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15 noviembre 2025

Cinco peores ejemplos que Sykes-Picot para trazar líneas en un mapa




Nick Ottens

Never was Magazine / 2016
Con notas adicionadas por el editor de este blog.


Este artículo es una continuación de Mitos y verdades del Acuerdo Sykes-Picot (1916)

“Redibujar las fronteras de un estado puede tener efectos calamitosos, incluso cuando se hace con las intenciones correctas”.

Sykes-Picot no fue el único plan para dividir el Imperio Otomano después de la Primera Guerra Mundial, como se detalló en la ponencia del experto en Medio Oriente, Adam Garfinkle. Culpar a ese acuerdo secreto, que nunca se efectivizó para imponer "fronteras artificiales" en la región ha sido siempre una propuesta peligrosa. 

Como nos enseña la historia, en pleno siglo XXI los estadounidenses tenían planeado (en mapas) el "Rediseño del Medio Oriente Ampliado" que se intentó forjar a través de sangrientas guerras “civiles” en Siria e Irak desde 2011. Unos ejemplos aquí abajo.



El "Rediseño del Medio Oriente Ampliado", según el coronel estadounidense Ralph Peters, 2001




"Imaginando un Medio Oriente remapeado", según Robin Wright, 2013 (New York Times)



Como bien señala Nick Ottens, se ha querido plantear una conclusión aparentemente “lógica”, la idea de que solo las fronteras que abarcan perfectamente a ciertos grupos étnicos son legítimas, pero eso lo único que ha conseguido es una invitación a crear más conflictos, no a su disminución. Si los actuales “diseñadores” geopolíticos de mapas (EEUU/OTAN) lo hacen con buenas intenciones, no lo sabemos a ciencia cierta, lo más probable es que son intencionadas para mantener regiones geográficas divididas y en caos, al final es el gran negocio de las potencias occidentales.

El Medio Oriente no es la única parte del mundo en que se refleja ese caos a través de líneas arbitrarias. Nick Ottens presentó hace 10 años otros cinco ejemplos en los que dibujar líneas en el mapa causó problemas aún mayores.

Pasemos revistas a sus breves notas.


1908. Una caricatura francesa muestra al emperador Francisco José I de Austria y al zar Fernando I de Bulgaria tomando territorio del Imperio Otomano mientras el sultán Abdul Hamid II observa (Le Petit Journal)


1. El mosaico que es Bosnia y Herzegovina
Nota aclaratoria del editor del blog. Bosnia y Herzegovina solicitó formalmente su adhesión a la UE el 15 de febrero de 2016, tras años de reformas constitucionales y compromisos con el Acuerdo de Dayton. El 15 de diciembre de 2022, el Consejo Europeo concedió oficialmente el estatus de candidatura a Bosnia y Herzegovina para la adhesión a la Unión Europea. Esa incorporación podría tardar mucho tiempo según los técnicos de la Comisión de Europa.
Entre otros inconvenientes Bosnia y Herzegovina ha tenido dificultades prácticas para cumplir un Acuerdo de Estabilización y Asociación (AEA), que implica obligaciones, leyes sobre ayudas estatales, un censo nacional y hasta compromisos de carácter jurídico internacional como el Convenio Europeo de Derechos Humanos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que exige enmiendas a la Constitución para permitir que los miembros de las minorías sean elegidos para la Presidencia de Bosnia y Herzegovina y el derecho a obtener escaños en la Cámara de los Pueblos. Otra piedra en el zapato es el Gobierno de la República Srpska, que es una de las tres divisiones políticas del país (Federación de Bosnia y Herzegovina y el Distrito de Brčko).
La República Srpska se estatuyó en 1992 al comienzo de la guerra de Bosnia para salvaguardar los intereses de los serbios de Bosnia y Herzegovina. La mayoría de los serbios fueron desplazados o expulsados de la actual Federación de Bosnia y Herzegovina a la República Srpska y viceversa. El Acuerdo de Dayton de 1995 creó la República Srpska como una de las entidades constituyentes de Bosnia y Herzegovina. Así que el dilema sigue presente.

 

Mapa de la CIA del Acuerdo Marco General para la Paz en Bosnia y Herzegovina, o Acuerdo de Dayton, publicado el 24 de noviembre de 1995 (Biblioteca del Congreso)


Comenzaremos en la región donde los intentos de trazar las fronteras "correctas" para cada etnia y grupo religioso han causado posiblemente la tragedia más larga. Incluso nos dio una palabra para ello: balcanización.

Desde la retirada otomana de la región, comenzando con la derrota de los turcos en la guerra de 1768-74 con Rusia, hasta la disolución de Yugoslavia, los pueblos de los Balcanes se han desplazado primero entre imperios y luego entre estados, la mayoría de las veces sin que se les pidiera su opinión.

La historia es demasiado larga y complicada para ensayarla en unos pocos párrafos. Centrémonos en un episodio reciente para hacer un punto más amplio.

En 1995, las potencias mundiales ayudaron a poner fin a casi cuatro años de combates en Bosnia al dividir el país en dos. el Acuerdo de Dayton, llamado así por la ciudad de Ohio donde se firmó, creó una República Srpska para serbios étnicos (que son en su mayoría cristianos ortodoxos) y la Federación de Bosnia y Herzegovina, que a su vez está dividida en diez cantones autónomos controlados por bosnios (en su mayoría musulmanes) o croatas bosnios (en su mayoría católicos).

Como resultado de la limpieza étnica y la reubicación forzada durante la guerra, las dos nuevas entidades eran más homogéneas de lo que habían sido las áreas en el pasado. Pero se estima que un tercio de la población de la República Srpska sigue siendo no serbia, mientras que una minoría serbia (tamaño desconocido) permanece en la federación.

El mosaico de Dayton ha mantenido la paz pero ha arraigado las divisiones étnicas. Los partidos se organizan según líneas étnicas. Cada nombramiento político debe considerarse dentro del contexto de la política étnica. La Presidencia de Bosnia y Herzegovina está formada por tres miembros: un bosnio, un croata y un serbio. Las minorías, como los judíos y los romaníes, no son elegibles.

El acuerdo tampoco ha puesto fin a la tensión étnica. Los nacionalistas serbios todavía exigen más autonomía de un gobierno central que se encuentra entre los más débiles del mundo. Algunos sueñan con unirse a la vecina Serbia, donde sus homólogos nacionalistas apoyan la anexión de los enclaves bosnios como compensación por renunciar al Kosovo étnico-albanés.

Claramente, encontrar las fronteras "correctas" no va a poner fin a todos los conflictos étnicos o sectarios.


2. Las travesuras de Joseph Stalin en Asia Central


Detalle de un mapa de 1929 de la Unión Soviética, que muestra las repúblicas de Asia Central (Wikimedia Commons)


Por otra parte, trazar deliberadamente las fronteras "equivocadas" es siempre una receta para el desastre.

A principios de la década de 1920, Joseph Stalin, el posterior dictador soviético, fue puesto a cargo de reorganizar las repúblicas socialistas que habían surgido en Asia Central. Algunas, como la República Soviética Popular de Bujará, simplemente reemplazaron al emirato que la había precedido. Otras, como la República Socialista Soviética Autónoma del Turquestán, eran más ambiciosas: buscaba unir a todos los pueblos de habla turca de la región en un solo estado.

En su infancia, la Unión Soviética alentó esa autodeterminación nacional. Algunos de los revolucionarios que crearon las repúblicas mencionadas vieron a los bolcheviques como aliados contra el régimen zarista.

