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05 octubre 2025

¿Es ahora Palestina un nuevo Estado?



Resumen y recopilación de varias fuentes

Introducción del editor del blog

El reconocimiento de Palestina como estado por parte de una gran parte de las naciones del mundo durante el 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas ha dejado más dudas que certezas.

A lo largo de su existencia, distintos gobiernos de Israel, de una u otra manera, han tenido que aceptar que habría la necesidad de establecer un estado palestino, para contradecirse acto seguido y oponerse rotundamente alegando cuestiones de seguridad, peor aún es el supuesto retorno a las fronteras de 1967, eso es innegociable para Israel. Otro argumento recurrente es la oposición al método palestino de ir ganando de a poco el reconocimiento como estado o mediante una votación de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Israel aduce que esa política no hace honor a los Acuerdos de Oslo (que ellos jamás han respetado), ya que ambas partes aceptaron no realizar movimientos unilaterales.

Oficialmente, Palestina venía siendo un “estado observador” de las Naciones Unidas que modificó el estatus de Palestina de “entidad” a “estado observador no miembro”. Palestina fue admitida con tal estatus desde el 29 de noviembre de 2012, Resolución 67/19 de la Asamblea General. La resolución fue aprobada con 138 votos a favor, 9 en contra y 41 abstenciones. El estatus otorgado, "Estado observador no miembro" es equiparable al estatus que goza el Estado Pontificio Vaticano.

El 18 de abril de 2024, el Consejo de Seguridad de la ONU votó una solicitud en la que se pedía que el “Estado de Palestina sea admitido como miembro de las Naciones Unidas”, un solo votó en contra de Estados Unidos, utilizando su derecho de veto paralizó la solicitud. No obstante, el 10 de mayo de 2024, la Asamblea General de la ONU respaldó el requerimiento de Palestina para convertirse en un Estado miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas, ya que cumple con todos los requisitos para su admisión, por lo que devolvió la solicitud al Consejo de Seguridad para una reconsideración favorable (143 votos a favor). La resolución incluyó un anexo que otorga derechos adicionales a la misión palestina en la ONU​.

El pasado 22 de septiembre de 2025, 155 de los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas reconocen al Estado de Palestina, incluidos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, excepto Estados Unidos cuya posición es igual a la de Israel y otros pocos países, su postura del no reconocimiento es que dicho estado solo puede ser establecido mediante negociaciones directas entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina, algo que Israel ha venido saboteando durante décadas; además, lo señalamos más arriba, Israel se “protege” en los Acuerdos de Oslo, en que las partes aceptaron no realizar acciones unilaterales…

Pocos cayeron en cuenta que el pasado 18 de septiembre de 2025 era la fecha límite establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas para que Israel cumpliera con un fallo del año pasado de la Corte Internacional de Justicia para que retirara su "presencia ilegal" de los territorios ocupados. No solo que Israel desobedece esta resolución, ha hecho exactamente lo contrario, ha intensificado la destrucción y limpieza étnica de Gaza y se apresta a anexarse Cisjordania. Aparte de la cuestión del genocidio, la resolución de la ONU exige a los estados poner fin a la transferencia de armas a Israel y aplicar sanciones hasta que se ponga fin a la ocupación. ¿Se ha visto algo al respecto? Tal vez España, entre muy pocos, es la excepción.

Las posturas de las partes son inconciliables: delimitación de fronteras definitivas; el estatus de Jerusalén y el libre acceso a los lugares sagrados; el acceso al agua; la seguridad estatal: los ilegales asentamientos israelíes en Jerusalén Este y Cisjordania; el invocado derecho de retorno de los refugiados palestinos expulsados de sus hogares durante la guerra árabe-israelí de 1948… Un galimatías de proporciones bíblicas.




El problema es que los palestinos no tienen opciones

“El reconocimiento de Palestina es una repetición del fraude de "paz" de Occidente en Oslo” (Jonathan Cook, Middle East Eye, 26 sep 2025)

El renuente reconocimiento del estado palestino por parte de Gran Bretaña, Francia, Australia y Canadá es una estafa: es el mismo cambio y cebo que ha estado bloqueando la creación de un estado palestino durante tres décadas de la supuesta construcción de ese estado. A finales de 2025, cuando Palestina está en las etapas finales de su erradicación, ¿es ético ese reconocimiento?

A finales de la década de 1990, se firmaron los Acuerdos de Oslo con el respaldo occidental. La Autoridad Palestina (AP) se estableció bajo Yasser Arafat con el objetivo aparente de que Israel se retirara gradualmente de los territorios que aún ocupa en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este y que la Autoridad Palestina comenzara a gobernar un estado palestino emergente. Sin embargo, Yitzhak Rabin dijo al parlamento israelí que su visión no era de un estado sino de "una entidad que es menos que un estado", una autoridad local palestina que dependerá totalmente de su vecino, Israel, para su seguridad y supervivencia económica. Rabin fue asesinado por un pistolero de extrema derecha, su sucesor, Benjamin Netanyahu fue impulsado para detener el proceso de Oslo.

En 2000, las cumbres de Bill Clinton en Camp David entre líderes israelíes y palestinos no lograron ni siquiera un estado palestino minimalista que Israel estuviera dispuesto a aceptar. La Hoja de Ruta para la Paz de George W. Bush en 2003 trató a medias de resucitar el estado palestino, Estados Unidos aceptó las 14 "condiciones previas" israelíes, imposibles para negociar, incluida la continua expansión de los asentamientos. Lo dijo Netanyahu, Estados Unidos es fácil de manipular en beneficio de Israel.

Barack Obama asumió una gran visión de paz, pura retórica hundida rápidamente por la negativa de Israel a dejar de expandir sus asentamientos ilegales y robar más tierras en Cisjordania que son necesarias para un estado palestino. El plan del "acuerdo del siglo" de Donald Trump para 2020, disfrazó la anexión de grandes partes de Cisjordania como un estado palestino y la comunidad internacional se “comió el cuento”. Trump consideró un plan de caridad para “incentivar” económicamente a los palestinos de Gaza para que se trasladen al desierto del Sinaí en Egipto.

Israel siguió y sigue brutalizando a los palestinos y tomando sus tierras, esa es la forma de aplicar las “iniciativas de paz”, forjando una mayor resistencia palestina que culminó con el solapado ataque de un día de Hamas, el 7 de octubre de 2023. Israel respondió hasta el presente con el genocidio en Gaza. Joe Biden, presidente de Estados Unidos, es el socio activo desde el principio, enviando bombas para ayudar a arrasar el enclave y proporcionando cobertura diplomática, Israel aprovecha sin molestias y acelerara el proceso de la anexión de facto de Cisjordania.

Trump presentó un "Plan de la Riviera de Gaza", en el que quien sobreviva de los 2,3 millones de palestinos tendrá que ser "limpiado", Gaza reconstruida con dinero de las petro-monarquías del Golfo sería un patio de recreo para los ricos. Para rematar, el acusado por crímenes de guerra en Irak, Tony Blair, podría ser nombrado "gobernador" efectivo de una Gaza en ruinas.


              viñeta "Mordazas", de Luiso Garcia


Más sobre el “reconocimiento”

La verdad más profunda que el “reconocimiento” de Starmer, Macron y otros líderes europeos es que pretende ocultar que, si no queda ya territorio palestino -Gaza es arrasada y su población muerta o limpiada y Cisjordania anexada- la condición de Estado se vuelve discutible.

“Reconocemos” a Palestina vociferan, pero no hacen nada por detener el genocidio y la ocupación de más territorios palestinos en Cisjordania. A la fuerza vendrá el momento en que ya no habrá nada que “reconocer”.

El "reconocimiento" es principalmente simbólico, Starmer y los otros lo ven como poco más que un golpe retrospectivo ya que Israel no juegue limpio. Israel finge indignación al expresar que el reconocimiento sirve como una supuesta "recompensa al terrorismo". En realidad, no hay nada tangible en juego. El “reconocimiento” envía un mensaje completamente falso al público de que están "haciendo algo" por los palestinos. Quieren hacernos creer que se están enfrentando a Israel, y detrás de él a Estados Unidos. El reconocimiento es un gigantesco ejercicio de desviación, una operación de lavado de imagen, que ignora la realidad sustantiva: que, aparte de este acto "simbólico", estos estados occidentales continúan armando a Israel, entrenando soldados israelíes, proporcionando inteligencia a Israel, comerciando con él, dándole apoyo diplomático.

