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31 octubre 2023

Revolución alemana de noviembre de 1918: cuando los soviets "tocaron" Europa



German November 1918 Revolution: when the soviets “touched” Europe

Nihat Halepli

Ξεκίνημα


El artículo principal (segunda parte) que daremos lectura proviene de una publicación de un medio alternativo de Grecia: ξεκινημα (Primeros Pasos), que se define como una organización socialista internacional. El texto original en griego fue traducido a la versión en inglesa, cuyo texto es usado para esta presentación en castellano.


Parte I

Antecedentes 

por Tito Andino U.


La "Revolución Alemana" de 1918 o "Revolución de Noviembre" fue en la práctica quien derrocó a la monarquía del Imperio Alemán. 


Los trabajadores alemanes, emulando a la revolución rusa  disputaron el poder y el derecho a dirigir la sociedad ante la clase dominante, pero los Consejos de Obreros y Soldados no lograron consolidar sus victorias. Varios factores obraron en su contra, quizá el más importante fue la traición a la revolución de los dirigentes del SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania) que decía velar por las ilusiones democráticas de la población. Al mismo tiempo, los militares monárquicos se prepararon para aplastar a los obreros revolucionarios entre los que destacaba la Liga Espartaquista (marxistas) dirigida por Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht y Leo Jogiches, que se transformaría en el Partido Comunista de Alemania (KPD).

El frente conformado por la burguesía, militares y la socialdemocracia alemana tuvieron que recurrir a la violencia extrema contra la clase obrera, los asesinatos eran parte del plan, eliminando a Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht (luego a Leo Jogiches), crímenes perpetrados por los Freikorps y bandas monárquicas marcaron la derrota del levantamiento obrero de Berlín en enero de 1919. La tarea se completó con una guerra civil que duró varios meses, se liquidaron los Consejos y miles de comunistas fueron asesinados. Sobre esta base, nada que ver con una supuesta legalidad democrática, nació la República de Weimar

Es interesante resaltar que fue la "Revolución Alemana" de 1918 o "Revolución de Noviembre" la que derrocó a la monarquía del Imperio Alemán tras el amotinamiento de los marineros de Kiel. Fue durante la "Revolución Alemana" cuando se proclamó la República, 9 de noviembre de 1918, junto a la renuncia del Kaiser Guillermo II. El Imperio Alemán pasó de ser una monarquía constitucional a una democracia parlamentaria conservando el nombre oficial de "Deutsches Reich" en la Constitución de Weimar, 14 de agosto de 1919, ese acto marcó el fin de la revolución.


La irrupción de los marineros de Kiel, a principios de noviembre de 1918, fue la señal para un movimiento revolucionario incendiario en toda Alemania. Los obreros y los soldados insurrectos conquistaron ciudad tras ciudad, abrieron cárceles y liberaron a los prisioneros políticos, izaron la bandera roja en calles, fábricas y cuarteles y formaron los Consejos de Obreros y Soldados. El káiser fue barrido de la escena. La clase trabajadora demostró ser mucho más potente para acabar con el Imperio alemán que los obuses enemigos y, en cuestión de días, llevó a cabo las tareas de la llamada revolución democrática, proclamó la república y abrió el camino para la transformación socialista de Alemania. (Texto de píe de foto de la página web Izquierda Revolucionaria)


El primer jefe de estado electo (Presidente del Reich) fue el socialdemócrata Friedrich Ebert quien falleció en 1925, Paul von Hindenburg se convirtió en su sucesor. La crisis económica mundial supuso la ruptura de una coalición que mantuvo el "orden" constitucional hasta el nombramiento de Adolf Hitler como canciller el 30 de enero de 1933. Se puede decir que la historia de la República de Weimar terminó tácitamente con la llegada de la dictadura nazi al poder, a pesar que la Constitución de Weimar formalmente no fue abolida por los nazis.

El ideal revolucionario no había terminado, resurgió en 1920 tras el conocido "Putsch de Kapp" en 1920, trama auspiciada por una parte del Reichswehr, monárquicos y facciones nacionalistas. El golpe es conocido también como "Putsch Kapp – Lüttwitz". Sus líderes Wolfgang Kapp, político derechista; el general Walther von Lüttwitz, Comandante Supremo de todas las fuerzas militares del Reich en caso de emergencia o guerra, que dirigiera la represión contra los espartaquistas (enero 1919) utilizando los Freikorps; y, el general Erich Ludendorff. El golpe de estado tuvo lugar en Berlín desde el 13 al 17 de marzo de 1920, su objetivo central era acabar con la herencia de la "Revolución Alemana" de 1918-1919 y derrocar a la República de Weimar para establecer un gobierno autocrático en su lugar.  

El putsch tuvo un éxito inicial, los golpistas asumieron el poder en Berlín, llegó victorioso a Baviera donde los militares destituyeron al presidente y nombraron a Gustav von Kahr (político conservador). Los industriales también jugaron su rol en el golpe financiando a los Freikorps. Era evidente el temor de la industria ante el avance político de la "Revolución Alemana" (movimientos de izquierda: socialismo, comunismo, anarquismo).

Pero el golpe de Kapp fracasó por la resistencia de los sindicatos convocados a una huelga general por el depuesto gobierno y la convocatoria a la lucha armada por el Partido Comunista, se destaca sus victorias en la región del Ruhr. Los golpistas no contemplaron la pasividad de la burocracia ministerial en Berlín ante el llamado del gobierno legítimo a paralizar las actividades. En menos de una semana, el Putsch de Kapp de altos mandos militares, freikorps y la extrema derecha fue sofocado. La Asamblea Nacional de Weimar se disolvió, convocándose nuevas elecciones para el 6 de junio de 1920.

Reflexión: Algunos nombres se repiten en dos episodios o tentativas de golpe de estado derechistas. ¿Qué les dice la presencia en 1920, apoyando un golpe de estado contra la República de Weimar de personajes como el General Ludendorff, Gustav von Kahr y otros, junto a las influyentes chequeras de los industriales y banqueros alemanes?. Ludendorff, von Kahr y otros aparecerán nuevamente en escena en 1923 esta vez junto a Hitler y a los mismos apoyos financieros de 1920.


Es innegable que si la revolución socialista hubiese triunfado en Alemania, el destino de la humanidad habría sido diferente, quizá el cabo bohemio (como despectivamente llamaba Hindenburg a Hitler) hubiese intentado nuevamente ser artista... 


Si está interesado en profundizar el tema, pase revista al siguiente artículo: Cuando la extrema derecha se alzó contra la República de Weimar. 100 años del Putsch de Kapp 


Parte II

Cuando los soviets "tocaron" Europa


Cartel de Karl Jakob Hirsch. "Vota a Espartaco". Litografía en color. Impresión de la comisión del KPD, 1920


La revolución de noviembre de 1918 en Alemania tiene un lugar importante en la historia de la lucha mundial de la clase obrera. Comenzó con el levantamiento de los marineros en Kiel y marca la primera fase del proceso de la Revolución alemana, que comenzó en noviembre de 1918 y continuó hasta 1923.


El proceso de industrialización comenzó bastante tarde en Alemania, a finales del siglo XVIII, en relación con países como Inglaterra y Francia. El proceso se aceleró a finales del siglo XIX, y provocó un rápido aumento en el número de la clase obrera alemana. A principios del siglo XX, los trabajadores industriales representaban un tercio de la población general.

El crecimiento del proletariado se reflejó en las luchas de la clase obrera, como la lucha por salarios más altos y el derecho a trabajar ocho horas al día. Esas victorias allanaron el camino para el desarrollo de las organizaciones de la clase trabajadora. Desde finales de la década de 1870 hasta 1913, el número de trabajadores sindicalizados se había quintuplicado, llegando a alrededor de 2,5 millones.

A pesar de las "Leyes Socialistas" de Bismarck (votadas con el objetivo de asestar un golpe a los socialistas), la represión no pudo evitar que el SPD (Partido Socialdemócrata) ganara influencia entre los trabajadores. Después de que la ley fue derogada, el SPD creció y se convirtió en el mayor partido de los trabajadores. El SPD también fue muy influyente dentro de los movimientos de mujeres y jóvenes. En 1913 el SPD se había convertido en el partido más fuerte en el Reichstag (Parlamento) con un millón de miembros.

Por otro lado, crecer significó que comenzó a formarse un cuadro de liderazgo dentro del partido, cuyos salarios y, por lo tanto, niveles de vida eran más altos que los de la clase trabajadora. El diario del partido tenía alrededor de un millón y medio de suscriptores. Se creó una escuela del partido para que los cuadros fueran entrenados. El partido poseía instituciones con un total de tres a cuatro mil empleados. El salario de un secretario profesional del partido era igual al doble del salario de un trabajador calificado. El salario de los administradores sindicales podría ser cinco o seis veces mayor.

Tres corrientes 

El programa adoptado en el congreso del SPD en Erfurt en 1891, siguiendo la Ley Socialista, fue importante para transformar el partido en un partido de masas. Sin embargo, un problema político importante todavía estaba presente en el programa y en el enfoque de Kautsky (uno de los autores); un enfoque que apuntaba en la dirección de un colapso "inminente" y "natural" del sistema capitalista debido a sus contradicciones. Este fue un enfoque lineal que predijo que la clase obrera en algún momento tomaría automáticamente el poder. Condujo a un abandono efectivo de la actividad revolucionaria, limitando el partido a demandas a corto plazo y esperando el momento en que el capitalismo cayera como una fruta madura.


