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28 julio 2019

Lee Miller: Historia de una mítica fotografía



La fotógrafa estadounidense Elizabeth "Lee" Miller se baña en la tina del apartamento muniqués de Adolf Hitler, 30 de abril de 1945, mismo día en que el Führer se suicida en Berlín.


La mujer en la bañera de Hitler.


por Tito Andino
Resumen y recopilación de varios 
artículos en inglés y castellano.


Una breve reseña 

Elizabeth Lee Miller (1907-1977) fue una fotoperiodista  estadounidense, nacida en New York. En los años 1920 se dedicó al modelaje con éxito en Nueva York, luego iría a París, ciudad donde encontró la pasión por la fotografía artística. La Segunda Guerra Mundial le brindó una nueva oportunidad al trabajar a tiempo completo como fotoperiodista. A lo largo de su existencia llevó una vida poco convencional, Lee Miller era una mujer de mundo, portada de varias revistas de la época, solía volver locos a los hombres, sus matrimonios y aventuras son materia de otro tipo de análisis, no dedicaremos esta entrega a su vida personal -profusamente documentada en el mundo anglosajón-. Aquí leeremos la historia tras una icónica fotografía. El momento cumbre de bañarse en la mismísima tina de Hitler, precisamente el día en que el líder nazi se suicidaba en Berlín, el 30 de abril de 1945.


La joven Lee Miller en sus tiempos de modelo en New York

No obstante, diremos que tras abandonar su exitosa carrera de modelo en Nueva York se trasladó a París dedicándose a la fotografía artística, fue asistente de Man Ray (pseudónimo del estadounidense Emmanuel Radnitzky con quien convivió algunos años). Lee Miller conoció a los surrealistas de su tiempo, Picasso realizó seis pinturas de ella, Roland Penrose (con quien se casó en 1947) compuso abstractos de su cuerpo y Jean Cocteau la eligió para su film "La sangre de un poeta" (Le sang d'un poète, 1929); también llegó a conocer a Max Ernst. Se le atribuye junto a Man Ray la técnica fotográfica denominada "solarización", aunque algunos episodios de esa historia fueron luego cuestionados por el propio Ray y otros críticos.


La guerra


Lee Miller observa la batalla por la liberación de Saint Malo en agosto de 1944, ciudad que los alemanes la convirtieron en una fortaleza portuaria, fue totalmente devastada por los bombardeos y los incendios, siendo de los primeros lugares donde se probaron las bombas de napalm.

Sobre las vivencias de Lee Miller en la segunda guerra mundial va este reportaje, se ha consultado algunas publicaciones en inglés y en castellano (constan en las notas referenciales). Seguramente en tiempos tan convulsivos como la guerra, Miller había reflexionado sobre su destino. En esos momentos, a pesar de tener su propio estudio y trabajar como fotógrafa de moda para French Vogue, concluyó que esa no era su mejor opción. 

Quería asumir nuevos roles distintos al espectáculo y la moda, sintió que la guerra era un "camino distinto al que las mujeres no estaban acostumbradas, las mujeres siempre fueron las principales resguardadas en la guerra, no podían siquiera acercarse a los lugares de combate, pero ella cambio la mentalidad de muchos", relata el artista surrealista Man Ray. 


Acreditación militar como corresponsal de guerra otorgada por el ejército de los Estados Unidos el 30 de diciembre de 1942.

Lee Miller se integró en 1939 en el London War Correspondents Corp, en calidad de fotoperiodista de Vogue (edición inglesa), condición con la cual cubrió y documentó el ´blitz´ alemán sobre Londres. No fue hasta finales de 1942 que es acreditada como corresponsal de guerra estadounidense, adjunta a la 83 División de Infantería del Ejército. 127 mujeres tuvieron el privilegio de ser escogidas como corresponsales de guerra por el ejército de los Estados Unidos, pero como mujeres les estaba prohibido permanecer en la primera línea de fuego al no garantizárseles su seguridad.


