento de la “democracia”.

Los Imperios son los más grandes traficantes de droga de la historia y continuarán siéndolo en el futuroLa supuesta guerra contra la droga es una vieja historia de intervencionismo colonial, hoy transformados en potencias capitalistas en busca de la globalización de los mercados.

El MEJOR NEGOCIO DEL MUNDO se maneja bajo las sombras, nada público, sigue siendo una actividad ilícita; no obstante, los beneficios para la economía global es de tal magnitud que no cabe duda de que el NARCOTRÁFICO S.A. mueve parte del destino del CAPITALISMO.

Hipócritamente los grandes traficantes, los banqueros y poderosos políticos no suelen ver el narcotráfico como un delito sino como un NEGOCIO, por ello la actividad se ha tercerizado en el presente, es decir, se subcontrata a otros para brindar el mismo servicio. Mas, sigue siendo ilícito, por lo que no puede ocultarse por siempre el sucio negocio de los imperios. El gran público necesita creer en sus gobiernos y para ello éstos fabrican y permiten periódicamente el surgimiento de "villanos", quienes gustosos cometerán los crímenes, "pobres diablos" que disfrutarán de un corto periodo de fama y dinero, chivos expiatorios a quienes responsabilizar cuando llegue el momento de justificar la 'lucha" contra el narcotráfico, serán eliminados del negocio, sacrificados y reemplazados por los siguientes de turno.

Por descontado, los medios de embrutecimiento masivo no informarán nunca de esta parte de la historia, nos mienten... siempre. Nos asombraremos con las historias de como Pablo Escobar fue dado de baja o como una banda delincuencial ha sido desmantelada y como se han decomisado toneladas de droga en algún puerto del mundo, eso es un necesario "daño colateral". Incluso suele tratarse de casos en que hay que eliminar a la competencia no autorizada. También sirve para condecorar y promocionar el esfuerzo policial, a la vez que se justifica y se sustrae más recursos del presupuesto público para la 'lucha", o se imponen "ayudas" extranjeras (generalmente made in USA), es decir, presencia de agentes foráneos en territorio nacional.


Campesinos afganos en un sembrío del opio (foto archivo The Guardian)


La prensa internacional, alineada a intereses ocultos, pretende vendernos el cuento que un grupo de analfabetos y mal nutridos campesinos afganos controlan el flujo de cientos de toneladas de heroína y manejan las multimillonarias finanzas de ese ilegal negocio. ¿Se puede creer semejante disparate? ¿Se imagina a un barbudo y analfabeto guerrero talibán bajando de las montañas para gestionar las altas finanzas en Wall Street o, para llevar a cabo sofisticadas transacciones financieras en los grandes trusts bancarios de Europa y Asia?; ¿o, finiquitando complejos negocios con los verdaderos “señores de la guerra” en la compra de armamento a cambio de drogas? (Ejemplos tomados del libro, Los Señores de las Sombras, Daniel Estulin)


¿Por qué no se combate el lavado de dinero en territorio norteamericano? ¿Por qué las verdaderas mafias estadounidenses siempre están impunes, quiénes les protegen? Los países sudamericanos de donde brotó naturalmente la ancestral hoja de coca son los narcotraficantes y los campesinos afganos que cosechan el opio…los terroristas, que barbaridad!.

Como podrán apreciar, el tráfico de drogas es uno de los negocios más lucrativos del mundo, solo la industria armamentística, los negocios petroleros y la gran producción industrial pueden competirle en generar dinero rápido. Sin el flujo monetario producto del comercio mundial de las drogas la economía global tambalearía. "La DROGA S.A. es el lubricante de la economía mundial con más de 900 mil millones de dólares en dinero efectivo anuales”

La “Guerra Global contra el Terrorismo” (GWOT, siglas en inglés), opera desde el 11 de septiembre del 2001, influye en el comercio global de narcóticos controlado por poderosos intereses financieros apoyados por la inteligencia estadounidense. El comercio ilegal de narcóticos se realiza en dólares estadounidenses bajo un sofisticado marco de lavado de dinero que cuenta con el apoyo tácito del Consenso de Washington, es tal la conclusión a la que llega el profesor Michel Chossudovsky (Global Research, septiembre 2023). 
 
