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29 agosto 2016

SIRIA: LA CONSPIRACIÓN DEL MAL. Las mentiras de Occidente (1)



Remanente de los pocos “amigos de Siria” que persisten en destruirla.




por: Tito Andino U.


NOTA: 


En cortos reportajes resumiremos los principales complots contra la República Árabe Siria que tuvo como objetivo apartar del poder al presidente Bashar Al Assad (o asesinarlo). La invasión mercenaria y terrorista, los supuestos "crímenes de guerra" atribuidos a las tropas del ejército nacional por agencias internacionales y las falsas acusaciones contra Siria por un supuesto uso de armas químicas, estos reportes serán acompañados por videos ilustrativos para mejor comprensión de la crisis en Siria. Conspiraciones y complots para desestabilizar al gobierno se han dado en cantidades. Esta guía ilustrada resume nuestro trabajo a los largo de estos últimos años


                                  La invasión

No es culpa que la gente, aun hoy en día, siga confiando en la buena “fe” de la prensa comercial occidental y escuche la versión de las cadenas internacionales de noticias que arman diarios circos mediáticos en contra del gobierno y del auténtico pueblo sirio.

Muchos siguen creyendo que un grupo de valerosos “rebeldes” sirios lucha contra un “tirano”. Bashar Al Assad ha demostrado ser todo lo contrario a  un “déspota”. El destino le ha deparado una misión, la más dura, para la que él no se había preparado: enfrentar el caos y la destrucción de su país por parte de invasores extranjeros, en su mayoría provenientes de tierras árabes, pero financiados, entrenados, asesorados y  armados por países miembros de la OTAN e Israel y las monarquías del Golfo Pérsico. 

Bashar Al Assad resultó tener temple para enfrentar la cruel acometida planificada fuera de Siria. A lo largo de estos crueles años de guerra ha demostrado estar a la altura de un estadista. Desde el inicio de la crisis tendió la mano a sus rivales políticos dentro de Siria, pero éstos últimos ya habían vendido su alma a los demonios del wahabismo y a las potencias coloniales de occidente.

El gran logro del presidente sirio en este duro reto, valiéndose de su gran carisma y liderazgo innato, ha consistido en mantener la unidad del pueblo sirio y conservar intacta las instituciones como un ente monolítico férreo que afronta la amenaza externa. Ni la OTAN, ni el Departamento de Estado Norteamericano, ni la mismísima Naciones Unidas, que ejerce las funciones de amanuenses de los Estados Unidos, han podido desmentir el tremendo apoyo popular con el que cuenta el jefe de estado legítimo de Siria, ni han podido “probar” las falsas acusaciones contra el gobierno legítimo de Siria.

En pocas partes del mundo, donde la religión es parte de la política, como en las sociedades islámicas, un pueblo como el sirio, sigue luchando por defender la libertad de cultos, incluso con el sacrificio de miles de soldados sirios. El Ejército Árabe Sirio es uno de los pocos (al igual que el libanés) donde combaten codo a codo, en una verdadera hermandad, musulmanes suníes (mayoritariamente). shiíes, alulíes, drusos, cristianos y hasta judíos sirios y otras pequeñas confesiones religiosas, todas unidas en defensa de su Patria.



PRINCIPIOS QUE DEFIENDE BASHAR AL ASSAD












En una fecha ya tan lejana como el 1 de abril del 2011, el presidente sirio, Bashar al Assad, advirtió que Siria era el blanco de una enorme conspiración. Para contrarrestarla emprendió un proceso global de reformas constitucionales y legales. Ante el Parlamento expresó su creencia que Siria saldrá victoriosa de la “prueba de unidad” a la que hacía frente. Dijo que los enemigos de su país se han aprovechado de las necesidades de la gente para incitar los conflictos. “Esta conspiración es diferente en la forma y el tiempo de lo que está ocurriendo en el mundo árabe”. En esos mismos días señaló que los enemigos de Siria están trabajando para atacar la estabilidad de Siria. “Así pues, el objetivo que se halla detrás de este último complot contra Siria está dirigido a poner fin a su liderazgo de la resistencia contra Israel”, puntualizó. 

