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19 febrero 2024

La lente bíblica y la luz nietzscheana




 Introducción por el editor del blog

El siguiente artículo es un caso polémico ya que sin adentrarse en la problemática de un vasto tema el autor toca la historia, religión, política y filosofía. La lectura del ensayo principal destapa verdades y desmitifica algunos conceptos preconcebidos. Ante todo no debe existir razón alguna para especular que se intenta ahondar en un mal llamado "antisemitismo", el mero hecho de que la mayoría de la población israelí de confesión judía (que por supuesto respeta las creencias y costumbres) son gente secular que no está ligada a la utilización política de las citas bíblicas por parte de un reducido clan del poder político del actual gobierno de Israel. Recuerden: A pesar de que existe un "estado judío", la mayoría de su población es laica.

Sigue siendo inmejorable para los políticos populistas utilizar demagógicamente el arma política combinada con el fenómeno religioso para manipular a las masas sedientas de sentido, y suelen ser los políticos estadounidenses los verdaderos expertos en ello con lo cual justifican su accionar porque se declaran -junto a otro estado- el "pueblo elegido", sin necesidad de profesar esa fe, es lo que denominamos el judeo-cristianismo o políticamente el sionismo cristiano. Como siempre, la mano del imperialismo anglo-americano seguirá presente como estuvo ayer en la creación del "estado judío". 

Observamos que un calculado posicionamiento religioso de muchos políticos no siempre se debe a posturas personales, conocidos líderes mundiales aprovechan la fe religiosa de sus pueblos para sacar provecho en sus políticas de estado. Mientras no se llegue a mezclar política con misticismo o mesianismo fundamentalista se puede tolerar esas "libertades" religiosas. Siempre debemos tener en cuenta que -generalmente- las creencias en una fe suele venir acompañada de una embestida contra el conocimiento.




Un ejemplo, dentro del ámbito del grotesco espectáculo de la política mundial ha causado "sensación" el reciente posicionamiento del político argentino Javier Milei, en su gira internacional visitó tanto el centro del judaísmo como el centro del catolicismo, no tuvo problemas en practicar ambos ritos por igual. Milei oró junto a rabinos en Israel y en el Vaticano con el Papa. Como buen "creyente" aseguró que es "católico pero casi practicante del judaísmo y que necesita tiempo para estudiar la Torá". 

Cabe preguntarse, para ser objetivos, si el mundo cristiano ha sido engañado o no deliberadamente durante siglos, parece ser que gusta mucho de las guerras y la "justicia" por propia mano que predica el judaísmo, y se ha olvidado de aquel personaje que habría revelado otras cosas (Cristo).

Tema complejo, demasiado diríamos. Técnicamente el sistema religioso (cualquiera sea la Fe) ha sido "corrupto y deplorablemente silencioso". Supuestamente el cristianismo debería estar en oposición al judaísmo del Antiguo Testamento. Pero los "sabios" cristianos (los padres fundadores de la iglesia, que en su mayoría fueron judíos) decidieron o fueron tentados a heredar fragmentos del viejo sistema y crear un híbrido que ha dirigido el tremendo embrollo de siglos de nuestra civilización. Hay quienes se aprovechan de mantener vigente el "ojo por ojo", sin el cual sería demasiado difícil obtener grandes beneficios de las guerras. 

Hipocresías a un lado, es obvio que Milei busca en la Iglesia católica una forma de influir en la psiquis del pueblo argentino ante un probable levantamiento social, necesita atar cabos con el Papa y la Iglesia como medio de convencer a los sectores populares para que lo apoyen en estos tiempos de crisis. Con los israelíes su coqueteo es aún más complejo, declaró su apoyó al gobierno de Netanyahu contra los palestinos y dejó dicho que la embajada de Argentina se trasladará a Jerusalén. La importancia de esa jugada de Milei radica en el hecho de que Argentina conserva una de las colectividades judías más grandes del mundo (la más grande de Hispanoamérica) y que necesita su apoyo para lo que puede venir con sus impopulares medidas. En su plan de "salvación" quiere interponer "la Palabra" de un sector que afirma ser "el pueblo de Dios" pero que ha crucificando al "Hijo de Dios".

El polémico investigador francés y autor de varios libros, Laurent Guyénot, tiene el mérito del siguiente ensayo publicado originalmente en el portal "The UNZ Review": "The Biblical Lens and the Nietzschean Light" (recuerdo que hemos compartido algunas de sus investigaciones, sobre todo en el mes de noviembre de 2023 con el caso del magnicidio de JFK). En defensa del autor ante la crítica es válido precisar que es físicamente imposible abordar la "totalidad" de cuestiones históricas, religiosas y político-filosóficas en un solo artículo (esto solo puede desarrollarse con soltura en un libro de investigación), es lógico que nos quedaremos cortos y que necesitaremos más que "un montón de cabos sueltos". 

No obstante, viene siendo una explicación coherente del surgimiento del sionismo; la explicación del autor contradice muchos postulados que señalan que el sionismo es político y no religioso; como pocos, se atreve a destapar y establecer la verdadera esencia del sionismo afirmando que es un fenómeno exclusivamente religioso. Su análisis y conclusiones nos dejará perplejos, incluso me atrevo a señalar que pondrá en tela de duda las creencias cristianas de muchos lectores. 

Es momento de adentrarnos en la polémica, el siguiente ensayo - muy probablemente no será compartido en su totalidad, tal es mi pensamiento, en especial en su segunda parte referente a la filosofía nitcheniana y la "inocencia" germana- (el autor al mencionar el año 1933, veladamente se refiere a Hitler), pero aporta una curiosidad histórica: "Alemania era la nación heroica lista para conducir a Europa hacia la emancipación del engaño de la Biblia. Había sido la primera nación europea en liberarse de la opresión papal. El último libro escrito por su héroe nacional, Martín Lutero, llevaba el título: Sobre los judíos y sus mentiras, y advertía a los alemanes que, "el sol nunca ha brillado sobre un pueblo más sanguinario y vengativo que ellos que se imaginan que son el pueblo de Dios que ha sido comisionado y ordenado para asesinar y matar a los gentiles".

Demos paso a Guyénot.

Tito Andino 

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La lente bíblica y la luz nietzscheana


Un soldado israelí reza de pie frente a un tanque Merkava en las afueras de la ciudad norteña de Kiryat Shmona, cerca de la frontera con Líbano, el 8 de octubre de 2023


Laurent Guyénot

The Unz Review


Sobre la culpa y la responsabilidad cristianas 

Los cristianos adoran a dos dioses, Cristo y Yahvé, pero afirman que son uno. Ciertamente, el Dios del Antiguo Testamento juega un papel secundario en la conciencia cristiana. Permanece tras bambalinas. Sin embargo, mueve varios hilos. Fue él quien inspiró a los cristianos a prometer Palestina a los judíos en 1917 (por la Declaración Balfour británica, precedida cinco meses antes por la Declaración francesa de Cambon), y a dársela en 1948.

