Bienvenido a este Blog. Detectives de Guerra le brinda los mejores análisis de los conflictos internacionales de actualidad
Mostrando entradas con la etiqueta República de Weimar. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta República de Weimar. Mostrar todas las entradas

31 octubre 2023

Revolución alemana de noviembre de 1918: cuando los soviets "tocaron" Europa



German November 1918 Revolution: when the soviets “touched” Europe

Nihat Halepli

Ξεκίνημα


El artículo principal (segunda parte) que daremos lectura proviene de una publicación de un medio alternativo de Grecia: ξεκινημα (Primeros Pasos), que se define como una organización socialista internacional. El texto original en griego fue traducido a la versión en inglesa, cuyo texto es usado para esta presentación en castellano.


Parte I

Antecedentes 

por Tito Andino U.


La "Revolución Alemana" de 1918 o "Revolución de Noviembre" fue en la práctica quien derrocó a la monarquía del Imperio Alemán. 


Los trabajadores alemanes, emulando a la revolución rusa  disputaron el poder y el derecho a dirigir la sociedad ante la clase dominante, pero los Consejos de Obreros y Soldados no lograron consolidar sus victorias. Varios factores obraron en su contra, quizá el más importante fue la traición a la revolución de los dirigentes del SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania) que decía velar por las ilusiones democráticas de la población. Al mismo tiempo, los militares monárquicos se prepararon para aplastar a los obreros revolucionarios entre los que destacaba la Liga Espartaquista (marxistas) dirigida por Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht y Leo Jogiches, que se transformaría en el Partido Comunista de Alemania (KPD).

El frente conformado por la burguesía, militares y la socialdemocracia alemana tuvieron que recurrir a la violencia extrema contra la clase obrera, los asesinatos eran parte del plan, eliminando a Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht (luego a Leo Jogiches), crímenes perpetrados por los Freikorps y bandas monárquicas marcaron la derrota del levantamiento obrero de Berlín en enero de 1919. La tarea se completó con una guerra civil que duró varios meses, se liquidaron los Consejos y miles de comunistas fueron asesinados. Sobre esta base, nada que ver con una supuesta legalidad democrática, nació la República de Weimar

Es interesante resaltar que fue la "Revolución Alemana" de 1918 o "Revolución de Noviembre" la que derrocó a la monarquía del Imperio Alemán tras el amotinamiento de los marineros de Kiel. Fue durante la "Revolución Alemana" cuando se proclamó la República, 9 de noviembre de 1918, junto a la renuncia del Kaiser Guillermo II. El Imperio Alemán pasó de ser una monarquía constitucional a una democracia parlamentaria conservando el nombre oficial de "Deutsches Reich" en la Constitución de Weimar, 14 de agosto de 1919, ese acto marcó el fin de la revolución.


La irrupción de los marineros de Kiel, a principios de noviembre de 1918, fue la señal para un movimiento revolucionario incendiario en toda Alemania. Los obreros y los soldados insurrectos conquistaron ciudad tras ciudad, abrieron cárceles y liberaron a los prisioneros políticos, izaron la bandera roja en calles, fábricas y cuarteles y formaron los Consejos de Obreros y Soldados. El káiser fue barrido de la escena. La clase trabajadora demostró ser mucho más potente para acabar con el Imperio alemán que los obuses enemigos y, en cuestión de días, llevó a cabo las tareas de la llamada revolución democrática, proclamó la república y abrió el camino para la transformación socialista de Alemania. (Texto de píe de foto de la página web Izquierda Revolucionaria)


El primer jefe de estado electo (Presidente del Reich) fue el socialdemócrata Friedrich Ebert quien falleció en 1925, Paul von Hindenburg se convirtió en su sucesor. La crisis económica mundial supuso la ruptura de una coalición que mantuvo el "orden" constitucional hasta el nombramiento de Adolf Hitler como canciller el 30 de enero de 1933. Se puede decir que la historia de la República de Weimar terminó tácitamente con la llegada de la dictadura nazi al poder, a pesar que la Constitución de Weimar formalmente no fue abolida por los nazis.

El ideal revolucionario no había terminado, resurgió en 1920 tras el conocido "Putsch de Kapp" en 1920, trama auspiciada por una parte del Reichswehr, monárquicos y facciones nacionalistas. El golpe es conocido también como "Putsch Kapp – Lüttwitz". Sus líderes Wolfgang Kapp, político derechista; el general Walther von Lüttwitz, Comandante Supremo de todas las fuerzas militares del Reich en caso de emergencia o guerra, que dirigiera la represión contra los espartaquistas (enero 1919) utilizando los Freikorps; y, el general Erich Ludendorff. El golpe de estado tuvo lugar en Berlín desde el 13 al 17 de marzo de 1920, su objetivo central era acabar con la herencia de la "Revolución Alemana" de 1918-1919 y derrocar a la República de Weimar para establecer un gobierno autocrático en su lugar.  

El putsch tuvo un éxito inicial, los golpistas asumieron el poder en Berlín, llegó victorioso a Baviera donde los militares destituyeron al presidente y nombraron a Gustav von Kahr (político conservador). Los industriales también jugaron su rol en el golpe financiando a los Freikorps. Era evidente el temor de la industria ante el avance político de la "Revolución Alemana" (movimientos de izquierda: socialismo, comunismo, anarquismo).

Pero el golpe de Kapp fracasó por la resistencia de los sindicatos convocados a una huelga general por el depuesto gobierno y la convocatoria a la lucha armada por el Partido Comunista, se destaca sus victorias en la región del Ruhr. Los golpistas no contemplaron la pasividad de la burocracia ministerial en Berlín ante el llamado del gobierno legítimo a paralizar las actividades. En menos de una semana, el Putsch de Kapp de altos mandos militares, freikorps y la extrema derecha fue sofocado. La Asamblea Nacional de Weimar se disolvió, convocándose nuevas elecciones para el 6 de junio de 1920.

Reflexión: Algunos nombres se repiten en dos episodios o tentativas de golpe de estado derechistas. ¿Qué les dice la presencia en 1920, apoyando un golpe de estado contra la República de Weimar de personajes como el General Ludendorff, Gustav von Kahr y otros, junto a las influyentes chequeras de los industriales y banqueros alemanes?. Ludendorff, von Kahr y otros aparecerán nuevamente en escena en 1923 esta vez junto a Hitler y a los mismos apoyos financieros de 1920.


Es innegable que si la revolución socialista hubiese triunfado en Alemania, el destino de la humanidad habría sido diferente, quizá el cabo bohemio (como despectivamente llamaba Hindenburg a Hitler) hubiese intentado nuevamente ser artista... 


Si está interesado en profundizar el tema, pase revista al siguiente artículo: Cuando la extrema derecha se alzó contra la República de Weimar. 100 años del Putsch de Kapp 


Parte II

Cuando los soviets "tocaron" Europa


Cartel de Karl Jakob Hirsch. "Vota a Espartaco". Litografía en color. Impresión de la comisión del KPD, 1920


La revolución de noviembre de 1918 en Alemania tiene un lugar importante en la historia de la lucha mundial de la clase obrera. Comenzó con el levantamiento de los marineros en Kiel y marca la primera fase del proceso de la Revolución alemana, que comenzó en noviembre de 1918 y continuó hasta 1923.


El proceso de industrialización comenzó bastante tarde en Alemania, a finales del siglo XVIII, en relación con países como Inglaterra y Francia. El proceso se aceleró a finales del siglo XIX, y provocó un rápido aumento en el número de la clase obrera alemana. A principios del siglo XX, los trabajadores industriales representaban un tercio de la población general.

El crecimiento del proletariado se reflejó en las luchas de la clase obrera, como la lucha por salarios más altos y el derecho a trabajar ocho horas al día. Esas victorias allanaron el camino para el desarrollo de las organizaciones de la clase trabajadora. Desde finales de la década de 1870 hasta 1913, el número de trabajadores sindicalizados se había quintuplicado, llegando a alrededor de 2,5 millones.

