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18 marzo 2024

Narcotráfico, Sociedad Anónima Internacional



por Tito Andino 

 

Este es un compendio de las etiquetas "drogas" y “narco-economía” que hemos venido tratando periódicamente de lo que existe este blog, los temas pueden ser consultados con una amplia gama de interesantes artículos que van desde la figura no mítica de Pablo Escobar hasta los "libertadores" del pseudo narco-estado de Kosovo y las "políticas" oficiales para prevenir el crimen. Datos y estadísticas actualizados.


Como aperitivo presentamos una corta revisión de un importante libro sobre la verdadera historia del auténtico "Rey de la Cocaína". 


"EL REY DE LA COCAÍNA. Mi vida con Roberto Suárez Gómez y el nacimiento del primer narcoestado", es un libro publicado por Ayda Levi en 2013 (Vintage Español), controvertido relato escrito por la viuda de Suárez, ella se habría separado de Suárez al conocer que éste acaudalado empresario estaba involucrado con el narcotráfico. Para quien conoce la historia del mundo de la cocaína no le será extraño escuchar este nombre, Roberto Suárez fue una leyenda viva en Bolivia, siendo el mayor productor de cocaína pura en el mundo y que ni la mitificación de Escobar en las décadas siguientes pudo compararse a éste hombre boliviano. A mediados de los años setenta comenzó a unificar en su entorno a los productores de la hoja de coca forjando su "Corporación", para esos mismos años inició su relación con un todavía bisoño Pablo Escobar, futuro líder del Cartel de Medellín.

El libro de la señora Levi narra como Suárez financió los clásicos y frecuentes golpes de estado militares en Bolivia; nos desvela las actividades de un nazi exiliado, aquel personaje conocido como el "Carnicero de Lyon", cuya identidad es conocida por todos, Klaus Barbie; la implicación del General Manuel Noriega de Panamá en las negociaciones por las rutas de la droga, el encuentro con Pablo Escobar, así como la conexión cubana. Aunque sigue siendo polémico, incluso calificado como una teoría conspiranoica, el libro desvela algunos detalles muy importantes, afirma que Fidel y Raúl Castro contactaron con Suárez y Escobar en enero de 1983 siendo invitados a Cuba y que el general cubano Antonio de la Guardia fue el nexo con los narcos. 

El interés cubano, supuestamente, no era económico sino utilizar el narcotráfico como "arma contra el imperialismo yanqui, y apoyar con los fondos provenientes del tráfico a los grupos guerrilleros colombianos", afirma Aida Levy. También habla sobre la financiación de los "Contras" nicaragüenses a través del comercio de la cocaína en Estados Unidos con la intervención del Coronel Oliver North; el mundo de las altas finanzas donde aparece involucrado el "Banquero de Dios", Roberto Calvi... 

Un libro que no tiene desperdicio.



Portada del libro de Ayda Levi


Roberto Suárez Gómez, al igual que Pablo Escobar, era muy querido en algunos sectores populares, llegó también a calificar como un "Robin Hood" (como sería en un futuro mediato Escobar); en el caso del boliviano, fue la revista "Times" quien así lo señalara; otros medios internacionales lo describían como “el rey de la cocaína”. Su popularidad era tal que incluso solicitaron su venia para crear un personaje de cine en que Suárez era interpretado en la película "Scarface". 

Los laboratorios de cocaína de Suárez en las selvas bolivianas producían toneladas de droga al mes que eran distribuidas a los socios del Cartel de Medellín dirigido por Pablo Escobarhablamos del tiempo en que Colombia no producía coca, la droga era enviada luego a los Estados Unidos -según se afirma- en operaciones clandestinas y conjuntas con la CIA, el mismo método se utilizaba para enviar la droga a Europa. Suárez poseía una flota privada de aviones que en la Bolivia de aquella época, casi sin control aéreo y una difícil geografía, facilitaba el establecimiento de sus rutas.

La "Corporación" no podía funcionar, evidentemente, sin la participación y protección de las fuerzas de seguridad de los países involucrados en el comercio ilícito y sus autoridades políticas, todos convenientemente corrompidos por los narco-dólares. 

Es un hecho que fueron los políticos quienes corrompieron a los narcos y no al revés. El caso boliviano es el mejor ejemplo. Los gobernantes bolivianos estaban al tanto del negocio y se involucraronFue tal la industria de la exportación de la cocaína boliviana que se la bautizó como “La General Motors del Narcotráfico”

Como es usual, Suárez Gómez se hizo demasiado conocido y su fama trascendió fronteras. Él no era un don nadie, fue un rico heredero de la otrora oligárquica y próspera industria del caucho que mantenía amistades con elitistas círculos del 'jet set' y la alta política, diversificó su fortuna en diversos negocios, finalmente decidió incursionar en el comercio de la droga. 

La popularidad de Roberto Suárez lo puso en la mira del DEA, siendo uno de los hombres más investigados del mundo, mientras otra agencia estadounidense (CIA) estaba feliz con su producción "industrial"

Se dice que Roberto Suárez propuso (al igual que lo haría posteriormente Escobar) pagar la deuda externa de Bolivia, pero eso es algo que no está permitido, aquello significaría independencia nacional y no sumisión a potencias extranjeras. Lo curioso es que Suárez quería que Estados Unidos pague la deuda y se libere a su hijo detenido en Suiza y extraditado a los EEUU (en juicio fue declarado inocente). La propuesta implicaba la entrega de Roberto Suárez (y sus bienes), existe constancia de una carta enviada por Suárez a Ronald Reagan inmersa en el libro de Aida Levy.

Suárez no pudo más que prever el futuro, concluyó que su actividad no sería tolerada más, ni a corto ni a largo plazo, que el único camino era su entrega a las autoridades para un proceso judicial negociado (si no quería tener el final que departirían luego sus clientes colombianos). En 1988 la justicia boliviana lo condenó a 15 años de prisión por tráfico de drogas, fue puesto en libertad en 1996, murió en julio del 2000 tras sufrir un ataque al corazón en la ciudad de Santa Cruz. 

II

Repasando el moderno narcotráfico


Fotos de archivo de The Guardian, tropas del US Army resguardando los campos de opio en alguna región de Afganistán.


El surgimiento y poderío de grandes carteles de la droga en Colombia no fue un hecho casual, no era posible "meter gato por liebre" al país más poderoso del mundo, decir que solo operó el ingenio del bandido para ingresar toneladas de droga a Norteamérica es subestimar la inteligencia. No importa que haya gente audaz que burle los controles -de hecho eso seguirá ocurriendo- pero, querer vendernos la única historia sobre las avionetas que volaban bajo para burlar los radares, que aeronaves cargadas de cientos de kilos de cocaína partían y aterrizaban libremente de un país a otro porque en esos años no había la tecnología suficiente para controlar esos vuelos clandestinos es rotundamente falso; más que "ineficacia" de los radares había complicidad, corrupción y "vista gorda" de las autoridades con otros propósitos.

La única realidad es que el negocio es tan grande que alcanzaría para todos. Los pretextos sobran.

Parapolítica, Plan Colombia, Narco-terrorismo/narco-guerrilla, lavado de activos, son acepciones que tienen un vínculo común: COMPLICIDAD a gran escala que beneficia a un selecto grupo, el resto pondrán los muertos a cambio de "chichiguas" (coloquial palabra colombiana para algo pequeño o insignificante, muy poco). 


Junio 1999. Sector La Machaca, San Vicente del Caguán, Departamento del Caquetá, Colombia. El ex presidente de la Bolsa de Valores de New York, Richard Grasso y el extinto Comandante de las FARC, Raúl Reyes se abrazan en un gesto de amistad y NEGOCIOS. En ese acto, junto a Grasso estuvo presente el vicepresidente de la Bolsa de Nueva York, Alain Murban, y el asesor James Esposito; por el lado colombiano, el ex ministro de Hacienda de Colombia, Juan Camilo Restrepo, ejerció de traductor. El jefe de Wall Street en rueda de prensa no se mordió la lengua para señalar que traía un mensaje de cooperación de los círculos financieros estadounidenses, mensaje que como vemos en la gráfica también llegó a la narco-guerrilla colombiana. 


Intentar comprender el término "guerra contra la droga" es lo mismo que intentar descifrar la "guerra contra el terror" (otra original invención estadounidense para someter a los pueblos desafectos a su política mundial). En el caso especial del fenómeno global de las drogas, lejos de luchar contra el flagelo, son "políticas" para controlar la riqueza que genera el narcotráfico y que suele transformarse en intervencionismo imperial.



