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14 agosto 2025

La Federación Socialista de Estados Indochinos que nunca fue





“La Federación Socialista de Estados Indochinos nunca vio la luz. Muchos se oponían a ella: Pol Pot, Pekín, Washington, la ONU y Sihanouk, que se dejó manipular por China y Estados Unidos al dar un barniz de legalidad internacional a la guerra sucia de 1979”.

Primera Parte

La Unión Indochina o Indochina francesa llegó a ser un gran territorio colonial francés en la región asiática de Indochina y el norte de la península de Leizhou. Oficialmente constituía la Unión Indochina (Union indochinoise, en francés) desde 1887. Desde 1941 se la conoció como Federación Indochina (Fédération indochinoise, en francés), fue parte constitutiva del Imperio colonial francés formada desde 1887. 

Indochina o península de Indochina es la parte continental del Sudeste Asiático también considera a Birmania y Tailandia y otras regiones como parte de la península, pero en un sentido más estricto, solo se denomina Indochina a los territorios que fueron colonias francesas.  

Por lo mismo, la Indochina francesa estaba integrada por tres regiones vietnamitas (Cochinchina, Tonkín y Annam), Camboya y Laos. Para 1902 la capital colonial establecida en Saigón (Cochinchina) se trasladó a Hanói (en Tonkín) y en 1939 a Da Lat (Annam). En 1945 la capital volvió a establecerse en Hanói. Los grupos étnicos vietnamitas, laosiana y jemer eran la mayoría de las poblaciones de sus respectivas colonias.


Izquierda, Mapa administrativo de la Indochina francesa desde 1900 (anexión de la concesión china de Kouang-Tchéou-Wan) hasta 1946 (retrocesión del mismo territorio). Derecha, Mapa de Indochina que muestra los avances y anexiones francesas (en morado). Fuente: Wiki


La Francia de Vichy, nominalmente un satélite de la Alemania Nazi, administró la Federación Indochina, pero durante la guerra, en septiembre de 1940, los japoneses demandaron bajo presión el acceso militar a Tonkín para acceder a China (segunda guerra sino-japonesa), la región quedó bajo ocupación nipona hasta 1945.

Sin embargo, desde 1941 una guerrilla comunista conocida como el Viet Minh, bajo liderazgo de Ho Chí Minh, inició la rebelión tanto contra el poder colonial francés y la ocupación japonesa. Tras el fin de la guerra mundial el caos reinante en la región desató la Guerra de Indochina (1946-1954), en la práctica la Federación Indochina dejó de existir.

El estado de Vietnam, dirigido por el ex emperador vietnamita Bảo Đại, obtuvo su independencia en 1949, el Reino de Luang Prabang y Camboya obtuvieron mayor autonomía. El Reino de Laos y el Reino de Camboya pidieron su independencia en 1953.

La Conferencia de Ginebra (20 julio 1954) significó el final del poder colonial francés en la península de Indochina y también el principio del fin de su imperio colonial, los franceses evacuaron Vietnam y la Indochina francesa o Federación Indochina llegó a su fin en 1954. El Viet Minh consolidó su poder sobre Vietnam del Norte y Bảo Đại ejercía el gobierno en Vietnam del Sur. Laos y Camboya también se independizaron en 1954, pero ambas fueron arrastradas a la guerra de Vietnam debido a la intervención militar de los Estados Unidos.

Hubo quienes anhelaron una entidad política que denominaron Federación Socialista de Estados Indochinos, imaginándose la creación de esa federación socialista que agruparía a los países de la Indochina, básicamente Vietnam, Laos y Camboya, basados en un concepto de unidad y escenarios históricos compartidos, pero la cruda realidad era distinta tras la segunda guerra mundial y las rivalidades étnicas. La descolonización los llevó por caminos distintos: Vietnam se dividiría en dos (Norte y Sur) y la reunificación en 1975 bajo un régimen comunista produjo más de un millón de muertos. Laos también adoptó un régimen socialista, mientras que Camboya experimentó períodos de guerra civil, transición hacia la democracia y un régimen de terror con los Jemer Rojos (VER: Camboya, el Jemer Rojo y el extremismo comunista)

En ciertas historias alternativas suele describirse a la Federación Socialista de Estados Indochinos como consecuencia de la victoria del Viet Minh en la guerra de Indochina, con Ho Chí Minh como líder y Norodom Sihanouk como primer ministro, representando la unión de los tres países bajo un sistema socialista.


Mapa ficticio alternativo de 1975 (realizado en Inkscape). Unión de Indochina alternativa (todavía bajo influencia francesa)


La Federación Socialista de Estados Indochinos por los avatares del destino y la historia bien pudo surgir en un momento histórico específico (descolonización y auge de los gobiernos comunistas), Una Indochina unida bajo un sistema socialista quedó resonando en aquellos tiempos como un sueño que no fue.

Sin lugar a dudas, el hecho más trascendental de esta conflictiva región desde la posguerra mundial fue la GUERRA de VIETNAM que derivo conflictos en toda la Indochina.

Revisemos un interesante análisis, 50 años después de la victoria vietnamita sobre la primera potencia mundial (Estados Unidos), ponencia de Pierre Rousset, presentada en abril del 2025.


Segunda Parte

Hace 50 años, una victoria histórica, pero a qué precio...
Pierre Rousset


HANOI Portal, Vietnam celebró el 50 aniversario de la liberación de Saigón y la reunificación vietnamita


La independencia de Vietnam se proclamó por primera vez en agosto de 1945, y se ha celebrado su 80 aniversario. De Gaulle decidió lo contrario y envió un cuerpo expedicionario para reconquistar su colonia perdida. Indochina tuvo que sufrir dos devastadoras guerras imperiales sucesivas, la francesa y luego la estadounidense. Washington movilizó todos los medios a su alcance para aplastar la revolución vietnamita, convencido de que saldría victorioso, y fue derrotado. La imagen pasó a la historia: el personal de la embajada estadounidense en Saigón evacuado en helicópteros el 30 de abril de 1975.

Evacuados civiles abordan un helicóptero de la Marina de EE. UU. dentro del complejo de la Embajada de EE. UU. para ser transportados en helicóptero a la Séptima Flota de EE. UU. antes de que las tropas comunistas estén a punto de ingresar a Saigón entre el 29 y 30 de abril de 1975. Imágenes © de Nik Wheeler / Corbis



Cuando se firmaron los acuerdos de Ginebra en 1954 con el Gobierno francés de Pierre Mendès-France, el Vietminh se encontraba en una posición estratégica ventajosa, ya que las fuerzas francesas habían sido derrotadas de forma decisiva. Sin embargo, estos acuerdos de armisticio le fueron particularmente desfavorables. Fueron los hermanos mayores rusos y chinos quienes le impusieron el abandono de gran parte de sus exigencias. Tuvo que retirar sus tropas a una zona de reagrupamiento temporal en el norte del país, mientras que el régimen de Saigón era libre de redesplegar su ejército en el sur.

Se iban a celebrar elecciones en todo el territorio, que habrían supuesto el triunfo del Gobierno de Ho Chi Minh. Por supuesto, no se celebraron. Estados Unidos y el régimen de Saigón ni siquiera habían firmado los acuerdos, quedando ostensiblemente con las manos libres. A sus ojos, la división del país debía ser permanente, e incluso permitir una contraofensiva militar para derrocar a la República Democrática de Vietnam (RDVN). El Gobierno de Mendès-France pasó el relevo a Washington con pleno conocimiento de causa.

Esos acuerdos de Ginebra son uno de los ejemplos clásicos de armisticio que desemboca en una división territorial permanente cargada de tensiones purulentas (véase el caso de la península coreana, convertida en un punto caliente nuclear) o en una nueva guerra, aún peor que la anterior (en el caso concreto de Vietnam).