A pesar de las "Leyes Socialistas" de Bismarck (votadas con el objetivo de asestar un golpe a los socialistas), la represión no pudo evitar que el SPD (Partido Socialdemócrata) ganara influencia entre los trabajadores. Después de que la ley fue derogada, el SPD creció y se convirtió en el mayor partido de los trabajadores. El SPD también fue muy influyente dentro de los movimientos de mujeres y jóvenes. En 1913 el SPD se había convertido en el partido más fuerte en el Reichstag (Parlamento) con un millón de miembros.

Por otro lado, crecer significó que comenzó a formarse un cuadro de liderazgo dentro del partido, cuyos salarios y, por lo tanto, niveles de vida eran más altos que los de la clase trabajadora. El diario del partido tenía alrededor de un millón y medio de suscriptores. Se creó una escuela del partido para que los cuadros fueran entrenados. El partido poseía instituciones con un total de tres a cuatro mil empleados. El salario de un secretario profesional del partido era igual al doble del salario de un trabajador calificado. El salario de los administradores sindicales podría ser cinco o seis veces mayor.

Tres corrientes 

El programa adoptado en el congreso del SPD en Erfurt en 1891, siguiendo la Ley Socialista, fue importante para transformar el partido en un partido de masas. Sin embargo, un problema político importante todavía estaba presente en el programa y en el enfoque de Kautsky (uno de los autores); un enfoque que apuntaba en la dirección de un colapso "inminente" y "natural" del sistema capitalista debido a sus contradicciones. Este fue un enfoque lineal que predijo que la clase obrera en algún momento tomaría automáticamente el poder. Condujo a un abandono efectivo de la actividad revolucionaria, limitando el partido a demandas a corto plazo y esperando el momento en que el capitalismo cayera como una fruta madura.


Carteles de propaganda de la SPD, Izquierda, 1919 llamando a las mujeres para las elecciones de la Asamblea Constituyente; en el medio, un cartel que dice: "La demanda de la época Socialismo Democrático Conviértete en miembro de la SPD; derecha, cartel de 1920 que llama a proteger la casa contra la reacción, por la República y la libertad. 

Fue Eduard Bernstein quien, basándose en este enfoque, creó posteriormente una teoría, que ahora se conoce como "reformismo" (o "revisionismo"); dado que el capitalismo puede mejorar el nivel de vida de las grandes masas desarrollándose constantemente, la lucha de clases ya no es necesaria y, por lo tanto, el marxismo es en esencia obsoleto. La lucha estaba confinada dentro de los límites del sistema, y el socialismo fue empujado como un objetivo teórico para el futuro lejano.

Por otro lado, se formó un ala izquierda, liderada por Rosa Luxemburgo, dentro del partido. Fueron llamados la "izquierda radical" y defendieron la necesidad de la lucha de clases y el análisis marxista, abogando por que el partido debería dirigir la revolución cuando estallaran las huelgas de masas. Aparte de eso, el ala del "Centro Marxista" de Kautsky argumentó que las huelgas de masas solo eran útiles para presionar al parlamento.


Aprobación de créditos de guerra

Ya a principios del siglo XX, la economía alemana comenzó a estancarse. En este contexto, las grandes empresas que tenían una influencia efectiva sobre el Estado estaban propagando el nacionalismo, el colonialismo y, por lo tanto, la guerra y el militarismo. El capitalismo, como analizó Lenin, estaba tomando cada vez más un carácter imperialista.

El SPD había adoptado inicialmente una línea contra la guerra, que era evidente en sus publicaciones y en las manifestaciones que organizaba. Cientos de miles se movilizaron contra la próxima Gran Guerra hasta julio de 1914. Pero un mes después, la dirección del SPD unió fuerzas con la burguesía y sus representantes apoyaron el esfuerzo de guerra. Como resultado, ADGB, la confederación sindical, puso fin a todas las acciones sindicales y huelgas en curso dentro del marco "Burgfrieden" (en alemán, burgfrieden significa una tregua entre grupos en conflicto dentro de un fuerte).

Espartaco

August Bebel era el líder del grupo parlamentario del SPD, tratando de mantener un equilibrio entre las diferentes alas. Después de su muerte, Friedrich Ebert lo reemplazó. Fue entonces cuando el grupo parlamentario votó a favor de la moción sobre los créditos de guerra, el 4 de agosto de 1914. Incluso los 13 diputados del SPD que estaban en contra de la moción, votaron a favor debido a la regla de disciplina del partido / grupo. Sólo Karl Liebknecht se abstuvo. Sin embargo, en una segunda votación en diciembre, Karl Liebknecht fue el único diputado que votó en contra de los créditos de guerra. En otra votación en marzo, Otto Rühle del ala "centro" también se unió a Liebknecht.


Un llamativo cartel que insta a los ciudadanos a votar por el Partido Comunista.1928. "Traicionado por el SPD !Vota a los Comunistas!

En 1916, el ala izquierda del SPD incluía revolucionarios como Rosa Luxemburgo y Franz Mehring, y era conocido como el "grupo internacional", llamado así por su revista, de la que solo lograron publicar un número. En ese momento, comenzaron a producir publicaciones ilegales bajo el nombre de "Espartaco" y a partir de entonces, fueron conocidos como la Liga Espartaquista.

USPD

La guerra significó el deterioro de las condiciones económicas, altos costos de vida, hambruna y miseria para la población. Por lo tanto, el "patriotismo" de la clase obrera y la emoción de la guerra finalmente se desvanecieron, dando espacio a una creciente oposición a la guerra. Hubo 141 huelgas en 1915, pero 240 al año siguiente.

Esta creciente oposición a la guerra creó presión dentro del SPD, lo que resultó en la formación del Grupo de Trabajo Socialdemócrata (Sozialdemokratische Arbeitsgemeinschaft), que organizó a unos 18 diputados del SPD que se pronunciaron en contra de la guerra. Cuando estos fueron expulsados del SPD en 1917, crearon el USPD, el "SPD Independiente"; a partir de entonces, el SPD también se denominaría informalmente MSPD, Mayoría (Mehrheit)-SPD.

El USPD incluyó representantes de las tres alas del MSPD; Bernstein también se unió al USPD ya que había adoptado una postura contra la guerra, al igual que la Liga Espartaquista. El USPD se convirtió rápidamente en un partido de masas. Los espartaquistas participaban en el partido, mientras mantenían abiertamente sus propias publicaciones y estructuras independientes.

El USPD era un partido de masas de izquierda sin un programa marxista claro, tácticas o estrategias revolucionarias. Sin embargo, estaba fuertemente vinculado a la clase obrera, porque era capaz de trabajar abiertamente, pero también porque representaba una escisión masiva del SPD. Estos fueron factores decisivos para que la Liga Espartaquista se uniera al partido, para no aislarse de las masas radicalizadas y de la clase obrera.

Revolución

Después de la revolución de 1849, Alemania había adoptado el régimen de monarquía parlamentaria, ya que la burguesía acordaba términos con la monarquía. La autoridad principal pertenecía al Kaiser (el emperador), a pesar de la existencia del parlamento. El gobierno era responsable ante él, y no ante el parlamento.


Manifestaciones en Berlín, noviembre 1918. Se aprecia que la pancarta dice: "Larga vida a la Internacional REVOLUCION MUNDIAL!"

La revolución en 1918 estaba a las puertas de Alemania y los gobernantes comenzaron a entrar en pánico. Trataron de reducir la presión con algunas concesiones, por temor a la influencia de la revolución bolchevique, que había tenido lugar en Rusia en 1917. Así, se formó un gobierno bajo el príncipe Max von Baden como canciller; este gobierno era responsable ante el parlamento y, por primera vez, dos miembros del SPD, Scheidemann y Bauer, participaron en él. Pero esa maniobra pronto resultó ser insuficiente.