Presencia militar de los Estados Unidos en Colombia. Según el Informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), 11 de septiembre 2023, los cultivos de hoja de coca en Colombia aumentaron de 204.000 hectáreas en 2021 a 230.000 en 2022. Las zonas con mayor cantidad de cultivos ilícitos registran mayor presencia de grupos armados. El alza en la producción de clorhidrato de cocaína es del 24%, unas 1.738 toneladas. Sin embargo, Estados Unidos, con bases militares en Colombia sigue pretendiendo utilizar la “guerra” contra las drogas con el único objetivo de mantener su política intervencionista en América Latina. Una “nueva” estrategia, diseñada para los siguientes 10 años, busca reducir 40% la producción de cocaína durante los tres años que restan a la administración actual (Gustavo Petro). Un factor podría deberse al incremento de la actividad criminal y la persistente demanda de cocaína a nivel internacional especialmente en EEUU y Europa y, por supuesto, el mercado responda a esa demanda.


¿Será la presencia militar de los EEUU en varios países productores de droga una coincidencia? Perturbador dato, en países productores de droga y bajo conflictos internos suelen encontrarse bases militares estadounidenses... ¿lo es una mera coincidencia?... no hay nada de que preocuparnos… Ejemplo, el “Plan Colombia” sujeto a erradicaciones, fumigaciones de miles de hectáreas de cultivos ilícitos, desplazamiento de poblaciones, suele destacar con la aparición del doble de cultivos en otras zonas de la geografía colombiana, ¿por qué? A pesar de la presencia militar estadounidense con la "imponente inteligencia antidrogas", el tráfico continuó y sigue a lo grande. Lo mismo podemos decir de la situación en Perú (en el Alto Huallaga), se erradican miles de hectáreas, pero surgen en otras zonas en mayor cantidad…. y los militares USA... bien gracias. Bolivia con su líder cocalero en el poder puso freno al descontrolado tráfico ocasionando serios aprietos a los organismos de control estadounidenses que lo acusaron de todo en la “guerra mediática contra el narcotráfico”. Fuera de Sudamérica, Afganistán nos da la razón. Los Estados Unidos decían “luchar” en Afganistán –contra el terrorismo-, en realidad, era una lucha por el control de los campos de siembra del opio (heroína). Lo que si es cierto es que las tropas del US Army combatían contra las organizaciones que le hacían competencia a sus aliados en el negocio y siguen apoyando a aquellas bandas narco-terroristas que luchan contra los estados no vasallos del Imperio.


Afganistán produce aproximadamente el 90% del suministro mundial ilegal de opio (transformado en heroína, morfina y productos opioides). Un programa de erradicación de drogas en 2000-2001 fue iniciado y dirigido con éxito por el gobierno talibán (con apoyo de la ONU) y disminuyó un 90%. En 2001 (octubre) se llevó a cabo la invasión estadounidense y la OTAN. Un objetivo secreto fue restaurar el tráfico de drogas patrocinado por la CIA a sus niveles históricos y controlando directamente las rutas de la droga. Desde la invasión y ocupación militar los precios del opio se dispararon. A principios de 2002, el precio en dólares/kg era casi 10 veces mayor que en 2000. Según la ONUDD, la producción de opio se ha multiplicado por 50, alcanzando las 9.000 toneladas métricas en 2017. En 2001, bajo el régimen talibán, la producción fue de 185 toneladas. En 2002, bajo el régimen títere del presidente Hamid Karzai, patrocinado por EEUU aumentó a 3.400 toneladas en 2002. Solo el que no quiere ver se niega a reconocer que la caída del régimen talibán está relacionado con el aumento de la producción de cultivos de opio auspiciado por la invasión militar estadounidense por lo cual los agricultores afganos comenzaron a replantar amapola extensivamente. Y eso no es todo, según un informe de la agencia antidrogas de las Naciones Unidas (septiembre 2023) Afganistán es el productor de metanfetamina de más rápido crecimiento en el mundo a pesar de que los talibanes volvieron a declarar una guerra contra los narcóticos después de su regreso al poder en agosto de 2021. 


Volviendo a las guerrillas colombianas, la guerra fue, entre otras cosas, una disputa por el control de los territorios sembrados de coca, ahora redistribuidos entre nuevas organizaciones criminales con el visto bueno de alguien. Se explica por un motivo: las conocidas organizaciones guerrilleras, paramilitares y viejos traficantes eran ya demasiado conocidos en sus notorias actividades criminales, fueron obligados a jubilarse, usando el argot popular, se les terminó la “teta”, fueron sometidos a un proceso lento de eliminación física o voluntaria (cárcel en EEUU), dando paso a otras pequeñas organizaciones "narco-terroristas" de bajo perfil, garantizando que no se perjudique el libre flujo de la droga, la venta de armamento y la instalación de nuevas bases militares estadounidenses.

La vieja consigna “derrotar a los narco-terroristas” siempre pretendió dibujar un panorama ficticio ante la opinión pública. Héroes que luchan contra la plaga del narcotráfico, destruyendo plantaciones, capturando a cientos de campesinos que no tiene otra forma de subsistencia, comisando bienes, etc. Sin embargo, vemos con desesperación –mientras nos hacemos viejos- que el conflicto de Colombia no termina, ni va a terminar (sus protagonistas pueden ser cambiados periódicamente). Esa guerra es un buen negocio para TODAS las partes (incluida las viejas guerrillas).

"La guerra contra la droga" es una mentira más: fraude, engaño, embuste, farsa, ficción, estafa, timo, ardid, artimaña, amaño, etc, etc. El narcotráfico sin la protección de la gran banca internacional no prosperaría, sin el apoyo encubierto de estados y grandes políticos que legislan su "lucha" habría terminado hace mucho. La clase política no se atreverá a pedir más explicaciones, son parte del problema.

Tan es cierto que no cabe duda de que la droga mueve una importante fracción del destino de la economía mundial. Mientras continúen las aberraciones del actual sistema financiero el narcotráfico será pieza fundamental de las finanzas internacionalesWall Street, gobiernos, corporaciones bancarias internacionales, rutas de la droga, terrorismo internacional, guerras, DEA, CIA, ONI, Imperio Británico, servicios secretos franceses, etc. seguirán estando en lucha por el control de los mercados de la droga. 




Habíamos comentado en un artículo anterior que Estados Unidos se jacta de invertir cientos de millones de dólares anuales en su lucha contra la droga, sin embargo, gana miles de millones de dólares anuales del mismo producto filtrándolos a través de Wall Street y otras bolsas mundiales como consecuencia del blanqueo de capitales provenientes del narcotráfico.

El prestigioso investigador, Daniel Estulin, señaló algo incómodo, "según la leyenda popular, Wall Street es el corazón y el alma de la economía estadounidense, un hogar de hombres “sabios” que demuestran cómo amasar inmensas fortunas. Sin embargo, Wall Street es una grotesca atracción de feria que debería estar prohibida a los menores de 18 años. Las actividades financieras que se realizan aquí no tienen nada que ver con una economía adecuada”.

Otro ejemplo es la City de Londres, junto a muchos territorios británicos continúan siendo paraísos fiscales. Hasta mediados del 2018, en Londres existían alrededor de 41.000 propiedades offshore, que representa un capital aproximado de 38.000 millones de euros, la incógnita es saber qué pasó después del Brexit. Londres se divide en dos: la ciudad de Londres, propiamente dicha, administrada por su Alcalde  (Mayor of London), y la City de Londres, con su propio alcalde (Lord Mayor of London), que en la práctica es el representante y defensor financiero de todo el Reino Unido, con amplia facultad para decidir y apoyar los negocios y cuestiones de las altas finanzas, dentro y fuera de la City.

Los grandes traficantes, incluidos los Pablo Escobar, los Chapo Guzmán, etc., apenas son un eslabón en la cadena del negocio. Los capos de la droga se enriquecen enormemente con la venta de su mercancía, si, es cierto. Pero, los verdaderos "Don" están en las altas finanzas que controlan los movimientos financieros en los mercados bursátiles -ajenos al simple narcotraficante- lo que representa una escalofriante e impronunciable cifra difícil de cuantificar, suele decirse que se tiene problemas para contar los ceros.

El sistema y la modalidad del lavado de activos no han cambiado en nada, solamente es maquillaje periódico en las leyes y cambio de protagonistas. Las personas vienen, se van o se mueren por causas naturales o asesinadas, mas las políticas criminales para controlar la riqueza que genera el narcotráfico perdura.

“Guerra contra el opio” de la Compañía de las Indias Orientales del Imperio Británico contra el pueblo chino. “El Triángulo Dorado” con las guerras en Laos, Camboya, Vietnam. “La Media Luna Dorada” en Afganistán, Pakistán, Irán (parte del país) y otras naciones de Oriente Próximo. Los “Barones de la Cocaína” y las previsibles modalidades que vendrán en el futuro son reflejo de una historia que se repetirá inexorablemente. 