Hay una última razón poderosa por la que algunos gobiernos occidentales están alzando su voz en apoyo de la creación de un Estado palestino. Para salvar su propio pellejo, afirma en su artículo Jonathan Cook. A diferencia de Washington, que trata con abierto desprecio el derecho internacional y los tribunales internacionales encargados de defenderlo, muchos aliados de Estados Unidos temen su vulnerabilidad. Temen que pueda enjuiciarse a sus funcionarios por complicidad en crímenes de guerra.

Gran Bretaña y los otros no solo siguen ayudando a apuntalar el genocidio en Gaza, sus vínculos comerciales, la venta de armas, el intercambio de inteligencia y las maniobras diplomáticas, eso también es esencial para el mantenimiento de la ocupación ilegal de Israel; por lo mismo, no debería ser necesario señalar que el presunto desmantelamiento de la ocupación de los territorios palestinos significaría la otra cara, el establecimiento de un Estado palestino.

Por eso nadie debería tomar en serio la palabra de Starmer, Macron, Carney y demás. Si el establecimiento de un estado palestino "viable" fuera realmente su objetivo, estos líderes ya habrían impuesto a Israel sanciones y aislamiento diplomático, prometerían mantener la orden de arresto de la Corte Penal Internacional contra Netanyahu, no harían la vista gorda ante los repetidos ataques de Israel contra las flotillas en alta mar para ayuda a Gaza que buscan llevar alimentos a una población hambrienta.

No crean ni una palabra de lo que Starmer, Macron y el resto dicen, éstos son criminales de guerra, que en un mundo correctamente ordenado, uno donde el derecho internacional tiene influencia, ya estarían en el banquillo de los acusados. Sus maniobras actuales no deben dejarlos fuera de juego, expresa Cook. Hay tantas posibilidades de que el reconocimiento palestino modere su complicidad en los crímenes de Israel como lo hizo el proceso de "paz" de Oslo, celebrado por sus predecesores, hace una generación. De hecho, la evidencia sugiere que, como sucedió con Oslo, Israel utilizará esta última "concesión" de Occidente a los palestinos como pretexto para expandir e intensificar sus atrocidades, con la bendición de Washington.


            Foto archivo, mayo 2018. palestinos lanzando piedras


Las siguientes líneas son un resumen textual de un duro y contundente artículo de reciente publicación, redactado por el activista palestino Majed Abusalama, defensor de derechos humanos, académico y periodista independiente, “El reconocimiento europeo de un Estado palestino no es un acto de solidaridad, sino una traición a la liberación palestina” (27 de septiembre de 2025, para Mondoweiss).

“Los recientes reconocimientos de un Estado palestino por parte de varios países europeos no son actos de solidaridad, sino una profunda traición que socava nuestra lucha por la liberación al legitimar el sionismo. Tampoco es un gesto de solidaridad".

Abusalama es del parecer de que "la mayoría de los palestinos no están de acuerdo con una solución de dos estados, que es de lo que dependen todos los movimientos recientes para reconocer un estado palestino. Es solo la élite de la Autoridad Palestina (AP), que continúa subcontratando al régimen colonial israelí, la que abraza este reconocimiento para cumplir con su papel en un proyecto subcolonial. Han acumulado riqueza, estatus y control superficial beneficiándose de la gobernanza neoliberal bajo ocupación militar, mientras sirven internacionalmente a los imperialistas liberales que defienden una solución de dos estados que reduce Palestina sin disculpas y otorga a los sionistas más tiempo para expandir su proyecto colonial de asentamientos a través de la Palestina histórica".

Abusalama es crítico en apuntar al silencio global frente al genocidio en curso, la brutalidad que se observa día a día en la invadida ciudad de Gaza, parte de la “olvidada” declaración del derecho inalienable al retorno de los refugiados y el estatus de Jerusalén. Afirma que los palestinos deben definir su propia liberación, no deben consentir que las potencias opresoras, cómplices de la inacción ante el genocidio encubran su fracaso con gestos huecos de reconocimiento. “Nuestra liberación no puede ser definida por aquellos que han permitido nuestra opresión”. Ese reconocimiento no detendrá la colonización, la acelerará porque los israelíes accionarán con mayor fuerza, aislando a los palestinos. “No es un paso hacia la justicia sino una maniobra de bancarrota moral, es legitimar el sionismo". No restaurará el derecho al retorno en virtud de la Resolución 194 para los refugiados y, una vez más, socavará ese derecho para servir a los intereses sionistas, defendiendo la supremacía judía sobre la Palestina histórica sobre los cuerpos de cientos de miles de palestinos y más de un millón que han sido encarcelados por resistir al régimen colonial sionista desde 1948. El "reconocimiento" no restaura el derecho a la patria palestina, sino que la borra. Sostiene y legaliza el robo de Palestina. Ofrece autodeterminación incondicional a los colonos sionistas, pero autodeterminación condicional a los palestinos y a sus libros escolares. "Esta humillación nos priva de nuestra agenda política", sostiene Abusalama.

"La gente aplaude como si los pueblos nativos de Palestina necesitaran el reconocimiento de sus colonizadores, que actualmente están cometiendo genocidio en Gaza y han llevado a cabo repetidos ataques brutales a lo largo de los años, con crímenes documentados contra la humanidad".

Esas mismas instituciones y estados continúan apoyando el genocidio transmitido en vivo, afirman su respaldo al proyecto colonial de asentamientos, no les interesa revisar el plan de partición original que otorgó más del 43% de la Palestina histórica al movimiento sionista. Después de los Acuerdos de Oslo en 1993, algunas élites del Partido Fatah acordaron solo el 18% de la Palestina histórica. Hoy, con más de 700.000 colonos judíos en Cisjordania y Jerusalén, la Autoridad Palestina controla menos del 10% de la tierra. Incluso en esas áreas, las fuerzas coloniales israelíes conservan la libertad de encarcelar, bombardear y atacar, despojando cualquier noción de autonomía o soberanía de nuestra llamada condición de estado.

Es la lógica del colonialismo. Cualquiera que lo acepte sin interrogar la historia es hipócrita o cómplice, sirviendo a intereses hegemónicos que en última instancia permiten la plena liberación sionista mientras niegan la liberación palestina, u ofrecen solo una versión parcial y vacía de ella. Sin embargo, la gente aplaude cualquier forma de reconocimiento estatal. La mayoría de los partidos políticos en Europa lo apoyan sin pausa crítica, sin ver cómo tal reconocimiento no solo socava los derechos políticos palestinos, sino que también desestabiliza la región.

"Todas las generaciones de palestinos conocen esta verdad: tal reconocimiento no nos liberará, restaurará nuestra patria ni ofrecerá reparaciones. Nos hace invisibles, inferiorizados y profundiza nuestra desconfianza en una comunidad internacional que parece unida contra nuestros sueños. Lo hacen sin mirar el mapa, sin reconocer cómo el colonialismo de asentamiento se ha expandido implacablemente desde 1948 hasta hoy. Ignoran cómo las fuerzas sionistas nos han asediado, robado nuestros recursos naturales y demonizado nuestra existencia en connivencia con las élites occidentales orientalistas".

En su duro mensaje, Abusalama, señala  que el mundo debe hacer una pausa y descolonizar su pensamiento. "No aceptaremos ni una parte de nuestra patria para que los colonos europeos, rusos y estadounidenses puedan disfrutar del resto". El reconocimiento no es un paso hacia la justicia, es un escape de la responsabilidad, parte del genocidio en curso y la escalada de la Nakba. Secuestra todo lo palestino, incluida la capacidad de soñar con un tipo diferente de liberación, una que podría incluir al pueblo judío, pero no a expensas de los sueños nativos.

"Esta es una bancarrota liberal disfrazada de solidaridad. Convence al mundo de que se está haciendo algo por los palestinos, cuando en realidad estamos siendo castigados, violados y silenciados, mientras que las bocas imperialistas hablan solo por sí mismas".

"Este reconocimiento estatal es la forma más hipócrita, egocéntrica y eurocéntrica de escapar de la responsabilidad moral mientras continúa apoyando la superioridad colonial de los colonos judíos blancos en Palestina. Nunca aceptaré ningún reconocimiento que legitime el régimen colonial sionista israelí o encubra la complicidad imperialista occidental, especialmente del Reino Unido. Este reconocimiento no es una solución; es una distracción para poner fin al genocidio y al colonialismo de asentamiento. El Reino Unido, como todas las potencias occidentales, continuará su comercio de armas con Israel y hará negocios como de costumbre, participando en nuestro genocidio sin vergüenza.

