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15 septiembre 2025

El cómo Occidente ha planeado destruir Rusia desde hace siglos (3)




por Tito Andino


Viene de la Parte II


Historia y no Propaganda

III

Diseñando la posguerra y la inmediata Guerra Fría


Después de la batalla de Kursk de 1943, que culminó con la derrota de la Wehrmacht, se reunieron en Québec - Canadá (20 de agosto 1943) los jefes de los Estados Mayores de EE.UU y Gran Bretaña, así como Churchill y Roosevelt. En el orden del día estaba el tema de un eventual abandono por Estados Unidos y Gran Bretaña de la coalición antihitleriana y la formación de una alianza con los generales nazis con el fin de librar una guerra conjunta contra la Unión Soviética.

Según la ideología de Churchill y quienes la compartían en Washington, había que detener a los “bárbaros rusos” en el Este, lo más lejos posible, y si no derrotar a la Unión Soviética, por lo menos debilitarla al máximo. Hacerlo, antes que nada, por las manos de los alemanes, era un viejo plan de Churchill de 1919 (planteado al general ruso Kutepov durante la guerra civil rusa). Así se formuló la tarea en momentos en que estadounidenses, ingleses y franceses estaban sufriendo un revés y no podrían aplastar a la Rusia soviética. Churchill decía que quería -y en parte así fue- que de eso se encargaran los japoneses y alemanes.

En 1930, Churchill había explicado la misma tarea en clave a Bismarck, primer secretario de la Embajada de Alemania en Londres. Los alemanes se comportaron durante la Primera Guerra Mundial como unos necios, dijo Churchill. En vez de reconcentrarse en infligir la derrota a Rusia, empezaron a librar la guerra en dos frentes. Si ellos se hubieran ocupado sólo de Rusia, Inglaterra habría neutralizado a Francia. Parece que Churchill percibía esto no tanto como una lucha contra los bolcheviques cuanto como una continuación de la guerra de Crimea de 1853-1856.




El historiador ruso, Valentín Falin, señala que dentro de la coalición antihitleriana, las relaciones de aliados semejaban ser, por no decir que eran unos besos de Judas. Se hacían promesas, sin asumir compromisos, o -aún peor- para inducir a error a la parte soviética. Esta directriz formulada en el despacho de Chamberlain es elocuente: “Si Londres no puede evitar pactar con la Unión Soviética, la firma británica que se ponga al pie del documento no debe significar que en caso de agredir los alemanes contra la URSS los ingleses le acudan en ayuda a la víctima de la agresión, declarando guerra a Alemania. Debemos reservarnos la posibilidad de manifestar que Gran Bretaña y la Unión Soviética interpretan los hechos de distintos modos”.

Los aliados occidentales pretendían que una guerra de desgaste entre soviets y nazis hiciera sucumbir finalmente a la URSS. Pensaban que hacia la primavera de 1944 el potencial ofensivo de la Unión Soviética se vería agotado por completo, sin reservas humanas no podría asestar a la Wehrmacht un golpe comparable a las batallas de Moscú, Stalingrado y Kursk. Solo entonces, pensaban en Occidente, los soviéticos cederían la iniciativa estratégica a EE.UU e Inglaterra en las fechas propuestas para el desembarco de Normandía.

Y con el desembarco aliado en el continente se hizo coincidir un complot tramado contra Hitler. Los generales alemanes debían tomar el poder, disolver el Frente Occidental y abrir paso a los estadounidenses e ingleses para que éstos ocuparan Alemania y “liberaran” a Polonia, Checoeslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Yugoslavia y Austria... Se pretendía hacer parar al Ejército Rojo en las fronteras del año 1939.

A los estadounidenses no les resultó fácil recorrer Alemania en marcha alegre bajo el son de la música marcial, se vieron obligados a entrar en combates, a veces pesados. Cuando las tropas de EE.UU se acercaron a París estalló una sublevación, los estadounidenses se detuvieron a treinta kilómetros de la capital, esperando a que los alemanes acabasen con los rebeldes, porque se trataba de la resistencia comunista, pero los sublevados lograron imponerse, entonces los estadounidenses tomaron París. Algo análogo sucedió en la parte Sur de Francia.

Ya en 1941 Occidente esperaba ansiosa la fecha en que Moscú caiga. En 1942, Turquía, Japón y EE.UU estaban aguardando la caída de Stalingrado, para luego empezar a revisar su política. Los “aliados” no compartieron con la URSS los datos obtenidos por sus servicios de inteligencia, los planes de los alemanes para desarrollar la ofensiva del Don al Volga y después hacia el Cáucaso, los estadounidenses, aunque conocían muchos detalles, días y horas, por ejemplo, respecto a los preparativos de la operación “Ciudadela” en el Arco de Kursk, no informaron de nada.




Al contrario, los “aliados” occidentales preparaban ya el plan “Rankin”. El plan principal no fue el “Overlord”, sino “Rankin” para establecer el control anglo-americano sobre toda Alemania y todos los Estados de Europa del Este, impidiendo el paso de los ejércitos soviéticos. Eisenhower, recibió la directriz: ir preparando “Overlord”, pero siempre tener en cuenta “Rankin”. La cosa era que si se presentaban las condiciones propicias para realizar el “Rankin”, “Overlord” quedaría de lado. El levantamiento en Varsovia fue organizado con ese objetivo.

Reiteramos, en 1944 el plan fundamental consistía en lograr detener en lo posible a la Unión Soviética, lo dijo Churchill abiertamente en octubre de 1942 (antes la contraofensiva en Stalingrado), “tenemos que hacer parar a esos bárbaros en el Este, lo más lejos posible”, se refería a los rusos como “monos salvajes”. En 1945 el general George S. Patton exigía histéricamente no detenerse en el Elba y mover las tropas norteamericanas a través de Polonia y Ucrania hacia Stalingrado para terminar la guerra en el mismo lugar donde Hitler había sufrido una derrota, igual criterio manejaban otros generales estadounidenses que expresaban que hay que “detener a los descendientes de Genghis Khan”. La "teoría de los infrahombres" no era un monopolio alemán.

Churchill se sentía libre de cualquier compromiso ante la Unión Soviética y hasta intentó, en vísperas de la cumbre de Yalta, orientar al presidente Roosevelt hacia una confrontación con Moscú. Fracasó. En esas fechas Churchill ordenó almacenar las armas de trofeo alemanas con vistas a su eventual uso contra la URSS e internar en el sur de Dinamarca y en la tierra de Schleswig-Holstein, a las divisiones de soldados y oficiales de la Wehrmacht que se rendían a las tropas británicas. El Frente Occidental ya no existía, solo había la confrontación germano-soviética en el Frente Este. Churchill anhelaba que las tropas americanas y británicas pudieran relevar a las unidades de la Wehrmacht o fusionarse con los alemanes en la tarea de contrarrestar la “amenaza soviética”.