El Presidente sirio viene resguardando desde el inicio de la invasión mercenaria, entre otros principios:

- El derecho de las minorías religiosas y la prerrogativa innegociable de un estado laico y multicultural;
- La integridad territorial de la República Árabe Siria;
- Las reformas constitucionales para satisfacer las demandas de cambios reclamados por la “oposición” siria financiada desde Occidente, es decir, los supuestos “amigos de Siria”. La Constitución de Siria de 1920 (non nata) declaraba desde ese entonces la división de poderes y la libertad de cultos, estableció que todos los sirios tenían los mismos derechos y obligaciones por ser iguales ante la ley en contraparte a las tradiciones jurídicas islámicas.
- Entre 2011 y 2012 los cambios en la política interna del gobierno sirio desbarataron las aspiraciones ocultas de una casi imaginaria oposición que resultó, en el fondo, ser radical y fundamentalista, que proclamó el resurgimiento de caducos regímenes de gobierno como los emiratos y califatos regidos por la Sharia.












LA FALSA GUERRA CIVIL

Los sirios han podido demostrar a la Comunidad Internacional que, salvo escasos grupos, no eran los sirios quienes proclamaron el alzamiento y la “revolución” contra el “tirano”.

De la noche a la mañana aparecieron decenas de miles de “rebeldes” y “revolucionarios” que en nada se parecían a los habitantes sirios y que, en muchos casos, ni siquiera hablaban árabe, ni tenían sus costumbres. Eran las bandas de yihadistas mercenarios provenientes del extranjero, grupos radicales que venían, sobre todo, de sembrar la “democracia” en Libia.

Los incautos sirios engañados pudieron comprobar como los líderes de los “revolucionarios” no eran de su país, no eran sirios!, sino expertos combatientes chechenios, turcos, libios, saudíes, qataríes, argelinos, tunecinos, afganos, africanos, etc. (hay combatientes de alrededor de 93 nacionalidades) Y, entre toda esa gentuza, agentes extranjeros encubiertos, especializados en operaciones especiales, provenientes de Francia, Gran Bretaña, Israel, Turquía, etc.

Nadie va a desconocer -ni el propio gobierno sirio lo ha hecho- que miles de sirios se unieron a la guerra desatada por la “oposición siria”. El más claro ejemplo que en Siria no existe el “tirano”, que los medios de desinformación masiva internacional nos venden todos los días en sus tiradas noticiosas, esta reflejada en la propia Ley Siria.

La Ley de Reconciliación Nacional acoge hasta la presente a miles de ciudadanos sirios que alzaron las armas bajo engaño de los países autodenominados “amigos de Siria”. La Reconciliación Nacional garantiza su seguridad y su derecho a vivir con decoro dentro de su país, en sus casas (o lo que queda de ellas tras la salvaje destrucción), bajo el compromiso de no volver levantarse en armas contra el estado soberano. Miles de desertores del ejército y civiles sublevados, al reincorporarse al estado de derecho, prestan hoy servicio en las unidades de la defensa nacional, de las fuerzas armadas o de la policía.



NO EXISTIÓ, NI EXISTE UNA GUERRA CIVIL EN SIRIA, NO HAY TALES “REBELDES”, NI MUCHO MENOS “REBELDES MODERADOS” como se empeñan en calificarlos en los Estados Unidos a los grupos de radicales entrenados por sus fuerzas especiales.
LO FALSO: El guión prefabricado y difundido por los medios masivos de desinformación en el mundo es el siguiente:
“Siria vive una revolución interna respaldada por algunos yihadistas extranjeros”.
LA VERDAD: La República Árabe Siria denuncia una agresión externa en la que participan algunos sirios y sobre todo los yihadistas extranjeros que llegan masivamente del exterior.

Pero la verdad es aun más grande: Seguimos presenciando una guerra nunca vista en la historia. Nos referimos a una probada invasión de mercenarios y de fanáticos fundamentalistas terroristas extranjeros, todos cobijados por la bandera de una supuesta yihad para instaurar un imaginario “Califato”, pero entre bastidores todos estos grupos son títeres de la OTAN/Israel/Monarquías del Golfo con el objetivo de destruir a las naciones laicas del Medio Oriente y rediseñar el mapa de la región.




APÉNDICE 1

EL INICIO DE LA INVASIÓN DENUNCIADO POR EL GOBIERNO SIRIO EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LAS NACIONES UNIDAS.