Carteles de propaganda de la SPD, Izquierda, 1919 llamando a las mujeres para las elecciones de la Asamblea Constituyente; en el medio, un cartel que dice: "La demanda de la época Socialismo Democrático Conviértete en miembro de la SPD; derecha, cartel de 1920 que llama a proteger la casa contra la reacción, por la República y la libertad. 

Fue Eduard Bernstein quien, basándose en este enfoque, creó posteriormente una teoría, que ahora se conoce como "reformismo" (o "revisionismo"); dado que el capitalismo puede mejorar el nivel de vida de las grandes masas desarrollándose constantemente, la lucha de clases ya no es necesaria y, por lo tanto, el marxismo es en esencia obsoleto. La lucha estaba confinada dentro de los límites del sistema, y el socialismo fue empujado como un objetivo teórico para el futuro lejano.

Por otro lado, se formó un ala izquierda, liderada por Rosa Luxemburgo, dentro del partido. Fueron llamados la "izquierda radical" y defendieron la necesidad de la lucha de clases y el análisis marxista, abogando por que el partido debería dirigir la revolución cuando estallaran las huelgas de masas. Aparte de eso, el ala del "Centro Marxista" de Kautsky argumentó que las huelgas de masas solo eran útiles para presionar al parlamento.


Aprobación de créditos de guerra

Ya a principios del siglo XX, la economía alemana comenzó a estancarse. En este contexto, las grandes empresas que tenían una influencia efectiva sobre el Estado estaban propagando el nacionalismo, el colonialismo y, por lo tanto, la guerra y el militarismo. El capitalismo, como analizó Lenin, estaba tomando cada vez más un carácter imperialista.

El SPD había adoptado inicialmente una línea contra la guerra, que era evidente en sus publicaciones y en las manifestaciones que organizaba. Cientos de miles se movilizaron contra la próxima Gran Guerra hasta julio de 1914. Pero un mes después, la dirección del SPD unió fuerzas con la burguesía y sus representantes apoyaron el esfuerzo de guerra. Como resultado, ADGB, la confederación sindical, puso fin a todas las acciones sindicales y huelgas en curso dentro del marco "Burgfrieden" (en alemán, burgfrieden significa una tregua entre grupos en conflicto dentro de un fuerte).

Espartaco

August Bebel era el líder del grupo parlamentario del SPD, tratando de mantener un equilibrio entre las diferentes alas. Después de su muerte, Friedrich Ebert lo reemplazó. Fue entonces cuando el grupo parlamentario votó a favor de la moción sobre los créditos de guerra, el 4 de agosto de 1914. Incluso los 13 diputados del SPD que estaban en contra de la moción, votaron a favor debido a la regla de disciplina del partido / grupo. Sólo Karl Liebknecht se abstuvo. Sin embargo, en una segunda votación en diciembre, Karl Liebknecht fue el único diputado que votó en contra de los créditos de guerra. En otra votación en marzo, Otto Rühle del ala "centro" también se unió a Liebknecht.


Un llamativo cartel que insta a los ciudadanos a votar por el Partido Comunista.1928. "Traicionado por el SPD !Vota a los Comunistas!

En 1916, el ala izquierda del SPD incluía revolucionarios como Rosa Luxemburgo y Franz Mehring, y era conocido como el "grupo internacional", llamado así por su revista, de la que solo lograron publicar un número. En ese momento, comenzaron a producir publicaciones ilegales bajo el nombre de "Espartaco" y a partir de entonces, fueron conocidos como la Liga Espartaquista.

USPD

La guerra significó el deterioro de las condiciones económicas, altos costos de vida, hambruna y miseria para la población. Por lo tanto, el "patriotismo" de la clase obrera y la emoción de la guerra finalmente se desvanecieron, dando espacio a una creciente oposición a la guerra. Hubo 141 huelgas en 1915, pero 240 al año siguiente.

Esta creciente oposición a la guerra creó presión dentro del SPD, lo que resultó en la formación del Grupo de Trabajo Socialdemócrata (Sozialdemokratische Arbeitsgemeinschaft), que organizó a unos 18 diputados del SPD que se pronunciaron en contra de la guerra. Cuando estos fueron expulsados del SPD en 1917, crearon el USPD, el "SPD Independiente"; a partir de entonces, el SPD también se denominaría informalmente MSPD, Mayoría (Mehrheit)-SPD.

El USPD incluyó representantes de las tres alas del MSPD; Bernstein también se unió al USPD ya que había adoptado una postura contra la guerra, al igual que la Liga Espartaquista. El USPD se convirtió rápidamente en un partido de masas. Los espartaquistas participaban en el partido, mientras mantenían abiertamente sus propias publicaciones y estructuras independientes.

El USPD era un partido de masas de izquierda sin un programa marxista claro, tácticas o estrategias revolucionarias. Sin embargo, estaba fuertemente vinculado a la clase obrera, porque era capaz de trabajar abiertamente, pero también porque representaba una escisión masiva del SPD. Estos fueron factores decisivos para que la Liga Espartaquista se uniera al partido, para no aislarse de las masas radicalizadas y de la clase obrera.

Revolución

Después de la revolución de 1849, Alemania había adoptado el régimen de monarquía parlamentaria, ya que la burguesía acordaba términos con la monarquía. La autoridad principal pertenecía al Kaiser (el emperador), a pesar de la existencia del parlamento. El gobierno era responsable ante él, y no ante el parlamento.


Manifestaciones en Berlín, noviembre 1918. Se aprecia que la pancarta dice: "Larga vida a la Internacional REVOLUCION MUNDIAL!"

La revolución en 1918 estaba a las puertas de Alemania y los gobernantes comenzaron a entrar en pánico. Trataron de reducir la presión con algunas concesiones, por temor a la influencia de la revolución bolchevique, que había tenido lugar en Rusia en 1917. Así, se formó un gobierno bajo el príncipe Max von Baden como canciller; este gobierno era responsable ante el parlamento y, por primera vez, dos miembros del SPD, Scheidemann y Bauer, participaron en él. Pero esa maniobra pronto resultó ser insuficiente.

Una rebelión comenzó entre los marineros, a pesar de que estaba claro que la batalla se iba a perder. Los marineros habían desobedecido la orden del alto mando de la flota naval alemana de participar en una batalla naval con los británicos. 47 marineros, considerados como los líderes de la revuelta, fueron arrestados y llevados a Kiel. Las manifestaciones que exigían la liberación de los arrestados, organizadas por los marineros y trabajadores que acudieron en su apoyo el 3 de noviembre, se convirtieron en enfrentamientos: fue el comienzo de la revolución.

Poco después, los trabajadores y soldados establecieron sus consejos autónomos y tomaron el control de la ciudad. La revolución se extendió rápidamente desde Kiel, ubicada en el extremo norte del país, a otras ciudades del norte como Lübeck, Bremen y Hamburgo al día siguiente. Un día después, estaba llegando a Leipzig en el este, Colonia en el oeste y Múnich en el sur. Se establecieron consejos de obreros y soldados en todas partes.

Una huelga general fue convocada el 9 de noviembre en Berlín, exigiendo el fin de la dictadura militar y el gobierno. En realidad trajo el fin de la monarquía. Ese día, cientos de miles de trabajadores en Berlín gritando consignas como "Unidad", "Ley y libertad" y "¡Hermanos, no disparen!" inundaron el centro de la ciudad con pancartas y carteles. Los soldados se unieron a las protestas o permanecieron neutrales. Tres trabajadores perdieron la vida cuando los oficiales ordenaron un tiroteo masivo. Pero Berlín pronto estuvo bajo el control de obreros y soldados revolucionarios.

La desesperación dominaba el campo opuesto. El príncipe Max von Baden nombró canciller al líder del MSPD Ebert, sin siquiera esperar la respuesta del Kaiser. El Kaiser estaba en realidad en algún lugar de Bélgica en ese momento. El principal temor de Ebert y de los capitalistas era que se estuviera produciendo una revolución socialista. Ebert trató de convencer al Kaiser para que se retirara, y sus palabras exactas expresan este temor: "Si el Kaiser no abdica, la revolución social es inevitable. Pero no lo quiero, de hecho lo odio como un pecado".


Soldados y civiles probablemente espartaquistas en las calles de Berlín, noviembre 1918

En la misma fecha de la huelga, el 9 de noviembre, Scheidemann proclamó espontáneamente la República, mientras se dirigía a las masas protestantes desde el balcón del edificio del parlamento. Unas horas más tarde, Karl Liebknecht proclamó la República Socialista Libre de Alemania, declarando explícitamente que la tarea aún no se había cumplido y que era necesario formar un gobierno de trabajadores y soldados.

Doble poder

De hecho, la revolución aún no estaba completa; El país se encontraba en una situación de doble poder, donde tanto la vieja máquina estatal como los cuerpos de poder de los trabajadores funcionaban en paralelo.

Como resultado, el poder de los trabajadores no era estable. Las fuerzas burguesas estaban trabajando duro para evitar que las fuerzas de la clase obrera pudieran gobernar. Intentaron socavar los consejos y establecer un sistema parlamentario burgués. Al mismo tiempo, Ebert elaboró un acuerdo secreto con el Comando Supremo del Ejército para la acción conjunta contra los revolucionarios. Se conoció como el Pacto Eber-Groener.