También rechazo la idea de que los líderes occidentales tengan derecho a decidir por los palestinos si Hamas debe involucrarse en el futuro de Palestina. Esa es una decisión política palestina. Sin embargo, los imperialistas occidentales, fieles a su naturaleza, asumen que saben más que nosotros, el pueblo indígena de Palestina. Soy una de las voces más críticas de Hamas, pero reconozco que tiene legitimidad política y una base de votantes. Es el partido político palestino más grande y debe ser respetado como tal.

Los imperialistas occidentales quieren que aceptemos el sionismo y el colonialismo de asentamiento en toda la Palestina histórica. La verdadera traición radica en aceptar estos términos sin exigir pasos concretos para poner fin al genocidio, reconocerlo y sancionar a los responsables. Esa debe ser nuestra primera demanda, de lo contrario, deshonra los sacrificios de los palestinos en Gaza, el 80% de los cuales son refugiados.

El reconocimiento de Palestina es un espejismo colonial. Una solución de dos estados no es solo ficción, sino que también nació muerta y no es un camino hacia la liberación colectiva. El verdadero reconocimiento comienza con el reconocimiento del genocidio, la sanción a Israel, el fin de la impunidad y el desmantelamiento de las estructuras coloniales que nos han desposeído durante generaciones. Cualquier cosa menos no es reconocimiento, es rendición. Y yo, como muchos palestinos, nunca lo aceptaré”.


            Foto archivo (Reuters)


¿Qué va a suceder?

Cuando se le preguntó a Netanyahu si estaba de acuerdo con un estado palestino. Él respondió: "Absolutamente no. No está escrito en el acuerdo, una cosa dijimos. Que nos opondríamos firmemente a un estado palestino”. El presidente Trump también lo dijo.

Los dueños del circo en la Casa Blanca han establecido que Mr. Trump será quien fije la fecha límite para que Hamas acepte el acuerdo de paz para Gaza. ¿Y cuándo se considerará que Hamas ha rechazado la propuesta? porque la va a rechazar, quedará a voluntad del presidente de Estados Unidos. El famoso “Plan Trump” contempla el cese al fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes bajo control de Hamas en un plazo de 72 horas, el desarme del grupo y una supuesta retirada progresiva del ejército israelí de la Franja de Gaza.

No habrá luz al final del túnel, solo variará la forma de ocupación y asedio. Es un gran dilema, Palestina queda nuevamente entre la espada y la pared, no tiene -porque no le permiten- capacidad de plantear alternativas. ¿Aceptas o no? Y la peor traición -siempre presente- viene del propio mundo islámico, los gobiernos árabes y musulmanes han decidido apoyar a raja tabla el plan de “paz” de Mr. Trump. Eso es traición, miedo, cobardía e interés. Ninguna de las naciones islámicas ha dicho algo en contrario para rechazar el plan (excepto los integrantes del “Eje del Mal” que aun no son destruidos o en proceso de destrucción: Yemen e Irán).

Los líderes árabes y musulmanes han traicionado a la causa nacional palestina que afirman haber promovido durante mucho tiempo. No hay una palabra en este plan sobre autodeterminación y el derecho inalienable de los palestinos a su propio estado. Ninguna autoridad de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Egipto, Turquía, Jordania, Indonesia, Pakistán, etc., que han abrazado el “plan de paz”, nunca conversaron previamente con los palestinos. Juntos traicionaron a los palestinos al poner su nombre en un acuerdo unilateral y malévolo.

Peor, los palestinos no tienen voz ante las imposiciones que vendrán sobre Gaza, en el famoso plan de posguerra. “Esas naciones tienen como tarea obligar a Hamas a aceptar términos de rendición que los tanques, drones y robots israelíes no pudieron lograr en el campo de batalla. Pueden hacer esto con nada menos que un abrumador sentido de vergüenza”. (“La gran traición: por qué los gobernantes árabes y musulmanes respaldaron el plan de Trump para Gaza”, David Hearst, Middle East Eye)

Por miedo, cobardía e interés los árabes y musulmanes darán la espalda a Palestina, precisamente cuando la mayoría del mundo se ha vuelto decididamente en contra de los políticos gobernantes en Israel. Cuando la mayoría de los países que antes se negaban a reconocer al estado de Palestina, hoy lo hacen no solo por sentido humanitario sino por pura cuestión de legalidad. Sin embargo, los jefes árabes -con dedicatoria a los petro-monarcas del Golfo- han expresado que respaldarán el plan de “paz” que lo único que garantiza es que un supuesto estado palestino independiente jamás será viable ante la presencia “protectora” de Israel.

¿Qué pasaría si, por ejemplo, la Arabia de los Saud se opusiera?... Están más preocupados en hablar del programa estratégico social y económico del Reino, “Visión 2030”, destinado a diversificar la economía de la nación y estimular numerosos cambios en sus sectores sociales y económicos, "construir un mundo sostenible, deseable y progresivo", bla bla bla., imposible de ejecutarse sin el respaldo de los opresores de Palestina. ¿Qué pasaría si protestan? Pasaría que no sobreviviría mucho tiempo…Y qué decir de Qatar y los otros petro-monarcas… ¿Siria? ha caído, el jefe de los terroristas de al Qaeda, hoy es abrazado y recibido en la Casa Blanca y en la Unión Europea… cosa rara, ¿verdad?

No existe garantía de que al menos se intente detener la limpieza étnica y el genocidio. El hecho es simple, bajo el “plan” las fuerzas militares de Israel no abandonarán la Franja de Gaza, y, si a Netanyahu le da la regalada gana será él quien decida si entregará alguna parte de Gaza a una pretendida Fuerza Internacional de Estabilización (ISF). Si tal programa de retirada se diera – hipotéticamente- será el mismo Netanyahu o cualquier otro jefe israelí que asuma el poder, quien decidirá qué y cuánta ayuda se podrá ingresar en Gaza. No hay forma de que las “garantías” del plan de posguerra permita el resurgimiento de Gaza bajo cualquier gobierno palestino. Ningún líder palestino podrá acceder a algún rol en la reconstrucción de Gaza. La separación definitiva de Gaza y la Cisjordania ocupada quedará definitivamente establecida. La Autoridad Palestina quedará desarmada, además deberá retirar los casos contra Israel en la Corte Penal Internacional (CPI) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ), dejará de pagar a las familias de los combatientes asesinados, cambiará el plan escolar de estudios y corregirá a los medios de comunicación que pudieran existir. En ese caso, de cumplirse estas exigencias del “plan”, tal vez, Israel consideré cambiar de actitud hacia los palestinos.

¿Un Contraplan árabe?

¿Dónde está el contraplan árabe? No existe. ¿Dónde está la determinación de contrarrestar la expansión de las fronteras de Israel? pura fantasía. El compromiso de retirarse de toda Gaza se convierte mágicamente en una retirada "condicionada al desarme y al mantenimiento de un perímetro de seguridad". Y aquí entra en juego Egipto que parece ha aceptado una presencia israelí permanente en Rafah y a lo largo del Corredor Filadelfia que separa Gaza del Sinaí. Israel es inflexible en cuanto a retener el control de ambos.

La declaración final simplemente dice que "las fuerzas israelíes se retirarán a la línea acordada". El punto 16 del acuerdo original decía que las fuerzas israelíes "entregarán progresivamente el territorio de Gaza que ocupa". Netanyahu tiene un acuerdo que le otorga el control total sobre la retirada de sus tropas de Gaza mucho después de que los rehenes hayan sido liberados (un mapa publicado da a las fuerzas israelíes el control de la mayor parte de Gaza incluso después de la primera retirada de las tropas). Las opciones para Hamas son sombrías, si entrega a los rehenes no tiene garantías de que la guerra termine y no tiene nada para asegurar la liberación de los prisioneros palestinos. Si lo rechaza la guerra y el genocidio continuará con el respaldo total de Trump.

El último, de los 20 puntos, simplemente dice: "Estados Unidos establecerá un diálogo entre Israel y los palestinos para acordar un horizonte político para una coexistencia pacífica y próspera". En el punto 19 solo da un vago guiño a la estadidad. Reconoce la autodeterminación y la condición de Estado como la "aspiración" del pueblo palestino -nótese, no el derecho-, y esa aspiración depende de "los avances en el redesarrollo de Gaza y la reforma de la Autoridad Palestina llevada a cabo fielmente". ¿Quién es el árbitro de este proceso? Israel, por supuesto.