En el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la República Árabe Siria,  27 de abril del 2011, el  representante de Siria, el Dr. Bashar Al Jaafari, señaló:


“Han transcurrido más de seis semanas desde el inicio de los actos de violencia perpetrados por grupos extremistas cuyo objetivo fundamental es claramente la caída del Gobierno de Siria… Como bien sabe el Consejo de Seguridad, el Gobierno ha adoptado muchas medidas en respuesta a las legítimas demandas populares, incluido el levantamiento del estado de emergencia, la abolición del Tribunal de Alta Seguridad y la promulgación, por primera vez en la historia de Siria, de un decreto legislativo sobre el derecho de manifestación pacífica. También se han tomado medidas para combatir la corrupción y responder a las demandas populares sobre cuestiones relacionadas con la vida diaria de los ciudadanos sirios. Asimismo, deseo señalar a la atención del Consejo el hecho de que el Gobierno tomará ulteriores medidas para impulsar las reformas en el país, tras las solicitudes de varios miembros del Consejo. 
En lugar de replegarse, a la luz de las medidas reformistas adoptadas por los dirigentes sirios, lamentablemente, los partidos que fomentaron las manifestaciones han respondido con más ataques contra posiciones del ejército y destruyendo instalaciones de seguridad, matando a un gran número de miembros del personal de seguridad, mutilando cadáveres, incrementando las consignas de incitación y quemando establecimientos privados y públicos… En respuesta a las demandas populares, el Presidente de la República Árabe Siria se ha reunido con delegaciones de todas las provincias del país, a fin de responder directamente a las quejas y solicitudes de los ciudadanos. El Presidente ha emitido instrucciones para responder a todas las demandas legítimas, incluida la investigación de todos los asesinatos, y ha declarado que todas las víctimas civiles y militares deben considerarse mártires. Ante estas iniciativas de apertura del Estado y sus instituciones, aquellos que están intentando debilitar a Siria han intentado aprovechar el entorno favorable para erosionar la seguridad y la estabilidad del Estado bloqueando carreteras, amenazando a los ciudadanos, forzando a escuelas e instituciones gubernamentales a cerrar sus puertas y llevando a cabo más actos que van en contra de los intereses de los ciudadanos, de su seguridad y de su capacidad para seguir normalmente con sus vidas en todo el país. La campaña dentro de Siria ha ido acompañada de una campaña mediática sin precedentes en la región contra Siria y sus políticas nacionales y árabes. Se ha incitado al terrorismo y al sabotaje. Se ha dudado de las intenciones del Gobierno. En muchos casos, se han distorsionado los hechos en sus mentes. Se ha incitado a los manifestantes a quemar bienes públicos y se han avivado las dudas sobre su posición en los hechos. Se han alentado los actos de violencia y la justificación para los mismos, en un intento de anular y contrarrestar los esfuerzos reformistas del Gobierno. También se han promulgado “fatuas” fuera de nuestras fronteras exhortando a la oposición a las instituciones del Estado y la autoridad. Esa campaña ha ido acompañada de información que confirmaba que partidos oficiales fuera del país han estado financiando actos de sabotaje contra Siria, su pueblo y sus dirigentes y son responsables de la incitación de los mismos. Me referiré, por ejemplo, a un artículo publicado en el Washington Post fechado el lunes 18 de abril, en el que se afirma que desde el año 2006 el Departamento de Estado ha proporcionado hasta 6 millones de dólares a diversas figuras de la oposición siria a fin de mantener una emisora de televisión por satélite llamada ‘Barada’, con sede en Londres. Además, desde 2005, el Gobierno de los Estados Unidos proporciona apoyo financiero a figuras de la oposición siria. Todo ello es parte de una campaña a largo plazo que, según el Washington Post, “va dirigido contra el régimen del Presidente Bashar Al-Assad”…. Las autoridades, conforme a la responsabilidad