En lo inmediato, el régimen de Saigón aprovechó la retirada de las fuerzas armadas revolucionarias para lanzar una campaña de eliminación de los cuadros del movimiento de liberación en el sur y atacar su base popular, especialmente entre el campesinado y las tribus montañesas de los Altos Plateados.


Izquierda: 30 de abril de 1975, Saigón, Vietnam del Sur. Tropas norvietnamitas entran en Saigón con rifles de madera, banderas rojas y un retrato de Ho Chi Minh. Imagen de © Jacques Pavlovsky/Sygma/CORBIS.  Derecha: La caída de Saigón. Toma del palacio presidencial. Oficial norvietnamita sosteniendo una bandera del GRP el 30 de abril de 1975. FDM-363-8. (Foto de Françoise De Mulder / Roger Viollet / Getty Images)



Detener la dinámica revolucionaria en el sudeste asiático

Los retos iban más allá de la península indochina. Washington quería frenar la dinámica revolucionaria en el sudeste asiático. Apuntaba al oeste, hacia China, que ya se había visto amenazada por el este durante la guerra de Corea (1950-1953), y buscaba consolidar la supremacía mundial del imperialismo estadounidense. La segunda guerra de Vietnam debía ejemplificar la omnipotencia estadounidense. El enfrentamiento en Vietnam se convirtió así en el punto nodal de la situación mundial, donde se entrelazaban las relaciones de fuerza entre la revolución y la contrarrevolución, por un lado, y entre los bloques occidental (Estados Unidos, Europa Occidental, Japón...) y oriental (China-URSS), por otro.

Aunque contaba con una base social asegurada, en particular por los católicos procedentes del norte, el régimen (corrupto y dictatorial) de Saigón decepcionó las expectativas de Washington, que tuvo que involucrarse cada vez más en el conflicto, hasta llegar a librar una guerra total, en todos los frentes, de una magnitud sin precedentes: envío de cientos de miles de soldados (los GIs, hasta 550 000 hombres sobre el terreno), bombardeos intensivos de la República Democrática de Vietnam, contrarreforma agraria en el sur, vertidos masivos de defoliantes (el tóxico agente naranja) en las zonas boscosas, desarrollo de tecnologías militares para localizar a los combatientes escondidos en túneles o detectar los movimientos nocturnos de las tropas...

Durante la Segunda Guerra de Indochina, todo el poder económico y tecnológico de Estados Unidos se movilizó y se vertió sobre Vietnam, un país del tercer mundo de tamaño medio. Sin embargo, Moscú y Pekín sabían que estaban en el punto de mira de Estados Unidos, por lo que recibieron una importante ayuda militar a través de la frontera china, incluso durante la Revolución Cultural. Esta ayuda, por importante que fuera, seguía siendo cualitativamente moderada. No se suministraron las armas más sofisticadas, que habrían permitido, en particular, asegurar el espacio aéreo del norte de Vietnam. Los hermanos mayores no querían una derrota de la RDVN, que les habría amenazado, pero ¿querían la victoria o la creían posible?


30 de abril de 1975, Saigón, Vietnam del Sur. Tanques y tropas norvietnamitas entran y toman posesión del complejo del palacio presidencial en Saigón. Imágenes © de Françoise de Mulder/CORBIS; de © Jacques Pavlovsky/Sygma/CORBIS; de Roger Viollet vía Getty Images; y,  de Jean-Claude LABBE/Gamma-Rapho vía Getty Images, respectivamente.



De la ofensiva del Tet en 1968 a la caída de Saigón

El conflicto adquirió una dimensión internacional importante, tanto en el llamado Tercer Mundo como en las fortalezas imperialistas. Para las revoluciones rusa y china, la solidaridad se convirtió en algo totalmente actual tras la victoria. Para la revolución vietnamita (o argelina), constituyó un elemento clave de una estrategia en constante adaptación, que acabó conduciendo a la victoria.

La dirección vietnamita comprendió la importancia de este nuevo terreno de acción y el movimiento de liberación nacional se implicó mucho en él, tanto en el plano diplomático como en el de la solidaridad militante. Con gran habilidad; recurriendo a todo el espectro político solidario. Esta fue una de las características de su estrategia global.

Desde cualquier región del mundo, la solidaridad tenía su importancia, pero, evidentemente, en esta partitura, al movimiento contra la guerra de Estados Unidos le correspondía un papel especial.

Algunos concluyeron que fue el movimiento contra la guerra el que derrotó a Washington, en defensa de tesis pacifistas sobre la inutilidad de la lucha armada. Un anacronismo engañoso. Durante mucho tiempo, la burguesía estadounidense apoyó el esfuerzo bélico, al igual que la mayoría de los científicos, investigadores e ingenieros llamados a proporcionar al ejército las tecnologías que necesitaba. Las fábricas de armamento funcionaban a pleno rendimiento. Es cierto que la resistencia a la guerra se reforzó considerablemente durante la segunda mitad de los años sesenta, especialmente entre la juventud. Sin embargo, para que la contestación cambiara decisivamente de dimensión, fue necesario que las pérdidas militares fueran demasiado elevadas, que el coste económico del conflicto se hiciera demasiado grande, que la legitimidad del imperialismo estadounidense en el mundo se viera demasiado afectada, que se reforzaran los movimientos de antiguos combatientes y que estallara la crisis política en 1972 con el escándalo del Watergate, que obligó a Richard Nixon a dimitir.

Para forzar unas negociaciones que abrieran una ventana política favorable a la victoria, tras la ofensiva del Têt en 1968 (derrota militar, victoria política y diplomática), el movimiento de liberación vietnamita impuso una negociación cara a cara: la RDVN (República Democrática de Vietnam) y el GRP (Gobierno Revolucionario Provisional) en el sur, por un lado, y los Estados Unidos y el régimen de Saigón, por otro, excluyendo esta vez la presencia de las grandes potencias amigas (Moscú, Pekín). Las negociaciones de París se iniciaron y se estancaron. Sin embargo, deseoso de retirarse progresivamente para responder a la crisis interna, Washington inició la política de vietnamización, retirando gradualmente sus fuerzas armadas mientras intentaba consolidar el régimen de Saigón. La firma, a duras penas, de los acuerdos de París, el 27 de enero de 1973, sancionó la retirada de los soldados estadounidenses. Dos años más tarde, en 1975, se lanzó la ofensiva final y el ejército de Saigón se derrumbó. La guerra terminó por fin, casi sin combates. Como una constatación.


Mientras Saigón cae ante el gobierno comunista de Vietnam del Norte, el embajador de Estados Unidos en Vietnam, Graham Martin, habla con la prensa el 29 de abril de 1975 después de una evacuación. (Foto de Dirck Halstead / Enlace). Derecha: La caída de Saigón. Soldado survietnamita. 30 de abril de 1975. (Foto de Françoise De Mulder / Roger Viollet / Getty Images)



Tres décadas de guerra

Una victoria histórica de enorme alcance, pero por la que el pueblo vietnamita y las fuerzas de liberación pagaron un precio terriblemente alto. Tres décadas de guerra agotaron a la sociedad, aplastaron el pluralismo político, diezmaron a los cuadros establecidos en el sur y marcaron profundamente a las organizaciones que sobrevivieron a la prueba (empezando por el PCV). Vietnam se liberó, la revolución triunfó, pero bajo un régimen autoritario. Al no haber recibido el apoyo suficiente en el momento oportuno en 1945, 1954, 1968... Soldado de primera línea, el pueblo vietnamita libró una batalla de la que se beneficiaron enormemente las luchas populares en todo el mundo, las de mi generación. El precio pagado fue muy alto. Merece que se le siga apoyando hoy en día, incluso cuando es reprimido por su propio Gobierno.