Esa acreditación iba  precedida por la firma de un documento de eximencia de responsabilidades al ejército, en caso de heridas o muerte durante su labor, así como el compromiso de someterse al reglamento militar y a la censura del material fotográfico y textos (revisados, aprobados o rechazados) previo envío al medio en que laboraban. Por sus funciones gozaban del privilegio de un oficial de rango medio, evitando de esa forma las engorrosas autorizaciones para entrevistar al personal o movilizarse a las zonas de guerra (en el supuesto de ser capturados conservaban el derecho de ser tratados como oficiales).



Seis corresponsales de guerra que cubrieron al Ejército de los Estados Unidos en el Teatro Europeo durante la Segunda Guerra Mundial aparecen juntas en esta fotografía de 1943: Mary Welch, Dixie Tighe, Kathleen Harriman, Helen Kirkpatrick, Lee Miller, Tania Long (Centro de Historia Militar del Ejército de EE. UU.)

Los corresponsales utilizaban el uniforme de acuartelamiento y cuando salían a cubrir en las zonas de batalla usaban el  uniforme de combate. Las fuerzas armadas se encargaban del transporte, alimentación y alojamiento. 

Resultó que Elizabeth Lee Miller solía quebrantar la prohibición de ir a primera línea, los soldados de la 83 División la protegían o encubrían con agrado, vista como buena compañera que resistía estar bajo fuego enemigo. En una ocasión la Comandancia de la División le puso bajo arresto varios días por no respetar la regla, aunque conocían de sus "escapadas" consideraron temerario el hecho de ir a tomar fotografías desde un edificio en que estaban operando francotiradores estadounidenses contra tropas alemanas. 



Cubrió la guerra en diferentes lugares, desde las  instalaciones de enfermería militar en Normandía hasta la liberación de París, la batalla de Alsacia, de Viena, fotografió el suicidio grupal del tesorero de Leipzig y su familia después de la caída de la ciudad, tomó instantáneas de las pilas de cadáveres en los campos de concentración de Buchenwald y Dachau tras su liberación.

Retrató el caos, el dolor, la desesperanza, la muerte y las alegrías de las victorias. Lee Miller demostró no ser solo una bella modelo y fotógrafa, tenía dotes de mujer guerrera, corriendo tras su cámara, valiente y decididamente. 


La foto en la bañera de Hitler


A la izquierda la foto colorizada, a la derecha la foto original.

En efecto, una de las imágenes más famosas de Miller que ha trascendido en el tiempo fue tomada por el fotógrafo estadounidense de la revista Life, David Scherman, la muestra tomando un baño en el apartamento de Hitler en Munich, el 30 de abril de 1945, día de la muerte de Hitler, no tendría noticia de tal suceso hasta que al día siguiente Radio Reichssender-Hamburgo anunciara el todavía supuesto suicidio de Adolf Hitler. 

Esta es, más o menos, la historia de esa fotografía, la resumimos de varios textos, desde el contexto histórico hasta un análisis psicológico e incluso artístico. Veamos.


De Dachau directo al hogar de Hitler

El 30 de abril de 1945 Lee Miller estuvo en Dachau caminando y fotografiando el campo liberado por las fuerzas estadounidenses, sus imágenes son crudas y repugnantes, no han perdido nada del impacto emocional que causan. Más tarde, junto al corresponsal de Life, David Scherman, acompañaron a las tropas a Munich tan solo a 16 kilómetros de Dachau. Ella tenía en mente presentar posteriormente un ensayo fotográfico que titularía “Hitleriana”.


Edificio de la calle Prinzregentenplatz, Nº16, segunda planta, hogar de Hitler en el periodo 1929-1934. Allí vivió la sobrina de Hitler, Geli Raubal, hasta su suicidio en septiembre de 1931. la foto es del 2010.

En la ciudad un anciano que balbuceaba algo de inglés se encargó de llevarles a algunas localizaciones de la ciudad relacionadas con el nazismo, feliz el hombre al recibir un cartón de cigarrillos americanos, les condujo por la noche hasta el lujoso apartamento muniqués de Adolf, ubicado en un edificio de la calle Prinzregentenplatz, Nº16, segunda planta, hogar de Hitler en el periodo 1929-1934. Sin embargo, aquel edificio ya estaba ocupado como puesto de mando de un Regimiento de la 45º División de infantería estadounidense. Para evitar a los curiosos y los saqueos, el apartamento de Hitler había sido declarado área restringida.