Pero a Stalin le preocupaba que dar demasiada autonomía a los no rusos condenaría a la multiétnica Unión Soviética. Como comisario de nacionalidades, dividió Asia Central en cinco repúblicas, que sobreviven hasta nuestros días. Kazajos, kirguises, tayikos, turcomanos y uzbekos son mayorías en sus respectivas repúblicas, pero ese no siempre fue el caso y cada uno tenía minorías lo suficientemente grandes del otro como para causar problemas desde el principio.

Una década más tarde, Stalin agregó insulto a la herida al abolir los institutos culturales y lingüísticos a favor de la rusificación y mover grupos étnicos enteros por todo el imperio comunista.

Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, cientos de miles de los llamados alemanes del Volga fueron reubicados por la fuerza en Kazajstán. Muchos miles murieron en el camino. Los que lo lograron ayudaron a inclinar el equilibrio étnico de la república a favor de los no kazajos. En 1970, los kazajos étnicos eran una minoría en su propio país. Solo después del colapso de la Unión Soviética, cuando millones de rusos étnicos y cientos de miles de alemanes étnicos se mudaron, los kazajos volvieron a formar una mayoría.

Las tensiones étnicas que Stalin provocó en Asia Central nunca desaparecieron. Los tayikos, un pueblo de habla persa, todavía viven incómodos junto a los uzbekos túrquicos en Bujará, Samarcanda y Surxondaryo. Kirguistán ha existido en un estado casi constante de agitación durante los últimos veinte años, con disturbios y revoluciones que a menudo enfrentan a los kirguisos étnicos con los uzbekos, especialmente en la antigua ciudad de Osh y sus alrededores.


3. Expulsión de los alemanes de Europa del Este

Cartel de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de 1980 sobre "la cuestión abierta alemana" (ACDP)

Solo unos años después de que los alemanes del Volga fueran castigados colectivamente por los soviéticos por las acciones de su patria ancestral, un grupo aún mayor de alemanes fue desarraigado de Europa Central y Oriental.

Hasta 31 millones de alemanes étnicos y ciudadanos alemanes fueron limpiados de las áreas que los nazis habían planeado incorporar a su Gran Imperio Alemán. Entre 12 y 14 millones se reasentaron en Austria y Alemania ocupadas por los aliados, y los grupos más grandes provenían de Prusia Oriental, Pomerania Oriental y Silesia, áreas que habían estado bajo control alemán durante siglos pero que fueron cedidas a Polonia después de la guerra.

El vuelo tuvo un alto precio. Las estimaciones de muertes varían, pero los estudios más recientes sitúan la cifra en torno al medio millón.

Los expulsados que lo hicieron se encontraron no deseados en un país devastado por la guerra. Se organizaron e hicieron oír su voz a principios de la república federal, ganando casi el 6% de los votos en las elecciones de 1953.

Consciente de los peligros que podría representar un movimiento inquieto basado en la nacionalidad, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Konrad Adenauer atrajo a los expulsados a un gobierno de coalición y promulgó una Ley Federal de Expulsión, que extendió la ciudadanía a los refugiados. Esto quitó los vientos de las velas del movimiento de expulsión; muchos se pasaron a los demócratas cristianos que, en la década de 1980, pidieron formalmente la reintegración de las tierras prusianas en Alemania.

No fue hasta 1990, después de la caída del Muro de Berlín y la reunificación de Alemania Oriental y Occidental, que el país renunció a sus reclamos territoriales al este de la línea Oder-Neisse con Polonia.


Pérdidas territoriales Alemanas, 1919-1945

Punto agregado por el editor del blog

Piden que la OTAN ocupe a la fuerza Kaliningrado. ¿Entonces, por qué no debería restituir Polonia los territorios de Prusia a los alemanes?
El General y comandante de las fuerzas terrestres estadounidenses en Europa y África, Christopher Donahue, declaró el 17 julio 2025 (citado por Defense News, de Deutsche Welle - DW) que la OTAN podría apoderarse de Kaliningrado, el militar presentó un nuevo plan de contención en el flanco oriental, "Línea de Disuasión en el Flanco Oriental", para fortalecer el potencial terrestre y garantizar la compatibilidad militar-industrial dentro de la alianza. Habló de la capacidad de la OTAN para "borrar de la faz de la tierra" a la región de Kaliningrado, “en un tiempo inaudito y a una velocidad sin precedentes", amparándose en los sistemas de inteligencia Maven de Palantir (plataforma de inteligencia artificial -IA-). Se trata de la "capacidad de disuasión terrestre". Donahue recibió la respuesta de la Federación Rusa, “un ataque de la OTAN contra la región de Kaliningrado conllevaría medidas de represalia por parte de Rusia, incluidas las contempladas en la doctrina nuclear (Leonid Slutsky, presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal).
La antigua región de Konigsberg, formó parte de Prusia Oriental, desde 1945 se integró a las repúblicas soviéticas y desde 1991 es territorio soberano ruso, Kaliningrado es un oblast de la Federación de Rusia. La cesión de Kaliningrado -ubicado entre Polonia y Lituania-, fue discutido y acordado entre los Aliados en la Conferencia de Yalta (febrero 1945) y en la Conferencia de Potsdam (julio/agosto 1945). Usualmente aceptamos que Roosevelt, Stalin y Churchill forjaron en Yalta sus zonas de influencia en Europa, se ha dicho que Yalta constituye la base del Nuevo Orden Mundial de posguerra; o simplemente, los nuevos límites territoriales en Europa, que en su gran parte siguen vigentes hasta hoy (salvo excepciones como la constitución de nuevos países).
En la práctica no existen pedidos oficiales de Alemania o de alguna otra potencia para “recuperar” el óblast ruso de Kaliningrado. Esto nos lleva a otra cuestión, ¿en el supuesto de que Alemania reclamara Kaliningrado (antigua Königsberg, capital del extinto estado de Prusia Oriental), cómo lo haría?. Incluso hay otras voces con discursos belicistas que claman que Polonia sea quien reivindique su “derecho” sobre Kaliningrado.
“Bien” por los polacos. Ahora cuestionémonos algo importante. Prusia Oriental fue territorio alemán hasta el fin de la segunda guerra mundial y gran parte de esa región geográfica pasó a formar parte de Polonia, entre otras zonas conocidas tenemos las regiones de Pomerania y Silesia, el puerto de Danzig, Varmia y Mazuria, etc., hoy estructuras administrativas de Polonia.
La pregunta es, ¿por qué los alemanes -a través de la OTAN- deberían reclamar solo la devolución de Kaliningrado? ¿Por qué los alemanes solo deberían hacer reivindicaciones territoriales a Rusia y, por qué no deberían reclamar a Polonia la devolución de los territorios de la antigua Prusia Oriental? Incluso, ¿por qué no, Polonia podría reclamar Kaliningrado, ya que es un enclave ruso rodeado por actuales territorios polacos (Prusia Oriental) y lituanos?
Corrieron rumores de que tras la desintegración de la URSS se planteó la posibilidad de “recomprar” por parte de Alemania a Kaliningrado, ahora parte de Rusia. La poderosa Alemania Federal del siglo XXI (quizá ya no en lo económico) ha tenido serios problemas por integrar en su núcleo a la antigua RDA, tendría mucho más si exigiera la reivindicación de territorios a sus vecinos polacos, checos, etc. ¿Podría repetirse de nuevo la historia de las anexiones hitlerianas? Por esa razón, los políticos de la UE y OTAN desatan su histeria y probablemente “piensan” en reivindicaciones en territorio ruso.
La clásica frase "poseer el derecho a…" necesariamente no suele ser un fundamento legal en la actualidad. Es una señal de que no se trata de un malentendido o ignorancia, se trata de utilizar dolosamente los convenios internacionales. A lo largo de 80 años, ningún país vecino al enclave ruso de Kaliningrado ha reclamado ese territorio, renunciaron explícitamente a cualquier reclamación. A nivel oficial nunca se ha considerado tomar Kaliningrado, mucho menos por la fuerza. Algo parecido se rumoreó hacia el final de la Guerra Fría, pero nunca a ningún nivel oficial.
Si algún(s) país(es) presentara reclamaciones sobre Kaliningrado, no significa que "posean derechos" sobre el territorio, en sentido objetivo. “En el mejor de los casos, habría una amplia simpatía por la reclamación de algún país entre otros países. Lo más importante sería si la población local estuviera abierta a ser integrada en un país vecino, lo que no parece ser el caso en absoluto. En cualquier escenario de este tipo, Alemania es mucho menos probable que Polonia o Lituania, ya que todos los alemanes originales se han ido y Alemania ni siquiera limita con Kaliningrado”.
Kaliningrado seguirá siendo parte de Rusia, su población es mayoritariamente rusa. En un hipotético escenario de ruptura ¿quién lo reclamaría? Hay otro escenario alternativo dentro de la hipótesis, ¿podría convertirse en un cuarto estado báltico independiente?. El tema de esa “ruptura” rusa no es más que propaganda exagerada por los partidarios de Ucrania y la cruzada antirrusa de la OTAN, quienes la pregonan tienen una carencia total o en el mejor de los casos, una comprensión limitada del tema, un paseo por una “fantasía ilusoria”, como alguien expresó.