Una rebelión comenzó entre los marineros, a pesar de que estaba claro que la batalla se iba a perder. Los marineros habían desobedecido la orden del alto mando de la flota naval alemana de participar en una batalla naval con los británicos. 47 marineros, considerados como los líderes de la revuelta, fueron arrestados y llevados a Kiel. Las manifestaciones que exigían la liberación de los arrestados, organizadas por los marineros y trabajadores que acudieron en su apoyo el 3 de noviembre, se convirtieron en enfrentamientos: fue el comienzo de la revolución.

Poco después, los trabajadores y soldados establecieron sus consejos autónomos y tomaron el control de la ciudad. La revolución se extendió rápidamente desde Kiel, ubicada en el extremo norte del país, a otras ciudades del norte como Lübeck, Bremen y Hamburgo al día siguiente. Un día después, estaba llegando a Leipzig en el este, Colonia en el oeste y Múnich en el sur. Se establecieron consejos de obreros y soldados en todas partes.

Una huelga general fue convocada el 9 de noviembre en Berlín, exigiendo el fin de la dictadura militar y el gobierno. En realidad trajo el fin de la monarquía. Ese día, cientos de miles de trabajadores en Berlín gritando consignas como "Unidad", "Ley y libertad" y "¡Hermanos, no disparen!" inundaron el centro de la ciudad con pancartas y carteles. Los soldados se unieron a las protestas o permanecieron neutrales. Tres trabajadores perdieron la vida cuando los oficiales ordenaron un tiroteo masivo. Pero Berlín pronto estuvo bajo el control de obreros y soldados revolucionarios.

La desesperación dominaba el campo opuesto. El príncipe Max von Baden nombró canciller al líder del MSPD Ebert, sin siquiera esperar la respuesta del Kaiser. El Kaiser estaba en realidad en algún lugar de Bélgica en ese momento. El principal temor de Ebert y de los capitalistas era que se estuviera produciendo una revolución socialista. Ebert trató de convencer al Kaiser para que se retirara, y sus palabras exactas expresan este temor: "Si el Kaiser no abdica, la revolución social es inevitable. Pero no lo quiero, de hecho lo odio como un pecado".


Soldados y civiles probablemente espartaquistas en las calles de Berlín, noviembre 1918

En la misma fecha de la huelga, el 9 de noviembre, Scheidemann proclamó espontáneamente la República, mientras se dirigía a las masas protestantes desde el balcón del edificio del parlamento. Unas horas más tarde, Karl Liebknecht proclamó la República Socialista Libre de Alemania, declarando explícitamente que la tarea aún no se había cumplido y que era necesario formar un gobierno de trabajadores y soldados.

Doble poder

De hecho, la revolución aún no estaba completa; El país se encontraba en una situación de doble poder, donde tanto la vieja máquina estatal como los cuerpos de poder de los trabajadores funcionaban en paralelo.

Como resultado, el poder de los trabajadores no era estable. Las fuerzas burguesas estaban trabajando duro para evitar que las fuerzas de la clase obrera pudieran gobernar. Intentaron socavar los consejos y establecer un sistema parlamentario burgués. Al mismo tiempo, Ebert elaboró un acuerdo secreto con el Comando Supremo del Ejército para la acción conjunta contra los revolucionarios. Se conoció como el Pacto Eber-Groener.

Durante las semanas de doble poder, la autoridad de los consejos obrero-soldado fue socavada. El movimiento decisivo de Ebert fue en el primer Congreso General de Consejos (Richsraetekongreß) del 16 al 24 de diciembre. De los 492 delegados en este importante Congreso, solo 179 eran trabajadores; El resto eran intelectuales, trabajadores por cuenta propia, dirigentes sindicales y de partidos. El 75% de los delegados eran miembros o aliados del MSPD; del 25% restante de los delegados del USPD, solo 10 eran espartaquistas.

La cuestión principal a decidir por el Congreso era si el nuevo estado sería una democracia soviética (consejo) o parlamentaria. La propuesta del USPD para una democracia de consejo fue rechazada por 344 votos contra 98. Los delegados también transfirieron sus poderes al Consejo de Diputados del Pueblo, de manera que los consejos obrero-soldados concedieron su propio poder a este Consejo.


KPD y el levantamiento de enero

Debido a la postura indecisa del USPD en el congreso, los espartaquistas abandonaron el partido. El 1 de enero de 1919, fundaron el Partido Comunista de Alemania, KPD, junto con el IKD (Internationale Kommunisten Deutschland)


Por otro lado, las fuerzas burguesas lanzaron campañas de odio contra líderes revolucionarios como Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. El gobierno estaba buscando una oportunidad para eliminar a Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, y así aplastar la revolución.

El 4 de enero de 1919, el gobierno despidió al miembro del USPD Emil Eichhorn, que era el jefe de policía de Berlín. Esto desencadenó automáticamente disturbios y estalló una segunda ola de revoluciones. Las protestas se convirtieron en un levantamiento armado.

Gustav Noske, del MSPD, que fue nombrado comandante en jefe el 6 de enero, trajo a Berlín a los Freikorps: estos eran grupos armados voluntarios, en su mayoría soldados reaccionarios desmovilizados del antiguo régimen, muchos de los cuales se unieron a los nazis más tarde. Habían sido asignados para mantener la seguridad y el orden desde diciembre. El Levantamiento de enero fue ahogado en sangre por los Freikorps. Se informó que 156 personas perdieron la vida, pero el número en realidad fue mayor.

El 15 de enero, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht fueron secuestrados por soldados y llevados a la habitación del capitán Waldemar Pabst en el Hotel Eden, que se había convertido en un centro de operaciones. Poco después, los dos líderes revolucionarios fueron asesinados, después de haber sido torturados. Pabst más tarde se jactó de que había cometido los asesinatos con la aprobación de Noske, aparentemente Ebert estaba en el fondo.


Un grupo de revolucionarios armados en la calle. Berlín, 1918-1919. Colección de fotos Imperial War Museums, Reino Unido

En las semanas siguientes, todos los consejos obrero-soldados revolucionarios en otras ciudades fueron desmantelados por los Freikorps. El último en caer fue la República del Consejo de Múnich en mayo de 1919. El líder comunista Eugen Leviné fue ejecutado. Sin embargo, el acto final de la primera fase de la Revolución alemana fueron los asesinatos de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. Una segunda parte de la revolución alemana seguiría en 1920.


Conclusión

La Revolución Alemana de Noviembre fue un episodio decisivo para la revolución mundial. Fue apoyado por los trabajadores y soldados de la base del SPD, el partido más grande de la clase obrera, pero fue reprimido por la traición de la dirección del SPD.


La represión de la Revolución Alemana en realidad significó que la última esperanza para que la revolución rusa escapara de su aislamiento se perdió. Como resultado, la República Soviética se quedó sola, lo que a su vez creó las condiciones que dieron origen al estalinismo. Teniendo en cuenta el papel negativo decisivo que el estalinismo jugó para la revolución mundial, especialmente en la década de 1930 y más tarde, se puede considerar que la derrota de la Revolución alemana determinó el curso de la historia. Los siguientes episodios de este curso fueron el ascenso del fascismo y el mayor desastre de la historia, la Segunda Guerra Mundial.

Un factor importante para la derrota de la Revolución alemana fue la traición de los líderes del Partido Socialdemócrata. Lo que parecían problemas políticos "menores" dentro del movimiento de izquierda, llevaron a la aceptación de la forma capitalista de hacer política, lo que a su vez condujo al aplastamiento de la revolución. Esto, combinado con la ausencia de un partido con una organización apretada y una estrategia y un programa claros, similares a los bolcheviques en la revolución rusa, condujo al desastre. 

Ξεκίνημα

11 febrero 2022

Desafío de la V a la Z sobre la historia de la Alemania de Weimar (VI)

 

Veteranos



Sarah Zama

Viene de la V parte


Los veteranos tenían una fuerte presencia pública en la República de Weimar. Un total de 1,4 millones de veteranos discapacitados regresaron de la guerra, y la república les proporcionó capacitación ocupacional, atención médica gratuita y pensiones. Para las personas gravemente discapacitadas, se concedió protección especial en determinados puestos de trabajo.