A poco de cerrar este artículo apareció una nueva versión, un "contraplan árabe" de última hora. Fuentes de seguridad egipcias y qataríes informaron el 4 de octubre 2025 que Hamas consideró y aprobó la propuesta del documento sobre un alto el fuego en la Franja de Gaza, así como el intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos. Ojo! El texto del "contraplan árabe" fue presentado por los mediadores de Egipto y Qatar. El documento prevé efectivizar la liberación de rehenes israelíes en grupos de diez personas, en contrapartida se espera la liberación -no cuantificada- de presos palestinos encarcelados en Israel. Para conseguir este objetivo deberá implementarse una tregua de 60 días en toda la Franja de Gaza. Esta medida -organizada por instancias diplomáticas- surge en el momento que el ejército israelí se alista para penetrar en la ciudad de Gaza y en los campos de refugiados adyacentes fuera de su control, lugares donde ha dicho el gobierno israelí se establecerá un "gobierno civil". Se ha tocado, además, el tema de alcanzar un acuerdo global que ponga fin a la guerra mediante negociaciones.

¿Optimismo?, la propuesta conjunta de Egipto y Qatar se basa en la revisión del plan estadounidense (que también ha sido revisado y modificado por Israel) y enviado a Israel para estudio… 


El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reúne con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca el lunes 29 de septiembre de 2025 (Reuters)


No obstante, las partes insisten en sus condiciones propuestas. Así, Hamás está dispuesta a detener sus acciones guerrilleras contra fuerzas israelíes, pero no aceptará ser desarmada hasta que se cree el estado palestino y un ejército nacional palestino; y, durante la tregua de dos meses deberá brindarse serias garantías de negociación, esperando observar que Estados Unidos presione a Israel al compromiso de un acuerdo final. También Hamas estaría dispuesta a aceptar el despliegue de una fuerza internacional conjunta europea y árabe en la Franja de Gaza que garantice la seguridad de los palestinos (además del despliegue de cinco mil agentes de policía palestinos) y el cumplimiento de la tregua. Ese despliegue de fuerzas se daría a lo largo de las fronteras de Gaza y el cruce fronterizo de Rafah. Hamás también se comprometería no administrar la Franja desde que se haga efectivo el alto el fuego y se apliquen los puntos de la tregua.

Por su parte, Netanyahu ha sido claro, solo aceptará un acuerdo si todos los secuestrados que mantiene Hamas son liberados en un solo acto, es una de sus condiciones para poner fin a la guerra… El Gobierno de Netanyahu anuncia "la implementación inmediata" de la primera fase del plan (¿de cuál plan hablará, tal vez del estadounidense? ¿o el plan modificado por él y Trump en persona?). Por su lado, Mr. Trump asegura que Israel y Hamas están listos para un acuerdo de paz "sin precedentes", "estamos cerca de lograrlo”.

¿A quién creemos?

Conclusión

Después de dos años de genocidio, hemos terminado con una propuesta de solución que es sustancialmente peor que la situación que existía el 6 de octubre de 2023. Israel tiene luz verde para permanecer en Gaza, ya sea directamente o a través de representantes (como sería el "gobernador" Tony Blair). Incluso si retira sus tropas por completo, continuará sellando la frontera y controlando la cantidad de ayuda y la calidad de los materiales de construcción que pasen. Tiene luz verde para invadir al-Aqsa. Tiene luz verde para construir asentamientos en Cisjordania.

A los palestinos solo se les puede permitir vivir junto a Israel en paz si se muestran serviles a sus deseos, si se esconden en los rincones de la tierra que los colonos no han tomado y abandonan todos los planes para un estado independiente propio, guardando su bandera nacional, mientras los colonos despliegan su estrella de David por todas sus antiguas casas y tierras.




Epílogo

La realidad es que los palestinos, dondequiera que se encuentren, están quedándose más solos que nunca pese a las voces de reconocimiento en el mundo. Los líderes árabes y musulmanes que deberían respaldar la valentía y la firmeza de los palestinos de Gaza han respondido con miedo, cobardía e intereses propios.

No es necesario festejar el reconocimiento del estado de Palestina en las Naciones Unidas, probablemente jamás se llevará a cabo, porque Israel y Estados Unidos no lo permitirán. Y la única solución para los palestinos seguirá siendo ejercer su derecho a la resistencia, a mantener las armas por siempre o hasta que el mundo árabe y/o musulmán decida actuar con determinación, lo cual no significa otra cosa que una guerra colosal, lo cual es también muy poco probable. Salvo excepcionalidades como es Irán, que por esa razón seguirá siendo desestabilizada hasta un cambio del modelo gobernante.

Otra premisa fundamental en todo esto es el sentido que le dan al caso los fanáticos fundamentalistas cristianos de Estados Unidos, muchas veces identificados como el sionismo cristiano, Éstos sueñan con la guerra de "el Fin de los Tiempos" (en el contexto religioso). Esa guerra, en el fondo es deseada por los Estados Unidos y sus aliados europeos afines al marco ideológico del sionismo cristiano, incluso contrariando los fundamentos de la religión judía. En los Estados Unidos las élites del poder se declaran “religiosas”, anhelan el fiel cumplimiento de las escrituras, desean el Armagedón bíblico, el cumplimiento de la profecía… el fin del mundo, para reiniciar una nueva era de paz

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Fuentes consultadas:

Otras notas de la prensa diaria

05 mayo 2025

La Unión Europea prohíbe conmemorar la derrota de la Alemania nazi


            © Foto SCF


¿Debe Europa dejar de reconocer el triunfo contra el nazismo? ¿Realmente puede la Unión Europea prohibir se celebre la victoria del mundo civilizado contra la Alemania nazi? O, ¿será, talvez, que la Unión Europea ahora promete conmemorar la derrota de la Alemania nazi?


Desde la creación de la ONU, incluso durante la Guerra Fría, Francia y la URSS velaron para que cada año la Asamblea General consagrara la resolución prohibiendo la propaganda nazi y su glorificación. Desde octubre de 1966 la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 21 de marzo como "Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial", que los principios de igualdad y no discriminación son parte de los Derechos Humanos fundamentales. Fueron precisamente las grandes potencias mundiales quienes solían darnos periódicas "lecciones" de que la discriminación racial es una ofensa contra la dignidad humana ("Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial"). En la práctica, la tradición pasó poco a poco al olvido tras la disolución de la URSS. 

 

Son ya muchos años que Europa y Estados Unidos intentan reescribir la historia de la segunda guerra mundial. El tema ya lo hemos abordado, incluso se ha comprobado como Estados Unidos y sus aliados europeos vienen votando disimuladamente por el nazismo en las Naciones Unidas y el Parlamento Europeo


Observamos que, al menos desde 2005, EEUU vota anualmente en la Asamblea General ONU en contra de una resolución contra el racismo y otras formas de intolerancia, secundados por uno o dos estados más. 

Las cosas dieron un giro brusco el 4 de noviembre de 2022, EEUU "democráticamente" recibió el apoyo de 51 estados en su negativa anual. Implícitamente significa que el nazismo sigue presente "oficialmente" en Europa y EEUU. ¿Por qué?, los hechos anteriores son "inexplicables", pero desde 2014 y más concretamente desde 2022 se debe a la "amenaza" rusa, aunque Rusia aboga cada año por ratificar los postulados de la "Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial". Digámoslo sin eufemismos: la "razón" es porque Rusia ha invadido Ucrania. Y, aquí aparece Ucrania, el socio de siempre de Estados Unidos para rechazar las resoluciones condenando el racismo desde hace décadas. Desde 2022 se sumaron la Unión Europea / OTAN y otros estados solidarios con Ucrania condenando la resolución anual sobre la "Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial", simplemente porque Rusia apoya la resolución. 




Hace un par de años publicamos: "¿Por qué la Unión Europea se abstiene de condenar el nazismo en las Naciones Unidas?". Una curiosa respuesta, digna de risa, fue (según un neonazi que frecuenta las redes sociales): "Porque es una propuesta rusa". Aquel "sabio" nazi al parecer ahora "asesora" a los EEUU y a la UE. El Parlamento Europeo -bajo vigilancia de la OTAN- el 19 septiembre 2019, según la "Memoria Histórica", aprobó -retroactivamente- acusar a la extinta URSS de complicidad con el nazismo para desatar la guerra mundial (?)… Por largas décadas nos enseñaron que EEUU-URSS y otros lucharon juntos por liberar Europa del nazismo. ¿Nos mintieron? Básicamente el nivel argumentativo y cultural ha venido decayendo a marchas forzadas en EEUU-UE. Hoy, en Europa y la América “Libre” se "debate" con histeria y no con historia.   