Severamente derrotado, Washington no ha dejado de vengarse. Impuso el aislamiento de Vietnam durante una década, esta vez con el apoyo de China. En el momento de la gran escisión entre la URSS y China, Moscú se convirtió en el enemigo principal a los ojos de Pekín. Aunque la ayuda chino-soviética (interesada) había sido de gran importancia para el esfuerzo bélico vietnamita, la independencia de Hanoi no era muy apreciada por el régimen de Pekín. En un nuevo contexto geopolítico, Vietnam se acercó a Rusia, antes de convertirse en víctima directa de los cambios en las alianzas internacionales, cuando Estados Unidos y China apoyaron conjuntamente a los Jemeres Rojos (¡!) en una nueva guerra de Indochina, en 1979. La realpolitik alcanzó entonces uno de sus puntos álgidos.


Arriba: Desesperados survietnamitas intentan convencer a los marines estadounidenses que custodian la embajada estadounidense de que los dejen entrar en el complejo, con la esperanza de ser evacuados en helicóptero antes de la llegada de las tropas norvietnamitas. A la mayoría de ellos se les negó la entrada y los cientos de refugiados que ya estaban dentro de los terrenos de la embajada fueron abandonados (Imagen de © Nik Wheeler/Corbis) - Ciudadanos survietnamitas desesperados intentan escalar los muros de la embajada estadounidense en un vano intento de huir de Saigón. El 30 de abril de 1975, Saigón cayó en manos de los comunistas y la guerra de Vietnam terminó oficialmente. Imagen de © Nik Wheeler/Corbis. Abajo: Refugiados survietnamitas desesperados se aferran a los vehículos a lo largo de la autopista 1 mientras huyen de las tropas norvietnamitas que avanzan para capturar Saigón (Imagen de © Nik Wheeler / Corbis) - Refugiados survietnamitas en botes se acercan a un barco de guerra estadounidense para buscar refugio en abril de 1975 en el Mar de China Meridional, cerca de Saigón. (Foto de Dirck Halstead / Getty Images)


Camboya sumida en el caos

La ruta Ho Chi Minh, que permitía hacer llegar armas a los combatientes del sur, pasaba en parte por Laos y el este de Camboya, que, bajo la égida del príncipe Norodom Sihanouk, no había participado de forma significativa en la primera guerra de Indochina. Aunque afirmaba su neutralidad, el príncipe toleraba la presencia vietnamita.

Al bombardear masivamente Camboya y apoyar el sangriento golpe de Estado de Lon Nol (1969-1970), Estados Unidos precipitó a la guerra y al caos a un reino que no estaba preparado ni social ni políticamente para una guerra popular, pero creó un vacío del que se beneficiaron los Jemeres Rojos. El 30 de abril de 1975, estos conquistaron la capital. A continuación, vaciaron por completo la ciudad de su población, en previsión de los bombardeos estadounidenses, según afirmaban entonces. Sin embargo, enviaron al exilio interno a personas hospitalizadas que no podían sobrevivir a esta prueba. La realidad no tardó en aparecer. Los deportados fueron dispersados por todo el país, sin esperanza de regresar. Phnom Penh se convirtió en una ciudad jemer roja donde operaba un centro de tortura cuidadosamente administrado, en el que se archivaba cada interrogatorio.

¿Qué estaba pasando? Fue entonces cuando nos dimos cuenta de lo poco que sabíamos sobre este movimiento heterogéneo. Una facción de los Jemeres Rojos había colaborado durante la guerra con los vietnamitas, a ambos lados de la frontera. Fue víctima de purgas secretas que permitieron a la facción de Pol Pot afianzar su poder. Se trataba de una corriente violentamente etnonacionalista, racista y, en particular, antivietnamita. ¿Su base social? Las tribus montañesas del norte (la guardia pretoriana de Pol Pot) y... el ejército, del que tomó el control. Los Jemeres Rojos fueron calificados de comunistas radicales (?) y maoístas, pero hicieron todo lo contrario. De vuelta a los centros urbanos, el PCC se apresuró a reconstituir una base obrera (creando un estatus especial para las y los trabajadores de las empresas estatales). Llevó a cabo una verdadera reforma agraria y tomó medidas emblemáticas para las mujeres del pueblo. Todo ello, por supuesto, consolidando su monopolio del poder y su control político sobre la sociedad.

La revolución camboyana no habría sido, evidentemente, una copia de sus homólogas china o vietnamita. Pero, ¿de qué revolución estamos hablando? ¿Campesina, cuando los Jemeres Rojos sometían al campesinado a trabajos forzados? ¿Obrera, sin ninguna implantación, ni siquiera semiproletaria? ¿Burguesa, cuando abolieron la moneda? ¿Y cómo definir ese Estado? Por defecto, en muchos círculos de izquierda se le calificó de Estado obrero. Por mi parte, en 1985, propuse la fórmula de un aborto espontáneo de un Estado obrero en gestación. Un debate muy enrevesado, por decirlo suavemente.

Y, por otra parte, ¿de qué Estado estamos hablando? ¿En qué medida existe? En el mejor de los casos, era embrionario. Sobre todo, carecía de una base social sobre la que podría construirse. El ejército de campesinos se separó del campesinado. Ante un caso tan límite, es mejor no precipitarse a esgrimir conceptos. La historia desigual y combinada de la Segunda Guerra de Indochina provocó en Camboya el surgimiento de una situación crónicamente inestable en la que un ejército sometió a la población a un régimen de explotación para restaurar la antigua grandeza del reino, incluso a costa de excavar una inmensa red de canales... sin ingenieros que lo planificaran (los intelectuales eran especialmente perseguidos por el nuevo poder, encabezado por un puñado de intelectuales).

El orden del Jemer Rojo se derrumbó con la intervención militar vietnamita de diciembre de 1978 a enero de 1979. Una de las razones que llevaron a Hanoi a actuar fue el destino reservado a la población vietnamita de Camboya, amenazada de genocidio, al igual que otras minorías. Sin embargo, la mayoría de la población vivió esta intervención como una liberación. Toda la gente deportada comenzó a regresar a sus hogares de forma espontánea. Vietnam retiró sus tropas (las últimas abandonaron el país en 1989), tras instalar un Gobierno amigo (pero no clientelar, como demostró el curso de la historia).

El poder del Jemer Rojo era irremediablemente inestable. ¿Podría haberse consolidado en el oeste y haber ganado contenido social con la ayuda del ejército, los traficantes y las bandas tailandesas? En tal hipótesis, se habría convertido en burgués. Política de ficción.

La perspectiva que habría dado una oportunidad progresista a una revolución camboyana habría sido inscribirla en una solidaridad indochina, con Laos y Vietnam. Probablemente, una parte del movimiento Jemer Rojo era favorable a ello. El riesgo de verse dominado por Hanoi era real, pero nada podía ser tan terrible como lo que ocurrió -cientos de miles de víctimas- y que provocó un profundo trauma histórico cuya huella aún marca, de forma insidiosa, la Camboya actual.

La Federación Socialista de Estados Indochinos nunca vio la luz. Muchos se oponían a ella: Pol Pot, Pekín, Washington, la ONU y Sihanouk, que se dejó manipular por China y Estados Unidos al dar un barniz de legalidad internacional a la guerra sucia de 1979.