Aún así, la república fue mal recompensada por la atención que ofrecía, sobre todo porque las expectativas seguían aumentando a medida que la situación económica seguía empeorando y solo había una cierta cantidad de dinero que podía dedicarse a esta causa. Los veteranos normalmente no apoyarían a la república.

En 1919, los veteranos estaban representados por siete organizaciones diferentes, de las cuales la Reichsbund der Kriegsbeschädigten und ehemaligen Kriegsteilnehmer (Asociación Nacional de Soldados y Veteranos Discapacitados) era la más numerosa con sus 600.000 miembros y vínculos con los socialdemócratas.

Pero el más relevante fue el Stahlhelm (Casco de Acero). Fundada en Madgeburg como una pequeña organización regional en 1918, al año siguiente ya había crecido hasta el reconocimiento nacional. Con 250.000 miembros en 1925 y una política marcadamente derechista, el Stahlhelm no tenía realmente un programa político, pero su "política callejera" se convirtió en estratégica para la afirmación del nacionalismo. Su fuerte creencia en la leyenda de la "puñalada por la espalda", su celebración del valor de los combatientes de primera línea y la supuesta "comunidad de las trincheras" se hizo muy popular en una sociedad que estaba fuertemente militarizada en tantos aspectos de la vida y propagó el modelo para una renovación de esa sociedad. Con el tiempo, el Stahlhelm se acercó mucho al NSDAP.


Franz von Papen saludando a los veteranos de guerra 

Pero no todas las organizaciones de veteranos eran nacionalistas. Los principales oponentes del Stahlhelm, el Reichsbanner, propusieron una interpretación completamente diferente de la guerra y sus soldados, una que enfatizaba la brutalidad de la guerra, las dificultades de los soldados y la relación llena de tensión entre los oficiales y el hombre alistado.

Además, muchos veteranos todavía sufrieron por las repercusiones de la guerra en sus vidas. La Primera Guerra Mundial había creado heridas de crueldad sin precedentes, no sólo en el cuerpo sino también en la mente. Irónicamente, esto permitió un avance impactante en todos los campos de la medicina.


Guillermo, príncipe heredero de Prusia, inspecciona una guardia de veteranos alemanes en Wittenberge, el 14 de mayo de 1933 (LeMO)


Choque de proyectiles

Las técnicas de guerra habían evolucionado mucho en las décadas anteriores a la Primera Guerra Mundial. El bombardeo de cañones de las Guerras Napoleónicas y las armas automáticas de la Guerra Civil Americana se consideraron alucinantemente poderosos, pero nada preparó ni a los oficiales, ni a los soldados, ni a los civiles a la carnicería de la Primera Guerra Mundial. La potencia de fuego de la artillería de la Primera Guerra Mundial era simplemente algo nunca antes visto.

Fue en este entorno que se reconoció por primera vez una nueva forma de lesión y se le dio un nombre: la neurosis de guerra. Un estado en el que el soldado no estaba herido físicamente, pero estaba claramente dañado y tenía reacciones psicológicas violentas.

El término shell shock fue acuñado por un oficial médico, el Dr. Charles Myers, en 1915. Inicialmente, se creía que era un daño físico a los nervios sufridos por los soldados expuestos a fuertes bombardeos en el frente y aquellos que fueron enterrados por tales bombardeos, a veces hasta 18 horas. Pero pronto quedó claro que incluso los soldados que nunca estuvieron cerca de la línea del frente sufrían de la misma enfermedad, por lo que los médicos se dieron cuenta de que estos hombres simplemente no podían hacer frente a las horrendas circunstancias de la nueva guerra industrial.


Soldado alemán en Francia conmocionado durante la Primera Guerra Mundial.


La reacción a esta "nueva" enfermedad de guerra fue inicialmente muy dura. Estos soldados a veces eran considerados cobardes porque no podían hacer frente a las demandas de la guerra. Los casos fueron particularmente graves entre los oficiales, que tuvieron que "manejar" las vidas y muertes de los soldados bajo su mando. Pero a medida que se acumulaban los casos de hombres que no podían comer después de apuñalar a un enemigo en el intestino, que no podían ver después de ser un francotirador en el campo de batalla, aquellos que sufrían pesadillas o garrapatas nerviosas, quedó claro que el trauma de la guerra, aunque dejó al soldado físicamente intacto, afectó gravemente su mente y emociones.

Durante los primeros años de la guerra, esto fue recibido con escepticismo, especialmente por los líderes del ejército. A menudo se sospechaba que los soldados fingían estar enfermos y, de todos modos, el objetivo principal de cualquier cura era recuperarlos lo suficiente como para ser enviados de regreso a la línea del frente. Los que se derrumbaban eran considerados cobardes y eran una vergüenza para ellos mismos y para su familia, ya que un hombre, especialmente un militar, debería haber sido capaz de hacer frente a cualquier crisis.

Pero a medida que pasaron los años, los médicos comenzaron a comprender que las lesiones emocionales podían ser tan graves como las físicas y podían afectar al cuerpo de manera igual de cruel. Luego comenzaron a estudiar la reacción de la mente más de cerca. La psicología y el psicoanálisis se emplearon cada vez más a menudo y dieron un salto adelante en el tratamiento y la comprensión.

La guerra, una experiencia tan terrible, fue fundamental para un avance definitivo en estos campos de la medicina.

Las caras rotas


El capitán Francis Derwent Wood agrega los toques finales a la nueva placa facial de un paciente (IWM)





La Primera Guerra Mundial es posiblemente la guerra que más desfiguró a los soldados que la combatieron. El "avance" en la artillería y el armamento, que podría causar un daño sin precedentes al cuerpo humano, fue junto con un avance dramático en la medicina, que podría salvar a los hombres que anteriormente habrían estado condenados. Pero las cicatrices físicas permanecerían. La Primera Guerra Mundial es particularmente recordada por las horribles lesiones faciales de tantos veteranos. Además, la guerra de trincheras parecía ser diabólicamente propicia para las lesiones faciales, ya que los soldados sacaban su cabeza sobre la trinchera para vigilar.

La cirugía plástica fue otro campo de la medicina que avanzó dramáticamente durante la guerra. En algunas batallas, los hospitales de campaña recibieron a miles de soldados heridos, y los médicos aprendieron muy rápidamente lo que funcionaba y lo que no. Pero en cuanto a los desfigurados, el objetivo principal siempre fue salvarles la vida. La estética ni siquiera entra en la ecuación. Si esto pudo haber sido bueno en el campo de batalla, resultó ser terrible una vez que terminó la guerra.

Las heridas faciales de metralla eran terribles de contemplar. Les quitaba partes enteras de la cara: naríces, orejas, mandíbulas, a veces la mitad de una cara. Estos soldados pudieron y fueron salvados en los hospitales de campaña, pero una vez que se fueron a casa, su vida se perdió. Se convirtieron en monstruos a sus propios ojos, y muchos simplemente se retiraron de la vida social. Se establecieron casas de retiro especiales para que pudieran vivir entre ellos y nunca más tener que ver a un ser humano intacto.

Pero el número de heridos de este tipo era tan asombroso que había que encontrar diferentes soluciones.

Sir Harnold Gillies fue un pionero de este campo. En su hospital, se hizo un avance dramático en la cirugía plástica, pero el alcance y la gravedad de las lesiones faciales podrían ser tan grandes que se debían emplear soluciones alternativas. El Dr. Gillies fue uno de los primeros en trabajar junto con artistas, especialmente escultores, para crear máscaras metálicas que recrearían toda la cara de un hombre, para permitirle continuar su vida. Este fue un proceso largo y costoso, y solo unos pocos de los miles de soldados con lesiones faciales podían permitírselo, pero fue un camino seguido tanto en Francia como en Gran Bretaña. Solo duró unos pocos años. A principios de la década de 1920, todas las instalaciones de este tipo habían sido desmanteladas.