Miller y Scherman, bajo la cobertura de corresponsales de guerra obtuvieron la autorización de ingreso con la excusa de fotografiar el lugar, una vez dentro, cómodos y con el suficiente tiempo, se les ocurrió la idea de la bañera.

Lee Miller decidió fotografiarse desnuda enjabonándose en la bañera de Hitler, fue el punto culminante en su carrera. Imagen inquietante, sorprendente, puesto que junto a David Scherman y otros corresponsales había estado presente pocas horas atrás documentando los horrores de Dachau.

Después del baño, según la versión de Miller, habría supuestamente dormido en la cama de Hitler durante tres días, hecho puesto en duda debido a que el apartamento estaba declarado zona restringida, así como todo el edificio era ocupado por la jefatura de un regimiento estadounidense. Otra versión afirma que fue la mencionada 45º división de infantería que les brindó alojamiento en la segunda planta del número 16 de la Prinzregentenplatz, es decir, el apartamento de Hitler y su sobrina Geli Raubal, aquí fue donde Geli se suicidaría en septiembre de 1931.

La foto apareció en la edición inglesa de Vogue de julio 1945, Lee Miller tenía ya 38 años. Se debe recordar que fueron tomadas otras instantáneas descartadas por Vogue (siete) pero que también son públicas, la leyenda que consta al pie de foto de la revista es la siguiente: 

“Lee Miller en el departamento de Munich reveló la historia de lujuria en el baño de Hitler” 

También en los Estados Unidos "The New York Times" publicó la icónica foto con el siguiente titular:

“Una imagen del Führer en el borde de la bañera; una estatua clásica frente a un tocador; Lee en la bañera, inmaculada como siempre, refriega su hombro. Una mujer atrapada entre el horror y la belleza, entre ser vista y ser quien ve”



La fotografía tomada por Sherman en la que aparece Miller desnuda es un relato histórico que manifiesta la construcción visual de la victoria aliada en la Segunda Guerra mundial y el posicionamiento de una mujer desligada de los valores alemanes nazis.


Críticas a la fotografía 

Un análisis muy interesante que he seleccionado entre muchas interpretaciones es: "Lee Miller, la corresponsal de guerra que se metió en la bañera de Hitler" (ver notas a pie de página) 

"La foto de la bañera no es un souvenir casual, fue cuidadosamente escenificada al detalle. La parte casual y surrealista de la composición es Lee Miller, metida en la bañera desnuda, frotándose la mugre acumulada con la manopla (de  Adolfo, cabe suponer). Pero si nos fijamos, al pie de la bañera cogen protagonismo las botas militares llenas de barro de Dachau y la alfombrilla que acaba  de ensuciar, pisándola sin reparos al entrar. A la derecha, está doblado sobre una silla el uniforme, también sucio. Al lado, han colocado una estatua de una diosa desnuda, sugiriendo de nuevo el concepto de desnudez o más bien reforzándolo, ya que Scherman y Miller sabían perfectamente que Vogue no era Playboy y que nunca iban a publicar un desnudo integral, al menos en 1945. Finalmente, a la izquierda de la bañera han colocado un retrato de Adolfo para indicar de quien era esa bañera. Obviamente cabe suponer que el Führer no se duchaba con su retrato colgado en la pared del lavatorio".




Otro valioso estudio titulado "Victoria se baña en casa del enemigo" (ver notas a pie de página), la descripción de la escena es elocuente:

"... la composición que hacen las botas en el suelo, el retrato de Hitler apoyado en el extremo de la bañera y la ropa sobre un butaca. Juntos sitúan la imagen en un contexto histórico específico, pues ¿en qué otro lugar y momento, alguien tendría una fotografía de Hitler en su casa? Los tres objetos están dispuestos allí para reforzar la narrativa de la foto, al menos esto se puede asegurar en el caso de la ropa y las botas; el cuadro en la bañera por otro lado, pudo no haber estado allí originalmente, pero ni Lee ni Scherman se refirieron jamás a este particular, salvo en la declaración de Lee: “Simplemente había estado tratando de lavar los olores de Dachau”. Así, la modelación de la experiencia de Lee al limpiarse el hedor de Dachau en la bañera del apartamento de Hitler, se le presenta al lector como la realidad narrativa de la imagen plenamente justificada y adicionalmente, contextualizada por las fotografías que ese mismo día Lee había tomado en el campo de concentración".