En los años 30 del siglo XX Francia y la Gran Bretaña, los dos más grandes imperios coloniales del momento, decidieron desatar la guerra en Europa, a inicios de octubre de 1938 fueron Chamberlain y Daladier pactando con Hitler y Mussolini quienes aprobaron despedazar Checoslovaquia. Nadie recuerda hoy en la "democrática" Europa que, sí, en efecto, fueron los totalitarios comunistas de la URSS quienes realizaron el mayor esfuerzo para lograr la firma de un Acuerdo de Seguridad Colectiva en Europa contra la inminente agresión nazi, les negaron ese acuerdo, forzándolos a firmar un pacto de no agresión con los nazis en agosto de 1939 (pacto de no agresión, no pacto de “amistad”). 

Igualmente, recordemos que la "democrática" Europa, el 18 de noviembre de 2020, aprobó la Resolución para "Combatir la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que contribuyen a alimentar las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia", que causan "profunda preocupación por la glorificación, en cualquier forma, del nazismo, el neonazismo y los ex miembros de las Waffen-SS". La resolución señala que "la victoria sobre el nazismo en la segunda guerra mundial contribuyó a la creación de las Naciones Unidas, a fin de salvar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra", advirtiendo sobre la propagación de movimientos neonazis, racistas y xenófobos como fenómeno contemporáneo. En esa ocasión, solo los clásicos paladines de la "democracia": Estados Unidos y Ucrania votaron en contra. Casi en los mismos términos, el 16 de diciembre de 2021, la Asamblea General examina el informe sobre la eliminación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, dos votos en contra (Ucrania, Estados Unidos) y 49 abstenciones (UE / OTAN). Se reitera que "toda celebración conmemorativa del régimen nazi, sus aliados y organizaciones conexas, ya sean oficiales o no oficiales, debe ser prohibida por los Estados". En el punto 7 se expresa la "preocupación por los intentos recurrentes de profanar o demoler monumentos erigidos en memoria de quienes lucharon contra el nazismo durante la segunda guerra mundial, así como de exhumar o retirar ilícitamente los restos de esas personas y, a este respecto, insta a los Estados a que cumplan plenamente las obligaciones que les incumben, entre otras cosas, en virtud del artículo 34 del Protocolo Adicional I a los Convenios de Ginebra de 1949". En el punto 10 se destaca: "Condena sin reservas toda negación o intento de negar el Holocausto". 

El 4 de noviembre de 2022 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el texto para la Resolución de ese año (Resolución sobre "Combatir la glorificación del nazismo y el neonazismo") ya resulta "ofensivo" para estadounidenses, ucranianos y sus aliados europeos por mencionar y condenarse el nazismo, sin que se haya señalado a ninguna nación en específico, 105 países votaron A FAVOR de la RESOLUCIÓN. EN CONTRA: 52 países; y, 15 abstenciones. Lo último, el 17 de diciembre 2024, 53 estados se opusieron a la tradicional resolución, 10 estados se abstuvieron. 

 

El significado político de estas votaciones es evidente: casi todos los miembros y socios de la OTAN/UE hoy respaldan el neonazismo ucraniano. Ucrania viene glorificando su pasado nazi como parte fundamental de su cultura política (la Ucrania occidental más no las regiones separatistas de habla rusa). El voto ucraniano en las resoluciones contra el nazismo en la ONU siempre ha estado presente por décadas, tan sencillo como observar su afinidad con la ideología nazi. Tan simple como eso. 




Un hecho histórico que martiriza a los Estados Unidos y a las antiguas y actuales potencias coloniales europeas (las mismas de siempre) constituye la victoria soviética sobre la Alemania nazi, visto esto en la actualidad es reconocer la capacidad económica y militar de Rusia, el "tradicional" enemigo ideológico del mundo "civilizado". En estos momentos la Unión Europea aprovecha los 80 años de la victoria contra el nazismo para seguir haciendo el ridículo mundial atribuyendo a Rusia la desgracia de haber vencido al nazismo, no hay otra explicación. El  Parlamento de Europa y otras instituciones están conformes en falsear y denigrar la historia. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, es rotundo al respecto: La UE está abiertamente dispuesta a retomar la ideología nazi europea. "No existe una palabra para describir esta idea. De hecho, no me cabe la ironía, es alucinante cómo la Unión Europea está abiertamente dispuesta a retomar la ideología nazi europea. Por supuesto, no lo toleraremos y haremos todo lo posible para que esta ideología se mantenga agachada, se elimine de una vez por todas y Europa recupere sus valores". Clarificando, la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas intimidó a líderes europeos que quieren visitar Rusia para conmemorar el Día de la Victoria. Kallas fue enfática, la UE no ve con buenos ojos que países candidatos a adherirse a la UE participen en el desfile del 9 de mayo en Moscú.

El boicot a las celebraciones del 80º aniversario de la Victoria contra el nazismo (y el fascismo en general) es una afrenta contra la "libertad" europea, ya que rememora el hecho de que fue la Unión Soviética el factor vital y artífice del triunfo sobre la Alemania nazi. Por ello, los países europeos recibieron la orden de boicotear las conmemoraciones (que tampoco es un acto de hoy, esto viene aconteciendo desde hace una década). Esto viene implícito por cuestiones políticas en las relaciones Europa - Rusia; y lógico, tiene que ver con la guerra de Ucrania, fomentada desde Occidente.

Para Thierry Meyssan y otros expertos politólogos, Rusia intenta desnazificar Ucrania, contradiciendo la "opinión" occidental de que no hay nazis en Ucrania y que la única intención rusa es invadirla. Meyssan demostró casos análogos en los países bálticos evidenciando que estamos ante una estrategia deliberada de la OTAN para que nuevos países se opongan ante la ONU a la tradición de ratificar la resolución contra la glorificación del nazismo

Tras la muerte del presidente Roosevelt, "la CIA, y en menor medida el Departamento de Defensa, se convirtieron en escondites de antiguos nazis. Durante la Guerra Fría, los anglosajones los colocaron en puestos de responsabilidad en numerosos países del "mundo libre", desde Chile hasta Irán. Llegaron incluso a crear un grupo criminal internacional, la Liga Mundial Anticomunista, para coordinar sus esfuerzos contra todos los movimientos de izquierda del Tercer Mundo" (Meyssan). 

La Unión Soviética condenada a la extinción en 1991, dio paso a la reaparecieron en la palestra pública de aquellos  clandestinos grupos racistas ucranianos aliados de los nazis, los angloamericanos no titubearon  en darles cobijo y respaldar futuros proyectos de los denominados "nacionalistas integrales" de Ucrania, seguidores de Dmytro Dontsov y Stepan Bandera, que se colocarían en las sombras del poder en 2014. 

Desde 2016, la polaca Anna Fotyga, eurodiputada y luego directora de la administración presidencial polaca, presentó en Estrasburgo una resolución sobre comunicaciones estratégicas, involucrando a la UE en la guerra de la información contra Rusia y, en apariencia, contra los islamistas (Centro de Comunicación Estratégica de la OTAN), de allí surgió en el Parlamento Europeo la resolución sobre "la importancia de la memoria europea para el futuro de Europa" (19 de septiembre de 2019) en que acusa a la URSS de compartir los objetivos del Imperio nazi, desatando la Segunda Guerra Mundial (?!) 


Como bien señala Meyssan, los neonazis o "nacionalistas integrales", pueden ejercer el poder en Ucrania sin plantear el más mínimo rechazo en Occidente, la democracia europea pretende ignorar que la Constitución ucraniana es la única del mundo que decreta, en su artículo 16, que "preservar el patrimonio genético del pueblo ucraniano es responsabilidad del Estado".  


Todo esto no debería sorprendernos en un momento en que las mismas autoridades occidentales nos explican con una sonrisa que los yihadistas de Al Qaeda y Daesh, recién puestos en el poder en Damasco por los anglosajones, no son más que "islamistas ilustrados". 

Para no prolongar lo evidente, enlaces a nuestros análisis pasados referentes al tema quedan disponibles en las notas a pie de página. 

Estará saciada la interrogante del ¿por qué la Unión Europea viene absteniéndose de condenar el nazismo en las Naciones Unidas y en su propio Parlamento? Otra cuestión: ¿Qué decidirá el "fascista" Trump respecto a la resolución de la ONU en 2025, tomando en cuenta que deberá decidir sobre su "aliado" antifascista (Rusia)?