Se comprobó que una máscara, que era una capa de cobre general y cuidadosamente pintada para que coincidiera con el color de la piel del hombre, solo podía durar unos pocos años antes de comenzar a verse muy maltratada, aún así los veteranos seguían usándolas más allá de ese estado.

Muy pocas de estas máscaras todavía existen hoy en día. La mayoría de ellos probablemente fueron enterrados con sus dueños.


*****

Women (Mujeres)


Sarah Zama


En la década de 1920, el papel de la mujer en la sociedad cambió drásticamente. Las mujeres se liberaron. Comenzaron a trabajar fuera de casa, participando en actividades antes reservadas a los hombres, descubrieron su sexualidad y sensualidad y descubrieron su cuerpo.


Esta era una ocurrencia común en todo el mundo occidental, con alcances fuera de él, pero tenía características peculiares en cada nación.

En Alemania, las mujeres habían tenido que valerse por sí mismas durante los años de guerra, y continuaron haciéndolo después de que terminó la guerra. Antes de la guerra, solo unas pocas mujeres trabajaban fuera de la casa, en su mayoría mujeres de clase trabajadora empleadas en las fábricas o en el servicio doméstico. Pero durante la guerra, las mujeres tuvieron que reemplazar a los hombres en muchos trabajos, y poco a poco se convirtió en algo que se consideraba aceptable, incluso deseable.


Marie Juchacz

Después de la guerra, el trabajo fue visto por todas las mujeres, especialmente las jóvenes, como un medio de realización y autodeterminación. Las mujeres de todas las clases ingresaron a la fuerza laboral, incluso si estaban empleadas principalmente en lo que se conoció como ocupaciones femeninas (maestras, enfermeras, trabajadoras sociales). Pero también comenzaron a entrar en las profesiones y campos antes considerados eminentemente masculinos. La disminución de la demografía de la posguerra, especialmente entre los hombres, ciertamente ayudó aquí. Once millones de mujeres trabajaban a tiempo completo en Alemania en 1918, lo que suponía aproximadamente el 36 por ciento de toda la fuerza laboral. Este porcentaje no era mucho más alto que antes de la guerra, pero el tipo de trabajos que tenían las mujeres era diferente. Comenzaron a ser visibles cuando se convirtieron en conductoras de autobuses, carteras, médicas y abogadas.


Mujeres alemanas haciendo uniformes, circa 1915-20 (Biblioteca del Congreso)


Las mujeres eran la mayoría del electorado en la Alemania de la posguerra, como resultado de los muchos hombres que habían muerto en la guerra, pero también del número de veteranos que, heridos tanto física como mentalmente, era poco probable que votaran. La república había dado a las mujeres el derecho a votar y ser votadas: las mujeres tenían el 10 por ciento de los escaños en el Reichstag. Ningún partido político podía darse el lujo de ignorarlas.

Como en muchos otros países occidentales, la década de 1920 trajo consigo una liberación sexual para las mujeres, facilitada por el avance en el control de la natalidad, la voluntad de mujeres y hombres de usar esos métodos y la aspiración de las mujeres a una realización personal antes de dedicarse a la familia. Además, muchas mujeres alemanas ni siquiera consideraron crear una familia. Endurecidas por los años de guerra, acostumbradas a mantenerse a sí mismas, a trabajar y ahora a ejercer sus derechos políticos, las mujeres se dieron cuenta de que realmente no necesitaban un hombre en su vida. Y después de todo, hubo un excedente de mujeres como resultado de las bajas de guerra. Incluso las mujeres que habrían elegido lo contrario se vieron obligadas a adoptar una vida más independiente.


Tres chicas en Berlín, en 1928

El nuevo look, la nueva atención al maquillaje y la nueva moda que permite la libertad de movimiento y la posibilidad de mostrar sus formas, y usarlas de una manera nueva y sensual, dieron a las mujeres un poder sobre sí mismas y sobre los hombres que no tenía precedentes. Surgió en ellas la conciencia de que podían hacer lo que quisieran.

La sociedad generalmente reaccionó con miedo y horror a esta nueva mujer. Su resistencia a crear una familia y tener hijos fue vista como nada menos que una traición a la nación. Su creciente afirmación fue vista como peligrosa para la masculinidad de los hombres que ya habían sido gravemente maltratados por la experiencia de la guerra. Como en todos los países occidentales, su existencia fue un shock, pero en Alemania, la nueva mujer a menudo fue acusada de ser antipatriótica y de poner en peligro la fertilidad, por lo tanto, el futuro, de la nación.


La peligrosa Garçonne


                                        Marlene Dietrich

Un artículo periodístico de 1927 delineó tres tipos femeninos clave:

- La gretchen germánica, con su trenza larga y virginal, que llevaba todos los valores tradicionales de la madre y la esposa alemanas.

- La chica juvenil y americanizada, que encarnaba toda la característica de la mujer que en otras partes del mundo se llamaría Flapper.

- La cosmopolita, juvenil, afilada y en general masculina Garçonne.

Mientras que la Gretchen era el tipo preferible de mujer que respondía a los requisitos tradicionales, y la chica era en su mayoría una joven despreocupada y que buscaba placer, la Garçonne era, con mucho, la más peligrosa de todas.


Dos chicas en un club nocturno de Berlín coquetean con extraños a través de un elaborado sistema de teléfonos de mesa y tubos neumáticos


Llamada así por una novela de 1922 del autor francés Victor Margueritte, la Garçonne fue la "forma" de feminidad más masculina y avanzada de la década de 1920. Consciente de su potencia sexual e intelectual y capaz de ejercerla, la Garçonne podría ser mucho más fuerte que los hombres que amaba para volverse problemática. La moda, en general, se estaba volviendo más unisex en la década de 1920, pero la Garçonne, con su cosecha Bubikopf y su vestido de hombre, a veces ocupaba incluso la apariencia de los hombres.

Se especuló que la guerra permitió el nacimiento de una mujer tan potente. Fue en los campos de batalla que las mujeres tomaron por primera vez la apariencia de los hombres y se ocuparon de los roles y trabajos de los hombres. Cuando terminó la guerra, nunca renunciaron a lo que habían logrado en los campos de batalla. La Garçonne fue la encarnación más aparente de esa conquista.


*****

X-shape of the swastika

(Forma X de la esvástica)



Sarah Zama


Los símbolos son bestias extrañas. La esvástica, que ha sido un símbolo de buena suerte y bienestar durante miles de años y entre muchos pueblos diferentes, en el último siglo ha adquirido un significado completamente diferente. Al menos para el mundo occidental.


La palabra esvástica deriva del sánscrito su, que significa "bien", y asti, que significa "ser", y su forma, la cruz enganchada, probablemente representa el sol y su movimiento a través del cielo.

Su uso se remonta a la Europa neolítica. Una de las primeras esvásticas fue descubierta en Mezine, Ucrania, y se cree que tiene 12.000 años de antigüedad. El uso rutinario de la esvástica como símbolo de buena fortuna probablemente comenzó en el sur de Europa. Esta área es ahora Serbia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, con personas pertenecientes a la Cultura Vinča, hace unos 8.000 años. Pero ejemplos de esvásticas se encuentran en muchas culturas diferentes en Asia (donde todavía hoy es un símbolo de buena suerte, por ejemplo, en el budismo, el hinduismo y el jainismo) e incluso en América, donde ha sido utilizado por los navajos.


Nazis en Doberitz


En Alemania, el símbolo se hizo popular en el siglo XIX, cuando el recién formado Imperio Alemán conoció la primera oleada de nacionalismo y se hicieron intentos de conectar al pueblo alemán con los arios, los indoeuropeos originales, el primer pueblo en venir a Europa.