4. La capacidad de cambio de Polonia en el mapa

Mapa de la CIA de 1990 de las fronteras de Polonia y Lituania de 1937 y actuales (Biblioteca del Congreso)


La propia Polonia ha sido objeto de cambios dramáticos en el mapa. Pasó de ser uno de los estados más grandes de Europa como una mancomunidad con Lituania en el siglo XVII a desaparecer del mapa por completo en el XIX.

Estos cambios territoriales tuvieron un profundo impacto en la composición política y social de Polonia. Ha pasado un siglo desde que Polonia fue restaurada, pero persisten las diferencias entre las partes que fueron gobernadas por alemanes y las que formaron parte de Austria o Rusia. Los mapas electorales se pueden dibujar casi perfectamente a lo largo de estas viejas líneas: los partidos liberales y proeuropeos obtienen buenos resultados en el antiguo oeste alemán, mientras que los conservadores y euroescépticos ganan en el este.

Las potencias europeas no desmembraron Polonia de inmediato. Pasaron por tres rondas de partición entre 1772 y 1795. Luego, la Francia de Napoleón lo revivió como un estado títere, el Ducado de Varsovia, en 1807. El Congreso de Viena, que retiró el mapa de Europa después de la derrota de Napoleón, restauró Polonia en 1815, pero fue absorbida gradualmente por Rusia y Austro-Hungría en los años posteriores. Cuando se restauró nuevamente después de la Primera Guerra Mundial, el secretario de Relaciones Exteriores británico George Curzon propuso una frontera más al oeste que llegó a conocerse como la "Línea Curzon". No se implementó en ese momento; los aliados restauraron la "Polonia del Congreso" en su lugar. Pero los soviéticos retrocedieron en la propuesta de Curzon al final de la Segunda Guerra Mundial de reclamar las tierras fronterizas orientales de Polonia, que se agregaron a las repúblicas soviéticas de Bielorrusia, Lituania y Ucrania. Polonia fue compensada con territorios en el oeste, arrebatados a los derrotados alemanes.

Alrededor de un millón de polacos fueron trasladados de las tierras fronterizas rusas a estos "Territorios Recuperados" en el oeste.


         Mapa de Polonia en 1659              -             Particiones de 1772, 1793, 1795

                     Mapa recreado de Polonia en 1923       -              Partición de 1939


En lo que respecta a los desplazamientos étnicos, este fue relativamente incruento y muchos polacos étnicos realmente querían abandonar la Unión Soviética.

Terminó haciendo que el oeste de Polonia fuera más cosmopolita, lo que explica de alguna manera su perspectiva más liberal en la actualidad. El este, por el contrario, que estuvo bajo control directo ruso durante mucho más tiempo, experimentó menos cambios de población. Los lazos familiares y locales allí se remontan a siglos atrás, de ahí sus instintos más conservadores.


5. La partición imposible de la India

Mapa de la partición de la India de la revista Life (18 de agosto de 1947)

Hablando de británicos dibujando líneas en el mapa, quizás el más importante de la historia fue un funcionario poco conocido, Cyril Radcliffe. Abogado de formación, a Radcliffe se le asignó la tarea imposible de dividir la India británica en estados de mayoría hindú y musulmana.

Radcliffe nunca había estado en la India antes de 1947 y solo tenía cinco semanas para completar su trabajo. Se suponía que dos miembros del Congreso Nacional Indio, que representaban a la Nueva India, y otros dos de la Liga Musulmana, que representaban lo que se convertiría en Pakistán, lo ayudarían. Pero los cuatro a menudo se estancaban, lo que obligaba a Radcliffe a tomar todas las decisiones difíciles.

Los galeses no comenzaron de cero. Los británicos habían mapeado el subcontinente extensamente a lo largo de los años, incluida la preponderancia de hindúes, musulmanes y otras sectas en áreas determinadas. Radcliffe también podría tener en cuenta los límites naturales, como las vías fluviales y los sistemas de riego.

Pero la información disponible para él estaba lejos de ser completa e incluso si hubiera tenido todos los hechos, como el propio Radcliffe diría más tarde para justificar sus decisiones, algunas personas estaban destinadas a terminar en el lado "equivocado" de la frontera.

El Punjab, a ambos lados del río Indo, había cambiado de manos entre imperios durante siglos. Estaba poblado por hindúes, musulmanes y sijs, sin mencionar una veintena de grupos étnicos y lingüísticos. Ninguna frontera allí habría sido perfecta.

Pero nadie esperaba que fuera una calamidad. Al final, unos 14 millones de personas, aproximadamente siete millones de cada lado, huyeron cuando descubrieron que las líneas de Radcliffe en el mapa los dejarían bajo el control del otro. Hubo disturbios comunales. La gente murió de agotamiento en la carretera. Nadie sabe cuántos perecieron. Las estimaciones oscilan entre 200.000 y un millón. Sin duda fue una de las transferencias de población más grandes y letales de la historia.

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03 noviembre 2025

El cómo Occidente ha planeado destruir Rusia desde hace siglos (7)


Esta es una caricatura política del dibujante ruso Sergey Elkin. La caricatura representa satíricamente la relación entre Ucrania y la OTAN.


por Tito Andino
Resumen de artículos recopilados
de fuentes de actualidad.