30 de abril de 1975, Saigón, Vietnam del Sur. Un hombre vietnamita reza frente a un retrato de Ho Chi Minh después de la caída de Saigón. Imagen de © Jacques Pavlovsky/Sygma/CORBIS



La guerra chino-vietnamita

Los jemeres rojos polpotistas reivindicaban derechos históricos sobre el delta del Mekong y habían multiplicado las incursiones sangrientas en territorio vietnamita, antes de que Hanoi decidiera la invasión de 1978.

En respuesta al derrocamiento del régimen jemer rojo por Hanoi, China decidió llevar a cabo una expedición punitiva en febrero-marzo de 1979. Duró un mes. La frontera, de 750 kilómetros de longitud, es en su mayor parte montañosa. El ejército chino lanzó un ataque frontal para tomar los pasos, con el apoyo de fuego de artillería y tanques. Consiguió penetrar en territorio vietnamita, pero la operación terminó en un doble fracaso.

En primer lugar, un fracaso militar. La desorganización del ejército chino y sus fallos (en materia de inteligencia o coordinación del mando) sorprendieron. Contaba con que gran parte de las fuerzas regulares vietnamitas se encontraban en Camboya, pero las milicias locales se mostraron capaces de contrarrestar la ofensiva lanzada por Pekín. La puesta de manifiesto de estas negligencias desencadenó una crisis en la dirección del PCCh. La profunda modernización de sus concepciones y de su aparato militar seguía pendiente.

También fue un fracaso estratégico. Hanoi no retiró tropas de Camboya para reforzar sus defensas en Vietnam del Norte. No hubo tregua para los protegidos jemeres rojos de Pekín.


La crisis chino-soviético

La crisis chino-jemer-vietnamita representa uno de los puntos álgidos del conflicto chino-soviético, sancionando también un espectacular cambio de alianzas internacionales.

Las relaciones entre Pekín y Moscú siempre estuvieron cargadas de sospechas y tensiones. La revolución china se impuso (al igual que en Vietnam) en contra del reparto de zonas de influencia negociado entre Estados Unidos y la URSS al final de la Segunda Guerra Mundial. Stalin había instado a Mao a no derrocar el régimen de Chiang Kai-shek. Quería preservar su control absoluto sobre el movimiento comunista internacional. Por último, y esto era un tema especialmente controvertido, se negaba a que China accediera a la arma nuclear.

China pagó las consecuencias de la política de coexistencia pacífica preconizada por Nikita Jrushchov, que apoyó a la India durante el conflicto chino-indio de 1962 en la cordillera del Himalaya. Puso fin brutalmente a la asistencia técnica que prestaba a la economía china. El acercamiento entre Moscú y Washington se produjo claramente a expensas de China. La ruptura se consumó definitivamente en 1969, con las guerras fronterizas entre China y la Unión Soviética.

La escisión del llamado campo socialista dio la mano a Washington, libre para jugar unos contra otros. En 1971, Henry Kissinger viajó en secreto a China para preparar la visita de Richard Nixon a Pekín en 1972, quien, a continuación, volvería a visitar Moscú.

Las consecuencias nefastas del conflicto interburócratico chino-soviético se dejaron sentir en todo el mundo. Sin embargo, la victoria vietnamita de 1975 abrió una ventana de oportunidad, ya que Washington ya no estaba en condiciones de intervenir militarmente de forma masiva en el extranjero. La crisis chino-indochina de 1978-1979 anunció, por su parte, el cambio de época de los años ochenta, que vio a mi generación militante derrotada en los tres sectores de la revolución mundial (Tercer Mundo, países del Este, países imperialistas).




Guerra y revolución (breves notas complementarias)

Al término de la segunda guerra mundial, el ocupante japonés destruyó la administración francesa, antes de ser derrotado en el teatro de operaciones del Pacífico. El Vietminh aprovechó este breve momento favorable, que había anticipado, para declarar la independencia. Actuó con gran rapidez y mantuvo la iniciativa política, pero en una situación frágil. Sus capacidades militares eran débiles y su autoridad estaba cuestionada, sobre todo por sectas religiosas y movimientos nacionalistas anticomunistas.


Revolución social y reforma agraria

Con el acuerdo de la China de Chiang Kai-shek, el cuerpo expedicionario francés bombardeó el puerto de Haiphong, en el norte de Vietnam, en 1946. Así comenzó la primera guerra de Vietnam. Las ofertas de negociación de Ho Chi Minh fueron rechazadas. Como atestigua un discurso de Vo Nguyen Giap a su regreso de París, la dirección del Partido Comunista Vietnamita había tenido en cuenta esta posibilidad.

Dado la relación de fuerzas militares, esta guerra tomó la forma de una guerra revolucionaria prolongada. En este contexto, se movilizó al campesinado. El patriotismo no era suficiente. El llamamiento a la reforma agraria resulta indispensable. A partir de entonces, la liberación nacional y la revolución social se entrelazan. Esta fue la base que permitió inscribir la resistencia en el largo plazo.

Existen modelos estratégicos. Sin embargo, una estrategia debe tener en cuenta la evolución de la situación, las reacciones de la fuerza enemiga, el resultado de las fases anteriores de la lucha... En realidad, una estrategia concreta evoluciona y a menudo combina elementos que pertenecen a modelos diferentes. Los vietnamitas no dejaron de adaptar su estrategia.

Una estrategia combina formas de lucha de naturaleza diferente. La adaptabilidad estratégica también consiste en saber detener la lucha armada cuando ya no responde a una necesidad.


Una decisión difícil

Después de 1954, la reanudación de la resistencia armada contra el régimen de Saigón se hizo esperar. Esta decisión, aplicada progresivamente en la segunda mitad de la década de 1950, de reanudar la lucha armada no debió de ser fácil de tomar, sabiendo que esta vez sería Estados Unidos quien entraría en liza. Pero, ¿qué alternativa había? Aceptar, como mínimo, la división del país ad vitam æternam (para siempre o por la eternidad), como en Corea. Abandonar sin apoyo a las redes militantes y las bases sociales del movimiento de liberación en el sur, frente a una dictadura sin escrúpulos. Dejar la iniciativa a Washington, si decidía atacar la República Democrática de Vietnam.


La perspectiva de la emancipación social y democrática

Cuando sectores sociales significativos entran en resistencia armada, es porque la violencia de los poderes establecidos era insoportable. La guerra popular abre (potencialmente) una dinámica de emancipación social, que sin embargo corre el riesgo de agotarse cuando se prolonga. En Asia, donde los conflictos nunca han cesado, la cuestión que se plantea no es solo histórica. Por lo tanto, es necesario dar respuestas concretas a un doble problema: ¿cómo evitar que los grupos armados degeneren? (lo cual ocurre) ¿Cómo defender concretamente la libertad democrática de decisión y los derechos de las comunidades populares o montañesas que los combatientes deben proteger? Contamos con una rica experiencia en la materia, especialmente con nuestros compañeros de Mindanao, al sur del archipiélago filipino.

En Birmania, cuando la junta militar tomó el poder hace cuatro años, se puede decir que (casi) todo el país entró en desobediencia civil no violenta. La junta podría haber sido derrocada si la comunidad internacional le hubiera prestado su apoyo a tiempo. Una vez más, no fue así. Y la represión acabó obligando a la resistencia de la llanura central a unirse a la lucha armada liderada, en particular, por las minorías étnicas. Una vez más, no se trató de una elección a priori, sino de una obligación.


"Bienvenida a ciudad Ho Chin Mihn al Ejército de Liberación", pintura del coronel Le Huy Toan. Las fuerzas combinadas del Ejército del Pueblo y del Frente de Liberación Nacional -FNL- de Vietnam liberan Saigón el 30 de abril de 1975, Día de la Reunificación Nacional.