Para Churchill era necesario deshacerse de los rusos porque habían cumplido ya su misión, pero eso era imposible mientras viva Roosevelt.

Para la Conferencia de Potsdam, Churchill se opuso a formalizar la victoria rindiendo el tributo a la aportación hecha por la Unión Soviética. Churchill creía que era la oportunidad de Occidente, aprovechar un momento en que la URSS tenía recursos prácticamente agotados, retaguardia demasiado extensa, tropas cansadas de la guerra y equipos desgastados. Era necesario lanzarle un reto a Moscú y obligarla, ante la alternativa de otra guerra penosa, a plegarse al dictado de los anglosajones.

No es una especulación, ni tampoco una hipótesis, sino la constatación de un hecho con nombre propio. A principios de abril, según otros datos, a finales de marzo de 1945, Churchill ordenó que se procediera con la máxima urgencia a los preparativos de la Operación “Impensable”.

Una nueva guerra tenía que empezar el 1 de julio de 1945 en la cual deberían participar las tropas estadounidenses, británicas, canadienses, el cuerpo expedicionario polaco y diez o doce divisiones alemanas, aquellas que se mantenían sin disolver en la tierra de Schleswig-Holstein y en el sur de Dinamarca. El presidente Truman se abstuvo de apoyar aquella idea, la opinión pública en Estados Unidos no estaba dispuesta a aceptar una traición tan cínica a la causa de las Naciones Unidas. Pero no era ésta, probablemente, la causa principal. (Algo más sobre la “Operation Unthinkable” (Operación Impensable, más adelante)

Los generales norteamericanos defendieron la necesidad de mantener la cooperación con la URSS hasta que capitulara Japón. Además, ellos suponían, al igual que los militares británicos, que era más fácil desatar una guerra contra la Unión Soviética que terminarla con éxito. El riesgo les parecía demasiado grande.

La muerte de Roosevelt provocó un cambio casi relámpago en las directrices de la política norteamericana. En su última alocución al Congreso de EE.UU, el 25 de marzo de 1945, el presidente advertía que la nación estadounidense debía asumir la responsabilidad por la cooperación internacional o, de lo contrario, sería responsable de un nuevo conflicto a escala mundial. Bien puede señalarse que la toma de Berlín por los soviéticos frenó a Londres y a Washington de la tentación de empezar la III Guerra Mundial.

Truman anunció en una reunión del 23 de abril en la Casa Blanca, su propia línea, la capitulación de Alemania era una cuestión de varios días, a partir de lo cual las trayectorias de la URSS y EE.UU. iban a divergir radicalmente. El equilibrio de los intereses era una tarea para flojos y en adelante primaría la Pax Americana. Truman estaba a un paso de declarar sin más dilaciones, a bombos y platillos, el término de la cooperación con Moscú. Y lo habría hecho si no fuera por la oposición de los militares estadounidenses. De haberse producido una ruptura con la URSS, Washington habría tenido que acabar con Japón por cuenta propia, lo cual le habría costado según las estimaciones del Pentágono entre uno y dos millones de vidas. Así que los militares de EE.UU, guiándose por razones propias, impidieron en abril de 1945 una avalancha política. Pero no fue por mucho tiempo.

La actitud de Occidente en relación a Rusia en la segunda guerra mundial fue de un cinismo total, pasaba de ser "amiga" a "enemiga" de la noche a la mañana, de "nuestro increíble aliado" pasó a ser el "nuevo Hitler", no obstante que las esferas de influencia en Europa fueron discutidas a fondo y acordadas por las potencias aliadas en las Conferencias de Yalta y Potsdam.

Algo parecido sucedió en la Gran Guerra, Rusia era el aliado de Occidente con la coalición de la "Triple Entente" (junto a Gran Bretaña y Francia) para terminar transformándose en la "amenaza bolchevique". La historia quiere ocultar un hecho trascendental, la Rusia de los bolcheviques fue una criatura nacida de los intereses financieros de Occidente como bien lo explicó el estudioso Anthony Sutton en “Wall Street y la Revolución Bolchevique”.


Conferencia de Potsdam, 17 de julio a 2 de agosto de 1945, En la foto se aprecia a Stalin junto a Harry S. Truman, que reemplazó al fallecido F.D. Roosevelt, mientras Winston Churchill aún compareció en las primeras jornadas de la Conferencia, pero al poco sería reemplazado por Clement Attlee tras la victoria de su partido (Laborista) en las elecciones del 26 de julio 1945


La Guerra Fría

Durante la Guerra Fría la disuasión nuclear soviética fue la que contuvo las nuevas aventuras del Occidente civilizado, pero en un principio no fue así. Tanto británicos como estadounidenses se arrepentirán por siempre no haber liquidado a los soviéticos en la inmediata posguerra e inicio de la Guerra Fría, tuvieron un margen de cuatro años, hasta 1949 y aún más tiempo, porque recién los soviéticos probaban su primer arma atómica.

En esta época se presentaron episodios de trascendencia como la crisis de los misiles en Cuba 1962, en respuesta al despliegue de sistemas de misiles de la OTAN en Turquía. Las guerras de Corea y de Vietnam fue otro campo de enfrentamiento entre los soviéticos y EEUU/OTAN, guerras de liberación o independencia en el África y países del Asia, represión militar a los gobiernos de izquierda en Latinoamérica, etc.

Por lo mismo, no solo podemos acusar a Occidente de sembraba caos, la URSS y los países de su órbita fomentaron lo que se denomina “lucha popular” de grupos generalmente conocidos como “Movimientos de Liberación Nacional”; para contrarrestarlo, la OTAN creó los grupos "Stay Behind" y la “Operación Gladio” que alteraron el orden en naciones europeas, en muchas ocasiones con falsos ataques atribuidos a la izquierda “terrorista”, una verdadera guerra sucia que como secuela costó la vida de cientos de inocentes. Es lo que muchos expertos calificaron como “La estrategia de la tensión. El terrorismo no reconocido de la OTAN” 

En este largo periodo, hasta el descalabro del bloque soviético, se debe destacar un par de acontecimientos, que los esbozamos resumidamente.

El sabotaje de la OTAN dentro de los países satélites del Pacto de Varsovia y en la misma URSS era cotidiano, apoyaron, por ejemplo, el separatismo a través de “Radio Europa Libre/Radio Libertad” y “Voz de América” (VOA). Se buscaba a través de la propaganda sembrar la discordia entre grupos nacionales de las repúblicas soviéticas que buscaban autonomía, independencia política y económica, así como la preservación de su identidad nacional. 

Los intereses occidentales explotaron el derecho de secesión instaurado en la Constitución soviética de 1977, lo que proporcionó un marco legal para los movimientos separatistas siempre seducidos y auspiciados desde el exterior.