Durante las semanas de doble poder, la autoridad de los consejos obrero-soldado fue socavada. El movimiento decisivo de Ebert fue en el primer Congreso General de Consejos (Richsraetekongreß) del 16 al 24 de diciembre. De los 492 delegados en este importante Congreso, solo 179 eran trabajadores; El resto eran intelectuales, trabajadores por cuenta propia, dirigentes sindicales y de partidos. El 75% de los delegados eran miembros o aliados del MSPD; del 25% restante de los delegados del USPD, solo 10 eran espartaquistas.

La cuestión principal a decidir por el Congreso era si el nuevo estado sería una democracia soviética (consejo) o parlamentaria. La propuesta del USPD para una democracia de consejo fue rechazada por 344 votos contra 98. Los delegados también transfirieron sus poderes al Consejo de Diputados del Pueblo, de manera que los consejos obrero-soldados concedieron su propio poder a este Consejo.


KPD y el levantamiento de enero

Debido a la postura indecisa del USPD en el congreso, los espartaquistas abandonaron el partido. El 1 de enero de 1919, fundaron el Partido Comunista de Alemania, KPD, junto con el IKD (Internationale Kommunisten Deutschland)


Por otro lado, las fuerzas burguesas lanzaron campañas de odio contra líderes revolucionarios como Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. El gobierno estaba buscando una oportunidad para eliminar a Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, y así aplastar la revolución.

El 4 de enero de 1919, el gobierno despidió al miembro del USPD Emil Eichhorn, que era el jefe de policía de Berlín. Esto desencadenó automáticamente disturbios y estalló una segunda ola de revoluciones. Las protestas se convirtieron en un levantamiento armado.

Gustav Noske, del MSPD, que fue nombrado comandante en jefe el 6 de enero, trajo a Berlín a los Freikorps: estos eran grupos armados voluntarios, en su mayoría soldados reaccionarios desmovilizados del antiguo régimen, muchos de los cuales se unieron a los nazis más tarde. Habían sido asignados para mantener la seguridad y el orden desde diciembre. El Levantamiento de enero fue ahogado en sangre por los Freikorps. Se informó que 156 personas perdieron la vida, pero el número en realidad fue mayor.

El 15 de enero, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht fueron secuestrados por soldados y llevados a la habitación del capitán Waldemar Pabst en el Hotel Eden, que se había convertido en un centro de operaciones. Poco después, los dos líderes revolucionarios fueron asesinados, después de haber sido torturados. Pabst más tarde se jactó de que había cometido los asesinatos con la aprobación de Noske, aparentemente Ebert estaba en el fondo.


Un grupo de revolucionarios armados en la calle. Berlín, 1918-1919. Colección de fotos Imperial War Museums, Reino Unido

En las semanas siguientes, todos los consejos obrero-soldados revolucionarios en otras ciudades fueron desmantelados por los Freikorps. El último en caer fue la República del Consejo de Múnich en mayo de 1919. El líder comunista Eugen Leviné fue ejecutado. Sin embargo, el acto final de la primera fase de la Revolución alemana fueron los asesinatos de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. Una segunda parte de la revolución alemana seguiría en 1920.


Conclusión

La Revolución Alemana de Noviembre fue un episodio decisivo para la revolución mundial. Fue apoyado por los trabajadores y soldados de la base del SPD, el partido más grande de la clase obrera, pero fue reprimido por la traición de la dirección del SPD.


La represión de la Revolución Alemana en realidad significó que la última esperanza para que la revolución rusa escapara de su aislamiento se perdió. Como resultado, la República Soviética se quedó sola, lo que a su vez creó las condiciones que dieron origen al estalinismo. Teniendo en cuenta el papel negativo decisivo que el estalinismo jugó para la revolución mundial, especialmente en la década de 1930 y más tarde, se puede considerar que la derrota de la Revolución alemana determinó el curso de la historia. Los siguientes episodios de este curso fueron el ascenso del fascismo y el mayor desastre de la historia, la Segunda Guerra Mundial.

Un factor importante para la derrota de la Revolución alemana fue la traición de los líderes del Partido Socialdemócrata. Lo que parecían problemas políticos "menores" dentro del movimiento de izquierda, llevaron a la aceptación de la forma capitalista de hacer política, lo que a su vez condujo al aplastamiento de la revolución. Esto, combinado con la ausencia de un partido con una organización apretada y una estrategia y un programa claros, similares a los bolcheviques en la revolución rusa, condujo al desastre. 

Ξεκίνημα

27 octubre 2023

Una historia alternativa de la Guerra Fría en Europa


Mapa del sitio web EOM (El Orden Mundial) al que hemos añadido algunas gráficas.


Historia Alternativa 

por Nick Ottens / Kuusinen 


Breve nota del editor del blog

La actual crisis político - militar entre la OTAN - Rusia ha llevado al escenario la adhesión de Finlandia y Suecia al bloque atlantista y las consecuentes medidas de seguridad que adoptará Rusia para garantizar su seguridad ante la poca probable (a mediano plazo) firma de un Tratado de Seguridad Colectiva entre Europa y Rusia.

Bien, hoy vamos a especular -con mapas de ficción- el cómo pudo haber sido Europa en la década de 1960 ante un hipotético triunfo soviético. Este es un ensayo de Historia Alternativa, es decir, algo que nunca sucedió, pero que por otros hechos históricos del pasado bien pudo haber sido... Consta de dos partes.

En la primera, Nick Ottens en "How Finland’s Defeat in 1940 Could Have Changed the Cold War" revisa un mapa desarrollado por un artista noruego que se hace llamar Kuusinen y nos muestra una Guerra Fría en un 1960 alternativo. En la segunda parte, el propio Kuusinen desarrolla su visión de su mapa ficticio en "Alternate Cold War 1960 - Cold War in Europe".

Dos cortas visiones que analizan la misma temática basados en mapas ficticios. Como apreciará el lector, en este cambio alternativo de la línea del tiempo, el gran vencedor fue la Unión Soviética. ¿En el mundo real hubiese sido posible?...

Buena lectura.

T. Andino


Parte I

Cómo una derrota de Finlandia en 1940 podría haber cambiado la Guerra Fría


Mapa de una Guerra Fría alternativa (1960)

A simple vista esto no se ve muy diferente de un mapa promedio de la Guerra Fría. Sin embargo, eche un vistazo más de cerca y notará algunas rarezas. La mitad de Austria parece faltar. Alemania Oriental es mucho más grande de lo que debería ser. Grecia no está en la OTAN, pero Suecia sí. ¿Qué pasó aquí?

Nuestro punto de divergencia es la Guerra de Invierno de 1940 entre Finlandia y la Unión Soviética. Mientras que los finlandeses fueron capaces de vencer a los soviéticos en nuestro mundo, aquí son derrotados y Moscú instala un gobierno títere en Helsinki.

Más tarde en la guerra, las tropas soviéticas liberan Noruega de los alemanes y se quedan con parte del país para sí mismos. El Ejército Rojo se adentra más en el norte de Alemania, apoderándose de Schleswig y Holstein, que los soviéticos agregan a Alemania Oriental después de la guerra. Anexan Finlandia y la fusionan con la República Socialista Soviética Karelo-Finlandesa, lo que provocó que una Suecia asustada se uniera a la OTAN.

Austria y Alemania están divididas más o menos como lo estaban en nuestra línea de tiempo, excepto que Pomerania y Silesia no están cedidas a Polonia.

El estatus de Austria no se resuelve tan amistosamente como lo fue en el mundo real. Los soviéticos instalaron una administración comunista en su zona, lo que llevó a los aliados occidentales a agregar su Austria a la república de Alemania Occidental.

Yugoslavia se libera y establece una federación con Albania y Bulgaria antes de que Josip Broz Tito y Joseph Stalin se separen en 1949. Los comunistas, ayudados por la Federación de los Balcanes, ganan la Guerra Civil Griega contra los monárquicos respaldados por Occidente. Pero los soviéticos conservan suficiente influencia en Atenas para detener su adhesión a la federación.

También hay algunas discrepancias interesantes en el Medio Oriente, incluida la existencia de un Kurdistán independiente y la incorporación de Arabia Saudita a los Emiratos Árabes Unidos".

Hasta aquí Nick Ottens. A continuación "Kuusinen", explica su mapa alternativo 


Parte II

Guerra Fría Alternativa 1960 - Guerra Fría en Europa

La Guerra Fría en Europa y el Cercano Oriente


El mapa representa la división de Europa en los campos comunistas y no comunistas; este y oeste. A continuación se presenta una breve descripción de las principales regiones:

Escandinavia: La Unión Soviética derrotó a Finlandia en la Guerra de Invierno en 1940 y estableció un gobierno títere en el país. Más tarde en la guerra, las tropas soviéticas cruzaron las fronteras hacia Noruega y liberaron el norte de Noruega de las fuerzas de ocupación alemanas. Cuando los alemanes se rindieron a finales de 1945 y el gobierno noruego en el exilio respaldado por Estados Unidos regresó, algunas tropas soviéticas habían llegado tan al sur como Trondheim. El Ejército Rojo liberó Dinamarca en el otoño de 1945. Las negociaciones de posguerra entre los Estados Unidos y la URSS condujeron a un acuerdo en 1945, en el que los Estados Unidos y Noruega acordaron la anexión soviética de las regiones de Finnmark y Troms del norte de Noruega, además de la ciudad de Narvik, así como la soberanía sobre Svalbard. A cambio, Stalin acordó retirar todas las tropas de Dinamarca y los territorios noruegos restantes los abandonan para unirse a la OTAN. La población noruega de los territorios anexionados fue deportada hacia el sur, y el área fue repoblada por rusos en el transcurso de la siguiente década. Según el acuerdo, los estadounidenses acordaron mirar hacia otro lado cuando la República Democrática Finlandesa se fusionó con la RSS de Carelia en 1949, en otras palabras, Finlandia fue anexada por la Unión Soviética. En respuesta a todo esto, Suecia se vio obligada a unirse a la OTAN en 1950 por temor a una agresión soviética.