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Fuentes: 

Artículos sobre Vietnam:

28 junio 2024

Camboya, el Jemer Rojo y el extremismo comunista

 


por Tito Andino

Resumen de diversas lecturas 


Este es otro genocidio que no debe olvidarse, no solo para las nuevas generaciones de camboyanos, el mundo debe recordar lo que le sucedió a millones de personas bajo un régimen de terror. La ideología de los criminales no debe estar por encima de la justicia para intentar ocultar la verdad. Es un recordatorio y paralelismo de que los "elegidos" de dios (Israel) son tan genocidas como las huestes comunistas de Pol Pot.


Fichas Técnicas sobre Camboya

- Jemer (jemeres en plural) es la persona originaria de Camboya. Jemer es utilizado como sinónimo de camboyano. El pueblo jemer o camboyano es el grupo étnico mayoritario de Camboya y se extiende por países vecinos. El idioma jemer o camboyano es la lengua oficial del Reino de Camboya, es hablado por las minorías étnicas jemer en Tailandia, Laos y Vietnam y otros países donde han emigrado.

- Por lo mismo, el "Jemer Rojo" o los "Jemeres Rojos", significa los "Camboyanos Rojos" (comunistas) que gobernaron Camboya bajo la denominación oficial de Kampuchea Democrática (1975 - 1979). 

- El Reino de Camboya entre 1953 y 1970 fue una Monarquía Constitucional Parlamentaria Unitaria (sistema unipartidista). Su primer monarca fue el rey Norodom Sihanouk (Preah Bat Samdech Preah Norodom Sihanouk Varman), conocido como el Padre de la Patria por dirigir a Camboya hacia la independencia del dominio francés en 1954.

- Sihanouk declaró a su país neutral y protestó por el intervencionismo de los Estados Unidos en Vietnam, simpatizó con la República Popular China y con Mao Zedong. Sihanouk pensaba que el comunismo era inevitable en el Sudeste Asiático, pero se opuso al naciente movimiento de los Jemeres Rojos, a quienes persiguió.

- Camboya entre 1967-1975 se encontraba atrapada en una sangrienta guerra civil como consecuencia indirecta de la Guerra Fría, al mismo tiempo que la guerra de Vietnam estaba en su apogeo. En 1970 la República Jemer, junto a sus aliados -Estados Unidos- se enfrentaron contra los comunistas camboyanos, éstos últimos contaban con el respaldo del Vietcong -guerrillas de Vietnam-

- República Jemer 1970-1975 fue una República constitucional semi-presidencial unitaria, bajo una dictadura militar de Lon Nol tras el derrocamiento del gobierno del rey Norodom Sihanouk. Este gobierno cedió su territorio para bases militares estadounidenses y tuvo que enfrentarse a las guerrillas de los Jemeres Rojos de Pol Pot. Tras el fracaso de los Estados Unidos en Vietnam y los Acuerdos de paz de París, éste Estado cayó en abril de 1975. 

- El Partido Comunista de Kampuchea (PCK), conocido como los Jemeres Rojos, tomó el control de Camboya el 17 de abril de 1975. El PCK creó el estado de Kampuchea Democrática en 1976 y gobernó el país hasta enero de 1979. 

- Kampuchea Democrática (1976-1979), inicialmente Kampuchea (1975), se prolongó con un proclamado Gobierno en el exilio (1979-1982. Disuelto oficialmente el 22 de junio de 1982). Su forma de gobierno entre 1975 - 1976 fue la de una monarquía constitucional unitaria marxista-leninista unipartidista, bajo una dictadura totalitaria. Entre 1976-1979 se proclamó República socialista unitaria marxista-leninista unipartidista, bajo una dictadura totalitaria de los Jemeres Rojos dirigido por el Secretario General Pol Pot (1975-1979). Curiosamente el Jefe de Estado en 1975 era el rey Norodom Sihanouk. La invasión de Vietnam en 1979 a territorio camboyano puso fin al régimen de Pol Pot

- Entre 1979-1989 el estado fue conocido como República Popular de Kampuchea. Un estado socialista bajo ocupación militar de Vietnam con escaso reconocimiento internacional.

- Entre 1989-1993, se denominó simplemente como Estado de Camboya. Tras los acuerdos de Paz de París de 1991 (por la guerra camboyano-vietnamita) una misión multinacional de mantenimiento de la paz gobernó el país entre 1992-1993 como un Protectorado de las Naciones Unidas, la Autoridad Provisional de las Naciones Unidas en Camboya (APRONUC), que finalizó su labor tras celebrar unas elecciones en las que participó el 90% de los camboyanos con derecho a voto. 

- En 1993 operó la Restauración monárquica, bajo la denominación de Reino de Camboya hasta el presente, es una monarquía constitucional parlamentaria, presidida por un primer ministro.


Pol Pot bajo la bandera de Kampuchea Democrática

Fichas Técnicas de los Jemeres Rojos

- El movimiento comunista camboyano surgió de la lucha del país contra la colonización francesa en la década de 1940, influenciado por los vietnamitas desde la primera guerra de Indochina (década de 1950). 

- Sin embargo de lo anterior, la existencia del partido comunista -PCK- se mantuvo en secreto hasta 1977. Nadie fuera del partido sabía quiénes eran sus líderes.

- Los Jemeres Rojos, grupo político comunista con apoyo del sector rural y respaldados por Vietnam del Norte y China tomaron el poder tras la guerra civil. Pol Pot se hizo con el control del país el 17 de abril de 1975 tras la caída de Phnom Penh, poniendo fin a años de intervencionismo extranjero, bombardeos y guerra civil en Camboya. El brutal gobierno duró cuatro años (1975 - 1979).

- La gente de todo el país, incluidos los dirigentes del PCK, tenían que vestir trajes negros, que eran consideradas la ropa tradicional revolucionaria.


En los años 70, los Jemeres Rojos vestidos de negro desalojaron a la gente de las ciudades y convirtieron el país en un gran campo de trabajo (AAP)


- Pol Pot, nombre real: Saloth Sar, nacido en un pequeño pueblo del campo camboyano en 1925, su familia poseía recursos y tenía contactos con la familia real. Estudiante en Francia a inicios de la década de 1950, entabló contacto con grupos comunistas y fue miembro del Partido Comunista Francés; retornó a Camboya en 1953, después de perder su beca, estaba más ocupado en actividades políticas que en sus estudios de ingeniería eléctrica, se unió a grupos clandestinos en Camboya.


El dictador camboyano Pol Pot, Retrato de fecha desconocida
 

- Pol Pot o "Hermano Número Uno", inspirado en Mao Zedong, dirigió a los Jemeres Rojos desde 1960 cuando se unió al Partido Comunista de Camboya, tres años después se convirtió en secretario del comité central del partido (se dice que antes ya era miembro del ilegal Partido Comunista de Indochina, Pol Pot operaba en secreto llevando una doble vida).

- En 1963 desde las montañas Pol Pot lideró la lucha guerrillera de los Jemeres Rojos, rama militar del Partido Comunista. Pol Pot también mantuvo varias veces reuniones secretas en China con Mao Zedong. Mao lo apoyó ideológica y materialmente.

- El pensamiento político de Pol Pot era una mezcla de estalinismo y maoísmo, enfatizando el retorno a una sociedad agraria. La ideología de los Jemeres Rojos, fuertemente comunista y revolucionaria, quería convertir a Kampuchea en un Estado autosuficiente que no dependiera del capitalismo occidental.  