El caso de Ucrania siempre tuvo fuertes connotaciones, a pesar de los líderes soviéticos ucranianos fueron quienes destacaron políticamente en la mayoría de decisiones centrales de la URSS. Existían movimientos separatistas armados que luchaban contra el sistema soviético desde antes de la segunda guerra mundial, en especial en ciertas zonas del oeste de Ucrania, donde operaba el Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), colaboracionistas del nazismo, hasta la década de 1950 Stepan Bandera era uno de sus símbolos.

Pero, el acto más trascendental -sin duda- constituyó, ni bien terminaba la segunda guerra mundial, el plan de guerra británico "Operation Unthinkable" (Impensable) y el plan estadounidense "Operation Dropshot", una guerra terrestre en Europa, parcialmente apoyada por armas atómicas en contra de la URSS.

Operación Impensable (Operation Unthinkable), enunciada más arriba, nació cuando Churchill le escribió a Anthony Eden, su secretario de Relaciones Exteriores, el 4 de mayo de 1945, decía que solo "un enfrentamiento temprano y rápido" con la Unión Soviética podría cambiar el rumbo de los acontecimientos. Argumentó que la alternativa era dejar a Francia y al resto de Europa occidental vulnerables a una invasión soviética

Churchill ordenó al general Hastings Ismay, quien luego se desempeñaría como primer secretario general de la OTAN, planear el ataque sorpresa en las posiciones del Ejército Rojo en Europa Central y Oriental (Operación Impensable). La idea era atacar en medio de las líneas soviéticas, alrededor de Dresde, con 47 divisiones estadounidenses y británicas, aproximadamente la mitad de lo que los aliados occidentales tenían disponibles en ese momento. Unos 100.000 soldados de la Wehrmacht debían participar. El objetivo inmediato era liberar a Polonia, que era, después de todo, la razón por la que Gran Bretaña había ido a la guerra en 1939. Ismay consideró el plan inviable (impensable, dirían muchos) y advirtió que, lejos de hacer retroceder al Ejército Rojo, podría provocar que la Unión Soviética lance una guerra total en Europa para defenderse. La única forma de hacer que el plan funcione era usando armas nucleares. Stalin, estaba informado por sus espías del plan británico y tomó contramedidas.


Operation Unthinkable plan británico preparado para el 1 de julio de 1945  y  Operation Dropshot (la fotografía de la derecha corresponde la prueba nuclear "Shot Apple-2"), el Plan Estadounidense para la Tercera Guerra Mundial Contra la Unión Soviética» en 1957

 

La “Operación Dropshot” fue el primer plan de Estados Unidos para la guerra nuclear, elaborado en 1949, desclasificado en 1977, preveía que la Guerra Fría se calentaría en 1957. El plan proponía utilizar 300 bombas nucleares y 29.000 explosivos de alto rendimiento, lanzados desde bases en Alaska, Okinawa, el Golfo Pérsico, el Reino Unido y el territorio continental de los Estados Unidos, contra sitios estratégicos, ciudades e instalaciones soviéticas que eliminarían el 85% de la capacidad industrial de la Unión Soviética. La inicial ola de ataques sería seguida por operaciones aéreas contra objetivos navales, con énfasis en la reducción de las capacidades submarinas soviéticas y lograr un bloqueo marítimo de la Unión Soviética. Si los soviéticos no capitulaban, el plan requería una ofensiva terrestre importante en Europa.

Por sentado los soviéticos no esperarían de brazos cruzados, en principio Stalin no planeaba usar armas atómicas en una guerra con Occidente, probablemente debido a la superioridad nuclear masiva de Estados Unidos en ese momento. El Pacto de Varsovia mantuvo una postura casi totalmente defensiva durante la década de 1950, lo que le distinguía de la planificación de guerra de la OTAN. Eso cambió en la década de 1960, cuando las dos superpotencias se aproximaron a la paridad y se previó por primera vez el uso ofensivo de las armas nucleares.

La URSS y el Pacto de Varsovia desarrollaron planes de contingencia, algunos se han desclasificado después de la Guerra Fría por los gobiernos de la República Checa y Polonia, respectivamente, planes de guerra de 1964 y 1979, el Pacto de Varsovia preveía un uso generoso de armas nucleares para despejar el camino en una invasión por tierra.


Continuaremos

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Referencias: 

27 junio 2025

Diplomacia del terror made in Israel



          Netanyahu (Foto archivo)


por Tito Andino

Israel país con un arsenal atómico, ¿con el consentimiento de quién?, no quiere escuchar que algún otro país de la región dedique recursos a la construcción de plantas de investigación nuclear con fines pacíficos, conforme el Tratado de No Proliferación Nuclear, de la que no es parte Israel, el uso ilegítimo de la fuerza es su presentación política.

Los ataques de Israel entre el 13 y 21 de octubre de 2025, respaldado con el bombardeo de Estados Unidos a tres plantas nucleares iraníes son la última aventura. Pero, no son los únicos casos registrados en la historia contemporánea. 

Israel no pidió consentimiento ni permiso de nadie cuando atacó y destruyó la planta Osirak en Irak, el 7 de junio de 1981 y una planta en construcción en Siria, el 5 de septiembre del 2007. El pretexto ha sido el mismo, aquellas naciones presuntamente buscaban producir artilugios nucleares para destruir Israel. La teoría de la “guerra preventiva”, atacar un objetivo para evitar una consecuencia futura de peores consecuencias.

Solamente recordar que fue el gobierno francés quien vendió a Irak en 1976 un reactor de investigación nuclear de la clase conocida como ‘Osiris’, proveyendo lo necesario. Francia e Irak señalaron que ese reactor se construye con fines pacíficos, las partes firmaron acuerdos que excluían su uso militar. Para Israel no era así. Su diseño fue obra del ingeniero francés Yves Girard, los franceses declararon siempre que la instalación era incapaz de fabricar bombas, confirmado por expertos nucleares. Israel se tomó la molestia de dictaminar todo lo contrario y la bombardeó.


Arriba: Fotogramas tomados desde aviones F-16 israelíes antes que lanzaran las bombas  y la explosión de la planta Osirak (Irak). Abajo: El presunto reactor sirio construido por Corea del Norte en Al-Kibar (Siria) antes y después del ataque israelí según el gobierno estadounidense.


Al-Kibar - Siria, corrió igual destino, la información es menos conocida y contradictoria, se supone que la aviación israelí destruyó un reactor nuclear que estaba siendo montado por norcoreanos que serviría para construir armamento no convencional; algunas fuentes estadounidenses señalan que era un escondite de materiales nucleares provenientes de Corea del Norte, otros hablaron que albergaba una planta de desarrollo de misiles, otra fuente dice que almacenaba armamento destinado para Hezbolá, otros aseguran que escondía armas de destrucción masiva provenientes de los arsenales de Sadam Hussein, en fin…


¿De dónde nace el programa nuclear iraní?