Europa Occidental: Las naciones de Europa Occidental fueron liberadas principalmente por las tropas estadounidenses durante 1945. Después de la guerra, se unieron y formaron la OTAN en 1949 junto con los Estados Unidos y Canadá, como respuesta a la amenaza percibida de la Unión Soviética.

Alemania: A medida que la Alemania nazi se desmoronaba, los estadounidenses y los soviéticos acordaron que Alemania se dividiría en cuatro estados, cada uno ocupado por las potencias: Alemania Occidental y Alemania del Sur (EE. UU.), Alemania Oriental (URSS) y Austria fue ocupada por ambos al final de la guerra. Las negociaciones sobre un acuerdo final con respecto a Alemania y Austria se prolongaron en el año de la posguerra debido a la desconfianza mutua. En 1950, cuando la Guerra Fría se había asentado, los estadounidenses liberaron un estado alemán relativamente independiente en las zonas occidental y meridional. Stalin reaccionó no solo estableciendo un estado de Alemania Oriental, sino reclamando el derecho a controlar Austria liberando un estado comunista austriaco en la zona de ocupación soviética de Austria. Hasta que se llegue a un acuerdo sobre el asunto austriaco, la Austria occidental ocupada por Estados Unidos sigue siendo parte integral de Alemania Occidental.

Europa Central - Oriental: Checoslovaquia, Polonia, Hungría y Rumania fueron gradualmente avasalladas por la Unión Soviética después de la liberación de la Alemania nazi. Junto con Alemania Oriental y Austria, estos estados conforman los estados del Pacto de Varsovia en Europa. Stalin inicialmente quería anexar Polonia, pero su mano fue forzada por los estadounidenses y los británicos durante las negociaciones de la posguerra. Una Polonia oficialmente independiente era lo menos que las potencias occidentales podían pedir, ya que la guerra había comenzado después de todo por el tema de la independencia polaca.

Los Balcanes: Yugoslavia fue el único país de Europa que fue liberado casi por completo por los partisanos en la guerra. En los años de la posguerra, las conversaciones entre la Yugoslavia comunista, Albania y Bulgaria sobre el establecimiento de una Federación balcánica fueron apoyadas y alimentadas por Moscú hasta la división Stalin-Tito en 1949. Para entonces, sin embargo, ya era demasiado tarde para que Stalin vetara la formación de la federación que se estableció en 1951.

Los comunistas llegaron al poder en Grecia a través del apoyo directo e indirecto de Yugoslavia. Sin duda, Grecia está estrechamente alineada con Yugoslavia y se proyectaba que se uniera a la Federación de los Balcanes. Sin embargo, los soviéticos gozan de suficiente influencia en Atenas para detener efectivamente la adhesión de Grecia. Grecia ganó territorios de Turquía en Tracia después de la guerra, y los comunistas griegos trabajan en estrecha colaboración con los comunistas turcos y las autoridades soviéticas en la administración de la Zona del Estrecho, donde viven muchos griegos.

Turquía: Turquía entró en el Eje y la invasión de la Unión Soviética por temor al expansionismo soviético en el Medio Oriente y con el fin de recuperar su antigua posición anterior a la Primera Guerra Mundial en la región. Por una serie de razones, principalmente geopolíticas y estratégicas, pero también basadas en viejas animosidades ruso-turcas, Stalin fue especialmente exigente cuando se trataba de castigar a Turquía después de la guerra. Grandes territorios fueron anexados al Kurdistán, partes de la Tracia turca fueron anexadas a Grecia y algunas áreas fueron anexadas por la RSS de Armenia. La Zona del Estrecho permanece bajo administración militar soviética y todavía se considera formalmente una zona de ocupación, pero tiene una administración civil conjunta turca y griega. Los territorios turcos restantes están controlados por un gobierno títere comunista en Ankara.

Oriente Medio: En la era del Pacto Molotov-Ribbentrop, cuando los soviéticos estaban efectivamente en estado de guerra con Gran Bretaña, Stalin dirigió su atención a Asia Central y el Cercano Oriente. Con la influencia británica en la región disminuyendo o desapareciendo, logró establecer regímenes pro-soviéticos en Afganistán e Irán, así como la creación de un Kurdistán libre en 1940-41. Un tratado con Irán se encargó de que las áreas pobladas por azeríes y turcomanos de Irán fueran transferidas a la Unión Soviética. Kurdistán se formó a partir de territorios iraníes e iraquíes en los levantamientos orquestados por los soviéticos en Irak durante la guerra en 1940-41, y se convirtió en el bastión de la influencia soviética en el Medio Oriente.

Siendo la potencia regional en el Medio Oriente con sus sólidos aliados títeres en Turquía, Irán y Kurdistán, la Unión Soviética podría afectar los desarrollos de posguerra en los antiguos mandatos de Siria, Palestina, Jordania e Irak, donde los partidos socialistas árabes apoyados por los soviéticos llegaron al poder en oposición a las antiguas potencias imperialistas europeas. Moscú ganó la amistad de los socialistas árabes más a través del apoyo que de las amenazas y la violencia, que de otra manera era a menudo la forma de hacer negocios con los comunistas soviéticos. Por ejemplo, ¿apoyó la URSS la adquisición siria del Líbano inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial? los soviéticos se reconciliaron con los líderes iraquíes en la década de 1950 al orquestar el regreso de Mosul y Kirkuk del Kurdistán a Irak y apoyaron la anexión iraquí de Kuwait anteriormente bajo influencia británica. Además, los líderes soviéticos ganaron el apoyo de los socialistas árabes palestinos cuando, en 1949, vetaron el establecimiento de Israel como lo proponían las potencias occidentales.

Naturalmente, algunos círculos gubernamentales en otros estados comunistas, sobre todo en Europa Central y Oriental, preferirían ese tipo de relación con la Unión Soviética. Pero actualmente, el Ejército Rojo tiene a los estados del Pacto de Varsovia firmemente mantenidos en el rígido sovietismo detrás del alambre de púas de la Cortina de Hierro.


Mapo político ficticio de la Guerra Fría en Europa y el Cercano Oriente, 1960


El hecho de que gran parte de Europa está bajo el control totalitario, el mundo no se ve tan mal en términos de fronteras. Aparentemente hubo menos limpieza étnica de alemanes en el este después de la guerra, hay un Kurdistán independiente, Azerbaiyán está unido (bajo la URSS). En general, un mapa interesante.


Nota del editor del blog: Este segmento del trabajo de "Kuusinen" forma parte integral de otros dos mapas de la misma línea de tiempo histórica alternativa, que resumimos a continuación.

 

Guerra Fría Alternativa: Imperio Soviético 1960, por Kuusinen


Esta pieza que armé es realmente una versión moderada de la serie URSS 1958. Esta es mi impresión del imperio con el que soñaba el Zar Rojo (y los zares blancos que vinieron antes que él). La historia de fondo no está tallada en piedra, y no es realmente el problema principal detrás de los mapas, pero supongo que las cosas hubiesen progresado un poco en estas líneas...

En 1945-1946: Los vencedores de la Segunda Guerra Mundial en Europa, la Unión Soviética y los Estados Unidos, junto con una representación menor de Gran Bretaña y Francia, negociaron las nuevas fronteras de Europa y el Cercano Oriente en una serie de conferencias. Ya en el otoño de 1945, el Ejército Rojo se dirigió al Lejano Oriente y declaró la guerra contra Japón en cumplimiento de las solicitudes estadounidenses. Los soviéticos ayudaron a los estadounidenses invadiendo Manchuria y Corea y partes de China propiamente dicha. Japón se rindió a mediados de 1946. No se utilizaron dispositivos atómicos en la Segunda Guerra Mundial, ya que los estadounidenses no los habían desarrollado en ese momento.

Entre 1947-1949: Una guerra civil continuó en China entre nacionalistas y comunistas. Los soviéticos y los estadounidenses llegaron a un acuerdo en 1948 en el que Stalin prometió no apoyar a los comunistas chinos con ayuda material y, en cambio, los Estados Unidos y la China del Kuomintang reconocieron el establecimiento de un Xingijang pro-soviético independiente y la anexión de Mongolia interior al estado mongol pro-soviético. Esta iba a ser la última cooperación diplomática entre los dos vencedores de la Segunda Guerra Mundial antes de que la Guerra Fría comenzara a partir de 1949.

Entre 1949-1952: Ocurriendo simultáneamente a la Guerra Civil China, una Guerra Civil India a pequeña escala estalló en 1949 cuando la India se separó del Imperio Británico. Impulsados por el apoyo soviético, Pakistán y Baluchistán lucharon contra la India y entre sí. Como resultado, los dos países están firmemente colocados en el lado soviético de la Guerra Fría. El evento trabajó para cristalizar los crecientes malentendidos entre los antiguos aliados de la Segunda Guerra Mundial.