Hay una teoría que atribuye motivos geopolíticos a los británicos: necesitaban a Israel como cabeza de puente en Oriente Medio, para controlar el Canal de Suez. Esa es la teoría de Chomsky, y una falsedad flagrante. (Nota del editor: Esa no es la teoría de Chomsky, y tampoco es falsa)

A partir de 1916, la política exterior británica en Oriente Medio favoreció las buenas relaciones con los regímenes árabes que habían establecido en Arabia, Jordania e Irak. La creación de un "hogar judío" en Palestina, que previsiblemente condujo a la toma total del poder por parte de los judíos, fue profundamente molesta para los árabes y entró en conflicto con la política árabe británica. Por eso, en mayo de 1939, el Gobierno británico intentó salir de su compromiso con los sionistas con un "Libro Blanco" que preveía la creación de un Estado palestino independiente en un plazo de diez años. Declaró:


El Gobierno de Su Majestad cree que los redactores del Mandato en el que se plasmó la Declaración Balfour no podían haber tenido la intención de que Palestina se convirtiera en un Estado judío en contra de la voluntad de la población árabe del país. Por lo tanto, el Gobierno de Su Majestad declara ahora inequívocamente que no forma parte de su política que Palestina se convierta en un Estado judío. De hecho, considerarían contrario a sus obligaciones para con los árabes en virtud del Mandato, así como a las garantías que se han dado al pueblo árabe en el pasado, que la población árabe de Palestina sea sometida a un Estado judío en contra de su voluntad. (Ian Black, Enemigos y vecinos: árabes y judíos en Palestina e Israel, 1917-2017, Penguin, 2018, pp. 89-90).

 

Es un hecho que la Declaración Balfour y su inclusión en el Mandato Británico crearon un dilema inextricable que, en última instancia, sería fatal para las relaciones británico-árabes. Los británicos no pudieron encontrar otra salida que retirarse en 1948, frustrados y humillados. Esperaron un año antes de reconocer al Estado judío. Este desvío histórico era necesario para poner fin a la teoría de que los británicos apoyaron —e incluso crearon, según algunos— el sionismo por cálculo geopolítico. No. El motivo inmediato de la Declaración Balfour es bien conocido: fue entregada a los sionistas a cambio de que arrastraran a Estados Unidos a la guerra

Chaim Weizmann fue franco al respecto. En 1941, le recordó a Churchill que "fueron los judíos quienes en la última guerra ayudaron a inclinar la balanza en Estados Unidos a favor de Gran Bretaña. Están listos para hacerlo, y pueden hacerlo, de nuevo". A cambio de darle a Churchill una Segunda Guerra Mundial, solo pidió una cosa: un estado judío en Palestina, que Churchill estaba más que dispuesto a darle. (Martin Gilbert, Churchill y los judíos: una amistad de toda la vida, Henry Holt & Company, 2007)

Hay una teoría gemela que dice que los británicos apoyaron el sionismo por razones religiosas: lo vieron como una forma de acelerar la venida de Cristo, que esperaba que los judíos regresaran a Palestina. Esta teoría, favorecida por autores judíos antisionistas, no es completamente falsa, pero exagera enormemente el factor del "dispensacionalismo" británico, una tendencia más sintomática que etiológica. Culpar al dispensacionalismo por el sionismo es una forma de evitar la causa raíz del apoyo del mundo cristiano al sionismo


(Nota del editor del blog: En anteriores artículos, citamos extractos de la hipótesis del "dispensacionalismo", enfocado por el politólogo Thierry Meyssan, en su artículo ¿Quién es el enemigo? (2014). VER: Apuntes sobre el sionismo (2) En resumen, dice que "el verdadero fundador del sionismo contemporáneo no es un judío sino un cristiano dispensionalista. El reverendo William E. Blackstone era un predicador estadounidense que consideraba que los verdaderos cristianos no tendrían que sufrir las duras pruebas del fin de los tiempos. Predicaba que los verdaderos cristianos serían sustraídos a la batalla final y enviados al cielo (el llamado «arrebatamiento de la Iglesia», en inglés «the rapture»). Para el reverendo Blackstone, los judíos librarían esa batalla, de la que saldrían además convertidos a la fe del Cristo victorioso".


Balfour era cristiano, eso es suficiente. Truman también era cristiano, del tipo bautista, y podría decirse que más que Balfour. No esperaba particularmente el regreso de Cristo, pero tenía una debilidad por la gente bíblica, y eso, además de dos millones de dólares en una maleta, contó en su decisión de reconocer a Israel en diez minutos. Se sintió muy conmovido al recibir como muestra de gratitud un rollo auténtico de la Torá, que le entregó el primer presidente de Israel, nada menos que Chaim Weizmann, quien había declarado en Versalles en 1919: "La Biblia es nuestro mandato". (según John Kennedy, citado por Gore Vidal en su prefacio a Israel Shahak, Jewish History, Jewish Religion: The Weight of Two Thousand Years, Central Connecticut State University, 1994)


"Gracias, siempre quise uno de estos", se dice que dijo el presidente Truman al Dr. Chaim Weizmann, presidente del Nuevo Estado Judío de Israel.


La razón última por la que el mundo cristiano dio Palestina a los judíos es porque el mundo cristiano siempre ha idealizado al Israel bíblico. Es debido a que los cristianos veneran al Israel bíblico como el pueblo creado y amado por Dios que se dejaron seducir por el proyecto sionista de revivir a Israel. Ciertamente, fueron las élites gobernantes las que hicieron a Israel. Sin embargo, hasta hace muy poco, no había divorcio entre las élites y el pueblo en este tema. Sosteniendo como una verdad indiscutible, o al menos como una noción aceptable, que Dios había creado a Israel en los tiempos bíblicos, la opinión pública europea, tanto católica como protestante, estaba bastante bien dispuesta hacia un proyecto que explícitamente apuntaba a revivir este mismo Israel.

Porque está fuera de discusión que el Israel moderno fue conspicuamente diseñado como un renacimiento, casi un clon, del Israel bíblico. Lo dice en su Declaración de Independencia:


ERETZ-ISRAEL (hebreo) - la Tierra de Israel- fue el lugar de nacimiento del pueblo judío. Aquí se formó su identidad espiritual, religiosa y política. Aquí alcanzaron por primera vez la condición de Estado, crearon valores culturales de importancia nacional y universal y dieron al mundo el eterno Libro de los Libros. Después de haber sido exiliados por la fuerza de su tierra, el pueblo mantuvo la fe en ella durante toda su dispersión y nunca dejó de orar y esperar por su regreso a ella y por la restauración en ella de su libertad política. Impulsados por este apego histórico y tradicional, los judíos se esforzaron en cada generación sucesiva por restablecerse en su antigua patria.


El Muro de las Lamentaciones en Jerusalem (photo gallery Flickr), a través de la reconstrucción de la historia sigue existiendo la polémica entre la historia del antiguo Israel: la Biblia, la arqueología bíblica y la arqueología. Es decir: La Biblia vs. la Arqueología.


Imagínese si, en lugar de adorar al Israel bíblico, la civilización occidental hubiera aprendido a ver al Israel bíblico como la nación sociópata arquetípica, y a la elección judía como la mentira más diabólica jamás imaginada. Si la civilización occidental hubiera entrado en razón antes del siglo XX, el sionismo no habría ido a ninguna parte. La sola idea habría provocado un escalofrío de horror en toda la población gentil de Europa. Esto, en realidad, casi sucedió, como argumentaré a continuación.

El sionismo es bíblico de pies a cabeza. Si las declaraciones de los propios sionistas no son suficientes para convencernos, entonces veamos sus acciones: se han establecido en tierras bíblicas, reclaman la capital bíblica (Tel Aviv no lo hará) y dan nombres bíblicos a las tierras que han robado; resucitaron el lenguaje bíblico; aplican la ley bíblica de la endogamia (los matrimonios mixtos no son reconocidos en Israel), así como la ley bíblica de la circuncisión del octavo día (prácticamente todos los bebés varones judíos son circuncidados en Israel). ¿Qué más necesitamos para admitir lo que siguen diciendo: todo lo sionista es bíblico? Incluso podemos decir que todo lo bíblico es sionista, ya que los dos están muy entrelazados.