El programa nuclear iraní tiene raíces profundas. Inició en 1957, "irónicamente, es una creación de los Estados Unidos. EE.UU proporcionó a Irán su primer reactor de investigación, un reactor nuclear de cinco megavatios que todavía está funcionando y operativo en Teherán". Estados Unidos construyó ese reactor nuclear en 1967 en el campus de la Universidad de Teherán. También proporcionó a Irán combustible para ese reactor: uranio enriquecido para armas, declaró Ali Vaez, experto en Irán del International Crisis Group

Esto era parte del programa “Átomos para la Paz” del presidente Eisenhower, una iniciativa para proporcionar a los países tecnologías nucleares civiles pacíficas con la esperanza de que no persiguieran programas nucleares militares. Entre los beneficiarios se encontraban Israel, India, Pakistán e Irán, éste último gobernado por el Sha Reza Pahlavi, monarca respaldado por Washington. Como resultado del auge petrolero de la década de 1970, el programa nuclear iraní se transformó en un programa nuclear civil en toda regla, afirma Vaez.

Irán tenía dinero para explotar el conocimiento que se le daba y para desarrollar mentes científicas. El gobierno del sha pagó para que docenas de estudiantes iraníes asistieran al Instituto de Tecnología de Massachusetts y estudiaran ingeniería nuclear a mediados de la década de 1970, dijo la universidad. Con los años Irán, pese a la violenta oposición israelí, llevó su propio programa de investigación nuclear, desarrollando varias instalaciones. 

Los primeros intentos de detener el programa iraní, a cualquier precio, empezaron con un juego sucio: Acusar a Irán por dos nada claros atentados en suelo argentino, los ataques y destrucción en Buenos Aires de los edificios de la Embajada de Israel, marzo de 1992 y de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), julio de 1994. Estos atentados son decisivos porque cimentaron la permanente acusación contra Irán de promover el terrorismo mundial. El primer paso mediato fue detener la cooperación de Argentina para proporcionar combustible nuclear a Irán.

Esos oportunos sucesos, tienen -por sentado- la huella de servicios secretos, son ejemplo de la manipulación política de aquellos sangrientos crímenes que, dadas las circunstancias, solamente beneficiaban a los opositores de Irán. Hasta hoy, más de 30 años acusando a Irán, más de tres décadas de enajenadas consignas con un solo propósito, detener el desarrollo e investigación en el campo nuclear de la nación iraní a costa de monstruosos asesinatos.


Intentos de atacar a Irán en el siglo XXI

Debemos empezar este apartado señalando un hecho real que ha ocasionado serios problemas diplomáticos y amenazas de paralizar por la fuerza el desarrollo nuclear iraní, sentarlo a negociar, enviando una advertencia a Irán para que no amenace a Israel.

Al manejar Israel la energía nuclear (Dimona) y aplicar la estrategia de los ataques preventivos y selectivos, implica que niega la posibilidad de que haya espacio en la región para otras naciones con potencial para el desarrollo nuclear. Esa premisa le obliga a embarcarse en frecuentes aventuras, por sus propios medios si fuera el caso, siempre respaldados por sus protectores de Estados Unidos y Europa.


El presidente iraní Mahmud Ahmadineyad (2005-2013), fotos de archivo inspeccionando instalaciones nucleares y en un discurso ante la ONU.


Aunque no es preciso del todo, un punto de partida acontece en el gobierno del ex presidente iraní Mahmud Ahmadineyad (2005-2013) de quien suele citarse con frecuencia frases llamando a la eliminación física del estado de Israel, además de, supuestamente, pronunciarse negando el Holocausto (polémico debate que se mantiene hasta el presente). (No entraremos a explicar el caso, eso lo hicimos en un interesante artículo de este blog en el año 2015, ver notas a pie de página)

A inicios del siglo XXI, en enero de 2002, el presidente estadounidense George W. Bush incluyó a Irán, junto con Irak, Corea del Norte y otros países, en lo que llamó el “Eje del Mal”, desde entonces la Casa Blanca y el Pentágono junto a Israel han acentuado las denuncias contra el programa nuclear iraní.

El mismo territorio iraní no ha escapado de los blancos de los ataques de Israel y sus amigos, por ejemplo, en el 2005, ante una inminente guerra, fuerzas especiales y de inteligencia británicas y de la CIA fueron responsables de varios atentados en Khuzestan (o Juzestán) y Ahwaz en coordinación con grupos armados separatistas iraníes. En 2007 un nuevo plan de guerra estaba trazado, un primer objetivo era controlar la provincia de Juzestán. Para quienes no saben, Juzestán posee los mayores yacimientos de petróleo de Irán, a la vez que es habitada por una mayoría de origen árabe. El plan básicamente es algo parecido al que se desarrolló en 2025, operaría con los clásicos bombardeos intensivos a las instalaciones claves, el sabotaje de infraestructuras urbanas, la incitación a las minorías étnicas para realizar disturbios violentos, emisiones clandestinas de radio para intentar sublevar a la población, se descartó el uso de tropas en tierra dado el temor a sufrir tremendas bajas. Los ataques debían realizarse con la clásica mentira de petición de ayuda de las fuerzas de “resistencia” iraníes. Aquel plan tenía previsto declarar a la región de Juzestán como estado árabe independiente y también la República Democrática de Ahwaz, las dos serían inmediatamente reconocidas por Israel y los Estados Unidos. (En general, la lista es larga, solo citamos un par de ejemplos).

En anteriores entradas se ha documentado como Israel ha insistido en bombardear las instalaciones nucleares de Irán: 2008, 2010, 2011, 2012, 2018, etc., así como se ha explicado las razones para que hayan abortado tales tentativas. También, en este blog, hace varios años, abordamos un episodio histórico que estuvo a punto de desencadenar otra vez la guerra contra Irán. Ese acto tuvo lugar en 2008 en la República de Georgia (ex república soviética). (VER los enlaces a pie de página, “GEORGIA 2008: El cómo Israel planeó bombardear Irán”).


F-16I Sufa (Storm) de la Fuerza Aérea Israelí (IAF), biplaza diseñado y construido exclusivamente para Israel por Lockheed Martin, dotada de tanques extra de combustible para misiones de largo alcance.


En resumen, dos aeropuertos en el sur de Georgia, arrendados por Israel, fueron destinados para el uso de aviones militares israelíes. El propósito: lanzar un ataque contra objetivos relacionados con los proyectos de energía nuclear iraní. El ataque fue aprobado por el presidente Bush, firmado el 4 de julio de 2006 (cuyas copias, con su firma, fueron filtradas en internet). Más, la intervención de Rusia por la crisis en Osetia del Sur, ocasionó el bombardeo ruso de esos aeropuertos e impidió el ataque de Israel.

Política de asesinatos del gobierno israelí
Si Israel posee una “Directiva Aníbal” y una “Opción Sansón”, ¿por qué no optaría por un plan de asesinatos selectivos?