Entre 1949-1960: Siendo la potencia regional en el Medio Oriente con sus sólidos aliados títeres en Turquía, Irán y Kurdistán, la Unión Soviética podría afectar los desarrollos de posguerra en los antiguos mandatos de Siria, Palestina, Jordania e Irak. A finales de la década, los tres (Palestina y Jordania como uno solo) se unieron después de que la Unión Soviética vetó el establecimiento de Israel en 1949, se habían convertido en estados socialistas pro-soviéticos.

Difícil posición para EE.UU. y la OTAN. Bueno, por supuesto, Gran Bretaña se rindió y no tenían la bomba. Sin embargo, China está en el equipo azul en este escenario. Sin embargo, con el Medio Oriente rico en petróleo e Irán en el equipo rojo, esta Guerra Fría se desarrollará de manera muy diferente.

Finlandia soviética 1967 (Guerra Fría alternativa) por Kuusinen.


Volvamos a la línea de tiempo "Alternativa de la Guerra Fría de 1960" con algo de información de fondo en el mapa: Este mapa representa la República Socialista Soviética de Finlandia en el año del señor 1967. De hecho, este mapa bien podría sostenerse por sí solo sin el apego de la llamada serie de línea de tiempo "Alternative Cold War 1960" que he estado elaborando. A pesar de que no se ha podido encontrar ningún documento que apoye la afirmación de que Stalin tenía la intención de anexar Finlandia en la Guerra de Invierno, hay muchas señales de que eso pudo haber sido el caso: el destino de los Estados bálticos y las intenciones y propósitos del gobierno de Terijoki son los principales indicios. Muchos estudiosos están de acuerdo en que si no fuera por la campaña militar inicialmente fallida de la Guerra de Invierno, un escenario como el que representa este mapa podría haberse convertido en realidad. Además, durante la Guerra de Invierno, la prensa occidental, y especialmente la prensa nórdica, temía que la invasión de Finlandia fuera un trampolín para un nuevo ataque soviético contra Escandinavia. Hubo rumores de que Stalin tenía algunos intereses geoestratégicos en Noruega y algunos comentaristas de los medios de comunicación occidentales afirmaron que aspiraba a obtener acceso al Océano Atlántico. Estos eran solo rumores que no parecían descabellados durante el período Molotov-Ribbentrop. Moscú no ha tenido ningún interés geopolítico real en la adquisición de bases navales del Atlántico que yo sepa. Sin embargo, este mapa ilustra estos temores y cómo podría haber sido, si Stalin se hubiera encontrado en la posición de anexar Finlandia y el norte de Noruega.



Notas:

08 octubre 2023

Breve historia sobre la seguridad colectiva en Europa




Parte I

¿Por qué se negó ayer y hoy un convenio de seguridad colectiva a Rusia?


por Tito Andino


Este post no estaría completo sin destacar quien es el personaje entrevistado (más adelante), y toda la polémica que ha generado en Canadá y en otros lugares. El profesor Michael J. Carley, profesor titular del Departamento de Historia de la Universidad de Montreal (UdeM), señaló en algunos mensajes (marzo 2022) publicados en Twitter que: "Las tropas rusas luchan contra los fascistas en Ucrania. La evacuación de civiles está bloqueada por las tropas de Azov, los fascistas. El horror del fascismo en Ucrania es cada vez más evidente. Donbass y Mariupol están siendo limpiados de nazis ucranianos". O, "Rusia está ganando la guerra contra los fascistas en Ucrania". Entre otros tuits.

En marzo de 2022, grupos de estudiantes pidieron su sanción, muchos colegas se incomodaron por su apoyo a la invasión rusa de Ucrania. Su cuenta de Twitter fue suspendida y su nombre fue eliminado de la lista de investigadores miembros del Centro de Estudios e Investigaciones Internacionales de la Universidad de Montreal (CERIUM), aunque la dirección de la universidad no envió ninguna advertencia a su catedrático.

El director del CERIUM, Frédéric Mérand, confirmaba la indisposición, e incluso el enfado, del profesorado. "Estamos a favor de la libertad académica, pero no toleramos el revisionismo histórico", señaló. (Al parecer el "revisionismo" neo-nazi parece tener mayor acogida en ciertos círculos de la academia histórica de Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña, etc., antes que la profunda revisión de los archivos y de las fuentes historiográficas en general, en las que se basa el profesor Carley para sus críticas reflexiones).

"El señor Carley disfruta de la libertad de expresión como cualquier otro ciudadano. Puede opinar en las redes sociales, aunque choca con las palabras de otros expertos en el tema", asegura Geneviève O'Meara, portavoz de la Universidad de Montreal, aclarando que Michael J. Carley todavía trabaja en la UdeM pero que no enseñará este semestre (2022).


Michael J. Carley


Pero, ¿quién es Michael Jabara Carley? Es un historiador canadiense nacido en 1945 en Brooklyn (Nueva York, Estados Unidos). Estudió en la Universidad George Washington, así como en la Universidad Queen's en Kingston, Ontario. Obtuvo la ciudadanía canadiense en 1976. Se especializó en relaciones internacionales del siglo XX y en la historia de Rusia y la Unión Soviética. Su investigación se ha centrado en las relaciones de la Unión Soviética con Europa Occidental y los Estados Unidos durante los años 1917 y 1945. Sus investigaciones se han copilado en un estudio de tres volúmenes, el primero de los cuales titula, "Stalin's Gamble: The Search for Allies against Hitler, 1930–1936", publicado por la University of Toronto Press (623 pgs.) en julio 2023.

También es autor de "1939: The Alliance That Never Was and the Coming of World War II", "Silent Conflict: A Hidden History of Early Soviet-Western Relations", y "Une Guerre sourde: l'émergence de l'Union soviètique et les puissances occidentales", entre otros estudios de corte académico como ensayos sobre la intervención francesa en la Guerra Civil Rusa (1917-1921), sobre las relaciones soviéticas con las grandes potencias entre las dos guerras mundiales, sobre cuestiones del "apaciguamiento", los orígenes y la conducta de la segunda guerra mundial, y sobre temas principales de actualidad. 

Debo dejar puntualizado nuestro interés estrictamente histórico respecto al inmenso estudio académico e historiográfico del profesor Carley, su profesionalidad está por encima de sus inclinaciones políticas y sobre las críticas en su contra. Hace unos años (2019) pudimos apreciar la tremenda capacidad de análisis y búsqueda de archivos de éste catedrático de talla mundial; el blog reprodujo parte de su demoledor artículo titulado "El día que Occidente prefiere olvidar" (redactado en 2015).

Vuelve a ser evidente que la OTAN pretende reescribir la historia transformándola en una lucha gloriosa de la democracia en contra del nazismo y negando el rol protagónico de la URSS para derrotar el fascismo en Europa. Carley refuta la rebuscada tesis atlantista que ahora afirma que fue Stalin quien apuñaló por la espalda a Gran Bretaña y Francia para favorecer a los nazis. Bastaría recordar que en esos momentos Francia y la Gran Bretaña eran los dos más grandes imperios coloniales del mundo; y, también sería bueno recordar que la Segunda Guerra Mundial inició en octubre de 1938 cuando Neville Chamberlain y Edouard Daladier acordaron con Hitler y Mussolini despedazar a Checoslovaquia. Ni checos, ni rusos fueron "invitados" a Múnich a repartirse ese territorio, un necesario paso previo para aislar a la URSS.


Nadie quiere recordar en la democrática Europa que los totalitarios comunistas de la URSS hicieron lo razonablemente posible para apoyar la seguridad colectiva de Europa y la resistencia checoslovaca contra la agresión nazi. 

 

Tarjeta postal de la Alemania nazi emitida en noviembre de 1938 para celebrar la desmembración de Checoeslovaquia

Michael Carley, nos recuerda que: "para Chamberlain, una alianza con la URSS en contra de Alemania nazi era una última opción, o una opción inexistente. Era más atractiva la idea de llegar a un acuerdo con Hitler. Una alianza con la URSS en contra de la Alemania nazi significaba la guerra. Si hay un Estado que merece ser condenado por haber saboteado la seguridad colectiva en los años 1930, es más bien Gran Bretaña y no la URSS. Los británicos rechazaron repetidamente propuestas soviéticas a favor de la creación de una alianza antinazi, o bloquearon el mejoramiento de las relaciones francesas con Moscú". 

"¡Ustedes quieren la guerra!", fue la acusación principal que los conservadores y la derecha europea lanzaron contra quienes buscaban organizar la resistencia contra la agresión nazi. Stalin lo comprendió. Fue solo a mediados de 1939, cuando ingleses y franceses seguían resistiéndose a organizar un frente común contra la Alemania nazi, que Stalin aceptó conversar con Hitler. Para el gobierno soviético, Múnich fue la gota que colmó el vaso y que condujo directamente al pacto de no agresión germano-soviético, el pacto de no agresión de Múnich era exactamente lo mismo. Si los occidentales estaban tan furiosos era porque Stalin había logrado lo que ellos no habían podido obtener el año anterior en Múnich. Aquello era un sálvese quién pueda, no una estrategia de seguridad a largo plazo. Era una maniobra que solo incentivaría al agresor, tal y como lo comprobaría Stalin en junio de 1941, concluye Carley.