Insistamos en que el combate a la droga es sinónimo de más droga en el mercado. La finalidad es controlar totalmente el sistema monetario y las balanzas comerciales a favor de los viejos imperios. La prohibición, el control, la revisión de mercancías significó no solo el surgimiento del tráfico ilícito y el nacimiento de mafias, también provocó en múltiples ocasiones la declaración de guerra para defender el “libre comercio” o el mantenimiento de la “democracia”.

Los Imperios son los más grandes traficantes de droga de la historia y continuarán siéndolo en el futuroLa supuesta guerra contra la droga es una vieja historia de intervencionismo colonial, hoy transformados en potencias capitalistas en busca de la globalización de los mercados.

El MEJOR NEGOCIO DEL MUNDO se maneja bajo las sombras, nada público, sigue siendo una actividad ilícita; no obstante, los beneficios para la economía global es de tal magnitud que no cabe duda de que el NARCOTRÁFICO S.A. mueve parte del destino del CAPITALISMO.

Hipócritamente los grandes traficantes, los banqueros y poderosos políticos no suelen ver el narcotráfico como un delito sino como un NEGOCIO, por ello la actividad se ha tercerizado en el presente, es decir, se subcontrata a otros para brindar el mismo servicio. Mas, sigue siendo ilícito, por lo que no puede ocultarse por siempre el sucio negocio de los imperios. El gran público necesita creer en sus gobiernos y para ello éstos fabrican y permiten periódicamente el surgimiento de "villanos", quienes gustosos cometerán los crímenes, "pobres diablos" que disfrutarán de un corto periodo de fama y dinero, chivos expiatorios a quienes responsabilizar cuando llegue el momento de justificar la 'lucha" contra el narcotráfico, serán eliminados del negocio, sacrificados y reemplazados por los siguientes de turno.

Por descontado, los medios de embrutecimiento masivo no informarán nunca de esta parte de la historia, nos mienten... siempre. Nos asombraremos con las historias de como Pablo Escobar fue dado de baja o como una banda delincuencial ha sido desmantelada y como se han decomisado toneladas de droga en algún puerto del mundo, eso es un necesario "daño colateral". Incluso suele tratarse de casos en que hay que eliminar a la competencia no autorizada. También sirve para condecorar y promocionar el esfuerzo policial, a la vez que se justifica y se sustrae más recursos del presupuesto público para la 'lucha", o se imponen "ayudas" extranjeras (generalmente made in USA), es decir, presencia de agentes foráneos en territorio nacional.


Campesinos afganos en un sembrío del opio (foto archivo The Guardian)


La prensa internacional, alineada a intereses ocultos, pretende vendernos el cuento que un grupo de analfabetos y mal nutridos campesinos afganos controlan el flujo de cientos de toneladas de heroína y manejan las multimillonarias finanzas de ese ilegal negocio. ¿Se puede creer semejante disparate? ¿Se imagina a un barbudo y analfabeto guerrero talibán bajando de las montañas para gestionar las altas finanzas en Wall Street o, para llevar a cabo sofisticadas transacciones financieras en los grandes trusts bancarios de Europa y Asia?; ¿o, finiquitando complejos negocios con los verdaderos “señores de la guerra” en la compra de armamento a cambio de drogas? (Ejemplos tomados del libro, Los Señores de las Sombras, Daniel Estulin)


¿Por qué no se combate el lavado de dinero en territorio norteamericano? ¿Por qué las verdaderas mafias estadounidenses siempre están impunes, quiénes les protegen? Los países sudamericanos de donde brotó naturalmente la ancestral hoja de coca son los narcotraficantes y los campesinos afganos que cosechan el opio…los terroristas, que barbaridad!.

Como podrán apreciar, el tráfico de drogas es uno de los negocios más lucrativos del mundo, solo la industria armamentística, los negocios petroleros y la gran producción industrial pueden competirle en generar dinero rápido. Sin el flujo monetario producto del comercio mundial de las drogas la economía global tambalearía. "La DROGA S.A. es el lubricante de la economía mundial con más de 900 mil millones de dólares en dinero efectivo anuales”

La “Guerra Global contra el Terrorismo” (GWOT, siglas en inglés), opera desde el 11 de septiembre del 2001, influye en el comercio global de narcóticos controlado por poderosos intereses financieros apoyados por la inteligencia estadounidense. El comercio ilegal de narcóticos se realiza en dólares estadounidenses bajo un sofisticado marco de lavado de dinero que cuenta con el apoyo tácito del Consenso de Washington, es tal la conclusión a la que llega el profesor Michel Chossudovsky (Global Research, septiembre 2023). 
 
En una anterior ocasión se sugirió que no deberíamos soñar con intentar poner en práctica el negocio, lo reiteramos. Está oficialmente prohibido para los simples y corrientes mortales, la cárcel o la muerte será su destino. Este es un negocio de altas finanzas solo apto para una élite y la banca internacional, el resto, incluso los capos, son material prescindible



El verdadero poder de los narco-dólares


Es una combinación del tráfico de esas drogas con la bolsa de valores. Por tanto, la toma de decisiones para solucionar el tráfico mundial de sustancias estupefacientes no está en Kabul o en las selvas colombianas, sino en Washington. Repitamos: El poder de los narco-dólares surge cuando fusionamos el tráfico de drogas con la bolsa de valores

Protegidas e intocables sociedades internacionales mueven el negocio, en ocasiones bajo complicidad o aliados con los servicios secretos de algunos estados. Por descontado, no existen pruebas que el dinero de la droga haya alimentado las cuentas bancarias de la CIA (ni las podremos obtener), pero existe una estrecha relación con ese ilegal comercio y las guerras auspiciadas por los EEUU en Medio Oriente y otras regiones del mundo. 

Recientes investigaciones han demostrado -una vez más- que las leyes y políticas antidrogas que exige el gobierno de los Estados Unidos y otros estados del primer mundo son mera pantalla para ocultar lo evidente, mientras Wall Street, la City de Londres y otros grandes centros financieros mundiales lavan, y mejor, los cientos de miles de millones de narco-dólares anuales que genera el próspero negocio. Los años pasan y no aparecen los nombres, apellidos y rostros de los banqueros implicados, responsables de manejar y ocultar cuentas multimillonarias, de recibir dinero en efectivo en camiones blindados, de retrasar reportes de clientes con operaciones sospechosas y de no suspender esas cuentas, de mantener activo el blanqueo de capitales. Es poco probable que los conozcamos, la prensa tradicional no hace el esfuerzo o no tiene mucho interés en llenar sus páginas con investigaciones que incomodarán a los grandes anunciantes, a políticos amigos y, a veces, a los propios dueños de los medios. Decía Estulin, "tenga en cuenta que el principal negocio de los medios de comunicación no es contar la verdad, sino esconderla. Ellos forman parte de toda esta movida. Piensa que la droga es el lubricante de la economía mundial, si eliminas la droga, se desploma la economía mundial. ¿Cómo puede hablar el New York Times o el Washington Post de esto, cuando se les pueden desplomar sus propias acciones?" 

Mapa del Narco-Dinero (USA)


Texto resumido del artículo de Catherine Austin Fitts, "Narco dólares para principiantes". Examinar el mapa de los Estados Unidos ayuda a conocer los mercados de las drogas. ¿Cuáles son los cuatro estados con la más amplia participación en el mercado del tráfico de drogas? Nueva York, California, Texas y Florida. Lógico. Esos son estados grandes con fronteras sobre las costas y grandes puertos. Lógicamente que la población crecería en los estados grandes donde el comercio y el va y viene de los negocios de las drogas crece. OK. Ahora, ¿cuáles son los cuatro estados con las mayores ganancias provenientes del lavado de dinero así como de otras ganancias del crimen organizado? ¿No nos sorprende?, los mismos cuatro estados: Nueva York, California, Texas y Florida. ¿Qué viene después? ¿Cuáles son los cuatro estados con el mayor negocio de tomar las narco ganancias ya lavadas y de usarlas para depositar dinero en el banco, o para comprar otras compañías, o para comenzar una nueva, o simplemente comprar acciones en la bolsa? A eso es a lo que le llamo el negocio de la reinversión. ¡Los mismos cuatro, no es cierto? Y, ¿quiénes eran los gobernadores de estos cuatro estados en 1996? Veamos. Jeb Bush era gobernador de la Florida. El gobernador Jeb era el hijo de George H.W. Bush, antiguo cabecilla de una compañía petrolera de Texas y de México, así como de la CIA y de varios intentos por hacer cumplir las leyes en contra del uso de las drogas, tanto cuando era vicepresidente como cuando era presidente. ¿Y qué del presidente? Por supuesto que George W. Bush fue presidente gracias al empuje de la campaña más exitosa en la obtención de fondos que jamás se diera en la historia de la civilización occidental. ¿Ahora saben por qué Hillary Clinton quería ser senadora por Nueva York?. Ahora se darán cuenta de por qué Andrew Cuomo quería ser el gobernador de Nueva York y por qué, según fue reportado, llevó a cabo encuestas para ver si la gente lo asociaba a él con la Mafia y con el crimen organizado. Según el análisis de las elecciones del año 2000 efectuado por el Center for Responsive Politics los donantes en California, Nueva York, del área metropolitana del Distrito de Columbia (que está repleto de abogados y cabilderos de todos los estados), Texas y Florida contribuyeron $666.8 millones o aproximadamente el 47% de un total de $1.427 mil millones en donaciones.