Historia y no propaganda

Parte VII

 Surrealismo de la OTAN respecto a Rusia


Impulsada por la agenda antirrusa de Estados Unidos, la Unión Europea y sus países que integran la OTAN conservan ese viejo sueño, que hemos venido explicando una y otra vez en esta serie de artículos, destrozar -en principio- vía sanciones económicas u otros métodos a Rusia, degradarla, hacerla inviable como una federación de naciones autónomas, como eso ha sido inviable el recurso de la guerra está siempre en la mesa. Desmembrarla ya sea por disputas internas comprando la fidelidad de grupos separatistas del Cáucaso u otra región hasta incitar a naciones europeas del este a ganar una guerra imposible contra Rusia (los ejemplos quedaron señalados en el articulo anterior).

La propaganda es fundamental, convencer al mundo de la maldad rusa de hoy, así como ayer del “imperio del mal soviético”. Nos siguen lavando el cerebro en el presente, distorsionando patéticamente la historia de Rusia. Como ha imberbes nos meten el cuento diario de que Rusia es una potencia agresora desde siempre y que Putin quiere “conquistar el mundo” (... bueno, "primero" Europa). La política del presidente ruso está descrita como agresiva, una amenaza para Europa y el mundo por lo que hay que armarse y hacer la guerra a través de Ucrania y por medio de otros mañana. Desde la desaparición de la URSS, en Rusia, solamente la política suicida de Boris Yeltsin fue vista con “misericordia” hipócrita desde Occidente. Yeltsin vendió su patria y lo que no pudo vender dejó en manos de saqueadores nacionales e internacionales.

La única tragedia para Europa constituye las sanciones económicas contra Rusia y para ahondar más  se tiene que "invertir" miles de millones de euros en ayuda militar y económica a Ucrania, “inversiones por la paz” la llaman. Mientras tanto, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania siguen haciendo negocios porque son países hipócritas y el resto de naciones de la UE tienen que cerrar la boca y hacer todo lo ordenado desde Bruselas.

Los planes surrealistas de la OTAN, pretenden emular sus acciones contra Yugoeslavia, buscan obtener el mismo destino, desmembración territorial del país más grande del mundo en el que surgirían entre diez y quince nuevas entidades “soberanas”. Debemos reiterar a todo aquel que quiera escuchar la verdad, la verdadera amenaza es contra la seguridad de Rusia, es muy real no solo por la implantación de bases de misiles en las fronteras rusas sino con el despliegue del terrorismo islámico.

Desde 1990 ya circulaba en Europa una lista de las "diez formaciones estatales" que dividiría Rusia. Un ex funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Andrei Fyodorov, en entrevista para el finlandés Helsingin Sanomat expresó parte de esa lista: la "Karelia perdida", las islas Kuriles, el distrito de Pytalovsky (región de Pskov), la región de Kaliningrado, Crimea, la zona fronteriza del río Amur con China…

Incluso la historia se complica un poco. Aquí un detalle interesante. Un medio ruso anti-Putin se dio la molestia de verificar si era cierta una afirmación que hizo el presidente ruso (en una conferencia de prensa, ante 500 periodistas en diciembre de 2021) respecto de que Lenin también conspiró con Estados Unidos para dividir Rusia en países más pequeños, parece que algo de verdad hay en ello.

En efecto, Edward House, principal asesor informal de Woodrow Wilson durante la Primera Guerra Mundial, respaldaba, hace más de un siglo, la partición de Rusia, él escribió: "Sería mejor para todo el mundo si surgiera un estado en Siberia y otros cuatro estados en la parte europea de lo que ahora es la gran Rusia". Se debía seguir el modelo de la creación de los estados balcánicos a partir de los restos del Imperio Austrohúngaro. Aquel plan original data de 1918, creación de William Bullitt, un diplomático estadounidense enviado a negociar con Lenin en nombre de la Conferencia de Paz de París y para normalizar las relaciones con los bolcheviques. Bullitt se reunió con varios líderes bolcheviques en Petrogrado y finalmente con Vladimir Lenin en Moscú (abril de 1919 en plena guerra civil rusa).

El plan pretendía “satisfacer” a todas las partes en conflicto, Bullitt planteó la partición del antiguo Imperio Ruso en 23 partes. Algunas ya gozaban de reconocimiento internacional como Finlandia, Ucrania, los estados bálticos. Otros nuevos en el sur de Rusia, los Urales, Siberia y Tatarstán. Los bolcheviques recibirían el control de Moscú, Petrogrado y ocho provincias circundantes. Al parecer, Lenin estuvo de acuerdo con el plan de Bullitt y firmó un acuerdo prometiendo su participación en una conferencia que se celebraría en Oslo con representantes de los 23 "estados". (En anteriores ocasiones el presidente Putin insinuó que si Lenin no era un traidor, por lo menos, era un lunático).

Un radiante Bullitt regresó a París y solicitó la autorización presidencial para continuar con el plan. ¿Qué pasó?, hay varias teorías, Woodrow Wilson se mostró reacio a respaldar esa iniciativa, sin su apoyo el plan para dividir Rusia y poner fin a la guerra civil se derrumbó. Otros afirman que el liderazgo en la Casa Blanca desistió del proyecto por "motivos puramente racistas, se opusieron a una invasión asiática de un territorio europeo blanco; y, por motivos geopolíticos, temían fortalecer a Japón respaldando un plan que le otorgaría acceso a las riquezas naturales de Siberia y los Urales". (Una nota completa al respecto puede ser consultada en el artículo “Better off without Russia Putin says the U.S. planned Russia’s partition in 1918. It’s true. And Lenin was on board!”). Ver notas a pie de página.




A continuación, revisaremos algunos puntos de vista en la actualidad, expertos mayoritariamente occidentales se pronuncian respecto al tema, dejando aclarado que esto solo es una muestra de decenas de análisis de gente cualificada.

Las siguientes líneas son un resumen textual de diversas notas de prensa y artículos especializados. Rusia ha tomado nota de esto y mucho más. La doctrina militar nuclear de Rusia ha cambiado, existe una real amenaza existencial para la Federación de Rusia y ésta está dispuesta a correr los riesgos con una respuesta dura si las circunstancias llegarán a darse.


Phil Butler, en “Los misiles regresan a Europa: cómo los avances de la OTAN reavivaron las líneas rojas de Rusia” (New Eastern Outlook, agosto 2025) hace un repaso al colapso del Tratado INF y el avance de la OTAN hacia las fronteras rusas con el despliegue de misiles bajo la bandera de la “defensa” (sistemas "defensivos" con capacidad ofensiva), Rusia respondió con su propio rearme porque la invasión de la OTAN y el despliegue de misiles desencadenó una ruptura estratégica (Moscú mostró moderación desde 2019 cuando Estados Unidos se retiró del Tratado INF). Desde 2023 se observa casos de transferencia de sistemas estadounidenses en múltiples teatros europeos capaces de realizar ataques INF desde tierra, obviamente tienen una dedicatoria antirrusa. 

(El Tratado INF -Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio- fue un acuerdo de control de armamento firmado en 1987 entre EEUU y la URSS, que prohibió los misiles balísticos y de crucero terrestres con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros. El objetivo era eliminar toda una categoría de armamento nuclear. Fue suspendido por EEUU en 2019 y posteriormente abandonado por los rusos).

Ya para mayo de 2016, el ejército ruso y el Ministerio de Relaciones Exteriores condenaron el despliegue estadounidense de un sitio de defensa antimisiles en la Base Aérea Deveselu en Rumania, calificándolo de "amenaza directa" y un intento de mitigar la disuasión nuclear de Rusia. El almirante Vladimir Komoyedov, entonces presidente del comité de defensa de la Duma Estatal rusa, fue contundente: "Se están moviendo a la línea de fuego. Esto no es solo 100; es un 200, 300, 1.000 por ciento dirigido contra nosotros".