Respecto a la Seguridad Colectiva es un tema que en principio abarca sistemas políticos, regionales o globales, cada estado acepta que la seguridad de uno les concierne a todos, comprometiéndose a llevar a cabo una respuesta colectiva en caso de amenaza o una brecha en la seguridad del sistema. El potencial agresor es disuadido ante la perspectiva de una unión del resto frente a él (wikipedia).

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), constituida en 1994, no pasa de ser un foro multilateral para el diálogo y la negociación entre el Este y el Oeste,  intentó dar continuidad a la época de la distensión cuando se denominaba CSCE (Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa, formada el 1 agosto 1975) cuyas regulaciones incluían una serie de compromisos acerca de cuestiones político-militares, económicas, medioambientales y de derechos humanos que eran parte del núcleo del denominado “proceso de Helsinki”. 

La CSCE funcionó mediante reuniones y conferencias basadas en los compromisos de los Estados participantes y podían ampliarse o revisarse periódicamente. Con el fin de la Guerra Fría, en la Cumbre de París de noviembre de 1990 se reorientó la trayectoria de la CSCE dotándole de instituciones permanentes y de ciertas capacidades operativas que culminarían con la decisión de la Cumbre de Budapest de Jefes de Estado (diciembre de 1994) en que la CSCE pasó a denominarse OSCE, con 57 estados participantes en América del Norte, Europa y Asia. 




Insistiendo que el objetivo de la OSCE era (o es) trabajar para alcanzar y mantener estabilidad, paz y democracia a través del diálogo político... Diciéndolo objetivamente, según la propia página web de la OSCE es un foro de diálogo político sobre una amplia gama de cuestiones relativas a la seguridad, mejora la vida de las personas y las comunidades por su carácter integrador... bla bla bla... Aseguraba la OSCE que "ayuda a salvar diferencias y a fomentar la confianza entre los Estados mediante la cooperación en materia de prevención de conflictos, gestión de crisis y rehabilitación posconflicto". En fin, emotiva declaración de principios, "mediante su red de operaciones sobre el terreno, la OSCE aborda cuestiones que afectan directamente a nuestra seguridad común, entre ellas el control de armamentos, el terrorismo, la buena gobernanza, la seguridad energética, la trata de personas, la democratización, la libertad de los medios de comunicación y las minorías nacionales".

Bonito, ¿verdad?, pero la OSCE como cualquier entidad internacional pasó a ser manipulada por los intereses de los círculos político-militares de Occidente (EEUU/OTAN)

Nunca aparecieron las garantías ofrecidas a Rusia por medio de Acuerdos de Seguridad Colectiva ante su lógica preocupación: la expansión de bases militares de la OTAN hacia sus fronteras, incumplieron las promesas (garantías) occidentales de "ni un paso hacia el Este" (Rusia).

Son parecidas garantías de seguridad colectiva que los más grandes imperios coloniales del mundo (Gran Bretaña - Francia) negaron -en la década de 1930- a la Unión Soviética esperando que la Alemania nazi la aplastara. En pleno siglo XXI, Europa -obedeciendo a los Estados Unidos- se negó a entablar reales acuerdos para un estatuto de seguridad colectiva que acoja garantías respeto a la soberanía rusa y del resto de Europa. Como expresamos en un post anterior "Tanto en los años 30 del siglo XX como en los años 20 del siglo XXI, Europa y la UE/OTAN, respectivamente, solo parecen haber tenido un objetivo: Destruir la URSS y destruir Rusia, en su orden. ¿Por qué?"... ya lo hemos explicado.


Volvamos con Michael J. Carley, el 1 de diciembre de 2022 concedió una entrevista a The Postil Magazine (página web en inglés de corte cristiano), no para hablar sobre la guerra en Ucrania, sino sobre la historia de la Seguridad Colectiva en la Europa del siglo XX

Como dice The Postil, es un gran placer y honor discutir su trabajo con él en la siguiente entrevista.


Parte II




De la seguridad colectiva: 

Una entrevista con Michael Jabara Carley


The Postil
Original en inglés: 
Of Collective Security: An Interview with Michael Jabara Carley
1 diciembre 2022


➤ The Postil: Usted ha escrito una trilogía sobre la Gran Guerra Patria, que es la Segunda Guerra Mundial experimentada por la Unión Soviética. La primera parte de este estudio magistral se publicará próximamente. ¿Cuál es su objetivo general?

Michael Jabara Carley (MJC): Mi trilogía, como yo la llamo, trata de los orígenes y la conducta temprana de la Segunda Guerra Mundial y la Gran Guerra Patriótica (Velikaia Otechestvennaia voina). El VOV es el nombre dado a la guerra en la historia soviética y rusa que surgió de la invasión alemana de la URSS el 22 de junio de 1941. Mi trabajo abarca desde enero de 1930 hasta diciembre de 1941. Mi proyecto se tituló por primera vez "A Near-run Thing: The Improbable Grand Alliance of World War II", apoyado por una beca de investigación "Insight" del Consejo de Investigación de Ciencias Sociales y Humanidades de Canadá. Mi objetivo inicial era escribir una historia narrativa de cómo la URSS, Gran Bretaña y los Estados Unidos, potencias hostiles entre sí durante los años de entreguerras, se convirtieron en aliados contra la Alemania nazi y el Eje. El trabajo evolucionó de un solo volumen previsto en tres que tratan de las relaciones soviéticas con las grandes y menores potencias europeas y los Estados Unidos.


➤ The Postil: ¿Hay alguna diferencia entre una historiografía occidental de la Segunda Guerra Mundial y una rusa?

MJC: Oh sí, la diferencia es enorme. Durante la guerra, estaba claro para todos los que tenían ojos para ver que el Ejército Rojo jugó un papel clave en aplastar a la Wehrmacht nazi y ganar la guerra en Europa. Los Estados Unidos y Gran Bretaña desempeñaron papeles secundarios. Después de 1945 la guerra se convirtió en un importante objeto de propaganda en la Guerra Fría. La nueva narrativa era que Estados Unidos o Churchill ganaron por sí solos la guerra en la que la URSS era prácticamente invisible.

En los medios occidentales, historias, iconografía, películas de Hollywood, cómics, más recientemente videojuegos, el Ejército Rojo es invisible. El momento clave en la guerra fue la operación Overlord, el desembarco de Normandía, cuando en realidad, fueron un anticlímax, grandioso sin duda, en una guerra cuyo resultado ya había sido determinado por el Ejército Rojo. En el contexto de la Guerra Fría, era normal que Estados Unidos buscara de varias maneras borrar los recuerdos del papel soviético en la guerra, porque de lo contrario, ¿cómo podría retratar a la URSS como un enemigo comunista amenazante?


¡Europa será libre! Poster soviético, autor Viktor Koretsky, 1944

➤ The Postil: ¿Podría hablarnos de los otros dos volúmenes de la trilogía?

MJC: Volumen 1: La apuesta de Stalin: La búsqueda de aliados contra Hitler, 1930-1936, explora los esfuerzos de la Unión Soviética para organizar una alianza defensiva contra la Alemania nazi, en efecto reconstruyendo la Entente anti-alemana de la Primera Guerra Mundial.

El volumen 2: La fallida Gran Alianza de Stalin: La lucha por la seguridad colectiva, 1936-1939 cubre el período comprendido entre mayo de 1936 y agosto de 1939. Estos fueron los últimos tres años de paz en Europa durante los cuales ocurrieron las grandes crisis del período anterior a la guerra (la guerra civil española, Anschluss y la traición de Múnich de Checoslovaquia) y los últimos esfuerzos soviéticos para organizar una alianza antinazi.

El volumen 3: El gran juego de Stalin: guerra y neutralidad, 1939-1941 cubre la primera fase de la guerra en Europa, en particular la desaparición de Polonia, la Guerra de Invierno entre la URSS y Finlandia, la caída de Francia, la batalla de Gran Bretaña y la acumulación e invasión nazi de la URSS. Todo esto ocurre dentro del marco más amplio de la diplomacia soviética y las operaciones de inteligencia y los fracasos de Stalin para interpretar correctamente los signos de la intención de Hitler de destruir a la Unión Soviética.


➤ The Postil: Su trabajo se ha centrado en los registros de archivos rusos. ¿Hubo alguna sorpresa que le hizo repensar su(s) posición(es)?

MJC: Mi trabajo se ha centrado en fuentes de archivo rusas y fuentes de archivo occidentales (entre otras, francesas, británicas, estadounidenses, etc.). Las fuentes rusas indican, y esto será una sorpresa para algunas personas, que la política exterior soviética llevada a cabo por el Comisariado de Asuntos Exteriores (NKID) funcionó como la de cualquier otro ministerio de relaciones exteriores. Buscó definir y proteger los intereses nacionales soviéticos, tal como los percibía el NKID, y se promovía entre los líderes soviéticos, especialmente en el Politburó (en efecto, el gabinete soviético), que con el tiempo se convirtió en sinónimo de una sola persona, Iosif Vissarionovich Stalin. En la década de 1920 esto significó tratar de mejorar las relaciones políticas y económicas con las principales potencias occidentales. Ningún país era demasiado pequeño para escapar a la atención y el cortejo de NKID. En la década de 1930 significaba tratar de construir una alianza antinazi para contener a la Alemania hitleriana o derrotarla en la guerra si la contención fallaba. La primera generación de diplomáticos soviéticos era bien educada (o autodidacta), multilingüe, sofisticada y buena en sus trabajos.