La historia se vuelve interminable, lo único que queda es recomendar -si tienen interés por el tema- revisar nuestros artículos bajo las etiquetas "drogas" y "narco-economía".

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03 abril 2023

Estados Unidos: ¿Nación genocida?



Nota del editor del blog


Solo si contamos el año pasado y lo que va del 2023 cerca de 600 tiroteos masivos se han registrado en Estados Unidos. Y alrededor de 35.000 personas han perdido la vida debido a incidentes con armas de fuego.


Días previos a esta publicación otro acto de terror sucedió en la nación paladín de la democracia mundial. (27 marzo 2023. Una mujer armada con dos rifles de asalto y una pistola disparó en una escuela en Nashville -Tennessee- y mató a tres niños y tres adultos...) Eso quiere decir que, en lo que va del 2023, ya se contabiliza más de un centenar de tiroteos en escuelas públicas, plazas y centros comerciales en Estados Unidos. El azar de la vida determinará si un estadounidense se verá involucrado en un tiroteo. Nadie está seguro, ni niños ni adultos pueden caminar tranquilos en las calles -y no es por la delincuencia, es gracias al libre porte de armas de fuego-. La alarmante cifra de tiroteos confirma lo enfermiza que esta esa sociedad. ¿Qué hacer cuando en el Congreso de los EEUU los demócratas insisten legislar el control de armas, pero los republicanos se niegan a cambiar ninguna ley?

Demos un repaso a esta problemática.

El sitio web del afamado director de cine Michael Moore, "Rumbe" publicó a fines de marzo del 2021 (podcast) el caso del joven estadounidense que disparó en un supermercado de Boulder - Colorado, matando a 10 personas. Moore destaca que era el séptimo tiroteo masivo en EEUU en los últimos siete días. "¿Tal vez la vida está volviendo a la normalidad en los Estados Unidos?"

Moore ganaba en 2002 el Premio de la Academia al Mejor Documental por "Bowling For Columbine",  el documental incluso hizo uso del humor para que el público no olvide su mensaje sobre los crímenes violentos en los Estados Unidos, entre otros, los asesinatos de la Columbine High School y pregunta ¿por qué los asesinatos tuvieron lugar allí precisamente? 

La película explora el romance con las armas, la historia del racismo y la cultura del miedo en los Estados Unidos. Es evidente que la gran cantidad de armas que portan los estadounidenses sería la causa del alto número de incidentes con armas de fuego y de la tasa de delitos violentos. El director ironiza con lo fácil que es comprar balas en una peluquería o en un supermercado o que en algunos bancos se obsequia un arma de tu elección cuando abres una cuenta bancaria... 

En "Remble", Moore recuerda a Tom Mauser (padre de Daniel Mauser, de 18 años, uno de los 15 estudiantes asesinados en Columbine High School, el 12 de abril de 1999). En el documental (Bowling For Columbine) Mauser planteó la idea que se convierte en la pregunta clave de la película: 


"Mientras que otros países tienen historias violentas, videojuegos violentos, películas violentas y música profana, y mientras que algunos también tienen muchas armas, ¿por qué es solo en Estados Unidos que nos disparamos y matamos tanto?"

 

El podcast (audio en inglés) de Michael Moore y Tom Mauser (2021) vuelve a discutir exactamente la misma pregunta.

Este blog ya ha planteado el tema de la tenencia o porte libre de armas en los EEUU desde dos diferentes visiones, aquellos que defienden el uso privativo de armas de fuego como un derecho constitucional y el derecho que exigen los retractores para desarmar a la población y penalizar el porte de armas. (VER: ¿Qué serían los EEUU sin el crimen y las armas impulsando la economía?; y el importante análisis de La mortal ilógica de los derechos de las armas)

Bien, demos revista a un artículo presentado por Jim Miles.

T. Andino


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Nación genocida: “¿Qué pasa con nosotros?… ¿Somos homicidas por naturaleza?”

 

       Foto de archivo. La cultura de las armas y su libre venta en los Estados Unidos 

Por Jim Miles

Título original en inglés: Genocidal Nation: “What Is It About Us?…Are We Homicidal by Nature?” 

* El material gráfico es agregado por el editor de éste blog.

Global Research


Acabo de ver el último podcast de Rumble de Michael Moore en el que hace la pregunta "¿Qué pasa con nosotros?" al tiempo que hace referencia a la masacre de Columbine y la relaciona con el conjunto actual de asesinatos en masa estadounidenses. El subtexto del título "¿Qué tienen de diferente los estadounidenses?" pregunta "¿Somos homicidas por naturaleza?"  


Si bien no hay respuestas realmente fáciles ni soluciones fáciles (si bien pueden ser obvias, serán muy controvertidas violentamente), la respuesta rápida revela más verdad: no, no homicida, pero sí muy genocida.


Nación genocida

Utilizo el término genocida en su aplicación por parte de Estados Unidos y su imperio contra la gente del mundo y el mundo mismo, que comprende todos los demás seres vivos y el medio ambiente necesarios para sustentar esa vida. Se puede reducir a dos facetas para el establecimiento del país: primero nació de la violencia; y en segundo lugar, nació del racismo. Estos dos van muy bien juntos y han dado forma a los Estados Unidos en lo que es hoy.

Gran parte de Estados Unidos es herencia europea, una región del mundo muy familiarizada con el genocidio (mucho antes del holocausto) y la violencia militar

Otro aspecto de esa herencia es la Doctrina del Descubrimiento racista promulgada por la Bula Papal de 1452 y otras posteriores. La Doctrina Cristiana del Descubrimiento esencialmente relegó a todos los no europeos a ser salvajes, primitivos, que deben ser tratados como fuera de la cultura europea / cristiana y, en la base, tratados como esclavos, con sus entornos para enriquecer la patria.

Gran Bretaña fue una gran parte de esto, ya que su imperio tenía todos los aspectos ya mencionados y los usaba para su propio poder y enriquecimiento en todo el mundo. Los Estados Unidos tampoco son únicos en nacer de una herencia británica, pero su nacimiento revolucionario, su continua lucha contra la esclavitud y su racismo aún presente, combinado con su visión etnocéntrica como un pueblo superior destinado a liderar y controlar el mundo se ha transformado en lo que es hoy - una cultura de violencia militarizada.


"Progreso americano", de John Guest (1872). Esta pintura muestra el "Destino Manifiesto" o la creencia de que Estados Unidos debería expandirse desde el Atlántico hasta el Océano Pacífico, representa a los colonos guiados y protegidos hacia el oeste por Columbia (vestida con una toga romana para representar el republicanismo clásico). Es importante señalar que Columbia trae la "luz" como se ve en el lado este de la pintura mientras viaja hacia el oeste "oscurecido".


Es personal….

El nivel personal es creado por la retórica de los medios de comunicación, los políticos y los banqueros, financieros y jefes corporativos que han gobernado a lo largo de la historia de los Estados Unidos. La lista de rasgos de personalidad es significativa: individualismo rudo; excepcionalismo; derecho; venganza. Otro atributo social es la retórica abrumadora por la libertad, sin un llamado asociado a la responsabilidad, solo responsable de uno mismo y no del bien general de la sociedad. Lo que se desarrolla a partir de toda esta retórica social y psicológica es una sociedad codiciosa, ignorante y egocéntrica. Estos atributos se generalizan en toda la sociedad.


Y es social….

Desde el principio, Estados Unidos ha operado de manera militarmente violenta y racista, continuando y mejorando su herencia británica. Hoy, el gobierno de los Estados Unidos está compuesto por quienes encarnan la herencia violenta y racista de su fundación y desarrollo. Es un gobierno imperial, que crea sin cesar miedo al 'otro', ya sean socialistas, comunistas, yihadistas, inmigrantes, rusos, chinos, coreanos, vietnamitas, japoneses, nicaragüenses y esencialmente cualquier 'otro' que los viejos blancos que deseen retener el control del sistema. Lo que se crea es una sociedad militarizada que opera en beneficio de las élites corporativas, políticas y militares. Hay muchos aspectos de su control: policía militarizada, dominio financiero de la élite, malversación corporativa hacia las personas y el medio ambiente, falta de estructuras sociales.