La demostración de fuerza de Israel en el pasado y en el presente no se ha limitado solamente en destruir objetivos militares, se ha producido un sinnúmero sistemático de asesinatos selectivos de científicos, funcionarios, técnicos y personal de diversos proyectos de desarrollo nuclear, personal militar no ha sido la excepción del objetivo de esos asesinatos, sin contar con expertos extranjeros contratados lícitamente que fueron eliminados, sucumbieron a las bombas, misiles o balas de un pistolero del Mossad a lo largo de los años.

Es imposible describir todos esos crímenes de Israel, incluso porque algunos se mantuvieron en total reserva, pero el ensañamiento ha llegado al extremo de perpetrarlos cuando se efectivizaban negociaciones diplomáticas con otra u otras partes.

Israel al recurrir al asesinato refleja la demostración de poder e impunidad, ya que nadie va a sentarle en el banquillo de los acusados, al contrario, los medios masivos de embrutecimiento suelen aplaudir esos crímenes contra personas que tuvieron la particularidad de trabajar en el área de la investigación científica para el desarrollo nuclear o relacionado, acusándolos de “terroristas”.





¿Puede imaginarse, por ejemplo, que agentes del Mossad vayan a Europa y asesinen a técnicos de un laboratorio que experimenta con los usos de la energía atómica, cuando la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica), los tratados y convenciones internacionales otorgan esa facultad a cualquier nación del mundo?; y, que, ¿Israel únicamente basado en un rumor de que esas investigaciones pueden derivar en proyectos de armas nucleares, decidan ejecutar a cualquier persona? Ningún científico del planeta podría sentirse tranquilo, ni siquiera los simples funcionarios y empleados administrativos de un laboratorio.

Tranquilos, esa política solo se aplica a los países que buscan nuevas alternativas para su desarrollo, así que, los investigadores europeos pueden dormir tranquilos, ningún pistolero a sueldo del Mossad va a interrumpir su sueño, a menos que sea un estudioso que simpatice con el "Eje del Mal" y corra la misma suerte de otros científicos, técnicos, ingenieros iraquíes, sirios, iraníes y de otras nacionalidades, inclusive europeos que en algún momento prestaron servicios en el Medio Oriente y sucumbieron en atentados con explosivos o tiroteados en la calle o en sus casas.


Asesinatos selectivos

El derecho a la legítima defensa, es una premisa dentro del derecho penal y es admitido en el campo del Derecho Internacional. En una guerra, la legítima defensa es superior a toda obligación en el campo de batalla, una persona no está obligada a poner en riesgo su vida para preservar la del enemigo, en ese sentido, está permitido hacer uso de la fuerza hasta estar seguro de que el objetivo ha sido eliminado y ya no representa una amenaza.

Un asesinato selectivo generalmente tiene implicaciones políticas. Dentro del marco de las Convenciones de Ginebra atacar a líderes políticos (no siempre) o jefes militares enemigos en un conflicto constituye un blanco militar válido. Por favor, tenga presente que la palabra clave es dentro de un conflicto, es decir, una guerra que se encuentra en curso. Un centro de mando es un objetivo militar válido.

Generalmente, en la mayoría de los casos se acepta que un jefe de Estado no es considerado un objetivo militar legítimo en una guerra. En tiempos de guerra los jefes de Estado están protegidos por el Derecho Internacional Humanitario (DIH) como figuras no combatientes, a pesar de que un jefe de Estado puede ostentar el papel de mando supremo de sus fuerzas militares. Según las circunstancias, eliminar a un jefe de Estado como objetivo militar puede tener consecuencias graves para la estabilidad política y la posibilidad de resolver un conflicto. El jefe de estado es apreciado por el Derecho Internacional como un símbolo de la nación, no como un combatiente activo, su neutralización no suele estar justificada a menos que esté directamente involucrado en las hostilidades en cuyo caso podría considerarse un objetivo militar legítimo, pero esto es poco común (sin duda hay casos notorios en la historia reciente).

Aunque la guerra constituye, en sí, la violación de todo derecho, se intenta regular normas y principios universales que precautelen la vida de las personas, es el denominado Derecho Internacional Humanitario (DIH) (Convenciones, Protocolos, Tratados sobre la guerra).

Matar dolosamente a otro constituye la forma más grave de conducta de la que puede ocuparse el derecho penal. De hecho, la propia posibilidad de que tal hecho sea justificado ha sido reducida drásticamente por la doctrina del derecho penal, cosa que suele ser ignorada en tiempos de guerra. En pocas palabras el asesinato selectivo en tiempos de paz o durante negociaciones es un crimen común que perturba la conciencia pública internacional.

Los asesinatos selectivos, dentro del marco del DIH, de uno o más combatientes enemigos está permitido en la medida que se cumple con ciertas reglas y principios: Se habla de la necesidad militar, humanidad, distinción y proporcionalidad; y, que los civiles quedan exentos de ser atacados directamente, salvo que “tomen parte directa en las hostilidades”.





Países como Israel y Estados Unidos suelen tratar de justificar los asesinatos selectivos de “terroristas” (pueden ser o no) sobre una base de reglas del Derecho Internacional Humanitario; o, sobre la base de la legítima defensa del estado. El tema es muy discutible, si se trata de auténtica legítima defensa del estado o de una reacción punitiva (bellum punitivum) que no cumple las reglas del debido proceso. En todo caso, como norma, el DIH no aplica a los actos de terrorismo cometidos en tiempos de paz; y, si los actos terroristas son cometidos durante conflictos armados pueden constituir violaciones graves del DIH si se dirigen contra civiles o bienes protegidos.

En el caso de asesinatos selectivos que ha perpetrado Israel el 13 de junio de 2023Estamos ante la ausencia de una guerra declarada, se perpetró en el marco de negociaciones diplomáticas sobre temas relevantes para evitar una guerra, se involucró y se asesinó alevosamente a civiles; es decir, acciones ilegales y desproporcionadas que en este caso involucran al DIH. Quienes ordenaron y participaron en la ejecución de esa ilegal serie de asesinatos selectivos son responsables individualmente y pueden ser juzgados por crímenes de guerra.

En conclusión: El DIH prevé los asesinatos selectivos únicamente en tiempos de guerra y los ataques solo pueden dirigirse contra objetivos militares legítimos y proporcionados a la ventaja militar esperada, evitando daños colaterales excesivos a civiles o bienes civiles.


¿Qué tan efectivos son los asesinatos selectivos de Israel?

Según Lucas Leiroz (Fundación de Cultura Estratégica), contrariamente al "mito de la ‘invencibilidad israelí', el asesinato selectivo fue desarrollada por Israel para tratar de desestabilizar psicológica e institucionalmente a sus enemigos, evitando enfrentamientos militares prolongados. Sin la capacidad de reposición continua de tropas y recursos y teniendo un territorio muy pequeño con objetivos muy expuestos, Israel teme una guerra a gran escala".