   II parte 

La Unión Europea prohíbe conmemorar la derrota de la Alemania nazi 


Soldados soviéticos listos para arrojar en la Plaza Roja varios estandartes, banderas y emblemas nazis durante el Desfile de la Victoria sobre la Alemania nazi, Moscú, 24 de junio de 1945

 

Fundación de Cultura Estratégica, 

Título original: “European Union bans commemorating the defeat of Nazi Germany” 


La Unión Europea advierte a los líderes europeos que no asistan al 80.º aniversario del Día de la Victoria en Moscú el 9 de mayo


Aparentemente, la justificación de dicha prohibición es que Rusia supuestamente libra una guerra contra Ucrania y amenaza al resto de Europa, según la UE. Esa es una forma de verlo. Otra forma de verlo es que el conflicto en Ucrania es una guerra indirecta patrocinada por la UE y la OTAN para derrotar a Rusia, ocho décadas después del fracaso de la Alemania nazi. Las élites europeas, que han llegado a dominar la formulación de políticas, comparten la misma mentalidad fascista. 

No es de extrañar, entonces, que se opongan a asistir al evento del 80.º aniversario en Moscú el próximo mes. Necesitan mancillar ese evento encubriendo sus políticas despreciables. 

El evento que conmemora la derrota de la Alemania nazi y el fascismo en Europa es una fecha histórica de enorme importancia para todo el mundo. Hace ochenta años, el 9 de mayo de 1945, el Ejército Rojo Soviético aplastó al régimen nazi en Berlín, poniendo fin así a la guerra más terrible de la historia de la humanidad. 

Hasta 27 millones de ciudadanos soviéticos, quizás más, dieron su vida en la épica lucha para derrotar a la Alemania nazi y a sus aliados europeos fascistas, como la Francia de Vichy, Italia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Finlandia y los estados bálticos de Estonia, Letonia y Lituania. 

Rusia tiene el honor de liberar a Europa del mal del fascismo. En comparación, los otros aliados antifascistas de Estados Unidos y Gran Bretaña sufrieron menos del 5% de las bajas que sufrieron los ciudadanos soviéticos. 

Resulta apropiado que muchos líderes internacionales asistan al desfile del Día de la Victoria en Moscú este año, entre ellos Xi Jinping de China y Narendra Modi de India. Sin embargo, muchos otros no estarán en Moscú, lo cual es lamentable. El presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro británico Keir Starmer deberían estar presentes para rendir homenaje a los soldados y civiles que sacrificaron sus vidas. Lamentablemente, la política tóxica que ha envenenado las relaciones entre los estados occidentales y Rusia ha imposibilitado dicha participación

Lo que resulta aún más atroz, sin embargo, es la prohibición explícita de que los líderes europeos asistan a las celebraciones en Moscú. Kaja Kallas, comisaria de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, advirtió que cualquier político que viajara a Moscú se enfrentaría a graves consecuencias. Kallas, ex primer ministra del pequeño estado báltico de Estonia, fue nombrada el año pasado máxima responsable de la política exterior de la UE. 

Uno de los que desafía las órdenes es el primer ministro eslovaco, Robert Fico. Este reprendió a Kallas por atreverse a decirle, como líder de una nación soberana, adónde ir y adónde no. Añadió: “Iré a Moscú a rendir homenaje a los miles de soldados del Ejército Rojo que murieron liberando Eslovaquia”. Fico fue elegido con una plataforma que abogaba por relaciones amistosas con Rusia y el fin de la guerra indirecta de la OTAN en Ucrania. Se ha opuesto sistemáticamente al envío de más ayuda militar al régimen de Kiev. El año pasado, Fico sobrevivió a un intento de asesinato en el que fue baleado por un hombre armado motivado por políticas proucranianas. 

Cabe destacar que las sanciones de la Unión Europea a los políticos que asisten a la conmemoración del Día de la Victoria en Moscú se dirigen a los países candidatos a unirse al bloque de 27 miembros. Kallas amenazó con cancelar su candidatura. Entre ellos se encuentran las naciones balcánicas de Albania, Montenegro, Macedonia del Norte, Bosnia y Herzegovina y Serbia, además de Moldavia y Georgia. 





No obstante, el presidente serbio, Aleksander Vučić, declaró que viajaría a Moscú a pesar de la intensa presión de Bruselas. "Estamos orgullosos de nuestra lucha contra el fascismo, y esa fue la razón principal por la que acepté la invitación", declaró Vučić. No obstante, habló de la siniestra influencia que ejerce sobre su gobierno. "Me parece que se me va a caer el cielo encima debido a la presión que rodea el viaje a Moscú", declaró el presidente serbio, quien añadió que su país estaba siendo desestabilizado por agitadores externos. 

La indecorosa controversia sobre el desfile del Día de la Victoria en Moscú sirve para poner de relieve las crecientes tendencias malévolas de la UE. La centralización del poder político del bloque se vuelve cada vez más autoritaria y hostil hacia Rusia. Cualquier disidencia entre los miembros de la UE que cuestione el apoyo del bloque a la guerra indirecta en Ucrania es reprimida sin piedad con amenazas de sanciones políticas y económicas. El liderazgo de la UE, bajo el mando de autócratas rusófilos como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y Kaja Kallas, está implicado en la supresión de elecciones en Rumanía, Moldavia y Georgia para impedir la participación de partidos que exigen el fin de la guerra en Ucrania y unas mejores relaciones con Rusia. El reciente y dudoso procesamiento en Francia de la política nacionalista Marine Le Pen, quien ha criticado la guerra indirecta de la OTAN, es otro ejemplo funesto de las medidas de la UE para reprimir la disidencia. 

Resulta sorprendente cómo la UE ha llegado a operar como un bloque fascista. Las decisiones políticas sobre la financiación de un régimen neonazi en Ucrania para librar una guerra indirecta contra Rusia las toman élites rusófobas sin ninguna rendición de cuentas democrática. Irónicamente, la Unión Europea, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2012, se ha transformado en un eje militarista donde la economía civil se subordina a un afán bélico desmesurado, supuestamente para hacer frente a la agresión rusa

Durante varios años, la UE ha estado derivando hacia esta nefasta manifestación. El bloque está dirigido por personas como Von der Leyen, cuyo padre, un político alemán, tenía afiliaciones nazis. Los Estados bálticos que erigen monumentos a colaboradores nazis están ahora sobrerrepresentados en las oficinas de formulación de políticas de la UE. Es apropiado, aunque aborrecible, que el bloque esté hoy aliado con un régimen neonazi en Kiev que honra a fascistas ucranianos como Stepan Bandera y Roman Shukhevych, y muchos otros que colaboraron con el Tercer Reich en el exterminio de millones de personas hace ocho décadas. 

Un hito vergonzoso fue la aprobación de una resolución del Parlamento Europeo en 2019 que equiparaba a la Unión Soviética con la Alemania nazi al supuestamente iniciar la Segunda Guerra Mundial. Rusia condenó ese revisionismo político. Ahora, se ha alcanzado un nuevo mínimo de degeneración. La UE prohíbe los homenajes a quienes derrotaron al nazismo.




16 enero 2024

Objetivo: Yemen





La Historia nos enseña por analogía, no por identidad.
Daniel Estulin


por: Tito Andino U.

Originalmente en el año 2015 presentamos este artículo, siendo necesario volver a reproducirlo y ampliar los hechos con la situación actual en Yemen.

Viejas historias, mismos argumentos. Esto ya ha sucedido en Yemen en diversas oportunidades. En 2009 Estados Unidos defendiendo su zona de influencia y a sus aliados lo bombardeó. En 2015 escondiendo la mano de hierro, Estados Unidos uso a sus socios del Consejo de Cooperación del Golfo para que llevaran a cabo la hazaña de "liberar" Yemen de hutíes mediante el uso del bombardeo de terror que intentó allanar una posterior invasión terrestre, esto a "petición" de su marioneta, el destituido presidente mariscal Abd Rabbo Mansur Hadi.
 
La misma pregunta de siempre: ¿El Consejo de Cooperación del Golfo y sus socios de la OTAN, combatirán alguna vez a los terroristas de al-Qaeda y del Estado Islámico en Irak y Siria y otras regiones árabes?.

Estados Unidos y Arabia Saudí fracasaron con la "primavera árabe yemení" en el 2011 y hasta el presente intentan fortalecer el movimiento separatista conocido como “Comités Populares del Sur” para que combatan a los hutíes. Temen tanto a las milicias hutíes -de tendencia chií, respaldadas por las fuerzas armadas yemeníes, por Irán y por partidarios del ex presidente Hadi, incluso por milicias suníes opuestas al terrorismo yihadista patrocinado por Arabia Saudí, el Consejo de Cooperación del Golfo y OTAN/EEUU/Israel, que no tienen otra oportunidad viable que no sea provocar una nueva guerra aprovechando la posición yemení contra la agresión israelí en Palestina.