que les incumbe de proteger el territorio de Siria y sus fronteras con los países vecinos, han requisado numerosos cargamentos de armas destinados a grupos que pretenden socavar la estabilidad y la seguridad en el país. Ha quedado demostrado que esas armas fueron enviadas desde el extranjero por grupos de extremistas religiosos a sus agentes en el interior del país con el objetivo de matar a personas inocentes, incendiar edificios públicos y privados y, en definitiva, provocar el caos en el país. Resulta natural que, ante semejantes circunstancias, el Estado asumiera —como haría cualquier otro Estado ante amenazas y peligros similares— su responsabilidad fundamental de atender las peticiones de sus ciudadanos, que venían disfrutando de una situación de paz y seguridad. Las autoridades sirias están convencidas de que estos círculos extremistas no desean reformas; pretenden derrocar al Gobierno recurriendo al asesinato y al caos. Por lo tanto, es natural que las autoridades sirias hayan atendido las peticiones de protección de sus ciudadanos frente a las acciones de esos grupos terroristas extremistas y de restauración del orden en el país. Siria no ve ninguna justificación para que se debata esta cuestión en el Consejo de Seguridad… Nos parecen muy sospechosos los intentos de algunos de transmitir la impresión de que el Estado sirio no protege a su pueblo. Mientras los grupos armados sí han cometido actos de asesinato y destrucción, como he dicho permítaseme subrayar que nadie tiene el derecho de proteger, ni incluso de insinuar que pretende proteger, a esos grupos. El Estado sirio está defendiendo a su pueblo; lo está salvaguardando de las tramas sediciosas que vienen urdiendo los enemigos de Siria con el propósito de socavar su seguridad e independencia. Está contrarrestando la inmensa presión política ejercida por algunos desde el extranjero con la intención de cambiar las políticas nacionales que están al servicio de los intereses del pueblo y de la nación… Creemos que algunas de las declaraciones que hemos escuchado hoy contra Siria sólo pueden considerarse una manifestación de apoyo al extremismo y al terrorismo. El precio lo pagarán personas inocentes tanto en Siria como en el resto del mundo. La estabilidad y la paz en la región también saldrán perdiendo. No nos parece que la convocación de estas reuniones pueda redundar en interés del pueblo sirio, más aún si los grupos extremistas consideran estas reuniones como una muestra internacional de apoyo tanto a ellos mismos como a sus prácticas ilegales. Reafirmamos que la era del colonialismo terminó. Todos los pueblos del mundo son ahora conscientes de los nuevos métodos a los que recurren algunos Estados para injerirse en los asuntos de otros Estados, ya sea aduciendo la llamada responsabilidad de proteger o la intervención humanitaria, nociones que han sido rechazadas por todos los países en desarrollo, aún cuando se pretenden imponer a través de los foros internacionales, incluidas las Naciones Unidas. Siempre hemos temido que el uso de conceptos tan elevados socave la unidad, la soberanía y la independencia de los pueblos de los países en desarrollo. Siria insiste en que lo que está ocurriendo sobre el terreno no puede de ninguna manera calificarse como manifestaciones pacíficas. De ser así, ¿cómo podrían haber caído tantos mártires entre nuestras fuerzas de seguridad, nuestro ejército y nuestros civiles inocentes? Siria también recalca que seguirá avanzando en el camino de las reformas, tal y como lo anunció el Presidente de la República Árabe Siria. Seguiremos atendiendo las legítimas demandas de nuestros ciudadanos; seguiremos protegiendo su vida y sus propiedades. No permitiremos que el terrorismo o el extremismo maten a nuestro pueblo. Esperamos que los líderes de los miembros del Consejo de Seguridad alienten las reformas nacionales en lugar de pretender hacer caso omiso del camino de reformas ya emprendido y sembrar dudas acerca de los continuados proyectos de reforma acometidos por mi Gobierno, reforma que está en marcha y que proseguirá…”.