El Papa Francisco dijo una vez que: "Dentro de cada cristiano hay un judío". También podemos decir que en el interior cada cristiano es sionista. Esto se aplica no sólo a los "sionistas cristianos", que son conscientemente sionistas, sino a los cristianos en general, que son sionistas en la medida en que son bíblicos. Los cristianos consideraron legítimo el renacimiento de Israel como nación en Palestina, y desaprobaron enérgicamente a los árabes que lo resentían. El mundo cristiano es cómplice de la creación de Israel. El mundo cristiano también es cómplice de los crímenes de Israel. Considere estos dos puntos:


1. Los cristianos creen que el antiguo Israel tenía el derecho divino -no, el deber divino- de robar tierras a los cananeos y masacrar ciudades enteras.

2. Los cristianos ayudaron a los judíos a recrear Israel, asumiendo que eran los herederos legítimos del antiguo Israel.


Ahora conecte esos dos puntos, y lo que verá aparecer es una verdad simple: los cristianos le otorgaron a Israel el derecho divino de masacrar poblaciones enteras. Si el antiguo Israel tenía un derecho divino al genocidio, y si el Israel moderno es la resurrección del antiguo Israel, entonces el Israel moderno tiene un derecho divino al genocidio. Podemos protestar, pero esa es la lógica irresistible de la historia que ha sido puesta en marcha por el cristianismo. Desde el momento en que santificó el Tanaj hebreo, el cristianismo ha estado trabajando, a sabiendas o no, para la recreación de Israel, ese cáncer del mundo.


(Nota del editor del blog: Agregamos una breve explicación del Tanaj, tomado de la Wikipedia: Tanaj. No debe confundirse con el Antiguo Testamento, que es la primera parte de la Biblia cristiana, ni con la Torá, término que se refiere solamente a los primeros cinco libros del Tanaj. El Tanaj también conocido como Mikrá, es el conjunto de los veinticuatro libros sagrados canónicos en el judaísmo. Es la Biblia hebrea. Se divide en tres grandes partes: la Torá (Ley), los Nevi'im (Profetas) y los Ketuvim (Escritos). Los textos están escritos mayoritariamente en hebreo antiguo, aunque también hay pasajes en arameo antiguo (Libro de Daniel, Libro de Esdras, y otros). El texto hebreo tradicional recibe el nombre de texto masorético. El Antiguo Testamento católico y ortodoxo contiene siete libros no incluidos en el Tanaj, llamados Deuterocanónicos. Las traducciones de la Biblia que utilizan los grupos cristianos protestantes se adhieren al canon hebreo, o sea, solo treinta y nueve libros del Tanaj. Para los católicos y los ortodoxos, sin embargo, el Antiguo Testamento lo componen 46 libros en lugar de 24. Las Iglesias protestantes incluyen 39 libros en el Antiguo Testamento, omitiendo 7 libros conocidos como Deuterocanónicos. En ambos casos, las cifras derivan, al menos en principio, de una diferente repartición del conjunto del texto original).


Los cristianos de hoy tienen una tendencia a olvidar su responsabilidad colectiva en la locura genocida de Israel. ¿Cómo lo hacen? Tratando de convencerse a sí mismos de que "no, no hay nada bíblico allí". En un video reciente, el coronel Douglas McGregor dijo en el preámbulo de su análisis, por lo demás magistral:


Bueno, muchas cosas que parecen ser de carácter religioso a menudo no son puramente religiosas, sino culturales, raciales, y también involucran intereses políticos. Así que no estoy seguro de que vería todo a través de la lente bíblica. No creo que sea necesariamente una buena respuesta. (Enero de 2024, Douglas McGregor en YouTube)


El silogismo subyacente es: "No es religioso, la Biblia es un libro religioso, por lo tanto no es bíblico". En realidad, como he señalado a menudo, nuestra noción estándar de "religioso" no es adecuada para entender el punto de vista judío de la Biblia. Cuando decimos "religión", queremos decir "religión de salvación", y por "salvación" queremos decir "salvación individual". Pero la salvación individual no es un tema en la Torá. Lo único que importa es la salvación de Israel como pueblo. Sólo el pueblo tiene un alma, un destino y la inmortalidad. Los judíos juran que son una religión cuando les sirve (como lo hizo el Gran Sanedrín convocado por Napoleón), pero los sionistas lo descartaron de todos modos, insistiendo en que son una nación y demostrando su propiedad de Palestina con la Biblia.

Por lo tanto, la Biblia no es para los judíos un libro "religioso" en el sentido cristiano. Era la "patria portátil" de los israelitas antes del sionismo (en palabras de Heinrich Heine), y hoy sirve como la nación romana para los israelíes, religiosos o no. Ben-Gurión, ateo confeso y consumidor de tocino, pero profeta bíblico según su biógrafo (Dan Kurzman, Ben-Gurion, Profeta del Fuego, Touchstone, 1983) escribió en un telegrama a las fuerzas israelíes que conquistaron Sharm el-Sheikh en 1956:


"Podemos cantar una vez más el cántico de Moisés y los Hijos del Antiguo Israel... con el poderoso ímpetu de todas las divisiones de las FDI, has tendido una mano al rey Salomón, quien desarrolló Eilat como el primer puerto israelita hace tres mil años..." (Shlomo Sand, La invención del pueblo judío, Verso, 2009, p. 108).


Moshe Dayan, el héroe de la Guerra de los Seis Días, también autoproclamado ateo, tituló sus memorias Viviendo con la Biblia.


Orígenes y evolución de Israel bíblico, 1920-1948, 1947, 1949-67, junio de 1967


Los fundadores de Israel y los israelíes de hoy ven a Israel a través de una "lente bíblica". Los cristianos también solían ver a Israel a través de una "lente bíblica". Ellos crearon a Israel a través de una lente bíblica. Les encantó la película Exodus en 1960. No fue sino hasta 1967 que comenzaron a desconfiar de la lente bíblica. Un poco avergonzados, los cristianos ahora prefieren olvidar que dieron Palestina a los judíos a causa de la Biblia, y ya no quieren mirar a Israel a través de la lente bíblica. Como resultado, solo ven la superficie de Israel. No pueden comprender ni predecir lo que Israel está haciendo.

Así que pongámoslo de esta manera: los judíos escribieron un libro que dice que Dios les dio Palestina a los judíos, y los cristianos han tomado ese libro en serio durante dos mil años. Al elegir el cristianismo, la civilización occidental ha aceptado todo lo escrito en este libro escrito por los judíos: Dios celoso, pueblo elegido, tierra prometida, derecho divino al genocidio, etc. Al hacerlo, la cristiandad concedió a los judíos un poder inconmensurable. Por supuesto, no dio a los judíos licencia ilimitada para robar y matar: según la doctrina cristiana, Dios estaba decepcionado con los judíos y decidió retirarse unilateralmente de la alianza, para constituir en su lugar la Iglesia, la comunidad de personas que, por elección u obligación, creen que el mesías judío Jesús los salvará.