En 2008, el presidente Putin advirtió que Rusia vería cualquier intento de expandir la OTAN a sus fronteras como una "amenaza directa" tras la Cumbre de la OTAN en Bucarest en que se habló de incorporar a Ucrania y Georgia a la OTAN. La moderación de Rusia quedó obsoleta, la realidad política y técnico-militar ha cambiado...

La respuesta de Rusia probablemente incluirá el despliegue del nuevo sistema de misiles Oreshnik, moderno sucesor del SS-20 Pioneer soviético y las variantes actualizadas de Kalibr, Tsirkon e Iskander. Los expertos predicen despliegues en Bielorrusia y regiones clave de Rusia que incluyen áreas al alcance de los objetivos europeos y de la OTAN.


Un impresionante cartel soviético de 1950 del autor Y. Semenov. "COMUNIDAD EUROPEA". Claro, comprensible para cualquiera. El precio de la "comunidad" es este: !Una sonrisa en los labios, aceite en los discursos, mentiras en los pensamientos, ! un cuchillo a la espalda!. 


El mayor retirado del ejército checo, Stanislav Balik, en entrevista al periódico Haló noviny, señaló que Vladimir Putin salvó ya a Rusia "en el último momento", en el 2000: “El mayor pecado de Rusia es que no se ha convertido en una colonia como nos hemos convertido (los checos). En 2000, Putin rescató a Rusia en doce segundos. Ya se estaba imprimiendo dinero para partes de Rusia que se suponía que tendrían independencia. Rusia debería haber sido parcelada como Yugoslavia. En lugar de Rusia, se establecerían unas diez unidades estatales y, por lo tanto, podrían ser colonizadas y saqueado lo que quedaba de la URSS, iba a sufrir el destino de la Ucrania actual, que ya ha comenzado a desmoronarse. Rusia iba a ser destruida definitivamente como estado. Los rusos se convertirían en esclavos impotentes sin ley que trabajarían por mendigar salarios a las corporaciones occidentales, principalmente de los Estados Unidos, Alemania y Gran Bretaña. Tal plan ya fue después de la Primera Guerra Mundial, cuando el acuerdo apoyó a los generales blancos, que se convertirían en instrumentos en la liquidación de Rusia”.

El experto mencionó la misma cuestión de la liquidación de Rusia planeada durante la Segunda Guerra Mundial, todo relacionado con la riqueza de materias primas del país. “Como siempre, fue geopolítica y riqueza mineral. No importa cuál sea el régimen en Rusia. Occidente siempre ha querido destruir a Rusia como Estado. Tales planes se hicieron incluso después de la Primera Guerra Mundial, cuando la Entente apoyó a los "generales blancos", que iban a ser manipulados para convertirse en un instrumento para la liquidación de Rusia. Hitler lo intentó por segunda vez, y sin la ayuda de Occidente no se habría vuelto tan fuerte como si no hubiera tenido el ejército que tenía. El intento de Hitler también fracasó a costa de más de 27 millones de ciudadanos soviéticos muertos”.


"Por el camino de Hitler... un solo camino, un solo final...". (El camino de Hitler solo tiene un final posible), V. Briskin 1952. El cartel muestra a representación del financiero estadounidense y a un militar británico sentados en un coche con forma de bomba, que se precipita por un acantilado. El capitalista lleva un banderín con la frase "Hacia la dominación mundial". El artista sugiere que ese camino es tan destructivo como el de Hitler, y que inevitablemente los llevará al fracaso. 


El experto Benjamin (Ben) Norton, periodista de investigación, fundador y editor de Geopolitical Economy Report, en junio de 2022 (“US gov’t body plots to break up Russia in name of ‘decolonization’), expresaba que el gobierno de EE. UU. conspira para desmantelar Rusia en nombre de la 'descolonización' y refiere que la Comisión de Helsinki del gobierno de Estados Unidos celebró una sesión informativa en el Congreso para planear formas de dividir a Rusia como país, en nombre de esa supuesta "descolonización".

Se instó a Estados Unidos a dar más apoyo a los movimientos separatistas dentro de Rusia, se propuso la independencia de numerosas repúblicas de la Federación Rusa, incluidas Chechenia, Tatarstán y Daguestán, etc., así como áreas históricas que existieron hace siglos, como Circasia.

Dice Norton que no es la primera vez que los halcones en Washington fantasean con dividir países extranjeros. Durante la Guerra Fría, Estados Unidos patrocinó grupos secesionistas dentro de la Unión Soviética (incluido Ucrania). En la década de 1990, el cártel militar de la OTAN liderado por Estados Unidos desmanteló con éxito Yugoslavia. El ex asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Zbigniew Brzezinski, a parte su obra conocida mundialmente, publicó un artículo en la revista de élite Foreign Affairs en 1997 proponiendo crear una "Rusia vagamente confederada, compuesta por una Rusia europea, una república siberiana y una república del Lejano Oriente".

Por si hay dudas, el artículo de Norton lo demuestra. La Comisión de Helsinki del Congreso estadounidense hizo el mayor llamado a la balcanización de Rusia. En la sesión informativa, 23 de junio de 2022, la Comisión de Seguridad y Cooperación en Europa de Estados Unidos (CSCE), comúnmente denominada “La Comisión de Helsinki”, (comisión "independiente", que en realidad es una agencia del gobierno de Estados Unidos, creada y supervisada por el Congreso), planteó el tema: "Descolonizar Rusia: un imperativo moral y estratégico", que parece ser idea de un tal Casey Michel quien publicó en mayo del 2022 un artículo en la revista The Atlantic, "Descolonizar Rusia" (posiblemente fue la inspiración para la sesión informativa del Congreso). (Mayor información en el enlace pertinente, abajo a pie de página).

Una de las participantes, Fatima Tlis, activista separatista circasiana de Rusia, afiliada a la Fundación Nacional para la Democracia (NED) de la CIA, que financia operaciones de cambio de régimen de EEUU en el mundo, propagandista del gobierno a través de “Voice of America” y “Radio Free Europe / Radio Liberty”, y de la Fundación Jamestown (neoconservador vinculado a la CIA), dijo a la audiencia que su "patria", Circasia, está "ocupada" por Rusia, hablando de "esclavitud blanca". Otra partícipe, Hanna Hopko, ex miembro del parlamento de Ucrania, presidió su Comité de Asuntos Exteriores, y figura importante en el golpe de Estado de 2014 patrocinado por EEUU en Ucrania, expresó que Washington debe pensar "cómo cambiar no solo el régimen, sino cómo cambiar la naturaleza imperialista del estado ruso". Etc, etc.


Dos caricaturas llenas de "premonición" de la revista “Perets” (Pimienta) de la Ucrania soviética, Izquierda, No. 16 de 1956, la portada contiene una cita de Iván Franko. Se puede apreciar a un “progresista” demócrata, con su sombrero característico de la época, un humilde servidor nacionalista ucraniano con los símbolos característicos lame la mano del superior. Derecha: Caricatura de 1960 de L. Kaplan, satiriza el nacionalismo ucraniano y la ayuda estadounidense a Ucrania. La imagen se titula “Señor Khalyavsky”, una referencia burlesca de la dependencia y la naturaleza oportunista percibida de los nacionalistas ucranianos. El personaje, que se asemeja a un nacionalista ucraniano, emerge de una bota militar con la inscripción "US", lo que simboliza el apoyo de EEUU. El personaje sostiene una bandera ucraniana, que representa el nacionalismo. El título es una referencia irónica a un escritor ucraniano del siglo XIX.