- Para hacer realidad su ideología utópica, según ellos, forjarían una sociedad agraria sin clases, salvo la clase trabajadora étnicamente pura. Los Jemeres Rojos tomaron medidas drásticas, aplicaron un proyecto de "ingeniería social". Los capitalistas, intelectuales, políticos y militares que habían servido bajo el gobierno de Lon Nol fueron purgados (ejecutados por decenas de miles). Los propios miembros del partido y militares sospechosos acusados de traición fueron sometidos a "tratamiento especial".

- En 1975, los Jemeres Rojos proclamaron el estado de Kampuchea Democrática. La cúpula de los Jemeres Rojos se integraba por una docena de intelectuales al mando de Pol Pot. Los líderes se llamaban a sí mismos "Angkar Padevat" (la organización revolucionaria). "Angkar" es una palabra jemer que significa "la organización". Los Jemeres Rojos impusieron la creencia, obediencia y respeto solo a "Angkar Padevat", la "madre y el padre" de todos, afirmaban que únicamente las personas puras estaban cualificadas para construir la revolución.

- Por temor a un atentado, Pol Pot gobernó desde la clandestinidad rodeado de sus esbirros; no aparecía en público. Aparte de la dirección del partido, pocos sabían quién ostentaba el poder. Hasta los hermanos de Pol Pot no tenían idea de que su hermano era el jefe del país.

- Los Jemeres Rojos son responsables de la muerte de casi una cuarta parte de los camboyanos. Se estima que el genocidio en Camboya causó entre 1,5 y 3 millones de personas asesinadas. Otras fuentes estiman que entre 1975 y 1979 murieron entre 1,7 y 2,1 millones de personas. En todo caso, representa más del 20% de la población.

- Dato anecdótico, la mayoría de las víctimas pertenecían a la etnia jemer, muchos han señalado este periodo como un proceso de "auto-genocidio".

- El régimen de los Jemeres Rojos se derrumbó en 1979 tras la invasión del vecino Vietnam que mantuvo una ocupación militar durante más de una década, poniendo fin a las atrocidades con la toma de la capital Phnom Penh. 

* La agenda (resumida) de los Jemeres Rojos en los siguientes puntos:

"1. Evacuar a la gente de todos los pueblos. 

2. Abolir todos los mercados. 

3. Abolir la moneda del régimen de Lon Nol y retener la moneda revolucionaria que se había impreso. 

4. Expulsar a todos los monjes budistas y ponerlos a trabajar cultivando arroz. 

5. Ejecutar a todos los líderes del régimen de Lon Nol, comenzando por los máximos dirigentes. 

6. Establecer cooperativas de alto nivel en todo el país, con alimentación comunitaria. 

7. Expulsar a toda la población minoritaria vietnamita. 

8. Enviar tropas a las fronteras, particularmente a la frontera vietnamita". 

(*Citado por Ben Kiernan, The Pol Pot Regime. Race, Power, and Genocide in Cambodia under the Khmer Rouge, 1975 -1979. New Haven: Yale University Press, 2002)


Niños soldados del Jamer Rojo

LA ERA DEL PODER DEL JAMER ROJO

En principio la monarquía camboyana proclamada nacionalista era apreciada como corrupta e ineficaz lo que dio paso al surgimiento de grupos clandestinos con un objetivo común: derrocar al gobierno. Inicialmente había coherencia entre varias organizaciones opositoras al gobierno (tanto de izquierda como de derecha), incluso convergían los que serían posteriormente líderes del Jemer Rojo. 

Estados Unidos y Occidente preocupados por la propagación del comunismo en el sudeste asiático incitó al general Lon Nol (Primer Ministro de Camboya) a dar un golpe de Estado, el 18 de marzo de 1970, imponiéndose una República prooccidental denominada República Jemer (Sihanouk estaba de gira oficial en China). El golpe fue urgido por Estados Unidos en su estrategia de guerra contra Vietnam del Norte, los estadounidenses necesitaban Camboya para detener a Hồ Chí Minh. El golpe de Lon Nol agudizó el conflicto interno llevándolo a una total guerra civil. Lon Nol se alió con Estados Unidos y Vietnam del Sur e involucró directamente a Camboya en una guerra internacional.


El General Lon Nol (en uniforme militar, izq.); como dictador de Camboya en 1972 (derecha)

El ascenso del régimen de Pol Pot debe entenderse en el contexto de la Guerra Fría. En los primeros meses de 1973, un 85% del territorio camboyano estaba en manos de los Jemeres Rojos, el ejército de Lon Nol no tenía los medios de lanzar una ofensiva. Sin los Estados Unidos no habría podido luchar mucho tiempo contra los Jemeres Rojos (resistió hasta 1975). Se estima que entre enero - agosto de 1973, el gobierno de la República Jemer, apoyado por EEUU arrojó medio millón de toneladas de bombas sobre Camboya, provocando la muerte de alrededor de 300.000 personas, lo que causó más adhesiones a la causa de los Jemeres Rojos por el deseo de poner fin a la guerra; y, aunque paradójico, otra razón importante para unirse al ejército de los Jemeres Rojos era la lealtad al rey. 

Los Jemeres Rojos tomaron una decisión inteligente cuando decidieron colaborar con el rey Norodom Sihanouk, que estaba en el exilio. Bajo el lema "Estamos luchando para devolver el poder a Sihanouk", Pol Pot con los Jemeres Rojos iniciaron una lucha armada contra el régimen militar. El 23 de marzo de 1970, Sihanouk llamó al pueblo camboyano a unirse a los Jemeres Rojos y tomar las armas contra la República de Lon Nol. Después de este llamado, el ejército de los Jemeres Rojos aumentó enormemente en número". Además contó con tropas vietnamitas que a finales de 1972 se retiraron de Camboya entregando las principales responsabilidades de la guerra al clandestino Partido Comunista de Camboya (PCK). (Cita de Vannak Huy, The Khmer Rouge Division 703. From Victory to Self-destruction. Phnom Penh: Documentation Center of Cambodia, 2003).


El rey Norodom Sihanouk de Camboya, fotografía de 11 de enero 1980. El ex rey falleció en Beijing el 15 de octubre de 2012

La propaganda jugó un papel importante. A los agricultores se les dijo repetidamente que su situación desesperada era resultado de la opresión de la clase capitalista. Cuando los Jemeres Rojos fueron al campo a reclutar gente, dijeron a los aldeanos que sus hijos recibirían suficiente ropa y comida como soldados. Los agricultores pobres, que a menudo apenas podían alimentar a sus familias, enviaron a sus hijos al ejército con la esperanza de un futuro mejor. La coerción también se convirtió en un medio para reclutar nuevos soldados. Los soldados de los Jemeres Rojos hicieron listas de nombres de niños pequeños que tenían que participar en el ejército. La negativa a servir provocó persecución, tortura y ejecuciones.

Según un dicho maoísta, "los niños son como páginas en blanco en las que se puede escribir una revolución". Fue fácil para los Jemeres Rojos aprovecharse de la niñez. Prohibieron los lazos familiares y entrenaron a los niños para que fueran leales a "Angkar". Los pequeños, en su mayoría analfabetos recibieron educación comunista, no estaban en condiciones de cuestionar lo que se les enseñaba. Esto podría incluso llegar tan lejos, los niños identificaban a sus propios padres como enemigos de la revolución. (Craig Etcheson, The Rise and Demise of Democratic Kampuchea. London: Pinter Publishers, 1984)


Jóvenes y niños soldados de los Jemeres Rojos, alrededor de 1975.