El libro que enloquece a Israel 

Netanyahu está loco, pero está loco con un tipo de locura bíblica, como muchos otros miembros de su gobierno. Itamar Ben-Gvir, su ministro de Seguridad Nacional, tenía en su pared una foto de Baruch Goldstein, autor en 1994 de la masacre de 29 palestinos en una mezquita de Hebrón. Su tumba, en la que está escrito "Dio su vida por el pueblo de Israel, su Torá y su tierra", es un lugar de peregrinación. Yigal Amir dijo que tomó la decisión de asesinar a Yitzhak Rabin durante el funeral de Goldstein. (Israel Shahak, El fundamentalismo judío en Israel, nueva ediciónen, Pluto Press, 2004).


Algunos dirán que Goldstein, Amir y Ben-Gvir son sionistas talmudistas y, por lo tanto, herejes, ya que el Talmud es enfáticamente antisionista. ¿A quién le importa? El hecho es que hoy en día en Israel y fuera de Israel, la mayoría de los judíos religiosos, educados en el Talmud o no, defienden Eretz Israel, independientemente de si esperan un mesías, dos mesías (hijo de José e hijo de David), o cero mesías (judaísmo reformado). Los haredim, judíos talmúdicos ortodoxos que viven en Israel, son hoy ultrasionistas que no pronuncian su nombre. No hay gente más decidida que ellos a defender sus colonias con armas automáticasEl sionismo es una idea, como todos los nacionalismos, pero es una idea bíblica. (Hans Kohn, La idea del nacionalismo: un estudio sobre sus orígenes y antecedentes, Macmillan, 1946, pp. 18-19).

Israel se ve a sí mismo como el Israel bíblico redivivus, y se ha hecho pasar como tal por el mundo cristiano. El mundo cristiano es cómplice de los crímenes de Israel por el simple hecho de aprobar —incluso santificar— los crímenes del Israel bíblico. Israel se mira a sí mismo en la Biblia como en un espejo, y se encuentra divinamente hermoso, en parte porque el mundo cristiano le dice que el Israel bíblico es divinamente hermoso.

Los sionistas son fanáticos de la Biblia. Para ser honestos, es la Biblia la que los impulsa a la locura. ¿Cómo podría la Biblia enloquecer a los judíos, cuando no enloquece a los cristianos? Es simple: la Biblia dice que Dios escogió a los judíos; esta idea sólo puede volver locos a los judíos. Un pueblo convencido de que Dios lo ha elegido para dominar el mundo, de que Dios le ha dado la tierra de otro pueblo, y de que Dios le concede el derecho —más aún, el deber— de masacrar como "animales humanos" a las personas cuyas tierras robaron, ese pueblo está loco. Es psiquiátrico. Si Dios mismo fue responsable de convencer a los judíos de que Él los eligió, entonces Dios sería culpable de volver locos a los judíos.

Por lo tanto, la principal responsabilidad del mundo cristiano hoy en día es dejar de complacer la locura sionista y decir a los judíos: no, ustedes no son el pueblo elegido. Ustedes nunca fueron el pueblo elegido. Ustedes no son un pueblo superior. Sois simplemente un pueblo que se cree elegido y superior, y esto es una locura peligrosa. Sí, es verdad, durante dos mil años creímos que Dios te había elegido. Lograste hacernos creer esta idea loca. Y como lo creímos, sin darnos cuenta te animamos en tu locura. Pero se acabó. Hemos entrado en razón, y te ayudaremos, por cualquier medio, a llegar a la tuya.


Una ilustración sobre el libro de Ezequiel

Bauer, Marx y la ilustración nietzscheana 

¿Cómo podemos hacer eso? Debemos deconstruir esta idea loca que está volviendo loco a Israel. Debemos deconstruir la narrativa bíblica. La herramienta para ello es la crítica histórica (antes llamada "alta crítica").

Sin entrar aquí en detalles, la crítica histórica ha demostrado que, en las capas editoriales más antiguas de la Biblia, Yahvé es concebido como un dios nacional, que en etapas sucesivas (bajo Josías, luego Esdras, luego los asmoneos) llegó a ser asimilado al Dios creador del universo, conservando sus celos etnocéntricos. (Nota del editor del blogLos asmoneos o hasmoneos fueron los sucesores directos de los macabeos, quienes lograron establecer un poderoso reino en lo que hoy es Israel y Palestina).


Resumo este proceso de esta manera: Yahvé es un dios nacional que es tan celoso de otros dioses que termina negando su existencia y se considera el único dios verdadero, por lo tanto Dios.


La crítica histórica nació en Alemania en el siglo XIX. El filólogo Julius Wellhausen es considerado el padre de la "hipótesis documental" que formuló en las décadas de 1870 y 1880 y que, después de algunas revisiones, sigue siendo autorizada. La historia de la conquista de Canaán comenzó a ser cuestionada en las décadas de 1920 y 1930 por historiadores alemanes como Albrecht Alt. Después de las expectativas prometedoras de su fundador británico William Albright, la arqueología bíblica se encontró con las manos vacías y se unió al descrédito de las historias bíblicas, concluyendo, por ejemplo, que el Reino de Salomón nunca existió (negar la existencia del Reino de Salomón aún no está prohibido por la ley).

Bruno Bauer fue un erudito alemán involucrado en este revisionismo bíblico. También fue una figura destacada de los Jóvenes Hegelianos, que no rehuyeron la cuestión judía. En 1842, a la edad de 33 años, publicó un libro titulado Die Judenfrage y un artículo de seguimiento sobre "La capacidad de los judíos y cristianos actuales para llegar a ser libres" (Bruno Bauer, El problema judío. 1843. Traducción sobre Archive.org)

Bauer señaló que incluso los pensadores seculares que se suscribían a la nueva ciencia de la "alta crítica" y criticaban el cristianismo y la religión evitaban criticar el judaísmo, como si todas las cuestiones sociales exigieran una crítica radical de la religión, excepto la cuestión judía. "Hay un clamor como si fuera una traición contra la humanidad si un crítico comienza por investigar el carácter particular del judío".

Bruno Bauer descubre la esencia del judaísmo en la Torá, lo que, según él, los convierte en un pueblo fósil: "La Ley los ha aislado de las influencias de la historia, tanto más cuanto que su Ley ordenó desde el principio la reclusión de las otras naciones".


Los judíos como tales no pueden amalgamarse con las naciones y echar su suerte con ellas. Como judíos, deben esperar un futuro especial, uno que será solo suyo como nación judía: el dominio mundial. Como judíos, sólo creen en su propia nación; esta es la única creencia de la que son capaces y que es su deber.


Por lo tanto, no puede haber emancipación de los judíos. Un judío sólo puede emanciparse dejando de ser judío. La "emancipación judía" es un oxímoron, porque la alienación del judío es su judaísmo.


Así es como Bauer resolvió la cuestión judía, que ahora se ha convertido en la "cuestión de Israel". Es en virtud de la Biblia hebrea que Israel considera que masacrar a sus enemigos es un derecho divino, incluso un deber divino. Este derecho divino se justifica por la superioridad ontológica de los judíos, que constituyen una superhumanidad, en comparación con la cual los no judíos son una infrahumanidad. Para Israel, este derecho divino prevalece sobre el derecho internacional. Y este derecho divino solo se aplica a Israel. Israel está, por definición, por encima de la ley, siempre lo ha estado y siempre lo estará.

En el momento en que publicó estos textos, Bauer ya era un famoso e influyente teórico socialista. Tenía un joven colaborador en la Rheinische Zeitung llamado Karl Marx. Marx no le perdonó su lucidez sobre los judíos. Le respondió en 1843 y 1844 en dos breves ensayos publicados en el Deutsch-Französische Jahrbücher, en los que criticaba a Bauer por considerar "la esencia ideal y abstracta del judío, su religión, como su esencia total", mientras que el verdadero judío es en realidad sólo el burgués.