Funcionarios ucranianos, de la Unión Europea y estadounidenses dedicaron los primeros meses del conflicto en inventar crímenes de guerra rusos, (Bucha, Izium, secuestro de niños, etc.), esos bulos fueron difundidos por políticos y medios de desinformación de Occidente. Recordemos que clamaron por la urgente constitución de un "tribunal internacional" para castigar a Rusia. Sin embargo, nada de esto tiene que ver con la defensa de Ucrania, Occidente es totalmente indiferente a lo que les llegue a suceder a los ucranianos, la OTAN no está librando una guerra por los ucranianos, al menos no por Ucrania.

“Debemos hablar con franqueza, abiertamente: Occidente está librando una guerra feroz contra Rusia, utilizando a las fuerzas locales como representantes. Y esto está cubierto por la hoja de ruta de "defender la democracia". Sin embargo, lo que realmente quieren es que Rusia sea destruida. ¡Para siempre! ¡Irrevocablemente!”

Janusz Bugajski, de la Jamestown Foundation, publicó el libro "Estado fallido: una guía para la ruptura de Rusia" (2022), obra que no refiere al conflicto ucraniano, sino que es una consecuencia de larga data de la rusofobia; también publicó en 2021 un artículo en el periódico The Hill de Washington, "Gestión de la disolución de Rusia". No es solo una especulación teórica de algún soñador, es un llamado directo a la acción de un rusófobo abierto. Bugajski ha pedido abiertamente a la Casa Blanca promover la autodeterminación regional y étnica dentro de la Federación Rusa, indicando cuales regiones de la Rusia destruida por Occidente deberían recibir la independencia y cuáles deberían entregarse a Ucrania, Finlandia, Japón e incluso a China.

No es de extrañar, ni es novedad este tipo de artículos de “llamado a la acción”, Bugajski no es el único, abundan los intelectuales teóricos de la destrucción y/o desintegración de Rusia. La sutiliza de ocultar los llamados directos a la ruptura forzada de Rusia abundan en Occidente. Hoy, es básicamente debilitar a Rusia (con la actual guerra de desgaste con Ucrania). El artículo de Bugajski es un estudio auspiciado por la corporación de inteligencia estadounidense RAND, bajo encargo del Departamento de Defensa de Estados Unidos en 2019 (Vladimir Kornilov, septiembre 2022, artículo: “Time to drop our illusions, the West is waging a war to destroy Russia”, (“Es hora de dejar de hacernos ilusiones, Occidente está librando una guerra para destruir a Rusia”).

El llamado rusófilo es cada vez es más frecuente en la prensa desinformativa de Occidente. Por ejemplo, el Daily Telegraph presentó al ex comandante de la OTAN en Europa, general Ben Hodges, en un artículo sobre la preparación para la desintegración de Rusia. Hodges, empleado de CEPA, un grupo de presión financiado por contratistas de armas estadounidenses y de la OTAN, es una de las "cabezas parlantes" más activas en televisión respecto a la guerra en Ucrania. Hodges aspira que el colapso de Rusia se produzca dentro de la misma diversidad étnica rusa y que las sanciones económicas hagan imposible alimentar a 144 millones de personas.

La “idea” de Hodges fue bien recibida en círculos no tan conocidos que operan en el campo ideológico de la rusofobia. La revista polaca “New Eastern Europe” publicó un artículo sobre la deconstrucción de Rusia y la reconstrucción del "espacio post-ruso", calificándolo de escenario arriesgado pero inevitable. Los autores pidieron a Occidente que lidere el proceso de desintegración de Rusia de inmediato. No es exageración, al investigar las páginas de esa "revista" se encuentra con el típico "espectáculo de un solo hombre" (alguien llamado Jarosław Kociszewski de la Universidad Hebrea 2000 y Universidad de Tel Aviv 1996).


Izquierda: Oskar Garvens en "El Moloch de las plutocracias", 1940. Derecha: “Exprime…”, Y. Ganfa (1972) muestra a un general americano exprimiendo monedas de sus aliados europeos antes de depositarlos en el bote de 'OTAN'. Mientras tanto, la fábrica de la 'industria militar estadounidense' sigue funcionando a toda máquina en el fondo. El texto en la parte superior izquierda dice: “Bajo la presión de EEUU, los países de la OTAN decidieron aumentar el gasto militar en 1.500 millones de dólares. Este dinero se utilizará para comprar armamento estadounidense”. (La misma historia se repite hoy)


Otro de los principales portavoces de la rusofobia occidental es el profesor canadiense-británico Taras Kuzio del Atlantic Council, grupo de presión alineado con la OTAN. Él declara alegremente que el proceso de "colapso del imperio ruso de Putin" ha comenzado. En Estonia tenemos a Vladimir Yushkin, en el sitio web del Centro Internacional de Defensa y Seguridad que hace eco de las palabras de Hudges, añadiendo la supuesta "colonización de Siberia por parte de los chinos"; el presidente estonio, Alar Karis aplaudió esa “iniciativa” al inaugurar la conferencia del Comité Militar de la OTAN en Tallin (septiembre 2022), advirtiendo abiertamente a los jefes de Estado Mayor de la OTAN que deben abandonar su "miedo a desestabilizar la situación en Rusia".

The Economist, la piedra de toque ideológica de los liberales europeos, indicaba cómo Occidente debería asegurar la victoria de Ucrania sobre Rusia, cómo armar aún más al régimen de Kiev, la revista exige explícitamente que Occidente intente abrir una brecha entre el gobierno ruso y el pueblo ruso. Para ello, se insta a los líderes a apostar por los liberales rusos que se han trasladado al extranjero. Los enemigos de Rusia hablan abiertamente de usarlos para llevar a cabo un plan poco realista para desmembrar Rusia.

¿Qué más pruebas necesita alguien de lo que el Occidente colectivo espera lograr? “Con toda seguridad debemos afirmar que el Occidente colectivo ha pasado de las palabras a la acción y desafía abiertamente la existencia misma de la Federación Rusa. Sus ideólogos y varios políticos de alto nivel no ocultan el hecho de que al explotar el conflicto en Ucrania, están ayudando deliberadamente a crear una amenaza existencial para Rusia… Las apuestas se han elevado demasiado”. (Vladimir Kornilov)

La página web Cultura Estratégica de Alastair Crooke, ex diplomático británico, fundador y director del Foro de Conflictos, señalaba a manera de preguntas, en enero de 2023, si el “objetivo estratégico de EE.UU era ¿quebrar y desmembrar a Rusia; o mantener la hegemonía del dólar estadounidense? ¿O una confusa combinación de ambas?” ¿Y los británicos? “¿Es el mundo de habla inglesa hoy más claro sobre sus objetivos estratégicos con su guerra contra Rusia?” ¿Es realmente su estrategia la de destruir y desmembrar a Rusia? Si es así, ¿con qué fin preciso (¿como “el salto” a la guerra contra China?) ¿Y cómo va a lograr la destrucción de Rusia, una gran potencia terrestre, por parte de estados cuyas fortalezas son principalmente el poder naval y aéreo? ¿Y qué seguiría? ¿Una Torre de Babel de pequeños estados asiáticos enfrentados?