Los rebeldes del Jemer Rojo fueron vitoreados como héroes de la libertad, no pasó mucho tiempo para que la gente de Phnom Penh se diera cuenta del sufrimiento que les esperaba. El Jemer Rojo al tomar el poder reorganizó radicalmente la sociedad, comenzó a implementar su programa radical de transformación maoísta y marxista-leninista, sin clases en la que no hubiera ricos, ni pobres, ni explotación; se dictó la abolición del dinero, la propiedad privada y los mercados libres; cualquiera que se considerara un intelectual o profesional era objeto de un "trato especial".

Las minorías étnicas y religiosas fueron perseguidas, templos y monasterios fueron destruidos o convertidos en cárceles de tortura. El régimen interfirió con la fe budista, mayoritaria entre los camboyanos durante miles de años, su fe era vista como una ideología rival. Según los informes, los musulmanes chams también fueron duramente afectados por el genocidio. Se instauró una especie de forzada "colectivización" para transformar Camboya en una sociedad rural al desplazar gente de las ciudades al campo, obligados a trabajar en la agricultura y construcción de canales en brigadas de trabajo según la edad y género. Alrededor de dos millones de personas de Phnom Penh y otras ciudades fueron trasladados para trabajar en el campo, miles murieron durante las evacuaciones. Las reuniones públicas y discusiones de tres o más  personas eran prohibidas, podían ser acusadas de ser enemigas del estado, arrestadas o ejecutadas. En general, toda la nación quedó privada de sus derechos elementales.


Pol Pot, recibido por una compañía de ópera china, Pekín (año no determinado)

Pero, como toda imposición a la fuerza, más la mala gestión económica, provocó falta de alimentos y una crisis sanitaria. El "Plan Cuatrienal" del PCK de 1976 requería que los camboyanos produjeran tres toneladas de arroz por hectárea en todo el país, obligando a trabajar más de 12 horas al día sin descanso ni alimentación adecuada. “Mientras tengamos arroz, lo tendremos todo”, era el mantra de Pol Pot.

No se conoce a exactitud el número de personas que perecieron por enfermedades, de hambre y por el genocidio camboyano (a pesar de que se tenía registros de prisioneros y ejecuciones). Tras la invasión de Vietnam se publicaron los registros camboyanos, pero diversas fuentes las califican de exageración en los datos; por ello, la estimación es que entre 1,5 y 3 millones de personas murieron a manos de los Jemeres Rojos.


Caída del Jamer Rojo

 

1970. El líder de China, Mao Zedong saluda a Ieng Sary, también conocido como "Hermano Número 3". Pol Pot en el medio observa sonriente.

A finales de 1977 estallaron los enfrentamientos entre Camboya y Vietnam, murieron decenas de miles de personas enviadas a luchar, los Jemeres Rojos solían atacar con frecuencia las aldeas vietnamitas a lo largo de la frontera masacrando a la población. En diciembre de 1978, las tropas vietnamitas lanzaron una ofensiva que culminó con la captura de la ciudad fantasma de Phnom Penh el 7 de enero de 1979; los vietnamitas esperaban una dura resistencia, se encontraron con un pueblo debilitado por la hambruna y las enfermedades. Los líderes del Jemer Rojo huyeron a Tailandia y restablecieron sus fuerzas ayudados por China y Tailandia. 

Solamente tras la invasión vietnamita, el mundo tomó conciencia del sufrimiento que pasaron los camboyanos durante cuatro largos años de abusos, terror político y hambruna. El Ejército Popular de Vietnam y el Frente Nacional para la Salud de Kampuchea (guerrilla local), pusieron fin al genocidio y constituyeron la República Popular de Kampuchea, dirigido por Heng Samrin, bajo la protesta de China y con escaso reconocimiento internacional. 


Pol Pot dirigiendo una marcha de los Jameres Rojos. Mayo 1979

Los Jemeres Rojos aún eran fuertes en 1979, promulgaron un nuevo objetivo: Edificar un nuevo imperio de Angkor, provocando a Vietnam durante 10 años de guerrillas en un inútil intento por retomar Camboya y derrocar al gobierno provietnamita. En 1982, los Jemeres Rojos para mantener el reconocimiento internacional, formaron el Gobierno de Coalición Tripartita de Kampuchea Democrática, gobierno en el exilio, que incluía al rey Sihanouk, exiliado en China desde la Guerra Civil de Camboya y al líder no comunista Son Sann. Kampuchea seguía estando representada en las Naciones Unidas por la Kampuchea Democrática, que todavía controlaba una parte del país (frontera con Tailandia). Las Naciones Unidas votaron a favor de otorgar al movimiento de resistencia contra los Jemeres Rojos un asiento en la Asamblea General. De 1979 a 1990, estuvieron reconocidos como los únicos representantes legítimos de Camboya. 


Traiciones y final de los Jemeres Rojos 

Los Jemeres Rojos existían aún 1999, sus líderes fueron poco a poco desertando, arrestados, asesinados o murieron con los años, pero, según los expertos su legado permanece en la sombra. Tras la invasión del ejército vietnamita, Pol Pot no pudo ser capturado y aún manejó cierto grado de control social por largo tiempo. 

En 1992, la Autoridad Provisional de las Naciones Unidas en Camboya (APRONUC) contactó a Pol Pot y al Jemer Rojo para llevar la paz a Camboya (en el fondo querían presentarlo en juicio). En 1997, el nuevo gobierno de Camboya solicitó ayuda a las Naciones Unidas para enjuiciar a altos miembros de los Jemeres Rojos. Pol Pot y otros líderes fueron juzgados en ausencia, pero nunca fueron castigados formalmente por sus crímenes hasta  2009 y  2018. Pol Pot murió en 1998.


Un hombre limpia un cráneo cerca de una fosa común en el campo de tortura de Chaung Ek dirigido por los Jemeres Rojos. (Foto sin fecha)

Falso Juicio y procesos penales internacionales a los Jameres Rojos

A mediados de la década de 1990, un juicio espectáculo interno contra Pol Pot si tuvo lugar entre los Jemeres Rojos debido a las disidencias y divisiones internas. En ese tiempo Pol Pot parecía un paranoico, convencido que sus compañeros de partido planeaban un golpe de estado en su contra, hizo asesinar con sadismo al ex ministro de Defensa Son Sen y sus familiares. Luego de esa masacre, Ta Mok, el líder militar supremo de los Jemeres Rojos, temiendo por su vida, se anticipó y ordenó arrestar a Pol Pot, éste huyó una vez más a la jungla, pero fue capturado días después. Pol Pot, era un guiñapo humano.

Pol Pot denunciado por sus antiguos camaradas fue sometido a un "juicio farsa", el 25 de julio de 1997, condenado a cadena perpetua bajo arresto domiciliario en su casa en la selva por el asesinato de Son Sen y su familia y por traición a los Jemeres Rojos. "Muerte al traidor Pol Pot, tiene sangre en las manos", gritaron sus antiguos colaboradores.

Pol Pot -muy debilitado- cumpliendo "arresto domiciliario", concedió el 23 de octubre de 1997 una entrevista al periodista estadounidense Nate Thayer. Cuestionado sobre el genocidio respondió: 


"En lo que respecta a mi conciencia y mi misión, no tengo ningún problema. Se cometieron errores, pero mi objetivo era hacer una revolución, no matar gente. Mírame, ¿parezco un hombre cruel? preguntó retóricamente y él mismo dio la respuesta: ¡No!"

 

El “juicio” de Pol Pot. Foto Nate Thayer.

"Pol Pot no es el asesino de masas que nos han hecho creer", tituló el New York Times un artículo de 1990. A Pol Pot le preguntaron en una ocasión, ¿por qué ordenó matar a niños inocentes? Respondió: “Porque en el futuro podrían convertirse en personas peligrosas”. "Quizás esta breve frase contenga la esencia de su reinado, que parece salvaje desde el punto de vista de personas sanas, pero que se hizo posible en un país bajo el control de un maníaco con enfermedad mental".