En una anterior ocasión se sugirió que no deberíamos soñar con intentar poner en práctica el negocio, lo reiteramos. Está oficialmente prohibido para los simples y corrientes mortales, la cárcel o la muerte será su destino. Este es un negocio de altas finanzas solo apto para una élite y la banca internacional, el resto, incluso los capos, son material prescindible



El verdadero poder de los narco-dólares


Es una combinación del tráfico de esas drogas con la bolsa de valores. Por tanto, la toma de decisiones para solucionar el tráfico mundial de sustancias estupefacientes no está en Kabul o en las selvas colombianas, sino en Washington. Repitamos: El poder de los narco-dólares surge cuando fusionamos el tráfico de drogas con la bolsa de valores

Protegidas e intocables sociedades internacionales mueven el negocio, en ocasiones bajo complicidad o aliados con los servicios secretos de algunos estados. Por descontado, no existen pruebas que el dinero de la droga haya alimentado las cuentas bancarias de la CIA (ni las podremos obtener), pero existe una estrecha relación con ese ilegal comercio y las guerras auspiciadas por los EEUU en Medio Oriente y otras regiones del mundo. 

Recientes investigaciones han demostrado -una vez más- que las leyes y políticas antidrogas que exige el gobierno de los Estados Unidos y otros estados del primer mundo son mera pantalla para ocultar lo evidente, mientras Wall Street, la City de Londres y otros grandes centros financieros mundiales lavan, y mejor, los cientos de miles de millones de narco-dólares anuales que genera el próspero negocio. Los años pasan y no aparecen los nombres, apellidos y rostros de los banqueros implicados, responsables de manejar y ocultar cuentas multimillonarias, de recibir dinero en efectivo en camiones blindados, de retrasar reportes de clientes con operaciones sospechosas y de no suspender esas cuentas, de mantener activo el blanqueo de capitales. Es poco probable que los conozcamos, la prensa tradicional no hace el esfuerzo o no tiene mucho interés en llenar sus páginas con investigaciones que incomodarán a los grandes anunciantes, a políticos amigos y, a veces, a los propios dueños de los medios. Decía Estulin, "tenga en cuenta que el principal negocio de los medios de comunicación no es contar la verdad, sino esconderla. Ellos forman parte de toda esta movida. Piensa que la droga es el lubricante de la economía mundial, si eliminas la droga, se desploma la economía mundial. ¿Cómo puede hablar el New York Times o el Washington Post de esto, cuando se les pueden desplomar sus propias acciones?" 

Mapa del Narco-Dinero (USA)


Texto resumido del artículo de Catherine Austin Fitts, "Narco dólares para principiantes". Examinar el mapa de los Estados Unidos ayuda a conocer los mercados de las drogas. ¿Cuáles son los cuatro estados con la más amplia participación en el mercado del tráfico de drogas? Nueva York, California, Texas y Florida. Lógico. Esos son estados grandes con fronteras sobre las costas y grandes puertos. Lógicamente que la población crecería en los estados grandes donde el comercio y el va y viene de los negocios de las drogas crece. OK. Ahora, ¿cuáles son los cuatro estados con las mayores ganancias provenientes del lavado de dinero así como de otras ganancias del crimen organizado? ¿No nos sorprende?, los mismos cuatro estados: Nueva York, California, Texas y Florida. ¿Qué viene después? ¿Cuáles son los cuatro estados con el mayor negocio de tomar las narco ganancias ya lavadas y de usarlas para depositar dinero en el banco, o para comprar otras compañías, o para comenzar una nueva, o simplemente comprar acciones en la bolsa? A eso es a lo que le llamo el negocio de la reinversión. ¡Los mismos cuatro, no es cierto? Y, ¿quiénes eran los gobernadores de estos cuatro estados en 1996? Veamos. Jeb Bush era gobernador de la Florida. El gobernador Jeb era el hijo de George H.W. Bush, antiguo cabecilla de una compañía petrolera de Texas y de México, así como de la CIA y de varios intentos por hacer cumplir las leyes en contra del uso de las drogas, tanto cuando era vicepresidente como cuando era presidente. ¿Y qué del presidente? Por supuesto que George W. Bush fue presidente gracias al empuje de la campaña más exitosa en la obtención de fondos que jamás se diera en la historia de la civilización occidental. ¿Ahora saben por qué Hillary Clinton quería ser senadora por Nueva York?. Ahora se darán cuenta de por qué Andrew Cuomo quería ser el gobernador de Nueva York y por qué, según fue reportado, llevó a cabo encuestas para ver si la gente lo asociaba a él con la Mafia y con el crimen organizado. Según el análisis de las elecciones del año 2000 efectuado por el Center for Responsive Politics los donantes en California, Nueva York, del área metropolitana del Distrito de Columbia (que está repleto de abogados y cabilderos de todos los estados), Texas y Florida contribuyeron $666.8 millones o aproximadamente el 47% de un total de $1.427 mil millones en donaciones.


La historia se vuelve interminable, lo único que queda es recomendar -si tienen interés por el tema- revisar nuestros artículos bajo las etiquetas "drogas" y "narco-economía".

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