El asesinato selectivo pretende decapitar la influencia y poder de ciertos individuos sobre un estado. En teoría, hay quienes sostienen que Israel es incapaz de ir a una guerra total, por lo que conforme su doctrina seguirá organizando asesinatos selectivos cuantas veces lo crea conveniente y no dejará de hacerlo.


Benyamin Netanyahu ovacionado en el Congreso de los Estados Unidos (fotos de archivo)


Sin embargo, es válido preguntarnos, ¿se gana una guerra matando a una figura representativa? En ciertos casos de la historia las guerras solían decidirse con la muerte del rey en batalla, pero eso ya no funciona desde el siglo XX. Por ejemplo, ¿terminaría y ganaría Rusia la guerra matando a Zelensky en un ataque?, pregunta un artículo del sitio web Simplicius. Por supuesto que no. Por momentos parecemos olvidar que Israel hace lo que hace gracias al omnipotente poder militar y económico del sistema de hegemonía occidental que brinda a Israel iguales o mayores garantías que a los socios de la OTAN.


A manera de cronología, ejemplos de asesinatos selectivos ordenados por Israel

Ni por asomo los siguientes casos de asesinatos selectivos en los últimos años reflejan el número total de atentados que ha perpetrado Israel y/o Estados Unidos.

Durante la agresión israelí al Líbano en 2006, en que Hezbolá plantó cara a los tanques enemigos, Israel fingió que había decidido atacar porque Hezbolá había capturado varios soldados israelíes. La realidad era que lo hizo para detener las investigaciones de la policía y de la justicia libanesas sobre una extensa red israelí de espionaje y terrorismo en Líbano, investigaciones que podían llevar a una nueva lectura del asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri. (Thierry Meyssan).

El 11 de enero del 2012, el científico nuclear iraní y profesor universitario, Mustafá Ahmadi Roshan, muere al explotar una bomba adosada a su coche. Irán acusó directamente a los servicios secretos israelíes y estadounidenses, la Casa Blanca se apresuró a desmentirla mientras Israel optó por mantener el silencio.

En enero de 2014, una incursión aérea israelí bombardeó un centro de investigación al Noroeste de Damasco y en mayo de ese mismo año volvió a lanzar ataques cerca de Damasco. Se desconoce el número de víctimas.

En noviembre de 2014, se produce el asesinato de cinco ingenieros en energía nuclear (cuatro sirios y un iraní) en Damasco, desconocidos liquidaron a estas personas cuando se trasladaban en un autobús, laboraban en un centro científico de investigación. No fue el primer incidente dentro de territorio sirio, varias instalaciones que manejan las fuerzas armadas u otras instituciones de investigación científica (no necesariamente nucleares como suele afirmar Israel) fueron el blanco de agresiones.

El general Qasem Soleimani era percibido como "una amenaza existencial para Israel" y se ordenó una operación para asesinarlo, siendo los estadounidenses quienes efectuaron finalmente la operación en Bagdad el 3 de enero de 2020.


Qasam Solemani

No obstante, el principal problema es que "los asesinatos selectivos rara vez son efectivos contra grupos altamente ideológicos y países con estrategias de guerra bien definidas" como Irán. "La muerte de Soleimani no desmanteló el Eje, sino que unió aún más a las milicias en torno a Irán, incluidas las milicias suníes palestinas, que históricamente han sufrido una lucha por la influencia entre chiíes y wahabíes". Pero, las cosas cambiarían muy pronto.

Desde 2024, Israel emprendió quizá la mejor campaña de ejecuciones selectivas de su historia -la mayoría ilegítimas-, la de los comandantes y líderes políticos de Hezbolá y Hamás, en Líbano, Siria e Irán.

El comandante de Hezbolá Ali Muhammad al-Debs fue asesinado en un ataque aéreo israelí en Nabatieh - Líbano, el 16 de febrero de 2024. Israel afirma que al-Debs fue el cerebro detrás de un ataque en su territorio en marzo de 2023, así como de otras operaciones desde el comienzo de la guerra entre Hamás e Israel. Al-Debs era alto comandante de las Fuerzas Radwan, la unidad de élite de Hezbolá, su subcomandante, Hassan Ibrahim Issa murió en el mismo ataque.

El ataque aéreo y bombardeo del consulado iraní de Damasco del 1 de abril del 2024, en pleno conflicto con Hamás y Hezbolá, destruyó un edificio del consulado adyacente a la embajada iraní en Damasco. Aviones de combate F-35 dispararan seis misiles desde el territorio ocupado de los Altos del Golán contra el edificio consular iraní con el evidente propósito de asesinar a unos objetivos concretos. La incursión se saldó con la muerte del alto comandante de la Fuerza Quds (CGRI), general de brigada Mohammad Reza Zahedi y siete oficiales, además de otras personas.

Irán prometió venganza por el ataque. Si Irán seguía las leyes y costumbres internacionales sobre la guerra, podía haber declarado una legítima declaración de guerra. El ataque al consulado iraní -según el Derecho Internacional- fue un ataque contra territorio iraní. El 13 de abril de 2024, se llevó a cabo un tibio “ataque” de represalia contra Israel con el lanzamiento de cientos de misiles y drones dirigidos a las bases desde las que se lanzó el ataque al consulado.

El mensaje de Israel es lo importante, Tel Aviv deseaba agrandar las hostilidades, con o sin autorización de Estados Unidos, a sabiendas que de cualquier forma obtendrían no solo armas sino una participación directa de los estadounidenses en un conflicto que pretenda arrasar Irán, negándose a escuchar los "consejos" ante su genocida campaña contra los civiles palestinos.



Ismail Hannyeh y Yahya Sinwar, dos carismáticos líderes de Hamás, eliminados por Israel en 2024 (foto archivo)


El asesinato de Ismail Hannyeh (o Haniya), el líder de Hamás cercano a Irán y responsable de la paz entre los yihadistas palestinos y el gobierno sirio fue ejecutado el 31 de julio de 2024 en Teherán, donde asistía a la investidura del recién elegido presidente de Irán, Masoud Pezeshkian. Hay varias versiones sobre su muerte, una versión es que murió en un ataque aéreo israelí contra una casa oficial para huéspedes del gobierno iraní, otra versión asegura que fue una bomba introducida en la residencia. El sucesor de Hannyeh, Yahya Sinwar, máximo líder de Hamás, fue eliminado por un dron del ejército israelí el 16 de octubre de 2024 (aunque no está confirmado que fuera un asesinato selectivo). Otros tres comandantes militares de Hamás cayeron en los primeros meses de 2024.