Texto completo del Acta de la Sesión del Consejo de Seguridad sobre la República Árabe Siria de 27 abril 2011, en el siguiente enlace:

Sesión del Consejo de Seguridad sobre la República Árabe Siria de 27 abril 2011





APÉNDICE 2:

VIDEOS:

Lo que no te cuentan sobre los "rebeldes" en Siria



 

Misionera en Siria cuenta la verdad de la "Oposición Siria"

Conferencia

17 agosto 2016

¿Por qué EEUU llama a matar a los militares rusos e iraníes en Siria?




Por Pablo Jofré Leal
15 de agosto de 2016
HispanTV

Michael Morell ex subdirector de la CIA, ha llamado recientemente a “matar de manera clandestina” a rusos e iraníes, que apoyan a la sociedad siria en su lucha contra el terrorismo takfirí.

Morell ha hecho este llamado, para ser ejecutado contra ciudadanos de la Federación Rusa y de la República Islámica de Irán, con el objeto que “paguen un alto precio” por sus actividades antiterroristas contra los grupos terroristas takfiríes que operan fundamentalmente en Siria. Apoyados, precisamente por el gobierno estadounidense y sus aliados europeos y de Oriente Medio. Tales declaraciones fueron efectuadas, por este ex alto funcionario de la CIA, en el programa CBS This Morning donde, a la par de llamar al asesinato contra rusos e iraníes sostuvo que “hay que suministrar más armas y financiamiento a los grupos rebeldes moderados” eufemismo con que Washington suele denominar a las bandas armadas que no son EIIL – Daesh en árabe – o el Frente Fath al Sham – denominada anteriormente como Frente al Nusra -

Las gravísimas declaraciones de Morell, dan cuenta de la política que impera en el seno del gobierno estadounidense y los miembros más belicistas de esta sociedad. No tan distinta de aquellas declaraciones signadas por el Secretario de Estado John Kerry quien en diciembre del año 2015 sostuvo que si “Rusia e Irán forman un bloque de apoyo a Siria y permiten que al Assad haga fracasar el proceso – que era hablar de sacar al presidente sirio de la escena política – nos veremos a obligados a tomar duras medidas, pues representan una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos y todos los países de Europa”.

Morell sólo expresó ante CBS This Morning lo que su referente político sostuvo y lo que el gobierno estadounidense, sean estos demócratas o republicanos tienen en el seno de su actuar en política exterior: eliminar a todo aquel que se opongan a sus planes hegemónicos ya sea en Latinoamérica, el Magreb u Oriente Medio. Y, al  mismo tiempo, trabajar por seguir obteniendo enormes ganancias a partir de la venta de armas a países de la zona. Esto, bajo el argumento de las amenazas del terrorismo takfirí en el marco de mantener en activo el complejo militar industrial estadounidense, base del modelo político y económico de Estados Unidos.

Entre el año 2015 y lo que va del año 2016 Washington ha concretado ventas de armas Arabia Saudita, Egipto y las Monarquías Ribereñas del Golfo Pérsico por 10 mil millones de dólares, a lo que debemos agregar la venta de armas y equipos a sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte – OTAN - obligados a incrementar su presupuesto militar hasta alcanzar el 2% del PIB en el plazo de una década. Definido esto en la 27ª Cumbre celebrada en Newport, Inglaterra el año 2014 y vuelto a colocar en la agenda de trabajo en la 28ª Cumbre efectuada en Varsovia en el pasado mes de julio.

Morell, después de su retiro de la CIA en noviembre del año 2013 fue contratado por la Consultora Beacon Global Strategies y como colaborador en temas de inteligencia y seguridad nacional, para la cadena informativa CBS. En esta última labor es donde amplió sus bizarras afirmaciones respecto a que el gobierno de Estados Unidos “debe bombardear la oficina del presidente sirio, a mitad de la noche, destruir los aviones presidenciales y los helicópteros mientras se encuentran en tierra y hacer saber a Al Assad que Washington lo persigue. Quiero asustar a Al Assad”, concluyó Morell.


Texto aparecido en el sitio web español “Canarias-semanal” 10 de agosto 2016


Las palabras de este ex funcionario de la CIA  – habitual en ex empleados ligados a los servicios de inteligencia una vez desligados del gobierno -  han tenido, desde marzo del año 2011, su expresión práctica en la guerra de agresión llevada a cabo contra la sociedad siria y su gobierno y donde las declaraciones de Morell se inscriben con todo su cinismo. Ninguna de las Cancillerías Europeas, los medios de comunicación occidentales sean estos de Washington, París, Londres, Berlín y sus corifeos de otras capitales aliadas levantaron una voz de condena frente a esta convocatoria a realizar asesinatos selectivos, clandestinos.

El pretexto es que se trata de declaraciones de personas, que ya no están en activo, pero bien sabemos que siguen vinculados como asesores, consultores, miembros de los Think Tank a los cuales acude el Pentágono y las empresas ligadas a la industria de armamentos y agencias de seguridad. Las declaraciones de Morell reflejan una concepción de lo que es la política exterior estadounidense, cuando los objetivos no se están cumpliendo como ellos lo han planificado.