La falta de estructuras sociales tiene un impacto grave en la salud financiera y emocional del individuo. El acceso a la atención médica es caro, limitado o inexistente para muchos. La educación no es muy apreciada en el sentido de que muchos quieren que el sistema público sea abolido y reemplazado por escuelas privadas o escuelas con cupones igualmente racistas / elitistas. En general, los ciudadanos estadounidenses tienden a ser bastante ignorantes no solo sobre el mundo, sino sobre su propio país y cómo opera, y a través del proceso educativo y su proceso mediático aliado produce una sociedad egocéntrica codiciosa que culpa al individuo en lugar de el colectivo por cualquier problema que pueda ocurrir.




Y es el imperio.

Estados Unidos ha sido desde sus inicios un imperio en expansión que utiliza técnicas violentas y genocidas para intentar controlar el mundo. Hay una larga historia de esfuerzos estadounidenses hacia el imperio, desde la Doctrina del Descubrimiento a través del Destino Manifiesto hasta el “excepcionalismo” e “indispensabilidad” arrogantes de hoy. Todo ello se basa en el racismo y el uso de la violencia como una "amenaza diplomática" inicial que será seguida por una guerra violenta (encubierta o abierta) como el siguiente paso diplomático. Como imperio, no está solo en todo esto, ya que sus compañeros en la violencia y el racismo tienen la misma herencia (Canadá, Australia, Europa, Israel) o han sido cooptados para convertirse en socios importantes a través de una combinación de amenazas y beneficios financieros. este último corresponde a los poderes nacionales locales más que a los ciudadanos. Pero los EE. UU. es el único proveedor de violencia y militarismo, y tanto su cultura interna como su política exterior nacen de las raíces de la violencia imperial y el racismo.


Soluciones

Como siempre, las soluciones son realmente bastante simples en lo que respecta a las ideas: es la aplicación de esas ideas lo que creará una inmensa resistencia.

A partir de los problemas enumerados anteriormente, las soluciones deberían ser obvias.

Primero, crear un sistema educativo que desarrolle un público bien informado y de pensamiento crítico.

En segundo lugar, como lo expone la pandemia actual, es necesario realizar un gran cambio en el sistema de salud para que la codicia - el lucro - no sea la dinámica que respalde el sistema, sino que la atención para todos sea igualmente accesible y gratuita.

Para los trabajadores y el medio ambiente, las corporaciones deben ser prohibidas o severamente limitadas con grandes responsabilidades por las externalidades (contaminación, salud y seguridad de los trabajadores) puestas en marcha.

El sistema financiero está cerca de un punto de quiebre, construido sobre la base de la deuda (en gran parte a través del complejo industrial militar combinado con la subcontratación y deslocalización del empleo) y apoyado ahora principalmente por dinero creado por el golpe de un teclado de computadora sin que se produzca ningún producto, la financiarización de mercados que enriquecen a las élites y empobrecen al resto. La reforma de las leyes corporativas y tributarias ayudará a crear una sociedad significativamente más igualitaria y debería ayudar a financiar las leyes necesarias en materia de salud, seguridad, educación y medio ambiente.


"Entonces, ¿qué pasa con nosotros?"

Esta no es realmente una pregunta fácil de responder. Los atributos de la sociedad estadounidense discutidos anteriormente se pueden encontrar en otros países, pero no en el mismo grado, ni en el mismo conglomerado principal. Una nación fundada en el excepcionalismo, el racismo y la violencia sobre la tierra y la gente será difícil de reconstruir y mucho menos hacer enmiendas.

Al final se producirá el cambio. Puede provenir de manera concluyente y definitiva del cañón de una pistola y material militar relacionado. O puede ocurrir cuando los ciudadanos de los Estados Unidos, la "generación Columbine", finalmente sobrevivan a "nosotros" los boomers y creen un nuevo tipo de sociedad.



Anexo

Vea el video de Michael Moore, ganador del Premio de la Academia, "Bowling For Columbine"



Bowling For Columbine | A Film by Michael Moore 2002
audio en castellano

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05 julio 2021

La metamorfosis de la mafia en Norteamérica



por E. J. Rodríguez

JotDown


Si comparásemos a la mafia siciliana con un virus, podríamos decir que el virus original terminó fracasando cuando se inoculó en América en su forma original. La mentalidad italiana y las costumbres criminales de Sicilia resultaban demasiado conflictivas y ruidosas en un país, Estados Unidos, donde todo puede amplificarse hasta lo imaginable y donde resulta mucho más difícil mantener la ley del silencio. Si la mafia estadounidense sobrevivió fue solamente porque el virus original mutó en un organismo más complejo, más adaptado al nuevo entorno. 


Requeriría todo un libro explicar esta evolución, pero aquí seremos más breves y nos bastaremos con algunos episodios clave que nos muestran por qué los mafiosos italianos descubrieron que no podían seguir comportándose igual al otro lado del Atlántico.


Acto I: 

En América… la gente habla


Mulberry Street, Little Italy, New York, ca. 1900. Fotografía: Detroit Publishing Co. / Library of Congress.


12 de abril de 1909. Antigua catedral de St. Patrick de Manhattan. Doscientas mil personas se congregan para despedir a Giuseppe Petrosino, el gran héroe de los inmigrantes italianos de Nueva York, que acaba de morir. Petrosino no es un actor, ni un jugador de béisbol, ni siquiera un boxeador famoso. Es un teniente de policía que ha intentado liberar a miles de trabajadores y pequeños comerciantes del yugo de la Mano Negra, una extorsión importada de Sicilia y ejercida por grupos de criminales en todos los barrios italianos de las principales ciudades estadounidenses.

Pocos se libraban de la Mano Negra. En cuanto un inmigrante italiano lograba salir adelante y ganar algo de dinero, recibía una carta amenazante reclamando una parte, firmada con el dibujo de una calavera, un cuchillo, un revólver humeante o la impresión de una mano embadurnada de tinta negra. Los principales objetivos del chantaje eran los negocios, las tiendas y las pequeñas empresas, pero también muchos obreros y asalariados. De hecho se estima que alrededor de un 90 % de los inmigrantes llegaron a ser extorsionados. Si no accedían a pagar, las consecuencias podían ser terribles: una paliza y unos cuantos huesos rotos, el incendio de su negocio o su hogar, incluso el secuestro y asesinato de ellos o de alguno de sus familiares. Las historias que se contaban en la calle y que ocasionalmente saltaban a la prensa eran escalofriantes: ciudadanos que aparecían asesinados dentro de un barril, o peor aún, tétricos ejemplos de crueldad como el secuestro del hijo pequeño de un comerciante que sería devuelto a su familia dentro de una cesta… descuartizado. Historias que nos dicen cuál era el estado de pánico en el que vivía la mayor parte de inmigrantes italianos a principios del siglo XX. Incluso el famoso tenor italiano Enrico Caruso fue víctima de la Mano Negra: cuando se disponía a actuar en Nueva York, una banda local decidió que el cantante tenía que aportar su cuota como todo el mundo. Caruso recibió la correspondiente carta amenazante y, asustado, accedió a pagar. ¡Un tremendo error! Solamente consiguió que empezasen a llegar más cartas pidiendo cantidades todavía mayores de dinero. Finalmente se decidió a acudir a la policía, pero tuvo que llevar escolta a raíz de aquello hasta prácticamente el fin de sus días.


Giuseppe Michele Pasquale Petrosino, JOE PETROSINO, nacido en Salerno Italia en1860, policía de New York (Escuadrón Secreto contra la "Mano Negra". Petrosino viajó a Italia en febrero de 1909, llevaba los nombres de criminales italianos, entre ellos: Giuseppe Morello, Ignazio Lupo, Giuseppe Fontana, Carlo Costantino y Antonio Passananti para obtener sus certificados penales para su extradición de Estados Unidos. El 12 de marzo de 1909, Petrosino fue muerto a tiros en la Piazza Marina, Palermo, se había convertido en el primer y único oficial de la policía de Nueva York en ser asesinado en suelo extranjero mientras estaba de servicio. (Nota adjunta del editor del blog)


El teniente Joe Petrosino, nuestro hombre, había visto cómo la Mano Negra reinaba en las calles mientras la policía apenas se inmiscuía, y consideraba aquel chantaje un «asunto de inmigrantes». Los italianos de Nueva York se sentían indefensos ante los criminales, entre ellos un buen número de mafiosos que pretendían hacer de Manhattan una nueva Sicilia y que tenían barrios enteros bajo su férreo control. Los agentes de la policía neoyorquina —en su mayor parte de origen irlandés— rara vez hablaban italiano y se limitaban a patrullar para evitar los brotes más visibles de violencia, pero sin investigar a fondo la extorsión endémica o aquellos crímenes sangrientos que no llamasen la atención de la prensa. En aquellos barrios, ante la pasividad policial, imperaba la ley del silencio y nadie se atrevía a denunciar a nadie. Pero Joe Petrosino estaba decidido a cambiar el estado de las cosas. Y lo hizo, en solamente unos meses. Cuando hubo conseguido hacerse un nombre en su profesión, labrándose el respeto de sus superiores (incluyendo a Theodore Roosevelt, por entonces comisario de la policía) solicitó crear un cuerpo especial formado por agentes italoamericanos, cuyo objetivo sería el de acabar con la Mano Negra. Inmediatamente se convirtió en el terror de los chantajistas.