Una organización de la sociedad que aboliera las condiciones previas para el comercio ambulante y, por lo tanto, la posibilidad de hacerlo, haría imposible al judío. Su conciencia religiosa se disiparía como una fina neblina en el aire real y vital de la sociedad.


Marx quería hacer desaparecer la cuestión judía en la cuestión económica. Su ataque a Bauer precede al Manifiesto Comunista en cuatro años, y a Das Kapital en más de veinte años. Estos son sus dos primeros artículos importantes. Marx tenía entonces sólo 24 años (Bauer era diez años mayor). Marx volvería a atacar a Bauer al año siguiente en La Sagrada Familia, o Crítica de la crítica crítica: contra Bruno Bauer y compañía, coescrito con Engels. Por lo tanto, podemos considerar que la negación de la cuestión judía fue el principal incentivo de toda la obra de Marx. Marx nunca más escribirá sobre la cuestión judía. Como señaló Nesta Webster en su libro World Revolution: The Plot Against Civilization (1921), Marx ni siquiera apuntaría a los financieros judíos: "ni una sola vez señala a los judíos como los principales financieros, o a los Rothschild como los supercapitalistas del mundo". El marxismo fue, entre otras cosas, el intento de los judíos de silenciar el bauerismo. No tuvo éxito del todo. (Nesta Webster, Revolución mundial: el complot contra la civilización, 1921 (archive.org), pp. 95-96).

Bauer fue amigo de Friedrich Nietzsche (1844-1900). Formó parte de lo que yo llamaría el "despertar nietzscheano". Merece ese nombre porque fue el martillo filosófico de Nietzsche el que dio la expresión más rotunda de la revuelta alemana contra la mentira bíblica. Nietzsche fue, en ese sentido, el vástago de una tradición filosófica alemana que se remonta a Kant y culminó con Hegel. Se sentía especialmente en deuda con Schopenhauer. En 1798 Kant llamó a los judíos "una nación de engañadores", y Schopenhauer los llamó más tarde "grandes maestros de la mentira". Nietzsche escribió en El Anticristo (1888):

En el cristianismo, todo el judaísmo, un entrenamiento preparatorio judío de varios siglos de antigüedad y una técnica de la clase más seria, alcanza su maestría final como el arte de mentir de una manera santa. El cristiano, esta ultima ratio de la mentira, es judío una vez más, incluso tres veces judío. (Anticristo, sec. 44, citado en David Skrbina, El engaño de Jesús: cómo la cábala de San Pablo engañó al mundo durante dos mil años, nueva edición 2023, pp. 109-110).


(Encuentre más buenas citas de Nietzsche en el libro de David Skribna, El engaño de Jesús).

Alemania era la nación heroica lista para guiar a Europa hacia la emancipación del engaño bíblico. Había sido la primera nación europea en liberarse de la opresión papal. El último libro escrito por su héroe nacional, Martín Lutero, llevaba el título: Sobre los judíos y sus mentiras, y advertía a los alemanes que "el sol nunca ha brillado sobre un pueblo más sanguinario y vengativo que el que se imagina que es el pueblo de Dios que ha sido comisionado y ordenado para asesinar y matar a los gentiles".

Nótese también que, a diferencia de Francia e Inglaterra, que fueron parcialmente contaminadas por el virus bíblico de la elección (Francia con la "religión de Reims" inspirada en la realeza davídica, e Inglaterra más tarde, con el puritanismo que culminó en la ilusión del israelismo británico), los alemanes nunca se identificaron como un pueblo elegido a la manera bíblica. Tenían su propia historia gloriosa, y su paradigma era el del Imperio Romano.

El Zeitgeist nietzscheano llegó a su clímax en 1933. Es por eso que en ese mismo año, se imprimió una declaración de guerra en la portada del Daily Express británico, con el título: "Judea declara la guerra a Alemania. Los judíos de todo el mundo se unen en acción". Anunciaba que: "Catorce millones de judíos dispersos por todo el mundo se han unido como un solo hombre para declarar la guerra a los perseguidores alemanes de sus correligionarios".

Y ganaron.

El general Patton lamentaba amargamente en su diario del 18 de agosto de 1945 que "los ingleses y los estadounidenses han destruido en Europa el único país sano".

Tal vez ahora sea el momento de volver a plantear la cuestión judía. Pongámoslo de esta manera: 

Los judíos escribieron un libro que dice que Dios escogió a los judíos. ¿Deberíamos confiar en su palabra? ¿Debemos tomar este libro como la palabra de Dios, o como la palabra de los judíos? Este libro escrito por los judíos afirma que Dios les dio una tierra fértil habitada por otro pueblo. ¿Debemos creerlo? Este libro escrito por los judíos afirma que los judíos tenían el derecho divino de masacrar a Amalec. ¿Debemos creerlo? Si lo creemos, o si profesamos creerlo, o si no lo denunciamos como una mentira, entonces ¿qué podemos objetar a Netanyahu cuando masacra a los gazatíes mientras les dice a los israelíes: "Debéis recordar lo que Amalec os hizo, dice nuestra Santa Biblia"?


28 marzo 2023

Israel en crisis. ¿Quién manda a quién?



Introducción del editor del blog 

Es cierto que mucha gente se encuentra perpleja con la crisis político-jurídica que atraviesa el estado de Israel. Pero... de manera increíble -absurda- diría yo, existe todavía personas enajenadas que siguen perdidas en una falacia inmortalizada por la corriente "revisionista" de la segunda guerra mundial y que no se explican como el país más "poderoso" de la Tierra, el que "dirige" los Estados Unidos de América -según ellos- y que "controlan" las finanzas del mundo, país que por cierto dicen (los "revisionistas") es inmune ya que "nunca" tiene problemas económicos, pueda estar inmerso en una lucha política intestina... 

No comentaré más sobre esos puntos de vista infantiles, disparatados, por no usar epítetos de mayor calibre. Es que los fans del "revisionismo histórico" (de la IIGM), que por cierto, son mayoritariamente neonazis, son incorregibles y lideran las críticas que nos "ilustran" con sus comentarios de risa en redes sociales. LA IGNORANCIA ES ATREVIDA, es una frase que me enseñaron desde que era un crío escolar. Lamento esta introducción al tema principal, necesitaba expresarlo a breves rasgos por si algún incauto repasa estas líneas. 

El actual gobierno ultraconservador de Israel encabezado por el conocido Benyamin Netanyahu (tristemente célebre) a parte de continuar con su política genocida de aplastar las raíces árabes y palestinas, aprovechando el desorden mundial y la impunidad que brindan sus padrinos de la OTAN, ha desplegado el grado de violencia no solo contra los palestinos de Gaza, ahora se enfoca en la Cisjordania (Jordania) que hace algún tiempo eran territorios ocupados por Israel y lugar al que fueron desplazados gran parte de los habitantes de Palestina.

Ciertos politólogos creen observar -y con toda razón- que estamos viviendo una transición a un Nuevo Orden Mundial, que ha dejado de ser unipolar -Estados Unidos dirigiendo a sus socios europeos- sino que contemplamos el surgimiento de un mundo multipolar con China y Rusia como cabezas visibles y protagonistas. Pero, aún no sabemos a dónde nos conducirá esta disputa geopolítica y económica global, por ejemplo, Rusia solía contener los ánimos ante las brutalidades israelíes, hoy están ocupados en otros temas existenciales.