Hasta esos momentos, los asesinatos selectivos no rindieron lo esperado, no funcionaron como arma decisiva, las organizaciones que conformaron la Resistencia tenían la capacidad política para minimizar a corto y mediano plazo el impacto generado por los asesinatos de sus líderes.

El acto que casi decapita y ha debilitado seriamente a la Resistencia fue el asesinato del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, el 27 de septiembre de 2024, en ese mismo incidente fue eliminado Ali Karaki, uno de los principales comandantes de Hezbolá. Este acto vino seguido del ajusticiamiento de varios líderes militares y políticos de la organización. El 8 de octubre, Hashem Safieddine, jefe del Consejo Ejecutivo, a quien consideraban el sucesor de Nasrallha fue eliminado. Netanyahu afirmó que los ataques aéreos israelíes habían matado a dos sucesores del líder asesinado de Hezbolá, en referencia a Safieddine y a un segundo personaje al que no identificó. Otros siete altos comandantes militares de Hezbolá murieron entre junio y septiembre de 2024 (casi todos en operaciones militares).

Con estos operativos Israel logró desestabilizar por primera vez al Eje de la Resistencia, aunque, en principio, Hezbolá no dio señales de haber sido afectado al combatir con firmeza y frenar las incursiones del ejército israelí en el sur del Líbano. A la larga, las consecuencias de las muertes en combate, los asesinatos selectivos, así como la merma de su material bélico,  hicieron mella en la organización, sin que hayan podido reponerse.

Israel planificó, conspiró y luego hizo detonar a distancia miles de dispositivos en el Líbano, literalmente voló las manos de cientos de libaneses, un astuto plan -que no deja de ser un ataque terrorista del Mossad-. Un proceso en secuencia que inició cegando las comunicaciones de la organización y poniendo fuera de combate a centenares de milicianos, acto seguido a mandos altos y medios por medio de buscapersonas y radios explosivos bombas trampa, ataques con misiles y culminó con otro ataque de decapitación contra los nuevos mandos superiores, así como ataques de precisión contra los depósitos de misiles de la organización.

Interrumpida la cadena de mando y las operaciones de Hezbolá, el líder de Hezbolá quedó expuesto, Hassan Nasrallha fue llevado al sacrificio mediante un brutal bombardeo que uso cientos de toneladas de explosivos sobre el bunker donde permanecía. Los ataques selectivos israelíes continuaron con la eliminación de otros jefes militares de Hezbolá. 

Hoy, en teoría, el mando militar de la organización ha quedado decapitado. La Resistencia debilitada, sin recursos, con Irán luchando por su supervivencia, podrá sostenerse como una guerrilla que si bien puede tocar las entrañas del enemigo no está ya en capacidad de desestabilizarla como estado.


                    El Sayyed Hassan Nasrallha

La insidia con que actúa Israel fue desvelada. Netanyahu ordenó el ataque contra Nasrallha poco antes de intervenir en la Asamblea General de las Naciones Unidas, una evidente distracción para asesinarlo. Fue conducido a una trampa, Hassan Nasrallah fue asesinado en un ataque que destruyó cuadras enteras a su alrededor. Un acto traicionero, el líder de Hezbolá confiaba en una tregua para negociaciones tras haber aceptado el plan franco-estadounidense de alto el fuego por 21 días y lo transmitió a Washington y París a través del gobierno libanés, pero no tuvo tiempo de hacer pública su aceptación, porque lo eliminaron inmediatamente. "Hassan Nasrallah fue con el enviado iraní, Abbas Nilforoushan, a la sede de Hezbolá en Haret Hreik (sur de Beirut) para reunirse con 22 comandantes, incluido Ali Karaki. Un “topo iraní” (o un topo en Irán) notificó entonces al Mossad. Benjamín Netanyahu dio instrucciones de matarlo y lanzar la operación “Nuevo Orden Regional” desde su habitación de hotel en Nueva York. Interrumpió su estancia en Estados Unidos y regresó a Israel. El Sayyed murió fuera de la presencia de los comandantes, con sus guardaespaldas, impresionados por la explosión" (Red Voltaire, 4 octubre 2024).

Tras esta serie de acontecimientos, sin un mando claro, sin capacidad de respuesta y comunicaciones comprometidas, nuevos bombardeos destruyeron parte del arsenal e infraestructura bélica de Hezbolá. No queda duda que hubo infiltración de los servicios de inteligencia israelíes en la cúpula de la resistencia libanesa, o a través de un topo iraní o uno en Irán, o todas las posibilidades juntas. Israel continuó con la cacería de casi todo el liderazgo de Hezbolá que incluyó la liquidación del sucesor del sucesor de Hassan Nasrallah.

Irán guardó silencio, muchos medios hablaron de la participación y/o colaboración de algunos topos iraníes. El asesinato de Qasem Soleimani, tiene indicios de haber sido realizado con el visto bueno de alguien en Irán, -tras bastidores las agencias de inteligencia manejan esa hipótesis-. El martirio del líder de Hezbolá también tiene ese componente. Solo tenemos hipótesis y especulaciones, se habla de un general iraní que desapareció de las esferas del poder y de toda noticia relacionada con él, jamás se ha vuelto a saber nada, salvo por su aparición vestido de civil el 24 de junio de 2025, nos referimos al general Esmail Qaani, entonces jefe de la Fuerza Quds del CGRI (Guardianes de la Revolución), de quien se afirmó se encontraba bajo custodia e interrogatorio por importantes violaciones de seguridad en las investigaciones iraníes sobre el asesinato de Nasrallah, fuentes aseguraron que Qaani es el principal sospechoso de ser el topo de los israelíes (no hay nada oficial, pocos medios tomaron nota de esta versión).

No sería nada raro que sea verdad, Thierry Meyssan, describe como, desde 2011, el jefe del contraespionaje iraní responsable de luchar contra la infiltración del Mossad era... un agente israelí. "Permaneció en el cargo hasta 2021 y ahora vive en Israel. Se rodeó de un equipo de unas veinte personas que huyeron con él a Israel. Ellos son quienes organizaron los asesinatos de científicos nucleares y el robo de archivos expuestos por Benjamín Netanyahu".

Los pro-estadounidenses son una fuerza poderosa en Teherán, "una pequeña minoría iraní es favorable a Occidente e Israel. No es imposible pronunciar un discurso antiisraelí mientras se hacen negocios con Tel Aviv". Meyssan nos recuerda que Irán e Israel operan conjuntamente el oleoducto Eilat-Ashkelon, a través de una empresa propiedad mitad de Israel y la otra mitad de Irán. “Cualquier publicación sobre los propietarios de este oleoducto se castiga con 15 años de prisión en Israel", no siendo nada extraño que fueran funcionarios iraníes quienes traicionaran a Hassan Nasrallah y que hayan urdido un cambio de régimen tras los últimos ataques israelíes.