Gracias a Petrosino y su nuevo escuadrón, los mafiosos implicados en los asuntos de extorsión aprendieron rápidamente que Nueva York no era Sicilia. Sí, en su isla de origen la omertà funcionaba siempre, incluso entre la gente ajena a la mafia. Pero en América funcionaba solamente cuando la policía se desentendía, y si los ciudadanos no hablaban era porque no se sentían respaldados, no porque no quisieran denunciar una situación de la que muchos, especialmente los sicilianos, habían querido huir al cruzar el Atlántico. Cuando en 1908 el teniente Petrosino se puso manos a la obra, los inmigrantes comenzaron a responder positivamente a sus peticiones de colaboración. El heroico teniente no reparó en esfuerzos. No se quedó detrás de la mesa de un despacho: él mismo recorría los barrios a pie, hablando con comerciantes y vecinos, prometiendo a quien le diese información que no lo abandonaría a su suerte. Así se ganó la confianza de mucha gente que quizá en Sicilia no hubiese abierto la boca, pero que en Nueva York estaba muy dispuesta a hablar. Aquellas investigaciones pronto dieron fruto y Petrosino empezó a llevar a los tribunales casos bien construidos, con testigos creíbles. Casos que en un alto porcentaje terminaban con los malhechores en la cárcel o en un barco de vuelta a Italia. Entre sus mayores logros, por ejemplo, estuvo la inmediata deportación a Sicilia del importante jefe mafioso Vito Cascioferro, quien ya había echado raíces en Nueva York.

Naturalmente, los criminales italianos y muy particularmente los mafiosos sicilianos de Manhattan declararon a Joe Petrosino su enemigo número uno. Lo consideraban especialmente peligroso porque era honrado y porque no podían comprarlo ni chantajearlo. Soñaban con enviarlo a la tumba. Sin embargo, sabían que asesinar a un policía en suelo americano podía traerles muchos problemas, porque las autoridades estadounidenses —al contrario que las sicilianas— no estaban dispuestas a hacer la vista gorda ante algo así. Asesinar a un policía en Nueva York era, pues, tabú. En consecuencia, los mafiosos neoyorquinos estaban entre la espada y la pared; no podían matar a Petrosino, no podían amenazarle, no podían comprarle… era una guerra que tenían perdida. El esforzado teniente, sin embargo, les puso la ocasión en bandeja: pensando que la policía neoyorquina necesitaba coordinarse con la siciliana para controlar el problema mafioso desde su mismo origen, planeó un viaje secreto a la isla mediterránea. No fue una buena idea. El viaje se filtró misteriosamente a la prensa el mismo día de su salida y al poco de llegar a Sicilia murió tiroteado en una plaza de Palermo, donde los mafiosos sabían que las autoridades no iban a perseguir el crimen. Así, a balazo limpio, se apagaba la gran esperanza de los inmigrantes italianos de Manhattan. Petrosino regresó a su ciudad metido en una caja y el funeral que recibió, como decíamos, fue multitudinario.

Sus esfuerzos fueron tan heroicos como breves, sí, pero no fútiles. La mafia le ganó la última batalla en vida, pero Petrosino continuó ganando batallas después de muerto, como el Cid. Puso de manifiesto que a la mafia no le interesaba comportarse en Estados Unidos como lo hacía en Sicilia, ejerciendo un tipo de extorsión rural que solo iba a causarles problemas. En Estados Unidos la ley podía funcionar y por tanto, podía haber ciudadanos que confiasen en la ley y estuviesen dispuestos a delatar a los extorsionadores. Ni el más temido de los mafiosos estaba en condiciones de impedir que en un barrio donde se apretujaban miles y miles de italianos alguno de ellos fuese a hablar con la policía. El asesinato de Petrosino fue una victoria pírrica para la Mano Negra y la extorsión directa sobre los ciudadanos de a pie estaba condenada a desaparecer. Los jefes mafiosos tenían otros negocios a los que dedicarse y no querían tener encima a un nuevo Petrosino entorpeciendo sus actividades. Los propios jefes mafiosos empezaron a limpiarlas calles de chantajes innecesarios, cambiando la extorsión directa a los ciudadanos por una actitud de falso paternalismo (en la película El Padrino II podemos ver escenificado este cambio con la sucesión de poder entre Don Fanucci, ejecutor de la Mano Negra, y Vito Corleone). Ahora se trataba de intentar ganarse a la gente de los barrios haciéndoles favores, evitando además el asesinato de inocentes y otras barbaridades que pudiesen llamar la atención de la prensa y las autoridades.

Las bandas que se empeñaban en seguir ejerciendo la Mano Negra, que las hubo, empezaron a cambiar o empezaron a desaparecer. Terminaron siendo absorbidas por lo que ya era el germen de la Cosa Nostra estadounidense, que en lugares como Manhattan iba creciendo en tamaño y poder, cada vez más centrada en fuentes de dinero alejadas del chantaje ciudadano. Los líderes de las antiguas bandas podían elegir entre renunciar a las prácticas de la Mano Negra y ponerse al servicio de la nueva mafia neoyorquina, o bien podían morir. La decisión era bien fácil. Como consecuencia, empezaron a surgir jefes mafiosos decididos a unificar el crimen italiano en cada ciudad, y particularmente en el epicentro de la mafia estadounidense, Nueva York. Las bandas sicilianas empezaron a transformarse en organizaciones, cada vez más ramificadas, donde empezaba a penalizarse el ataque injustificado a ciudadanos inocentes.


Mulberry Street, Little Italy, New York, ca. 1900. Fotografía: Detroit Publishing Co. / Library of Congress.


Acto II

En la guerra todos pierden

Giuseppe Morello nació en el hoy legendario pueblo de Corleone, donde se inició en la mafia, pero tuvo que emigrar a los Estados Unidos para escapar de una condena carcelaria. Tras unos difíciles comienzos en América ejerciendo diversos trabajos de mala muerte (incluyendo la recolección de algodón) abrió un local nocturno en Nueva York y desde allí empezó a dirigir una organización criminal con la que empezó a imponerse a las bandas más dispersas de la ciudad, como las dedicadas a la Mano Negra. El objetivo de Morello era reinar en los bajos fondos de Manhattan y lo consiguió.

Obviamente no era el único mafioso que lo intentaba. El principal escollo era otro temible mafioso llamado Ignazio Lupo, pero ambos entendieron que tenían mucho que ganar si llegaban a un acuerdo y solucionaron el futuro por la vía dinástica: Lupo se casó con la hermana de Morello, y ¡asunto arreglado!

Evidentemente Morello no tenía tantas hermanas como para asimilar a todos los aspirantes a reinar en Manhattan, así que tampoco dudaba en actuar a la siciliana, borrando del mapa a todo el que no quisiera ingresar como subordinado en su nueva alianza. Su método favorito era el de meter los cadáveres de los jefes rivales en un barril que después abandonaba en algún callejón o enviaba por correo fuera de la ciudad, una costumbre que los mafiosos italianos copiaron de los gánsteres irlandeses.

El ascenso de Morello, por cierto, coincidió en el tiempo con el efecto demoledor de las investigaciones de Joe Petrosino, así que lo tuvo bastante fácil para imponer una nueva mentalidad.

La organización por él fundada fue la primera verdaderamente importante de la mafia neoyorquina: hoy conocemos aquella banda como «familia Genovese», la más antigua de las grandes Cinco Familias de Nueva York, las mismas que han inspirado tramas de ficción como El Padrino o Los Soprano.

En 1909, sin embargo, el reinado de Morello quedó truncado por una condena carcelaria. Encerrado, no pudo evitar que otros se apoderasen de sus negocios y cuando salió en libertad once años después muchas cosas habían cambiado. Su antigua organización estaba ahora en manos de un ambicioso compatriota llamado Giuseppe Masseria, al que todos conocían como «Joe el Jefe» y que era básicamente el nuevo rey de Manhattan. Nadie en las calles dudaba del liderazgo de Masseria. En cambio, pocos se acordaban ya de Morello, a quien después de una década languideciendo en una celda no le quedaba nada excepto la lealtad de algunos viejos compinches como Umberto Valenti, su antigua mano derecha. Con todo, los años de cárcel no habían ablandado a Morello y estaba muy dispuesto a recuperar lo que todavía consideraba suyo. Máxime cuando la ley seca estaba convirtiendo el tráfico de alcohol en un negocio increíblemente lucrativo, monopolizado por la mafia en muchos barrios de Nueva York, y del que Giuseppe Morello quería su parte. Quería volver a ser el jefe. Pese a estar en franca inferioridad y contando poco más que con la ayuda de su fiel Valenti, se lanzó a una campaña para eliminar a Joe Masseria, como si estuviese en las calles de Sicilia.