Israel, mejor dicho, el gobierno extremista de Netanyahu a perdido la cordura, sus ínfulas guerreristas con fuerte aditamento racista niega la existencia del pueblo palestino y su historia. A pesar del poder del sionismo, esta radicalización no puede ser defendida "a cabalidad" por el lobby israelí dentro de los Estados Unidos y en Europa, tampoco el mundo árabe alineado y complaciente con Israel (monarquías despóticas del Golfo) ven las desatinadas medidas políticas de Tel Aviv como un paso adelante en busca de una convivencia pacífica.

Oriente Próximo o Medio Oriente está ya en un peligroso nivel de desestabilización poco visto con anterioridad y, como expresamos, se debe al  caos mundial desatado por  las desavenencias de índole financiera entre las grandes potencias que, por el momento, se enfrentan en el campo de guerra a través  de terceros (Rusia-Ucrania).

Estados Unidos ha mostrado molestias con la actitud demasiado radical de su buen amigo Netanyahu, éste último ya está sufriendo algunos desplantes y "Bibi" quiere mostrarse reciproco. No está tan claro si desde Washington, tanto la Casa Blanca, el Congreso y el Pentágono, han perdido la confianza en Netanyahu, no así en Israel que seguirá siendo su punta de lanza y principal desestabilizador regional.

Siempre será mi política -cuando un tema está claramente explicado- compartir el trabajo de gente sabia. Thierry Meyssan, politólogo e internacionalista francés es una de las máximas eminencias en los problemas contemporáneos, él nos explica en un reciente artículo "El golpe de Estado de los straussianos en Israel", la preocupación de la elite gobernante estadounidense respecto a ciertas actitudes de Netanyahu en política judicial y expansionista que podrían alterar los planes regionales, parecerían decir: "BIBI, contrólate un poco, o cambias o te vas..." ¿Quién sabe? Por el momento, en este instante que publico esta entrada, Netanyahu ha cedido en algo, expresa poner una "pausa" en el trámite legislativo de sus polémicas reformas judiciales para evitar una guerra civil... ni los militares parecen apoyarlo (al menos un buen porcentaje). 

Sin embargo, en Washington los straussianos son más poderosos de lo que se percibe, será de esperar su reacción, que evidentemente no será pública.

Leamos las claras explicaciones de Meyssan sobre el origen de la crisis política en Israel.


T. Andino

  

El golpe de Estado de los straussianos en Israel

 

Uno de los straussianos históricos, Elliott Abrams, tristemente célebre en Latinoamérica, dirige ‎el cambio de régimen en Israel. 


por Thierry Meyssan

Red Voltaire, París, 7 marzo 2023


Los observadores pronosticaban una guerra de Israel contra uno de sus vecinos. Pero ‎nadie ataca al Estado hebreo. Israel tiene adversarios pero su enemigo es… Israel. ‎Al carecer Israel de una Constitución que defina su orden político, este ‎último resulta ser extremadamente vulnerable. Los discípulos del filósofo Leo Strauss, que han ‎tomado el poder en el Departamento de Estado y las riendas de la Casa Blanca, están ‎dirigiendo un cambio de régimen en Israel. En todo el país se multiplican las ‎manifestaciones de quienes quieren impedir que Israel se convierta, según palabras de ‎un ex director del Mosad, en «un Estado racista y violento que no podrá ‎sobrevivir». Probablemente ya es demasiado tarde.


Hace dos años que la división reinante entre los israelíes les impide designar gobierno. Al cabo de ‎‎cinco elecciones generales, los israelíes renunciaron al gobierno del tándem Lapid-Gantz y otorgaron ‎el poder a una nueva coalición conformada alrededor de Benyamin Netanyahu. Pero solo ‎dos meses después de la formación del nuevo gobierno, los israelíes han cambiado nuevamente ‎de opinión. La mayoría de los israelíes ya no quiere el nuevo gobierno de Netanyahu. ‎

Es que, para sorpresa de todos, Benyamin Netanyahu instaló en el gobierno una coalición ‎conformada con pequeños partidos supremacistas judíos y les prometió:


- Retirar de las Leyes Fundamentales la 7ª cláusula‎, que prohíbe la participación en las elecciones a ‎los partidos abiertamente racistas;‎

- Modificar la ley antidiscriminación para poder financiar eventos o estructuras que practican la ‎separación de sexos y para poder autorizar la negación de servicios por razones religiosas;‎

- Obligar a las autoridades locales a financiar las escuelas ultra ortodoxas, incluso las que no estén ‎bajo control de la administración central, que no siguen los programas y que se niegan a enseñar ‎las materias laicas básicas, como las matemáticas y el inglés;

- Quitar al ministerio de Ayudas Sociales el otorgamiento de bonos de alimentación y poner esa ‎prerrogativa en manos del ministerio del Interior, que aplicará como criterio de otorgamiento el ‎no pago de impuestos, sabiendo que los ultra ortodoxos están eximidos del pago de impuestos, ‎independientemente de sus recursos. ‎



Cientos de miles de israelíes han salido a las calles en todo el país en lo que se califica como las protestas más grandes en la historia de Israel, desde hace tres meses han ido aumentando a medida que las reformas avanzan hacia la ratificación. El problema causa ya una profunda división  en la sociedad israelí e incluso los reservistas, columna vertebral del ejército de Israel, amenazan con negarse al servicio militar como forma de mostrar su oposición. Los israelíes se manifiestan contra la reforma judicial. (Foto del 18 de marzo de 2023. Reuters)

Pese a esas promesas, Netanyahu ha tenido la precaución de desmarcarse de sus aliados, llegando ‎a declarar que nunca autorizaría que alguien pueda escudarse tras sus creencias religiosas para ‎negar algún servicio a un ciudadano de Israel. "Habrá electricidad durante el Shabbat. Habrá ‎playas (mixtas). Mantendremos el status quo. No tendremos un país gobernado por la halaka ‎‎(la ley judía)". "No habrá enmienda de la ley del regreso", agregó. Benyamin Netanyahu contradijo ‎además a su hijo, Yair Netanyahu, quien había declarado que los jueces que lo llevaron ante los ‎tribunales son traidores y que debían ser castigados como tales. Y, finalmente, hizo elegir como ‎presidente del parlamento a Amir Ohana, el único diputado israelí abiertamente gay. ‎

Por muy chocante que pueda parecer el programa de la coalición de gobierno, lo más importante ‎es que Benyamin Netanyahu anunció una reforma del sistema judicial que viene a modificar el ‎equilibrio de poderes que sostenía las instituciones de Israel, país que carece de Constitución. Esa ‎reforma es tan significativa que la oposición la considera un golpe de Estado. ‎

Y en este momento las manifestaciones contra esa reforma son cada vez más numerosas y más ‎multitudinarias. Inicialmente, los manifestantes eran sobre todo de izquierda y centristas. Pero ‎ahora varios ex aliados de Benyamin Netanyahu se han sumado a ellas, así como varios grupos ‎de derecha y, finalmente, algunos árabes. ‎

De hecho, el general Moshe Ya’alon, ex jefe del estado mayor, incluso comparó el actual ‎gobierno de Netanyahu con el régimen nazi al declarar que "el pueblo judío pagó muy caro ‎el hecho que, mediante elecciones democráticas, en Alemania llegara al poder un gobierno que ‎eliminó la democracia. Y lo primero que eliminó fue el principio democrático fundamental de la ‎independencia del poder judicial".‎