¿Así que? ¿Qué es tan sorprendente acerca de estos "descubrimientos"? Varias generaciones de historiadores occidentales han sostenido que la política exterior soviética fue hecha por la Internacional Comunista o Comintern y tenía la intención de perseguir la revolución socialista mundial y no la protección de los intereses nacionales soviéticos. Estos no existían. Mi libro anterior Silent Conflict trata sobre la complicada interacción del NKID, el Comintern, Stalin y el Politburó en la década de 1920. Baste decir que la historiografía occidental tradicional requiere una revisión basada en el estudio de los archivos rusos. Ahora tenemos historias antes de la apertura de los archivos soviéticos e historias después de su apertura.


      Póster soviético, "por defecto".

 The Postil: La era soviética está dominada en gran medida por Joseph Stalin. ¿Hay aspectos sobre él que son ignorados o malinterpretados por los historiadores occidentales?

MJC: La gente ha estado escribiendo libros sobre Stalin desde los años de entreguerras. Su reciente biógrafo Stephen Kotkin nos recuerda que era un "ser humano". Él era eso, pero, por supuesto, los seres humanos también pueden ser asesinos en serie. Stalin era lo que era, entre otras cosas, crudo, cínico, vengativo, asesino. Daba poco valor a la vida humana y prescindía libremente de ella.

En el ámbito de la política exterior, tuvo una relación más o menos normal con el NKID y su liderazgo hasta las purgas. En la década de 1930 su principal interlocutor de NKID era Maksim M. Litvinov, el comisario o narkom para asuntos exteriores. Las interacciones de Stalin con Litvinov fueron las de un jefe de gobierno con su ministro de Asuntos Exteriores. Hubo toma y daca en ambos lados, pero la mayor parte del tiempo hasta 1939 Stalin apoyó las recomendaciones políticas de Litvinov. No siempre, pero la mayoría de las veces. Es un lado "normal" de Stalin que a veces pasamos por alto debido a su crueldad y las purgas.


➤ The Postil: En los años previos a la Segunda Guerra Mundial, ¿cómo vio o entendió Occidente a Stalin y a la Rusia soviética? Y, del mismo modo, ¿cómo veía Stalin a Occidente?

MJC: El "oeste" no tenía una visión uniforme de Stalin. Estaba la visión de los principales medios de comunicación de él como comunista sediento de sangre. En algunos círculos gubernamentales, en el Ministerio de Relaciones Exteriores británico, por ejemplo, fue percibido como un "realista" despiadado que buscaba asegurar su propio poder. La iconografía occidental, los carteles políticos, las caricaturas, etc., son ricos en su representación de Stalin, entre otros papeles, como un vampiro que se alimenta de la sangre de inocentes. Esta fue una visión consistente de él durante los años de entreguerras con cierta moderación en la década de 1930, cuando los realistas occidentales -Winston Churchill es el más conocido de estas personas- reconocieron la necesidad de cooperar con la URSS contra la Alemania nazi. Los "realistas" siempre fueron una minoría entre las élites gobernantes occidentales y nunca fueron capaces de imponer esta política en el gobierno hasta la invasión nazi de la URSS. Por supuesto, los comunistas occidentales estaban más dispuestos a reconocer a Stalin como el gran líder de la URSS. Tuvieron que o fueron expulsados de los partidos europeos o purgados cuando Stalin puso sus manos sobre ellos. Sin embargo, hubo excepciones a la regla cuando los comunistas (en Francia, por ejemplo) podían iniciar cambios de política aceptados en Moscú.

En cuanto a Stalin, siguió siendo comunista, pero estaba dispuesto a cooperar con las potencias occidentales contra Hitler tanto en la década de 1930 como después de junio de 1941. Operamos bajo diferentes sistemas sociales, dijo a menudo, pero esto no debería impedirnos reconocer intereses comunes y cooperar contra enemigos comunes.


➤ The Postil: Luego, está el año notorio, 1932, con su Gran Hambruna, en el que murieron de cinco a siete millones. ¿Fue esta hambruna "estrategia política", limpieza étnica (Holodomor), un desastre natural o algo más?

MJC: Solo trato de pasada este tema en mi trabajo porque la hambruna no afectó a la política exterior, pero el mejor tratamiento reciente de la hambruna está en el segundo volumen de la biografía de Stalin de Kotkin. Kotkin argumenta que la hambruna fue el resultado de varios factores, políticos, económicos, climáticos e infestaciones de insectos. No estaba dirigido a Ucrania como una forma de genocidio o "limpieza étnica". La hambruna afectó a todo el cinturón de granos soviético, siendo Kazajstán el más afectado.


Una caricatura elaborada en la República Autónoma de Yakutia, en Rusia. Representa la "Toma Moscú antes del invierno", de la serie Historia de una campaña. Autor: Stepan Osipov, 1941-42

➤ The Postil: Al año siguiente, 1933, llevó a Adolf Hitler al poder. ¿Cómo veían Stalin y los soviéticos a Hitler?

MJC: La reacción soviética inicial a la asunción del poder de Hitler a principios de 1933 fue tratar de mantener la política de "Rapallo" de relaciones tolerables con Alemania. La hostilidad nazi hacia la URSS en 1933 fue tan intensa que el mantenimiento de Rapallo se hizo imposible y en diciembre de 1933 el Politburó aprobó un cambio en la política de seguridad colectiva contra la Alemania nazi. Esto significó en efecto la reconstrucción de la Entente de la Primera Guerra Mundial contra la Alemania Guillermina. Litvinov se convirtió en el gran portavoz soviético de esta política, pero no era su política personal, era la de Stalin y el gobierno soviético. Stalin era el gobierno soviético. Ninguna política, grande o pequeña, podría aprobarse sin su consentimiento.


➤ The Postil: Los años previos a 1939 son complejos y a menudo poco comprendidos, especialmente en lo que respecta a las motivaciones y preocupaciones de la Rusia soviética. ¿Vieron venir los soviéticos una guerra?

MJC: No hay la menor duda de que el liderazgo soviético vio venir la guerra. La Alemania nazi era el gran peligro para la paz y la seguridad europeas. A Litvinov y otros diplomáticos soviéticos les gustaba citar a sus homólogos occidentales Mein Kampf, el libro más vendido de Hitler, que describía sus planes para la conquista europea. Francia y la URSS fueron identificadas como objetivos de la conquista alemana. Alemania necesitaba Lebensraum, espacio vital adicional en la URSS. Los eslavos, los judíos, los romaníes eran especies inferiores de seres humanos buenos solo para la esclavitud o la muerte.


➤ The Postil: ¿Cuál fue el papel de Gran Bretaña y Francia en este sentido? ¿Sospechaban más de Hitler o de Stalin, o de ambos por igual? ¿Y por qué no podían formar una alianza con Stalin contra Hitler?

MJC: La respuesta a esta pregunta es complicada y es el tema de Stalin's Gamble, vol. 1 de mi trilogía. En Francia y Gran Bretaña, el anticomunismo fue una fuerza impulsora, aunque su intensidad fluctuó de vez en cuando durante los años de entreguerras. Las élites políticas y económicas eran en gran medida anticomunistas, pero no del todo, como he señalado anteriormente. Esto fue especialmente cierto durante la década de 1930 después de que Hitler se convirtiera en canciller alemán. Un diplomático soviético señaló que la gran pregunta de la década de 1930 era ¿quién era el enemigo número 1, la Alemania nazi o la Unión Soviética? Las élites occidentales, con importantes excepciones, obtuvieron la respuesta incorrecta a esta pregunta. El fascismo fue el gran baluarte contra la revolución comunista o socialista, la ideología surgida de la crisis del capitalismo durante los años de entreguerras. Recuerde, Alemania no era el único estado fascista, el Duce Benito Mussolini había tomado el poder en Italia en 1922. En Francia y Gran Bretaña había actitudes tolerantes hacia los fascistas italianos. Si tan solo Hitler suavizara los bordes duros del nazismo y adoptara el fascismo "más suave" de Mussolini, sería más fácil aceptarlo. Para numerosos conservadores europeos, la Alemania hitleriana no era un enemigo sino un aliado potencial contra la izquierda.

Cuando los diplomáticos soviéticos trataron de advertir del peligro nazi, muchos homólogos occidentales no compraron el argumento de que Hitler era el problema. Esto fue especialmente cierto después del estallido de la guerra civil española en julio de 1936. A muchos conservadores les pareció que el comunismo podría echar raíces en España y luego extenderse a Francia. ¡Qué catástrofe! Entonces, cuando los diplomáticos soviéticos advirtieron sobre la Alemania hitleriana, los conservadores, la derecha política, pero también extendiéndose hacia el centro político y el centro-izquierda, vieron esto como un ardid de guerra para extender el comunismo en Europa. La seguridad colectiva y la asistencia mutua contra el enemigo común no funcionaron como argumento, porque las élites europeas no veían o no querían ver a Hitler como un enemigo común. El Ministerio de Asuntos Exteriores británico estaba en contra de la seguridad colectiva y en contra del antifascismo como argumentos a favor de la unidad. El anticomunismo fue un impedimento importante para una alianza anglo-franco-soviética contra Hitler, incluso en 1939, cuando la guerra parecía cada vez más inevitable.


➤ The Postil: Luego está Polonia. ¿Cómo caracterizaría la visión polaca de Hitler, especialmente teniendo en cuenta que Polonia estuvo aliada con la Alemania nazi hasta 1939 (un hecho poco conocido)? ¿Cuáles eran las ambiciones y motivaciones de Polonia?