La importancia estratégica de Yemen seguirá provocando la reacción de muchos intereses por su control, no solo del petróleo, sino por las vías de navegación.


Desde 2011 los planes imperiales de una victoria preveían dividir Yemen en dos estados (como en la época de la Guerra Fría). Nunca anhelaron encontrar una solución al conflicto, buscaron y seguirán buscando la fórmula de destruir y partir en dos a Yemen: Un Yemen del Norte bajo égida de los hutíes, privados de salida al mar; y, la nueva "Arabia del Sur" con dominio de la zona meridional, es decir que regiría y contraloría el acceso al Golfo de Adén. Ese era el plan en la década pasada. La estrategia siempre ha sido la misma: armar la discordia y la guerra civil. 

Es el eterno deseo de los “defensores de la democracia” en el mundo, Estados Unidos y su socio Arabia Saudí (en esa ocasión), como ejemplos de “democracia” y “tolerancia” en los países árabes (hoy parece ser que la posición de los saudíes va cambiando con sus esfuerzos de reconciliación con los estados árabes laicos y, sobre todo con su forjado enemigo, Irán).

No hay necesidad de comentar y profundizar en lo que está pasando estos días en Yemen con el bombardeo británico-estadounidenses respaldado logísticamente por el resto de la OTAN en menor o mayor grado. La crisis en Yemen afecta a la Península Arábiga: Arabia Saudita y Omán hasta el norte del Golfo Pérsico: Irán, Kuwait e Irak, llegando al Mar Rojo y el Cuerno de África: Somalia, Kenia, Etiopía, Yibuti, Eritrea y la costa de Sudán. Tampoco necesitamos señalar que las repercusiones geoestratégicas y económicas se sentirán a nivel global.

La importancia estratégica de Yemen ha provocado, provoca y provocará la reacción de muchos intereses por su control y vasallaje, no solo es por las vías marítimas de navegación, que es un cuasi-monopolio mundial del dúo anglo-estadounidense, es decir, "solo" defender la "democracia" y el libre tráfico, en esencia protegen su imperio económico. No se olviden que Yemen es rico en petróleo.
 
Retrocedamos en el tiempo, repasemos historia para entender la situación bélica en Yemen. 

En 2010, Alfredo Jalife-Rahme escribía para Contralínea, "Petróleo detrás de la nueva guerra contra Yemen", lo resumió en tres puntos:

1. Una guerra teológica en el norte entre sunnitas (apoyados por Arabia Saudita, Jordania y los Emiratos Árabes Unidos) y los chiíes (apoyados por Irán).

2. Una guerra separatista en el superestratégico sur, pletórico en petróleo, y donde resaltan dos puntos muy sensibles: la isla Socotra y el Estrecho de Bab Al-Mandab –un punto de estrangulamiento (“chokepoint”) a los dos lados de Yemen y Somalia donde transitan 3.5 millones de barriles al día y cuya obstrucción afectaría el precio del petróleo.

3. La aparición fantasmagórica de “terroristas yihadistas-salafistas” de al-Qaeda en la zona montañosa del sur, auspiciada por (valga la redundancia) EEUU/OTAN/Israel/Monarquías del Golfo.

Yemen es un caso curioso de analogía histórica. Allá en el año 2009, Juan Gelman (investigador argentino) reflexionaba en algo que, salvo la fecha actual, algún despistado lector podría pensar que es lo que está sucediendo en este preciso momento. En "Yemen", publicado en ‘Página 12’, Gelman expresa que ese país  “forma parte ya de la lista de países -Mali, Pakistán, Somalia, Uganda y otros- en los que el Pentágono y la Casa Blanca desarrollan esa clase de guerra no declarada que abunda en los llamados "daños colaterales". Los bombardeos de cazas estadounidenses y de la fuerza aérea saudí (en ese entonces) son tan constantes como los argumentos falaces que los “justifican” y, sobre todo, la muerte de civiles yemeníes.


Una gran explosión en Sana - Yemen, tras un ataque aéreo de la coalición militar liderada por Arabia Saudita, abril 2015.( Khaled Abdullah/Reuters)


El general David Petraeus, ex jefe del comando central a cargo de las guerras de Iraq, Afganistán y Pakistán, declaraba que “EE.UU. apoya la seguridad de Yemen en el contexto de la cooperación militar que proporciona a sus aliados en la región” (13-12-09). El mismo día de esas declaraciones, el diario Yemen Post publicaba fotografías de los cazas norteamericanos bombardeando la provincia de Saada (norte de Yemen), objetivo: liquidar a todos los guerrilleros hutíes posibles. Resultado: decenas de bajas civiles. El mariscal Saleh desmintió la intervención de Estados Unidos en la matanza y lanzó ofensivas contra los rebeldes del Norte con la evidente colaboración de Washington y Riad.

Los pretextos, ayer como hoy (siempre), son Irán y al Qaeda. Los rebeldes hutíes forman parte de la minoría chiíta del país, un tercio de la población, se alzaron en armas contra un gobierno autoritario que los discriminó y reprimió; se les acusa de recibir armamento de Teherán, pero su chiísmo Zaydi es una versión muy diferente del iraní. Hasta altos funcionarios estadounidenses admitieron que no había evidencia que Irán les proporcione todo de lo que se dice. El Pentágono, a su vez, argüía que bombardea reductos de al Qaeda.


Los rebeldes hutíes y las Fuerzas Armadas de Yemen, en la actualidad actúan en coordinación. (foto archivo, marzo 2015)


Cabe preguntarse el porqué del interés de EEUU por el país más pobre de la región. La supuesta guerra mundial contra el terrorismo de Bush mudó de nombre con Obama, pasó a denominarse “operaciones de contingencias en ultramar”. Los dos productos tienen el mismo olor: Petróleo. Estas estrategias están destinadas a extender el conflicto desde Afganistán a zonas concéntricas más amplias de Asia central y del sur, el Cáucaso y el Golfo Pérsico, el sudeste asiático y el golfo de Aden, el Cuerno de África y la península arábiga (razonaba Rick Rozoff, el 15-12-09). 

En ese entonces hubo un factor convergente y nada despreciable que hoy titubea, Arabia Saudí (ahora los saudíes -aparentemente- ya no aceptan ese juego geopolítico). El rol que Arabia Saudí y las monarquías afines del Golfo Pérsico desempeñaron la “nueva estrategia” de Obama (enriquecer más al Complejo Militar Industrial), invirtieron en la compra de equipos militares estadounidenses, se estima en la friolera cifra de más de 20.000 millones de dólares en la década de 2010 a 2020  (apreciación de agosto del 2009, que sin duda se quedó corta). 

Hace casi 10 años, una coalición liderada por Arabia Saudí aglutino a muchas naciones musulmanes bendecidas  política y militarmente por Estados Unidos, iniciaron un genocidio contra la población de Yemen que venía atravesando una guerra civil desde septiembre de 2014. El ex presidente Abed Rabbu Mansour Hadi renunció en enero del 2015 y se exilió en Riad, los saudíes le susurraron a los oídos lo "fácil" que sería retomar el poder y, gracias a su "solicitud", desde marzo de 2015 los saudíes se involucraron en el conflicto junto a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y otros contingentes del Golfo, pusieron tropas en territorio yemenita, incluso contaban para el combate con efectivos de al-Qaeda y el Estado Islámico (enemigos acérrimos del Islam chií). EEUU tampoco se quedó atrás, destinando pequeños grupos de comandos para operar en la costa sur en apoyo a sus citados colegas. 


Raytheon Technologies es el contratista principal del Pentágono para la compra de los interceptores y equipos "Patriot", que le costó miles de millones a Arabia Saudí, incluso en 2022 se concretó la venta de 300 misiles balísticos tácticos de guiado mejorado MIM-104E (GEM-T) para el sistema de defensa antimisiles "Patriot", así como equipos de apoyo, repuestos y soporte técnico al Reino de Arabia Saudí (foto archivo Reuters)


¿Consecuencia? Decenas de miles de víctimas, alrededor de quince o más millones de desplazados, el inicio de una crisis alimenticia (hambruna) y sanitaria (epidemia de cólera) provocó miles de fallecidos yemeníes. La infraestructura (puertos, carreteras, redes eléctricas, cientos de escuelas y hospitales, millares de viviendas fueron destruidos por la aviación saudí "con la colaboración táctica y estratégica de pilotos israelíes", confirmaba el analista internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central, Guadi Calvo, en el artículo "Yemen: Los secretos del genocidio" (septiembre 2017). 