Ex presidentes de Irán, de izquierda a derecha: Ebrahim Raisi (2021-2024); Hassan Rohani (2013-2021); y, Akbar Hashemí Rafsanyaní​ (1989-1997)



Eso no es todo, ¿quién tiene presente el extraño accidente de helicóptero que resultó en la muerte del presidente iraní Ebrahim Raisi en mayo de 2024? él apoyaba activamente al Eje de la Resistencia. ¿Quién recuerda el caso Irán-Contras? El entonces diputado Hassan Rohani, conocido por la inteligencia estadounidense desde los tiempos del Sha, estableció contacto con el entonces presidente del parlamento iraní, Hashemí Rafsanyaní. Hassan Rohani, luego presidente de Irán, 2013 a 2021 y el hoy fallecido Hashemí Rafsanyaní, presidente de Irán de 1989 a 1997, colaboraron con el equipo de los estadounidenses Oliver North y Elliott Abrams. El pro-estadounidense ex presidente iraní Rafsanyaní llegó a ser el hombre más rico de su país gracias al tráfico de armas organizado con Elliott Abrams. Posteriormente, Rafsanyaní envió soldados iraníes a luchar bajo las órdenes de la OTAN en Bosnia-Herzegovina y participó en la revolución de color orquestada para derrocar a su sucesor, el presidente Mahmud Ahmadineyad. (Thierry Meyssan)

Según el filósofo ruso Alexander Dugin, Israel actúa con una determinación radical para destruir despiadadamente a sus enemigos, juega por adelantado, provocó a Hamás para que atacara, eso no trajo ningún fruto a la Resistencia, Israel logró destruir el liderazgo de las fuerzas antagónicas en el Medio Oriente y llevar a cabo fácilmente un genocidio a gran escala de los palestinos en Gaza. Dice Dugin: "A Irán le pasa lo mismo. Este es un camino a ninguna parte. Gaza ha desaparecido. El liderazgo de Hamás se ha ido. Ahora el liderazgo de Hezbolá se ha ido. Y el presidente iraní Raisi se ha ido. Y su localizador se ha ido… en las guerras modernas, el tiempo, la velocidad y la dromocracia lo deciden todo. Los sionistas actúan con rapidez, adelantándose a la curva. Audazmente. Y ganan”.

No hay milagros, ni bendiciones divinas de por medio, se trata de capacidades operativas, aún más, Israel aprovecha de sus vecinos la desventaja histórica que Occidente trabajó desde siempre para mantener dividido y empobrecido al mundo árabe, a los persas (Irán), a Turquía, etc., ya que pueden "sobornar a las personas necesarias para que se conviertan en agentes renegados. Israel está lleno de interminables miles de millones de dólares en efectivo de los contribuyentes de las naciones más ricas del mundo, que se utilizan para sobornar a los desesperados y necesitados en estos países para proporcionar inteligencia, que es probablemente la forma en que se obtuvieron las ubicaciones de Nasrallha, Haniyeh, etc.", deduce un artículo de Simplicius.


Llega el turno de Irán, 13 junio 2025

Al día siguiente de la publicación de los primeros documentos nucleares israelíes obtenidos por Irán, Israel inició su agresión contra la República Islámica. El guión de la agresión israelí es exactamente al mismo modus operandi que se vivió en el Líbano en 2006. No se respetó el Derecho Internacional, el 15 de junio de 2025 en Omán debían reunirse para una nueva ronda de negociaciones las misiones diplomáticas de Irán y Estados Unidos. A traición, en un momento en que no había declaración de guerra, en tiempos de paz, como refiere el Derecho Internacional, Israel reinició su campaña de asesinatos selectivos. (Desde abril, ambos países habían participado en cinco rondas de negociaciones mediadas por Omán con el objetivo de reactivar el acuerdo nuclear de 2015, la última ronda tuvo lugar en Roma el 23 de mayo, se habló de "algunos avances" aun cuando Trump declaró que los resultados de la próxima reunión determinarán si puede evitarse una acción militar, al tiempo que acusó a Irán de obstaculizar el diálogo).





Irán ha tenido que negociar por décadas bajo intimidación aun sabiendo que Israel no quiere nada de paz mientras se mantenga el gobierno de los ayatolás en Teherán, su expectativa ha sido una, cómo destruir Irán si no “negocia” las imposiciones preparadas (léase si no se rinde). Trump promete volver atacar las instalaciones nucleares iraníes. Basta recordar las palabras de Marco Rubio, secretario de estado, sobre el ataque traicionero de Israel y el asesinato del alto mando militar iraní y varios científicos: "Deberían haberme escuchado, les di un aviso de 60 días, Hoy es el día 61, pero todos con los que yo trataba están muertos".

Es verdad que Israel desmanteló la cúpula militar (que incluyen a comandantes de la Fuerza Aeroespacial) y científica iraní en una noche de intensos bombardeos y plantas de enriquecimiento de uranio fueron alcanzadas en los ataques. Pese a todo, el plan israelí de bombardeo y asesinato fracasó.

No nos extenderemos en detalles sobre los asesinatos selectivos, las explicaciones anteriores confirman que se trata de crímenes comunes. El 13 de junio de 2025 más de una veintena de altos cargos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) y otros altos mandos figuraban entre las víctimas selectivas de los ataques de Israel. También se produjo la muerte de numerosos civiles y científicos del programa nuclear iraní, Fereydoun Abbasi encabeza la lista de importantes científicos nucleares asesinados, alrededor de catorce. Abbasi, exdirector de la Organización de Energía Atómica de Irán había acusado a la OIEA de actuar con "hostilidad premeditada" y mostrar un "sesgo hacia la agenda occidental".

Un importante diplomático, Ali Shamkhani, muy conocido en los círculos de política exterior de Washington y Europa, colaborador de Jamenei, representó a Teherán en las conversaciones que sellaron un acuerdo histórico para restablecer las relaciones diplomáticas con Arabia Saudita, brindaba asesoramiento cuando Irán reanudó las conversaciones nucleares con la administración de Trump, fue uno de los blancos selectivos del ataque israelí.


Epílogo

El “final” de las hostilidades entre Israel - Irán no se percibe, por el momento han quedado suspendidas, volverá a desatarse en algún otro momento. No queremos hablar de ganadores ni perdedores porque esto no termina aquí. No fueron destruidas las instalaciones nucleares, no se dio el cambio de régimen anhelado por Israel, Israel está inconforme con las acciones militares de Estados Unidos (mejor dicho con lo ordenado por Trump); y, por otro lado, Irán persiste en su derecho, conforme el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y como miembro del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), al igual que cualquier estado, a manejar tecnología nuclear con fines pacíficos. Las persistentes acciones en su contra pueden provocar el efecto contrario, que Irán, por su cuenta, o a través de un tercer estado se provea de un arma nuclear disuasoria.

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Referencias y consultas en este blog

Irán, energía nuclear o bomba atómica? (Esta serie consta de seis artículos)

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