En la década de 1870, el arqueólogo alemán Heinrich Schliemann excavó el sitio de la antigua Troya en la Turquía moderna y descubrió más de 1.800 casos de esvásticas en el sitio.

Debido a que el mismo símbolo se había encontrado entre los restos arqueológicos de las tribus germánicas, se hizo una conexión entre los pueblos germánicos y griegos, concluyendo que ambos descendían de los arios.

principios del siglo XX, la esvástica como símbolo del nacionalismo alemán era muy común y reconocible. Muchos partidos nacionalistas lo usaron. Así que cuando Adolf Hitler ideó una bandera para su partido en 1920, era natural que pensara en usar la esvástica. Con una esvástica negra girada de 45 grados dentro de un círculo blanco sobre un fondo negro, la nueva bandera nazi evocaba la idea del nacionalismo y los colores del antiguo Imperio.

Una de las primeras acciones de Hitler como nuevo canciller fue abolir la bandera de la República de Weimar. El 22 de abril de 1933, decretó que la nueva bandera de Alemania sería la antigua tricolor imperial roja, blanca y negra, que siempre ondearía junto con la bandera de la esvástica.

En Europa, la esvástica estaba en camino de perder su significado original y tomar uno completamente diferente.


*****

Youth (Juventud)


Sarah Zama


En 1928, Karl Mannheim ideó un concepto completamente nuevo de generación. No solo la regeneración natural de una población, Mannheim teorizó que una generación comparte un hecho dramático común que influye y forma cada concepto, cada creencia, cada comportamiento de ese grupo particular de personas que vive en el mismo tiempo, lugar y entorno cultural.


Karl Mannheim

No hay duda de que la Primera Guerra Mundial formó la generación de Weimar. Los jóvenes que lucharon en las trincheras pensaban que sus mayores, sus padres y madres, no podían entender lo que eso significaba. La experiencia de la guerra fue tan intensa y transformadora que esos jóvenes realmente creían que nadie más que otros como ellos podía entender. Sabían que el mundo de sus padres se había ido para siempre y sus valores con él, por lo que pensaron que sus mayores no podían enseñarles nada útil y que tenían que crear su propio mundo nuevo, con sus propios nuevos valores.

Además, no tenían miedo de experimentar. Cualquier novedad valía la pena probar.


Marcha de jóvenes comunistas en Berlín, Alemania, el 1 de mayo de 1925 (Bundesarchiv)


Para las mujeres, la guerra significó emancipación e independencia. Para los jóvenes, la guerra significó un nuevo ideal, una nueva forma de vida y nuevas expectativas.

El soldado patriótico se convirtió en el modelo por el que luchar. Fuerte, valiente, físicamente apto y guapo, noble en espíritu, daría su vida con gusto por su nación y su pueblo. Parece un ideal muy positivo, pero a menudo se volvía de cabeza. Debido a que estos eran los ideales viriles, lo contrario de ellos, o lo que se percibía como contrario, se volvió despreciable: fealdad, inmoralidad, cobardía, debilidad. Estas características a menudo estaban unidas al "Otro", a los marginados, como judíos, homosexuales, pero también intelectuales e incluso ex soldados que no podían hacer frente a la experiencia de la guerra o estaban permanentemente discapacitados.

La década de 1920 vio el surgimiento de la nueva mujer, pero también la fuerte reafirmación de la masculinidad.


Miembros de las Juventudes hitlerianas


Generación frontal

El Frente generacional comenzó a unirse justo después de la guerra, en el desordenado mundo de la Revolución y luego en la República de Weimar. Al principio, se reunían en organizaciones que eran casi sociedades secretas, para compartir la experiencia que los no veteranos apenas podían entender. Estos jóvenes buscaron crear un mundo nuevo, diferente del que murió en la Primera Guerra Mundial. Rechazaron por completo la pasividad de sus mayores y querían actuar. Se negaron a mirar hacia atrás en el pasado y la tradición y obstinadamente miraron hacia adelante. Sentían que habían librado una guerra que les había quitado todas las certezas, pero que también les había dado las habilidades para crear una nueva realidad que descansaba en los valores que habían aprendido en las trincheras: valentía, coraje, camaradería.

Estos valores de las trincheras pronto se fusionaron con el nuevo nacionalismo, que sacó a la luz estas "sociedades secretas". Nacieron fuerzas paramilitares de todo tipo, entidades que buscaban recrear una versión romántica de la experiencia, la hermandad de las trincheras. La afirmación viril del orgullo nacional a menudo se convertía en violencia, ya que para estos jóvenes que habían luchado en las trincheras, la violencia era una parte de la vida que estaban listos para usar nuevamente.


Hombres armados en las calles de Berlín, durante el levantamiento espartaquista de enero de 1919


La República de Weimar era una sociedad fuertemente militarizada, donde los ancianos provenían de una educación cultural prusiana y los jóvenes venían de la Primera Guerra Mundial.

 

*****

Zentrum


Sarah Zama


Zentrum (el Partido del Centro) fue fundado en la década de 1870 para proteger los derechos de la minoría católica y siempre se mantuvo unido por su compromiso con el catolicismo.


En los años de la República, compartió algunos puntos de vista con la izquierda. Apoyó el estado de bienestar, por ejemplo, y trabajó por un entendimiento internacional entre las naciones. Su líder, Matthias Erzberger, ayudó a defender la Constitución de Weimar y apoyó la democracia parlamentaria. El Zentrum también trabajó para la preservación de los estados federales, los Länder.


Campaña electoral del Partido del Centro (Zetrum)


Al mismo tiempo, el Zentrum compartió puntos de vista con la derecha. Abogaba por un sistema patriarcal de cooperación en el país y era bastante conservador sobre la defensa de la nación.

A pesar de ser parte de la coalición de gobierno durante la mayor parte de la historia de la República de Weimar, el Zentrum nunca fue un partidario fiel. Como partido católico, toleraron mal una república que se consideraba "marxista", cuyos ideales y disposiciones (voto a las mujeres, apertura a judíos y homosexuales, tolerancia hacia las formas decadentes de arte) eran difíciles de defender. El Zentrum prefería mucho la monarquía, especialmente teniendo en cuenta que el Imperio había hecho de la religión uno de los pilares de su poder. De hecho, el Zentrum no se oponía a la idea de que un hombre fuerte debería guiar a la nación.


Matías Erzberger - poster electoral de 1930 del Partido Zentrum  - Heinrich Brüning


En 1930, un miembro del ZentrumHeinrich Brüning, fue nombrado canciller de un gobierno minoritario con un parlamento que en su mayoría estaba formado por comunistas y el recién exitoso NSDAP. Brüning trató de apelar a estas fuerzas proponiendo una política más nacionalista que fue rechazada en su mayoría por el Reichstag, por lo que se vio obligado a gobernar por decreto de emergencia presidencial una y otra vez. Se cree que esto abrió el camino al uso fatal de ese mismo acto en el nombramiento de Adolf Hitler como canciller en 1933.


Y así fue justo en el Reichstag, la sede del gobierno democrático, que la República de Weimar encontró su fin.

 

Portada de la Constitución de Weimar  y una postal oficial de la Asamblea Constituyente de Weimar.


***** 

Sarah Zama (original trabajo en inglés en 26 entradas que corresponden al alfabeto en inglés).

Publicación original: The Old Shelter. Weimar Germany Como parte de un desafío de la A a la Z sobre la historia de la Alemania de Weimar.

* Para la traducción del inglés y reproducción de gráficas de todas las 26 entradas (agrupadas en este blog en seis entradas, a quien corresponde también el formato de presentación) se ha tomado como referencia a Nick Ottens de Never Was Magazine. Esta reproducción y presentación inédita en castellano corresponde a Detectives de Guerra.

03 febrero 2022

Desafío de la R a la U sobre la historia de la Alemania de Weimar (V)

 

Reichswehr


Sarah Zama

Viene de la IV parte


El Reichswehr, el ejército republicano alemán, siempre fue un estado en el estado y nunca un partidario del régimen democrático de la República de Weimar.