Moshe Ya’alon es un viejo adversario de Benyamin Netanyahu. Pero, en pocas semanas, varios ‎ex aliados del primer ministro se pronunciaron en el mismo sentido. ‎

‎- El ex ministro de Justicia y ex viceprimer ministro del propio Netanyahu, Dan Meridor (Likud), dijo ‎el 20 de febrero, ante los participantes en la principal manifestación realizada ante la sede del ‎parlamento israelí: "¿Quién habría creído que tendríamos que defender la democracia en Israel? ‎‎Sin embargo, ¡hoy está siendo atacada!" ‎

‎- Tamir Pardo, quien fue en su momento director del Mosad, designado por Benyamin Netanyahu, ‎está ahora entre los coordinadores de las manifestaciones contra la coalición gubernamental. En ‎entrevista concedida a una radio pública, Pardo acusó a Netanyahu de querer reformar el sistema ‎de justicia solo para poder huir de ella. Y también acusó a varios elementos de la coalición ‎gubernamental de pretender construir "un Estado racista y violento que no podrá sobrevivir". ‎

‎- Por su parte, Yoram Cohen, el ex director del Shin Bet (el servicio de inteligencia y seguridad ‎interior de Israel), también designado en su momento por Benyamin Netanyahu, declaró en una ‎manifestación de derecha: "La reforma propuesta cambiará la estructura gubernamental en ‎Israel, ya que el poder ejecutivo –encabezado por el primer ministro– tendrá un poder ilimitado. ‎Desaparecerán los frenos y contrapesos necesarios en una sociedad democrática. Todos ‎los ciudadanos deben sentirse afectados por esta situación, sea cual sea su tendencia política. ‎La reforma, en su estado actual, (impuesta) brutalmente y (elaborada) sin diálogo entre todos los ‎componentes de la nación, puede llevar al desastre".‎



El ministro adjunto para la Identidad Judía, Avi Moaz, dio orden de hacer una lista de todos los ‎homosexuales que trabajan en los medios de difusión, así como otra lista con los nombres de ‎los empleados del ministerio de Justicia que han seguido cursos de formación de asociaciones ‎que defienden la integración de los árabes de Israel.


Varias peticiones firmadas por economistas y empresarios del sector de la high tec también han ‎tocado las alarmas señalando que las reformas anunciadas harán huir a los inversionistas ‎extranjeros. En ese sentido, 56 economistas internacionalmente reconocidos, incluyendo ‎‎11 premios Nobel, publicaron una carta abierta donde escriben

"La coalición en el poder en Israel plantea una serie de actos legislativos que debilitarían ‎la independencia del poder judicial y su poder para oponerse a las acciones ‎gubernamentales. Numerosos economistas israelíes han expresado en una carta abierta –a ‎la que varios de nosotros nos hemos unido– su inquietud ante el hecho que esa reforma ‎perjudicaría la economía israelí, debilitando el estado de derecho y desplazando así Israel ‎hacia Hungría y Polonia".‎


El plan de reforma de la justicia se desarrollará en cuatro fases. Por ahora, solo la primera ha sido ‎presentada al público. ‎

• La Fase I incluye:


1. Adoptar una disposición de derogación que permitiría al parlamento adoptar por segunda vez ‎‎–por mayoría simple– una legislación anteriormente invalidada por el Tribunal Supremo.‎

2. Eliminar la norma de razonabilidad de las decisiones judiciales.‎

3. Reforzar el poder de la coalición gubernamental en el seno de los Comités de Nominaciones ‎de jueces.

4. Debilitar el estatus de los consejeros jurídicos dentro de los ministerios. ‎

• La Fase II convertirá la Ley Fundamental sobre la Dignidad Humana y la Libertad en un texto sin ‎más valor que el de cualquier otra ley, lo cual permitirá sustituirla fácilmente.‎

‎• La Fase III limitará el derecho de recurrir al Tribunal Supremo. ‎

‎• La Fase IV dividirá los poderes actuales del Fiscal General. En segunda instancia, un "fiscal ‎en jefe" será la única autoridad con poder para enviar a los políticos antes los tribunales. ‎

Esta reforma cambiará totalmente Israel. Dos think thanks, el Kohelet Policy Forum y el Law ‎and Liberty Forum la defienden abiertamente. ‎

Es importante saber que el Law and Liberty Forum israelí se inspira en uno de los grupos de la ‎Federalist Society estadounidense, la asociación que redactó secretamente la USA Patriot Act –la ‎también llamada “Ley Patriota”– y que la impuso en el momento de los atentados del 11 de ‎septiembre de 2001 (1). El ‎Law and Liberty Forum está financiado por el Fondo Tikvah, que tiene como presidente al ‎neoconservador israelo-estadounidense Elliott Abrams (tristemente célebre por su papel en el ‎escándalo Irán-Contras y por haber orquestado numerosos golpes de Estado en Latinoamérica) (2) ‎


A la derecha, Simcha Rothman, el presidente de la Comisión de la ‎Constitución, del Derecho y del Parlamento, durante la adopción de la primera parte de la ‎reforma. Simcha Rothman preside también el Law and Liberty Forum, think tank israelí ‎financiado por los straussianos estadounidenses.


La estrategia de la Federalist Society estadounidense y del Law and Liberty Forum israelí consiste ‎en modificar la jurisprudencia mediante el cambio de jueces (3). ‎En alrededor de 30 años, la Federalist Society ha logrado justificar legalmente el neoliberalismo, ‎limitar las posibilidades de enfrentar legalmente a las grandes empresas, desmontar la visión que ‎el Partido Demócrata estadounidense tuvo en algún momento sobre la lucha contra las ‎discriminaciones y el derecho al aborto. También ha impedido que Estados Unidos se sumara a ‎numerosos tratados internacionales y, finalmente, logró transformar el equilibrio de poderes de ‎forma tal que el presidente de Estados Unidos puede desatar guerras y recurrir a la práctica de la ‎tortura (4).‎

La originalidad del método de la Federalist Society ha consistido en imponer su reinterpretación ‎del derecho anglosajón. Basándose en los escritos del filósofo Leo Strauss, la Federalist Society ha ‎reemplazado el "derecho positivo" por el "derecho natural". Por ejemplo, en los años 1980, ‎el presidente Ronald Reagan quería desregular la economía pero el derecho le impedía hacerlo. ‎Un teórico de la Federalist Society, el profesor Richard Epstein, planteó entonces que ‎la propiedad no dependía del derecho positivo –o sea, de las convenciones concebidas por los ‎legisladores– sino del derecho natural –o sea… que era cosa de Dios. ‎

Pero toda regulación de una actividad económica apunta a establecer límites a los posibles ‎comportamientos de ciertos propietarios. Eso implica que cualquier regulación es una forma de ‎expropiación que implica la creación de indemnizaciones. De esa manera, en interés de la ‎colectividad, se impone a los industriales –por ejemplo– la obligación de respetar normas de ‎calidad en la fabricación de sus productos, se limita su derecho de propiedad, y se hace necesario ‎establecer la manera de indemnizarlos. La nueva interpretación del derecho permitió al presidente ‎Ronald Reagan desmontar el sistema de regulaciones económicas que ya existían. ‎

La mayoría de los integrantes de la Federalist Society son solo juristas conservadores o ‎libertarianos, dedicados únicamente al derecho de la familia o al derecho en materia de ‎economía. Sin embargo, un reducido grupo de miembros de la Federalist Society está ‎incursionando en la política internacional. Ese es el grupo que está influyendo en Israel. En ‎Estados Unidos, ese grupo logró imponer el "excepcionalismo estadounidense" (5).‎

Esa escuela de pensamiento se niega a aplicar los tratados internacionales en el derecho interno ‎estadounidense y juzga con la mayor severidad los comportamientos de los demás pero absuelve ‎por principio a los estadounidenses que hacen lo que ellos considerarían censurable en gente de ‎otras nacionalidades


Dicho claramente, esa escuela de pensamiento estima que, por razones de ‎orden religioso, Estados Unidos no puede ser juzgado como otros países y que no debe ‎someterse a ninguna legislación internacional.