En esta guerra sucia se implantaron centros de detención clandestinos de tortura en el sur del país para miles de yemeníes sin proceso judicial, operados por miembros de al-Qaeda. También se comprobó que Emiratos Árabes Unidos operó prisiones secretas de tortura en Yemen con ayuda de Estados Unidos, funcionarios estadounidenses aceptaron que cierto personal participaba en los interrogatorios, "solo direccionaron las preguntas, sin torturar personalmente a nadie". Las denuncias recogían información sobre detenidos trasladados ilegalmente a una base de los EAU en Eritrea a través del Mar Rojo. Son los famosos “agujeros negros”, una red de prisiones secretas a lo largo del mundo creados por la CIA después del 11 de septiembre, allí eran destinados los sospechosos de terrorismo para su interrogatorio. En teoría Barack Obama ordenó su desmantelamiento en 2009. 

El presente
 
Iniciada la ofensiva israelí sobre Gaza (octubre 2023), Yemen y los hutíes -representados por el movimiento Ansarallah- declararon un bloqueo marítimo en las aguas del Mar Rojo que pone en graves aprietos al transporte marítimo y las cadenas de suministro. Evidente es que con esta acción Yemen brinda respaldo a Palestina al causar más daño a una ya sangrante economía de guerra israelí. Es una decisión unilateral yemení, "consciente e inquebrantable (de atacar barcos israelíes) para lograr justicia para el oprimido pueblo palestino que está siendo víctima de un genocidio cada día" (General yemení, Abdulá Jafri).

Yemen aclaró que este bloqueo únicamente está destinado a los buques de bandera israelí (o asociada), o propiedad de israelíes y a transportes que tienen como destino Israel. Es como imaginarnos -en proporción- que los árabes e Irán declararan el embargo de petróleo y gas a las naciones que apoyan a Israel. 




Todos captaron el mensaje, el tráfico mercante es libre, libre tránsito entre Bab al-Mandeb y el Mar Rojo para todos, excepto para Israel; nadie habló de un posible bloqueo del Estrecho de Ormuz que sería una bomba de implosión económica mundial por los costos del petróleo y sus consecuencias.

Por supuesto, la declaración yemení constituye una infracción al Derecho Internacional, pero resulta ser más una tragicomedia para el orgullo del US Navy y las marinas de guerra de sus socios atlánticos que han llamado a defender la libre navegación, en el fondo sabemos que protegen sus intereses económicos. Por otro lado, es fantasioso que se pudiera establecerse un "bloqueo naval total de Israel, meticulosamente diseñado", según un alto mando iraní, Israel podría "enfrentar pronto el cierre del Mar Mediterráneo, el Estrecho de Gibraltar y otras vías fluviales" (según cita el analista internacional, Pepe Escobar en su artículo "Cómo Yemen lo cambió todo".

La operación militar naval de la "Coalición" internacional 2024 no cuenta está vez con los respaldos de hace una década, el principal socio árabe de los EEUU ha dicho nones por esta ocasión, ya que esa "protección" tiene un claro mensaje de guerra hacia Irán, Yemen es el pretexto; y, sobre todo, en Riad y otros emiratos árabes entienden mejor que nadie que los misiles de Ansarallah (hutíes) tienen autonomía para alcanzar los campos petrolíferos saudíes y emiratíes.

El Derecho Internacional y el bloqueo yemení en el Mar Rojo

Un reciente artículo del analista político estadounidense (radicado en Moscú) Andrew Korybko aclara cuestiones de derecho y geopolítica y la posición de Rusia con el caso Yemen, "¿Por qué Rusia no vetó la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que Occidente acaba de aprovechar para atacar a los hutíes?"

Resumamos el esclarecedor análisis.

El ataque estadounidense contra Yemen y los rebeldes hutíes era previsible tras la Resolución del 10 de enero 2024 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Mar Rojo, el  representante ruso ante la ONU advirtió que el bloque creado por EEUU (básicamente la OTAN) iba a aprovecharla incluso antes de que tuviera lugar la votación, propuso varias enmiendas que fueron rechazadas. No es cierto que Rusia apoye a los hutíes, Rusia respaldó un comunicado de prensa conjunto del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenando los ataques de los hutíes contra buques civiles. 

El diplomático ruso señaló:

No debemos hacernos ilusiones sobre los verdaderos objetivos de los autores de la resolución. No se trata en absoluto de garantizar la seguridad de la navegación en el Mar Rojo, sino de un intento de legitimar (post factum) las acciones de la mencionada 'coalición' y contar con el respaldo del Consejo de Seguridad por tiempo ilimitado... En el Derecho Internacional  no existe legalmente el "derecho de los estados a defender sus buques contra ataques", que no existe en el derecho internacional, es una innovación extremadamente dudosa desde el punto de vista jurídico como político”. 

La Resolución del Consejo de Seguridad fue aprobada, curiosamente Rusia y China no lo vetaron, se abstuvieron en la votación. Occidente se aprovechó (como lo ha hecho en otras ocasiones) para atacar a los hutíes a pesar de que Moscú predijo con precisión las consecuencias de antemano, en lugar de vetarla.

El diplomático ruso justifica su abstención con el siguiente argumento: "Queremos subrayar una vez más que no se puede considerar que esta resolución legitime las acciones en el Mar Rojo de la llamada 'coalición' formada por Estados Unidos y sus satélites. Observamos que el OP3 no puede crear un "derecho de los estados a defender sus buques contra ataques", que no existe. Todas las actividades previstas en este párrafo, tal como se establece en el propio párrafo, deben llevarse a cabo estrictamente dentro del marco del derecho internacional vigente... No es necesario recordar diversas interpretaciones erróneas de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a las que Washington se ha permitido. Con el pretexto de proteger a los civiles, las tropas de la OTAN lideradas por Estados Unidos destruyeron el Estado libio. Al distorsionar las disposiciones de las resoluciones de sanciones del Consejo de Seguridad contra Yemen, interceptaron armas en el Mar Arábigo, que luego fueron enviadas a las fuerzas armadas ucranianas.

De las palabras del Representante Permanente de los Estados Unidos se desprende que los Estados Unidos equiparan la defensa de los buques comerciales con la autodefensa. De hecho, Estados Unidos se expuso al votar junto con Gran Bretaña contra las enmiendas al PP9 (sobre no sentar precedentes) y al OP3 y demostró que el propósito por el cual promovieron este proyecto de resolución era tener libertad para interpretar el 'derecho a defender los buques' con referencia a la autodefensa”.


La OTAN dice que se trata de un ataque defensivo diseñado para preservar la libertad de navegación en una de las vías marítimas más vitales del mundo. En la imagen un avión despega de un portaaviones para llevar a cabo ataques aéreos dirigidos a la milicia hutí y las fuerzas armadas de Yemen por el hostigamiento a los transportes internacionales en el Mar Rojo.  Imagen publicada el 12 de enero de 2024 desde un lugar no revelado. (Comando Central de EU. vía X/Handout vía REUTERS (US CENTRAL COMMAND VIA X/via REUTERS)


Afirma Korybko que "el hecho “políticamente inconveniente” es que Rusia no podría detener de manera realista esos ataques previamente inminentes, incluso si fuera tan pro-huties y pro-palestinos como lo describe falsamente, una cosa es abstenerse basándose en estar parcialmente de acuerdo con parte de un determinado texto lo suficiente como para no vetarlo, y otra completamente distinta vetar ese texto pero luego no poder hacer cumplir el derecho internacional, del mismo modo que no pudo detener la guerra de la OTAN contra Libia en 2011. Una intervención militar directa contra Occidente habría llevado a la Tercera Guerra Mundial".

En conclusión 

Caso polémico, incluso incomprensible para quienes no dominan la alta diplomacia y las nefastas consecuencias de una pésima aplicación. Rusia tampoco puede darse la tarea de actuar como policía del mundo (al estilo estadounidense / OTAN) y "castigar" a los Estados Unidos militarmente, lo que tampoco se atreverían hacer los otros. Lo que queda es impedir que los ataques de la nueva coalición anti-Yemen pretendan destruir nuevamente a la misma nación por los mismos intereses políticos, económicos y geoestratégicos. La anterior coalición, utilizando a las monarquías del Golfo fracasó en el intento.


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NOTAS:
 
Algunos enlaces originales publicadas en 2015 ya no están activos en la red. Para la presente actualización consultamos, entre otros, los siguientes análisis. 



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