Cuando Alemania firmó el Armisticio, su fuerza militar fue prácticamente desmantelada. A medida que los soldados volvían a casa a una vida civil que apenas sabían cómo vivir, muchos se mantuvieron juntos y con el tiempo formaron entidades militares que más tarde se conocieron como Freikorps.

Se estima que en los primeros años de la República de Weimar, se formaron espontáneamente entre 200 y 300 unidades diferentes de Freikorps, que van desde pequeñas unidades hasta divisiones militares completamente formadas que actuaron como un verdadero ejército alemán, por ejemplo, en el Báltico y contra los polacos. Pero la mayoría tenía acción libre en la propia república y se dedicaron violentamente a tratar de detener la invasión comunista percibida de Alemania.


Paul von Hindenburg pasa revista a las tropas


Después del Tratado de Versalles, a Alemania se le permitió tener un ejército de sólo 100.000 hombres. Debido a que los Freikorps eran prácticamente incontrolables y bastante propensos a la violencia callejera, el gobierno de Weimar creó un ejército oficial el 28 de junio de 1919, el Vorläufige Reichswehr (Fuerza de Defensa Provincial Alemana). Fue este ejército el que reprimió el intento revolucionario comunista de 1919. Su creación, junto con el nacimiento de muchas fuerzas paramilitares diferentes (de las cuales los Veteranos Stahlhelms y los Sturmtruppen de Hitler eran los más numerosos) finalmente causó la desaparición de los Freikorps.


El presidente Friedrich Ebert revisa una guardia de honor naval, 1920 (Bundesarchiv) - Desfile de soldados en Berlín, 24 de febrero de 1934 (Bundesarchiv)


El nuevo Reichswehr era básicamente el antiguo ejército kaiserreich. Especialmente los oficiales provenían del antiguo ejército imperial y eran de fuerte educación y persuasión prusiana. Pertenecían a la generación anterior, que apoyaba firmemente el nacionalismo y el regreso a los buenos viejos tiempos del Imperio. Favorecieron el autoritarismo y la organización militar y sufrieron en la nueva república liberal. 


No se puede decir que el Reichwehr estuviera en contra de la república, pero ciertamente nunca hizo nada para apoyarla. A lo sumo, toleraron la república siempre y cuando la república se mantuviera fuera de los asuntos del ejército.


Desfile de soldados en Römhild, septiembre de 1930 (Bundesarchiv) - El presidente Paul von Hindenburg revisa una guardia de honor fuera del Reichstag, 18 de enero de 1931 (Bundesarchiv)


Además, la creencia en la teoría de la "puñalada por la espalda" era fuerte entre estos generales, aunque muchos de ellos habían estado en posiciones críticas durante la guerra y sabían perfectamente, mejor que otros, cuál había sido realmente la situación. Estos eran los mismos generales que se habían negado a participar en el acuerdo de Armisticio, prefiriendo dejar ese arriesgado asunto al nuevo gobierno.

Todos pensaron en la primera mitad de la década de 1920 sobre los rumores de que el Reichswehr podría apoyar, o incluso iniciar, una contrarrevolución. Esta idea, si alguna vez fue cierta, se extinguió cuando en 1925 el general Paul von Hindenburg fue elegido para la presidencia. Hindenburg había sido un líder del ejército durante la guerra y era muy querido y respetado por todos los oficiales del Reichswehr, que apreciaban su educación prusiana y pensaban que defendería a Alemania de la democracia.


Paul von Hindenburg


Dadas estas bases, uno pensaría que el Reichswehr fue bastante bueno con Hitler y su movimiento. No fue así. Aunque Hitler encontró muchos partidarios en el Rechswehr, a muchos no les gustaba como extranjero y soldado que estaba tratando de tomar demasiado poder.

Los generales del Reichswehr también estaban preocupados por el rápido crecimiento de las SA. En 1932, las tropas de asalto de Hitler contaron muchos más hombres donde el Reichswehr todavía estaba limitado a 100.000. Algunos oficiales del Reichswehr estaban alarmados por la retórica radical entre las filas de las SA, que hablaban de sí mismos como una joven fuerza revolucionaria en ciernes que eventualmente suplantaría al viejo ejército oficial.

Aunque algunos hombres del ejército aceptaron las ideas del NSDAP, la mayoría del Reichswehr permaneció frío con él durante la mayor parte de su corta vida.


*****

SPD



Sarah Zama

El Sozialdemokratische Partei Deutschland (Partido Socialdemócrata de Alemania) fue fundado en 1875 por August Bebel en ideales en gran parte marxistas y durante la mayor parte de la Época de la República de Weimar fue el partido político más grande de la nación.


                              August Bebel

Aunque nació como un partido obrero, el SPD a menudo abrazó una serie de causas más allá de las condiciones de los trabajadores, pidiendo la igualdad de derechos para las mujeres (finalmente realizada por la república) y un alto a la matanza de nativos en las colonias alemanas en el siglo XIX.

En 1912, el partido tenía más de un millón de miembros y había logrado mejoras en la educación y la atención médica, así como en la condición de los trabajadores industriales. Alrededor de ese tiempo, el partido comenzó a trabajar junto con el Kaiser Wilhelm II en lugar de contra él para lograr más leyes liberales para la nación.

Además, esta política de acuerdo iba a ser la dirección principal del partido. Bebel, al igual que su sucesor Friederich Ebert, creía que la mejora socialista podría lograrse mediante la discusión parlamentaria en lugar de mediante la violencia y la revolución.


Friedrich Ebert


En 1914, el SPD votó en contra de la resolución de la guerra contra Francia, que consideraban una acción innecesaria, agresiva e imperialista. Esto provocó que la primera fracción dentro del partido que, con más de un millón de miembros, presentara como cabría esperar una amplia gama de opiniones y posiciones. Muchos miembros del SPD fueron encarcelados por sus ideas contra la guerra. En 1917, muchos también habían sido expulsados del partido por su posición radical. Varios de ellos, incluidos Rosa Luxemburgo y Karl Liebknechtfundarían el Partido Comunista de Alemania (KPD).

El SPD fue el candidato natural para dirigir la república, y lo hizo durante la mayor parte de su historia, aunque nunca desde una posición mayoritaria. A lo largo de las décadas, el SPD había sido criticado por haber acordado con demasiada frecuencia compromisos incluso con fuerzas (como el reaccionario Reichswehr y aún más el nacionalista Partido Nazi) que estaban claramente en oposición con sus ideales y objetivos. Esto había sido visto durante mucho tiempo como una debilidad, posiblemente un pecado capital que eventualmente derribaría la república. Los alemanes vieron la voluntad de compromiso y la práctica de la discusión parlamentaria como la incapacidad del partido para encontrar soluciones para los muchos problemas de la nación.


Campaña electoral en Berlín, diciembre de 1924 (Bundesarchiv)


Poco acostumbrados a la democracia, los alemanes no vieron que el SPD estaba pisando un camino completamente nuevo, uno de inclusión y cooperación, basado en la discusión en lugar de la imposición. De hecho, los historiadores han comenzado últimamente a argumentar que si la república no hubiera buscado un acuerdo y no hubiera aceptado los compromisos que hizo, su vida habría sido aún más corta.

A pesar del fracaso percibido (porque, después de todo, la república terminó con el ascenso de los nazis), el SPD logró muchas leyes y disposiciones liberales que significaron la inclusión de muchos sectores de la sociedad previamente aislados de la vida política de la nación. La preeminencia del componente judío entre los miembros del SPD sería difícil de supervisar. Las mujeres también entraron en la arena política, no sólo como votantes, sino también como representantes parlamentarias.


Carteles del Partido Social Demócrata de Alemania para las elecciones de 1919 - 1920 - 1924 - 1930, respectivamente. 


La república dio libertad de expresión a todos, incluidos sus enemigos, y permitió que las formas de vida y pensamiento de vanguardia y alternativas no solo existieran, sino que prosperaran.