Crooke nos recuerda que la destrucción de Alemania en la segunda guerra mundial “fue una floritura retórica churchilliana (buena para la moral), pero no una estrategia. Al final, fue Rusia la que hizo la intervención decisiva y Gran Bretaña terminó la guerra financieramente en quiebra (con enormes deudas), una dependencia y rehén de Washington”.

Puede ser que en el fondo, el objetivo estratégico de la actual guerra liderada por Estados Unidos contra Rusia sea mantener la hegemonía del dólar y que Gran Bretaña quiere mantener su lucrativa primacía sobre gran parte de los recursos del mundo, intentando hacer explotar a Rusia como competidor político. Pero, esos dos objetivos no se superponen, tiran en diferentes direcciones. Vemos algo que ya ocurrió en la segunda guerra mundial, razona Crooke, la guerra con Alemania no consolidó el control británico sobre los recursos globales, Europa quedó en ruinas y Estados Unidos destruyó y luego asumió para sí mismo el dominio global. Un buen analista entenderá que Trump está haciendo lo mismo hoy, Europa pone el dinero y las armas en Ucrania, pero Rusia, una vez más, se impone. Los británicos y la UE volverán a quedar convertidos en empobrecidos deudores de guerra ucraniana en beneficio de los EEUU. Por otro lado, no cabe duda alguna, Rusia impondrá los términos de la derrota ucraniana, sea lo que sea que eso signifique en términos geográficos y de estructura política. No hay nada que discutir con los "colegas" occidentales.

La UE admitió, por medio de sus grandes líderes, Angela Merkel y François Hollande que la estrategia occidental desde la fraudulenta "revolución" de Maidan, los Acuerdos de Minsk y otras “negociaciones” fue una treta para encubrir los preparativos de la OTAN para una guerra de poder contra Rusia (lo hemos explicado a profundidad en el artículo anterior). No hay nada que negociar. Occidente jugó su guerra de poder contra Rusia, que parece será eterna, pero en la actualidad perdió la ventaja estratégica para desgastar a Rusia. La base europea de armas e industria está agotada, se ha despilfarrado en Ucrania armamento y recursos financieros, lo mismo Ucrania con el agravante de que los ucranianos han sufrido una hemorragia de hombres e infraestructura.


“Separatistas”, una ilustración de V. Hlyvenko, revista satírica soviética “Cocodrilo”, No. 14, 1954. El texto dice lo siguiente: “Los nacionalistas burgueses ucranianos supervivientes, los llamados separatistas, dependen ahora de círculos reaccionarios en Estados Unidos”. (Esa historia ucraniana se repite en el siglo XXI)


Lo que mantiene “vivo” el mermado poder de la UE-OTAN es la propaganda, nos bombardean con discursos de que la OTAN puede desplegar una fuerza expedicionaria, la "coalición de los dispuestos" en el oeste de Ucrania. ¿Tiene sentido en los actuales momentos en que Ucrania está al borde del colapso? Puede desplegarse, pero no podrá prevalecer como fuerza militar en estas circunstancias.

Mediante el control total de los medios de comunicación y las plataformas tecnológicas, UE-OTAN (Occidente) puede evitar que sus poblaciones se enteren de hasta qué punto el poder y las pretensiones occidentales han sido perturbadas. En Washington parece que se está preparando al público para que asuman la “catástrofe” europea, de la cual se beneficiará sin duda EEUU con la imposición de aranceles y la exigencia de que Europa debe invertir miles de millones de dólares en EEUU para su protección.

Alastair Crooke en forma perspicaz vuelve a preguntar: “¿fue siempre la destrucción de Rusia el principal objetivo estratégico de Estados Unidos? ¿No es el objetivo -más bien- asegurar la supervivencia de las estructuras financieras y militares asociadas, tanto estadounidenses como internacionales, que permiten que se acumulen enormes beneficios y la transferencia de ahorros globales a la seguridad occidental? O, en pocas palabras, la preservación del dominio de la hegemonía financiera de Estados Unidos”.

Oleg Nesterenko ha escrito: "Esta supervivencia es simplemente imposible sin la dominación mundial militar-económica, o más precisamente, militar-financiera. El concepto de supervivencia a expensas de la dominación mundial fue claramente articulado al final de la Guerra Fría por Paul Wolfowitz, subsecretario de defensa, en su llamada Doctrina Wolfowitz, que compartía a Estados Unidos como la única superpotencia que quedaba en el mundo y cuyo principal objetivo era mantener ese estatus: evitar la reaparición de un nuevo rival, ya sea en la antigua Unión Soviética o en cualquier otro lugar, que sería una amenaza para el orden anteriormente representado por la Unión Soviética".

Los acontecimientos se han desarrollado lejos de lo esperado en la Casa Blanca y en Bruselas. La economía rusa no se ha derrumbado, como se predijo con aire de suficiencia. El apoyo del presidente Putin es alto en un 81%; la Rusia colectiva se ha consolidado en torno a los objetivos estratégicos más amplios de Rusia. Además, Rusia no está aislada a nivel mundial.

¿Pueden sobrevivir los mercados occidentales ante tales hechos? ¿Y si Rusia lleva a Ucrania al borde del colapso del sistema? ¿Los antirrusos estadounidenses y europeos levantarán las manos y concederán la victoria a Rusia?, parece poco probable.

Estas son incógnitas, dice Crooke, pero “la ansiedad afecta a la "supervivencia" de Estados Unidos, es decir, la supervivencia de la hegemonía del dólar. Así como la guerra de Gran Bretaña contra Alemania no reafirmó ni restauró el sistema colonial (todo lo contrario), tampoco la guerra de Rusia ha logrado reafirmar el apoyo al orden global liderado por Estados Unidos. Por el contrario, ha encendido una ola de desafío dirigida al orden global”.

Aclaremos que el artículo de Crooke data a inicios de 2023, y el autor ya se preguntaba si “la relajación del sistema del petrodólar podría asestar un golpe significativo al mercado de bonos del Tesoro de Estados Unidos. La caída de la demanda del dólar en el ámbito internacional provocará automáticamente una devaluación de la moneda; y, de facto, una caída en la demanda de letras del Tesoro de Washington. Y eso en sí mismo conducirá, mecánicamente, a un aumento de las tasas de interés".


Izquierda, B. Efimov y N. Dolgorukov: “¡Quienes incitan a una nueva guerra deberían recordar el vergonzoso final de sus predecesores!”, 1947. Derecha: V. Govorkov ¡No te hagas el tonto!, 1948.


La narrativa propagandística de evitar que el público occidental se entere del estado incierto de las cosas, continúa con la narrativa de “Ucrania está ganando”. Un propósito principal siempre fue el de gestionar la inflación a la baja y las expectativas de tipos de interés, manteniendo la esperanza de un colapso en Moscú. Un colapso que devolvería a la esfera occidental a la "normalidad" de abundante energía rusa barata y abundantes materias primas baratas, pero eso no va a suceder. “Intentar los objetivos de una Rusia debilitada y mantener intacta la hegemonía global del dólar puede no ser posible. Corre el riesgo de no lograr ninguna de las dos cosas, como descubrió Gran Bretaña a raíz de la Segunda Guerra Mundial. En cambio, Gran Bretaña se encontró arruinada", concluye Alastair Crooke.