El único hijo que tuvo Elizabeth Lee Miller, Antonhy Penrose, expresó décadas después: 

"Creo que ella estaba apuntando dos dedos hacia Hitler. En el piso están sus botas, cubiertas con la suciedad de Dachau, que ha pisado por todo el piso del baño de Hitler. Ella está diciendo que es la victoriosa. Pero lo que ella no sabía era que, unas horas más tarde, en Berlín, Hitler y Eva Braun se matarían en su búnker"




Es de gran valor el artículo "Victoria se baña en casa del enemigo" ya que no solo analiza desde una perspectiva histórica-social la mencionada fotografía (y las otras), también refleja una comparación entre el ambiente psicológico reinante en los países aliados y en la cultura del alemán de aquel periodo atiborrado de la ideología nazi y el concepto de lo femenino

Es simplemente sorprendente (en lo positivo) lo que se puede aprender de una imagen, veamos algunos razonamientos.



"... la fotografía muestra dos victorias de tipo ideológico en el marco de la II Guerra mundial. 1) ya que expone de manera pública a los vencedores de la guerra (a los Aliados) y una ruptura en la representación femenina. 2) Esta imagen propone un abordaje sincrónico, que permite determinar la viabilidad del contenido ideológico y el quiebre con las tradiciones de representación del género femenino... Estas fotografías descubren aquello que está latente. Así, la sola imagen muestra dos victorias, la del conflicto bélico y la de la ruptura en la concepción de lo femenino"...
El punto de diferencia que marcó la imagen de Miller y Scherman con respecto a las demás fotografías que circulaban en 1945, radica en el instante inmóvil del que nunca hubiéramos sido conscientes, un instante que se dio en un lugar y situación de tipo privado: una bañera y una mujer dentro de ella, con la singularidad de que se trataba de la bañera de lujo del propio Hiltler. De haber estado Hitler vivo y con la guerra a su favor, esta situación (dos reporteros gráficos estadounidenses usando su casa como un hotel) jamás habría sido posible y en consecuencia, la fotografía tampoco hubiera generado sentido... 
Miller es la peripéteia de esta fotografía por dos razones: invita a hacer una lectura de la imagen desde el placer de su relato y replantea la imagen femenina en el contexto nacional socialista. De esta manera, se alude por un lado, al mismo contexto que otras de su tiempo, pero no de la misma manera. Y por el otro, al reconocimiento de su rostro, que es ya ampliamente identificado por el público de Vogue, aunque en un marco diferente: el de la moda. El rol de la mujer alemana durante el régimen nazi se enmarcaba básicamente en la reproducción sexual. Tras la asunción del gobierno alemán, los cabarets y sitios destinados al recreo, juego y placer, fueron cerrados y censurados por el sistema. De manera que la imagen femenina se asociaba principalmente con los valores familiares y la continuidad del régimen.
Lee Miller no sólo era una modelo proveniente (y producto también) de la cultura de masas, era además una mujer cuyos vínculos sexuales y sentimentales con varios hombres eran de conocimiento público, era una de las primeras reporteras gráficas de guerra para un medio estadounidense, y se inscribía además en la corriente surrealista parisina y su incipiente feminismo. En esta foto, tanto como en la vanguardia surrealista, lo figurativo aparece de la mano de la sexualidad (desnuda en la bañera), la prohibición y una serie de signos tradicionales (el retrato, las botas) que son desplazados por una situación en apariencia banal (tomar un baño).
Ambos planteamientos apuntan al desplazamiento de su representación: de una situación privada a la demanda del reconocimiento público, de la publicación en los medios masivos al posicionamiento de género. ("Victoria se baña en casa del enemigo").

Volvamos a nuestra otra fuente, respecto a la fotografía materia de este post, "Lee Miller, la corresponsal de guerra que se metió en la bañera de Hitler"




Desde planos más artísticos, la imagen fue calificada de dadaísta, de composición surrealista denunciando la absurdez de las guerras o de humor negro. En este sentido, se puede interpretar la imagen de Adolfo mirando hacía la posición de Miller (y a la estatua) como  la de un voyeur.