Arriba:  Giuseppe Morello. En el centro: Ignazio Lupo.
 Abajo: Giuseppe Masseria

En los años veinte, de hecho, las guerras abiertas entre bandas mafiosas eran muy habituales en América, como lo eran en Sicilia. Sin embargo, como en tantos otros aspectos, los mafiosos tendrían que aprender nuevas formas de hacer las cosas.


Morello fracasó en el primer intento de asesinar a Masseria (quien, claro, se puso inmediatamente en alerta) y ante la oportunidad perdida se apresuró a enviar un mensaje de paz, solicitando una reunión para que ambos se estrechasen la mano amistosamente y firmasen la paz. Masseria aceptó asistir a la reunión. La cita quedó programada. Ninguno de los dos, claro, hizo acto de presencia. En su lugar, Morello envió a Umberto Valenti para que asesinase a Masseria en cuanto este apareciese, y por su parte Masseria envió a varios sicarios para que matasen a Morello. ¿El resultado? Los sicarios de Masseria se encontraron con Valenti, lo acorralaron en una esquina y uno de ellos —Charlie Luciano, más adelante conocido como «Lucky» Luciano, que estaba tomando buena nota de cómo funcionaban las guerras por el poder— se encargó de eliminar a Valenti a tiros.

Sin su aliado Valenti y recién salido de la cárcel, Morello se había quedado solo. Sobre el papel era hombre muerto. En Sicilia, no cabe duda, hubiera sido el objeto de una inmediata vendetta.

Pero en Sicilia la mafia no tenía rivales, mientras que en América había mucha competición: gánsteres irlandeses, judíos, holandeses, polacos, rusos, jamaicanos, afroamericanos… una guerra interna podía debilitar a la mafia frente a todos ellos. Masseria entendió que no valía la pena enturbiar las calles por un solo hombre y además apreciaba el talento de Morello, así que no solamente le perdonó la vida prescindiendo de toda vendetta sino que le ofreció el puesto de consigliere en su organización. Morello aceptó, sabiendo que sacaría más provecho a los negocios como número dos vivo que morir como aspirante a ser el número uno. Así, los dos enemigos encarnizados se convirtieron en estrechos colaboradores. La continua pelea por el liderazgo y la vendetta eran malas para los negocios; hacían perder tiempo, dinero y valiosos soldados. La violencia, además, atraía la atención policial. No, no podían hacerse las cosas como en Sicilia.

Pero un siciliano de la vieja escuela —un «Moustache Pete», como se los llamaba por la extendida costumbre de llevar bigote— difícilmente podía librarse de todos los hábitos propios de la Sicilia rural. Vito Cascioferro, el mismo al que Joe Petrosino había deportado casi dos décadas atrás, no había olvidado las enormes posibilidades de lucro que había en América y desde la misma Sicilia, pese a su avanzada edad, continuaba empeñado en hacerse con las riendas. Envió a un contingente de mafiosos con orden expresa de hacerle la guerra a Joe Masseria para apoderarse de Manhattan. Estos mafiosos, muchos de ellos procedentes de la ciudad de Castellammare del Golfo y liderados por Salvatore Maranzano, iban a hacer estallar una nueva guerra que iba a costar sangre, sudor, lágrimas y sobre todo mucho, mucho dinero.

Durante esta nueva lucha por el poder murió asesinado Giuseppe Morello. También Charlie Luciano estuvo a punto de morir (el que sobreviviera a un brutal ataque le valió el apodo de «Lucky», afortunado). Pero Joe Masseria no parecía particularmente afectado por los ataques a sus máximos hombres de confianza. La guerra, a fin de cuentas, era algo natural en la mafia. Ante la pasividad de su jefe, Luciano decidió tomar la iniciativa: pensaba que Maranzano estaba ganando la guerra, así que firmó un acuerdo traicionando a Masseria, a quien hizo asesinar en un restaurante. De este modo, Maranzano ganaba y se convertía en el nuevo rey de la mafia neoyorquina, a la que dividió en cinco grandes «familias»Luciano, como premio por haberle vendido a Masseria, recibió el liderazgo de una de ellas.


Charles "Lucky" Luciano, su verdadero nombre era Salvatore Lucania

Pero el acuerdo entre un mafioso de la vieja escuela como Maranzano y otro crecido en Nueva York como Luciano no podía perdurar. Tenían mentalidades demasiado diferentes, y esto era un problema que se producía entre generaciones enteras de mafiosos. Maranzano veía la mafia como una secta gobernada por una lealtad tradicional no muy distinta de como era gobernada en Sicilia. Luciano, en cambio, la veía como una gran empresa. La desconfianza mutua prolongó la guerra. Luciano y Maranzano se citaron para una reunión con el objetivo de asesinarse mutuamente. Luciano se adelantó y varios de sus compinches mataron a Maranzano con una buena dosis de cuchilladas y disparos.

Ahora que Luciano era el jefe absoluto de la mafia neoyorquina, sintió que no bastaba con haber alcanzado el poder, sino que había que garantizar que las costosas guerras no siguieran produciéndose y para ello tenía que desterrar la vieja mentalidad siciliana de la mafia estadounidense. Él ya había vivido dos guerras internas y sabía que eran lo último que la mafia necesitaba para que sus negocios prosperasen.

Todavía quedaban muchos mafiosos de la vieja escuela a quienes Luciano consideraba atrasados, fanáticos, incultos y poco aptos para los negocios en Estados Unidos. También sabía que, de acuerdo a los viejos códigos, no pocos de ellos intentarían vengar a Masseria o Maranzano, según el bando al que hubiesen apoyado… y Luciano, claro, se los había cargado a ambos. Así que, decidido a renovar por completo la mafia, Lucky Luciano envió a sus sicarios para asesinar a un número indeterminado de veteranos, borrando de un plumazo la influencia directa de la mafia siciliana sobre la estadounidense, convertida ahora en un ente autónomo y diferenciado.

Después repartió el poder entre aquellos que veían los negocios de la misma manera que él y fundó un consejo directivo —la «Comisión»— encargado de procurar que los conflictos entre familias mafiosas se resolviesen mediante acuerdos y consensos, no a tiros. La purga de mafiosos de la vieja escuela no acabó definitivamente con las guerras internas en la Cosa Nostra, desde luego, pero sí redujo su frecuencia e intensidad.

La mafia estaba para ganar dinero, pensaba Luciano, y los constantes intentos de desbancar a los jefes perjudicaban al negocio. Las vendettas al estilo siciliano eran indeseables y debían ser solamente un recurso de última necesidad en casos que no se pudiesen resolver de otra manera. Como efecto de la revolución de Luciano, la Cosa Nostra vivió un periodo de estabilidad y solidez hasta entonces desconocido.


Portada del libro "Lucky Luciano" de Tim Newark. Cuenta la leyenda que en los años 30 se reunieron en Nueva York tres importantes representantes de la mafia para elegir un líder entre ellos. Se trataba de Charles “Lucky” Luciano, Meyer Lansky y Benjamin “Bugsy” Siegel, éstos últimos representando a la mafia judía. Acordaron reunirse en una sala y no salir hasta arreglar el asunto. Antes de cerrarse la puerta, entró veloz un niño con un periódico en la mano y se lo entregó a “Lucky” Luciano para después abandonar la sala. “Tú serás nuestro líder”, le dijo Meyer Lansky. “Pero ¿cómo?” contestó Luciano. “Verás, antes de entrar, le he dicho a mis secuaces que fuesen a los niños que hay en la acera de enfrente, le diesen un periódico a uno y le dijesen que entrase en la sala y se lo diese al jefe…porque el jefe, tiene que parecer el jefe”.


Acto III

Una mafia que ya no es como la mafia

En 1963, los estadounidenses pudieron contemplar atónitos la retransmisión de un comité senatorial que investigaba al crimen organizado. Por primera vez en su historia, un miembro de poca importancia de la Cosa Nostra, Joe Valachi, hablaba públicamente sobre la estructura interna de la mafia.

El público había asociado siempre al crimen organizado con la grandilocuencia casi hollywoodiense del famoso Al Capone, pero ahora descubrían un submundo repleto de secretismo, ceremonias de iniciación y juramentos vivamente descritos por Valachi para asombro de toda la nación. Los estadounidenses de los sesenta sintieron que en su país se les había inoculado una extraña organización cuasi medieval procedente de una lejana y exótica isla mediterránea. Algo que no se parecía en nada a la organización de Capone.