Imaginemos, por un momento, que un Ex Jefe de Inteligencia del Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa – FDS – o del Servicio de Inteligencia de la República islámica de Irán, en una entrevista radial, televisiva o ante un medio escrito – no en secreto o al amparo de una conversación en off – sino que al aire y llegando a millones de televidentes, afirman que es necesario “hacer pagar un alto precio a ingleses, estadounidenses, italianos, israelíes, turcos, ciudadanos franceses entre otros desplegados en Oriente Medio y que han facilitado la labor de los grupos terroristas como Daesh y Fath al Sham y que para ello lo mejor es asesinarlos de “manera clandestina “ que es lo que en último término significa hacer pagar el precio, según el juicio de Morell y profundamente arraigado en el ADN del establishment político y militar de Estados Unidos y sus socios de la OTAN.

¿Cómo reaccionaría Occidente ante un llamado a asesinar a ciudadanos de sus países? ¿Cuánto tiempo pasaría, para que se convocara al Consejo de Seguridad de la ONU,  para analizar tan grave verbalización de órdenes de asesinatos y vía libre para operaciones encubiertas, clandestinas en el imaginario de Morell? ¿Qué sanciones, qué tipo de bloqueos, qué prohibiciones se comenzarían a ejecutar? Sin embargo, Morell y su llamado a la matanza, a asesinar a los asesores rusos e iraníes, que apoyan a la sociedad siria y a su gobierno  no han merecido reparo alguno. Simplemente han sido pasadas por alto por aquellos medios de comunicación, que suelen poner el grito en el cielo cuando algún exabrupto de esa dimensión fuese realizada por ciudadanos de países enemigos de occidente.

Esta historia de acciones encubiertas no es nueva, han sido parte de la práctica habitual de los gobiernos estadounidenses, sobre todo a partir de la decisión del gobierno de ex presidente George W. Bush en su “lucha contra el terrorismo” tras los atentados del 11 de septiembre del año 2001. Asesinatos selectivos, denunciados por organismos internacionales como Amnistía internacional y Human Rights Watch, sobre todo por el uso de drones contra militantes de Al Qaeda en Afganistán, Yemen y Paquistán. Imputaciones,  que recibieron la confirmación de la propia Casa Blanca, a través de la ex Consejera de Seguridad Nacional Condoleezza Rice. Esta, ante la cadena Fox News señaló “El Presidente Bush le ha dado una amplia autoridad a funcionarios de Estados Unidos, en una variedad de circunstancias, para hacer lo que sea necesario para proteger este país”. Fue lo que el régimen de George W. Bush denominó hace tres lustros “Un Nuevo Tipo de Guerra” replicado letra a letra por su socio israelí.

Morell lo entendió así, y sus declaraciones podrían dar pié para investigar con más profundidad cuánta gente asesinó la CIA para conseguir sus objetivos. Mismo trabajo llevado a cabo por el Mossad israelí, que con clara autorización de los servicios de inteligencia de Washington y sus socios europeos han asesinado a científicos iraníes ligados al Programa Nuclear de la nación persa, como también el asesinato de miembros de la resistencia palestina en diversos países. La actual campaña contra la ocupación israelí de los territorios palestinos denominado BDS –Boicot, Desinversión y Sanciones – preocupa a las autoridades sionistas, que han propuesto tomar medidas similares a las señaladas por Michael Morelll “asesinar a activistas del Boicot a Israel”.

Efectivamente, el pasado mes de marzo de 2016, los organizadores de la Conferencia “Stop BDS” celebrada en la ciudad palestina de Al Quds, exigieron tomar cualquier tipo de medidas, que permita frenar lo alcances de esta campaña contra la política sionista de ocupación. El Ministro de Inteligencia de la entidad sionista, Yisrael Katz defendió esta conducta señalando que “se hace necesario realizar asesinatos selectivos de activistas que apoyen el movimiento BDS”.

Los asesinatos selectivos, los llamados a realizar operaciones encubiertas, matar de manera clandestina se han convertido en parte consustancial de la visión y misión de los servicios de inteligencia como la CIA, el Mossad, el MI6. La Direction Génerals de la Securité Extérieure francés, entre otros. Denunciados por organismos defensores de derechos humanos y la sociedad civil, los gobiernos involucrados en este tipo de actividades suelen desechar cualquier tipo de condena a las declaraciones como las de Michael Morell o Yisrael Katz,  reafirmando que la histeria y el temor ante Rusia e Irán domina a sus gobiernos y sus expresiones mediáticas.


                           Michael Morell


¿Aliarse con Rusia contra Daesh? "Eso contradice la moral norteamericana".
Adam Kinzinger, Congresista de EEUU.



FUENTE ORIGINAL:

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