Pol Pot siguió empeorando en los siguientes meses, apenas podía respirar sin una máscara de oxígeno. El 15 de abril de 1998, Pol Pot fallecía a los 73 años, probablemente de un infarto (las circunstancias son poco claras). Nunca pudo establecerse un real proceso en su contra; según informes, sus captores y guardias de "prisión" querían extraditarlo a la Corte Internacional de Justicia para que sea procesado por sus crímenes contra la humanidad. Hasta esa fecha los Jemeres Rojos mantenían una guerra de guerrillas en la selva camboyana fronteriza con Tailandia. Muerto Pol Pot, los Jemeres Rojos depusieron las armas.


Los tribunales de Camboya 


Izq. Nuon Chea, ideólogo de los Jemeres Rojos y líder número 2. Derecha, Khieu Samphan, ex jefe de Estado de los Jemeres Rojos. Fotografía publicada por las Salas Extraordinarias de los Tribunales de Camboya, durante una audiencia en el tribunal de crímenes de guerra respaldado por la ONU en Phnom Penh, Camboya. 16 de noviembre de 2018.


Oficialmente se denomina "Salas Extraordinarias de los Tribunales de Camboya" (ECCC) o el "Tribunal de los Jemeres Rojos". Las Naciones Unidas apoyaron el establecimiento de un Tribunal para juzgar a los líderes supervivientes de los Jemeres Rojos, empezó a funcionar en 2009. Es un tribunal híbrido, los fiscales y jueces camboyanos están emparejados con sus homólogos internacionales. Los tribunales documentaron los crímenes, además de asistir a las víctimas. Conforme la ley, no hay una fecha límite para que el tribunal cese en sus funciones. Una prisión y el palacio de justicia fueron construidos a medida para uso del tribunal.

El objetivo era identificar a los altos cargos del régimen de Kampuchea Democrática, cómplices de los crímenes perpetrados. Se logró acusar a cinco figuras destacadas, tres fueron declarados culpables y condenados a cadena perpetua, uno falleció durante el juicio y el restante fue declarado no apto para el juicio. 

El 16 de noviembre de 2018, los últimos líderes supervivientes de los Jemeres Rojos fueron condenados por genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra por un tribunal internacional.



Nuon Chea (92) -considerado el hermano número 2 de Pol Pot- y Khieu Samphan (87) -el jefe de Estado del régimen- recibieron condena a cadena perpetua, la misma pena que ya estaban cumpliendo (sentencia de agosto de 2014) por crímenes contra la humanidad (traslados forzados y desaparición masiva de persona). Los dos procesados alegaron ser objeto de persecución política y apelaron el fallo (Nuon Chea, falleció en agosto 2019).

Además de Nuon Chea y Khieu Samphan, el tribunal llevó a cabo otro proceso en 2010 a Kaing Guek Eav, alias Duch, ex jefe del sistema penitenciario de los Jemeres Rojos que había dirigido el infame centro de tortura Tuol Sleng en Phnom Penh. "Duch", fue condenado a cadena perpetua en 2012 (Kaing Guek Eav falleció en prisión en septiembre de 2020, a los 77 años).


El exjefe de prisión de los Jemeres Rojos, Kaing Guek Eav, "Duch", en un tribunal de Phnom Penh en 2012. Nhet Sokheng/Agence France-Presse-Getty Images)

Todavía hay dos juicios pendientes contra cuatro cuadros de menor rango de los Jemeres Rojos, pero debido a marcadas divisiones entre fiscales internacionales y camboyanos sobre si se deben proceder o no, los casos están abandonados en el tribunal; no hay interés por perseguir a funcionarios de menor rango ajenos al círculo interno de Pol Pot. Otros casos y cargos contra varios ex funcionarios y ex militares han sido desestimados o están pendientes las decisiones finales sobre si se debe perseguirlos. Lo más probable es que los veredictos dictados en contra de los líderes de los Jemeres Rojos serán los últimos del tribunal (Salas Extraordinarias de los Tribunales de Camboya). 


Víctimas del genocidio camboyano

Pol Pot, Son Sen (ministro de defensa) y Ta Mok (jefe militar) murieron antes de que pudieran ser juzgados. Ieng Sary, ex ministro de Asuntos Exteriores y su esposa Ieng Thirith, ministra de Asuntos Sociales, murieron después de que las ECCC los detuvieran y acusaran de genocidio. 


Reflexión final


Pol Pot (segundo por la derecha), líder de los Jemeres Rojos de Camboya, aparece en una rara fotografía con otros líderes del movimiento en un campamento en el oeste de Camboya en enero de 1986. (Foto AP vía VOA)

La falta de procedimientos más extensos desconcertó a los defensores de los derechos humanos, otros han señalado el logro de los tribunales. "Los tribunales internacionales son mejores que la alternativa: la impunidad. Siempre serán políticos y no estarán a la altura de las expectativas", dijo Alexander Hinton, profesor de antropología en la Universidad de Rutgers y autor de dos libros sobre el tribunal de Camboya. "Pero normalmente se hace justicia, incluso si a veces, como ha sido el caso de las ECCC, se tambalea al cruzar la línea de meta".

No obstante, siempre solemos cuestionarnos con preguntas respecto al crimen de genocidio: ¿Y qué pasó con los innumerables militares y burócratas que hicieron posible el régimen? ¿Qué fue de aquellos que custodiaban los campos de trabajo y las cientos de prisiones? ¿Y los que trasladaban a la gente a los "campos de exterminio"? 

Es raro encontrar nombres de los asesinos del régimen, incluso las víctimas supervivientes se refieren simplemente a "Angkar" (La Organización). La gente dice "Pol Pot mató a mi familia" o "Pol Pot quemó mi casa". Sin embargo, ni Pol Pot ni los miembros de Angkar eran las personas con las que estos supervivientes tenían que lidiar día tras día. No fueron ellos quienes custodiaron los campos de trabajo o quienes distribuyeron la escasa comida, o quienes los espiaron y no fueron quienes llevaron a cabo las ejecuciones. (Aafke Sanders, The Evil Within. Genocide, memory and mythmaking in Cambodia. Unpublished MA thesis, November 2006)

Sanders apunta correctamente que el Tribunal Internacional de Camboya solo juzgó a los líderes de "Angkar", siendo imposible -y moralmente incorrecto (?)- localizar y juzgar a todos los soldados de los Jemeres Rojos. 


Víctimas del genocidio camboyano

"En principio, la jurisprudencia conduce a una clara separación entre el bien y el mal. Produce una víctima y un perpetrador: se establece oficialmente qué pasó y quién es el culpable. Los perpetradores con los que los supervivientes tuvieron que lidiar día tras día, los soldados que los espiaron, los mataron de hambre, los pusieron a trabajar, que mataron a personas inocentes, estos perpetradores permanecen impunes, porque legalmente hablando, el grupo perpetrador de soldados de los Jemeres Rojos no existe". (Sanders)

La línea entre víctima y perpetrador es siempre ambigua. No es una distinción dicotómica que pueda establecerse basándose en una serie de características. La distinción entre víctima y perpetrador es una cuestión moral que se muestra más como una zona gris que estricta, termina afirmando Aafke Sanders.

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Consultas:

Holocaust and Genocide Studies. Cambodia

Daders en slachtoffers van Democratisch Kampuchea: ’They slowly made us crazy’

Cambodia Tribunal Monitor; Khmer Rouge History

Pol Pot: De ondoorgrondelijke massamoordenaar

Más diversos artículos de prensa en inglés sobre los Tribunales de Camboya

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