En realidad, el oscurantismo descrito por Valachi y que tanto impresionó a la opinión pública, ocultaba que la mafia había cambiado mucho desde su llegada a las costas americanas. No solamente por la eliminación de la extorsión más básica o por la purga llevada a cabo por Lucky Luciano, sino por la influencia de bandas criminales. Paradójicamente, la mayor influencia venía de la del propio Al Capone. El famoso «Scarface» había nacido en Brooklyn y nunca perteneció a la mafia, aunque creció junto a algunos futuros miembros, colaboró estrechamente con jefes mafiosos y conocía bien su entramado. Pues bien, su forma de hacer las cosas fue tan exitosa en muchos aspectos que los nuevos jefes mafiosos como Luciano pensaron que imitarle no era una mala idea.


Alphonse Gabriel Capone -AL CAPONE- (1899-1947), ficha policial de junio de 1931.

Uno de los motivos por los que al FBI le costó tanto encarcelar a Capone era la imposibilidad de relacionarlo con cualquiera de los crímenes que su organización cometía constantemente.

Cada persona medianamente informada en los Estados Unidos (¡y en todo el planeta!) sabía perfectamente que Capone era el responsable de esos crímenes, pero no había manera de probarlo ante un tribunal. No solamente por el silencio de sus colaboradores inmediatos, sino porque su organización tenía una estructura piramidal donde las órdenes seguían una cadena verbal descendente imposible de rastrear después hacia arriba, y menos sin unos testigos clave que difícilmente iban a aparecer. Esto contrastaba con la costumbre de la mafia siciliana, donde los subordinados debían presentarse y rendir cuentas directamente ante el máximo jefe como señal de respeto. Capone hacía exactamente todo lo contrario: apenas tenía contacto con sus subordinados. Cuanta más distancia hubiese entre sus negocios criminales y él, mejor. De hecho, Capone fue condenado por un asunto de impuestos, pero ninguno de sus otros actos delictivos quedó probado ante un juez. Legalmente hablando, y como él se encargaba bien de recordar, ¡Al Capone era inocente de prácticamente todo lo demás!


Paul Ricca, Salvatore Agoglia, Charlie Luciano, Meyer Lansky, John Senna y Harry Brown  arrestados por la policía de Chicago después de las reuniones de la mafia de Nueva York en la ciudad de Chicago, abril de 1932

Lucky Luciano y otros mafiosos de su generación tomaron buena nota. De hecho, Luciano estaba tan decidido a romper con la tradición mafiosa que pensó en abolir las famosas ceremonias de iniciación e incluso la necesidad de que los miembros de la mafia fuesen necesariamente de origen italiano, aunque sus subordinados le hicieron cambiar de idea, insistiendo en que el sentimiento de cerrada pertenencia ayudaba a estrechar los vínculos de lealtad. Esto era cierto, pero a la larga, como Luciano probablemente temía, la exclusividad de los clubes mafiosos contribuyó a su declive a partir de los años setenta. Pero la organización de Capone (y del ejército del Imperio romano, una aportación sui generis de Salvatore Maranzano) sirvió como modelo para una nueva mafia piramidal, en la que los jefes más exitosos fueron aquellos que menos contacto tuvieron con los subordinados. Quienes no guardaron esta precaución terminarían cayendo tarde o temprano, como le sucedió a John Gotti, encarcelado por cometer el error de hablar directamente con sus hombres después de que se lo hubiese conocido como «el Don de Teflón» por su habilidad para esquivar a la justicia.

Con el tiempo, incluso la mafia de la propia Sicilia terminaría imitando usos y costumbres de la estadounidense, más adaptada a tiempos modernos y entornos más estructurados legal y políticamente, pero siempre ha habido diferencias muy profundas entre ambas


En realidad, poco queda en la Cosa Nostra estadounidense de aquella mafia original que intentó trasplantarse a sí misma allende el océano hace más de un siglo, y que en realidad terminó mutando hasta convertirse en un árbol distinto, que como todo árbol, cuanto más crece más alejada tiene la vanguardia de sus raíces. 


 E. J. Rodríguez

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Nota final adicionada por el editor del blog


La siguiente fotografía a pesar de haber sido reproducida cientos de veces en diferentes sitios e idiomas, rara vez describe quienes son los personajes (salvo especializados medios estadounidenses). Se trata de gánsteres italo-americanos, arrestados por el Departamento de Policía de Cleveland (Ohio) el 5 de diciembre de 1928, a quien corresponde esta fotografía. El lugar es el Hotel Statler. Dieciocho personas fueron encontradas armadas. En la foto aparecen catorce de los veintitrés arrestados. Giuseppe Profaci está en el centro (sentado en la silla de ruedas había tenido un reciente accidente). Sam DiCarlo de Bufalo, está detrás de él. Joseph Magliocco está a la derecha de DiCarlo. Pasqualino Lolordo de Chicago está sentado a la derecha de Profaci. La lista de presuntos mafiosos arrestados fue:

De NUEVA YORK y NUEVA JERSEY: Giuseppe Profaci, Giuseppe Magliocco, Vincenzo Mangano, Giuseppe Traina, Andrea Lombardino, Salvatore Lombardino, Giuseppe Palermo y Michael Russo; 

De CHICAGO: Pasqualino Lolordo, Giuseppe Giunta, Frank Alo, Tony Bella, Emanuele Cammarata, James Intravia, Sam Oliveri y Giuseppe Sacco;

De TAMPA: Ignazio Italiano y Giuseppe Vaglica; 

De ST. LOUIS: Giovanni Mirabella y Calogero SanFilippo; 

De INDIANA: Paul Palazzola de Gary; 

De Cleveland: Sam Tilocco 

Los sospechosos dieron varias historias para explicar su presencia en Cleveland. Los oficiales aceptaron solo las historias contadas por Mangano y Traina, y esos dos líderes de la mafia fueron liberados rápidamente. El resto fue interrogado por la policía y funcionarios de inmigración y luego procesados. Los mafiosos fueron detenidos en Cleveland tras la pista que seguía la policía sobre una presunta convención de mafiosos italo-estadounidenses en el Hotel Statler en Euclid Avenue y East 12th Street. La policía expresó su certeza de que otros delincuentes organizados se estaban quedando en otra parte de la ciudad. Los rumores indicaban que Al Capone de Chicago había sido visto en el área. Algunos historiadores han sugerido, erróneamente, que esa reunión de Cleveland fue la primera convención formativa de la mafia de los EE. UU. (Varios escritores se han referido a la sociedad criminal como la "Unione Siciliana"). En realidad, una red nacional de la Mafia había estado en vigencia durante muchos años, y las reuniones de los mafiosos ocurrían regularmente. Se han ofrecido otras explicaciones. Algunos dicen que la convención fue convocada para reasignar las mafias del inframundo tras los recientes asesinatos de pandillas, para resolver los desacuerdos del hampa en Chicago o para reconocer la ascensión de Profaci al rango de jefe de familia. Sin embargo, los problemas locales o regionales no justificarían la convocatoria de una convención nacional. Parece mucho más probable que el propósito de la convención fuera reconocer al nuevo jefe de jefes de la Mafia de Estados Unidos, Giuseppe Masseria, tras la muerte de Salvatore "Toto" D'Aquila. Desde los albores de la Era de la Prohibición, Masseria había reunido a la familia criminal más fuerte y rica del país y el reciente asesinato de D'Aquila, en una calle de Manhattan, hizo que el nombramiento de Masseria como Jefe de jefes fuera una mera formalidad. Aunque la base de operaciones de Masseria estaba en la ciudad de Nueva York, muchos de sus parientes residían en Cleveland; los aliados de Masseria en Cleveland habían derrotado recientemente allí a una facción pro-D'Aquila. La ciudad habría sido una selección completamente apropiada para una coronación de Masseria. Los críticos de este punto de vista señalan que Masseria y sus aliados no estaban entre los detenidos en el Hotel Statler. Por supuesto, con gran parte de su familia en el área, no habría habido ninguna razón para que Masseria se quedara en ningún hotel. Y la policía expresó públicamente su decepción por el hecho de que la incursión apresurada en el Statler permitió que otros congresistas escaparan. Giuseppe "Joe The Boss" Masseria fue uno de los primeros "capos" o jefe de la Mafia de Nueva York, estuvo a cargo de la más tarde denominada familia 'Genovese' entre los años 1922-1931. Durante esa época se consagró como el mafioso más poderoso de la ciudad. Su manejo buscaba preservar los viejos ideales de la Mafia siciliana tales como el “honor”, la “tradición”, el “respeto” y la “dignidad”, métodos que, a sus espaldas, eran criticados por muchos de sus subordinados. Murió asesinado el 15 de abril de 1931 mientras cenaba en compañía de Lucky Luciano en el "Scarpato's", uno de sus restaurantes favoritos en Coney Island. Tras su muerte Lucky Luciano asumió la jefatura de la familia. (Tomado de 'Caught in Cleveland'. The writers of wrongs).


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