En este punto vale reseñar el sabotaje del oleoducto Nord Stream que ahondó aún más las dificultades económicas en Europa al dejar de recibir el 35% del gas ruso consumido por los europeos. No, no fueron los ucranianos los responsables del acto de “heroísmo” publicitado como una película de Hollywood, esa historia es técnicamente imposible de sostener, una historia absolutamente falsa. Todo lo que se publicó y sigue apareciendo sobre el atentado al Nord Stream tiene como tarea encubrir a Estados Unidos y otras naciones occidentales. Es lo que denominamos una parte del plan para aislar a Rusia de Europa, la fábula de los 'ucranianos borrachos' es una afrenta al sentido común.

Seymour Hersch, afamado periodista estadounidense, establece en su informe sobre el Nord Sream que el sabotaje fue una operación de la CIA perpetrado por buzos de la Marina de los Estados Unidos. “Más interesante que 'quién lo hizo' es preguntar ‘¿cómo sabían que podían?’ En otras palabras, cuando se comete un crimen descarado y el perpetrador sale impune, la pregunta no es necesariamente '¿cómo se salió con la suya?', sino '¿cómo supo que se saldría con la suya?' Un crimen es una cosa, pero la aparente confianza de antemano en que no acarreará consecuencias es una cuestión de una magnitud mucho mayor. Esto último apunta a fuerzas más profundas que operan dentro de una sociedad o incluso una civilización.

Para subrayar cuán descarado fue ese acto, considere esto. El gasoducto era, en parte, propiedad europea y termina en Alemania, y el ataque ocurrió en aguas territoriales danesas. Por lo tanto, lo que tenemos equivale efectivamente a una agresión contra dos países de la OTAN y, según el artículo 5 del tratado del bloque, un acto de guerra contra la OTAN en su conjunto. Un funcionario alemán incluso lo admitió, diciendo al Wall Street Journal que "un ataque de esta escala es una razón suficiente para activar la cláusula de defensa colectiva de la OTAN". (Henry Johnston: “Un vistazo al pasado: por qué el sabotaje al Nord Stream podría llegar a su fin”, 28 de agosto de 2024)

Este es el caso en que Europa ha ido en gran medida en contra de sus propios intereses económicos al enfrentarse a Rusia. Contemplamos la incapacidad de Europa para pensar críticamente sobre sus propias políticas o labrar su propio camino separado de Estados Unidos, "la desindustrialización mental de Europa" como predice el analista sueco Malcom Kyeyune. Y, como argumentó el analista Dr. John Coleman, desde fines de la década de 1960, la desindustrialización de Europa y crecimiento industrial cero, despoblación (mediante la vacunación mundial), la pérdida de la democracia y otros datos que con el paso de los años se materializan como “profecías”.

Eso está aconteciendo en el presente. Los desastres económicos de la pérdida de gas ruso no se van a detener, lo reconocen en la propia Alemania, probablemente el país nunca se recuperará del todo de esta nueva crisis energética y se observa "una importante destrucción estructural de la demanda en las industrias de gran consumo energético". Efectivamente, Estados Unidos está dejando solo a Europa en el conflicto ucraniano. Europa, está "atrapada repitiendo viejas narrativas sobre la libertad y la civilización, y Occidente, aferrándose a suposiciones que han demostrado ser obsoletas por los acontecimientos en Ucrania y Oriente Medio". El objetivo de infligir la derrota a Rusia a través de Ucrania parece dirigirse a un desenlace vergonzoso y devastador porque Occidente ha demostrado no estar a la altura de la tarea de manejar las demandas industriales de un conflicto real, señala Henry Johnston.

Destaca Johnston que el sabotaje del Nord Stream no ha tenido un ajuste de cuentas público, ni una verdadera evaluación de su significado, ha sido descartado, minimizado y silenciado, solo narrativas en constante cambio, engaño y prevaricación sin fin...

¿El “plan” de la UE?... “Europa gastará 100.000 millones de dólares que no tiene para comprar armas que Estados Unidos no tiene y armar a los soldados que Ucrania ahora carece”, ¿será ese el nuevo plan?...

¿Está Ursula von der Leyden realmente a cargo de la Unión Europea?, nadie puede explicar coherentemente por qué terminó de "negociar" un anti-acuerdo grotescamente desventajoso en agosto de 2025 con Estados Unidos. Al decir de expertos, en realidad es una rendición incondicional sin luchar ante Estados Unidos, construido sobre el principio elegantemente simple: "Tú lo obtienes todo, nosotros no obtenemos nada, y te pagaremos por eso también".

Gente como von der Leyden son las mentes “brillantes” que creen que la UE es un faro de "libre comercio". En realidad, uno de los propósitos para los que se construyó la UE, aparte de suprimir la soberanía nacional y cualquier elemento débil de la democracia que los estados europeos de posguerra hayan presentado, fue no permitir el libre comercio. En realidad, la UE permite algo parecido al libre comercio solo cuando se percibe como ventajoso para su propia agenda o la de estados y grupos de presión específicos, o, por supuesto, cuando se ve obligada a hacerlo. En todos los demás casos, practica toda una plétora de políticas proteccionistas. Fue, precisamente, la negativa de la Unión Europea, no de Rusia, a siquiera considerar el "libre" comercio para Ucrania tanto con ella como con Rusia lo que jugó un papel clave en el desencadenamiento de la crisis original de Ucrania entre 2013/14. (Razonamientos de Tarik Cyril Amar en el artículo: “Eche un vistazo poco común a las mentes enfermas que se esconden detrás del belicismo de la UE”, agosto 2025).

La gran incógnita -en realidad no lo es- constituye la administración de Donald Trump en la Casa Blanca. Se habla de paz para acto seguido hablar de guerra, de nuevos misiles, de despliegue de tropas, etc. Solo una cosa es verídica, Trump prioriza los negocios a la guerra, pero no es de los que le temblará la mano si de entrar en guerra se tratara en última instancia. Trump inició su periodo con una apuesta radical. Su vicepresidente, J.D. Vance declaró: “Hemos terminado de financiar la guerra en Ucrania”, al tiempo que presiona a Rusia a concluir un acuerdo de “paz”. El gobierno estadounidense declaró que desea la paz y que dejará de financiar la guerra en Ucrania (dicho antes de la reunión en Alaska entre Trump y Putin). Se habló de que Europa “cree” en una iniciativa diplomática, económica y militar que proteja los intereses vitales de seguridad de Ucrania y Europa.

Esa “iniciativa” europea no es otra que, conforme Vance señaló: "los estadounidenses están hartos de seguir destinando su dinero, sus impuestos, a este conflicto en particular. Pero si los europeos quieren intervenir y comprar las armas a los fabricantes estadounidenses, nos parece bien, pero ya no vamos a financiarlo nosotros mismos… Si tanto les preocupa este conflicto, deberían estar dispuestos a contribuir de forma más directa y sustancial a la financiación de esta guerra”, dijo Vance en Fox News en su visita a Inglaterra en agosto 2025.

Todo está tan claro como el agua, Estados Unidos gana cuando Mr. Trump consiguió un acuerdo para que sus socios de la OTAN destinen el 5% de su producto interior bruto a defensa que, evidentemente, parte se destinará a Ucrania, por lo que es posible que EEUU envíe armas letales a Ucrania, pagadas por otros países de la OTAN.


"Si has olvidado dónde están los límites, ¡te ayudaremos a aterrizar!", E. Maloletkov, 1954


Si alguien cree que estas acciones no son una intervención y participación directa de Europa y Estados Unidos en la guerra de Ucrania que lance la primera piedra.

Continúe en la Parte VIII

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