Esta “ideología” estadounidense es perfectamente compatible con la interpretación política de la ‎teoría teológica del "pueblo elegido". Desde un punto de vista religioso se trata de afirmar que ‎quienes se vuelven hacia Dios son elegidos de Dios, lo cual implicaría que la igualdad no existe ‎y, por ejemplo, que los judíos están por encima de los no judíos –de los «Goy». ‎


Al hacer irrupción en la Explanada de las Mezquitas, el ministro israelí de la ‎Seguridad Nacional, Itamar Ben- Gvir (en la foto), se inspira en las provocaciones del difunto Ariel Sharon.


El otro gran combate de ese grupo de la Federalist Society ha sido echar por tierra la "doctrina ‎de la no delegación". Los juristas estadounidenses consideraban que la separación de poderes ‎impedía que el Ejecutivo interfiriese en los privilegios del poder Legislativo y que definiera por ‎sí mismo los criterios de aplicación de la ley. Ahora sucede lo contrario: la separación de poderes ‎prohíbe al poder Legislativo oponerse a las actividades del Ejecutivo. El Congreso pierde así todo ‎su poder de control sobre los actos de la Casa Blanca. Basándose en ese acto de prestidigitación, ‎el presidente George Bush hijo emprendió una serie de guerras y hasta generalizó la tortura. ‎

Los vínculos entre ese grupo de la Federalist Society estadounidense y el Likud israelí no son ‎recientes. En 2003, Elliott Abrams organizó la Cumbre de Jerusalén, con la participación de casi ‎todos los grupos políticos israelíes. El estadounidense Elliot Abrams afirmó en ese encuentro que ‎no habría paz en el mundo hasta que Israel aplastara las demandas de los palestinos (6).‎

Siguiendo esa lógica, después de la formación del gobierno de Netanyahu, el general Avi Bluth, ‎jefe de las tropas israelíes en la Cisjordania ocupada, distribuyó a sus oficiales el libro ‎Ours in Tabu: The Secrets of Land Redeemers From Our Father Abraham to the Young ‎Settlements, donde la ocupación de Palestina es presentada como fruto de la voluntad divina, ‎desde los tiempos de Abraham hasta la época de las colonias ilegales y sin importar los medios ‎utilizados -ya sea la compra de tierras o la violencia.‎

La primera consecuencia visible de ese viraje y de esta propaganda pudo verse la semana pasada ‎en Cisjordania, cuando 400 colonos de Har Bracha atacaron la localidad de Huwara para vengar ‎el asesinato de 2 colonos, supuestamente perpetrado por palestinos de Huwara. Durante ‎‎cinco horas, los colonos israelíes apedrearon a los habitantes de Huwara e incendiaron 32 viviendas y ‎cientos de autos. Ese día 400 palestinos fueron heridos y uno fue asesinado bajo la mirada ‎impasible del ejército israelí. Lejos de condenar la violencia, el ministro israelí de Finanzas, deploró ‎que los colonos tuvieran que hacer lo que, según él, tendría que hacer el Estado de Israel: ‎‎"arrasar" Huwara. ‎

Por boca de algunos de sus líderes, la coalición de Netanyahu, ya cómplice de esos hechos de ‎violencia, anuncia que va a utilizar los medios del Estado para arremeter contra toda la población ‎árabe, o sea no solo contra los palestinos sino contra todos los árabes israelíes. ‎


El ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, declaró recientemente por ‎radio que se siente orgulloso de ser homófobo y se jactó de que a sus donantes no les ‎importa que lo sea.


Mientras las manifestaciones se hacen cada vez más frecuentes y multitudinarias, los políticos ‎extranjeros proisraelíes están lanzando numerosas advertencias a la nueva coalición. Pero esta ‎sigue adelante. Bezalel Smotrich ve a los árabes como bestias a las que hay que domar por la ‎fuerza. Pero el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, aborda la cuestión desde un ‎punto de vista diferente. Según Ben-Gvir, Dios dio la tierra a los judíos y estos deben expulsar a los ‎árabes, que según él no tienen ningún derecho a estar allí. 

En definitiva, aunque esgrimen puntos de vista diferentes, todos los miembros de la coalición de ‎Netanyahu están de acuerdo en una cosa: para ellos el gobierno es soberano y nadie debe ‎limitar su acción recurriendo a las leyes. Y esa visión es perfectamente conveniente para el primer ‎ministro, Benyamin Netanyahu, quien tiene numerosas cuentas pendientes con la justicia. ‎

Lo que está en juego en Israel no concierne solo a los israelíes y los palestinos. Elliott Abrams es ‎un straussiano histórico, peor que el secretario de Estado Antony Blinken y su segunda, la ‎subsecretaria Victoria Nuland. Así que es previsible que el nuevo régimen israelí adopte ‎totalmente las posiciones de los straussianos estadounidenses. Hasta ahora, Israel se ha negado ‎a enviar armamento a Ucrania, según el principio enunciado por el general Benny Gantz: "Ningún ‎arma israelí debe llegar a manos de quienes han masacrado judíos". Pero eso puede cambiar con ‎la coalición de Netanyahu. ‎

Nunca antes ha sido tan grande el peligro de que se establezca una alianza entre los ‎‎"nacionalistas integristas" ucranianos, los "straussianos" estadounidenses y los "sionistas ‎revisionistas" israelíes (7). Por ahora, la administración Biden acaba de prohibir al ministro de Finanzas, Bezalel ‎Smotrich, viajar a Estados Unidos. Washington todavía lo castiga por sus declaraciones racistas y ‎homófobas… pero ¿por cuánto tiempo?‎


Thierry Meyssan

Referencias del autor:

(1) “The U.S. Right-wing Group Behind a Conservative Legal Revolution in ‎Israel”, Nettanel Slyomovics, Ha’arets, 30 de enero de 2023.
(2) «Elliott Abrams, el “gladiador” convertido ‎a la “política de Dios”», por Thierry ‎Meyssan, Res Voltaire, 24 de mayo de 2005.
(3) «La Federalist Society al asalto de la Corte Suprema de Estados Unidos», Réseau Voltaire, 6 de febrero de 2006.
(4) The Federalist Society: How Conservatives Took the Law Back From Liberals, Michael ‎Avery y Danielle McLaughli, Vanderbilt University Press.
(5) Actes du ‎colloque organisé par le Carr Center for Human Rights Policy: American Exceptionalism and ‎Human Rights, Michael Ignatieff, Princeton University Press, 2005.
(6) «Sommet ‎historique pour sceller l’Alliance des guerriers de Dieu», Red Voltaire, 17 de ‎octubre de 2003.
(7) «La unión de ciertos gobernantes hace que la ‎Guerra Mundial sea posible», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 6 de diciembre ‎de 2022.

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