En lo bueno y en lo malo, la República de Weimar se identifica con el gobierno del SPD. Después de todo, por muy buenas razones.


*****

Tratado de Versalles


Sarah Zama


A veces se dice que al igual que la Primera Guerra Mundial fue la guerra para poner fin a todas las guerras, el Tratado de Versalles fue la paz para poner fin a toda paz.


A menudo descrito como punitivo para Alemania, que fue elegida como el villano y el perdedor de Europa, el tratado no logró crear la base para una paz sólida y terminó sentando las bases para precisamente lo que todas las naciones no querían que volviera a suceder.


David Lloyd George, Vittorio Orlando, Georges Clemenceau, Woodrow Wilson

El Tratado de Versalles fue firmado el 28 de junio de 1919. Los Aliados lo escribieron casi sin participación de Alemania, que en ese momento se enfrentaba a asuntos urgentes en casa: la Revolución. Aunque comenzó como una elaboración de los Catorce Puntos del presidente estadounidense Woodrow Wilson, que teorizaban la cooperación entre todas las naciones europeas que con suerte evitaría el estalló de una nueva guerra, el tratado pronto se vio fuertemente influenciado por la fuerte necesidad de represalia y amargura de Francia.

La enemistad entre Francia y Alemania se remonta a mucho tiempo atrás. En el siglo XIX, habían pasado por la guerra franco-prusiana, que en gran medida vio a Francia del lado del perdedor, y esas cicatrices aún no se habían curado. Además de esto, la Gran Guerra había comenzado con un movimiento de Alemania contra Francia, el principal Frente Occidental estaba en todo el territorio francés con los más grandes daños en la tierra y la población francesa.


Mapa de las pérdidas territoriales alemanas en el Tratado de Versalles de 1919


El tratado impuso nuevas fronteras artificiales a Alemania, la pérdida de territorios de fuerte cultura alemana (como la ciudad de Danzig) y la ruptura del sueño victoriano de una nación pan-alemana. El Imperio Austro-Húngaro fue desmantelado, y a sus piezas no se les permitió conectarse con Alemania. Alemania perdió sus colonias, y se impusieron duros límites a las fuerzas armadas, así como la limitación de la producción y exportación de bienes también fueron parte del tratado.


Georges Clemenceau

A pesar del intento de Gran Bretaña de imponer disposiciones más indulgentes contra Alemania, el primer ministro de Francia, George Clemenceau, insistió en exigir enormes pagos de reparación. Clemenceau sabía muy bien que era poco probable que Alemania pagara una cantidad tan grande de dinero, especialmente con toda la limitación que el tratado también le estaba imponiendo, pero los franceses temían una rápida recuperación de Alemania si se lo permitían, y una nueva guerra contra Francia.

Esta reparación de guerra y su asombrosa cantidad fueron posibles debido al infame Artículo 231 del tratado, que se conocería como la Cláusula de Culpabilidad de Guerra. Dice así:


Los Gobiernos Aliados y Asociados afirman y Alemania acepta la responsabilidad de Alemania y sus aliados por causar todas las pérdidas y daños a los que han sido sometidos los Gobiernos Aliados y Asociados y sus nacionales como consecuencia de la guerra que les impuso la agresión de Alemania y sus aliados.


Esta cláusula nunca fue aceptada por el pueblo alemán. Como todos los demás, los alemanes entraron en la Gran Guerra sintiendo que era una guerra defensiva. Además, los Aliados escribieron esta cláusula aprovechando un nuevo problema que Alemania enfrentaba en casa y que le impedía sentarse en la misma mesa. Los generales que lucharon en la guerra y aceptaron el armisticio se negaron a sentarse a la mesa del tratado. Se negaron a una discusión y dejaron que el asunto fuera tratado por la nueva república, que no tuvo más remedio que aceptar el tratado y todas sus disposiciones, incluida la Cláusula de Culpabilidad de Guerra, si quería cerrar el asunto de la guerra y tratar de construir una nueva vida. La intención era tratar de renegociar los términos más tarde cuando los sentimientos pudieran ser menos duros hacia ella.


Alemanes se manifiestan contra el Tratado de Versalles fuera del Reichstag en Berlín, 15 de mayo de 1919 (Wikimedia Commons)


Pero el pueblo alemán nunca perdonó a la república por aceptar ese juicio degradante, castigador y falso sobre ellos. La República de Weimar comenzó su historia con una pesada carga sobre su hombro.


*****

Unidad



Sarah Zama


Uno de los asuntos más especulados en la historia de la República de Weimar es si habría podido eludir las duras crisis de la Gran Depresión, y así resistir el ascenso de los nazis, si todas las fuerzas hubieran estado más unidas. La desunión, tanto verdadera como percibida, era de hecho una característica de la República de Weimar.


La desunión más evidente fue la del propio parlamento. A lo largo de la historia republicana, el Reichstag estuvo formado por muchas pequeñas fuerzas políticas que tenían dificultades para llevarse bien. Había algunos partidos más grandes, por supuesto, sobre todo los socialdemócratas y el Zentrum, pero ninguno de ellos ganó la mayoría absoluta del parlamento. La república tuvo que depender de gobiernos de coalición que eran inestables en el mejor de los casos, lo que llevó a frecuentes crisis y reorganización del Reichstag.

Esta desunión e inestabilidad no se adaptaba al pueblo alemán, cuya cultura había sido impulsada a una eficiencia militar autoritaria y decisiva. El pueblo vio las interminables discusiones parlamentarias como debilidad en lugar de una discusión democrática por parte de los alemanes que, lentamente, perdieron la fe en la capacidad de la república para resolver los problemas de sus ciudadanos.


El Reichstag se reúne en Berlín, 1932 (Bibliothèque nationale de France)


Si esto no fuera suficiente, también había una brecha entre el Reichstag y el ejército. La república creó el Reichswehr en gran parte con funcionarios y soldados del antiguo ejército imperial, que efectivamente crearon un estado dentro del estado justo en el corazón de la Alemania de Weimar. El Reichwehr siempre vio la república como una fase transitoria en la historia de Alemania. Aún así, estaban comprometidos a apoyar y proteger un ideal superior de estado y, por lo tanto, acordaron ir junto con la república hasta que apareciera una forma de gobierno mejor y más eficiente.

Toda esta división e inseguridad golpeó duramente a la Mittelstand, la clase media, que había sido la columna vertebral de la sociedad guillermina. Se les había hecho creer que Alemania estaba ganando la guerra y fueron duramente golpeados cuando la perdió. Conmocionado por el cambio que siguió —la revolución, la república, el régimen democrático, luego la hiperinflación y las muchas crisis económicas más pequeñas— la Mittelstand se encontró en la posición de perder gran parte de su comodidad. Se convirtió en presa fácil de las muchas fuerzas de derecha que culpaban de todo a la república, que la Mittelstand ya tenía dificultades para apreciar, cediendo al nacionalismo y al antisemitismo con la esperanza de encontrar una solución en algún lugar.

Incluso la familia, especialmente la familia de clase media, parecía caer en la división, ya que las mujeres comenzaron a buscar sus propias realizaciones en lugar de comprometerse con la familia como solían hacerlo, y los jóvenes casi se rebelaron contra sus mayores.

Además, incluso en la mesa del Tratado de Versalles, no había habido muchos ideales de unidad, ya que las naciones preferían cuidar de sus propios asuntos en lugar de tratar de encontrar una solución común.

Tal vez los tiempos eran demasiado difíciles para tratar de mirar más allá de las muchas dificultades apremiantes.


Continuará...

*****

Sarah Zama

The Old Shelter. Weimar Germany

Estas historias se publicaron originalmente en The Old Shelter como parte de un desafío de la A a la Z sobre la historia de la Alemania de Weimar. (Original trabajo en inglés en 26 entradas que corresponden al alfabeto en inglés. Publicación original: The Old Shelter. Weimar Germany

AddToAny