MJC: Sí, luego estaba Polonia. Yo lo llamo la mofeta en la pila de leña de la seguridad colectiva, pero no fue la única. Un estado polaco reapareció en el mapa de Europa en 1918 al final de la Primera Guerra Mundial. Era intensamente nacionalista. Durante 1919-1920 Polonia buscó restablecer sus fronteras de 1772, como una gran potencia europea. Esto llevó a la guerra con la Rusia soviética y a una paz blanca, firmada a principios de 1921, que no satisfizo a ninguna de las partes. Polonia no restableció sus fronteras de 1772, pero obtuvo importantes territorios poblados por Ucrania y Bielorrusia, que la Rusia soviética vio como perdidos debido a la debilidad militar.

El liderazgo polaco se vio situado entre dos grandes potencias potencialmente hostiles, y así explicó su política exterior como ni una ni la otra. Pero cuando llegó el momento, el liderazgo polaco siempre se inclinó hacia Alemania. En enero de 1934 Polonia firmó un pacto de no agresión con Alemania. Las ofertas soviéticas de acercamiento fueron rechazadas. En los años siguientes, Polonia actuó como saboteador de la seguridad colectiva y trabajó contra la diplomacia soviética. En todas partes de Europa central y oriental, los diplomáticos advirtieron que Polonia marchaba hacia su ruina si continuaba con una política pro-alemana y anti-soviética. No diría que Polonia fue un "aliado" nazi, pero ciertamente fue cómplice en 1938 cuando cooperó con Alemania para provocar el desmembramiento del estado checoslovaco. Por sus problemas, Polonia obtuvo una pequeña porción del territorio checoslovaco. Increíblemente, en 1939 continuó saboteando los intentos de concluir una alianza anglo-franco-soviética. Lo hizo hasta el mismo día en que la Wehrmacht nazi invadió Polonia el 1 de septiembre de 1939.


"La Alemania nazi está condenada", autor: M.M.Shcheglov, 1945

➤ The Postil: ¿Fue el Pacto Molotov-Ribbentrop de 1939 el intento soviético de frustrar la guerra, o fue una reacción a la Conferencia de Múnich de 1938, en la que Occidente pensó que había ganado la "paz en nuestro tiempo"?

MJC: El pacto de no agresión nazi-soviético no fue un intento soviético de frustrar la guerra, fue un intento de mantenerse al margen de la guerra y permanecer neutral. Sí, en parte, fue una reacción a los acuerdos de Múnich, pero fue más que eso. Fue el resultado directo de seis años de intentos soviéticos fallidos de construir una gran alianza antinazi. Uno por uno, los posibles miembros de esta gran alianza fallida se desvanecieron: los Estados Unidos en la primavera-verano de 1934, Francia paradójicamente a fines de 1934 (en un proceso más complicado), Italia, sí, la Italia fascista en 1935, Gran Bretaña en febrero de 1936 y Rumania en agosto de 1936. Uno tras otro se alejaron; y Polonia, por supuesto, el saboteador de la seguridad colectiva, la proverbial mofeta en la pila de leña, nunca contempló una alianza con la URSS contra Alemania. Moscú siempre fue el aliado indeseable, el mayor enemigo, aunque, paradójicamente, era la única opción de salvación de Polonia.

La Unión Soviética no podía, por sí sola, organizar la asistencia mutua contra la Alemania nazi. La seguridad colectiva tenía que ser una gran coalición política de izquierda a centro-derecha, una unión sagrada de la Primera Guerra Mundial, de defensa nacional de todos los partidos políticos contra un enemigo común. En Occidente nadie lo quería; nadie quería a la Unión Soviética como aliado (con la excepción de comunistas y "realistas"; un embajador soviético los llamó "cuervos blancos") en una posible alianza de guerra, en una situación en la que no había acuerdo sobre el enemigo común. Incluso Checoslovaquia, el aliado potencial más necesitado, no iría con todo con la URSS. Ningún país de Europa del Este lo haría sin Francia y Gran Bretaña, pero Francia no marcharía sin Gran Bretaña, y Gran Bretaña no marcharía en absoluto.

Esta es una historia complicada relatada en los volúmenes 1 y 2 de mi trilogía. En el gran encubrimiento de la historia genuina de los orígenes de la Segunda Guerra Mundial después de 1945, fue el corolario necesario de la propaganda de la Guerra Fría borrar el papel principal del Ejército Rojo en la destrucción de la Wehrmacht. Al principio, los historiadores revisionistas comenzaron a armar la historia, comenzando con los "hombres culpables", los apaciguadores, que prepararon el camino a la catástrofe. Sin embargo, fue la publicación de los documentos del gobierno soviético en la década de 1990, lo que permitió el surgimiento de una narrativa más compleja, construida con la ayuda de los ojos soviéticos. En esta narrativa, Stalin, el "ser humano", comprensiblemente no podía confiar en los gobiernos británico y francés, confabulador, manipulador, reacio, para ser aliados totales contra la Alemania nazi incluso en agosto de 1939.

Tal como estaban las cosas, los británicos y los franceses dejaron que su aliado Polonia soplara en el viento cuando Alemania lo invadió. Stalin asumió correctamente que Francia y Gran Bretaña se sentarían de brazos cruzados mientras Alemania y la URSS luchaban en el este. ¿Habrían sido más leales a la URSS de lo que lo habían sido a Polonia? Por supuesto que no, si le preguntas a Stalin. Sin embargo, la guerra está llena de lo inesperado. La URSS terminó librando una guerra terrestre prácticamente sola contra la Alemania nazi desde junio de 1941 hasta septiembre de 1943 e incluso después del desembarco de Normandía todavía llevaba la carga principal de luchar sobre el terreno. Eso, por supuesto, es otra historia.


➤ The Postil: La Segunda Guerra Mundial, cuando estalló, fue el resultado del fracaso diplomático por parte de Gran Bretaña, Francia y Polonia. ¿Es esta una evaluación justa?

MJC: He respondido a esta pregunta en mis respuestas anteriores, pero sí, Gran Bretaña, Francia y Polonia tienen una gran responsabilidad por el fracaso en organizar una gran alianza temprana en Europa contra Hitler.


➤ The Postil: ¿Podrían los aliados haber derrotado a Hitler sin los soviéticos?

MJC: No, y esta no es una conclusión hecha en retrospectiva. El argumento principal de los "realistas" occidentales era que sin la URSS, Francia y Gran Bretaña no podrían ganar una guerra contra la Alemania nazi y ciertamente la perderían. Gran Bretaña no tenía ejército del que hablar, dos divisiones podían ser enviadas a Francia en caso de guerra. El ejército francés no podía luchar solo contra una invasión alemana. Por otro lado, el Ejército Rojo podría movilizar a la vez 100 divisiones, de hecho, más, contra la Alemania nazi. Churchill y el ex primer ministro David Lloyd George lo dijeron claramente en la Cámara de los Comunes durante la primavera de 1939. La victoria era imposible sin una alianza con la URSS. Hagan los cálculos de las contribuciones relativas a las botas sobre el terreno: Gran Bretaña, dos divisiones; la URSS, 100. Esto sin mencionar las 35 divisiones checoslovacas antes de la traición de Múnich. A las élites gobernantes francesas y británicas les gustaba contar a cada enemigo dos veces y a los aliados potenciales en absoluto.


"Viaje peligroso. Cartel pacifista". Autor: V.V. Lébedev, 1944. 

➤ The Postil: En su libro, Conflicto silencioso: una historia oculta de las primeras relaciones soviético-occidentales, usted discute las relaciones soviéticas con Occidente. ¿Cómo los categorizaría? ¿Y estos primeros años marcaron la pauta para la Guerra Fría?

MJC: Con la notable excepción de las relaciones soviético-alemanas y la conclusión del tratado de Rapallo (primavera de 1922) que regularizó las relaciones soviéticas con la Alemania de Weimar, las relaciones soviético-occidentales eran pobres. El anticomunismo era un obstáculo insuperable para mejorar las relaciones, aunque había "realistas", especialmente en Francia, que abogaban por el acercamiento. La Comintern estaba activa en China, donde un gran movimiento revolucionario estaba en marcha. Gran Bretaña tenía especialmente importantes intereses comerciales en China amenazados por el movimiento revolucionario. Veo este período como el comienzo (o etapa 1) de la Guerra Fría que terminó en 1941. La hostilidad occidental-soviética en la década de 1920 fue un impedimento para construir una alianza antinazi en la década de 1930.


➤ The Postil: Occidente ha tenido durante mucho tiempo una rusofobia profundamente arraigada. ¿A qué se debe esto?

MJC: La rusofobia no es realmente un tema tratado directamente en mi trabajo. Es una forma de racismo occidental contra Rusia, motivado en estos días por la amenaza rusa a la dominación mundial de Estados Unidos. Este es un tema para otra discusión.


➤ The Postil: ¿Hay otros proyectos que estés investigando?

MJC: Estoy avanzando en años, y la publicación de mi trilogía tomará mi tiempo, inshallah, durante los próximos dos años. Veo la trilogía como la piedra angular de mi trabajo como historiador y autor. Después de que se publique la trilogía, como espero que sea, ¿quién sabe?


➤ The Postil: Profesor Carley, muchas gracias por su tiempo.

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