El escritor Haworth Booth, en el libro “The art of Lee Miller" (El arte  de Lee Miller) describió la composición y todas las imágenes de “Hitleriana”, como “the theme of evil’s banality, very much a woman’s take on the subject” que traducido viene a significar “el tema de la banalidad del mal, en gran medida el punto de vista de una mujer sobre el asunto”.

Hay quienes vieron la imagen como un acto repulsivo cuidadosamente orquestado. Carol Zemel en el artículo “Emblemas de la atrocidad; fotografías de holocausto y liberación” dijo  “el cuerpo de Miller desnudo… sentada donde el cuerpo desnudo de Hitler se sentó una vez conjuran su propia combinación perturbadora de voyeurismo y repugnancia”.

Melody Davis, en el artículo “Lee bv Miller; bathing with the enemy (bañándose con el enemigo) publicado en el nº4 de la revista “History of de photogaphy" dice refiriéndose a Hitler: “¿quién se bañaría encima de las células de su piel, donde sus pies y sus pelotas reposaron una vez?”

Desde un punto de vista más simplista, estaría la interpretación “badass” de la escena. Ahora llego yo, me meto en tu casa, me apropio de tu bañera invadiendo tu espacio privado y lo profano haciéndome una foto porno. Y además te dejo el suelo lleno de mierda, “F-Y, Adolf”.


EPÍLOGO



Tampoco debe llamar la atención que en la posguerra Lee Miller sufriera los efectos del trastorno por estrés postraumático, cayó en las garras del alcoholismo, mucho tiempo después pudo librarse del vicio y la depresión, se reinventó a sí misma como una cocinera gourmet surrealista.

El hijo de Lee Miller, Anthony Penrose, creció sin saber nada del trabajo de su madre como fotógrafa y corresponsal de guerra, una niñez dura marcada por el alcoholismo de su madre le habían apartado de ella. Fue solo después de su muerte de Lee, en 1977 que Suzanna, esposa de Anthony, descubriera un alijo en el ático en Farley Farm, de la casa de los Penrose cerca Chiddingly, East Sussex, donde Anthony aún vive, eran alrededor de 60.000 impresiones, negativos y artículos de Lee para la revista Vogue. Aquel episodio transformó la visión de Anthony sobre su madre y desde entonces ha dedicado gran parte de su vida a compartir y celebrar sus logros. "Hasta entonces, la había visto como una mujer histérica empapada de alcohol", dice Anthony. "Tuve que volver a evaluar toda mi actitud hacia ella".

Gran parte del trabajo de Lee como artista estuvo a punto de perderse, a pesar que las fotografías de Man Ray siguieron siendo bien conocidas. Casi toda su obra fotográfica estuvo olvidada entre 1947 y 1985. No obstante, algunas de sus fotografías fueron seleccionadas en la exposición The Family of Man realizada en el MoMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York) en 1955. En 1976 Lee Miller fue invitada de honor en los Encuentros Internacionales de Fotografía de Arlés; en 1989 se realizó una gran retrospectiva que recorrió buena parte de Estados Unidos. En 2012 se incluyeron varias de sus obras en 13ª edición de la documenta en Kassel. 

Desde el descubrimiento de sus fotos en 1977, gran parte de su trabajo ahora está archivado en línea, suele haber exhibiciones de las fotos de Lee en todo el mundo. 


Algunas portadas de los libros escritos sobre Elizabeth Lee Miller, destaca la obra biográfica de Carolyn Burke 


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Victoria se baña en casa del enemigo
Lee Miller, la corresponsal de guerra que se metió en la banera de Hitler
Lee Miller: the woman in Hitler’s bathtub
Musa of Man Ray in bath of Hitler
Lee Miller, the photographer whose life was too colourful to fit in black and white  (Una magnífica publicación en inglés que detalla su vida como artista fotográfica antes de la guerra).
Lee Miller (Wikipedia)
Lee Miller | Surrealist Photography
The lives of Lee Miller VIDEO youtube (se puede activar subtítulos en castellano)

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